Re: "Un Dulce Mes Contigo" - Joe y tu

por **andreita** Jue 15 Mar 2012, 12:29 pm

amo a jjoeª!!!!!!!!!!!!!
espero que no se valla
que se quede on la rayis
sigue nani

pd: como sigues?

por **aranzhitha** Jue 15 Mar 2012, 2:38 pm

aww yo tambien amo a Joe, es que es un amor yo quiero uno asi, siguela Nany *-*

por **☎ Jimena Horan ♥** Jue 15 Mar 2012, 6:57 pm

yo quiero un joe para dormir!!
haha ;D
porfaa sube otro cap!!
tan tierno Joe
Siguelaaaaaaaaaaa!

por **Nani Jonas** Vie 16 Mar 2012, 1:35 am

Capítulo 20

Amanda se miró las pequeñas y morenas manos, perfectamente cuidadas y se las estrujó. Eran sólo las 6 de la mañana del domingo pero llevaba horas despierta. Se miró en el espejo y se sorprendió al ver a la desconocida que le devolvía la mirada.
Con una sonrisa amarga pensó que había envejecido diez años en los últimos dos días. Demasiados disgustos, demasiadas presiones, órdenes que no podía cumplir y que no quería cumplir demasiadas cartas indeseadas, demasiadas llamadas en medio de la noche o a cualquier hora del día. Tantas que temblaba al abrir su correo. Pero sobre todo demasiados secretos que guardar.

Se cepilló el pelo negrísimo con cuidado, y lo acomodó hasta que lució perfecto, mecánicamente se pintó los ojos y su piel demasiado oscuros.
Por lo menos demasiado oscuros para sus padres, ambos tan rubios y tan blancos, que se habían sorprendido al tener una hija tan morena. Sin embargo, fue Amanda quien heredó los ojos de su familia, y no ninguno de sus hermanos también rubios. Cuando era pequeña, lo pasó mal, tanto en su colegio como en su familia, sobre todo con sus primas Marga y Tití. Su hermano Carlos,- su favorito por encima de todos, porque era el más cercano, sólo un año mayor que ella,- las llamaba las víboras y era cierto que lo eran. Marga y Tití, vivían en Lima, y cuando venían de vacaciones, la insultaban llamándola cholita, o indiecita.
Esto la había hecho llorar tanto y muchas noches, hasta que Carlos, siempre tan listo, se coló en su habitación para encontrarla llorando. Carlos, tan rubio como sus padres y mucho más guapo, fue el único que había comprendido las crueles bromas de las víboras. Secándole las lágrimas, le explicó en aquella voz calmada y baja que siempre la calmaba que era envidia. Ante la sorpresa de Amanda, que nunca se había pensado en esa posibilidad, Carlos continuó “Envidia de tus ojos y envidia de lo bonita que eres.”

Amanda se miró en el espejo, y recordó las palabras de su madre. Ella siempre decía que eran su mejor prenda, y lo único que la libraba de ser tan morena. “No eres bonita, Amanda, pero esos ojos te llevarán lejos”. Aquellos mismos ojos, ahora no se sentían nada hermosos, y miraban al vacío sin ver.
Los cerró y apoyó los codos en el mármol del baño, ocultando la cara en las manos y dejando escapar un gemido angustiado. Estaba desesperada, y además casi no dormía, otro gemido, aún más fuerte, salió de su garganta. Sobresaltada por tamaña muestra de debilidad, se giró a mirar la cama que se entreveía desde la puerta del baño.

Su marido que dormía en ella, dio un ronquido con respiración trabajosa. Ella suspiró de alivio, porque no quería despertarlo. Él había pasado una mala noche, y en su condición era mejor que descansase. Sintió una oleada de afecto por el hombre que yacía allí, un hombre que al principio le había parecido temible, pero que era en realidad encantador y del que se había enamorado locamente cuando era más joven.

Siguió mirándolo un rato, mientras él en su sueño peleaba por conseguir una bocanada de aire, y se maldijo en silencio. Más secretos. Como si no le bastara con los suyos propios además su marido la obligaba a guardar los de él. Él decía que no quería preocupar a nadie, pero Amanda sabía que tenía miedo.
Pensó en sus hijastros, a Christian le iba doler mucho cuando se enterase, pero _________… _________ los iba a odiar.

