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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
Capitulo 16
-Lo que veo por fuera me parece realmente sugerente, pero te equivocas. No solo veo el exterior. Hace ya meses que te conozco y se me da bien conocer el carácter de la gente. He tenido que aprender para llegar a donde estoy.
-Puede- dijo ella, no del todo convencida y se apartó ligeramente de él.
¿Qué estaba haciendo?. ¿Se había vuelto loca?.
No podía tener un romance con Joseph Jonas. Solo estaba flirteando con ella y, dijera lo que dijera, aquello no era más que un juego para él. Aquello no sería más que otra aventura y esperaría de ella que supiera jugar según las reglas. El problema era que ni siquiera conocía dichas reglas.
-¿Sabes?. Tarde o temprano tendrás que confiar en alguien, por muy mal que ese hombre se portara contigo.
-¿Por qué?
-Porque de no hacerlo, él habrá ganado.
-No lo entiendes.
-Prueba a contarme lo que sucedió y así podré entenderlo.
El corazón se le aceleró. Se sentía extraña. Apartó los ojos de él y miró el agua tranquila del lago. Luego alzó la mirada al cielo.
-No- dijo finalmente
Jamás se humillaría tratando de explicarle lo que había sucedido
-¿Estas pensando en él ahora mismo, ¿verdad?- la acusó Joseph.- ¿Quién de los dos acabó la relación?
Durante un segundo ella pensó que la histeria iba a ganar, que iba a acabar soltando una sonora carcajada. Pero se contuvo.
-Ya te dije que no era lo que tú pensabas, que no entiendes de que se trata.
Durante unos minutos el sonido del agua y de los pájaros lo llenó todo.
-Ven aquí- dijo él, abrazándola con fuerza y besándola con hambre.
Ella respondió con idéntica pasión, sorprendiéndose de los sentimientos que aquel hombre podía despertar en ella. Algo estaba sucediendo y no legaba a comprender de qué se trataba.
Con solo tocarla hacía que olvidara todas las razones por las que una relación entre ellos no podía tener lugar.
La besó durante mucho tiempo mientras ella notaba con placer cómo su cuerpo duro la necesitaba de verdad.
Al cabo de un rato, el beso cesó y él se apartó lentamente.
-Si sigo besándote, sospecho que no voy a poder controlarme más. No estoy acostumbrado a tanta represión.
-Sin duda, te han malcriado. Has tenido a docenas de mujeres ansiosas por convertirse en tus esclavas, ¿verdad?. No poder conseguir siempre lo que se quiere es algo bueno para ti.
-Tú eres algo bueno para mí- dijo él, completamente serio.
Ella lo miró fijamente. Era un hombre atractivo, experimentado, guapo, rico. Podría tener a miles de mujeres capaces de complacerlo a su antojo. ¿Cómo podía ella competir con eso?
Ella tenía aún graves problemas que resolver y encontrarlo a él le había hecho enfrentarse a ello con más fuerza.
Sexualmente era aún tan inocente como la niña de ocho años a la que había intentado violar David. No sabía nada del amor ni de los hombres.
No había seguido los pasos que los adolescentes normales siguen.
Consciente del torbellino interior que estaba sufriendo ella, Joseph la besó sutilmente en los labios y se levantó.
-Vamos a dar un paseo- le dijo.- Te voy a enseñar los cisnes jóvenes y el nido del búho, que tiene una cría.
_____ lo miró sorprendida. Era un hombre duro, ago cínico. Jamás habría esperado que sintiera interés alguno por una cría de búho.
-¿Qué te pasa?- preguntó él.
-Nada.
El se detuvo y la obligó a pararse.
- Dime lo que te pasa.
-nada, de verdad. Simplemente que jamás habría imaginado que te interesar la vida animal.
-¿No?. ¿Y cómo imaginas que soy?- preguntó el.- ¿O quizás sería mejor que no te preguntara eso para que no tuvieras que mentir?
_____ se sorprendió del tono de la pregunta. Había, como siempre, ese aire jocoso con el que solía distanciarse, pero su pregunta abrigaba algo más profundo y complejo
Joseph adivinó una vez más su sorpresa y se rió.
-Eres única, _____. ¿Lo sabías?- murmuró cuando acalló su risa.- Como mi padre le dice a mi madre: “Dios te ha debido crear para obligarme a ser humilde”
-¿Ser humilde?- preguntó ella, secretamente complacida con la comparación con sus padre-s. No es un término que asocie contigo, la verdad.
La abrazó de nuevo, besándola hasta hacerla suspirar.
Luego continuaron su paseo y él le contó cómo había llegado a ser el hombre que era.
Algunos recuerdos eran felices, otros, sin embargo, eran muy tristes.
-Mi padre trabajaba para una empresa de muebles. Un día, un armario de madera maciza se le cayó encima y le rompió las dos piernas. Los dueños de la empresa le prometieron hacer las cosas bien, pero no cumplieron esa promesa. Jamás le dieron la indemnización y quedamos en una terrible situación económica.
Tuvimos que cambiarnos de casa a un lugar pequeño en un barrio difícil- dijo Joseph.-
Mi madre trabajó durante años en lo que pudo: como asistenta, como camarera….
-Pero tú padre parece estar bien.
Joseph se encogió de hombros.
-La verdad es que sufre muchos dolores, pero ha conseguido aprender a disimularlos. También tiene el corazón delicado. Mi madre dice que ese mal se lo causaron las heridas del golpe. Cada día que pasa con ella es como un regalo.
-L siento, Joseph- dijo ella con sincera congoja.
-Lo primero que hice cuando conseguí mi dinero fue arruinar a la compañía que nos causó tanto mal- dijo Joseph. Era un negocio familiar que llevaba funcionado desde principios del siglo pasado. Pero engañaron a mi padre. No me arrepiento ni me arrepentiré de haberlo hecho.
_____ lo cría. Debía de ser duro tener a Joseph Jonas como enemigo.
-Aprendí muy pronto que esta sociedad desprecia a los débiles y solo respeta a quien tiene poder e influencia- Joseph se volvió a mirarla. ¿Te estoy asustando con mis comentarios?
-No, dijo ella e hizo una pausa. Pero o creo que sea tan simple. Creo que hay mucha gente que trata de hacer las cosas bien, que pelea por cambiar lo que está mal. No obstante, es cierto que eso es difícil, y muchos inocentes terminan siendo víctimas. También creo que se puede luchar contra las injusticias de un modo justo y legal.
-Estoy de acuerdo- se miraron fijamente unos segundos y él sonrió. Eso es lo que yo hago. Lucho siempre dentro de los márgenes de la ley, aunque a veces sienta tentaciones de tomar el camino más corto Por suerte, en el caso de los empresarios que engañaron a mi padre, su orgullo mal entendido jugó una baza a mi favor. Pensaron que el insignificante hijo de un obrero jamás podría hacerles daño.
-Los odias, ¿verdad?
