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Unfaithful
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Re: Unfaithful
zoe! me gustó muchísimo el capítulo y si decís estar "oxidada" y escribir algo así, no quiero imaginarme los demás
es la primera vez -creo yo- que leo algo tuyo y en serio me fascinó. no podía dejar de leerlo, sobre todo la parte en la que autumn, reed y david se encuentran me sentí sumamente identificada con autumn en las mañanas jaja, es que, ¿quién no ama dormir? por favor. y coincido totalmente con alec, no le encontré parecido al capítulo de debs (más alla de la vuelta de uno de los pjs de viaje) está claro que van a ir por lados totalmente distintos y amo eso. me sentí mal por autumn en un momento, es horrible estar en un lugar y a la vez no estar, imagino como la noticia de que reed y david estuvieron juntos la habrá impactado.
en fin, amé el capítulo y posta no parece que no escribís hace tiempo
es la primera vez -creo yo- que leo algo tuyo y en serio me fascinó. no podía dejar de leerlo, sobre todo la parte en la que autumn, reed y david se encuentran me sentí sumamente identificada con autumn en las mañanas jaja, es que, ¿quién no ama dormir? por favor. y coincido totalmente con alec, no le encontré parecido al capítulo de debs (más alla de la vuelta de uno de los pjs de viaje) está claro que van a ir por lados totalmente distintos y amo eso. me sentí mal por autumn en un momento, es horrible estar en un lugar y a la vez no estar, imagino como la noticia de que reed y david estuvieron juntos la habrá impactado.
en fin, amé el capítulo y posta no parece que no escribís hace tiempo
bhavi.
Re: Unfaithful
Oh zoe tu cap nada que ver al de deby bc cada una tiene su manera de escribir yy son diferentes historias so shut up ah
El drama me encanta, y en este cap se sintió a full jajajaj -inderecta a la escena de reed, autumn y david- que feo debe ser cuando te enteras que tu pareja salio con su amgo y ese amigo esta ahi cjau me mato. Okey amo dormir so autumn, same hermana ahre
Primera vez que leo algo tuyo zoe y estuvo perff ya quiero saberr másss
El drama me encanta, y en este cap se sintió a full jajajaj -inderecta a la escena de reed, autumn y david- que feo debe ser cuando te enteras que tu pareja salio con su amgo y ese amigo esta ahi cjau me mato. Okey amo dormir so autumn, same hermana ahre
Primera vez que leo algo tuyo zoe y estuvo perff ya quiero saberr másss
Invitado
Invitado
Re: Unfaithful
capitulo 05
Arabella, Ayden & Michael
—¿Podrías bajar el volumen, Bella? Sabes que no entiendes nada de esa mierda. —Más que una amenaza suena a una clara sugerencia aclamada para ser tomada.
El volumen del estéreo pasa de estar en veinte a quince, logrando colarse en en tono moderado de la radio los ruidos matutinos del tráfico afuera del auto, con un encogimiento de hombros por parte de la rojiza y los ojos en blanco del castaño. Arabella adora poner música en el auto de su novio cada que van rumbo a la universidad aunque no sea del agrado para él, últimamente había estado escuchando estaciones extranjeras en idiomas que a penas logra tararear, ritmos latinos que lograron dar con la exuberante personalidad inquieta de ella hasta adoptarlos como propios. No puede decirse que es una experta en el contexto de canciones que contienen las palabras raggaeton, mamacita y dale, pero al menos sabe dar un buen argumento sobre lo que hablan aquellas canciones que parecieron desagradar a Michael desde un principio.
El castaño echa su cabeza hacia atrás soltando un fuerte gruñido antes de retirar una de las manos del volante hacia el estéreo para bajar aún más el volumen. El nivel ocho es lo que lleva molestando el contexto de la música en la relación de ambos, es el audio que permite entrar por las ventanas las melodías y voces de los demás autos que tanto les desagradan además de que es el adecuado cuando uno quiere hablar con la música de fondo, Arabella de cruza de brazos y espera con paciencia a que comience la lluvia de palabras. Jamás se libra de alguna cuando viajan temprano de lunes a viernes desde que su relación comenzó.
—No entiendo tu interés por la música latina ahora.
—Es buena y me gusta bailarla.
—¿Desde cuando?
—No importa.
—Claro que lo hace. —Aprieta el volante y gira bruscamente en un callejón para tomar un atajo—. No puedes escuchar música que ni siquiera entiendes de un fin de semana a otro.
—Si puedo, de hecho, están en todas las playlist que he escuchado últimamente. La fiesta de Ayden estaba llena de ella el otro día.
Al momento de terminar la oración se arrepiente y hace una mueca al percatarse de su descuido, Michael hace una mueca también, pues mencionar la confesión de una mentira pasada es como tratar de ganarte un pase directo a la lista negra de cualquier persona; especialmente si era sumamente temperamental.
—Uy. —No puede evitar sentirse culpable, jamás entendería el verdadero por qué del desprecio mutuo entre su novio y mejor amigo, aunque muy en el fondo siente que es lo correcto no temer al hecho de que Ayden o Michael sea sinónimo de peste en el lenguaje del otro. El diccionario de Arabella define madurar como el hecho de superar estúpidas contiendas entre chicos que tienen de por medio una chica; claramente ambos estan muy por debajo de la categoría jóvenes maduros.
—La fiesta de Ayden, ¿eh?, la cual por cierto me dijiste que no ibas si yo tampoco. —La mirada azulina del muchacho se posa en ella una fracción de segundo antes de girar el volante con fuerza para adentrarse en un callejón para tomar el atajo que tan bien conocen ambos—. Tu amigo es un espécimen... —habla despacio buscando la palabra correcta para definirlo sin ofender por que eso le molestaría a ella— excéntrico. No creo que esté en sus cinco sentidos la mayoría del tiempo.
—¿Y tú si?
La relación había comenzado dos años atrás cuando ella le había visto al muchacho con un cigarrillo en la boca caminando por la calle sin el temor de ser descubierto, tiempo después le contó que paseaba por ahí a altas horas ya que había ido a buscar a su primo en un lugar erróneo desperdiciando su tiempo únicamente lo que le llevó a irritarse y tomar el arma cilíndrica de sus pulmones tan típica de él, había discutido con Ayden en un club al cual habían salido pero la dejó varada en la calle. Sola y sin la menor oportunidad de llamar a su otro mejor amigo o hermana ya que sufriría la furia de ambos por sus actos terminó pidiéndole a Michael que le acompañase hasta su casa para evitar el peligro del Nueva York nocturno salvaje que todos conocían por su fama –sin saber que el chico en sí ya era un peligro para una muchacha de diecisiete que comenzaba con los malos hábitos– logrando así un recorrido a pie por la ciudad de manera que sólo los rascacielos fueron testigos de las largas conversaciones que mantuvieron. Una historia extraña la cual Arabella adora gritar a los cuatro vientos cada que puede.
Su novio no es el mejor chico del mundo ni mucho menos un caballero de brillante armadura, fue la actitud meticulosa de él tan apegada a su apariencia ruda con el cigarrillo siempre en la oreja como si fuese un lápiz, los vicios van y vienen en la relación de ambos desde que comenzó por lo cual no es un secreto lo que consume el otro para agregarlo a la lista de “extrañas manías que se vuelven hábito” de cada uno. La hierba encabeza la lista de ambos.
—¿Qué estás tratando de decirme? —cuestiona con una ceja alzada sin dejar la mirada del camino que comienza a despoblase al acercarse más por la autopista que llevaba al campus.
—No hagas como que estas cuerdo todo el día. —Suelta una risa burlona volviendo a subir el volumen de la radio.
Sus peleas son tan extrañas que el silencio mutuo durante sus disputas parece de lo más incómodo, Bella lo aprovecha para reprenderse sobre haber dado hincapié a otro round en el cuadrilátero de su relación con Michael, no logra estar sintiéndose culpable tanto tiempo y siempre cede antes de que las cosas se pongan peor, una vez Mike había terminado tirado en la calle en una de esas veces que acudía a los vicios para liberarse de la tensión de su relación y fue ella quien le ayudó arrastrarlo con ayuda de Cruz junto con Kian hasta su departamento, el peso de las cosas está siempre sus hombros haciéndole parecer que ha sustituido a Atlas para cargar el peso del mundo en su lugar.
—Lo siento, ¿okay? —grita cepillando la coleta brillantemente cobriza bajo la luz del sol con sus dedos—, no quise decirte eso y lamento haber ido con Ayden cuando te prometí que no lo hice. Me cancelaste de último minuto cuando estaba ya arreglada esperándote en mi casa, no podía simplemente quitarme todo para volver a la cama sólo porque tú decidiste ir a visitar a tus padres, sería en vano las dos horas que tardé en estar lista además que si se enteraba Reed de que fui una completa perdedora al quedarme en casa de brazos cruzados se burlaría por el resto de mi vida.
—No veo a mis padres tan a menudo como lo haces tú. —Suelta con amargura soltando un sonoro bufido después—. No vivo con ellos desde que tenía dieciséis, no tengo hermanos los cuales puedo visitar como tú, jamás me consideran para algún asunto y las veces que me invitan a reuniones es como un milagro del cielo, de no ser por mi madre, ni siquiera me considerarían parte de la familia. Realmente es importante para mi llevar lo más parecido a una buena relación cuando estoy con todos. —Carraspea dejando un silencio entre sus palabras para humedecerse los labios con la punta de su lengua—. Que no me lleve bien con Ayden no significa que te cancelé a propósito aquella noche para faltar a su fiesta de cumpleaños, aunque suene extraño, sabiendo que estarías de un humor de perros por el resto del mes.
Es Arabella quien se precipita a bajar el volumen de la radio y aprovecha para poner su mano sobre la del muchacho encima del volante, Michael le dirige una rápida mirada para no apartarla del todo de la carretera, es tan distinto el contraste de la pequeña y pecosa mano de ella con la grande y fría de él. Los polos opuestos se atraen a pesar de resultar ser algo imposible aún en los casos más extraños.
—¿Estamos bien?
—Lo estamos —afirma apartando su mano derecha del volante para unirla con la izquierda de su novia, sonríe de lado y lleva la unión de sus extremidades a los labios para besarlas, un cosquilleo recorre el delgado cuerpo de la chica y ríe—. Así que... ¿papi shulo? ¿Está bien pronunciado eso?
La risa del ojiazul es un sonido que no muchas personas pueden presumir de haber escuchado, un encantador sonido ronco de lo más profundo de su garganta destinado sólo para ocasiones especiales, su risa es la favorita de la chica y no puede evitar unirse a ella cuando se está burlando de su pésimo acento en español.
—No lo sé, si la canción lo dice con esa pronunciación supongo que está bien dicho, escucha como alarga la primera frase. —Alza sus cejas escuchando con atención la canción emitida por lo bajo de sus risas.
—No creo que sea shulo sino más bien chulo. —Chasquea la lengua con una de sus cejas alzada escuchando también la canción ahora con sumo interés.
—Olvidaba que estudiabas español en la secundaria. —Pone los ojos en blanco medio en burla—. Eres el jodido amo de los ritmos latinos ahora, Mike, gracias.
—No hay de qué, cariño. —La voz del castaño hablando español hace que Arabella se muerda el labio y lo mira con una ceja alzada mientras se quita el cinturón de seguridad para inclinarse hacia el asiento de conductor. Michael la mira de reojo con los labios apretados para contener una sonrisa y el ceño ligeramente fruncido—. El auto se volcará si me salgo de la carretera, Bella.
—Mantén los ojos enfrente entonces y no me hables con ese acento que vuelve tu voz más perfecta y sensual de lo que ya es. —Da un rápido beso en la mejilla del chico antes de enredar sus dedos en su castaña cabellera enredada por el viento—. Me gusta tu cabello, es marrón y en unas partes rubio pero en el sol se vuelve dorado, además de que ya está un poco largo.
—Eres increíble, sólo tú eres capaz de persuadirme y después hablar sobre mi cabello, demonios —refunfuña arrugando su nariz como hace cada que se encuentra nervioso—. Realmente me gustaría pasar el resto de mi vida contigo.
La pelirroja se abraza al cuello de él olvidando por completo que están en un auto que va a doscientos kilómetros por hora y que podrían tener un accidente por su muestra de afecto repentino, los murmullos cariñosos de su novio le reconfortan hasta olvidar su pelea anterior que dio fruto a otra de sus extrañas reconciliaciones, antes de apartarse deja un reguero de besos por el largo cuello de Michael que le hace reír entre dientes.
—Que encanto. —Muerde su labio inferior sin apartar la mirada del frente—. Mereces la cajetilla que tengo en la guantera nueva, toda tuya.
—Un gran detalle de tu parte. —Rebusca en el lugar indicado y con un grito de victoria saca un paquete de cigarrillos aún callada—. ¡Lotería!
—Quiero uno. —Le da una mirada coqueta a Bella cuando saca de su mochila un encendedor para prender dos de los cilindros y colocar uno en la boca de él antes que en la suya—. Ahora si estoy despierto, nuestra marca de cafeína personal, ¿no?
La rojiza asiente dándole una gran calada a su cigarro para expulsar después el humo por encima de sus cabezas, el olor a cigarrillos era el favorito de ambos y no les molestaba para nada rodearse de aquel fuerte olor, su ritual matutino antes de llegar a la universidad todos los días.
Una semana atrás había cumplido los veintitrés y todavía no puede presumir que se encuentra en su último año de universidad como un posible ya adulto que saldrá a la vida real. No obstante, Ayden cree que siempre es un buen momento para poner de mal humor a una personas por simple diversión, jamás se preocupa por las consecuencias de sus hechos infantiles causando más destrozos de los que cualquiera podría presumir.
—Más te vale que dejes de hacer eso o no te hablaré por el resto de la semana. —Él sonríe con suficiencia antes de volver a revolver el cabello rubio de su novia—. ¡Ayden!
La rubia se retuerce hasta darse la vuelta y quedar cara a cara con una expresión de pocos amigos, el pelirrojo le sonríe de lado con un encogimiento de hombros, seguidamente las manos de la muchacha se plantan en las mejillas del chico y le aprieta las mejillas con las palmas.
—Cuando te digo que no lo hagas es porque no debes hacerlo, Ayd, no me gusta.
—Es mi manera de demostrar afecto, sólo un gesto, Bells —dice con dificultad por la presión forzada de sus labios entre las frías manos de ella.
—Pareces un gato molestando todo el día con sus cariñitos.
—¿Y no te gustan los gatos?
Nadia se aparta negando con la cabeza y expresión divertida, no parece molesta en absoluto lo cual le da ventaja al rojizo para acercarse con rapidez, rodea con sus brazos el cuerpo de la chica y la atrae hacia sí para besar su frente sonoramente.
Ambos ríen por el estrepitoso sonido que producen los labios presionados con exageración en la piel blanquecina de ella causando que los demás estudiantes de la universidad decidan rodearlos en lugar de pasar enfrente suyo solamente.
Ayden sonríe abiertamente mirando los orbes azules de la muchacha, una tonalidad bastante peculiar que cambian debido a la posición de la luz, y se inclina levemente hasta rozar sus narices.
—Tus ojos son bastante claros —admite en un susurro entrecerrando sus ojos—. Como el color del océano, ¿lo sabias?
—Resulta que mi novio es un estudiante de biología marina y parece ser que el único piropo que tiene son metáforas relacionadas con el océano. —Aprieta sus labios con una de sus delineadas cejas arqueada—. Me temo que lo sé porque lo repites todos los días.
—Yo no esperaré más que comparaciones con seres vivos porque no soy el único biólogo aquí. —Arquea una de sus peculiares cejas de color para imitarle—. Estamos saliendo con alguien del mismo ámbito y definitivamente no es normal nuestra manera de demostrarlo en público.
—Es extraño, si. —Se echa hacia atrás la rubia para soltar una risotada por su comentario.
—Al menos sé que no soy el único anormal en esta relación. —Se encoge de hombros vacilante a lo que la chica le da un ligero golpe en el hombre antes de posar sus manos en el cuello de él.
—Y así resulta perfecto.
No hace falta otra palabra para que ambos se acerquen con una sonrisa y besen los labios del otro, las muestras de afecto entre ellos no suelen ser de lo más espléndidas por el hecho de que suelen ser bastante privados con sus cosas, Ayden adora pasar tiempo con su novia a pesar de no estar pegado a ella como una sanguijuela 24/7 por lo cual aprovecha los momentos que están juntos lo más que puede de su propia manera. Jamás montan un numerito delante de un público y si lo hacen tratan de que dure lo menos que se pueda a pesar de las actitudes vivaces que los destacan como una pareja de lo más complementaria.
Con las manos aún en la cintura de la rubia, el pelirrojo se aparta cuando la presión de sus labios comienza a disminuir, tiene los ojos aún cerrados cuando siente un fuerte golpe en su espalda haciéndole fruncir el ceño molesto.
Cuando abre los ojos la mirada de su novia está puesta en el cuello de su camiseta con el labio inferior capturado entre sus dientes disimulando lo incomoda que se encuentra por la presencia de una tercera persona después de su momento íntimo.
—Fue Arabella, te golpeó y corrió lejos, está escondida detrás del pilar. —En un tono bajo susurra la muchacha con los ojos entrecerrados por encima del hombro de él.
—Ara es igual a una niña —sisea entre dientes riendo por lo bajo—, seguramente tiene algo que contarme, voy rápido y te encuentro adentro.
—Tal cual Barry Allen, anda.
Besa la frente de ella y se aleja caminando directamente al pilar derecho que sostiene una parte del tejaban a las afueras del edificio, es grueso y de piedra pero aún así puede ver el destello del cabello tan parecido al suyo de Arabella cuando se asoma y le ve caminando hacia sí, se aparta de su escondite negando con la cabeza. Ambos sonríen al mismo tiempo en cuanto sus ojos vuelven a encontrarse.
—No tenías que haberme encontrado. —Frunce el entrecejo y se cruza de brazos—. Fue tu novia la que te lo dijo, ¿no?
—Aja. —Mete las manos en los bolsillos delanteros de sus jeans mirando a la pelirroja con los ojos entrecerrados—. Pudiste haberme hablado y no golpeado como animal en la espalda, Ara.
—No me gustaba acabar con el aura romántica que estaba ahí. —Hace una mueca de asco y finge vomitar a los pies del muchacho—. En verdad... si quería hacerlo, pero no hablándote, creía que sería más especial si llamaba tu atención a golpes que con palabras las cuales tendría que cruzar con Nadia al disculparme y no, mejor paso. —Sonríe abiertamente.
Las sinceras palabras de ella suenan como otra de las muchas veces que ha arruinado a propósito algún momento de cariño entre Nadia y él que no le enfurece sino que bufa únicamente al conocerla ya como la palma de su mano.
Llevan ya tanto tiempo de conocerse que sabe a la perfección la actitud pesada que toma ella cuando él se encuentra en una relación, al principio creía que era por celos o envidia pero terminó convenciéndose de que era solamente uno de los muchos defectos de su mejor amiga el espantar a toda chica que se atravesara en su amistad, hasta el momento no la comprende pero se limita a pedirle espacio de vez en cuando con su novia para no hacer lo mismo él con Michael. Aunque no lo intentaría sabiendo lo tosco y frívolo que el novio de ella es sumando el hecho de que no tolera verlo ni en pintura.
—¿Qué voy a hacer contigo? —Posa las manos en los hombros de la muchacha acortando su distancia—. Eres el demonio en persona y no lo dudo con tu color de cabello.
—Puedes pedirme que lo tiña si es lo que quieres pero no arreglará el hecho de que no me agrada ella y que cuando terminen y vuelvas a ligar con alguien te hagas pasar por mi hermano otra vez siendo yo de nueva cuenta la que desmienta eso. —De inmediato se puso a la defensiva con sus ojos verdes completamente enfurecidos, su temperamento es de los mil demonios y una de las pocas personas que no le teme es Ayden, aparta de un manotazo las manos de su amigo—. Eres un idiota
—Lo sé.
—Un estúpido egoísta
—También.
—Y desinteresado amigo que olvida lo que es la amistad por su noviecita —sisea entre dientes apretando los puños a sus costados, el muchacho no puede contener una carcajada que nace desde su garganta y suelta, causando el enfado de la pelirroja que de inmediato golpea su pecho con los puños— además de que te ríes de mí en mi propia cara. ¡Ayden!
Toma las manos pecosas de su amiga entre las suyas, que es la única parte del cuerpo en la que no comparten las característica manchas de los rojizos, apretándolas para que no pueda moverlas sin hacerle daño; aunque, claro, Arabella es una futura actriz y no duda en echarse a gritar como loca que está sufriendo ganándose la completa atención de todos los que pasan cerca. Ayden detesta llamar la atención y mucho más cuando es por uno de los numeritos con la pelirroja, aferra más su agarre causando que ella se queje en voz baja ahora pero de manera sincera esta vez, frunce más su ceño para tratar de intimidarla pero no logra hacerlo cuando ve que los grisáceos ojos de su mejor amiga comienzan a notarse cristalizados. Le suelta de inmediato con los ojos bien abiertos creyendo que esta vez realmente le hizo daño.
