Pedidos de One Shot's a tu gusto.

Me sentía fenomenal, ya era verano y hoy había sido el último día de clase. Por suerte, mis padres no me llevarían a casa de mis abuelos, por lo que podría pasar el verano al lado de Zayn, cómo yo quería.
Pero lo malo es que me ofrecí cómo niñera y a partir de Agosto comenzaré a cuidar de un bebé de tan solo siete meses, no sé por qué acepté tal locura. Comencé a caminar lentamente hasta que oigo que me llaman, giro y veo a Zayn corriendo en mi dirección.
Paró delante mía y se arrodilló para coger todo el aire que le faltaba en ese momento. Le miré divertida.
—¿Qué?—Preguntó costosamente.
—Solo has corrido desde la salida del instituto hasta mi ¿Y estás así de cansado?—Reí—Los del equipo de fútbol te echarán—Me echó una mala mirada y luego comenzó a reírse.
Zayn era mi mejor amigo desde apenas tengo memoria. Nuestras madres siempre han sido amigos, por lo cuál nosotros también lo hemos sido. Zayn tiene unas tres hermanas más, pero me suelo relacionar más bien con los chicos que con las chicas, por ese caso tan solo tengo un mejor amigo.
—Mi primo celebrará su comunión en un parque de atracciones—Soltó de repente. Le miré extrañada.
—Eso debe costar carísimo—Él asintió.
—Mis tíos son ricos. Te recuerdo que mi tío fundó el edificio que está cerca de mi casa—Asentí al recordarlo. Cómo me gustaría poder ser rica y haber celebrado mi comunión en un parque de atracciones cómo su primo, pero en cambio lo celebré en mi casa, con toda mi familia.
En realidad, nunca había ido a ningún parque de esos y menos había oído hablar de eso. Solía oír hablar sobre unas montañas rusas y me aterrorizaba nada más pensarlas ¿Por qué la gente gritaba? La verdad que me gustaría saber el por qué.
—¿Caro?—Me llamó Zayn mientras pasaba su mano por delante de mi mirada. Sacudí mi cabeza y le miré sonriente.
—Perdón, estaba pensando—Él asintió—¿Qué dijiste?
—Que si querías venirte conmigo a la fiesta—Abrí fuerte mis ojos y paré en seco. Zayn también paró y me miró extrañado.
No quería que supiera que nunca antes había ido a alguno, y me daba realmente vergüenza. Se reiría de mi. Además va su familia, no creo que deba estar en ese tipo de reuniones.
—Yo...no creo que sea lo mejor—Le sonreí. 
—¿Qué? ¿Por qué?—Preguntó decepcionado. Yo suspiré.
—No pinto nada ahí—Él me sonrió.
—Claro que sí, vas conmigo y punto—Sonrió otra vez—Además Caro, ésta es la primera vez que pasas el verano aquí y no en casa de tus abuelos—Murmuró.
Puede que tuviera razón. Por probar no pasaba nada, si no me gusta inventaré alguna que otra escusa para irme de allí cuánto antes, si no, disfrutaré el día entero con él.
—Está bien—Contesté. El moreno comenzó a salta y me abrazó.
—Gracias, gracias y gracias.
Comenzamos a caminar. Empezamos a hablar de nuestros planes de verano, la verdad que comparada con Zayn tenía todo mis días libres, me decepcionó saber que se tendría que ir dos semanas a casa de la tía porque está enferma, pero le comprendo.
Zayn se despidió de mi y ambos seguimos diferentes caminos. Cogí mi móvil y coloqué los auriculares en mis oídos para ahora aislarme completamente del mundo.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver lo feliz que se había puesto Zayn al decir que si iba, pero me desilucionaba cuándo pensaba que para él tan solo era una amiga.
Es un chico muy cerrado y aunque quisiese nunca sabría si el siente algo o no siente nada por mi. Nunca lo he llegado a conocer tan a fondo, y si lo llegara a hacer, no dudaría en que me asustaría.
Abrí la puerta de mi casa y me encontre a mi hermano llorando en el suelo. Me agaché y levanté su rostro para verlo lleno de lágrimas.
—¿Qué ocurre Hugo?—Éste hipó y secó sus lagrimas con la manga de su pijama.
—Se me rompió—Dijo señalando hacia su dinosaurio de juguete. Me acerqué a él y sonreí.
—No se te rompió, tan solo se salió del lugar—Lo coloqué con cuidado—Ya está—Exclamé y se lo di. Éste sonrió y me abrazó. Corrió hacia dónde antes estaba y comenzó a jugar. Negué con mi cabeza, quién querría volver a ser un niño.
—Hola cariño—Saludó mi madre mientras secaba sus manos en su delantal.
