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"Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
Siguela Siguela Siguela
Siguela Siguela
Siguela
!!
Siguela Siguela
Siguela
!!
Karli Jonas
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
Capitulo14
-tienes razón -reconoció él, atrayéndola hacia sí-. De camino al barco, pararemos en un restaurante a desayunar. Le he dicho que llegaríamos sobre las diez. ¿Te parece bien?
-estupendamente.Pero, todavía tengo que decidir qué ponerme.
Él se dirigió hacia la ropa que ella había elegido y seleccionó unas bermudas rosas a juego con un top blanco y un biquini blanco con flores rosas.
-ya está.
Ella sonrió.
-me parece que vas a ser un poco mandón.
-puedes estar segura. Tendrás que ser muy dura para aguantarme.
-creo que me las arreglaré-respondió ella-.Voy a cambiarme.
Él la siguió al dormitorio.
-no puedo dejar de pensar en ti -dijo, rodeándola con sus brazos-. Seguro que no puede ser sano -dijo besándola con avidez. Mientras la besaba, la fue despojando de toda la ropa, a excepción de la ropa interior. La miró con los ojos llenos de deseo y con los pulgares le acarició los pezones por encima del encaje del sujetador.
Ella sonrió.
-te deseo-le dijo.
-pero todavía estás dolorida. Ella asintió.
Él dejó escapar una carcajada.
-es culpa mía; soy un ansioso.
–Yo también.
Él estiró la mano y le quitó las bermudas de la mano. Después, las sujetó para que ella se las pusiera. Se las abrochó y le puso el top. Luego, le quitó la pinza que ella se había puesto en el pelo y selo dejó suelto.
-así-murmuró estudiándola-. Mucho mejor.
Volvió a besarla apasionadamente y, después, se apartó de ella.
-estoy hambriento; pero, de momento, me tengo que conformar con la comida.
Ella se rió y él la agarró de la mano.
Cuando llegaron junto al coche, él la miró pensativo.
—¿Qué piensas?
—Estaba imaginándome cómo serías de niña—dijo él—. Todos los niños son preciosos.
A ella le dio un vuelco el corazón.
—Sólo nos conocemos desde hace dos días.
—¿Cuánto tiempo hace falta para saber lo que se siente? ¿Dos días, dos años? Ya existe una conexión entre nosotros. Dime que tú no la sientes. Quieres tener hijos míos, lo veo en tus ojos.
—Siempre he querido tener hijos—confesó ella.
Durante el viaje, él le preguntó por su vida en Texas. La conexión entre ellos era realmente sor-prendente y ________ . a la que no le gustaba hablar mu¬cho sobre sí misma, se encontró contándole su vida sin omitir detalle.
Cuanto más tiempo pasaba con él. más le gusta¬ba. Le gustaba cómo les hablaba a los niños, cómo trataba a las camareras... Para ser un gángster era bastante educado.
Recordó lo que David le había dicho sobre Joe y la gente que le hacía enfadar. Era una per¬sona que atemorizaba. Si tenía enemigos, y, proba¬blemente los tenía, sus hijos estarían en su punto de mira. Aquél era un pensamiento muy duro. Joe le había pedido que confiara en él y ella quería hacerlo. Al menos, de momento, iba a disfrutar de él y, si no salía bien, al menos tendría unos recuerdos mágicos para toda la vida.
Karen Bainbridge tenía sesenta años. Era baja y rubia y muy nerviosa. No parecía que tenía esa edad. Tenía una piel preciosa y unos ojos azules chisporroteantes. A _______ le gustó de inmediato.
—Es como me la había imaginado—le dijo la mujer a Joe en cuanto subieron al yate. Des¬pués, se puso a hablar con el capitán para darle ins¬trucciones sobre el recorrido.
Karen era una mujer simpática sin ser artificial y le estuvo haciendo preguntas sobre su vida. Desde cómo había ido a parar a aquella isla hasta cómo se habían conocido.
_______ le contó lo de la muerte de su madre y el incidente con Fred.
—Él me salvó—dijo mirando a la espalda de Joe, que estaba apoyado en la barandilla—. Sólo lo conozco desde hace dos días.
Karen no pareció sorprendida.
—El amor no sabe del tiempo. Cuando llega, lle¬gó.
—¿Sabes... sabes cosas de él?
—¿Que no siempre ha estado rodeado de muy buena compañía? Sí, lo sé. Pero es uno de los mejo¬res hombres que conozco. Es amable y nunca aban¬dona a un amigo cuando lo necesita. Normalmente la gente exagera. Si yo tuviera tu edad, no me lo pensaría. Es una persona muy especial.
______ la miró con una sonrisa de agradecimiento.
—Era lo que yo pensaba. Quizá a veces hay que arriesgarse.
—Por supuesto—convino la mujer—. Y nunca juzgues un libro por la cubierta.
—No lo olvidaré—le dijo ella.
En ese momento, Joe volvió a su lado y la conversación terminó.
Con las velas izadas, el velero no tardó mucho en salir de la bahía y adentrarse en el océano.
A la hora de comer. _______ se sentó al lado de Joe, enfrente de Karen. La mujer les contó la historia de aquella región mientras tomaban una en¬salada y unos entremeses.
Más tarde, mientras Karen dormía un rato, ellos se tumbaron en la cubierta de popa.
—¿Qué tal van tus vacaciones?—le preguntó él.
—Nunca me lo había pasado tan bien en toda la vida.
Él la tomó en sus brazos y le dio un beso largo y apasionado.
—Yo opino igual—dijo él con voz ronca—. ¿Cuánto tiempo te vas a quedar?
—Tres semanas más—dijo ella, sin querer pen¬sar en el final.
—En tres semanas pueden pasar muchas cosas—le recordó él y volvió a besarla, apasionadamente, ardientemente, dejando escapar gemidos de placer mientras el beso se intensificaba.
Ella hizo un esfuerzo y se separó de él.
—Karen puede venir en cualquier momento—le recordó con una sonrisa pícara.
—Tienes razón—admitió él—. Además, si ella no nos ve puede hacerlo la tripulación. Será mejor que aguante hasta esta noche. Entonces verás de lo que soy capaz.
Ella dejó escapar una carcajada.
—Eres increíble.
—Tú también; pero quiero conocerte mejor—le dijo él—. A veces el sexo enturbia la mente. A ella se le iluminó la cara.
—¿Cómo eras de pequeño? Seguro que eras un niño travieso.
—Mucho—le aseguró él—. Siempre me metía en peleas.
—Yo nunca me metí en ningún lío—le contó ella—. A menos que cuente lo de ponerle sal en la comida a una niña que me llamó salchicha gorda.
—¿Estabas gorda?—preguntó él sorprendido.
—Mucho, pero en la adolescencia perdí todo lo que me sobraba.
—No te quedes nunca flaca—dijo él con cari¬ño—. Me gustas tal y como estás. Ella le sonrió.
Hablaron de cine, de música y hasta de política y se dieron cuenta de que eran bastante compatibles. Karen se despertó y fue a hacerles compañía.
Estaban a punto de desembarcar en una isla de¬sierta, cuando él recibió una llamada.
Él se alejó y por la expresión de su cara, _______ intuyó que el crucero iba a concluir. Cuando él vol¬vió, pudo comprobar que no se había equivocado.
—Unos empresarios de Miami se han presentado de manera imprevista. Tenemos que volver.
Espero les guste el cap. feliz navidad a todas las qiero
-tienes razón -reconoció él, atrayéndola hacia sí-. De camino al barco, pararemos en un restaurante a desayunar. Le he dicho que llegaríamos sobre las diez. ¿Te parece bien?
-estupendamente.Pero, todavía tengo que decidir qué ponerme.
Él se dirigió hacia la ropa que ella había elegido y seleccionó unas bermudas rosas a juego con un top blanco y un biquini blanco con flores rosas.
-ya está.
Ella sonrió.
-me parece que vas a ser un poco mandón.
-puedes estar segura. Tendrás que ser muy dura para aguantarme.
-creo que me las arreglaré-respondió ella-.Voy a cambiarme.
Él la siguió al dormitorio.
-no puedo dejar de pensar en ti -dijo, rodeándola con sus brazos-. Seguro que no puede ser sano -dijo besándola con avidez. Mientras la besaba, la fue despojando de toda la ropa, a excepción de la ropa interior. La miró con los ojos llenos de deseo y con los pulgares le acarició los pezones por encima del encaje del sujetador.
Ella sonrió.
-te deseo-le dijo.
-pero todavía estás dolorida. Ella asintió.
Él dejó escapar una carcajada.
-es culpa mía; soy un ansioso.
–Yo también.
Él estiró la mano y le quitó las bermudas de la mano. Después, las sujetó para que ella se las pusiera. Se las abrochó y le puso el top. Luego, le quitó la pinza que ella se había puesto en el pelo y selo dejó suelto.
-así-murmuró estudiándola-. Mucho mejor.
Volvió a besarla apasionadamente y, después, se apartó de ella.
-estoy hambriento; pero, de momento, me tengo que conformar con la comida.
Ella se rió y él la agarró de la mano.
Cuando llegaron junto al coche, él la miró pensativo.
—¿Qué piensas?
—Estaba imaginándome cómo serías de niña—dijo él—. Todos los niños son preciosos.
A ella le dio un vuelco el corazón.
—Sólo nos conocemos desde hace dos días.
—¿Cuánto tiempo hace falta para saber lo que se siente? ¿Dos días, dos años? Ya existe una conexión entre nosotros. Dime que tú no la sientes. Quieres tener hijos míos, lo veo en tus ojos.
—Siempre he querido tener hijos—confesó ella.
Durante el viaje, él le preguntó por su vida en Texas. La conexión entre ellos era realmente sor-prendente y ________ . a la que no le gustaba hablar mu¬cho sobre sí misma, se encontró contándole su vida sin omitir detalle.
Cuanto más tiempo pasaba con él. más le gusta¬ba. Le gustaba cómo les hablaba a los niños, cómo trataba a las camareras... Para ser un gángster era bastante educado.
Recordó lo que David le había dicho sobre Joe y la gente que le hacía enfadar. Era una per¬sona que atemorizaba. Si tenía enemigos, y, proba¬blemente los tenía, sus hijos estarían en su punto de mira. Aquél era un pensamiento muy duro. Joe le había pedido que confiara en él y ella quería hacerlo. Al menos, de momento, iba a disfrutar de él y, si no salía bien, al menos tendría unos recuerdos mágicos para toda la vida.
Karen Bainbridge tenía sesenta años. Era baja y rubia y muy nerviosa. No parecía que tenía esa edad. Tenía una piel preciosa y unos ojos azules chisporroteantes. A _______ le gustó de inmediato.
—Es como me la había imaginado—le dijo la mujer a Joe en cuanto subieron al yate. Des¬pués, se puso a hablar con el capitán para darle ins¬trucciones sobre el recorrido.
Karen era una mujer simpática sin ser artificial y le estuvo haciendo preguntas sobre su vida. Desde cómo había ido a parar a aquella isla hasta cómo se habían conocido.
_______ le contó lo de la muerte de su madre y el incidente con Fred.
—Él me salvó—dijo mirando a la espalda de Joe, que estaba apoyado en la barandilla—. Sólo lo conozco desde hace dos días.
Karen no pareció sorprendida.
—El amor no sabe del tiempo. Cuando llega, lle¬gó.
—¿Sabes... sabes cosas de él?
—¿Que no siempre ha estado rodeado de muy buena compañía? Sí, lo sé. Pero es uno de los mejo¬res hombres que conozco. Es amable y nunca aban¬dona a un amigo cuando lo necesita. Normalmente la gente exagera. Si yo tuviera tu edad, no me lo pensaría. Es una persona muy especial.
______ la miró con una sonrisa de agradecimiento.
—Era lo que yo pensaba. Quizá a veces hay que arriesgarse.
—Por supuesto—convino la mujer—. Y nunca juzgues un libro por la cubierta.
—No lo olvidaré—le dijo ella.
En ese momento, Joe volvió a su lado y la conversación terminó.
Con las velas izadas, el velero no tardó mucho en salir de la bahía y adentrarse en el océano.
A la hora de comer. _______ se sentó al lado de Joe, enfrente de Karen. La mujer les contó la historia de aquella región mientras tomaban una en¬salada y unos entremeses.
