Re: "Un Dulce Mes Contigo" - Joe y tu

por **andreita** Miér 21 Mar 2012, 10:10 am

miguel esta enamorado jajajajja :)
amos la rayis y joe
serian jayis!!!! jajajaja

por **Nani Jonas** Jue 22 Mar 2012, 8:30 am

Capítulo 23

22 horas, Domingo, Hospital Central de D.F.

Any se sentó en una de las sillas del puesto de enfermeras y se puso a mirar los informes de laboratorio de sus pacientes. Su guardia había sido tranquila, y con pocos pacientes, pero era una pena que no tuviera a un novio como Joe que le trajese la cena. Sonrió al pensar en ________. Se alegraba tanto de que se hubiera desecho de Iñaki ella sola, sin tener que contarle sus sospechas de que la engañaba. Además estaba con Joe, aunque su amiga no le había confirmado nada, esos dos se querían y andaban juntos.

_¿Cansada?- preguntó una voz a su lado.

Any se giró y sonrió al ver a Pedro dejándose caer a su lado. Su amigo llevaba una chocolatina, y se la ofreció.

_Bastante. Además estoy aburrida.- Contestó Any aceptando encantada el chocolate.

Pedro se rió, y los dientes relucieron blancos en contraste con su piel morena. Pedro era uno de los residentes de Pediatría, y con el que mejor se llevaba Any. Simpático y agradable, era bastante tímido, y aunque no llegaba a tartamudear, le costaba terminar las frases.
Pedro se acomodó las gafas en el puente de la nariz, y la miró con sus ojos oscuros.

_No tienes cara de aburrida… Sino de … de desgraciada.

Any frunció el ceño:_ Vaya esperaba un piropo, algo así como lo bonitos que tengo los ojos o algo parecido… Me extraña que tengas novia, si le hablas así a las chicas.

Pedro sonrió, Any era encantadora y dulce, y se le veía en la cara casi todo lo que pensaba. Y precisamente en esa cara, Pedro había visto durante toda la tarde que ella estaba triste, aunque no alcanzaba a imaginar porqué.

_En serio Anny… Estás –se atrancó en la frase- … estás triste.

Anny lo miró un segundo y dio otro mordisco a la chocolatina. Ella y Pedro eran amigos, y durante tiempo habían compartido comentarios de su vida privada, como por ejemplo, la búsqueda de novia de Pedro y cuando finalmente encontró a la que él llamaba la mujer perfecta, una chica con el sonoro nombre de Yaiza, que ahora era su novia. Aún así, a Any le daba vergüenza hablar de ella misma, y por eso se sorprendió al oírse decir:

_Está este chico…

Pedro se rió suavemente, y murmuró moviendo la cabeza:_ Lo sabía, lo sabía.

Any le dio un codazo._ Ya no digo más.

Pedro sonrió nuevamente y le preguntó:_ ¿Y sales con él?
Anny negó, con la cabeza.
_¿Te ha pedido salir? … ¿Estás enamorada? – Otra negativa. Pedro frunció el ceño, buscando nuevas opciones, pero no encontró muchas…
_¿Se puede saber qué te ha hecho?

_Ser un donjuán y mentir.- contestó escuentamente Any.

_¿A ti?- preguntó Pedro.
Any tuvo que reconocer que no.- Mintió a otra chica y le dijo que éramos novios.

_¿Y no lo sois?- Preguntó Pedro aún más confundido, ganándose una mirada fulminante de Any._ Vale, vale. Así que te molesta que un chico que no es tu novio, ni te gusta, diga una mentirijilla a otra chica, posiblemente para salir con otra.

Hasta Any se dio cuenta de lo irracional del asunto, así expuesto, pero era otra cosa. A ella sí le gustaba Miguel, y le molestaba que él sólo pensase en ella como excusa para encontrar a otra nueva Susana. Todo aquel tonteo que habían tenido en los últimos días, sólo había sido un juego para Miguel, para entretenerse mientras buscaba a otra novia.
Véte a saber con quién estaba ahora mismo, se dijo, y la idea de que estuviera con otra le pareció horrible.

_Ese chico debe ser guapo.- Dijo Pedro pensativo, mientras le daba otro mordisco a la chocolatina.
Any salió de sus pensamientos, y en lugar de decir “Guapísimo”, le preguntó extrañada:- ¿A qué viene eso?

Pedro sonrió:_ Sólo los chicos guapos hacen que las mujeres se entristezcan con ellos. –Puso una cara trágica, y se llevó una mano al pecho con gesto teatral.- A los normalitos como yo no nos pasa.

Any se rió a su pesar, y Pedro lo aprovechó para levantarse y tirar de su muñeca. _Anda, vamos a cenar algo decente… -se lo pensó y con una sonrisa traviesa dijo- … Hamburguesas o comida chatarra.

Al ver que Any no estaba muy convencida, le dijo:- Prometo no decir que eres mi novia, tonta, anda.