—Hola—Tiré la maleta hacia un lado y me dirigí hacia la cocina para ver mi plato favorito servido en la mesa—Dios mamá te quiero—Exclamé mientras corría hacia la mesa y comenzaba a comer.
Mi madre rió.
—¿Ya tienes planes para ésta tarde?—Asentí con la boca llena—¿Qué tienes planeado?
—Zayn me invitó a ir con él a un parque de atracciones, porque es la comunión del primo—Formulé con dificultad al tener la boca llena.
—Ese Zayn está echo todo un romántico—Asentí tímida.
—Solo me invitó porque es la comunión del primo, nada más—Murmuré. Mi madre sabía todo lo que yo sentía por él. No tenía ninguna vergüenza al expresarle todo lo que sentía a ella, la veía cómo una amiga más, pero siendo mi madre.
—Da igual cariño, la vida da muchos giros bruscos—Dijo y se levantó de la mesa—Ponte guapa—Exclamó y desapareció por la puerta.
Sonreí para mi misma. Después de unos quince minutos comiendo me dirigí rápida hacia mi cuarto, tan solo faltaban 20 minutos para que Zayn viniera a recogerme.
Abrí el armario y cogí un mono corto, pero bonito. No quería ir tan guapa a un parque de atracciones, tampoco es que me gustara mucho arreglarme.
Me dirigí hacia el baño cuándo ya lo tenía puesto. Me dejé el pelo suelto y me lo alboroté un poco para que no pareciera muy liso. 
Me maquillé apenas un poco y pinté mis labios con un brillo. Me sonreí al ver que el resultado había quedado mejor de lo que pensaba. 
Mi móvil comenzó a sonar. Corrí hacia él y leí el mensaje que Zayn me había mandado.
"Ya estoy debajo de tu casa, sal."
Cogí lo necesario y bajé rápida las escaleras. Besé a mi madre en la mejilla y me despedí de mi hermano. Abrí la puerta y me encontré a Zayn montado en su moto, tan guapo cómo siempre.
—Que guapa—Me piropeó. Me sonrojé, era muy fácil que lo hiciera y más si era de parte de él.
—Tú tampoco te quedas atrás—Le sonreí. Me entregó el casco y arrancó nada más me subí.
Comencé a notar el aire golpear mi rostro. Me escondí tras la espalda de Zayn y el olor de éste me hizo sonreír. Olía tan bien, que si fuera por mi estaría horas oliéndole.
Después de unos minutos conduciendo, Zayn se dignó a parar frente a un sitio enorme. Quedé quieta al ver que la montaña rusa sobresalía de aquel lugar. Tragué saliva y noté cómo Zayn me cogió del brazo para llevarme hacia dentro.
—Mira, allí está mi primo—Señaló. Yo sonreí. Se encontraba rodeado de regalos y simplemente no paraba de sonreír—Ven, vamos—Agarró nuevamente mi brazo para ahora llevarme a dónde estaba su primo.
—¡Zayn!—Exclamó al verle y le abrazó.
—Ey pequeño ¿Qué tal el día?—Preguntó amable.
—Genial, me encanta—Sonrió. Sentí cómo éste ahora miraba hacia mi—¿Es ella tu novia?—Por algún casual Zayn se puso nervioso y se acercó al primo para susurrarle algo. Éste asintió y corrió hacia dónde antes estaba.
—¿Vamos?—Asentí y comenzamos a caminar. Me asombré al ver todo lo que en ese momento me rodeaba, miles de personas y atracciones llamativas, quería montarme en todas, pero estaba aterrorizada—¡Mira!—Exclamó y me guió hacia un lugar repleto de peluches—¿Quiéres uno?
—No hace falta Zayn—Le sonreí nerviosa.
—Vamos Caro—Suplicó. Rodé mis ojos y asentí. El juego, según el chico que trabajaba allí, consistía en lanzar la pelota dentro de la boca de una rana, antes de que ésta la cerrara, me parecía absurdo.
Zayn comenzó a lanzar, pero ninguna de las pelotas entró por aquella bola.
—Solo me queda una—Dijo serio. La cogió y con todas sus fuerzas la tiró—¡La metí!—Empezó a saltar y me rodeó con sus brazos. Sentí cómo un leve cosquilleo recorría todo mi cuerpo.
—Toma señorita—Un señor mayor me entregó un oso enorme. Me quedé prendida, era hermoso y lo mejor es que Zayn lo había conseguido para mi.
—Gracias—Le dije a él. Zayn agarró otra vez mi mano, no sabía el por qué se estaba comportando así conmigo, pero realmente me gustaba.
—¿Quieres un algodón de azúcar?—Le miré extrañada. No sabía a lo que se refería, pero terminé por asentir.