Más tarde, mientras Karen dormía un rato, ellos se tumbaron en la cubierta de popa.
—¿Qué tal van tus vacaciones?—le preguntó él.
—Nunca me lo había pasado tan bien en toda la vida.
Él la tomó en sus brazos y le dio un beso largo y apasionado.
—Yo opino igual—dijo él con voz ronca—. ¿Cuánto tiempo te vas a quedar?
—Tres semanas más—dijo ella, sin querer pen¬sar en el final.
—En tres semanas pueden pasar muchas cosas—le recordó él y volvió a besarla, apasionadamente, ardientemente, dejando escapar gemidos de placer mientras el beso se intensificaba.
Ella hizo un esfuerzo y se separó de él.
—Karen puede venir en cualquier momento—le recordó con una sonrisa pícara.
—Tienes razón—admitió él—. Además, si ella no nos ve puede hacerlo la tripulación. Será mejor que aguante hasta esta noche. Entonces verás de lo que soy capaz.
Ella dejó escapar una carcajada.
—Eres increíble.
—Tú también; pero quiero conocerte mejor—le dijo él—. A veces el sexo enturbia la mente. A ella se le iluminó la cara.
—¿Cómo eras de pequeño? Seguro que eras un niño travieso.
—Mucho—le aseguró él—. Siempre me metía en peleas.
—Yo nunca me metí en ningún lío—le contó ella—. A menos que cuente lo de ponerle sal en la comida a una niña que me llamó salchicha gorda.
—¿Estabas gorda?—preguntó él sorprendido.
—Mucho, pero en la adolescencia perdí todo lo que me sobraba.
—No te quedes nunca flaca—dijo él con cari¬ño—. Me gustas tal y como estás. Ella le sonrió.
Hablaron de cine, de música y hasta de política y se dieron cuenta de que eran bastante compatibles. Karen se despertó y fue a hacerles compañía.
Estaban a punto de desembarcar en una isla de¬sierta, cuando él recibió una llamada.
Él se alejó y por la expresión de su cara, _______ intuyó que el crucero iba a concluir. Cuando él vol¬vió, pudo comprobar que no se había equivocado.
—Unos empresarios de Miami se han presentado de manera imprevista. Tenemos que volver.
Espero les guste el cap. feliz navidad a todas las qiero
Nani Jonas
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
CrazyxJonas escribió:Y te atreves a dejarla ahi? Sin decir nada? ¬¬ okno wjakajskjask
Me encantooo *-* sisis escuchaste eso Joe? Ella no es ese tipo de mujer! (como es posible que no haya ningun icono que saque la lengua! ¬¬, imaginemos que si :DD)
Bueno, debes seguirla y es enserio!
Esta taaaan buena la nove... sisi yo no quiero qe se separen
O que Joe le haga daño, ella es tan tierna *-*
Harian la pareja perfecta, estoy seguraaa ♥
Aaaassh son hermosos, me gustan...
Siguela ya? c:
jajaja lo qe pasa esqe e estado muy ocupada esta semana y regreso ya bien tarde a mi casa toda cansada solo les subia y a dormir jajaja
Nani Jonas
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
si es cierto que hacen la pareja perfecta son muy parecidos no quiero que nada los separe siguela pronto y feliz navidad :rendeer:
aranzhitha
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
ahhh me encanto el cap!!
y ya hablan de hijos!!
siguela!!!
y feliz navidad para ti.. :D
y ya hablan de hijos!!
siguela!!!
y feliz navidad para ti.. :D
jamileth
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
Nani Jonas escribió:CrazyxJonas escribió:Y te atreves a dejarla ahi? Sin decir nada? ¬¬ okno wjakajskjask
Me encantooo *-* sisis escuchaste eso Joe? Ella no es ese tipo de mujer! (como es posible que no haya ningun icono que saque la lengua! ¬¬, imaginemos que si :DD)
Bueno, debes seguirla y es enserio!
Esta taaaan buena la nove... sisi yo no quiero qe se separen
O que Joe le haga daño, ella es tan tierna *-*
Harian la pareja perfecta, estoy seguraaa
Aaaassh son hermosos, me gustan...
Siguela ya? c:
jajaja lo qe pasa esqe e estado muy ocupada esta semana y regreso ya bien tarde a mi casa toda cansada solo les subia y a dormir jajaja
Oh, enserio? Entonces duerme mas y no subas por un tiempo c:
NO!, nonnonono, no podria vivir sin la nove... pero, no importa supongo qe estarria bien si subieras uno cada dos dias :sad:
Podria soportarlo, porque si estas dormiendo mal por eso xdd Tienes qe tener cuidado!
Ami me pasaba y ahoara ya no me duermo... o es muy dificl que pase y entonces estoy cansada todo el dia y ya no tengo energias en la escuela y eso es: MALO .
Ya, como que eageré? xdd pero bueno
Lo ame!! *-*
Si, se aman!!!
Lo sabia, siempre lo supe 8)
Voy a contarte algo xdd wjakajska no, mejor te lo digo despues cuando se me acabe la imaginacion y no sepa que comentar 8)
Por ahora solo necesito que la sigas c:
Cuando hayas descansado ;) obvio!
Y Feliz Navidad Atrasada pra ti tambien! c:
PD: No se cuentas veces te lo he dicho en todas tus novelas xdd
CrazyxJonas
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
perdon por la tardansa pero aqi en mi ciudad a estado haciendo
mucho frio y en mi colonia casi nadie tiene luz ahora les escribo
por el celular de mi prima espero puedan entenderme y esperar
cuando regrese la luz les subire maranton las qiero cuidense mucho
mucho frio y en mi colonia casi nadie tiene luz ahora les escribo
por el celular de mi prima espero puedan entenderme y esperar
cuando regrese la luz les subire maranton las qiero cuidense mucho
Nani Jonas
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
Nani Jonas escribió:perdon por la tardansa pero aqi en mi ciudad a estado haciendo
mucho frio y en mi colonia casi nadie tiene luz ahora les escribo
por el celular de mi prima espero puedan entenderme y esperar
cuando regrese la luz les subire maranton las qiero cuidense mucho
aww no te preocupes sube cuando puedas nosotros te esperamos :) y espero el maraton yeiii8)
aranzhitha
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
Hola chicas aqi les dejo el maraton prometido disfrutenlo gracias por esperar
las qiero
Capitulo 15
—Hay muchos días para hacer turismo—res¬pondió la mujer en tono conciliador—. Joe, ve a decírselo al capitán, por favor.
En el puerto, Karen se despidió de ellos. Des¬pués, Joe pidió un taxi para ___ .
—Hay muchas razones por las que no quiero que nadie te vea conmigo—le dijo Joe con amabili-dad—. Y menos que nadie, tu hermana. Pero te re¬sarciré mañana. Nos recorreremos toda la isla, ¿qué te parece?
—Me encantaría—dijo ella radiante.
Él sonrió.
—Hasta mañana entonces—abrió la puerta del taxi y se despidió de ella sin tocarla.
—Sí. Cuídate.
—Tú también.
Cerró la puerta y el taxi arrancó. Ella miró hacia atrás y lo vio con Smith, charlando al lado de la li¬musina.
_______ estaba levantada al amanecer, esperando a que Joe la llamara. De repente, toda su vida dependía de él. A duras penas podía resistir estar separada de él.
Al rato de llegar al hotel, llamó Sel y _______ le contó que había conocido a Karen y que la había invitado a su yate. Sel se relajó ostensiblemente mientras la escuchaba.Por supuesto, no hubo la más mínima alusión a Joe.
-¿estás segura de que no has salido con ese Gángster?
-salí con una anciana muy agradable con la que hice algo de turismo –dijo obligándose a parecer relajada-. Cuando vuelvas, me gustaría que la conocieras. Es inglesa, pero lleva mucho tiempo en las islas. Se conoce los mejores sitios.
-de acuerdo -le dijo Sel-, me has convencido. Pero mantén la puerta cerrada por la noche.
-lo haré. De verdad.
-¿has visto a Fred? quizá esté ya de vuelta.
-no,¿porqué?
- nosé, por algo que se le escapó a David. Creo que quizá es más peligroso de lo que pensábamos. Mantente alejada de él.
-lo haré. Pero, ¿por qué es peligroso?
-bueno, le oí a David decirle a alguien que estaba involucrado con la mafia y que estaba blanqueando dinero para ellos.
-¿Fred?
-sí, yo también me sorprendí bastante. Eso explica por qué quería llevarte al casino de ese Gángster. Ahí hay una conexión, te lo aseguro. No te acerques a eselugar.
-no lo haré.
-¿qué tal lo estás pasando?
-bastante bien. Voy a ir con Karen a un baile que hay en la playa.
-me parece bien, pero ten cuidado. Volveremos a finales de la semana que viene. ¿Estás segura de que no quieres venirte con nosotros? _______ pensó en todo el tiempo extra que iba a tener para estar con Joe hasta que su hermana volviera.
-estoy segura -respondió-. Cuídate.
-tú también. Te quiero.
–yo también.
_______ colgó, sintiéndose aliviada porque parecía que Sel no había sospechado nada. Estaba aprendiendo a mentir muy bien, pensó con tristeza. Quizá. Demasiado bien. No pudo pegar ojo pensando en lo que le había dicho su hermana. Si Fred estaba metido en el blanqueo de dinero,¿sería ése el motivo por el que había ido a ver a Joe?
Lo amaba con todo su corazón; pero tenía que admitir que no lo conocía muy bien. ¿Y si estaba mezclado con la mafia? después de lo que habían compartido, de lo que había empezado a sentir por él, ¿sería capaz de dejarlo?
Apenas eran las seis de la mañana cuando se despertó y ya no pudo volver a conciliar el sueño. Se preparó un café y se sentó en el balcón de su habitación. Mirando cómo rompían las olas en la playa de arenas blancas.
Joe la iba a llevar a algunos lugares de interés turístico. ¿Debería preguntarle si Fred y él tenían negocios juntos? ¿Se atrevería? ¿Y qué podía hacer si le decía que sí? la idea de que pudiera acabar en la cárcel empezó a atormentarla.
Intentó desayunar, pero su estómago se rebeló. Era algo muy extraño: ella siempre había tenido mucho apetito por las mañanas. Se llevó la mano al vientre y se preguntó si algo así se notaría,tanpronto.¿O se estaba volviendo paranoica?
Paranoica, pensó y decidió que tenía que relajarse un poco.
Joe le envió un taxi a recogerla. El mismo del otro día. El conductor era joven y agradable.
-le gusta el jefe, ¿verdad?
Ella se rió.
-sí. Me gusta mucho.
-es muy buena persona. Mi hermano se ahogó el año pasado cuando su bote de pesca volcó. Dejó mujer y seis hijos. El señor Jonas abrió una cuenta para ellos para que no tuvieran que preocuparse por el dinero. Algunas personas dicen que es un mal tipo. Pero yo no opino lo mismo.
Ella sonrió.
-yo tampoco. ¿Cómo te llamas?
-John. John Harrington.
-yo me llamo _______ y me alegro de conocerte -dijo ella con sinceridad.
-lo mismo digo. Siento mucho que tenga que viajar a la isla escondida.
-yo también. No es lo que más me gusta - añadió con tranquilidad-. Pero, por algún motivo, Joe piensa que es mejor que no nos vean juntos en mi hotel.
-tiene enemigos, señora - respondió él-. La está protegiendo.
Ella sintió calidez al escuchar aquello. No lo había visto así. Desde ese momento, se le puso una sonrisa en la cara y ya no la dejó. Le gustaba que la protegiera. Joe la estaba esperando en la puerta de su casa. La agarró de la mano y se la llevó al interior. Cerró la puerta y la besó hasta dejarla sin aliento. Después, deslizó la boca por su cuello.
-No puedo soportar esto. Es una tortura estar alejado de ti tantas horas.
Lo cual era exactamente lo que ella sentía. Ella lo besó sintiéndose embriagada. Lo deseaba y aquel sentimiento era mutuo; lo notó rápidamente en el cuerpo de él. Con sus grandes manos la agarró por los glúteos y la presionó contra él, contra la parte más masculina de su cuerpo y dejó escapar un gruñido. Ella lo sintió temblar y su pecho se hinchó por la emoción. Le pertenecía. Nunca había estado más segura de algo en la vida.
