Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
revolution | colectiva. { resultados.
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
Página 3 de 9. • Comparte
Página 3 de 9. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
Re: revolution | colectiva. { resultados.
Mia y Charlie.
∇ Representantes de los personajes principales: Barbara Palvin y Niall Horan.
∇ Nombres de los personajes principales: Mia Monroe y Charlie Daniels.
∇ Representantes de los personajes secundarios: -
∇ Nombres de los personajes secundarios: -
∇ Escrito de autoría: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
dreamer.
Re: revolution | colectiva. { resultados.
es el segundo escrito del link que te dejé, digo, por si las dudas.
dreamer.
Re: revolution | colectiva. { resultados.
.
∇ Representantes de los personajes principales: Adam Brody & Malese Jow.
∇ Nombres de los personajes principales: Samuel Johnson & Ava Richardson.
∇ Representantes de los personajes secundarios: Molly C. Quinn, Brooklynn Proulx & Trent Garrett
∇ Nombres de los personajes secundarios: Christina Thales, Olivia Johnson & Joshua Richardson.
∇ Escrito de autoría:
Ava & Sam.
∇ Representantes de los personajes principales: Adam Brody & Malese Jow.
∇ Nombres de los personajes principales: Samuel Johnson & Ava Richardson.
∇ Representantes de los personajes secundarios: Molly C. Quinn, Brooklynn Proulx & Trent Garrett
∇ Nombres de los personajes secundarios: Christina Thales, Olivia Johnson & Joshua Richardson.
∇ Escrito de autoría:
- Cap.:
- Mi mirada se encontraba fija en la ventana, se había encontrado viendo el mismo lugar a lo largo de toda la noche. Me encontraba en el blanco sillón de mi habitación, una habitación que no sentía como mía, nunca. Ni haber vivido mis dieciséis años rodeada de estas paredes color crema habían hecho que el sentimiento de hogar naciera en mi pecho, nada lo hacía. Lo único que podía sentir era un vacío, uno que me quemaba por dentro, uno que luchaba por salir en contra de mi voluntad.
¿Qué veía? No lo sé, pero era increíble cómo podía pasar el tiempo mientras mi cuerpo permanecía inmóvil, admirando cualquier cosa que se atreviera a cruzar la ventana. Pero nada lo hacía, solo tenía a la vista la copa de algunos árboles y el grisáceo cielo de Londres. Pero no me molestaba, la falta de sueño ya no me afectaba, la necesidad de estirar mis músculos había desaparecido tiempo atrás, ya había aceptado esto.
Raramente parpadeaba, aunque la verdad ya no sabía si lo hacía o era simplemente una falsa ilusión que creaba mi mente. Forcé mi agarre alrededor de mis rodillas, pegando más mis piernas a mi pecho, evitando que cayeran del borde del sofá. Estas palpitaban, esperando ser estiradas para permitir que la sangre corriera a través de ellas, pero permanecía en la misma posición, prefería aguantar el leve sufrimiento al que ya estaba acostumbrada, a que intentar realizar alguna otra actividad y fracasar, darme cuenta que mis movimientos físicos han sido limitados al paso de los años, darme cuenta que ya no disfruto de las actividades triviales, darme cuenta que soy una inútil. Pero pensándolo bien, no necesito intentar nada para parecer una inútil, ya lo soy, sin ayuda de nada ni nadie.
Un sonido me sobresalto. Mi corazón se encontraba desbocado, mi respiración se agitaba mientras mis ojos, ahora bien abiertos y alertas, buscaban el insoportable sonido. El sonido continuaba, martillando y destrozando todo lo que se pudiera encontrar dentro de mi cabeza. Solté el agarre hacia mis piernas y coloqué mis manos en mis oídos, tratando de apaciguar el sonido, pero no funcionaba, seguía resonando en mi cabeza y en la habitación.
Localicé el sonido a mi espalda, con dolor me volteé, ignorando el quejido por parte de mis músculos. El aparato seguía resonando, traté de enfocar mi vista en el objeto negro que vibraba encima de la mesa de noche. Luego de unos minutos logré visualizar que se trataba del reloj, uno que solo cumplía con su trabajo de reproducir la alarma. Con las mangas de mi vieja suéter gris, limpié las lágrimas que había salido de mis ojos debido al esfuerzo. Se supone que debía levantarme, tenía que estar lista para partir al instituto cuando mamá lo dijera. Volví mi vista de nuevo hacia la ventana. Hice un esfuerzo para levantarme, al principio mis piernas no se movían, ahora ninguna parte de mi cuerpo lo hacía. Supongo que saber que debía ir a un lugar donde solo sería criticada y burlada hacía que mi cuerpo protestara por querer moverse.
Levanté mis manos y moví mis piernas para que tocaran la suave alfombra que se posaba frente al sillón. Un hormigueo las recorría, pero el dolor que el sonido de ese aparato provocaba en mi cabeza era mucho más fuerte que el leve hormigueo que provocaba mi sangre al fluir libremente por mi cuerpo. Apoyé mis manos en el reposabrazos para poder levantarme, mis piernas estaban resentidas, por lo que al momento de levantarme caí en mis rodillas, provocando que ahora estas dolieran también. Me levanté con mayor esfuerzo y caminé a pasos lentos los pocos metros que me separaban de la mesa de noche.
El dolor de las piernas se incrementaba con cada paso que daba, pero no me iba a detener. Al llegar, con mano temblorosa, apreté el botón que cesaba con el insoportable sonido. Mi mano se quedó encima del botón, sin fuerza para levantarse. Todo mi cuerpo temblaba mientras intentaba controlar mi respiración. Cerré mis ojos con fuerza, y exhalé, lastimando mis pulmones y haciendo que como acto reflejo se resintieran. La mano libre se posó en mi pecho mientras encorvaba la espalda intentando llenar el vacío.
Luego de unos segundos en los cuáles las lágrimas caían por mis mejillas, suspiré, limpié las lágrimas y me enderecé, no totalmente, peor hice lo que pude. El temblor se había calmado un poco, pero no demasiado. Con pasos inseguros me encaminé hacia la puerta. La abrí y busqué a alguien por el pasillo, pero no había nadie. Papá siempre salía a las seis de la casa, por lo que a estas horas ya no lo vería aquí y mamá seguramente se encontraba en la cocina. Era hija única por lo que la ilusión de ver a un niño corriendo por los pasillos o las peleas con hermanos mayores que solo te confirman su amor, solo serían parte de mi imaginación.
