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Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
hola!!!!!
estuvieron geniales los capis me han encatado!
de verdad han estado muy buenos
siguela cuando puedas
besitos!!
estuvieron geniales los capis me han encatado!
de verdad han estado muy buenos
siguela cuando puedas
besitos!!
~Susie ∞Wallflower∞
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
te pase de pagina!!!
~Susie ∞Wallflower∞
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
Me han encantado los capitulos(: Siguela May, cada vez se pone mas Genial(:
Cherry
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
ooh! peter Pettigrew LO ODIOO! y siempre lo odiare, me cae mal por su culpa no tienen como provar que sirius es inocenten, MALDITA RATA ASQUEROSA, CORBARDE QUE SE ESCAPO.
En fin, dejo mis odios para otro momento o si no estare todo el año descargandome contra pettigrew.
SIGUELA <3
En fin, dejo mis odios para otro momento o si no estare todo el año descargandome contra pettigrew.
SIGUELA <3
fefi weasley
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
NoemiPotter escribió: OMG
:caliente: :caliente2: odia a esa asquerosa rata :caliente2: :enfadado: por su culpa harry no se puede ira a vivir con sirius y otra vez me dio un paro cardiaco, Lo mejor es que sigue mi parte favorita :arre: espero que actualices pronto :flower:.
Besos Noemi
Hola Noe! :D Todas odiamos a Pettigrew*-* somos geniales! 8) jaja
goshhh, graciias x comentaar!! :'D
TheGirlImpossible
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
Alexandra Fortune Potter escribió:OLIS !
HEHEHE ! SI me puedes decir Alex ! asi me dicen toodo el mundo ! enserio siguela me encanta ''Harry Potter y el Prisionero de Askaban'' me encanta ! asique siguela ! me muero de la intriga !
i love HP
I hate Colagusano !
Atte .- odio re odio a Peter pettergrew ... Maldita rata traicionera !
I LOVE JAMES POTTER AND LILY POTTER
¡Hola Alex! :D awwww a mi tambien es uno de los libros q mas me gustan*-* este y el de la orden del fenix!
Por eso la segunda temporada, va a ser de la orden*-* en fiin, graciiias x comentaaaar!! :D
Yo tambien amo a Lily & James :arre:
TheGirlImpossible
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
Gloria' Jonas escribió:Odio a Peter, maldita rata asquerosa :x
¿Que paso con Nina?
¿Y con Remus?
¿Como estará Sirius?
Tu siempre me dejas mas intrigada que la ultima vez, ya quiero saber que sigue; por favor siguela pronto May, no puedes hacerme sufrir tanto
¡Hola Gloria! :D hummm con Nina? Con Remus y Sirius? :O
Ahora lo sabras!! :twisted: jaja es q son los ultimos capis, tengo q dejarlas intrigada :D
A demas dije q el final seria inesperado :| asi q atentas a lo q vaya a pasar! ;)
Graciias x comentaaar!!
TheGirlImpossible
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
susie kamiya escribió:hola!!!!!
estuvieron geniales los capis me han encatado!
de verdad han estado muy buenos
siguela cuando puedas
besitos!!
¡Hola Susie! :D OMG ¡GRACIAS X PASARME DE PAGINA! :hug:
awww que bueno q te gustaron los capis*-* graciias x comentaar!!
TheGirlImpossible
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
Anniiee'GryffindorPotter escribió:Me han encantado los capitulos(: Siguela May, cada vez se pone mas Genial(:
¡Hola Gaby! :D muchisiimas graaciias x comentaar!! *-*
Enseriooo woow, graciias!!:')
TheGirlImpossible
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
fefi weasley escribió:ooh! peter Pettigrew LO ODIOO! y siempre lo odiare, me cae mal por su culpa no tienen como provar que sirius es inocenten, MALDITA RATA ASQUEROSA, CORBARDE QUE SE ESCAPO.
En fin, dejo mis odios para otro momento o si no estare todo el año descargandome contra pettigrew.
SIGUELA <3
¡Hola Fefi! :D Lo see D: es q pff Sirius tiene razon, mejor morir tu antes q entregar a tus amigas D:
x su culpa Harry no tuvo padres, Remus perdio a todos sus amigos y Sirius lo paso muy maal en azkaban :S
Pero buenoo, te agradescoo muuuuuchoo x comentaar!!
TheGirlImpossible
Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
¡Oh my Rowling! >.< creo que solo quedan tres capitulos mas y termina la nove :|
Pero OJO que hay segunda temporada :P no se asusten xD jaja
La segunda temporada es con la adaptacion de La Orden del Fenix asi que por favor tenganme paciencia ya que llevo pocos capis escritos u.u se me complico el tiempo para adaptar! D: Y x lo general me gusta tene rlos capitulos ya hechos para solo
tener q subirlos, bueno... yo me arreglare :D en fiin chicas GRACIAS a todas x seguir siempre la nove, las quiero mcho!! :hug:
— Asombroso. Verdaderamente asombroso. Fue un milagro que quedaran todos con vida. No he oído nunca nada parecido. Menos mal que se encontraba usted allí, Snape...
— Gracias, señor ministro.
— Orden de Merlín, de segunda clase, diría yo. ¡Primera, si estuviese en mi mano!
— Muchísimas gracias, señor ministro.
— Tiene ahí una herida bastante fea. Supongo que fue Black.
— En realidad fueron Potter; Weasley, Lupin y Granger, señor ministro.
— ¡No!
— Black los había encantado. Me di cuenta enseguida. A juzgar por su comportamiento, debió de ser un hechizo para confundir. Me parece que creían que existía una posibilidad de que fuera inocente. No eran responsables de lo que hacían. Por otro lado, su intromisión pudo haber permitido que Black escapara.... Sin olvidar mencionar que la señorita Lupin confeso que ella estaba ayudando a Black para que entrara al castillo y matara a Potter. Obviamente, Potter y sus amigos creyeron que podían atrapar a Black ellos solos. Han salido impunes en tantas ocasiones anteriores que me temo que se les ha subido a la cabeza... Y naturalmente, el director ha consentido siempre que Potter goce de una libertad excesiva.
— Bien, Snape. ¿Sabe? Todos hacemos un poco la vista gorda en lo que se refiere a Potter.
— Ya. Pero ¿es bueno para él que se le conceda un trato tan especial? Personalmente, intento tratarlo como a cualquier otro. Y cualquier otro sería expulsado, al menos temporalmente, por exponer a sus amigos a un peligro semejante. Fíjese, señor ministro: contra todas las normas del colegio... después de todas las precauciones que se han tomado para protegerlo... Fuera de los límites permitidos, en plena noche, en compañía de un licántropo, un asesino y su cómplice (la cual es hija del licántropo)... y tengo indicios de que también ha visitado Hogsmeade, pese a la prohibición.
— Bien, bien..., ya veremos, Snape. El muchacho ha sido travieso, sin duda.
Harry escuchaba acostado, con los ojos cerrados. Estaba completamente aturdido.
Las palabras que oía parecían viajar muy despacio hasta su cerebro, de forma que le costaba un gran esfuerzo entenderlas. Sentía los miembros como si fueran de plomo.
