Los Mejores Amigos [ Logan Lerman] 2da Parte

Sentí miedo, miedo al no poder volver a esas noches, a esas tardes y a esos días donde éramos los ocho juntos, los ocho que se sentaban en la playa con una fogata a tocar la guitarra y comer pizza por más que fuera invierno. Donde jugábamos a las cartas y hacíamos las prendas mas estúpidas del mundo, donde nos confesábamos recuerdos de nuestra vida. ¿Y si esas cosas nunca volvían porque yo no quería estar cerca de Logan? ¿Logan seguiría con ellos y yo me quedaría marginada? Entonces entendí, que no quería alejarme de ninguno de ellos, ni de Logan. Eran mis amigos, mis compañeros de la risa y de canciones que cantábamos a gritos. Entendí el miedo de todos.

Deje que unas lagrimas se derramaran por mi mejilla, y acepte la mano que Freddie me tendía una vez que se paro. Me incorpore y, sin poder evitarlo, lo abrace con fuerza, odiando toda la situación de mierda que estaba sucediendo. ¿Por qué tenía que pasar esto? ¿Por qué no supe cómo podría terminar sabiendo cómo era Logan? ¿Por qué deje que otro hombre me enamorara? Si hubiera sabido desde el principio que todo esto terminaría así, no hubiera aceptado siquiera sentir algo mas allá de amistad hacia él, no hubiera caído en la trampa como una idiota, no le hubiera entregado mi pureza. Amaba a Logan, lo amaba demasiado, pero no estaba segura de perdonarlo. No quería estar lejos de él, pero al mismo tiempo quería que estuviera a kilómetros de mi. No sabía que mierda era lo que quería, y me molestaba demasiado. Solo había sentido estas sensaciones cuando Chace había roto mi corazón, cuando quería que desapareciera de la faz de la tierra, pero que quería que siguiera allí presente, en los pasillos de la escuela para aunque sea verlo de lejos. Quería tenerlo cerca por mas que no nos dirigiésemos las palabras, o por más que estuviéramos tan lejos al estar tan cerca. Estaba muy confundida.

- Esta todo bien, Bella – susurro Freddie a mi oído – Todo va a estar bien.

- Estoy confundida – dije entre llantos – Soy una idiota. No debí haberme enamorado de él.

- No, Bella, no eres una idiota. Eres humana y es comprensible que te enamores a veces de las personas equivocadas. Tranquila, descárgate.

Y así lo hice, me descargue, llore demasiado, al igual que los días anteriores cada vez que se me venía la imagen de Logan con la otra mujer, cada vez que recordaba sus palabras cuando me dijo que tenía aventuras, cuando escuche la voz de Peter confesándome aquello que me destruiría. No podía armar la barrera donde mis emociones estaban protegidas, no podía sonreír falsamente como siempre lo había hecho cuando algo me hacia sufrir. Quería llorar, las veces necesarias para saciar el dolor y que disminuyera, solo que pareciera que iba aumentando atreves del tiempo y atreves de cada lagrima que derramase. Pero no quería contenerlas, aquello me haría peor y significaría mas cortes que de lo común. Aun me dolían los brazos, no como antes, pero me dolían. Estaba harta de ver más cicatrices en mi brazo, pero era lo único que podía hacer para distraer el dolor interior. Era lo único que podía mantenerme en pie. Se había convertido en mi sostén estos días, que temía que se volviese costumbre y llegase a pasarme de la raya, poniendo en riesgo mi vida nuevamente.

No quería morir, quería ver crecer a Leila, a Ignacio, a Marín y a Alma. A mis pequeños monstros. Quería ver con mis propios ojos que Annie se estaba casando finalmente. Ver a Grace y Christian pelear por cualquier cosa y luego reírse y abrazarse por lo tontos que habían sido. Ver que Georgiana y Bruno pudieran seguir adelante sin el problema económico que los atascaba. Ver el día en que Anahi y yo nos llevásemos bien y podamos hablar libremente, sin ninguna discusión de por medio. Ver una sonrisa de felicidad siempre en el rostro de Gladys como últimamente pasaba. Ver a Connor graduarse de la Universidad y seguir con su carrera de futbolista. Incluso, quería ver a Víctor, abrazándome y diciendo que me amaba, que seguía siendo su hija preferida como tiempo atrás lo había hecho.

Quería ver siempre la sonrisa de Logan.

Y muerta no lo podría conseguir.

