Pedidos de One Shot's a tu gusto.

HAHAHAHAHAHAHA AY DIOS, ME DIO MUCHA RISA EL COMENTARIO DE "zayngirl." pero ahre, la chica tiene que comentar.  :lizzena:

—Vamos Vanessa levanta, no pretenderás quedarte ahí por el resto de tu vida—Exclamó mi mejor amiga. Levanté mi rostro, rojizo ya de tanto llorar y la miré.
—Mierda Amy, déjame—Sollocé y volví a tirarme en la cama que estaba manchada del maquillaje que llevaba.
—Ese Zayn no merece tus lágrimas—Dijo seria y posó una de sus manos en mi espalda para comenzar a acariciarla.
—Lo sé—Suspiré—Pero simplemente no puedo dejar de llorar—Dije en un suspiro—No sé cómo quieres que me tome ésta noticia después de todo.
—Mírame—Me ordenó—Ese gilipollas perdió una joya por algo menos valioso, ya se arrepentirá.
Le dediqué una costosa sonrisa y sequé otra vez las lágrimas que no paraban de asomar por mi rostro. Aún no creía todo lo que estaba pasando, Zayn y yo estábamos tan bien y de repente me deja por otra para ahora irse al altar.
Siempre creí sus mentiras, sus te quiero, sus eres perfecta y sus te amos. Siempre me los creí cómo una completa estúpida, pero a decir verdad, me gustaría volver a creérmelos otra vez. 
Eché mi cabeza hacia atrás y admiré el techo blanco de mi habitación. Me trajo tantos recuerdos.
Recuerdo cuándo venía a mi casa y pasábamos la tarde tirados aquí admirándolo, sin decir una palabra, no hacía falta, estábamos perfectos, o al menos para mi.
Llegué a pensar lo diferente que podría haber llegado a ser, pero cuándo una se enamora piensa lo mejor de ese chico, y eso le tocó a Zayn ésta vez conmigo.

Caminaba poniendo mis manos por delante para no chocarme con nada, por suerte por ahora no lo había echo. Oí a Zayn reírse.
—Vamos, quítame la venda ya—Dije molesta. Él volvió a reír.
—No, todavía no hemos llegado—Murmuró y siguió guiándome a ciegas. La verdad, estaba realmente nerviosa por lo que él me tenía preparado. No tenía ni idea.
Paró después de estar cinco minutos caminando y se colocó frente mía. Ahora mi corazón iba a mil.
Sentí cómo me quitaba la venda y abría lentamente mis ojos para ver una manta acompañada de una cesta de picnic. 
Era de noche y las velas ambientaban perfectamente aquel ambiente. Sonreí cómo nunca antes y lo miré.
—¿Te gusta?—Me preguntó tímido. Yo asentí.
—¡Dios Zayn me encanta!—Me tiré encima de él y éste comenzó a dar vueltas.
Capturó mis labios y luego me miró a los ojos.
—Vanessa, eres la chica más perfecta no sabría que hacer si no te tengo a mi lado—Susurró. Noté cómo mis pelos se erizaban al escuchar lo que él había soltado. Me sonrojé y aparté mi mirada de él.
—Yo..—Colocó su dedo en mis labios, provocando que callara. Agarró mi brazo y me guió hacia aquel pequeño mantel.
Me senté y él también a mi lado. Abrió la cesta y sacó dos cajas de pizza. Comencé a reír y él me miró divertido.
—¿De qué te ríes?—Preguntó haciéndose el ofendido.
—Era muy raro que tú preparadas la comida—Reí. Abrió la caja y comenzamos a comer de aquella pizza, estaba deliciosa, había pedido mi favorita.
Después de comer casi todo lo que él había traído nos tumbamos bocarriba, ahora admirando el mar de estrellas que había encima de nosotros.
—Que bonito—Murmuré. Sentí cómo el acercaba su mano a la mía y la entrelazaba. Giré para mirarlo y me sorprendí al ver que él ya lo hacía.
—Cómo tú—Sonreí. Sabía que nadie podría sustituír lo que Zayn me había echo sentir en tan poco tiempo.