__________ le hizo pensar en sus otros problemas. Respiró hondo y volvió a mirarse en el espejo. Alargó la mano para coger una barra de labios y con minuciosidad se terminó de pintar. Ensayó una sonrisa natural, y se apresuró a fijarla en su cara, antes de que la desesperación volviera.
Aunque siempre había odiado los consejos de su madre, ahora que se hacía mayor la recordaba cada día más. Su voz volvió a su cabeza. “Nunca dejes que los demás sepan que sufres, eso es de gente débil”
Con la coraza que le daba la pintura y el maquillaje, salió a enfrentarse al mundo. Un mundo, su mundo, que se derrumbaba a su alrededor, y que ella no podía parar.
………………..

Domingo, a las 11.45 horas de la mañana.

Any miró a _________ sin poder creer lo que veía.
Any entraba de guardia ese mismo día y había pensado en llegar antes para traerle un desayuno extra, como pequeño consuelo por la guardia interminable que todavía le quedaba a su amiga. En lugar de irritada y hostil –actitud normal cuando Roberta dormía poco- su amiga parecía salida de un anuncio de felicidad. Incluso cantaba por lo bajo con notas desafinadas.

_No sabía que te gustaban las guardias. Si quieres te cambio las mías.

____________ sonrió y la cogió por un brazo, improvisando unos pasos de baile que casi tiraron el café que Any llevaba en las manos.

_¡¡Ey, Ey cuidado!!- Any acercó su cara a __________- ¿Estás borracha?

_________ negó con un bolígrafo que llevaba en el bolsillo, y Any con gesto cómico le dijo:_ Entonces… hmmm Drogada!!

Comentario que le ganó un pequeño puñetazo en el hombro. __________ le robó un café y se sintió muchísimo mejor al sentir la bebida caliente en sus labios.

_Tuve una guardia genial.- Dijo soñadora.

Any frunció el ceño, esas dos palabras juntas eran casi imposibles._ ¿Y cómo es eso? Un hubo enfermos o qué?

_Uno, malísimo.- dijo __________ dando sorbos al café caliente.- Del corazón. Un caso terrible.- Y terminó riéndose de una broma que sólo ella entendía. Ante la cara de póker de Any le explicó:

_Me vino a ver Diego. De madrugada.- Se paró creando expectación para lo siguiente que iba a lanzar._ Y con la cena.

Any abrió la boca y la cerró:_ No!! ¡¡¡De verdad!!!

__________ asintió satisfecha, y Any se rió a carcajadas cuando la vio. Con razón estaba tan contenta.

_Es una pena que Iñaki se haya ido.- Dijo con voz ahogada.

__________ torció el gesto ante la sola mención de ese nombre tan ofensivo:- ¿¿Y se puede saber que tiene que hacer ese tipo aquí?? Ya decía yo güerita que tu cerebro dejó de funcionar.

Any se encogió de hombros y le dio un sorbo al café: _ Me hubiera gustado ver su cara al tener a Joe delante. Te apuesto lo que quieras a que le da un ataque. Un infarto, que le explota el…

_Vale, Vale, ya capto tu idea.- La cortó __________.- Francamente Any, no sabía de tu rama sangrienta.

Any se volvió a encoger de hombros y con una sonrisilla dijo:- Soy una caja de sorpesas. Además necesitaré esa vena sangrienta hoy.

___________ la miró extrañada. ¿A qué te refieres?

Any miró el reloj que llevaba en la muñeca, reloj que siempre estaba en hora y que nunca, nunca fallaba, e informó a su amiga.

_Hace más de un cuarto de hora que debería estar matando a un regiomontano. Pero llega tarde.

___________ se atragantó con el café, y entre toses miró a su amiga, que parecía bastante satisfecha con sus planes. _¿Qué qué?

_Miguel le dijo a un ligue suyo que yo era su novia, sólo para dejarla más fácilmente. Se va a enterar.

____________ abrió la boca, pero no encontró otra respuesta posible salvo:- Pobre Miguel.

Pero en realidad se acordó de la noche en que habían salido los cuatro juntos y en como Miguel casi cantaba cuando decía que la había besado, y Any dormía en sus brazos contenta. Definitivamente Any no se acordaba, y no pensaba ser Roberta quien se lo contase, por lo menos no hoy, no quería arruinar su felicidad y ser asesinada por su dulce amiga. Además no quería perderse la oportunidad de ver a Miguel acorralado.

