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new rules
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Re: new rules
- Ally:
- Holii siento haber tardando tanto estoy en la tarea de hacer comentarios lo mas pronto posible, pero, por una cosa o por otra, siempre termino en el mismo lugar. Te advierto que todavía no he leído nada del cap, pues queria leerlo mientras comentaba. Si salto con alguna de mis locuras, solo ignorame(?
Sin mas vueltas, empiezo
Primero que nada, COLE HERMOSO BELLO, YO TE QUIERO EN MI VIDA el tipo le cocina, la super mima. Ni mi mama me cocina, please
Yo aun no entiendo como Ronnie lo dejo ir COMO?! estoy segura que todxs estariamos felices de encontrarnos a un Cole sin camisa y cocinando. La maldita se gano el cielo y no lo sabiaDejé caer mi cabeza en el marco, recordando por un momento los días en los que solía encontrarme esta escena casi a diario, con la diferencia de que, usualmente, lo encontraba sin camisa.– Tengo que asegurarme de que comas en algún momento – apagó la estufa, sacó los últimos dos panqueques, los pasó al plato y salió de la cocina.
– No soy una niña Cole
No se porque siento ganas de insultar a la pobre de Ronnie. Me duele hacerlo, no te creas que no, Ally
Pero es que me exaspera. Yo quiero amor fuerte entre ellos, romance, drama y todo eso. ¿El problema? Ronnie, Ronnie y su miedo al compromiso. No la lincho porque la adoro, pero ay ay ay
Yo solo estoy pensando que Cole, si bien es dulce y considerado, no me creo que lo haga con todo el mundo. Para él, Ronnie todavia es importante. Todavía le gusta. ¿CIERTO? que así sea pleaseAbrí los ojos, sin realmente haberme dado cuenta en qué momento los había cerrado. Levanté un poco mi vista debido a su altura y la confusión mezclada con el anhelo que me pareció ver en sus ojos me hizo darme cuenta de la estupidez que estaba cometiendo. Por lo que carraspeé mi garganta y pasé por su lado, esta vez no se movió.
A mi me chocan estos dos. Es que todavia sienten algo uno por el otro, pero Ronnie no quiere por su fobia al compromiso y Cole porque piensa que ella no lo quiere y prefiere quedarse en la friendzone. Solo quiero meterme dentro de la historia y sacudirlos a ambos para que dejen de ser así pero supongo que debe ser dificil para ellos tratar de seguir siendo amigos después del romance que vivieron– ¿Comemos? – aunque mi estómago se encontraba totalmente cerrado necesitaba una distracción, de cualquier tipo. ¿Adónde había puesto Cole esos panqueques?
Ame esta parte, no hay mejor manera que distraer con comida– Pero el de Kevin habría que reescribirlo.
– Hazlo entonces, pídele que te envíe toda la información del evento y escríbelo con los patrocinadores correspondientes, le pones créditos a él por la investigación y pones tu nombre en redacción. No eres nueva Ronnie, no debería tener que decirte esto. Además, tienes que corregir el artículo que me enviaste ayer en la noche, muy subjetivo. Sé que es tu amiga, pero intenta hablar un poco menos de ella y un poco más del hotel. Eso si quieres que publique el artículo – volvió la mirada a su computadora dando la conversación por terminada.
Cielos Jovencita! Con todo el trabajo que le pone la jefa de Ronnie me deja cansada. Es una bruja, y ese Kevin enserio que se gano su titulo para nada. Le ponen mas trabajo a Ronnie del que debería y no la dejo ir a almorzar con las chiquis. De esta nos vengamos– Para alguien que viene a almorzar a aquí con regularidad le quitas mucho mérito a mi comida. – rodó los ojos y tomó un mordisco de su hamburguesa antes de encogerse de hombros.
– No está ni tan buena.
Me costo entender un poco quien narraba y con quien, pero cuando supe que era Cole y Roy fue como AYAYAYAYYY! Me imagine a Sam insistiendole a su papa para entrar a la cocina de otros restaurantes y enojandose porque no la dejan usar la caja No sabia que eran amigos pero me encanta– Después hablo con ella – me encogí de hombros y seguí hablando con Roy. Tal vez era para mejor. Aún no lograba entender su comportamiento en la mañana. Probablemente solo estaba cansada, claramente no había dormido en toda la noche, aunque eso en realidad no era nuevo para Ronnie. Pero se sintió diferente, la manera en que cerró los ojos cuando toqué su cabello, o tal vez solo buscaba la mejor manera de decirme que eso no era algo que debía hacer y probablemente no debí haberlo hecho, pero era tan sencillo olvidar cuando estaba con ella, tan sencillo olvidar que ella solo me veía como un amigo y que eso era la único que sería para ella. Ya era momento de que lo aceptara.
NO HOMBRE, QUE NO TE VE COMO AMIGO
Ally, ve juntando dinero para pagarme la consulta medica porque en cualquier momento me da un ataque con todo esto. Solo me frustro mas con estos dos definitivamente, Momo va a tener que meter sus narices en esta relación o ni ella ni yo vamos a poder vivir en paz– Se veía mejor en el maniquí, pero supongo que te ves presentable.
– Gracias mamá, tu aprobación es por lo que vivo. – elevó una ceja en señal de disgusto, pero no dijo nada al respecto. – ¿Ya viste a Momo? – una sonrisa se extendió en sus labios a la mención de mi amiga, no me extrañaba, Momo era más su hija que yo. Al menos Amoné sí tenía su número de teléfono directo.
WHAT
que le pasa a la mama de Ronnie? Acaso compite con la mama de Momo para ver quien es mas odiosa? Nadie le dice eso a Ro, ni su madre
Me dio penita que se lleven así y que prefiera mas a Momo que no es su hija– Gracias por venir y por, bueno, por evitar, ya sabes – carraspeé tratando de sacar las palabras de mi garganta.
– No lo menciones – dijo aun burlista, divertido por mi expresión, se acercó lo suficiente para susurrar en mi oído – tal vez pueda cobrártelo luego. – se alejó tan rápido como se acercó, impidiéndome reaccionar – Pero ahora tengo que trabajar.
Es obvio que este tal Hector esta interesado en nuestra niña y hallara la manera de atraparl
Esto tiene que enterarse Cole para que le joda y se ponga las pilas con Ro. Sip, que sufra
Pero no demasiado, Ally– ¿Qué te cubriera en la noche? – me atraganté con la bebida y Mich tuvo que darme unas palmadas en la espalda para poder respirar de nuevo.
– Michelle Vixen.
– ¿Qué? Tienes que aceptar que el muchacho está como quiere y que quiere contigo.
AY ESA MICHELLE solo aceptalo, Ro, Hector quiere contigo porque eres bella, inteligente y sexyEn un momento, Cole dejó de caminar, deteniéndome con él. Me envolvió en un abrazo, con sus brazos aún sobre mis hombros, instintivamente coloqué mis manos alrededor de su cintura y lo miré con una sonrisa. Sus ojos azules me miraban con cautela, de cierta manera probando mis límites. Mierda, hasta yo los estaba probando. Una alarma se encendió en el fondo de mi mente cuando comenzó a acercarse, pero no podía moverme. ¿Qué rayos estaba pasando? Sus labios besaron la punta de mi nariz y se alejaron de nuevo.
AY AY AYAYYYYY ¿que estuvo a punto de pasar ahí? POR QUE NO SE DIERON UN BESITO EN LOS LABIOS!?
Por cierto, te juro que si pudiera describir este comentario serian puros gritos. Y si te tengo al lado, te dejo sordaPor el rabillo del ojo vi pasar al viejo asalta cunas, al que creía era el tío de Amoné, a Momo y a Thelma.
EL VIEJO ASALTA CUNAS no hay como ayudarlo a Edward, exactamente es un asalta cunas
Cuando tus amigas te conocen mejor que tu... solo aceptalo, Ronnie. Acepta que quieres que Cole intente algo para caer nuevamente en sus brazos. Pero pillina, sabes que Cole no lo hará porque tiene miedo y... me tienes frustrada con este capitulo, Ally. Creo que es porque en este se explaya mucho mas la relacion que tenian entre ellos, la relacion que tienen ahora y las dificultades que tienen para sostener una amistad cuando en realidad ambos quieren otra cosa.– ¿Qué? Claro que no. Te lo dije en el momento, yo también quiero volver solo a la amistad.
– No te lo estaba preguntando. Ro, yo supe que te gustaba Cole antes que tú misma lo supieras.
Espero que te sientas muy feliz. De por si ya tengo insomnio y te estoy escribiendo este comentario a las 6:20 am. Ahora si que no voy a poder dormir preparate para que te hostiague
Estoy de acuerdo con ella. Antes la pasaban bien, empezamos a escribir la nc con sus desgracias que nos olvidamos de hacerlas pasar cosas lindas(?) Yo voto para que las chicas se vayan de parranda y disfruten de su juventud! Que esos 20 años no sean por nada. Tres años después y se querran ir a la hora de entrar [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]– Ya, bueno, eso era antes. Antes todo era más sencillo, ¿sabes? No Edward, no Roy, no Cole, solo nosotras, las chicas, los muchachos y una fiesta diferente todas las noches. Con todas las preocupaciones que tenemos ahora ya no hay tiempo para nosotras.– Vamos a decirle a Momo, además de preguntarle lo de la fiesta, creo que ya le dejé demasiado tiempo sola con Cole y como no lleguemos le empieza a hacer preguntas que yo no he querido responderle.
JAJAJAJA también conocen bien a Momo, la chismosa que quiere sacarle información a Cole porque con Ronnie no pudo– Soy yo Momo, todos se quedan en la friendzone. – intenté reír, pero salió más como un sonido de perro muriéndose.
– Él no. – respondió simplemente y me tendió el vaso de agua. Qué rápido cambiaron los roles.
Ronnie fue a consolar a mi nena, pero es verdad, que rapido cambian los roles porque Momo termino consolandola a Ronnie. Menos mal que no se unió al llanto porque eso sería el colmo iba a tener que bajar Thelma para que les de un zape a las dos y las mande a dormir
Pero, en cierta forma, fue lindo porque Ro se abrió con Momo y nos dejo ver todas las inseguridades que tiene. Le es dificil estar en una relación y tenia miedo de no darle a Cole lo que él esperaba. Yo la entiendo porque aquí tienes otra que odia los compromisos y se escapa (?) pero no es la solución. Y MENOS CON COLE QUE ES UN DULCE DE LECHE ahora me arrepiento de haber sido mala con Ronnie. Perdón bebe– ¿Lo quieres?
– Sí, lo quiero, pero…
LO QUIERE, LO AMA, LO SUPER AMA PERO NO ESTAN JUNTOS. WHYYYYYNegué con la cabeza, tanto para ella como para mí misma. Tal vez lo que necesitaba era un tiempo aparte de Cole. Tal vez saltar de una amistad a una relación y de nuevo a una amistad no había sido la mejor idea. Tal vez, sólo por esta vez, debería pensar en lo que realmente quiero yo.
No queria decir esto pero... es cierto: no fue la mejor idea de saltar a una relación a la otra. No fue algo que Ronnie quiso, es algo que Cole propuso y ella acepto, seguramente porque no queria lastimarlo ni alejarse de él. Pero si, estoy de acuerdo que se den un tiempo separados para que ella sepa que es lo que realmente quiere. (te das cuenta que doy mi bendicion, cuando mi opinion no tendria que importar? soy odiosa, perdón )Cuarta regla: No seas su amiga.
Dos amores en mi corazón insisten en esta regla: Dua Lipa y Ronnie Wilson, así que mejor hacerle caso.
Bueno, nena, creo que he dejado en claro que el capitulo me encanto, aunque sufri un montones y siento que es una cucharada de mi propia medicina voy a estar esperando ansiosa para saber mas de Ro y Cole. Con todo este drama y ansiedad que me produjeron, ahora mas que nunca quiero que esten juntos te mando un beso enorme y un abrazo a la distancia
pd: quiero adelantos. dame adelantos o moriré
Jaeger.
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010
Capítulo 010
Zettie Lloyd | Lewis Reynolds || By mieczyslaw || Sigue: visser.
A mis veinte años de edad debo admitir que he pensado más de una vez que jamás voy a llegar a comprender el contexto amoroso. Soy un cero a la izquierda cuando se trata de ello y mucho más con las historias que me rodean.
Empezando por el matrimonio de mis padres, una verdadera historia de telenovela, Bently Lloyd, un empresario recién ascendido al mundo del éxito empresarial, conoció en un viaje de negocios a Abigail Rosales, aeromoza de raíces mexicanas con el sueño de viajar por todo el mundo, se enamoraron desde un principio y tiempo después de haber recorrido el mundo entero juntos se asentaron en el país de mamá en donde tuvieron cuatro adorables hijos y después se mudaron.
Billie Lloyd, hermano mayor de esos cuatro hijos y piloto, conoció a una chica por Instagram con la cual ha mantenido una larga relación y finalmente se verán cara a cara conmigo de por medio.
¿No son estas historias de ensueño en comparación con mi terrible historia? Suelo preguntarme cada cinco minutos mientras observo el rostro impaciente de mi hermano mayor. Aunque comienzo a dudarlo finalmente
Había estado los últimos días con una cara larga y una expresión ligeramente más seria de lo normal. Se suponía que esta cita en la cual conocería en persona a su novia debía de haber sido un par de días atrás, justo cuando no estaba en un estado crítico de estrés a causa de las represalias de una boda y la apertura de un hotel que solamente ocurren a gente tan desafortunadas como las chicas y yo, sin embargo no pude evitar sentir un poco de recelo hacia la pareja de Billie cuando le llamó el mismo día de la cita para avisarle que había cambiado la reservación a nombre de ellos dos para unos días después debido a que debía de ir a recoger con urgencia a alguien en el aeropuerto y después ayudar a desempacar. No conozco los detalles con precisión a falta de querer preguntarle a mi hermano por ello y mortificarlo un poco más.
Llevamos veinte minutos en la mesa del restaurante italiano y entre ambos hemos terminado ya con una botella de vino sin probar ningún otro alimento con la idea de que la novia de Billie llegará en cualquier momento para ordenar finalmente. Sin embargo no puedo evitar el nudo que se forma en mi estómago por una mezcla de hambre e impaciencia.
—¿Y si le ha pasado algo? ¿Debería llamarla?
Doy el último trago a mi copa y miro sobre ella a mi hermano mayor con una mueca.
—Si eso hubiera pasado ella ya te hubiera llamado. —Pienso en algo que había leído en una revista hace tiempo, algo sobre esperar solamente treinta minutos en la primera cita para saber realmente si la persona estaba interesada, evito decírselo—. Seguro se le hizo un poco tarde.
—Sí, tienes razón, está bien.
Lo veo calmarse un poco y bebe de su vino con el ceño ligeramente fruncido. Esa es una señal de que no está totalmente convencido. Decido intervenir entonces con una charla de distracción.
—¿Cuánto tiempo durarás con nosotros?
—Un mes, son mis vacaciones, después me toca salir a Asia por un tiempo. Seis meses, creo.
—Cada vez te vas por más tiempo y más lejos. —Suspiro dramáticamente.
—Se le llama ser adulto, Zett.
—Soy adulta y lo más lejos que he llegado es a mi departamento con Becca.
—Aún te falta mucho por vivir, mucho por conocer, mucho por aprender.
—Lo dice el de casi treinta y dos que está en su primera cita con su primera novia.
Los ojos oscuros de Billie me miran con recelo y lamento de inmediato mis resentidas palabras.
—No digo que está mal, lo siento, simplemente me molesta a veces que me traten aún como una niña.
—Entonces deberías dejar de actuar como una. —Es mi turno de mirarle con molestia aunque eso no le impide seguir hablando—. Mamá me contó lo de Lewis.
—Oh.
—Pienso que es un gran paso para una veinteañera en proceso de ser una adulta ejemplar.
Siento sus palabras más como un golpe en lugar de una burla. Me remuevo en el asiento con discreción y miro hacia mi regazo.
—No podía seguir enojada por algo que él no hizo y en lo que no tuvo la culpa.
—Es comprensible.
—Eso creo.
—¿Y son amigos de nuevo?
—No lo sé —admito jugando con uno de los anillos en mis dedos—, no sé lo que somos, ni siquiera creo que seamos algo. Hemos hablado poco estos días pero parece como si estuviéramos empezando de nuevo.
—Creo que es lo mejor para los dos. Así evitarán los rencores del pasado y será como borrón y cuenta nueva.
La mano de mi hermano busca la mía y la toma para colocarla encima de la mesa. Le miro y sus ojos muestran cariño y un rastro de algo que parece inquietud. Pero esa emoción es muy diferente a la que mostraba anteriormente por su novia.
—Gracias.
—No, Zettie, gracias a ti. De no ser por ti jamás habría conocido a Mila.
—¿Quién?
Mi cabeza repite una y otra vez el nombre, la sombra de varios recuerdos colándose rápidamente con esa breve mención, intento procesar todo y nada a la vez causándome mucha más confusión de la que debería.
Billie abre su boca para responder pero algo detrás de mí llama su atención y la cierra brevemente. Su rostro comienza a ponerse rojo y sus ojos se abren con sorpresa.
—Mila.
—¡Billie!
Y es en ese preciso momento cuando se hace la luz en mi subconsciente.
En escasos segundos una infinidad de recuerdos me abordan, en todos ellos la aparición de Lewis es inevitable, charlas casuales, noches de películas, salidas al cine, bailes en conciertos, risas en fiestas, visitas a nuestras casas, muchas imágenes que había evitado estos últimos años y que ahora me golpean sin freno alguno, aquella voz que resita el nombre de mi hermano aparece en varios recuerdos llamando a Lewis desde lejos.
Me giro muy rígidamente para seguir la mirada de Billie hacia la persona que ahora conozco con precisión.
Mila Reynolds luce tan hermosa como la recuerdo, con su enorme sonrisa y su cabello castaño perfectamente acomodado fuera de su rostro, se acerca dando pequeños saltos en unos tacones blancos. Sus risueños ojos azules no se despegan de Billie y creo que ni siquiera nota que estoy ahí sentada mientras se acerca tan rápido como puede llamando la atención de algunas mesas por las que cruza.
No puedo culparlos de voltear porque una vez que aparece en tu radar de observación es difícil de ignorar, incluso yo la sigo con la mirada en lo que se acerca, irradia una simpatía tan precisa que nadie más posee.
Ella es como un faro en medio de la oscuridad realmente.
El sonido de alivio que hace mi hermano mayor es el que me hace salir del trance y darme cuenta de que hay alguien detrás de Mila. Está justamente siguiéndola tan cerca que es casi imposible notar que está ahí siquiera pero un par de mechones castaños inconfundibles se asoman por los lados de la chica mientras ella se apresura a llegar. Contengo la respiración y me giro bruscamente hacia la mesa.
—¿Por qué… —comienzo a preguntar antes de ser interrumpida.
—No tenía idea tampoco, lo juro. —Billie se relame los labios cuando me mira brevemente—. Yo…
—Espero que no sea una molestia, he traído a mi hermano, acaba de llegar hace unos días y no ha salido de casa desde que llegó.
Es inevitable a este punto tratar de ignorar que mi mala suerte es tan obvia y que el mundo es tan pequeño en mi vida.
Mila Reynolds abraza a mi hermano con fuerza una vez que él se pone de pie para saludarla y sus ojos azules se ensanchan cuando nota por primera vez que también estoy ahí sentada por encima de la esplada de Billie.
—Hola Zett, que sorpresa, ¡mira Lewis ella está aquí!
Siento mi cara ardiendo y de repente el vestido ligero que llevo puesto parece ser muy pesado y sofocante en la explanada del restaurante. Inhalo hondo de manera discreta mientras alzo la mirada hacia Lewis Reynolds que se encuentra parado al lado de mi asiento luciendo tan incómodo y rojo como yo.
—Zettie.
—Lewis.
Nuestros nombres intercambiados en susurros flota entre los dos sin que Billie y Mila noten en primer lugar lo terrible que es este reencuentro. Maldigo internamente a mi hermano mayor por haberme evitado la identidad de su novia para evitar sorpresas.