Caminé unos pasos más cruzando el pasillo y llegando al cuarto de baño. Cerré la puerta detrás de mí y me miré en el espejo. Mi piel se encontraba más pálida de lo normal, las grandes ojeras enmarcaban la parte inferior de mis ojos, los cuáles se encontraban opacos, sin ningún brillo, nada que marcara aunque sea una pequeña felicidad en mi interior. El camino que había recorrido las lágrimas se encontraba marcado por, ahora, lágrimas secas, lágrimas que debieron escapar durante las horas de la noche y no había notado, o tal vez si lo había hecho pero a mis brazos les pareció inservibles de limpiar ya que sabía que serían remplazadas por unas nuevas. Aparté mi mirada del espejo y despojándome de mi ropa entré en la ducha. Abrí la llave para permitir la salida del agua. Estaba fría, muy fría. No me molesté en apartarme. Apoyé mis manos en las baldosas de la pared, mi pecho subía y bajaba fuertemente, tratando de soportar la temperatura. Respirar por la nariz no fue suficiente, por lo que comencé a respirar por la boca. Mis nudillos estaban blancos por la fuerte presión que ejercía contra la pared. Pero seguía sin alejarme.
Luego de unos minutos el agua se había tornado cálida, pero siendo sincera, prefería la fría, aunque doliera, me mantenía en la realidad, además no sentía que mereciera nada mejor. Aparté mis manos de la pared, mis dedos se relajaron. Los cerré y los abrí para recuperar la movilidad. Ahora con agua caliente, pasé mis manos por mi rostro, tratando de limpiar todo lo que pudiera de él. Me lavé el cabello, y luego enjaboné mi cuerpo. Me coloqué debajo del agua para eliminar los rastros del jabón y cerré de nuevo la llave. La salida del agua cesó en el momento de hacerlo.
Tomé dos toallas del mueble. Una la coloqué alrededor de mi cuerpo y la otra alrededor de mi cabello. Salí de la ducha y me miré al espejo nuevamente, ahora sólo quedaba un pequeño rastro de las ojeras, todo lo demás había desaparecido, pero todavía no encontraba el brillo perdido de mis ojos y todavía no había una sonrisa sincera en mis labios. No, no había ninguna sonrisa del todo. Abrí la puerta y corrí a mi habitación. Limpié las gotas de agua con la toalla y me puse la ropa interior. Para luego colocarme un pantalón negro tubo y una camiseta blanca en el torso con las mangas de un color papaya, un color parecido a las paredes de mi habitación, unas mangas que cubrían todos mis brazos. Me puse las medias blancas y luego los zapatos del mismo color. No me emocionaba el hecho de utilizar ropa tan clara, pero mamá insistía en que debía usar colores alegres. Además nada lograba provocar el sentimiento de ilusión últimamente, ya que no podía encontrar mi felicidad quería aunque sea verla feliz a ella.
Tomé mis útiles y salí de mi habitación, bajando por las escaleras y siguiendo el pasillo hacia la cocina. Mi mamá terminaba de poner mi plato de desayuno en la mesa. Me dio un beso en la mejilla al notar mi presencia. Intentaba sonreír, pero no podía. Su espíritu alegre y optimista debería hacer feliz a cualquier, aún no lograba entender por que no hacía ningún cambio en mí. Mantuvimos una leve conversación en el desayuno, más por parte de ella que mía, pero una conversación de todas maneras. Al terminar lavé mi plato, luego subí al baño, lavé mis dientes y bajé de nuevo.
-Que tengas un lindo día cariño.- me entregó unos billetes y me abrazó.
-Si mamá- desde hace un año que no tenía un lindo día y no estaba segura que lo tuviera pronto.
-Te tengo una sorpresa para cuando vuelvas del instituto- noté cierta emoción en su voz.
-Claro- dije extrañada.
Salí de la casa y comencé a caminar por las calles de Londres. No se encontraban tan frías como de costumbre, pero aun así, el clima se mantenía fresco, haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo. Caminé las pocas cuadras de mi casa hasta el instituto. Unos metros antes ya veía los autos estacionarse en el instituto, y los alegres estudiantes encontrándose y preparándose para un nuevo día. Envidiaba su felicidad, una felicidad que por más que quisiera no lograba sentir. Caminé cabizbaja por los pasillos del lugar, casi nadie notaba mi presencia, y los que la notaban, me empujaban, me insultaban o se reían al verme pasar. ¿Cómo esperaba conseguir alguna clase de felicidad si tenía que vivir esto todos los días? Tomé mis cosas al abrir mi casillero, ocultando con la puerta las silenciosas lágrimas que caían de mis ojos. Las limpié rápidamente y cerré la puerta del casillero, luego comencé a caminar hacia la primera clase. Escuchando las risas a mí alrededor mientras caminaba.
A la hora del almuerzo mi cabeza dolía. Se encontraba cansada, cansada de intentar concentrarme en algo de los profesores hablaban, pero no lo lograba, me distraía con las ráfagas de viento que pasaban por la ventana, la mosca que se esmera en molestarme e incluso en las risas de mis compañeros, que estaba segura que se estaban burlando de mí aunque por otro lado podría ser mi inconsciencia la que me hace creer sucesos que en realidad no ocurren.
Le pagué mi almuerzo a la señora que me miraba con lástima, una de las miradas que más me dedicaban aparte del desprecio. Aunque la única que más he anhelado es la de cariño, una mirada que solo me han dedicado tres personas, mi padre, cuando era niña, mi madre, que al paso del tiempo esa mirada se transformó en otra de lástima, dejando de lado la primera, y la de, la de otra persona que no deseo recordar, una persona que se fue, alguien que al igual de los demás me dejó sola, pero no lo culpo, la única culpa la tengo yo.