Sus peleas son más constantes de lo común en una amistad, llanto y gritos van al igual que vienen en una complicada relación como la suya, pero en ninguna había visto a Bella tan vulnerable como lo está en el momento.
Con una mueca arrepentida acorta la distancia entre ambos y la rodea con sus brazos, con el simple contacto de las palmas en su espalda puede sentir el llanto de la chica surgir con suma delicadeza en voz baja, el menudo cuerpo de ella se estremece contra su pecho y cuando él frota su cabello en espera del llanto surge un ruido para nada parecido a eso: una carcajada ronca exagerada tan típica de Arabella.
El ojiverde se aparta desconcertado pero es la chica quien pone sus manos en el pecho de él para apartarlo de un empujón para poder retorcerse en su lugar de la risa.
—¡Tu cara! —Las palabras salen trabadas en sus labios rojizos ahora un poco del color de su cara bastante semejantes a su cabello por el esfuerzo que hace en burlarse de una trampa que le tendió—. Te has creído todas y cada una de mis palabras, Denny, debiste ver tu cara.
—No fue gracioso, de hecho, no lo es. —Gruñe rascando su barbilla bastante incómodo de todas las miradas curiosas que están fijos en ellos, desea que la tierra se lo trague por haber sido ingenuo y haber caído en una de las muchas actuaciones de su amiga, mira con desconfianza a su alrededor hasta que da con una muchacha castaña que conoce bastante bien sosteniendo su teléfono en lo alto con un gesto de triunfo bien marcado en su dulce rostro que tanto detesta el pelirrojo.
—¿Lo grabaste, Ly? —pregunta en un grito soltando todo el aire de sus pulmones para llenarlos de nuevo tratando de recuperar su color habitual, Lyla eleva su pulgar en el aire y Ara le imita con ambos, se gira hacia el muchacho de nueva cuenta—. Denny... lo siento mucho, te juro por el auto que no tengo que es para una nota en mi clase de actuación, no quise actuar como una perra aunque iba en serio la parte de Nadia.
—Yo... —Humedece sus labios porque su boca parece seca por los acontecimientos anteriores—. ¿Qué?
Se deja caer de rodillas en el suelo y lleva las manos a rostro para cubrirlo. Un torbellino de sorpresa, furia y auténtico rencor son lo que acaparan todos sus pensamientos en aquel momento que no escucha tan siquiera los llamados de Arabella a poca distancia suya hasta que la tiene enfrente y lucha con sus manos para sacárselas del rostro, con los ojos aún bien abiertos mira sin habla a su arrepentida mejor amiga arrodillarse y tomarle el rostro con sus manos.
—Vamos, Ayden, lo siento mucho en verdad, pero pensaba que iba a ser una buena idea usarte a ti como mi sujeto dado que me conoces desde antes y fácilmente podrías haberte dado cuenta de que actuaba. —Cepilla con sus dedos las hebras cobrizas del pecoso hacia atrás—. No sabía que te afectaría tanto, lo siento, ni siquiera me hiciste daño en verdad.
Se aferra a él de manera desesperada susurrando mil disculpas y añadiendo chantajes para lograr que le dirija la palabra de una buena vez.
—Tengo un límite, Ara, un límite que definitivamente has cruzado por... —exclama en tono bajo y frío como el hielo— ¿una nota?
—La más alta si es posible.
—He caído en otra de tus trampas entonces.
—Básicamente. —Se encoge de hombros y se levanta, mira a su amigo desde arriba antes de tenderle ambas manos, las rodillas flexionadas en el pecho de Ayden se chocan entre sí a propósito cuando se encuentra indeciso—. Vamos, me debías una de todas maneras, no seas así y acepta mi ayuda.
—No te debo nada, mujer, deja de chantajearme. —Aún así toma con fuerza las pequeñas manos pecosas y con ayuda de ella se pone de pie rápidamente.
—¿Recuerdas esa vez en la que llamó uno de tus primos y preguntaba por su querido departamento pero estabas lo bastante ebrio para levantarte del sofá tan siquiera o hablar sin eructar? Yo contesté y le mentí diciéndole que habías ido al súper.
—Ya. —Truena sus dedos en el aire al recordar lo ocurrido tiempo atrás, el mero recuerdo de que ella le apoyó en una situación que le traería problemas diciendo la verdad a David, pues toda su familia estaba enterada de lo poco maduro que él era aunque sus primos son los únicos que parecen tener un poco de fe en su persona—. ¿Y por qué yo? Está Michael, Lyla, Theo e incluso Reed y su novia, ¿por qué a mi, Ara?
—Michael no sabe expresar bien sus emociones por lo que sería insensible a casi cualquier actuación dramática. —Eleva un dedo en el aire mirando hacia arriba para tener una mayor precisión de sus argumentos como hace cada que piensa—. Sabes que Lyla y yo tenemos una relación complicada, no nos llevamos del todo bien pero podemos soportarnos, además es lo más cercano a la única amiga que tengo y no serviría de nada echar leña al fuego. Fue ella quien me ayudó a planearlo todo en verdad además que fue la camarógrafa, me enviará el video más tarde.
—No parecen llevarse nunca del todo bien pero ambas son dinamita cuando se trata de tirarme una buena, ¿a que si?, no sé cómo toleras a ese extraño ser que se hace llamar la novia del pobre Nolan. —Niega con la cabeza bufando con el recuerdo de lo mucho que lamenta la situación amorosa de su amigo.
—Shhh, no importa, y presta atención. —Sacude sus manos para que haga silencio y poder continuar con su parloteo—. Theo es tan dulce que no quería hacerle pasar un mal rato cuando es el mejor amigo que me lleva a la luz en comparación tuya. —Lo fulmina con la mirada de manera divertida—. Y Reed está en una clase de crisis ahora, escuché que tus primos volvieron a la ciudad, si, y si mal no recuerdo es David con el que ella trata porque Ezra es el que jamás me quisiste presentar aunque está muy bueno, ¡ojete! —ironiza fingiendo estar molesta—. En fin, ella está tan emocionada con eso que no quería echarle a perder sus planes, y con Autumn no me meto ni muerta; ella es capaz de arrancarme el brazo sola.
—Así que te fuiste por el rival más débil en ese momento, ¿verdad?, el monstruoso Ayden que no tiene trabas por el momento en su vida. No me hables, Arabella, he terminado contigo en el momento que decidiste hacerte la lista sin que yo lo sospechara.
Se da media vuelta para adentrarse en el edificio cuando es parado por el cuerpo de la rojiza que se le cuelga del cuello desde atrás y aferra sus piernas en la cintura de él para no caer al suelo.
—¿Crees que lo hice bien? —susurra en el oído de su amigo con duda.
—Lo bastante para que estuviera a punto de colapsar porque creí que en verdad te había hecho daño. —Echa la cabeza hacia atrás de manera que puede ver el rostro de Arabella en su hombro derecho y deposita con dificultad un beso en la frente de ella—. Ahora baja de mi espalda y corre a tus clases o llegarás tarde, Ara.
Obedece antes de que vuelva a repetirlo, como un mono retira sus extremidades del torso de Ayden y salta hacia atrás hábilmente, los agujeros en las rodillas de sus pantalones negros muestran la piel blanquecina de ella libre de pecas cuando cae en cuclillas con equilibrio. Se levanta de un salto sonriendo abiertamente y echa a correr fuera del lugar con su cabello atado en una coleta sacudiéndose.
El muchacho aparta la vista cuando el destello colorido desaparece entre la nueva multitud que camina hacia el edificio, se pierde entra los demás se es universitarios sin vida que la mayoría del tiempo parecen zombies de tanto estrés, aprieta sus labios con fuerza y sigue su camino a su clase evitando pensar más de la cuenta en Arabella.
De entre todas las chicas que conoce es ella la cual basta con cualquier situación para estar presente en sus pensamientos, ni siquiera lo mucho que le gusta su novia es suficiente para remplazarla, porque es la musa de su vida a pesar de su alto temperamento y que la mayoría del tiempo los desconocidos los crean hermanos por ser físicamente parecidos.
El segundo cigarrillo del día descansa entre sus labios cuando llega a la jardinera y toma asiento en uno de los bancos desocupados, posa su espalda en la superficie del mismo quedando completamente recostado mirando al cielo con sus gafas de sol de por medio, el distante ruido universitario parece lejano en la revoltosa cabeza de Michael que está puesta en un lugar bastante lejanos a la realidad.
Suele perderse en su propio mundo más de la cuenta que cualquier otra persona hace comúnmente, ya sea con o sin sus malos hábitos consumidos procura estar al pendiente de todo pero lo es imposible, incluso hay quienes suelen llamarlo distraído; término que no niega pero tampoco siente como que es apto para sus momentos de reflexión personal en los cuales simplemente se va.
Durante aquellos momentos revivía cosas del pasado o pensaba en sus acciones del presente para pasar a las consecuencias en un futuro, es bastante meticuloso y sus decisiones siempre están tomadas con cautela siendo la precipitación nada propio de él, simplemente pierde la noción del tiempo pensando.
El humo que exhala por la boca crea figuras abstractas en el aire que trata de alejar soplando después, así hace cada que se fuma un cigarrillo ya por costumbre y tras haber observado últimamente a su novia se dio cuenta de que ella estaba cogiendo el mismo hábito, a pesar de que la nicotina era uno de sus recursos favoritos para recurrir diario le resulta un tanto incómodo estar alrededor de su propio humo cuando enciende el cilindro. Cosa que, a diferencia de Arabella, si le importa mucho.
A Michael no le importa que sus pertenencias se impregnen con el olor del cigarro, su auto, la ropa e incluso la pulsera de cuero que lleva siempre en la muñeca, no le resulta escandaloso dado que fácilmente puede remplazar esas cosas con facilidad pero él no puede quedar impregnado con aquel característico olor porque estaría llevando una marca difícil de quitar y remplazar ya en comparación de lo demás. Después de un cigarrillo introduce una goma de mascar al igual que se rocía un poco de loción en el cabello y otras partes de su piel descubierta en el momento simulando aunque sea mínimamente el olor.
