"Friends, Lovers Or Nothing" (Zayn Malik) TERMINADA

-Acabo de venir de tu casa. Dijeron que habías venido a la mía. Qué gracioso, no?.- dijo sonriente. Lo fulminé con la mirada. Pasé por su lado sin decir palabra alguna, y sin mirarlo, me dirigí a mi casa. Como era de esperarse, caminó detrás mío, y me tomó de la mano.
-Dije algo malo?- preguntó confundido. Giré a verlo.
-No, no me pasa nada.- dije enojada. Intenté soltarme, pero fue inútil.
-Aldi, qué sucedió?.-
-Por qué no le preguntas a tu noviecita Clara qué pasó?.- Le respondí secamente. Me pude soltar y comencé a caminar derecho a mi puerta.
–Dejame explicarte.- Siguió caminando detrás mío. Frené, tomé aire. Conté hasta tres para no gritarle de todo en la cara, y giré a verlo.
-No me tenés que dar explicaciones. No somos nada.-
-Sí, si lo somos. Somos amigos. Sin secretos entre nosotros, te acordás?-
-Y entonces por qué no me dijiste que la ibas a ver?.-
-quise decirte! Pero una manada de adolescentes estaba asechándote, cómo iba a hacerlo?.-
Asentí mirando el suelo.
-Tenés razón.- Dije desganada. – Y qué pasó?-
-Le aclaré que no quiero nada con ella.- Levanté la vista del suelo y lo miré a los ojos. No podía creer lo que estaba escuchando. La habría dejado por mi?. –No quería hacerla sufrir.- Aclaró. No aguantaba más. Las palabras casi se escapaban de mi boca.
-Y en qué quedamos nosotros?.- Zayn me miró divertido, y sorprendido a la vez.
-Qué? –
-En qué quedó lo nuestro, Zayn?.- Pregunté. Sus ojos me miraban con una dulzura indescriptible.
-Aldana! Ayudame a poner la mesa!.- El grito de mi madre se escuchó por toda la casa.
-Me tengo que… ir.- Dije mirando el suelo.
-Bueno, está bien. Pero después tenemos que hablar, esto no se queda acá.- Se despidió de mi con un beso cerca de la comisura de los labios, y se alejó hacia su casa.
Al día siguiente, teníamos toda la tarde preparada con las chicas: “Tarde de pileta en lo de Mari”. Me pasó buscar Liz a eso de las 3, y nos fuimos para lo de nuestra amiga. Al llegar, ya estaban las chicas en la pileta. Nos pusimos la malla con Liz y nos unimos a ellas.
-Lo que tengo para contarles…- Dije divertida. Inmediatamente, las chicas formaron un círculo a mi alrededor.
-Y qué estas esperando para contarnos? Que se haga de noche?.- Pregunto Liz. Sonreí tímida y les conté lo que había sucedido ayer, luego de que ellas se fueran.
-Ah, picarona.- me dijo Mari pellizcándome la mejilla. Me aparté riendo.
-Yo picarona? Yo no dije anda! Él solo lo dijo.- Dije sonriendo.
-Y cuándo le pensas hablar?.- preguntó Nini.
-Mañana… lo voy a ir a buscar. Y vamos a arreglar las cosas.-
La tarde se pasó volando. Risas, chistes, algunos detalles que antes no me habían contado del viaje. Tambien vi algunas fotos. El paisaje era hermoso. Nos pusimos al día. Al atardecer, volví a mi casa, comí y me fui a dormir.
La luz del sol me pegó en los ojos. Me desperté. Todos aún dormían. Tomé mi libro, y me senté al lado de la puerta de entrada. La brisa suave de las mañanas de verano me pegaba en la cara.
“Ella cerró los ojos, y cayó en un profundo sueño. En él, se encontraba sentada bajo la sombra de un árbol, en el medio de la nada. Junto a ella, se encontraba él. Ahí estaba, a su lado, para protegerla pase lo que pase…”
-Leyendo de nuevo?.- Aparte la vista del libro. Zayn me miraba. Tomó asiento a mi lado, sobre el césped. –Tenemos que hablar.-
-Lo sé, te escucho.-
-Ah, al parecer tengo que hablar yo.- dijo Zayn divertido. Asentí seria. Tomó aire. –Lo que dije ayer... No fue mi intención- Yo lo miraba atenta, sin decir palabra alguna.
-No está bueno jugar con los sentimientos de las personas.- Agregé seria.
-Lo sé, y estuve mal. No debí haber confundido a Clara de esa manera.- Solo lo miré. Suspiré. No aguantaba más.
-No pudiste haber pensando que por un momento, no solo confundiste a Clara, sino que me confundiste a mi también?.- él me miró sin entender.
-Yo te confundí? Cómo?.- preguntó atónito. Luego de unos segundos pareció entender. –El beso?- Asentí. Pareció arrepentirse. –Aldi, fue solo un beso, nada más– Lo miré perpleja. En serio no había sentido, con ese beso, nada de lo que yo sentí? Sus sentimientos, no eran los mismos que los míos?- Soy un tonto! Todo por dejarme llevar… Lo siento tanto.-
-No te preocupes Zayn, ya lo superé.- sonreí. Aunque claro, no estaba bien emocionalmente. Decidí ocultar esos sentimientos. –Igual, fue solo un beso, no?- Asintió lentamente. Pareció calmarse un poco. Sonrió. Me abrasó y me besó la mejilla.
-Sabes lo mucho que te quiero, nunca te haría sufrir. Perdón si lo hice.- solamente sonreí. Por dentro, claro, estaba devastada… Él, definitivamente, no sentía nada por mí. Pero no me iba a rendir… haría todo lo posible para conquistarlo.
-La próxima deberías tener más cuidado.-
-Amigos entonces, como los de antes, no?.- Asentí con una débil sonrisa.
-Como los de antes.- dije. Sonrió, y me abrazó. Me separé suavemente de él.

-Querés pasar a desayunar? Te voy a hacer jugo de naranja.- Dije poniéndome en pie.
-Ya desayuné, pero nunca digo que no a un jugo exprimido de naranja.- Se acercó a mi oído.- Menos si es preparado por vos.- Sonreí. Era en serio? Hace unos minutos, tan solo unos minutos, me había pedido perdón por haberme confundido, y me había dejado bien en claro que solamente éramos amigos, Y ahora, me coqueteaba, susurrándome al oído? La verdad, ya no sabía ni que pensar.
Entramos en la cocina. Se sentó en la mesa. Yo abrí la heladera, y saqué cuatro naranjas.
-Estas mejor desde lo… ocurrido? Me refiero a lo de Liam.- Y ya tenía que arruinar todo pronunciando el nombre de la discordia.
-Sí, estoy mejor. Gracias por preocuparte.- Sonreí.
-Dejame ayudarte.- Dijo Zayn poniéndose de pie. Se acercó a mí, y puso una mano en mi cintura. Me paralicé. La naranja que tenía en la mano, cayó al suelo. Ante aquella acción, sin dudarlo dos veces, ambos nos agachamos a juntarla. Nuestras manos se encontraron en la rugosa superficie de la fruta. Nos pusimos de pie sin soltarnos. Un escalofrío recorría mi cuerpo. Su mirada me transmitía dulzura, y me sonreía de una manera, la cual hubiese enloquecido a cualquier chica. Claro que me enloqueció a mi también, solo que no lo demostré.
-No hagas eso.-
-Eso qué?.- pregunto confundido.
-No me mires así.- Dije apartando la naranja de su mano. Desvié la mirada hacia el exprimidor, y seguí haciendo el jugo.
-Y cómo te tengo que mirar?.- preguntó sin entender. Serví el jugo en dos vasos de vidrio que tenía a mi lado, voltié y lo miré.
-No importa, olvidate de lo que te dije.-
-Si vos decís…-
-Sí, yo lo digo.-
-Qué te pasa, Aldi? Dije algo malo?.- Suspiré. En realidad, estaba molesta conmigo misma. Me enojaba el hecho de que mi corazón no se terminara de curar, que ya estaba latiendo por otro amor. Es que era imposible no enamorarse de él. La forma en que te mira, como sonríe… La forma en la que te toca, la que te besa… Todo lo que hacía me enamoraba. Él me enamoraba, pero no tenía porqué decírselo.
