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"Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 1 de 16. • 1, 2, 3 ... 8 ... 16
"Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
Holaaaaaa como andan??
Me presento para quienes no me conocen! Soy Maru Tengo 16 años, y eh subido muchasssssssss noves en este foro(adaptadas)
como Una Boda de Locura, Un Matrimonio Casi Perfecto, El Hijo del Aristócrata, Al Borde del Riesgo entre muchas otras si buscan pueden encontrar muchas noves adaptadas subidas por mi :P
Acabo de terminar de leer una que me lleno de amor y ternura estoy segura que la van a amar.
Les dejo el argumento si les gusta haganmelo saber y subo 1er cap
Nombre: Amor en Horas de Trabajo
Autor: Miranda Lee (adaptada por mi maru)
Adaptación: Si, de libro.
Género: Tiene de todo un poco tiene partes Hot pero una o dos asi que seria romance ;)
Advertencias: que no voy a subir seguido porque tengo examen hasta el martes 8 de Noviembre voy a subir lo que pueda despues subo casi siempre
Otras Páginas: Posiblemente este en otro foro o blog o lo que sea ya que es una Nove escrita por una escritora "famosa"
Protagonistas: Nick Jonas y __(Tn) (Kane Marshall y Jessie)
Argumento:
Estaba a las órdenes de su jefe en la oficina... ¿y en la cama?
__(Tn) estaba emocionada ante la posibilidad de trabajar en una de las mejores agencias de publicidad de Sidney después de haber tenido que luchar para llegar a fin de mes y criar a su hija sola. Pero, cuando vio a su futuro jefe, se le encogió el corazón... porque no era la primera vez que veía a Nick Jonas... ¿Tenía sentido seguir adelante con la entrevista sabiendo que Nick recordaba el apasionado encuentro que habían compartido siendo desconocidos?
Sin embargo,Nick no dudó en contratarla. Estaba claro que quería conocerla mejor. ¿Qué podía hacer ella? Al fin y al cabo, aquélla era la oportunidad profesional de su vida.
La sigoo??? :D ;) COMENTEN♥
Me presento para quienes no me conocen! Soy Maru Tengo 16 años, y eh subido muchasssssssss noves en este foro(adaptadas)
como Una Boda de Locura, Un Matrimonio Casi Perfecto, El Hijo del Aristócrata, Al Borde del Riesgo entre muchas otras si buscan pueden encontrar muchas noves adaptadas subidas por mi :P
Acabo de terminar de leer una que me lleno de amor y ternura estoy segura que la van a amar.
Les dejo el argumento si les gusta haganmelo saber y subo 1er cap
Nombre: Amor en Horas de Trabajo
Autor: Miranda Lee (adaptada por mi maru)
Adaptación: Si, de libro.
Género: Tiene de todo un poco tiene partes Hot pero una o dos asi que seria romance ;)
Advertencias: que no voy a subir seguido porque tengo examen hasta el martes 8 de Noviembre voy a subir lo que pueda despues subo casi siempre
Otras Páginas: Posiblemente este en otro foro o blog o lo que sea ya que es una Nove escrita por una escritora "famosa"
Protagonistas: Nick Jonas y __(Tn) (Kane Marshall y Jessie)
Argumento:
Estaba a las órdenes de su jefe en la oficina... ¿y en la cama?
__(Tn) estaba emocionada ante la posibilidad de trabajar en una de las mejores agencias de publicidad de Sidney después de haber tenido que luchar para llegar a fin de mes y criar a su hija sola. Pero, cuando vio a su futuro jefe, se le encogió el corazón... porque no era la primera vez que veía a Nick Jonas... ¿Tenía sentido seguir adelante con la entrevista sabiendo que Nick recordaba el apasionado encuentro que habían compartido siendo desconocidos?
Sin embargo,Nick no dudó en contratarla. Estaba claro que quería conocerla mejor. ¿Qué podía hacer ella? Al fin y al cabo, aquélla era la oportunidad profesional de su vida.
La sigoo??? :D ;) COMENTEN♥
maru!!
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
ola firts reader ...
me gusto el argumento siguela...
:)
me gusto el argumento siguela...
:)
jamileth
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
Me llevo la de plata! :P son las dos casi y media de la madrugada, pero yo aca comentando (y qie conste que me muero de sueño}
¿Para que te digo esto? para que pienses que estoy comentando esto ahora xq es super importantisimo y decirte que obvio que la tenes que seguir (aunque la realidad es que probableemente mañana me olvide de esto :P
bue, lo importante es, mi querida Maru... SIGUELA!!!!!!!!!
