"Friends, Lovers Or Nothing" (Zayn Malik) TERMINADA

-Y entonces?.- Preguntó Barbi mientras me saludaba divertida. No sé porqué, los viernes la ponían de buen humor…
-Sí, voy a ir.- No terminé de decir eso que ya la tenía encima abrazándome.
-Lo sabía!.- agregó divertida.
-Si querés podes venir a casa, y vamos juntas.-
-me encantaría!- Respondió divertida.- Le puedo decir a mi papá que nos vaya a buscar él…-
-Genial.- Sonreí.
-no sé que ponerme! Voy a tener que ir a comprarme algo!.- Sonreí. Ya se había desesperado.
-tranquila, después vemos el tema de la ropa.- Dije tomándola de los hombros. –Ahora hay que entrar a clases.-
-Cierto, ya me había olvidado por unos minutos de la escuela…- dijo entrando al aula. - y cómo dice Katy Perry, Gracias a dios que es viernes!.-
“Okey, ahora es mi momento de entrar en crisis” Pensé al abrir mi armario. La desesperación se apoderó de mí y comencé a revolver en busca de algo para ponerme. Volaban remeras, shorts, pantalones de joggin, calsas, vestidos, polleras, pañuelos, camperas… Mi armario se traslado al suelo en dos segundos. No tenía espacio suficiente para caminar, no sin pisar las ropas que estaban tiradas. Luego de unos cuantos minutos de sufrimiento, encontré en el fondo una musculosa de gasa blanca estampada con animal print negro, bien delicada. “perfecta” pensé. Ni me acordaba de la existencia de esa remera. Revolví las prendas que estaban tiradas en busca de mi pollera tiro alto negra. La tomé rápidamente, y corrí a bañarme. Minutos después, con el cabello envuelto en una toalla, me cambié, y tomé los zuecos negros. Me estaba secando el pelo cuando sentí el timbre. Corrí abajo a abrirle la puerta a Barbi, que algo impaciente me estaba esperando. La hice pasar.
-Hay, me gusta mucho tu conjunto! .- me dijo mirándome de pies a cabeza.
-Y a mí el tuyo!- Su vestido azul francés al cuerpo le quedaba perfecto. Sonreí y subimos a mi habitación. Tomé nuevamente el secador. Estuve unos minutos hasta que quedó mi pelo en buenas condiciones. Un poco de base, delineador, máscara de pestañas, un poquito de rubor, y el infaltable brillo labial. Me detuve unos segundos frente al espejo. Una Aldi estaba parada frente a mí algo distinta, una Aldi que hacía mucho tiempo no veía… la extrañada Aldi fiestera.
-Estás lista?.- Me interrumpió Barbi. Giré a verla, y sonreí.
-Lista.-
Ambas subimos al auto, y nos dirigimos hasta el concurrido boliche. Luego de largos minutos esperando en la fila, pasamos y compramos las entradas.
-A enfiestarnos!.- Dijo Barbi divertida apenas entramos. No pude evitar reír. Barbi era algo tímida, pero cuando se pasaba de copas… era lo más divertido que te podía pasar en toda la noche!
Nos abrimos paso entre la gente, y nos dirigimos a la barra. Barbi tomó un vaso con la verdad no sé qué contenido. Era de un color turquesa, muy vistoso. Reí al ver c{omo se lo tomaba todo de un solo trago.
-Qué? Tenía sed!.- dijo divertida. Ambas reímos.
El resto de la noche nos la pasamos bailando. La música aturdía, y nosotras no podíamos estar más felices. Al menos eso yo pensaba.
Poco pasadas las 2 de la madrugada, salimos al patio del complejo. No había mucha gente, pero ambas necesitábamos de aire fresco. Ahí fue cuando vi a un grupo de chicos que salían también bastante divertidos detrás nuestro. Se acercaron lentamente a nosotras. Al reconocerlo, mi piel se erizó, y no pude articular palabra alguna.

-No me dijiste que él venía..- Le dije en forma de susurro.
-Ups! Creo que me olvide de ese pequeño detalle.- Dijo ella algo preocupada.
-Barbi!.- Dije en forma de reproche. Esto no podía estar pasándome. Venía a divertirme con mi amiga, y ahí estaba la persona indicada para arruinarme la noche.
-Iré a buscar algo para tomar.- Dije poniéndome de pie. No quería saludarlo, no quería verlo. Caminé decididamente hacia la barra. Nada, pero nada, ni siquiera él, me iba a arruinar la noche.
-Que tomas?- Me preguntó el simpático rubio chico de la barra.
-Qué me recomendas?.- pregunté casi tirándome sobre la silla.
-Algo fuerte?.- preguntó. Asentí con la cabeza. – Bueno, te recomiendo un tequila. Pega rápido.-
Puso el trago enfrente de mí. A la cuenta de tres, lo tomé. Sentí cómo el líquido me quemaba en la garganta. Suspiré al terminarlo. Sonreí.
-Dame otro.-
-Llevo buscándote más de quince minutos! Dónde te habías metido?.- Preguntó Barbi mientras se me acercaba, algo preocupada. Lo noté por el molesto tono de su voz.
-Acá, no me moví de acá.-
-vamos afuera Aldi, necesitas aire.- me tomó del brazo, y ambas salimos al jardín. Cómo era de esperarse, allí estaba él.
-Barbi, no lo quiero ver.-
-Vamos, no lo mires si no querés, ignóralo. Hace como que no existe.- Pero no era tan fácil.
-No puedo, en serio.- Los pies se me enredaban. Casi no podía caminar.
-Por favor Aldi. Divirtámonos un poco, somos todos amigos!.-
-Eramos.- dije mirándolo a lo lejos. –Barbi, me voy a casa.-
-Qué? No! Mi papá no nos pasa a buscar hasta las 6, faltan más de tres horas!.- Me tomó del brazo, pero pude zafarme.
- lo siento Barbi. Me voy. No sé cómo, pero me voy.- Comencé a caminar lentamente hacia la salida. Me giré unos segundos, pero Barbi se había perdido entre la gente. Luego de un par de pasos más, alguien me tomó del brazo.
-Basta Barbi! Me voy, ya te lo dije., No me vas a hacer cambiar de opinión. Te dije que…- Me giré. Pero mis ojos no se cruzaron con los oscuros de barbi. Unos ojos miel me miraban con una delicada ternura.
-Así no vas a llegar muy lejos.- Sonrió.
-Soltame Liam.- Intenté soltarme, pero me fue imposible. Él era más fuerte que yo.
-En esas condiciones, no vas a ir a ningún lado sola.- me dijo. Cuanto extrañaba tenerlo cerca. –Te llevo.-
-Ni lo sueñes.- Gruñí.
-Insisto. Te llevo.-
-No entendés que no te quiero ver? Que por eso me voy?.- Él pareció divertido.
-Me ves nada más un rato, hasta que te llevo a tu casa. Después no me ves más. Qué te parece?.- Pensé unos segundos mi respuesta. –Sola no te voy a dejar ir.- Lo fulminé con la mirada. Al parecer no tenía otra opción. Asentí con la cabeza. Él sonrió.
Subimos al auto. Estaba decidía a no decir una palabra en todo el viaje. Al cabo de unos minutos, él habló.
-Estas algo callada.-
-Algo?.- pregunté con sarcasmo. Él no apartó la vista del tráfico.
-No es necesario que me trates así.-
-Y cómo querés que te trate? Cómo si no pasó nada? Perdón, pero no puedo.- Tenía la vista clavada en la ventanilla. Aunque no estaba concentrada en el paisaje…
-No quiero que estemos peleados.-Me dijo. Frenó el auto. Ya habíamos llegado. Abrí la puerta y bajé molesta. Me era difícil caminar, y pude sentir cómo se abría y cerraba la puerta del auto.
-Te ayudo.- Me dijo tomándome de la cadera. Quise apartarme, pero una fuerza interna me lo impidió. Nos paramos enfrente de la puerta. Me penetró con sus dulces ojos miel, que demostraban algo de tristeza. –Qué nos paso?.-
-Qué TE pasó?.- pregunté. Pude sentir cómo mis ojos se humedecían. Él me seguía mirando.
-No quiero que estemos peleados. No te pido que volvamos, se que ahora… estás con Zayn- hizo una pausa. – Sé que te hace feliz, y que es responsable, no como yo... Pero aunque sea pido tu amistad. No sabés lo que te extraño.- Sentía cómo un calor interno se apoderaba de mí. No pude contenerme, y me tiré en sus brazos, envolviéndolo en un cálido abrazo.
-Yo también te extraño mucho, Liam. Sentí sus suaves manos en mi espalda. Nos separamos.
-Amigos entonces?.- Preguntó sonriente, tendiéndome la mano. Asentí, y tomé la suya.
-Amigos.-