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Once Upon a Time
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Once Upon a Time
- FICHA OBLIGATORIA:
- ficha● Título: Once upon a time
● Autor: Colectiva. Idea principal de Dani {Ariel.
● Género: Drama, Romance, Comedia, etc.
● Adaptación: Los respectivos libros.
● Advertencias: Se advertirán al principio de cada capitulo.
● Otras páginas: No.
Once upon a time No desafíes el poder del destino Cuando la realidad supera a la ficción es el momento en que nos damos cuenta que nada es imposible. La historia que has leído y re leído, con la que has suspirado de amor, de frustración, de enojo y de dolor, finalmente ocurre. Las pequeñas diferencias comienzan a desvanecerse y todo cobra sentido. Todo lo que has anhelado y aprendido en la novela podrás ponerlo en práctica. Pero vete con cuidado, tienes que abrir bien los ojos. Esta es tu historia. Realmente tuya. Eres la heroína de tu propio libro, así que puedes tener el mundo a tus pies si así lo deseas. Solo recuerda que ese amor literario no es el mismo del que te has enamorado, sino que es de carne y hueso. Él si existe y no es perfecto. Si ya estas lista, puedes empezar tu relato con Érase una vez... sinopsis |
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Bart Simpson
Re: Once Upon a Time
Once upon a time
Introducción
Érase una vez…
Entre las hojas de un libro, aquellas tres simples palabras le permiten a quien lo lea, abrir un mundo de posibilidades, un mundo en el cual la ficción puede llevarnos fácilmente a esa realidad en donde los cuentos de hadas, la magia y las historias de amor conviven, haciéndonos sentir aquello que, muchas veces, nuestra propia realidad no es capaz de otorgarnos.
Leímos historias en donde el sufrimiento termina por unir a aquellos que no creían tener nada común, en dónde el dolor y la pasión hacen florecer algo que, quizá, muchas veces se creía perdido.
Historias en las cuales el destino parece haber entrelazado los hilos para unir a quienes jamás pensaron siquiera en relacionarse.
Porque con esas tres simples palabras, nos damos cuenta que un mundo de posibilidades se ha abierto.
Érase una vez…
Charlie.
Re: Once Upon a Time
:rhianpls: :rhianpls: :rhianpls:
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Bart Simpson
Re: Once Upon a Time
Capítulo 01 Susanne&James Stark. |
Es reconocida como verdad absoluta aquella que afirma que Susanne Holmes ha madurado y no es el desastre que era en el pasado.
Drogas, alcohol, fiestas alocadas, incluso en días de semana. Me escapaba regularmente de casa y viajaba en autobús hasta Missoula, una ciudad que queda a casi dos horas de Deer Logde, mi pueblo natal. Aurora es mi hermana mayor y desde siempre hemos sido unidas. Como uña y carne, odiaba estar lejos de ella cuando se marcho a la universidad y a mí me dejo en nuestro tormentoso hogar.
Hace unas horas me encontraba dentro de la fiesta de la fraternidad hermana de la que pertenecía Ro. Para ella, era difícil desenvolverse en ambientes donde exigía conversación, bailes y carcajadas. No era la primera vez que me colaba, lo llevaba haciendo desde que Ro entro en la universidad hace seis meses atrás. Pero mi idea de ser la heroína de Aurora se vio estropeada con la cantidad de tragos que consumí en la noche más la marihuana que había fumado. Todo ello, por poco logra hacerme olvidar mi objetivo real: encontrar a la persona del cual Ro estaba enamorada.
Me senté en el pórtico de la casona mientras sostenía una botella de vodka en mi mano y le daba tragos cada diez segundos, buscando con la mirada al chico que traía a mi hermana suspirando por amor. Había visto sus fotos en facebook después de cotillear con Ro sobre él, pero no parecía existir un rastro del sujeto. No tenía idea exactamente cómo lograr que surgiera algo entre ellos, lo cierto es que estaba ebria y no pensaba con claridad. Solo quería que supiera que Aurora existía y que era un gran partido, mucho mejor de lo que podría imaginarse.
Tire la botella a un lado cuando la acabe. Lo poco que quedaba dentro de ella cayó en los zapatos de un tipo. Voltee a verlo con la intensión de disculparme, y por poco no me caigo hacia atrás: era demasiado alto, ojos azules que miraban con desdén y molestia, barbilla marcada, sin barba ni bigote alguno, con el cabello corto y rubio. El primer pensamiento fue que era atractivo y no me molestaba revolcarme con él en la parte trasera de su auto.
—Lo siento —balbucee lo mejor que pude, pero mi lengua estaba dormida y dudaba que me viera decente.
—Deberías levantarla y tirarla adentro—sugirió con brusquedad—Hay un tacho.
Seguí su consejo y levante la botella para guardarla dentro del bolso que llevaba colgando a mi costado. Levanto sus cejas con curiosidad y no me molesto en satisfacerle.
—La tirare cuando entre.
—Bien.
No dijo nada más. Se quedo en su posición y yo en la mía, ni siquiera volteamos a vernos de nuevo. No fue hasta que olfatee el olor del tabaco y lo encontré fumándose un cigarrillo con tranquilidad. Capto mi mirada sobre él y la correspondió, otra vez con molestia.
—¿Me das uno?
—No le doy tabaco a novatas—replico al instante.
—No soy una novata. Ni siquiera vengo a esta universidad.
El chico frunció el ceño, desconfiado.
—¿Qué haces aquí?
—Haces muchas preguntas. ¿Vas a darme un cigarrillo o no?
Vacilo un instante, pero fue suficiente con seguir observándolo seriamente hasta que me paso uno y el encendedor. Le devolví este último cuando encendí el cigarrillo y disfrute cada pitada que le daba. No paso más de un minuto en que Aurora llego a mí con la preocupación marcada en su rostro. Al verme con el tabaco, puso las dos manos en sus caderas mientras comenzó a regañarme suavemente.
—Susanne, por los cielos, eso mata a tus pulmones. No lo consumas —intento quitármelo, lo lleve hacia mi otra mano con dirección atrás.
—No me molestes, Ro. Solo es un cigarrillo.
—Tienes 16 años. ¿Sabes lo que le haces a tus pulmones por meterte eso en la boca?
Iba a contestarle que solía meterme cosas peores en la boca, mis palabras quedaron al vació cuando sentí el tirón en mi mano bruscamente y la ceniza cayó en mis dedos. Salte de mi asiento y lleve mi dedo a mi boca, lamiendo la herida al instante. Nuevamente, el chico y yo nos miramos, pero ahora ambas estaban molestas.
—¿Por qué me lo quitaste? Era mío.
—No era tuyo. Yo solo te lo cedí y ahora te lo quito —lo tiro en el suelo y lo piso con la suela de su zapato—Lo siento, no sabía que era tan pequeña. No le hubiese dado ni un solo cigarrillo.
Ro se sonrojo y asintió. Por un momento, me vi aterrorizada al pensar que este era el idiota que la traía loca. Me equivoque. Su sonrojo tuvo que ver con el chico que se posiciono al lado del rubio. Era alto, pero no tanto como el primero, también tenía el cabello rubio y corto, de sonrisa contagiosa y ojos brillantes. Con solo ver su aura, comprendí por que Aurora le gustaba.
—Aquí estas, te estaba buscando, James —dijo al llegar, colocando una mano en el hombro. El tal James la retiro al instante.
—Me dijiste que te espere aquí y eso hice, Peter—contesto de mala gana.
El recién llegado reparo en nosotras. Sonrió en mi dirección y al mirar hacia Aurora, la magia ocurrió. No creo en los amores a primera vista, parece tan soso e irreal. Pero comencé a creer en ello cuando observe a Peter Walker caer bajo los encantos naturales de mi hermana. Esta bajo la cabeza con timidez, aun roja y tensa por la cercanía. Aproveche el momento, a sabiendas que tal vez no podría darse en el futuro.
—Hola, soy Susanne —extendí la mano hacia él con una sonrisa cordial.
Al chico le costó quitar sus ojos sobre mi hermana, James tuvo que darle un palmazo en la cabeza para hacerlo reaccionar.
—¿Eh? —inquirió distraído. Se dio cuenta de mi mano extendida y no dudo un segundo en estrecharla—Hola, un gusto. Soy Peter.
—El mío. Ella es mi hermana Aurora, viene a esta universidad—la empuje hacia delante.
Tímida y nerviosa, Aurora susurro algo que no logre entenderlo. En cambio, Peter extendió su sonrisa y no dudo en estrecharle la mano. Aurora levanto la mirada hacia él con pena, y eso fue todo. Se quedaron prendados el uno por el otro, como si el idiota y yo no existiéramos. Tuve que contener mis ganas de gritar.
Un fuerte estruendo nos quito de la hermosa escena. De la puerta de la casona, salía una chica pelirroja totalmente borracha con otras dos chicas sosteniéndole de los brazos.
—¡Peter, James! ¡Ayúdennos!
Estos dos no dudaron en salir a la ayuda de la chica. Fue Peter quien la alzo en sus brazos como una princesa y se la llevo hacia el estacionamiento. No se marcho sin antes voltear a ver a Ro. Se quedo allí unos segundos antes que James le palmeara la espalda con que siguieran.
A la semana, Ro se entero que esa era su hermana, Stella Walker, por lo que nuestras teorías sobre él teniendo una novia se desvaneció. Esa misma semana, Peter la busco y la invito a ir con James y él a una fiesta en la piscina de uno de sus amigos, exactamente de Wiz. Dijo que podía llevarme, y lo hizo: acompañe a mi hermana a la alocada fiesta donde se volvió a encontrar con su amorcito y yo me quede bebiendo vodka al lado del amargado James Armstrong—Ro había averiguado sobre él por si me interesaba; error. Estábamos sentados en la misma mesa porque las demás estaban ocupadas. Yo ya iba por mi tercera botella de vodka mientras que él iba por su segunda cerveza. Me abstenía a marcharme solo porque veía a Ro y Peter hablar y reírse el uno con el otro, tan perdidos en su conversación que nuevamente se olvidaron que existían más personas a parte de ellos dos.
Saque de mi cartera un cigarrillo y lo prendí. Rápidamente, James me lo quito y lo tiro dentro de mi botella. Abrí la boca en grande con indignación.
—¿Qué mierda?
—Tienes 16 años. No deberías fumar y ni beber—golpeo la botella con sus nudillos—Lo único que hace es arruinarte.
—¿Y por qué eso a ti te importa? —replique aun enojada. Estaba ebria y había algo seguro que pasaba cuando se metían con mi alcohol: violencia. Tire la botella hacia el piso con intención de romperla, pero no se rompió.
James volteo a verme con el ceño fruncido, mirándome como si fuera una mocosa odiosa. Lo era, y él era mil veces peor.
—No seas imprudente.
—Y tú no seas un imbécil solo por dos horas. ¿Te cuesta demasiado?
—Soy más grande. ¿No debes un poco de respeto?
—Me paso el respeto por el culo. ¿Cómo la ves?
—Ordinaria.
—Vete al carajo. Que castigo es cruzarme con un amargado como tú.
—Mejor así. No me gustaría obtener una impresión equivocada—me rebajo de pies a cabeza.
Apreté los dientes mientras me decía a mi misma que la violencia no resolvía nada. Mejor era devolverle el mismo jueguito, pero quizás mas malvado.
Eche mi cabello hacia atrás y apoye mi mejilla contra mi mano. James frunció el ceño en mi dirección, desconfiado.
—¿Enserio te preocupa por mí?
El tono de mi voz pareció tomarlo por sorpresa, pero solo logro en hacerle entrecerrar los ojos.
—No, realmente.
—¿Enserio? —insistí con decepción fingida. En cuanto se acercara, planeaba tirarle mi bebida por todo su rostro.
Tuve que acortar la distancia entre nosotros, solo para jugar con sus nervios. Funciono. Solo que fue en mi contra.
Basto solo un segundo. Nos miramos. Realmente nos miramos con profundidad. Entonces, ahí sentí un tirón en el estomago y el corazón palpitarme con fuerza. Casi me caigo al suelo de solo sentir ello. Fue extraño y muy raro. Me desequilibro por completo.
No lo soporte. Tome su cerveza y lleve a cabo mi plan por puro impulso.
No hace falta que describa lo siguiente: el revuelto que causamos fue tan grande que la fiesta se detuvo por completo y nos convertimos en un espectáculo digno de recordar—literalmente, hay videos de aquella vez. James estaba tan furioso que su rostro parecía a punto de explotar, y yo estaba tan ebria que resbale y caí en la piscina.
Tengo breves flashes que vienen a mi cabeza cada vez que pienso en esa noche, pero lo cierto es que, después de mi breve zambullido, no recuerdo nada más. Desperté en la habitación de Wiz, el anfitrión de la fiesta y quien luego de unos meses se volvería mi gran compañero del desmadre. Tenía una brecha en mi ceja y a James llevándome de regreso a casa, pues Ro se había escabullido de la fiesta en el momento más inoportuno y, vaya casualidad, Peter tampoco se encontraba por allí. No solo logre que fuésemos la vergüenza de la fiesta, tuvo que saltar a la piscina por mí y llevarme a casa.
Pese a la molestia que me causaba tenerlo cerca, también era incómodo. Ya sin tanta borrachera encima, sentía más pena por haber creado un alboroto solo porque el tipo odioso que conocí el fin de semana pasado había logrado inquietarme. Generalmente, era amante de la adrenalina y los problemas. Pero hasta yo misma sabía que mirar a James Armstrong con otros ojos era una estupidez.
En medio del camino al departamento donde se encontraba Ro, su celular sonó y aprovecho el semáforo en rojo para contestar.
—¿Dónde estás? —fue lo primero que dijo, sin soltar su tono molesto. —Sí, estoy con ella.
—¿Es Peter? —pregunte, pero no hubo respuesta de su parte. Su ceño parecía fruncirse aún más.
—Estoy llevándola allí. ¿Puedes dejar de decir estupideces? —espero unos segundos más. —Solo está preocupada, no la angusties—escucho la respuesta antes de terminar de explotar—¡Que la estoy llevando! ¡No voy a cogerme a una cría problemática, Peter! ¡Ni siquiera es linda!
Abrí la boca en grande con indignación mientras el cortaba la llamada y lanzaba el celular dentro de la gaveta. Arranco el auto con la mirada hacia delante, mas no renuncio a sus expresiones llenas de ira. Por muy enojado que estuviese, yo no podía dejar pasar el desprecio.
—¿Disculpa? ¿Qué “no soy linda”?
Me echo una mala mirada, otra vez conseguí silencio por su parte. Eso solo logro molestarme a mí.
—Ya te gustaría salir conmigo.
—No, enserio. Créeme que no —declaro rotundamente.
—Pues, vaya. Que mal gusto. Hay millones allí afuera que les gustaría probar aunque sea un poco.
—No me gusta el bocado del pueblo. Gracias.
Su desdén y burla no me fueron indiferentes
—¿Disculpa?
—No todos soñamos con salir con el bochorno de la fiesta y quien prosigue a coleccionar mordiscos.
De cría era más impulsiva, así que no medí las consecuencias y comencé a golpearlo incluso con él al volante. James tuvo que estacionar bruscamente para sujetarme de las muñecas.
—¡Para, para! ¡Estás loca!
—¡Puedo ser aún más loca! ¡Suéltame! —me solté de su agarre y acomode rápidamente el cabello que había caído hacia delante. —¡Seré muy bocado del pueblo, pero al menos nunca obtendrás nada de este pedazo! ¡Idiota insensible!
Baje del auto con un portazo y tome un taxi que apareció de la nada como en las películas. Llegue al departamento donde Ro estaba ebria y llorando porque creía que me habían raptado.
A partir de esa noche, cruzarme con maldita regularidad a James Armstrong fue una rutina por años. Seguí yendo a fiestas en compañía de mi hermana, forme amigos que hasta el día de hoy mantenemos contacto y, desgraciadamente, son los mismos con los que James frecuenta. Ignorarnos mutuamente fue parte de nuestra rutina, una cansada y agotadora.
No voy mentir. Al menos, no voy a mentirme a mí misma. A los demás se los negare mil veces y lo guardare con mucho recelo. Pero más de una vez volví a sentir esa conexión, ese escalofrió recorrerme toda la espinilla dorsal cuando lo encontraba mirándome de la nada o él me sorprendía observándolo.
Intento ignorar ese revuelto en el estómago constantemente y solo llevarme por el camino del odio y el rencor. Por muy atractivo que sea, nadie le quita lo arrogante y pretencioso que es.
Punto final y he terminado mi informe sobre la capacitación de primeros auxilios de este verano. Procedo a apagar mi laptop y guardarla en el estuche. Planeo pasarme todo el fin de semana echada en el sillón y con la nueva temporada de The Sinner como mi entretenimiento, así que mejor librarse de las tareas pendientes.
Le echo un vistazo a Valerie y Logan, están desparramados por todo el suelo con su vaso de leche, entretenidos mirando los Power Ranger. Los he cuidado desde que me mude, hace ya cuatro años. Pese a que son hiperactivos y todo el tiempo quieren jugar, con traerles dulces y hacerles una leche tibia basto para que me permitieran terminar mi trabajo.
Valerie es la primera en terminar su vaso y lo deja a un costado. Se retuerce para mirarme y sonríe.
—¿Crees que podremos ver Maya y Oso?
—¡No! ¡Ez mi tudno!—chilla Logan, reaccionando al instante.
—Luego de los Power Ranger, si miraremos Maya y Oso.
—¡Siii!—festeja la niña, su hermano no se ve del todo convencido.
El capítulo rápidamente termina y pongo desde netflix el dibujito. Logan no opone resistencia y pronto pide naranjas para comer. Todo el día está comiendo, no sé cómo lo hace. Siempre estoy un paso delante de ellos, ya tengo un recipiente con naranjas cortadas. Solo se lo acerco y me tiro en el sillón con mi celular en la mano. Le envió un mensaje por whatsapp a Ro para saber si está en el departamento, envía una imagen de ella cocinando sopa de verduras esta noche. Estoy por enviarle una de regreso de los pequeños cuando escucho el sonido de la cerradura. Ellos también lo presienten y no dudan un segundo en levantarse y correr hacia la entrada.
—¡Mami, mami!
—¡Mis bebes!
Me incorporo con pereza del sillón y camino hacia el vestidor con el bolso colgando en mi brazo. Lo primero que veo es a James Armstrong en la puerta junto a Mery y los dos niños. Nuestras miradas se encuentran, pero nada más que eso. Cruzo los brazos y me apoyo en el marco de la entrada a la sala, sin poder evitar mirarlo mal. James sigue con su postura seria y rígida. Apenas puede formar una pequeña sonrisa cuando se dirige a los niños.
—¡Tío James! —chilla Valerie, quien está enamorada de él. No duda en alzarla en sus brazos.
