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Apple Valley Academy
O W N :: Originales :: Originales :: Drama y Romance
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C I N C O
C I N C O
Victoria observaba el caer de las flores de un árbol mientras esperaba el autobús, ya no le parecía tan horripilante la idea de viajar en el transporte público; además de que no tenía otra opción.
Aún le revolvía el estómago el solo pensar que las personas en la escuela se pudieran enterar todo por lo que estaba pasando, a ella misma le daba vergüenza saber en qué cosas se había envuelto su padre y que ella ya no era capaz de costearse aunque sea una comida fuera de casa sin preocupaciones de contar cada centavo.
Jugaba con un anillo de plata que traía consigo, le inundaban los momentos felices de su madre, en realidad no eran recuerdos, eran todos esos escenarios imaginarios que a ella le hubiera gustado vivir junto a su progenitora, pero ella decidió que no se sentía lo suficientemente madre para cuidar de ella, entonces se fue. Un día como cualquier otro Victoria llegó de la primaria y vio que las pertenencias de su madre no estaban, ni una blusa o un broche, solo un anillo sobre el buró que decidió conservar como recordatorio de que nadie debía lastimarla otra vez.
De vez en cuando le enviaba postales con su nueva familia, invitándole a formar parte de ella en cuanto su “querida hija” así lo decidiera, pero a Victoria le repudiaba la idea de siquiera cruzar palabras con esa mujer después de todo ella había tomado una decisión por las dos, su madre rehizo su vida mientras ella se quedaba sola.
—No pensé que te gustara la naturaleza. — Andrew dejó caer su peso en el mismo banco.
— Lo que no me gusta es estar rodeada de personas tontas. — La chica enarcó una ceja y fijó sus ojos en él.
— Justo cuando imaginé que comenzaba a agradarte. — El chico sonreía, había algo en ir y molestar a la chica que le parecía divertido.
— Deja de seguirme, eres molesto. — Victoria se ajustó la mochila y comenzó a caminar. — Si te atreves a seguirme te juro que te voy a patear. —La pelinegra dirigió una mirada amenazante y continuó su camino.
— Oye, solo déjame decirte una cosa. — El chico Collins se acercó tomándola por el hombro.
— ¿Qué es lo que quieres?. — Los ánimos de la pelinegra no eran los mejores en ese momento y estaba comenzando a desesperarse.
— Permíteme quitarte esto, me desquicia. — Andrew se puso saliva en el pulgar y adelantó a su pulgar a la mejilla de la chica.
— ¡Eres asqueroso!. — Ella se adelantó a darle un manazo y empujarlo. — Es la última vez que me tocas, te juro que si vuelves a hacerlo me vas a conocer. ¡Eres un idiota!
— No te enojes, te que se arruga la frente. — El chico le ofreció una sonrisa mientras ella reflejaba con su rostro una tremenda furia que no se soportaba.
— Solo aléjate de mí, no te soporto. — El tono amenazante de Victoria no dejaba a la imaginación su creciente enojo.
— Habrá una fiesta esta noche. — Andrew soltó de repente. — Me agradaría verte por ahí, en vista de que tu auto sigue en el taller puedo pasar por ti en cuanto me llames, mi número ya lo tienes.
— ¿Crees que un sábado en la noche quiero ir a verle las estúpidas caras a tus mediocres amigos?. — D'Angelo miraba con desdén al ojiazul. — Ahorratelo.
— Te vendría bien algo de compañía. — Andrew levantó los hombros. — Solo llámame si quieres algo de eso.
El chico se dio la media vuelta y comenzó a caminar, Victoria hizo lo mismo y emprendió camino a su casa. Una vez que llegó ahí, se descalzó, se quitó las prendas y se sumergió en la tina, había algo en Andrew que la hacía estallar como la dinamita pero también algo que le decía que ese chico no tenía ninguna razón para buscarla y aunque ella fuera grosera con él, es como si eso no le molestara. ¿Será que a él le importa?
Había mucho que pensar.
En una habitación la reunión de un nuevo grupo de amigas llenaba de ruido la casa. A toda chica le emociona ir a una fiesta y que todos vean que luce fabulosa aún más cuando quiere impresionar a alguien.
Cada una había traído cosas de su casa para armar el mejor atuendo y deslumbrar a donde llegarán. Había maquillaje, zapatos, accesorios y vestidos por todos lados de la habitación, mientras unas maquillaban las otras vestían y hacían pruebas con diferentes complementos hasta llegar al punto donde todas quedaban satisfechas.
— ¡Emma! — dijo Cat mientras las chicas miraban a la castaña. — Luces hermosa, espero que hoy cada quien se lleve a casa a un chico lindo y sobretodo que la pasemos bien.
— No estoy muy familiarizada con todo esto. — Kaylee se miraba al espejo acomodándose el vestido corto que le cerró a la perfección. — O sea, si he ido a fiestas de donde vengo, pero por mis padres no usaba ropa tan reveladora. — La chica Monroe se miraba de arriba a abajo frente al espejo.
— Si no te sientes cómoda con esas prendas podemos buscar algo más, la finalidad es que te sientas linda y agusto. — Cath le tocó el hombro en señal de comprensión y añadió. — Pero si me lo preguntas a mi creo que te ves muy linda.
— Yo también pienso que te ves muy linda Kay. — Kaia tomaba una blusa de la cama y se adentraba al baño. – Y si tu no te pones ese lindo vestido lo haré yo.
— Pues supongo que después de algunos tragos me sentiré más cómoda. — Kaylee levantó los hombros y se giró hacia sus nuevas amigas.
— O una botella, un galón… — Emma numeraba con sus manos mientras pensaba y se miraban divertidas entre todas. — El límite es el cielo.
— Hoy tengo ganas de besar a un chico lindo. — Emma se sonrojó ante su mismo comentario a lo que todas soltaron unas risas para después coincidir con su nueva amiga.
— Chicas ayuda. — Kaia salía del baño con los brazos levantados y apretados por la blusa. — Creo que esto no es de mi talla. Las chicas rieron y como pudieron despojaron a su amiga de aquella prenda. — Gracias — dijo soltando un largo suspiro. — Comenzaba a sentirme asfixiada.
— Con justa razón, tomaste esta camisa del departamento de niñas. — dijo riendo Emma mientras les enseñaba la etiqueta a las demás. — Da gracias al cielo por poder salir de ahí.
— Parece que mi percepción estaba salada ese día en el centro comercial. — Kaia movía las caderas en una especie de baile que causó miradas de confusión y diversión. — Ya sé que me voy a poner.
— Más vale que te des prisa o llegaremos mañana a esa fiesta. — Cath la miró levantando la ceja.
— Yo sé que estás ansiosa por ir a ver a… — Kaia no pudo seguir porque recibió un cojín en la cara por parte de la chica Marttel quien estaba como un tomate.
En otro punto de la ciudad un chico salía de bañarse mientras enviaba textos a la chica con la que había quedado para salir. Le causaban gracia los reclamos de sus amigos al "Preferir una chica antes que a ellos" como si esa bola de idiotas no hubieran hecho lo mismo antes.
Un mensaje de confirmación junto con un horario le hicieron sonreír y apresurar el paso para vestirse y salir a tiempo.
«Solo espero que todo salga bien» pensó antes de tomar las llaves del auto y salir.
Una prueba de vestuario tenía revuelta la habitación de Ivory, había planeado la cita por más de 2 semanas y pensó en todo menos en lo que usaría. No podía ir de prisa al centro comercial porque sabía que tardaría más en salir de allá y eso contemplando que pudiera encontrar algo de su agrado, no tuvo más remedio que seguir buscando en su closet algo que pudiera convencerla.
Un par de aretes la hicieron sonreír ya que con ello concluía su vestimenta, el vestido hacía que sus curvas resaltaran y el maquillaje enmarcó las facciones que más le gustaban de su rostro. Se dio un último vistazo antes de salir y pedir un taxi hasta el restaurante donde le habían citado.
El transcurso era silencioso entre ella y el conductor, la mirada de él iba fija en el camino mientras la de ella iba en las grandes subes que ahora se coloreaban de matices rosados y naranjas, dando iniciado el ocaso. Una vez en el restaurante se sentó en la mesa a esperar a su acompañante quien le había mencionado que llegaría algunos minutos tarde.
En el estacionamiento aparcaba un auto lujoso de vidrios oscuros de donde bajaban dos jóvenes que reían a la par y se iban adentrando al restaurante.
Jacob por su parte se encontraba nervioso mientras su acompañante miraba por el rabillo del ojo todo a su alrededor.
— Quiero decirte que te ves muy linda hoy. — comenzó diciendo el chico mientras buscaba la mirada de su cita. — y además de agradecerte por venir hoy.
— Siempre me veo linda, hoy no es un día especial. — La chica se acomodó en la silla mirando a otro lado.
El chico trataba de mantener a flote una conversación mientras su cita se limitaba a seguirle la corriente con frases de “sí y no”, se sentía tan irreal al principio el poder pasar tiempo con ella pero quizá las expectativas estaban muy altas para la ocasión.
— Discúlpame, tengo que ir al baño. — La chica se levantó de la silla y tomó rumbo hacia los baños.
Jacob le dio un gran sorbo a su copa de vino y suspiro fuerte, maldita la hora en que decidió que quería invitar a salir a esa chica, fue tan repentino el cambio, de intercambiar mensajes de texto y hablar por horas a no poder terminar una conversación en persona. Se levantó también y caminó hacia la puerta en busca de un poco de aire fresco, en una de las mesas del jardín vio a una persona conocida y se acercó a conversar, mínimo una cara conocida.
— Esto tiene que ser una maldita broma. — La chica negaba con la cabeza mientras dejaba el teléfono en la mesa. — Bueno, creo que ahora seremos solo tú y yo. — La dueña de esa voz tomó la botella y se sirvió un poco más de vino.
— Veo que te diviertes sola. — Jacob habló a sus espaldas provocando que ella diera un salto en su silla de la impresión. — ¿Me puedo sentar?
La noche ya había caído y las luces adornaban un lugar lleno de flores y lámparas que emanaba luz tenue combinando con la atmósfera del lugar.
— Esperaría verte en todos lados menos aquí. — Ivory le señaló la silla frente a ella invitándole a sentarse. — Esto si es una novedad, pensé que estarías en la fiesta de Matt.
— Si yo también pensé en eso en un principio pero ya sabes… — El chico ladeó la cabeza recordando la sosa conversación con su acompañante. — ¿Vienes con tu papá?
— Lo hubiera preferido mil veces. — Ivy suspiró al recordar el último mensaje. — Me dejó plantada mi novio.
— Uff…Escondan todos los objetos punzantes. — ambos rieron y Jacob hizo una pequeña pausa. — pero que mal que te haya abandonado. — ofreció una dulce sonrisa.
— ¿y tú? ¿no se supone que tenías una cita?. — La chica se sonrojó al haber dicho eso último, se supone que se lo habían contado como secreto.
— ¿Y eso cómo lo sabes?. — Jacob reía al ver lo roja que estaba su amiga
— Disculpa, que tonta fui. — Se cubría la cara con ambas manos las cuales fueron retiradas por él.
— Yo sé que obviamente te lo dijo Cath, quien antes lo supo por Matt. — El chico la miraba divertido. — él me lo ha reclamado todo el santo día. Pero sí, se supone que tenía una cita pero tu más que nadie sabe que las cosas no siempre salen bien. — hizo una mueca ladeada y algo extraña.
— Te deseo suerte, demasiada. — Ivory le regresó la sonrisa.
— Pero bueno, en vista de las circunstancias y que parece que yo no era la cita principal de esta noche. — él voltea en dirección de su cita quien ya está sentada con otro tipo en la mesa y en un movimiento se desabotonó el saco. — ¿Me invitas a tomar una copa contigo?
La chica lo miró extrañada pero pues no tenía más que perder, solo una copa y ya.
— Claro. — volvió a sonreír. Le hicieron el llamado al camarero y después de un par de copas junto con una charla bastante divertida decidieron que lo mejor para cerrar esa extraña velada era irse de fiesta junto con todos sus amigos.
mishel
Re: Apple Valley Academy
Aaaaahhh pubicaste capitulo!!!
Tan solo decirte que me ha encantado y que me has dejado con ganas de saber qué pasará en esa fiesta!
Me molesta un poco la actitud que tiene Victoria hacia los demás, pero bueno lo entiendo, es como un escudo para ella por todo lo que está pasando en su familia. Aunque se está dando cuenta que a Andrew le importa, quiero saber como evoluciona esa pareja.
