Human/N.C./1D&5SOS.

Un grupo de chicas iban caminando por la calle. Me asomé desde mi ventara para verlas mejor. Tan perfectas, con sus hermosos cuerpos y siempre muy bien arregladas. “¿Quién no querría ser como ellas?”.
Me paré frente al espejo de cuerpo entero, que estaba entre el armario y el baño de mi habitación. Detenidamente mire cada parte de mi cuerpo. “Por la existencia de esas chicas tú no tienes novio Lucille” Me dije a mi misma. Mi cuerpo era el tiple de grande que el suyo. Yo tenía el abdomen inflado, grandes caderas y piernas gordas como las de una vaca. En cambio, ellas, con su hermoso abdomen plano y sus delgadas piernas que parecían de kilómetros podían tener todos los chicos que querían y más. Ser así sería lo mejor que me podría pasar. “No te engañes a vos misma, ni con ese cuerpo alguien te querría”
Me acosté en la hermosa cama con sabanas color violeta y me tape hasta nariz. Lentamente las lágrimas comenzaron a salir. “¿Por qué no puedo ser como ellas?” Me preguntaba una y otra vez. “¿Por qué todos se burlan de mí y me insultan? ¿Qué les hice para que me traten así?”
Alguien abrió la puerta de mi habitación haciendo que tapara mi cara con las sábanas para ocultar que estaba llorando de nuevo.
-Lucy-Escuche la voz de mi madre- Vamos, levántate-Dijo sacando el cobertor que estaba sobre mí- ¿Llorando otra vez? ¿Ahora que paso?-Dijo con preocupación
 -Nada
“Nada” la palabra más usada en mi vocabulario, que significa “Me odio, odio a mis compañeros, quiero irme de este mundo lo más rápido posible”
-Siempre dices lo mismo-Dijo mi madre resignada
 -Es que no me pasa nada-Dije negando los problemas que tenia
-Si no sé el verdadero problema no podré ayudarte hija-Me exigió una respuesta
“Nadie puede ayudarme, y mucho menos entenderme” Pensé.
-Es que no tengo problemas
 -Yo ya tuve tu edad, se lo que es ser adolescente-Espero una respuesta que no llego- ¿Es un problema con algún chico?
“Los chicos ni se me acercan, a no ser que necesiten la tarea”
-No mamá
 -¿Te peleaste con tus amigas?
“¿Qué amigas?” Pensé
 -No, no es eso
 -¿Entonces? Realmente necesito saberlo Lucille, sos mi hija y no me gusta verte así, quiero poder ayudarte
“No puedes ayudarme, nadie puede hacerlo”
 -Me vas a ayudar cuando te vayas de aquí mamá, chau-Dije fría
-Ok-Dijo triste y luego se fue
Mi madre siempre está preocupada por lo que me pasa, pero no puedo hablar con ella sobre esto, aunque me gustaría poder hablar con alguien sobre mis problemas, mínimamente tener una amiga con quien pueda contar y hablar sobre lo que sea, alguien que me escuche y me entienda, que me quiera y me necesite tanto como yo a ella. Pero no va a pasar, ni siquiera las chicas más marginales que yo piensan en ser mis amigas. Sería bueno poder acercarme y hablarles, pero no tengo suficiente valor para hacerlo. No entiendo como algunas de las chicas nuevas pueden integrarse a un grupo apenas llegan y yo que voy a la misma escuela desde siempre no tengo ni una amiga, es más, solo hablo con una persona en la escuela, además de los profesores, Maggie, una chica pelirroja de ojos azules como el mar, es muy hermosa, aunque tal vez un poco insegura de su belleza. Se sienta conmigo cuando no encuentra asientos libres, a veces almorzamos juntas, como para tener un poco de compañía o me pregunta alguna duda que tiene sobre su tarea. Ella es lo más parecido que tengo a un “amigo”.
 Tal vez es un problema en mí y no porque ellos no quieran integrarme. Recuerdo que hasta hace un par de años mis compañeros me llamaban para que este con ellos, pero yo prefería aislarme, y con el paso del tiempo dejaron de hablarme, seguramente se cansaron de intentar y se dieron cuenta de que me gustaba estar sola. Tendría que haberlo pensado dos veces. Ahora me arrepiento, porque realmente no me gusta estar sola y tener que guardarme mis problemas solo para mí, sin nadie que me apoye, o me entienda, o aunque sea me aconseje.
Pensé en las chicas que pasaron por la calle otra vez. Además de ser perfectas, y tener amigos, lo más posible es que tuvieran novio. “¿Qué chico no se fijaría en una persona con tanta perfección?”. Realmente la idea de tener un novio me emocionaba, aunque claro, nunca iba a pasar. Porque, osea, mírenme a mí, no podría competir contra una rubia de ojos azules, claramente ella me ganaría. “Esto no puede seguir así” Me dije a mi misma. “Hare lo que sea necesario”. No hablaba solo de mi cuerpo, sino de todo. De completamente todo. Desde mi personalidad, mi cuerpo y hasta tal vez conseguiría amigos. “Ellas son las que se acomplejaran al verte” Me alenté a mí misma. “Seguro que si” Respondió otra parte de mi sarcásticamente. “No tienes el valor suficiente” Me desalentó nuevamente.
-Yo sé que puedo-Susurre para mí misma
Me levante de la cama y me mire en el espejo una vez más. Me examine milimétricamente y mi autoestima cayó al subsuelo nuevamente. “No puedo estar tan gorda”
 “Solo hay una solución” Pensé sin encontrar otras posibilidades.
Fui al baño y tome mi cepillo de dientes. Me arrodille frente a la taza del baño y, con mucho temor, hice que este tocara la campanilla haciendo que tuviera muchas nauseas. Saque el cepillo de mi boca rápidamente y el vómito salió, tan asqueroso como siempre, con ese olor horrible y su color anaranjado.
Mi garganta ardía y mis ojos estaban llenos de lágrimas, pero se sentía tan bien. Para mí era un alivio hacer eso. Me ayudaba a sacar todo lo que no quería. Mi placer culposo, la comida. Las pocas veces que comía, me excedía y sentía tanta culpa que terminaba haciendo esto.
Me pare nuevamente. Cepille mis dientes. Me desvestí y me di una ducha. Me cambie y me puse una remera que decía “Vans”, un jean azul oscuro y unas converse negras, al igual que la remera. Cepille mi lacio cabello y luego lo ate en una cola de caballo. Me mire en el espejo del baño. “No me queda bien esta ropa. Parezco obesa”. Fui a mi armario y busque otra cosa. Agarre un buzo bastante grande, color negro, que no marcara ninguna parte de mi torso y me lo puse sobre la remera. Volví al espejo. Estaba un poco mejor, ya que mi gran panza estaba tapada por el buzo y una parte de mis asquerosos muslos también.

“¿Realmente es así de horrible mi cuerpo?”