—¿Se portaron bien?—pregunta Mery acercándose con Logan en sus brazos.
—Lo usual —me encojo de hombros, regalándole una sonrisa tranquilizadora—Tengo que irme.
—¿No quieres quedarte a cenar? James compro pizza.
—¡Pizza! —exclaman los niños con alegría.
—Está bien, Ro ya tiene la cena lista.
—Gracias, Suss—nos damos un corto abrazo.
Beso a los niños en la cabeza de cada uno y solo tengo de parte de James un débil "adiós" que respondo con aspereza. Cierro la puerta de tras de mí y no doy más de cinco pasos en que abro otra, justamente la de mi departamento. Mery Woolf fue compañera de la fraternidad de Aurora, y nos hemos convertido en buenas amigas. Su padre es el propietario del edificio y la ha dejado a cargo. Cuido a los niños cada vez que pueda mientras ella haga un descuento en el alquiler por mes. Me pareció un trato justo y acepte. Lo malo es tener que cruzarse con personas indeseables.
—Susie, llegaste a tiempo—Ro aparece desde la cocina con su cabello recogido en una coleta alta y el delantal rosado chillón.
Hago una mueca sin evitarlo. Odio que me llamen Susie. Suss es aceptable. No dejo que nadie lo haga, ni siquiera papa, solo Ro tiene el privilegio de llamarme así. A otro le cortaría la cabeza.
—Sí, temía perderme tu fabulosa sopa de verduras—lo primero que hago es quitarme el sostén y dar un largo suspiro—Por fin libre.
Ro se ríe por ello.
—Ve a lavarte las manos, pondré la mesa.
—Tú mandas.
Camino hacia el baño dejando en el sillón mi bolso. Hemos estado viviendo hace cuatro años en este departamento, luego de que Mery nos comentara sobre uno disponible en su edificio y no dude un segundo en tomar su propuesta. Ro vacilo en aceptarla oferta, veía injusto que nos redujera la renta solo por cuidar a sus pequeños cuando podríamos hacerlo gratis. A veces detesto que sea tan buena y confiada con todas las personas. Me gustaría zamarrearla y hacerle ver que la mayoría son escoria, que no merecen compasión. Sé que no es el caso de Mery y lo comprobé cuando se negó a que fuésemos niñeras gratis. Otra oportunista hubiese aceptado la bondad de mi hermana.
Frente a Ro, puedo comprobar que tan distinta somos. A otros les parece extraño que, además de compartir el mismo factor de sangre, seamos mejores amigas. Y no parecemos hermanas, más bien amigas. Ro es alta, de cabello rubio largo y ondulado, pómulos en alto, sonrisa linda y ojos azules brillantes. Es bondadosa, dulce, paciente y amorosa. Todo lo contrario a mí. Yo me veo lo bastante normal para parecer solo una chica linda. Aurora es hermosa, tanto por dentro como por fuera.
—He estado hablando con Wiz. Dará una fiesta en su casa el fin de semana —comenta con emoción. Sus ojos brillan, por lo que percibo algo mas—Tenemos que asistir.
—Claro. Me encantan ir a las fiestas de Wiz donde el desmadre es la principal atracción—llevo una papa a mi boca.
El rostro de mi hermana se entristece.
—¿No quieres ir?
—Nah, prefiero quedarme encerrada en casa.
—Pero... tu amas ir a las fiestas de Wiz—insiste dulcemente.
Presiono un poco más en mi negativa, esperando a que ella hable por sí sola.
—Si, tal vez cuando tenía 16 años. Ya tengo 22, ya madure.
—Habrá bocadillos deliciosos—intenta sobornarme por ese lado—¡Y fuegos artificiales! Tú amas los fuegos artificiales.
—No desde fui consciente del sufrimiento de los animales. He decido que mis ojos renunciaran a ello.
Trato de no reírme y seguir comiendo mientras la veo morderse las uñas, buscando más razones por las que vaya.
—James ira—lo dice con felicidad, como si me dijera que iría Johnny Deep.
—Ulala, señor francés. Ahora menos quiero ir.
—Susiiiie—ruega con un puchero en sus labios—Por favor, vayamos.
—¿No puedes ir tu sola? Se supone que eres la hermana mayor.
Algo parece prenderse en su cabecilla y sonríe juguetona.
—Es cierto. Soy tu hermana mayor. Tienes que hacer lo que yo te diga.
—Lo siento, no creo poder ser una hermana menor tan servicial.
Sus hombros se hunden con tristeza. Suspiro y dejo la cuchara de lado.
—¿Por qué no me dices de una vez por qué quieres ir?
Las mejillas de Ro se enrojecen el solo pensar su razón. Entrecierro la mirada en su dirección, lo que solo logra ponerla más nerviosa. Juguetea con la servilleta sin poder mírame.
—Escuche que... Peter volverá a Montana.
Menos mal que deje la cuchara a un lado, porque de lo contrario creo que me hubiese atragantado. Suelto un chillido sin evitarlo, asustándola.
—¡¿Peter vendrá?! —exclamo contenta—¿Se quedara o se volverá a ir? ¿Cuantos días? ¿Por qué no me dijiste antes? ¿Por qué Mery no me dijo antes? ¿Qué diablos?
—Susie, tranquila. Yo también me entere hoy—lleva un mechón hacia atrás. Sus mejillas siguen rojas.—Me llamo...
—¡¿Te llamo?!
—Sí, y... dijo que quería verme.
Tengo que poner mis manos sobre mi boca para gritar. Ro se ríe de mi reacción aun roja como un tomate. No he visto muchas veces a Peter, he tenido más trato con su odiosa hermana que con él, pero el poco tiempo de conocerlo basto lo suficiente para que se haga querer. Es un tipo excelente, puro de corazón y con una personalidad alegre y divertida. Aurora ha estado enamorada de él desde siempre, y aunque estuvieron a punto de entrar en un noviazgo serio, se vio arruinado cuando Peter tuvo una oportunidad genial de trabajar en una empresa al otro lado del mundo. Fue triste, pero Ro no podía retenerlo. Jamás se lo hubiese perdonado a sí misma. Pero Peter está de regreso, lo que significa que mi hermana dejara de salir con perdedores en busca de olvidarlo porque no tendrá que olvidar nada: su alma gemela estará en la fiesta de Wiz.
—Entonces, sí. Nos iremos el sábado a lo de Wiz. Hay que ir bien vestidas —le guiño un ojo—Y a ver si por fin puede conocer ese escote bien guardado que te tienes.
—¡Susie! —chilla con las manos sobre sus mejillas—A Peter le gusta mi estilo.
—Seguramente Peter tuvo complejo de Edipo con su abuela.
—¡Susie!
Me rio abiertamente y ella me sigue. Todo lo que haga feliz a Aurora me hace feliz a mí, es inevitable.
—Tengo otras noticias.
El rostro de Ro ya no esta tan contento como antes. Frunzo el ceño y me preparo mentalmente para lo siguiente: problemas.
—Mamá pregunto si Amy podría pasar unos días con nosotras. Al parecer, tuvo problemas en su hospedaje y, bueno…
—No, olvídalo.
—¡Susanne! También es nuestra hermana.
—Sí, pero es un grano en el culo. ¿Realmente quieres aceptarla en el departamento?
—Es que ella…
—No limpia ni mantiene el orden, tampoco nos respeta. Solo sabe quejarse, gastar dinero y aprovecharse de ti.
—Solo tiene 18 años. Es una niña, está aprendiendo a ser adulta.
—Ya lo sé, pero que aprenda en otro lugar. Buen provecho.
Ro me detiene estirando su mano hacia la mía. Cruzamos miradas y son distintas: su zafiro ruega por una oportunidad, mi café niega una y mil veces. Cierro fuertemente los ojos y suspiro, completamente derrotada. No puedo ganarle contra sus ojitos, son peor que el gato con botas.
—Bien, solo unos días.
Ro sonríe victoriosa.
—Solo será hasta que consiga otro lugar.
—Y solo ella. No quiero a sus odiosas amigas aquí.
—Lo prometo.
Esa promesa no me convence. No es la primera vez que Amelie se instala en nuestro departamento y hace fiestas o líos aquí. El año pasado la eche a sus amigas y a ella a la calle, ni siquiera me importo que Ro se enojara o que mama me llamara molesta a las cuatro de la mañana. Nadie iba a joder la vida por la que tanto había trabajado, ni siquiera la impertinente de mi hermana menor.
Reviso en la computadora y registro todos los libros nuevos que están ingresando mientras que Cassie Thompson, mi mejor amiga desde niñas, se encarga de registrar los libros que serán dados en donación.
—Así que irán a esa fiesta el sábado—comenta dándole un sorbo a su café—Es genial que ese chico vuelva. Nadie ha dejado a Ro tan enamorada.
—Y eso que tiene pésimos gustos. Le han gustado idiotas, pero Peter es decente —comento lo mismo que le he dicho a mi hermana innumerables veces.
—Ro no tiene que perder el tiempo e invitarlo a salir.
Meneo con la cabeza. Eso es imposible.
—Es muy tímida.
—Ya lo sé, pero su timidez puede hacerse pasar por indiferencia. ¿Y eso qué significa? Que la bruja de su hermana se asegurara de conseguirle otra chica apenas llegue.
—Stella adora a Ro.
—Pero a ti te odia.
—Yo no cuento en esa ecuación.
Yo no entiendo que castigo hizo Peter en su vida pasada para ser tan bueno y cargarse de personas como el petulante James o la engreída y víbora de su hermana. Son agua y aceite, claramente, y un aceite muy horrible.
—¿Qué tal te va con tu Romeo? —esta vez, el interés amoroso pasa a ser el mío. Le sonrió sin más—¿Qué? ¿Te ha mandado otra carta?
—Está en Nuevo México. Dijo que terminaría su servicio pronto y que quiere dejar a los militares. Le estresa mudarse cada año.
—A quién no. Pero, vamos, Suss. Suelta la sopa.
Me rió por la curiosidad de Cassie y le sugiero que vuelva a su trabajo. Con la mirada que me echa, es obvio que no dejara pasar la jugosa conversación. Pero prefiero terminar con el trabajo antes de comenzar a chismorrear.
Se refiere a Will Benson, es un soldado que conocí cuando tenía 18 años en mi pueblo. Ellos habían llegado allí para celebrar los 50 años, fui cautiva de su presencia cuando su pasión por la trompeta resalto entre los demás. No dude un segundo en acercarme e invitarlo a beber una cerveza. Pareció adivinar que tan solo era una cría con ganas de salir al mundo, y aun así me llevo a un bar donde pago las bebidas y nos mantuvimos enfrascados en una conversación que duro hasta las 9 am sentados en un parque, jugando al ajedrez.
Will me gusto todos estos años, pese a que no salíamos de una amistad que se fue construyendo por video llamadas, mensajes de textos algunas veces en la semana y llamadas de media noche. No puedo decir que estoy enamorada de él, si lo suficientemente encariñada para mirarlo con otros ojos. Sin embargo, a veces cuesta hacerlo con romanticismo.
Mi breve distracción sale de su ensoñación cuando observo a una figura conocida acercarse hacia la recepción. Inspiro aire por los orificios de mi nariz y lo suelto con frustración. James deja dos libros arriba del mostrador sin dejar de mirarme.
—Buenos días —saluda en dirección de ambas, pese a que no aparto sus ojos de mí.
—Yo no eres estudiante de esta universidad. No debería pedir libros aquí.
Cassie me pega una patada debajo de la mesa, pero no muestro síntomas algunos de dolor. Estoy más concentrada en mantener esta batalla entre miradas.
—Soy ayudante de cátedra este año—dice simplemente, haciendo obvio el hecho de que si tiene permiso.
—¿De qué cátedra?
—Literaturas del mundo.
Mis ojos se abren en grande y muerdo fuerte mi labio para no gritar. James hace una sonrisa seca y sin gracia.
—Escuche que también fue seleccionada para ser ayudante. Felicidades.
—Gracias. Supongo que tendré que declinar la oferta.
Se encoge de hombros, indiferente.
—Supongo que no está al nivel.
Abro mi boca en grande para seguirle la pelea de manera más efusiva. Cassie quien interviene rápidamente en anotar sus libros y darle el pase libre de traerlos cuando lo desee. James se va, no sin antes una mirada en mi dirección. Lo ignoro y me concentro en terminar mi café, aunque la mierda este súper fría.
—Dios, ¿Cómo es que es todo tan intenso entre ustedes dos?
—¿Intenso? ¿No lo viste? ¡Él comenzó!
—No, Susanne Beatriz, fuiste tú—suelta divertida y me da un codazo en el brazo—¿Por qué no sales con él? Vive aquí, es apuesto y tiene dinero.
—Pero es engreído, soberbio y apático. ¿Quién querría un novio así?
—Si me lleva a desayunar a París, yo lo meto en mi cama.
Revoleo los ojos y me levanto bruscamente con la excusa de buscar más café. Castigo a Cassie por meterse al no llevar su taza para servirle a ella, aunque vuelvo a los segundos porque la culpa puede más. Sé que soy impulsiva e inmadura cuando James está cerca, no es necesario que me lo digan. Es solo que no lo soporto, y cuando no soporto a alguien no puedo disimularlo.
Mi ausencia de estas vacaciones no molesto a mi progenitora. Hilda es indiferente conmigo. No es que no me quiera, lo hace a su manera. Su preferencia de hijas es la siguiente: Amy, Ro, Sulli y yo. La primera porque le recuerda a ella a su juventud, Ro porque es hermosa y muy devota a ella, mientras que Sulli es un pequeño diablillo que es imposible no amarla. Yo fui el dolor de cabeza, su karma de esta y la vida pasada, así que no la culpo por quererme menos. En cambio, la situación con Marvin fue distinta. Un hombre frió, más centrado en sus libros que en su propia familia, era la manera de papá para sobrellevar las cosas. Sin embargo, yo era la única que podía entrar a su estudio y pasar horas con él solo leyendo o escuchando The Beatles y Debussy. Si hubo reclamos por su parte este verano, por lo que tuve que prometer que iría a visitarlo pronto.
Marvin parece querer decirme algo más a través de la línea. Quedan suspendidas sus intenciones cuando escucho que manotea con Hilda por el poder del teléfono, una pelea que termina ganando ella.
—¡Susanne, cielo! —chillo, demasiado cariñosa—¿Qué haces que no vienes? ¡Te hemos estado esperando!
El mal presentimiento se asentó en mi estómago y anduve con cuidado en la conversación.
—He estado trabajando. Lo siento.
—¡No deberías trabajar tanto! ¿Y tú juventud? ¿Qué harás un día cuando te despiertes vieja y arrugada?
—Pues ponerme una minifalda, un top y al antro. Nunca es tarde.
La oí gruñir desde el otro lado por mi sarcasmo. Mamá odia todo lo que sea irónico, pues casi 30 años de casada con papá fueron suficientes para ella.
—Aun así, tienes que pasarte antes que inicie el semestre. ¿Sabes quién está de visita en el pueblo? ¡Stephen!
—¿Quién diablos es Stephen?
Escucho su grito ahogado y voces susurrando. Debo estar en alta voz.
—Stephen Hill, cariño —puedo verla apretando la mandíbula para no maldecir—El hijo de Petunia.
—¿Dices del charlatán que se jactaba por su beca en Londres?
Más gritos ahogados y la carcajada de Marvin de fondo.
—Lo siento, mamá. Tengo que dejarte, mi jefe me está llamando.
—¡Susanne Beatriz! ¡Ni se te ocurra…!
Tarde, ya lo tenía en mente desde que tomo el mando. Corto la llamada y apago el celular para mi salud mental. Puedo imaginarme por cual camino quiere que deambule, sobre todo si se trata del hijo de la vieja Petunia. Stephen Hill es el hijo del médico del pueblo, fue a la secundaria con Ro y se la paso todos esos años yendo detrás de su falda, por más que ella se cansó de decirle que no estaba interesada en él. No fue hasta que le partí su nariz y dejo de insistir. Espero que guarde rencor por ello, sería más fácil evitar las locuras que tiene Hilda en la cabeza.
Entro a la cafetería, no hay mucho movimiento por aquí porque es verano, los únicos que deambulan son quienes están en capacitaciones o talleres especiales. Busco con la mirada a Alhelí, mi amiga de la infancia. Nos conocemos desde crías porque vivíamos en el mismo pueblo y trabaje un tiempo en el café de su madre. Coincidimos en la capacitación de primeros auxilios, el cual iremos juntas luego de almorzar.
Me dejo caer en el asiento frente a ella y saco del bolso mi lonchera.
—¿Ro cocino?
—Ya sé, tengo suerte—abro la tapa y el delicioso olor a tarta de espinaca inunda mis fosas nasales—Hermoso.
—No entiendo cómo te comes eso. Las verduras son un asco—declara Ariel apareciendo de la nada, se sienta al lado de Alhelí con su bandeja en mano. Toma su hamburguesa y me la refriega en la cara —Esto es vida, no esa porquería.
—Buenos días, primero que nada —habla Alhelí con una sonrisa divertida—Y deja de agitar tu comida, el aderezo me salpicara.
—Ya —Ariel no hace esperar a su apetito y se le da un buen mordisco.
—¡Ariel! ¡Aquí!
Llevo mi mirada hacia la chica quien le grita, es una de las que se junta regularmente con ella. Ariel deja la hamburguesa de seco en su bandeja y se levanta.
—Nos vemos en el curso.
Así fugaz como vino, tal cual se ha marchado. Alhelí y yo nos damos una mirada luego de que ella se reúne con sus amigas. Una de ellas me observa con pocas pulgas, pero solo la ignoro. Pese a que Ariel me cae de maravillas desde que la conozco, no puedo decir lo mismo de las personas con las que frecuenta.
—¿Cassie? —inquiere la morena para ir hacia un nuevo tema de conversación.
—Dijo que tenía que reunirse con su madre. Hoy no vendrá.
—Que lastima. Ya falta poco para que el curso termine…
—Lo sé, se ve que era importante.
No termino de darle el primer mordisco a mi tarta que alguien me la arrebata el tenedor para llevarse mi pedazo de tarta a la boca. No puede ser otro que Oliver Wembley.
—Por Dios —gime degustando la comida mientras se sienta a mi lado y aprovecha a robarme otro trozo—Ro tiene que casarse conmigo.
—Olvídalo. No quiero un cuñado odioso como tú—le arrebato el utensilio y le empujo levemente con mi brazo—¿Dónde diablos estabas metido todos estos días?
—¿Me esperabas? —inquiere juguetón, apoyando la palma de la mano en su mejilla.
—Sí, extrañaba tu peculiar presencia y tus intentos de dejarme esquelética.
—Y yo tu horroroso intento de ser agradable, Susie.
—No me digas así—aprieto la mandíbula. El maldito se ríe a carcajadas. Bien sabe que odio ese apodo.
—Ey, Alhelí—la saluda con mano en alto y una sonrisa amigable.
—¿Qué tal tus vacaciones, Oliver? —responde ella con amabilidad.
—¡Genial! He estado en varios eventos y me la he pasado genial. ¡Incluso me han invitado a tres casamientos para este mes!
—¿Para dar tus condolencias o qué?
—No, mi querida Susanne, sino como invitado —se hace hacia atrás con elegancia fingida. —Como sabrás, este atractivo caballero se ha llevado todos los corazones.
—Solo come y cállate —le estampe un pedazo de tarta en la boca. Oliver, feliz, lo come con una gran sonrisa en el rostro.
—Oigan, ¿han escuchado los rumores sobre el asistente del profesor encargado del curso?
—¿Sobre Hashimoto? —habla Oliver pese a que todavía tiene comida en la boca.
—Escuche que es hijo de unos de los jefes yakuzas y que emigro hacia aquí para escapar de su familia.
—Yo escuche que dejo embarazada a la hija de un líder yakuza y que lo buscan —comento mi amigo, siguiéndole a Alhelí.
—Dicen que en una pelea de 50 contra 1, ¡él les gano a todos!
—Su papá quería hacerlo el próximo líder de su banda y lo obligo a tener entrenamientos con espadas y kunai, al estilo Naruto.
—Dijeron que va a ser cirujano y si se preguntan si ha tomado cariño a eso de andar cortando a personas.
—Ay por los Santos Beatles. ¿Dónde carajos escuchan todo eso? —interrumpo su animada charla.
—¡En todos lados, Suss! —suspira el pelirrojo—Lo dicen frente a tus narices. Nunca prestas atención, te la pasas leyendo.
—Disculpa por creer que un libro es más interesante que esa parranda de chismeríos.
—Admite que tiene cara de que va asesinarte en una noche oscura donde camines a casa y…
—No sigas hablando estupideces.
—Sus amigos tampoco son los mejores —añade a Alhelí. La observo molesta—¿Qué? Eso es lo que aparentan.
—No porque aparenten ser unos matones lo sean.
—Uy, habla la reina del prejuicio—se jacta Oliver, sonriendo. Intenta robarme otro trozo de tarta, pero le doy un manotazo en la mano.
—Yo no soy prejuiciosa.
Mis amigos se miran entre ellos antes de mirarme a mí. Bien, he mentido. Si lo soy, aunque no lo suficiente para creerme todas esas estupideces.
—¿Acaso él no se entera de todo lo que hablan a sus espaldas?
—Supongo que sí. Pero no se ve como si realmente le importara.
—Mejor así evitarse problemas.
—¿Y sabes lo que dicen de ti?
Le dejo el taper con comida frente a Oliver. Este se emociona y me da un beso en la mejilla. Darle comida es la única manera de mantenerlo callado.
—¿A que hoda venda mamá? —pregunta Logan con inocencia, triste.
—Mamá esta trabajando. Sé paciente —pide amablemente Valerie.
Le sonreí, un gesto que devolvió. Es dulce cuando quiere la mocosa.
—Tía Suss, ¿cuántos novios tienes?
Observo a la pequeña con sorpresa exagerada.
—¿Cómo sabes que tengo novios?
—Mamá dijo que con lo linda y divertida que eres, de seguro tienes muchos pretendientes.
—Y el tío James se dió —añade Logan con inocencia—Dijo que no edas tan bonita.
Maldigo en voz baja al idiota por decirles eso a los niños. Entiendo que a comparación de Ro no soy una modelo de Victoria Secret, pero nadie lo es a su lado, así que no sé porque es tan hiriente.
—La tía Susanne tiene muchos novios. Tantos que hasta se les olvida el nombre.
Logan y Valerie se ríen avergonzados.
—¿Y se dan besos en la boca?
—¿Tu cómo crees que los conquisto?
—¡Iu! ¡Qué asco!
—Yo quiero que el tío James se case conmigo —dice Valerie dándole un mordisco a su pan de corazón, completamente enamorada del idiota—Es muy atractivo.
—¿Qué te enseña tu madre? —suspiro divertida. Nunca se sabe que esperarse de estos críos.
El timbre de la casa llega y casi estoy tan emocionada como los niños por el regreso de Mery. Mi amiga no llega sola, sino que mi hermana la acompaña con bolsas de compra y grandes sonrisas.
—¿Y eso?
Ambas tardan en contestarme, más interesadas por los pequeños. Mery los sigue contenta hacia la cocina donde le muestra nuestras obras de arte comestibles. Ro se acerca con timidez.
—Mery me llevo de compras para la fiesta de hoy.
Siento el cuerpo pesarme tres veces más.
—¿No era mañana?
—Te dije ayer en la noche que era hoy—su ánimo decae al darse cuenta que lo agotada que estas—Lo siento, trabajaste desde temprano. Si no quieres ir…
—Está bien. No hay nada que unas cervezas no hagan —le guiño el ojo. Ro sonríe cariñosa, aun con pena.
—También te compramos algo a ti.
Recibo el regalo con gusto y saco de allí un vestido negro al cuerpo con escote pronunciado. También dentro hay una preciosa gargantilla bañada en oro.
—Ro, esto es hermoso —suspiro conmovida. —¿Cuánto gastaste en esto? De seguro te salió toda una quincena.
—Trabajo para darme lujos, y uno de mis lujos es poder comprarte algo lindo.
La observo cautelosa.
—Sí que sabes cómo manipular a las personas con esa cara de borrego…
—¡Susie! —chilla avergonzada—Claro que no, yo solo…
—Estoy jugando. Gracias —le doy un corto abrazo que no tarda en corresponderse—Despidámonos de Mery y vayamos a prepararnos. No queremos hacer esperar a tu chico.
Parece recordar algo porque su expresión decae otra vez. Escucho la manija de la puerta moverse y de la puerta aparecen James y Stella, ninguno de ellos me envía mirada amistosa y yo mucho menos. Me dirijo a Ro sin siquiera saludar.
La maldita se encoge de hombros. Sabe muy bien que no soporto a ninguno.
—¿Esta bien si vamos con Stella y James?
—Ya están aquí, ¿no?
Paso de ella, ignorando su intensión de disculparse.
—Buenas noches, James, Stella.
—Lo mismo para ti, Susanne —dice con desdén la pelirroja. Lleva un precioso top rosado de lentejuelas y un short de cuero pegado a su esbelto cuerpo. Es hermosa, no tanto como Ro, pero si lo suficiente para llamar la atención y despertar envidia.
—Voy a ir a la casa a cambiarme. ¿Me acompañas o…?
—Me quedare con los niños. Solo tráeme los zapatos negros, por favor.
Ni loca me quedaría una vez más encerrada en la misma habitación con Stella. Ro asiente, aun insegura por mi molestia. Le regalo una sonrisa para tranquilizarla. No me agradan, pero son personas que han sido buenas con ella, de eso no hay duda. Esto logra animarla y no tarda en devolvérmela. Toma de la mano a su amiga y van directo hacia nuestro departamento.
Me quedo con Mr. Arrogante a solas en la sala, escuchando los chillidos de los niños con emoción. Entonces, la magia ocurre: nos miramos el uno al otro. El tenso ambiente parece casi sofocarme. Pasan años y cada vez se siente peor.
La conversación viene a mí para cortar con esto.
—¿Le dijiste a los niños que no soy tan linda para tener muchos novios? —pregunto incrédula, cruzándome de brazos—Pensé que la cría inmadura era yo.
—Lo sigues siendo. No seas tan modesta —saca un cigarrillo de su bolsillo junto al encendedor.
—No fumes aquí adentro.
—Ya lo sé. —señala el balcón y da dos pasos antes de volver hacia a mí, dispuesto a pelear un poco más—Solo fue una broma. Logan se molestó. Dijo que luego de su Mery y Aurora, se casaría contigo.
No me hace sentir mejor que me tengan de tercera opción, pero al menos mi pequeñajo me defendió.
—De todas formas, evita darles aspectos negativos de mí.
—Descuida, ya lo haces por su cuenta.
Como esta mañana, estoy a punto de comenzar una batalla de la cual no estoy dispuesta a bajar los brazos. Sin embargo, la presencia de Valerie y Logan me obliga a dejar las peleas. James cambia por completo y una sonrisa cariñosa se extiende en su rostro. Se las arregla para levantarlos a ambos en sus brazos y van juntos al sillón, dispuestos a tirarse al menos una hora en lo que termina Ro en arreglarse.
Me gustaría decir que es un ser abominable y despreciable, solo que cuando esta con los niños siendo tan expresivo y cuidadoso, me hace pensar que James Armstrong no es tan malo como siempre había creído.
Ro y yo zafamos de ello y nos mantenemos cerca de la entrada, esperando ansiosas la llegada de su Noah Jr.
—¿Crees que vendrá? —inquiere con ansiedad.
—Tiene qué. Es su fiesta, ¿no? —contesto brusca mientras bebo de mi copa de champagne.
Ro me envía una mirada dolida. Suspiro.
—Lo siento.
—Está bien, yo te arrastre a esto.
—Pero yo quise venir. No sigas el drama —aleteo una mano al aire para restarle importancia y extiendo mi brazo a por su espalda, atrayéndola hacia a mí—Ahora, hermana mía, tienes que estar atenta para cuando Peter entre por esa puerta. Ninguna latosa te lo puede quitar.
—No es un objeto, Suss. Odias referencias posesivas.
—Si las odio, pero te juro que a Peter Walker no le molestaría ser tu esclavo sexual.
—¡Susie! —chilla escandalizada.
—Vamos. Estoy segura que si le pides que sea generoso con lo de ahí abajo…
—¡Susanne Beatriz!
Parto de risa al verla tan nerviosa. Es común verla así cuando nos referimos a una acción que conlleva menos ropa de lo común. Sin embargo, Ro esta más que nerviosa, al punto del colapso. Su mirada se aparta de lo que sea que está a mi espalda.
Giro para encontrarme a James con el ceño fruncido en mi dirección. Solo le da una corta mirada a Ro antes de volver a mí.
—¿Qué? —inquiero a la defensiva, y —¿para que negar? —con vergüenza disfrazada de indiferencia.
—Solo venía a comentarles que se preparen. El esclavo sexual llegara pronto.
James se retira y deja a Ro con la cara roja como un tomate y a mí aguantándome la risa porque no quiero ceder ante el estúpido humor del maldito, pero no son más de tres segundos en que me echo a reír como hiena.
Ro me golpea el brazo, molesta.
—¡Eres una escandalosa!
Si, lo soy. No puedo responderle porque sigo riéndome como tonta. Ro me da otro manotazo y se une a mis risas.
—¡Elowen! —exclama Ro cuando una chica pasa a nuestro lado.
No resulta ser otra que Elowen Fowler, amiga de James y de los hermanos Walker. Le brinda una sonrisa tímida a Ro y un pequeño abrazo. Aurora se llena la boca hablando de lo maravillosa y dulce que es Elowen, pero así como lo hace con ella, también con Stella. Ante los ojos de mi hermana, toda criatura es buena y pura de corazón.
—Hola, ¿Qué tal? —saluda en mi dirección.
—Hola —asiento en su dirección y doy dos pasos al costado.
Fowler tiene el cabello rubio castaño ondulado y cayéndole a un costado, lleva un vestido sencillo y reservado de color rosa claro con unos zapatos negros. Desde que la conozco, hace unos dos años, me ha parecido un intento de mojigata malhecho. Pareciera que todo el tiempo está reteniéndose a sí misma y brinda sonrisas falsas que me molestan como la mierda. Detesto a las personas como ella, tales como James, se creen la última coca cola del desierto y que su compañía es como ganarse una mina de oro.
La gente comienza a chistearse entre ellos para llegar a un silencio colectivo. Peter está por llegar. Aunque no estoy tan cerca de Ro, puedo sentir sus nervios desde aquí y volteo a mirarla, está mordiéndose las uñas y por poco no le salen los ojos de órbita. Por fin llega el momento: Peter entra con los ojos vendados en compañía de su hermana y de su mejor amigo. Stella le retira la banda de los ojos y todos gritamos un “sorpresa” al unisión, uno que logra asustarlo como la mil mierda, pero rápidamente se recupera y estalla a carcajadas limpias.
Es difícil llegar hacia él, todo el mundo se avalancha hacia su dirección para abrazarlo y decirle cuanto lo han echado de menos. Ro me echa una mirada y sonríe, encogiéndose los hombros. La tomo de la mano y se despide de su amiga, caminando junto a mí en dirección hacia el patio trasero. Una vez que las cosas se calmen, nuevamente tendrá su oportunidad de ir por su Noah Jr. Por la cocina, para nuestra sorpresa, nos encontramos con quien menos esperábamos ver esta noche.
—¿Amy? —inquiere sorprendida.
La pendeja se queda quieta donde esta y se da vuelta muy lentamente. Esta con la parranda de sus escandalosas amigas, solo viste una falda de lentejuelas negras demasiado corta y un top blanco que apenas alcanza a cubrir sus tetas.
—¡Ro, Suss! —exclama divertida y se nos echa encima, abrazándonos.
La empujo para tomar distancia y no evito mirarla como si fuera a matarla.
—¿Qué mierda haces aquí? ¿No se supone que llegarías mañana?
—Sí, pero Cherry me dijo que había una fiesta grandiosa y no pude evitarlo. Por cierto, ¿le avisarías a mama que estoy con ustedes? Prometí avisarle cuando llegaría pero se me fue el tiempo y…
—Por los cielos, ¿estuviste bebiendo? —la cara de Ro se distorsiona de preocupación.
No sé de qué se sorprende. Esta con una botella de ron en la mano, destila alcohol y se ve como una mierda, además de zorra, andante. Ro intenta darle su chaqueta para taparla un poco, Amy reacciona brusca y se la tira al suelo.
—¡Es una fiesta! ¡No todas nos vestimos de novicia como tú, Aurora!
Sus amigas se ríen por ello mientras que la estúpida se muestra con orgullo por poner a su hermana mayor en su lugar; un lugar que no corresponde. Para su desgracia, yo no soy tan buena como lo es Ro, porque me pongo enfrente de ella y le arrebato la botella y la dejo con fuerza sobre la mesada. Amy se callada y borra su sonrisa egocéntrica en el rostro. Estoy tan cerca de ella que no me faltan ganas de darle un cabezazo.
—Esta noche es muy importante para Ro, y si se te ocurre hacer una de las tuyas, Dios te libre.
—No me vengas con amenazas vacías, Susanne. No te queda —suelta con desdén.
El ambiente tenso atrae miradas, pero no por ello me dejo intimidar. Le corro un mechón que cae sobre su rostro y se lo hago hacia atrás. La siento encogerse. Mejor que tema, sabe que sigo siendo una bestia por dentro.
—Yo no hago amenazas en vano, Amelie. Compórtate, o te verás en problemas conmigo. Ni mamá ni Aurora van a salvarte, te lo juro.
Eso es suficiente para que acepte la chaqueta y se la ponga encima. Le regalo una sonrisa falsa y retomo mi camino hacia afuera apropiándome de la botella de ron. Suelto un enorme suspiro cuando el aire fresco logra llegar a mis pulmones. Las fiestas me gustan, las multitudes me asfixian.
Ro se abraza a sí misma, insegura. Le tomo de la mano nuevamente y la llevo hacia la pequeña pista de baile que se ha armado afuera. Pese a que se ve un poco incomoda con bailar, muevo mis hombros al son de la música y dirijo miradas coquetas a su dirección. Mi hermana sonríe, dejando el mal trago hacia atrás, aunque yo me encargo de que beba un poco de ron en nuestro baile.
El tiempo vuela y, aunque no estoy ebria, si un poco afectada por la siguiente botella que llega a nuestras manos. No dejo que Ro beba demasiado, nunca fue buena con el alcohol y no la quiero ebria cuando Peter aparezca.
Y hablando de Roma…
Aurora se queda estática cuando Peter llega de frente con una gran sonrisa y un abrazo que la deja helada. Tengo que esconder mi sonrisa con mi mano y le abro en grande los ojos para que conteste. Tímida como es y la cara roja, responde al abrazo duradero. Tardan siglos en apartar los ojos del uno del otro. No es hasta que James aparece y la magia se arruina. Peter se da cuenta de mi presencia y no tarda en abrazarme también.
—¡Susanne! —se separa para mirarme con atención—Por los cielos, ¡ya creciste!
—Han pasado como cinco años desde que no te veo. ¿Acaso creías que sería una niña para siempre?
—Pero no esperaba encontrarme con una mujer tan hermosa—me besa la palma de mi mano. Lo adoro—Estas radiante. Bueno—voltea hacia Ro con timidez—Están radiantes.
—Gra-gracias —Ro baja la cabeza con pena.
—¿Les parece si vamos a un lugar más calmado para hablar? —agarra dulcemente la mano de Ro. Esta lo observa sorprendida, ¿de qué? No sé, él está loco por ella.
Estoy por animarles para que sigan su camino, pues me inventare un fabuloso tema de conversación con James que no puede esperar —notase el sarcasmo, por favor.
¡Splash! ¡Splash! ¡Splash!
Giro rápidamente hacia la piscina y con horror reconozco a la rubia oxigenada que desearía que se muriera en este mismo instante: Amy esta con sus estúpidas amigas en tetas.
—¡Vamos, vengan! —grita alocada y ebria—¡Que comience la verdadera fiesta!
No faltan estúpidos que se unan a su bochornoso momento. Ro pega un grito al cielo justo cuando estoy por decirle que tal vez, solo tal vez, deberíamos ignorarla y seguir nuestras vidas. Fingir que no es nuestra hermana y solo es una loca que vimos en una fiesta. Pero claro, mientras yo soy la Bestia, Ro tiene que ser la Bella.
—¡Amy! ¡Sal de ahí, tapate!
Le suelta la mano a Peter y se va corriendo hasta la orilla de la piscina. James y Peter me observan extrañado.
—¿La conocen?
—No—contesto automáticamente. Pero que va, se enteraran de todos modos—Bueno, sí. Es nuestra hermana menor.
La sorpresa no cabe duda en ninguno de los rostros y tampoco la vergüenza en la mía. Voy a matar a Amelie, no estaba jodiendo cuando le jure tortura.
—¡Ya sal de ahí! ¡No hagas que me enoje! —suplica Ro, pero su reproche suena como una canción de cuna.
Le estira la mano y Amy se la acepta con malicia, tira con fuerza de ella y sumerge Aurora en la piscina. La situación me desespera y pronto soy yo quien se tira al agua. Ro no sabe nadar. Alcanzo agarrarla cuando se sumerge por completo y tiro de ella hacia la superficie. Para su suerte, Peter la espera y la saca rápidamente, acunándola con su chaqueta y prestándole atención mientras ella solo puede toser.
