Pedidos de One Shot's a tu gusto.

Me tiré bocarriba en mi cama, simplemente no tenía ganas de hacer nada.
Hacía ya unas dos semanas desde que Louis y yo dejábamos de hablar y simplemente busco la razón del por qué, aunque en realidad ya me la imaginaba.
Louis lleva siendo mi mejor amigo desde que íbamos al colegio, es cómo un hermano para mi y perderle de ésta forma es completamente cruel.
Tan solo me pongo a pensar cómo fue todo y no puedo evitar que una lágrima brote por mi ojo, joder ¿Por qué lo hizo?

Comencé a meter los libros en mi taquilla. Había sido un día agotador, pensar que tenía que hacer un trabajo con la chica que más mal me cae, me quita las ganas de todo.
Cierro de un portazo y me giró sobre mis talones.
Desde que Louis comenzó a salir con esa tal Eleanor ya no pasa tanto tiempo conmigo, realmente lo extraño. Ojalá esa chica nunca se hubiera presentado en su vida, es decir, lo ha cambiado por completo.
Miro hacia mi teléfono al notar que me mandan un mensaje, lo abro y me pongo tensa al ver que es Louis.
"Necesito hablar contigo...¿Me esperas en la salida?"
¿Hablar conmigo? ¿De qué? ¿Acaso ya había cortado con aquella zorra? Negué mi cabeza intentando que todos aquellos pensamientos salieran de mi mente.
Seguro que querría alguno de mis miles de consejos que le doy cada día. Coloqué mejor mi maleta tras mi espalda y comencé a caminar a paso lento.
Me ponía nerviosa el nada más pensar el qué podría ser, ¿Acaso se dio cuenta de lo que siento por él? 
Reí a mis adentros. Claro que no y nunca lo sabrá.
Me dirigí hacia la salida y me senté en el pequeño escalón que se encontraba allí. Coloqué mis manos entre mis piernas, intentando así ocultar el temblor que ellas llevaban.
Después de esperar a que todos salieran de allí pude ver a Louis mirando hacia los lados, por su expresión pude saber que me estaba buscando.
Levanté mi mano intentando percatar su mirada, hasta que lo conseguí. Sonrió victorioso y se acercó a mi, aunque a medida que avanzaba la sonrisa que llevaba en su rostro se iba desvaneciendo.
Se dejó caer en aquel escalón y me miró por el rabillo del ojo. A mi parecer, le notaba bastante nervioso.
—¿De qué querías hablar?—Pregunté rompiendo aquel extraño silencio. El moreno suspiró.
—Yo..—Rió y miró hacia el suelo.
—¿Tu qué?
—Yo..creo que deberíamos dejarnos de hablar—Mis ojos se abrieron cómo platos ¿Dejarnos de hablar? ¿Por qué? Noté cómo esa vez sentí urgente necesidad de que el mundo se detuviera hasta que yo pudiera comprender lo que estaba sucediendo.
—¿Qué?—Pregunté en un hilo de voz.
Louis pasó sus manos por su nuca, frustrado, pero en ese momento me daba igual cómo estuviese o no, había echado nuestra amistad por la borda, cómo si nada.
—Por favor Gaby, no me lo pongas más dificil—Suspiró. Me levanté de dónde estaba y miré hacia él.
—¿Eres gilipollas? ¿Y cómo quieres que me ponga?—Chillé con todo el coraje que llevaba en mi. Louis comenzó a mirar hacia los lados, intentando ver si nadie estaba observando aquella escena que estaba mirando.
—Tienes que entenderme...
—¿Entenderte?—Reí con sarcasmo—Tú eres el que debes entenderme—Cogí mi maleta, la cuál estaba a su lado y la coloqué en mi hombro—Nunca pensé que me hicieras ésto, eres un gilipollas—Murmuré rota.
Giré sobre mi misma y comencé a correr. Oía los gritos de Louis para que volviera a dónde él estaba, pero simplemente había roto una parte muy importante de mi.

Sacudí levemente mi cabeza para poder salir de aquel transe en el que me encontraba hundida. No sabía cómo alguien con tan solo decirte una frase puede derrumbarte el mundo entero, y lo más gracioso es que a esa persona no le importa para nada.