…………
23.30h

Miguel se dio la vuelta en la cama, haciendo qu las sábanas se le enrollasen en los tobillos. Maldiciendo, dio un tirón para liberarse y se volvió a acomodar la almohada.
A pesar de que estaba agotado, por lo que había estado haciendo por la tarde, -Alejandra y Ariadna (Ari) siempre lo dejaban muerto, pero hacía tiempo que no las veía y eran lo mejor para distraerse, las 2 horas y media que había pasado con ellas, habían sido mortales- no podía dormir.
Miró al techo, adornado con dinosaurios, al igual que sábanas mantas, pósters y se deprimió un poquito más.
Ocupaba una de las habitaciones del mayor de sus sobrinos, que ahora dormían juntos en una habitación del fondo del pasillo; y la cama era un poco pequeña para él, así que sacó un pie y que se balanceó en el aire. Miró fijamente a un Tiranosaurio Rex enorme colgado en la pared, que le devolvió una mirada atroz y terrorífica.

_¿Las dinosaurios también estaban locas?- le preguntó bajito, sintiéndose tonto.

El T-Rex pareció tener una mirada de resignación y Miguel interpretó eso con un sí, así que continuó comentándole a su ya viejo amigo prehistórico:_ Está esta vieja. Bonita como no has visto ninguna, que se ha enfadado porque he dejado a una chica, ¿te lo puedes creer?

El T-Rex, cambió su cara de resignación y pareció asentir, evidentemente de acuerdo con Miguel, invitándolo a continuar.
_Así que ahora dice que no va a salir conmigo. ¡JA!- Exclamó.

El dinosaurio ya estaba obviamente de su lado, y pareció celebrar su opinión. Miguel sacó un dedo de debajo del cobertor y lo levantó en el aire:_ Pues que se prepare porque yo soy muy competitivo, y un reto es un reto.

Todavía no entendía bien qué le pasaba a Any, porque partes de la conversación no tenían sentido. Él no había mentido sobre nadie, es más, había intentado ser sincero con Susana, y simplemente le había dicho que estaba interesado en otra persona, pero no había mencionado a nadie, sólo que creía que él no era la persona adecuada para Susana.

Estaba pensando en qué car*ajo le habría dicho Susana a Any, cuando de repente, una rendija de luz iluminó la habitación, y su sobrino mayor asomó la cabeza dentro. Luego cerrando la puerta con cuidado, cogió carrerilla, y saltó directamente al estómago de Miguel.

_¡Miguelitooooarghh!- Tosió Miguel. Para mayor confusión su hermana mayor Lupe, le había puesto su nombre a su primer hijo. Ella riendo solía decir que era un homenaje a su hermano favorito –aunque eran tres, Miguel era el único que tenía varón, por otra parte- pero Miguel sospechaba de alguna otra intención oculta, una muy negra intención. Miguel II que contaba con 6 años era un peligro andante.
_Alejandro no para de darme patadas ¿Puedo quedarme aquí?- Le preguntó Miguelito abriendo mucho los ojos marrones.
Miguel dio un suspiro intenso de resignación, sus dos sobrinos Luca y Miguel lo tenían loco; pero asintió, y Miguelito se acomodó a su lado vestido con su pijama de animalitos (dinosaurios, obviamente).
En este mes había visto más a sus cuatro sobrinos –su hermana Carla también tenía-, que en todo el año anterior…

Miguel se giró para mirar al T-Rex y retomar su profunda conversación, pero éste ya no parecía interesado, y volvía a tener unos ojos inexpresivos de papel, que miraban al vacío. Con el niño clavándole el codo en un costado y acaparando toda la manta, siguió dándole vueltas al asunto.

Any decía que él había dicho que ella era su novia, y Miguel no tenía ni idea de lo que hablaba, pero le parecía curioso que a ella le sentase tan mal. ¿Porqué?
Intentó robarle un poco de manta a Miguelito, pero solo consiguió quedarse sin espacio en la almohada. Entonces se le ocurrió una idea horrible, “¿Y si ya tenía novio?”, o casi tan malo, “¿Y si planeaba salir con alguien?”
La idea no le gustó ni un pelo, la verdad es que nunca le había preguntado nada sobre su vida privada, porque daba por hecho que estaba libre.

Su sobrino se giró y le estampó una manita en la cara, Miguel se resignó a pasar una noche helado, y encima maltratado. Y la pasó despierto con la desagradable idea de que la güerita tuviera novio.

por **aranzhitha** Jue 22 Mar 2012, 4:59 pm

awww me encanta joe es un amor *-* y pobre miguel ves lo que pasa cuando le mientes a una mujer :/ siguela pronto

por **Nani Jonas** Vie 23 Mar 2012, 9:56 am

Capítulo 24

Lunes por la mañana, 9.30h
Casa de _________

Joe estaba sentado en una de las banquetas de la cocina, desayunando y trabajando, mientras ________ aún seguía durmiendo en la cama. Estaba intentando decidir qué fotos iba a incluir en su artículo del mes pasado en Colombia. Dio un mordisco a una tostada mientras hojeaba las fotos de Cartagena de Indias. Sonrió al ver la playa, y pensó en que tendría que llevar a ________ alguna vez.

Se sorprendió con ese pensamiento, no sólo porque no quería precipitarse (_______ acababa de dejar a su novio de dos años) y asustarla; si no porque hacía años que no hacía planes para el futuro, porque viví el presente sin preocuparse por lo que iba a venir.

Escogió varias de la playa y pasó a las de Bogotá rodeada de montañas, tenía ya casi decididas las de varios mercados y fiestas típicas, cuando su celular comenzó a vibrar moviéndose por la encimera. Miró la pantalla y vió escrito “Lucía”. Sonrió y mirando a los lados para que asegurarse de que no despertaba a _________, respondió:

_¡Hola flaca!

LA chica se rió suavemente y le dijo:_ Me tienes abandonada, hace tiempo que no vienes a verme.

Joe sonrió otra vez:_ Sabes que no te olvido Lu, pero tengo mucho trabajo y no puedo volver.

Lucía protestó:_ Siempre dices eso, estoy empezando a pensar que ya no me quieres, nunca tienes tiempo para mí. – LA protesta no duró mucho porque al final de la frase ya estaba riéndose.

_Vaya Lu, como sigas así haciendo pucheros, voy a pensar que tienes 15 años en lugar de los que tienes. Ya sabes que yo te querré siempre, a pesar de que seas tan pesada.

Aunque Joe no la podía ver, la imaginaba con aquella sonrisa que era característica y única. Una sonrisa que empezaba en los ojos pardos que relampagueaban por un segundo antes de mostrar unos dientes relucientes. Una sonrisa que hacía irresistible una cara que segundos antes ya era hermosa.

_No soy pesada, pero sé que llevas 10 días en el D.F, y aún no has pasado por casa.

Joe sonrió:_ ¿Cómo sabes tú eso?... Deja no me cuentes, no quiero saber a que negocios sucios te dedicas en mi ausencia.

Ella se rio a carcajadas:- A nada bueno, te lo aseguro. ¿Cuándo vas a venir?

Joe sonrió y le dijo:_ Pronto, pronto, antes de salir, para Barcelona , me pasaré por ahí. Sabes que siempre me despido.

_Ya, ya claro. Oye , te tengo que dejar, estoy en el trabajo y se supone que no debería estar hablando por teléfono. No te olvides de traerme un regalo.- Añadió riéndose.

Joe se rió:- Claro princesa!

Colgó el teléfono sintiéndose culpable, siempre era Lu quien lo llamaba, y él se había olvidado por completo de ella, por ________. Sonrió apoyado en un codo sobre la mesa, y se levantó para ir a la habitación de ________.
Ella dormía arrebujada en todas las mantas, dejando ver una pierna tentadora, tenía una mano apoyada en al mejilla, y su pelo era fuego, brillando sobre la almohada.
Se acercó por un lado de la cama y tiró de los pies de ________, dejándola boca arriba. Ella, gimiendo, giró en sentido contrario y se tapó más con la manta.

_Venga pelirroja, hoy no trabajas y tengo planes...
_Noooo.-Fue lo único que pudo o quiso decir ________.

Joe que conocía formas fantásticas de despertar a mujeres tan hermosas, se sentó en la cama y le dio un beso en el empeine del pie, y después mordió en la parte de la pantorrilla que traza una curva, hasta la rodilla, haciendo que la cabeza roja se levantara de la almohada.

_¿Debo suponer que ahora el acosador eres tú?_ Dijo _________ con cara de sueño, pero con unos ojos que relucieron.

Joe no contestó, sino que retuvo la pierna en sus manos y fue dando besos y mordisco mientras ascendía. ________ no podía dejar de mirar aquella cabeza de greñas castañas que subía por su pierna, y un temblor interno la recorrió. Sintió como la piel donde Joe tocaba parecía arder, y ese temblor aumentó cuando los labios de Joe alcanzaron la parte interna de su muslo. Un jadeo se escapó cuando él la mordió, succionando esa piel tan fina.

Pero entonces, tan pronto como había llegado hasta allí, se levantó y se marchó dejándola en la cama muerta de ansiedad y de excitación.

__________, que no se lo podía creer, saltó corriendo de la cama, enfadadísima, para encontrarlo sentado en la mesa de la cocina trabajando. No era posible que le hiciera eso y se pusiera a ver fotos así…¿Cómo podía ser tan frío?

Cuando estaba a punto de ordenarle con un grito que volviera a la cama, se fijo en la mano que sostenía las fotos. Estaba temblando. _______ sonrió aliviada, al saber que Joe sentía lo mismo que ella.
Al acercarse a él, Joe la miró con ojos ardientes, y apartó la silla de la mesa sin apartar la vista de ella.

________ le sonrió y se sentó en su regazo, con una pierna a cada lado de las suyas.

_Mi madre siempre decía que no empezase lo que no pudiera terminar. –Y le dio un beso.

Joe acarició aquellos muslos perfectos y le devolvió el beso, aún más posesivo que antes, un beso profundo que los dejó respirando con dificultad.

_Tu madre era una mujer muuuuy sabia. –Reflexionó Joe, antes de sacarle la camiseta de dormir por encima de la cabeza. Ella se rió e hizo lo mismo con él, acariciándole los hombros. Joe, teniendo su peso encima, y viéndola de frente, no pudo evitar decir lo que estaba pensando.

_¿Sabes lo hermosa que eres?

________ se quedó quieta, y para su vergüenza se puso colorada. Intentó disimular y asintió con cara de suficiencia, diciéndole:_ Todos mis amantes me lo dicen.

Joe arqueó cómicamente las cejas y se inclinó a besarla en el escote, habló con los labios pegados al pecho de ________:- Hmmm ¿Y cuántos amantes tienes?
Dicho esto se llevó uno de aquellos pechos gloriosos a l a boca y lo acarició con la lengua trazando círculos alrededor del pezón.
________ respiró hondo y entrelazó sus dedos sobre la cabeza de Joe sintiendo el pelo grueso y ligeramente ondulado.

_Ohhh muchos….-dijo con voz entrecortada, por aquellos escalofríos que la recorrían cuando estaba con Joe-…. Pero Giorgio, el italiano, es el más interesante.

Joe gruñó sobre la piel de ella, y levantando la mirada decididamente peligrosa le dijo:_ Bueno…Hmm ¿ y Giorgio te ha dicho alguna vez que estas pecas son absolutamente preciosas?
Y besó una de las pecas del escote de ________, quién no tuvo otra opción que reírse negando con la cabeza.

Mientras Joe la besaba, uno de aquellos besos de minutos que la hacían casi perder la conciencia del mundo, y sin embargo, ser consciente de cada centímetro de su piel; se dio cuenta de que nunca se había sentido así….
Ni siquiera cuando se enamoró de su primer novio con 16 y parecía que el mundo temblaba bajo sus pies.

Las manos de Joe recorrían su cuerpo, haciendo que todo hormiguease y la piel ardiera, a pesar de estar casi desnudos en la cocina. Joe, con su forma de ser despreocupada y divertida, la hacía sentir hermosa y deseada, algo que nunca había sentido con Iñaki.
Cuando Joe se las arregló para dejarla desnuda sobre sus rodillas, abrió los ojos súbitamente, y le dijo:
_No pienso hacer el amor en mi cocina.

Joe por toda respuesta se rió, una risa cargada de intención y con una sonrisa perversa. Sacudió la cabeza y la besó otra vez, haciéndola olvidar cualquier reparo.
Una mano exploradora subió por sus muslos, ascendiendo y acariciando, y una descarga eléctrica la recorrió entera haciendo que se apretara contra él, aquella mano seguí jugando y haciendo que un nudo de tensión y excitación se acumulara en su estómago, hasta casi impedirle respirar.
Así que a pesar de que no quería, en su cocina iluminada por el sol de la mañana, siguió las indicaciones de Joe y cabalgó sobre él, y cuando ambos quedaron exhaustos, con la cabeza de él apretada en el pecho de ella, comprendió que nunca había sentido el deseo de aquella manera

por **MaleeJonas** Vie 23 Mar 2012, 10:12 am

Nueva lectora... Me encanta tu nove, esta buenisima. SIGUELAAA

por **andreita** Sáb 24 Mar 2012, 8:09 am

que hermosos :)
pero quien es lu???? un novia dejoe ¬¬?esepro que no!
miguel es un cochino

por **Nani Jonas** Dom 25 Mar 2012, 9:08 am

Capítulo 25

México D.F
9.45 de la mañana
Casa de Lupe (hermana de Miguel)

Miguel se sentó en la mesa de la cocina de su hermana y se sirvió una taza de café. La persona que había hecho un infierno de su noche estaba sentado dos sillas a su derecha, meneando los menudos pies en el aire y metiéndose cucharadas enormes de cereales en la boca. Miguelito, quien en cambio había dormido fenomenal, esbozó una de sus sonrisas beatíficas y Miguel tuvo ganas de estrangularlo.
Para evitar que le detuvieran por infanticidio sacó uno de los 3 celulares que tenía, en realidad si los sumaba a su blackberry y a su PC portátil con fax, llevaba su oficina consigo casi cada día, casi a cada hora. Consultó sus llamadas y mensajes pendientes. Suspirando por la cantidad de trabajo que tenía que hacer se levantó a sacar unas tostadas de la tostadora, y cuando volvió a la mesa casi se cae de espaldas.

Su celular nuevo no estaba. Con un gemido miró al único sospechoso. Miguelito tenía leche corriéndole por la barbilla y unos hoyuelos en las mejillas al sonreír.
_Esa sonrisa no me engaña, -gruñó Miguel- yo tengo la misma.

Además desde que vivía en casa de Lupe, le “habían desaparecido” dos celulares (así que en realidad, tenía cinco, sólo que dos estaban en paradero desaparecido) y una blackberry que había comprado el mes anterior. Pronto supo que su sobrino Miguelito, tenía una afición por los móviles increíble y que era capaz de vaciarte el bolsillo y quitarte el móvil sin que te dieras cuenta.
Iba a cumplir su sueño de estrangularlo cuando su hermana llamó a su hijo desde lo alto de la escalera para que se fuera a vestir, y el niño (que seguramente había visto esa mirada asesina en su tío) salió zumbando de la cocina.

Pero Miguel es una de esas criaturas afortunadas a quienes las cosas casi siempre –salvo por Any- les salen bien. Y es que unos minutos más tarde, el sonido inconfundible de su celular acompañado de una exclamación de su hermana, le llegaron desde el piso de arriba.

Subió corriendo la escalera y su hermana se lo pasó murmurando:_ Le vibraban los pantalones del pijama.

Agarró el teléfono y contestó:
_¿Bueno?

_Ay Miguel, lo siento tanto. -Sonó una voz que alargaba las “a” de una manera tontísima.

_Hola Susana ¿Qué es lo que te sientes?- Dijo Miguel con un suspiro. Por un segundo había pensado que era Anny. Una idea irracional por otra parte.

Oyó la risa un tanto pava de Susana al otro lado:_ ¡Ay Miguel! Mira que tenga que ser yo quien te lo diga.

Miguel pasó pesadamente las escaleras hasta sentarse de nuevo en la mesa de la cocina y fastidiado se sirvió otra taza de café.
_Susana preciosa, no tengo tiempo para pavadas. O me lo dices o me dejas vivir ¿ok?

Susana se rió al otro lado, pero no una risa auténtica sino una que rebosaba satisfacción y mal genio.
_Espero que las puertas de tu casa sean lo suficientemente grandes.

Miguel miró el teléfono sin entender. _Estás loca. Ahora sí que cuelgo.

Pero antes de apretar la tecla oyó a Susana gritar:_Para que te quepan los cuernos. Porque la Dra. Rubia te engaña con otro médico.

Miguel se quedó paralizado, mirando el teléfono como un idi*ota, momento que Susana aprovechó para continuar:_ Pues sí… Un médico al que hace esperar en los restaurantes a donde salen a cenar.

Él escuchó lo último con claridad, pero no contestó sino que colgó el celular. El café se estaba enfriando pero descubrió que le daba igual. Debería haberse quedado en la cama y no despertar. Ahora resulta que Any tiene novio.

La sola idea le molestaba. Molestar no era la palabra, en realidad la expresión era “le ponía enfermo”. Porque la chica le gustaba y le gustaba para él. Y todo el mundo sabía que Miguel con las chicas, no compartía.

El teléfono volvió a sonar sacándolo de sus pensamientos, echó una ojeada y vió que era Susana. Con un arranque de mal genio, estuvo a punto de estrellarlo contra la nevera enorme de su hermana. Pero entonces tuvo una idea mejor.
Subió las escaleras de tres en tres, y encontró a Miguelito ya vestido metiendo unos cuadernos en una mochila, su sobrino lo miró sonriente. Miguel sacó el teléfono que vibraba y sonaba, y se lo mostró moviéndolo a los lados. A Miguelito le brillaron los ojos oscuros y lo miró sonriente:

_ ¿Es para mí? ¿Un regalo?

Miguel a pesar del cabreo, no pudo evitar sonreír también: _Claro enano: Puedes hablar con la chica y le dices todas esas cosas que mamá no te deja.

El niño abrió los ojos y se abalanzó a por el teléfono, corriendo hacia las escaleras, repitiendo todas las palabras que, para escándalo de Lupe, había aprendido en el colegio, y que parecían más propias de un narco que de un niño de guardería.

Miguel, tras vestirse con tranquilidad y sacar el coche del garaje, se dirigió a sus oficinas. O al menos esa era su intención. Porque cuando quiso darse cuenta se encontró aparcando el coche en el parking del hospital, justo delante de la puerta.

Era una tontería lo que iba a hacer. Jamás en su vida había espiado a nadie, y menos a una chica que ni era su novia, y como recordó dolorosamente, ni siquiera quería serlo. Estuvo decidiendo durante casi 20 minutos, y ya había pensado en irse, cuando vió salir por la puerta del hospital a alguien que indudablemente era Any.

Si Miguel hubiese sido un hombre con alma de poeta, tal vez hubiera dicho que le dio un vuelco el corazón; sin embargo, no supo definir la sensación que tuvo cuando la vio andando entre los coches riéndose. Lo que sí que pudo nombrar y con claridad, “ira asesina” fue lo que sintió al ver que iba cogida del brazo de un chico.

Un chico que la miraba con absoluta adoración y hablaba con ella animadamente. Miguel se inclinó hacia delante a tiempo para ver como se paraban delante del coche de Any, y se descubrió rezando internamente:
“No te subas al coche wey, no te subas al coche wey”

Y el chico…… No se subió. Any le dio un beso en la mejilla y se marchó sola. Miguel, a pesar de la llamadita de Susana (que bien podía ser simplemente una venganza), no estaba seguro de que entre esos dos hubiera algo más. Así que salió corriendo del coche, y se paró justo al lado del chico, que lo miró sobresaltado.

Pedro casi saltó al ver a ese joven. “Estoy a punto de ser atracado por tercera vez” fue su primer pensamiento, ya que desde que trabajaba en el D.F. y en el hospital, le habían asaltado dos veces y se podía considerar afortunado porue no le habían pasado nada más.
Pero el chico, un joven moreno casi 20 centímetros má alto que él, no tenía pinta de criminal, bien vestido y con un traje caro, parecía un ejecutivo. El chico lo estudiaba con atención.

_¿Tienes hora? -preguntó Miguel sintiéndose ridículo. Fue lo primero que se le ocurrió y le pareció una estupidez.

Pedro aún receloso se colocó el maletín bajo el brazo para poder mirar la hora con comodidad:_ Son las 10 y cuarto.

Miguel asintió fijándose en Pedro. El amigo de Any parecía amable, un poco bajo, llevaba gafas que ocultaban unos ojos simpáticos, moreno de piel y llevaba el pelo oscuro muy corto. En resumen, era un chico normal, amable y majo.

Para alrgar la conversación le tendió una mano y se presentó:- Soy Miguel. Este…. Estoy esperando a alguien y se retrasa.

Pedro sonriendo le dio la mano:- Pedro. Seguro que es una chica.

Miguel asintió:- ¿Cómo lo sabes?- dijo con ironía.

Pedro le sonrió de vuelta:- Todas son iguales, pero la verdad es que merece la pena verlas después.

Miguel muy a su pesar sonrió también, el chico, Pedro se llamaba, le caía bien. De repente, se le ocurrió que quizá a Any también le cayera bien, y que por eso estuviera saliendo con él.

_¿Tu novia también te hace esperar?- preguntó - preguntó intentando ser casual.

Pedro asintió con la cabeza y después lo miró con una sonrisa franca y atrancándose en algunas palabras:- Ca…Casi siempre llega me….media hora tarde.

Miguel se sintió como si le hubieran pegado una patada en el estómago. Y la horrible posibilidad de que salieran juntos se hizo un poco más real.

Pedro estuvo a punto de preguntarle a Miguel si se encontraba bien, porque tenía una cara …. Hmmm… Rara. Parecía que se hubiera puesto enfermo de repente, con su rostro de un tinte verdoso.

_No te preocupes, mi no-novia es única. Sólo ella puede llegar 45 minutos tarde. No creo que la tuya tarde tanto.- Dijo Pedro para consolarlo.

Miguel frunció el ceño sin comprender, pero al momento cayó en la cuenta. Recompuso su cara y asintió. Tenía ganas de coger a Pedro por las solapas de la chaqueta y menearlo hasta que le dijera quién era su novia. Pero tal comportamiento sería inaceptable. Miguel no se comportaba como un pirado en ninguna circunstancia. Así que se despidió amablemente y se metió en su coche.

Ya en el edificio su compañía intentó comportarse como el ejecutivo de éxito que se suponía que era y no un quinceañero enamorado. Pero la verdad es que el entorno de suelos de hormigón y columnas de acero, de aspecto desolado, no hacían mucho bien a que se sintiera mejor.

Los arquitectos le dejaron varios tubos de planos para que los revisara y se entretuvo mirando los faxes de la oficina, sentado sobre una de las mesas viejas llenas de hojas y herramientas. Uno de sus asistentes se le acercó una con una pila de post-its amarillos.

_Te han llamado de Monterrey dos veces- dijo el chico joven pasándole uno de los papelitos- tu padre quiere saber dónde andas metido; tu hermana Carla dice que te puedes volver a pasar por casa cuando quieras…

Miguel sonrió a pesar de su estado de ánimo negro. De sus dos hermanas Carla era la mayor, se llevaba 7 años con él y tenía dos niñas. Y aunque fue la primera en ofrecerle una habitación en su casa para aquél mes, la perspectiva de cenar todos los días con su marido Enrique, (el hombre máaaaas aburrido del planeta) lo mataba.
El chico seguía hablando:
_.... Dice que las niñas tienen gana de verte; y éstos – sacudió unos 10 papelitos amarillos con gesto de fastidio- son de una vieja medio loca que no para de llamarte. Se llama Susana.

Miguel sentado en lo alto de la mesa no pudo evitar gemir, lo que le faltaba para arreglar el día.

__No le cojas las llamadas ni los recados. Dile que no tengo ganas de hablar con ella ni ahora ni nunca.

Pero su asistente no parecía estar prestándole atención, sino que miraba a un punto situado tras su espalda.
Miguel pensó que al chico le había dado un ataque de algo, y antes de que le diera tiempo a volverse, oyó una voz a sus espaldas.