—¿Estas bien, Aurora?
—S-si—asiente con lágrimas en los ojos, lagrimas que no tardan en caer.
Volteo a mirar a Amy con odio mientras que esta se va escondiendo de a poco en el agua. Es hasta lo que aguante. La pendeja grita que voy a matarla y no miente, le tomo de la cabeza y la sumerjo en el agua repetidas veces. Aunque tenemos algunos admiradores, solo se están riendo de la pendeja. Voy a pagarle con la misma moneda la vergüenza que nos hizo pasar.
—¡Basta, Susanne! —manotea para que la suelte, en vano—¡Me voy a morir!
—¡Eso es lo que espero!
—¡Susanne! —chilla Aurora, aun preocupada por el engendro.
Estoy por hundirla por última vez antes de que le suelte un par de golpes más, pero me sacan tan rápido de la piscina que no me doy cuenta. James me deja en el suelo y se aleja bruscamente de mí, quitándose la chaqueta y tirándola en el agua. Sus ojos llenos de reproches me miran con fijes, como si yo tuviera que avergonzarme más por mis actos que por los de mi estúpida hermana menor.
—Ya es suficiente. ¿No ves todo el espectáculo que haces?
—¿Y qué mierda te importa? —me incorporo con dificultad. Trata de ayudarme, mi empujón logra mantenerlo a distancia.
Se acerca lo suficiente para que seamos los únicos en escucharlo.
—Esta es la fiesta de bienvenida de Peter. Ya se vio arruinada por la inmadurez de tu hermana, no sigas complicando las cosas.
—Las cosas ya están complicadas, no me jodas. Mira esto —señalo a la piscina llena de desnudistas.
Amy termina de toser y me observa con susto.
—¡Ponte la maldita chaqueta y sal de ahí!
—¡No!
—¿Quieres que vaya por ti? —hago el amague de tirarme de nuevo. Amy chilla y se coloca la prenda rápidamente para irse hacia las escaleras a un costado.
—Lo siento, Peter. Tenemos que irnos—Ro se levanta aun sin mirarlo y se saca la la prenda, tendiéndosela. Este la observa con tristeza. —Perdón por esto y por arruinarte la chaqueta.
—No, está bien. Déjatela —se la pone nuevamente en los hombros y se la abrocha, sonriéndole con cariño—No te preocupes por esto. ¿Quieres que pase por ti mañana y vayamos a desayunar?
—No. Estarás cansado —le dirige una sonrisa cordial, aun sin querer mirarlo.
—Pero…
No hace le hace caso. Aurora escapa de él y se va prácticamente corriendo hacia adentro. Miro a Peter con pena nuevamente y voy hasta Amy, llevándola bruscamente del brazo hacia la salida, siguiendo a Ro.
—Solo estábamos jugando. ¿Por qué eres tan amargada?
Aprieto más su agarre.
—¡Auch!
—¡Cállate, cría estúpida! ¡Arruinaste la noche de Ro!
—¡No es mi culpa! ¡Cherry me reto y yo…!
Alcanzo a agarrar una manzana en lo que pasamos por la cocina y se la encajo en la boca, callándola.
—Solo cállate antes que pierda la poca paciencia que tengo. Estarás en unos jodidos problemas cuando lleguemos a casa.
Pero primero tengo que encontrar a Aurora y convencerla que el bochornoso momento de ahora no va a afectar el amor que Peter siente por ella. Nada ni nadie puede separarlos ahora que él ha vuelto y se va a instalar en Missoula. No si yo no lo permito.
Drogas, alcohol, fiestas alocadas, incluso en días de semana. Me escapaba regularmente de casa y viajaba en autobús hasta Missoula, una ciudad que queda a casi dos horas de Deer Logde, mi pueblo natal. Aurora es mi hermana mayor y desde siempre hemos sido unidas. Como uña y carne, odiaba estar lejos de ella cuando se marcho a la universidad y a mí me dejo en nuestro tormentoso hogar.
Hace unas horas me encontraba dentro de la fiesta de la fraternidad hermana de la que pertenecía Ro. Para ella, era difícil desenvolverse en ambientes donde exigía conversación, bailes y carcajadas. No era la primera vez que me colaba, lo llevaba haciendo desde que Ro entro en la universidad hace seis meses atrás. Pero mi idea de ser la heroína de Aurora se vio estropeada con la cantidad de tragos que consumí en la noche más la marihuana que había fumado. Todo ello, por poco logra hacerme olvidar mi objetivo real: encontrar a la persona del cual Ro estaba enamorada.
Me senté en el pórtico de la casona mientras sostenía una botella de vodka en mi mano y le daba tragos cada diez segundos, buscando con la mirada al chico que traía a mi hermana suspirando por amor. Había visto sus fotos en facebook después de cotillear con Ro sobre él, pero no parecía existir un rastro del sujeto. No tenía idea exactamente cómo lograr que surgiera algo entre ellos, lo cierto es que estaba ebria y no pensaba con claridad. Solo quería que supiera que Aurora existía y que era un gran partido, mucho mejor de lo que podría imaginarse.
Tire la botella a un lado cuando la acabe. Lo poco que quedaba dentro de ella cayó en los zapatos de un tipo. Voltee a verlo con la intensión de disculparme, y por poco no me caigo hacia atrás: era demasiado alto, ojos azules que miraban con desdén y molestia, barbilla marcada, sin barba ni bigote alguno, con el cabello corto y rubio. El primer pensamiento fue que era atractivo y no me molestaba revolcarme con él en la parte trasera de su auto.
—Lo siento —balbucee lo mejor que pude, pero mi lengua estaba dormida y dudaba que me viera decente.
—Deberías levantarla y tirarla adentro—sugirió con brusquedad—Hay un tacho.
Seguí su consejo y levante la botella para guardarla dentro del bolso que llevaba colgando a mi costado. Levanto sus cejas con curiosidad y no me molesto en satisfacerle.
—La tirare cuando entre.
—Bien.
No dijo nada más. Se quedo en su posición y yo en la mía, ni siquiera volteamos a vernos de nuevo. No fue hasta que olfatee el olor del tabaco y lo encontré fumándose un cigarrillo con tranquilidad. Capto mi mirada sobre él y la correspondió, otra vez con molestia.
—¿Me das uno?
—No le doy tabaco a novatas—replico al instante.
—No soy una novata. Ni siquiera vengo a esta universidad.
El chico frunció el ceño, desconfiado.
—¿Qué haces aquí?
—Haces muchas preguntas. ¿Vas a darme un cigarrillo o no?
Vacilo un instante, pero fue suficiente con seguir observándolo seriamente hasta que me paso uno y el encendedor. Le devolví este último cuando encendí el cigarrillo y disfrute cada pitada que le daba. No paso más de un minuto en que Aurora llego a mí con la preocupación marcada en su rostro. Al verme con el tabaco, puso las dos manos en sus caderas mientras comenzó a regañarme suavemente.
—Susanne, por los cielos, eso mata a tus pulmones. No lo consumas —intento quitármelo, lo lleve hacia mi otra mano con dirección atrás.
—No me molestes, Ro. Solo es un cigarrillo.
—Tienes 16 años. ¿Sabes lo que le haces a tus pulmones por meterte eso en la boca?
Iba a contestarle que solía meterme cosas peores en la boca, mis palabras quedaron al vació cuando sentí el tirón en mi mano bruscamente y la ceniza cayó en mis dedos. Salte de mi asiento y lleve mi dedo a mi boca, lamiendo la herida al instante. Nuevamente, el chico y yo nos miramos, pero ahora ambas estaban molestas.
—¿Por qué me lo quitaste? Era mío.
—No era tuyo. Yo solo te lo cedí y ahora te lo quito —lo tiro en el suelo y lo piso con la suela de su zapato—Lo siento, no sabía que era tan pequeña. No le hubiese dado ni un solo cigarrillo.
Ro se sonrojo y asintió. Por un momento, me vi aterrorizada al pensar que este era el idiota que la traía loca. Me equivoque. Su sonrojo tuvo que ver con el chico que se posiciono al lado del rubio. Era alto, pero no tanto como el primero, también tenía el cabello rubio y corto, de sonrisa contagiosa y ojos brillantes. Con solo ver su aura, comprendí por que Aurora le gustaba.
—Aquí estas, te estaba buscando, James —dijo al llegar, colocando una mano en el hombro. El tal James la retiro al instante.
—Me dijiste que te espere aquí y eso hice, Peter—contesto de mala gana.
El recién llegado reparo en nosotras. Sonrió en mi dirección y al mirar hacia Aurora, la magia ocurrió. No creo en los amores a primera vista, parece tan soso e irreal. Pero comencé a creer en ello cuando observe a Peter Walker caer bajo los encantos naturales de mi hermana. Esta bajo la cabeza con timidez, aun roja y tensa por la cercanía. Aproveche el momento, a sabiendas que tal vez no podría darse en el futuro.
—Hola, soy Susanne —extendí la mano hacia él con una sonrisa cordial.
Al chico le costó quitar sus ojos sobre mi hermana, James tuvo que darle un palmazo en la cabeza para hacerlo reaccionar.
—¿Eh? —inquirió distraído. Se dio cuenta de mi mano extendida y no dudo un segundo en estrecharla—Hola, un gusto. Soy Peter.
—El mío. Ella es mi hermana Aurora, viene a esta universidad—la empuje hacia delante.
Tímida y nerviosa, Aurora susurro algo que no logre entenderlo. En cambio, Peter extendió su sonrisa y no dudo en estrecharle la mano. Aurora levanto la mirada hacia él con pena, y eso fue todo. Se quedaron prendados el uno por el otro, como si el idiota y yo no existiéramos. Tuve que contener mis ganas de gritar.
Un fuerte estruendo nos quito de la hermosa escena. De la puerta de la casona, salía una chica pelirroja totalmente borracha con otras dos chicas sosteniéndole de los brazos.
—¡Peter, James! ¡Ayúdennos!
Estos dos no dudaron en salir a la ayuda de la chica. Fue Peter quien la alzo en sus brazos como una princesa y se la llevo hacia el estacionamiento. No se marcho sin antes voltear a ver a Ro. Se quedo allí unos segundos antes que James le palmeara la espalda con que siguieran.
A la semana, Ro se entero que esa era su hermana, Stella Walker, por lo que nuestras teorías sobre él teniendo una novia se desvaneció. Esa misma semana, Peter la busco y la invito a ir con James y él a una fiesta en la piscina de uno de sus amigos, exactamente de Wiz. Dijo que podía llevarme, y lo hizo: acompañe a mi hermana a la alocada fiesta donde se volvió a encontrar con su amorcito y yo me quede bebiendo vodka al lado del amargado James Armstrong—Ro había averiguado sobre él por si me interesaba; error. Estábamos sentados en la misma mesa porque las demás estaban ocupadas. Yo ya iba por mi tercera botella de vodka mientras que él iba por su segunda cerveza. Me abstenía a marcharme solo porque veía a Ro y Peter hablar y reírse el uno con el otro, tan perdidos en su conversación que nuevamente se olvidaron que existían más personas a parte de ellos dos.
Saque de mi cartera un cigarrillo y lo prendí. Rápidamente, James me lo quito y lo tiro dentro de mi botella. Abrí la boca en grande con indignación.
—¿Qué mierda?
—Tienes 16 años. No deberías fumar y ni beber—golpeo la botella con sus nudillos—Lo único que hace es arruinarte.
—¿Y por qué eso a ti te importa? —replique aun enojada. Estaba ebria y había algo seguro que pasaba cuando se metían con mi alcohol: violencia. Tire la botella hacia el piso con intención de romperla, pero no se rompió.
James volteo a verme con el ceño fruncido, mirándome como si fuera una mocosa odiosa. Lo era, y él era mil veces peor.
—No seas imprudente.
—Y tú no seas un imbécil solo por dos horas. ¿Te cuesta demasiado?
—Soy más grande. ¿No debes un poco de respeto?
—Me paso el respeto por el culo. ¿Cómo la ves?
—Ordinaria.
—Vete al carajo. Que castigo es cruzarme con un amargado como tú.
—Mejor así. No me gustaría obtener una impresión equivocada—me rebajo de pies a cabeza.
Apreté los dientes mientras me decía a mi misma que la violencia no resolvía nada. Mejor era devolverle el mismo jueguito, pero quizás mas malvado.
Eche mi cabello hacia atrás y apoye mi mejilla contra mi mano. James frunció el ceño en mi dirección, desconfiado.
—¿Enserio te preocupa por mí?
El tono de mi voz pareció tomarlo por sorpresa, pero solo logro en hacerle entrecerrar los ojos.
—No, realmente.
—¿Enserio? —insistí con decepción fingida. En cuanto se acercara, planeaba tirarle mi bebida por todo su rostro.
Tuve que acortar la distancia entre nosotros, solo para jugar con sus nervios. Funciono. Solo que fue en mi contra.
Basto solo un segundo. Nos miramos. Realmente nos miramos con profundidad. Entonces, ahí sentí un tirón en el estomago y el corazón palpitarme con fuerza. Casi me caigo al suelo de solo sentir ello. Fue extraño y muy raro. Me desequilibro por completo.
No lo soporte. Tome su cerveza y lleve a cabo mi plan por puro impulso.
No hace falta que describa lo siguiente: el revuelto que causamos fue tan grande que la fiesta se detuvo por completo y nos convertimos en un espectáculo digno de recordar—literalmente, hay videos de aquella vez. James estaba tan furioso que su rostro parecía a punto de explotar, y yo estaba tan ebria que resbale y caí en la piscina.
Tengo breves flashes que vienen a mi cabeza cada vez que pienso en esa noche, pero lo cierto es que, después de mi breve zambullido, no recuerdo nada más. Desperté en la habitación de Wiz, el anfitrión de la fiesta y quien luego de unos meses se volvería mi gran compañero del desmadre. Tenía una brecha en mi ceja y a James llevándome de regreso a casa, pues Ro se había escabullido de la fiesta en el momento más inoportuno y, vaya casualidad, Peter tampoco se encontraba por allí. No solo logre que fuésemos la vergüenza de la fiesta, tuvo que saltar a la piscina por mí y llevarme a casa.
Pese a la molestia que me causaba tenerlo cerca, también era incómodo. Ya sin tanta borrachera encima, sentía más pena por haber creado un alboroto solo porque el tipo odioso que conocí el fin de semana pasado había logrado inquietarme. Generalmente, era amante de la adrenalina y los problemas. Pero hasta yo misma sabía que mirar a James Armstrong con otros ojos era una estupidez.
En medio del camino al departamento donde se encontraba Ro, su celular sonó y aprovecho el semáforo en rojo para contestar.
—¿Dónde estás? —fue lo primero que dijo, sin soltar su tono molesto. —Sí, estoy con ella.
—¿Es Peter? —pregunte, pero no hubo respuesta de su parte. Su ceño parecía fruncirse aún más.
—Estoy llevándola allí. ¿Puedes dejar de decir estupideces? —espero unos segundos más. —Solo está preocupada, no la angusties—escucho la respuesta antes de terminar de explotar—¡Que la estoy llevando! ¡No voy a cogerme a una cría problemática, Peter! ¡Ni siquiera es linda!
Abrí la boca en grande con indignación mientras el cortaba la llamada y lanzaba el celular dentro de la gaveta. Arranco el auto con la mirada hacia delante, mas no renuncio a sus expresiones llenas de ira. Por muy enojado que estuviese, yo no podía dejar pasar el desprecio.
—¿Disculpa? ¿Qué “no soy linda”?
Me echo una mala mirada, otra vez conseguí silencio por su parte. Eso solo logro molestarme a mí.
—Ya te gustaría salir conmigo.
—No, enserio. Créeme que no —declaro rotundamente.
—Pues, vaya. Que mal gusto. Hay millones allí afuera que les gustaría probar aunque sea un poco.
—No me gusta el bocado del pueblo. Gracias.
Su desdén y burla no me fueron indiferentes
—¿Disculpa?
—No todos soñamos con salir con el bochorno de la fiesta y quien prosigue a coleccionar mordiscos.
De cría era más impulsiva, así que no medí las consecuencias y comencé a golpearlo incluso con él al volante. James tuvo que estacionar bruscamente para sujetarme de las muñecas.
—¡Para, para! ¡Estás loca!
—¡Puedo ser aún más loca! ¡Suéltame! —me solté de su agarre y acomode rápidamente el cabello que había caído hacia delante. —¡Seré muy bocado del pueblo, pero al menos nunca obtendrás nada de este pedazo! ¡Idiota insensible!
Baje del auto con un portazo y tome un taxi que apareció de la nada como en las películas. Llegue al departamento donde Ro estaba ebria y llorando porque creía que me habían raptado.
A partir de esa noche, cruzarme con maldita regularidad a James Armstrong fue una rutina por años. Seguí yendo a fiestas en compañía de mi hermana, forme amigos que hasta el día de hoy mantenemos contacto y, desgraciadamente, son los mismos con los que James frecuenta. Ignorarnos mutuamente fue parte de nuestra rutina, una cansada y agotadora.
No voy mentir. Al menos, no voy a mentirme a mí misma. A los demás se los negare mil veces y lo guardare con mucho recelo. Pero más de una vez volví a sentir esa conexión, ese escalofrió recorrerme toda la espinilla dorsal cuando lo encontraba mirándome de la nada o él me sorprendía observándolo.
Intento ignorar ese revuelto en el estómago constantemente y solo llevarme por el camino del odio y el rencor. Por muy atractivo que sea, nadie le quita lo arrogante y pretencioso que es.
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Punto final y he terminado mi informe sobre la capacitación de primeros auxilios de este verano. Procedo a apagar mi laptop y guardarla en el estuche. Planeo pasarme todo el fin de semana echada en el sillón y con la nueva temporada de The Sinner como mi entretenimiento, así que mejor librarse de las tareas pendientes.
Le echo un vistazo a Valerie y Logan, están desparramados por todo el suelo con su vaso de leche, entretenidos mirando los Power Ranger. Los he cuidado desde que me mude, hace ya cuatro años. Pese a que son hiperactivos y todo el tiempo quieren jugar, con traerles dulces y hacerles una leche tibia basto para que me permitieran terminar mi trabajo.
Valerie es la primera en terminar su vaso y lo deja a un costado. Se retuerce para mirarme y sonríe.
—¿Crees que podremos ver Maya y Oso?
—¡No! ¡Ez mi tudno!—chilla Logan, reaccionando al instante.
—Luego de los Power Ranger, si miraremos Maya y Oso.
—¡Siii!—festeja la niña, su hermano no se ve del todo convencido.