Mi móvil comienza a sonar, corro hacia dónde se encuentra y sonrío al leer el nombre de mi mejor amiga.
—¿Si?
—¡Gaby!—Exclamó al escuchar mi voz.
—¿Ocurre algo Emma?—Pregunté algo preocupada. Hubo un leve silencio, algo que me puso realmente nerviosa.
—Puede que si...—Murmuró. Tensé mi mandíbula y lo primero que se me cruzó por mi mente fue Louis.
—Dime—Intentaba no parecer preocupada, pero sabía lo que Emma me conocía.
—Puede que ya sepa el por qué Louis te dejó de hablar—Abrí fuertemente mis ojos.
Por un momento quería que me lo dijera, pero por otro pensaba que saberlo no sería lo mejor.
—Y...¿Qué es?—Pregunté con miedo.
—Eleanor—Escupió. Enarqué una ceja algo confusa ¿Por qué la había nombrado?—Niall me lo contó todo.
Moría de ganas de poder descifrar aquel mensaje que mi amiga me estaba diciendo, pero el miedo se estaba apoderando demasiado de mi.
—¿Qué te contó? Por favor Emma, ve al grano—Enuncié con nerviosismo.
—Eleanor obligó a Louis a que te dejara de hablar.
—¿Qué? ¿Por qué?—Pregunté mientras poco a poco elevaba mi voz. 
—Tiene miedo a que se lo quites—Por una parte quería echarme a reír por la bobería que ella había soltado, pero la otra quería pegarla hasta verla tirada en el suelo.
—¿Y por qué se lo voy a quitar? Él tan solo es mi mejor amigo—Murmuré.
—Pero ya todos sabemos que tú quieres algo más con él.
—¿Ella lo sabe?—Pregunté alertada, Emma rió.
—No, claro que no. Pero dice que él no para de hablar de ti—Explicó haciendo que por algún casual una sonrisa apareciera en mi rostro ¿Era eso cierto?
—Pero no tiene derecho a alejarlo de mi.
—Ya, por eso te llamo—Dijo.
—No pienso hablar yo con él, Louis fue quién dijo de dejar de ser amigo mío. Dio prioridad a una relación a que una amistad—Susurré. En ese momento había aparecido un nudo en mi garganta y apenas podía hablar.
—El orgullo es malo—Reí.
—Pues que él también se aplique el cuento—Escupí cabreada—Emma, tengo que irme. No me encuentro muy bien—Y era verdad. Desde que me empezaban a hablar de él algo en mi estómago hacía que tuviera ganas de nada.
—Está bien—Murmuró—Mejórate.
Colgé el teléfono y me tiré en mi cama. Tapé mi rostro con mis manos y comencé a llorar.
Maldecía una y otra vez a aquella puta por haberlo alejado de mi. Ya era bastante con que saliera con él, cómo para ahora alejarlo de mi, y él, cómo un perro bueno; hace caso a su dueña.
—¡Gaby! ¡Es para ti!—Chilló mi madre desde el piso de abajo. Me levanté de golpe y sequé mis lágrimas.
—¡Ya voy!—Contesté. Me dirigí hacia el baño y me lavé la cara para que no se notara el que había llorado. Sequé mi rostro con una toalla, pero aún así notaba mi rostro algo hinchado.
Me preguntaba quién había venido. Sabía que Emma no era pero ¿Entonces quién? 
Corrí escaleras abajo y abrí la puerta cuándo ya me encontraba en frente de ella.
Pude notar cómo el corazón se me encogía al ver a Louis tras aquella puerta. Las lágrimas otra vez amenazaron por salir de mis ojos.
Negué varias veces y cerré la puerta, pero fue más rápido y coló su pierna para no poder cerrarla. La abrió y me miró a los ojos.
Pude ver cómo aquel color azul que tanto me gustaba se oscurecía al hacer contacto con los míos.
—¿Qué quieres?—Pregunté fría. El moreno bufó.
—No me hables así por favor...
—Es cómo te mereces—Murmuré. Louis cogió mi brazo y me arrastró hacia afuera. 
Se sentó en el borde de la acera y comenzó a dar golpecitos a su lado para que yo me sentara.