_Es una pena Miguelito

por **Nani Jonas** Dom 25 Mar 2012, 9:09 am

MaleeJonas escribió:Nueva lectora... Me encanta tu nove, esta buenisima. SIGUELAAA

bienvenida gracias por pasarte a leer y comentar espero te siga gustando la nove

por **andreita** Dom 25 Mar 2012, 9:12 am

susana es un intensa porfavor
que deje en paz a miguel
nani quien es lu ?
sigue

por **Nani Jonas** Dom 25 Mar 2012, 9:17 am

andreita escribió:susana es un intensa porfavor
que deje en paz a miguel
nani quien es lu ?
sigue

si lose yo tampoco soporto a susana y con respecto a tu pregunta lu es alguien
muy imortante en la vida de joe no te puedo decir esactamente qien es pero
ya saldra

por **andreita** Dom 25 Mar 2012, 9:47 am

Nani Jonas escribió:
andreita escribió:susana es un intensa porfavor
que deje en paz a miguel
nani quien es lu ?
sigue

si lose yo tampoco soporto a susana y con respecto a tu pregunta lu es alguien
muy imortante en la vida de joe no te puedo decir esactamente qien es pero
ya saldra

ayy esperoq ue no sea nadie malo :/
sigue porfa :9

por **aranzhitha** Dom 25 Mar 2012, 10:24 am

aww primero Joe es un amor, es tan lindo me encanta la pareja que hacen los dos, segundo esa Susan que maldita como es ash la odio y tercero siguela pronto *-*

por **fernanda** Dom 25 Mar 2012, 10:30 am

jajajajajajajja que vieja loca xd
SÍGUELA!

por **Nani Jonas** Mar 27 Mar 2012, 6:27 am

Capítulo 26

Miguel, todavía de espaldas, puso los ojos en blanco y deseó tener una pistola para pegarse un tiro. O mejor, para pegárselo a la mujer de piernas largas (lo que seguramente tenía hipnotizado a su asistente) que alargaba las aes.

Susana en cambio, estaba encantada. Había estado vigilando las oficinas varias horas, y ahora Miguel había caído en su trampa. Miró las anchas espaldas y la nuca morena y sonrió.

_¿Sabes que tienes un sobrino muy maleducado?

Miguel suspiró y decidió que Susana no se iba a ir sin que él la echase.
_¿Y tú entiendes lo que significa “NO ME LLAMES”?

Susana al ver que Miguel, encaramado a la mesa ni siquiera se daba la vuelta para mirarla, rodeó la mesa ignorando al asistente y quedó mirándolo de frente. Miguel sin embargo, fijó toda su atención en los planos.

_Sé que no lo dices en serio Miguelito. –Dijo con tono flasamente jovial.- Además ahora necesitarás consuelo ¿no?.

Susana se acercó a la mesa donde estaba sentado y apoyó una mano en uno de sus muslos. Miguel la miró y la apartó con firmeza hasta apoyarla sobre uno de los planos.

_No me interesa nada de lo que puedas decirme, y te puedo asegurar que no necesito ningún consuelo tuyo.

Susana sonrió y lo miró fijamente, sin desfallecer:- ¿De verdad? Yo diría que esa rubia es muy rápida ¿no?- Movió una mano en el aire gesticulando- Tan pronto y con otro, y si vieras cómo lo tocaba. Y además debe ser un poco tonta ¿no?

Miguel nunca había pegado a una mujer, lo consideraba antinatural y espantoso, estaban hechas para amarlas y quererlas. Pero durante un segundo se planteó la posibilidad de darle un bofetón, tal era la ira que sentía al oír aquellas cosas de Any.

_Susana tienes suerte de que sea un caballero. Pero hazme el favor de largarte antes de que me olvide.-Dijo con voz ronca.

Susana vio en sus ojos las ganas de pegarle, y dio un paso atrás, alejándose de la mesa. Y se lo jugó a su última carta:

_¿No quieres desquitarte con ella? Podríamos darle celos ¿qué te parece?

Miguel se levantó de un salto de la mesa, y cogió a Susana por el brazo:_ Mira estás enferma. No sé qué le dirías a Any el otro día.- Le dijo arrastrándola hacia la salida del edificio, sorteando cascotes de cemento.
_Pero te lo advierto, no te acerques a ella ni a mi otra vez. ¿lo has entendido?

Ya habían llegado a la puerta de la calle, y Susana se revolvió, desviando la mirada hacia la gente que caminaba por la avenida. Se volvió a mirarlo:
_Mira Miguel, a mi me gustas y la otra chica… No te convenía. Te la quité de encima, era lo mejor para ti.

En aquel momento una de las chicas que paseaban por la calle, una chica bonita que andaba con paso ligero y enérgico, se acercó a ellos y entrelazó su brazo con el de Miguel y se abrazó a él.

_Me temo que lo mejor para MI Miguel soy yo.- Dijo la chica con una sonrisa brillante, y se dio la vuelta para plantarle un beso en la mejilla al sorprendido Miguel.

Susana abrió los ojos como platos, tanto que parecía que se le iban a salir. No era posible. Otra tipa se le había adelantado. Pero Susana no era tonta, una buena retirada a tiempo era mejor que quedarse allí. Sin dirigirles la palabra se marchó ofendida.

Miguel respiró más tranquilo, y le dio un beso en el pelo a la chica.
_Me has salvado ardilla, un segundo más y le parto la cara.- Dijo con furia contenida.

_______ se rio todavía abrazada a Miguel y le palmeó el pecho para tranquilizarlo. Desde la esquina anterior, le había visto discutiendo, y había leído la cara de Miguel.

_Me debes un favor ardillo. Ahora amorcito, ¿quieres venir a comer con nosotros?- Le preguntó sonriendo.

_¿Vosotros?- preguntó Miguel perplejo. Todavía estaba pensando en Susan y en lo que había dicho “te la quité de encima”. Tendría que haberla sacudido hasta que le confesase lo que había dicho a Any. Maldijo su impulsividad.

_Joe y yo, tonto. –Sonrió _______. LE encantaba poder decir esa frase.- Invita la revista de Joe, y me han dicho que las camareras del restaurante son guapísimas.- La dijo guiñando un ojo.

Miguel asintió todavía como un autómata, pero cogió su chaqueta y siguiói a ______ hasta el coche donde Joe los esperaba sentado al volante, revisando su cámara para matar el tiempo.
Joe observó a Miguel sentarse con cara desolada en el asiento de atrás.
_¿Se puede saber a qué muerto has visto?

_______ respondió por Miguel:__Una tía loca que no paraba de molestarlo.

Joe se rió, mientras conducía:_Ya sabía yo que ser tan guapo te daría problemas, mi rey. Por cierto ¿qué tal te fue con las dos chicas anoche?

Miguel miró por la ventanilla. No pensaba decirles lo que había hecho, porque al fin y al cabo no lo iban a creer. Se encogió de hombros y miró por la ventanilla murmurando:
_ Eran encantadoras, estuvimos jugando un rato y me fui a casa.

_______ torció el gesto y con una mueca irónica le dijo:- ¿“Jugando”? ¿Ahora lo llaman así?

Miguel no la miró, y dijo con voz fría:_ Cuando digo jugando quiero decir exactamente eso, jugando.- No pensaba decir nada más.

_______ lo miró a través del espejo retrovisor:
_ ¿Esperas que te crea?. Perdona Miguel, pero es a ti a quién las chicas acosan… No será precisamente porque te dediques a jugar con ellas.

Miguel, dejó de mirar por la ventana y le lanzó una mirada furiosa desde el fondo del coche:
_ Mira ________, no sé qué idea te has hecho de mí. Ya estoy cansado de que todo el mundo me juzgue. –Bajó el tono y dijo pensativo.- No soy mala persona y tengo sentimientos ¿sabéis?

_______ se sorprendió por aquel estallido, y se giró para verlo mejor. Miguel a pesar de que iba impecablemente vestido (Miguel siempre iba poerfecto), tenía ojeras y cara cansada. Posiblemente no había dormido bien, pero al mirarlo de cerca, se dio cuenta de que su estado de ánimo no era sólo por no dormir.
_¿Se puede saber qué te pasa?- le preguntó más suavemente.

Miguel pensó en contarle la verdad, pero se dijo que no lo entendería o que se reiría de él. Se imaginó la conversación: “Me gusta tu amiga, la que me odia por algo que no he hecho, y me gusta mucho por cierto; pero resulta que tiene un novio muy simpático y amable. Por si esto fuera poco, me persigue una loca psicópata.”
En lugar de decir todo esto se arrellanó en asiento y sacó su blackberry, poniendo cara del ejecutivo y brillante hombre de negocios que se suponía que era, diciendo:
_Llego tarde a una reunión. Es todo.

______ arqueó una ceja:- Sería la primera vez que te importa llegar tarde. Empiezas a parecerte a Any.

Joe le lanzó una miradita para que no mencionase a Any, porque a pesar de estar conduciendo en silencio, sospechaba que todo lo que le pasaba a Miguel estaba relacionado con la amiga de Roberta, no en vano era el mejor amigo de Miguel.

Miguel hundido en su nube negra, la miró:- ¿Qué quieres decir?

_______ se encogió de hombros:- Ya sabes. Any siempre llega puntual…Es una maniática del tiempo.- Sonrió al recordar algo- Me acuerdo aquella vez que llegó 20 minutos antes a un…

Pero no pudo terminar la frase porque Miguel se inclinó bruscamente hacia delante y metiendo la cabeza entre los dos asientos delanteros le preguntó son vos ligeramente ansiosa:
_¿Estás segura de eso?

______ frunció el ceño:_Tú estás fatal ¿no? Claro que estoy segura. ¡Por dios! Su reloj debe ser el más puntual de todo México.

Miguel se relajó visiblemente y se dio un golep en la cabeza. Era un tonto. Eso él ya lo sabía, porque ______ ya se lo había comentado cuando se quejaba por su falta de puntualidad.
Si la novia de Pedro le hacía esperar media hora, definitivamente no podía ser Any. Sonrió bastante más aliviado. Y se reclinó en el asiento, echando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos. Su confianza, que tenía que reconocerlo había flaqueado durante esta mañana interminable, volvió.
Miguel volvía a estar en el juego, y la Güerita sería suya.

por **andreita** Mar 27 Mar 2012, 11:39 am

jjajajajaaj miguel esta bastante ilusionado
con any
pero espero que valla enserio
con ela
nani sugue
cuando pones maratoN?

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