El capítulo rápidamente termina y pongo desde netflix el dibujito. Logan no opone resistencia y pronto pide naranjas para comer. Todo el día está comiendo, no sé cómo lo hace. Siempre estoy un paso delante de ellos, ya tengo un recipiente con naranjas cortadas. Solo se lo acerco y me tiro en el sillón con mi celular en la mano. Le envió un mensaje por whatsapp a Ro para saber si está en el departamento, envía una imagen de ella cocinando sopa de verduras esta noche. Estoy por enviarle una de regreso de los pequeños cuando escucho el sonido de la cerradura. Ellos también lo presienten y no dudan un segundo en levantarse y correr hacia la entrada.
—¡Mami, mami!
—¡Mis bebes!
Me incorporo con pereza del sillón y camino hacia el vestidor con el bolso colgando en mi brazo. Lo primero que veo es a James Armstrong en la puerta junto a Mery y los dos niños. Nuestras miradas se encuentran, pero nada más que eso. Cruzo los brazos y me apoyo en el marco de la entrada a la sala, sin poder evitar mirarlo mal. James sigue con su postura seria y rígida. Apenas puede formar una pequeña sonrisa cuando se dirige a los niños.
—¡Tío James! —chilla Valerie, quien está enamorada de él. No duda en alzarla en sus brazos.
—¿Se portaron bien?—pregunta Mery acercándose con Logan en sus brazos.
—Lo usual —me encojo de hombros, regalándole una sonrisa tranquilizadora—Tengo que irme.
—¿No quieres quedarte a cenar? James compro pizza.
—¡Pizza! —exclaman los niños con alegría.
—Está bien, Ro ya tiene la cena lista.
—Gracias, Suss—nos damos un corto abrazo.
Beso a los niños en la cabeza de cada uno y solo tengo de parte de James un débil "adiós" que respondo con aspereza. Cierro la puerta de tras de mí y no doy más de cinco pasos en que abro otra, justamente la de mi departamento. Mery Woolf fue compañera de la fraternidad de Aurora, y nos hemos convertido en buenas amigas. Su padre es el propietario del edificio y la ha dejado a cargo. Cuido a los niños cada vez que pueda mientras ella haga un descuento en el alquiler por mes. Me pareció un trato justo y acepte. Lo malo es tener que cruzarse con personas indeseables.
—Susie, llegaste a tiempo—Ro aparece desde la cocina con su cabello recogido en una coleta alta y el delantal rosado chillón.
Hago una mueca sin evitarlo. Odio que me llamen Susie. Suss es aceptable. No dejo que nadie lo haga, ni siquiera papa, solo Ro tiene el privilegio de llamarme así. A otro le cortaría la cabeza.
—Sí, temía perderme tu fabulosa sopa de verduras—lo primero que hago es quitarme el sostén y dar un largo suspiro—Por fin libre.
Ro se ríe por ello.
—Ve a lavarte las manos, pondré la mesa.
—Tú mandas.
Camino hacia el baño dejando en el sillón mi bolso. Hemos estado viviendo hace cuatro años en este departamento, luego de que Mery nos comentara sobre uno disponible en su edificio y no dude un segundo en tomar su propuesta. Ro vacilo en aceptarla oferta, veía injusto que nos redujera la renta solo por cuidar a sus pequeños cuando podríamos hacerlo gratis. A veces detesto que sea tan buena y confiada con todas las personas. Me gustaría zamarrearla y hacerle ver que la mayoría son escoria, que no merecen compasión. Sé que no es el caso de Mery y lo comprobé cuando se negó a que fuésemos niñeras gratis. Otra oportunista hubiese aceptado la bondad de mi hermana.
Frente a Ro, puedo comprobar que tan distinta somos. A otros les parece extraño que, además de compartir el mismo factor de sangre, seamos mejores amigas. Y no parecemos hermanas, más bien amigas. Ro es alta, de cabello rubio largo y ondulado, pómulos en alto, sonrisa linda y ojos azules brillantes. Es bondadosa, dulce, paciente y amorosa. Todo lo contrario a mí. Yo me veo lo bastante normal para parecer solo una chica linda. Aurora es hermosa, tanto por dentro como por fuera.
—He estado hablando con Wiz. Dará una fiesta en su casa el fin de semana —comenta con emoción. Sus ojos brillan, por lo que percibo algo mas—Tenemos que asistir.
—Claro. Me encantan ir a las fiestas de Wiz donde el desmadre es la principal atracción—llevo una papa a mi boca.
El rostro de mi hermana se entristece.
—¿No quieres ir?
—Nah, prefiero quedarme encerrada en casa.
—Pero... tu amas ir a las fiestas de Wiz—insiste dulcemente.
Presiono un poco más en mi negativa, esperando a que ella hable por sí sola.
—Si, tal vez cuando tenía 16 años. Ya tengo 22, ya madure.
—Habrá bocadillos deliciosos—intenta sobornarme por ese lado—¡Y fuegos artificiales! Tú amas los fuegos artificiales.
—No desde fui consciente del sufrimiento de los animales. He decido que mis ojos renunciaran a ello.
Trato de no reírme y seguir comiendo mientras la veo morderse las uñas, buscando más razones por las que vaya.
—James ira—lo dice con felicidad, como si me dijera que iría Johnny Deep.
—Ulala, señor francés. Ahora menos quiero ir.
—Susiiiie—ruega con un puchero en sus labios—Por favor, vayamos.
—¿No puedes ir tu sola? Se supone que eres la hermana mayor.
Algo parece prenderse en su cabecilla y sonríe juguetona.
—Es cierto. Soy tu hermana mayor. Tienes que hacer lo que yo te diga.
—Lo siento, no creo poder ser una hermana menor tan servicial.
Sus hombros se hunden con tristeza. Suspiro y dejo la cuchara de lado.
—¿Por qué no me dices de una vez por qué quieres ir?
Las mejillas de Ro se enrojecen el solo pensar su razón. Entrecierro la mirada en su dirección, lo que solo logra ponerla más nerviosa. Juguetea con la servilleta sin poder mírame.
—Escuche que... Peter volverá a Montana.
Menos mal que deje la cuchara a un lado, porque de lo contrario creo que me hubiese atragantado. Suelto un chillido sin evitarlo, asustándola.
—¡¿Peter vendrá?! —exclamo contenta—¿Se quedara o se volverá a ir? ¿Cuantos días? ¿Por qué no me dijiste antes? ¿Por qué Mery no me dijo antes? ¿Qué diablos?
—Susie, tranquila. Yo también me entere hoy—lleva un mechón hacia atrás. Sus mejillas siguen rojas.—Me llamo...
—¡¿Te llamo?!
—Sí, y... dijo que quería verme.
Tengo que poner mis manos sobre mi boca para gritar. Ro se ríe de mi reacción aun roja como un tomate. No he visto muchas veces a Peter, he tenido más trato con su odiosa hermana que con él, pero el poco tiempo de conocerlo basto lo suficiente para que se haga querer. Es un tipo excelente, puro de corazón y con una personalidad alegre y divertida. Aurora ha estado enamorada de él desde siempre, y aunque estuvieron a punto de entrar en un noviazgo serio, se vio arruinado cuando Peter tuvo una oportunidad genial de trabajar en una empresa al otro lado del mundo. Fue triste, pero Ro no podía retenerlo. Jamás se lo hubiese perdonado a sí misma. Pero Peter está de regreso, lo que significa que mi hermana dejara de salir con perdedores en busca de olvidarlo porque no tendrá que olvidar nada: su alma gemela estará en la fiesta de Wiz.
—Entonces, sí. Nos iremos el sábado a lo de Wiz. Hay que ir bien vestidas —le guiño un ojo—Y a ver si por fin puede conocer ese escote bien guardado que te tienes.
—¡Susie! —chilla con las manos sobre sus mejillas—A Peter le gusta mi estilo.
—Seguramente Peter tuvo complejo de Edipo con su abuela.
—¡Susie!
Me rio abiertamente y ella me sigue. Todo lo que haga feliz a Aurora me hace feliz a mí, es inevitable.
—Tengo otras noticias.
El rostro de Ro ya no esta tan contento como antes. Frunzo el ceño y me preparo mentalmente para lo siguiente: problemas.
—Mamá pregunto si Amy podría pasar unos días con nosotras. Al parecer, tuvo problemas en su hospedaje y, bueno…
—No, olvídalo.
—¡Susanne! También es nuestra hermana.
—Sí, pero es un grano en el culo. ¿Realmente quieres aceptarla en el departamento?
—Es que ella…
—No limpia ni mantiene el orden, tampoco nos respeta. Solo sabe quejarse, gastar dinero y aprovecharse de ti.
—Solo tiene 18 años. Es una niña, está aprendiendo a ser adulta.
—Ya lo sé, pero que aprenda en otro lugar. Buen provecho.
Ro me detiene estirando su mano hacia la mía. Cruzamos miradas y son distintas: su zafiro ruega por una oportunidad, mi café niega una y mil veces. Cierro fuertemente los ojos y suspiro, completamente derrotada. No puedo ganarle contra sus ojitos, son peor que el gato con botas.
—Bien, solo unos días.
Ro sonríe victoriosa.
—Solo será hasta que consiga otro lugar.
—Y solo ella. No quiero a sus odiosas amigas aquí.
—Lo prometo.
Esa promesa no me convence. No es la primera vez que Amelie se instala en nuestro departamento y hace fiestas o líos aquí. El año pasado la eche a sus amigas y a ella a la calle, ni siquiera me importo que Ro se enojara o que mama me llamara molesta a las cuatro de la mañana. Nadie iba a joder la vida por la que tanto había trabajado, ni siquiera la impertinente de mi hermana menor.
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He trabajado en la biblioteca de la universidad desde mi segundo año. La paga en si está bien y puedo llevarme a casa todos los libros que quiera. El dinero nunca está de más y renuncie a pasar el verano con mi familia como regularmente lo hacía. No es que no me guste mi pueblo, pero, como dice el dicho: pueblo pequeño; infierno grande. Reviso en la computadora y registro todos los libros nuevos que están ingresando mientras que Cassie Thompson, mi mejor amiga desde niñas, se encarga de registrar los libros que serán dados en donación.
—Así que irán a esa fiesta el sábado—comenta dándole un sorbo a su café—Es genial que ese chico vuelva. Nadie ha dejado a Ro tan enamorada.
—Y eso que tiene pésimos gustos. Le han gustado idiotas, pero Peter es decente —comento lo mismo que le he dicho a mi hermana innumerables veces.
—Ro no tiene que perder el tiempo e invitarlo a salir.
Meneo con la cabeza. Eso es imposible.
—Es muy tímida.
—Ya lo sé, pero su timidez puede hacerse pasar por indiferencia. ¿Y eso qué significa? Que la bruja de su hermana se asegurara de conseguirle otra chica apenas llegue.
—Stella adora a Ro.
—Pero a ti te odia.
—Yo no cuento en esa ecuación.
Yo no entiendo que castigo hizo Peter en su vida pasada para ser tan bueno y cargarse de personas como el petulante James o la engreída y víbora de su hermana. Son agua y aceite, claramente, y un aceite muy horrible.
—¿Qué tal te va con tu Romeo? —esta vez, el interés amoroso pasa a ser el mío. Le sonrió sin más—¿Qué? ¿Te ha mandado otra carta?
—Está en Nuevo México. Dijo que terminaría su servicio pronto y que quiere dejar a los militares. Le estresa mudarse cada año.
—A quién no. Pero, vamos, Suss. Suelta la sopa.
Me rió por la curiosidad de Cassie y le sugiero que vuelva a su trabajo. Con la mirada que me echa, es obvio que no dejara pasar la jugosa conversación. Pero prefiero terminar con el trabajo antes de comenzar a chismorrear.
Se refiere a Will Benson, es un soldado que conocí cuando tenía 18 años en mi pueblo. Ellos habían llegado allí para celebrar los 50 años, fui cautiva de su presencia cuando su pasión por la trompeta resalto entre los demás. No dude un segundo en acercarme e invitarlo a beber una cerveza. Pareció adivinar que tan solo era una cría con ganas de salir al mundo, y aun así me llevo a un bar donde pago las bebidas y nos mantuvimos enfrascados en una conversación que duro hasta las 9 am sentados en un parque, jugando al ajedrez.
Will me gusto todos estos años, pese a que no salíamos de una amistad que se fue construyendo por video llamadas, mensajes de textos algunas veces en la semana y llamadas de media noche. No puedo decir que estoy enamorada de él, si lo suficientemente encariñada para mirarlo con otros ojos. Sin embargo, a veces cuesta hacerlo con romanticismo.
Mi breve distracción sale de su ensoñación cuando observo a una figura conocida acercarse hacia la recepción. Inspiro aire por los orificios de mi nariz y lo suelto con frustración. James deja dos libros arriba del mostrador sin dejar de mirarme.
—Buenos días —saluda en dirección de ambas, pese a que no aparto sus ojos de mí.
—Yo no eres estudiante de esta universidad. No debería pedir libros aquí.
Cassie me pega una patada debajo de la mesa, pero no muestro síntomas algunos de dolor. Estoy más concentrada en mantener esta batalla entre miradas.
—Soy ayudante de cátedra este año—dice simplemente, haciendo obvio el hecho de que si tiene permiso.
—¿De qué cátedra?
—Literaturas del mundo.
Mis ojos se abren en grande y muerdo fuerte mi labio para no gritar. James hace una sonrisa seca y sin gracia.
—Escuche que también fue seleccionada para ser ayudante. Felicidades.
—Gracias. Supongo que tendré que declinar la oferta.
Se encoge de hombros, indiferente.
—Supongo que no está al nivel.
Abro mi boca en grande para seguirle la pelea de manera más efusiva. Cassie quien interviene rápidamente en anotar sus libros y darle el pase libre de traerlos cuando lo desee. James se va, no sin antes una mirada en mi dirección. Lo ignoro y me concentro en terminar mi café, aunque la mierda este súper fría.
—Dios, ¿Cómo es que es todo tan intenso entre ustedes dos?
—¿Intenso? ¿No lo viste? ¡Él comenzó!
—No, Susanne Beatriz, fuiste tú—suelta divertida y me da un codazo en el brazo—¿Por qué no sales con él? Vive aquí, es apuesto y tiene dinero.
—Pero es engreído, soberbio y apático. ¿Quién querría un novio así?
—Si me lleva a desayunar a París, yo lo meto en mi cama.
Revoleo los ojos y me levanto bruscamente con la excusa de buscar más café. Castigo a Cassie por meterse al no llevar su taza para servirle a ella, aunque vuelvo a los segundos porque la culpa puede más. Sé que soy impulsiva e inmadura cuando James está cerca, no es necesario que me lo digan. Es solo que no lo soporto, y cuando no soporto a alguien no puedo disimularlo.
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Hilda es mi madre y un grano en el culo que amo intensamente, pero que odio compartir momentos con ella. Entiendo que uno de mis defectos es no soportar a mi madre, lo cual supongo que proviene de mi padre, por verlo todos estos años huyendo de ella. Del trabajo a su biblioteca y de su biblioteca al trabajo. Con los años, comprendí que mis padres no tenían una relación llena de amor y pasión entre ellos. Si se entendían y se respetaban mutuamente. Todavía es confuso entender como lograron por si mismos tener cuatro hijas. Siempre quise pensar que, en algún momento, se amaron enserio.Mi ausencia de estas vacaciones no molesto a mi progenitora. Hilda es indiferente conmigo. No es que no me quiera, lo hace a su manera. Su preferencia de hijas es la siguiente: Amy, Ro, Sulli y yo. La primera porque le recuerda a ella a su juventud, Ro porque es hermosa y muy devota a ella, mientras que Sulli es un pequeño diablillo que es imposible no amarla. Yo fui el dolor de cabeza, su karma de esta y la vida pasada, así que no la culpo por quererme menos. En cambio, la situación con Marvin fue distinta. Un hombre frió, más centrado en sus libros que en su propia familia, era la manera de papá para sobrellevar las cosas. Sin embargo, yo era la única que podía entrar a su estudio y pasar horas con él solo leyendo o escuchando The Beatles y Debussy. Si hubo reclamos por su parte este verano, por lo que tuve que prometer que iría a visitarlo pronto.
Marvin parece querer decirme algo más a través de la línea. Quedan suspendidas sus intenciones cuando escucho que manotea con Hilda por el poder del teléfono, una pelea que termina ganando ella.
—¡Susanne, cielo! —chillo, demasiado cariñosa—¿Qué haces que no vienes? ¡Te hemos estado esperando!
El mal presentimiento se asentó en mi estómago y anduve con cuidado en la conversación.
—He estado trabajando. Lo siento.
—¡No deberías trabajar tanto! ¿Y tú juventud? ¿Qué harás un día cuando te despiertes vieja y arrugada?
—Pues ponerme una minifalda, un top y al antro. Nunca es tarde.
La oí gruñir desde el otro lado por mi sarcasmo. Mamá odia todo lo que sea irónico, pues casi 30 años de casada con papá fueron suficientes para ella.
—Aun así, tienes que pasarte antes que inicie el semestre. ¿Sabes quién está de visita en el pueblo? ¡Stephen!
—¿Quién diablos es Stephen?
Escucho su grito ahogado y voces susurrando. Debo estar en alta voz.
—Stephen Hill, cariño —puedo verla apretando la mandíbula para no maldecir—El hijo de Petunia.
—¿Dices del charlatán que se jactaba por su beca en Londres?
Más gritos ahogados y la carcajada de Marvin de fondo.
—Lo siento, mamá. Tengo que dejarte, mi jefe me está llamando.
—¡Susanne Beatriz! ¡Ni se te ocurra…!
Tarde, ya lo tenía en mente desde que tomo el mando. Corto la llamada y apago el celular para mi salud mental. Puedo imaginarme por cual camino quiere que deambule, sobre todo si se trata del hijo de la vieja Petunia. Stephen Hill es el hijo del médico del pueblo, fue a la secundaria con Ro y se la paso todos esos años yendo detrás de su falda, por más que ella se cansó de decirle que no estaba interesada en él. No fue hasta que le partí su nariz y dejo de insistir. Espero que guarde rencor por ello, sería más fácil evitar las locuras que tiene Hilda en la cabeza.
Entro a la cafetería, no hay mucho movimiento por aquí porque es verano, los únicos que deambulan son quienes están en capacitaciones o talleres especiales. Busco con la mirada a Alhelí, mi amiga de la infancia. Nos conocemos desde crías porque vivíamos en el mismo pueblo y trabaje un tiempo en el café de su madre. Coincidimos en la capacitación de primeros auxilios, el cual iremos juntas luego de almorzar.
Me dejo caer en el asiento frente a ella y saco del bolso mi lonchera.
—¿Ro cocino?
—Ya sé, tengo suerte—abro la tapa y el delicioso olor a tarta de espinaca inunda mis fosas nasales—Hermoso.
