Los Mejores Amigos [ Logan Lerman] 2da Parte

Selena me ayudo a levantar a Hamber del sillón. Juntas la llevamos al baño de arriba y le llenamos la bañera para que se metiera, tratando de agasajarla y animarle todo lo posible. Pero ella solo asentía y decía muy pocas palabras, sus ojos estaban perdidos, rojos e hinchados después de todo lo que había llorado en el velorio de Nate, durante el entierro y los siguientes días. Dos semanas para ser exactos. Dos semanas desde que él había muerto, dejando plantado el dolor y la depresión en la vida de mi mejor amiga.

Había ocasiones donde teníamos que obligarla a comer, a que se dé una ducha o simplemente que nos preste atención. Peter y Selena seguían tan preocupados por ella como yo lo estaba, pero ¿Qué le podía decir? Simplemente, no podía ponerme en el lugar tan duro que estaba pasando. Nate, su novio, el cual amaba con locura, el que había entregado el corazón sin condiciones, había muerto hace tan poco, y se sentía como si hubieran sido hace meses.

Peter y Selena se quedarían un tiempo, hasta ver que ella mejorara. En cambio yo, me quedaría todas las vacaciones para hacerle compañía, para tratar de hacer que se divirtiera y olvidara por algún momento el dolor que la estaba consumiendo. Pero nada parecía mejorar, y dudaba que pudiera superar lo de Nate en dos meses.

- ¿Crees que deberíamos dejarla sola en la bañera? - me pregunto tímidamente Selena mientras cerraba la puerta del baño.

- No lo sé - conteste suspirando - Pero tampoco creo que quiera que estemos observando cómo se baña, así que deja un poco la puerta abierta para venir a vigilarla.

Ella asintió y, sin hacer ruido, hizo mis indicaciones. Ella se quedaría cerca para vigilar sus movimientos, por lo tanto le dije que iría a hacer el almuerzo. Levanto las cejas algo extrañada. Bueno, supongo que en un año ella se había perdido bastante de mi vida, al menos ahora podía cocinar sin quemar algo, aunque tampoco era tan buena cocinando.

Esas dos semanas, Selena y Peter estaban obligados a cruzar palabra conmigo por el bien de Hamber, al igual que yo también estaba obligada. ¿Seguiríamos ignorándonos y dejando que el rencor surja? Claro que no, debíamos actuar maduramente para ayudar a nuestra amiga del pozo de donde se encontraba, no podíamos ser malditamente egoístas en algo así

Me encontré con Peter en la cocina, cortando algunas verduras mientras escuchaba la música de Stereophonis. Maybe Tomorrow, recordaba la letra de esa canción a la perfección. Después de todo, era mi preferida. Tiempo atrás, había sido él quien me había llevado a mi primer concierto de aquella gran banda. Había sido su regalo por nuestros seis meses, por nuestro medio año juntos. Dudaba que él lo recordase.

- So maybe tomorrow, I find my way home – canto con su dulce voz. Peter siempre había cantado a la perfección, por más que no tomara ninguna clase de canto en toda su vida. El cantaba a la perfección de todas formas.

- I look around at a beautiful life, been the upperside of down, been the inside of out – continue cantando. El se sobresalto al verme allí. Pero de inmediato siguió cantando conmigo – But we breathe. We breathe

La canción siguió sonando, pero ninguno de los dos cantaba ya. Me dispuse en comenzar a hacer algunas hamburguesas que quedaban en el freezer de la heladera. Yo no estaba aquí para cantar canciones con mi ex novio, estaba aquí para cuidar a Hamber, aunque por una parte, sentía que era mi descanso y mi alejamiento de Logan. El solo pensar en el, entristecía todo lo que había en mí, me hacia recordar todo lo que habíamos pasado juntos, dándome el amargo sabor de traición y desilusión. El estaba en New York, con sus asuntos de la empresa familiar y también disfrutando su soltería con Freddie y James. Olivia y el rubio aun no habían vuelto del todo ¿No? Y James estaba soltero también. Los tres harían de las suyas, acostándose con cualquier puta, bebiendo y drogándose como los imbéciles que eran.

Recordé su sonrisa, recordé sus labios sobre los míos, recordé la noche donde hicimos el amor. Y también recordé cuando estaba revolcándose con otra.