-Nada.- Zayn me miró. Sabía que había algo que no le estaba diciendo. – Nada, en serio… es mi humor de perros de todas las mañanas, no te preocupes.- Sonrió.
-mejor así.- Nos sentamos a desayunar.
-Buenos días.- mi hermanita pequeña apareciendo desde el corredor. Llevaba puesto su pijama blanco y naranja, y estaba totalmente despeinada. Su cara… bueno, su cara indicaba perfectamente que se acababa de levantar.
-Hola Cele.- dijo divertido Zayn. Cele sonrió al verlo. Ella se acercó y besó su mejilla. No pude evitar sonreír. Vino hacia mí y me saludó con otro beso. Al vernos tomando jugo de naranja, no dudó en pedirme uno. Sonreí. Me puse de pie, y fui a la heladera en busca de más naranjas, mientras Cele se sentaba junto a Zayn.
-Cómo dormiste?.- le preguntó Zayn a la recién levantada.
-Bien.- dijo mientras tomaba una galletita de la canasta. Las había cocinado yo el día anterior. Luego de reflexionar unos segundos, mi hermana volvió a hablar.
-Qué hacés acá tan temprano?- le preguntó a Zayn. Él sonrió, pero no pudo decir palabra alguna. –Ahora sos el nuevo novio de Aldi?.- preguntó al morocho. Ganas de tirarme bajo un tren tenía yo. Iba a hablar, pero Zayn me interrumpió.
-Qué te hace pensar eso?.-
-No lo sé, no son la nueve de la mañana todavía, y vos ya estas acá, en la cocina, desayunando con ella, solos…- Dijo sonriendo. –Eso para mí es ser novios.- Zayn sonrió ante la picardía de mi hermanita al decir algo como eso. Lo mismo hice yo, aunque claro, estaba de espaldas exprimiendo las naranjas, por lo que no vieron mi gesto.
-Tu hermana es mi amiga, es muy linda, y simpática...-
-Entonces sí son novios.- Aclaró mi hermana.
-No, no somos novios.- Dije metiéndome en la conversación, mientras dejaba el vaso lleno de exprimido de naranja delante de mi hermana. Miré a Zayn. Él solo sonreía divertido. Me senté en frente de él. Vimos como Celeste se terminó todo el jugo de naranja en tan solo unos pocos tragos. Se limpió la boca con una servilleta.
-Igual, digan lo que digan, a mi me gusta la pareja que hacen.- Agregó. Se puso de pie, y camino hacia el living para encender la televisión dejándonos a mí y a Zayn, solos en la cocina, después de semejante comentario. Cele quería mucho a Zayn, lo veía como un hermano mayor. Siempre se la pasaban hablando, y hasta se contaban cosas que ni yo sabía. Miré a Zayn que me miraba sonriente.

-Así que a tu hermana le gusta la pareja que hacemos…-
-Que imaginación que tienen los niños de hoy.- agregué divertida. Me puse de pie, y deje los vasos usados sobre la mesada.
-Vos le dirás imaginación, yo le digo “posible visión a futuro”.-
-Qué?.- Creí haber escuchado mal…
-Nada, no dije nada.- dijo él riendo. Lo fulminé con la mirada.
-Bueno, debo irme. Tengo que acompañar a mi papá a ver unos repuestos de autos.- Se puso de pie. Se acerco a mí. –Adiós Aldi.- dijo dándome un beso, bien cerca de la comisura de los labios. Sonrió y se fue. Hombres… quien los entiende! Se viven quejando de las mujeres… cuando en realidad son ellos los problemáticos! Que si, que no, solo amigos, algo mas… Me dice que soy solo una amiga, y después me dice “Indirectamente” que me quiere como algo más… sin mencionar que me dijo que era linda. Algo tenía que hacer, no podíamos seguir así. Sonreí, y me limité a lavar los vasos usados. Tomé mi libro, que había dejado sobre la mesa, y me dirigí a la plaza.
Tras dos horas de lectura, me encaminé de nuevo a casa. Estaba entrando, cuando mi celular comenzó a vibrar. Lo saqué de mi bolsillo. “Número Privado”. Sin pensarlo dos veces, atendí.
-Qué tengo que hacer para que me perdones?.-
-Liam.- dije desganada al notar su voz del otro lado del tubo.
-Aldi, estoy tan arrepentido, no te imaginás…-
-Ya te dejé todo claro, Liam, no quiero saber nada más con vos.-
-Fue un error, en serio te amo. Por favor, entendeme.- Suspiré. Mis ojos se humedecieron al escuchar aquel “te amo” pero no sabía si lo decía en serio, o solo era una mentira. -Podemos hablar… en persona?- resiganda, no me quedó otra opción que aceptar.- Te espero en una hora en la plaza, okey? Nos vemos.- Colgué el teléfono sin decir siquiera adiós. Suspiré, y entré a casa. Tras un no muy largo almuerzo, se hizo la hora de hablar con Liam. Me sujeté el pelo en una cola alta, y con un poco de coraje, tuve la fuerza para emprender camino a la plaza. Ahí estaba él, sentado en el césped, sin despegar la vista de éste. Estaba arrancando los pastistos, uno por uno, me imagino que para calmar un poco los nervios que debia estar sintiendo. Levantó la vista, y me vio a tan solo unos metros, de pie, con los brazos cruzados. Rápido, se puso de pie, y se acercó a mí, para darme un beso en la mejilla. Me corrí para que no lo hiciera. No quería tener contacto físico, por lo menos no ahora. Por más que pareciera feliz por fuera, no lo había superado.
-Hola.-
-No tengo mucho, tiempo. Decime lo que me querías decir, así me puedo ir tranquila.-
-Bueno, antes que nada, quería pedirte perdón…-
-Ya esta, Liam, ya pasó, lo hecho esta hecho, no hay vuelta atrás.-
-Si aunque sea me dejaras hablar.- Me callé. El continuó. –Gracias. Ahora, voy enserio. Estoy muy arrepentido. Antes que nada, no te mentí. Sí estaba enfermo, pero mi hermano me convenció de ir. Él organizaba la fiesta, y necesitaba que vaya más gente, por lo que acepté. Me pasé un poco con los vasos que tomé, y solamente sucedió, No estaba consiente… Aldi perdoname, yo en serio te amo.- Pensé por unos momentos lo que iba a decir.
-Si me amaras en serio, nunca hubiese pasado lo que pasó.-
-perdoname.-
-Lo voy a pensar… dame un tiempo.- Él sonrió. Al fin por lo menos había aceptado escucharlo.
-Y no vuelvas a decir que no te amaba, porque no es cierto. Te amaba, y te sigo amando.-Agregó. Él estaba cada vez más cerca, y yo a punto de quebrar. Me amaba? Será cierto lo que él me estaba diciendo?. –Vos… me seguís amando?.- Creo que fue la pregunta más difícil que tuve que contestar en mi vida entera. Yo enserio lo amaba, pero después de todo lo sucedido, no sabía en qué condiciones había quedado mi roto corazón.
-Yo…- Liam me hacía tartamudear. Lo tenía a tan solo unos escasos centímetros. Casi podía sentir sus carnosos labios sobre los míos de nuevo… No lo pude evitar… él me podía. Al chocar, trajo un montón de pensamientos a mi cabeza. Me hizo recordar la primera vez que nos besamos, en la fiesta, luego cuando me pidió de ser la novia… en esta misma plaza, en su pileta, en el parque de diversiones… Los momentos más lindos del verano los había pasado a su lado… Y entonces fue cuando se me vino a la mente aquella imagen, casi como una fotografía, de él, en aquel banco, besando a una chica que no era yo. Me aparté bruscamente de él. No podía seguir haciendo algo que me traía tan feos recuerdos.
-lo voy a pensar, y después te aviso.- Dije sin siquiera mirarlo. Di media vuelta y emprendí camino de regreso a casa. Él solo se quedo detrás de mí, mirándome recorrer el camino que había desde la plaza a mi hogar. Al llegar, lo pude ver a lo lejos, observándome. Sequé las lágrimas que me había hecho soltar, y entré.