—No entiendo cómo te comes eso. Las verduras son un asco—declara Ariel apareciendo de la nada, se sienta al lado de Alhelí con su bandeja en mano. Toma su hamburguesa y me la refriega en la cara —Esto es vida, no esa porquería.
—Buenos días, primero que nada —habla Alhelí con una sonrisa divertida—Y deja de agitar tu comida, el aderezo me salpicara.
—Ya —Ariel no hace esperar a su apetito y se le da un buen mordisco.
—¡Ariel! ¡Aquí!
Llevo mi mirada hacia la chica quien le grita, es una de las que se junta regularmente con ella. Ariel deja la hamburguesa de seco en su bandeja y se levanta.
—Nos vemos en el curso.
Así fugaz como vino, tal cual se ha marchado. Alhelí y yo nos damos una mirada luego de que ella se reúne con sus amigas. Una de ellas me observa con pocas pulgas, pero solo la ignoro. Pese a que Ariel me cae de maravillas desde que la conozco, no puedo decir lo mismo de las personas con las que frecuenta.
—¿Cassie? —inquiere la morena para ir hacia un nuevo tema de conversación.
—Dijo que tenía que reunirse con su madre. Hoy no vendrá.
—Que lastima. Ya falta poco para que el curso termine…
—Lo sé, se ve que era importante.
No termino de darle el primer mordisco a mi tarta que alguien me la arrebata el tenedor para llevarse mi pedazo de tarta a la boca. No puede ser otro que Oliver Wembley.
—Por Dios —gime degustando la comida mientras se sienta a mi lado y aprovecha a robarme otro trozo—Ro tiene que casarse conmigo.
—Olvídalo. No quiero un cuñado odioso como tú—le arrebato el utensilio y le empujo levemente con mi brazo—¿Dónde diablos estabas metido todos estos días?
—¿Me esperabas? —inquiere juguetón, apoyando la palma de la mano en su mejilla.
—Sí, extrañaba tu peculiar presencia y tus intentos de dejarme esquelética.
—Y yo tu horroroso intento de ser agradable, Susie.
—No me digas así—aprieto la mandíbula. El maldito se ríe a carcajadas. Bien sabe que odio ese apodo.
—Ey, Alhelí—la saluda con mano en alto y una sonrisa amigable.
—¿Qué tal tus vacaciones, Oliver? —responde ella con amabilidad.
—¡Genial! He estado en varios eventos y me la he pasado genial. ¡Incluso me han invitado a tres casamientos para este mes!
—¿Para dar tus condolencias o qué?
—No, mi querida Susanne, sino como invitado —se hace hacia atrás con elegancia fingida. —Como sabrás, este atractivo caballero se ha llevado todos los corazones.
—Solo come y cállate —le estampe un pedazo de tarta en la boca. Oliver, feliz, lo come con una gran sonrisa en el rostro.
—Oigan, ¿han escuchado los rumores sobre el asistente del profesor encargado del curso?
—¿Sobre Hashimoto? —habla Oliver pese a que todavía tiene comida en la boca.
—Escuche que es hijo de unos de los jefes yakuzas y que emigro hacia aquí para escapar de su familia.
—Yo escuche que dejo embarazada a la hija de un líder yakuza y que lo buscan —comento mi amigo, siguiéndole a Alhelí.
—Dicen que en una pelea de 50 contra 1, ¡él les gano a todos!
—Su papá quería hacerlo el próximo líder de su banda y lo obligo a tener entrenamientos con espadas y kunai, al estilo Naruto.
—Dijeron que va a ser cirujano y si se preguntan si ha tomado cariño a eso de andar cortando a personas.
—Ay por los Santos Beatles. ¿Dónde carajos escuchan todo eso? —interrumpo su animada charla.
—¡En todos lados, Suss! —suspira el pelirrojo—Lo dicen frente a tus narices. Nunca prestas atención, te la pasas leyendo.
—Disculpa por creer que un libro es más interesante que esa parranda de chismeríos.
—Admite que tiene cara de que va asesinarte en una noche oscura donde camines a casa y…
—No sigas hablando estupideces.
—Sus amigos tampoco son los mejores —añade a Alhelí. La observo molesta—¿Qué? Eso es lo que aparentan.
—No porque aparenten ser unos matones lo sean.
—Uy, habla la reina del prejuicio—se jacta Oliver, sonriendo. Intenta robarme otro trozo de tarta, pero le doy un manotazo en la mano.
—Yo no soy prejuiciosa.
Mis amigos se miran entre ellos antes de mirarme a mí. Bien, he mentido. Si lo soy, aunque no lo suficiente para creerme todas esas estupideces.
—¿Acaso él no se entera de todo lo que hablan a sus espaldas?
—Supongo que sí. Pero no se ve como si realmente le importara.
—Mejor así evitarse problemas.
—¿Y sabes lo que dicen de ti?
Le dejo el taper con comida frente a Oliver. Este se emociona y me da un beso en la mejilla. Darle comida es la única manera de mantenerlo callado.
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Salí del curso y despedí de mis amigos para ir volando hacia el departamento de Mery, pues ella saldría para hacer unos papeleos y Ro juro que tenía que hacer algo súper importante, así que tuve que suplantarla. No tuve mejor idea que enseñarles cómo hacer pan casero, aunque yo no había hecho más de dos veces. Al final, terminamos haciendo panes con forma de estrellas, corazones y unicornios. —¿A que hoda venda mamá? —pregunta Logan con inocencia, triste.
—Mamá esta trabajando. Sé paciente —pide amablemente Valerie.
Le sonreí, un gesto que devolvió. Es dulce cuando quiere la mocosa.
—Tía Suss, ¿cuántos novios tienes?
Observo a la pequeña con sorpresa exagerada.
—¿Cómo sabes que tengo novios?
—Mamá dijo que con lo linda y divertida que eres, de seguro tienes muchos pretendientes.
—Y el tío James se dió —añade Logan con inocencia—Dijo que no edas tan bonita.
Maldigo en voz baja al idiota por decirles eso a los niños. Entiendo que a comparación de Ro no soy una modelo de Victoria Secret, pero nadie lo es a su lado, así que no sé porque es tan hiriente.
—La tía Susanne tiene muchos novios. Tantos que hasta se les olvida el nombre.
Logan y Valerie se ríen avergonzados.
—¿Y se dan besos en la boca?
—¿Tu cómo crees que los conquisto?
—¡Iu! ¡Qué asco!
—Yo quiero que el tío James se case conmigo —dice Valerie dándole un mordisco a su pan de corazón, completamente enamorada del idiota—Es muy atractivo.
—¿Qué te enseña tu madre? —suspiro divertida. Nunca se sabe que esperarse de estos críos.
El timbre de la casa llega y casi estoy tan emocionada como los niños por el regreso de Mery. Mi amiga no llega sola, sino que mi hermana la acompaña con bolsas de compra y grandes sonrisas.
—¿Y eso?
Ambas tardan en contestarme, más interesadas por los pequeños. Mery los sigue contenta hacia la cocina donde le muestra nuestras obras de arte comestibles. Ro se acerca con timidez.
—Mery me llevo de compras para la fiesta de hoy.
Siento el cuerpo pesarme tres veces más.
—¿No era mañana?
—Te dije ayer en la noche que era hoy—su ánimo decae al darse cuenta que lo agotada que estas—Lo siento, trabajaste desde temprano. Si no quieres ir…
—Está bien. No hay nada que unas cervezas no hagan —le guiño el ojo. Ro sonríe cariñosa, aun con pena.
—También te compramos algo a ti.
Recibo el regalo con gusto y saco de allí un vestido negro al cuerpo con escote pronunciado. También dentro hay una preciosa gargantilla bañada en oro.
—Ro, esto es hermoso —suspiro conmovida. —¿Cuánto gastaste en esto? De seguro te salió toda una quincena.
—Trabajo para darme lujos, y uno de mis lujos es poder comprarte algo lindo.
La observo cautelosa.
—Sí que sabes cómo manipular a las personas con esa cara de borrego…
—¡Susie! —chilla avergonzada—Claro que no, yo solo…
—Estoy jugando. Gracias —le doy un corto abrazo que no tarda en corresponderse—Despidámonos de Mery y vayamos a prepararnos. No queremos hacer esperar a tu chico.
Parece recordar algo porque su expresión decae otra vez. Escucho la manija de la puerta moverse y de la puerta aparecen James y Stella, ninguno de ellos me envía mirada amistosa y yo mucho menos. Me dirijo a Ro sin siquiera saludar.
La maldita se encoge de hombros. Sabe muy bien que no soporto a ninguno.
—¿Esta bien si vamos con Stella y James?
—Ya están aquí, ¿no?
Paso de ella, ignorando su intensión de disculparse.
—Buenas noches, James, Stella.
—Lo mismo para ti, Susanne —dice con desdén la pelirroja. Lleva un precioso top rosado de lentejuelas y un short de cuero pegado a su esbelto cuerpo. Es hermosa, no tanto como Ro, pero si lo suficiente para llamar la atención y despertar envidia.
—Voy a ir a la casa a cambiarme. ¿Me acompañas o…?
—Me quedare con los niños. Solo tráeme los zapatos negros, por favor.
Ni loca me quedaría una vez más encerrada en la misma habitación con Stella. Ro asiente, aun insegura por mi molestia. Le regalo una sonrisa para tranquilizarla. No me agradan, pero son personas que han sido buenas con ella, de eso no hay duda. Esto logra animarla y no tarda en devolvérmela. Toma de la mano a su amiga y van directo hacia nuestro departamento.
Me quedo con Mr. Arrogante a solas en la sala, escuchando los chillidos de los niños con emoción. Entonces, la magia ocurre: nos miramos el uno al otro. El tenso ambiente parece casi sofocarme. Pasan años y cada vez se siente peor.
La conversación viene a mí para cortar con esto.
—¿Le dijiste a los niños que no soy tan linda para tener muchos novios? —pregunto incrédula, cruzándome de brazos—Pensé que la cría inmadura era yo.
—Lo sigues siendo. No seas tan modesta —saca un cigarrillo de su bolsillo junto al encendedor.
—No fumes aquí adentro.
—Ya lo sé. —señala el balcón y da dos pasos antes de volver hacia a mí, dispuesto a pelear un poco más—Solo fue una broma. Logan se molestó. Dijo que luego de su Mery y Aurora, se casaría contigo.
No me hace sentir mejor que me tengan de tercera opción, pero al menos mi pequeñajo me defendió.
—De todas formas, evita darles aspectos negativos de mí.
—Descuida, ya lo haces por su cuenta.
Como esta mañana, estoy a punto de comenzar una batalla de la cual no estoy dispuesta a bajar los brazos. Sin embargo, la presencia de Valerie y Logan me obliga a dejar las peleas. James cambia por completo y una sonrisa cariñosa se extiende en su rostro. Se las arregla para levantarlos a ambos en sus brazos y van juntos al sillón, dispuestos a tirarse al menos una hora en lo que termina Ro en arreglarse.
Me gustaría decir que es un ser abominable y despreciable, solo que cuando esta con los niños siendo tan expresivo y cuidadoso, me hace pensar que James Armstrong no es tan malo como siempre había creído.
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La bienvenida a Peter a Missoula no daba crédito. La fiesta se celebró en la mansión de los Walker en los barrios ricos de la ciudad. No es la primera vez que piso el lugar, pero nunca deja de impresionarme por lo gigantesca y refinada que es. Hay al menos doscientas personas dentro de la casa esparcidas por todos lados. Es fácil perderse entre la muchedumbre e imposible salir sana y salva sin que las larvas quieran llevarte a la danza endemoniada.Ro y yo zafamos de ello y nos mantenemos cerca de la entrada, esperando ansiosas la llegada de su Noah Jr.
—¿Crees que vendrá? —inquiere con ansiedad.
—Tiene qué. Es su fiesta, ¿no? —contesto brusca mientras bebo de mi copa de champagne.
Ro me envía una mirada dolida. Suspiro.
—Lo siento.
—Está bien, yo te arrastre a esto.
—Pero yo quise venir. No sigas el drama —aleteo una mano al aire para restarle importancia y extiendo mi brazo a por su espalda, atrayéndola hacia a mí—Ahora, hermana mía, tienes que estar atenta para cuando Peter entre por esa puerta. Ninguna latosa te lo puede quitar.
—No es un objeto, Suss. Odias referencias posesivas.
—Si las odio, pero te juro que a Peter Walker no le molestaría ser tu esclavo sexual.
—¡Susie! —chilla escandalizada.
—Vamos. Estoy segura que si le pides que sea generoso con lo de ahí abajo…
—¡Susanne Beatriz!
Parto de risa al verla tan nerviosa. Es común verla así cuando nos referimos a una acción que conlleva menos ropa de lo común. Sin embargo, Ro esta más que nerviosa, al punto del colapso. Su mirada se aparta de lo que sea que está a mi espalda.
Giro para encontrarme a James con el ceño fruncido en mi dirección. Solo le da una corta mirada a Ro antes de volver a mí.
—¿Qué? —inquiero a la defensiva, y —¿para que negar? —con vergüenza disfrazada de indiferencia.
—Solo venía a comentarles que se preparen. El esclavo sexual llegara pronto.
James se retira y deja a Ro con la cara roja como un tomate y a mí aguantándome la risa porque no quiero ceder ante el estúpido humor del maldito, pero no son más de tres segundos en que me echo a reír como hiena.
Ro me golpea el brazo, molesta.
—¡Eres una escandalosa!
Si, lo soy. No puedo responderle porque sigo riéndome como tonta. Ro me da otro manotazo y se une a mis risas.
—¡Elowen! —exclama Ro cuando una chica pasa a nuestro lado.
No resulta ser otra que Elowen Fowler, amiga de James y de los hermanos Walker. Le brinda una sonrisa tímida a Ro y un pequeño abrazo. Aurora se llena la boca hablando de lo maravillosa y dulce que es Elowen, pero así como lo hace con ella, también con Stella. Ante los ojos de mi hermana, toda criatura es buena y pura de corazón.
—Hola, ¿Qué tal? —saluda en mi dirección.
—Hola —asiento en su dirección y doy dos pasos al costado.
Fowler tiene el cabello rubio castaño ondulado y cayéndole a un costado, lleva un vestido sencillo y reservado de color rosa claro con unos zapatos negros. Desde que la conozco, hace unos dos años, me ha parecido un intento de mojigata malhecho. Pareciera que todo el tiempo está reteniéndose a sí misma y brinda sonrisas falsas que me molestan como la mierda. Detesto a las personas como ella, tales como James, se creen la última coca cola del desierto y que su compañía es como ganarse una mina de oro.
La gente comienza a chistearse entre ellos para llegar a un silencio colectivo. Peter está por llegar. Aunque no estoy tan cerca de Ro, puedo sentir sus nervios desde aquí y volteo a mirarla, está mordiéndose las uñas y por poco no le salen los ojos de órbita. Por fin llega el momento: Peter entra con los ojos vendados en compañía de su hermana y de su mejor amigo. Stella le retira la banda de los ojos y todos gritamos un “sorpresa” al unisión, uno que logra asustarlo como la mil mierda, pero rápidamente se recupera y estalla a carcajadas limpias.
Es difícil llegar hacia él, todo el mundo se avalancha hacia su dirección para abrazarlo y decirle cuanto lo han echado de menos. Ro me echa una mirada y sonríe, encogiéndose los hombros. La tomo de la mano y se despide de su amiga, caminando junto a mí en dirección hacia el patio trasero. Una vez que las cosas se calmen, nuevamente tendrá su oportunidad de ir por su Noah Jr. Por la cocina, para nuestra sorpresa, nos encontramos con quien menos esperábamos ver esta noche.
—¿Amy? —inquiere sorprendida.
La pendeja se queda quieta donde esta y se da vuelta muy lentamente. Esta con la parranda de sus escandalosas amigas, solo viste una falda de lentejuelas negras demasiado corta y un top blanco que apenas alcanza a cubrir sus tetas.
—¡Ro, Suss! —exclama divertida y se nos echa encima, abrazándonos.
La empujo para tomar distancia y no evito mirarla como si fuera a matarla.
—¿Qué mierda haces aquí? ¿No se supone que llegarías mañana?
—Sí, pero Cherry me dijo que había una fiesta grandiosa y no pude evitarlo. Por cierto, ¿le avisarías a mama que estoy con ustedes? Prometí avisarle cuando llegaría pero se me fue el tiempo y…
—Por los cielos, ¿estuviste bebiendo? —la cara de Ro se distorsiona de preocupación.
No sé de qué se sorprende. Esta con una botella de ron en la mano, destila alcohol y se ve como una mierda, además de zorra, andante. Ro intenta darle su chaqueta para taparla un poco, Amy reacciona brusca y se la tira al suelo.
—¡Es una fiesta! ¡No todas nos vestimos de novicia como tú, Aurora!
Sus amigas se ríen por ello mientras que la estúpida se muestra con orgullo por poner a su hermana mayor en su lugar; un lugar que no corresponde. Para su desgracia, yo no soy tan buena como lo es Ro, porque me pongo enfrente de ella y le arrebato la botella y la dejo con fuerza sobre la mesada. Amy se callada y borra su sonrisa egocéntrica en el rostro. Estoy tan cerca de ella que no me faltan ganas de darle un cabezazo.
—Esta noche es muy importante para Ro, y si se te ocurre hacer una de las tuyas, Dios te libre.
—No me vengas con amenazas vacías, Susanne. No te queda —suelta con desdén.
El ambiente tenso atrae miradas, pero no por ello me dejo intimidar. Le corro un mechón que cae sobre su rostro y se lo hago hacia atrás. La siento encogerse. Mejor que tema, sabe que sigo siendo una bestia por dentro.
—Yo no hago amenazas en vano, Amelie. Compórtate, o te verás en problemas conmigo. Ni mamá ni Aurora van a salvarte, te lo juro.
Eso es suficiente para que acepte la chaqueta y se la ponga encima. Le regalo una sonrisa falsa y retomo mi camino hacia afuera apropiándome de la botella de ron. Suelto un enorme suspiro cuando el aire fresco logra llegar a mis pulmones. Las fiestas me gustan, las multitudes me asfixian.
Ro se abraza a sí misma, insegura. Le tomo de la mano nuevamente y la llevo hacia la pequeña pista de baile que se ha armado afuera. Pese a que se ve un poco incomoda con bailar, muevo mis hombros al son de la música y dirijo miradas coquetas a su dirección. Mi hermana sonríe, dejando el mal trago hacia atrás, aunque yo me encargo de que beba un poco de ron en nuestro baile.
El tiempo vuela y, aunque no estoy ebria, si un poco afectada por la siguiente botella que llega a nuestras manos. No dejo que Ro beba demasiado, nunca fue buena con el alcohol y no la quiero ebria cuando Peter aparezca.
Y hablando de Roma…
Aurora se queda estática cuando Peter llega de frente con una gran sonrisa y un abrazo que la deja helada. Tengo que esconder mi sonrisa con mi mano y le abro en grande los ojos para que conteste. Tímida como es y la cara roja, responde al abrazo duradero. Tardan siglos en apartar los ojos del uno del otro. No es hasta que James aparece y la magia se arruina. Peter se da cuenta de mi presencia y no tarda en abrazarme también.
—¡Susanne! —se separa para mirarme con atención—Por los cielos, ¡ya creciste!
—Han pasado como cinco años desde que no te veo. ¿Acaso creías que sería una niña para siempre?
—Pero no esperaba encontrarme con una mujer tan hermosa—me besa la palma de mi mano. Lo adoro—Estas radiante. Bueno—voltea hacia Ro con timidez—Están radiantes.
—Gra-gracias —Ro baja la cabeza con pena.
—¿Les parece si vamos a un lugar más calmado para hablar? —agarra dulcemente la mano de Ro. Esta lo observa sorprendida, ¿de qué? No sé, él está loco por ella.
Estoy por animarles para que sigan su camino, pues me inventare un fabuloso tema de conversación con James que no puede esperar —notase el sarcasmo, por favor.
¡Splash! ¡Splash! ¡Splash!
Giro rápidamente hacia la piscina y con horror reconozco a la rubia oxigenada que desearía que se muriera en este mismo instante: Amy esta con sus estúpidas amigas en tetas.
—¡Vamos, vengan! —grita alocada y ebria—¡Que comience la verdadera fiesta!
No faltan estúpidos que se unan a su bochornoso momento. Ro pega un grito al cielo justo cuando estoy por decirle que tal vez, solo tal vez, deberíamos ignorarla y seguir nuestras vidas. Fingir que no es nuestra hermana y solo es una loca que vimos en una fiesta. Pero claro, mientras yo soy la Bestia, Ro tiene que ser la Bella.
—¡Amy! ¡Sal de ahí, tapate!
Le suelta la mano a Peter y se va corriendo hasta la orilla de la piscina. James y Peter me observan extrañado.
—¿La conocen?
—No—contesto automáticamente. Pero que va, se enteraran de todos modos—Bueno, sí. Es nuestra hermana menor.
La sorpresa no cabe duda en ninguno de los rostros y tampoco la vergüenza en la mía. Voy a matar a Amelie, no estaba jodiendo cuando le jure tortura.
—¡Ya sal de ahí! ¡No hagas que me enoje! —suplica Ro, pero su reproche suena como una canción de cuna.
Le estira la mano y Amy se la acepta con malicia, tira con fuerza de ella y sumerge Aurora en la piscina. La situación me desespera y pronto soy yo quien se tira al agua. Ro no sabe nadar. Alcanzo agarrarla cuando se sumerge por completo y tiro de ella hacia la superficie. Para su suerte, Peter la espera y la saca rápidamente, acunándola con su chaqueta y prestándole atención mientras ella solo puede toser.
—¿Estas bien, Aurora?
—S-si—asiente con lágrimas en los ojos, lagrimas que no tardan en caer.
Volteo a mirar a Amy con odio mientras que esta se va escondiendo de a poco en el agua. Es hasta lo que aguante. La pendeja grita que voy a matarla y no miente, le tomo de la cabeza y la sumerjo en el agua repetidas veces. Aunque tenemos algunos admiradores, solo se están riendo de la pendeja. Voy a pagarle con la misma moneda la vergüenza que nos hizo pasar.
—¡Basta, Susanne! —manotea para que la suelte, en vano—¡Me voy a morir!
—¡Eso es lo que espero!
—¡Susanne! —chilla Aurora, aun preocupada por el engendro.
Estoy por hundirla por última vez antes de que le suelte un par de golpes más, pero me sacan tan rápido de la piscina que no me doy cuenta. James me deja en el suelo y se aleja bruscamente de mí, quitándose la chaqueta y tirándola en el agua. Sus ojos llenos de reproches me miran con fijes, como si yo tuviera que avergonzarme más por mis actos que por los de mi estúpida hermana menor.
—Ya es suficiente. ¿No ves todo el espectáculo que haces?
—¿Y qué mierda te importa? —me incorporo con dificultad. Trata de ayudarme, mi empujón logra mantenerlo a distancia.
Se acerca lo suficiente para que seamos los únicos en escucharlo.
—Esta es la fiesta de bienvenida de Peter. Ya se vio arruinada por la inmadurez de tu hermana, no sigas complicando las cosas.
—Las cosas ya están complicadas, no me jodas. Mira esto —señalo a la piscina llena de desnudistas.
Amy termina de toser y me observa con susto.
—¡Ponte la maldita chaqueta y sal de ahí!
—¡No!
—¿Quieres que vaya por ti? —hago el amague de tirarme de nuevo. Amy chilla y se coloca la prenda rápidamente para irse hacia las escaleras a un costado.
—Lo siento, Peter. Tenemos que irnos—Ro se levanta aun sin mirarlo y se saca la la prenda, tendiéndosela. Este la observa con tristeza. —Perdón por esto y por arruinarte la chaqueta.
—No, está bien. Déjatela —se la pone nuevamente en los hombros y se la abrocha, sonriéndole con cariño—No te preocupes por esto. ¿Quieres que pase por ti mañana y vayamos a desayunar?
—No. Estarás cansado —le dirige una sonrisa cordial, aun sin querer mirarlo.
—Pero…
No hace le hace caso. Aurora escapa de él y se va prácticamente corriendo hacia adentro. Miro a Peter con pena nuevamente y voy hasta Amy, llevándola bruscamente del brazo hacia la salida, siguiendo a Ro.
—Solo estábamos jugando. ¿Por qué eres tan amargada?
Aprieto más su agarre.
—¡Auch!
—¡Cállate, cría estúpida! ¡Arruinaste la noche de Ro!
—¡No es mi culpa! ¡Cherry me reto y yo…!
Alcanzo a agarrar una manzana en lo que pasamos por la cocina y se la encajo en la boca, callándola.
—Solo cállate antes que pierda la poca paciencia que tengo. Estarás en unos jodidos problemas cuando lleguemos a casa.
Pero primero tengo que encontrar a Aurora y convencerla que el bochornoso momento de ahora no va a afectar el amor que Peter siente por ella. Nada ni nadie puede separarlos ahora que él ha vuelto y se va a instalar en Missoula. No si yo no lo permito.
Jaeger.
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Re: Once Upon a Time
Dejaré mi post en los próximos días
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Bart Simpson
Re: Once Upon a Time
- un prólogo a un perdón:
- Cada vez te pongo títulos con menos sentido, pero son canciones que se me vienen a la cabeza en el momento La verdad es que no me creo que te esté haciendo el comentario tan pronto, voy a llorar Ya dejo el drama y empiezo:Es reconocida como verdad absoluta aquella que afirma que Susanne Holmes ha madurado y no es el desastre que era en el pasado.
Morí He de reconocer que yo aún no he leído Orgullo y PrejuicioEmilia no me mates, pero el principio me lo sé de memoria y me encanta que lo haya usado para empezar a contar la historia de Susanne—No soy una novata. Ni siquiera vengo a esta universidad.
—Aquí estas, te estaba buscando, James —dijo al llegar, colocando una mano en el hombro. El tal James la retiro al instante.
—Me dijiste que te espere aquí y eso hice, Peter—contesto de mala gana.
Supuse que era James por la descripción, pero me quedé callada like condenada para no meter la pata. Por cierto... ¿Peter? ¿Peter Paul is that you?—El mío. Ella es mi hermana Aurora, viene a esta universidad—la empuje hacia delante.
Susanne la Celestina porque si depende de Aurora a lo único que llegaba con Peter era a lanzarse miradas bobaliconas con las mejillas a punto de explotar Por suerte ahí estaba la hermana pequeña para hacer que la cosa avanzara.—Soy más grande. ¿No debes un poco de respeto?
Por favor, ni que tuviera ochenta años para que Susanne tuviera que hablarle con soberano respeto. Que se relaje un poco (me paso el día diciéndole a tus pjs masculinos que se relajen, lloro xd).Basto solo un segundo. Nos miramos. Realmente nos miramos con profundidad. Entonces, ahí sentí un tirón en el estomago y el corazón palpitarme con fuerza. Casi me caigo al suelo de solo sentir ello. Fue extraño y muy raro. Me desequilibro por completo.
Katherine shippeando en 3, 2, 1... ¡NI UNA PARTE DEL CAPÍTULO LEÍ Y YA ESTOY EMOCIONADA CON ESTOS DOS! Y no sé por qué me da que si sintieron eso tan pronto, implicará que sufra como una condenada hasta que todo acabe en un y comieron perdices... obviamente porque de no ser así, poca historia. La cuestión es que me harás sufrir, Candela, lo sé—¡Puedo ser aún más loca! ¡Suéltame! —me solté de su agarre y acomode rápidamente el cabello que había caído hacia delante. —¡Seré muy bocado del pueblo, pero al menos nunca obtendrás nada de este pedazo! ¡Idiota insensible!
La verdad es que James se pasó, pero hay algo que me gusta en la forma en la que se tratan. Son duros, irrespetuosos y blablablá pero se tratan con honestidad. Dicen lo que piesan y listo. Btw, me guardé este párrafo para cuando Susanne le dé más de un pedazo
Por un momento pensé que Valerie y Logan eran los hijos de Ro y Peter, hasta que me di cuenta que habían pasado unos años desde que se conocieron pero no tantos Por otro lado, Susanne y James no paran de cruzarse pero están ahí que no se aguantan aunque yo creo parte de la tirantez es por la conexión que sintieron y que no dejan fluirAurora ha estado enamorada de él desde siempre, y aunque estuvieron a punto de entrar en un noviazgo serio, se vio arruinado cuando Peter tuvo una oportunidad genial de trabajar en una empresa al otro lado del mundo.
Como no acaben fugándose juntos a Las Vegas, renuncio
Amo la relación entre Susanne y Aurora, no son nada iguales pero se complementan a la perfección. Amé toda la conversación que tuvieronYo no entiendo que castigo hizo Peter en su vida pasada para ser tan bueno y cargarse de personas como el petulante James o la engreída y víbora de su hermana. Son agua y aceite, claramente, y un aceite muy horrible.
Como dijo mi querida Dua Lipa en unos premios: it's all about balance. Peter es un pedazo de pan y el universo tuvo que crear a su contrapuesto.Will me gusto todos estos años, pese a que no salíamos de una amistad que se fue construyendo por video llamadas, mensajes de textos algunas veces en la semana y llamadas de media noche. No puedo decir que estoy enamorada de él, si lo suficientemente encariñada para mirarlo con otros ojos. Sin embargo, a veces cuesta hacerlo con romanticismo.
Vaya que para Susanne, Will es ese chico con el que mantienes una amistad y piensas que puedes tener algo más porque te conviene y te gusta, pero al final no es lo suficiente, no hay chispa. Solo es tu cabeza diciéndote que podría funcionar. Ve con James, niña—Dios, ¿Cómo es que es todo tan intenso entre ustedes dos?
—¿Intenso? ¿No lo viste? ¡Él comenzó!
—No, Susanne Beatriz, fuiste tú—suelta divertida y me da un codazo en el brazo—¿Por qué no sales con él? Vive aquí, es apuesto y tiene dinero.
—Pero es engreído, soberbio y apático. ¿Quién querría un novio así?
—Si me lleva a desayunar a París, yo lo meto en mi cama.
Esto en mi rancho se llama tensión sexual no resuelta Pero entre que una es negadora y se deja arrastrar por la impresión que tiene de él, sin permitirse conocerlo y ver que pueden tener cosas en común y que James muestra entre serio y soberbio, vamos mal—Pues ponerme una minifalda, un top y al antro. Nunca es tarde.
La amo Aunque me dio como cosita que tuviera tan asumido que era la menos preferida de su madre y cómo veía la relación entre sus padres. Por otra parte, creo que está bien que sea realista, porque no se pasa la vida dándole vueltas a ese asunto. No sé, lo tiene como aceptado y es lo mejor que se puede hacer para centrarte en otras cosas (reflexiones estúpidas de joven que se despertó hacer poco xd)—Por Dios —gime degustando la comida mientras se sienta a mi lado y aprovecha a robarme otro trozo—Ro tiene que casarse conmigo.
Se va a casar con Peter, cállate, Oliver
Estoy amando muchísimo la conversación entre estos tres y que Oliver y Susanne se pelean todo el rato Aunque me costó seguir la conversación del hijo de la yakuza y la pelea de cincuenta contra uno—Ay por los Santos Beatles. ¿Dónde carajos escuchan todo eso? —interrumpo su animada charla.
Es mencionar a los Beatles y yo ser feliz—Disculpa por creer que un libro es más interesante que esa parranda de chismeríos.
¿Es Susanne mi alma gemela?Le dejo el taper con comida frente a Oliver. Este se emociona y me da un beso en la mejilla. Darle comida es la única manera de mantenerlo callado.
—Yo quiero que el tío James se case conmigo —dice Valerie dándole un mordisco a su pan de corazón, completamente enamorada del idiota—Es muy atractivo.
Tía Sussie lo vio primero, lo siento, niña
A veces es odioso, pero te tiemblan hasta las bragas con cosas así. Lo sabes, lo sé y lo sabe todo el planetaMe gustaría decir que es un ser abominable y despreciable, solo que cuando esta con los niños siendo tan expresivo y cuidadoso, me hace pensar que James Armstrong no es tan malo como siempre había creído.
EL MOMENTO DEL ESCLAVO SEXUAL Y JAMES ESCUCHANDO LO QUE DECÍAN JAJAJAJJ Ha sido épico, no puedo dejar de reírme. La pobre Ro queriendo matarse y Susanne que tiene su orgullo y no quería reírse de la situación.Desde que la conozco, hace unos dos años, me ha parecido un intento de mojigata malhecho. Pareciera que todo el tiempo está reteniéndose a sí misma y brinda sonrisas falsas que me molestan como la mierda. Detesto a las personas como ella, tales como James, se creen la última coca cola del desierto y que su compañía es como ganarse una mina de oro.
Como ya dije, Susanne puede ser prejuiciosa, pero con Elowen dio en el clavo. Aunque no importa, terminarán queriéndose, yo lo sé—¡Es una fiesta! ¡No todas nos vestimos de novicia como tú, Aurora!
Por el momento no me caes bien, Amy
—Pero no esperaba encontrarme con una mujer tan hermosa—me besa la palma de mi mano. Lo adoro—Estas radiante. Bueno—voltea hacia Ro con timidez—Están radiantes.
—Gra-gracias —Ro baja la cabeza con pena.
Como no se casen te pego, quedas advertida—¡Basta, Susanne! —manotea para que la suelte, en vano—¡Me voy a morir!
—¡Eso es lo que espero!
Moraleja: no jodas con Susanne y menos a través de Ro. Da igual que seas su hermana o el presidente, te las verás con ella. Es que Amy es bastante difícil de llevar, vale que es adolescente, pero los hay odiosos y demasiado odiosos, Amy supera ambas categorías.
ENCIMA ME ARRUINÓ EL ENCUENTRO ENTRE PETER Y RO Y ESO NO LO PERDONO Después James que no ayudó en nada, echándole la culpa a Susanne. Quizá actuó de más, pero yo me pondría igual si el momento que mi hermana llevara tanto tiempo esperando se viera estropeado por algo así. No es justo, vete a fumar y te relajas, James
No sabes cómo he amado el capítulo, me enamoré de Susanne y su historia con James. La relación que mantiene con Aurora y que sea tan fanática de los libros. Sé que me vas a dar grandes momentos y es que ya no puedo esperar para ver qué más pasará con estos dos Soy tu fan, amo todas tus historias, la manera en la que escribes y como plasmas tus personajes Y gracias, porque como siempre, me inspiraste para escribir
indigo.
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Re: Once Upon a Time
- CANDELA:
- Es reconocida como verdad absoluta aquella que afirma que Susanne Holmes ha madurado y no es el desastre que era en el pasado.
Si alguien me pidiera una definición de un comienzo épico en una de nuestras NC’s, este seria uno de mis 1ros ejemplos porque CANDELA TE PASAS MUJER, te lo he dicho y te lo seguiré diciendo hasta el final de la eternidad
Voy comentando a medida que voy leyendo asi que estoy tratando de hacerlos mas cortos pero que digan todos mis feels(te preparo para las sandeces que voy a escribir por adelantado)
La relación de Aurora y Suss que estableciste desde el principio ME ENCANTAAA, LAS AMOOO—¿Qué haces aquí?
—Haces muchas preguntas. ¿Vas a darme un cigarrillo o no?
Vacilo un instante, pero fue suficiente con seguir observándolo seriamente hasta que me paso uno y el encendedor. Le devolví este último cuando encendí el cigarrillo y disfrute cada pitada que le daba. No paso más de un minuto en que Aurora llego a mí con la preocupación marcada en su rostro. Al verme con el tabaco, puso las dos manos en sus caderas mientras comenzó a regañarme suavemente.
—Susanne, por los cielos, eso mata a tus pulmones. No lo consumas —intento quitármelo, lo lleve hacia mi otra mano con dirección atrás.
—No me molestes, Ro. Solo es un cigarrillo.
—Tienes 16 años. ¿Sabes lo que le haces a tus pulmones por meterte eso en la boca?
Iba a contestarle que solía meterme cosas peores en la boca, mis palabras quedaron al vació cuando sentí el tirón en mi mano bruscamente y la ceniza cayó en mis dedos. Salte de mi asiento y lleve mi dedo a mi boca, lamiendo la herida al instante. Nuevamente, el chico y yo nos miramos, pero ahora ambas estaban molestas.
—¿Por qué me lo quitaste? Era mío.
—No era tuyo. Yo solo te lo cedí y ahora te lo quito —lo tiro en el suelo y lo piso con la suela de su zapato—Lo siento, no sabía que era tan pequeña. No le hubiese dado ni un solo cigarrillo.
AJAJAJAJAJAJA el primer encuentro de Suss y James ME MATOOO, es que no puedo, ya los amo ese amor / odio al instante. Aunque nadie me puede negar que fue mas atracción que odio, porque Suss se embobó con el y James no lo habría dado un cigarro si no pensaba que era bonita. ¿DE ACUERDO? NO ME MIENTAS CANDE
Y luego llega Peter todo nice y dulce y Ro se pone toda roja y no puedo con ellos dos, de verdad. soN UN AMOR TAN TIERNO, ES IMPOSIBLE. Y ENCIMA Suss se introduce sin problemas, esta muchacha me cae demasiado bienDijo que podía llevarme, y lo hizo: acompañe a mi hermana a la alocada fiesta donde se volvió a encontrar con su amorcito y yo me quede bebiendo vodka al lado del amargado James Armstrong—Ro había averiguado sobre él por si me interesaba; error.