Justo en ese momento Miguel apareció por uno de los pasillos. _____________ lo miró y se asombró de lo guapo que era. Tantos años a su lado y el hecho de haberlo visto en pañales, le hacían olvidar que Miguel, impecablemente vestido siempre y andando con tanta gracia, era sencillamente una visión. Miró de reojo a Any, pero ésta no parecía compartir sus pensamientos, porque lo miraba con una mirada asesina.

Recapacitó su decisión de quedarse, no quería ver a su amigo descuartizado. Se levantó despidiéndose de Any, y al pasar por el lado de Miguel le susurró:- Fue un placer conocerte Miguelito.

Miguel sin embargo, no notó la ironía, porque estaba concentrado en la figura que lo esperaba en medio del pasillo con los brazos cruzados bajo el pecho.
No necesitaba darse ánimos mentalmente, porque por fin y al cabo ella lo había llamado y eso sólo podía significar una cosa. Después de aquel beso, la diosa quería salir con él.
Sonrió para sus adentros y aceleró el paso, pero en lugar de una sonrisa Any lo recibió con un seco y cortante:
_¡Tú y yo tenemos que hablar!

por **Nani Jonas** Vie 16 Mar 2012, 1:38 am

andreita escribió:amo a jjoeª!!!!!!!!!!!!!
espero que no se valla
que se quede on la rayis
sigue nani

pd: como sigues?

ya mejor aunqe todavia no me acostumbro a qe ya no esta conmigo la verdad lo extraño mucho, gracias por preguntar

por **aranzhitha** Vie 16 Mar 2012, 3:38 pm

awww el amor es tan hermoso, lala siguela pronto

por **fernanda** Vie 16 Mar 2012, 4:02 pm

awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww :love:
mi joe es tan lindo , siempre lo ha sido!
SÍGUELLLLLLLA!

por **andreita** Sáb 17 Mar 2012, 7:12 am

Nani Jonas escribió:
andreita escribió:amo a jjoeª!!!!!!!!!!!!!
espero que no se valla
que se quede on la rayis
sigue nani

pd: como sigues?

ya mejor aunqe todavia no me acostumbro a qe ya no esta conmigo la verdad lo extraño mucho, gracias por preguntar

me imagino :)
bueno la nove esta super
y animos arriba!! :D

por **☎ Jimena Horan ♥** Sáb 17 Mar 2012, 7:30 pm

Siguelaaaa!

por **andreita** Lun 19 Mar 2012, 7:52 am

por **Nani Jonas** Mar 20 Mar 2012, 10:07 am

Capítulo 21

Miguel comenzó a pensar que tal vez, y sólo tal vez, las cosas no iban como él había pensado. Entonces se dijo que era el momento de usar su arma secreta, su arma más mortal, aquella que hacía que todas las chicas se rindieran a sus pies. Y sonrió.
Una de aquellas sonrisas maravillosas, una sonrisa dirigida a ablandar al enemigo.

El enemigo flaqueó, todo hay que decirlo, porque Any sintió que le temblaban las rodillas, al ver aquella cara y al ver aquellos hoyuelos que no sabía porqué pero deseaba tocar. Pero entonces se obligó a recordar el mal rato que había pasado con Susana y la sonrisa, aunque seguía siendo encantadora, dejó de afectarle tanto.
Lo amenazó con un dedo:- No me mires así. A mi no me engañas.

Miguel estaba asombrado, esa sonrisa era infalible ¿o no? Se sobrepuso y probó con su mejor voz:
_¿Engañarte? Nada que ver.

Any lo miró severa:_ No me trates como una niña tonta, porque no lo soy.

Miguel vió como su segunda arma fallaba y decidió que ésta iba a ser una guerra complicada y dura de vencer. Aún se acordaba del beso que Any le había dado hacía dos noches y no entendía por qué ella se comportaba como una loca. Levantó las manos con un gesto de ir a rendirse.

_¡Está bien! ¡Está bien! ¿De qué quieres hablar, de lo del jueves por la noche?

Any frunció el ceño extrañada:_ ¿De qué hablas?

Miguel la miró suspicaz, y ella continuó:_¿lo de la borrachera? Bueno, no pasa nada, yo ya soy mayorcita y no te voy a echar la culpa Miguel.

Miguel murmuró un “joder”, ella no se acordaba… Genial, mira que tenía mala suerte. Para una vez que una chica le gustaba, ella ni se acordaba de sus besos.
Any no le estaba prestando atención. Acababa de ver a la “bulldog” asomando por un pasillo, así que cogió a Miguel de la mano y se lo llevó corriendo a uno de los almacenes.
Éste no era más grande que un armario, con estanterías llenas de sábanas, cajas y uniformes pulcramente doblados, en todas las paredes salvo en donde estaba la puerta. Metió a Miguel dentro y cerró la puerta con cuidado tras ella.
Cuando se dio la vuelta, se dio cuenta de su error.
Los anchos hombros de Miguel rozaban a cada lado con las estanterías, y el lugar que antes le parecía pequeño, ahora era simplemente asfixiante, porque Miguel parecía llenarlo por completo, tanto, que tenía que estar pegada a la puerta para no tocarlo.
Miguel en cambio, estaba encantado, tenía a Any a un palmo, y desde donde estaba podía captaba el tenue olor a flores de ella. Aprovechó su altura, para inclinarse sobre Any y acortar distancias, fingiendo hacerlo para escucharla mejor. Bromeando le dijo:

_No sabía que querías seducirme en un lugar tan oscuro.

Any al oír aquello tuvo una sensación extraña. En escalofrío le recorrió el cuerpo, y sintió como la piel le ardía, súbitamente vio imágenes de ella besando a Miguel, de aquel estúpido sueño, que sin embargo parecía tan real. No podía permitirse pensar en tantas tonterías en aquellos momentos y tampoco tenerlo tan cerca porque si no, no pensaba.
Levantó la barbilla con obstinación y poniendo una palma en el pecho de Miguel, lo apartó empujándolo hasta que la espalda de él tocó la estantería, anulando así los planes de Miguel
_No digas estup*ideces, no tengo ninguna intención de seducirte.

_Está bien, entonces te seduciré yo a ti. –Sugirió Miguel con una sonrisa.

Any lo miró enfadada y le dijo: _ Te aseguro que tampoco tengo ninguna gana de eso.

Miguel frunció el ceño, sorprendido. Era la primera vez desde… bueno, era la primera vez desde que era capaz de recordar que alguien le decía eso. No existía la chica que le pudiera decir que no quería ser seducida por él. Miró a Any ¿Estaría loca?

Any pudo leer sus pensamientos y su cara de perplejidad y no pudo evitar reírse: _ No me digas que eres tan pagado de ti mismo… ¿Nadie te dijo que hay más hombres en el mundo?

Miguel se encogió de hombros y respondió:_ Sí, pero ninguno como yo. Eso te lo puedo asegurar rubiecita.

Any soltó un bufido tan fuerte que a Miguel le pareció increíble que pudiera haber salido de una chica tan menuda.
_Pero por lo visto no necesito seducirte porque me acabo de enterar que somos novios.- le dijo Any con retintín.

Miguel ahora sí que estaba sorprendido, abrió la boca para explicarse:_ Mira no sé…
Any no le dejó continuar, levantó la mano para interrumpirlo: _¿Sabes que fue lo primero que pensé al verte?

_¿Qué bueno está ese chico? – sugirió Miguel.

Any lo fulminó con la mirada:_ No. Pensé que eras un tipo frívolo y ligón. Después cambié de opinión la verte con Roberta y Diego, y llegué incluso a pensar que tenías corazón y sensibilidad.

Miguel se quedó mirando a esa personita, pequeña y dulce, con una cara que a pesar de sus esfuerzos, empezaba a ser la de un tonto integral. Todo esto iba por mal camino, estaba a escasos 40 cm de aquella criatura angelical, y en lugar de tenerla conquistada…. Estaba en….. En donde demonios fuera el lugar contrario.

_Pero ayer vino a verme Susana…- continuaba diciendo Any.

Miguel vió la luz. “Claaaaro, lo que le pasaba era que estaba celosa.” Su confianza subió un poco y la interrumpió para decir:_ No te preocupes por ella, ya la dejé.