Me separe de Freddie cuando empecé a escuchar gritos cerca de nosotros. Nos miramos extrañados y caminamos con rapidez hacia donde provenían. Me sorprendió el hecho de ver a Emma y a Natasha discutiendo e hiriéndose verbalmente, Brie y Olivia trataban de calmarlas pero pareciera imposible que eso sucediera. Mas personas comenzaron a asomarse para observar bien la pelea. Cuando estuve al frente, pude escuchar todo lo que decían.

- ¡Eres una maldita zorra! ¡¿Te crees que por ser hermosa puedes pasar por encima de todos?! ¡No eres más que una puta barata y fácil y eso todos lo saben! – Le grito Natasha empujándola.

Wow, enserio, wow. Natasha nunca era así, y cuando digo nunca, es nunca. Freddie siempre decía que cuando ella se enojaba había que mantenerla lo más lejos posible. Su hermana era de carácter dulce y simpática desde el primer momento en que la conocí, pero pocas veces la había visto enojada por algo, pero esto pasaba los límites de lo que había visto en el pasado, o lo que yo pudiera llegar a imaginarme. Natasha estaba fuera de control ahora que tenía enfrente a Emma para decirle unas cuantas verdades.

- ¡Yo no soy ninguna puta! ¡Así que no vengas a decir mierdas de mi si es que en verdad no me conoces! – se defendió Emma devolviéndole el empuje – No sé por qué diablos vienes aquí si solo quieres causar problemas.

- ¡Vengo aquí, a decirte todo lo que te tuve que haber dicho! ¡No sabes a cuantas amistades y relaciones haz destruido por pasarte por ahí pensando que puedes tomar todo lo que quieras! ¡Ni siquiera tienes códigos y limites! ¡Y sabes bien a lo que me refiero!

Emma me miro de reojo al igual que Natasha. Me puse incomoda, por el hecho de que todos podrían descubrir que era por mí. No es que todos me conocieran o supieran que Logan me había engañado, pero sabían de qué Logan era mi novio – bueno, ahora ex – y que era el centro de atención de varias chicas del campus.

- ¡Ya te dije que fue lo que paso! ¡¿De acuerdo?! Queda en ti creerme o no, pero te advierto que no voy a dejar que me basurees por algo que simplemente no te incumbe…

- ¡Por supuesto que me incumbe! ¡Estamos hablando de una de mis mejores amigas y no voy a permitir que por tu culpa todo se vaya a la mismísima mierda!

- ¡Maldita sea, Natasha! Solo sigue tu camino y déjame en paz, bastantes problemas tengo como para sumarle toda la mierda que me estas lanzando.

- ¿Y qué hay de ti? Lanzaste mierda por todos lados, hiciste muchas cosas que de verdad me tienen cansada ¿Qué es lo que estas buscando? ¿Estas buscando sacarle todo lo que alguna vez fue de ella?

- Nunca hice ni quise hacer algo parecido – murmuro Emma realmente herida – No conoces nada, pero ¡Nada de mí! ¡Así que no me vengas con esas cosas porque no sabes tampoco lo que yo sentía o pensaba! ¡Porque eres una inmadura de mierda que no tiene nada que hacer que ocuparse de los problemas de los demás! ¡Y solo estas malditamente celosa porque me acosté con Daimon, cosa que tu no podrás porque eres una maldita virgen!

Natasha no respondió, bueno, no respondió del mundo en que esperaba, sino que salto arriba de Emma, golpeándola y tirándole los pelos. Emma no se quedo atrás y también la tomo de los pelos sacándola arriba suyo y colocándose arriba de Natasha, intentando golpearla mientras esta hacia cualquier cosa para esquivarla y golpearla. Oh mierda ¡Esto se estaba yendo de control! Estaba tan impresionada de ver esto, ósea ¡Era Natasha! ¡Esa chica dulce y comprensiva que daba las sonrisas a todo el mundo! ¡¿Qué el mundo se había puesto de patas para arriba?!

Golpee el brazo de Freddie gritándole que las separara, al parecer el también había estado en shock al verla a su propia hermanita golpear a la rubia ojiazul. Intentamos separarlas, pero recibimos golpes y rasguños los dos. Estaba tan cansada que decidí dejar que se mataran ¿Por qué no era tan fácil como cuando había separado a Daimon y a Freddie? Enserio, los chicos eran más simples de separar. Un gran golpe en la cabeza y una patada en las pelotas era más fácil.

Logan, James y Daimon llegaron a tiempo para ayudar al rubio a separarse. Daimon y Freddie agarraron a Natasha quien seguía luchando en sus brazos con la idea de sacarle más pelo a Emma de lo que ya le había sacado. Natasha tenía parte de la cara rasguñada y el labio roto, mientras que Emma tenia la nariz rota y un gran rasguño en la sien.