P.D.: lo otro que dije, no importa, era para aclarar una cosa nomas :P
¿Para que te digo esto? para que pienses que estoy comentando esto ahora xq es super importantisimo y decirte que obvio que la tenes que seguir (aunque la realidad es que probableemente mañana me olvide de esto :P
bue, lo importante es, mi querida Maru... SIGUELA!!!!!!!!!
P.D.: lo otro que dije, no importa, era para aclarar una cosa nomas :P
eli_jonatika
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
Me gustaa el argumento .. :D
Siguelaaa.... :)
Siguelaaa.... :)
☎ Jimena Horan ♥
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
hola!!! nueva lectora :)
tienes que seguirla si porfavor
tienes que seguirla si porfavor
zai
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
BIENVENIDAS A TODAS LAS NUEVAS Y VIEJAS LECTORAS(por lo de vieja te digo a vos Eli me perseguis que chica eh jajajajajaja :P ) es broma BIENVENIDAS A TODAS YA SUBO
1er CAP :D
1er CAP :D
maru!!
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
Capítulo 1
—¿Qué quieres que te regale por Navidad, __(Tn)? Voy a ir de compras mañana. Sólo quedan dos semanas y odio dejar las cosas para última hora.
__(Tn) dejó de ponerse rímel un momento para sonreírle a su anciana amiga y casera.
—¿Conoces alguna tienda en la que vendan hombres? —preguntó, con un brillo travieso en sus ojos oscuros.
Dora abrió los suyos como platos.
—¿Hombres? Pero si hace diez minutos me has dicho que todos los hombres son unos canallas y prefieres vivir sin ellos.
__(Tn) se encogió de hombros.
—Eso fue hace diez minutos. Arreglarme esta noche me ha recordado cuando era joven y alegre... y no sabía nada sobre el sexo opuesto. Lo que daría por volver a ser esa chica otra vez, sólo por una noche. Ya sabes, salir con un chico guapísimo...
—Si esa fantasía se hiciera realidad, ¿dónde te llevaría ese chico guapísimo? —preguntó Dora, escéptica.
—No sé, a algún sitio estupendo a cenar y luego a una discoteca.
«Y después me llevaría a su piso de soltero y luego...»
Ese último pensamiento la sorprendió. Desde que tuvo a Emily, no había echado de menos a los hombres. No le había apetecido estar con nadie.
Ahora, de repente, la idea de volver a salir con alguien le resultaba muy agradable. Más que agradable, si era sincera. Casi una necesidad.
Sus hormonas, aparentemente, habían empezado a ponerse en marcha otra vez.
__(Tn) dejó escapar un suspiro cargado de frustración. E irritación. Los hombres no eran necesarios para nada y sólo servían para complicarle la vida. Siempre era así.
Criaturas inútiles todos ellos.
¡Excepto para una cosa!
Ahora que sus hormonas estaban en marcha de nuevo, debía admitir que no había nada comparable a tener un buen amante.
El padre de Emily había sido bueno en la cama. Pero también un loco, cuyo espíritu aventurero e irresponsable le había llevado a la muerte mientras hacía snowboard en la montaña. Antes de que __(Tn) supiera que iba a tener un hijo suyo.
__(Tn) había descubierto, a la augusta edad de veintiocho años, que los miembros del sexo opuesto que eran buenos en la cama, los seductores irresistibles como Lyall, rara vez estaban dispuestos al compromiso. Y sospechaba que si el propio Lyall no hubiese muerto, no se habría quedado con ella y con su hija.
No, estaba mucho mejor sin un hombre. Por el momento, al menos. Emily sólo tenía cuatro años y era muy impresionable. Lo último que necesitaba era que su mamá empezara a salir con hombres interesados sólo en una cosa. No había futuro en eso. Y no había felicidad.
Los hombres podían mantener relaciones sexuales sin sufrir y sin comprometerse. Las mujeres... en fin, no era tan fácil.
Y había tardado mucho tiempo en restañar la herida de Lyall. Por su muerte y por el descubrimiento posterior de que ella no había sido la única mujer en su vida.
—Lo que de verdad quiero para Navidad —dijo __(Tn), mientras guardaba los cosméticos en su bolso— es un trabajo decente en una agencia de publicidad.
Había trabajado como diseñadora gráfica antes de quedar embarazada, convencida de que, algún día, la ascenderían al puesto de directora creativa. No quería pasar el resto de su vida trabajando en las ideas de otros o dejando que se llevaran los aplausos cuando era ella quien mejoraba los anuncios. __(Tn) sabía que tenía talento y soñaba con tener su propio equipo creativo algún día, con hacer ella misma la presentación del proyecto a los clientes y conseguir las palmaditas en la espalda... y el dinero de algún prestigioso cliente.
Entonces trabajaba en Jackson & Phelps, una de las mejores agencias de publicidad de Sidney.