No necesitaba nada de eso, no necesitaba recordar todas esas mierdas. Sola debía superarlo, sola debía seguir adelante. Había cosas peores, tales como les había sucedido a Sam y a Hamber, con las pérdidas de sus seres amados.

Cuando las hamburguesas estuvieron listas, las coloque en un plato dejándolas aparte. Tome mi laptop que estaba arriba de la mesa y me dirigí al patio para revisar mi correo. A Peter poco le importaba si yo estaba allí o no, si seguía ayudando o cualquier cosa que hiciera, suponía que seguía ofendido por la forma en que lo había mandado al diablo cuando intento abrirme los ojos. Bien, yo me había ido a la mierda, pero era bastante mi orgullo que no dejaba que me disculpe.


Me senté en unos asientos de mimbre que había en el patio y coloque la laptop sobre mis piernas. Abrí el correo y observe sorprendida un correo de Sam.


“Querida Bella:



No he querido telefonearte, no se simplemente como hacerlo sin que se me quiebre la voz por lo que estoy a punto de contarte, pero puedo asegurarte que escribir este e-mail será más sencillo.

He encontrado una caja llena de los diarios de Samantha dentro de su placar. Sé que deberás pensar que fui un mal hermano por husmear entre sus cosas, pero quería saber que era lo que sucedía con ella para llegar a tal decisión, quería saber que era lo que le pasaba cuando yo no estaba, o que cosas sucedían por algo que no se atrevía a contarme a mi o a mi madre.

Samantha estaba perdida e irrevocablemente enamorada de un chico, se llama Edward Stewart. Lo conoció en su clase de piano hace dos años atrás, y al compartir ese amor al instrumento tan precioso y maravilloso para ellos, nació una amistad entre ellos. Pero Samantha lo amo desde el primer momento en que se vieron a los ojos. Sonrió al pensar que con doce años ya estaba enamorada, ya escribía soñando que se casarían y tendrían la casa llena de niños corretear. Claro que ella tenía esa expectativa cuando pudiera volver a caminar…algo que jamás llego, y bueno, ya sabes el resto.

También escribía sobre mi relación con Emma, como le afecto que no volviésemos, como le dolió y la traición que sintió cuando le explique qué Emma me había engañado con mi mejor amigo. Pero luego descubrí algo sorprendente. Emma iba a mi casa casi todos los días cuando yo tenía entrenamiento de football o salía con mis amigos por ahí, por eso ella había dejado de ir ciertos días a la práctica de porristas. Era para ir a ver a mi hermana.

Supe también, que Emma jamás me había sido infiel, y que era un estúpido truco que había usado aquel infeliz que se hacía llamar mi mejor amigo, mi casi hermano. No sé exactamente porque te estoy escribiendo esto cuando en verdad debes odiarla por todo lo que paso con Lerman, pero algo raro despertó en mi. Supongo que todo el amor que tenia por ella, había muerto con solo saber que ella me había traicionado, y la seguridad que podría hacerlo otra vez. Hable con Emma, ella está en Ohio de vacaciones. La verdad, no sé si volveré con ella. Fue mi primer amor, mi primer novia enserio. Fue muchas cosas importantes, como mi primera vez también. Realmente, no sé qué demonios debo hacer. Si no es mucho pedir, querría un consejo de tu parte.

Disculpa, me desvié del tema. La cuestión es que Samantha estaba muy enamorada de este muchacho, en cambio el, era el típico idiota jugador de básquet que no se mostraba el mismo como hacía con mi hermana, sino que era otro tipo en la escuela, un brabucón y mujeriego con varias chicas, y solo por mantener a Samantha a su lado, le coqueteaba, la ilusionaba con la misma facilidad que hacía para desilusionarla cuando andaba con una chica distinta cada día. Ella tardo en darse cuenta de aquello, tardo en darse cuenta de que si ella dejaba de ser su amiga, el no podría tener a nadie con quien contar, con quien mostrarse quien era realmente. Así que se alejo, tratando de sanar por si misma su corazón y tratando de salir adelante sin ayuda de nadie. Salvo Emma, quien era la única que sabía de esto.