Y es que jamás imaginé que uno de mis hermanos pudiera salir con una hermana de Lewis, y por la cara que tiene mi antiguo mejor amigo él mucho menos.
—Es bueno verte de nuevo.
—Lo mismo digo —exclamo lo más cortés que puedo para recompensar el hecho de que estoy evitando su mirada—. No esperaba verte aquí, ni a Mila.
—Es curioso, ¿no crees?, jamás lo hubiera imaginado.
Sonrío y me obligo a mirarlo para demostrarle estar en acuerdo con él. Sus ojos oscuros detrás de unas gafas gruesas me recuerdan de inmediato a él mismo hace un año. Ahora es obvio que ha dado el último estirón que pudo al pasar a los veintidós pero de ahí en más parece el mismísimo chico al que conozco desde sus diecisiete.
—Pero claro, nunca digas nunca.
—Hey, ¿eso no es algo de Justin Bieber?
—Según me contaba una de sus más grandes admiradoras en la adolescencia sí. —Su característica sonrisa juguetona se hace presente y abre sus brazos cuando comienzo a reír fuertemente—. Ven aquí y abrázame como mi hermana está abrazando a tu hermano.
Lo hago. No dudo ni dos veces en colocarme de pie y, como de manera automática por las innumerables veces que lo hacía en un pasado, colocar mis brazos alrededor de su cuello para atraerlo hacia mí. Mi cabeza se acomoda debajo de su mentón y el embriagador olor de Lewis Stein Reynolds inunda mis fosas nasales de una manera increíble.
Es su olor y sus manos que están dando suaves caricias en mi espalda descubierta lo que me hace estremecer.
Los últimos días habíamos estado hablando como si nada hubiera cambiado entre ambos, charlas casuales en donde le contaba lo horrible que fue mi día y él me hablaba de lo molesto que le había puesto algo, simplemente volvimos a ser nosotros y compensamos el tiempo que habíamos desperdiciado. Me puso al corriente con su vida como fotógrafo de una revista internacional que lo mantenía viviendo en Washington y recorriendo el mundo entero en otras ocasiones, algo que él siempre quiso hacer, y no esperaba ciertamente que llegara a Nueva York tan pronto. El hecho de Mila cancelando a Billie hace unos días ahora tenía sentido; había ido a recoger a Lewis al aeropuerto.
—Oye, tranquila, Zett. No, venga.
—Perdón, perdóname Lew, de verdad lo siento. —Agarro su cabeza y la mantengo presionado por encima de la mía para que no intente hacer contacto visual y se de cuenta de que estoy muerta de nervios—. Soy un asco.
—¿Qué? Oh no, no digas eso, no es tu culpa.
Recuerdo el momento en el cual me advirtió sobre lo que su primo era y las muecas que le había hecho mientras lo decía, también me viene a la mente su rostro apenado cuando le ví por última vez antes de que se fuera de Nueva York, sus ojos tan sinceros y risueños oscurecidos ante el desastre del cual me quiso prevenir antes. Por supuesto que es mi culpa.
—¿Zett? Oh linda, ven aquí.
La melosa voz de Mila me hace separarme de Lewis, mis dedos se aferran al cuello de su camisa hasta en el último segundo antes de soltarlo al igual que no despego mi mirada de la suya, los brazos de un Reynolds son reemplazados por los de otra Reynolds y esta vez un perfume dulce inunda mis fosas nasales cuando Mila me aprieta tan fuerte hacia ella.
—Que gusto que es verte de nuevo y que guapa estás. —Besa rápidamente mi mejilla y se separa ligeramente del abrazo para mirarme directamente a los ojos—. ¿Cómo has estado?
—Estoy viva y con salud, que es lo que cuenta, ¿no?
—Sigues siendo la misma de hace un año.
Comienza a reír y regresa al lado de mi hermano. Ambos comienzan a reír del chiste de la mujer y yo también empiezo a hacerlo. Demonios, ellos se ven tan bien juntos que me convencen de hacer lo mismo que ambos.
—Estoy de acuerdo, sigues siendo la misma Zett que conocí a los quince, solamente un par de centímetros más alta.
Miro con una ceja alzada a Lewis que se encuentra de brazos cruzados y con una mirada analizadora. Estrecha sus ojos detrás de las gafas que lleva puestas siempre y me mira de arriba hacia abajo para meterse en su papel y sacarme de quicio.
—¿Has terminado de analizarme?
—No todavía. Físicamente estás igual, ¿pero que hay de emocionalmente? Pareces cansada.
—Ha sido una larga semana. —Me dejo caer en mi silla de nueva cuenta con dramatismo—. Largas semanas, mejor dicho.
Los otros tres me imitan y se sientan, intercambiando sonrisas y miradas indiscretas para llegar a un acuerdo del cual ya me lo veía venir, Billie y Mila están juntos de un lado de la mesa mientras Lewis espera de pie al lado mío a que uno de los trabajadores acerque una silla extra para él.
Ambos hermanos mayores comienzan a tener una charla en voz baja que comienza con Billie levantando su menú para Mila y noto de inmediato que hay luz roja en su lado de la mesa. Muy bien, agradezco en verdad en ese momento la repentina aparición de Lewis porque así no estoy sola en mi papel de chaperón, lo miro de costado y le sonrío.
No puedo creer en serio que esto esté pasando.
—Pensé que estabas fuera, trabajando.
—Lo estaba, hace unos días al menos, pedí unos días y me los dieron. No saldré de viaje con ellos pronto de cualquier forma. —Se encoge de hombros.
—Chico con suerte.
—Sabes que no es así. —Asiento con la cabeza porque la experiencia me ha mostrado que Lewis Reynolds no tiene ni un poco de suerte—. No veía a Mila desde que se mudó acá de vuelta y creía que podía visitarla entonces, además era un dos por uno, aprovechaba para verte a ti.
Una de las muchas razones por las cuales había perdido contacto con los Reynolds fue porque se mudaron a Washington pocas semanas después de que con Johan habíamos terminado lo nuestro. Fue por un asunto del trabajo del señor Reynolds y una futura oportunidad de trabajo para Lewis, según me contó él antes de que perdiéramos todo contacto en un pasado, solamente Mila fue quien no pareció acostumbrarse y regresó al poco tiempo para vivir por su cuenta en un departamento en Queens.
Desde entonces ella había estado en la gran ciudad y yo jamás lo hubiera sabido de no ser porque estaba saliendo con mi hermano. Y trajo a mi mejor amigo con ella.
Acaricio mi collar de perlas distraídamente mientras Billie se toma la molestia de ordenar por todos. A pesar de estar un poco más consciente de la situación actual me encuentro aún en shock por el hecho de que todo parece un sueño, uno de los buenos, en el cual parece que todo sale bien a pesar de los altibajos.
—¿Y cómo está Sam?
La pregunta de Mila me trae de vuelta a la realidad y miro a todos los presentes con simpatía para que me disculpen por mi repentino silencio. Billie tiene las cejas alzadas, esperando mi respuesta.
—Creciendo. Es todo un adolescente ahora.
—¡Oh maravilloso! Tengo muchísimas ganas de verlo, ¿saben?, recuerdo que era el niño más listo que haya conocido jamás.
—Es la persona más lista que yo he conocido. —Billie ríe entre dientes y no puedo estar tan de acuerdo con él como ahora—. No sé por qué es tan listo.
—Los chicos de ahora abren los ojos más jóvenes, de manera literal, y eso hace que ellos…
—Y así es justo como nos sacan de su charla de nuevo —Lewis interrumpe en voz baja a su hermana hablando solamente para nosotros dos—. Adultos.
—Lo somos nosotros también, ¿sabes? —Le devuelvo el susurro. Él me lanza una mirada, ahora tenemos nuestra propia conversación nosotros, le sonrío ampliamente igual que hacía cuando tenía quince y le convencía de saltarnos algunas clases.
—Prométeme que jamás hablaremos de nuestros conocimientos laborales frente a otra gente.
—Lo prometo.
Alza su dedo meñique entre nosotros y gustosa lo entrelazo con el mío. Dios, parece que nada ha cambiado, es como si tuviera quince de nuevo.
—Quiero pedirte perdón por lo de antes, te mentí.
Cabeceo para mirar hacia Billie un poco adormilada. La velada terminó con un satisfactorio resultado y ahora que estamos en camino a mi departamento con sueño y agotamiento que me hace lucir adormilada en el asiento de conductor.
—¿Qué?
—Allá en el restaurante, cuando Mila llegó, la verdad es que si sabía que Stein venía con ella.
Parpadeo seguidamente, mirando aún a mi hermano mayor, intentando decidir si estoy dormida o despierta escuchando sus palabras.
Cuando ambos hermanos Reynolds aparecieron él me había asegurado no conocer que Lewis vendría y, a lo largo de la cena, tanto Billie como Mila habían soltado comentarios acerca de la casualidad del asunto. Tanto Stein como yo creíamos eso y llegamos a reír de la terrible casualidad que nos había hecho reencontrarnos sin cuestionar nada.
Pero ahora que Billie ha dicho eso comienzo a sospechar de la realidad en ese momento.
—¿Lo planearon? —inquiero en tono neutro—, ¿tú y Mila lo hicieron? ¿Lewis lo sabía?
—Mila sí, Stein no.
—¿Y por qué?
—Después de ese día en el que acompañaste a Samuel al partido y te fuiste a tu departamento por la noche me contó lo que te había pasado, él estaba preocupado por ti, no lo culpes, y hablé con Mila más tarde. Me dijo que Stein iba a volver al día siguiente y que se quedaría con ella por un tiempo. —Los ojos oscuros de Billie intentan enfocarse en la calle para evitar mi ceño fruncido—. Ahí comenzamos a hablar… de cómo ustedes dos habían dejado de hablarse hace un año.
El silencio que le siguen a sus palabras sirven para hacerme recordarlo todo de nueva cuenta.