-Los llegué a odiar profundamente en el pasado- respondió él. Ahora ya no. En cuanto al poder y la riqueza que los mantenía juntos se evaporó, la familia se desmoronó y sus miembros comenzaron a luchar unos con otros. Mi familia superó las dificultades y ha seguido y sigue unida. Seguir odiando cuando has conseguido el triunfo es un esfuerzo vano, una pérdida de energía. Lo mismo que luchar contra la fuerza del amor.
_____ sintió un nudo en la garganta y no pudo pronunciar palabra durante al menos treinta segundos. Aquellas palabras dichas al azar acababan de rebelarle una vedad innegable. ¿Cómo había estado tan ciega?. Estaba enamorada de él. Esa era la explicación a tantas y tan extrañas sensaciones. Y tenía razón, era un esfuerzo inútil luchar contra el poder del amor.
No había reconocido los síntomas hasta aquel instante.
No obstante, seguía siendo absurdo tener sentimientos así por un hombre como Joseph.
Ella jamás estaría al nivel de las mujeres con las que salía.
Respecto a su interés por ella, estaba basado en la novedad, en el hecho de que no hubiera caído rendida a sus pies nada más verlo. Su distancia y frialdad había actuado como un cebo.
-¿Por qué no te quedas esta noche conmigo?. No tiene por qué ocurrir nada que tú no quieras que ocurra.
-¿Es eso lo que les dices a todas las mujeres que traes aquí?- le preguntó ella con lo que trató que fuera un tono jovial y ligero.
El no respondió durante unos segundos y el silencio la obligó a mirarlo. Se encontró con un gesto tenso.
-Tú no eres así- le dijo él.- ¿Por qué finges ser algo que no eres?. Pensé que habíamos dejado a un lado los juegos. Durante semanas te has escondido detrás de respuestas superficiales e ingeniosas y ya me he cansado.
-Está claro que te resulto molesta- contestó ella bruscamente.- Será mejor que me vaya a casa ahora.
-¿Es ese tu modo de afrontar las cosas?. ¿Siempre huyes?
-¿Cómo te atreves a decirme eso?- estaba furiosa.- Jamás he huido de nada en mi vida, a pesar de haber tenido, en más de una ocasión, razones más que sobradas para hacerlo.
-Pruébalo. Quédate aquí- dijo él.- En tu propia habitación, si insistes.
-No.,
-¿Por qué?
-Porque no quiero- respondió ella con firmeza.
-Mentirosa- dijo él, atreviéndose a sonreír. Acto seguido se volvió y señaló al árbol.- Escucha. El búho está cantando. ¿Lo oyes?
Ella dijo algo realmente rudo sobre el búho que lo desconcertó a él y la ruborizó a ella.
Joseph la miró fija y largamente.
-Voy a ayudarte a decidir, _____- dijo él.- Te quedarás aquí esta noche. Fin de la discusión.
-¡No puedo creerme que esté oyendo esto!
-Y yo no puedo creer que lo esté diciendo. Es la primera vez que tengo que usar semejantes métodos para tener compañía femenina.
-No lo dudo. Seguro que normalmente tienes a tus amantes haciendo cola detrás de ti.
-A cientos.
-Pues hay un adjetivo para hombre como tú.
-Hay muchos: atractivo, irresistible, seductor…¿quieres que siga?- el sonrió al ver su gesto furioso. Sé que es un cliché, pero te pones muy guapa cuando te enfadas.
-Sí, es un cliché y, por mucho que me adules, no vas a conseguir convencerme. No puedo quedarme, entre otras cosas, porque no puedo ir a trabajar mañana vestida así.
-A mí no me importa y soy el jefe- dijo en tono jocoso. De pronto, su tono cambió, y se hizo suave y convincente.- _____, ¿Por qué no me cuentas lo que sucedió?.
Si quiero saberlo, es porque me importas.
_____ pasó de la rabia a la debilidad y tuvo que controlar las lágrimas. Aquel hombre podía llegar a ser increíblemente tierno.
Tragó saliva decidida a no derrumbarse. Por primera vez en su vida ansiaba estar en brazos de un hombre. Pero eso la llevaba a aceptar que se había enamorado y la asustaba.
-Lo haría si pudiera. Pero no puedo.
Si le contaba lo de David, la vería de un modo distinto. En cuanto supiera que con veinticinco años aún no había tenido ninguna relación, la tacharía de extraña, de rara. Tal y como habían hecho las familias de acogida y los trabajadores sociales después de lo sucedido con David Kirby.
-¿_____?- Joseph tomó su barbilla con los dedos.- No puedes guardarlo dentro de ti para siempre. No voy a permitirlo. Al principio pesé que no te gustaba, que no había esperanza de que llegáramos a ser nada más que compañeros de trabajo. Pero ahora que ya te he tenido en mis brazos, tu cuerpo me dice algo muy distinto.
-No es que no me gustes, pero…
-Siempre tienes un “pero”, siempre estás librando una batalla interior.
La abrazó y el rostro de ella quedó sepultado en su torso protector.
-Joseph, por favor, llévame a casa.
-No, respondió él con decisión. Te quedarás aquí. No te preocupes, no compartirás habitación conmigo. Por la mañana, desayunaremos juntos y, luego te llevaré a tu apartamento para que te cambies de ropa.
-Lo siento, pero no estamos trabajando ahora, así que no admito que me des órdenes. Me gusta decidir lo que quiero o no quiero hacer y ahora quiero ir a casa.
-A mí tampoco me gusta que me digan lo que debo hacer. Si hubieras intentado convencerme recurriendo a las lágrimas, tal vez lo hubieras conseguido.
-No estoy aquí para convencerte de nada.
-Sí, eso está claro. Lo que te hace única en tu especie. Yo diría que eres muy especial.
-Me da exactamente igual lo que tú digas- respondió ella con dureza.
-Espero que eso no sea verdad- dijo él con cierta ironía. Aunque empiezo a sospechar que pueda serlo. De cualquier forma, te quedas en el chateau esta noche y te rogaría que tuvieras la amabilidad de no comportarte como si se tratara de una pena de muerte. Por cierto, tengo claras intenciones de que esta no sea la única noche que te quedes en mi casa.
-Joseph….
-No quiero oír nada más- dijo el en un tono contundente. Por cierto, el período de prueba laboral ha terminado. Es el momento de tomar una decisión. Me gustaría que te quedaras en París y que continuaras en tu puesto. ¿Cuál es tu veredicto?
-¿Veredicto?- ella forzó una sonrisa, confusa ante la pregunta y ante el repentino cambio de tema. Haces que suene como si fuera una decisión de vida o muerte.
Joseph la miró sin decir nada, así que, pasados unos segundos, ella continuó.
-Me gusta el trabajo y me gustaría quedarme. ¿Me estas ofreciendo un puesto definitivo?.
-Así es, _____. Te estoy ofreciendo un puesto definitivo- dijo él suavemente.
Continuara
.Lu' Anne Lovegood.
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
Capitulo 16
-Lo que veo por fuera me parece realmente sugerente, pero te equivocas. No solo veo el exterior. Hace ya meses que te conozco y se me da bien conocer el carácter de la gente. He tenido que aprender para llegar a donde estoy.