Al terminar el cigarrillo lo lanza sin importarle en donde caiga y se endereza en su lugar con pereza para buscar en los bolsillos de sus jeans el empaque de gomas sabor fresa que tanto le gustan. Mastica lentamente mirando fijamente ningún punto en específico del suelo volviendo a su cabeza. Esta vez los problemas que se presentan en su conciencia no son suyos sino de su primo el cual parece estar en una crisis de relación cada dos por tres.
El muchacho parece desinteresado al igual que insensible a primera vista, en verdad lo es aunque sólo una mínima parte de él es así, su vida no es perfecta pero no se mortifica por ella dado que es consciente de que siempre hay personas en situaciones peores a la suya y no puede pasar por alto los problemas ajenos de sus seres queridos como hace con los suyos. Kian es uno de los únicos verdaderos amigos con los cuales puede confiar contando el hecho de que comparten un poco de la misma sangre y son familia, más que su primo lo considera una clase de hermano, el cual no puede evitar ignorar cuando pasa por una mala racha.
Anteriormente escuchó que la había hecho una broma sobre estar aparentemente embarazada, su primo casi perdía la razón en esos momentos creyendo por completo aquel engaño, de buena manera tuvo que mandarla a freír espárragos.
—¡Mike! —Un grito resonó en sus tímpanos detrás de él, de no ser porque estaba completamente ausente hubiera previsto como una pelirroja se acercaba a lo lejos hasta dar a sus espaldas, salta en su lugar con su pecho subiendo y bajando rápidamente.
—Bella... —sisea quitándose las gafas de sol y dejándolas a su lado en el banco para mirar a su novia— me tomaste por sorpresa.
—¿En que pensabas? —cuestiona abrazando desde atrás al muchacho—. Te veías ausente, más de lo normal, ¿ocurre algo?
—Muchas cosas. —Relame sus labios resecos después de sacar la goma de su boca y envolverla en su papel para tirarla—. Kian ha tenido problemas con su chica, le jugó una broma pesada el otro día, mientras Cruz está igual de tranquilo con Pax, con Eric y Deion no lo sé bien, pero supongo que no están tan mal. Tú y yo estamos bien por el momento, es sólo que... me gustaría que mi primo no pase por tanto en su relación como veo en la de otros.
—Cariño, Kian tiene una parte de la misma sangre que tú, no puedes decirme que estas preocupado con él siendo parte de esa familia sobresaliente tuya de la que no siempre hablas. —Retira sus brazos de su novio y se sienta a su lado—. Estar en una relación amorosa no es difícil sino complicado, te lo puedo apostar porque nosotros no peleamos seguido pero pareces disfrutar más tu tiempo con tu mejor amigo que conmigo, Eric debería de ser tu novio si de estar pegado al otro consiste un noviazgo.
—No comprendo si eso es una broma o estas molesta de verdad. —Entrecierra sus ojos mirando de lado a su novia con desconfianza.
—¡No estoy molesta, tonto! —Golpea su hombro a modo de juego riendo por lo bajo—. Sólo digo que no se necesita ser todo miel y dulzura para que algo esté bien. Seguro él sale adelante con o sin ella.
—Ella le dijo que estaba embarazada, Bella, ¡Kian estaba sumergido en histeria! —Se recarga en el hombro de la muchacha y suelta un suspiro pesado—. Llamó a Archie y cuando llegó estaba bebiendo pero se veía horrible.
Suelta una carcajada en el aire más irónica que de gusto reprimida por las pecosas manos de la chica, él le mira desconcertado y ella se apresura a tomar su mentón para acercar sus labios, Arabella suele ser práctica en cuanto a callar personas se trata y todo mundo sabe que Mike tiene una gran debilidad por los dulces labios de su novia que podría olvidarlo todo con el simple contacto de sus labios.
Se apresura a tomar las mejillas de la pelirroja para profundizar el beso porque es lo que necesita en aquel momento, es lo que siempre necesita cuando las cosas se ponen difíciles en su miserable y casi solitaria vida de día a día, más que a cualquier otra de las sustancias que consume Arabella es su favorita y la más peligrosa de todas; basta con que ella le de alas para tenerlo en la palma de su mano sin esfuerzo.
—¿Cuantos cigarrillos llevas? —indaga rápido cuando se apartan aún con los ojos cerrados manteniendo su cercanía.
—Dos. —El aliento bajo de ella golpea sus labios y le recorre un escalofrío al darse cuenta de cuán hinchados están por la presión ejercida en el beso anterior—. Terminé uno antes de llegar acá contigo.
—Lo supuse. Sabes a esa paleta de cereza que tanto te gusta y cigarrillos. —Ríe alejando su rostro para ver bien el rostro pecoso de la chica.
—Traje una para ti también. —Se pone a buscar en su bolso hasta que da con el dulce y se lo entrega sonriendo—. Tengo fe en que puedo convencerte de alejarte del chicle.
—Es más probable que patine en hielo sin caer que deje la goma de mascar. Ni siquiera tu influencia puede intervenir ahí, Bella.
La recién nombrada niega con la cabeza y se acurruca en el costado derecho de su novio mirando enfrente, en silencio ambos observan nada en específico resultando de repente incómodo como en la mañana cuando habían discutido, es Bella la que decide romper con la tensión.
—¿Recuerdas del proyecto en el cual debía de actuar frente a un sujeto para la clase? —Michael asiente abrazando la cintura de ella con cuidado—. Lo hice con Ayden y Lyla me ayudó a filmarlo.
—¿Cómo resultó eso? —Frunce el ceño comenzando a interesarse más en el asunto que involucran al extraño pelirrojo y su ex.
—Fingí que discutía con él por su novia llamando bastante la atención y después hice como que me lastimó cuando me tomó por la muñeca. —Suspira pesadamente encogiendo sus hombros.
—Lo mataría si te hiciera daño —gruñe rascándose con su mano libre la mejilla—, ¿y el video?, quiero ver la cara del espécimen Foster antes que nadie más.
—Lyla lo grabó y dijo que lo enviaría más tarde.
El ojiazul posa su mejilla en la cabeza rojiza de Arabella pensando en sus palabras con cuidado. Cuando se enteró por primera vez que su ex y su actual novia convivían pensaba que era una clase de complot de televisión o algo similar, no es común que Bella tenga amistad con una persona de su mismo sexo y mucho menos debería de haberla tenido con la chica que estuvo antes de ella, casualmente se dio sin que él pudiera interferir en la extraña relación que mantienen desde entonces.
Lyla es tan similar a la pelirroja que juntas son un caso perdido al igual que un campo de batalla dependiendo de la situación, Mike es más que consciente de la actitud hipócrita que una suele tomar con la otra la mayoría del tiempo con haberlas observado muy de cerca en más de una ocasión, se mantiene al margen de ella lo más que puede conociendo perfectamente bien a la actual pareja de ella que resulta ser ni más ni menos que uno de los amigos más cercanos a Ayden creando así un cuadro prefecto de tensión cada que se encuentran todos juntos por cualquier situación.
Michael conoce a su novia desde dos años atrás en donde conoció de paso a uno de sus extraños mejores amigos, hasta la fecha no sabe si es un instinto sobreprotector o simplemente ego lo que le impide confiar en el pelirrojo como le dice Arabella que haga desde que tiene memoria, una amistad entre ambos es más que imposible al igual que lo es el llevarse bien con Nolan, el actual novio de Lyla quien parece estar convencido de que seguir los ejemplos de Ayden para odiarlo es el mejor de los deportes. De igual manera es algo que le tiene sin cuidado salvo cuando todos se mezclan entre sí; como sucede en el caso del proyecto de la pelirroja a excepción de Nolan.
—Deberías dejar de hablar con Lyla. —En tono bajo murmura en el cabello colorido de la chica.
—¿Porque es tu ex? —indaga bajo también.
—No. —Deposita un beso en la coronilla y se aparta—. Porque su novio me detesta.
—Porque eres su ex y él es amigo de Denny. —Se levanta del asiento para posarse frente a él—. Lo sé. Pero es divertido tener una especie de amistad con la ex de tu actual pareja, ¿sabes?, creo que podemos juntarlos a ver que resulta. ¡Incluso Ayden se podría sumar para que sean los tres mejores amigos!
—¡Ja! Síguete burlando y a quién juntáremos serán a ustedes dos con Nadia.
La sonrisa burlona de la pecosa desaparece y una mueca de desagrado aparece en sus facciones que hace reír al ojiazul.
—Nadia no me cae para nada bien.
—Ahora entiendes como me siento yo respecto a Nolan y Ayden.
—Es diferente. Ninguno de ellos parece consumir el tiempo y la vida de tu mejor amigo como hace. —Patea una roca del suelo con la punta de su zapatilla claramente molesta.
—Francamente Tessa lo hace con Eric y me llevo bastante bien con ella. —Alza sus cejas levantándose perezosamente de su asiento—. También está el caso de Matheo y Mackenzie aunque no veo que desprecies a la chica de tu otro mejor amigo como lo haces con la de Ayden.
—Mejor no hablemos más sobre esto y vámonos.
Arabella toma a Michael del cuello de su camiseta blanca para comenzar a arrastrarlo consigo al estacionamiento.
El muchacho toma la mano de su novia y besa el dorso antes de entrelazar sus dedos para caminar juntos hacia su auto, dando por cerrado el asunto dramático de relaciones en el que comenzaban a meterse para su propio bien, pues no serviría de nada causar una segunda pelea el mismo día por simples prejuicios mutuos que ambos cargan con dificultad y sin embargo se rehusan a dejarlos pasar por alto mucho tiempo.
El volumen del estéreo pasa de estar en veinte a quince, logrando colarse en en tono moderado de la radio los ruidos matutinos del tráfico afuera del auto, con un encogimiento de hombros por parte de la rojiza y los ojos en blanco del castaño. Arabella adora poner música en el auto de su novio cada que van rumbo a la universidad aunque no sea del agrado para él, últimamente había estado escuchando estaciones extranjeras en idiomas que a penas logra tararear, ritmos latinos que lograron dar con la exuberante personalidad inquieta de ella hasta adoptarlos como propios. No puede decirse que es una experta en el contexto de canciones que contienen las palabras raggaeton, mamacita y dale, pero al menos sabe dar un buen argumento sobre lo que hablan aquellas canciones que parecieron desagradar a Michael desde un principio.