Con Johan llevábamos dos años juntos y las cosas iban de mal en peor, su falta de comunicación y mi falta de paciencia hacía que las discusiones permanecieran doliendo mucho más de lo deseado y Lewis actuaba siempre como el árbitro para hacernos parar, ambos estábamos empezando una vida universitaria separados por primera vez en años y ellos se encontraban en una situación familiar desfavorable. Fue aquí cuando las charlas de media noche con Stein se convertían en teorías sobre lo que el futuro nos prepararía si los Reynolds dejaban Nueva York para regresar a su viejo hogar en Washington.
El miedo de perder tanto a Lewis como a Jo hacía que me mostrara melancólica cuando uno u otro se iba por un tiempo para ver la situación a la que se iban a enfrentar con la posible mudanza. Ni siquiera yo me aguantaba en esos momentos por la idea de perder a mi mejor amigo y mi novio.
Johan se fue por unos días en época escolar, solamente las clases junto con las chicas y Lewis me mantuvieron distraída la mayor parte del tiempo, fue así como ni siquiera noté cuando esos días se convirtieron en semanas hasta casi completar el mes. Por supuesto que no era tonta y sabía que algo estaba mal, tiempo después me di cuenta que siempre estuvo mal, pues las advertencias de aquel que consideraba mi mejor amigo debían valer más de lo que una cara bonita me contaba. Yo había sido la ilusa que había creído a Jo desde un inicio y lo había puesto por encima de Stein sin curstionarle nada nunca.
He ahí el problema, que cuatro años después, Jo había dejado largamente Nueva York desde el primer día que se fue a Washington y no pensaba regresar en un tiempo. Fue un mes después de su fuga cuando recibí una videollamada de su parte, estaba cenando sola porque Becca se había marchado por un asunto de urgencia, poco duró mi sonrisa frente a la pantalla de mi celular cuando él con una sonrisa nerviosa me recibió del otro lado. Estaba tenso y parecía no querer estar hablando conmigo en verdad así que dejé la charla típica de lado para preguntarle por su cara.
Fue ahí cuando distinguí que alguien estaba cerca de él y le susurraba cosas con urgencia, era una voz de chica, lo que siguió no fue nada favorecedor no digno de recordar. Resultaba que Johan era un descarado y un coqueto, como lo había notado desde que le conocía, pero también era un mentiroso y un casanova como lo había insinuado Lewis desde un principio. Jo había llegado a Dumbo poco después que yo y había dejado atrás a una chica, Julia es su nombre, con la cual se encontró de nuevo una vez que regresó y no dudaron en regresar a lo de antes. Como si nuestra relación no estuviera en pie desde hace dos años.
—Siempre estuvo con ella, Zett, nunca la dejó y mantenían una especia de relación a distancia. —Eso era lo que Lewis me había dicho cuando le llamé después de que Johan cortara conmigo con un simple “las cosas no iban bien, lo siento, no es tu culpa”—. Julia y él son vecinos en Washington y se conocen desde siempre.
Mi corazón se rompió no solamente una vez sino dos en aquella noche y había perdido por completo a los únicos chicos ajenos a la familia que había considerado cercanos en verdad. Fue una catástrofica noche en la que cerré por completo mi vida a los Reynolds. Acabé llorando toda la noche y llamando a las chicas para que me ofrecieran todo el apoyo que quería tener.
Una semana después toda la familia de Stein se había ido y ni siquiera me digné a despedirme, a agradecerles a él y a su familia por aceptarme como nadie lo había hecho en mis primeros días, desde Lewis hasta Mila y Ellen habían tocado la puerta para intentar hacerme hablar con ellos sin éxito alguno. Jamás abrí la puerta y ahora me arrepiento tanto de ello.
—Fuí tan estúpida, Bill, tan tonta.
—Estabas enojada. Era normal. —En una luz roja suelta el volante y acaricia mi cabello—. Mila no me lo dijo directamente pero creo que Stein regresó en parte para hacer las paces contigo y quería ayudarlo. Él es un buen sujeto, una de las mejores personas que conozco, alguien que cometió un error como los demás y lo quiere arreglar.
—Lo he perdonado desde que se fue, ¿sabes?, comencé a extrañarlo y a llorar por él más de lástima que de enojo. Se lo dije en la cena.
Billie me sonríe de costado. Froto mis ojos con descuido a causa del sueño y un bostezo involuntario sale de mi boca.
—Te has manchado los ojos por completo. —Billie ríe por lo bajo.
—A estas horas no me importa, me dejarás en mi departamento y solamente Becca me verá así, eso si ella está despierta.
—Al infierno la vanidad.
—Sí, al demonio. —Me recuesto más en el asiento tapizado a gusto de Kayden—. Estoy feliz. Por Mila y por ti.
—¿Uh?
—Ella es hermosa, inteligente y un encanto de persona. No hay nadie mejor para ti que ella. Me alegro de que la hayas conocido en el trabajo.
—Gracias, Zett. Fue una verdadera casualidad que ahora comienzo a sospechar más bien que tal vez no haya sido suerte.
—¿Crees en fuerzas superiores, Bill?
—Búrlate y llámame loco pero sí. Mila y yo debíamos de encontrarnos en aquel viaje que ella hizo y yo piloteaba para que pudieras volver a ver a Stein.
Muerdo mis labios y lo pienso por un instante antes de comenzar a reír fuertemente. Puede que tenga veinte años, doce menos que el más grande de mis hermanos varones, pero si hay algo a lo que me mantengo firme es a que no hay algo o alguien que hace que las cosas pasen por algo. Las cosas pasan porque sí y ya.
Entre más burlas y comentarios casuales llegamos a las afueras de la ciudad y entramos a la zona universitaria en donde se encuentran miles de residencias para estudiantes y en donde vivo. Billie me deja después de despedirse y pedirme perdón una última vez antes de marcharse en el auto que Kayden le ha prestado.
Becca está dormida cuando entro al departamento y procuro hacer el menor ruido posible en lo que me saco el vestido, el maquillaje y las joyas mientras me las arreglo para ver mis mensajes en el celular.
Hay un montón de las chicas, un par de Kay, otros de Sam y mamá e incluso el más reciente es de Lewis. Abro el chat que él acaba de iniciar gracias al número que intercambiamos durante la cena —tanto Stein como yo habíamos cambiado de número a lo largo del año— con un emoji de una luna.
Texteo un “buenas noches” acompañado de un emoji que aparenta estar durmiendo.
Tapada hasta la barbilla en mi cama y apunto de dormirme me llega su respuesta que alcanzo a leer con los ojos entrecerrados antes de quedarme completamente dormida con el móvil en las manos.
Pasado pisado, decía, y es que eso es algo que solía decirle cuando quería enfocarme en el presente y futuro para dejar atrás lo que ya había pasado.
Quinta regla: El pasado pisado.
Empezando por el matrimonio de mis padres, una verdadera historia de telenovela, Bently Lloyd, un empresario recién ascendido al mundo del éxito empresarial, conoció en un viaje de negocios a Abigail Rosales, aeromoza de raíces mexicanas con el sueño de viajar por todo el mundo, se enamoraron desde un principio y tiempo después de haber recorrido el mundo entero juntos se asentaron en el país de mamá en donde tuvieron cuatro adorables hijos y después se mudaron.
Billie Lloyd, hermano mayor de esos cuatro hijos y piloto, conoció a una chica por Instagram con la cual ha mantenido una larga relación y finalmente se verán cara a cara conmigo de por medio.
¿No son estas historias de ensueño en comparación con mi terrible historia? Suelo preguntarme cada cinco minutos mientras observo el rostro impaciente de mi hermano mayor. Aunque comienzo a dudarlo finalmente
Había estado los últimos días con una cara larga y una expresión ligeramente más seria de lo normal. Se suponía que esta cita en la cual conocería en persona a su novia debía de haber sido un par de días atrás, justo cuando no estaba en un estado crítico de estrés a causa de las represalias de una boda y la apertura de un hotel que solamente ocurren a gente tan desafortunadas como las chicas y yo, sin embargo no pude evitar sentir un poco de recelo hacia la pareja de Billie cuando le llamó el mismo día de la cita para avisarle que había cambiado la reservación a nombre de ellos dos para unos días después debido a que debía de ir a recoger con urgencia a alguien en el aeropuerto y después ayudar a desempacar. No conozco los detalles con precisión a falta de querer preguntarle a mi hermano por ello y mortificarlo un poco más.
Llevamos veinte minutos en la mesa del restaurante italiano y entre ambos hemos terminado ya con una botella de vino sin probar ningún otro alimento con la idea de que la novia de Billie llegará en cualquier momento para ordenar finalmente. Sin embargo no puedo evitar el nudo que se forma en mi estómago por una mezcla de hambre e impaciencia.
—¿Y si le ha pasado algo? ¿Debería llamarla?
Doy el último trago a mi copa y miro sobre ella a mi hermano mayor con una mueca.
—Si eso hubiera pasado ella ya te hubiera llamado. —Pienso en algo que había leído en una revista hace tiempo, algo sobre esperar solamente treinta minutos en la primera cita para saber realmente si la persona estaba interesada, evito decírselo—. Seguro se le hizo un poco tarde.
—Sí, tienes razón, está bien.
Lo veo calmarse un poco y bebe de su vino con el ceño ligeramente fruncido. Esa es una señal de que no está totalmente convencido. Decido intervenir entonces con una charla de distracción.
—¿Cuánto tiempo durarás con nosotros?
—Un mes, son mis vacaciones, después me toca salir a Asia por un tiempo. Seis meses, creo.
—Cada vez te vas por más tiempo y más lejos. —Suspiro dramáticamente.
—Se le llama ser adulto, Zett.
—Soy adulta y lo más lejos que he llegado es a mi departamento con Becca.
—Aún te falta mucho por vivir, mucho por conocer, mucho por aprender.
—Lo dice el de casi treinta y dos que está en su primera cita con su primera novia.
Los ojos oscuros de Billie me miran con recelo y lamento de inmediato mis resentidas palabras.
—No digo que está mal, lo siento, simplemente me molesta a veces que me traten aún como una niña.
—Entonces deberías dejar de actuar como una. —Es mi turno de mirarle con molestia aunque eso no le impide seguir hablando—. Mamá me contó lo de Lewis.