-Puede- dijo ella, no del todo convencida y se apartó ligeramente de él.
¿Qué estaba haciendo?. ¿Se había vuelto loca?.
No podía tener un romance con Joseph Jonas. Solo estaba flirteando con ella y, dijera lo que dijera, aquello no era más que un juego para él. Aquello no sería más que otra aventura y esperaría de ella que supiera jugar según las reglas. El problema era que ni siquiera conocía dichas reglas.
-¿Sabes?. Tarde o temprano tendrás que confiar en alguien, por muy mal que ese hombre se portara contigo.
-¿Por qué?
-Porque de no hacerlo, él habrá ganado.
-No lo entiendes.
-Prueba a contarme lo que sucedió y así podré entenderlo.
El corazón se le aceleró. Se sentía extraña. Apartó los ojos de él y miró el agua tranquila del lago. Luego alzó la mirada al cielo.
-No- dijo finalmente
Jamás se humillaría tratando de explicarle lo que había sucedido
-¿Estas pensando en él ahora mismo, ¿verdad?- la acusó Joseph.- ¿Quién de los dos acabó la relación?
Durante un segundo ella pensó que la histeria iba a ganar, que iba a acabar soltando una sonora carcajada. Pero se contuvo.
-Ya te dije que no era lo que tú pensabas, que no entiendes de que se trata.
Durante unos minutos el sonido del agua y de los pájaros lo llenó todo.
-Ven aquí- dijo él, abrazándola con fuerza y besándola con hambre.
Ella respondió con idéntica pasión, sorprendiéndose de los sentimientos que aquel hombre podía despertar en ella. Algo estaba sucediendo y no legaba a comprender de qué se trataba.
Con solo tocarla hacía que olvidara todas las razones por las que una relación entre ellos no podía tener lugar.
La besó durante mucho tiempo mientras ella notaba con placer cómo su cuerpo duro la necesitaba de verdad.
Al cabo de un rato, el beso cesó y él se apartó lentamente.
-Si sigo besándote, sospecho que no voy a poder controlarme más. No estoy acostumbrado a tanta represión.
-Sin duda, te han malcriado. Has tenido a docenas de mujeres ansiosas por convertirse en tus esclavas, ¿verdad?. No poder conseguir siempre lo que se quiere es algo bueno para ti.
-Tú eres algo bueno para mí- dijo él, completamente serio.
Ella lo miró fijamente. Era un hombre atractivo, experimentado, guapo, rico. Podría tener a miles de mujeres capaces de complacerlo a su antojo. ¿Cómo podía ella competir con eso?
Ella tenía aún graves problemas que resolver y encontrarlo a él le había hecho enfrentarse a ello con más fuerza.
Sexualmente era aún tan inocente como la niña de ocho años a la que había intentado violar David. No sabía nada del amor ni de los hombres.
No había seguido los pasos que los adolescentes normales siguen.
Consciente del torbellino interior que estaba sufriendo ella, Joseph la besó sutilmente en los labios y se levantó.
-Vamos a dar un paseo- le dijo.- Te voy a enseñar los cisnes jóvenes y el nido del búho, que tiene una cría.
_____ lo miró sorprendida. Era un hombre duro, ago cínico. Jamás habría esperado que sintiera interés alguno por una cría de búho.
-¿Qué te pasa?- preguntó él.
-Nada.
El se detuvo y la obligó a pararse.
- Dime lo que te pasa.
-nada, de verdad. Simplemente que jamás habría imaginado que te interesar la vida animal.
-¿No?. ¿Y cómo imaginas que soy?- preguntó el.- ¿O quizás sería mejor que no te preguntara eso para que no tuvieras que mentir?
_____ se sorprendió del tono de la pregunta. Había, como siempre, ese aire jocoso con el que solía distanciarse, pero su pregunta abrigaba algo más profundo y complejo
Joseph adivinó una vez más su sorpresa y se rió.
-Eres única, _____. ¿Lo sabías?- murmuró cuando acalló su risa.- Como mi padre le dice a mi madre: “Dios te ha debido crear para obligarme a ser humilde”
-¿Ser humilde?- preguntó ella, secretamente complacida con la comparación con sus padre-s. No es un término que asocie contigo, la verdad.
La abrazó de nuevo, besándola hasta hacerla suspirar.
Luego continuaron su paseo y él le contó cómo había llegado a ser el hombre que era.
Algunos recuerdos eran felices, otros, sin embargo, eran muy tristes.
-Mi padre trabajaba para una empresa de muebles. Un día, un armario de madera maciza se le cayó encima y le rompió las dos piernas. Los dueños de la empresa le prometieron hacer las cosas bien, pero no cumplieron esa promesa. Jamás le dieron la indemnización y quedamos en una terrible situación económica.
Tuvimos que cambiarnos de casa a un lugar pequeño en un barrio difícil- dijo Joseph.-
Mi madre trabajó durante años en lo que pudo: como asistenta, como camarera….
-Pero tú padre parece estar bien.
Joseph se encogió de hombros.
-La verdad es que sufre muchos dolores, pero ha conseguido aprender a disimularlos. También tiene el corazón delicado. Mi madre dice que ese mal se lo causaron las heridas del golpe. Cada día que pasa con ella es como un regalo.
-L siento, Joseph- dijo ella con sincera congoja.
-Lo primero que hice cuando conseguí mi dinero fue arruinar a la compañía que nos causó tanto mal- dijo Joseph. Era un negocio familiar que llevaba funcionado desde principios del siglo pasado. Pero engañaron a mi padre. No me arrepiento ni me arrepentiré de haberlo hecho.
_____ lo cría. Debía de ser duro tener a Joseph Jonas como enemigo.
-Aprendí muy pronto que esta sociedad desprecia a los débiles y solo respeta a quien tiene poder e influencia- Joseph se volvió a mirarla. ¿Te estoy asustando con mis comentarios?
-No, dijo ella e hizo una pausa. Pero o creo que sea tan simple. Creo que hay mucha gente que trata de hacer las cosas bien, que pelea por cambiar lo que está mal. No obstante, es cierto que eso es difícil, y muchos inocentes terminan siendo víctimas. También creo que se puede luchar contra las injusticias de un modo justo y legal.
-Estoy de acuerdo- se miraron fijamente unos segundos y él sonrió. Eso es lo que yo hago. Lucho siempre dentro de los márgenes de la ley, aunque a veces sienta tentaciones de tomar el camino más corto Por suerte, en el caso de los empresarios que engañaron a mi padre, su orgullo mal entendido jugó una baza a mi favor. Pensaron que el insignificante hijo de un obrero jamás podría hacerles daño.
-Los odias, ¿verdad?
-Los llegué a odiar profundamente en el pasado- respondió él. Ahora ya no. En cuanto al poder y la riqueza que los mantenía juntos se evaporó, la familia se desmoronó y sus miembros comenzaron a luchar unos con otros. Mi familia superó las dificultades y ha seguido y sigue unida. Seguir odiando cuando has conseguido el triunfo es un esfuerzo vano, una pérdida de energía. Lo mismo que luchar contra la fuerza del amor.