Que estúpido el novio de Ivory por dejarla plantada! pero bueno ahí estaba Jacob para alegrarle la noche! me ha gustado esa parte.
Espero que la puedas seguir pronto porque me encanta esta novela y me tiene enganchada.
Continúala cuando puedas.
Un abrazo muy fuerte
Tan solo decirte que me ha encantado y que me has dejado con ganas de saber qué pasará en esa fiesta!
Me molesta un poco la actitud que tiene Victoria hacia los demás, pero bueno lo entiendo, es como un escudo para ella por todo lo que está pasando en su familia. Aunque se está dando cuenta que a Andrew le importa, quiero saber como evoluciona esa pareja.
Que estúpido el novio de Ivory por dejarla plantada! pero bueno ahí estaba Jacob para alegrarle la noche! me ha gustado esa parte.
Espero que la puedas seguir pronto porque me encanta esta novela y me tiene enganchada.
Continúala cuando puedas.
Un abrazo muy fuerte
Beaaa22
S E I S
S E I S
La música resonaba por cada rincón de esa casa. Desde que llegaron las luces de colores, las personas en el jardín y distintos puntos de la propiedad reían o brindaban juntas con vasos llenos de licor o cerveza, sin duda asistir a una fiesta de Matt jamás era una mala idea.
La noche ya había caído y con ello grupos de personas de la escuela, amigos que invitaban a sus amigos, las personas se desbordaban por todos lados. Los amigos al verse se abrazaron y ese cálido recibimiento venía acompañado de un shot de bienvenida para levantar los ánimos a los recién llegados. Algunas parejas no perdían la oportunidad para darse muestras de afecto en cualquier esquina, los amigos insaciables que se estaban bebiendo hasta el agua de los floreros y lo que nunca faltaba son las fotos grupales para recordar un poco de esa noche que quizá el alcohol se llevaría por la mañana.
— En serio que son mis favoritas. — Cath abrazaba una bolsa de botana con la cara más sonriente del lugar. —!¡No las olvidas nunca!
— Te las prometí. — Theo la abrazó. — La última vez me las terminé todas. — Ambos rieron juntos y se soltaron del abrazo.
— Espero no interrumpir a los enamorados. — llegó diciendo Kaia quien sólo recibió un golpe de su amiga. — Ay bueno no te enojes. Tarde que temprano terminaran juntos. Saludos Theo. — solo guiñó un ojo y se fue a seguir bailando.
Un mensaje de texto hizo vibrar el teléfono de Andrew y comenzó a caminar sin ver por donde iba hasta que pudo sentir como chocó con alguien más provocando que el vaso de la otra persona se volcara encima de los dos.
— Jamás dejarás de ser un idiota. — La voz de Victoria fue instantáneamente reconocida por el chico. — Este vestido cuesta una fortuna, eres un idiota Andrew.
Acto seguido la chica lo empuja y cambia su rumbo pasando como podía entre tanta gente, él como pudo la siguió pero más adelante la perdió de vista y ya no le alcanzaba el paso. Negó con la cabeza por haber sido un tonto y no fijarse, aunque por una parte era lo menos que se merecía por como se había portado ella días pasados. Andrew camina hacia el baño quizá se haya dirigido a aquel lugar e intentar limpiarse; la casa era enorme y aún así era una tarea complicada intentar pasar entre la multitud.
Andrew por más que quiso no pudo ver más a Victoria y dedujo que si ella seguía en la fiesta en algún momento se tendrían que encontrar para disculparse. Caminó hacia lo que se supone era la sala de estar aunque en realidad era la habitación más apretada de la casa, caminaba y sonreía como si de haber ganado la Champions League se tratara y la gente a su alrededor lo trataban como tal.
Saludos, abrazos, reencuentros con citas anteriores y muchas chicas fueron lo que poco a poco lo hicieron entrar en el calor de la fiesta. Las chicas morían por besarlo y él se dejaba querer sin problemas, bailaba con la primera chica guapa que pasara frente a él, le decía que era bonita y se besaban, bailaban otro poco hasta que él se les perdía de vista y comenzaba con lo mismo con otra chica. Y nadie las culpaba de que chicos tan guapos como él no existieran dos veces en la vida.
Mason y Jayden habían creado una especie de alianza como los nuevos becados, después de aquel raro pero amistoso partido Matt les había invitado a la fiesta y aunque ambos respondieron que lo pensarían muy en el fondo estaban un poco emocionados por asistir a una fiesta de ese tipo y les entusiasmaba un poco conocer chicas lindas.
Se pusieron sus chaquetas y emprendieron camino que para su sorpresa no les quedaba tan lejos de donde vivían. No estaban muy seguros al principio pero las caras amistosas y animadas le dieron el pequeño empujón para sentirse cómodos.
Una vez ahí pronto Jayden divisó a Kaylee con quien llevaba clase de cálculo y había podido hablar en un par de ocasiones.
— Me da mucho gusto verte por aquí. — La chica los saludó con un cálido abrazo.
— Sí, Matt nos invitó esta mañana, no podíamos decir que no.
— Quisiera presentarte a unas amigas. —Ambos se sonrieron y la chica lo jaló del brazo para encaminarlo hacia donde estaban las demás personas. — ¡Traigo nuevos amigos.! — Canturreó la chica llegando con sus amigos.
— Hola chicas. — Jason sonrió algo tímido ante las miradas de todas esas chicas.
— Ellos son mis 2 amigos en cálculo, gracias a ellos no me he hundido aún. — Todos rieron ante la mueca de “sufrimiento” de Kaylee.
— Hola, yo soy Emma. — La chica Stone comenzó a romper el hielo con los nuevos amigos. — ¿Les gusta el tequila?. — Todos volvieron a reír, parece que Emma poco a poco se sentía con más confianza.
Y así una a una fueron presentándose y comenzó a fluir la conversación entre chicos y chicas junto con los shots que no paraban de servir, esta sería una noche memorable, o tal vez no.
Theo y Cath bailaban animadamente, nadie podía negar que tenían una química increíble como amigos, bailaban como si toda la vida hubieran ensayado la coreografía, lo que no sabía la mayoría de la gente es que en efecto es cierto, habían convivido la cantidad de tiempo suficiente para aprenderse la coreo de esa canción. Hips don´t lie de Shakira era el mayor gusto culposo de Theo al convivir la mayoría de su infancia con las amigas de su madre y pues a Cath no le tocó de otra más que aceptarlo y disfrutarla al nivel de su tan querido amigo.
De repente los brazos de Theo acogieron a Cath en un apretado abrazo que por un momento la tomó por sorpresa. La cercanía del chico junto con los aromas del alcohol y el delicioso perfume que usaba llenaban los pulmones de Cath en un auténtico vals que embriagaba los sentidos al punto de casi la locura. Últimamente la chica se encontraba en un dilema sobre su amistad con Theo, estaba perdiendo el hilo sobre lo que en realidad sentía era más que amor fraternal o había algo cambiando en cuanto a la forma en la que ella lo miraba, es decir podía hablar tranquilamente con él pero si la abrazaba o si quiera un pequeño toque ella sentía que todo su ser de volcaba en prestarle atención al chico y todo el resto del mundo se desvanecía, anhelaba su tacto y se molestaba cuando otras chicas se acercaban demasiado. Era difícil decidir si estaba enamorándose poco a poco de su mejor amigo pero prefería tragarse sus sentimientos enredados que perderlo.
De un autonegro bajaron divertidos Jacob e Ivy quien a pesar de estar vestidos más formales de lo que la ocasión ameritaba no les importaba ya que solo querían llegar, saludar a sus amigos y que algo frío pasara por su garganta.
La chica ya estaba a unos tragos de no poder decir ni su nombre, el no haber cenado y haber tomado una botella de vino casi por su cuenta le estaban cobrando factura. Jacob por su parte estaba casi fresco como una lechuga aunque su lengua se arrastraba un poco al hablar.
Se fueron directo a la cocina por algo de beber mientras reían de algo que solo ellos pudieron escuchar, ella se había quitado el peinado que toda la tarde había tardado en elegir por su parte Jacob había dejado el saco en el auto y se había arriscado la camisa casi hasta los codos. La cercanía entre los dos les permitía percibir el olor del otro, el estruendo de la música y la gente en el lugar eran tan ruidosos que tenían que estar cerca para poder escuchar la conversación que estaban teniendo. Ivory tenía una amplia sonrisa y se encontraba tan relajada a pesar de que los ruidos muy fuertes la pusieran nerviosa la mayoría del tiempo había algo en la compañía de Jacob que mezclado con el alcohol que recorría su sangre la mantenían tranquila y alegre.
La impulsividad se apoderó de ella sacando al chico a bailar, había tanta gente que por más que no quisieran debían estar muy juntos, ella tomó las manos de Jacob y las puso en su cintura para continuar bailando, ella estaba al frente bailando y moviéndose al compás de la música mientras él tenía una lucha interna entre dejarse llevar o parar todo pero todo rastro de voluntad fue borrado cuando ella bajó sus manos de su cintura a las caderas y ahí fue cuando el chico terminó de ceder al alcohol y sus impulsos para tomar su rostro entre las dos manos y besarla envolviéndose en un juego de labios que fue correspondido.
Una vez que llenan sus vasos se van al jardín a seguir hablando, habían convivido muchos años ya que se conocían desde secundaria pero nunca habían charlado durante tanto tiempo solos y con tanta cercanía. Una de las manos de ella estaba en el pecho de él para sostenerse debido a que se encontraba mareada y no podía parar de reír, seguía la cercanía y en otro momento ya estaban besándose sin importar que hubiera alguien más en el lugar. Ella sentía la cara tan caliente que no sabía si era efecto de todo lo que había bebido o de que eso en realidad estuviera sucediendo. Unos momentos más adelante decidieron que era hora de irse, subieron al auto rumbo a casa de ella, quienes no perdieron la oportunidad para otra ronda de besos afuera de la casa de ella, entró a su casa y Jacob fue a la propia. Cada uno tratando de pensar en qué había pasado.
Andrew bailaba con un par de chicas con las que ya había salido un par de veces, ambas chicas estaban enteradas de que habían salido con el mismo chico casi al mismo tiempo pero eso no importaba porque estaban con el chico Collins y podrían ser la envidia de cualquier chica del lugar. El chico sabía que podía tener a cualquier chica a sus pies y claro que le tomaba provecho, a fin de cuentas la preparatoria algún día tiene que terminar y llegaría el momento de sentar cabeza, por lo tanto no había que preocuparse por cuantos corazones habría de romper.
Algunas chicas se ilusionan tan rápido con la idea de un noviazgo que no toman en cuenta que él las llama con un nombre diferente y en ocasiones no recuerda ni sus caras. Y no es que él quisiera ser necesariamente así de malo pero su único objetivo era pasarlo bien y que no se volviera personal para nadie. Diversión y nada más.
Victoria bailaba con unos amigos mientras su vida personal le dejaba de importar unos minutos, extrañaba la sensación de solo tener que pensar en sí misma y que el mundo rodara si así lo quería. Extrañaba ser el centro de atención y que todos hablaran de lo bien que se veía con las prendas que usaba, ella sabía a la perfección que si usaba un costal de papas podría rockearlo y verse fabulosa. No todo era perfecto en su cabeza y había cosas que podía ignorar por tanto tiempo, si supieran que a pesar que está usando un atuendo que se encuentra arriba de los cincuenta mil dólares en su casa la despensa poco a poco llegaba a su fin.
Unas manos alcanzaron su cintura y la jalaron consigo, al escuchar su nombre proveniente de aquella boca ella sabía con quien se encontraba, Dylan y ella habían salido por un año pero ella decidió que no lo quería ver más y rompió con él mediante un mensaje de texto. No se podía negar que el chico era algo atractivo, es decir es alto y era atlético contemplando que los meses que tiene en el gimnasio se le notan bastante, tenía una linda sonrisa acompañada de unos ojos avellana claros que cuando reflejaban el sol se tornaban color miel y una voz que le ponen la piel de gallina a cualquier chica pero aún con todas esas características juntas a Victoria había cosas que no le terminaban de cuadrar y por eso lo dejó de una manera tan impersonal.
— Luces hermosa. — El chico aún la sostenía por la cintura. — ¿Vienes sola?
— Algo así. — Victoria vaciló para dar una respuesta, la cercanía con el chico la tenía algo nerviosa y el que alguien los pudiera ver más.
— Acompáñame al auto.— Dijo él poniendo tensa a la chica. — No es para lo que tu crees, tengo que hablar contigo sobre algo muy personal.
