El Juramento {NC}

Rae Lightwood.

La mañana estaba en extremo hermosa, el viento era fresco y hacia un sonido bellísimo cuando golpeaba contra los arboles haciendo que estos se movieran; los pajarillos cantaban, él sol estaba brillante y caliente.
Yo estaba parada en la ventana de mi habitación mirando las hojas moverse mientras escuchaba sin atención alguna la plática de mis amigas a mis espaldas.
—   ¿En qué piensas? —me pregunto Clara llegando a mi lado.
—   En muchas cosas. —le conteste dándome la vuelta para verlas a todas —Estoy algo nerviosa. —confesé.
—   Es normal Rae. —me dijo Abril —Todas lo estamos.
Hoy era el día en el que todas bajaremos del cielo hasta la Tierra para hacerles entender a unos muchachos que su vida no estaba tan perdida como ellos creían y que valía la pena vivir sin todas las locuras que ellos hacían.
—   ¿Creen que sea difícil —divago Destiny —convencer a los muchachos?, ¿hacerlos creer?, ¿sacarlos del mal en el que están?
—   Yo creo que sí. —contesté —Pero no tanto.
—   Espero que no sean tan malos como me los imagino. —comento Daniela.
—   Yo espero que sean guapos como los chicos que vemos que están allá abajo. —hablo Clara con entusiasmo.
Yo esperaba que fueran amables y lindos, no quería tratar con chicos groseros. Esperaba que fuera fácil hacerlos creer en el Señor porque no quería estar mucho tiempo en la Tierra, estar ahí me traía malos recuerdos de mi vida pasada.
—   Guapos o no —hablo Abril —debemos enamorarlos, ¿recuerdan?
—   Enamorarlos sin enamorarnos. —recordó Destiny.
La bendita apuesta. No estaba muy segura sobre poder ganar esa apuesta. El problema no era enamorar al chico, eso era algo fácil; el verdadero problema era enamorarlo sin enamorarme; ¿Eso era posible acaso?, ¿La gente podía enamorar a otros sin llegar a sentir nada?, tal vez para algunos era algo fácil, ¿lo seria para mí?; Rae no va a poder, se enamora hasta de una hoja. Las palabras de Daniela se quedaron estancadas en mi cabeza y no podía sacarlas porque lo que dijo era cierto; yo siempre fui de las chicas que creían en el amor a primera vista, los príncipes azules y los finales felices. Cuando era una humana siempre que conocía a un chico y este era amable yo creía que el amor de mi vida y después terminaba todo mal. Algo típico.
Cuando el sol estaba casi en su punto decidimos que era momento de irnos a la Tierra. El Señor nos dio unas cuentas instrucciones de último minuto y nos deseó suerte.
Ahora nos encontrábamos en los finales del cielo, por donde los ángeles bajaban y los ya fallecidos subían.
—   ¿Estas listas? —preguntó Clara.
—   No es nada difícil. —hablo Daniela — Solo es volar y volar hasta llegar a la Tierra. —ella intento que su voz sonara segura pero sus nervios eran notorios; todas estábamos muertas de nervios y no sabíamos exactamente qué hacer.
—   A la cuenta de tres soltamos vuelo, ¿okay? —pregunto Abril y todas asentimos.
—   Juntas. —dije tomando de la mano a Destiny que estaba a mi lado.
Todas nos tomamos de las manos y suspiramos esperando que Abril iniciara la cuenta.
—   Una.
Daniela desplego sus alas seguida de Clara. Las alas de Daniela eran enormes y esponjosas, llenas de plumas de un brillante color blanco mientras que las de Clara eran igual grandes pero más finas y delgadas de un hermoso color dorado.
Mi cabeza estaba revuelta, creí que estaba lista pero no lo estaba, definitivamente no; no quería ir a la Tierra, no aún, no estaba lista.
—   Dos.
Abril y Destiny desplegaron sus alas. Tuve que cerrar un poco mis ojos por lo brillantes que son las alas de Destiny, eran grandes al igual que las de Abril y las demás. Las alas de Destiny tenían eran parecidas a las de Daniela, tenía muchas plumas esponjosas pero las alas de Des no eran completamente blancas, las de Destiny eran blancas con toques plateados en todas ellas. Las alas de Abril eran las más delicadas y finas, eran grandes pero eran delgadas, siempre me quedaba observando sus alas ya que tienen un patrón muy hermoso, las plumas están acomodadas de una manera extraña que hacen que se vean hermosas y hacen que el color blanco azulado resalte.
—   Dos y medio. —la voz de Abril murmuro — Y…tres.
—   ¡Rae!, ¡Tus alas! —escuché el grito de Daniela mientras las demás se impulsaban para caer.
Destiny me sujeto en cuanto caímos pero después me soltó para que mis alas pudieran desplegarse. Y así lo hicieron. Desplegué mis grandes alas y así las cinco emprendimos vuelvo hasta la Tierra.

Sigue Clara Jhonson.