summer girl joe y tu TERMINADA

bueno chicas lo siento x no haberles subido pero ya les subo el cap completo...

Capítulo 25




Le había costado bastante salir de esa casa. Cuando se había despedido por fin de _________ había podido encontrar una forma de resistirse a las caritas de perro mojados o a los pucheros de la chica con la intención de que el chico se quedase, Nicholas había salido al jardín y había estado más de una hora en el lugar, sin moverse y lo que más ira le había causado al pelinegro, sin hacer nada, absolutamente nada. Le había pedido la ayuda hasta a Jane, pero la chica aseguró que el de cabellos rizados sospecharía, porque nunca la escuchaba y la odiaba de una forma que ni ella lograba comprender a veces, por lo que la blonda optó por la opción de no ayudar a Joe por el bien de todos.
Se hallaba caminando de regresó a casa con una sonrisa en el rostro y ni el se la explicaba, luego de haber tenido una conversación con ___________ de que jamás volverían a verse y que tampoco ella intentase irse a la universidad en la que iba Joe, no podía entender por qué tanta felicidad.
Su celular sonó e irrumpió todo tipo de pensamiento.

― ¿Dónde se supone que estás, jovencito? ―era la voz de su madre.
―Mamá ―bufó―. Mamá tuve problemas, bastante para mi gusto diría yo ―admitió y se cambió el teléfono celular de oreja ―. Pero te prometo que ya estoy llegando a casa.
―Y más te vale, jovencito. Ni siquiera te has presentado a trabajar y sin ninguna excusa ―fue lo último que escucho de su madre porque colgó, sin piedad de la mujer que le había dado la vida.
Siguió caminando, despreocupado de la vida. Le importaba un carajo lo que sucediese de ahí en adelante, era feliz y todo lo que importaba era que tenía a _________ para él. Ella misma lo había dicho, susurrándolo a su oído, cuando sus cuerpos se hallaban juntos y en éxtasis por el otro.
Si hubiese querido, o de hecho podido detener el mundo en algún momento de su vida, lo hubiese hecho en ese momento. El primer verano que no quería que terminase, había conocido a _________,la chica que lo tenía de cabeza, de pies al cielo, lo tenía loco por tanta belleza y por tanta calidez al mismo tiempo. No era diferente a las otras chicas, pero era lo que quería en ese momento, ni más ni menos. Ella era la indicada para aquel momento, lo sabía y lo sentía.

***



― ¿Qué celebramos entonces? ―preguntó Jane rozando los labios de su novio. Si, porque ya era su novio y de hecho tenían preparados los papeles de Jane para que se postulase a la universidad de Yale.
―Pues que hayamos podido juntar a una pareja para que solucionase sus problemas y porque mi hijo está sano y salvo en el vientre de su alocada madre ―la besó, sujetando su rostro. Luego de minutos, se separaron ―. Lo mejor de todo es que mi hijo va a ser un suertudo, tendrá dos madres y hermosas por supuesto. Aunque tú eres más bella que Mel.
―Más te vale haber dicho eso ―bromeó, Jane. Se apoyó en el respaldo de la silla y tomó de su vaso con forma de cono y que tenía algo más de la mitad de jugo de maracuyá.
Seth pasó su mano por debajo de la mesa y empezó a acariciar de forma sensual uno de los muslos descubiertos de la blonda, lo que causo cosquillas en la chica haciendo que la chica devolviese el jugo y salpicase de su boca. Seth no pudo evitar explotar en carcajadas, lo que hizo que las mejillas de Jane se tornasen de un rojo intenso, algo parecido al rubí.
―Eres un estúpido ―aseguró cuando por fin pudo hablar.
―Hey, yo también te quiero mucho, amor ―se acercó y le beso los labios, pero no tuvo ninguna respuesta de parte de su novia ―. Pero no te enojes, si solo ha sido una pequeña bromilla.
Jane se levantó con un rostro enojado y se fue caminando de la mesa del restaurante.. En un principio el peli castaño no hizo nada, pero cuando ella no se devolvió él se levanto y empezó correr tras ella. Jane se volteó a ver y vio que su novio la seguía, a lo que empezó a correr como pudo porque andaba con unas ballerinas que tenían un pequeño taco.
― ¡Jane, espérame! ―gritó, pero ella siguió corriendo.

Seth se vio en la obligación de empezar a correr más y más rápido hasta que la alcanzó. La tomó por la cintura y la obligó a que se girase en su propio eje.
Ordenó la melena enmarañada de su novio y beso su frente.
―No me había enojado contigo, solo quería gastar una pequeña broma ―rió traviesa.
―Eres una mal…
―Lo sé, pero me encanta. Me encanta ver como te preocupas por mí ―se elevo en puntas y abrazó el cuello de Seth con uno de sus brazos y el otro paso por debajo del brazo del chico, a lo que termino uniendo sus brazos en la espalda del chico ―. Me encantas, me encantas y ¡me encantas! Seth ―lo beso.
―Lastima que este sea nuestro último día ―aclaró con melancolía.
―Eres un exagerado, sabes que nos veremos en una semana y media, o tal vez dos. Ya sabes que las vacaciones están a punto de terminar y nunca había deseado y ansiado tanto un inicio de clases, y todo por ti ―lo volvió a besar.
Seth aprovechó para pasar uno de sus brazos por debajo de las piernas de Jane y el otro por debajo de su espalda. Jane abrazó el cuello de Seth, esta vez de manera correcta. El peli castaño empezó a correr en dirección a la playa, en donde se metió en el mar y empezó a dar vueltas con Jane.
La extrañaría tanto en esas dos semanas y se sentía de la misma manera que su querida novia. Nunca había ansiado tanto la entrada a clases, odiaba la universidad, pero ahora también era la única forma para darle un bueno futuro a su hijo, el que sabía de antemano que sería criado de una forma muy distinta a las normales.

***



Había buscado por toda la casa y aún no encontraba una de las pulseras que le había regalado Joe hace unas semanas atrás. Se sentía una estúpida por haberla perdido. Hasta le había preguntado a Nick con la excusa de que era una pulsera que le había regalado su querida prima y el chico le había dado como respuesta un simple monosílabo, no, con la frialdad que desde el día que la había descubierto con Joe, lo había caracterizado.
Trató de hablar con el, pero el no la dejo. Ni siquiera se sentaba a la mesa cuando ella se encontraba ingiriendo una de sus comidas diarias. Se pasaba todo el día encerrado en su cuarto o en el jardín, como lo había estado aquella noche que Joe había tratado de escapar.
Su prima apareció por la puerta de su cuarto con todo el cabello mojado y botando unas cuantas gotas. Frankie no le tomó mayor importancia porque toda su mente iba dedicada a la pulsera que le había regalado Joe.
― ¿La encontraste?
― ¡No! ―exclamó con los nervios de punta.
―Buscaste en el lugar donde guardaste las fotografías que tienes con Joe, ¿no cierto? Digo yo, tu dijiste que en ella guardarías todas las cosas que había vivido con Joe, bueno lo material que te recordaba lo vivido con Joe ―cito casi textualmente Jane las palabras de su prima.

___________ casi se cayó en el transcurso que la llevaba al lugar que le había dicho su prima.
Jane salió del cuarto de _______.
Buscó y re-rebuscó y por fin la encontró. Entremedio de las fotografías y aún no entendía como no había sido el primer lugar para buscar, siendo que eran todas las cosas que habían tenido relación con lo suyo con Joe. Se golpeó la frente, despacio y con una gran sonrisa en el rostro. Se sentó en el borde de la cama y se ató la pulsera en su muñeca izquierda.
Poco a poco empezó a recordar como lo había conocido y que nunca había lavado esa camiseta porque su madre no podía enterarse de que había ido una fiesta y había alcohol para consumir. Luego como lo había enfrentado como una leona enjaulada, a pesar de que Joe no le había hecho nada. Las lágrimas poco a poco fueron saliendo, pero eran de felicidad. Era tanta la felicidad que le había dado Joe en un mes y tanto que no podía creerse que todo se estuviese acabando.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la aguda y maternal voz de su madre, quien había interrumpido en el cuarto.
―Hija, es hora de irnos ―se sentó junto a su hija, quien había alcanzado a ocultar las fotos que tenía junto a Joe ―. No llores, prometo que el próximo año volveremos y sin Nicholas ―soltó una pequeña risita que contagió a su hija.
―Gracias, mamá ―se encogió de hombros ―. Supongo que le diré que todo se ha acabado. Tengo ganas de alejarme de él y de todo. Quiero empezar algo nuevo, pues si te parece bien.
―Me parece perfecto que estés creciendo hija ―se levantó, besó la frente de su hija y se dirigió a la puerta ―. Me encantaría saber qué fue lo que ese chico, Joe me parece que era, hizo para conquistar a mi chica. A veces pienso que fue igual que tu padre; un aventurero total que me hacía vivir algo nuevo cada día. Tal vez son solo cosas mías.


Ya habían embarcado todas las maletas y solo faltaba guardar unas cuantas cosas dentro de la casa.
Nicholas estaba aislado como siempre y serio.

Jane estaba junto a Seth y Kevin, quien había ido con la intención de hablar con Jane; despedirse podría llamarse, solo que Kevin no había querido ponerle nombre a aquel encuentro. Solo algo casual y que venía a la ocasión.
―Espero que te la pases estupendo en Yale ―indicó Kevin con su mejor sonrisa.
―Yo también lo espero, aparte estaré con mi novio, Seth ―dijo y le sonrió al peli castaño, quien ya había arreglado algunos problemas con Kevin. Por ello el chico de ojos verdes había decidido ir a visitar a la blonda que aún lo tenía algo loquito y marcando ocupado de vez en cuando en las fiestas que habían comenzado a organizar las fraternidades de su universidad.
―De seguro ambos se la pasan de mayoría y cuando organicen una fiesta, no duden en llamarme ―Kevin se acercó a Jane y la beso en la mejilla, luego la abrazó y alzó su mano agitándola de un lado a otro despidiendo también de ___________.
Jamás llegó Joseph.
Seth se despidió de Jane y le dio unos cuantos besos que iban más allá de un simple choque de labios. También se entretenían con las batallas que se disponían a dar sus miembros bucales. Poco a poco fueron bajando de nivel hasta llegar a besos mullidos en las mejillas o en las comisuras de los labios.
___________ mantuvo su sonrisa a pesar de que el chico no llegó. A final de cuentas habían hablado y habían llegado al común acuerdo de que seguirían sus vidas, lo suyo jamás lo podrían olvidar porque era algo que les había marcado el verano, pero no podías quedarse pegados por siempre. Joe no aceptaba la decisión no concreta de __________ , que ella se fuese a su universidad y la chica ya había desistido de la idea, a pesar de que era tan tentadora por el simple hecho de poder estar con el chico todo el día.

Su madre gritó para que subieran al auto. Se subió al auto y se sentó junto a su prima, mientras aún seguía pensando en la decisión que en un principio había aceptado a regañadientes, pero que al final de todo la encontraba la correcta; no la hacía sufrir tanto a ella y tampoco a él. En el asiento siguiente al suyo se encontraba Nicholas con una cara más alegre y toco el hombro de _____________.
― ¿Por lo menos me aceptarías de amigo? Supongo que antes de ser novios eso éramos y a veces creo que era mejor que esta relación que ninguno de los dos sabe como llevar ―aseguró Nick con un deje de tristeza.
Frankie recordó las palabras de Joe. "Seguir nuestras vidas como eran antes, pero no olvidarnos del otro".
―Yo te quiero y lo sabes, podría ser que esta relación esté bien. Si ambos quisiéramos podríamos de verdad salvarla ―Jane le pegó una patada a su prima por lo bajo. Encontraba una estupidez que a pesar de todo intentase revivir la relación con el chico.
― ¿Y ese chico? ―se atrevió a preguntar con las mejillas ruborizadas.
―Solo fue un solo beso. Lo prometo ―se paso al asiento en el que estaba Nick y lo abrazó. Se elevó para darle un corto beso en los labios, mientras su prima la miraba sin entender nada ―. Te prometo que pondré todo de mí para que esto funcione, ¿te parece?
―Me parece, pero ¿estás segura?
El celular sonó con la típica música que indicaba que un mensaje nuevo se encontraba en la bandeja de entrada.
―Espérame, tal vez es algo con la universidad ―_________se devolvió a mirar el celular y pudo leer el nombre de Joe y rápidamente lo leyó.
“Te aseguro que nos volveremos encontrar. Puede que no mañana o en dos semanas más, pero prometo que me volverás a ver y de mí, no te vas a escapar. Discúlpame si te hice sufrir, pero eres mí chica de verano y espero que un día algo más que eso. ___________, por favor, antes piensa bien las cosas. Te quiere mucho, Joe”.
―Un mensaje nada más ―dijo al momento en que dejaba de prestarle atención al aparato.
No sabía si reír o si llorar. El chico como arte de magia, como si ella necesita aquellas palabras en el momento, las había enviado. "____________ antes piensa bien las cosas".
Dudó por unos segundos antes de responderle al que no era su novio hace unos días atrás, lo observó de soslayo y pudo diferenciar la esperanza saliendo de sus ojos a grandes cantidades. Ya ni ella sabía lo que quería. Miro a su prima Jane quien la miraba molesta y la entendía, ella siempre había esperado la oportunidad para terminar con Nick, no lo había hecho antes porque el chico la quería tanto y le daba pena partir su corazón. El mensaje había llegado y había cambiado todo, al igual que cuando el chico, el creador del mensaje, había vaciado el ron encima de su camiseta. Había cambiado su vida y no sabía que hacer en esos momentos por culpa de sus palabras, las que sentía tan reales, como si se la estuviesen susurrando al oído.
―__________________―llamó― ¿estás segura? ―volvió a preguntar el chico.
El celular volvió a sonar y volvía a ser el mismo de la vez anterior, Joe.

“_______________, ¿ya estás segura de tu decisión?”.

Le tembló toda la medula espinal cuando se dio cuenta que volvía a estar en el mismo triángulo que había encontrado en Long Beach.
¿Cómo el chico tenía esa capacidad de aparecer en el momento en que había aceptado sus palabras? Lo odiaba, lo odiaba, pero lo quería tanto, que no podía odiarlo.
Una sonrisita escapó por sus labios y miró a Nick.
Sentía en su corazón que Joe sabía lo que hacía, pero ella también lo sentía.
―Estoy segura.
Se acercó a los labios de Nick, dejo caer el celular y así poder aferrarse con mayor fuerza a los labios del que nuevamente era su novio.
No era que no pudiese vivir sin él, pero era su decisión para volver a retomar su vida como lo era antes de conocer a Joseph. Por más que quisiera que Nick fuese como Joe, no podía cambiarlo, pero si podía intentarlo y animarlo a hacer cosas nuevas, por algo le había dicho aquellas palabras a Nick.



bueno chicas aqui sta l cap
espero q les guste..
y solo faltra el epilogo

J-E-A-L-O-U-S

hola mel ya volvi ai
qe hermosa nove estare
esperando el espilogo
siguela pronto plis

Quiero el epilogo..
me encanta tu nove es increible (:

ola chicas aqui sta l epilogo...

Epílogo



Había entrado a la universidad que se encontraba en el sur de New Jersey, quería estar alejada de Nick y de su familia en general, excepción de Jane, quien estaba feliz con Seth.
Su prima estaba más que fascinada con la idea de que el pequeño Tommy, así habían optado ponerle al niñito que venía en camino. Ni ella comprendía como podía estar rebosante de felicidad sabiendo que el pequeño no era suyo y que Seth tal vez no podía ser el novio de toda su vida.
Su celular sonó.
―Aló, ¿quién habla? ―preguntó mientras desabotonaba su chaqueta. Le había dado calor y era comprensible en vista de que la primavera ya estaba a unos cuantos días de imponerse oficialmente.
―Primita querida ―chilló la voz de Jane al otro lado del teléfono.
―Jane, tanto tiempo sin saber de ti ―ironizó con simpatía.
―No te pongas así. Ya te extraño y no te veo hace como cinco días ―suspiró―. Te extraño tanto. Bueno, la cosa es que te llamo para preguntarte que había pasado el otro día.
Y lo recordó.
Le tembló la mano y nuevamente un escalofrío recorrió su médula espinal. No entendía por qué Jane se acordaba de las cosas menos favorables para ella, mientras que algo con suma importancia lo olvidaba más rápido de lo que tomaba desaparecer un fuego artificial.
―_______ , por favor. No te vuelvas a poner como la última vez. Eres la mejor de tu universidad y de verdad creo que lo deberías de aceptar ―recomendó su prima. A pesar de que Jane siempre trataba de elegir las mejores palabras para que su prima no se diese cuenta que el verdadero significado de ellas eran: que ella de verdad fuese feliz y si podía estar con Joe, mejor todavía.
―Jane, te diré mil veces no. Quedamos en un trato y no lo romperé ―colgó con violencia.
Eran finales de septiembre y de verdad que no podía creer que ya llevaba cerca de siete meses sin Joe Jonas en su vida. Todo había pasado tan rápido gracias a la universidad, que ni se creía cuando uno de sus profesores le había ofrecido un traslado a la sede que tenían en California y que por coincidencias de la vida era la misma universidad en la que asistía Joe.
En un principio había dicho que no, pero su profesor insistió y le dio la oportunidad de que pensará un poco la oferta excusándose con las palabras de que no todos tenían aquella oportunidad y que ella no podía desaprovecharla.
Apenas llegó a su casa se sacó la chaqueta y la dejo en cualquier parte junto a su bolsón, estaba ansiosa de encontrar las fotografías que tenía junto a Joe, por lo que empezó a buscar el pequeño baúl que contenía todo acerca de su relación de verano.
―Aquí estás ―estaba realmente ansiosa.
No demoró en abrir el baúl y dar vuelta su contenido sobre el piso alfombrado.
―Lo extraño tanto ―su mirada no pudo evitar fijarse en un punto de la foto que estaba viendo. No recordaba que la foto hubiese sido tomada así.
Estaba ella abrazando el tronco y Joe mirándola a ella, no a la cámara, como lo había hecho ella. No había visto esa mirada hace meses y la había extrañado apenas había notado un indicio de ella.
― ¿Será que debo de aceptar la oferta del profesor? ―preguntó al aire.
Sin más se levantó y fue en busca de las maletas, en las que guardó todas las cosas, en su mayoría ropa de invierno, la que pronto tendría que devolver a su clóset en la casa de sus padres y sacar la ropa de verano, sobretodo si se iba a la playa hasta que terminase el curso.

Estaba buscando a su profesor por todas partes, quería decirle que aceptaba la proposición que le había hecho, que quería irse de inmediato y no perder tiempo. Pero mientras más lo buscaba, menos indicio de aparecer veía.
Iba de lo más concentrada cuando chocó con una persona, a la que le pidió disculpas y pudo diferir que era su profesor.
―Justo a quien buscaba ―dijeron al unísono.
―Profesor ―se permitió hablar primero ―, lo buscaba para decirle que aceptaba.
―Entonces he hecho bien al decirte que lo pensarás un poco más, ¿no cierto?
―Pues fíjese que si ―se despidió de él con un beso en la mejilla ―. Ahora debo de irme, tengo un bus que tomar con destino a la capital y luego irme a California.
―Yo haré el papeleo acá, cosa de que la próxima semana aparezcas como alumna regular ―hizo un ademán con su mano ―. Has sido una de mis mejores alumnas en la clase. Te extrañaré.
―Y yo a usted.
Salió corriendo en dirección a la salida, sentía que todo era una segunda oportunidad y que nada podía desaprovecharse en ese momento. Estaba a horas de estar junto a Joe, de nuevo.

Decir que las horas se le había pasado volando sería poco, no había visto el momento en llegar a Long Beach y llegar al departamento de Joe, su amiga le había dado todos los datos, los que había conseguido mediante su novio, quien iba muy seguido a visitar a Kevin con Joe, ambos vivían juntos y eran bastantes responsables en consideración a como se comportaban mientras vivían en la casa de Denise.
― ¿Necesita algo, señorita? ―preguntó el conserje del edificio.
― ¿Joseph Jonas?
― Puede pasar, debe estar en el departamento y lo más posible que descansando ―lo último lo oyó casi como un susurró, ya había avanzando unos cuantos pasos al ascensor del recinto.
Estaba más nerviosa que de costumbre y no culpaba a nadie más que a ella. Cada tanto tiempo se mordía el labio o re acomodaba el flequillo que había crecido bastante, tras su oreja. También se ponía a jugar con sus pulgares o movía de un lado a otro su pie derecho.
Pronto se percató que estaba llegando a su destino, por lo que terminó de convencerse que iba a volver al chico luego de meses. Su mente no le dejaba de repetir una y otra vez lo mismo: luego de meses.
La puerta estaba a centímetros de ella. Elevó su mano y dio dos suaves golpes a la puerta de color rojo intenso y los números del departamento destacando en dorado. La puerta crujió en indicio de que iba a ser abierta.
Apenas abrieron la puerta ella se abalanzó sobre el cuerpo del chico hasta unir sus labios con los de él. No había tiempo que perder, solo quería estar con el todo el día y decirle cuanto lo había extrañado.

Su cuerpo estaba cubierto por la sábana blanca que poseía la pequeña cama de su querido acompañante y amante. Su cabeza descansaba sobre el torso desnudo del chico. Levantó su rostro para encontrarse con la mirada de Joe y le regaló una dulce y tierna sonrisa, la que obligó a Joseph bajar su mano para acariciarle el rostro.
―Tú lo has dicho ―dijo __________ mientras acomodaba sobre el cuerpo de Joe.
― ¿Qué he dicho? ―interrogó con una sonrisa en los labios.
Sus manos no habían demorado en posarse cada una aferrada a los muslos de la peli castaña.
―Que cuando nos volviésemos a ver; cuando el destino nos juntase, estaríamos juntos por siempre y que nada nos separaría ―bajo hasta la altura de la oreja de Joe y le mordió el lóbulo ―, ¿lo recuerdas?
―Si que lo recuerdo y créeme que cumplo mi palabra.
De un solo movimiento, _____________ pasó a ser la víctima del juego de seducción.
No dejo que la chica dijese ninguna palabra más, primero la silencio colocando su índice sobre los labios de ella, pero al ver que persistió, la besó.
Un delicado y dulce beso, típico de película, con una de las manos del chico tomándola de la barbilla y la otra posada en la cintura de ella, pero luego quedo lejos de ser un simple beso de película. Las manos de ambos recorrían cada parte de la anatomía del otro, sin pudor y sin poder evitar soltar gemidos por doquier.
Unos fuertes rayos de sol se colaron por entremedio del visillo, llegando directo a los rostros de la pareja, cosa que hizo que Joe soltase una sonrisita medio traviesa.
― ¿Te has dado cuenta?
― ¿Cuenta de qué? ―preguntó mientras buscaba sus calzones en el piso. Se tuvo que levantar para encontrarlos y poder calzárselos. Luego camino hasta el clóset del chico y saco una camiseta la que le llegaba casi al terminó de su trasero.
Se volteó y vio la mirada pérdida de Joseph en un punto invisible.
―Joe, ¿de qué te diste cuenta? ―se acercó a él y paso su mano por delante de la mirada pérdida de su amante.
―Ah, es cierto ―la observó por unos minutos ―. Que la primavera ya ha llegado, Francesca.
La boca de __________ formó una pequeña “o”. Se ordenó el cabello tras las orejas y apoyo su espalda sobre el torso de Santiago.
―Coincidencias, ¿no cierto?
―Supongamos ―besó el cabello de la chica ―. Solo espero que no te vayas al fin del verano.
―Yo también lo espero ―se volteó y lo beso en los labios con pasión.
Quería estar por siempre con él. En la cama y ella vistiendo una simple camiseta que por donde ella la oliese estuviese el olor impregnado de Joe. Quería que Joe anduviese siempre con el torso desnudo frente a ella y fuese la primera persona que viese al despertarse. Simplemente quería algo con Joseph y que ni una ciudad, ni un chico, ni nada de nada: los separase. Quería dejar de ser una simple chica de verano.


FIN

bueno chicas gracias a las que leyeron esta noev..
espero seguirlas viendo een mi nueva nove :D
BAUTY DATES THE BEAST JOE Y TU

ai qe hermoso final
me encanto la nove
ya me pase por la nueva
ya sabes yo siempre estare ai
jajaja gracias por subirla

AAAhhhh me encanto..
demasiado hermosa, la ame de principio a fin!
aunque no queria que terminara
fue demasiado tierna (:
ya me paso por tu nueva nove..
IDOLA

gracias chicas x haberse pasado y apoyarme en mi nove :D