Pero tener a Emily la había hecho redefinir sus prioridades en la vida. Había pensado volver a Jackson & Phelps cuando terminase su baja por maternidad, pero cuando llegó el momento decidió que no le apetecía llevar a su hija a la guardería. Quería quedarse en casa y cuidar de ella.
Pensaba que podría trabajar como freelance porque tenía un ordenador último modelo y todo el software necesario, pero la recesión económica hizo que las agencias recortasen presupuestos y muchos artistas gráficos se quedaron sin trabajo.
__(Tn) se vio obligada a pedir el subsidio de desempleo y a dejar el elegante apartamento en el que había vivido hasta entonces. Afortunadamente, encontró sitio en casa de Dora, una señora adorable con una casita preciosa en Roseville, un barrio al norte de Sidney, cerca de la estación.
Dora había ampliado la casa cuando su madre, ya fallecida, fue a vivir con ella. Era un anexo con un solo dormitorio, pero tenía la entrada aparte, cuarto de baño y un saloncito con cocina francesa que daba a un recoleto jardín. Justo lo que necesitaba una niña de un año que estaba aprendiendo a caminar.
El alquiler que Dora le cobraba era muy razonable y, a cambio, __(Tn) la ayudaba en la casa y en el jardín. Pero andaba corta de fondos y a duras penas llegaba a fin de mes. Los regalos eran cositas de poca monta en los cumpleaños o en Navidad. Afortunadamente, la última no fue un problema, porque Emily, que tenía tres años, no sabía que sus regalos eran de una tienda de Todo a cien.
Pero cada día necesitaba más cosas.
Aunque había sido muy gratificante cuidar de su hija en casa, tenía que hacer algo y, en enero, apuntó a Emily en una guardería y empezó a buscar trabajo.
Desgraciadamente, sin mucho éxito.
A pesar de haber dejado su currículum en varias agencias de empleo y haber hecho incontables entrevistas, nadie quería contratar a una diseñadora gráfica que era madre soltera y llevaba fuera del circuito tres años.
Durante algún tiempo hizo un trabajo horrible, aunque lucrativo, para un detective privado, Jack Keegan. El anuncio del periódico decía que buscaban una recepcionista. No era necesaria experiencia, sólo una buena imagen y una bonita voz. Pero cuando llegó, el puesto de recepcionista ya estaba ocupado y le ofrecieron trabajar como «investigadora».
Básicamente, la enviaban como señuelo para pillar a hombres que eran infieles a sus esposas. Le decían un sitio y una hora, casi siempre un bar o un hotel, y le daban una fotografía. Su trabajo exigía que vistiera de forma llamativa, que entrase en contacto con el objetivo y coqueteara lo suficiente para que al tipo se le viera el plumero. Cuando había reunido pruebas suficientes, usando un móvil de última generación con vídeo cámara, __(Tn) desaparecía con la excusa de ir al lavabo.
Sólo había aguantado media docena de encargos antes de dimitir. Quizá si, una vez, una sola vez, uno de esos hombres se hubiera resistido a sus encantos... Pero no. Todos caían en la trampa. Los canallas, y lo eran todos, no perdían tiempo en hacerle proposiciones. Y cada vez que se excusaba para ir al lavabo se sentía sucia.
Después de esa experiencia, había aceptado un trabajo de camarera en un restaurante cercano. Pero, por Emily, se negaba a trabajar de noche o durante los fines de semana, aunque las propinas habrían sido mejores. Y cada vez tenía más gastos. Incluso con el subsidio del estado por ser madre soltera, llevar a su hija a una guardería cinco días a la semana le costaba un dineral.
Lo único bueno era que la niña estaba encantada en la guardería. Tanto que __(Tn) a veces tenía celos de las profesoras. Había crecido tanto en el último año...
Demasiado.
Ahora tenía cuatro años.
Unos días antes le había preguntado por su padre y no le hizo ninguna gracia que ella intentara irse por la tangente. __(Tn) se vio obligada a contarle la verdad, que Lyall había muerto en un trágico accidente antes de que ella naciera. Y no, no estaban casados.
—Entonces, papá y tú no estáis divorciados —murmuró Emily—. Y no va a volver, como el papá de Joel.
Joel era su mejor amigo en la guardería.
—No, Emily —había suspirado __(Tn), con lo que le pareció un apropiado tono de tristeza—. Tu padre no va a volver. Está en el cielo.
—Ah.
La niña se alejó, con el ceño arrugado.
Más tarde, __(Tn) la encontró en una esquina del jardín, manteniendo una seria conversación con su muñeca, la que Dora le había regalado en agosto, cuando cumplió cuatro años. Emily se calló al verla, pero enseguida le preguntó si podían ir a ver al Santa Claus de los grandes almacenes porque tenía que decirle lo que quería antes de que fuera demasiado tarde.