-si tú quieres, yo también - le susurró.
Él dejó escapar otro gruñido y la besó con desesperación. Frotando su cuerpo contra el de ella. De repente, se echó para atrás y la soltó. Se dirigió hacia las puertas correderas que daban al océano, las abrió y dejó que la brisa fresca le enfriara la fiebre.
_______ se unió a él, todavía con las piernas temblorosas por la inesperada explosión depasión.
Cuando estuvo a su lado, dejó escapar un suspiro.
Él la miró.
-Claro que quiero, pero no lo vamos a hacer. No quiero que seas mi amante, te respeto demasiado.
Ella se sorprendió por su sinceridad.
-No te pareces en nada a lo que la gente dice de ti.
Él dejó escapar una carcajada.
-No conoces esa parte de mi vida - le dijo - .Y no te gustaría.
-Todo el mundo comete errores - comenzó a decir ella.
-Mi pasado es brutal; pero estoy intentando empezar de nuevo. Mira, quiero una familia, hijos, un hogar; uno de verdad -parecía agobiado-. Pero hay algunas cosas que tengo que solucionar primero. Tengo obligaciones que no puedo compartir contigo, hay gente que depende de mí.
Ella sentía curiosidad.
-estás metido en algo,¿verdad?
-sí - dijo él - .Algo malo y peligroso que no puedo decirte.
-¿estás...estás en peligro?
El tomó aliento y miró al océano.
-sí.
Estaba deseando contarle la verdad, tranquilizarla; pero no se atrevió. Le acarició la mejilla. -tienes que confiar en mí, por extraño que parezca. Sólo hay una cosa que es cierta: lo que siento por ti. Mis sentimientos son tan verdaderos como el océano de ahí enfrente -se inclinó hacia ella y la besó con suavidad-. Te adoro.
Ella lo rodeó por la cintura y se apretó contra él. Se sentía bien a su lado, como si fuera parte de él. Él sentía algo similar. Debería mandarla de vuelta al hotel y mantenerse alejado de ella hasta que todo aquello acabara. Estaba poniendo su vida en peligro; pero, la necesitaba tanto.
Permaneció allí de pie. Abrazándola.
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las qiero
Capitulo 15
—Hay muchos días para hacer turismo—res¬pondió la mujer en tono conciliador—. Joe, ve a decírselo al capitán, por favor.
En el puerto, Karen se despidió de ellos. Des¬pués, Joe pidió un taxi para ___ .
—Hay muchas razones por las que no quiero que nadie te vea conmigo—le dijo Joe con amabili-dad—. Y menos que nadie, tu hermana. Pero te re¬sarciré mañana. Nos recorreremos toda la isla, ¿qué te parece?
—Me encantaría—dijo ella radiante.
Él sonrió.
—Hasta mañana entonces—abrió la puerta del taxi y se despidió de ella sin tocarla.
—Sí. Cuídate.
—Tú también.
Cerró la puerta y el taxi arrancó. Ella miró hacia atrás y lo vio con Smith, charlando al lado de la li¬musina.
_______ estaba levantada al amanecer, esperando a que Joe la llamara. De repente, toda su vida dependía de él. A duras penas podía resistir estar separada de él.
Al rato de llegar al hotel, llamó Sel y _______ le contó que había conocido a Karen y que la había invitado a su yate. Sel se relajó ostensiblemente mientras la escuchaba.Por supuesto, no hubo la más mínima alusión a Joe.
-¿estás segura de que no has salido con ese Gángster?
-salí con una anciana muy agradable con la que hice algo de turismo –dijo obligándose a parecer relajada-. Cuando vuelvas, me gustaría que la conocieras. Es inglesa, pero lleva mucho tiempo en las islas. Se conoce los mejores sitios.
-de acuerdo -le dijo Sel-, me has convencido. Pero mantén la puerta cerrada por la noche.
-lo haré. De verdad.
-¿has visto a Fred? quizá esté ya de vuelta.
-no,¿porqué?
- nosé, por algo que se le escapó a David. Creo que quizá es más peligroso de lo que pensábamos. Mantente alejada de él.
-lo haré. Pero, ¿por qué es peligroso?
-bueno, le oí a David decirle a alguien que estaba involucrado con la mafia y que estaba blanqueando dinero para ellos.
-¿Fred?
-sí, yo también me sorprendí bastante. Eso explica por qué quería llevarte al casino de ese Gángster. Ahí hay una conexión, te lo aseguro. No te acerques a eselugar.
-no lo haré.
-¿qué tal lo estás pasando?
-bastante bien. Voy a ir con Karen a un baile que hay en la playa.
-me parece bien, pero ten cuidado. Volveremos a finales de la semana que viene. ¿Estás segura de que no quieres venirte con nosotros? _______ pensó en todo el tiempo extra que iba a tener para estar con Joe hasta que su hermana volviera.
-estoy segura -respondió-. Cuídate.
-tú también. Te quiero.
–yo también.
_______ colgó, sintiéndose aliviada porque parecía que Sel no había sospechado nada. Estaba aprendiendo a mentir muy bien, pensó con tristeza. Quizá. Demasiado bien. No pudo pegar ojo pensando en lo que le había dicho su hermana. Si Fred estaba metido en el blanqueo de dinero,¿sería ése el motivo por el que había ido a ver a Joe?
Lo amaba con todo su corazón; pero tenía que admitir que no lo conocía muy bien. ¿Y si estaba mezclado con la mafia? después de lo que habían compartido, de lo que había empezado a sentir por él, ¿sería capaz de dejarlo?
Apenas eran las seis de la mañana cuando se despertó y ya no pudo volver a conciliar el sueño. Se preparó un café y se sentó en el balcón de su habitación. Mirando cómo rompían las olas en la playa de arenas blancas.
Joe la iba a llevar a algunos lugares de interés turístico. ¿Debería preguntarle si Fred y él tenían negocios juntos? ¿Se atrevería? ¿Y qué podía hacer si le decía que sí? la idea de que pudiera acabar en la cárcel empezó a atormentarla.
Intentó desayunar, pero su estómago se rebeló. Era algo muy extraño: ella siempre había tenido mucho apetito por las mañanas. Se llevó la mano al vientre y se preguntó si algo así se notaría,tanpronto.¿O se estaba volviendo paranoica?
Paranoica, pensó y decidió que tenía que relajarse un poco.
Joe le envió un taxi a recogerla. El mismo del otro día. El conductor era joven y agradable.
-le gusta el jefe, ¿verdad?
Ella se rió.
-sí. Me gusta mucho.
-es muy buena persona. Mi hermano se ahogó el año pasado cuando su bote de pesca volcó. Dejó mujer y seis hijos. El señor Jonas abrió una cuenta para ellos para que no tuvieran que preocuparse por el dinero. Algunas personas dicen que es un mal tipo. Pero yo no opino lo mismo.
Ella sonrió.
-yo tampoco. ¿Cómo te llamas?
-John. John Harrington.
-yo me llamo _______ y me alegro de conocerte -dijo ella con sinceridad.
-lo mismo digo. Siento mucho que tenga que viajar a la isla escondida.
-yo también. No es lo que más me gusta - añadió con tranquilidad-. Pero, por algún motivo, Joe piensa que es mejor que no nos vean juntos en mi hotel.
-tiene enemigos, señora - respondió él-. La está protegiendo.
Ella sintió calidez al escuchar aquello. No lo había visto así. Desde ese momento, se le puso una sonrisa en la cara y ya no la dejó. Le gustaba que la protegiera. Joe la estaba esperando en la puerta de su casa. La agarró de la mano y se la llevó al interior. Cerró la puerta y la besó hasta dejarla sin aliento. Después, deslizó la boca por su cuello.
-No puedo soportar esto. Es una tortura estar alejado de ti tantas horas.
Lo cual era exactamente lo que ella sentía. Ella lo besó sintiéndose embriagada. Lo deseaba y aquel sentimiento era mutuo; lo notó rápidamente en el cuerpo de él. Con sus grandes manos la agarró por los glúteos y la presionó contra él, contra la parte más masculina de su cuerpo y dejó escapar un gruñido. Ella lo sintió temblar y su pecho se hinchó por la emoción. Le pertenecía. Nunca había estado más segura de algo en la vida.
-si tú quieres, yo también - le susurró.
Él dejó escapar otro gruñido y la besó con desesperación. Frotando su cuerpo contra el de ella. De repente, se echó para atrás y la soltó. Se dirigió hacia las puertas correderas que daban al océano, las abrió y dejó que la brisa fresca le enfriara la fiebre.
_______ se unió a él, todavía con las piernas temblorosas por la inesperada explosión depasión.
Cuando estuvo a su lado, dejó escapar un suspiro.
Él la miró.
-Claro que quiero, pero no lo vamos a hacer. No quiero que seas mi amante, te respeto demasiado.
Ella se sorprendió por su sinceridad.
-No te pareces en nada a lo que la gente dice de ti.
Él dejó escapar una carcajada.
-No conoces esa parte de mi vida - le dijo - .Y no te gustaría.
-Todo el mundo comete errores - comenzó a decir ella.
-Mi pasado es brutal; pero estoy intentando empezar de nuevo. Mira, quiero una familia, hijos, un hogar; uno de verdad -parecía agobiado-. Pero hay algunas cosas que tengo que solucionar primero. Tengo obligaciones que no puedo compartir contigo, hay gente que depende de mí.
Ella sentía curiosidad.
-estás metido en algo,¿verdad?
-sí - dijo él - .Algo malo y peligroso que no puedo decirte.
-¿estás...estás en peligro?
El tomó aliento y miró al océano.
-sí.
Estaba deseando contarle la verdad, tranquilizarla; pero no se atrevió. Le acarició la mejilla. -tienes que confiar en mí, por extraño que parezca. Sólo hay una cosa que es cierta: lo que siento por ti. Mis sentimientos son tan verdaderos como el océano de ahí enfrente -se inclinó hacia ella y la besó con suavidad-. Te adoro.
Ella lo rodeó por la cintura y se apretó contra él. Se sentía bien a su lado, como si fuera parte de él. Él sentía algo similar. Debería mandarla de vuelta al hotel y mantenerse alejado de ella hasta que todo aquello acabara. Estaba poniendo su vida en peligro; pero, la necesitaba tanto.
Permaneció allí de pie. Abrazándola.
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Nani Jonas
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
Capitulo 16
-cuando todo acabe -le dijo con voz ronca-, haremos planes para el futuro, ¿te parece bien?
-Me parece estupendo -susurró ella.
Se inclinó y la besó, una vez más.
-Será mejor que nos vayamos -dijo a regañadientes-. Antes de que haga lo que los dos queremos.
-¿Por qué no quieres hacerlo?
-Mi madre me enseñó a respetar la inocencia. Cometí un error al acostarme contigo en la primera cita. No voy a repetirlo.
-Pero, yo estoy loca por ti -susurró ella. Él la miró con intensidad.
-Y yo por ti. Pero vamos a construir una relación duradera; vamos a ir despacio. ¿De acuerdo?
-De acuerdo -dijo ella a regañadientes.
-Además -le dijo preocupado-, quiero tener hijos, pero todavía no; mi vida es muy complicada en este momento. El corazón de ella dio un salto. Quizá estuviera embarazada y él no quería hijos en aquel momento. Se sintió dolida. -no me mires así -le dijo él con suavidad, sonriéndole-. Sólo fue una vez, no creo que vaya a pasar nada. ¿No? -añadió un poco inquieto.
-No -mintió ella, forzando una sonrisa.
-Así que no vamos a volver a tentar a la suerte. Tengo preparada para hoy una excursión estupenda. Y para los demás días también; pienso enseñártelo todo.
Y eso fue lo que hizo. Salían temprano por la mañana y volvían al anochecer.
Después, cenaban en la casa de Joe y por la noche, se tumbaban abrazados en la terraza, escuchando las olas, mientras hablaban de ellos y del futuro.
Fueron dos semanas idílicas. Durante ese tiempo, _______ no tuvo el periodo y sintió náuseas, no sólo por la mañana, sino también por la noche. Perdió el apetito y empezó a estar tan cansada que solía volver a su hotel antes de las nueve, deseando meterse en la cama.
Joe no sospechaba nada. No sabía nada de embarazos y _______ no le dijo nada.
Era un problema con el que no tendría que enfrentarse de manera inmediata, pero estaba claro que cada vez le costaría más ocultar su estado.
Especialmente, cuando Sel volviera. A su hermana no se le escapaba nada.
Normalmente, les llevaban la comida del hotel; pero aquella noche, decidieron prepararse ellos algo. Joe se puso a cocinar una langosta mientras ella preparaba una ensalada.
Mientras cocinaban juntos no pararon de charlar y _______ le tomó el pelo por el tamaño de su delantal, con el dibujo de un tiburón.
-podrías probártelo, cariño -le dijo él, tomándole el pelo-. Seguro que te daría tres vueltas. Eres muy pequeñita comparada conmigo.
Ella lo miró con una sonrisa.
-me gusta.
Él apagó el fuego y se giró hacia ella para tomarla en sus brazos.
-a mí también -le dijo contra su boca antes de darle un beso-. Eres casi demasiado pequeña para mí, por eso te hice daño en la cama -le dijo con cariño mientras ella se ponía colorada-. Pero después de unas veces, no habrá ningún problema -añadió.
Ella escondió la cara en su pecho y se rió al recordar el placer que habían compartido. -¿eres muy... muy grande?
Él soltó una carcajada.
Ella le golpeó el pecho, sin mirarlo.
-¿cómo voy a saberlo? -le preguntó con toda la razón-. Sólo he visto hombres desnudos en alguna revista, y ninguno como tú aquella noche.
Él se rió con ganas.
-No podías apartar los ojos de mí -recordó él con amabilidad-. Me encantaba. No puedo recordar nada que me hiciera sentir tan bien en toda mi vida. Era como volar.
-yo también me sentí así -dijo ella con un suspiro-. Me encanta estar contigo.
-sí. A mí también -admitió él y se quedó un rato pensativo-. ¿Qué va a decir tu hermana?
-No lo sé; pero no me importa. ¿Tú tienes familia?
-Una cuñada y dos sobrinos: Cosima y julio, de cinco y seis años respectivamente. Son estupendos; ya los conocerás. Ahora están en el colegio, pero suelen venir en verano.
-Falta alguien -dijo ella notando la ausencia del padre.
-Mi hermano, Cody. Murió de una sobredosis.
No añadió que fue una sobredosis que alguien le puso, que Cody murió por chivarse a los federales de las conexiones colombianas del blanqueo de dinero de Fred Warner.
-¡Qué lástima! ¿Por qué se meterá la gente en la droga?
-Es difícil de decir. Cody no era una persona fuerte y recurría a las drogas cada vez que tenía un problema. Al final acabó enganchado; pero con la ayuda de todos, se metió en un centro de rehabilitación y logró salir. Cuando lo consiguió estaba muy enfadado con la gente que lo había metido en ese mundo.-Se paró y no le dijo que Cody había ido detrás de Fred para vengarse de él. Fred no sabía que Joe estaba al corriente; todo lo contrario, pensaba que lo consideraba un amigo de su hermano.
-Finalmente -continuó Joe-. Acabó muriendo de una sobredosis y Cecilia. Mi cuñada, se vino abajo. Yo contraté a una niñera y me hice cargo de los niños hasta que ella se recuperó.
-¿Es guapa? -preguntó _______ intentando no parecer celosa.
-Sí, es guapa y muy inteligente. Es artista y ahora vive en california.
- ¡Vaya!
-¿No tendrás celos?
-Quizá, un poco.
Él se rió.
-¿Qué tal es tu relación con tu cuñado? ¿No lo amarás en secreto?
Ahora fue ella la que se rió.
-¡Qué va! Siempre lo he visto como a un hermano mayor, casi como a un héroe. Siempre ha cuidado de mí desde pequeña, como mi hermana. Además -añadió mirándolo con coquetería-, a mí me gustan los hombres grandes y morenos con la voz profunda.
Él le dio un beso.
-Y a mí las pequeñas texanas -añadió con una amplia sonrisa.
-Se nos va a enfriar la comida -Dijo ella después de un minuto.
-Vamos a cenar -asintió él.
Después de recoger, se tumbaron juntos en un sofá de la terraza a escuchar música mientras el viento agitaba los árboles del jardín y el océano rugía a lo largo de la costa.
-Esto es tan agradable -murmuró ella-. Me encantan las Bahamas.
-A mí también. Cada vez que vengo, me siento como en casa. La gente es maravillosa y el clima es como el paraíso.
-Es un lugar hermoso.
-Y también puede ser peligroso. Cuando tu hermana vuelva, vamos a tener que mantenernos alejados.
Ella dejó escapar un suspiro.
- Ya lo sé.
-No es lo que yo quiero, _______ -le confesó-. Pero tiene que ser así.
—¿Puedo ayudarte?—preguntó ella.
Él se movió en el asiento incómodo.
—Es algo que tengo que hacer yo solo—dijo casi ausente mientras le acariciaba el pelo—. Maña-na vienen a visitarme—añadió—, y no quiero que te pongas en contacto conmigo; de ninguna manera. Si te cruzas conmigo por la calle, tienes que hacer cono si no me conocieras.
—Me estás asustando—le dijo ella.
Él aspiró hondo.
—No es nada peligroso; pero es un asunto que requiere toda mi atención. No te preocupes por mí.
—De acuerdo—asintió ella sin acabar de estar muy convencida.
2/6
-cuando todo acabe -le dijo con voz ronca-, haremos planes para el futuro, ¿te parece bien?
-Me parece estupendo -susurró ella.
Se inclinó y la besó, una vez más.
-Será mejor que nos vayamos -dijo a regañadientes-. Antes de que haga lo que los dos queremos.
-¿Por qué no quieres hacerlo?
-Mi madre me enseñó a respetar la inocencia. Cometí un error al acostarme contigo en la primera cita. No voy a repetirlo.
-Pero, yo estoy loca por ti -susurró ella. Él la miró con intensidad.
-Y yo por ti. Pero vamos a construir una relación duradera; vamos a ir despacio. ¿De acuerdo?
-De acuerdo -dijo ella a regañadientes.
-Además -le dijo preocupado-, quiero tener hijos, pero todavía no; mi vida es muy complicada en este momento. El corazón de ella dio un salto. Quizá estuviera embarazada y él no quería hijos en aquel momento. Se sintió dolida. -no me mires así -le dijo él con suavidad, sonriéndole-. Sólo fue una vez, no creo que vaya a pasar nada. ¿No? -añadió un poco inquieto.
-No -mintió ella, forzando una sonrisa.
-Así que no vamos a volver a tentar a la suerte. Tengo preparada para hoy una excursión estupenda. Y para los demás días también; pienso enseñártelo todo.
Y eso fue lo que hizo. Salían temprano por la mañana y volvían al anochecer.
Después, cenaban en la casa de Joe y por la noche, se tumbaban abrazados en la terraza, escuchando las olas, mientras hablaban de ellos y del futuro.
Fueron dos semanas idílicas. Durante ese tiempo, _______ no tuvo el periodo y sintió náuseas, no sólo por la mañana, sino también por la noche. Perdió el apetito y empezó a estar tan cansada que solía volver a su hotel antes de las nueve, deseando meterse en la cama.
Joe no sospechaba nada. No sabía nada de embarazos y _______ no le dijo nada.
Era un problema con el que no tendría que enfrentarse de manera inmediata, pero estaba claro que cada vez le costaría más ocultar su estado.
Especialmente, cuando Sel volviera. A su hermana no se le escapaba nada.
Normalmente, les llevaban la comida del hotel; pero aquella noche, decidieron prepararse ellos algo. Joe se puso a cocinar una langosta mientras ella preparaba una ensalada.
Mientras cocinaban juntos no pararon de charlar y _______ le tomó el pelo por el tamaño de su delantal, con el dibujo de un tiburón.
-podrías probártelo, cariño -le dijo él, tomándole el pelo-. Seguro que te daría tres vueltas. Eres muy pequeñita comparada conmigo.
Ella lo miró con una sonrisa.
-me gusta.
Él apagó el fuego y se giró hacia ella para tomarla en sus brazos.
-a mí también -le dijo contra su boca antes de darle un beso-. Eres casi demasiado pequeña para mí, por eso te hice daño en la cama -le dijo con cariño mientras ella se ponía colorada-. Pero después de unas veces, no habrá ningún problema -añadió.
Ella escondió la cara en su pecho y se rió al recordar el placer que habían compartido. -¿eres muy... muy grande?
Él soltó una carcajada.
Ella le golpeó el pecho, sin mirarlo.
-¿cómo voy a saberlo? -le preguntó con toda la razón-. Sólo he visto hombres desnudos en alguna revista, y ninguno como tú aquella noche.
Él se rió con ganas.
-No podías apartar los ojos de mí -recordó él con amabilidad-. Me encantaba. No puedo recordar nada que me hiciera sentir tan bien en toda mi vida. Era como volar.
-yo también me sentí así -dijo ella con un suspiro-. Me encanta estar contigo.
-sí. A mí también -admitió él y se quedó un rato pensativo-. ¿Qué va a decir tu hermana?
-No lo sé; pero no me importa. ¿Tú tienes familia?
-Una cuñada y dos sobrinos: Cosima y julio, de cinco y seis años respectivamente. Son estupendos; ya los conocerás. Ahora están en el colegio, pero suelen venir en verano.
-Falta alguien -dijo ella notando la ausencia del padre.
-Mi hermano, Cody. Murió de una sobredosis.
No añadió que fue una sobredosis que alguien le puso, que Cody murió por chivarse a los federales de las conexiones colombianas del blanqueo de dinero de Fred Warner.
-¡Qué lástima! ¿Por qué se meterá la gente en la droga?
-Es difícil de decir. Cody no era una persona fuerte y recurría a las drogas cada vez que tenía un problema. Al final acabó enganchado; pero con la ayuda de todos, se metió en un centro de rehabilitación y logró salir. Cuando lo consiguió estaba muy enfadado con la gente que lo había metido en ese mundo.-Se paró y no le dijo que Cody había ido detrás de Fred para vengarse de él. Fred no sabía que Joe estaba al corriente; todo lo contrario, pensaba que lo consideraba un amigo de su hermano.
-Finalmente -continuó Joe-. Acabó muriendo de una sobredosis y Cecilia. Mi cuñada, se vino abajo. Yo contraté a una niñera y me hice cargo de los niños hasta que ella se recuperó.
-¿Es guapa? -preguntó _______ intentando no parecer celosa.
-Sí, es guapa y muy inteligente. Es artista y ahora vive en california.
- ¡Vaya!
-¿No tendrás celos?
-Quizá, un poco.
Él se rió.
-¿Qué tal es tu relación con tu cuñado? ¿No lo amarás en secreto?
Ahora fue ella la que se rió.
-¡Qué va! Siempre lo he visto como a un hermano mayor, casi como a un héroe. Siempre ha cuidado de mí desde pequeña, como mi hermana. Además -añadió mirándolo con coquetería-, a mí me gustan los hombres grandes y morenos con la voz profunda.
Él le dio un beso.
-Y a mí las pequeñas texanas -añadió con una amplia sonrisa.
-Se nos va a enfriar la comida -Dijo ella después de un minuto.
-Vamos a cenar -asintió él.
Después de recoger, se tumbaron juntos en un sofá de la terraza a escuchar música mientras el viento agitaba los árboles del jardín y el océano rugía a lo largo de la costa.
-Esto es tan agradable -murmuró ella-. Me encantan las Bahamas.
-A mí también. Cada vez que vengo, me siento como en casa. La gente es maravillosa y el clima es como el paraíso.
-Es un lugar hermoso.
-Y también puede ser peligroso. Cuando tu hermana vuelva, vamos a tener que mantenernos alejados.
Ella dejó escapar un suspiro.
- Ya lo sé.
-No es lo que yo quiero, _______ -le confesó-. Pero tiene que ser así.
—¿Puedo ayudarte?—preguntó ella.
Él se movió en el asiento incómodo.
—Es algo que tengo que hacer yo solo—dijo casi ausente mientras le acariciaba el pelo—. Maña-na vienen a visitarme—añadió—, y no quiero que te pongas en contacto conmigo; de ninguna manera. Si te cruzas conmigo por la calle, tienes que hacer cono si no me conocieras.
—Me estás asustando—le dijo ella.
Él aspiró hondo.