- ¡Oh pero santa mierda! ¡Miren como quedaron! – exclame horrorizada - ¡Y ustedes lárguense! ¡Antes que venga algún directivo y…!

- Eso no será necesario, señorita Evans – escuche al director decir. Oh, puta madre. – Las quiero en mi oficina, señorita Dalle y Stridder.

- Pero…- comenzaron a replicar.

- ¡Ahora! ¡Y vuelvan a sus clases! ¡Es increíble que esto suceda el ultimo día! – exclamo molesto mientras se pasaba la mano por su cabello.

Bueno, después de tantas peleas que había presenciado en el año, una tenía que ser descubierta ¿No? ¡Pero justamente tenía que ser la de Natasha y Emma! AL menos esperaba que Olivia hablara con su tío para que no tomara medidas graves en el asunto.

Los chicos acompañaron a las dos hasta la dirección, yo preferí quedarme allí, y tratar de respirar profundo. Hasta que escuche la risa de Cat acercándose.

- ¡¿Viste eso?! ¡La barbie estaba siendo sacudida en el polvo por tu amiga! ¡Valla que tiene un gran puño!

- No es gracioso, Cat – refunfuñe molesta.

- Oh, vamos ¿No me vas a decir que te encanto ver como se peleaban? Esa rubia oxigenada por fin tuvo lo que se merecía.

Negué la cabeza dejando una media sonrisa, no es que me gustase que golpearan a Emma, pero me divertía el hecho de que sea Natasha quien la dejara destrozada.

Solo faltaba el almuerzo y unas cuantas horas para largarnos finalmente, pero decidí que me lo saltearía para ir a la enfermería a que me curasen el enorme rasguño que tenía en el cuello, que en ese momento estaba sangrando un poco. Cat me acompaño hasta la puerta y luego se despidió de mi para encontrarse con su novia en el almuerzo. Me senté en la camilla y espere a que apareciera la enfermera, mientras tanto me puse una gasa en la herida. Suspire, este día era de locos.

Pocos minutos después, Emma y Natasha aparecieron con caras largas y molestas, acompañadas por cada brazo que era sujetado por la enfermera. Los chicos estaban en la puerta. Baje la cabeza al sentir sus ojos en mí, lo que menos quería era que me mirase de esa manera que el solo podía tener.

- No me digas que tu también te peleaste, jovencita – resoplo la enfermera Clove.

- En verdad, trate de separarlas y alguna me rasguño, y no deja de sangrar – dije sacándome la gasa.

- ¡Pero mi Santo Cielo! – exclamo – Espero que no sea profunda, de lo contrario debo darte algunas puntadas.

- No creo que sea para tanto – le reste importancia – Creo que debería preocuparse por las rubias – señale con humor.

- Eso mismo hare – sonrió la enferma - ¿Y ustedes? Es hora del almuerzo así que váyanse – dijo poniendo unas manos sobre sus caderas – Se van a morir de hambre, y para su edad no es aconsejable ¡Vamos! ¡Muevan esos músculos que todavía son jóvenes y no una vieja como yo! – bromeo y los muchachos le sonrieron.

- ¡Pero si usted es hermosa! Hasta podría hacerse pasar por mi hermana menor – dijo Freddie sonriéndole.

- Dalle tiene toda la razón, señora Clove. Usted parece tener la edad exacta de mi hermana menor – comento Lerman.

La señora Clove se rio y los acompaño hasta la cafetería, asegurándose de que no volvieran. Me hizo prometer que mantendría a la raya a las dos rubias y le correspondí de buena gana, era una señora muy amorosa con todos, así que un favor hacerle no me haría mal. Se podía escuchar los halagos que todos le hacían, y ella reía gustosamente al saber que estaban haciendo lo imposible por quedarse. Sabía que no lo hacían en forma de burla, sino que querían consentir a esa mujer que por momentos se veía triste y perdida.

Un silencio incomodo se formo entre las tres, me daba miedo el hecho de que podían agarrarse de los pelos allí mismo y no podría hacer nada para detenerlas. Oh bueno, las dos se habían ido mucho a la mierda con todo lo que se estaban diciendo, pero esto era tan raro. Aun no caía que había sido Natasha quien le había roto la nariz a Emma.

- Sera mejor que te coloques algo en la nariz para que deje de sangrar – le dije a Emma pasándole una toalla amarilla que estaba cerca.

- Gracias – susurro y le la coloco alrededor de su nariz. Soltó varias maldiciones al hacer contacto.

- ¿Y qué les dijo Brown? – pregunte en dirección de Natasha.