Evidentemente, con cuatro años una niña era demasiado pequeña para entender la tragedia de la muerte de un padre.
Pero el recordatorio de que se acercaban las fiestas fue lo que la decidió a hacer un trabajo más para Jack Keegan. El detective le había dicho que lo llamara si alguna vez necesitaba dinero... Y lo hizo, porque las muñecas Felicity, el regalo que Emily quería para Navidad, eran las más caras del mercado. Le harían falta los cuatrocientos dólares que iba a ganar esa noche para comprar la puñetera muñeca, junto con sus accesorios: un palacio, un caballo mágico y un armario lleno de ropa.
Y hablando de ropa...
__(Tn) se estiró la falda del vestido que se había puesto para la misión de esa noche. Era negro, de crepe de seda, con escote halter, el más sexy que había en su armario, pero tenía seis años y temía que empezara a notarse.
—¿Seguro que estoy bien? —le preguntó a Dora—. Está un poco viejo.
—No, está muy bien —le aseguró su amiga—. Y no se ha pasado de moda. Estás preciosa, __(Tn). Pareces una modelo.
—¿Una modelo? Sé que tengo buen tipo, pero el resto es bastante normalito. Sin maquillaje, ningún hombre me miraría dos veces. Y, si no me lo recojo, mi pelo es un desastre.
—Subestimas tu atractivo, __(Tn) —sonrió Dora.
Y era verdad.
Tenía un cuerpo espectacular; la clase de cuerpo que sólo tienen las modelos de ropa interior. Pechos altos, cintura estrecha, caderas delgadas y piernas interminables. Y parecían aún más largas con las sandalias negras de tacón.
Pero no era guapa en el sentido clásico. Tenía la boca demasiado grande, la barbilla más bien cuadrada y la nariz ligeramente larga. Pero también tenía unos ojos rasgados que parecían llenos de promesas sensuales; unos ojos que atraían a los hombres como un imán.
En cuanto a su pelo… de joven, Dora habría matado por tener el pelo de __(Tn). Negro y rizado, cuando se lo dejaba suelto caía sobre sus hombros como una exótica cascada. Cuando se lo recogía, los rizos que se escapaban a ambos lados de su cara le daban un aire más sexy todavía, si eso era posible.
A Dora no le sorprendió que un detective privado le hubiese ofrecido trabajar como señuelo. Era el arma perfecta para atraer a maridos infieles. Y a los que eran fieles también, seguramente.
—¿Este es el hombre? —preguntó, tomando una foto que había sobre la mesa.
—Sí.
—Es guapo.
A __(Tn) también le había parecido guapo. Mucho más guapo que los otros idiotas con los que había tenido que coquetear. Y más joven. Treinta y tantos, seguramente. Pero no tenía ninguna duda sobre el tipo de hombre que era.
—Guapo, sí, desde luego. Casado y con dos niños pequeños, pero se pasa los viernes bebiendo hasta las tantas en un bar.
—Muchos hombres beben los viernes por la noche.
—Dudo que vaya sólo a beber. El bar que frecuenta es un sitio al que van muchas mujeres.
—Hay mujeres en todos los bares, ¿no?
—Sí, Dora, pero me refiero a «cierto» tipo de mujer —sonrió __(Tn)—. Su esposa está convencida de que la engaña y quiere saber si es verdad.
—¿Y que ella esté convencida es una prueba de adulterio? —replicó Dora—. Puede que luego se arrepienta.
—¿Por qué dices eso?
—A mí nunca me ha parecido justo que envíen a una chica como tú a tontear con esos hombres. Puede que éste nunca le haya sido infiel a su mujer... A lo mejor trabaja muchas horas y sólo sale a tomar una copa para relajarse. Y entonces apareces tú, le tientas... y el pobre no puede resistirse.
__(Tn) soltó una carcajada. Dora hablaba de ella como si fuera una sirena. Pero no era irresistible. Que se lo preguntasen a todos los hombres que no habían querido contratarla en el último año.
No, la pobre no sabía de qué estaba hablando. Pero, claro, Dora tenía sesenta y seis años. En su época, seguramente los hombres eran más honorables.
—Créeme, Dora. Para cuando acuden a Jack Keegan y le dan el dinero que les pide, ya no hay ninguna duda de que sus maridos las están engañando. Sólo quieren una prueba para usarla en el divorcio. Curtis Marshall, por ejemplo —dijo Jessie, señalando al hombre de ojos azules de la fotografía— no es un pobre trabajador incomprendido. Está engañando a su mujer y está a punto de ser pillado con las manos en la masa... que soy yo. Y ahora, tengo que irme —añadió, guardando la fotografía en uno de los bolsillos interiores del bolso—. Voy a darle un beso a Emily.