—Oh.
—Pienso que es un gran paso para una veinteañera en proceso de ser una adulta ejemplar.
Siento sus palabras más como un golpe en lugar de una burla. Me remuevo en el asiento con discreción y miro hacia mi regazo.
—No podía seguir enojada por algo que él no hizo y en lo que no tuvo la culpa.
—Es comprensible.
—Eso creo.
—¿Y son amigos de nuevo?
—No lo sé —admito jugando con uno de los anillos en mis dedos—, no sé lo que somos, ni siquiera creo que seamos algo. Hemos hablado poco estos días pero parece como si estuviéramos empezando de nuevo.
—Creo que es lo mejor para los dos. Así evitarán los rencores del pasado y será como borrón y cuenta nueva.
La mano de mi hermano busca la mía y la toma para colocarla encima de la mesa. Le miro y sus ojos muestran cariño y un rastro de algo que parece inquietud. Pero esa emoción es muy diferente a la que mostraba anteriormente por su novia.
—Gracias.
—No, Zettie, gracias a ti. De no ser por ti jamás habría conocido a Mila.
—¿Quién?
Mi cabeza repite una y otra vez el nombre, la sombra de varios recuerdos colándose rápidamente con esa breve mención, intento procesar todo y nada a la vez causándome mucha más confusión de la que debería.
Billie abre su boca para responder pero algo detrás de mí llama su atención y la cierra brevemente. Su rostro comienza a ponerse rojo y sus ojos se abren con sorpresa.
—Mila.
—¡Billie!
Y es en ese preciso momento cuando se hace la luz en mi subconsciente.
En escasos segundos una infinidad de recuerdos me abordan, en todos ellos la aparición de Lewis es inevitable, charlas casuales, noches de películas, salidas al cine, bailes en conciertos, risas en fiestas, visitas a nuestras casas, muchas imágenes que había evitado estos últimos años y que ahora me golpean sin freno alguno, aquella voz que resita el nombre de mi hermano aparece en varios recuerdos llamando a Lewis desde lejos.
Me giro muy rígidamente para seguir la mirada de Billie hacia la persona que ahora conozco con precisión.
Mila Reynolds luce tan hermosa como la recuerdo, con su enorme sonrisa y su cabello castaño perfectamente acomodado fuera de su rostro, se acerca dando pequeños saltos en unos tacones blancos. Sus risueños ojos azules no se despegan de Billie y creo que ni siquiera nota que estoy ahí sentada mientras se acerca tan rápido como puede llamando la atención de algunas mesas por las que cruza.
No puedo culparlos de voltear porque una vez que aparece en tu radar de observación es difícil de ignorar, incluso yo la sigo con la mirada en lo que se acerca, irradia una simpatía tan precisa que nadie más posee.
Ella es como un faro en medio de la oscuridad realmente.
El sonido de alivio que hace mi hermano mayor es el que me hace salir del trance y darme cuenta de que hay alguien detrás de Mila. Está justamente siguiéndola tan cerca que es casi imposible notar que está ahí siquiera pero un par de mechones castaños inconfundibles se asoman por los lados de la chica mientras ella se apresura a llegar. Contengo la respiración y me giro bruscamente hacia la mesa.
—¿Por qué… —comienzo a preguntar antes de ser interrumpida.
—No tenía idea tampoco, lo juro. —Billie se relame los labios cuando me mira brevemente—. Yo…
—Espero que no sea una molestia, he traído a mi hermano, acaba de llegar hace unos días y no ha salido de casa desde que llegó.
Es inevitable a este punto tratar de ignorar que mi mala suerte es tan obvia y que el mundo es tan pequeño en mi vida.
Mila Reynolds abraza a mi hermano con fuerza una vez que él se pone de pie para saludarla y sus ojos azules se ensanchan cuando nota por primera vez que también estoy ahí sentada por encima de la esplada de Billie.
—Hola Zett, que sorpresa, ¡mira Lewis ella está aquí!
Siento mi cara ardiendo y de repente el vestido ligero que llevo puesto parece ser muy pesado y sofocante en la explanada del restaurante. Inhalo hondo de manera discreta mientras alzo la mirada hacia Lewis Reynolds que se encuentra parado al lado de mi asiento luciendo tan incómodo y rojo como yo.
—Zettie.
—Lewis.
Nuestros nombres intercambiados en susurros flota entre los dos sin que Billie y Mila noten en primer lugar lo terrible que es este reencuentro. Maldigo internamente a mi hermano mayor por haberme evitado la identidad de su novia para evitar sorpresas.
Y es que jamás imaginé que uno de mis hermanos pudiera salir con una hermana de Lewis, y por la cara que tiene mi antiguo mejor amigo él mucho menos.
—Es bueno verte de nuevo.
—Lo mismo digo —exclamo lo más cortés que puedo para recompensar el hecho de que estoy evitando su mirada—. No esperaba verte aquí, ni a Mila.
—Es curioso, ¿no crees?, jamás lo hubiera imaginado.
Sonrío y me obligo a mirarlo para demostrarle estar en acuerdo con él. Sus ojos oscuros detrás de unas gafas gruesas me recuerdan de inmediato a él mismo hace un año. Ahora es obvio que ha dado el último estirón que pudo al pasar a los veintidós pero de ahí en más parece el mismísimo chico al que conozco desde sus diecisiete.
—Pero claro, nunca digas nunca.
—Hey, ¿eso no es algo de Justin Bieber?
—Según me contaba una de sus más grandes admiradoras en la adolescencia sí. —Su característica sonrisa juguetona se hace presente y abre sus brazos cuando comienzo a reír fuertemente—. Ven aquí y abrázame como mi hermana está abrazando a tu hermano.
Lo hago. No dudo ni dos veces en colocarme de pie y, como de manera automática por las innumerables veces que lo hacía en un pasado, colocar mis brazos alrededor de su cuello para atraerlo hacia mí. Mi cabeza se acomoda debajo de su mentón y el embriagador olor de Lewis Stein Reynolds inunda mis fosas nasales de una manera increíble.
Es su olor y sus manos que están dando suaves caricias en mi espalda descubierta lo que me hace estremecer.
Los últimos días habíamos estado hablando como si nada hubiera cambiado entre ambos, charlas casuales en donde le contaba lo horrible que fue mi día y él me hablaba de lo molesto que le había puesto algo, simplemente volvimos a ser nosotros y compensamos el tiempo que habíamos desperdiciado. Me puso al corriente con su vida como fotógrafo de una revista internacional que lo mantenía viviendo en Washington y recorriendo el mundo entero en otras ocasiones, algo que él siempre quiso hacer, y no esperaba ciertamente que llegara a Nueva York tan pronto. El hecho de Mila cancelando a Billie hace unos días ahora tenía sentido; había ido a recoger a Lewis al aeropuerto.
—Oye, tranquila, Zett. No, venga.
—Perdón, perdóname Lew, de verdad lo siento. —Agarro su cabeza y la mantengo presionado por encima de la mía para que no intente hacer contacto visual y se de cuenta de que estoy muerta de nervios—. Soy un asco.
—¿Qué? Oh no, no digas eso, no es tu culpa.
Recuerdo el momento en el cual me advirtió sobre lo que su primo era y las muecas que le había hecho mientras lo decía, también me viene a la mente su rostro apenado cuando le ví por última vez antes de que se fuera de Nueva York, sus ojos tan sinceros y risueños oscurecidos ante el desastre del cual me quiso prevenir antes. Por supuesto que es mi culpa.
—¿Zett? Oh linda, ven aquí.
La melosa voz de Mila me hace separarme de Lewis, mis dedos se aferran al cuello de su camisa hasta en el último segundo antes de soltarlo al igual que no despego mi mirada de la suya, los brazos de un Reynolds son reemplazados por los de otra Reynolds y esta vez un perfume dulce inunda mis fosas nasales cuando Mila me aprieta tan fuerte hacia ella.
—Que gusto que es verte de nuevo y que guapa estás. —Besa rápidamente mi mejilla y se separa ligeramente del abrazo para mirarme directamente a los ojos—. ¿Cómo has estado?
—Estoy viva y con salud, que es lo que cuenta, ¿no?
—Sigues siendo la misma de hace un año.
Comienza a reír y regresa al lado de mi hermano. Ambos comienzan a reír del chiste de la mujer y yo también empiezo a hacerlo. Demonios, ellos se ven tan bien juntos que me convencen de hacer lo mismo que ambos.
—Estoy de acuerdo, sigues siendo la misma Zett que conocí a los quince, solamente un par de centímetros más alta.
Miro con una ceja alzada a Lewis que se encuentra de brazos cruzados y con una mirada analizadora. Estrecha sus ojos detrás de las gafas que lleva puestas siempre y me mira de arriba hacia abajo para meterse en su papel y sacarme de quicio.
—¿Has terminado de analizarme?
—No todavía. Físicamente estás igual, ¿pero que hay de emocionalmente? Pareces cansada.
—Ha sido una larga semana. —Me dejo caer en mi silla de nueva cuenta con dramatismo—. Largas semanas, mejor dicho.
Los otros tres me imitan y se sientan, intercambiando sonrisas y miradas indiscretas para llegar a un acuerdo del cual ya me lo veía venir, Billie y Mila están juntos de un lado de la mesa mientras Lewis espera de pie al lado mío a que uno de los trabajadores acerque una silla extra para él.
Ambos hermanos mayores comienzan a tener una charla en voz baja que comienza con Billie levantando su menú para Mila y noto de inmediato que hay luz roja en su lado de la mesa. Muy bien, agradezco en verdad en ese momento la repentina aparición de Lewis porque así no estoy sola en mi papel de chaperón, lo miro de costado y le sonrío.
No puedo creer en serio que esto esté pasando.
—Pensé que estabas fuera, trabajando.
—Lo estaba, hace unos días al menos, pedí unos días y me los dieron. No saldré de viaje con ellos pronto de cualquier forma. —Se encoge de hombros.
—Chico con suerte.
—Sabes que no es así. —Asiento con la cabeza porque la experiencia me ha mostrado que Lewis Reynolds no tiene ni un poco de suerte—. No veía a Mila desde que se mudó acá de vuelta y creía que podía visitarla entonces, además era un dos por uno, aprovechaba para verte a ti.