El castaño echa su cabeza hacia atrás soltando un fuerte gruñido antes de retirar una de las manos del volante hacia el estéreo para bajar aún más el volumen. El nivel ocho es lo que lleva molestando el contexto de la música en la relación de ambos, es el audio que permite entrar por las ventanas las melodías y voces de los demás autos que tanto les desagradan además de que es el adecuado cuando uno quiere hablar con la música de fondo, Arabella de cruza de brazos y espera con paciencia a que comience la lluvia de palabras. Jamás se libra de alguna cuando viajan temprano de lunes a viernes desde que su relación comenzó.
—No entiendo tu interés por la música latina ahora.
—Es buena y me gusta bailarla.
—¿Desde cuando?
—No importa.
—Claro que lo hace. —Aprieta el volante y gira bruscamente en un callejón para tomar un atajo—. No puedes escuchar música que ni siquiera entiendes de un fin de semana a otro.
—Si puedo, de hecho, están en todas las playlist que he escuchado últimamente. La fiesta de Ayden estaba llena de ella el otro día.
Al momento de terminar la oración se arrepiente y hace una mueca al percatarse de su descuido, Michael hace una mueca también, pues mencionar la confesión de una mentira pasada es como tratar de ganarte un pase directo a la lista negra de cualquier persona; especialmente si era sumamente temperamental.
—Uy. —No puede evitar sentirse culpable, jamás entendería el verdadero por qué del desprecio mutuo entre su novio y mejor amigo, aunque muy en el fondo siente que es lo correcto no temer al hecho de que Ayden o Michael sea sinónimo de peste en el lenguaje del otro. El diccionario de Arabella define madurar como el hecho de superar estúpidas contiendas entre chicos que tienen de por medio una chica; claramente ambos estan muy por debajo de la categoría jóvenes maduros.
—La fiesta de Ayden, ¿eh?, la cual por cierto me dijiste que no ibas si yo tampoco. —La mirada azulina del muchacho se posa en ella una fracción de segundo antes de girar el volante con fuerza para adentrarse en un callejón para tomar el atajo que tan bien conocen ambos—. Tu amigo es un espécimen... —habla despacio buscando la palabra correcta para definirlo sin ofender por que eso le molestaría a ella— excéntrico. No creo que esté en sus cinco sentidos la mayoría del tiempo.
—¿Y tú si?
La relación había comenzado dos años atrás cuando ella le había visto al muchacho con un cigarrillo en la boca caminando por la calle sin el temor de ser descubierto, tiempo después le contó que paseaba por ahí a altas horas ya que había ido a buscar a su primo en un lugar erróneo desperdiciando su tiempo únicamente lo que le llevó a irritarse y tomar el arma cilíndrica de sus pulmones tan típica de él, había discutido con Ayden en un club al cual habían salido pero la dejó varada en la calle. Sola y sin la menor oportunidad de llamar a su otro mejor amigo o hermana ya que sufriría la furia de ambos por sus actos terminó pidiéndole a Michael que le acompañase hasta su casa para evitar el peligro del Nueva York nocturno salvaje que todos conocían por su fama –sin saber que el chico en sí ya era un peligro para una muchacha de diecisiete que comenzaba con los malos hábitos– logrando así un recorrido a pie por la ciudad de manera que sólo los rascacielos fueron testigos de las largas conversaciones que mantuvieron. Una historia extraña la cual Arabella adora gritar a los cuatro vientos cada que puede.
Su novio no es el mejor chico del mundo ni mucho menos un caballero de brillante armadura, fue la actitud meticulosa de él tan apegada a su apariencia ruda con el cigarrillo siempre en la oreja como si fuese un lápiz, los vicios van y vienen en la relación de ambos desde que comenzó por lo cual no es un secreto lo que consume el otro para agregarlo a la lista de “extrañas manías que se vuelven hábito” de cada uno. La hierba encabeza la lista de ambos.
—¿Qué estás tratando de decirme? —cuestiona con una ceja alzada sin dejar la mirada del camino que comienza a despoblase al acercarse más por la autopista que llevaba al campus.
—No hagas como que estas cuerdo todo el día. —Suelta una risa burlona volviendo a subir el volumen de la radio.
Sus peleas son tan extrañas que el silencio mutuo durante sus disputas parece de lo más incómodo, Bella lo aprovecha para reprenderse sobre haber dado hincapié a otro round en el cuadrilátero de su relación con Michael, no logra estar sintiéndose culpable tanto tiempo y siempre cede antes de que las cosas se pongan peor, una vez Mike había terminado tirado en la calle en una de esas veces que acudía a los vicios para liberarse de la tensión de su relación y fue ella quien le ayudó arrastrarlo con ayuda de Cruz junto con Kian hasta su departamento, el peso de las cosas está siempre sus hombros haciéndole parecer que ha sustituido a Atlas para cargar el peso del mundo en su lugar.
—Lo siento, ¿okay? —grita cepillando la coleta brillantemente cobriza bajo la luz del sol con sus dedos—, no quise decirte eso y lamento haber ido con Ayden cuando te prometí que no lo hice. Me cancelaste de último minuto cuando estaba ya arreglada esperándote en mi casa, no podía simplemente quitarme todo para volver a la cama sólo porque tú decidiste ir a visitar a tus padres, sería en vano las dos horas que tardé en estar lista además que si se enteraba Reed de que fui una completa perdedora al quedarme en casa de brazos cruzados se burlaría por el resto de mi vida.
—No veo a mis padres tan a menudo como lo haces tú. —Suelta con amargura soltando un sonoro bufido después—. No vivo con ellos desde que tenía dieciséis, no tengo hermanos los cuales puedo visitar como tú, jamás me consideran para algún asunto y las veces que me invitan a reuniones es como un milagro del cielo, de no ser por mi madre, ni siquiera me considerarían parte de la familia. Realmente es importante para mi llevar lo más parecido a una buena relación cuando estoy con todos. —Carraspea dejando un silencio entre sus palabras para humedecerse los labios con la punta de su lengua—. Que no me lleve bien con Ayden no significa que te cancelé a propósito aquella noche para faltar a su fiesta de cumpleaños, aunque suene extraño, sabiendo que estarías de un humor de perros por el resto del mes.
Es Arabella quien se precipita a bajar el volumen de la radio y aprovecha para poner su mano sobre la del muchacho encima del volante, Michael le dirige una rápida mirada para no apartarla del todo de la carretera, es tan distinto el contraste de la pequeña y pecosa mano de ella con la grande y fría de él. Los polos opuestos se atraen a pesar de resultar ser algo imposible aún en los casos más extraños.
—¿Estamos bien?
—Lo estamos —afirma apartando su mano derecha del volante para unirla con la izquierda de su novia, sonríe de lado y lleva la unión de sus extremidades a los labios para besarlas, un cosquilleo recorre el delgado cuerpo de la chica y ríe—. Así que... ¿papi shulo? ¿Está bien pronunciado eso?
La risa del ojiazul es un sonido que no muchas personas pueden presumir de haber escuchado, un encantador sonido ronco de lo más profundo de su garganta destinado sólo para ocasiones especiales, su risa es la favorita de la chica y no puede evitar unirse a ella cuando se está burlando de su pésimo acento en español.
—No lo sé, si la canción lo dice con esa pronunciación supongo que está bien dicho, escucha como alarga la primera frase. —Alza sus cejas escuchando con atención la canción emitida por lo bajo de sus risas.
—No creo que sea shulo sino más bien chulo. —Chasquea la lengua con una de sus cejas alzada escuchando también la canción ahora con sumo interés.
—Olvidaba que estudiabas español en la secundaria. —Pone los ojos en blanco medio en burla—. Eres el jodido amo de los ritmos latinos ahora, Mike, gracias.
—No hay de qué, cariño. —La voz del castaño hablando español hace que Arabella se muerda el labio y lo mira con una ceja alzada mientras se quita el cinturón de seguridad para inclinarse hacia el asiento de conductor. Michael la mira de reojo con los labios apretados para contener una sonrisa y el ceño ligeramente fruncido—. El auto se volcará si me salgo de la carretera, Bella.
—Mantén los ojos enfrente entonces y no me hables con ese acento que vuelve tu voz más perfecta y sensual de lo que ya es. —Da un rápido beso en la mejilla del chico antes de enredar sus dedos en su castaña cabellera enredada por el viento—. Me gusta tu cabello, es marrón y en unas partes rubio pero en el sol se vuelve dorado, además de que ya está un poco largo.
—Eres increíble, sólo tú eres capaz de persuadirme y después hablar sobre mi cabello, demonios —refunfuña arrugando su nariz como hace cada que se encuentra nervioso—. Realmente me gustaría pasar el resto de mi vida contigo.
La pelirroja se abraza al cuello de él olvidando por completo que están en un auto que va a doscientos kilómetros por hora y que podrían tener un accidente por su muestra de afecto repentino, los murmullos cariñosos de su novio le reconfortan hasta olvidar su pelea anterior que dio fruto a otra de sus extrañas reconciliaciones, antes de apartarse deja un reguero de besos por el largo cuello de Michael que le hace reír entre dientes.
—Que encanto. —Muerde su labio inferior sin apartar la mirada del frente—. Mereces la cajetilla que tengo en la guantera nueva, toda tuya.
—Un gran detalle de tu parte. —Rebusca en el lugar indicado y con un grito de victoria saca un paquete de cigarrillos aún callada—. ¡Lotería!
—Quiero uno. —Le da una mirada coqueta a Bella cuando saca de su mochila un encendedor para prender dos de los cilindros y colocar uno en la boca de él antes que en la suya—. Ahora si estoy despierto, nuestra marca de cafeína personal, ¿no?
La rojiza asiente dándole una gran calada a su cigarro para expulsar después el humo por encima de sus cabezas, el olor a cigarrillos era el favorito de ambos y no les molestaba para nada rodearse de aquel fuerte olor, su ritual matutino antes de llegar a la universidad todos los días.
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Una semana atrás había cumplido los veintitrés y todavía no puede presumir que se encuentra en su último año de universidad como un posible ya adulto que saldrá a la vida real. No obstante, Ayden cree que siempre es un buen momento para poner de mal humor a una personas por simple diversión, jamás se preocupa por las consecuencias de sus hechos infantiles causando más destrozos de los que cualquiera podría presumir.
—Más te vale que dejes de hacer eso o no te hablaré por el resto de la semana. —Él sonríe con suficiencia antes de volver a revolver el cabello rubio de su novia—. ¡Ayden!
La rubia se retuerce hasta darse la vuelta y quedar cara a cara con una expresión de pocos amigos, el pelirrojo le sonríe de lado con un encogimiento de hombros, seguidamente las manos de la muchacha se plantan en las mejillas del chico y le aprieta las mejillas con las palmas.