Sus párpados eran demasiado pesados para levantarlos. Quería quedarse allí acostado, en aquella cómoda cama, para siempre...
— Lo que más me sorprende es el comportamiento de los dementores... ¿Realmente no sospecha qué pudo ser lo que los hizo retroceder; Snape?
— No, señor ministro. Cuando llegué, volvían a sus posiciones, en las entradas.
— Extraordinario. Y sin embargo, Black, Harry y las chicas...
— Todos estaban inconscientes cuando llegué allí. Até y amordacé a Black, hice aparecer por arte de magia unas camillas y los traje a todos al castillo.
Hubo una pausa. El cerebro de Harry parecía funcionar un poco más aprisa, y al hacerlo, una sensación punzante se acentuaba en su estómago.
Abrió los ojos.
Todo estaba borroso. Alguien le había quitado las gafas. Se hallaba en la oscura enfermería. Al final de la sala podía vislumbrar a la señora Pomfrey inclinada sobre una cama y dándole la espalda. Bajo el brazo de la señora Pomfrey, distinguió el pelo rojo de Ron.
Harry volvió la cabeza hacia el otro lado. En la cama de la derecha se hallaba Hermione pero no se veían rastros de Nina, ¿acaso la tenían encerrada? ¿Iría ella a Azkaban también?
La luz de la luna caía sobre la cama de Hermione. También tenía los ojos abiertos. Parecía petrificada, y al ver que Harry estaba despierto, se llevó un dedo a los labios. Luego señaló la puerta de la enfermería. Estaba entreabierta y las voces de Cornelius Fudge y de Snape entraban por ella desde el corredor.
La señora Pomfrey llegó entonces caminando enérgicamente por la oscura sala hasta la cama de Harry Se volvió para mirarla. Llevaba el trozo de chocolate más grande que había visto en su vida. Parecía un pedrusco.
— ¡Ah, estás despierto! —dijo con voz animada. Dejó el chocolate en la mesilla de Harry y empezó a trocearlo con un pequeño martillo.
— ¿Cómo está Ron? —preguntaron al mismo tiempo Hermione y Harry.
— Sobrevivirá —dijo la señora Pomfrey con seriedad—. En cuanto a ustedes dos, permanecerán aquí hasta que yo esté bien segura de que están... ¿Qué haces, Potter?
Harry se había incorporado, se ponía las gafas y cogió su varita.
— Tengo que ver al director —explicó.
— Potter —dijo con dulzura la señora Pomfrey—, todo se ha solucionado. Han cogido a Black. Lo han encerrado arriba. Los dementores le darán el Beso en cualquier momento.
— ¿QUÉ?
— ¿Y Nina? –chillo Hermione preocupada.
Harry saltó de la cama. Hermione hizo lo mismo. Pero su grito se había oído en el pasillo de fuera. Un segundo después, entraron en la enfermería Cornelius Fudge y Snape.
— ¿Qué es esto, Harry? —preguntó Fudge, con aspecto agitado—. Tendrías que estar en la cama... ¿Ha tomado chocolate? —le preguntó nervioso a la señora Pomfrey.
— Escuche, señor ministro —dijo Harry—. ¡Sirius Black es inocente! ¡Peter Pettigrew fingió su propia muerte! ¡Lo hemos visto esta noche! No puede permitir que los dementores le hagan eso a Sirius, es...
Pero Fudge movía la cabeza en sentido negativo, sonriendo ligeramente.
— Harry, Harry; estás confuso. Has vivido una terrible experiencia. Vuelve a acostarte. Está todo bajo control.
— ¡NADA DE ESO! —gritó Harry—. ¡HAN ATRAPADO AL QUE NO ES!
— Señor ministro, por favor; escuche —rogó Hermione. Se había acercado a Harry y miraba a Fudge implorante—. Yo también lo vi. Era la rata de Ron. Es un animago. Pettigrew, quiero decir. Y..
— ¿Lo ve, señor ministro? —preguntó Snape—. Los dos tienen confundidas las ideas. Tanto Black como su cómplice, la señorita Lupin han hecho un buen trabajo con ellos...
— ¡NO ESTAMOS CONFUNDIDOS! —gritó Harry.- ¡Y NINA SOLO QUERÍA AYUDAR!
— ¡Señor ministro! ¡Profesor! —dijo enfadada la señora Pomfrey—. He de insistir en que se vayan. ¡Potter es un paciente y no hay que fatigarlo!
— ¡No estoy fatigado, estoy intentando explicarles lo ocurrido! —dijo Harry furioso—. Si me escuchan...
Pero la señora Pomfrey le introdujo de repente un trozo grande de chocolate en la boca. Harry se atragantó y la mujer aprovechó la oportunidad para obligarle a volver a la cama.
— Ahora, por favor; señor ministro... Estos niños necesitan cuidados. Les ruego que salgan.
Volvió a abrirse la puerta. Era Dumbledore y tras él estaba Nina, cabizbaja y se notaba que había estado llorando. Harry tragó con dificultad el trozo de chocolate y volvió a levantarse.
— Profesor Dumbledore, Sirius Black...
— ¡Por Dios santo! ¿Es esto una enfermería o qué? Señor director; he de insistir en que...
— Te pido mil perdones, Poppy, pero necesito cambiar unas palabras con el señor Potter y la señorita Granger. He estado hablando con Sirius Black y esta gentil señorita. –volteo a ver a Nina.
— Supongo que le ha contado el mismo cuento de hadas que metió en la cabeza de Potter —espetó Snape—. ¿Algo sobre una rata y sobre que Pettigrew está vivo?
— Eso es efectivamente lo que dicen Black y la señorita Lupin —dijo Dumbledore, examinando detenidamente a Snape por sus gafas de media luna.
— ¿Y acaso mi testimonio no cuenta para nada? —gruñó Snape—. Peter Pettigrew no estaba en la Casa de los Gritos ni vi señal alguna de él por allí.
— ¡Eso es porque usted estaba inconsciente, profesor! —dijo con seriedad Hermione—. No llegó con tiempo para oír...
— ¡Señorita Granger! ¡CIERRE LA BOCA!
— Vamos, Snape —dijo Fudge—. La muchacha está trastornada, hay que ser comprensivos.
— ¿Cómo se atreve…? –gruño Nina, ahora levantando la cabeza.- Ninguno de mis amigos están “trastornados” señor ministro. –le miro con odio.
— Me gustaría hablar con Harry, Nina y con Hermione a solas —dijo Dumbledore bruscamente antes de que Fudge pudiera responderle a Nina—. Cornelius, Severus, Poppy Se lo ruego, déjennos.
— Señor director —farfulló la señora Pomfrey—. Necesitan tratamiento, necesitan descanso.
— Esto no puede esperar —dijo Dumbledore—. Insisto.
La señora Pomfrey frunció la boca, se fue con paso firme a su despacho, que estaba al final de la sala, y dio un portazo al cerrar. Fudge consultó la gran saboneta de oro que le colgaba del chaleco.
—Los dementores deberían de haber llegado ya. Iré a recibirlos. Dumbledore, nos veremos arriba.
Fue hacia la puerta y la mantuvo abierta para que pasara Snape. Pero Snape no se movió.
— No creerá una palabra de lo que dice Black, ¿verdad? —susurró con los ojos fijos en Dumbledore. – Y mucho menos en lo que una jovencita de catorce años diga. –Miro a Nina.- También te esperaran a ti los mentores, para llevarte a Azkaban.
— Aquí esperare. –apretó los dientes ella mientras Harry sentía más odio que nunca hacia Snape.
— Quiero hablar a solas con Harry, Nina y con Hermione —repitió Dumbledore. Snape avanzó un paso hacia Dumbledore.
— Sirius Black demostró ser capaz de matar cuando tenía dieciséis años —dijo Snape en voz baja—. No lo habrá olvidado. No habrá olvidado que intentó matarme.
— Mi memoria sigue siendo tan buena como siempre, Severus —respondió Dumbledore con tranquilidad.
Snape giró sobre los talones y salió con paso militar por la puerta que Fudge mantenía abierta. La puerta se cerró tras ellos y Dumbledore se volvió hacia Harry y Hermione. Los dos empezaron a hablar al mismo tiempo.
— Señor profesor; Black dice la verdad: nosotros vimos a Pettigrew
— Escapó cuando el profesor Lupin se convirtió en hombre lobo.
— Es una rata.
— La pata delantera de Pettigrew... quiero decir; el dedo: él mismo se lo cortó.
— Pettigrew atacó a Ron. No fue Sirius.
Pero Dumbledore levantó una mano para detener la avalancha de explicaciones.
— Ahora tienen que escuchar ustedes y les ruego que no me interrumpan, porque tenemos muy poco tiempo —dijo con tranquilidad—. Black no tiene ninguna prueba de lo que dice, salvo su palabra. Y la palabra de tres brujos de catorce años no convencerá a nadie. Una calle llena de testigos juró haber visto a Sirius matando a Pettigrew. Yo mismo di testimonio al Ministerio de que Sirius era el guardián secreto de los Potter.
— El profesor Lupin también puede testificarlo —dijo Harry, incapaz de mantenerse callado notando el sollozo de Nina ante sus palabras.
— El profesor Lupin se encuentra en estos momentos en la espesura del bosque, incapaz de contarle nada a nadie. Cuando vuelva a ser humano, ya será demasiado tarde. Sirius estará más que muerto. Y además, la gente confía tan poco en los licántropos que su declaración tendrá muy poco peso. Y el hecho de que él y Sirius sean viejos amigos... incluso el hecho de que su hija ayudara a Sirius…
— Estoy muy liada. –confeso Nina.- Están viendo la forma de que pueda ir a Azkaban por complicidad. Tampoco me creen o quieren escuchar.
— Pero...
— Escúchame, Harry. Es demasiado tarde, ¿lo entiendes? Tienes que comprender que la versión del profesor Snape es mucho más convincente que la suya.
— Él odia a Sirius —dijo Hermione con desesperación—. Por una broma tonta que le gastó.
— Sirius no ha obrado como un inocente. La agresión contra la señora gorda..., entrar con un cuchillo en la torre de Gryffindor... Si no encontramos a Pettigrew, vivo o muerto, no tendremos ninguna posibilidad de cambiar la sentencia.
— Pero usted nos cree. Ha escuchado a Nina y a Sirius les cree.
— Sí, yo sí —respondió en voz baja—. Pero no puedo convencer a los demás ni desautorizar al ministro de Magia.
Harry miró fijamente el rostro serio de Dumbledore y sintió como si se hundiera el suelo bajo sus pies. Siempre había tenido la idea de que Dumbledore lo podía arreglar todo. Creía que podía sacar del sombrero una solución asombrosa. Pero no: su última esperanza se había esfumado.
— Lo que necesitamos es ganar tiempo —dijo Dumbledore despacio. Sus ojos azul claro pasaban de Harry a Hermione y de Hermione a Nina.
— Pero... —empezó Hermione, poniendo los ojos muy redondos—. ¡AH!
— Ahora préstenme atención —dijo Dumbledore, hablando muy bajo y muy claro—. Sirius está encerrado en el despacho del profesor Flitwick, en el séptimo piso. Torre oeste, ventana número trece por la derecha. Si todo va bien, esta noche podrán salvar más de una vida inocente. Pero recuérdenlo los tres: no los pueden ver. Señorita Granger, ya conoces las normas. Sabes lo que está en juego. No deben veros.
Harry no entendía nada, Nina parecía comprender al menos un poco más. Dumbledore se alejó y al llegar a la puerta se volvió.
— Les voy a cerrar con llave. Son —consultó su reloj— las doce menos cinco. Señorita Granger; tres vueltas deberían bastar. Buena suerte.
— ¿Buena suerte? —repitió Harry, cuando la puerta se hubo cerrado tras Dumbledore—. ¿Tres vueltas? ¿Qué quiere decir? ¿Qué es lo que tenemos que hacer?
Pero Hermione rebuscaba en el cuello de su túnica y sacó una cadena de oro muy larga y fina.
— Ven aquí, Harry, tu igual Nina —dijo perentoriamente—. ¡Rápido! —Harry, perplejo, se acercó a ella. Hermione estiró la cadena por fuera de la túnica y Harry pudo ver un pequeño reloj de arena que pendía de ella—. Así. —Puso la cadena también alrededor del cuello de Harry y de Nina—. ¿Preparados? —dijo jadeante.
— ¿Qué hacemos? —preguntó Harry sin comprender.
— Estoy lista Hermione. –le sonrió Nina.
Hermione dio tres vueltas al reloj de arena.
La sala oscura desapareció. Harry tuvo la sensación de que volaba muy rápidamente hacia atrás. A su alrededor veía pasar manchas de formas y colores borrosos. Notaba palpitaciones en los oídos. Quiso gritar; pero no podía oír su propia voz.
Sintió el suelo firme bajo sus pies y todo volvió a aclararse. Se hallaba de pie, al lado de Hermione, en el vacío vestíbulo, y un chorro de luz dorada bañaba el suelo pavimentado penetrando por las puertas principales, que estaban abiertas. Miró a Hermione con la cadena clavándosele en el cuello.
— Hermione, ¿qué...?
— ¡Ahí dentro! —Hermione cogió a Harry y a Nina del brazo y los arrastró por el vestíbulo hasta la puerta del armario de la limpieza. Lo abrió, los empujó entre los cubos y las fregonas, entró ella tras ellos y cerró la puerta.
— ¿Qué..., cómo...? Hermione, ¿qué ha pasado?
— Yo sé lo que pasa, Dumbledore me lo explico en su despacho. –dijo Nina.- Hemos retrocedido en el tiempo ¿cierto?
— Tres horas. –aclaro la castaña.
Harry se palpó la pierna y se dio un fuerte pellizco. Le dolió mucho, lo que en principio descartaba la posibilidad de que estuviera soñando.
— Pero...