Una de las muchas razones por las cuales había perdido contacto con los Reynolds fue porque se mudaron a Washington pocas semanas después de que con Johan habíamos terminado lo nuestro. Fue por un asunto del trabajo del señor Reynolds y una futura oportunidad de trabajo para Lewis, según me contó él antes de que perdiéramos todo contacto en un pasado, solamente Mila fue quien no pareció acostumbrarse y regresó al poco tiempo para vivir por su cuenta en un departamento en Queens.
Desde entonces ella había estado en la gran ciudad y yo jamás lo hubiera sabido de no ser porque estaba saliendo con mi hermano. Y trajo a mi mejor amigo con ella.
Acaricio mi collar de perlas distraídamente mientras Billie se toma la molestia de ordenar por todos. A pesar de estar un poco más consciente de la situación actual me encuentro aún en shock por el hecho de que todo parece un sueño, uno de los buenos, en el cual parece que todo sale bien a pesar de los altibajos.
—¿Y cómo está Sam?
La pregunta de Mila me trae de vuelta a la realidad y miro a todos los presentes con simpatía para que me disculpen por mi repentino silencio. Billie tiene las cejas alzadas, esperando mi respuesta.
—Creciendo. Es todo un adolescente ahora.
—¡Oh maravilloso! Tengo muchísimas ganas de verlo, ¿saben?, recuerdo que era el niño más listo que haya conocido jamás.
—Es la persona más lista que yo he conocido. —Billie ríe entre dientes y no puedo estar tan de acuerdo con él como ahora—. No sé por qué es tan listo.
—Los chicos de ahora abren los ojos más jóvenes, de manera literal, y eso hace que ellos…
—Y así es justo como nos sacan de su charla de nuevo —Lewis interrumpe en voz baja a su hermana hablando solamente para nosotros dos—. Adultos.
—Lo somos nosotros también, ¿sabes? —Le devuelvo el susurro. Él me lanza una mirada, ahora tenemos nuestra propia conversación nosotros, le sonrío ampliamente igual que hacía cuando tenía quince y le convencía de saltarnos algunas clases.
—Prométeme que jamás hablaremos de nuestros conocimientos laborales frente a otra gente.
—Lo prometo.
Alza su dedo meñique entre nosotros y gustosa lo entrelazo con el mío. Dios, parece que nada ha cambiado, es como si tuviera quince de nuevo.
♡♡♡
—Quiero pedirte perdón por lo de antes, te mentí.
Cabeceo para mirar hacia Billie un poco adormilada. La velada terminó con un satisfactorio resultado y ahora que estamos en camino a mi departamento con sueño y agotamiento que me hace lucir adormilada en el asiento de conductor.
—¿Qué?
—Allá en el restaurante, cuando Mila llegó, la verdad es que si sabía que Stein venía con ella.
Parpadeo seguidamente, mirando aún a mi hermano mayor, intentando decidir si estoy dormida o despierta escuchando sus palabras.
Cuando ambos hermanos Reynolds aparecieron él me había asegurado no conocer que Lewis vendría y, a lo largo de la cena, tanto Billie como Mila habían soltado comentarios acerca de la casualidad del asunto. Tanto Stein como yo creíamos eso y llegamos a reír de la terrible casualidad que nos había hecho reencontrarnos sin cuestionar nada.
Pero ahora que Billie ha dicho eso comienzo a sospechar de la realidad en ese momento.
—¿Lo planearon? —inquiero en tono neutro—, ¿tú y Mila lo hicieron? ¿Lewis lo sabía?
—Mila sí, Stein no.
—¿Y por qué?
—Después de ese día en el que acompañaste a Samuel al partido y te fuiste a tu departamento por la noche me contó lo que te había pasado, él estaba preocupado por ti, no lo culpes, y hablé con Mila más tarde. Me dijo que Stein iba a volver al día siguiente y que se quedaría con ella por un tiempo. —Los ojos oscuros de Billie intentan enfocarse en la calle para evitar mi ceño fruncido—. Ahí comenzamos a hablar… de cómo ustedes dos habían dejado de hablarse hace un año.
El silencio que le siguen a sus palabras sirven para hacerme recordarlo todo de nueva cuenta.
Con Johan llevábamos dos años juntos y las cosas iban de mal en peor, su falta de comunicación y mi falta de paciencia hacía que las discusiones permanecieran doliendo mucho más de lo deseado y Lewis actuaba siempre como el árbitro para hacernos parar, ambos estábamos empezando una vida universitaria separados por primera vez en años y ellos se encontraban en una situación familiar desfavorable. Fue aquí cuando las charlas de media noche con Stein se convertían en teorías sobre lo que el futuro nos prepararía si los Reynolds dejaban Nueva York para regresar a su viejo hogar en Washington.
El miedo de perder tanto a Lewis como a Jo hacía que me mostrara melancólica cuando uno u otro se iba por un tiempo para ver la situación a la que se iban a enfrentar con la posible mudanza. Ni siquiera yo me aguantaba en esos momentos por la idea de perder a mi mejor amigo y mi novio.
Johan se fue por unos días en época escolar, solamente las clases junto con las chicas y Lewis me mantuvieron distraída la mayor parte del tiempo, fue así como ni siquiera noté cuando esos días se convirtieron en semanas hasta casi completar el mes. Por supuesto que no era tonta y sabía que algo estaba mal, tiempo después me di cuenta que siempre estuvo mal, pues las advertencias de aquel que consideraba mi mejor amigo debían valer más de lo que una cara bonita me contaba. Yo había sido la ilusa que había creído a Jo desde un inicio y lo había puesto por encima de Stein sin curstionarle nada nunca.
He ahí el problema, que cuatro años después, Jo había dejado largamente Nueva York desde el primer día que se fue a Washington y no pensaba regresar en un tiempo. Fue un mes después de su fuga cuando recibí una videollamada de su parte, estaba cenando sola porque Becca se había marchado por un asunto de urgencia, poco duró mi sonrisa frente a la pantalla de mi celular cuando él con una sonrisa nerviosa me recibió del otro lado. Estaba tenso y parecía no querer estar hablando conmigo en verdad así que dejé la charla típica de lado para preguntarle por su cara.
Fue ahí cuando distinguí que alguien estaba cerca de él y le susurraba cosas con urgencia, era una voz de chica, lo que siguió no fue nada favorecedor no digno de recordar. Resultaba que Johan era un descarado y un coqueto, como lo había notado desde que le conocía, pero también era un mentiroso y un casanova como lo había insinuado Lewis desde un principio. Jo había llegado a Dumbo poco después que yo y había dejado atrás a una chica, Julia es su nombre, con la cual se encontró de nuevo una vez que regresó y no dudaron en regresar a lo de antes. Como si nuestra relación no estuviera en pie desde hace dos años.
—Siempre estuvo con ella, Zett, nunca la dejó y mantenían una especia de relación a distancia. —Eso era lo que Lewis me había dicho cuando le llamé después de que Johan cortara conmigo con un simple “las cosas no iban bien, lo siento, no es tu culpa”—. Julia y él son vecinos en Washington y se conocen desde siempre.
Mi corazón se rompió no solamente una vez sino dos en aquella noche y había perdido por completo a los únicos chicos ajenos a la familia que había considerado cercanos en verdad. Fue una catástrofica noche en la que cerré por completo mi vida a los Reynolds. Acabé llorando toda la noche y llamando a las chicas para que me ofrecieran todo el apoyo que quería tener.
Una semana después toda la familia de Stein se había ido y ni siquiera me digné a despedirme, a agradecerles a él y a su familia por aceptarme como nadie lo había hecho en mis primeros días, desde Lewis hasta Mila y Ellen habían tocado la puerta para intentar hacerme hablar con ellos sin éxito alguno. Jamás abrí la puerta y ahora me arrepiento tanto de ello.
—Fuí tan estúpida, Bill, tan tonta.
—Estabas enojada. Era normal. —En una luz roja suelta el volante y acaricia mi cabello—. Mila no me lo dijo directamente pero creo que Stein regresó en parte para hacer las paces contigo y quería ayudarlo. Él es un buen sujeto, una de las mejores personas que conozco, alguien que cometió un error como los demás y lo quiere arreglar.
—Lo he perdonado desde que se fue, ¿sabes?, comencé a extrañarlo y a llorar por él más de lástima que de enojo. Se lo dije en la cena.
Billie me sonríe de costado. Froto mis ojos con descuido a causa del sueño y un bostezo involuntario sale de mi boca.
—Te has manchado los ojos por completo. —Billie ríe por lo bajo.
—A estas horas no me importa, me dejarás en mi departamento y solamente Becca me verá así, eso si ella está despierta.
—Al infierno la vanidad.
—Sí, al demonio. —Me recuesto más en el asiento tapizado a gusto de Kayden—. Estoy feliz. Por Mila y por ti.
—¿Uh?
—Ella es hermosa, inteligente y un encanto de persona. No hay nadie mejor para ti que ella. Me alegro de que la hayas conocido en el trabajo.
—Gracias, Zett. Fue una verdadera casualidad que ahora comienzo a sospechar más bien que tal vez no haya sido suerte.
—¿Crees en fuerzas superiores, Bill?
—Búrlate y llámame loco pero sí. Mila y yo debíamos de encontrarnos en aquel viaje que ella hizo y yo piloteaba para que pudieras volver a ver a Stein.
Muerdo mis labios y lo pienso por un instante antes de comenzar a reír fuertemente. Puede que tenga veinte años, doce menos que el más grande de mis hermanos varones, pero si hay algo a lo que me mantengo firme es a que no hay algo o alguien que hace que las cosas pasen por algo. Las cosas pasan porque sí y ya.
Entre más burlas y comentarios casuales llegamos a las afueras de la ciudad y entramos a la zona universitaria en donde se encuentran miles de residencias para estudiantes y en donde vivo. Billie me deja después de despedirse y pedirme perdón una última vez antes de marcharse en el auto que Kayden le ha prestado.