—Cuando te digo que no lo hagas es porque no debes hacerlo, Ayd, no me gusta.
—Es mi manera de demostrar afecto, sólo un gesto, Bells —dice con dificultad por la presión forzada de sus labios entre las frías manos de ella.
—Pareces un gato molestando todo el día con sus cariñitos.
—¿Y no te gustan los gatos?
Nadia se aparta negando con la cabeza y expresión divertida, no parece molesta en absoluto lo cual le da ventaja al rojizo para acercarse con rapidez, rodea con sus brazos el cuerpo de la chica y la atrae hacia sí para besar su frente sonoramente.
Ambos ríen por el estrepitoso sonido que producen los labios presionados con exageración en la piel blanquecina de ella causando que los demás estudiantes de la universidad decidan rodearlos en lugar de pasar enfrente suyo solamente.
Ayden sonríe abiertamente mirando los orbes azules de la muchacha, una tonalidad bastante peculiar que cambian debido a la posición de la luz, y se inclina levemente hasta rozar sus narices.
—Tus ojos son bastante claros —admite en un susurro entrecerrando sus ojos—. Como el color del océano, ¿lo sabias?
—Resulta que mi novio es un estudiante de biología marina y parece ser que el único piropo que tiene son metáforas relacionadas con el océano. —Aprieta sus labios con una de sus delineadas cejas arqueada—. Me temo que lo sé porque lo repites todos los días.
—Yo no esperaré más que comparaciones con seres vivos porque no soy el único biólogo aquí. —Arquea una de sus peculiares cejas de color para imitarle—. Estamos saliendo con alguien del mismo ámbito y definitivamente no es normal nuestra manera de demostrarlo en público.
—Es extraño, si. —Se echa hacia atrás la rubia para soltar una risotada por su comentario.
—Al menos sé que no soy el único anormal en esta relación. —Se encoge de hombros vacilante a lo que la chica le da un ligero golpe en el hombre antes de posar sus manos en el cuello de él.
—Y así resulta perfecto.
No hace falta otra palabra para que ambos se acerquen con una sonrisa y besen los labios del otro, las muestras de afecto entre ellos no suelen ser de lo más espléndidas por el hecho de que suelen ser bastante privados con sus cosas, Ayden adora pasar tiempo con su novia a pesar de no estar pegado a ella como una sanguijuela 24/7 por lo cual aprovecha los momentos que están juntos lo más que puede de su propia manera. Jamás montan un numerito delante de un público y si lo hacen tratan de que dure lo menos que se pueda a pesar de las actitudes vivaces que los destacan como una pareja de lo más complementaria.
Con las manos aún en la cintura de la rubia, el pelirrojo se aparta cuando la presión de sus labios comienza a disminuir, tiene los ojos aún cerrados cuando siente un fuerte golpe en su espalda haciéndole fruncir el ceño molesto.
Cuando abre los ojos la mirada de su novia está puesta en el cuello de su camiseta con el labio inferior capturado entre sus dientes disimulando lo incomoda que se encuentra por la presencia de una tercera persona después de su momento íntimo.
—Fue Arabella, te golpeó y corrió lejos, está escondida detrás del pilar. —En un tono bajo susurra la muchacha con los ojos entrecerrados por encima del hombro de él.
—Ara es igual a una niña —sisea entre dientes riendo por lo bajo—, seguramente tiene algo que contarme, voy rápido y te encuentro adentro.
—Tal cual Barry Allen, anda.
Besa la frente de ella y se aleja caminando directamente al pilar derecho que sostiene una parte del tejaban a las afueras del edificio, es grueso y de piedra pero aún así puede ver el destello del cabello tan parecido al suyo de Arabella cuando se asoma y le ve caminando hacia sí, se aparta de su escondite negando con la cabeza. Ambos sonríen al mismo tiempo en cuanto sus ojos vuelven a encontrarse.
—No tenías que haberme encontrado. —Frunce el entrecejo y se cruza de brazos—. Fue tu novia la que te lo dijo, ¿no?
—Aja. —Mete las manos en los bolsillos delanteros de sus jeans mirando a la pelirroja con los ojos entrecerrados—. Pudiste haberme hablado y no golpeado como animal en la espalda, Ara.
—No me gustaba acabar con el aura romántica que estaba ahí. —Hace una mueca de asco y finge vomitar a los pies del muchacho—. En verdad... si quería hacerlo, pero no hablándote, creía que sería más especial si llamaba tu atención a golpes que con palabras las cuales tendría que cruzar con Nadia al disculparme y no, mejor paso. —Sonríe abiertamente.
Las sinceras palabras de ella suenan como otra de las muchas veces que ha arruinado a propósito algún momento de cariño entre Nadia y él que no le enfurece sino que bufa únicamente al conocerla ya como la palma de su mano.
Llevan ya tanto tiempo de conocerse que sabe a la perfección la actitud pesada que toma ella cuando él se encuentra en una relación, al principio creía que era por celos o envidia pero terminó convenciéndose de que era solamente uno de los muchos defectos de su mejor amiga el espantar a toda chica que se atravesara en su amistad, hasta el momento no la comprende pero se limita a pedirle espacio de vez en cuando con su novia para no hacer lo mismo él con Michael. Aunque no lo intentaría sabiendo lo tosco y frívolo que el novio de ella es sumando el hecho de que no tolera verlo ni en pintura.
—¿Qué voy a hacer contigo? —Posa las manos en los hombros de la muchacha acortando su distancia—. Eres el demonio en persona y no lo dudo con tu color de cabello.
—Puedes pedirme que lo tiña si es lo que quieres pero no arreglará el hecho de que no me agrada ella y que cuando terminen y vuelvas a ligar con alguien te hagas pasar por mi hermano otra vez siendo yo de nueva cuenta la que desmienta eso. —De inmediato se puso a la defensiva con sus ojos verdes completamente enfurecidos, su temperamento es de los mil demonios y una de las pocas personas que no le teme es Ayden, aparta de un manotazo las manos de su amigo—. Eres un idiota
—Lo sé.
—Un estúpido egoísta
—También.
—Y desinteresado amigo que olvida lo que es la amistad por su noviecita —sisea entre dientes apretando los puños a sus costados, el muchacho no puede contener una carcajada que nace desde su garganta y suelta, causando el enfado de la pelirroja que de inmediato golpea su pecho con los puños— además de que te ríes de mí en mi propia cara. ¡Ayden!
Toma las manos pecosas de su amiga entre las suyas, que es la única parte del cuerpo en la que no comparten las característica manchas de los rojizos, apretándolas para que no pueda moverlas sin hacerle daño; aunque, claro, Arabella es una futura actriz y no duda en echarse a gritar como loca que está sufriendo ganándose la completa atención de todos los que pasan cerca. Ayden detesta llamar la atención y mucho más cuando es por uno de los numeritos con la pelirroja, aferra más su agarre causando que ella se queje en voz baja ahora pero de manera sincera esta vez, frunce más su ceño para tratar de intimidarla pero no logra hacerlo cuando ve que los grisáceos ojos de su mejor amiga comienzan a notarse cristalizados. Le suelta de inmediato con los ojos bien abiertos creyendo que esta vez realmente le hizo daño.
Sus peleas son más constantes de lo común en una amistad, llanto y gritos van al igual que vienen en una complicada relación como la suya, pero en ninguna había visto a Bella tan vulnerable como lo está en el momento.
Con una mueca arrepentida acorta la distancia entre ambos y la rodea con sus brazos, con el simple contacto de las palmas en su espalda puede sentir el llanto de la chica surgir con suma delicadeza en voz baja, el menudo cuerpo de ella se estremece contra su pecho y cuando él frota su cabello en espera del llanto surge un ruido para nada parecido a eso: una carcajada ronca exagerada tan típica de Arabella.
El ojiverde se aparta desconcertado pero es la chica quien pone sus manos en el pecho de él para apartarlo de un empujón para poder retorcerse en su lugar de la risa.
—¡Tu cara! —Las palabras salen trabadas en sus labios rojizos ahora un poco del color de su cara bastante semejantes a su cabello por el esfuerzo que hace en burlarse de una trampa que le tendió—. Te has creído todas y cada una de mis palabras, Denny, debiste ver tu cara.
—No fue gracioso, de hecho, no lo es. —Gruñe rascando su barbilla bastante incómodo de todas las miradas curiosas que están fijos en ellos, desea que la tierra se lo trague por haber sido ingenuo y haber caído en una de las muchas actuaciones de su amiga, mira con desconfianza a su alrededor hasta que da con una muchacha castaña que conoce bastante bien sosteniendo su teléfono en lo alto con un gesto de triunfo bien marcado en su dulce rostro que tanto detesta el pelirrojo.
—¿Lo grabaste, Ly? —pregunta en un grito soltando todo el aire de sus pulmones para llenarlos de nuevo tratando de recuperar su color habitual, Lyla eleva su pulgar en el aire y Ara le imita con ambos, se gira hacia el muchacho de nueva cuenta—. Denny... lo siento mucho, te juro por el auto que no tengo que es para una nota en mi clase de actuación, no quise actuar como una perra aunque iba en serio la parte de Nadia.
—Yo... —Humedece sus labios porque su boca parece seca por los acontecimientos anteriores—. ¿Qué?
Se deja caer de rodillas en el suelo y lleva las manos a rostro para cubrirlo. Un torbellino de sorpresa, furia y auténtico rencor son lo que acaparan todos sus pensamientos en aquel momento que no escucha tan siquiera los llamados de Arabella a poca distancia suya hasta que la tiene enfrente y lucha con sus manos para sacárselas del rostro, con los ojos aún bien abiertos mira sin habla a su arrepentida mejor amiga arrodillarse y tomarle el rostro con sus manos.
—Vamos, Ayden, lo siento mucho en verdad, pero pensaba que iba a ser una buena idea usarte a ti como mi sujeto dado que me conoces desde antes y fácilmente podrías haberte dado cuenta de que actuaba. —Cepilla con sus dedos las hebras cobrizas del pecoso hacia atrás—. No sabía que te afectaría tanto, lo siento, ni siquiera me hiciste daño en verdad.
Se aferra a él de manera desesperada susurrando mil disculpas y añadiendo chantajes para lograr que le dirija la palabra de una buena vez.
—Tengo un límite, Ara, un límite que definitivamente has cruzado por... —exclama en tono bajo y frío como el hielo— ¿una nota?
—La más alta si es posible.