Entró en el dormitorio de puntillas. Su hija había apartado el edredón porque hacía una noche muy agradable, pero __(Tn) la tapó con la sábana. Hacía poco tiempo que había pasado de la cuna a la cama y parecía una muñequita, tan pequeña...
Se le encogía el corazón cuando miraba a su hija.
Eso fue lo que más la sorprendió cuando tuvo a Emily. El inmediato e incondicional amor que sintió en cuanto tuvo a la niña en sus brazos.
¿Habría sentido su madre lo mismo cuando la tuvo a ella?
Seguramente, no. Sospechaba que el amor de su madre había estado marcado por la vergüenza.
__(Tn) sacudió la cabeza para desechar esos pensamientos mientras acariciaba los rizos oscuros de Emily.
—Duerme, cariño mío. Mami volverá enseguida —murmuró—. Gracias por cuidar de ella, Dora —dijo luego, cuando volvió a al saloncito.
—De nada —contestó su amiga y casera.
—Ya sabes dónde están las galletas.
—Esta noche ponen una buena película a las nueve… dentro de diez minutos —sonrió Dora, mirando el reloj—. Será mejor que te vayas y, por favor, toma un taxi a la vuelta. Es muy peligroso viajar en tren a esas horas, especialmente un viernes por la noche.
—Espero no acabar muy tarde —suspiró __(Tn).
Quería aprovechar al máximo el dinero que iba a ganar. ¿Por qué iba a gastarse treinta dólares en un taxi?
— __(Tn) Denton —la regañó Dora—. Prométeme que vendrás en taxi.
—Lo haré... si me parece necesario.
—Eres muy cabezota, jovencita.
—Lo sé, pero tú me quieres de todas formas —sonrió __(Tn). Y después de darle un beso, se colocó el bolso al hombro y salió por la puerta.
Espero que les guste el primero cap :D
COMENTEN
no se cuando pueda seguir la nove seguramente el jueves o sabado no estoy segura ;)
besotes
bye
—¿Qué quieres que te regale por Navidad, __(Tn)? Voy a ir de compras mañana. Sólo quedan dos semanas y odio dejar las cosas para última hora.
__(Tn) dejó de ponerse rímel un momento para sonreírle a su anciana amiga y casera.
—¿Conoces alguna tienda en la que vendan hombres? —preguntó, con un brillo travieso en sus ojos oscuros.
Dora abrió los suyos como platos.
—¿Hombres? Pero si hace diez minutos me has dicho que todos los hombres son unos canallas y prefieres vivir sin ellos.
__(Tn) se encogió de hombros.
—Eso fue hace diez minutos. Arreglarme esta noche me ha recordado cuando era joven y alegre... y no sabía nada sobre el sexo opuesto. Lo que daría por volver a ser esa chica otra vez, sólo por una noche. Ya sabes, salir con un chico guapísimo...
—Si esa fantasía se hiciera realidad, ¿dónde te llevaría ese chico guapísimo? —preguntó Dora, escéptica.
—No sé, a algún sitio estupendo a cenar y luego a una discoteca.
«Y después me llevaría a su piso de soltero y luego...»
Ese último pensamiento la sorprendió. Desde que tuvo a Emily, no había echado de menos a los hombres. No le había apetecido estar con nadie.
Ahora, de repente, la idea de volver a salir con alguien le resultaba muy agradable. Más que agradable, si era sincera. Casi una necesidad.
Sus hormonas, aparentemente, habían empezado a ponerse en marcha otra vez.
__(Tn) dejó escapar un suspiro cargado de frustración. E irritación. Los hombres no eran necesarios para nada y sólo servían para complicarle la vida. Siempre era así.
Criaturas inútiles todos ellos.
¡Excepto para una cosa!
Ahora que sus hormonas estaban en marcha de nuevo, debía admitir que no había nada comparable a tener un buen amante.
El padre de Emily había sido bueno en la cama. Pero también un loco, cuyo espíritu aventurero e irresponsable le había llevado a la muerte mientras hacía snowboard en la montaña. Antes de que __(Tn) supiera que iba a tener un hijo suyo.
__(Tn) había descubierto, a la augusta edad de veintiocho años, que los miembros del sexo opuesto que eran buenos en la cama, los seductores irresistibles como Lyall, rara vez estaban dispuestos al compromiso. Y sospechaba que si el propio Lyall no hubiese muerto, no se habría quedado con ella y con su hija.
No, estaba mucho mejor sin un hombre. Por el momento, al menos. Emily sólo tenía cuatro años y era muy impresionable. Lo último que necesitaba era que su mamá empezara a salir con hombres interesados sólo en una cosa. No había futuro en eso. Y no había felicidad.
Los hombres podían mantener relaciones sexuales sin sufrir y sin comprometerse. Las mujeres... en fin, no era tan fácil.
Y había tardado mucho tiempo en restañar la herida de Lyall. Por su muerte y por el descubrimiento posterior de que ella no había sido la única mujer en su vida.
—Lo que de verdad quiero para Navidad —dijo __(Tn), mientras guardaba los cosméticos en su bolso— es un trabajo decente en una agencia de publicidad.
Había trabajado como diseñadora gráfica antes de quedar embarazada, convencida de que, algún día, la ascenderían al puesto de directora creativa. No quería pasar el resto de su vida trabajando en las ideas de otros o dejando que se llevaran los aplausos cuando era ella quien mejoraba los anuncios. __(Tn) sabía que tenía talento y soñaba con tener su propio equipo creativo algún día, con hacer ella misma la presentación del proyecto a los clientes y conseguir las palmaditas en la espalda... y el dinero de algún prestigioso cliente.
Entonces trabajaba en Jackson & Phelps, una de las mejores agencias de publicidad de Sidney.
Pero tener a Emily la había hecho redefinir sus prioridades en la vida. Había pensado volver a Jackson & Phelps cuando terminase su baja por maternidad, pero cuando llegó el momento decidió que no le apetecía llevar a su hija a la guardería. Quería quedarse en casa y cuidar de ella.
Pensaba que podría trabajar como freelance porque tenía un ordenador último modelo y todo el software necesario, pero la recesión económica hizo que las agencias recortasen presupuestos y muchos artistas gráficos se quedaron sin trabajo.
__(Tn) se vio obligada a pedir el subsidio de desempleo y a dejar el elegante apartamento en el que había vivido hasta entonces. Afortunadamente, encontró sitio en casa de Dora, una señora adorable con una casita preciosa en Roseville, un barrio al norte de Sidney, cerca de la estación.
Dora había ampliado la casa cuando su madre, ya fallecida, fue a vivir con ella. Era un anexo con un solo dormitorio, pero tenía la entrada aparte, cuarto de baño y un saloncito con cocina francesa que daba a un recoleto jardín. Justo lo que necesitaba una niña de un año que estaba aprendiendo a caminar.
El alquiler que Dora le cobraba era muy razonable y, a cambio, __(Tn) la ayudaba en la casa y en el jardín. Pero andaba corta de fondos y a duras penas llegaba a fin de mes. Los regalos eran cositas de poca monta en los cumpleaños o en Navidad. Afortunadamente, la última no fue un problema, porque Emily, que tenía tres años, no sabía que sus regalos eran de una tienda de Todo a cien.
Pero cada día necesitaba más cosas.
Aunque había sido muy gratificante cuidar de su hija en casa, tenía que hacer algo y, en enero, apuntó a Emily en una guardería y empezó a buscar trabajo.
Desgraciadamente, sin mucho éxito.
A pesar de haber dejado su currículum en varias agencias de empleo y haber hecho incontables entrevistas, nadie quería contratar a una diseñadora gráfica que era madre soltera y llevaba fuera del circuito tres años.
Durante algún tiempo hizo un trabajo horrible, aunque lucrativo, para un detective privado, Jack Keegan. El anuncio del periódico decía que buscaban una recepcionista. No era necesaria experiencia, sólo una buena imagen y una bonita voz. Pero cuando llegó, el puesto de recepcionista ya estaba ocupado y le ofrecieron trabajar como «investigadora».
Básicamente, la enviaban como señuelo para pillar a hombres que eran infieles a sus esposas. Le decían un sitio y una hora, casi siempre un bar o un hotel, y le daban una fotografía. Su trabajo exigía que vistiera de forma llamativa, que entrase en contacto con el objetivo y coqueteara lo suficiente para que al tipo se le viera el plumero. Cuando había reunido pruebas suficientes, usando un móvil de última generación con vídeo cámara, __(Tn) desaparecía con la excusa de ir al lavabo.
Sólo había aguantado media docena de encargos antes de dimitir. Quizá si, una vez, una sola vez, uno de esos hombres se hubiera resistido a sus encantos... Pero no. Todos caían en la trampa. Los canallas, y lo eran todos, no perdían tiempo en hacerle proposiciones. Y cada vez que se excusaba para ir al lavabo se sentía sucia.
Después de esa experiencia, había aceptado un trabajo de camarera en un restaurante cercano. Pero, por Emily, se negaba a trabajar de noche o durante los fines de semana, aunque las propinas habrían sido mejores. Y cada vez tenía más gastos. Incluso con el subsidio del estado por ser madre soltera, llevar a su hija a una guardería cinco días a la semana le costaba un dineral.