Becca está dormida cuando entro al departamento y procuro hacer el menor ruido posible en lo que me saco el vestido, el maquillaje y las joyas mientras me las arreglo para ver mis mensajes en el celular.
Hay un montón de las chicas, un par de Kay, otros de Sam y mamá e incluso el más reciente es de Lewis. Abro el chat que él acaba de iniciar gracias al número que intercambiamos durante la cena —tanto Stein como yo habíamos cambiado de número a lo largo del año— con un emoji de una luna.
Texteo un “buenas noches” acompañado de un emoji que aparenta estar durmiendo.
Tapada hasta la barbilla en mi cama y apunto de dormirme me llega su respuesta que alcanzo a leer con los ojos entrecerrados antes de quedarme completamente dormida con el móvil en las manos.
Pasado pisado, decía, y es que eso es algo que solía decirle cuando quería enfocarme en el presente y futuro para dejar atrás lo que ya había pasado.
Quinta regla: El pasado pisado.
- holap:
- Antes de que me maten todas les pido mil disculpas, en serio no saben lo mucho que lamento está larga espera y para un capítulo tan seco como este, les juro que nunca creí que a estas alturas no tendría tiempo ni para respirar y se me vinieron encima mil cosas a la vez Traté de aprovechar lo más que pude el tiempo extra que me brindaron para sacar el cap y salió apenas esto que a decir verdad no me gustó mucho pero creo que plasma bien lo que quería transmitir, en fin, sé que todavía hay huecos y cosas re ??? entre Lew y Zett u otros personajes pero les aseguro que más adelante todo eso se va a resolver. Con caps más largos y entretenidos que este. Sin más que decir AHHH me disculpo de nuevo y hasta la otra ronda uwu
trunks
Re: new rules
- congratulations, celebrations:
Holis me ves aquí porque estoy emocionadisima de que hayas subido capitulo no te das idea de cuento lo esperaba Me dejo con mis dramas y continuo a leer y comentar este hermoso capituloA mis veinte años de edad debo admitir que he pensado más de una vez que jamás voy a llegar a comprender el contexto amoroso. Soy un cero a la izquierda cuando se trata de ello y mucho más con las historias que me rodean.
Aquí Zettie iluminandonos con la mas pura verdad. Y es que yo tampoco lo entiendo. El contexto de amor varia a montones de lo que aprendes que significa ello y que conlleva, también hay que considerar el contexto que lo ve la otra parte y, bueno, es una cosa jodida, fin
Por cierto, me encanto la historia de amor de sus padres y la de su hermano mayor estoy tan ansiosa y nerviosa como Billie por conocer a esa chica es que tanto tiempo hablando en distancia y sin verse las caras, entonces tiene que existir algo que no los halla hecho desistir en tanto tiempo.
Pero ahora que leo que se esta tardando, ya me empieza a caer gordo. QUE APAREZCA QUE BILLIE Y ZETTIE LA ESPERAN! o sino que se vayan pidiendo otro vino, pues yo me les uno(?—Se le llama ser adulto, Zett.
—Soy adulta y lo más lejos que he llegado es a mi departamento con Becca.
—Aún te falta mucho por vivir, mucho por conocer, mucho por aprender.
—Lo dice el de casi treinta y dos que está en su primera cita con su primera novia.
JAJAJAJA eso te pasa por tratar como niña a Zettie ¿Te he dicho que amo sus contestaciones? Pues, y lo sabes
pero es que es obvio que extraña a su hermano si se la pasa por todo el mundo y ahora le dice que se ira por medio año a Asia.—¿Y son amigos de nuevo?
—No lo sé —admito jugando con uno de los anillos en mis dedos—, no sé lo que somos, ni siquiera creo que seamos algo. Hemos hablado poco estos días pero parece como si estuviéramos empezando de nuevo.
Ey, me gusta eso! Es que Lewis no tiene nada que ver con el lame bolas de su primo (que no recuerdo el nombre), por lo que no debería estar mas distanciada de él, sobretodo si tenian una linda relación. Vamos, vamos, que se reconcilien
AHHHHHHHHHHHH ES LA HERMANA DE LEWIS!Mila Reynolds luce tan hermosa como la recuerdo, con su enorme sonrisa y su cabello castaño perfectamente acomodado fuera de su rostro, se acerca dando pequeños saltos en unos tacones blancos.
no me la puedo creer, Billie lo sabia y no se lo dijo o qué? Perdón que me adelante, es que voy comentando mientras leo y reacciono
Ay, Billie, la que hiciste.—¿Por qué… —comienzo a preguntar antes de ser interrumpida.
—No tenía idea tampoco, lo juro. —Billie se relame los labios cuando me mira brevemente—. Yo…
—Espero que no sea una molestia, he traído a mi hermano, acaba de llegar hace unos días y no ha salido de casa desde que llegó.
Pero ya, habia que encontrarse en algun momento, aunque no creí que fuesen a encontrarse YA. Zettie debe estar shokeada con unas ganas de matar a su hermano—Zettie.
—Lewis.
AY, ese momento tenso e incomodo no te lo robo, amiga. Es que es demasiado después de no verse por un año y ayyyyyyyyyy, lo que será esto, quiero gritaaaaar—Pero claro, nunca digas nunca.
—Hey, ¿eso no es algo de Justin Bieber?
—Según me contaba una de sus más grandes admiradoras en la adolescencia sí. —Su característica sonrisa juguetona se hace presente y abre sus brazos cuando comienzo a reír fuertemente—. Ven aquí y abrázame como mi hermana está abrazando a tu hermano.
Aww, me encanta que lo incomodo haya pasado y que la conversación fluya eso demuestra que nunca dejaron de quererse y su amistad va mas alla de todo lo que paso en el pasado—Oye, tranquila, Zett. No, venga.
—Perdón, perdóname Lew, de verdad lo siento. —Agarro su cabeza y la mantengo presionado por encima de la mía para que no intente hacer contacto visual y se de cuenta de que estoy muerta de nervios—. Soy un asco.
—¿Qué? Oh no, no digas eso, no es tu culpa.
Zettie disculpandose y Lewis haciendole entender que no es su culpa. Son tan lindos, que se casen.
Pero es que no podía irse su amistad al drenaje por el idiota que lastimo a Zettie. No lo vale ni mucho menos la linda relacion que tienen. Espero que ese idiota no aparezca. No recuerdo el nombre, ya te dije, pero mas le vale no aparecer y arruinar las cosas porque me lo lincho
(segui leyendo y vi que se llama Jonah. Jonah, el nombre del mal)—Prométeme que jamás hablaremos de nuestros conocimientos laborales frente a otra gente.
—Lo prometo.
Alza su dedo meñique entre nosotros y gustosa lo entrelazo con el mío. Dios, parece que nada ha cambiado, es como si tuviera quince de nuevo.
Es hermoso este reencuentro. Nada de dramas tristes, ni enojos ni nada. Son ellos volviendo a ser adolescentes, solo que mas adultos y dispuestos a dejar todo atrás. Me encanta, te lo he dicho mil veces, pero no deja de encantarme—¿Qué?
—Allá en el restaurante, cuando Mila llegó, la verdad es que si sabía que Stein venía con ella.
JAJAJAJ tarde para esa sinceridad, Billie, pero para su suerte todo salio bien. Obro de buena manera, lo amo por ello—Siempre estuvo con ella, Zett, nunca la dejó y mantenían una especia de relación a distancia. —Eso era lo que Lewis me había dicho cuando le llamé después de que Johan cortara conmigo con un simple “las cosas no iban bien, lo siento, no es tu culpa”—. Julia y él son vecinos en Washington y se conocen desde siempre.
Ahora entendiendo un poco mas la situacion de Zettie y como se sintió en aquel momento, comprendo porque se enojo con Lewis. Él le advertía, si, pero hombre: dime si el gilipollas de Jonah me esta viendo la cara, si sabes todo eso y soy tu mejor amiga, habla. Y Jonah, dejame decirte que es un idiota enserio. Le hizo perder dos años de su vida esperandolo y llorando por él, cuando simplemente no lo valía y seguia pensando en su ex. Y HACERLE LA VIDEOLLAMADA CON LA TIPEJA AHÍ Es un pendejo—¿Crees en fuerzas superiores, Bill?
—Búrlate y llámame loco pero sí. Mila y yo debíamos de encontrarnos en aquel viaje que ella hizo y yo piloteaba para que pudieras volver a ver a Stein.
Yo si creo que las fuerzas superiores juntaron a los Reynolds con los Lloyd ahora que limaron asperezas y volvieron a encontrarse QUIERO UN ROMANCE ENTRE ELLOS DOS, POR FAVOR, ALEC, NO SEAS CRUEL
La quita regla y ya estamos Jonah, el pendejo, se queda en el pasado y llega Lewis para darle una buena experiencia amorosa o al menos eso quiero, no me hagas sufrir
Quinta regla: El pasado pisado.
Me gusto mucho tu capitulo, Alec. Realmente quería que apareciera Lewis y el reencuentro, y la verdad es que no pudo salir mejor ya quiero ver como se desarrolla la historia de ellos dos Te mando un beso enorme
Jaeger.
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Re: new rules
- Every corner callin' out your name:
- Perdón por tardar tanto en comentar: muchos comentarios, mucha pereza y poco tiempo xd. Pero finalmente aquí estoy. Voy a empezar a leer el capítulo ahora, así que iré comentando a la parDejé caer mi cabeza en el marco, recordando por un momento los días en los que solía encontrarme esta escena casi a diario, con la diferencia de que, usualmente, lo encontraba sin camisa.
¿Ronnie y Cole vivían juntos? Sea como sea, a mí también me entraría nostalgia pensar que solía encontrármelo así todos los días sin camiseta pero que ahora ande vestido– Si lo tienes que pensar es porque ha pasado demasiado tiempo. Y no, ese panqueque no cuenta – añadió al final cuando veía que abría mi boca para hablar.
Me encanta cómo la regaña (con razón) porque no come lo suficiente y ella se molesta porque no puede argumentar. Cómo vive sin comer, si es lo mejor que hay Y no creo que Cole esté siendo insoportable, simplemente se preocupa por ella, debería valorarlo más. Aunque entiendo que pueda molestar que estén ecima de ti. Y como que todo es complicado porque eran pareja pero ya no y volver a ser amigxs pues es difícil.– ¿Por qué te estás yendo cuando todavía hay papeles en mi escritorio? – me volteé, esta vez sus ojos estaban mirándome.