Negué, pero él volvió a insistir.
—Por favor—Murmuró. Rodé mis ojos y me dejé caer a su lado. No quería mirarle a los ojos, lo último que quería era hacer contacto con él, o si no, volvería a caer rendida a sus pies.
—Que yo sepa, no quieres ya hablar conmigo. No sé que haces aquí—Sentí cómo el chico suspiraba.
Sentía pena por él, pero me había dado rabia que hubiera echo todo eso.
—Lo siento muchísimo en serio—Exclamó—Tengo una explicación para todo esto..
—¿A sí? ¿Cuál? ¿Alguna que Eleanor te dijo?—Reí irónica—Por dios Louis—Exclamé mosqueada.
El chico mostraba en su rostro algo de preocupación y era algo normal.
—¡Mierda déjame explicarte!—Gritó. Me encogí. Nunca antes había visto a Louis de tal forma—Si vale, me dejé utilizar por ella, soy un gilipollas por hacerle caso y dejar de ser tu amigo, lo sé—Murmuró—Pero todos cometemos errores ¿Sabes?
—Todos llegamos a un límite, pero tu lo sobrepasaste—Susurré—Pensé que era alguien importante para ti, pero ya veo que no.
—Claro que eres alguien importante para mi—Dijo elevando sus brazos—Tan solo, que me equivoqué, y por eso estoy aquí—Dijo serio.
—Has tardado tanto..
—Me obligó—Dijo de repente. Miré hacia él algo desconcertada.
—¿Qué?
—Que me obligó—Suspiró—Me amenazó con contar uno de mis mayores secretos, uno que no sé por qué, le conté a ella y tengo miedo a que se lo cuente a los demás—Ocultó su rostro entre sus manos.
No sabía que hacer en aquel momento. Apoyé una de mis manos en su espalda y comencé a acariciarla.
—Vaya yo...—Miré hacia el suelo—¿Qué secreto?
Louis me miró y negó.
—No..no puedo decirlo—Murmuró. Fruncí el ceño.
—Mierda Louis, soy tu mejor amiga.
—Lo sé Gaby, pero simplemente no puedo—Reí y me levanté de allí.
—Lo sabía—Escupí y me dirigí hacia la puerta. Escuché a Louis llamarme. Giré para ahora verlo a los ojos.
—Espera—Suspiró—Te lo diré—Agachó su cabeza. Victoriosa me dirigí hacia dónde él estaba y me senté nuevamente a su lado.
—Solo aviso que si te enfadas o algo, no es mi culpa, tú me obligaste—Asentí. Él comenzó a moverse nervioso—A ver, por donde empiezo—Rió y comenzó a rascarse la nuca—Desde que te conocí, siento algo por ti—Fafulló—Te reirás y todo lo que quieras, pero no paro de pensar nunca en ti, quiero saber lo que haces, con quién estas, siempre cuándo te veo con un chico me muero de celos y cuándo sonríes no puedo evitar hacerlo yo también. Eres perfecta y cada vez que un chico te hace daño quiero matarlo, porque nadie te valora cómo lo haría yo—Murmuró.
Le miré estupefacta. Mis latidos comenzaban a acelerarse, cómo si me hubiera dado vida lo que él me había dicho. Él aún me miraba esperando alguna respuesta, pero simplemente no podía hablar, no sabía qué decir.
—Lo siento—Murmuró y se levantó de dónde estaba para comenzar a alejarse.
Corrí tras él y le agarré del brazo. Giró y me miró extrañado.
—No sabes cuánto tiempo llevo esperando ésto—Sonreí. Poco a poco fui acercandome a él, sentía miedo no sabía si podría ser el mejor o el peor, pero ese momento lo diría.
Rocé mis labios con los de él y comenzamos a formar el beso más perfecto de mi vida. No quería separarme, amaba cada segundo que permanecia unida a él.
Se separó de mi y me miró con una sonrisa.
—Y tu no sabes cuánto llevo esperando yo esto—Se arrodilló y agarró una de mis manos. Me tapé la boca emociona—Gaby ¿Quiéres ser mi novia?—Parecía un sueño, no me creía nada de lo que en ese momento estaba pasando.
—Oh dios Louis, si—Comencé a saltar y me tiré encima de él para ahora besarlo cómo nunca antes había besado a alguien.

Puse la música a tope. Comencé a bailar cómo si en ese momento me diera igual todo, cantaba los tonos altos mientras ponía un cepillo cómo si fuera un micrófono.
Así recogía mi habitación, era cómo un juego para mi, pero me encantaba. Cualquiera que no me conociera juraría que estaba loca, pero no era cierto.
De repente escucho a mi hermano salir por la puerta. Sigilosa bajé el volumen de la música y me asomé un poco para ver que hacía.
Por algún casual se dirigía hacia un coche, realmente reluciente. El dueño de éste salió. 
No pude evitar sonreír al ver que era Liam, el mejor amigo de mi hermano y el chico más guapo de éste maldito mundo, o al menos para mi. 
Noté cómo éste miraba hacia mi ventana y me agaché para que no me viera. Me senté en el suelo y encogí mis rodillas para ahora rodearlas con mis manos.
Estaba realmente pillada por él, pero tanto yo cómo Liam sabíamos que lo nuestro era imposible. Yo tengo 16 y en cambio él 21, sería algo muy loco.
También mi hermano Jason solía ser muy sobreprotector al hablar del tema de tener yo novio, y me jodía bastante. Los últimos dos años, he roto con cuatro chicos por culpa de mi hermano.
Muchos le temían, pues él les metía demasiado miedo, aparte de que le hacía prometer que nunca me dejarían, por esas razones estuvimos casi un año entero sin dirigirnos la palabra.
Creo que ya soy lo suficientemente mayor cómo para saber lo que hago o no, además es mi vida y no la de él, así que puedo hacer lo que se me haga en falta.
Me levanté de dónde estaba y miré nuevamente por la ventana, para ésta vez no encontrarme con nadie. ¿Se habrían ido? 
De repente noto unas manos rodear mi cintura y hacerme girar. Me tenso al ver que es Liam el dueño de aquellas fuertes manos.
Me ruborizo rápido y aparto mi mirada de la de él.
—¿Qué mirabas?—Preguntó pícaro. Yo tan solo me encogí de hombros.
—Nada—Murmuré. Liam asomó una divertida sonrisa.
—¿No me estarías espiando?—Murmuró mientras miraba mis labios con deseo. Noté cómo mi corazón latía rápidamente.
Liam y yo llevábamos un mes así, él sentía lo mismo que yo, pero teníamos un grave problema, mi hermano. Odiaba la idea de que yo tuviera algo con alguno de sus amigos, aunque nunca se ha percatado de que ese amigo fuera cómo su hermano.
Cada vez que me daba esas visitas inesperadas o esas salidas para recorrer la ciudad, me ponía realmente nerviosa, ese chico sin duda era diferente a los demás. Amaba estar a su lado, que me sonriera y que me besara, amaba cada parte de su cuerpo, lo amaba a él.
—Dios Karol—Susurró—¿Por qué eres tan perfecta?—Noté cómo me ruborizaba. Mierda, odiaba que me viera así—Amo que te sonrojes—Le miré sorprendida, cómo si por un momento me hubiera leído la mente.
—Yo odio hacerlo—Susurré. Acarició mi mejilla y se acercó a mi oído.
—Pues nunca lo hagas—Susurró en éste. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Me hacía sentir tan bien.
Unió sus labios con los  míos haciendome estremecer al hacer contacto con él. Me hacía sentir tan viva y tan bien, que no podría vivir sin sus besos.
Se separó de mi, le miré y agarré con mis dedos su cuello acercándolo a mi para besarle otra vez, pero éste fue más intenso por parte de los dos. 
Me impulsé y rodeé su cintura con mis pies. Torpemente sin mirar me dirigió hacia mi cama, me tiró y siguió besándome.
No podía creer que estaba a punto de pasar y aunque tuviera miedo, quería hacerlo y más si era con él.
De repente la puerta se abre de golpe. Liam y yo nos separamos y miramos hacia mi hermano, quién nos miraba incrédulo.
Liam me soltó y colocó sus manos en su cabeza.
—Jason yo..
—Cállate—Murmuró—No puedo creer que me hayas echo esto.
—Pero..
—¡Vete!—Gritó. Liam salió corriendo de la habitación dejándonos a mi hermano y a mi a solas. Comencé a mirar al suelo, tenía miedo pero a la vez estaba tan cabreada.
—¿Eres idiota? ¡El tiene 21 y tú tan solo 16!—Me gritó. Yo cerré fuertemente mis ojos reprimiendo el dolor que sentía en ese momento.
—¿Y qué si tiene 21? En el amor no hay edad—Me defendí. Mi hermano se cruzó de brazos y comenzó a caminar de un lado a otro.
—Si la hay, tan solo eres una cria.
—¡No lo soy!—Chillé—¡Estoy harta de que siempre me digas que debo o que no debo hacer!—Las lagrimas no tardaron en salir por mis ojos. Jason me miraba estupefacto—Déjame vivir mi vida cómo yo quiera, no cómo tu quieras—Salí corriendo de la habitación dejando a mi hermano solo en ésta.
Estaba tan harta, quería llorar y llorar pero sabía que con eso no conseguiría nada. Me tiré bocarriba en la cama de mis padres y cogí el móvil.
Me metí en el perfil de Liam y comencé a mirar sus fotos. No pude evitar sonreír, era tan guapo, perfecto. Seguí mirándolas y vi todas las chicas que le seguían.
Eran mil veces más guapas que yo y eso me ponía realmente celosa. Tenían 21 al igual que él y yo tan solo tenía 16, lo que me había dicho mi hermano me hacía pensar en si Liam se estaba aprovechando de mi o no, pero si fuera que si, me destrozaría por completo.
No sé que hacer si él no está a mi lado y si me rompe el corazón nunca más volveré a ser la misma. En cambio sé que no vendrá más a mi casa, mi hermano no lo querrá ver en su vida, el desgraciado.
Sequé mis lágrimas y me miré en el espejo que se encontraba en el tocador de mi madre. Cómo me gustaría poder ser cómo ella. Una chica fuerte y decidida, en cambio yo era todo lo contrario.
Salí de aquella habitación y sin cruzarme con mi hermano me dirigí rápida hacia mi habitación, cerré la puerta con llaves y otra vez me tiré en mi cama.
No quería salir de allí y menos ver a mi hermano, se había ganado completamente mi odio.
Comenzó a oscurecerse, el día se me había pasado largo y lento, saber que no volvería a ver a Liam y menos poder besarle me paraba el corazón.
De repente oigo cómo unas piedras chocan contra mi cristal. Esperé a que otra más impactara contra él y me levanté para asomarme al pequeño balcón que tenía. Miré hacia abajo y sonreí al ver a Liam, pero a la vez me entró el terror y el pánico. ¿Y si mi hermano le veía?
—¿Qué haces aquí?—Le pregunté en susurro, pero no me oyó al regañar su frente. Yo reí.
Éste miró hacia el árbol que tenía a su lado y comenzó a escalar por él. Al llegar a la altura de mi balcón saltó y se colocó frente mía.
Le sonreí.
—¿Qué haces aquí?—Pregunté mientras quedaba prendida ante sus ojos.
—¿No puedo venir a visitarte?—Preguntó ahora él y me dio un corto beso en mis labios. Me ruboricé.
—Pero mi hermano...
—Pero tu hermano nada—Me interrumpió—Karol, te quiero y nada ni nadie nos va a separar—Me dijo mientras agarraba mis dos manos.
Miré hacia el agarre de nuestras manos y luego a él, no pude evitar sonreír, pero después se esfumó.
—Vas a perder su amistad Liam—Enuncié severa.
—Si de verdad es mi amigo, deberá apoyarme pase lo que pase—Le sonreí. Era verdad, Liam podía estar con quién él quisiese igual yo, mi hermano no nos podría separar.
—Te quiero—Murmuré tímida.
—Yo más pequeña—Agarró mi barbilla y me levantó la cara para besarme. Cerré mis ojos sintiendo esos labios que por un momento pensé que nunca más volvería a probar.
Unos golpes comenzaron a sonar en la puerta. Rodé mis ojos. Parecía que el mundo estaba en contra nuestra, y cada vez que teníamos un momento bonito alguien nos lo arruinaba.
—¿Quién es?—Pregunté mirando a Liam.
—Karol, soy yo, Jason—Abrí mis ojos y agarré a Liam por la espalda empujándolo para que se escondiera dentro del armario. Me sacudí un poco la ropa y me dirigí hacia la puerta.
Lo vi a él y puse la cara más seria.
—¿Qué quieres?—Pregunté seria. Mi hermano suspiró y entró en mi cuarto, cosa que me puso más nerviosa.
Miré detenidas veces a mi armario, intentando que no se notara que Liam estuviera dentro. Miré a mi hermano cuándo éste comenzó a hablar.
—Verás—Pasó su mano por su nuca para rascársela—Yo...lo siento—Suspiró. Entrecerré mis ojos ¿Era yo o mi hermano estaba disculpándose?—Pero tienes que saber con quién o con quién no puedes estar—Puse mis ojos en blanco.
Ya me parecía bastante extraño que mi hermano me diera la razón por primera vez.
—Paso de hablar del tema ¿Vale?—Escupí mosqueada. Jason suspiró.
—Mierda Karol compréndeme—Exclamó—Él se está aprovechando de ti—La puerta del armario se abrió de golpe y Liam se acercó desafiante a mi hermano. Tragué saliva, la había liado.
—¡Acaso crees que soy tan gilipollas para hacerle eso!—Chilló él—Sabes perfectamente que yo no le haría eso a tu hermana, tan solo tú no quieres que ella salga con nadie, porque tienes miedo a perder a tu hermana pequeña—Dijo serio. Miré hacia mi hermano sorprendida.
—¿Es eso Jason?—Él tan solo miró al suelo, no contestó—Mierda Jason—Grité—No sabes lo mal que lo he pasado por tu culpa.
—Yo..
—Tú solo pensastes en ti mismo, cómo siempre ¡Yo también quiero crecer! No quiero que me trates cómo una niña pequeña, porque no lo soy—Chillé.
—Lo sé, lo sé—Suspiró—Tan solo no sabía lo que te estaba haciendo pasar por mi miedo—Dijo con una voz quebrada. Me acerqué a él y le miré a los ojos.
—Jason, aunque tenga novio nunca me perderás—Le sonreí—Eres mi hermano, lo más valioso que tengo—Éste miró hacia Liam y luego a mi. Me abrazó.
—Supongo que tú y Liam me deben una explicación—Giré y miré a Liam con una sonrisa. Me acerqué a él y éste pasó su brazo por mis hombros.
—Pues que quieres que te diga, tu hermana es la chica más perfecta que he visto en mi vida, y me da igual que tenga 16, eso no quita que esté locamente enamorado de ella—Me sonrojé y bajé mi mirada.
—Igual yo—Miré hacia Liam y éste me sonrió.
—Bueno pues os declaro novios—Exclamó mi hermano. Los tres reímos. Liam me miró y me acarició la mejilla.
—Pues yo estaría más que encantado—Susurró mientras admiraba mis labios.
—Yo también—Le sonreí. No tardó mucho en apoderarse de mis labios y elevarme por los aires.
—Te quiero cómo nunca había querido a nadie Karol—Dicho eso capturó mis labios nuevamente formando así el beso más perfecto de todos.

♫ Tú nombre: May.
♫ Representante: Sophie Turner.
♫ Chico que quieres: Niall Horan.
♫ Cómo quieres que se base tu historia: Personas que recién se están conociendo o no se caen bien jhsdhsa amo eso.
♫ Final que quieres que tenga: El que tu quieras, lo dejo a tu disposición, se que le da darás un lindo final :)
♫ Lugar dónde quieres que transcurra: universidad, bs es rule lml.

Hola Elena :) primero que nada: me gusta mucho tu manera de escribir, lo haces muy bien. Sinceramente ya extrañaba estos casos(?), los pedidos de shot's se dejaron de hacer hace mucho y tú los has vuelto a traer, eso me alegra jhfgfg. Respecto a mi pedido, no te preocupes en descartar escenas fuertecitas, ah. Sin presiones, muchas te están pidiendo shot's y yo esperaré tranquila. Besos<3.