Aquello fue un golpe duro para Edward, así comenzó a tratarla indiferente, la ofendía a tal punto que hacia llorarla cada vez que recordaba las palabras que usaba. La humillaba delante de toda la secundaria y le hacía recordar su discapacidad a cada momento. Incluso la tiro en una piscina en una fiesta de la cual había asistido por simple cortesía. No se imaginaba que la habían invitado para que sea el centro de todas las burlas.

Samantha casi muere ahogada, suerte que unos muchachos, al ver que ella no podía nadar por su discapacidad, la sacaron de allí, tratando de calmarla mientras ella lloraba descontroladamente. Llamo a Emma y le pidió quedarse en su casa. Eran al principio del año pasado, antes de que Emma se mudara a New Haven.

Desde ese día, Edward jamás volvió a decirle palabra alguna, ni siquiera se disculpo por haberla casi matado. Luego que ella se enterase que existía una posibilidad para poder caminar, Edward le dijo que en verdad también estaba enamorado de ella, que siempre había sido ella en su vida, pero que no podía estar con ella por ser simplemente una muchacha paralitica, por no ser una porrista, por no poder usar sus piernas como una persona normal. Así que Samantha espero ansiosa la operación, y en cuanto le dijeron que no volvería a caminar, se deprimió, porque pensó que jamás podría encontrar a alguien quien la amase, que jamás podría tener hijos, que jamás podría volver a sentir sus piernas, que jamás podría estar al lado de Edward.

No volvió a la escuela, se rehusaba ir. Edward le telefoneo, para saber las novedades y del porque no asistía a clases, a lo que ella le respondió que jamás volvería a caminar y que era mejor que la dejase en paz porque ya no quería saber nada mas de él ni de nadie. No espero su respuesta y corto, por mas llamados y visitas que recibía de él, se negaba a contestarle o a dejar que el subiera hasta su habitación o donde ella se encontrara.

Samantha no tenia viva. Dejaba de comer y baja de peso rápidamente. Mi padre no podía mirarla a los ojos cada vez que ella le dirigiera la palabra, mi madre le sonreía tristemente y la escuchaba llorar casi siempre. Yo no estaba allí, yo estaba lejos. Su única amiga, Emma, se encontraba también estudiando en otro estado. Fue cuando tomo la decisión de terminar con la vida de depresión y desilusión que llevaba. Fue cuando decidió que no quería esperar pasar los años y seguir escuchando las falsas esperanzas de mi madre diciéndole que irían a ver una segunda opinión, porque estaba más que segura que no volvería a caminar. Los mejores doctores del mundo la habían atendido, y si ellos decían que no volvería a dar un paso, ella así lo creía.

Samantha se despidió en su diario, segura de que alguien lo encontraría y lo leyera. Dijo que amaba a mi madre, que amaba a mi padre. Les pidió perdón por no ser la hija que ellos hubiesen querido. Le dijo a Emma que ella seria por siempre su mejor opción para que sea su cuñada, que era su mejor amiga, y que la adoraba con toda su alma. Dijo que me amaba, que era un ángel que iluminaba su vida y sus días tristes, dijo que era el mejor hermano del mundo y que la perdonase por lo que haría, pero que era lo mejor para todos, lo mejor porque ya no tendrían otra carga que soportar los demás.

He llorado desde hace tres días, cuando termine de leer. No sé qué hare si llego a tener frente a frente a ese tal Edward Stewart. No sé si lo asesinare porque por su maldita culpa, mi hermana no está conmigo en estos momentos.

No sé como exactamente seguir, solo sé que si perdiera a alguien más en mi vida, no podría soportarlo y terminaría con mi vida propia.

Tal vez no te conozca mucho, Bella, pero sé que en tus momentos de depresión no te importa una mierda el mundo y quieres aliviar el dolor que llevas dentro, quieres satisfacer a esas viejas y a esas recientes cicatrices en ti, solo te pido que no hagas nada estúpido, que abandones a nadie, porque todos los que te conocen, todos aquellos que son tus amigos y familiares te aman. Incluso Lerman aunque no lo quieras creer. Y… bueno, esto no me incumbe, pero perdona a Selena ahora que puedes estar con ella estas vacaciones, perdona a Peter y deja tu orgullo al lado para pedirle perdón. Abraza y sostén a tu amiga Hamber, que está pasando por un momento difícil. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, recuerda eso, por favor. Se fuerte, es tu mejor virtud.

Te quiero, Bella. No lo olvides.


Sam

PD: Emma me confirmo que no sabía nada que eras la novia de Lerman cuando se acostó con él. No me mentiría, no creo que lo haría. Así que reconsidera tus sentimientos y pensamientos hacia ella, por favor.”




- Bella, ya está la comida – dijo Selena sacándome de mis pensamientos.

Simplemente deje caer la laptop y comencé a llorar inevitablemente. Llore por el dolor de Samantha, llore por el dolor de Sam, llore por Selena, llore por Emma y por Logan.

No podía entender como le sucedían esas cosas a una muchacha de solo catorce años, como podía sufrir de aquella manera tan cruda y ruin. Desee poder volver el tiempo atrás e intentar acercarme más a ella, contarle mi patética historia y que al menos sintiera que no estaba tan sola como creía, hacerla sentir segura y protegida.

Sentía que toda la vida que había llevado, todas las veces que me había cortado, todas las veces que había estado obsesionada con mi cuerpo, todas las veces que le di más importancia a los comentarios de mi familia, el abandono de Víctor y el dolor que habían causado en mi Chace y Peter, era nada comparado a lo que ella había sufrido. Me sentía una egoísta, una niña estúpida que se larga a llorar por un uña rota, cuando Samantha estaba en un abismo de tristeza y soledad. Me sentía furiosa conmigo misma por ser tan estúpida. ¿Y si yo hubiera seguido por el mismo camino que Samantha? ¿Haría sufrir a todos como Sam estaba sufriendo por ella?

- ¡Bella! ¿Qué pasa? ¿Qué sucede? – exclamo preocupada Selena - ¿Por qué estas llorando?

- ¿Bella? ¿Selena? – escuche a Peter acercarse - ¿Qué tanto hacen afu…? ¿¡Bella!? ¡Oh, mierda! ¿Qué paso? – dijo el de la misma forma que su novia.

- ¿Por qué tardan tanto? – susurro Hamber desde adentro. – Oh, Bella.

- Estoy bien – dije con la voz roto y ahogada en llanto – Solo… solo necesito llorar un poco, es todo.

- ¿Qué? No puedes llorar así de la nada ¿Es por Lerman? ¿Te dijo algo? ¿Te enteraste de algo?

- ¿Logan? ¿Qué sucedió con él? – murmuro Hamber sin entender, al parecer ella seguía sin enterarse de nada.

La rubia se acerco hasta mi laptop, la cual estaba tirada a mis pies, y comenzó a leer el mensaje de Sam. Se sentó en una de los asientos de la pequeña mesa que había afuera, impactada por lo que leía.

- Oh, por Dios… pobre niña – murmuro sin aliento derramando algunas lagrimas

- Bella, por favor, deja de llorar. No me gusta verte así – susurro Selena, acercándose para darme consuelo.

Hice algo que jamás pensé en volver hacer, hice algo que hace tiempo atrás no hacía. Abrace a Selena, cubriendo mi rostro en su hombro y dejando salir todo el dolor. Ella tardo en devolverme el abrazo, pero simplemente me acaricio el cabello, murmurando que todo estaba bien, que todo iba a ir bien, que llorara para descargarme y dejara de oprimir el dolor. Le pedí perdón, perdón por haber sido tan rencorosa y egoísta con ella, por no ser buen amiga y no estar cuando ella me necesitaba.

Al separarnos, Selena estaba sonriendo y soltando algunas lagrimas.

- Pase lo que pase ente nosotras, siempre pero siempre serás mi mejor amiga, Isabella. Y también lo siento, porque me equivoque al dejarte allí plantada. Quizás debí mandar al diablo a Peter – rio y desvió su mirada a su novio – Quizás debí quedarme contigo, decirte que quería estar con él si él me daba la oportunidad, y no dejarte en el estacionamiento, llorando como una Magdalena. Y perdón, perdón por todas las veces que no actué como una mejor amiga. Te decepcione tanto como me he decepcionado a mi misma y…

- ¡Oh, por Dios! Siempre tienes que dar el testamento más grande del mundo – la regaño Hamber sonriendo y llorando también – Solo abrázala y dale tu amor, que se conforme con eso.

Todos reímos y volví a abrazar a Selena. Había olvidado, lo bien que se sentía abrazarla. Había olvidado lo mucho que siempre la había querido.