Sonreí triste. Y ahora me encontraba llorando por él. Nunca me imaginé que alguien cómo él hubiera llegado a hacerme tanto daño, nunca pensé en nuestro final. Simplemente disfrutaba de nuestro momento, hasta que se acabó.
—¿Cuándo se casará?—Pregunté de repente. Amy abrió sus ojos y comenzó a ponerse nerviosa.
—No creo que lo debas saber—Sonrió incómoda. Yo tan solo me encogí de hombros.
—Amy, me da igual ya. Dime—Insistí. Sabía que estaba poniendo a mi amiga contra la espada y la pared, pero la curiosidad me mataba. Noté cómo ésta tragaba saliva.
—Hoy—Contestó.
Noté cómo el corazón me dejaba de latir en ese momento ¿Había oído bien? Sentí cómo los ojos se sumergían en un lago de lágrimas que luchaban por salir de ellos. Negué varias veces y los cerré fuertemente para prohibirles el paso a dejarme ser más débil.

No sabía el por qué Zayn me traía a éste lugar, estaba nerviosa. ¿De qué quería hablar? Lo vi acercándose a mi, lo notaba nervioso. Pero no lo estaba más que yo.
Me miró y me sonrió, pero esa sonrisa no era de las que él siempre lucía, era completamente diferente. 
Me extrañó que no me saludara con ningún beso, y menos sin un abrazo, eso hizo que apareciera un leve ardor en mi interior.
—Vanessa—Me nombró. Levanté mi mirada para ahora verlo—Yo...es decir—Suspiró—Tenemos que cortar.
Quedé quieta, bajé lentamente mi mirada petrificada hasta el suelo. Sentí cómo mis manos comenzaban a temblar y cómo en mi interior algo dejaba de vivir. Me sentía cómo un ser muerto en un mundo de vivos.
—Vanessa—Volvió a nombrarme, pero ésta vez con más pena en su tono. Acarició mi brazo pero se lo aparté bruscamente.
Levanté mi rostro enseñándole así mis ojos bañados en lágrimas. Éste comenzó a negar.
—¿Por qué?—Pregunté con un hilo de voz. 
—Yo...
—¡Por qué!—Chillé ésta vez. No quise ninguna explicación, giré sobre mis talones y huí de allí lo más antes que pude.