Se dirigió hacia un pequeño puesto, o mejor dicho un pequeño carrito dónde había un hombre dándole vueltas a un palo. Me sorprendió ver cómo todo ese azúcar se convertía en un chupachups gigante.
—Toma—Me entregó uno de color rosa. Me fijé en cómo él se lo tomaba y le imité.
—Se deshace—Exclamé sorprendida. Éste rió.
—¿Nunca habías tomado ninguno?—Yo negué tímida—Pues vaya ¿Qué has echo en tu infancia entonces?—Ambos reímos. Miré el de él, a diferencia del mío era azul.
—¿A qué sabe el tuyo?—Pregunté curiosa. El chico miró hacia mi divertido.
—Igual que el tuyo—Sonrió.
Después de unos cinco minutos habernos comido eso, nos dirigimos a aquella atracción que tanto temía, la montaña rusa. Al parecer Zayn estaba ansioso por montar, y no sabía por qué. Realmente daba miedo.
—Zayn ¿Y si montamos en otra?—Murmuré. El moreno me miró.
—¿Te da miedo?—Agaché mi mirada. No quería que se riera de mi y menos que pensara que era una gallina, aunque realmente lo era—Vamos será divertido, además—Cogió mis manos—Me tendrás a tu lado.
Sentí cómo algo de mi estómago se revolvía y me hacía sentir cómo en el aire. Le sonreí y asentí.
Después de esperar en aquella larga cola nos tocó a nosotros. Zayn me cogió de la mano y me guió hasta el vagón que nos tocaba. 
Sentí cómo éste agarraba mi mano y me sonreía. Poco a poco comenzó a moverse, agarré la mano de Zayn con más fuerza al notar cómo ésta cambiaba su velocidad.
Comenzó a subir una larga cuesta que parecía infinita, yo respiraba dificultadamente, lo estaba pasando mal, pero tener a Zayn a mi lado me hacía olvidar el miedo que tenía. 
Miré hacia abajo y cerré fuertemente mis ojos cuándo comenzó a bajar a toda velocidad. Los abrí cuándo por fin ya había terminado.
Miré hacia él, quién me admiraba con una boba sonrisa en su rostro.
—¿Estás bien?—Preguntó tierno. Asentí.
Un hombre nos quitó el cinturón que llevábamos y nos hizo salir de allí. Cuándo salimos noté cómo Zayn se había puesto tenso, miré hacia el frente y vi cómo una señora mayor se acercaba hacia nosotros.
—Oh mi Zayn—Exclamó mientras lo abrazaba. Se despegó y miró hacia mi con una linda sonrisa—Tú debes de ser la novia de la que tanto me habla—Fruncí el ceño sin entender nada. Miré hacia Zayn y éste me sonrió mientras asentía.
—Si yaya, es ésta—Susurró.
—Es un gusto conocerte nena—Me dio un beso y giró sobre si misma, dejándonos a Zayn y a mi solos. Tocí para llamarle la atención.
—¿Novia?—Pregunté. El suspiró.
—Déjalo ¿Vale? Es una bobería.
—¿Bobería? ¿El qué Zayn?—Pregunté histérica.
—El le haya hecho creer que eres mi novia..
Me acerqué hacia dónde él estaba y le miré a los ojos. Estaba triste pero ¿Por qué?
—¿Por qué?—El moreno se encogió de hombros.
—Se reían de mi porque nunca he traído a ninguna chica, piensan que nunca encontraré a alguien perfecto para mi—Suspiró—Por eso te elegí a ti.
—¿A mi?—Estaba realmente nerviosa ¿A qué se quería referir?
—Si a ti, tú eres la única chica perfecta que he conocido en mi puta vida—Exclamó—Estoy harto de que tan solo seas mi mejor amiga y nada más—Abrí mis ojos y noté cómo mi cuerpo comenzaba a temblar—Buscaba y buscaba, pero Caro, nadie es capaz de acercarse a ti...
Cogió mi brazo y comenzó a acariciarlo. Me miraba con esa intensa mirada que desvió hacia mis labios.
—No sé si sentirás lo mismo, pero siempre he querido realizar algunos de mis sueños, y éste es uno—Se acercó hacia mis labios y comenzó a besarlos cómo nunca. Estaba paralizada, no podía corresponder.
Se separó de mi.
—Lo siento—Murmuró.
—No lo sientas—Me miró extrañado, pero no por mucho tiempo. Agarré el cuello de su camisa y comencé a besarle.
Me sentía cómo siempre me había imaginado cuándo él me besara, perfección, nada más eso. Lo amaba y nadie nunca podría contradecirme.

Hola!:

que preciosos, salieron de la frienzone  ahq. bonito, muy bonito<3.