Lo único bueno era que la niña estaba encantada en la guardería. Tanto que __(Tn) a veces tenía celos de las profesoras. Había crecido tanto en el último año...
Demasiado.
Ahora tenía cuatro años.
Unos días antes le había preguntado por su padre y no le hizo ninguna gracia que ella intentara irse por la tangente. __(Tn) se vio obligada a contarle la verdad, que Lyall había muerto en un trágico accidente antes de que ella naciera. Y no, no estaban casados.
—Entonces, papá y tú no estáis divorciados —murmuró Emily—. Y no va a volver, como el papá de Joel.
Joel era su mejor amigo en la guardería.
—No, Emily —había suspirado __(Tn), con lo que le pareció un apropiado tono de tristeza—. Tu padre no va a volver. Está en el cielo.
—Ah.
La niña se alejó, con el ceño arrugado.
Más tarde, __(Tn) la encontró en una esquina del jardín, manteniendo una seria conversación con su muñeca, la que Dora le había regalado en agosto, cuando cumplió cuatro años. Emily se calló al verla, pero enseguida le preguntó si podían ir a ver al Santa Claus de los grandes almacenes porque tenía que decirle lo que quería antes de que fuera demasiado tarde.
Evidentemente, con cuatro años una niña era demasiado pequeña para entender la tragedia de la muerte de un padre.
Pero el recordatorio de que se acercaban las fiestas fue lo que la decidió a hacer un trabajo más para Jack Keegan. El detective le había dicho que lo llamara si alguna vez necesitaba dinero... Y lo hizo, porque las muñecas Felicity, el regalo que Emily quería para Navidad, eran las más caras del mercado. Le harían falta los cuatrocientos dólares que iba a ganar esa noche para comprar la puñetera muñeca, junto con sus accesorios: un palacio, un caballo mágico y un armario lleno de ropa.
Y hablando de ropa...
__(Tn) se estiró la falda del vestido que se había puesto para la misión de esa noche. Era negro, de crepe de seda, con escote halter, el más sexy que había en su armario, pero tenía seis años y temía que empezara a notarse.
—¿Seguro que estoy bien? —le preguntó a Dora—. Está un poco viejo.
—No, está muy bien —le aseguró su amiga—. Y no se ha pasado de moda. Estás preciosa, __(Tn). Pareces una modelo.
—¿Una modelo? Sé que tengo buen tipo, pero el resto es bastante normalito. Sin maquillaje, ningún hombre me miraría dos veces. Y, si no me lo recojo, mi pelo es un desastre.
—Subestimas tu atractivo, __(Tn) —sonrió Dora.
Y era verdad.
Tenía un cuerpo espectacular; la clase de cuerpo que sólo tienen las modelos de ropa interior. Pechos altos, cintura estrecha, caderas delgadas y piernas interminables. Y parecían aún más largas con las sandalias negras de tacón.
Pero no era guapa en el sentido clásico. Tenía la boca demasiado grande, la barbilla más bien cuadrada y la nariz ligeramente larga. Pero también tenía unos ojos rasgados que parecían llenos de promesas sensuales; unos ojos que atraían a los hombres como un imán.
En cuanto a su pelo… de joven, Dora habría matado por tener el pelo de __(Tn). Negro y rizado, cuando se lo dejaba suelto caía sobre sus hombros como una exótica cascada. Cuando se lo recogía, los rizos que se escapaban a ambos lados de su cara le daban un aire más sexy todavía, si eso era posible.
A Dora no le sorprendió que un detective privado le hubiese ofrecido trabajar como señuelo. Era el arma perfecta para atraer a maridos infieles. Y a los que eran fieles también, seguramente.
—¿Este es el hombre? —preguntó, tomando una foto que había sobre la mesa.
—Sí.
—Es guapo.
A __(Tn) también le había parecido guapo. Mucho más guapo que los otros idiotas con los que había tenido que coquetear. Y más joven. Treinta y tantos, seguramente. Pero no tenía ninguna duda sobre el tipo de hombre que era.
—Guapo, sí, desde luego. Casado y con dos niños pequeños, pero se pasa los viernes bebiendo hasta las tantas en un bar.
—Muchos hombres beben los viernes por la noche.
—Dudo que vaya sólo a beber. El bar que frecuenta es un sitio al que van muchas mujeres.
—Hay mujeres en todos los bares, ¿no?
—Sí, Dora, pero me refiero a «cierto» tipo de mujer —sonrió __(Tn)—. Su esposa está convencida de que la engaña y quiere saber si es verdad.
—¿Y que ella esté convencida es una prueba de adulterio? —replicó Dora—. Puede que luego se arrepienta.