—He caído en otra de tus trampas entonces.
—Básicamente. —Se encoge de hombros y se levanta, mira a su amigo desde arriba antes de tenderle ambas manos, las rodillas flexionadas en el pecho de Ayden se chocan entre sí a propósito cuando se encuentra indeciso—. Vamos, me debías una de todas maneras, no seas así y acepta mi ayuda.
—No te debo nada, mujer, deja de chantajearme. —Aún así toma con fuerza las pequeñas manos pecosas y con ayuda de ella se pone de pie rápidamente.
—¿Recuerdas esa vez en la que llamó uno de tus primos y preguntaba por su querido departamento pero estabas lo bastante ebrio para levantarte del sofá tan siquiera o hablar sin eructar? Yo contesté y le mentí diciéndole que habías ido al súper.
—Ya. —Truena sus dedos en el aire al recordar lo ocurrido tiempo atrás, el mero recuerdo de que ella le apoyó en una situación que le traería problemas diciendo la verdad a David, pues toda su familia estaba enterada de lo poco maduro que él era aunque sus primos son los únicos que parecen tener un poco de fe en su persona—. ¿Y por qué yo? Está Michael, Lyla, Theo e incluso Reed y su novia, ¿por qué a mi, Ara?
—Michael no sabe expresar bien sus emociones por lo que sería insensible a casi cualquier actuación dramática. —Eleva un dedo en el aire mirando hacia arriba para tener una mayor precisión de sus argumentos como hace cada que piensa—. Sabes que Lyla y yo tenemos una relación complicada, no nos llevamos del todo bien pero podemos soportarnos, además es lo más cercano a la única amiga que tengo y no serviría de nada echar leña al fuego. Fue ella quien me ayudó a planearlo todo en verdad además que fue la camarógrafa, me enviará el video más tarde.
—No parecen llevarse nunca del todo bien pero ambas son dinamita cuando se trata de tirarme una buena, ¿a que si?, no sé cómo toleras a ese extraño ser que se hace llamar la novia del pobre Nolan. —Niega con la cabeza bufando con el recuerdo de lo mucho que lamenta la situación amorosa de su amigo.
—Shhh, no importa, y presta atención. —Sacude sus manos para que haga silencio y poder continuar con su parloteo—. Theo es tan dulce que no quería hacerle pasar un mal rato cuando es el mejor amigo que me lleva a la luz en comparación tuya. —Lo fulmina con la mirada de manera divertida—. Y Reed está en una clase de crisis ahora, escuché que tus primos volvieron a la ciudad, si, y si mal no recuerdo es David con el que ella trata porque Ezra es el que jamás me quisiste presentar aunque está muy bueno, ¡ojete! —ironiza fingiendo estar molesta—. En fin, ella está tan emocionada con eso que no quería echarle a perder sus planes, y con Autumn no me meto ni muerta; ella es capaz de arrancarme el brazo sola.
—Así que te fuiste por el rival más débil en ese momento, ¿verdad?, el monstruoso Ayden que no tiene trabas por el momento en su vida. No me hables, Arabella, he terminado contigo en el momento que decidiste hacerte la lista sin que yo lo sospechara.
Se da media vuelta para adentrarse en el edificio cuando es parado por el cuerpo de la rojiza que se le cuelga del cuello desde atrás y aferra sus piernas en la cintura de él para no caer al suelo.
—¿Crees que lo hice bien? —susurra en el oído de su amigo con duda.
—Lo bastante para que estuviera a punto de colapsar porque creí que en verdad te había hecho daño. —Echa la cabeza hacia atrás de manera que puede ver el rostro de Arabella en su hombro derecho y deposita con dificultad un beso en la frente de ella—. Ahora baja de mi espalda y corre a tus clases o llegarás tarde, Ara.
Obedece antes de que vuelva a repetirlo, como un mono retira sus extremidades del torso de Ayden y salta hacia atrás hábilmente, los agujeros en las rodillas de sus pantalones negros muestran la piel blanquecina de ella libre de pecas cuando cae en cuclillas con equilibrio. Se levanta de un salto sonriendo abiertamente y echa a correr fuera del lugar con su cabello atado en una coleta sacudiéndose.
El muchacho aparta la vista cuando el destello colorido desaparece entre la nueva multitud que camina hacia el edificio, se pierde entra los demás se es universitarios sin vida que la mayoría del tiempo parecen zombies de tanto estrés, aprieta sus labios con fuerza y sigue su camino a su clase evitando pensar más de la cuenta en Arabella.
De entre todas las chicas que conoce es ella la cual basta con cualquier situación para estar presente en sus pensamientos, ni siquiera lo mucho que le gusta su novia es suficiente para remplazarla, porque es la musa de su vida a pesar de su alto temperamento y que la mayoría del tiempo los desconocidos los crean hermanos por ser físicamente parecidos.
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El segundo cigarrillo del día descansa entre sus labios cuando llega a la jardinera y toma asiento en uno de los bancos desocupados, posa su espalda en la superficie del mismo quedando completamente recostado mirando al cielo con sus gafas de sol de por medio, el distante ruido universitario parece lejano en la revoltosa cabeza de Michael que está puesta en un lugar bastante lejanos a la realidad.
Suele perderse en su propio mundo más de la cuenta que cualquier otra persona hace comúnmente, ya sea con o sin sus malos hábitos consumidos procura estar al pendiente de todo pero lo es imposible, incluso hay quienes suelen llamarlo distraído; término que no niega pero tampoco siente como que es apto para sus momentos de reflexión personal en los cuales simplemente se va.
Durante aquellos momentos revivía cosas del pasado o pensaba en sus acciones del presente para pasar a las consecuencias en un futuro, es bastante meticuloso y sus decisiones siempre están tomadas con cautela siendo la precipitación nada propio de él, simplemente pierde la noción del tiempo pensando.
El humo que exhala por la boca crea figuras abstractas en el aire que trata de alejar soplando después, así hace cada que se fuma un cigarrillo ya por costumbre y tras haber observado últimamente a su novia se dio cuenta de que ella estaba cogiendo el mismo hábito, a pesar de que la nicotina era uno de sus recursos favoritos para recurrir diario le resulta un tanto incómodo estar alrededor de su propio humo cuando enciende el cilindro. Cosa que, a diferencia de Arabella, si le importa mucho.
A Michael no le importa que sus pertenencias se impregnen con el olor del cigarro, su auto, la ropa e incluso la pulsera de cuero que lleva siempre en la muñeca, no le resulta escandaloso dado que fácilmente puede remplazar esas cosas con facilidad pero él no puede quedar impregnado con aquel característico olor porque estaría llevando una marca difícil de quitar y remplazar ya en comparación de lo demás. Después de un cigarrillo introduce una goma de mascar al igual que se rocía un poco de loción en el cabello y otras partes de su piel descubierta en el momento simulando aunque sea mínimamente el olor.
Al terminar el cigarrillo lo lanza sin importarle en donde caiga y se endereza en su lugar con pereza para buscar en los bolsillos de sus jeans el empaque de gomas sabor fresa que tanto le gustan. Mastica lentamente mirando fijamente ningún punto en específico del suelo volviendo a su cabeza. Esta vez los problemas que se presentan en su conciencia no son suyos sino de su primo el cual parece estar en una crisis de relación cada dos por tres.
El muchacho parece desinteresado al igual que insensible a primera vista, en verdad lo es aunque sólo una mínima parte de él es así, su vida no es perfecta pero no se mortifica por ella dado que es consciente de que siempre hay personas en situaciones peores a la suya y no puede pasar por alto los problemas ajenos de sus seres queridos como hace con los suyos. Kian es uno de los únicos verdaderos amigos con los cuales puede confiar contando el hecho de que comparten un poco de la misma sangre y son familia, más que su primo lo considera una clase de hermano, el cual no puede evitar ignorar cuando pasa por una mala racha.
Anteriormente escuchó que la había hecho una broma sobre estar aparentemente embarazada, su primo casi perdía la razón en esos momentos creyendo por completo aquel engaño, de buena manera tuvo que mandarla a freír espárragos.
—¡Mike! —Un grito resonó en sus tímpanos detrás de él, de no ser porque estaba completamente ausente hubiera previsto como una pelirroja se acercaba a lo lejos hasta dar a sus espaldas, salta en su lugar con su pecho subiendo y bajando rápidamente.
—Bella... —sisea quitándose las gafas de sol y dejándolas a su lado en el banco para mirar a su novia— me tomaste por sorpresa.
—¿En que pensabas? —cuestiona abrazando desde atrás al muchacho—. Te veías ausente, más de lo normal, ¿ocurre algo?
—Muchas cosas. —Relame sus labios resecos después de sacar la goma de su boca y envolverla en su papel para tirarla—. Kian ha tenido problemas con su chica, le jugó una broma pesada el otro día, mientras Cruz está igual de tranquilo con Pax, con Eric y Deion no lo sé bien, pero supongo que no están tan mal. Tú y yo estamos bien por el momento, es sólo que... me gustaría que mi primo no pase por tanto en su relación como veo en la de otros.
—Cariño, Kian tiene una parte de la misma sangre que tú, no puedes decirme que estas preocupado con él siendo parte de esa familia sobresaliente tuya de la que no siempre hablas. —Retira sus brazos de su novio y se sienta a su lado—. Estar en una relación amorosa no es difícil sino complicado, te lo puedo apostar porque nosotros no peleamos seguido pero pareces disfrutar más tu tiempo con tu mejor amigo que conmigo, Eric debería de ser tu novio si de estar pegado al otro consiste un noviazgo.
—No comprendo si eso es una broma o estas molesta de verdad. —Entrecierra sus ojos mirando de lado a su novia con desconfianza.
—¡No estoy molesta, tonto! —Golpea su hombro a modo de juego riendo por lo bajo—. Sólo digo que no se necesita ser todo miel y dulzura para que algo esté bien. Seguro él sale adelante con o sin ella.
—Ella le dijo que estaba embarazada, Bella, ¡Kian estaba sumergido en histeria! —Se recarga en el hombro de la muchacha y suelta un suspiro pesado—. Llamó a Archie y cuando llegó estaba bebiendo pero se veía horrible.
Suelta una carcajada en el aire más irónica que de gusto reprimida por las pecosas manos de la chica, él le mira desconcertado y ella se apresura a tomar su mentón para acercar sus labios, Arabella suele ser práctica en cuanto a callar personas se trata y todo mundo sabe que Mike tiene una gran debilidad por los dulces labios de su novia que podría olvidarlo todo con el simple contacto de sus labios.
Se apresura a tomar las mejillas de la pelirroja para profundizar el beso porque es lo que necesita en aquel momento, es lo que siempre necesita cuando las cosas se ponen difíciles en su miserable y casi solitaria vida de día a día, más que a cualquier otra de las sustancias que consume Arabella es su favorita y la más peligrosa de todas; basta con que ella le de alas para tenerlo en la palma de su mano sin esfuerzo.
—¿Cuantos cigarrillos llevas? —indaga rápido cuando se apartan aún con los ojos cerrados manteniendo su cercanía.
—Dos. —El aliento bajo de ella golpea sus labios y le recorre un escalofrío al darse cuenta de cuán hinchados están por la presión ejercida en el beso anterior—. Terminé uno antes de llegar acá contigo.
—Lo supuse. Sabes a esa paleta de cereza que tanto te gusta y cigarrillos. —Ríe alejando su rostro para ver bien el rostro pecoso de la chica.
—Traje una para ti también. —Se pone a buscar en su bolso hasta que da con el dulce y se lo entrega sonriendo—. Tengo fe en que puedo convencerte de alejarte del chicle.
—Es más probable que patine en hielo sin caer que deje la goma de mascar. Ni siquiera tu influencia puede intervenir ahí, Bella.
La recién nombrada niega con la cabeza y se acurruca en el costado derecho de su novio mirando enfrente, en silencio ambos observan nada en específico resultando de repente incómodo como en la mañana cuando habían discutido, es Bella la que decide romper con la tensión.
—¿Recuerdas del proyecto en el cual debía de actuar frente a un sujeto para la clase? —Michael asiente abrazando la cintura de ella con cuidado—. Lo hice con Ayden y Lyla me ayudó a filmarlo.
—¿Cómo resultó eso? —Frunce el ceño comenzando a interesarse más en el asunto que involucran al extraño pelirrojo y su ex.
—Fingí que discutía con él por su novia llamando bastante la atención y después hice como que me lastimó cuando me tomó por la muñeca. —Suspira pesadamente encogiendo sus hombros.
—Lo mataría si te hiciera daño —gruñe rascándose con su mano libre la mejilla—, ¿y el video?, quiero ver la cara del espécimen Foster antes que nadie más.
—Lyla lo grabó y dijo que lo enviaría más tarde.
El ojiazul posa su mejilla en la cabeza rojiza de Arabella pensando en sus palabras con cuidado. Cuando se enteró por primera vez que su ex y su actual novia convivían pensaba que era una clase de complot de televisión o algo similar, no es común que Bella tenga amistad con una persona de su mismo sexo y mucho menos debería de haberla tenido con la chica que estuvo antes de ella, casualmente se dio sin que él pudiera interferir en la extraña relación que mantienen desde entonces.
Lyla es tan similar a la pelirroja que juntas son un caso perdido al igual que un campo de batalla dependiendo de la situación, Mike es más que consciente de la actitud hipócrita que una suele tomar con la otra la mayoría del tiempo con haberlas observado muy de cerca en más de una ocasión, se mantiene al margen de ella lo más que puede conociendo perfectamente bien a la actual pareja de ella que resulta ser ni más ni menos que uno de los amigos más cercanos a Ayden creando así un cuadro prefecto de tensión cada que se encuentran todos juntos por cualquier situación.
Michael conoce a su novia desde dos años atrás en donde conoció de paso a uno de sus extraños mejores amigos, hasta la fecha no sabe si es un instinto sobreprotector o simplemente ego lo que le impide confiar en el pelirrojo como le dice Arabella que haga desde que tiene memoria, una amistad entre ambos es más que imposible al igual que lo es el llevarse bien con Nolan, el actual novio de Lyla quien parece estar convencido de que seguir los ejemplos de Ayden para odiarlo es el mejor de los deportes. De igual manera es algo que le tiene sin cuidado salvo cuando todos se mezclan entre sí; como sucede en el caso del proyecto de la pelirroja a excepción de Nolan.
—Deberías dejar de hablar con Lyla. —En tono bajo murmura en el cabello colorido de la chica.
—¿Porque es tu ex? —indaga bajo también.
—No. —Deposita un beso en la coronilla y se aparta—. Porque su novio me detesta.
—Porque eres su ex y él es amigo de Denny. —Se levanta del asiento para posarse frente a él—. Lo sé. Pero es divertido tener una especie de amistad con la ex de tu actual pareja, ¿sabes?, creo que podemos juntarlos a ver que resulta. ¡Incluso Ayden se podría sumar para que sean los tres mejores amigos!
—¡Ja! Síguete burlando y a quién juntáremos serán a ustedes dos con Nadia.
La sonrisa burlona de la pecosa desaparece y una mueca de desagrado aparece en sus facciones que hace reír al ojiazul.
—Nadia no me cae para nada bien.
—Ahora entiendes como me siento yo respecto a Nolan y Ayden.
—Es diferente. Ninguno de ellos parece consumir el tiempo y la vida de tu mejor amigo como hace. —Patea una roca del suelo con la punta de su zapatilla claramente molesta.
—Francamente Tessa lo hace con Eric y me llevo bastante bien con ella. —Alza sus cejas levantándose perezosamente de su asiento—. También está el caso de Matheo y Mackenzie aunque no veo que desprecies a la chica de tu otro mejor amigo como lo haces con la de Ayden.
—Mejor no hablemos más sobre esto y vámonos.
Arabella toma a Michael del cuello de su camiseta blanca para comenzar a arrastrarlo consigo al estacionamiento.
El muchacho toma la mano de su novia y besa el dorso antes de entrelazar sus dedos para caminar juntos hacia su auto, dando por cerrado el asunto dramático de relaciones en el que comenzaban a meterse para su propio bien, pues no serviría de nada causar una segunda pelea el mismo día por simples prejuicios mutuos que ambos cargan con dificultad y sin embargo se rehusan a dejarlos pasar por alto mucho tiempo.
- tal vez me pasé de la raya en cuanto a los personajes mencionados acá y seguramente sea un lío pero es que tanto arabella como Ayden y michael tienen tantas tramas que no quería dejar ninguna fuera :roll:
nada más que decidí mejor ya parar e incluir las otras próximamente bc sino sería un lío con tanta relación en un mismo capso, discúlpenme si está tedioso o enfadoso porque es mi primer cap de la ronda y quería abarcar lo principal para dejar las cosas más fluidas en el próximo
trunks
Re: Unfaithful
alecccc, perdón por tardar tanto en comentar. QUE CAPÍTULO como dije a zoe -y creo que voy a decir a la mayoría- no había leído algo tuyo (según yo recuerdo) y amé completamente tu forma de escribir me encantó que pudieras hacer un capítulo tan largo, que hayas incluido a muchos pjs y conseguir una trama en la cual no podes dejar de leer en ningún momento, como que te atrapa y ni ahí te aburrís (?
me reí muchísimo al comienzo imaginando a arabella pudiendo llegar a escuchar maluma, anuel, bad bunny el hecho de que ayden y michael se lleven mal va a hacer las cosas muy interesantes omg enamorada de cómo se conocieron michael y ara, es tan distinto y si fuera ella haría lo mismo y la contaría a todo el mundo jajaja. me encantan son tan simples y únicos a su manera como pareja. lástima los malos hábitos que tienen (?) tuve que buscar a nadia para ver si era un trama y quedé impactada, otra trama muy interesante. por favor dónde consigo un ayden, me encanta su forma de ser!! ayden y bella son goals tan distintos, pero se nota que se quieren o sea, todo lo que el soporta denle un premio (? repito que amé tu forma de escribir, describir y el capítulo entero. siempre me dejan con ganas de mas
me reí muchísimo al comienzo imaginando a arabella pudiendo llegar a escuchar maluma, anuel, bad bunny el hecho de que ayden y michael se lleven mal va a hacer las cosas muy interesantes omg enamorada de cómo se conocieron michael y ara, es tan distinto y si fuera ella haría lo mismo y la contaría a todo el mundo jajaja. me encantan son tan simples y únicos a su manera como pareja. lástima los malos hábitos que tienen (?) tuve que buscar a nadia para ver si era un trama y quedé impactada, otra trama muy interesante. por favor dónde consigo un ayden, me encanta su forma de ser!! ayden y bella son goals tan distintos, pero se nota que se quieren o sea, todo lo que el soporta denle un premio (? repito que amé tu forma de escribir, describir y el capítulo entero. siempre me dejan con ganas de mas
bhavi.
Re: Unfaithful
hola hola, perdón mi comentario late pero odio postear desde el movil :v
amo la personalidad de bella, onda puedes odiarla pero al instante la amas que olvidas el pq la odias ahre La relación de ella con su novio es tan rara que le tomas cariño qcyo al final de la ronda yo terminaré enamorándome de las parejas de las todas que de los míos jajajaja ya la manera de como se conocieron lo hace únicos.
wow no sabía que nadia era la girlfriend de ayden me tomara tiempo imaginar pero bueno supongo que se ven lindos. El hecho de que ayden y michael no se lleven bien, como nadia y bella lo hace muy entretenido
ay alec no dejaba de leer y reírme con tu escrito, las canciones de reggaeton de bella y la broma fue lo más. destaco tu manera de describir la situaciones , ya necesito más drama (hablo para todas ah)
amo la personalidad de bella, onda puedes odiarla pero al instante la amas que olvidas el pq la odias ahre La relación de ella con su novio es tan rara que le tomas cariño qcyo al final de la ronda yo terminaré enamorándome de las parejas de las todas que de los míos jajajaja ya la manera de como se conocieron lo hace únicos.
wow no sabía que nadia era la girlfriend de ayden me tomara tiempo imaginar pero bueno supongo que se ven lindos. El hecho de que ayden y michael no se lleven bien, como nadia y bella lo hace muy entretenido
ay alec no dejaba de leer y reírme con tu escrito, las canciones de reggaeton de bella y la broma fue lo más. destaco tu manera de describir la situaciones , ya necesito más drama (
Invitado
Invitado
Re: Unfaithful
No quiero que esta nc se estanque, así que si hasta mañana Mich no aparece, pasamos de turno
bhavi.
Re: Unfaithful
Chicas, me gustaría saber quién quiere seguir posta con esta nc, porque hace días nadie se pasa y es una lástima perderla. No tengo ningún problema si no quieren seguir, es más, vi que muchas chicas hace rato no están en el foro. Quiero pensar en algo para no perder el tema, pero bueno, tengo que ver quiénes siguen.
bhavi.
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