-¿Se te ofrece algo más linda?- preguntó la cocinera. Me di cuenta de que no me había movido de la fila, todos los que estaban esperando me miraban con enojo. Me removí incómoda en mi lugar y negué con la cabeza. Sostuve con más fuerza la bandeja en mis manos y fui hacia una de las mesas más alejadas. Me senté, no había nadie más ahí, pero no me molestaba la soledad, al menos así no le debería explicaciones a nadie. Al menos así no podría decepcionar a nadie más, así al menos no me dolería tanto despedirme de esa persona en el momento de su partida, porque algo que había aprendido en estos últimos años, es que todo en mi vida era temporal.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
Kida
---------
Re: revolution | colectiva. { resultados.
Tash y Jared.
∇ Representantes de los personajes principales: Cailin Russo & Louis Tomlinson.
∇ Nombres de los personajes principales: Natasha Jefferson & Jared Stevens.
∇ Representantes de los personajes secundarios: Cher Lloyd, Finn Harries y Calum Hood.
∇ Nombres de los personajes secundarios: Hope Monroe, Bastian Iwin y Charlie Monroe.
∇ Escrito de autoría:
- garchme:
Lo ultimo que recuerdo después del fuerte chirrido de la ruedas de un auto es la mirada en los ojos verdes de Bastian, sus gritos desesperados me acompañan hasta que todo a mi alrededor se vuelve oscuro; hasta que todo a mi alrededor le da paso a la oscuridad y a las voces ahogadas.
No se cuanto tiempo estuve dormida, o si aún sigo respirando, trato de abrir mis ojos pero ellos pesan y cada vez que me esfuerzo mi cabeza comienza a darme pequeñas puntadas que se sienten como miles de agujas siendo clavadas en mi sien; pero como la chica obstinada que soy no me doy por vencida y sigo tratando, una y otra vez, hasta que por fin luego de querer arrancarme completamente mi cabeza de mi cuerpo logro abrirlos.
El destello de una luz blanca hace arder mis ojos, parpadeo varias veces hasta que puedo mirar a mi alrededor sin que mis ojos lloren; sobre mi una enfermera con bata azul me esta diciendo algo que no logro entender, trato de decirle que no la puedo escuchar pero mi boca no se mueve. Mis parpados comienzan a pesar, por mas que me digo "mantente despierta" una y otra vez a mi misma, no hay caso. La oscuridad vuelve a envolverme.
—No me hagas esto Hope.— La voz de Bastian me trae de regreso, aunque esta vez no puedo abrir mis ojos puedo escucharlo. A los lejos puedo jurar que mi madre solloza, también, siento un leve cosquilleo en mi mano derecha pero lo si alguien se estuviese aferrando fuertemente a ella. —Nena, tienes que quedarte con nosotros.
—Señor necesitamos llevarla a la sala de urgencia, no puede pasar. — Dice una voz desconocida para mi.
—Por favor, no dejen que se vaya.— La voz quebrada de mi novio me destroza el corazón, desearía poder decirle que todo esta bien, que todo va a estar bien. Pero en este momento ni yo misma estoy segura de eso.
No me doy cuenta que me volví a dormir hasta que despierto nuevamente, pero esta vez, todo lo que puedo sentir es dolor, dolor en las piernas, en mis costillas, mi cabeza, absolutamente cada parte de mi cuerpo se encuentra adolorida. Siento lagrimas caer por mis mejillas y segundos después unos dedos limpiándolas. Un peso se cierne sobre mi y planta un beso en mi frente, me doy cuenta que es mi padre por el horrible olor a cigarrillos que tiene.
—¿Papá?— No reconozco mi propia voz, sueno como si mi garganta hubiese sido rastrillada y como si no hubiese bebido agua en años. Además el dolor que siento en mi cuerpo lo transmito todo en esa única palabra, entre cortada. —Diles que paren el dolor.
—Oh princesa, sabia que despertarías.—Nunca antes había escuchado a mi padre tan desesperado, tan echo trizas y no creí jamas estar viva para ver al "gran" Robert quebrarse. Era raro saber que una persona tan fría como mi padre podía sentir tristeza. —¡Beth llama a la enfermeras! Hope ha despertado. —Si estuviese en condiciones le daría una buena bofetada a mi padre por atreverse a traer a su futura mujer, ex amante, a un lugar en donde obviamente esa mujer esta cerca de mi madre.
El sonido de la puerta abriéndose llama mi atención, trato de mirar pero no puedo, de todas formas no es necesario segundos después la cara llorosa y hinchada de mi madre aparece frente a mi, ella se ve horrible, sus ojos azules como el mar están hundidos y al mismo tiempo rojos e hinchados, su pelo rubio como el mio se encuentra enredado. Esta señora no se parece a mi perfecta madre modesta.
—¡Niña! ¿quieres hacer morir a tu madre? ¡no te atrevas a volver a cerrar los ojos!— Sus brazos me rodean, mi madre me abraza fuertemente y todo el dolor se multiplica por mil, un grito capas de dejar sordo a medio mundo sale de mi boca, inmediatamente los brazos me sueltan.
Dios, para el dolor o hazme volver a dormir hasta que ya no este.
—Lo siento bebé, lo siento. Yo no...—Los sollozos de mi madre siempre logran ponerme incomoda y trasladarme a un tiempo donde los escuchaba una y otra vez cada noche a través de las finas paredes de nuestras habitaciones. Solo quisiera poder taparme los oídos hasta que Bastian se cuele en mi cama como todas esas oscuras noches. Él siempre lograba calmarme cantándome coldplay, su banda favorita.
—Allison deja de llorar, nuestra hija esta bien, solo... deja de llorar.
—¿Porque Robert? ¿porque debería dejar de llorar? Mi hija esta bien, gracias a Dios. Pero eso no quita que casi la pierdo, yo no puedo soportar pensar en perderle. Sin mi niña ya no tengo nada. — Y acá vamos otra vez, alguien que los callé por favor.
—Debes dejar de llorar porque me alteras, alteras a nuestra hija y a mi mujer. ¿¡donde diablos esta la enfermera!? Hace una hora que Hope despertó y esta adolorida.
—Tú me alteras con tus gritos y tu mujerzuela, no puedo creer que la hayas traído aquí. Le estas haciendo daño a mi hijas, trayendo a la mujer que rompió nuestro hogar.
—¡No te atrevas a faltarle el respeto a Beth!— Ya estaba harta, ¿no podían simplemente ignorarse entre ellos un día y fijarse en mi? era tan ridículo. Yo en una cama de hospital y ellos compitiendo por ser la victima.
—¡YA BASTA! ¡Fuera de aquí!—Toda la habitación quedo en silencio, mi madre me miro con una O perfecta formándose en su rostro. —Ambos. ahora.
—Hope lo sien...—Mi madre fue callada antes de poder terminar su oración por una enfermera. Al fin.
—Señor y señora Smith deben salir del cuarto, le pondré a su hija un calmante para el dolor. Ella necesitará descansar e estar tranquila las próximas 24 horas para ver como sigue su situación.
Después de que la enfermera al fin me dio una dosis de calmantes pude olvidarme del dolor, pero el sueño se hizo cada vez mas difícil de ignorar.
No estaba segura si estaba soñando o si nada de lo que paso antes era verdad, ¿esta viva al menos?
A mi lado Bastian tiene la cabeza apoyada en el volante de su auto, sus rulos castaños lucen despeinado y él se pasa sus manos cada dos segundos despeinandolos aun más, estiro mi mando y le acarició suavemente el cuello, todo él se tensa, ¿que pasa?
—No.me.toques—rápidamente retiro mi mano, lo miro tratando de recordar que le hice. Cuando gira su mirada verdosa dolida a mi, todo vuelve como imágenes de una película en la que soy la protagonista... mala.
Yo discutiendo con mi madre, gritándole cosas realmente horribles por no parar de hablar de lo injusto que fue mi padre con ella, Bastian llegando a por mi después de que lo llame llorando, yo tratando de sacar un poco de dolor de mi diciéndole a mi novio que lo engañe, que nunca lo quise y no podre hacerlo.
"Nunca voy a amarte Bastian, y tu nunca vas a amarme porque las personas estamos hechas para hacer mal a los que pensamos que queremos. Tú como mi padre cuando te canses de mi huirás buscando a alguien mas bonita, y nuestros momentos quedaran conmigo marcándome cada día, no puedo permitirte hacerme eso, por eso todo se termina acá"
—Sal de mi auto, Hope. —Niego con la cabeza y el golpea fuertemente el volante, luego gira su cuerpo y se pone frente a mi cara. Su hermoso rostro esta lleno de furia, tristeza y decepción. —Estas tan jodida Hope, lo supe desde el comienzo. Pero pensé que podría hacer que ames a alguien, no puedo hacerlo, me rindo. ¡tu solo estás sintiendo lastima por ti misma! Sal de tu culo y mira a los demás, todos tenemos problemas pero no dejamos que ellos guíen nuestra vida.
— Me estas lastimando Bastian.— Sus palabras eran como cuchillos para mi, más de todo porque cada palabra era cierta. Yo estaba tan jodida.
—¿Lo estoy haciendo?— Vuelvo a asentir con la cabeza, el vuelve a su posición anterior y puedo ver lagrimas cayendo por sus mejillas. Quisiera borrar todo y comenzar nuestra historia desde una pagina en blanco. Pero no puedo. Bastian me mira y traga saliva. —Bien, porque te aseguro que tu me rompiste el corazón.
—Lo siento tanto.
—No lo hagas, después de todo tu misma dijiste que las personas estamos echas para hacer mal a quienes queremos. —Mi visión se vuelve borrosa, pestañeo y comienzo a llorar en silencio. —Sal del auto Hope, la ultima vez que lo digo.
— No saldré de tu auto.
—Sal.
—No.
—¡SAL DE MI MALDITO AUTO!— Todo mi cuerpo vibra con su grito, limpio mis lagrimas y abro la puerta. El frio de Londres golpea mis huesos. Me agacho un poco para poder ver a Bastian y a pesar de saber que todo esta perdido debo decirle lo que siento.
—Te amo Bastian, te amo tanto que tengo miedo de darte el poder de destruirme.— Antes de que pueda reaccionar luces me iluminan, chirridos de ruedas hacen que me congele en el lugar y lo ultimo que veo es a Bastian.
Despierto transpirada, agitada y malditamente asustada. Los recuerdos del accidente llegan a mi uno tras otros, el dolor me congela en la cama, pero no el dolor físico, sino el del alma. Bastian jamas me va a perdonar, nunca volveré a sentir sus besos, su cuerpo ya no se recostara a mi lado cuando todo en mi vida se vuelva oscuro, él nunca me va a decir que me ama y no va a seguir esperando para escuchar que le diga cuanto lo amo. El dolor físico que sentía antes de pronto se me hace mucho mas llamativo. Dios, ¿porque espere hasta el final para decirle que lo amo? Lo amo tanto que me asusta a morir, Bastian es la única persona que tiene el poder de destruirme y sin dudas eso es gracias a mi.
La puerta se abre y la persona que entra hace que todo mi cuerpo vuelva a la vida, pensé que jamas lo volvería a ver, pensé que él me iba a odiar por el resto de su vida, pero no me di cuenta que... el no tiene la capacidad de odiar a nadie, él es un ángel.
—Hope.— Bastian camina rápidamente y me tira a sus brazos, llorando me dice. —Lo siento tanto Hope.
—No, yo lo siento. Te amo tanto Bastian.
Percia.
Re: revolution | colectiva. { resultados.
dreamer. escribió: Mia y Charlie.
∇ Representantes de los personajes principales: Barbara Palvin y Niall Horan.
∇ Nombres de los personajes principales: Mia Monroe y Charlie Daniels.
∇ Representantes de los personajes secundarios: -
∇ Nombres de los personajes secundarios: -
∇ Escrito de autoría: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]ficha aceptada.
Última edición por salvatore. el Dom 22 Jun 2014, 7:26 pm, editado 1 vez
hessa.
Re: revolution | colectiva. { resultados.
¿qué?dreamer. escribió:es el segundo escrito del link que te dejé, digo, por si las dudas.
hessa.
Re: revolution | colectiva. { resultados.
{Ally} escribió:. Ava & Sam.
∇ Representantes de los personajes principales: Adam Brody & Malese Jow.
∇ Nombres de los personajes principales: Samuel Johnson & Ava Richardson.
∇ Representantes de los personajes secundarios: Molly C. Quinn, Brooklynn Proulx & Trent Garrett
∇ Nombres de los personajes secundarios: Christina Thales, Olivia Johnson & Joshua Richardson.