- No nos podía hacer nada porque era el ultimo día, salvo no darnos nuestros diplomas en que señala que hicimos nuestro primer año, pero dijo que solo lo colocaría en nuestro historial. Genial, mi historial se mancho – bufo Natasha.

- Bueno, al menos podrán irse hoy tranquilas – aventure buscándole el lado bueno.

- Bella – susurro Emma, la observe directo a sus ojos – Lo siento por todo – dijo mientras varias lagrimas deslizaban por su mejilla.

Baje la cabeza ¿Qué debía decirle? ¿Qué no la perdonaba por todo lo que había hecho? ¿Qué caso habría? Ella no tenía la culpa de que Logan me haya sido infiel, pero en verdad no sabía si creer que ella ignoraba que Logan era mi novio.

- ¿Lo siento? ¿Es lo único que puedes decirle? Maldita menuda zorra – murmuro con odio Natasha.

- Te dije que si no me conocías bien, no hables mierdas de mi.

- Ya, ya basta – suspire y las observe a las dos – Miren como quedaron, por amor a Dios y a lo que más quieran ¡Dejen de pelearse! Casi me cortan la yugular y siguen rompiendo las pelotas las dos. Ya están grandes, no hagan que piense que los diecinueve años hacen violenta a una mujer.

- ¡Pero es que se fue a la mierda! ¡¿Por qué tuviste que decirme que Daimon y tu se habían acostado?! – replico Natasha derramando lagrimas y cubriéndose la cara con las manos.

- ¿Y tú porque me dices que soy una puta? ¿Piensas que no me sentí mal cuando supe que Lerman era el novio de Bella? Me sentí como si fuera la mismísima mierda, porque aunque mi relación con Bella no era la mejor, jamás haría algo para dañarla nuevamente.

- Las dos se equivocaron ¿Si? – dije saltando de la camilla – Ambas hicieron mal. Sé que estabas en un momento de histeria y querías defenderme, Natasha, pero no se arreglan las cosas a los golpes – ella asintió y me abrazo con fuerza, cubriendo su rostro en mi hombro – Y Emma, creo que te fuiste bien a la mierda exclamando tus vida privada enfrente de casi toda la universidad.

- ¡Oh pero ni me lo recuerdes! – tiro la cabeza por detrás – Que mierda es todo esto. Natasha, lo siento. No debí haberte dicho esas cosas ni tampoco seguir provocándote. Me molesto que dijeras esas cosas de mi cuando en verdad no sabes cómo soy, o las cosas que he pasado.

Natasha acepto sus disculpas y también dio las suyas. Aun no le había respondido a Emma si la perdonaba o no pero ¿Qué más daba? Luego averiguaría que era en verdad que era lo que había pasado entre ella y me ex novio. Solo era cuestión de unos minutos y preguntarle a Freddie que demonios era lo que había sucedido aquella noche, por más que me doliera descubrirlo.


Horas después


Era raro llegar al departamento y ver que el estaba allí, mirando la tele y comiendo unas palomitas de maíz. Solo me había saludado y preguntado si la herida no era muy profunda. Logan parecía distante y formal, como si hablara con una persona que hace poco tiempo conoce, así que le respondí de la misma manera, diciéndole que por suerte no era nada grave y que sanaría pronto. Anuncie también que iría a New York con mi familia y que venía a empacar las cosas, que por su parte, ya estaban empacadas. Asintió, y siguió mirando la tele, ignorándome completamente.

Me dolió, pero de todas formas así era mejor ¿Qué pretendía? ¿Qué viniera rogándome perdón y que vuelva a su lado? Era claro que Logan no lo haría, por que ahora se había sacado un peso encima. Se había librado finalmente de mi.

Comencé a ordenar un poco la ropa, poniéndola en la maleta ordenadamente para que entrara todo allí adentro. No es que tuviera tanta ropa cuando había empezado a vivir allí, pero mientras una persona vive en la ciudad va comprándose cosas y se olvida de comprar una maleta. Qué gran imbécil era.

Pero todo se vio interrumpid ante el sonido de mi celular que marcaba una llamada, y no era cualquier llamada. Sonaba la canción de Dancing Queen de Abba. Lo que significaba que después de largos meses, volveríamos a hablar.

Mi mejor amiga.

Conteste, temerosa de lo que pudiera llegar a decir ¿Y si se había enterado sobre Logan y quería apoyarme por más de las cosas horribles que dije y ella dijo? No sabía que mierda hacer, pero de todas formas conteste, porque sentía un nudo en la garganta, sabiendo que algo malo se venía.

- ¡Bella! – escuche el grito de Hamber, pero no era de alegría, era un grito desgarrador y quebrado. Estaba llorando.

