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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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"Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
Capítulo 11
Parte 1
—¡Mi mamá tiene novio! ¡Mi mamá tiene novio! ¡Mi mamá...!
—Sí, bueno, ya está bien Emily —la interrumpió su madre—. Ya te he oído. Y deja de dar saltos en la cama. No es un trampolín. Venga, ve a ver una película. Tengo que arreglarme, cariño.
Emily salió de la habitación a toda velocidad. Si había algo que pudiera hacer callar a su hija era ver una de sus películas favoritas.
Pero a Jessie le temblaban las manos y no sabía qué ponerse.
Nick le había dicho en su último e—mail, le había enviado varios durante la semana, que no tenía que arreglarse demasiado. Un alivio porque su guardarropa era más bien sencillo. Más que sencillo.
Hacía buen tiempo, de modo que eligió una falda estampada en blanco y negro, similar a la falda con la que Kane le había dicho el otro día que estaba para comérsela.
Oh, no, no. No debería haber pensado en eso. Sus pezones se endurecieron y sintió un cosquilleo entre las piernas.
Una mirada al reloj la hizo apresurarse. Sólo tenía un cuarto de hora antes de que llegase Nick. Se había duchado y pintado, pero seguía desnuda bajo el albornoz y tenía el pelo hecho un asco.
Dora había prometido darle la cena a la niña. Parecía tan contenta como Emily porque tenía «un novio». ___(Tn) no había querido desilusionarlas, así que dejó que pensaran lo que quisieran.
Mientras tanto, se decía a sí misma que lo que iba a pasar esa noche no tenía ninguna importancia.
—No tiene importancia —murmuró, mientras sacaba un sujetador de satén negro con tanga a juego. Era un conjunto muy caro que había comprado antes de tener a Emily y que apenas se había puesto. La maternidad había aumentado el tamaño de sus pechos y cuando se puso el sujetador... se le salían por arriba.
Pero, ah, estaba muy sexy, con un escote más grande que el Gran Cañón. El tanga quedaba bien por delante... y no se atrevió a mirar por detrás. Lo que no sabía no podía deprimirla.
Un golpecito en la puerta anunció la entrada de Dora.
—La cena de Emily ya está lista.
—No he terminado de vestirme. ¿Te importa dársela tú?
—No, claro que no.
—¡Emily, a cenar! —gritó ___(Tn) desde la habitación mientras se ponía un top negro a juego con la falda—. El zumo de manzana está en la nevera.
—No te preocupes, yo me encargo de todo —sonrió Dora—. Tú vístete, Nick está apunto de llegar.
—Sí, lo sé —murmuró ella, abrochándose la falda. Una cosa que la maternidad no había mejorado era su cintura. Era un poquito más ancha que antes, pero como le habían crecido los pechos y las caderas seguía teniendo figura de reloj de arena.
Razonablemente satisfecha con el resultado, intentó arreglarse el pelo, pero estaba intratable. Sólo podía hacerse un moño, que sujetó con una cinta negra.
Naturalmente, le caían algunos rizos a los lados de la cara, pero los hombres le habían dicho que eso les gustaba mucho. Según ellos, era muy sexy. Y estar sexy era precisamente lo que quería esa noche.
Como joyas, unos pendientes de aro y un colgante de plata. El perfume era caro, un regalo de Dora por su cumpleaños. Se llamaba Amor Verdadero.
Qué ironía, pensó, mientras se calzaba las sandalias de tacón. Lo único que lamentaba era no haberse puesto un poco de crema autobronceadora. Sin medias se la veía muy blanca. Pero aún no había cobrado y no podía comprarse cremas caras. Mejor estar blanca que con rayas naranjas en las piernas, se dijo.
—Nick está aquí —anunció Dora unos minutos después.
—¡Ya voy! —gritó ___(Tn), llevándose una mano al corazón. ¿Qué había sido de la chica segura de sí misma?
Aparentemente había desaparecido, reemplazada por una cría asustadiza que temía hacerlo tan mal que Nick no quisiera volver a verla. Aunque quizá sería lo mejor.
Pensar en la chica que había sido le recordó que no tenía preservativos. Pero seguramente Nick estaría preparado. Un hombre que no quería tener hijos siempre estaba preparado.
Espero que les guste el cap
mañana la sigo
COMENTEN
Bye :D
Parte 1
—¡Mi mamá tiene novio! ¡Mi mamá tiene novio! ¡Mi mamá...!
—Sí, bueno, ya está bien Emily —la interrumpió su madre—. Ya te he oído. Y deja de dar saltos en la cama. No es un trampolín. Venga, ve a ver una película. Tengo que arreglarme, cariño.
Emily salió de la habitación a toda velocidad. Si había algo que pudiera hacer callar a su hija era ver una de sus películas favoritas.
Pero a Jessie le temblaban las manos y no sabía qué ponerse.
Nick le había dicho en su último e—mail, le había enviado varios durante la semana, que no tenía que arreglarse demasiado. Un alivio porque su guardarropa era más bien sencillo. Más que sencillo.
Hacía buen tiempo, de modo que eligió una falda estampada en blanco y negro, similar a la falda con la que Kane le había dicho el otro día que estaba para comérsela.
Oh, no, no. No debería haber pensado en eso. Sus pezones se endurecieron y sintió un cosquilleo entre las piernas.
Una mirada al reloj la hizo apresurarse. Sólo tenía un cuarto de hora antes de que llegase Nick. Se había duchado y pintado, pero seguía desnuda bajo el albornoz y tenía el pelo hecho un asco.
Dora había prometido darle la cena a la niña. Parecía tan contenta como Emily porque tenía «un novio». ___(Tn) no había querido desilusionarlas, así que dejó que pensaran lo que quisieran.
Mientras tanto, se decía a sí misma que lo que iba a pasar esa noche no tenía ninguna importancia.
—No tiene importancia —murmuró, mientras sacaba un sujetador de satén negro con tanga a juego. Era un conjunto muy caro que había comprado antes de tener a Emily y que apenas se había puesto. La maternidad había aumentado el tamaño de sus pechos y cuando se puso el sujetador... se le salían por arriba.
Pero, ah, estaba muy sexy, con un escote más grande que el Gran Cañón. El tanga quedaba bien por delante... y no se atrevió a mirar por detrás. Lo que no sabía no podía deprimirla.
Un golpecito en la puerta anunció la entrada de Dora.
—La cena de Emily ya está lista.
—No he terminado de vestirme. ¿Te importa dársela tú?
—No, claro que no.
—¡Emily, a cenar! —gritó ___(Tn) desde la habitación mientras se ponía un top negro a juego con la falda—. El zumo de manzana está en la nevera.
—No te preocupes, yo me encargo de todo —sonrió Dora—. Tú vístete, Nick está apunto de llegar.
—Sí, lo sé —murmuró ella, abrochándose la falda. Una cosa que la maternidad no había mejorado era su cintura. Era un poquito más ancha que antes, pero como le habían crecido los pechos y las caderas seguía teniendo figura de reloj de arena.
Razonablemente satisfecha con el resultado, intentó arreglarse el pelo, pero estaba intratable. Sólo podía hacerse un moño, que sujetó con una cinta negra.
Naturalmente, le caían algunos rizos a los lados de la cara, pero los hombres le habían dicho que eso les gustaba mucho. Según ellos, era muy sexy. Y estar sexy era precisamente lo que quería esa noche.
Como joyas, unos pendientes de aro y un colgante de plata. El perfume era caro, un regalo de Dora por su cumpleaños. Se llamaba Amor Verdadero.
Qué ironía, pensó, mientras se calzaba las sandalias de tacón. Lo único que lamentaba era no haberse puesto un poco de crema autobronceadora. Sin medias se la veía muy blanca. Pero aún no había cobrado y no podía comprarse cremas caras. Mejor estar blanca que con rayas naranjas en las piernas, se dijo.
—Nick está aquí —anunció Dora unos minutos después.
—¡Ya voy! —gritó ___(Tn), llevándose una mano al corazón. ¿Qué había sido de la chica segura de sí misma?
Aparentemente había desaparecido, reemplazada por una cría asustadiza que temía hacerlo tan mal que Nick no quisiera volver a verla. Aunque quizá sería lo mejor.
Pensar en la chica que había sido le recordó que no tenía preservativos. Pero seguramente Nick estaría preparado. Un hombre que no quería tener hijos siempre estaba preparado.
Espero que les guste el cap
mañana la sigo
COMENTEN
Bye :D
maru!!
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
u_u me doy cuenta que me e perdido muchos cap. pero ya estoy al tanto seguila porfass :)
raqel d' Jonas(NJJ<3
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
Recien leo los capitulos... despues te cuento porque... ahora te aviso para que no pienses que me olvide de tu novela :P (eso nunca queridisima maru, no te libraras de mi facilmente)
mañana comento bien porque son mas de las tres de la mañana y me estoy cayendo de sueño
ñam ñam ñam blablabla Love & Rockets
(whatever, MTV makes me make this)
mañana comento bien porque son mas de las tres de la mañana y me estoy cayendo de sueño
ñam ñam ñam blablabla Love & Rockets
(whatever, MTV makes me make this)
eli_jonatika
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
Capitulo 11
Parte 2/2
Pensar en la chica que había sido le recordó que no tenía preservativos. Pero seguramente Nick estaría preparado. Un hombre que no quería tener hijos siempre estaba preparado.
—¡Nick, Nick! —oyó los gritos de Emily.
___(Tn) esperaba que no se pusiera a gritarle lo de «mi mamá tiene novio».
El estaba apoyado en el quicio de la puerta, con una sonrisa en los labios.
—Ah, vamos coordinados.
Nick llevaba un traje negro de sport con una camiseta blanca debajo. Sin duda, una camiseta de diseño. Pero daba igual. A él le habría quedado bien cualquier cosa.
Por el brillo de sus ojos, Jessie intuyó que aprobaba su atuendo. Afortunadamente, los hombres casi nunca sabían lo que costaba la ropa de mujer. No le gustaría que supiera que esa camiseta valía más que todo lo que ella llevaba puesto. Menos la ropa interior, que era carísima.
—¿A que mi mamá está muy guapa? —preguntó Emily, que, milagrosamente, no se había levantado de su silla.
—Desde luego que sí —contestó él.
—¿Vas a pedirle que se case contigo?
Era justo la clase de pregunta que ___(Tn) había temido.
—¿Te gustaría que lo hiciera? —rió Nick.
—Oh, sí, mucho.
—Tus deseos son órdenes para mí, princesa. El problema es que me parece que tu mamá no está preparada para casarse conmigo... todavía.
—¿Por qué no? —preguntó la niña.
—Nick y yo acabamos de conocernos, cariño —intervino ___(Tn) , intentando tomárselo a broma—. Uno no se casa con alguien al que ha conocido una semana antes.
—¿Y si pasan dos semanas? —preguntó Emily. Dora y Nick soltaron una carcajada. ___(Tn) levantó los ojos al cielo.
—En dos semanas es posible. Y ahora, sé buena con Dora y vete a la cama cuando ella te diga, ¿eh? Dora, muchísimas gracias por todo.
—De nada, cariño. Quédate hasta la hora que quieras, no te preocupes por mí.
—No llegaré muy tarde, te lo prometo —dijo ___(Tn) con firmeza, más para Nick que para su amiga—. Adiós, cielo —sonrió, besando a su hija—. Hasta mañana.
—Dos semanas, ¿eh? —rió él mientras iban hacia el coche—. En ese caso, deberíamos estar comprometidos para Navidad.
—Muy gracioso.
—Hablo en serio.
—Nick, no digas bobadas.
—¿Por qué?
___(Tn) se detuvo frente a la verja.
—No digas esas cosas. Los dos sabemos que no vamos a casamos.
—¿Por qué no?
—Para empezar, está Emily.
—Emily es una niña estupenda. Y monísima.
Ella sacudió la cabeza, exasperada.
—No pienso seguir hablando de tonterías.
—Me alegro, porque yo también estoy cansado de hablar —dijo Nick, envolviéndola en sus brazos.
El primer instinto de ___(Tn) fue apartarse. ¿Y si Dora salía de la casa y los veía? Incluso abrió la boca para protestar.
Un error.
Nick metió la lengua en su boca y Jessie dejó de pensar durante unos tres minutos. Cuando él se apartó por fin, la cabeza le daba vueltas.
—Ahora sé qué hacer contigo —dijo con voz ronca, pasando un dedo por sus labios—. Cada vez que te pongas gruñona esta noche, te besaré. Compórtate en el restaurante... a menos que no quieras ir a cenar. Podríamos ir directamente a mi casa, si quieres. Tengo comida en la nevera y un buen microondas. Y vino, también. Soy un hombre domesticado, sólo me convierto en una bestia cuando estoy contigo.
—Me gusta esa bestia —se oyó decir a sí misma, con voz ronca. La sensación del dedo sobre sus labios era increíble. Sin pensar, sacó un poquito la lengua...Nick miró su boca y luego, lentamente, metió el dedo dentro.
A ___(Tn) le dio un vuelco el estómago.
—Chúpalo —le ordenó. Y ella obedeció, pensando que esa noche haría todo lo que él le pidiera.
Ese pensamiento la sorprendió. Era territorio peligroso, pero más excitante que lo que había experimentado nunca. Lyall era cosa de guardería comparado con aquel hombre.
De repente, Nick sacó el dedo de su boca como si fuera una cobra, y no una mujer a punto de convertirse en su esclava sexual.
—Ya es suficiente. ¿Qué hacemos esta noche? Tú decides, el restaurante o mi casa.
___(Tn) no quería ser hipócrita. Estaba excitada y él se había dado cuenta. Si seguía mintiendo pensaría que sólo quería excitarlo y ella no era así.
—Tu casa —contestó.
El no dijo nada, pero la tomó de la mano para llevarla hasta su coche como si los persiguieran los sabuesos del infierno.
—Ponte el cinturón —le ordenó—. Y nada de cháchara. Mi casa está en Balmoral, pero hay mucho tráfico y tengo que concentrarme.
Balmoral. Un barrio exclusivo al norte de la ciudad, con una playa privada. Había estado allí una vez, en un restaurante. Un sitio de lujo. Un sencillo apartamento costaría un dineral.
Y no imaginaba a Nick en un sencillo apartamento. Sería un ático, seguro, cerca de la playa, con terraza y jacuzzi. Muy moderno, masculino, con muebles elegantes y una cama enorme.
Se había equivocado. Primero, era una casa, no un apartamento. Además, no era moderno y masculino, era una casa antigua, probablemente construida en los años treinta, con objetos Art deco y muchas antigüedades. En lo único que había acertado era que estaba cerca de la playa.
—¿Vivías aquí con tu mujer? —fueron las primeras palabras de Jessie cuando la llevó al salón. A través de los ventanales podía ver el mar y las luces de los restaurantes.
—No —contestó él—. Teníamos un apartamento en el centro. Compré la casa cuando nos separamos. Mis padres y mi hermano viven cerca de aquí.
___(Tn) pensó que era un detalle que quisiera vivir cerca de su familia.
—No es lo que yo esperaba.
—Lo sé —sonrió Nick—. Por eso quería traerte aquí. No dejo de decirte que no soy lo que tú crees... Y ahora, deja el bolso y ven aquí.
___(Tn) contuvo el aliento. Debería haber imaginado que no perdería el tiempo. Y era lo que ella quería también.
Pero la decisión de meterse en la cama con él había sido fácil cuando estaba en sus brazos, besándola, con su dedo en la boca. No tan fácil allí, en el salón, con las luces encendidas.
—No me digas que estás nerviosa, O que has cambiado de opinión.
—No, no he cambiado de opinión. Pero sí, estoy nerviosa —le confesó ella—. Ha pasado mucho tiempo y...
—¿Cuánto tiempo?
—Pues... no he estado con nadie desde Lyall. Jessie agradeció que Nick no pareciera sorprendido o, peor, incrédulo.
—Ya veo —dijo simplemente—. Eso es estupendo.
—¿Estupendo? ¿Por qué? Seguramente se me ha olvidado cómo hacerlo.
Nick soltó una carcajada.
—No se te ha olvidado, cariño. Pero si fuera así —dijo entonces, dejando su bolso en la mesa— yo estoy aquí para recordártelo. A mi manera, no como Lyall o como cualquier otro hombre.
—¿Y cuál es tu manera? —preguntó ella, mientras Kaneia llevaba al dormitorio.
La mirada que lanzó por encima de su hombro hizo que ___(Tn) sintiera un escalofrío.
—La que te dará más placer, por supuesto. Tengo un plan, como siempre. Si no tengo éxito, volveré a intentarlo una y otra vez. Te asombrarán cuántas veces puedo hacer el amor en cinco horas.
El dormitorio tenía los suelos de madera, techos altos, una cama con cabecero de metal y un edredón plateado, de seda. A ambos lados de la cama, dos mesillas con lámparas antiguas. Las ventanas estaban tapadas por elegantes cortinas y, a la derecha, había una puerta que daba al cuarto de baño. La luz estaba encendida y ___(Tn) comprobó que era más moderno que el resto de la casa.
Era un dormitorio precioso, masculino, pero cálido y elegante. Aunque muchas mujeres habrían dormido allí. Su ex mujer, por ejemplo. Y otras.
Ese pensamiento no le gustó nada.
—¿Qué te pasa? —preguntó Nick.
—Nada —mintió ella.
—Venga, ___(Tn) , no me mientas. Has mirado la cama y se te ha ocurrido algo desagradable. ¿Qué es?
—No me gusta la idea de que hayas estado aquí con otras mujeres.
—Pero ya te he dicho que no ha habido otras mujeres después de Natalie.
—¿Y ella?
—¿Qué?
—Te has acostado con ella recientemente. Sé que es así. Iba a entrar en tu despacho cuando la oí hablando contigo... la oí decir que el niño no era tuyo.
Nick la miró, sorprendido.
—¿Por qué no me habías dicho nada?
—Porque... no quería.
—Y te lo has guardado... para usarlo contra mí.
—No, no es eso.
—Sí lo es.
—¿Habría cambiado algo? Te acostaste con ella, ¿no?
Nick hizo una mueca.
—Mira, fue hace tres meses y sólo ocurrió una vez. Nos encontramos en su apartamento cuando el divorcio estuvo finalizado... tomamos demasiadas copas y ella dijo «¿por qué no?, por los viejos tiempos». Si no hubiera estado un poco borracho, no habría pasado, te lo aseguro. Y lo lamenté después. No te imaginas cómo. Ni siquiera nos gustó porque los dos estábamos ebrios...
—Ya veo.
—No te lo dije porque no quería que pensaras que era uno de esos tipos que se divorcian y siguen acostándose con su mujer cuando les apetece. Lo siento, de verdad. No intentaba engañarte. Sólo quería convencerte de que lo que me pasa contigo no me había pasado nunca. Te deseo, ___(Tn) , más de lo que he deseado nunca a nadie. Y sé que tú me deseas también. Por favor, no busques excusas para apartarte de mí.
Ella sabía que Nick Jonas podría convencer a cualquiera de cualquier cosa. Pero había sinceridad en su voz. Tenía que estar diciendo la verdad.
—¿No has estado con nadie más?
—Que me muera ahora mismo.
—Yo no quiero que te mueras —dijo ___(Tn) entonces, enredando los brazos alrededor de su cuello—. Te quiero vivo.
Nick no esperó más; buscó su boca con un beso lleno de ansia. Sus lenguas se encontraron, bailaron, exigieron. Se apretaban el uno contra el otro, restregándose.
—No, otra vez no —jadeó él, apartándose—. No he esperado una semana para esto.
A ___(Tn) le daba vueltas la cabeza, pero estaba de acuerdo. Tampoco era eso lo que ella quería. Lo quería denudo, dentro de ella. Lo quería todo.
Levantó la mano para quitarse la cinta del pelo...
—No, déjame a mí.
Nick empezó a desnudarla como no lo había hecho ningún hombre. Lenta, sensualmente, con los ojos cargados de deseo y las manos temblorosas. Primero le quitó la falda, dejándola sólo con el e tanga.
—Levanta los brazos —le ordenó. ___(Tn) obedeció mientras él tiraba del top hacia arriba.
La acción cubrió sus ojos durante uno o dos segundos y se excitó al imaginar cómo la vería él, con los brazos levantados, la cara tapada, su cuerpo medio desnudo expuesto a su mirada. Nunca había tenido la fantasía de ser una esclava
wuai... pero la tenía ahora. Se imaginaba a sí misma siendo comprada por él, prisionera de fusión, sin ningún otro propósito que ser un instrumento de placer.
Y no el suyo propio.
De repente, su propio placer le parecía irrelevante. Era todo para él. Su amante. Su amo.
Cuando Nick le quitó el top, ___(Tn) siguió sin abrir los ojos, disfrutando de la sensación de estar fuera de sí misma, mirando lo que pasaba como una espectadora. Lo oyó contener el aliento. De admiración, esperaba.
Y entonces volvió a tocarla. Primero le quitó el tanga algo que la sorprendió. Tuvo que agarrarse a sus hombros cuando él la hizo levantar primero un pie, luego otro. Se quedó sin respiración cuando Nick empezó a acariciar su estómago con una mano. ___(Tn) cerró los ojos con más fuerza cuando la deslizó hacia abajo y metió las dos manos entre sus piernas. Pero no la tocó ahí, sólo las separó.
—Sí, así —lo oyó decir.
Luego desabrochó su sujetador. Cuando sus pechos estuvieron desnudos no sintió vergüenza sólo un increíble deseo de que los tocara.
Pero él no los tocó.
—Abre los ojos.
Por supuesto, ella obedeció. ¿Cómo no iba a hacerlo? Era la voz de su amo.
Abrir los ojos, sin embargo, la mareó un poco.
—Cuidado —dijo Nick, sujetándola por los hombros—. Quiero que te quedes ahí, sin moverte, mientras yo me desnudo.
___(Tn) no dijo nada. Nunca se había sentido más dócil, más sumisa en toda su vida.
Nick se quitó la ropa a toda prisa. Y se lo quitó todo, mostrando un cuerpo aún mejor de lo que ella había imaginado. Musculoso, duro, sin mucho pelo, con un torso ancho y un estómago absolutamente plano.
___(Tn) vio que sacaba un preservativo de la mesilla y se lo ponía, mirándola a los ojos.
Nerviosa, se pasó la lengua por los labios...
—No, eso no —dijo Nick, malinterpretando su gesto—. Aún no.
«Lo que tú quieras», estuvo a punto de decir ella. «Cuando tú quieras».
Nick dio un par de vueltas a su alrededor, mirándola, desnuda con las sandalias de tacón. Sólo cuando ella estaba a punto de ponerse a gritar, la tocó, por detrás, apartando el pelo de sus hombros para besarla en el cuello, al principio suavemente, luego con urgencia.
La bestia salvaje emergió de nuevo y pronto estaba chupando su cuello mientras pasaba las manos por sus brazos. ___(Tn) arqueó automáticamente la espalda contra él, la acción levantando sus pechos en lasciva invitación. Esa vez, Nick los apretó, masajeándolos mientras con la yema de los dedos frotaba cruelmente sus pezones.
Las sensaciones eran como una serie de relámpagos, de corrientes eléctricas, dejándola con un fuego interno que sólo podía apagarse de una forma.
Nick empezó a morder su oreja, su aliento como un incendio.
—No cierres las piernas —le ordenó.
Y luego tomó sus manos y tiró de ellas, doblándola hasta que sus dedos tocaron el cabecero de la cama.
_Agárrate ahí.
Buen consejo. Porque Si no, podría haberse caído al suelo. O podría haberse desmayado.
Ningún hombre le había hecho el amor de esa forma, en esa posición de espaldas, y a ___(Tn) le daba vueltas la cabeza. Pero hubo poco tiempo para pensar antes de que lo tuviera dentro, sujetando sus caderas desde atrás mientras se enterraba en ella.
Nunca había expeñment0 algo tan decadente, pero era delicioso. Salvaje, perverso y maravillosamente lascivo. Enseguida empezó a moverse contra él, ontrayend0 sus músculos interiores en respuesta a sus embestidas.
—Oh, Dios... Sí, sí, sí, así, cariño, muévete. Así me gusta.
Nick soltó sus caderas y empezó a apretar sus pezones tirando de ellos hacia abajo. La combinación de sensaciones iba más allá del placer.
___(Tn) gritó al sentir el orgasmo más fuerte y rápido de su vida. Cuando Nick la siguió, unos segundos después, fue como si estuviera sobre arenas movedizas. Se agarraba al cabecero con fuerza, sabiendo que silo soltaba caería al suelo como una marioneta.
Nick la tomó en brazos. ¿Cómo podía hacerlo?, se preguntó. Estaba detrás de ella, dentro de ella. Seguía sintiéndolo allí... Pero no, ya no estaba dentro. La tumbaba sobre la cama, acariciando su pelo, su espalda, sus piernas...
___(Tn) se sentía agotada, exhausta. Murmuró algo, podría haber sido un «gracias», y luego bostezó.
Y después todo se volvió negro.
Espero que les guste el cap
es HOT :P
COMENTEN
bye
Parte 2/2
Pensar en la chica que había sido le recordó que no tenía preservativos. Pero seguramente Nick estaría preparado. Un hombre que no quería tener hijos siempre estaba preparado.
—¡Nick, Nick! —oyó los gritos de Emily.
___(Tn) esperaba que no se pusiera a gritarle lo de «mi mamá tiene novio».
El estaba apoyado en el quicio de la puerta, con una sonrisa en los labios.
—Ah, vamos coordinados.
Nick llevaba un traje negro de sport con una camiseta blanca debajo. Sin duda, una camiseta de diseño. Pero daba igual. A él le habría quedado bien cualquier cosa.
Por el brillo de sus ojos, Jessie intuyó que aprobaba su atuendo. Afortunadamente, los hombres casi nunca sabían lo que costaba la ropa de mujer. No le gustaría que supiera que esa camiseta valía más que todo lo que ella llevaba puesto. Menos la ropa interior, que era carísima.
—¿A que mi mamá está muy guapa? —preguntó Emily, que, milagrosamente, no se había levantado de su silla.
—Desde luego que sí —contestó él.
—¿Vas a pedirle que se case contigo?
Era justo la clase de pregunta que ___(Tn) había temido.
—¿Te gustaría que lo hiciera? —rió Nick.
—Oh, sí, mucho.
—Tus deseos son órdenes para mí, princesa. El problema es que me parece que tu mamá no está preparada para casarse conmigo... todavía.
—¿Por qué no? —preguntó la niña.
—Nick y yo acabamos de conocernos, cariño —intervino ___(Tn) , intentando tomárselo a broma—. Uno no se casa con alguien al que ha conocido una semana antes.
—¿Y si pasan dos semanas? —preguntó Emily. Dora y Nick soltaron una carcajada. ___(Tn) levantó los ojos al cielo.
—En dos semanas es posible. Y ahora, sé buena con Dora y vete a la cama cuando ella te diga, ¿eh? Dora, muchísimas gracias por todo.
—De nada, cariño. Quédate hasta la hora que quieras, no te preocupes por mí.
—No llegaré muy tarde, te lo prometo —dijo ___(Tn) con firmeza, más para Nick que para su amiga—. Adiós, cielo —sonrió, besando a su hija—. Hasta mañana.
—Dos semanas, ¿eh? —rió él mientras iban hacia el coche—. En ese caso, deberíamos estar comprometidos para Navidad.
—Muy gracioso.
—Hablo en serio.
—Nick, no digas bobadas.
—¿Por qué?
___(Tn) se detuvo frente a la verja.
—No digas esas cosas. Los dos sabemos que no vamos a casamos.
—¿Por qué no?
—Para empezar, está Emily.
—Emily es una niña estupenda. Y monísima.
Ella sacudió la cabeza, exasperada.
—No pienso seguir hablando de tonterías.
—Me alegro, porque yo también estoy cansado de hablar —dijo Nick, envolviéndola en sus brazos.
El primer instinto de ___(Tn) fue apartarse. ¿Y si Dora salía de la casa y los veía? Incluso abrió la boca para protestar.
Un error.
Nick metió la lengua en su boca y Jessie dejó de pensar durante unos tres minutos. Cuando él se apartó por fin, la cabeza le daba vueltas.
—Ahora sé qué hacer contigo —dijo con voz ronca, pasando un dedo por sus labios—. Cada vez que te pongas gruñona esta noche, te besaré. Compórtate en el restaurante... a menos que no quieras ir a cenar. Podríamos ir directamente a mi casa, si quieres. Tengo comida en la nevera y un buen microondas. Y vino, también. Soy un hombre domesticado, sólo me convierto en una bestia cuando estoy contigo.
—Me gusta esa bestia —se oyó decir a sí misma, con voz ronca. La sensación del dedo sobre sus labios era increíble. Sin pensar, sacó un poquito la lengua...Nick miró su boca y luego, lentamente, metió el dedo dentro.
A ___(Tn) le dio un vuelco el estómago.
—Chúpalo —le ordenó. Y ella obedeció, pensando que esa noche haría todo lo que él le pidiera.
Ese pensamiento la sorprendió. Era territorio peligroso, pero más excitante que lo que había experimentado nunca. Lyall era cosa de guardería comparado con aquel hombre.
De repente, Nick sacó el dedo de su boca como si fuera una cobra, y no una mujer a punto de convertirse en su esclava sexual.
—Ya es suficiente. ¿Qué hacemos esta noche? Tú decides, el restaurante o mi casa.
___(Tn) no quería ser hipócrita. Estaba excitada y él se había dado cuenta. Si seguía mintiendo pensaría que sólo quería excitarlo y ella no era así.
—Tu casa —contestó.
El no dijo nada, pero la tomó de la mano para llevarla hasta su coche como si los persiguieran los sabuesos del infierno.
—Ponte el cinturón —le ordenó—. Y nada de cháchara. Mi casa está en Balmoral, pero hay mucho tráfico y tengo que concentrarme.
Balmoral. Un barrio exclusivo al norte de la ciudad, con una playa privada. Había estado allí una vez, en un restaurante. Un sitio de lujo. Un sencillo apartamento costaría un dineral.
Y no imaginaba a Nick en un sencillo apartamento. Sería un ático, seguro, cerca de la playa, con terraza y jacuzzi. Muy moderno, masculino, con muebles elegantes y una cama enorme.
Se había equivocado. Primero, era una casa, no un apartamento. Además, no era moderno y masculino, era una casa antigua, probablemente construida en los años treinta, con objetos Art deco y muchas antigüedades. En lo único que había acertado era que estaba cerca de la playa.
—¿Vivías aquí con tu mujer? —fueron las primeras palabras de Jessie cuando la llevó al salón. A través de los ventanales podía ver el mar y las luces de los restaurantes.
—No —contestó él—. Teníamos un apartamento en el centro. Compré la casa cuando nos separamos. Mis padres y mi hermano viven cerca de aquí.
___(Tn) pensó que era un detalle que quisiera vivir cerca de su familia.
—No es lo que yo esperaba.
—Lo sé —sonrió Nick—. Por eso quería traerte aquí. No dejo de decirte que no soy lo que tú crees... Y ahora, deja el bolso y ven aquí.
___(Tn) contuvo el aliento. Debería haber imaginado que no perdería el tiempo. Y era lo que ella quería también.
Pero la decisión de meterse en la cama con él había sido fácil cuando estaba en sus brazos, besándola, con su dedo en la boca. No tan fácil allí, en el salón, con las luces encendidas.
—No me digas que estás nerviosa, O que has cambiado de opinión.
—No, no he cambiado de opinión. Pero sí, estoy nerviosa —le confesó ella—. Ha pasado mucho tiempo y...
—¿Cuánto tiempo?
—Pues... no he estado con nadie desde Lyall. Jessie agradeció que Nick no pareciera sorprendido o, peor, incrédulo.
—Ya veo —dijo simplemente—. Eso es estupendo.
—¿Estupendo? ¿Por qué? Seguramente se me ha olvidado cómo hacerlo.
Nick soltó una carcajada.
—No se te ha olvidado, cariño. Pero si fuera así —dijo entonces, dejando su bolso en la mesa— yo estoy aquí para recordártelo. A mi manera, no como Lyall o como cualquier otro hombre.
—¿Y cuál es tu manera? —preguntó ella, mientras Kaneia llevaba al dormitorio.
La mirada que lanzó por encima de su hombro hizo que ___(Tn) sintiera un escalofrío.
—La que te dará más placer, por supuesto. Tengo un plan, como siempre. Si no tengo éxito, volveré a intentarlo una y otra vez. Te asombrarán cuántas veces puedo hacer el amor en cinco horas.
El dormitorio tenía los suelos de madera, techos altos, una cama con cabecero de metal y un edredón plateado, de seda. A ambos lados de la cama, dos mesillas con lámparas antiguas. Las ventanas estaban tapadas por elegantes cortinas y, a la derecha, había una puerta que daba al cuarto de baño. La luz estaba encendida y ___(Tn) comprobó que era más moderno que el resto de la casa.
Era un dormitorio precioso, masculino, pero cálido y elegante. Aunque muchas mujeres habrían dormido allí. Su ex mujer, por ejemplo. Y otras.
Ese pensamiento no le gustó nada.
—¿Qué te pasa? —preguntó Nick.
—Nada —mintió ella.
—Venga, ___(Tn) , no me mientas. Has mirado la cama y se te ha ocurrido algo desagradable. ¿Qué es?
—No me gusta la idea de que hayas estado aquí con otras mujeres.
—Pero ya te he dicho que no ha habido otras mujeres después de Natalie.
—¿Y ella?
—¿Qué?
—Te has acostado con ella recientemente. Sé que es así. Iba a entrar en tu despacho cuando la oí hablando contigo... la oí decir que el niño no era tuyo.
Nick la miró, sorprendido.
—¿Por qué no me habías dicho nada?
—Porque... no quería.
—Y te lo has guardado... para usarlo contra mí.
—No, no es eso.
—Sí lo es.
—¿Habría cambiado algo? Te acostaste con ella, ¿no?
Nick hizo una mueca.
—Mira, fue hace tres meses y sólo ocurrió una vez. Nos encontramos en su apartamento cuando el divorcio estuvo finalizado... tomamos demasiadas copas y ella dijo «¿por qué no?, por los viejos tiempos». Si no hubiera estado un poco borracho, no habría pasado, te lo aseguro. Y lo lamenté después. No te imaginas cómo. Ni siquiera nos gustó porque los dos estábamos ebrios...
—Ya veo.
—No te lo dije porque no quería que pensaras que era uno de esos tipos que se divorcian y siguen acostándose con su mujer cuando les apetece. Lo siento, de verdad. No intentaba engañarte. Sólo quería convencerte de que lo que me pasa contigo no me había pasado nunca. Te deseo, ___(Tn) , más de lo que he deseado nunca a nadie. Y sé que tú me deseas también. Por favor, no busques excusas para apartarte de mí.
Ella sabía que Nick Jonas podría convencer a cualquiera de cualquier cosa. Pero había sinceridad en su voz. Tenía que estar diciendo la verdad.
—¿No has estado con nadie más?
—Que me muera ahora mismo.
—Yo no quiero que te mueras —dijo ___(Tn) entonces, enredando los brazos alrededor de su cuello—. Te quiero vivo.
Nick no esperó más; buscó su boca con un beso lleno de ansia. Sus lenguas se encontraron, bailaron, exigieron. Se apretaban el uno contra el otro, restregándose.
—No, otra vez no —jadeó él, apartándose—. No he esperado una semana para esto.
A ___(Tn) le daba vueltas la cabeza, pero estaba de acuerdo. Tampoco era eso lo que ella quería. Lo quería denudo, dentro de ella. Lo quería todo.
Levantó la mano para quitarse la cinta del pelo...
—No, déjame a mí.
Nick empezó a desnudarla como no lo había hecho ningún hombre. Lenta, sensualmente, con los ojos cargados de deseo y las manos temblorosas. Primero le quitó la falda, dejándola sólo con el e tanga.
—Levanta los brazos —le ordenó. ___(Tn) obedeció mientras él tiraba del top hacia arriba.
La acción cubrió sus ojos durante uno o dos segundos y se excitó al imaginar cómo la vería él, con los brazos levantados, la cara tapada, su cuerpo medio desnudo expuesto a su mirada. Nunca había tenido la fantasía de ser una esclava
wuai... pero la tenía ahora. Se imaginaba a sí misma siendo comprada por él, prisionera de fusión, sin ningún otro propósito que ser un instrumento de placer.
Y no el suyo propio.
De repente, su propio placer le parecía irrelevante. Era todo para él. Su amante. Su amo.
Cuando Nick le quitó el top, ___(Tn) siguió sin abrir los ojos, disfrutando de la sensación de estar fuera de sí misma, mirando lo que pasaba como una espectadora. Lo oyó contener el aliento. De admiración, esperaba.
Y entonces volvió a tocarla. Primero le quitó el tanga algo que la sorprendió. Tuvo que agarrarse a sus hombros cuando él la hizo levantar primero un pie, luego otro. Se quedó sin respiración cuando Nick empezó a acariciar su estómago con una mano. ___(Tn) cerró los ojos con más fuerza cuando la deslizó hacia abajo y metió las dos manos entre sus piernas. Pero no la tocó ahí, sólo las separó.
—Sí, así —lo oyó decir.
Luego desabrochó su sujetador. Cuando sus pechos estuvieron desnudos no sintió vergüenza sólo un increíble deseo de que los tocara.
Pero él no los tocó.
—Abre los ojos.
Por supuesto, ella obedeció. ¿Cómo no iba a hacerlo? Era la voz de su amo.
Abrir los ojos, sin embargo, la mareó un poco.
—Cuidado —dijo Nick, sujetándola por los hombros—. Quiero que te quedes ahí, sin moverte, mientras yo me desnudo.
___(Tn) no dijo nada. Nunca se había sentido más dócil, más sumisa en toda su vida.
Nick se quitó la ropa a toda prisa. Y se lo quitó todo, mostrando un cuerpo aún mejor de lo que ella había imaginado. Musculoso, duro, sin mucho pelo, con un torso ancho y un estómago absolutamente plano.
___(Tn) vio que sacaba un preservativo de la mesilla y se lo ponía, mirándola a los ojos.
Nerviosa, se pasó la lengua por los labios...
—No, eso no —dijo Nick, malinterpretando su gesto—. Aún no.
«Lo que tú quieras», estuvo a punto de decir ella. «Cuando tú quieras».
Nick dio un par de vueltas a su alrededor, mirándola, desnuda con las sandalias de tacón. Sólo cuando ella estaba a punto de ponerse a gritar, la tocó, por detrás, apartando el pelo de sus hombros para besarla en el cuello, al principio suavemente, luego con urgencia.
La bestia salvaje emergió de nuevo y pronto estaba chupando su cuello mientras pasaba las manos por sus brazos. ___(Tn) arqueó automáticamente la espalda contra él, la acción levantando sus pechos en lasciva invitación. Esa vez, Nick los apretó, masajeándolos mientras con la yema de los dedos frotaba cruelmente sus pezones.
Las sensaciones eran como una serie de relámpagos, de corrientes eléctricas, dejándola con un fuego interno que sólo podía apagarse de una forma.
Nick empezó a morder su oreja, su aliento como un incendio.
—No cierres las piernas —le ordenó.
Y luego tomó sus manos y tiró de ellas, doblándola hasta que sus dedos tocaron el cabecero de la cama.
_Agárrate ahí.
Buen consejo. Porque Si no, podría haberse caído al suelo. O podría haberse desmayado.
Ningún hombre le había hecho el amor de esa forma, en esa posición de espaldas, y a ___(Tn) le daba vueltas la cabeza. Pero hubo poco tiempo para pensar antes de que lo tuviera dentro, sujetando sus caderas desde atrás mientras se enterraba en ella.
Nunca había expeñment0 algo tan decadente, pero era delicioso. Salvaje, perverso y maravillosamente lascivo. Enseguida empezó a moverse contra él, ontrayend0 sus músculos interiores en respuesta a sus embestidas.
—Oh, Dios... Sí, sí, sí, así, cariño, muévete. Así me gusta.
Nick soltó sus caderas y empezó a apretar sus pezones tirando de ellos hacia abajo. La combinación de sensaciones iba más allá del placer.
___(Tn) gritó al sentir el orgasmo más fuerte y rápido de su vida. Cuando Nick la siguió, unos segundos después, fue como si estuviera sobre arenas movedizas. Se agarraba al cabecero con fuerza, sabiendo que silo soltaba caería al suelo como una marioneta.
Nick la tomó en brazos. ¿Cómo podía hacerlo?, se preguntó. Estaba detrás de ella, dentro de ella. Seguía sintiéndolo allí... Pero no, ya no estaba dentro. La tumbaba sobre la cama, acariciando su pelo, su espalda, sus piernas...
___(Tn) se sentía agotada, exhausta. Murmuró algo, podría haber sido un «gracias», y luego bostezó.
Y después todo se volvió negro.
Espero que les guste el cap
es HOT :P
COMENTEN
bye
maru!!
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
OMG pero como se queda dormida hahahahahaha siguela
NiinnyJonas
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
ahhh lo hiciero n y la rayis s qdo dormida jajajaja
siguela
siguela
jamileth
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