—No es nada peligroso; pero es un asunto que requiere toda mi atención. No te preocupes por mí.
—De acuerdo—asintió ella sin acabar de estar muy convencida.
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Nani Jonas
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
Capitulo 17
Él la acarició por encima del vestido playero y se apretó contra ella. Olía a flores y sintió que se le aceleraba el pulso. Iba a pasar mucho tiempo hasta que se volvieran a ver.
Ella le acarició el pecho y él se desabrochó la ca¬misa para permitirle mejor acceso. ______ introdujo sus dedos por los suaves rizos de su torso y se incli¬nó para besarle el cuello. Al sentir que él temblaba con su caricia se sintió muy orgullosa.
—Ahora me toca a mí—le dijo él mientras le desabrochaba el vestido.
Después se apretó contra ella para sentir su piel.
______ lo rodeó con los brazos, encantada de estar tan cerca de él. Deseaba unirse a su cuerpo, allí, bajo la luz de la luna, escuchando cómo las olas chocaban contra la playa.
Él se tumbó encima de ella y con la rodilla se hizo un hueco entre sus muslos. Ella abrió las pier-nas y le dejó sitio.
—Cuánto te deseo, ________. Pero no... no podemos—murmuró él.
—¿Por qué no?—preguntó ella mientras tímida¬mente deslizaba una mano entre ellos para tocarlo.
La fuerza de su erección la sobrecogió. Iba a re¬tirar la mano, pero él se lo impidió.
—Eso es—gimió él—. Así, así...
Se desabrochó el pantalón y, en unos segundos, la mano de ella estaba rozando su piel suave y sedo¬sa.
Ella siguió sus instrucciones y fue perdiendo ti¬midez y cobrando confianza. Después, él se abando¬nó a la necesidad y se convulsionó violentamente en las manos de ella.
—Ahora no puedo parar—gruñó él.
Le quitó el vestido y la ropa interior con suavi¬dad y experiencia. Después, su propia ropa cayó al suelo junto a la de ella.
Mientras la penetraba con una pasión febril, le¬vantó la cara para ver la expresión de ella al aceptar¬lo.
—Joe—gimió ella, sobrecogida y encantada al mismo tiempo.
Él volvió a moverse sin dejar de mirarla.
—Va a ser pura magia.
Ella no apartó los ojos de los de él mientras se movían juntos sobre el sofá, mientras los ruidos de la piel y de la tela crecían, como sus respiraciones, a la cálida luz de la luna.
Los movimientos rítmicos la hicieron perder el control. Primero, sintió que se abandonaba a la cari¬cia; después, su cuerpo se tensó hasta que, de mane¬ra sorprendente, una oleada que no pudo controlar se apoderó de ella y la hizo temblar y gritar de ma¬nera casi inhumana mientras llegaba al clímax una vez detrás de otra.
Él la dejó acabar, dejó que se saciara hasta el fi¬nal antes de apretar el ritmo y empujar con más fuerza y más adentro y más rápida mente hasta alcanzar su orgasmo. Su voz sonó desgarradora en medio de la noche mientras se convulsionaba sobre ella.
Después,se quedaron apretados el uno contra el otro, sin moverse, empapados en sudor y con las respiraciones entrecortadas.
—Cada vez es mejor—susurró ella mientras le besaba el cuello.
—Cada vez es más peligroso—dijo él con la voz aún ronca—. _______, no he utilizado nada. Pero no quiero que te quedes embarazada, no puede ser.
—¿Tan terrible sería?
El apretó los dientes.
—Para mí, justo ahora, sería el fin del mundo—dijo sin miramientos, rompiendo sus últimas espe¬ranzas.
Ella no sabía el peligro en el que estaba metido y no quería tener la debilidad de una mujer embaraza¬da a la que sus enemigos pudieran amenazar.
—Ya te lo he dicho antes. No quiero hijos. _______. No por el momento.
_______ se apretó contra él y ocultó la cara y la angustia que sentía en su cuello.
-Sé que no quieres oír eso -le dijo él con dulzura-. Lo siento, pero hay cosas que ahora no puedes saber. No podemos arriesgamos más.
-Entiendo-dijo ella.
-No, no entiendes, preciosa -dijo él-. Pero no importa -se deslizó hacia un lado-. Estoy loco por ti -le susurró-. Esa es la verdad.
-Yo también estoy loca por ti, Joe -susurró ella-. Nunca voy a volver a sentir algo así por nadie.
-Más te vale -gruñó él, fingiendo enfado. Después la besó con ternura-. Vamos a vestirnos. Tengo que llevarte a casa temprano.
Cuando estuvieron vestidos, el llamó a un taxi.
-escucha -le dijo junto a la puerta mientras esperaban a que llegara el coche que iba a recogerla-, No pienses en ningún momento que te he dejado. Tengo que mantenerte alejada un tiempo; pero no tienes que preocuparte ni sentirte rechazada. ¿De acuerdo?
Ella estaba preocupada y se notaba.
-¿Ni siquiera puedo llamarte por teléfono?
-No hasta que yo te llame. ¿Entendido? -la agarró por los hombros, con fuerza-. No quiero que nadie te asocie conmigo hasta que todo esto pase. Promételo.
-Te lo prometo.
-Me estás mirando como si yo te estuviera echando de mi lado, pero no es así -dijo él con un gruñido-. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida y no voy a dejarte ir. Así que recuerda lo que te estoy diciendo: me importas muchísimo. -Ella asintió con la cabeza.
-No le digas a tu hermana ni a David nada sobre lo nuestro.
-No me atrevería -confesó ella.
Él la miró preocupado.
-Tenemos un futuro juntos, te lo prometo.
Ella dejó escapar un suspiro.
-De acuerdo. De momento, me conformaré con los recuerdos.
Él le pasó un dedo por la mejilla.
-Yo haré lo mismo -se inclinó sobre ella y la besó. Era pura inocencia-. No hay nadie como tú en toda la tierra y eres mía.
Ella sonrió.
-Y tú mío.
Él la besó con pasión hasta que el sonido de un claxon atrajo su atención.
-¿No puedo enviarte una nota? -El la miró.
-Ni notas, ni llamadas, ni me saludes en la calle. Sólo me has visto el día que te salvé de Fred. Por cierto, mantente alejada de él -añadió con firmeza-. Ese hombre significa problemas.
Él la acompañó hasta el taxi y le sujetó la puerta para que entrara.
-John -le dijo al taxista mientras le daba un billete de cien dólares-. No me has visto en la vida. Has recogido a la señorita Osment en casa de Karen Bainbridge, ¿entendido?
-Entendido, señor Jonas -dijo el hombre con una sonrisa.
Joe se quedó mirando al taxi mientras se alejaba. En unas horas iba a meterse en un lío que no le apetecía demasiado; pero comparado con perder a _______, aunque sólo fuera temporalmente, no le preocupaba nada.
3/6
Él la acarició por encima del vestido playero y se apretó contra ella. Olía a flores y sintió que se le aceleraba el pulso. Iba a pasar mucho tiempo hasta que se volvieran a ver.
Ella le acarició el pecho y él se desabrochó la ca¬misa para permitirle mejor acceso. ______ introdujo sus dedos por los suaves rizos de su torso y se incli¬nó para besarle el cuello. Al sentir que él temblaba con su caricia se sintió muy orgullosa.
—Ahora me toca a mí—le dijo él mientras le desabrochaba el vestido.
Después se apretó contra ella para sentir su piel.
______ lo rodeó con los brazos, encantada de estar tan cerca de él. Deseaba unirse a su cuerpo, allí, bajo la luz de la luna, escuchando cómo las olas chocaban contra la playa.
Él se tumbó encima de ella y con la rodilla se hizo un hueco entre sus muslos. Ella abrió las pier-nas y le dejó sitio.
—Cuánto te deseo, ________. Pero no... no podemos—murmuró él.
—¿Por qué no?—preguntó ella mientras tímida¬mente deslizaba una mano entre ellos para tocarlo.
La fuerza de su erección la sobrecogió. Iba a re¬tirar la mano, pero él se lo impidió.
—Eso es—gimió él—. Así, así...
Se desabrochó el pantalón y, en unos segundos, la mano de ella estaba rozando su piel suave y sedo¬sa.
Ella siguió sus instrucciones y fue perdiendo ti¬midez y cobrando confianza. Después, él se abando¬nó a la necesidad y se convulsionó violentamente en las manos de ella.
—Ahora no puedo parar—gruñó él.
Le quitó el vestido y la ropa interior con suavi¬dad y experiencia. Después, su propia ropa cayó al suelo junto a la de ella.
Mientras la penetraba con una pasión febril, le¬vantó la cara para ver la expresión de ella al aceptar¬lo.
—Joe—gimió ella, sobrecogida y encantada al mismo tiempo.
Él volvió a moverse sin dejar de mirarla.
—Va a ser pura magia.
Ella no apartó los ojos de los de él mientras se movían juntos sobre el sofá, mientras los ruidos de la piel y de la tela crecían, como sus respiraciones, a la cálida luz de la luna.
Los movimientos rítmicos la hicieron perder el control. Primero, sintió que se abandonaba a la cari¬cia; después, su cuerpo se tensó hasta que, de mane¬ra sorprendente, una oleada que no pudo controlar se apoderó de ella y la hizo temblar y gritar de ma¬nera casi inhumana mientras llegaba al clímax una vez detrás de otra.
Él la dejó acabar, dejó que se saciara hasta el fi¬nal antes de apretar el ritmo y empujar con más fuerza y más adentro y más rápida mente hasta alcanzar su orgasmo. Su voz sonó desgarradora en medio de la noche mientras se convulsionaba sobre ella.
Después,se quedaron apretados el uno contra el otro, sin moverse, empapados en sudor y con las respiraciones entrecortadas.
—Cada vez es mejor—susurró ella mientras le besaba el cuello.
—Cada vez es más peligroso—dijo él con la voz aún ronca—. _______, no he utilizado nada. Pero no quiero que te quedes embarazada, no puede ser.
—¿Tan terrible sería?
El apretó los dientes.
—Para mí, justo ahora, sería el fin del mundo—dijo sin miramientos, rompiendo sus últimas espe¬ranzas.
Ella no sabía el peligro en el que estaba metido y no quería tener la debilidad de una mujer embaraza¬da a la que sus enemigos pudieran amenazar.
—Ya te lo he dicho antes. No quiero hijos. _______. No por el momento.
_______ se apretó contra él y ocultó la cara y la angustia que sentía en su cuello.
-Sé que no quieres oír eso -le dijo él con dulzura-. Lo siento, pero hay cosas que ahora no puedes saber. No podemos arriesgamos más.
-Entiendo-dijo ella.
-No, no entiendes, preciosa -dijo él-. Pero no importa -se deslizó hacia un lado-. Estoy loco por ti -le susurró-. Esa es la verdad.
-Yo también estoy loca por ti, Joe -susurró ella-. Nunca voy a volver a sentir algo así por nadie.
-Más te vale -gruñó él, fingiendo enfado. Después la besó con ternura-. Vamos a vestirnos. Tengo que llevarte a casa temprano.
Cuando estuvieron vestidos, el llamó a un taxi.
-escucha -le dijo junto a la puerta mientras esperaban a que llegara el coche que iba a recogerla-, No pienses en ningún momento que te he dejado. Tengo que mantenerte alejada un tiempo; pero no tienes que preocuparte ni sentirte rechazada. ¿De acuerdo?
Ella estaba preocupada y se notaba.
-¿Ni siquiera puedo llamarte por teléfono?
-No hasta que yo te llame. ¿Entendido? -la agarró por los hombros, con fuerza-. No quiero que nadie te asocie conmigo hasta que todo esto pase. Promételo.
-Te lo prometo.
-Me estás mirando como si yo te estuviera echando de mi lado, pero no es así -dijo él con un gruñido-. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida y no voy a dejarte ir. Así que recuerda lo que te estoy diciendo: me importas muchísimo. -Ella asintió con la cabeza.
-No le digas a tu hermana ni a David nada sobre lo nuestro.
-No me atrevería -confesó ella.
Él la miró preocupado.
-Tenemos un futuro juntos, te lo prometo.
Ella dejó escapar un suspiro.
-De acuerdo. De momento, me conformaré con los recuerdos.
Él le pasó un dedo por la mejilla.