_____ sintió un nudo en la garganta y no pudo pronunciar palabra durante al menos treinta segundos. Aquellas palabras dichas al azar acababan de rebelarle una vedad innegable. ¿Cómo había estado tan ciega?. Estaba enamorada de él. Esa era la explicación a tantas y tan extrañas sensaciones. Y tenía razón, era un esfuerzo inútil luchar contra el poder del amor.
No había reconocido los síntomas hasta aquel instante.
No obstante, seguía siendo absurdo tener sentimientos así por un hombre como Joseph.
Ella jamás estaría al nivel de las mujeres con las que salía.
Respecto a su interés por ella, estaba basado en la novedad, en el hecho de que no hubiera caído rendida a sus pies nada más verlo. Su distancia y frialdad había actuado como un cebo.
-¿Por qué no te quedas esta noche conmigo?. No tiene por qué ocurrir nada que tú no quieras que ocurra.
-¿Es eso lo que les dices a todas las mujeres que traes aquí?- le preguntó ella con lo que trató que fuera un tono jovial y ligero.
El no respondió durante unos segundos y el silencio la obligó a mirarlo. Se encontró con un gesto tenso.
-Tú no eres así- le dijo él.- ¿Por qué finges ser algo que no eres?. Pensé que habíamos dejado a un lado los juegos. Durante semanas te has escondido detrás de respuestas superficiales e ingeniosas y ya me he cansado.
-Está claro que te resulto molesta- contestó ella bruscamente.- Será mejor que me vaya a casa ahora.
-¿Es ese tu modo de afrontar las cosas?. ¿Siempre huyes?
-¿Cómo te atreves a decirme eso?- estaba furiosa.- Jamás he huido de nada en mi vida, a pesar de haber tenido, en más de una ocasión, razones más que sobradas para hacerlo.
-Pruébalo. Quédate aquí- dijo él.- En tu propia habitación, si insistes.
-No.,
-¿Por qué?
-Porque no quiero- respondió ella con firmeza.
-Mentirosa- dijo él, atreviéndose a sonreír. Acto seguido se volvió y señaló al árbol.- Escucha. El búho está cantando. ¿Lo oyes?
Ella dijo algo realmente rudo sobre el búho que lo desconcertó a él y la ruborizó a ella.
Joseph la miró fija y largamente.
-Voy a ayudarte a decidir, _____- dijo él.- Te quedarás aquí esta noche. Fin de la discusión.
-¡No puedo creerme que esté oyendo esto!
-Y yo no puedo creer que lo esté diciendo. Es la primera vez que tengo que usar semejantes métodos para tener compañía femenina.
-No lo dudo. Seguro que normalmente tienes a tus amantes haciendo cola detrás de ti.
-A cientos.
-Pues hay un adjetivo para hombre como tú.
-Hay muchos: atractivo, irresistible, seductor…¿quieres que siga?- el sonrió al ver su gesto furioso. Sé que es un cliché, pero te pones muy guapa cuando te enfadas.
-Sí, es un cliché y, por mucho que me adules, no vas a conseguir convencerme. No puedo quedarme, entre otras cosas, porque no puedo ir a trabajar mañana vestida así.
-A mí no me importa y soy el jefe- dijo en tono jocoso. De pronto, su tono cambió, y se hizo suave y convincente.- _____, ¿Por qué no me cuentas lo que sucedió?.
Si quiero saberlo, es porque me importas.
_____ pasó de la rabia a la debilidad y tuvo que controlar las lágrimas. Aquel hombre podía llegar a ser increíblemente tierno.
Tragó saliva decidida a no derrumbarse. Por primera vez en su vida ansiaba estar en brazos de un hombre. Pero eso la llevaba a aceptar que se había enamorado y la asustaba.
-Lo haría si pudiera. Pero no puedo.
Si le contaba lo de David, la vería de un modo distinto. En cuanto supiera que con veinticinco años aún no había tenido ninguna relación, la tacharía de extraña, de rara. Tal y como habían hecho las familias de acogida y los trabajadores sociales después de lo sucedido con David Kirby.
-¿_____?- Joseph tomó su barbilla con los dedos.- No puedes guardarlo dentro de ti para siempre. No voy a permitirlo. Al principio pesé que no te gustaba, que no había esperanza de que llegáramos a ser nada más que compañeros de trabajo. Pero ahora que ya te he tenido en mis brazos, tu cuerpo me dice algo muy distinto.
-No es que no me gustes, pero…
-Siempre tienes un “pero”, siempre estás librando una batalla interior.
La abrazó y el rostro de ella quedó sepultado en su torso protector.
-Joseph, por favor, llévame a casa.
-No, respondió él con decisión. Te quedarás aquí. No te preocupes, no compartirás habitación conmigo. Por la mañana, desayunaremos juntos y, luego te llevaré a tu apartamento para que te cambies de ropa.
-Lo siento, pero no estamos trabajando ahora, así que no admito que me des órdenes. Me gusta decidir lo que quiero o no quiero hacer y ahora quiero ir a casa.
-A mí tampoco me gusta que me digan lo que debo hacer. Si hubieras intentado convencerme recurriendo a las lágrimas, tal vez lo hubieras conseguido.
-No estoy aquí para convencerte de nada.
-Sí, eso está claro. Lo que te hace única en tu especie. Yo diría que eres muy especial.
-Me da exactamente igual lo que tú digas- respondió ella con dureza.
-Espero que eso no sea verdad- dijo él con cierta ironía. Aunque empiezo a sospechar que pueda serlo. De cualquier forma, te quedas en el chateau esta noche y te rogaría que tuvieras la amabilidad de no comportarte como si se tratara de una pena de muerte. Por cierto, tengo claras intenciones de que esta no sea la única noche que te quedes en mi casa.
-Joseph….
-No quiero oír nada más- dijo el en un tono contundente. Por cierto, el período de prueba laboral ha terminado. Es el momento de tomar una decisión. Me gustaría que te quedaras en París y que continuaras en tu puesto. ¿Cuál es tu veredicto?
-¿Veredicto?- ella forzó una sonrisa, confusa ante la pregunta y ante el repentino cambio de tema. Haces que suene como si fuera una decisión de vida o muerte.
Joseph la miró sin decir nada, así que, pasados unos segundos, ella continuó.
-Me gusta el trabajo y me gustaría quedarme. ¿Me estas ofreciendo un puesto definitivo?.
-Así es, _____. Te estoy ofreciendo un puesto definitivo- dijo él suavemente.
Continuara
.Lu' Anne Lovegood.
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
En cuanto llegue del colegio les subo otro cap! oki? las adoroo!!
XOXO
XOXO
.Lu' Anne Lovegood.
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
la rayis deberia contarel todo a joseph
sii dale
pero unso solo+no por ahi 3 :)
sii dale
pero unso solo+no por ahi 3 :)
andreita
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
Subiste el mismo cap dos veces xD
me gusto mucho el cap Joe es lindo!