∇ Escrito de autoría:
- Cap.:
Mi mirada se encontraba fija en la ventana, se había encontrado viendo el mismo lugar a lo largo de toda la noche. Me encontraba en el blanco sillón de mi habitación, una habitación que no sentía como mía, nunca. Ni haber vivido mis dieciséis años rodeada de estas paredes color crema habían hecho que el sentimiento de hogar naciera en mi pecho, nada lo hacía. Lo único que podía sentir era un vacío, uno que me quemaba por dentro, uno que luchaba por salir en contra de mi voluntad.
¿Qué veía? No lo sé, pero era increíble cómo podía pasar el tiempo mientras mi cuerpo permanecía inmóvil, admirando cualquier cosa que se atreviera a cruzar la ventana. Pero nada lo hacía, solo tenía a la vista la copa de algunos árboles y el grisáceo cielo de Londres. Pero no me molestaba, la falta de sueño ya no me afectaba, la necesidad de estirar mis músculos había desaparecido tiempo atrás, ya había aceptado esto.
Raramente parpadeaba, aunque la verdad ya no sabía si lo hacía o era simplemente una falsa ilusión que creaba mi mente. Forcé mi agarre alrededor de mis rodillas, pegando más mis piernas a mi pecho, evitando que cayeran del borde del sofá. Estas palpitaban, esperando ser estiradas para permitir que la sangre corriera a través de ellas, pero permanecía en la misma posición, prefería aguantar el leve sufrimiento al que ya estaba acostumbrada, a que intentar realizar alguna otra actividad y fracasar, darme cuenta que mis movimientos físicos han sido limitados al paso de los años, darme cuenta que ya no disfruto de las actividades triviales, darme cuenta que soy una inútil. Pero pensándolo bien, no necesito intentar nada para parecer una inútil, ya lo soy, sin ayuda de nada ni nadie.
Un sonido me sobresalto. Mi corazón se encontraba desbocado, mi respiración se agitaba mientras mis ojos, ahora bien abiertos y alertas, buscaban el insoportable sonido. El sonido continuaba, martillando y destrozando todo lo que se pudiera encontrar dentro de mi cabeza. Solté el agarre hacia mis piernas y coloqué mis manos en mis oídos, tratando de apaciguar el sonido, pero no funcionaba, seguía resonando en mi cabeza y en la habitación.
Localicé el sonido a mi espalda, con dolor me volteé, ignorando el quejido por parte de mis músculos. El aparato seguía resonando, traté de enfocar mi vista en el objeto negro que vibraba encima de la mesa de noche. Luego de unos minutos logré visualizar que se trataba del reloj, uno que solo cumplía con su trabajo de reproducir la alarma. Con las mangas de mi vieja suéter gris, limpié las lágrimas que había salido de mis ojos debido al esfuerzo. Se supone que debía levantarme, tenía que estar lista para partir al instituto cuando mamá lo dijera. Volví mi vista de nuevo hacia la ventana. Hice un esfuerzo para levantarme, al principio mis piernas no se movían, ahora ninguna parte de mi cuerpo lo hacía. Supongo que saber que debía ir a un lugar donde solo sería criticada y burlada hacía que mi cuerpo protestara por querer moverse.
Levanté mis manos y moví mis piernas para que tocaran la suave alfombra que se posaba frente al sillón. Un hormigueo las recorría, pero el dolor que el sonido de ese aparato provocaba en mi cabeza era mucho más fuerte que el leve hormigueo que provocaba mi sangre al fluir libremente por mi cuerpo. Apoyé mis manos en el reposabrazos para poder levantarme, mis piernas estaban resentidas, por lo que al momento de levantarme caí en mis rodillas, provocando que ahora estas dolieran también. Me levanté con mayor esfuerzo y caminé a pasos lentos los pocos metros que me separaban de la mesa de noche.
El dolor de las piernas se incrementaba con cada paso que daba, pero no me iba a detener. Al llegar, con mano temblorosa, apreté el botón que cesaba con el insoportable sonido. Mi mano se quedó encima del botón, sin fuerza para levantarse. Todo mi cuerpo temblaba mientras intentaba controlar mi respiración. Cerré mis ojos con fuerza, y exhalé, lastimando mis pulmones y haciendo que como acto reflejo se resintieran. La mano libre se posó en mi pecho mientras encorvaba la espalda intentando llenar el vacío.
Luego de unos segundos en los cuáles las lágrimas caían por mis mejillas, suspiré, limpié las lágrimas y me enderecé, no totalmente, peor hice lo que pude. El temblor se había calmado un poco, pero no demasiado. Con pasos inseguros me encaminé hacia la puerta. La abrí y busqué a alguien por el pasillo, pero no había nadie. Papá siempre salía a las seis de la casa, por lo que a estas horas ya no lo vería aquí y mamá seguramente se encontraba en la cocina. Era hija única por lo que la ilusión de ver a un niño corriendo por los pasillos o las peleas con hermanos mayores que solo te confirman su amor, solo serían parte de mi imaginación.
Caminé unos pasos más cruzando el pasillo y llegando al cuarto de baño. Cerré la puerta detrás de mí y me miré en el espejo. Mi piel se encontraba más pálida de lo normal, las grandes ojeras enmarcaban la parte inferior de mis ojos, los cuáles se encontraban opacos, sin ningún brillo, nada que marcara aunque sea una pequeña felicidad en mi interior. El camino que había recorrido las lágrimas se encontraba marcado por, ahora, lágrimas secas, lágrimas que debieron escapar durante las horas de la noche y no había notado, o tal vez si lo había hecho pero a mis brazos les pareció inservibles de limpiar ya que sabía que serían remplazadas por unas nuevas. Aparté mi mirada del espejo y despojándome de mi ropa entré en la ducha. Abrí la llave para permitir la salida del agua. Estaba fría, muy fría. No me molesté en apartarme. Apoyé mis manos en las baldosas de la pared, mi pecho subía y bajaba fuertemente, tratando de soportar la temperatura. Respirar por la nariz no fue suficiente, por lo que comencé a respirar por la boca. Mis nudillos estaban blancos por la fuerte presión que ejercía contra la pared. Pero seguía sin alejarme.
Luego de unos minutos el agua se había tornado cálida, pero siendo sincera, prefería la fría, aunque doliera, me mantenía en la realidad, además no sentía que mereciera nada mejor. Aparté mis manos de la pared, mis dedos se relajaron. Los cerré y los abrí para recuperar la movilidad. Ahora con agua caliente, pasé mis manos por mi rostro, tratando de limpiar todo lo que pudiera de él. Me lavé el cabello, y luego enjaboné mi cuerpo. Me coloqué debajo del agua para eliminar los rastros del jabón y cerré de nuevo la llave. La salida del agua cesó en el momento de hacerlo.
Tomé dos toallas del mueble. Una la coloqué alrededor de mi cuerpo y la otra alrededor de mi cabello. Salí de la ducha y me miré al espejo nuevamente, ahora sólo quedaba un pequeño rastro de las ojeras, todo lo demás había desaparecido, pero todavía no encontraba el brillo perdido de mis ojos y todavía no había una sonrisa sincera en mis labios. No, no había ninguna sonrisa del todo. Abrí la puerta y corrí a mi habitación. Limpié las gotas de agua con la toalla y me puse la ropa interior. Para luego colocarme un pantalón negro tubo y una camiseta blanca en el torso con las mangas de un color papaya, un color parecido a las paredes de mi habitación, unas mangas que cubrían todos mis brazos. Me puse las medias blancas y luego los zapatos del mismo color. No me emocionaba el hecho de utilizar ropa tan clara, pero mamá insistía en que debía usar colores alegres. Además nada lograba provocar el sentimiento de ilusión últimamente, ya que no podía encontrar mi felicidad quería aunque sea verla feliz a ella.
Tomé mis útiles y salí de mi habitación, bajando por las escaleras y siguiendo el pasillo hacia la cocina. Mi mamá terminaba de poner mi plato de desayuno en la mesa. Me dio un beso en la mejilla al notar mi presencia. Intentaba sonreír, pero no podía. Su espíritu alegre y optimista debería hacer feliz a cualquier, aún no lograba entender por que no hacía ningún cambio en mí. Mantuvimos una leve conversación en el desayuno, más por parte de ella que mía, pero una conversación de todas maneras. Al terminar lavé mi plato, luego subí al baño, lavé mis dientes y bajé de nuevo.
-Que tengas un lindo día cariño.- me entregó unos billetes y me abrazó.
-Si mamá- desde hace un año que no tenía un lindo día y no estaba segura que lo tuviera pronto.
-Te tengo una sorpresa para cuando vuelvas del instituto- noté cierta emoción en su voz.
-Claro- dije extrañada.
Salí de la casa y comencé a caminar por las calles de Londres. No se encontraban tan frías como de costumbre, pero aun así, el clima se mantenía fresco, haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo. Caminé las pocas cuadras de mi casa hasta el instituto. Unos metros antes ya veía los autos estacionarse en el instituto, y los alegres estudiantes encontrándose y preparándose para un nuevo día. Envidiaba su felicidad, una felicidad que por más que quisiera no lograba sentir. Caminé cabizbaja por los pasillos del lugar, casi nadie notaba mi presencia, y los que la notaban, me empujaban, me insultaban o se reían al verme pasar. ¿Cómo esperaba conseguir alguna clase de felicidad si tenía que vivir esto todos los días? Tomé mis cosas al abrir mi casillero, ocultando con la puerta las silenciosas lágrimas que caían de mis ojos. Las limpié rápidamente y cerré la puerta del casillero, luego comencé a caminar hacia la primera clase. Escuchando las risas a mí alrededor mientras caminaba.
A la hora del almuerzo mi cabeza dolía. Se encontraba cansada, cansada de intentar concentrarme en algo de los profesores hablaban, pero no lo lograba, me distraía con las ráfagas de viento que pasaban por la ventana, la mosca que se esmera en molestarme e incluso en las risas de mis compañeros, que estaba segura que se estaban burlando de mí aunque por otro lado podría ser mi inconsciencia la que me hace creer sucesos que en realidad no ocurren.
Le pagué mi almuerzo a la señora que me miraba con lástima, una de las miradas que más me dedicaban aparte del desprecio. Aunque la única que más he anhelado es la de cariño, una mirada que solo me han dedicado tres personas, mi padre, cuando era niña, mi madre, que al paso del tiempo esa mirada se transformó en otra de lástima, dejando de lado la primera, y la de, la de otra persona que no deseo recordar, una persona que se fue, alguien que al igual de los demás me dejó sola, pero no lo culpo, la única culpa la tengo yo.
-¿Se te ofrece algo más linda?- preguntó la cocinera. Me di cuenta de que no me había movido de la fila, todos los que estaban esperando me miraban con enojo. Me removí incómoda en mi lugar y negué con la cabeza. Sostuve con más fuerza la bandeja en mis manos y fui hacia una de las mesas más alejadas. Me senté, no había nadie más ahí, pero no me molestaba la soledad, al menos así no le debería explicaciones a nadie. Al menos así no podría decepcionar a nadie más, así al menos no me dolería tanto despedirme de esa persona en el momento de su partida, porque algo que había aprendido en estos últimos años, es que todo en mi vida era temporal.
ficha aceptada.
Última edición por salvatore. el Dom 22 Jun 2014, 7:27 pm, editado 1 vez
hessa.
Re: revolution | colectiva. { resultados.
Percia. escribió: Tash y Jared.
∇ Representantes de los personajes principales: Cailin Russo & Louis Tomlinson.
∇ Nombres de los personajes principales: Natasha Jefferson & Jared Stevens.
∇ Representantes de los personajes secundarios: Cher Lloyd, Finn Harries y Calum Hood.
∇ Nombres de los personajes secundarios: Hope Monroe, Bastian Iwin y Charlie Monroe.
∇ Escrito de autoría:
- garchme:
Lo ultimo que recuerdo después del fuerte chirrido de la ruedas de un auto es la mirada en los ojos verdes de Bastian, sus gritos desesperados me acompañan hasta que todo a mi alrededor se vuelve oscuro; hasta que todo a mi alrededor le da paso a la oscuridad y a las voces ahogadas.
No se cuanto tiempo estuve dormida, o si aún sigo respirando, trato de abrir mis ojos pero ellos pesan y cada vez que me esfuerzo mi cabeza comienza a darme pequeñas puntadas que se sienten como miles de agujas siendo clavadas en mi sien; pero como la chica obstinada que soy no me doy por vencida y sigo tratando, una y otra vez, hasta que por fin luego de querer arrancarme completamente mi cabeza de mi cuerpo logro abrirlos.
El destello de una luz blanca hace arder mis ojos, parpadeo varias veces hasta que puedo mirar a mi alrededor sin que mis ojos lloren; sobre mi una enfermera con bata azul me esta diciendo algo que no logro entender, trato de decirle que no la puedo escuchar pero mi boca no se mueve. Mis parpados comienzan a pesar, por mas que me digo "mantente despierta" una y otra vez a mi misma, no hay caso. La oscuridad vuelve a envolverme.
—No me hagas esto Hope.— La voz de Bastian me trae de regreso, aunque esta vez no puedo abrir mis ojos puedo escucharlo. A los lejos puedo jurar que mi madre solloza, también, siento un leve cosquilleo en mi mano derecha pero lo si alguien se estuviese aferrando fuertemente a ella. —Nena, tienes que quedarte con nosotros.
—Señor necesitamos llevarla a la sala de urgencia, no puede pasar. — Dice una voz desconocida para mi.
—Por favor, no dejen que se vaya.— La voz quebrada de mi novio me destroza el corazón, desearía poder decirle que todo esta bien, que todo va a estar bien. Pero en este momento ni yo misma estoy segura de eso.
No me doy cuenta que me volví a dormir hasta que despierto nuevamente, pero esta vez, todo lo que puedo sentir es dolor, dolor en las piernas, en mis costillas, mi cabeza, absolutamente cada parte de mi cuerpo se encuentra adolorida. Siento lagrimas caer por mis mejillas y segundos después unos dedos limpiándolas. Un peso se cierne sobre mi y planta un beso en mi frente, me doy cuenta que es mi padre por el horrible olor a cigarrillos que tiene.
—¿Papá?— No reconozco mi propia voz, sueno como si mi garganta hubiese sido rastrillada y como si no hubiese bebido agua en años. Además el dolor que siento en mi cuerpo lo transmito todo en esa única palabra, entre cortada. —Diles que paren el dolor.
—Oh princesa, sabia que despertarías.—Nunca antes había escuchado a mi padre tan desesperado, tan echo trizas y no creí jamas estar viva para ver al "gran" Robert quebrarse. Era raro saber que una persona tan fría como mi padre podía sentir tristeza. —¡Beth llama a la enfermeras! Hope ha despertado. —Si estuviese en condiciones le daría una buena bofetada a mi padre por atreverse a traer a su futura mujer, ex amante, a un lugar en donde obviamente esa mujer esta cerca de mi madre.
El sonido de la puerta abriéndose llama mi atención, trato de mirar pero no puedo, de todas formas no es necesario segundos después la cara llorosa y hinchada de mi madre aparece frente a mi, ella se ve horrible, sus ojos azules como el mar están hundidos y al mismo tiempo rojos e hinchados, su pelo rubio como el mio se encuentra enredado. Esta señora no se parece a mi perfecta madre modesta.
—¡Niña! ¿quieres hacer morir a tu madre? ¡no te atrevas a volver a cerrar los ojos!— Sus brazos me rodean, mi madre me abraza fuertemente y todo el dolor se multiplica por mil, un grito capas de dejar sordo a medio mundo sale de mi boca, inmediatamente los brazos me sueltan.
Dios, para el dolor o hazme volver a dormir hasta que ya no este.
—Lo siento bebé, lo siento. Yo no...—Los sollozos de mi madre siempre logran ponerme incomoda y trasladarme a un tiempo donde los escuchaba una y otra vez cada noche a través de las finas paredes de nuestras habitaciones. Solo quisiera poder taparme los oídos hasta que Bastian se cuele en mi cama como todas esas oscuras noches. Él siempre lograba calmarme cantándome coldplay, su banda favorita.
—Allison deja de llorar, nuestra hija esta bien, solo... deja de llorar.
—¿Porque Robert? ¿porque debería dejar de llorar? Mi hija esta bien, gracias a Dios. Pero eso no quita que casi la pierdo, yo no puedo soportar pensar en perderle. Sin mi niña ya no tengo nada. — Y acá vamos otra vez, alguien que los callé por favor.
—Debes dejar de llorar porque me alteras, alteras a nuestra hija y a mi mujer. ¿¡donde diablos esta la enfermera!? Hace una hora que Hope despertó y esta adolorida.
—Tú me alteras con tus gritos y tu mujerzuela, no puedo creer que la hayas traído aquí. Le estas haciendo daño a mi hijas, trayendo a la mujer que rompió nuestro hogar.
—¡No te atrevas a faltarle el respeto a Beth!— Ya estaba harta, ¿no podían simplemente ignorarse entre ellos un día y fijarse en mi? era tan ridículo. Yo en una cama de hospital y ellos compitiendo por ser la victima.
—¡YA BASTA! ¡Fuera de aquí!—Toda la habitación quedo en silencio, mi madre me miro con una O perfecta formándose en su rostro. —Ambos. ahora.
—Hope lo sien...—Mi madre fue callada antes de poder terminar su oración por una enfermera. Al fin.
—Señor y señora Smith deben salir del cuarto, le pondré a su hija un calmante para el dolor. Ella necesitará descansar e estar tranquila las próximas 24 horas para ver como sigue su situación.
Después de que la enfermera al fin me dio una dosis de calmantes pude olvidarme del dolor, pero el sueño se hizo cada vez mas difícil de ignorar.
No estaba segura si estaba soñando o si nada de lo que paso antes era verdad, ¿esta viva al menos?
A mi lado Bastian tiene la cabeza apoyada en el volante de su auto, sus rulos castaños lucen despeinado y él se pasa sus manos cada dos segundos despeinandolos aun más, estiro mi mando y le acarició suavemente el cuello, todo él se tensa, ¿que pasa?
—No.me.toques—rápidamente retiro mi mano, lo miro tratando de recordar que le hice. Cuando gira su mirada verdosa dolida a mi, todo vuelve como imágenes de una película en la que soy la protagonista... mala.
Yo discutiendo con mi madre, gritándole cosas realmente horribles por no parar de hablar de lo injusto que fue mi padre con ella, Bastian llegando a por mi después de que lo llame llorando, yo tratando de sacar un poco de dolor de mi diciéndole a mi novio que lo engañe, que nunca lo quise y no podre hacerlo.
"Nunca voy a amarte Bastian, y tu nunca vas a amarme porque las personas estamos hechas para hacer mal a los que pensamos que queremos. Tú como mi padre cuando te canses de mi huirás buscando a alguien mas bonita, y nuestros momentos quedaran conmigo marcándome cada día, no puedo permitirte hacerme eso, por eso todo se termina acá"
—Sal de mi auto, Hope. —Niego con la cabeza y el golpea fuertemente el volante, luego gira su cuerpo y se pone frente a mi cara. Su hermoso rostro esta lleno de furia, tristeza y decepción. —Estas tan jodida Hope, lo supe desde el comienzo. Pero pensé que podría hacer que ames a alguien, no puedo hacerlo, me rindo. ¡tu solo estás sintiendo lastima por ti misma! Sal de tu culo y mira a los demás, todos tenemos problemas pero no dejamos que ellos guíen nuestra vida.
— Me estas lastimando Bastian.— Sus palabras eran como cuchillos para mi, más de todo porque cada palabra era cierta. Yo estaba tan jodida.
—¿Lo estoy haciendo?— Vuelvo a asentir con la cabeza, el vuelve a su posición anterior y puedo ver lagrimas cayendo por sus mejillas. Quisiera borrar todo y comenzar nuestra historia desde una pagina en blanco. Pero no puedo. Bastian me mira y traga saliva. —Bien, porque te aseguro que tu me rompiste el corazón.
—Lo siento tanto.
—No lo hagas, después de todo tu misma dijiste que las personas estamos echas para hacer mal a quienes queremos. —Mi visión se vuelve borrosa, pestañeo y comienzo a llorar en silencio. —Sal del auto Hope, la ultima vez que lo digo.
— No saldré de tu auto.
—Sal.
—No.
—¡SAL DE MI MALDITO AUTO!— Todo mi cuerpo vibra con su grito, limpio mis lagrimas y abro la puerta. El frio de Londres golpea mis huesos. Me agacho un poco para poder ver a Bastian y a pesar de saber que todo esta perdido debo decirle lo que siento.
—Te amo Bastian, te amo tanto que tengo miedo de darte el poder de destruirme.— Antes de que pueda reaccionar luces me iluminan, chirridos de ruedas hacen que me congele en el lugar y lo ultimo que veo es a Bastian.
Despierto transpirada, agitada y malditamente asustada. Los recuerdos del accidente llegan a mi uno tras otros, el dolor me congela en la cama, pero no el dolor físico, sino el del alma. Bastian jamas me va a perdonar, nunca volveré a sentir sus besos, su cuerpo ya no se recostara a mi lado cuando todo en mi vida se vuelva oscuro, él nunca me va a decir que me ama y no va a seguir esperando para escuchar que le diga cuanto lo amo. El dolor físico que sentía antes de pronto se me hace mucho mas llamativo. Dios, ¿porque espere hasta el final para decirle que lo amo? Lo amo tanto que me asusta a morir, Bastian es la única persona que tiene el poder de destruirme y sin dudas eso es gracias a mi.
La puerta se abre y la persona que entra hace que todo mi cuerpo vuelva a la vida, pensé que jamas lo volvería a ver, pensé que él me iba a odiar por el resto de su vida, pero no me di cuenta que... el no tiene la capacidad de odiar a nadie, él es un ángel.
—Hope.— Bastian camina rápidamente y me tira a sus brazos, llorando me dice. —Lo siento tanto Hope.
—No, yo lo siento. Te amo tanto Bastian.
ficha aceptada.
Última edición por salvatore. el Dom 22 Jun 2014, 7:27 pm, editado 1 vez
hessa.
Re: revolution | colectiva. { resultados.
Gracias por aceptarla
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
Kida
---------
Re: revolution | colectiva. { resultados.
tu idea es perfecta, me encantó demasiado
pues mi pelicula favorita... es que tengo tantas pero dire que divergente y los ilusionistas (?)
mi nombre es ale
más tarde te dejo mi ficha<3
pues mi pelicula favorita... es que tengo tantas pero dire que divergente y los ilusionistas (?)
mi nombre es ale
más tarde te dejo mi ficha<3
Sky.
Re: revolution | colectiva. { resultados.
hola ale<3; que bien que te gusto; me encanta la película de los ilusionistas y divergente<333; espero tu ficha y besos xoxox.Sky. escribió:tu idea es perfecta, me encantó demasiado
pues mi pelicula favorita... es que tengo tantas pero dire que divergente y los ilusionistas (?)
mi nombre es ale
más tarde te dejo mi ficha<3
hessa.
Re: revolution | colectiva. { resultados.
JAJAJA, que en el link que te dejé del escrito, es el segundo escrito que tengo ahí, el primero no.salvatore. escribió:¿qué?dreamer. escribió:es el segundo escrito del link que te dejé, digo, por si las dudas.
dreamer.
Re: revolution | colectiva. { resultados.
ahhh yap, ya entendí☺.dreamer. escribió:JAJAJA, que en el link que te dejé del escrito, es el segundo escrito que tengo ahí, el primero no.salvatore. escribió:¿qué?dreamer. escribió:es el segundo escrito del link que te dejé, digo, por si las dudas.
hessa.
Página 3 de 9. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
Temas similares
» I exist | novela NO colectiva | RESULTADOS.
» Little me| NO colectiva| Audiciones Cerradas| Resultados puetos
» Terapia de Shock {Novela Colectiva} Audiciones Cerradas. Resultados
» Hot For Teacher|Novela Colectiva|Audiciones Cerradas| Esperando Resultados
» Mejores amigas por siempre Novela.Colectiva. resultados!!!!!
» Little me| NO colectiva| Audiciones Cerradas| Resultados puetos
» Terapia de Shock {Novela Colectiva} Audiciones Cerradas. Resultados
» Hot For Teacher|Novela Colectiva|Audiciones Cerradas| Esperando Resultados
» Mejores amigas por siempre Novela.Colectiva. resultados!!!!!
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
Página 3 de 9.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.