-Yo haré lo mismo -se inclinó sobre ella y la besó. Era pura inocencia-. No hay nadie como tú en toda la tierra y eres mía.
Ella sonrió.
-Y tú mío.
Él la besó con pasión hasta que el sonido de un claxon atrajo su atención.
-¿No puedo enviarte una nota? -El la miró.
-Ni notas, ni llamadas, ni me saludes en la calle. Sólo me has visto el día que te salvé de Fred. Por cierto, mantente alejada de él -añadió con firmeza-. Ese hombre significa problemas.
Él la acompañó hasta el taxi y le sujetó la puerta para que entrara.
-John -le dijo al taxista mientras le daba un billete de cien dólares-. No me has visto en la vida. Has recogido a la señorita Osment en casa de Karen Bainbridge, ¿entendido?
-Entendido, señor Jonas -dijo el hombre con una sonrisa.
Joe se quedó mirando al taxi mientras se alejaba. En unas horas iba a meterse en un lío que no le apetecía demasiado; pero comparado con perder a _______, aunque sólo fuera temporalmente, no le preocupaba nada.
3/6
Nani Jonas
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
Capitulo 18
_______ ocultó lo mal que se sentía hasta que llegó a su habitación. Se dio un baño y lloró largamente. Una idea le rondaba la cabeza. Quizá Joe se estaba librando de ella con amabilidad. A pesar de todas las cosas que le había dicho, ¿No había oído toda la vida que los hombres decían lo que fuera a una mujer para llevársela a la cama? no sabía qué pensar. Ahora que no lo tenía a su lado para asegurarle que la amaba, estaba empezando a perder la confianza.
A la mañana siguiente, le costó un gran esfuerzo levantarse y arreglarse para bajar a tomar el desayuno; Si se le podía llamar así. Se tomó un zumo y un trozo de bacón; el huevo no pudo ni mirarlo.
Estaba observando con inseguridad el segundo trozo de bacón cuando una sombra cayó sobre ella.
-Es demasiado tarde -le dijo una voz profunda de hombre. Ella levantó la cabeza y se encontró con un par de ojos negros, una cara morena y un pelo castaño. Era un hombre alto, delgado y musculoso y de aspecto muy agradable. No parecía nada amenazador, pero había algo en él que hizo que _______ se pusiera tensa.
-¿Perdón? -dijo ella confundida
-Para el cerdo.
Ella entendió la broma. Su cara se iluminó y dejó escapar una carcajada.
-Muy gracioso -le dijo.
Él sonrió.
-Me llamo Dunagan -le dijo y le tendió una mano.
-Soy _______ Osment -respondió ella aceptando el apretón, pensativa. ¿No había mencionado David ese nombre? No estaba segura.
-¿Puedo sentarme? -preguntó él.
Ella dudó un instante.
-Déjame adivinar: tienes novio.
-Sí -respondió ella.
-Yo también -le dijo él-. Por supuesto, ella no lo sabe, pero eso no me preocupa.
Ella pestañeó.
-¿Tienes novia y ella no lo sabe? -preguntó ella con una sonrisa.
-Se me da muy bien guardar secretos. ¿Estás aquí sola?
-Con mi hermana y mi cuñado -le dijo.
-Ya me parecía que me sonaba tu cara. ¿Eres hermana de David Henrie verdad?
-Él es mi cuñado -lo corrigió ella.
-¿Por qué no están contigo?
-Han tenido que ir a Miami, pero vuelven esta noche.
Él sonrió.
-Me gusta Miami -le dijo-. Voy mucho por allí.
-Yo nunca he estado allí; de hecho, no he viajado mucho.
- ¿De dónde eres?
-De Texas.
- ¡Qué casualidad! Yo también soy de Texas. De cerca de el paso.
-Yo vivo al lado de San Antonio.
-Bueno, espero que nos volvamos a ver -dijo el hombre a modo de despedida.
-Quizá -le dijo ella.
Él le guiñó un ojo y se dirigió hacia la barra.
Ella sonrió para sí. No había nadie que pudiera competir con Joe. Desde luego, pero aquel hombre era realmente atractivo. Ella apenas había salido con chicos y ahora, en cuestión de dos días, se había vuelto irresistible. Pero eso ya no le servía de nada. No podía estar con Joe y, además, estaba embarazada y él ni siquiera quería tener hijos. ¿Qué iba a hacer?
Lo primero era comprobar que realmente estaba embarazada, así que se hizo la prueba que, tal y como ella esperaba, dio positiva. Tendría que ocultárselo a su hermana. Si se enterara se iba a poner furiosa con ella; sobre todo, cuando supiera quién era el padre. Tenía que intentar ocultar todos los síntomas, aunque no creía que Sel los reconociera; ella no podía tener hijos. _______ no sabía el motivo, pues era algo de lo que nunca se hablaba.
Una cosa tenía clara: iba a quedarse con el niño sin importar lo que tuviera que hacer. Si eso significaba irse al otro lado del mundo durante nueve meses, lo haría.
Haría cualquier cosa por el bebé, pensó llevándose una mano protectora al vientre.
¡Iba a ser madre!
Lo metió todo en una bolsa de plástico y la guardó en el bolso, después, la tiró a la basura de un restaurante cercano. Así no habría manera de que Sel se enterara de nada. Cuando Sel y David llegaron al hotel, _______ se dijo que debía mostrarse contenta y despreocupada.
Las hermanas se dieron un abrazo y David se acercó a darle un beso.
-¿Qué tal el viaje?
-Muy bien -le respondió su hermana-. ¿Qué tal tú por aquí?
-Muy bien, también. He estado saliendo con Karen y hoy he conocido a otro cliente del hotel. Se llama Dunagan.
-¿Dunagan? -preguntó David con el ceño fruncido.
-Es de Texas, como nosotros -dijo ella con una sonrisa-. Con el pelo ondulado y los ojos negros, un buen tipo con sentido del humor; justo mi tipo.
-¡Bueno! -exclamó Sel-. Menudo progreso.
- No hay ninguna prisa por casarse -murmuró David-. Todavía es una niña.
-Yo tenía dieciocho años cuando te casaste conmigo -protestó Sel.
-Que nosotros lo hiciéramos, no significa que estuviera bien.
Sel lo miró con el ceño fruncido.
-Quiero ver a mi... hermana feliz. ¿Qué tiene eso de malo?
_______ se dio cuenta de que Sel dudaba antes de decir la palabra hermana; como si le costara pronunciarla. Había una diferencia de edad muy grande, por supuesto, y su hermana mayor había pasado mucho tiempo cuidando de ella.
Probablemente, se sentía más como una madre que como una hermana, lo cual era bastante normal.
Dunagan se encontraba en el restaurante cuando ellos entraron. Estaba solo. Llevaba un traje de chaqueta blanco y una camisa a rayas. Tenía muy buen aspecto y se notaba que su ropa era cara.
Él la vio entrar y cuando pasó por su lado la saludó.
-¿Quieres unirte a mí?
-Perdona, estoy con mi hermana y mi cuñado.
El hombre miró a la pareja-¿Qué tal David?
-Bien. ¿Todavía estás por aquí?.
Dunagan se encogió de hombros.
-Sí, algunos trabajos llevan mucho tiempo. David y el joven intercambiaron una mirada significativa. David ayudó a Sel a tomar asiento y, después, se sentó él.
-¿A qué te dedicas? -le preguntó _______ mientras ocupaba una silla.
-A la propiedad inmobiliaria -respondió con una sonrisa. Sacó una tarjeta y se la pasó a David-. En este momento estoy intentando vender una finca en isla paraíso.
David levantó las cejas.
-¿Todavía estás en eso?
-Sí -dijo el hombre con naturalidad-. Ya tengo un comprador.
-Vaya, vaya.
El camarero llegó y la conversación cesó mientras el hombre tomaba nota. Fue la comida más extraña que _______ podía recordar. Dunagan y David parecían hablar a dos niveles y Sel no parecía darse cuenta de nada. Al terminar la cena, los dos hombres salieron a dar un paseo, charlando animadamente.
-¿Qué está pasando aquí?
-¿Por qué lo dices?
-¿Es que no te has dado cuenta? es como si esos dos tramaran algo.
Sel dejó escapar un suspiro.
-Se trata de un negocio en el que David está metido.
-¿De qué se trata?
-No puedo contártelo.
-Tengo la sensación de que nadie confía en mí.
-No seas tonta. Por supuesto que confío en ti: pero no es mi proyecto y David no quiere que hable del asunto contigo.
_______ meneó la cabeza.
-Me voy a dormir. Estoy cansada.
-¿Cansada? Pero si tú eres una noctámbula.
-No sé. Debe de ser el clima -mintió ella. Sel se rió y le dio un abrazo.
-Hasta mañana, cariño. Cierra bien la puerta.
4/6
_______ ocultó lo mal que se sentía hasta que llegó a su habitación. Se dio un baño y lloró largamente. Una idea le rondaba la cabeza. Quizá Joe se estaba librando de ella con amabilidad. A pesar de todas las cosas que le había dicho, ¿No había oído toda la vida que los hombres decían lo que fuera a una mujer para llevársela a la cama? no sabía qué pensar. Ahora que no lo tenía a su lado para asegurarle que la amaba, estaba empezando a perder la confianza.
A la mañana siguiente, le costó un gran esfuerzo levantarse y arreglarse para bajar a tomar el desayuno; Si se le podía llamar así. Se tomó un zumo y un trozo de bacón; el huevo no pudo ni mirarlo.
Estaba observando con inseguridad el segundo trozo de bacón cuando una sombra cayó sobre ella.
-Es demasiado tarde -le dijo una voz profunda de hombre. Ella levantó la cabeza y se encontró con un par de ojos negros, una cara morena y un pelo castaño. Era un hombre alto, delgado y musculoso y de aspecto muy agradable. No parecía nada amenazador, pero había algo en él que hizo que _______ se pusiera tensa.
-¿Perdón? -dijo ella confundida
-Para el cerdo.
Ella entendió la broma. Su cara se iluminó y dejó escapar una carcajada.
-Muy gracioso -le dijo.
Él sonrió.
-Me llamo Dunagan -le dijo y le tendió una mano.
-Soy _______ Osment -respondió ella aceptando el apretón, pensativa. ¿No había mencionado David ese nombre? No estaba segura.
-¿Puedo sentarme? -preguntó él.
Ella dudó un instante.
-Déjame adivinar: tienes novio.
-Sí -respondió ella.
-Yo también -le dijo él-. Por supuesto, ella no lo sabe, pero eso no me preocupa.
Ella pestañeó.
-¿Tienes novia y ella no lo sabe? -preguntó ella con una sonrisa.
-Se me da muy bien guardar secretos. ¿Estás aquí sola?
-Con mi hermana y mi cuñado -le dijo.
-Ya me parecía que me sonaba tu cara. ¿Eres hermana de David Henrie verdad?
-Él es mi cuñado -lo corrigió ella.
-¿Por qué no están contigo?
-Han tenido que ir a Miami, pero vuelven esta noche.
Él sonrió.
-Me gusta Miami -le dijo-. Voy mucho por allí.
-Yo nunca he estado allí; de hecho, no he viajado mucho.
- ¿De dónde eres?
-De Texas.
- ¡Qué casualidad! Yo también soy de Texas. De cerca de el paso.
-Yo vivo al lado de San Antonio.
-Bueno, espero que nos volvamos a ver -dijo el hombre a modo de despedida.
-Quizá -le dijo ella.
Él le guiñó un ojo y se dirigió hacia la barra.
Ella sonrió para sí. No había nadie que pudiera competir con Joe. Desde luego, pero aquel hombre era realmente atractivo. Ella apenas había salido con chicos y ahora, en cuestión de dos días, se había vuelto irresistible. Pero eso ya no le servía de nada. No podía estar con Joe y, además, estaba embarazada y él ni siquiera quería tener hijos. ¿Qué iba a hacer?
Lo primero era comprobar que realmente estaba embarazada, así que se hizo la prueba que, tal y como ella esperaba, dio positiva. Tendría que ocultárselo a su hermana. Si se enterara se iba a poner furiosa con ella; sobre todo, cuando supiera quién era el padre. Tenía que intentar ocultar todos los síntomas, aunque no creía que Sel los reconociera; ella no podía tener hijos. _______ no sabía el motivo, pues era algo de lo que nunca se hablaba.
Una cosa tenía clara: iba a quedarse con el niño sin importar lo que tuviera que hacer. Si eso significaba irse al otro lado del mundo durante nueve meses, lo haría.
Haría cualquier cosa por el bebé, pensó llevándose una mano protectora al vientre.
¡Iba a ser madre!
Lo metió todo en una bolsa de plástico y la guardó en el bolso, después, la tiró a la basura de un restaurante cercano. Así no habría manera de que Sel se enterara de nada. Cuando Sel y David llegaron al hotel, _______ se dijo que debía mostrarse contenta y despreocupada.
Las hermanas se dieron un abrazo y David se acercó a darle un beso.
-¿Qué tal el viaje?
-Muy bien -le respondió su hermana-. ¿Qué tal tú por aquí?
-Muy bien, también. He estado saliendo con Karen y hoy he conocido a otro cliente del hotel. Se llama Dunagan.
-¿Dunagan? -preguntó David con el ceño fruncido.
-Es de Texas, como nosotros -dijo ella con una sonrisa-. Con el pelo ondulado y los ojos negros, un buen tipo con sentido del humor; justo mi tipo.
-¡Bueno! -exclamó Sel-. Menudo progreso.
- No hay ninguna prisa por casarse -murmuró David-. Todavía es una niña.
-Yo tenía dieciocho años cuando te casaste conmigo -protestó Sel.
-Que nosotros lo hiciéramos, no significa que estuviera bien.
Sel lo miró con el ceño fruncido.
-Quiero ver a mi... hermana feliz. ¿Qué tiene eso de malo?
_______ se dio cuenta de que Sel dudaba antes de decir la palabra hermana; como si le costara pronunciarla. Había una diferencia de edad muy grande, por supuesto, y su hermana mayor había pasado mucho tiempo cuidando de ella.
Probablemente, se sentía más como una madre que como una hermana, lo cual era bastante normal.
Dunagan se encontraba en el restaurante cuando ellos entraron. Estaba solo. Llevaba un traje de chaqueta blanco y una camisa a rayas. Tenía muy buen aspecto y se notaba que su ropa era cara.
Él la vio entrar y cuando pasó por su lado la saludó.
-¿Quieres unirte a mí?
-Perdona, estoy con mi hermana y mi cuñado.
El hombre miró a la pareja-¿Qué tal David?
-Bien. ¿Todavía estás por aquí?.
Dunagan se encogió de hombros.
-Sí, algunos trabajos llevan mucho tiempo. David y el joven intercambiaron una mirada significativa. David ayudó a Sel a tomar asiento y, después, se sentó él.
-¿A qué te dedicas? -le preguntó _______ mientras ocupaba una silla.
-A la propiedad inmobiliaria -respondió con una sonrisa. Sacó una tarjeta y se la pasó a David-. En este momento estoy intentando vender una finca en isla paraíso.
David levantó las cejas.
-¿Todavía estás en eso?
-Sí -dijo el hombre con naturalidad-. Ya tengo un comprador.
-Vaya, vaya.
El camarero llegó y la conversación cesó mientras el hombre tomaba nota. Fue la comida más extraña que _______ podía recordar. Dunagan y David parecían hablar a dos niveles y Sel no parecía darse cuenta de nada. Al terminar la cena, los dos hombres salieron a dar un paseo, charlando animadamente.
-¿Qué está pasando aquí?
-¿Por qué lo dices?
-¿Es que no te has dado cuenta? es como si esos dos tramaran algo.
Sel dejó escapar un suspiro.
-Se trata de un negocio en el que David está metido.
-¿De qué se trata?
-No puedo contártelo.
-Tengo la sensación de que nadie confía en mí.
-No seas tonta. Por supuesto que confío en ti: pero no es mi proyecto y David no quiere que hable del asunto contigo.
_______ meneó la cabeza.
-Me voy a dormir. Estoy cansada.
-¿Cansada? Pero si tú eres una noctámbula.
-No sé. Debe de ser el clima -mintió ella. Sel se rió y le dio un abrazo.
-Hasta mañana, cariño. Cierra bien la puerta.
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Nani Jonas
Re: "Cerca Del Paraiso" - Joe y tu Terminada
Capitulo 19
Cuando _______ se levantó al día siguiente, no había dormido mucho. Por la mañana recibió una llamada de teléfono.
-Es para ti -le dijo Sel asomando la cabeza por la puerta del dormitorio.
-¡Karen! -exclamó _______, con una gran sonrisa.
- Buenos días -dijo la mujer con su acento británico-. ¿Te gustaría venir con tu familia a dar una vuelta en el barco?
-A mí me encantaría -respondió ella-. Voy a preguntarles. ¡Sel! -gritó, tapando el micrófono del teléfono.
Sel abrió la puerta.
-¿Qué?
-¿Os gustaría salir a navegar con Karen?
Sel abrió mucho los ojos.
-¡Claro!
-Sel ha dicho que sí -le dijo _______ a su amiga.
-Muy bien. Venid al puerto a las diez. Yo encargaré la comida para todos. Hasta luego.
-Hasta luego, Karen, y gracias -y colgó.
Después miró a su hermana, que no se había movido de allí-. Hemos quedado a las diez. Te va a gustar Karen, ya verás.
Se prepararon para la excursión y llamaron a un taxi. Karen estaba esperándolos en el embarcadero con un gran sombrero de paja con flores rosas.
_______ los presentó y David y Sel se quedaron, inmediatamente, encantados con la mujer.
-Me alegro mucho de que pudierais venir -les dijo, invitándolos a subir al yate.
-¡Qué bonito! -exclamó Sel.
-Mi marido lo compró a mediados de los ochenta. Es muy viejo, pero me encanta.
-Nunca he sido muy marino -dijo David-, pero con un barco así podría animarme.
-Me encanta el océano. Gracias por invitarnos -dijo Sel-. _______ ha estado hablando maravillas de ti desde que llegamos.
Navegaron alrededor de la isla, charlando y escuchando las historias de Karen. Después, Sel y David se fueron a la piscina de cubierta. _______ no se les unió porque quería hablar con Karen de Joe. Quería preguntarle qué sabía de él; pero Karen no había tenido noticias suyas y aquello preocupó aún más a _______. Fue un día muy agradable, pero _______ se llevó una desilusión cuando Karen no pudo contarle nada. Sel empezó a sospechar algo cuando su hermana no se unió a ellos en la piscina y, desde entonces, no dejó de observarla. Cuando estuvieron de vuelta en el hotel, mientras se cambiaban para la cena, la abordó.
-Tú y esa señora estáis tramando algo. No me engañes que te conozco muy bien.
_______ la miró como si no supiera de qué le hablaba.
-Estábamos hablando de plantas.
-No me engañes. Estoy casi segura de que estabais hablando de Joseph Jonas.
_______ la miró con una sonrisa, fingiendo indiferencia.
-Esto es serio -le dijo Sel-. Escucha, Joe Jonas está mezclado en un asunto bastante feo, cariño. Está tramando algo con una banda de Gángsters de Miami que quieren montar otro casino en la isla. Oí a David hablar con alguien por teléfono del asunto. Pero uno de la banda lo ha vendido al FBI y lo van a atrapar.
_______ se puso pálida. No podía ni hablar. Sel sonrió.
-Lo has visto, ¿verdad? cariño, no puedes volver a acercarte a él. Va a ir a prisión. No querrás tener nada que ver con una persona así.
_______ tragó con dificultad.
-Él no es así.
Sel abrió mucho los ojos.
--¿Sólo llevas aquí tres semanas y ya crees que lo conoces mejor que la policía?
-Es... es difícil de explicar -tomó aliento para calmarse-. No quiere que vaya con él para que no me pase nada.
Sel dejó escapar un gemido.
-Cariño -dijo, sintiéndose muy mal y abrazó a su hermana con fuerza-. Haría lo que fuera para ahorrarte el sufrimiento.
-No es un delincuente.
-La policía no arresta a las buenas personas.
-Sé que no ha hecho nada ilegal. Y que no ha matado a nadie -lo defendió con fervor-. Es amable y tiene un corazón de oro.
-Nada de lo que digas o de lo que hagas va a evitar que vaya a prisión.
_______ tragó con dificultad.
-Tengo que advertirle -susurró-. No puedo permitir que le pase nada.
-Cariño...
-Lo amo -dijo con un nudo en la garganta. Sel apretó la mandíbula.
-No quería decirte nada, pero... está saliendo con una mujer.
_______ sintió que se le caía el alma a los pies. Joe le había dicho que se mantuviera alejada de él por su propia seguridad; pero no le importaba salir con otra.
¿Podría ser que la hubiera dejado de lado para que su novia no tuviera celos? ¿Y si ya estaba saliendo con esa mujer cuando la conoció a ella? Si era así, ¿Por qué se había acostado con ella?
-Me dijo que estaba loco por mí -dijo sintiéndose desgraciada.
Sel la miró como si hubiera perdido la cabeza.
-¿Y tú le creíste? -exclamó-. ¿Tú crees que a un hombre de ese tipo le importa la verdad?
-No es un Gángster, es un buen hombre -protestó _______-. No puedo permitir que vaya a prisión, Sel. Tengo que ir a verlo; tengo que avisarle.
-No quiero que vayas al casino -dijo Sel con firmeza-. No voy a permitir que te maten; además, si vas, David sabrá que te lo he contado todo.
-Será nuestro secreto -le prometió ella-. Sel, tengo que hacerlo.
Sel estaba llena de dudas y muy preocupada.
-Cariño, no quiero que corras ningún riesgo. Quizá le diga a David que vaya él.
-¿Que vaya adónde? -preguntó David desde la puerta.
Sel dio un salto.
- ¡Qué susto!
David miró de la una a la otra.
-¿De qué estabais hablando?
-De Joe Jonas -dijo _______ sin rodeos-. Sé que tiene problemas con el gobierno y quiero avisarle.
David no pareció sorprendido.
-Quizá puedas hacerlo, si vas con un amigo mío y le llevas una nota de mi parte.
Sel lo miró con la boca abierta.
-Hay un proyecto en marcha del que yo formo parte -les explicó-. Eso es todo lo que puedo decir de momento. Tengo que enviarle una nota a Jonas y _______ es mi única esperanza. No puedo llamarlo ni mandarle la nota por correo porque levantaría sospechas.
-¿Está Joe en peligro? -preguntó _______. David tenía un semblante muy serio.
-Más de lo que se puede imaginar. No puedo permitirme que muera. Es esencial para esta operación. ¿Vas a hacerlo? Puede ser peligroso.
_______ asintió.
-¡No vas a ir a ninguna parte! -le espetó Sel.
-Llamaré a mi amigo. Estate preparada dentro de una hora.
-¡David! -gritó Sel fuera de sí-. No voy a permitir que te relaciones con un Gángster.
Por más que Sel se quejó, no logró que la escucharan.
-¡Podrían matarla! -protestó enérgicamente.
-A Jonas sí que lo matarán si no le hago llegar esta nota -respondió David entregándole a _______un sobre-. No lo abras -le ordenó-. Podría costarte la vida.
-No lo abriré -respondió ella-. Gracias, David.
-¿Sabes que la mayoría de las cosas que dicen sobre él son ciertas? –preguntó él. Ella asintió.
-No me importa.
Él sonrió.
-Eso es lo que pensé que dirías. Buena suerte, pequeña.
En ese momento, llamaron a la puerta.
-Ten cuidado -le dijo Sel, atragantada-. Si te sucediera algo...
-No va a pasar nada -dijo _______ con seguridad.
Antes de que Sel pudiera decir nada más, Dunagan entró en la habitación.
Llevaba un traje de chaqueta negro, camisa blanca y pajarita negra. No estaba sonriendo. Le dedicó a _______ una mirada rápida y asintió.
-Tienes buen aspecto -le dijo él.
-Tú también -le respondió ella-. Pero, ¿qué haces aquí?
-Es tu acompañante -le dijo David-. Cuanto menos sepas, mejor. Simplemente haz como si fueras a divertirte. Y disimula cuando hables con Jonas. Habla sólo de cuando te rescató y nada más, ¿Entendido?
-Entendido -asintió ella, sintiendo que las rodillas empezaban a temblarle.