– Son correos y redacciones, te – me interrumpió antes de que pudiera continuar.
– Deja los correos llévate las redacciones. Confío en que haces bien tu trabajo, solo modifica los archivos y envíame los artículos terminados.
– Pero el de Kevin habría que reescribirlo.
Qué jefa más insoportable, de verdad: entre ella, la compañera de piso que siempre la deja fuera y la madre, pobre Ronnie. Menos mal que llegó Héctor a ayudar, aunque sea idiota. Como dijo ella, al final el idiota la ayudó y pues se le aguanta– ¿Qué quieres que te diga? Si tuviera que vivir con tu comida yo también preferiría comer en cualquier otro lado.
Golpe bajo, Roy Pero es cierto, yo si fuera Sam también querría estar allí metida atiborrándome de la comida del tío Cole Y si me deja jugar a las cajeras pues mejor que mejor.tan sencillo olvidar que ella solo me veía como un amigo
La friendzone duele, hermanoTal vez la autocrítica se debía a que había estado esperando cada uno de esos mensajes y había sonreído cada vez que veía su nombre en la pantalla. Lo que sentía ahora era una extraña culpa a una sensación que no sabia de dónde había salido en un principio.
Creo que parte de lo que le sucede a Ronnie es que siente culpable por haber mandado a Cole a la friendzone, pero no quiere volver con él tampoco, entonces no sabe cómo manejarlo. O igual entendí todo mal. Veremos a ver cómo transcurre todo
La cerveza es mucho mejor, el zumo de tomate solo te revuelve el estómago– El jugo de tomate es bueno para la resaca, además no sabe tan mal.En un momento, Cole dejó de caminar, deteniéndome con él. Me envolvió en un abrazo, con sus brazos aún sobre mis hombros, instintivamente coloqué mis manos alrededor de su cintura y lo miré con una sonrisa.
OMG ASÍ DE PRONTO Deja de ser tonta y vuelve con Cole, sino me meto en la historia y lo conquisto yo, que no me vendría mal uno como élNo fue nada porque Cole no va a intentar nada. Piensa que cualquier cosa que haga me va a asustar y me va a mandar corriendo hacia el lado contrario.
No lo entiendo, que ya que desde fuera todo es más fácil. Pero se nota que Cole quiere hablar, Ronnie sabe que no hace nada por miedo a espantarla. ¿Qué le cuesta tener una conversación sincera con él? Que como digo, todo es más complicado desde dentro, pero no sé. Así están en tensión todo el rato.– Soy yo Momo, todos se quedan en la friendzone. – intenté reír, pero salió más como un sonido de perro muriéndose.
Bueno, no todos, con Cole sí llegó a tener una relación Aunque luego todo salió mal, pero la tuvieron. A ver que entiendo que lo que les pasa a estos dos es que querían cosas distintas, que no podían darse en ese momento. Pero yo sé que encontrarán un término medio y acabarán funcionando.– Ni siquiera sé lo que es querer, no sé si es eso lo que estoy sintiendo o es solo un malestar estomacal que se me va a pasar al cabo de unos días.
Es que confundir un dolor estomacal con el dolor que te produce la situación con tu ex, amigo o lo que sea que sean en estos momentosque ni ellos saben. Mira que yo soy negadora, pero Ronnie, plis Igual lo que digo, la entiendo, es complicado y más siendo como es ella.
Yo creo que la conclusión a la que llega Ronnie es acertada. Tienen que distanciarse un poco para poder pensar, no se puede cambiar una relación en un día, sobretodo si hay sentimientos implicados (aunque Ronnie no sepa muy bien qué siendo). Sin embargo, algo me dice que la distancia no durará mucho
Estoy deseando leer cómo continúa todo, un beso
- Eat diamonds for breakfast:
- Me llevé una sorpresa de lo más agradable cuando entré esta mañana al foro y vi que había capítulo Advierto que voy a ir haciéndote el comentario según leo, así que es muy probable que esté lleno de incoherencias
lo cual no es nuevo. Dejo de aburrirte ya y empiezoA mis veinte años de edad debo admitir que he pensado más de una vez que jamás voy a llegar a comprender el contexto amoroso. Soy un cero a la izquierda cuando se trata de ello y mucho más con las historias que me rodean.
Mi querida Zettie, el concepto amoroso no se entiende a ninguna edad, así que tranquila Amé cómo empezaste el capítulo, no sé. Como que conecté mucho con ella porque me siento así tal cual, es como: no entiendo qué mierda con esto y luego me pongo a observar a la gente de mi alrededor y todo es distinto dependiendo de la persona y el tipo de relación y acabas como
Por favor y la historia de amor de los padresen la vida me pasa. Y volví a sentirme identificada con Zettie, porque está ahí "¿Por qué todo tan fácil para el resto y yo tengo que estudiar tres másters y aun así me va mal?" A todo esto, cómo de maravilloso es que Billie (el hermano mayor) se lleve a Zettie (la hermana pequeña) de carabina—No lo sé —admito jugando con uno de los anillos en mis dedos—, no sé lo que somos, ni siquiera creo que seamos algo. Hemos hablado poco estos días pero parece como si estuviéramos empezando de nuevo.
—Creo que es lo mejor para los dos. Así evitarán los rencores del pasado y será como borrón y cuenta nueva.
A mí este me parece un gran plan, lo que no sé es si podrá desarrollarse. Quiero decir, que está bien intentar perdonar y dejar atrás viejos rencores. Pero si aún te duele/molestan, es muy complicado seguir adelante. Dejando mi psicología barata a un lado... ¡YO QUIERO SABER BIEN QUÉ NARICES PASÓ ENTRE ZETTIE Y LEWIS!
Parad todo que parece que Zettie conoce a Mila porque esta está relacionada con Lewis de alguna forma y encima ES LA NOVIA DEL HERMANO K EZTA PAZANDO AQUÍ, ALECcharlas casuales, noches de películas, salidas al cine, bailes en conciertos, risas en fiestas, visitas a nuestras casas, muchas imágenes que había evitado estos últimos años
Esto me hizo daño, btw—Espero que no sea una molestia, he traído a mi hermano, acaba de llegar hace unos días y no ha salido de casa desde que llegó.
Cuáles son la posibilidades de que tu hermano mayor se enamore de la hermana de tu (ex) mejor amigo aka Lewis que en teoría te hizo daño. Quiero llevarme Zettie a beber cerveza en una terraza mientras nos da el sol en la cara. ES QUE LA ENCERRONA EN LA QUE SE VIO ENVUELTA—Pero claro, nunca digas nunca.
—Hey, ¿eso no es algo de Justin Bieber?
—Según me contaba una de sus más grandes admiradoras en la adolescencia sí. —Su característica sonrisa juguetona se hace presente y abre sus brazos cuando comienzo a reír fuertemente—. Ven aquí y abrázame como mi hermana está abrazando a tu hermano.
Al principio juraba que la tensión iba empezar a inflarse y aplastarlos contra la pared. Pero luego esto y el abracito y y y... Vamos a ver, se supone que eran/son (todavía no lo tengo del todo claro) amigos. El caso es que, la forma en la que Zettie describe cómo se siente en los brazos de Lewis ESO NO ES AMISTAD. AHÍ PASAN COSAS. Creo que me acuerdo ya de lo que pasó (perdóname, leí tu primer capítulo hace milenios y mi memoria es una basura, cuando termine este voy a releerlo) ¿era algo de que Zettie acabó con el primo de Lewis pero este le decía que no le convenía o algo por el estilo?—Prométeme que jamás hablaremos de nuestros conocimientos laborales frente a otra gente.
—Lo prometo.
Alza su dedo meñique entre nosotros y gustosa lo entrelazo con el mío. Dios, parece que nada ha cambiado, es como si tuviera quince de nuevo.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]—Allá en el restaurante, cuando Mila llegó, la verdad es que si sabía que Stein venía con ella.
Los hermanxs mayores conspirando en nuestras vidas, cómo no Pero bueno, aparéntemente todo salió bienpero no me confío que puede haber un giro durante lo que queda de capfue así como ni siquiera noté cuando esos días se convirtieron en semanas hasta casi completar el mes.
Espérate, el cabrón de Johan se marchó sin más, sin explicaciones. Ya estoy sacando los cuchillos Y añádele que encima Zettie también sabía que su mejor amigo iba a marcharse. ¿Por qué le pasan estas cosas a las chicas? No merecen, sin son genialesJulia es su nombre, con la cual se encontró de nuevo una vez que regresó y no dudaron en regresar a lo de antes.
Me lo cargo, encima hizo la videollamada con la chica al lado, pero ¿qué clase de tara mental tiene? Así que Lewis lo sabía pero no le dijo nada a Zettie hasta que se enteró (no sé si entendí bien, soy lenta, perdón) Pues es normal que Zettie se enfadara, la persona en la que confiaba se lo calló, no es tonta, ni actuó mal. Con el daño y el enfado latentes es muy complicado ser coherente, solo el tiempo enfría las cosas y te da perspectiva.Quinta regla: El pasado pisado.
Estoy muriendo de emoción Creo que con esta regla ya tenemos todas las de las chicas (bueno, nos faltaría Becca, pero ahora es personaje secundario). Me encantó tu capítulo, Alec Estoy deseando ver cómo sigues la historia y descubrir más cosas de Zettie, mometos con sus hermanos, momentos con Lewis y todo Un beso
indigo.
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Re: new rules
diossss omg tengo que comentar
omg chicas ya estamos por empezar la tercera ronda
omg chicas ya estamos por empezar la tercera ronda
hemmo.
Re: new rules
OMG OMG OMG YA CASI LA OTRA RONDA Chicas agradezco un montón sus comentarios, en serio, me suben el ánimo a seguir cuando creo que lo hago re kk mil gracias, neta, las leí a todas y me inspiraron a seguir con el drama de Zett y Lew ggg
trunks
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