- ¿Hamber? ¡Demonios! ¿Qué sucede? – exclame preocupada al oírla de aquella forma.

- ¡Bella, por favor, te necesito! – lloro por unos segundos antes de volver a hablar – Nate murió ¿Entiendes? ¡Nate murió!

- ¡¿Qué?! ¿¡De que mierda me estás hablando!? ¿Cómo que murió?

Escuche la puerta abrirse, me gire y me encontré con los ojos entrecerrados de Logan. Moví los labios diciéndole que era Hamber.

- ¡Tuvo un accidente! ¡Por favor, Bella! ¡Necesito que estés conmigo! Juro que voy a morirme – susurro lo ultimo y podía escuchar lo destruida que estaba.

- Esta noche llego ¿De acuerdo? Tranquilízate y respira hondo.

No sabía cómo calmarla, no sabía que mierda decir en esos momentos. Nunca había pasado en una situación así, nunca me había pasado. Observe a Logan quien estaba preocupado ¿Y si él se muriera? ¿Y si Logan dejaba de existir? Deje caer lagrimas. Un mundo sin Logan no significaría nada, nada. Por más de lo que me había hecho, por más de que hiciera cosas peores, mi mundo no sería nada sin él.

Cuando escuche que Hamber estaba acompañada, cortamos la llamada. Su compañera de cuarto había llegado a tiempo para acompañarla en el doloroso duelo que estaba viviendo. Y yo debía estar allí también, apoyándola, animándola, mas allá de todo lo que había sucedido.

Le explique a Logan en pocas palabras que había pasado, y comencé a guardar con desesperación todo en las dos maletas, pero no cavia ¿Qué debía hacer? ¿Dejarlas aquí o meterlas en bolsas de residuos para llevármelas? La segunda opción era buena, pero Logan saco una enorme maleta dejándola arriba de mi cama. Lo mire sin entender.

- Compre esa maleta hace tres semanas, sabiendo que no entraría nada allí – explico señalando las dos maletas – Y bueno, espero que la aceptes.

- En otra situación la rechazaría, pero ahora no puedo – suspire.


Al otro día.


Llegue al otro día en la hora exacta de las siete de la mañana. Habría llegado antes pero el maldito auto se descompuso en mitad de camino. Por suerte estaba en una pequeña ciudad donde pude mandarlo a un mecánico y pagarme un hotel por una noche. No había podido pegar un solo ojo ¿Nate estaba muerto? ¿El novio de mi mejor amiga había fallecido? No lo podía creer. Hamber siempre me había hablado maravillas sobre él, como la hacía sentir feliz y como hacía que el recuerdo de Nicholas quedara en el pasado. Pero estaba muerto, sin vida ¿Acaso la vida tenía que ser tan injustas con ellos dos?

Estacione el auto y comencé a caminar hacia la sala donde estaba siendo velado. Me sorprendió el hecho de que Peter y Selena estaban allí, al lado de la puerta, ambos abrazándose y consintiéndose el uno al otro. Si estos días por Logan no había puesto el caparazón, no creía que algún día verlos así de juntos podría ponerlo, pero eso hice. Levante el mentón bien en alto y camine con pasos largos y rápidos hacia la puerta. Me pregunte como habían llegado antes que yo. España estaba a doce horas de distancia, así que supuse que Peter había usado sus contactos y volaron en un jet privado, así ahorrándose varias horas de vuelo.

- Bella – dijeron los dos al mismo tiempo separándose.

- Peter, Selena – dije fríamente y asentí la cabeza.

- ¿Co-como estas? – tartamudeo ella sin poder levantar la vista – Ya sabes, por lo de Logan y…

- Selena – murmuro Peter deteniéndola.

Me quite los lentes de sol y la observe con detenimiento, esta vez sí pudo mirarme a los ojos. Agradecí haberme maquillado para ocultar las ojeras, de lo contrario habría parecido el cadáver de la novia viviente.

- Deberías conocerme mejor – sonreí cínicamente – Yo no me quedo en el camino por nada ni nadie. Y mucho menos por un hombre.

Camine ignorándolos, lo más importante era Hamber, no mi relación con Logan o los conflictos con Peter y Selena. Solo importaba Hamber, quien estaba desecha y destruida cuando la vi sentada al lado del ataúd de su novio.

Ella salto del asiento y corrió a mis brazos, refugiándose en ellos y largando varias lagrimas. Inevitablemente la acompañe en su dolor, como hace tiempo atrás habíamos llorado por chicos. Solo que esta vez, esta vez era por una vida perdida.