Ella era una profesora de costura. ¿Cómo diablos se había visto envuelta en un lío con la mafia? ¿Y qué relación tenía el misterioso hombre que la iba a acompañar con todo aquello? ¿Y David? ¿Trabajaban juntos? ¿Contra la mafia o a favor de ella? Agarró su bolso y el chal de terciopelo. Llevaba un vestido de raso ajustado, con escote palabra de honor. Se había recogido el pelo en un sofisticado moño. Tenía un aspecto elegante y distinguido.
Dunagan le ofreció el brazo.
-Cuidaré de ella -le dijo a Sel. Que estaba haciendo un esfuerzo por contener las lágrimas-. Te doy mi palabra.
Sel intentó asentir y le dio un beso a su hermana.
-¡Ten cuidado!
Antes de cerrar la puerta, oyeron a Sel gritarle a David.
-No me habías dicho que estuvieras mezclado con Gángsters. Cuéntamelo todo ahora mismo.
En la esquina había un taxi esperándolos. Para sorpresa de _______, se trataba de John.
-¿Qué tal está, señorita Osment? ¿Al Bow tie, señor Dunagan? -añadió.
-Sí -le respondió-. Y date prisa, John.
El Bow tie estaba lleno de turistas que paseaban entre las máquinas o que jugaban en las distintas mesas. _______ buscó a Joe con la mirada. Al entrar, pensó que se había arreglado demasiado, pero luego vio de todo, desde gente con vaqueros desgastados hasta señoras con trajes largos y hombres con esmoquin. Aparentemente, no había ninguna regla con respecto al atuendo. Dunagan la tomó del brazo y la llevó hacia las cajas de cambio. Era como una escena de James Bond, pensó ella, fascinada con las ruletas y las mesas de Black Jack.
-Esto parece sacado de una película -comentó ella.
Él se rió.
-Más de lo que tú crees.
Entonces, _______ vio a Joe. Estaba muy elegante con un esmoquin negro. A su lado había una mujer morena, muy hermosa, con el pelo largo. Llevaba un vestido de seda blanco y tenía tan buen aspecto como Joe. Estaba agarrada de su brazo y él la miraba sonriente.
5/6
Cuando _______ se levantó al día siguiente, no había dormido mucho. Por la mañana recibió una llamada de teléfono.
-Es para ti -le dijo Sel asomando la cabeza por la puerta del dormitorio.
-¡Karen! -exclamó _______, con una gran sonrisa.
- Buenos días -dijo la mujer con su acento británico-. ¿Te gustaría venir con tu familia a dar una vuelta en el barco?
-A mí me encantaría -respondió ella-. Voy a preguntarles. ¡Sel! -gritó, tapando el micrófono del teléfono.
Sel abrió la puerta.
-¿Qué?
-¿Os gustaría salir a navegar con Karen?
Sel abrió mucho los ojos.
-¡Claro!
-Sel ha dicho que sí -le dijo _______ a su amiga.
-Muy bien. Venid al puerto a las diez. Yo encargaré la comida para todos. Hasta luego.
-Hasta luego, Karen, y gracias -y colgó.
Después miró a su hermana, que no se había movido de allí-. Hemos quedado a las diez. Te va a gustar Karen, ya verás.
Se prepararon para la excursión y llamaron a un taxi. Karen estaba esperándolos en el embarcadero con un gran sombrero de paja con flores rosas.
_______ los presentó y David y Sel se quedaron, inmediatamente, encantados con la mujer.
-Me alegro mucho de que pudierais venir -les dijo, invitándolos a subir al yate.
-¡Qué bonito! -exclamó Sel.
-Mi marido lo compró a mediados de los ochenta. Es muy viejo, pero me encanta.
-Nunca he sido muy marino -dijo David-, pero con un barco así podría animarme.
-Me encanta el océano. Gracias por invitarnos -dijo Sel-. _______ ha estado hablando maravillas de ti desde que llegamos.
Navegaron alrededor de la isla, charlando y escuchando las historias de Karen. Después, Sel y David se fueron a la piscina de cubierta. _______ no se les unió porque quería hablar con Karen de Joe. Quería preguntarle qué sabía de él; pero Karen no había tenido noticias suyas y aquello preocupó aún más a _______. Fue un día muy agradable, pero _______ se llevó una desilusión cuando Karen no pudo contarle nada. Sel empezó a sospechar algo cuando su hermana no se unió a ellos en la piscina y, desde entonces, no dejó de observarla. Cuando estuvieron de vuelta en el hotel, mientras se cambiaban para la cena, la abordó.
-Tú y esa señora estáis tramando algo. No me engañes que te conozco muy bien.
_______ la miró como si no supiera de qué le hablaba.
-Estábamos hablando de plantas.
-No me engañes. Estoy casi segura de que estabais hablando de Joseph Jonas.
_______ la miró con una sonrisa, fingiendo indiferencia.
-Esto es serio -le dijo Sel-. Escucha, Joe Jonas está mezclado en un asunto bastante feo, cariño. Está tramando algo con una banda de Gángsters de Miami que quieren montar otro casino en la isla. Oí a David hablar con alguien por teléfono del asunto. Pero uno de la banda lo ha vendido al FBI y lo van a atrapar.
_______ se puso pálida. No podía ni hablar. Sel sonrió.
-Lo has visto, ¿verdad? cariño, no puedes volver a acercarte a él. Va a ir a prisión. No querrás tener nada que ver con una persona así.
_______ tragó con dificultad.
-Él no es así.
Sel abrió mucho los ojos.
--¿Sólo llevas aquí tres semanas y ya crees que lo conoces mejor que la policía?
-Es... es difícil de explicar -tomó aliento para calmarse-. No quiere que vaya con él para que no me pase nada.
Sel dejó escapar un gemido.
-Cariño -dijo, sintiéndose muy mal y abrazó a su hermana con fuerza-. Haría lo que fuera para ahorrarte el sufrimiento.
-No es un delincuente.
-La policía no arresta a las buenas personas.
-Sé que no ha hecho nada ilegal. Y que no ha matado a nadie -lo defendió con fervor-. Es amable y tiene un corazón de oro.
-Nada de lo que digas o de lo que hagas va a evitar que vaya a prisión.
_______ tragó con dificultad.
-Tengo que advertirle -susurró-. No puedo permitir que le pase nada.
-Cariño...
-Lo amo -dijo con un nudo en la garganta. Sel apretó la mandíbula.
-No quería decirte nada, pero... está saliendo con una mujer.
_______ sintió que se le caía el alma a los pies. Joe le había dicho que se mantuviera alejada de él por su propia seguridad; pero no le importaba salir con otra.
¿Podría ser que la hubiera dejado de lado para que su novia no tuviera celos? ¿Y si ya estaba saliendo con esa mujer cuando la conoció a ella? Si era así, ¿Por qué se había acostado con ella?
-Me dijo que estaba loco por mí -dijo sintiéndose desgraciada.
Sel la miró como si hubiera perdido la cabeza.
-¿Y tú le creíste? -exclamó-. ¿Tú crees que a un hombre de ese tipo le importa la verdad?
-No es un Gángster, es un buen hombre -protestó _______-. No puedo permitir que vaya a prisión, Sel. Tengo que ir a verlo; tengo que avisarle.
-No quiero que vayas al casino -dijo Sel con firmeza-. No voy a permitir que te maten; además, si vas, David sabrá que te lo he contado todo.
-Será nuestro secreto -le prometió ella-. Sel, tengo que hacerlo.
Sel estaba llena de dudas y muy preocupada.
-Cariño, no quiero que corras ningún riesgo. Quizá le diga a David que vaya él.
-¿Que vaya adónde? -preguntó David desde la puerta.
Sel dio un salto.
- ¡Qué susto!
David miró de la una a la otra.
-¿De qué estabais hablando?
-De Joe Jonas -dijo _______ sin rodeos-. Sé que tiene problemas con el gobierno y quiero avisarle.
David no pareció sorprendido.
-Quizá puedas hacerlo, si vas con un amigo mío y le llevas una nota de mi parte.
Sel lo miró con la boca abierta.
-Hay un proyecto en marcha del que yo formo parte -les explicó-. Eso es todo lo que puedo decir de momento. Tengo que enviarle una nota a Jonas y _______ es mi única esperanza. No puedo llamarlo ni mandarle la nota por correo porque levantaría sospechas.
-¿Está Joe en peligro? -preguntó _______. David tenía un semblante muy serio.
-Más de lo que se puede imaginar. No puedo permitirme que muera. Es esencial para esta operación. ¿Vas a hacerlo? Puede ser peligroso.
_______ asintió.
-¡No vas a ir a ninguna parte! -le espetó Sel.
-Llamaré a mi amigo. Estate preparada dentro de una hora.
-¡David! -gritó Sel fuera de sí-. No voy a permitir que te relaciones con un Gángster.
Por más que Sel se quejó, no logró que la escucharan.
-¡Podrían matarla! -protestó enérgicamente.
-A Jonas sí que lo matarán si no le hago llegar esta nota -respondió David entregándole a _______un sobre-. No lo abras -le ordenó-. Podría costarte la vida.
-No lo abriré -respondió ella-. Gracias, David.
-¿Sabes que la mayoría de las cosas que dicen sobre él son ciertas? –preguntó él. Ella asintió.
-No me importa.
Él sonrió.
-Eso es lo que pensé que dirías. Buena suerte, pequeña.
En ese momento, llamaron a la puerta.
-Ten cuidado -le dijo Sel, atragantada-. Si te sucediera algo...
-No va a pasar nada -dijo _______ con seguridad.
Antes de que Sel pudiera decir nada más, Dunagan entró en la habitación.
Llevaba un traje de chaqueta negro, camisa blanca y pajarita negra. No estaba sonriendo. Le dedicó a _______ una mirada rápida y asintió.
-Tienes buen aspecto -le dijo él.
-Tú también -le respondió ella-. Pero, ¿qué haces aquí?
-Es tu acompañante -le dijo David-. Cuanto menos sepas, mejor. Simplemente haz como si fueras a divertirte. Y disimula cuando hables con Jonas. Habla sólo de cuando te rescató y nada más, ¿Entendido?
-Entendido -asintió ella, sintiendo que las rodillas empezaban a temblarle.
Ella era una profesora de costura. ¿Cómo diablos se había visto envuelta en un lío con la mafia? ¿Y qué relación tenía el misterioso hombre que la iba a acompañar con todo aquello? ¿Y David? ¿Trabajaban juntos? ¿Contra la mafia o a favor de ella? Agarró su bolso y el chal de terciopelo. Llevaba un vestido de raso ajustado, con escote palabra de honor. Se había recogido el pelo en un sofisticado moño. Tenía un aspecto elegante y distinguido.
Dunagan le ofreció el brazo.
-Cuidaré de ella -le dijo a Sel. Que estaba haciendo un esfuerzo por contener las lágrimas-. Te doy mi palabra.
Sel intentó asentir y le dio un beso a su hermana.
-¡Ten cuidado!
Antes de cerrar la puerta, oyeron a Sel gritarle a David.
-No me habías dicho que estuvieras mezclado con Gángsters. Cuéntamelo todo ahora mismo.
En la esquina había un taxi esperándolos. Para sorpresa de _______, se trataba de John.
-¿Qué tal está, señorita Osment? ¿Al Bow tie, señor Dunagan? -añadió.
-Sí -le respondió-. Y date prisa, John.
El Bow tie estaba lleno de turistas que paseaban entre las máquinas o que jugaban en las distintas mesas. _______ buscó a Joe con la mirada. Al entrar, pensó que se había arreglado demasiado, pero luego vio de todo, desde gente con vaqueros desgastados hasta señoras con trajes largos y hombres con esmoquin. Aparentemente, no había ninguna regla con respecto al atuendo. Dunagan la tomó del brazo y la llevó hacia las cajas de cambio. Era como una escena de James Bond, pensó ella, fascinada con las ruletas y las mesas de Black Jack.
-Esto parece sacado de una película -comentó ella.
Él se rió.
-Más de lo que tú crees.
Entonces, _______ vio a Joe. Estaba muy elegante con un esmoquin negro. A su lado había una mujer morena, muy hermosa, con el pelo largo. Llevaba un vestido de seda blanco y tenía tan buen aspecto como Joe. Estaba agarrada de su brazo y él la miraba sonriente.
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Nani Jonas
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