— Solo un momento y me marcho. — Ella indicó recibiendo un asentimiento por parte de él.
Caminaron hacia el auto de él, Victoria lo conocía como la palma de la mano, en ocasiones se escapaban en la madrugada de fiesta y simplemente a divertirse por ahí. Él abre la puerta del copiloto dejando sentada a Victoria, rodea el auto y se sienta del lado del conductor. La conversación comienza preguntándose el uno al otro sobre sus vidas y cómo han evolucionado las cosas entre sus familias.
— Mira, dejemos la falsa modestia y hablemos sobre lo que en realidad es importante. — El chico la interrumpió de manera brusca. — Y no precisamente sobre mí.
— Te escucho. — Victoria se sentía un poco más cómoda ahora para hablar.
— Aquel mensaje de texto que me llegó un día viernes de hace un año. — Comenzó el chico a lo que Victoria tensó el estómago. — No fue muy impresionante de tu parte, sabía que tarde o temprano lo harías, era de lo único que hablaban tus amigas.
— Quisiera pedirte una disculpa por ello, yo…— fue interrumpida de nuevo.
— Ni te molestes, solo te estoy poniendo en contexto. — Dylan puso las manos en señal de calma. — Como recordarás yo no volví a buscarte ni nada y a la semana me di cuenta de que ya tenías una relación con otro chico y pues yo perdí la esperanza en ti, pero hablando de perder me di cuenta de algo.
— Dímelo.
— Lo has perdido todo y estás más rota que una nuez. — El chico terminó la oración con una sonrisa. Victoria no podía creer lo que había salido de su boca y tuvo que agarrar el asiento para no perder la postura.
— No sé a qué te refieras con eso, pero estás loco. — Ella intentó abrir la puerta pero inmediatamente él puso los seguros.
— ¿A qué me refiero?. — Dylan parecía divertido ante la situación. — Estás quebrada, tu papá es un apostador y un idiota al que le están buscando porque le debe dinero a todo el mundo y si pronto no dan respuesta serás la primera en pagar los platos.
Victoria sentía como su corazón iba tan rápido igual que un caballo a todo galope, sus manos se ponían heladas mientras sus labios se tensaban.
—Tu no sabes nada de los que nos pase a mi o a mi padre. — El intento por un tono amenazante fue en vano por parte de la chica, le temblaban las piernas y le tiritaban los dientes.
— Por supuesto que lo sé. — El chico sonreía como si le acaban de anunciar que se había sacado la lotería e incluso pequeñas risas se apoderaban de él. — ¿Acaso no sabes quién es el nuevo dueño de todo lo que le pertenecía a tu padre? Yo pensé que esos chismes corrían rápido entre la alta sociedad, un segundo, tu ya no perteneces ahí.
— Creo que ya sé de quién heredaste lo imbécil. — Victoria a pesar de que por dentro se estaba desmoronando podía sostenerle la mirada. — Solo un idiota como tu padre permitiría que manejaras una empresa como la de mi papá.
— Te aconsejo que no me hagas enfadar porque podrías arruinar tus posibilidades. Lo que te pediré no se compara en nada en comparación a lo que mis hombres y todas esas personas que fueron estafadas por tu padre quieren hacerles. — Las pupilas de Dylan brillaban de emoción al ver como emanaba el miedo del cuerpo de la chica sin siquiera ponerle un dedo encima.
— ¿Qué es lo que quieres entonces?
— Te quiero a ti.
- besito:
Holaaaaa las he echado mucho de menooooos
este capi también lo pensaba subir desde ayer pero no sentía que aún estuviera terminado
espero leer sus comentarios y si veo algunos la sigo, las tqm
mishel
Re: Apple Valley Academy
Ay madre como la puedes dejar así!!!
Me has dejado con ganas de más.
No me gusta Dylan y mucho menos cuando ha dicho eso... creo que va a aprovecharse de Victoria por su situación.
Espero que la sigas pronto porque necesito saber qué pasa!!!
Un abrazo
Beaaa22
Re: Apple Valley Academy
Holaa
Espero poder escribir hoy y el domingo más tardar publicar 1 o 2 capis♡
Espero poder escribir hoy y el domingo más tardar publicar 1 o 2 capis♡
mishel
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