— ¡Chist! ¡Escucha! ¡Alguien viene! ¡Creo que somos nosotros! —Hermione había pegado el oído a la puerta del armario—. Pasos por el vestíbulo... Sí, creo que somos nosotros yendo hacia la cabaña de Hagrid.
— ¡Genial! –susurro Nina emocionada pero a la vez espantada.
— ¿Quieres decir que estamos aquí en este armario y que también estamos ahí fuera?
— Sí —respondió Hermione, con el oído aún pegado a la puerta del armario—. Estoy segura de que somos nosotros. No parecen más de cuatro personas. Y... vamos despacio porque vamos ocultos por la capa invisible. —Dejó de hablar; pero siguió escuchando—. Acabamos de bajar la escalera principal...
Hermione se sentó en un cubo puesto boca abajo. Harry estaba impaciente y quería que Hermione le respondiera a algunas preguntas. Nina estaba sumida en sus propios pensamientos.
— ¿De dónde has sacado ese reloj de arena?
— Se llama giratiempo —explicó Hermione—. Me lo dio la profesora McGonagall el día que volvimos de vacaciones. Lo he utilizado durante el curso para poder asistir a todas las clases. La profesora McGonagall me hizo jurar que no se lo contaría a nadie. Tuvo que escribir un montón de cartas al Ministerio de Magia para que me dejaran tener uno. Les dijo que era una estudiante modelo y que no lo utilizaría nunca para otro fin. Le doy vuelta para volver a disponer de la hora de clase. Gracias a él he podido asistir a varias clases que tenían lugar al mismo tiempo, ¿te das cuenta? Pero, Harry, me temo que no entiendo qué es lo que quiere Dumbledore que hagamos.
¿Por qué nos ha dicho que retrocedamos tres horas? ¿En qué va a ayudar eso a Sirius?
Harry la miró en la oscuridad.
—Quizás ocurriera algo que podemos cambiar ahora —dijo pensativo—. ¿Qué puede ser? Hace tres horas nos dirigíamos a la cabaña de Hagrid...
—Ya estamos tres horas antes, nos dirigimos a la cabaña —explicó Hermione—. Acabamos de oírnos salir.
Harry frunció el entrecejo. Estaba estrujándose el cerebro.
— Dumbledore dijo simplemente... dijo simplemente que podíamos salvar más de una vida inocente... —Y entonces se le ocurrió—: ¡vamos a salvar a Buckbeak!
— Pero... ¿en qué ayudará eso a Sirius?
— Dumbledore nos dijo dónde está la ventana del despacho de Flitwick, donde tienen encerrado a Sirius con llave. Tenemos que volar con Buckbeak hasta la ventana y rescatar a Sirius. Sirius puede escapar montado en Buckbeak. ¡Pueden escapar juntos!
— No. No en realidad. –dijo Nina.- Sirius me hablo de un lugar… su casa pero queda lejos. ¡Quizás tengo que volar con Buckbeak hasta allí y dejarlo!
— ¿Pero cómo volverás después?
Hermione parecía aterrorizada.
— Ya veré como. –dijo.
— ¿Pero y Sirius?
— Yo también me encargare de eso. –sonrió segura.- Tengo un plan. Un plan con el que Sirius será declarado inocente sin tener que huir, solo confíen en mí.
— ¡Bien, Si conseguimos hacerlo sin que nos vean será un milagro!
— Bueno, tenemos que intentarlo, ¿no crees? —dijo Harry. Se levantó y pegó el oído a la puerta—. No parece que haya nadie. Vamos...
Harry empujó y abrió la puerta del armario. El vestíbulo estaba desierto. Tan en silencio y tan rápido como pudieron, salieron del armario y bajaron corriendo los escalones. Las sombras se alargaban. Las copas de los árboles del bosque prohibido volvían a brillar con un fulgor dorado.
— ¡Si alguien se asomara a la ventana...! —chilló Hermione, mirando hacia atrás, hacia el castillo.
— Huiremos —dijo Harry con determinación—. Nos internaremos en el bosque.
— Tendremos que ocultarnos detrás de un árbol o algo así, y estar atentos. –dijo Nina.
— ¡De acuerdo, pero iremos por detrás de los invernaderos! —respondió Hermione, sin aliento—. ¡Tenemos que apartarnos de la puerta principal de la cabaña de Hagrid o de lo contrario nos veremos a nosotros mismos! Ya debemos de estar llegando a la cabaña.
Pensando todavía en las intenciones de Nina de querer encargarse de Buckbeak y Pettigrew ella sola, Harry echó a correr delante de ella y Hermione. Atravesaron los huertos hasta los invernaderos, se detuvieron un momento detrás de éstos y reanudaron el camino a toda velocidad, rodeando el sauce boxeador y yendo a ocultarse en el bosque... A salvo en la oscuridad de los árboles, Harry se dio la vuelta. Unos segundos más tarde, llegaron Nina y Hermione jadeando.
— Bueno… —dijo con voz entrecortada.
— Tenemos que ir a la cabaña sin que se note. –dijo Nina, al notar lo exhausta que estaba Hermione.
— …Que no nos vean, Harry.
— De acuerdo. –asintió este.
Anduvieron en silencio entre los árboles, por la orilla del bosque. Al vislumbrar la fachada de la cabaña de Hagrid, oyeron que alguien llamaba a la puerta. Se escondieron tras un grueso roble y miraron por ambos lados. Hagrid apareció en la puerta tembloroso y pálido, mirando a todas partes para ver quién había llamado. Y Harry oyó su propia voz que decía:
— Somos nosotros. Llevamos la capa invisible. Si nos dejas pasar; nos la quitaremos.
— No deberían haber venido —susurró Hagrid.
Se hizo a un lado y cerró rápidamente la puerta.
— Esto es lo más raro en que me he metido en mi vida —dijo Harry con entusiasmo.
— Y pensar que lo hacías todos los días Hermione. –sonrió su amiga.
— Vamos a adelantarnos un poco —susurró Hermione—. ¡Tenemos que acercarnos más a Buckbeak!
Avanzaron sigilosamente hasta que vieron al nervioso hipogrifo atado a la valla que circundaba la plantación de calabazas de Hagrid.
— ¿Ahora? —susurró Harry
— ¡No! —dijo Hermione—. Si nos lo llevamos ahora, los hombres de la comisión creerán que Hagrid lo ha liberado. ¡Tenemos que esperar hasta que lo vean atado!
— Eso supone unos sesenta segundos —dijo Nina. Les empezaba a parecer irrealizable.
En ese momento oyeron romperse una pieza de porcelana.
— Ya se le ha caído a Hagrid la jarra de leche —dijo Hermione—. Dentro de un momento encontraré a Scabbers.
— Yo sabía que él era Pettigrew, tendrá que haber hecho algo pero no hice nada… -suspiro Nina.- Fui una idiota.
— Oye no digas eso. –le animo Hermione.- Por algo estamos aquí ¿no? Dijiste que tienes un plan.
Las dos se sonrieron y voltearon a ver a la cabaña de Hagrid; efectivamente, minutos después oyeron el chillido de sorpresa de Hermione.
— Hermione —dijo Harry de repente—, ¿y si entráramos en la cabaña y nos apoderásemos de Pettigrew?
— ¡No! —exclamó Hermione con temor—. ¿No lo entiendes? ¡Estamos rompiendo una de las leyes más importantes de la brujería! ¡Nadie puede cambiar lo ocurrido, nadie! Ya has oído a Dumbledore... Si nos ven...
— Sólo nos verían Hagrid y nosotros mismos.
— Harry, ¿qué crees que pasaría si te vieras a ti mismo entrando en la cabaña de Hagrid? —dijo Hermione.
— Creería... creería que me había vuelto loco —dijo Harry—. O que había magia oscura por medio.
— Exactamente. No lo comprenderías. Incluso puede que te atacaras a ti mismo. La profesora McGonagall me dijo que han sucedido cosas terribles cuando los brujos se han inmiscuido con el tiempo. ¡Muchos terminaron matando por error su propio yo, pasado o futuro!
— Vale —dijo Harry—, sólo era una idea. Yo pensaba nada más que...
— ¡Miren! –interrumpió Nina.
Señaló hacia el castillo. Harry movió la cabeza unos centímetros para tener una visión más clara de la puerta central. Dumbledore, Fudge, el anciano de la comisión y Macnair, el verdugo, bajaban los escalones.
— ¡Estamos a punto de salir! —dijo Hermione en voz baja.
Continuara... :study:
Pero OJO que hay segunda temporada :P no se asusten xD jaja
La segunda temporada es con la adaptacion de La Orden del Fenix asi que por favor tenganme paciencia ya que llevo pocos capis escritos u.u se me complico el tiempo para adaptar! D: Y x lo general me gusta tene rlos capitulos ya hechos para solo
tener q subirlos, bueno... yo me arreglare :D en fiin chicas GRACIAS a todas x seguir siempre la nove, las quiero mcho!! :hug:
36
El giratiempo. 1/2
El giratiempo. 1/2
— Asombroso. Verdaderamente asombroso. Fue un milagro que quedaran todos con vida. No he oído nunca nada parecido. Menos mal que se encontraba usted allí, Snape...
— Gracias, señor ministro.
— Orden de Merlín, de segunda clase, diría yo. ¡Primera, si estuviese en mi mano!
— Muchísimas gracias, señor ministro.
— Tiene ahí una herida bastante fea. Supongo que fue Black.
— En realidad fueron Potter; Weasley, Lupin y Granger, señor ministro.
— ¡No!
— Black los había encantado. Me di cuenta enseguida. A juzgar por su comportamiento, debió de ser un hechizo para confundir. Me parece que creían que existía una posibilidad de que fuera inocente. No eran responsables de lo que hacían. Por otro lado, su intromisión pudo haber permitido que Black escapara.... Sin olvidar mencionar que la señorita Lupin confeso que ella estaba ayudando a Black para que entrara al castillo y matara a Potter. Obviamente, Potter y sus amigos creyeron que podían atrapar a Black ellos solos. Han salido impunes en tantas ocasiones anteriores que me temo que se les ha subido a la cabeza... Y naturalmente, el director ha consentido siempre que Potter goce de una libertad excesiva.
— Bien, Snape. ¿Sabe? Todos hacemos un poco la vista gorda en lo que se refiere a Potter.
— Ya. Pero ¿es bueno para él que se le conceda un trato tan especial? Personalmente, intento tratarlo como a cualquier otro. Y cualquier otro sería expulsado, al menos temporalmente, por exponer a sus amigos a un peligro semejante. Fíjese, señor ministro: contra todas las normas del colegio... después de todas las precauciones que se han tomado para protegerlo... Fuera de los límites permitidos, en plena noche, en compañía de un licántropo, un asesino y su cómplice (la cual es hija del licántropo)... y tengo indicios de que también ha visitado Hogsmeade, pese a la prohibición.
— Bien, bien..., ya veremos, Snape. El muchacho ha sido travieso, sin duda.
Harry escuchaba acostado, con los ojos cerrados. Estaba completamente aturdido.
Las palabras que oía parecían viajar muy despacio hasta su cerebro, de forma que le costaba un gran esfuerzo entenderlas. Sentía los miembros como si fueran de plomo.
Sus párpados eran demasiado pesados para levantarlos. Quería quedarse allí acostado, en aquella cómoda cama, para siempre...
— Lo que más me sorprende es el comportamiento de los dementores... ¿Realmente no sospecha qué pudo ser lo que los hizo retroceder; Snape?
— No, señor ministro. Cuando llegué, volvían a sus posiciones, en las entradas.
— Extraordinario. Y sin embargo, Black, Harry y las chicas...
— Todos estaban inconscientes cuando llegué allí. Até y amordacé a Black, hice aparecer por arte de magia unas camillas y los traje a todos al castillo.
Hubo una pausa. El cerebro de Harry parecía funcionar un poco más aprisa, y al hacerlo, una sensación punzante se acentuaba en su estómago.
Abrió los ojos.
Todo estaba borroso. Alguien le había quitado las gafas. Se hallaba en la oscura enfermería. Al final de la sala podía vislumbrar a la señora Pomfrey inclinada sobre una cama y dándole la espalda. Bajo el brazo de la señora Pomfrey, distinguió el pelo rojo de Ron.
Harry volvió la cabeza hacia el otro lado. En la cama de la derecha se hallaba Hermione pero no se veían rastros de Nina, ¿acaso la tenían encerrada? ¿Iría ella a Azkaban también?
La luz de la luna caía sobre la cama de Hermione. También tenía los ojos abiertos. Parecía petrificada, y al ver que Harry estaba despierto, se llevó un dedo a los labios. Luego señaló la puerta de la enfermería. Estaba entreabierta y las voces de Cornelius Fudge y de Snape entraban por ella desde el corredor.
La señora Pomfrey llegó entonces caminando enérgicamente por la oscura sala hasta la cama de Harry Se volvió para mirarla. Llevaba el trozo de chocolate más grande que había visto en su vida. Parecía un pedrusco.
— ¡Ah, estás despierto! —dijo con voz animada. Dejó el chocolate en la mesilla de Harry y empezó a trocearlo con un pequeño martillo.
— ¿Cómo está Ron? —preguntaron al mismo tiempo Hermione y Harry.
— Sobrevivirá —dijo la señora Pomfrey con seriedad—. En cuanto a ustedes dos, permanecerán aquí hasta que yo esté bien segura de que están... ¿Qué haces, Potter?
Harry se había incorporado, se ponía las gafas y cogió su varita.
— Tengo que ver al director —explicó.
— Potter —dijo con dulzura la señora Pomfrey—, todo se ha solucionado. Han cogido a Black. Lo han encerrado arriba. Los dementores le darán el Beso en cualquier momento.
— ¿QUÉ?
— ¿Y Nina? –chillo Hermione preocupada.
Harry saltó de la cama. Hermione hizo lo mismo. Pero su grito se había oído en el pasillo de fuera. Un segundo después, entraron en la enfermería Cornelius Fudge y Snape.
— ¿Qué es esto, Harry? —preguntó Fudge, con aspecto agitado—. Tendrías que estar en la cama... ¿Ha tomado chocolate? —le preguntó nervioso a la señora Pomfrey.
— Escuche, señor ministro —dijo Harry—. ¡Sirius Black es inocente! ¡Peter Pettigrew fingió su propia muerte! ¡Lo hemos visto esta noche! No puede permitir que los dementores le hagan eso a Sirius, es...
Pero Fudge movía la cabeza en sentido negativo, sonriendo ligeramente.
— Harry, Harry; estás confuso. Has vivido una terrible experiencia. Vuelve a acostarte. Está todo bajo control.
— ¡NADA DE ESO! —gritó Harry—. ¡HAN ATRAPADO AL QUE NO ES!
— Señor ministro, por favor; escuche —rogó Hermione. Se había acercado a Harry y miraba a Fudge implorante—. Yo también lo vi. Era la rata de Ron. Es un animago. Pettigrew, quiero decir. Y..
— ¿Lo ve, señor ministro? —preguntó Snape—. Los dos tienen confundidas las ideas. Tanto Black como su cómplice, la señorita Lupin han hecho un buen trabajo con ellos...
— ¡NO ESTAMOS CONFUNDIDOS! —gritó Harry.- ¡Y NINA SOLO QUERÍA AYUDAR!
— ¡Señor ministro! ¡Profesor! —dijo enfadada la señora Pomfrey—. He de insistir en que se vayan. ¡Potter es un paciente y no hay que fatigarlo!
— ¡No estoy fatigado, estoy intentando explicarles lo ocurrido! —dijo Harry furioso—. Si me escuchan...
Pero la señora Pomfrey le introdujo de repente un trozo grande de chocolate en la boca. Harry se atragantó y la mujer aprovechó la oportunidad para obligarle a volver a la cama.
— Ahora, por favor; señor ministro... Estos niños necesitan cuidados. Les ruego que salgan.
Volvió a abrirse la puerta. Era Dumbledore y tras él estaba Nina, cabizbaja y se notaba que había estado llorando. Harry tragó con dificultad el trozo de chocolate y volvió a levantarse.
— Profesor Dumbledore, Sirius Black...
— ¡Por Dios santo! ¿Es esto una enfermería o qué? Señor director; he de insistir en que...
— Te pido mil perdones, Poppy, pero necesito cambiar unas palabras con el señor Potter y la señorita Granger. He estado hablando con Sirius Black y esta gentil señorita. –volteo a ver a Nina.
— Supongo que le ha contado el mismo cuento de hadas que metió en la cabeza de Potter —espetó Snape—. ¿Algo sobre una rata y sobre que Pettigrew está vivo?
— Eso es efectivamente lo que dicen Black y la señorita Lupin —dijo Dumbledore, examinando detenidamente a Snape por sus gafas de media luna.
— ¿Y acaso mi testimonio no cuenta para nada? —gruñó Snape—. Peter Pettigrew no estaba en la Casa de los Gritos ni vi señal alguna de él por allí.
— ¡Eso es porque usted estaba inconsciente, profesor! —dijo con seriedad Hermione—. No llegó con tiempo para oír...
— ¡Señorita Granger! ¡CIERRE LA BOCA!
— Vamos, Snape —dijo Fudge—. La muchacha está trastornada, hay que ser comprensivos.
— ¿Cómo se atreve…? –gruño Nina, ahora levantando la cabeza.- Ninguno de mis amigos están “trastornados” señor ministro. –le miro con odio.
— Me gustaría hablar con Harry, Nina y con Hermione a solas —dijo Dumbledore bruscamente antes de que Fudge pudiera responderle a Nina—. Cornelius, Severus, Poppy Se lo ruego, déjennos.
— Señor director —farfulló la señora Pomfrey—. Necesitan tratamiento, necesitan descanso.
— Esto no puede esperar —dijo Dumbledore—. Insisto.
La señora Pomfrey frunció la boca, se fue con paso firme a su despacho, que estaba al final de la sala, y dio un portazo al cerrar. Fudge consultó la gran saboneta de oro que le colgaba del chaleco.
—Los dementores deberían de haber llegado ya. Iré a recibirlos. Dumbledore, nos veremos arriba.
Fue hacia la puerta y la mantuvo abierta para que pasara Snape. Pero Snape no se movió.
— No creerá una palabra de lo que dice Black, ¿verdad? —susurró con los ojos fijos en Dumbledore. – Y mucho menos en lo que una jovencita de catorce años diga. –Miro a Nina.- También te esperaran a ti los mentores, para llevarte a Azkaban.
— Aquí esperare. –apretó los dientes ella mientras Harry sentía más odio que nunca hacia Snape.
— Quiero hablar a solas con Harry, Nina y con Hermione —repitió Dumbledore. Snape avanzó un paso hacia Dumbledore.
— Sirius Black demostró ser capaz de matar cuando tenía dieciséis años —dijo Snape en voz baja—. No lo habrá olvidado. No habrá olvidado que intentó matarme.
— Mi memoria sigue siendo tan buena como siempre, Severus —respondió Dumbledore con tranquilidad.
Snape giró sobre los talones y salió con paso militar por la puerta que Fudge mantenía abierta. La puerta se cerró tras ellos y Dumbledore se volvió hacia Harry y Hermione. Los dos empezaron a hablar al mismo tiempo.
— Señor profesor; Black dice la verdad: nosotros vimos a Pettigrew
— Escapó cuando el profesor Lupin se convirtió en hombre lobo.
— Es una rata.
— La pata delantera de Pettigrew... quiero decir; el dedo: él mismo se lo cortó.
— Pettigrew atacó a Ron. No fue Sirius.
Pero Dumbledore levantó una mano para detener la avalancha de explicaciones.
— Ahora tienen que escuchar ustedes y les ruego que no me interrumpan, porque tenemos muy poco tiempo —dijo con tranquilidad—. Black no tiene ninguna prueba de lo que dice, salvo su palabra. Y la palabra de tres brujos de catorce años no convencerá a nadie. Una calle llena de testigos juró haber visto a Sirius matando a Pettigrew. Yo mismo di testimonio al Ministerio de que Sirius era el guardián secreto de los Potter.
— El profesor Lupin también puede testificarlo —dijo Harry, incapaz de mantenerse callado notando el sollozo de Nina ante sus palabras.
— El profesor Lupin se encuentra en estos momentos en la espesura del bosque, incapaz de contarle nada a nadie. Cuando vuelva a ser humano, ya será demasiado tarde. Sirius estará más que muerto. Y además, la gente confía tan poco en los licántropos que su declaración tendrá muy poco peso. Y el hecho de que él y Sirius sean viejos amigos... incluso el hecho de que su hija ayudara a Sirius…
— Estoy muy liada. –confeso Nina.- Están viendo la forma de que pueda ir a Azkaban por complicidad. Tampoco me creen o quieren escuchar.
— Pero...
— Escúchame, Harry. Es demasiado tarde, ¿lo entiendes? Tienes que comprender que la versión del profesor Snape es mucho más convincente que la suya.
— Él odia a Sirius —dijo Hermione con desesperación—. Por una broma tonta que le gastó.
— Sirius no ha obrado como un inocente. La agresión contra la señora gorda..., entrar con un cuchillo en la torre de Gryffindor... Si no encontramos a Pettigrew, vivo o muerto, no tendremos ninguna posibilidad de cambiar la sentencia.
— Pero usted nos cree. Ha escuchado a Nina y a Sirius les cree.
— Sí, yo sí —respondió en voz baja—. Pero no puedo convencer a los demás ni desautorizar al ministro de Magia.
Harry miró fijamente el rostro serio de Dumbledore y sintió como si se hundiera el suelo bajo sus pies. Siempre había tenido la idea de que Dumbledore lo podía arreglar todo. Creía que podía sacar del sombrero una solución asombrosa. Pero no: su última esperanza se había esfumado.
— Lo que necesitamos es ganar tiempo —dijo Dumbledore despacio. Sus ojos azul claro pasaban de Harry a Hermione y de Hermione a Nina.
— Pero... —empezó Hermione, poniendo los ojos muy redondos—. ¡AH!
— Ahora préstenme atención —dijo Dumbledore, hablando muy bajo y muy claro—. Sirius está encerrado en el despacho del profesor Flitwick, en el séptimo piso. Torre oeste, ventana número trece por la derecha. Si todo va bien, esta noche podrán salvar más de una vida inocente. Pero recuérdenlo los tres: no los pueden ver. Señorita Granger, ya conoces las normas. Sabes lo que está en juego. No deben veros.
Harry no entendía nada, Nina parecía comprender al menos un poco más. Dumbledore se alejó y al llegar a la puerta se volvió.
— Les voy a cerrar con llave. Son —consultó su reloj— las doce menos cinco. Señorita Granger; tres vueltas deberían bastar. Buena suerte.
— ¿Buena suerte? —repitió Harry, cuando la puerta se hubo cerrado tras Dumbledore—. ¿Tres vueltas? ¿Qué quiere decir? ¿Qué es lo que tenemos que hacer?
Pero Hermione rebuscaba en el cuello de su túnica y sacó una cadena de oro muy larga y fina.
— Ven aquí, Harry, tu igual Nina —dijo perentoriamente—. ¡Rápido! —Harry, perplejo, se acercó a ella. Hermione estiró la cadena por fuera de la túnica y Harry pudo ver un pequeño reloj de arena que pendía de ella—. Así. —Puso la cadena también alrededor del cuello de Harry y de Nina—. ¿Preparados? —dijo jadeante.
— ¿Qué hacemos? —preguntó Harry sin comprender.
— Estoy lista Hermione. –le sonrió Nina.
Hermione dio tres vueltas al reloj de arena.
La sala oscura desapareció. Harry tuvo la sensación de que volaba muy rápidamente hacia atrás. A su alrededor veía pasar manchas de formas y colores borrosos. Notaba palpitaciones en los oídos. Quiso gritar; pero no podía oír su propia voz.
Sintió el suelo firme bajo sus pies y todo volvió a aclararse. Se hallaba de pie, al lado de Hermione, en el vacío vestíbulo, y un chorro de luz dorada bañaba el suelo pavimentado penetrando por las puertas principales, que estaban abiertas. Miró a Hermione con la cadena clavándosele en el cuello.
— Hermione, ¿qué...?
— ¡Ahí dentro! —Hermione cogió a Harry y a Nina del brazo y los arrastró por el vestíbulo hasta la puerta del armario de la limpieza. Lo abrió, los empujó entre los cubos y las fregonas, entró ella tras ellos y cerró la puerta.
— ¿Qué..., cómo...? Hermione, ¿qué ha pasado?
— Yo sé lo que pasa, Dumbledore me lo explico en su despacho. –dijo Nina.- Hemos retrocedido en el tiempo ¿cierto?
— Tres horas. –aclaro la castaña.
Harry se palpó la pierna y se dio un fuerte pellizco. Le dolió mucho, lo que en principio descartaba la posibilidad de que estuviera soñando.
— Pero...
— ¡Chist! ¡Escucha! ¡Alguien viene! ¡Creo que somos nosotros! —Hermione había pegado el oído a la puerta del armario—. Pasos por el vestíbulo... Sí, creo que somos nosotros yendo hacia la cabaña de Hagrid.
— ¡Genial! –susurro Nina emocionada pero a la vez espantada.
— ¿Quieres decir que estamos aquí en este armario y que también estamos ahí fuera?
— Sí —respondió Hermione, con el oído aún pegado a la puerta del armario—. Estoy segura de que somos nosotros. No parecen más de cuatro personas. Y... vamos despacio porque vamos ocultos por la capa invisible. —Dejó de hablar; pero siguió escuchando—. Acabamos de bajar la escalera principal...
Hermione se sentó en un cubo puesto boca abajo. Harry estaba impaciente y quería que Hermione le respondiera a algunas preguntas. Nina estaba sumida en sus propios pensamientos.
— ¿De dónde has sacado ese reloj de arena?
— Se llama giratiempo —explicó Hermione—. Me lo dio la profesora McGonagall el día que volvimos de vacaciones. Lo he utilizado durante el curso para poder asistir a todas las clases. La profesora McGonagall me hizo jurar que no se lo contaría a nadie. Tuvo que escribir un montón de cartas al Ministerio de Magia para que me dejaran tener uno. Les dijo que era una estudiante modelo y que no lo utilizaría nunca para otro fin. Le doy vuelta para volver a disponer de la hora de clase. Gracias a él he podido asistir a varias clases que tenían lugar al mismo tiempo, ¿te das cuenta? Pero, Harry, me temo que no entiendo qué es lo que quiere Dumbledore que hagamos.
¿Por qué nos ha dicho que retrocedamos tres horas? ¿En qué va a ayudar eso a Sirius?
Harry la miró en la oscuridad.
—Quizás ocurriera algo que podemos cambiar ahora —dijo pensativo—. ¿Qué puede ser? Hace tres horas nos dirigíamos a la cabaña de Hagrid...
—Ya estamos tres horas antes, nos dirigimos a la cabaña —explicó Hermione—. Acabamos de oírnos salir.
Harry frunció el entrecejo. Estaba estrujándose el cerebro.
— Dumbledore dijo simplemente... dijo simplemente que podíamos salvar más de una vida inocente... —Y entonces se le ocurrió—: ¡vamos a salvar a Buckbeak!
— Pero... ¿en qué ayudará eso a Sirius?
— Dumbledore nos dijo dónde está la ventana del despacho de Flitwick, donde tienen encerrado a Sirius con llave. Tenemos que volar con Buckbeak hasta la ventana y rescatar a Sirius. Sirius puede escapar montado en Buckbeak. ¡Pueden escapar juntos!
— No. No en realidad. –dijo Nina.- Sirius me hablo de un lugar… su casa pero queda lejos. ¡Quizás tengo que volar con Buckbeak hasta allí y dejarlo!
— ¿Pero cómo volverás después?
Hermione parecía aterrorizada.
— Ya veré como. –dijo.
— ¿Pero y Sirius?
— Yo también me encargare de eso. –sonrió segura.- Tengo un plan. Un plan con el que Sirius será declarado inocente sin tener que huir, solo confíen en mí.
— ¡Bien, Si conseguimos hacerlo sin que nos vean será un milagro!
— Bueno, tenemos que intentarlo, ¿no crees? —dijo Harry. Se levantó y pegó el oído a la puerta—. No parece que haya nadie. Vamos...
Harry empujó y abrió la puerta del armario. El vestíbulo estaba desierto. Tan en silencio y tan rápido como pudieron, salieron del armario y bajaron corriendo los escalones. Las sombras se alargaban. Las copas de los árboles del bosque prohibido volvían a brillar con un fulgor dorado.
— ¡Si alguien se asomara a la ventana...! —chilló Hermione, mirando hacia atrás, hacia el castillo.
— Huiremos —dijo Harry con determinación—. Nos internaremos en el bosque.
— Tendremos que ocultarnos detrás de un árbol o algo así, y estar atentos. –dijo Nina.
— ¡De acuerdo, pero iremos por detrás de los invernaderos! —respondió Hermione, sin aliento—. ¡Tenemos que apartarnos de la puerta principal de la cabaña de Hagrid o de lo contrario nos veremos a nosotros mismos! Ya debemos de estar llegando a la cabaña.
Pensando todavía en las intenciones de Nina de querer encargarse de Buckbeak y Pettigrew ella sola, Harry echó a correr delante de ella y Hermione. Atravesaron los huertos hasta los invernaderos, se detuvieron un momento detrás de éstos y reanudaron el camino a toda velocidad, rodeando el sauce boxeador y yendo a ocultarse en el bosque... A salvo en la oscuridad de los árboles, Harry se dio la vuelta. Unos segundos más tarde, llegaron Nina y Hermione jadeando.
— Bueno… —dijo con voz entrecortada.
— Tenemos que ir a la cabaña sin que se note. –dijo Nina, al notar lo exhausta que estaba Hermione.
— …Que no nos vean, Harry.
— De acuerdo. –asintió este.
Anduvieron en silencio entre los árboles, por la orilla del bosque. Al vislumbrar la fachada de la cabaña de Hagrid, oyeron que alguien llamaba a la puerta. Se escondieron tras un grueso roble y miraron por ambos lados. Hagrid apareció en la puerta tembloroso y pálido, mirando a todas partes para ver quién había llamado. Y Harry oyó su propia voz que decía:
— Somos nosotros. Llevamos la capa invisible. Si nos dejas pasar; nos la quitaremos.
— No deberían haber venido —susurró Hagrid.
Se hizo a un lado y cerró rápidamente la puerta.
— Esto es lo más raro en que me he metido en mi vida —dijo Harry con entusiasmo.
— Y pensar que lo hacías todos los días Hermione. –sonrió su amiga.
— Vamos a adelantarnos un poco —susurró Hermione—. ¡Tenemos que acercarnos más a Buckbeak!
Avanzaron sigilosamente hasta que vieron al nervioso hipogrifo atado a la valla que circundaba la plantación de calabazas de Hagrid.
— ¿Ahora? —susurró Harry
— ¡No! —dijo Hermione—. Si nos lo llevamos ahora, los hombres de la comisión creerán que Hagrid lo ha liberado. ¡Tenemos que esperar hasta que lo vean atado!
— Eso supone unos sesenta segundos —dijo Nina. Les empezaba a parecer irrealizable.
En ese momento oyeron romperse una pieza de porcelana.
— Ya se le ha caído a Hagrid la jarra de leche —dijo Hermione—. Dentro de un momento encontraré a Scabbers.
— Yo sabía que él era Pettigrew, tendrá que haber hecho algo pero no hice nada… -suspiro Nina.- Fui una idiota.
— Oye no digas eso. –le animo Hermione.- Por algo estamos aquí ¿no? Dijiste que tienes un plan.
Las dos se sonrieron y voltearon a ver a la cabaña de Hagrid; efectivamente, minutos después oyeron el chillido de sorpresa de Hermione.
— Hermione —dijo Harry de repente—, ¿y si entráramos en la cabaña y nos apoderásemos de Pettigrew?
— ¡No! —exclamó Hermione con temor—. ¿No lo entiendes? ¡Estamos rompiendo una de las leyes más importantes de la brujería! ¡Nadie puede cambiar lo ocurrido, nadie! Ya has oído a Dumbledore... Si nos ven...
— Sólo nos verían Hagrid y nosotros mismos.
— Harry, ¿qué crees que pasaría si te vieras a ti mismo entrando en la cabaña de Hagrid? —dijo Hermione.
— Creería... creería que me había vuelto loco —dijo Harry—. O que había magia oscura por medio.
— Exactamente. No lo comprenderías. Incluso puede que te atacaras a ti mismo. La profesora McGonagall me dijo que han sucedido cosas terribles cuando los brujos se han inmiscuido con el tiempo. ¡Muchos terminaron matando por error su propio yo, pasado o futuro!
— Vale —dijo Harry—, sólo era una idea. Yo pensaba nada más que...
— ¡Miren! –interrumpió Nina.
Señaló hacia el castillo. Harry movió la cabeza unos centímetros para tener una visión más clara de la puerta central. Dumbledore, Fudge, el anciano de la comisión y Macnair, el verdugo, bajaban los escalones.
— ¡Estamos a punto de salir! —dijo Hermione en voz baja.
Continuara... :study:
TheGirlImpossible
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
¡No puedes ser!
Entiendo que tengas que dejarnos intrigadas, pero no es justo! (okaya xd)
¿Solo tres capitulos? Menos mal que habra segunda temporada :)
¿De que plan habla Nina?
Espero que todo salga bien ;)
Siguela lo mas pronto posible May, no podre con tanta intriga :D
Entiendo que tengas que dejarnos intrigadas, pero no es justo! (okaya xd)
¿Solo tres capitulos? Menos mal que habra segunda temporada :)
¿De que plan habla Nina?
Espero que todo salga bien ;)
Siguela lo mas pronto posible May, no podre con tanta intriga :D
Kardashian♡.
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
me encantooooooo! siguela may :)
besos :hug:
besos :hug:
fefi weasley
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
Wow me encanto el capi que mal que se acaba la primera temporada :crybaby: :crybaby: :crybaby: :crybaby: :crybaby:
Pero me alegra demasiado que alla segunda temporada!!!!!!!!!
Por cierto si sigues haci me mataras :lol!:
Besos Noemi
Pero me alegra demasiado que alla segunda temporada!!!!!!!!!
Por cierto si sigues haci me mataras :lol!:
Besos Noemi
NoemiPotter
Re: Harry Potter y El Prisionero de Azkaban [Adaptacion] Harry&Tu
SIGUELA MAY ! ME MUERO DE LA INTRIGA !
QUIERO SABER ! AHHHH !
WITH LOVE : ALEXANDRA ! -ALEX-
VIVA EL EJERCITO DE J.K ROWLLING !
I :love: HARRY POTTER 4EVER
QUIERO SABER ! AHHHH !
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