—¿Por qué dices eso?
—A mí nunca me ha parecido justo que envíen a una chica como tú a tontear con esos hombres. Puede que éste nunca le haya sido infiel a su mujer... A lo mejor trabaja muchas horas y sólo sale a tomar una copa para relajarse. Y entonces apareces tú, le tientas... y el pobre no puede resistirse.
__(Tn) soltó una carcajada. Dora hablaba de ella como si fuera una sirena. Pero no era irresistible. Que se lo preguntasen a todos los hombres que no habían querido contratarla en el último año.
No, la pobre no sabía de qué estaba hablando. Pero, claro, Dora tenía sesenta y seis años. En su época, seguramente los hombres eran más honorables.
—Créeme, Dora. Para cuando acuden a Jack Keegan y le dan el dinero que les pide, ya no hay ninguna duda de que sus maridos las están engañando. Sólo quieren una prueba para usarla en el divorcio. Curtis Marshall, por ejemplo —dijo Jessie, señalando al hombre de ojos azules de la fotografía— no es un pobre trabajador incomprendido. Está engañando a su mujer y está a punto de ser pillado con las manos en la masa... que soy yo. Y ahora, tengo que irme —añadió, guardando la fotografía en uno de los bolsillos interiores del bolso—. Voy a darle un beso a Emily.
Entró en el dormitorio de puntillas. Su hija había apartado el edredón porque hacía una noche muy agradable, pero __(Tn) la tapó con la sábana. Hacía poco tiempo que había pasado de la cuna a la cama y parecía una muñequita, tan pequeña...
Se le encogía el corazón cuando miraba a su hija.
Eso fue lo que más la sorprendió cuando tuvo a Emily. El inmediato e incondicional amor que sintió en cuanto tuvo a la niña en sus brazos.
¿Habría sentido su madre lo mismo cuando la tuvo a ella?
Seguramente, no. Sospechaba que el amor de su madre había estado marcado por la vergüenza.
__(Tn) sacudió la cabeza para desechar esos pensamientos mientras acariciaba los rizos oscuros de Emily.
—Duerme, cariño mío. Mami volverá enseguida —murmuró—. Gracias por cuidar de ella, Dora —dijo luego, cuando volvió a al saloncito.
—De nada —contestó su amiga y casera.
—Ya sabes dónde están las galletas.
—Esta noche ponen una buena película a las nueve… dentro de diez minutos —sonrió Dora, mirando el reloj—. Será mejor que te vayas y, por favor, toma un taxi a la vuelta. Es muy peligroso viajar en tren a esas horas, especialmente un viernes por la noche.
—Espero no acabar muy tarde —suspiró __(Tn).
Quería aprovechar al máximo el dinero que iba a ganar. ¿Por qué iba a gastarse treinta dólares en un taxi?
— __(Tn) Denton —la regañó Dora—. Prométeme que vendrás en taxi.
—Lo haré... si me parece necesario.
—Eres muy cabezota, jovencita.
—Lo sé, pero tú me quieres de todas formas —sonrió __(Tn). Y después de darle un beso, se colocó el bolso al hombro y salió por la puerta.
Espero que les guste el primero cap :D
COMENTEN
no se cuando pueda seguir la nove seguramente el jueves o sabado no estoy segura ;)
besotes
bye
maru!!
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
nueva lectora la nove esta re buena seguilaaa plzzz seguilaaa :)
raqel d' Jonas(NJJ<3
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
raqel d' Jonas(NJJ<3 escribió:nueva lectora la nove esta re buena seguilaaa plzzz seguilaaa :)
BIENVENIDA :D :D
maru!!
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
CHICASSSS a que no adivinan de lo que me olvide...
mañana yo NOO tengo clases por el simple hecho de que es feriado!!!
se me paso la fecha..es por eso que...HOY SUBO CAP quieren capitulo?? :face:
mañana yo NOO tengo clases por el simple hecho de que es feriado!!!
se me paso la fecha..es por eso que...HOY SUBO CAP quieren capitulo?? :face:
maru!!
Re: "Amor en Horas de Trabajo"-(Nick y Tu)
Porqu es feriado? (soy de Argentina, no mparto las mismas fiestas que en Uruguay, creo)
Me gusto mucho el cap, me ayo genial Dora y Emily me parece muy inocente y tierna, incluso aunque la historia de su padre sea tan triste...
Siguela Maru!!!! (y a quien lamas vieja, eh? )
Me gusto mucho el cap, me ayo genial Dora y Emily me parece muy inocente y tierna, incluso aunque la historia de su padre sea tan triste...
Siguela Maru!!!! (y a quien lamas vieja, eh? )
eli_jonatika
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