Algo en la cara de Any, le dio la pista de hubiera estado mejor callado y de que seguramente, había dicho lo equivocado.

_¡¡Ahh claro, y para ti es tan fácil!! ¿No? La enamoras, te cansas y para dejarla, mientes.

Any acompañó cada palabra con un golpe de su dedo en el pecho de Miguel, con aspecto que parecía el de una profesora mandona vestida con bata.

Miguel ya se estaba cansando y enfadando. Le cogió la muñeca inmovilizando la mano de Any, diciendo sarcásticamente:
_Ya veo que tienes una gran imagen de mí, pero la verdad es que no sé de que me hablas.

Any lo miró enfadada, más consigo misma que con Miguel. Enfadada por pensar que le gustaba ese chico que no tenía reparos en mentir y en dejar tiradas a sus novias. Enfadada porque siempre se equivocaba y la acababan engañando y enfadada porque a pesar de todo, no le importaría hacer realidad esos sueños que tenía y besarlo.

_¿No eres ni capaz de recordarla? Ayer vino a verme para contarme que la habías dejado, estaba dolida ¿sabes? ….

Miguel que la seguía sujetando por la muñeca sentía el pulso de Any acelerado bajo sus dedos, mientras ella continuaba hablando.
_... Le rompiste el corazón. Y me usaste a mí para eso. No te bastó con mentir, sino que me tuviste que mentir sobre mí. – Any había cogido carrerilla y no podía dejar de hablar.- y seguramente no tuviste en cuenta sus sentimientos, y te dieron igual los míos.

En ese momento a Any se le pasó por la mente que probablemente para Miguel, como para los otros chicos guapos con los que había salido, ella no era más que una rubia tonta y bonita a la que ligarse. Esta idea tan deprimente hizo que tuviera que parpadear porque unas lágrimas rebeldes estaban agolpándose en sus ojos.
Miguel que la miraba fijamente, vió sus ojos brillantes y tiró de la muñeca hasta tenerla pegada a él.

_Shhh Shhh mi reinita ¿Estás llorando?- Y mientras la decía la abrazó, apoyando la barbilla en la coronilla de ella.

Any por un segundo se quedó allí quieta, con la nariz enterrada en la camisa de Miguel, que olía madera y a jabón, a una colonia suave. Cerró los ojos, disfrutando de la sensación y casi regalándosela. Sólo fue un segundo pero se sintió culpable inmediatamente.

Se deshizo del abrazo rápidamente y le dijo con voz cortante:
_No soy ninguna reinita. Y menos tuya.

Se acercó a la puerta y cogió el tirador: -Y a pesar de lo que parezca, no soy tonta, así que la próxima vez que quieras dejar a alguien no mientas, y no me pongas por excusa. Porque te lo prometo, que aunque fueras el último hombre de la tierra, no pienso ser tu reinita.

Dicho esto salió y lo dejó dentro del armario. Miguel tardó diez minutos enteros en darse cuenta de lo que había pasado, bueno, en realidad no lo había comprendido todo. De hecho, para ser sinceros, sólo había comprendido una cosa.
De alguna manera incomprensible, acababa de perder a la única chica que le gustaba.

Un sanitario lo encontró allí, todavía apoyado en las estanterías de la ropa limpia, y con una sonrisa socarrona le preguntó si se había perdido. Miguel un poco atontado todavía por la conversación, se colocó la ropa y se alisó la chaqueta, diciendo:
_No sabes cuánto wey.

Cuando llegó a su coche se sentía triste, necesitaba algo que le impidiera pensar por unas horas. Pensó en salir por la noche, pero le daba flojera.
Marcó un número en su celular, el que menos se esperaba porque hacía tiempo que no la veía, esperó a que contestaran y dijo con su voz más suave y una gran sonrisa:
-¿Puedo pasar por tu casa, princesa?

Chicas disculpen la tardanza

por **andreita** Mar 20 Mar 2012, 10:37 am

tranquila puede poner otr cap por la tradanza :)
sigue

por **aranzhitha** Mar 20 Mar 2012, 2:51 pm

aww ese miguel primero se hace el dolido y despues se va con su princesita jaa si sera hombre :/ pobre any siguela pronto

por **fernanda** Mar 20 Mar 2012, 3:24 pm

jajajajajaajjajaja no se si reír o llorar , con esos amigos :P
bueno pero pon mas caps xd , por favor :(
SÍGUELA!

por **Nani Jonas** Mar 20 Mar 2012, 11:53 pm

Capítulo 22

Domingo 20.00 hrs

________ entró en su casa casi corriendo, de hecho, había subido los escalones de tres en tres con las pocas fuerzas que le quedaban, y se encontró a Miguel hablando con Joe, sentados en la mesa de la cocina.

________ hubiera preferido estar a solas con Joe, algo que llevaba deseando todo el interminable día, pero se alegró de ver a Miguel. Tiró sus cosas en el suelo, y se acercó a ellos. Tras darle un beso a Joe en le mejilla, se acercó a Miguel y cogiéndole de la barbilla la movió a ambos lados, inspeccionándolo con gesto cómicamente serio.

_Hmmm parece que no te han sacado los ojos ¿no? No veo ni moratones, ni sangre…

Miguel puso cara de fastidio, y de un manotazo suave apartó la mano de _______. Después le dirigió una miradita significativa a Joe, por lo que parecía era de eso mismo de lo que habían estado hablando.
_No. Tu amiguita se conformó con afirmar que no tengo corazón.- Dijo Miguel secamente.

_________ se encogió de hombros sonriendo, Joe la cogió del brazo, tirando hasta sentarla en sus rodillas mientas Miguel hablaba. _________ se acomodó mejor, y cuando Joe le pasó un brazo por la cintura, sintió que una parte del sueño y del cansancio que tenía desaparecía.
Miguel que en otras circunstancias era siempre muy observador, y que ya estaría haciendo preguntas como un loco, o al menos bromitas de un gusto dudoso, parecía únicamente estar dispuesto a hablar de Any.

Es que todavía no me lo creo. –dijo Miguel, sacudiendo la cabeza, mientras se llevaba a los labios una taza de café, pero antes de que pudiera dar un sorbo, volvía a la carga.
_No sólo va y dice que no le intereso, sino que además soy un mentiroso, y que no tengo ni pizca de sensibilidad.

Alzó las cejas sorprendido por lo que él pensaba una idea absurda. _¿Te lo puedes creer? ¿Yo? – dijo abriendo los ojos como platos incrédulo.

Al ver que ________ se reía e intentaba ocultarlo con una mano, le lanzó una mirada malhumorada.
Joe sonrió comprensivo: _ Pobre Miguel, te has ido a encontrar con la única mujer en el mundo que no te encuentra guapo.

Miguel dejó de mirar a _________ y dirigió sus enfadados ojos a Joe:_ Es imposible no encontrarme guapo y tú lo sabes, hermano.

_________ no pudo reprimir una carcajada: _ Mira Miguel, reconócelo. Any no es para ti. Ella no… - buscó las palabras con cuidado- …. Ella no es como una de tus miles de novias. Y además estuvo feo lo que hiciste.

Miguel se reclinó en la silla, con los brazos cruzados. Él era bastante obstinado – por no decir mucho- y eso era lo que le había hecho triunfar. Cuando se le ponía entre ceja y ceja algo, no paraba hasta conseguirlo, y en esos momentos, lo que tenía entre las cejas, era una rubia de ojos encantadores.
_Yo no he hecho nada tan malo. Sólo dejé a una chica, no es un crimen contra la humanidad.

_________ alargó la mano para beber un sorbo del café de la taza de Joe, y lo miró negando con la cabeza, y Joe escondió la risa en el pelo de _________.

Esto es el colmo ardilla, y tú…- Dijo Miguel señalando a joe- … se supone que eres mi hermano. Sois mis amigos, deberíais defenderme.

Miguel se levantó, cuando sus dos amigos comenzaron a reírse, se dirigió a la puerta.
_________ intentó que su voz no sonase tan ahogada de tratar de contener la risa.
_Anda Miguel, quédate. No te vayas.

Miguel ya estaba en el umbral de la puerta y se paró lo justo para decirles:_ He quedado con alguien y la verdad, no tengo tiempo para que se rían de mi.

Joe desde la mesa, alzó la taza a modo de brindis, y le dijo con una sonrisa:- ¿Con una chica? Así me gusta mi rey, que no te hundas por un rechazo.

Miguel, pareció flexionar la respuesta con cuidado y asomó la cabeza morena por la puerta: _Son dos chicas, lindísimas y muy jóvenes. Y para tú información, yo no me rindo nunca. Nunca.

Cuando Miguel cerró la puerta, se quedaron solos, y _________ se giró en el regazo de Joe hasta quedar mirándolo. Él la besó suavemente y ella suspiró, cansada pero feliz. Le pasó los brazos alrededor del cuelo, y colocó la cabeza en el hueco del cuello de él.

_Éstos dos se van a matar.- Comentó Joe riéndose.

Ella levantó la cabeza y lo miró interrogante, Joe continuó: _A besos.

_______ soltó un bufido y negó con la cabeza. _Él no…. Es conveniente.- Al ver que Joe fruncía el ceño, continuó.- Mira tú conoces a Miguel tanto como yo, y no es capaz de mantener una relación seria. Y Anny…- pensó con un suspiro.- … Anny se enamora fácilmente, y dá todo el corazón, y lo último que quiero es que se lo pisoteen.

Joe negó con la cabeza:_ Pelirroja, pelirroja… ¿No has visto cómo se miran y cómo se hablan? A tú amiga YA le gusta Miguel, y por la cara que tenía Miguel esta tarde, no va a parar hasta conseguirla.

Ella lo miró preocupada, pero Joe se ocupó de borrar esa sensación cuando la besó largamente, saboreándola con tranquilidad ahora que la tenía entre sus brazos y no había nadie que los molestase; no iba a perder el tiempo hablando de Miguel. Esos dos eran lo suficientemente mayores como para arreglárselas solos.

Ella, a pesar de estar muerta de cansancio, ya le estaba devolviendo los besos, de modo que Joe, se la acercó más metiendo la mano debajo de la camiseta, acariciando una espalda que se arqueó contra él.

_Es una pena que no lleves el uniforme ese…- murmuró Joe besándole el cuello.

Ella se rió suavemente:- Hmmm ¿Y mejor sólo una bata blanca?

Joe por respuesta le mordió el hombro, la cargó en brazos, levantándose; y ella se rió a carcajadas. La dejó caer en la cama y se lanzó sobre ella, haciendo que se riera más fuerte.

Rodaron entre besos, hechos un nudo, y Joe ya había conseguido que la camiseta de ________ saliera volando cuando el teléfono sonó. Joe gruñó y lo ignoró, más ocupado en darle mordiscos al estómago de ________, pero el timbre escandaloso del teléfono no dejaba de sonar.

_______ soltó un suspiro y le dijo:_ ¿Puedes ir tú? Será Anny, y estoy muerta para escuchar lo mucho que se odian.
Joe gimió y apoyó la frente unos segundos en su estómago.
_Esta bien, pero sólo porque con ese ruido no hay quien se concentre.

Se levantó dejándola en la cama, y se fue al salón a contestar.
_¿Hola?

Pero al otro lado de la línea, silencio total.

_¿Bueno?- Joe ya se estaba enfadando.

Pero al otro lado tras unos segundos colgaron. Joe colgó con fuerza el auricular, y murmuró algún “huevón” maldiciendo al que se dedicaba a gastar bromitas.

Al pasar por la cocina, pensó que posiblemente algo de cenar les viniera bien, y rápidamente hizo unos sándwiches y cogió una botella de vino. No tardó más de cinco minutos, y cuando entró en el cuarto, ________ seguí en la cama.

Dormida.

Joe sonrió y sacudió la cabeza con tristeza. Muy mal amante debía ser si su novia se quedaba dormida. Podría despertarla, y seguir con lo que estaban haciendo –una exploración tentadora de _______- y eso sería lo mejor para él. Pero al ver las ojeras oscuras de ________ producto de casi dos días en ese hospital (y del maldito de Iñaki), se dijo que podía esperar; la tapó con la manta, y se fue al salón a trabajar.
Verne que había estado mirándolo moviendo el rabo, salió a la carrera tras él y se subió al sillón de un salto. Joe se sentó al lado del perro y lo miró:
_Bueno, mi rey, los machos de la casa al poder ¿verdad?

Verne lo miró de vuelta, parpadeando, y Joe le sonrió:
_ Tú si que me haces caso, así que te lo has ganado.- Dijo poniéndole delante el sándwich de ________.

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