Pero la rayis me desespera! Quiero abofetearla y decirla: animal! Joseph es fabuloso! Despierta y deja de traumarte con el pasado! Okno! No hay nevesidad de tanta rudeza!
Aiguela please
me gusto mucho el cap Joe es lindo!
Pero la rayis me desespera! Quiero abofetearla y decirla: animal! Joseph es fabuloso! Despierta y deja de traumarte con el pasado! Okno! No hay nevesidad de tanta rudeza!
Aiguela please
yamijonasforever
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
si si subiste 2 vecs el mismo capii pero igualll lo ameeee!!!
*_*
x diossssss la rayiss tarde o temprano stara con joe para q hacerc la dura!!
siguelaa porfisss
y psss esperareeee con muchas ansias tu capii!!!
de pana soy adictisima a esta nove!!
att: tu megaa fiel lectoraa
*_*
x diossssss la rayiss tarde o temprano stara con joe para q hacerc la dura!!
siguelaa porfisss
y psss esperareeee con muchas ansias tu capii!!!
de pana soy adictisima a esta nove!!
att: tu megaa fiel lectoraa
Yhosdaly
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
yamijonasforever escribió:Subiste el mismo cap dos veces xD
me gusto mucho el cap Joe es lindo!
Pero la rayis me desespera! Quiero abofetearla y decirla: animal! Joseph es fabuloso! Despierta y deja de traumarte con el pasado! Okno! No hay nevesidad de tanta rudeza!
Aiguela please
Enserio?!! omg! lo sientoo, de verdad pero es que he andadooo muy distraida estos dias & subo los caps muy rapido xq mis dias ultimamente han sido demasiado apresurados! de verdad que lo siento
.Lu' Anne Lovegood.
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
Yhosdaly Fast Life! escribió:si si subiste 2 vecs el mismo capii pero igualll lo ameeee!!!
*_*
x diossssss la rayiss tarde o temprano stara con joe para q hacerc la dura!!
siguelaa porfisss
y psss esperareeee con muchas ansias tu capii!!!
de pana soy adictisima a esta nove!!
att: tu megaa fiel lectoraa
Aww de verdad que lo siento mucho, enseguida subo cap!
.Lu' Anne Lovegood.
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
Capitulo 17
_____ durmió mal en la suntuosa habitación de invitados que Joseph había hecho preparar para ella.
Cada crujido, cada sonido de la casa la despertaba y la instaba a mirar hacia la gran puerta.
Pero la esperada figura que intranquilizaba sus sueños no legó a materializarse.
A las cinco de la mañana, dejó de intentar dormirse en vano y se levantó. Se dio una ducha cálida con agua abundante en aquel lujoso baño mientras se preguntaba cómo había llegado a semejante situación.
El culpable de todo era él. Joseph Jonas era como una enorme apisonadora. Hacía oídos sordos a lo que los demás le decían o le pedían, a los deseos ajenos.
“Deseos”…La palabra la sedujo momentáneamente. _____ apagó el agua caliente y dejó que la fría apagara su fuego.
Quería estar furiosa con él, necesitaba estar furiosa con él. Era el único modo de que pudiera mantener su amor a raya. Estaba loca pro haberse enamorado de un hombre como Joseph. Podría destruirla por completo y luego seguir su camino tranquilamente. Y lo haría.
Sabía que lo decepcionaría en la cama. Podría decepcionarlo en todo. No, no se sentía capaz de enfrentarse a tales retos.
Salió del baño envuelta en una toalla y temblando convulsivamente. Olía bien, a jabón caro. Sin duda lo era. Todo allí rezumaba poder y riqueza.
Era demasiado pronto para vestirse, así que se tumbó en la cama con el albornoz puesto y cerró los ojos.
No se dio cuenta de que se había quedado dormida hasta que, al abrir los ojos de nuevo, se encontró el rostro sonriente de Joseph delante de ella.
-Buenos días- antes de que respondiera, se inclinó y la besó cálidamente. Este es el mejor modo de empezar el día, ¿no crees?
-Te estas aprovechando de mi situación- dijo ella débilmente.
Recién afeitado y con el pelo aún mojado de la ducha estaba realmente sexy. De pronto se preguntó qué aspecto tendría ella. No llevaba maquillaje y se había quedado dormida con el pelo mojado.
-No tengo más remedio que valerme de las armas que tengo en mi mano- respondió él.
Mantuvo su voz en un tono suave. El recuerdo de lo hermosa y dulce que estaba antes de despertarse le había dejado el corazón acelerado.
La deseaba con tanta intensidad que le dolía.
La besó una vez más y deslizó sus manos por debajo del albornoz.
Ella se tensó un momento, pero no opuso resistencia.
Después de una noche de sueños inquietos, lo único que ansiaba realmente era estar en sus brazos, sentir sus caricias y sus besos. Sabía que no podía durar, pero en aquel momento era a ella a quien deseaba.
De pronto, quiso olvidarse de todo, del pasado y del futuro, y disfrutar solo del presente.
Sus manos recorrieron su cuerpo desnudo y ella se abrazó y lo besó con pasión.
Por eso, cuando él se detuvo, se apartó de ella y se dirigió a la venta, _____ se quedó en la cama mirándolo confusa.
-Monique vendrá de un momento a otro con una taza de té para ti. No querrás que nos pille “in fraganti”. He venido a verte porque no soportaba estar tanto tiempo separado de ti, pero….
En ese preciso instante, llamaron a la puerta.
En cuestión de segundos, Monique ya estaba dentro con la bandeja. Le preguntó amablemente a _____ cómo había dormido y anunció que el desayuno estaría listo en veinte minutos. Acto seguido, se marchó.
Joseph se encaminó hacia la puerta poco después de que la mujer desapareciera y miró a _____ desde allí.
-Cuando finalmente nos acostemos, sea porque tanto tu corazón, como tu cuerpo y tu cabeza estarán seguros de lo que hacen. Todavía no hemos llegado a ese punto.
Ella se ruborizó.
-Estás muy seguro de que eso llegará a ocurrir.
-Lo estoy- dijo él. Hay cosas que son inevitables. De vez en cuando, el destino se nos presenta claro y patente ante los ojos. Estoy convencido de que tu altercado con Derek ocurrió por algún motivo. Sirvió para que me fijara en ti y tú en mí. De otro modo, quizás nunca habríamos llegado a encontrarnos- sonrió levemente. No te preocupes, no hay que apresurar nada. Tenemos tiempo.
-¿Tiempo?- ella lo miró extrañada. ¿Tiempo para qué?
-Para conocernos bien antes de convertirnos en amantes.
Durante las semanas siguientes, _____ se vio abrumada por nuevas responsabilidades laborales. Informó a sus amigos de que su nuevo trabajo era permanente y arregló ciertos asuntos que tenía pendientes en Inglaterra. También empezó a salir de modo más asiduo con Joseph.
Disfrutaba, sin duda, de la compañía de Joseph, pues tenía que reconocer que, alejado de las presiones de Jonas Internacional, tenía muchas facetas que la atraían cada vez más y la acercaban al hombre real.
Pasaban tiempo juntos por las noches y durante los fines de semana. Unas veces iban al cine o al teatro, a tomar una copa o a cenar.
_____ se abrió a él y le contó cosas que jamás le había contado a nadie. Le habed e sus inseguridades, temores y miedos infantiles. Pero jamás le nombró a David y, cuando él trataba de sonsacarle sobre otros romances, ella levantaba un muro. Admitir que Joseph era el primer hombre con e que había salido habría sido como abrir la caja de Pandora. No obstante, sabía que, tarde o temprano, él exigiría saber más.
Joseph ponía todo lo que podía de su parte para hacer que la relación avanzara, sin presionarla, y tratando de seguir su ritmo.
Sin duda, la mala fama que había cosechado de mujeriego no se correspondía con el hombre que realmente era. _____ estaba convencida de que no se entregaba a cualquier mujer que no le importara como persona solo porque fuera hermosa y estuviera disponible.
La determinada y persistente intención de seducirla era una constante, hecha con sutil delicadeza y constancia. Y _____ comenzó a descubrir que le gustaba aquello, que empezaba a disfrutar de la vida como nunca antes lo había hecho.
Mágicamente, en compañía de Joseph había empezado a sentirse como una adulta madura, capaz de estar en paz consigo misma.
A pesar de todo, sus muros seguían en pie, y se endurecían cuando el acercamiento físico entre ellos iba demasiado lejos.
_____ sabía que aquello no podría continuar así por siempre jamás.
No obstante, cuando el momento de enfrentarse a todo aquello llegó, lo hizo de un modo inesperado que la tomó por sorpresa.
-Quiero que está noche te pongas tus mejores galas.
_____ estaba en el despacho de Joseph una tarde de octubre, después de que todo el mundo se hubiera ido a trabajar. Acababa de besarla y de dejarla con el corazón latiendo aceleradamente.
Ella pus cierta distancia entre ellos.
-¿Por qué?
-Unos viejos amigos míos celebran una fiesta y nos han invitado. Alain y Marguerite han oído hablar mucho de ti y quieren conocerte.
Ella se ruborizó.
-¿Les has hablado de mí?
-No he tenido más remedio- dijo él suavemente. Han estado fuera unos meses por causa del trabajo de Alain. Ahora que han vuelto están ansiosos por conocer a la mujer que ha cautivado mi corazón.
_____ se sintió confusa. NO quería darle a sus palabras más importancia de la que tenían.
Para Joseph aquello seguía siendo un juego.
Sería siempre el eterno soltero que trataba bien a las mujeres, pero no quería compromisos en su vida. Durante el tiempo que habían estado saliendo, jamás se le había ocurrido preguntarle si solo salía con ella. Su relación carecía de ataduras.
Así era como ella la vivía, porque sabía que de ese modo sería todo más fácil cuando él la abandonará. Para ella se había convertido en una obsesión ocultar su amor por él.
_____ sonrió.
-Una fiesta será una forma estupenda de empezar el fin de semana. ¿A qué hora quieres que esté lista?
-si me esperas, podemos irnos juntos a casa.
-Tengo que ir de comprar- respondió ella, así que prefiero que nos veamos más tarde.
_____ tenía muy claro que quería mantener la vida privada y la laboral totalmente separadas. Por eso, se negaba a que entraran o salieran juntos de la oficina. A él no le gustaba, pero aceptaba su criterio.
-De acuerdo- dijo Joseph después de unos segundos, y se molestó al sentir que ella se relajaba con su respuesta.
Siempre ponía aquella distancia entre ellos y empezaba a resultarle difícil controlar sus instintos.
En más de una ocasión había estado tentado de aprovechar la atracción que ella, obviamente, también sentía hacia él.
Joseph forzó una sonrisa a pesar de todo.
-Nos veremos a las ocho- dijo, y bajó la cabeza sin esperar a que ella saliera.
Llevaba meses siendo paciente y no conseguía nada. Quizás hubiera llegado el momento de entrar en acción, de dejar las palabras y la razón a un lado. No estaba dispuesto a permitir que aquella ridícula situación continuara eternamente.
Oyó que la puerta de su despacho se cerraba y, solo entonces, volvió a levantar la cabeza.
El pequeño pueblo medieval de Montfort L`Amaury se alzaba sobre la cima de la colina. Mientras se aproximaban a él en el Jaguar de Joseph, _____ pensó que parecía una postal navideña, con todas aquellas luce resplandecientes.
Llegaron ante la enorme casa de sus amigos y él paró el motor. Un perro ladraba melancólicamente en la distancia.
Joseph la miró fijamente.
-Estás realmente preciosa. Los vas a dejar deslumbrados.
Salió del coche y le abrió la puerta.
Una vez fuera, _____ se atusó el pelo y trató de reprimir el nerviosismo que sentía en estómago. Había hecho un gran esfuerzo para estar particularmente guapa aquella noche, aunque no sabía muy bien por qué. Se había acostumbrado a tratar con los amigos de Joseph, por lo que no había motivo aparente para semejante reacción.
Nada más llegar, Alain y su hermosa mujer les dieron la bienvenida y los condujeron a un enorme cenador en el que un pianista interpretaba piezas clásicas.
Los inmensos árboles y las hermosas flores daban un toque magistral al entorno. En mitad de tanta perfección, _____ vio un colorido triciclo de niño descuidadamente olvidado en un lugar inadecuado. Aquel toque de humanidad la reconfortó y la alivió de la presión de estar rodeada de invitadas que lucían modelos de Dior y diamantes.
Continuara
.Lu' Anne Lovegood.
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
Capitulo 18
Inesperadamente, mientras observaba con curiosidad el lugar, se topó con unos ojos familiares que la miraban desde el otro extremo.
Era Christina. Hacía diecisiete años que no la veía, pero la hija adoptiva de David y Casie se había preocupado de mandarle una foto al comunicarle el suicidio de aquel. _____ había respondido educadamente a la carta, declinando su invitación de ir a verla y no había incluido foto alguna. Pero estaba claro que la había reconocido.
_____ se estremeció ante los repentinos recuerdos que le trajo a la mente aquel rostro.
Era imposible que Christina estuviera allí, en Francia, en la misma casa que ella. ¿Qué iba a hacer?
-¿Qué te sucede?- preguntó Joseph claramente preocupado por ella. ¿Te sientes mal?
-Sí….
-¿Quieres que nos vayamos?
Claro que quería marcharse, pero ya era demasiado tarde. Christina se encaminaba hacia ella. Sintió un ataque de pánico. Inmediatamente se dijo que debía clamarse, hablar con ella como habría hablado con cualquiera, como si fuera una amiga de infancia que hacía tiempo no veía. Joseph sabía que era adoptada, así que aquel encuentro no tenía pro qué ser extraño.
-¿_____?. ¿Eres tú?- Christina parecía realmente contenta de verla y _____ se sintió culpable de no corresponder a sus sentimientos. La había perdonado por las mentiras que había dicho sobre ella años atrás, pero había demasiados recuerdos desagradables asociados a su persona. Esto es maravilloso. ¡No me lo puedo creer!
-Hola Christina- dijo ella tratando de ocultar su desconcierto. ¿Cómo…cómo estas?
-Muy bien- respondió Christina y la abrazó inesperadamente. ¡Me alegro tanto de verte!
Acto seguido miró a Joseph, haciendo patente que quería ser presentada.
_____ tragó saliva.
-Este es Joseph. Joseph esta es Christina, una….una amiga de mi infancia.
-Vaya- él sonrió educadamente. Es un placer conocer a una amiga de _____. ¿Era ya tan hermosa de pequeña?
-Definitivamente- respondió ella.
-Me alegro mucho de verte- intervino _____, ansiosa por cortar todo intento de Joseph por indagar en su pasado.
-Te escribí otra vez después de tu última carta, pero la universidad me devolvió el envío con una nota que ponía: destinatario desconocido.
_____ asintió. Ella misma había escrito la nota en el sobre y había devuelto el envío a correos.
-Bueno, ¿has venido con alguien?
-Con mi marido- respondió Christina, sonriendo abiertamente. Aquí está. Louis, esta es _____. Te he hablado de ella, ¿recuerdas?. Este es mi marido, _____.
El hombre de pelo blanco, unos veinte años mayor que su esposa, le tendió la mano. Parecía muy agradable.
_____ empezaba pensar que el encuentro no iba a se, después de todo, tan desafortunado, cuando Christina la agarró del brazo, la apartó ligeramente y comenzó a hablar en un susurró.
-Hacía mucho que quería verte, _____.
Quería pedirte disculpas. Tanto John como yo nos arrepentimos del daño que te hicimos y de no haberte apoyado en su momento contra David.
-No pasa nada- dijo _____, Olvídalo
-No puedo olvidarlo- la muchacha la sujetó por la manga. _____ estaba inquieta al notar la excesiva cercanía de Joseph. No quería que escuchara aquella conversación.
David era un terrible manipulador. Pero la verdad era que, durante mucho tiempo, abusó tanto de John como de mi. Hasta que no fuimos mayores y ocurrió el escándalo del club de jóvenes, yo no me atreví a contarlo. Luego John también se decidió a sacar lo suyo a la luz.
-Chirstina, no quiero hablar de nada de esto- su tono fue contundente y algo desesperado.
-Yo también decía eso tiempo atrás. Pero, después de que mi caso fuera llevado a los tribunales, apareció mi madre. No la había visto desde hacía años. Mi padre era francés y, a través de mi padre, llegué a conocer a Louise. Podría decir que fue una cadena de acontecimientos que me llevaron a lo mejor que me ha ocurrido en mi vida.
-Hace tiempo conocí a mi madre y no me gusto- dijo _____ secamente. Mi padre era un hombre casado con quien se acostó una vez. NO me he perdido nada en ese terreno, te lo aseguro.
-_____, realmente ayuda sacarlo fuera.
-Estoy muy contenta de que a ti te haya ido bien, pero para mí el pasado es el pasado….
-¿Has hecho terapia?- la interrumpió Christina. Porque realmente ayuda. Yo empecé después del suicidio de David y sigo yendo una vez al mes. Tengo una maravillosa terapeuta aquí, en París. Podría darte el teléfono si lo quieres.
Marguerite apareció en aquel momento interrumpiendo la conversación.
-Os estaba buscando a ambas para prestaros la una a la otra. Es bueno conocer a gente de tu país cuando estas en el extranjero, ¿verdad?
-Sí, claro- confirmó _____ secamente.
-Lo más increíble es que _____ y yo ya nos conocíamos.
-¿De verdad?- Marguerite abrió los ojos con notable interés.
-El mundo es un pañuelo- intervino Joseph introduciéndose en el grupo y tomando a _____ del brazo. Pero hay un montón de gente a la que quiero presentar a mi acompañante. Así que, si nos disculpáis….
_____ miró el rostro de Joseph mientras se alejaban de las dos mujeres. Se preguntó si habría oído la conversación.
No obstante, no empezó a interrogarla como habría esperado, sino que, efectivamente, la presentó a sus amigos.
Convencida por su actitud de que no había esta escuchando, decidió relajarse. Lo único que tenía que hacer era evitar a Christina durante el resto de la noche y problema resuelto.
No le resultó difícil, pues Jacare no se apartó de su lado y la llevaba de un lado a otro.
Después del delicioso bufé que habían disfrutado, el pianista fue sustituido por una entusiasta banda que amenizó la velada.
En un momento dado, _____ vio que Christina y Louise se marchaba; ella se limitó a despedirse desde el otro lado de la sala. Probablemente, su actitud la había decepcionado, pero no le importaba. En ningún caso habría sido capaz de sentarse con ella a hablar del pasado y de su tiempo jutas en casa de los Kirby.
Finalmente, llegó la hora de partir. Joseph y _____ se despidieron de sus anfitriones con la promesa de volver a verlos.
Una vez en el coche, _____ pensó que la pesadilla había concluido. Pero se equivocó.
Dos minutos después de haber partido, Joseph tomó un pequeño camino y se detuvo bajo las ramas de un gran roble. Apagó el motor y se volvió hacia ella.
-Azul oscuro.
Ella lo miró desconcertada.
-¿Cómo?
-Cuando algo te perturba, las pupilas se te ponen de color azul oscuro. Ya lo había notado antes.
_____ trató de buscar una respuesta, pero no la halló. Sabía que había llegado el momento que tanto había temido.
El continuó.
-¿Quién era David?- su voz sonó calmada, pero no la engañó. _____ sabía que no iba a dejarla escapar otra vez. Lo podía leer en sus ojos.- ¿Qué conexión tiene ese hombre contigo y con Christina?
-Estabas escuchando- lo acusó ella.
-Pero no oí tanto como me habría gustado. El marido de Christina no paraba de hablar. Pero sí capté un par de cosas que me resultaron extrañas y no me gustaron.
Ella lo miró un segundo y luego apartó el rostro de nuevo.
-¿Qué tipo de cosas?
-Pues palabras como “terapia y “tribunales”. ¿Qué relación tenía aquel hombre con vosotras dos?. ¿las dos salíais con él?. ¿Os trató mal ambas?. Sin duda, tenía algún tipo de problema. ¿Abusó de vosotras?
.-Por favor, Joseph.
No podía seguir adelante con todo aquello. Simplemente, no podía. Lo amaba mucho. Pero ella no era la persona que él necesitaba. No tenía ni idea de lo asustada y confusa que se encontraba. Temía dejarse llevar, permitirse ser vulnerable. Lo que para ella podía ser una experiencia trascendental, no sería para él más que algo liviano, incluso pasajero.
-¡Se acabó, _____!. Estoy cansado de que esquives mis preguntas, de que no me quieras dar respuestas.. Es siempre lo mismo. Tengo la eterna sensación de estar andando sobre un campo minado. No sé qué es exactamente lo que quieres de mí. Si guieras cualquier otra mujer, pensaría que estás utilizando una elaborada estrategia para ganarme. Pero siento tú, tengo la certeza de que no se trata de un juego. Lo sé.
-Realmente, no sabes nada de mí, Joseph- dijo _____ con profundo pesar. Sabía que él podía reprocharle con justicia su hermetismo. El le había contado todo sobre sí mismo, sobre su pasado, sobre su infancia.
Pero no la acusó. Sus siguientes palabras fueron totalmente desconcertantes.
-Te conozco lo suficiente como para saber que te quiero por esposa. Me da igual lo que ese hombre fuera para ti. Lo único que quiero es cuidarte como nadie lo ha hecho hasta ahora. Te adoro. ¿Por qué crees que no he tratado de seducirte, de llevarte a mi cama?. Porque quiero casarme contigo, no pasar un rato o tener una de esas modernas y abiertas relaciones. Yo he tendido bastantes así. Te quiero, _____. ¿no lo entiendes?. Quiero que seas mi esposa y la madre de mis hijos. He esperado mucho, he intentado que llegaras a confiar en mí, que me entregaras tu corazón al tiempo que tu cuerpo. ¡No tienes ni idea de cuántas veces he estado tentado en hacerte mía!.
Y los dos sabemos que habría podido hacerlo. Hoy mismo me había prometido que se acabaría la espera, que esta noche estaríamos juntos en la cama. Pero una relación que ha de durar toda la vida debe basarse en la confianza absoluta y la sinceridad.-
Ella lo miró, completamente atónita, paralizada. Hasta aquel instante siempre habría pensado que, si Joseph le decía alguna vez lo que acababa de decir, ella reiría y gritaría, histérica de felicidad. Porque jamás llegó a creer que realmente lo haría. A Joseph le gustaban las mujeres divertidas, hermosas y de éxito, con las que poder mantener una relación pasajera que tenía su fecha de caducidad antes incluso de comenzar.
No obstante, sabía que no estaba mintiendo. Con ella no jugaba.
-Me he preguntdo en muchas ocasiones si llegaría a decir lo que te estoy diciendo a ti.
Pero te aseguro que lo que jamás me habría imaginado era que alguien me miraría del modo en que lo estás haciendo tú cuando lo dijera.
-Lo…lo siento- respondió ella. NO sabía qué decir, qué hacer. Le habría gustado hacerle entender que no era él, sino ella la que tenía el problema. NO se sentía capaz de ser lo que él quería que fuera, lo que necesitaba. Jamás cubriría sus expectativas. Lo siento.
-tú no sientes lo mismo.
¿Lo mismo?. Probablemente, no. Porque sentía mucho más. Lo adoraba absolutamente. Pero jamás podría sobrevivir si él la abandonaba.
Se puso completamente pálida, el gesto se le descompuso. El tomó sus manos frías y temblorosas.
-¿Qué te hizo ese hombre?. ¿Todavía sientes algo por él?
-¡No!
-_____, me estás partiendo el corazón. No puedo soportar verte así.
-Joseph, no es lo que tú crees.
-Háblame, cuéntame lo que es.
-No puedo contártelo.
-¿no puedes o no quieres?
_____ tenía un enorme nudo en la garganta.
-No puedo, créeme, no puedo.
-Entonces, ¿hacia dónde vamos a partir de ahora?.¿Me quieres solo como amante?. Porque es obvio que no quieres nada más.
¿Cómo podía responder a aquella pregunta?
Hubo un silencio tenso. Ella sabía que iba a perder a Joseph, pero no era capaz de hacer nada para evitarlo. Quería que le contara todo, que lo sacara a la luz. nO podía. Aquel era el final de todo, de su trabajo, de su nueva vida, de su maravilloso apartamento, de París, y de Joseph.
-Dejo el trabajo.
-¿Qué?- dijo él realmente furioso.
-Dejo mi trabajo. Eso hará las cosas más fáciles.
-Sí, claro, por supuesto, eso lo hace todo mucho más fácil. ¡Ahora pierdo a mi técnico textil al mismo tiempo que a mi novia!
-¿Necesitas una notificación por escrito?
-Lo que necesito… ¡Al diablo con todo!
El farfulló algo rudo en francés y, acto seguido, la tomó en sus brazos y la besó.
No fue un beso amable ni tierno, sino una válvula de escape de su frustración y decepción.
No había contención ni control, solo la desesperación de un hombre que sabía estar perdiendo algo precioso.
Ella no luchó contra él.
El comenzó a recorrer su cuerpo con las manos y _____ se abandonó a sus caricias.
En un momento dado, aquel miedo ya viejo se adueñó de ella una vez más, pero el roce de sus palmas era más poderoso.
Se dejó llevar y le devolvió su beso con efervescente pasión.
De pronto Joseph se detuvo.
-¿Qué sucede?- preguntó ella mirándolo a los ojos.
-Esto no debería ocurrir así, no entre nosotros, no contigo.-él hizo un sonido gutural. No quiero tener este tipo de relación contigo. Quiero que nos casemos, despertarme cada mañana a tu lado, saber que estarás en casa cuando llego por la noche, tener una vida contigo. Si hacemos el amor, solo habré conseguido tu cuerpo, no tu corazón, y eso no es suficiente.
-Tú querías que fuéramos amantes- dijo ella, luchando por evitar las lágrimas. ¿Qué ha cambiando?
-Yo. He cambiado yo. Te amo y no estoy dispuesto a tenerte así. Y claro que te deseo, como un loco, pero quiero mucho más que esto.
-Quieres demasiado.
-Quizás. Pero así soy yo. Jamás me he conformado con menos de lo que quiero exactamente.
-O todo o nada, ¿verdad?
-Sí, si tú prefieres decirlo así.
-¿Y si resulta ser “nada”?
-Jamás he considerado esa opción y no voy a considerarla ahora.
El arrancó el motor y se pusieron en marcha.
_____ ocultó el rostro para que él no viera sus lágrimas
Continuara
.Lu' Anne Lovegood.
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
Disfruten de los capitulos chicas! las adorooo & GRACIAS por todos sus comentarios!
XOXO
XOXO
.Lu' Anne Lovegood.
Re: Amor en París [Joe&tu] [Adaptacion] [Terminada]
Ya stoy abriendo el hueco y comprando la urna! Te matraree mujerr como demonios se te ocurre dejarla asi? :$
X diosss siguelaaaa
X dioss joe podria ser mas perfecto?
Siguelaaaa
Estoyyy megaa enamorada de sta novee!!!
Siguelaaa piedaddd
Anda anda un capi mass siii????
Te lo suplicO!
Siguelaa
Anda un capi masss
Attr: tru megaa fielisimaa lectoraaa!
X diosss siguelaaaa
X dioss joe podria ser mas perfecto?
Siguelaaaa
Estoyyy megaa enamorada de sta novee!!!
Siguelaaa piedaddd
Anda anda un capi mass siii????
Te lo suplicO!
Siguelaa
Anda un capi masss
Attr: tru megaa fielisimaa lectoraaa!
Yhosdaly
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