Lo siento pero no te creo ni un pepín pero bueno, con ese encuentro que tuvieron. Seguro James pensaba que era un niña pendeja loquita (no esta muy lejos de la verdad, aunque nada pendeja es). Y Suss pensando que James es un amargado…lo cual también es verdad pero nO IMPORTA, mientras Ro y Peter pasen tiempo juntos ay dios—¿Enserio te preocupa por mí?
El tono de mi voz pareció tomarlo por sorpresa, pero solo logro en hacerle entrecerrar los ojos.
—No, realmente.
—¿Enserio? —insistí con decepción fingida. En cuanto se acercara, planeaba tirarle mi bebida por todo su rostro.
Tuve que acortar la distancia entre nosotros, solo para jugar con sus nervios. Funciono. Solo que fue en mi contra.
Basto solo un segundo. Nos miramos. Realmente nos miramos con profundidad. Entonces, ahí sentí un tirón en el estomago y el corazón palpitarme con fuerza. Casi me caigo al suelo de solo sentir ello. Fue extraño y muy raro. Me desequilibro por completo.
No lo soporte. Tome su cerveza y lleve a cabo mi plan por puro impulso.
No hace falta que describa lo siguiente: el revuelto que causamos fue tan grande que la fiesta se detuvo por completo y nos convertimos en un espectáculo digno de recordar—literalmente, hay videos de aquella vez. James estaba tan furioso que su rostro parecía a punto de explotar, y yo estaba tan ebria que resbale y caí en la piscina.
NO ME ESPERE ESO.
O sea, lo de que fuera a tirarle ma mierda encima y QUE SINTIERAN ESO. Bueno, me estoy emocionando mucho, porque solo sabemos que Sussane lo sintió, no James. Pero como tengo la fe del tamaño del Everest, yo voy a seguir pensando que fueron los dos aunque al final se daño todo con la impulsiva de Suss AAJAJAJAJAJA Y ADEMÁS SE CAYÓ EN LA PISCINA, MUERO—¿Disculpa? ¿Qué “no soy linda”?
Me echo una mala mirada, otra vez conseguí silencio por su parte. Eso solo logro molestarme a mí.
—Ya te gustaría salir conmigo.
—No, enserio. Créeme que no —declaro rotundamente.
—Pues, vaya. Que mal gusto. Hay millones allí afuera que les gustaría probar aunque sea un poco.
—No me gusta el bocado del pueblo. Gracias.
Su desdén y burla no me fueron indiferentes
—¿Disculpa?
Eso fue un golpe muy bajo. Bueno, todas las conversaciones hasta ahora entre los dos han sido golpes bajos pERO ESO LO SUPERA TODO. JAMES, ¿QUE TE PASA, CHICO “ADULTO?” No me jodas encima Suss que no tenia (o tiene) reparos para decirle su mierda y caerle a golpes AJJAJAJAJJA
No, que feo tener que convivir con alguien asi porque están siempre con amigos en comun. Eso seria muy agotador emocionalmente para mi xd y luego esto de
"A los demás se los negare mil veces y lo guardare con mucho recelo. Pero más de una vez volví a sentir esa conexión, ese escalofrió recorrerme toda la espinilla dorsal cuando lo encontraba mirándome de la nada o él me sorprendía observándolo.
Intento ignorar ese revuelto en el estómago constantemente y solo llevarme por el camino del odio y el rencor. Por muy atractivo que sea, nadie le quita lo arrogante y pretencioso que es.”
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] no se por qué me haces esta clase de cosas me emociona demasiado—¡¿Peter vendrá?! —exclamo contenta—¿Se quedara o se volverá a ir? ¿Cuantos días? ¿Por qué no me dijiste antes? ¿Por qué Mery no me dijo antes? ¿Qué diablos?
—Susie, tranquila. Yo también me entere hoy—lleva un mechón hacia atrás. Sus mejillas siguen rojas.—Me llamo...
—¡¿Te llamo?!
—Sí, y... dijo que quería verme.
Tengo que poner mis manos sobre mi boca para gritar. Ro se ríe de mi reacción aun roja como un tomate. No he visto muchas veces a Peter, he tenido más trato con su odiosa hermana que con él, pero el poco tiempo de conocerlo basto lo suficiente para que se haga querer. Es un tipo excelente, puro de corazón y con una personalidad alegre y divertida. Aurora ha estado enamorada de él desde siempre, y aunque estuvieron a punto de entrar en un noviazgo serio, se vio arruinado cuando Peter tuvo una oportunidad genial de trabajar en una empresa al otro lado del mundo. Fue triste, pero Ro no podía retenerlo. Jamás se lo hubiese perdonado a sí misma. Pero Peter está de regreso, lo que significa que mi hermana dejara de salir con perdedores en busca de olvidarlo porque no tendrá que olvidar nada: su alma gemela estará en la fiesta de Wiz.
¿Ya te dije que amo a Suss y a Ro? No se, son demasiado geniales como hermanas.
Por cierto, creo que todas nos identificamos a 10000% con Suss quitándose el bra cuando llego a la casa
Y PETER VUELVE DAMAS Y CABALLEROS
mE ESTA ENCANTANDO la forma en que adaptas la historia y la haces tuya. De verdad, te está quedando muy genial. Peter se fue a buscar trabajo y seguro (espero) maduró mucho en ese tiempo. Y ahora vuelve. Y llamó a Ro para decirle PERSONALMENTE. O sea, no se que tanto han cambiado y com puedan pasar las cosas o quien mierdas va a intervenir (espero que nadie, para que no haya muertes repentinas), pero YA QUIERO VER CUANDO SE ENCUENTREN
Tengo que estar mirando el tema de personajes a cada rato porque son muchos :plz”
"Nadie iba a joder la vida por la que tanto había trabajado, ni siquiera la impertinente de mi hermana menor.” Joder, los familiares—Literaturas del mundo.
Mis ojos se abren en grande y muerdo fuerte mi labio para no gritar. James hace una sonrisa seca y sin gracia.
—Escuche que también fue seleccionada para ser ayudante. Felicidades.
—Gracias. Supongo que tendré que declinar la oferta.
Se encoge de hombros, indiferente.
—Supongo que no está al nivel.
Que me matan, por Dios son demasiado Cassie queriendo mantener La Paz pero Suss como que se descontrola cuando esta James—Ay por los Santos Beatles. ¿Dónde carajos escuchan todo eso? —interrumpo su animada charla.
—¡En todos lados, Suss! —suspira el pelirrojo—Lo dicen frente a tus narices. Nunca prestas atención, te la pasas leyendo.
—Disculpa por creer que un libro es más interesante que esa parranda de chismeríos.
—Admite que tiene cara de que va asesinarte en una noche oscura donde camines a casa y…
—No sigas hablando estupideces.
—Sus amigos tampoco son los mejores —añade a Alhelí. La observo molesta—¿Qué? Eso es lo que aparentan.
—No porque aparenten ser unos matones lo sean.
—Uy, habla la reina del prejuicio—se jacta Oliver, sonriendo. Intenta robarme otro trozo de tarta, pero le doy un manotazo en la mano.
—Yo no soy prejuiciosa.
Mis amigos se miran entre ellos antes de mirarme a mí. Bien, he mentido. Si lo soy, aunque no lo suficiente para creerme todas esas estupideces.
NO SABIA QUE OLIVER PAN IBA A APARECER EN TU CAPITULO
Ame esta parte, la interacción entre todos (aunque Ariel se largó de una vez). Ya no puedo esperar a cuando estén todos juntos jodiendola
Suss sabe lo que hace, usando la comida para distraer, como debe ser(???—Ro, esto es hermoso —suspiro conmovida. —¿Cuánto gastaste en esto? De seguro te salió toda una quincena.
—Trabajo para darme lujos, y uno de mis lujos es poder comprarte algo lindo.
La observo cautelosa.
—Sí que sabes cómo manipular a las personas con esa cara de borrego…
—¡Susie! —chilla avergonzada—Claro que no, yo solo…
—Estoy jugando.
Son TAN LINDAS BAI—¿Le dijiste a los niños que no soy tan linda para tener muchos novios? —pregunto incrédula, cruzándome de brazos—Pensé que la cría inmadura era yo.
—Lo sigues siendo. No seas tan modesta —saca un cigarrillo de su bolsillo junto al encendedor.
—No fumes aquí adentro.
—Ya lo sé. —señala el balcón y da dos pasos antes de volver hacia a mí, dispuesto a pelear un poco más—Solo fue una broma. Logan se molestó. Dijo que luego de su Mery y Aurora, se casaría contigo.
No me hace sentir mejor que me tengan de tercera opción, pero al menos mi pequeñajo me defendió.
—De todas formas, evita darles aspectos negativos de mí.
—Descuida, ya lo haces por su cuenta.
PERO ES QUE NO PUEDEN DEJAR DE DISCUTIR
Ademas de que tengo la impresión que James siempre le dice cosas hirientes y Suss reacciona como queriendo partirle la madre. Bueno…QUE LES DEN. Que le den a James, yo apoyo a mi Suss pero en serio, tiene que bajarle un poco aunque Suss no debería ponerle caso, ella sabe que es la reina de todo pues :posoc:
“El exclavo sexual llegara pronto” MORI AJAJJAJAJAJJA
TAMPOCO ME eSPERE QUE WEN APARECIERA
Ay dios, cuando Peter entro, yo me espere que les dejaran el camino libre. Pero mi fe me falló y ahora esta la hermana de las chicas ahí no quiero saber que puede pasar con esa otra loquilla
DIOS MIO CANDELA
DIOS MIO ESA FIESTA
NO
NO PUEDE SER
ME LLEVA LA PUTA MADR
NOOOOOO
YO ME ESPERE CUALQUIER COSA MENOS ESE DESMADR
ENCIMA LA IDIOTA HERMANA LAS CHICAS
AMY ESA
No, la detesto, se puede quedar en el pueblo mas remoto de toda América si es por mi
Arruinó por completo todo. O sea, ya que estaban metida en el lío y Suss en verdad se pasó tratando de ahogarla…pero es QUE, ¿COMO SE LE OCURRE? ¿QUE TAN CHAMACA PUEDE SER?
No te miento cuando te digo que al principio Suss me parecio como ella, cuando eran pequeñas. Pro no, es que Amy es demasiado, no tiene limites. ENCIMA PETER ESTABA TAN EMOCIONADO, Y RO ESTABA TAN EMOCIONADA. Y LES CAGARON TODO.
Lo peor fue cuando Peter aun asi quería pasar tiempo con Ro pero ella se negó porque la vergüenza que sentía era tanta que creo que iba a tirarse a la piscina aunque no supiera nadar nada dios mío, no puedo, pasaron demasiadas cosas en poco tiempo
¿pOR QUE TODO TIENE QUE SER TAN INJUSTO?
(No se me escapa que James se tiro a sAcar a Suss del agua pero, como pasaron tantas mierdas, no me puedo emocionar mucho)
Amy la jodió bien grande, y YO AME DEMASIADO TU CAPITULO, MUJER. DE VERDAD, TE PASAS. ASLFJAKSJDAJDJKADJ
Ya quiero ver como avanza y que pasará en los próximos caps con tus pjs encima ese Will y ese Stepehn no se no se, me dejaste muy intrigada con muchas cosas
pERO LO AME CANDE, de verdad
hange.
Re: Once Upon a Time
- Candelushka :
- ¡CANDELAAAAAAAAA!
Por fin estoy aquí para comentar tu hermosísimo capítulo
Voy empezando...Para ella, era difícil desenvolverse en ambientes donde exigía conversación, bailes y carcajadas.
Comprendo por completo a Aurora, weona
He leído muy poco y puedo asegurar que Suss es tan tú, mujer
¡Me encanta!Tire la botella a un lado cuando la acabe. Lo poco que quedaba dentro de ella cayó en los zapatos de un tipo. Voltee a verlo con la intensión de disculparme, y por poco no me caigo hacia atrás: era demasiado alto, ojos azules que miraban con desdén y molestia, barbilla marcada, sin barba ni bigote alguno, con el cabello corto y rubio.
Creo que es de los mejores encuentros que he leído desde ya me encantan Suss y James además de esa interacción tan rara con el cigarrillo fue genial y bueno, Sus ayudando a su hermana a no quedarse como una estatua frente a Peter fue épica, creo que si no hubiese sido por ella, Aurora jamás se hubiese atrevido a dirigirle la palabra a Peter; la imagino siempre escondida observándolo desde lejosAcompañe a mi hermana a la alocada fiesta donde se volvió a encontrar con su amorcito y yo me quede bebiendo vodka al lado del amargado James Armstrong.
Casual
Sigo insistiendo; Suss es tan túJames estaba tan furioso que su rostro parecía a punto de explotar, y yo estaba tan ebria que resbale y caí en la piscina.
Por un momento creí que iban a besarse
Tan sólo me emocionaste, mujer de cualquier modo fue fantástico; Suss le tiró la cerveza a la cara al hermoso James y el karma se lo cobró haciéndola caer a la piscina—No me gusta el bocado del pueblo. Gracias.
Simplemente me encantan
Saben justamente cómo responder para que al otro le fastidie por completo la respuesta jajajaja
Y bueno, hasta ahora el capítulo me está encantando me encantan ellos dos, de alguna manera amo que peleen como idiotas
¿Qué onda con los niños, su mamá y James?
A lo que entendí Mery fue compañera de Aurora en la universidad y baja la renta del departamento porque Suss cuida a sus hijos... ¿Y James? ¿Es su amigo?—Seguramente Peter tuvo complejo de Edipo con su abuela.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
No jodas!!!!!
Morí de risa con eso sin duda alguna Suss tiene un sarcasmo épico imagino a Aurora siendo trolleada constantemente por su hermana menor
Y bueh, el tema de Amy tengo un ligero presentimiento de que le gustará James o algo así simple intuición. Aunque bueno, simpongo que Suss terminará pateando su trasero y el de sus amigas fuera del departamento una vez más y eso quiero verlo—Y eso que tiene pésimos gustos. Le han gustado idiotas, pero Peter es decente
Sigo siendo una Aurora con pésimos gustos—Supongo que no está al nivel.
¡UUUUUUUUUUUUH!
Hasta a mí me molestó eso, weona! How you dare, bitch?!
De cualquier modo sigue siendo condenadamente atractivo para mí y apuesto a que Susanne opina lo mismo—Pues ponerme una minifalda, un top y al antro. Nunca es tarde.
El trolleo también alcanza para su mamá
Suss es lo más
Luego después de la caótica conversación de su madre, y dejarme demasiadas preguntas sobre Stephen (a quien me pregunto si verá nuevamente y joderá) aparece el personaje femenino de Emilyano
Ambas están en la capacitación de primeros auxilios seré honesta y admitiré que no recuerdo las tramas que hicimos para nuestros personajes
Pero luego aparece Ari y en lo personal, coincido con ella en cuanto a que las espinacas son un asco :skip: parece un montón de lama verde asquerosa
Amé cómo la introdujiste a tu capítulo, Candelushka me has dado algunas ideas para cuando llegue mi turno—Su papá quería hacerlo el próximo líder de su banda y lo obligo a tener entrenamientos con espadas y kunai, al estilo Naruto.
Sus especulaciones sobre Ryu son estupidamente divertidas Oliver es un idiota genial y Alhelí pareciera seguirle demasiado bien el juego convirtiéndose junto a él en dos idiotas jaja—Admite que tiene cara de que va asesinarte en una noche oscura donde camines a casa y…
¡Ay! ¡Claro que no! el weón se ve súper tierno, al menos en la ficha de Cato, el chico luce demasiado lindo, cutie, tierno
La expresión de enojo que hacve mi Toby da más miedo(?), aunque por el bien de la novela fingiré que sí da mucho miedo(?)
Espero que Cato lea esto y me mande mensaje para reclamarme de acusar a su personaje de un tierno tierno que no asusta para nada porque al menos eso quiero leer de ella y saber que la pendeja sigue amándonos
Pero regresando a la fic, toda esa conversación entre Suss, Alhelí y Oliver fue estupendaAl final, terminamos haciendo panes con forma de estrellas, corazones y unicornios.
Me ví reflejada hago lo mismo con mis sobrinas, por alguna razón les encanta cocinar y yo lo odio—Y el tío James se dió —añade Logan con inocencia—Dijo que no edas tan bonita.
Me encanta esa inocencia que los hace decir siempre la verdad jajaja
Espero que Suss se la haga de pedo a James, aunque lo más probable es que maldiga su nombre un rato y luego lo deje pasar con tal de no toparse frente a frente con él, y no la juzgo, sé que hay una conexión entre ambos tipo almas gemelas y seguro la weona se lo come a besos una vez que lo admita—¿Le dijiste a los niños que no soy tan linda para tener muchos novios?
Juro que no creí que fuera a preguntárselo—Vamos. Estoy segura que si le pides que sea generoso con lo de ahí abajo…
Amo la manera en que se llevan me recuerda a la relación que llevo con dos de mis hermanas—Solo venía a comentarles que se preparen. El esclavo sexual llegara pronto.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
¡Ay no jodas! amé esodestila alcohol y se ve como una mierda, además de zorra, andante
Weona jajajaja muero con las descripciones de Suss es tan despreocupada y directa que simplemente no puedo parar de reír. Y lo siento pero desde ya me desagrada Amy, amo a Aurora y Susanne pero Amy no me cae para nada es demasiado pinche como para agradarmeGiro rápidamente hacia la piscina y con horror reconozco a la rubia oxigenada que desearía que se muriera en este mismo instante: Amy esta con sus estúpidas amigas en tetas.
¡NO JODAAAAAAAAAAAS! Pinches mocosas placosas cómo se les ocurre jajajaja yo que la Suss la sacaba de las greñas del agua y le ponía unos cintarazos mientras se vestía, al cabo con la piel mojada duelen másAlcanzo a agarrar una manzana en lo que pasamos por la cocina y se la encajo en la boca, callándola.
Después de todo el espectáculo que armó la wachita esta se merece que se la lleven jalándole las orejas, weona. Le quitó toda la emoción que Aurora sentía por Peter y la remplazó por pena, ni siquiera aceptó su invitación a desayunar
Algo me dice que esta mocosa armará muchos problemas, aunque eso me encanta :skip: me hace reír a montones
Mi Candela hermosa, bella y preciosa perdón por no haber posteado tu hermosísimo capítulo desde antes. Sabes todo lo que ha pasado en mi vida(?), lo digo como si fuera un cambio de 180° pero aunque no lo parezca sí lo fue, apenas estoy comenzando a recuperar la energía y dormir mejor
Amé tu capítulo, en serio fue demasiado y espero que la Cato pueda subir pronto porque me esta encantando
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Bart Simpson
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