Sin duda, fue el peor día de mi vida. Me atormenta tenerlo siempre presente en mi mente, pero no puedo evitarlo. No quise a nadie la mitad que quise yo a Zayn.
—¿Él te dijo el por qué?—Preguntó Amy, pero yo negué.
—No le dejé terminar—Susurré.
—¿Qué? ¿Eres idiota? A lo mejor hay alguna razón por la que ahora se esté casando—Exclamó cabreada. Quedé callada por un momento ¿Y si eso era verdad?
—No creo. Zayn no me quiere y punto.
—Un chico no puede casarse así porque sí con una chica después de dos semanas cortar con su novia—Explicó lógica. Tragué saliva.
—Yo..
—Tú nada—Se dirigió hacia mi armario—Ahora vas a coger el mejor vestido que tengas e irás a esa boda cómo Dios manda—Dijo.
Sonreí, quería ir pero ¿Qué hacía yo allí? Zayn se reiría de mi, y esa chica con la que se va a casar también.
—¿Y qué voy a hacer Amy? No puedo hacer nada—Mi amiga giró sobre sí misma y me miró con una pícara sonrisa.
—Claro que puedes—Me tiró el vestido y se acercó a mi para contarme todo lo que tenía planeado.
No negaba que fuera un mal plan, pero estaba aterrorizada, todo el mundo me tomaría por una loca.  Comenzó a maquillarme y a peinarme, tardó al rededor de una hora, pero no me importó.
Estaba más concentrada en lo que en horas iba a hacer.
—Y...¡Listo!—Añadió cuándo terminó. Me giró sobre la silla y me admiré en el espejo. Me quedé impresionada, no sabía que iba a quedar así de bien, ni que mi amiga fuera tan buena maquilladora—Ahora, vamos que llegamos tarde—Dijo mirándo hacia su reloj.
Asentí y a paso rápido la seguí. Nos metimos en su coche y arrancó nada más sentarnos. Admiraba el paisaje que pasaba rápido ante mis ojos, estaba nerviosa, dentro de poco iba a estallar y nadie lo notaría.
Después de una media hora dentro de aquel coche, mi amiga se dignó a parar en frente de una gran iglesia. Suspiré. Me moría de nervios por cada paso que daba para adentrarme en aquella casa pero me aterrorizaba aún más otra cosa ¿Quién era esa chica?
Miré hacia Amy y ésta me levantó los pulgares en forma de que lo iba a hacer bien. Cogí aire y me adentré en la iglesia.
Se me rompió el corazón ver a Zayn compartir altar con otra chica que no fuera yo, pero más se me rompió al ver que Perrie era su acompañante.
Me sorprendió bastante, Zayn me había comentado el odio que tenía hacia ella pero nunca me explicó el por qué, pero ya veo que ese odio desapareció rápido.
Negué con la cabeza, no podía, simplemente no podía romper aquella relación por mis sentimientos, aunque fueran muy grandes. Giré, pero antes de correr para salir de ahí, Amy me agarró del brazo.
—¿Y tú Zayn? ¿Quieres recibir a Perrie cómo esposa y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así amarla y respetarla todos los días de tu vida?—Quedé callada al escuchar aquella frase, y parece que Zayn también lo hizo.
Vi cómo éste se ponía nervioso y miraba hacia todos lados. Agachó su mirada y sin mirar a su futura mujer añadió.
—Sí, quiero—Susurró. Sentí cómo algo dentro de mi se rompía en pedazos. El cura sonrió.
—El que se oponga a ésta reunión que hable o que calle para siempre—Ya era la señal. Amy me miró nerviosa, cogí aire y levanté mi mano. El cura me miró sorprendido.
—Yo me opongo—Dije seria. Zayn miró hacia mi cuándo escuchó mi voz. Tensé mi mandíbula, nerviosa. En aquel momento todo el mundo me estaba mirando, pero Zayn sonrió al verme.
Perrie frunció el ceño.
—¿Quién es esa puta?—Le gritó a Zayn. Yo sentí cómo en ese momento quería desaparecer.
—Mi verdadera novia—Escupió. Abrí mis ojos y una sonrisa comenzó a aparecer en mi rostro—No estoy tan loco cómo para casarme contigo—Dijo. Miró hacia mi y comenzó a caminar por aquel pasillo dejando sola a Perrie en el altar—Si me voy a casar con alguien, que sea contigo Vanessa—Extendió su brazo y lo agarré.
Miró hacia mis ojos. Cómo echaba de menos verle, tocarle, sonreírle y sobre todo besarle. Me sonrojé, pero en ese momento me daba igual.
—Eres lo más perfecto que me ha pasado en la vida y nunca me cansaré de decirlo—Susurró—A sí que—Se arrodilló y sacó un anillo. Tapé mi rostro, en cambio Perrie estaba echando humo por las orejas—Vanessa ¿Quieres casarte conmigo?—Miré hacia Amy y hacia todas las personas que estaban admirándonos en ese momento. Unas emocionadas y otras incrédulas, pero me daba igual. Por fin estaba con Zayn y eso era lo que quería.
No pude evitar que una lágrima brotara de mi ojo y asentí.
—Si quiero—Susurré. Él sonrió y colocó el anillo en mi dedo. Me cogió y comenzó a dar vueltas sobre sí mismo. Paró y besó mis labios cómo nunca antes lo había echo.
—Dios Vanessa—Susurró. Me soltó y se colocó en medio del pasillo—¡Te amo!—Chilló y corrió hacia mi para abrazarme otra vez.

Hola!: