El Juramento {NC}

-¡Abril basta!- grité desesperada, Abril ha estado toda la mañana imitándome, sinceramente no sé cómo no se cansa.
-¡Abril basta!- me volvió a imitar mientras ponía una voz chillona y arrugaba la nariz, ni siquiera hablo así, ¿O sí? Como se sea, sonreí  al tener la mejor idea, haré que se calle una vez por todas.
-Odio el chocolate con toda mi vida- dije con una sonrisa maliciosa en mi rostro, Abril frunce y me mira de la misma forma, tira de su cabello hacia atrás como si se tratase de una diva, mal imitada por cierto.
-Ni sueñes Darling- da media vuelta y se dirige hacia donde las demás chicas, las cuales no habían dejado de reír desde que Abril comenzó a imitarme. Me quede un momento observando a Abril enarcando mi ceja derecha para después iniciar con mi típico baile de la victoria, movía mis brazos en el aire mientras meneaba las caderas rápidamente y decía unos “oh sí” en pequeños susurros, las chicas al verme rompen en estruendosas carcajadas provocando que yo parara para después unirme  a ellas.
-Estás loca Dans- dice Clara entre risas, las chicas por su parte asienten repetidas veces mientras se abanican con la mano, como si eso las hiciese parar.
-Pero así me aman- las chicas paran de reír de repente y me miran graciosas y luego vuelven a reír, yo, como toda chica responsable les lanzo miradas acusadoras para que pudiesen dejar de reír, y así lo hicieron -Gracias- las chicas asienten en forma de respuesta.
-¿Qué harán más tarde?- pregunta Destiny mientras llevaba un mechón de su castaño pelo tras su oreja.
-Pues, yo iré a ver a los humanos desde el balcón- respondí encogiéndome de hombros, amaba verlos, me recordaba bastante a cuando era como ellos, muchas veces lo extrañaba, pues como todo ángel aquí, llegué a causa de mi muerte. Hace uno diez años que fallecí o mejor dicho que me suicidé, así es,  provoqué mi propia muerte ¿Por qué? Sencillo, estaba completamente sola en el mundo, sin amigos, familia, simplemente nada…
-Siempre haces eso- dice Rae,  la miro y repito la  acción que había hecho anteriormente.
-Amo ver a los humanos- agacho la mirada y me encuentro con mis blancos y descalzos pies, sacudo mi vestido blanco e ignorando todo lo demás camino hacia el balcón, desde allí puedo observar a todo el mundo, solo necesito  imaginar el lugar y pues, el balcón me dirige hacia allá.
-Hola- dice un hombre, volteo y me encuentro con un joven con un poco de barba en su mentón, sus ojos cafés se encontraban fijos en la imagen frente a mí, Londres, las luces alumbraban todo el paisaje, el Big Ben se encontraba rodeado de éstas, mientras que las personas reían y jugaban alrededor del gran reloj.
-Señor- digo con una sonrisa, él camina lentamente hasta colocarse justo a mi lado todavía con la vista fija en Londres.
-¿Sabes? Las cosas están cambiando mucho- voltea su rostro para poder verme y puedo ver preocupación en su mirada.
-¿A qué se refiere Señor?- frunzo el ceño levemente al escucharlo ¿De qué estaba  hablando? Podría ser que hable sobre la tecnología, si es por eso, es algo obvio, pues no tienen por qué quedarse estancados, aunque tampoco tienen que olvidarse de divertirse, leer o aprender  durante su niñez,  eso sí que es algo preocupante.
-Me refiero, Daniela, a que muchas personas se están olvidando de mí y de ustedes, ya no creen en que yo soy quien los puede ayudar y quien les doy la vida- Ese es un buen punto también -¿Sabías que la cantidad de suicidios ha incrementado?- agacho la mirada al escuchar aquella palabra tan conectada a mi pasado -Y no solo eso- continúa -Las drogas, el alcohol, el tabaco, se han vuelto primordiales en la vida de los adolescentes- pasa su mano por su larga y castaña cabellera, claro indicio de su frustración.
-¿Qué sugiere señor?- interrumpe Rae entrando por la gran y blanca puerta del balcón.
-Tengo una idea, pero no estoy muy seguro- contesta él  inclinándose hasta quedar con medio cuerpo sobre el barandal del mármol que dividía al balcón del mundo.
-¿Qué idea?- dice esta vez Destiny, el Señor se gira para poder vernos de frente, las chicas nos miramos unas a las otras con confusión.
 -Enviar a mis mejores ángeles a salvar a un grupo de amigos de la destrucción- esta vez una sonrisa se forma en su rostro, sabíamos exactamente a quienes se refería, nosotras.
-¿A salvar un grupo de amigos?- pregunta Rae con clara confusión en su voz.
-A sí es, son unos chicos con vidas, según ellos miserables, que formaron un grupo no muy bonito, allí se drogan, fuman, beben, tienen relaciones sexuales descontroladamente y otras cosas muy dañinas- responde caminando alrededor de nosotras.  
-Y ¿Qué sugiere Señor?-  pregunta Clara arqueando una de sus cejas.
-Ya verás Clarita- una sonrisa traviesa aparece en su angelical rostro y luego se retira dejándonos a todas confundidas.
-¿Qué fue eso?- pregunta imitando la acción de Clara, las demás nos encogimos de hombros en forma de respuesta.
-¿Quién quiere chocolate?- pregunto con una gran sonrisa para poder terminar con el incómodo silencio que sabía se formado luego de la charla.
-Tú y tus chocolates- dice Rae riendo, es cierto, todo el tiempo hablo, como o bebo chocolate, es como una adicción, es decir, ¿Hay algo más genial, delicioso y tierno que el chocolate? Lo sé, es extraño que me refiera al chocolate como si se tratase de una persona.
-Sip- camino hacia a la puerta dando pequeños saltitos y moviendo los brazos de arriba abajo.
-Chicas, necesito una reunión con cada una, a solas- interviene el Señor mientras entraba una vez más al salón, estas cosas en verdad me estaban asustando, o sea, no hace ni cinco minutos que hablábamos y nos dejó con la duda y ¿Ahora aparece para una reunión con cada y a solas? Las chicas y yo intercambiamos miradas de confusión y luego el Señor toma a Abril de la mano y se la lleva dejándonos a las cuatro con gran confusión y sorpresa.

Jelous: