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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
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Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
¿Eres tú Bel? ¿Mi Bel? ¿Mi lectora en la ahora cancelada novela de Haroldo y Noel? ¿Si, verdad? Si no entonces déjame arrastrarme en el barro, ya que, qué vergüenza XDD. Ahqué. Acá Mariella la loca aká Marie para la mayoría viene a audicionar a otra novela colectiva. Lo siento, prometí no audicionar más pero el nombre de la colectiva me llamó mucho la atención, ya que, hay una adaptación de Harry con un nombre similar y casi me desmaio. Después leí la pequeña sinopsis del papel de Hazz y casi me muero, me voy por él valiéndome queso si alguien más se fue por él y no quede. El que no arriesga no gana. En unos momentos dejo la ficha y esop corazón. “The truth is… I love you”. Hermosa idea, srsly.
wanweird
Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
lemon. escribió:¿Eres tú Bel? ¿Mi Bel? ¿Mi lectora en la ahora cancelada novela de Haroldo y Noel? ¿Si, verdad? Si no entonces déjame arrastrarme en el barro, ya que, qué vergüenza XDD. Ahqué. Acá Mariella la loca aká Marie para la mayoría viene a audicionar a otra novela colectiva. Lo siento, prometí no audicionar más pero el nombre de la colectiva me llamó mucho la atención, ya que, hay una adaptación de Harry con un nombre similar y casi me desmaio. Después leí la pequeña sinopsis del papel de Hazz y casi me muero, me voy por él valiéndome queso si alguien más se fue por él y no quede. El que no arriesga no gana. En unos momentos dejo la ficha y esop corazón. “The truth is… I love you”. Hermosa idea, srsly.
Sip, Marie, soy yo c': No puedo creer que me reconocieras después de que cambié mi user como dos veces lol. ¡Hace tanto que no sabía nada de vos! (aún sigo extrañando tu novela, era tan pero tan bella). Me pone feliz que te haya gustado esta idea y que audiciones, enserio cc: Espero tu ficha linda<33
Diamandis.
Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
¡BEEEEEEEEEL! :luuv: te he extrañado mucho a tí, y bueno, siento el haber borrado el tema de la nada y eso, pero, ya no sabía qué escribir, y bueno, hoy estreno el fic que está en mi firma ajsdhfkdsf. Y esop. Te amo mucho<33333.
wanweird
Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
No te preocupes Marie :hug: , igualmente disfruté leer esos pocos capítulos lol. ¿Nueva fic? Seguramente me pase, que no te quepan dudas. ¡Yo también te amo y te extrañé mucho, nena!<333
Diamandis.
Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
Nicole Cacciattore.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Nombre completo del PJ: Nicolette Vourlleti Cacciattore.
Chico: Niall Horan.
Rol: Primer Amor.
Escrito de tu autoría:
Chico: Niall Horan.
Rol: Primer Amor.
Escrito de tu autoría:
- Masquerade:
- Capítulo 001."¡Ah, los carnavales!"... "Los carnavales venecianos son una muy antigua tradición que data desde los siglos V y VII, creados con la finalidad de que la nobleza se tomara un respiro de su vida cotidiana, y lograra mezclarse con el pueblo sin ser reconocidos. Durante el pasar de los años estas fechas han sido prohibida y reautorizadas infinidades de veces y actualmente es la época de mayor atractivo turístico para esta ciudad. Donde los visitantes desean llenarse de fotografías con los venecianos en los múltiples desfiles realizados durante estos diez días..."
___ Es decir, es una festividad creada por la nobleza para poder hacer desastre sin tener que hacerse responsable de sus actos cuando estas terminasen. ___ objetó la chica de cabellos castaños al rubio que estaba recostado sobre su cama. El chico rió y negó divertidamente con la cabeza.
___ Básicamente. ___ concordó él y ella bufó, negando repetidas veces con la cabeza. El chico rubio miro la pequeña habitación en la que estaba, ya tantas veces había estado ahí y aun no creía que su amiga viviera en ese diminuto espacio, a penas si había espacio para ellos dos juntos. La pequeña habitación de paredes pintadas de gris, pero tapizadas en su mayoría por fotografías y dibujos, creados por ella, también las adornaban pequeñas repisas abarrotadas de una cantidad sin fin de libros de todo tipo y género, yendo desde la lírica clase hasta los controversiales temas políticos. Una de estas paredes era interrumpida por una puerta de madera negra, decorada con un grafiti echo por la misma chica, esta daba al pequeño baño; a un lado en esta misma había un pequeño escritorio abarrotado de todo tipo de papeles y pinceles, acuarelas, oleos, y demás artículos artísticos. En la pared del fondo había una ventana y justo bajo ella un pequeño mueble empotrado, que si alzabas el cojín descubrías una especie de baúl, a un lado un pequeño tocador, que casi tropezaba con la gran cama matrimonial de hierro forjado. En la pared que faltaba estaba la cama, vestida con un cubre cama negro con tonalidades moradas, el estaba recostado ahí, mientras que veía a su amiga sentada en el pequeño escritorio, justo frente a él con su laptop, un poco vieja pero aún así leal, apoyada en las piernas, curioseando respecto a los carnavales en su ciudad. La miró con más detalle, su amiga era una chica hermosa, de cabellos castaños, largos y ondulados, tenía la piel clara. De cejas finas y delineadas, tenía unas pestañas voluptuosas y largas que enmarcaban unos preciosos y muy expresivos ojos verdes. Su nariz pequeña y respingona desembocaba en sus hermosos y carnosos labios rosados. La chica iba vestida con unos pantalones de pijamas y una camiseta ancha que, anteriormente, había pertenecido a él.
___ Niall... ___ la voz dulce de su amiga lo sacó de su embobamiento, el chico alzó sus preciosos ojos azules hacía ella. ___ Se te está haciendo tarde, no dijiste a tu madre que llegarías para la cena. ___ le recordó con ligera diversión, y el rubio abrió sus ojos como platos, miro su reloj de mano.
___ ¡Rayos! Tienes razón, tengo que atravesar casi media Venecia. ___ exclamó él parándose apresuradamente de la cama y cogiendo su chaqueta de cuero negro con mangas blancas, y colocándosela en menos de un segundo, la castaña rió y negó con la cabeza. Niall se acercó a ella y beso sus mejillas.
___ Hasta mañana Nicolette. ___ exclamó saliendo como un rayo de su habitación, la chica hizo una mueca.
___ ¡Nicole, Niall, Nicole! Vuelve a llamarme por mi nombre completo y no la cuentas. ___ bufó ella con el ceño ligeramente fruncido y ella escuchó un "Ajá" sin importancia, dado en un gritito por su amigo antes de salir por la puerta de su casa.
Nicole se pasó a su cama aún con la computadora en sus manos y se tiró a leer mientras esperaba que su abuela llegara y que su madre se dignara a aparecerse, o al menos diera señales de vida. Sin darse cuenta la noche se le vino encima y con ella la llegada de su abuela.
___ Mi niña. ___ Una dulce mujer de cabellos blancos como la nieve, y rostro surcado de arrugas se apareció en la puerta de su habitación, ella sonrió y se levantó de la cama, yendo directamente hacia donde la mujer se encontraba.
___ Bendición, Nona. ___ la mujer le sonrió y tomándola por los hombros besó ambas mejillas, la miró con ternura y un toque de preocupación.
___ Dios te bendiga, ¿Sabes algo de tu madre? ___ preguntó su abuela con ligera preocupación, Nicolette hizo una mueca y negó de malhumor. La mujer mayor suspiró. ____ Vamos, haré algo de cenar. ___ comentó y ambas caminaron por el pasillo hacía la pequeña cocina, muy humilde y sin muchos lujos, había una gran mesada en medio que era lo que usaban como mesa de comedor. Su abuela se volteó a verla con una sonrisa emocionada, Nicolette frunció ligeramente confundida. ___ Después de comer quiero mostrarte algo, estoy segura te fascinará. ___ comentó la mujer empezando a picar algunos vegetales, la castaña se movió del otro lado del mesón y empezó a ayudarle.
___ ¿Qué es? ___ preguntó curiosa, su abuela rió y negó sutilmente con la cabeza.
___ Es una sorpresa. ___ sonrió la mujer, y ella bufó. Odiaba las sorpresas, siempre la ponían ansiosa y eso su abuela lo sabía.
Nicolette se levantó de la mesa ayudando a su abuela con los platos sucios, una vez que terminó se sentó con ella en el pequeño sillón de la salita, justo en frente del viejo televisor.
___ ¿Bien, cuál es esa sorpresa? ___ preguntó la castaña un poco desesperada, su abuela rió.
___ ¡Qué nieta más ansiosa tengo! ___ Se burló la mujer. Nicolette bufó y su abuela sacó una especie de paquete de entre todas las bolsas que había traído. Le sonrió a la castaña. ___ Es para tú. ___ dijo y se lo tendió, Nicole la miro confundida y tomó el paquete, lo desamarró y desenvolvió lo que estaba dentro de él, casi se va de espalda al ver lo que su abuela le había obsequiado.
___ Nona, es bellísimo, debió haberte costado una fortuna. ___ murmuró la chica extendiendo el vestido rojo para poder verlo mejor, noto en la etiqueta que ponía el nombre de la marca, casi le da un infarto; era un Versace original. El vestido era precioso en una finísima tela roja, y los hombros y mangas eran de encaje negro, la espalda era descubierta, y tenía un cinto negro en la cintura, la falda caía libremente, larga hasta tocar el suelo. ___ No puedo aceptarlo, nana. Con el dinero que has gastado podemos comprar muchas cosas, mucho más necesarias. ___ murmuró la chica y la mujer frunció el ceño.
___ ¡Tonterías! si no me ha costado nada. ___ Nicolette miró incrédula a su abuela, ¿Cómo pretendía que creyera que no le había costado nada cuando era un Versace original? ¿Qué tan estúpida la creía? ___ No me costó, porque la señora a la que le estoy arreglando los vestidos me lo dio. Al aparecer a su hija no le gustó en lo absoluto y ella lo iba a regalar a una tienda de segunda mano, pero le hablé sobre ti y me lo dio. No lo quise aceptar pero ella insistió y no me dejó decirle que no. ___ explicó la mujer y la castaña abrió los ojos como platos, pero no puedo evitar sonreír, hace tanto tiempo que quería un vestido, uno hermoso. Uno que pudiera usar para las exposiciones de artes, para los eventos de la universidad en los que participaba.
___ ¿Entonces es mío? ___ inquirió ella no muy segura, la mujer sonrió y asintió, la castaña soltó un chillido y se abalanzó sobre su Nona, está rió. Pero su pequeña celebración fue interrumpida por la abrupta llegada de su madre. Nuevamente llegaba hasta el pedo de borracha, se tambaleaba y apenas si se podía mantener en pie, no conforme con eso, Nicolette, mientras ayudaba a llevar a su madre hacía su habitación se percató del tremendo golpe que había tratado de ocultar con maquillaje, frunció el ceño; eso era cosa de todos los días. Su madre salía temprano a trabajar, luego se veía con su novios, un maldito bastardo que la golpeaba siempre que podía, y después iba a sanar sus golpes en un bar, bebiendo o drogándose, gastando el poco dinero que gastaba, así había sido desde que su padre la había abandonado, cuatro años después de su nacimiento.[xxx]
El sol iluminaba por lo alto a toda Venecia, el agua más clara de lo usualmente estaba complementada con la belleza natural de la ciudad, daban el ambiente perfecto para cualquier fotografía, y Nicolette no perdía el tiempo, en lo absoluto. Caminando por las calles abarrotadas de toda clase de gente, iba al lado de su mejor amigo, apreciando y extasiándose con toda la algarabía que contagiaban los carnavales.
Tomó una fotografía al ver a una pareja pasar, con grandes atuendos de la era media, y aquellas preciosas máscaras. Parecía una pequeña niña en navidades sus emoción era peor que la de los turistas en su primera visita a Venecia. Niall la miró con diversión.
___ Si no fuese porque te conozco desde hace tiempo, diría que eres una turista en su primer viaje. ___ se burló, Nicole se encogió de hombros y lo miro con cara de pocos amigos.
___ ¡Oh, vamos! ¿En serio no te emociona? ___ murmuró ella con un pequeño puchero. ___ ¿Ni siquiera un poquito? ___ inquirió y el rubio se encogió de hombros, metiendo sus manos en sus bolsillos.
___ No es nada del otro mundo. ____ comentó quitándole importancia, Nicolette hizo una mueca y miro a su amigo como si fuese algo raro.
Juntos pasaron casi toda la mañana, y gran parte de la tarde, Nicole muy entretenida tomando fotografías, muchas con él como foco principal, y otras del paisaje en general. ¡Cómo amaba los carnavales!
Suspiró cansada una vez llegaron al Caffè Florìan, en la Piazeta de San Marcos, ambos tomaron asiento en una de las pequeñas mesas del lugar, un café tan visitado por ellos y todos los turistas, Niall miro a la dulce castaña.
___ ¿Cansada? ___ preguntó con burla, la chica lo fulminó con la mirada y le sacó la lengua en un acto muy infantil, él rió.
___ ¡Amo los carnavales! ¡Son la mejor época del año, lo digo en serio! ___ afirmó ella y el rubio carcajeó más fuerte contagiándole su risa a la chica también.
___ Lo que me divierte de ellos, es pasarlos contigo. Adoro ver tu emoción, eres como una pequeña niña a la que le dan mucho dulce. ___ comentó él con un poco de sonrojo, Nicolette se sonrojó a más no poder y le sonrió enternecida.
___ ¡Oh, Dios! Niall, me sonrojas. ___ comentó ella con humor, él rió negando quedamente con la cabeza. ___ Eres sin duda el chico más dulce que conozco, me empalagas. ___ comentó ella divertida.
___ Sí, lo sé. Lo sé. No hay nadie mejor que yo, soy un amor. El paquete completo: belleza, ternura y carisma. __ comentó el con aires de grandeza, ella rió.
___ Se te olvido modesto y muy humilde. ___ burló y ambos rieron a carcajadas. Entre broma y broma se les pasó el resto de la tarde a los dos amigos; Niall la acompañó hasta su casa siendo ya un poco tarde, y al dejarla en la puerta de su casa no supo si decirle o no. Al parecer ella lo notó, la indecisión en el muchacho pues le preguntó.
___ ¿Qué pasa? ___ Niall subió sus ojos a los de ella y se rascó la nuca, ¿Y si ella le decía que no? sería incómodo, el rubio suspiró y aparto sus ojos de los de ella.
___ ¿Sabes las fiestas que tienden a hacer después de los desfiles? ___ preguntó él y ella asintió incentivándole para que continuara de hablar. ___ Bueno pues estoy invitado a la de los Trincattore y pues no quiero ir sólo. ___ murmuró él, y ella sonrió ante la vergüenza de su amigo, al pedirle algo tan estúpido como aquello.
___ ¿Me estas pidiendo que vaya contigo? ___ inquirió ella enarcando una ceja de manera burlesca, Niall frunció los labios y asintió lentamente con la cabeza. Ella se encogió de hombros. ___ ¿Temática? ¿Tengo que vestirme de alguna forma en específico? ___ preguntó ella y el rubio sonrió ampliamente.
___ La invitación decía que era un baile de máscaras. Una Mascarada. ___ comentó el rubio y ella abrió sus ojos como platos, sabía a lo que se referían con "mascaradas", lo sabía perfectamente. Los Trincattore, la familia más importante de la ciudad, pues Antonio Trincattore alcalde de la ciudad, era también conocido por la elegancia de sus fiestas, su esposa Patricia Trincattore era una grandiosa diseñadora, y su hijo Zayn Trincattore, el chico más anhelado de la ciudad, y también el hijo problemático de la familia. Se destacaban por hacer fiestas donde las mujeres iban con vestidos, cada cual más hermoso que el otro, de alta costura, y gemas preciosas. Un baile de sociedad, de alta sociedad.
___ Niall no tengo que ponerme, nada que le llegue a su mascarada. ___ murmuró ella apenada y el rubio hizo una mueca.
___ No importa linda, ven conmigo, por favor. ___ suplicó él, y ella rebuscó en su mente algo que pudiese ponerse y no parecer tan pordiosera en comparación a las demás mujeres y entonces recordó el vestido que su abuela le dio ayer y sonrió. Niall vio la sonrisilla victoriosa en los labios de su amiga y sonrió a sabiendas que ya había solucionado su pequeño problema.
___ ¿Me esperas? ¿Tienes antifaz? ___ hizo ambas preguntas al mismo tiempo y el asintió a ambas, juntos entraron a la pequeña casa y ella dejó al rubio en la sala mientras iba a arreglarse, no había nadie en casa. La castaña se duchó lo más rápido que pudo, secó su cabello y luego lo planchó, hizo unas cuantas ondas en sus puntas, y después se vistió. Colocándose el precioso vestido rojo con negro que, por fortuna, le quedaba a la perfección, se colocó los únicos pares de tacones que tenía y se maquilló rápida y sencillamente, una vez que estuvo lista salió.
Niall casi se infarta al verla tan hermosa, aquel vestido le quedaba precioso, y le beneficiaba en muchos sentidos, los halagos de su parte no faltaron al igual que los sonrojos por parte de la chica. Nicolette dejó una nota a su abuela avisándole que legaría tarde y se fue de ahí con Niall.[xxx]
El gran salón La Benedetti era la locación de aquella lujosa y exclusiva fiesta, Niall no iba solo, no. Iba toda su familia, los Cacciatore, la segunda familia más importante después de los Trincattore, obviamente iban a estar invitados. Nicollete casi se va de espaldas al ver la magnificencia que aquel lugar destilaba, altas paredes, grandes candelabros, un estilo gótico y barroco, las mujeres vestidas con grandes vestidos, vestidos preciosos y muy costosos, antifaces en su mayoría negros, blancos y plateados, con pequeñas variaciones en los detalles. En la entrada al baile había una enorme mesa llena de estos, para que los invitados que no tuviesen máscaras cogieran una. Ella cogió una negra con hermosos detalles dorados, tapaba más de la mitad de la cara, por los espirales de abajo y arriba de los ojos, era simplemente preciosa.
Dos horas habían pasado desde que lo vio, al chico del antifaz azul oscuro y detalles plateados, un chico alto, guapo por lo poco que había logrado ver, de contextura delgada y cabellos oscuros, lacios, peinados hacia arriba en una ola. Lo vio pasearse por el lugar, cortando la respiración de cualquier chica frente a la cual desfilase, vestido con un exquisito smoking negro con una corbata azul y plateada, a juego con su máscara. Se había perdido de su vista.
Nicolette suspiró un tanto frustrada, no conocía a nadie y era demasiado tímida como para acercarse a alguien más y Niall había desaparecido hacía ya, casi veinte minutos. Se estiró y trató de visualizar la melena rubia de su amigo por encima de las demás cabezas.
___ ¿Buscas a alguien? ___ esa voz, tan aterciopelada y un poco ronca le erizó la piel, la chica dio un pequeño respingo y con más miedo que vergüenza, giró sobre sus talones para ver quien le había asustado....
bomb.
Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
Acrazylovatic :3 escribió:
Nicole Cacciattore.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Nombre completo del PJ: Nicolette Vourlleti Cacciattore.
Chico: Niall Horan.
Rol: Primer Amor.
Escrito de tu autoría:
- Masquerade:
Capítulo 001."¡Ah, los carnavales!" ... "Los carnavales venecianos son una muy antigua tradición que data desde los siglos V y VII, creados con la finalidad de que la nobleza se tomara un respiro de su vida cotidiana, y lograra mezclarse con el pueblo sin ser reconocidos. Durante el pasar de los años estas fechas han sido prohibida y reautorizadas infinidades de veces y actualmente es la época de mayor atractivo turístico para esta ciudad. Donde los visitantes desean llenarse de fotografías con los venecianos en los múltiples desfiles realizados durante estos diez días..."
___ Es decir, es una festividad creada por la nobleza para poder hacer desastre sin tener que hacerse responsable de sus actos cuando estas terminasen. ___ objetó la chica de cabellos castaños al rubio que estaba recostado sobre su cama. El chico rió y negó divertidamente con la cabeza.
___ Básicamente. ___ concordó él y ella bufó, negando repetidas veces con la cabeza. El chico rubio miro la pequeña habitación en la que estaba, ya tantas veces había estado ahí y aun no creía que su amiga viviera en ese diminuto espacio, a penas si había espacio para ellos dos juntos. La pequeña habitación de paredes pintadas de gris, pero tapizadas en su mayoría por fotografías y dibujos, creados por ella, también las adornaban pequeñas repisas abarrotadas de una cantidad sin fin de libros de todo tipo y género, yendo desde la lírica clase hasta los controversiales temas políticos. Una de estas paredes era interrumpida por una puerta de madera negra, decorada con un grafiti echo por la misma chica, esta daba al pequeño baño; a un lado en esta misma había un pequeño escritorio abarrotado de todo tipo de papeles y pinceles, acuarelas, oleos, y demás artículos artísticos. En la pared del fondo había una ventana y justo bajo ella un pequeño mueble empotrado, que si alzabas el cojín descubrías una especie de baúl, a un lado un pequeño tocador, que casi tropezaba con la gran cama matrimonial de hierro forjado. En la pared que faltaba estaba la cama, vestida con un cubre cama negro con tonalidades moradas, el estaba recostado ahí, mientras que veía a su amiga sentada en el pequeño escritorio, justo frente a él con su laptop, un poco vieja pero aún así leal, apoyada en las piernas, curioseando respecto a los carnavales en su ciudad. La miró con más detalle, su amiga era una chica hermosa, de cabellos castaños, largos y ondulados, tenía la piel clara. De cejas finas y delineadas, tenía unas pestañas voluptuosas y largas que enmarcaban unos preciosos y muy expresivos ojos verdes. Su nariz pequeña y respingona desembocaba en sus hermosos y carnosos labios rosados. La chica iba vestida con unos pantalones de pijamas y una camiseta ancha que, anteriormente, había pertenecido a él.
___ Niall... ___ la voz dulce de su amiga lo sacó de su embobamiento, el chico alzó sus preciosos ojos azules hacía ella. ___ Se te está haciendo tarde, no dijiste a tu madre que llegarías para la cena. ___ le recordó con ligera diversión, y el rubio abrió sus ojos como platos, miro su reloj de mano.
___ ¡Rayos! Tienes razón, tengo que atravesar casi media Venecia. ___ exclamó él parándose apresuradamente de la cama y cogiendo su chaqueta de cuero negro con mangas blancas, y colocándosela en menos de un segundo, la castaña rió y negó con la cabeza. Niall se acercó a ella y beso sus mejillas.
___ Hasta mañana Nicolette. ___ exclamó saliendo como un rayo de su habitación, la chica hizo una mueca.
___ ¡Nicole, Niall, Nicole! Vuelve a llamarme por mi nombre completo y no la cuentas. ___ bufó ella con el ceño ligeramente fruncido y ella escuchó un "Ajá" sin importancia, dado en un gritito por su amigo antes de salir por la puerta de su casa.
Nicole se pasó a su cama aún con la computadora en sus manos y se tiró a leer mientras esperaba que su abuela llegara y que su madre se dignara a aparecerse, o al menos diera señales de vida. Sin darse cuenta la noche se le vino encima y con ella la llegada de su abuela.
___ Mi niña. ___ Una dulce mujer de cabellos blancos como la nieve, y rostro surcado de arrugas se apareció en la puerta de su habitación, ella sonrió y se levantó de la cama, yendo directamente hacia donde la mujer se encontraba.
___ Bendición, Nona. ___ la mujer le sonrió y tomándola por los hombros besó ambas mejillas, la miró con ternura y un toque de preocupación.
___ Dios te bendiga, ¿Sabes algo de tu madre? ___ preguntó su abuela con ligera preocupación, Nicolette hizo una mueca y negó de malhumor. La mujer mayor suspiró. ____ Vamos, haré algo de cenar. ___ comentó y ambas caminaron por el pasillo hacía la pequeña cocina, muy humilde y sin muchos lujos, había una gran mesada en medio que era lo que usaban como mesa de comedor. Su abuela se volteó a verla con una sonrisa emocionada, Nicolette frunció ligeramente confundida. ___ Después de comer quiero mostrarte algo, estoy segura te fascinará. ___ comentó la mujer empezando a picar algunos vegetales, la castaña se movió del otro lado del mesón y empezó a ayudarle.
___ ¿Qué es? ___ preguntó curiosa, su abuela rió y negó sutilmente con la cabeza.
___ Es una sorpresa. ___ sonrió la mujer, y ella bufó. Odiaba las sorpresas, siempre la ponían ansiosa y eso su abuela lo sabía.
Nicolette se levantó de la mesa ayudando a su abuela con los platos sucios, una vez que terminó se sentó con ella en el pequeño sillón de la salita, justo en frente del viejo televisor.
___ ¿Bien, cuál es esa sorpresa? ___ preguntó la castaña un poco desesperada, su abuela rió.
___ ¡Qué nieta más ansiosa tengo! ___ Se burló la mujer. Nicolette bufó y su abuela sacó una especie de paquete de entre todas las bolsas que había traído. Le sonrió a la castaña. ___ Es para tú. ___ dijo y se lo tendió, Nicole la miro confundida y tomó el paquete, lo desamarró y desenvolvió lo que estaba dentro de él, casi se va de espalda al ver lo que su abuela le había obsequiado.
___ Nona, es bellísimo, debió haberte costado una fortuna. ___ murmuró la chica extendiendo el vestido rojo para poder verlo mejor, noto en la etiqueta que ponía el nombre de la marca, casi le da un infarto; era un Versace original. El vestido era precioso en una finísima tela roja, y los hombros y mangas eran de encaje negro, la espalda era descubierta, y tenía un cinto negro en la cintura, la falda caía libremente, larga hasta tocar el suelo. ___ No puedo aceptarlo, nana. Con el dinero que has gastado podemos comprar muchas cosas, mucho más necesarias. ___ murmuró la chica y la mujer frunció el ceño.
___ ¡Tonterías! si no me ha costado nada. ___ Nicolette miró incrédula a su abuela, ¿Cómo pretendía que creyera que no le había costado nada cuando era un Versace original? ¿Qué tan estúpida la creía? ___ No me costó, porque la señora a la que le estoy arreglando los vestidos me lo dio. Al aparecer a su hija no le gustó en lo absoluto y ella lo iba a regalar a una tienda de segunda mano, pero le hablé sobre ti y me lo dio. No lo quise aceptar pero ella insistió y no me dejó decirle que no. ___ explicó la mujer y la castaña abrió los ojos como platos, pero no puedo evitar sonreír, hace tanto tiempo que quería un vestido, uno hermoso. Uno que pudiera usar para las exposiciones de artes, para los eventos de la universidad en los que participaba.
___ ¿Entonces es mío? ___ inquirió ella no muy segura, la mujer sonrió y asintió, la castaña soltó un chillido y se abalanzó sobre su Nona, está rió. Pero su pequeña celebración fue interrumpida por la abrupta llegada de su madre. Nuevamente llegaba hasta el pedo de borracha, se tambaleaba y apenas si se podía mantener en pie, no conforme con eso, Nicolette, mientras ayudaba a llevar a su madre hacía su habitación se percató del tremendo golpe que había tratado de ocultar con maquillaje, frunció el ceño; eso era cosa de todos los días. Su madre salía temprano a trabajar, luego se veía con su novios, un maldito bastardo que la golpeaba siempre que podía, y después iba a sanar sus golpes en un bar, bebiendo o drogándose, gastando el poco dinero que gastaba, así había sido desde que su padre la había abandonado, cuatro años después de su nacimiento.[xxx]
El sol iluminaba por lo alto a toda Venecia, el agua más clara de lo usualmente estaba complementada con la belleza natural de la ciudad, daban el ambiente perfecto para cualquier fotografía, y Nicolette no perdía el tiempo, en lo absoluto. Caminando por las calles abarrotadas de toda clase de gente, iba al lado de su mejor amigo, apreciando y extasiándose con toda la algarabía que contagiaban los carnavales.
Tomó una fotografía al ver a una pareja pasar, con grandes atuendos de la era media, y aquellas preciosas máscaras. Parecía una pequeña niña en navidades sus emoción era peor que la de los turistas en su primera visita a Venecia. Niall la miró con diversión.
___ Si no fuese porque te conozco desde hace tiempo, diría que eres una turista en su primer viaje. ___ se burló, Nicole se encogió de hombros y lo miro con cara de pocos amigos.
___ ¡Oh, vamos! ¿En serio no te emociona? ___ murmuró ella con un pequeño puchero. ___ ¿Ni siquiera un poquito? ___ inquirió y el rubio se encogió de hombros, metiendo sus manos en sus bolsillos.
___ No es nada del otro mundo. ____ comentó quitándole importancia, Nicolette hizo una mueca y miro a su amigo como si fuese algo raro.
Juntos pasaron casi toda la mañana, y gran parte de la tarde, Nicole muy entretenida tomando fotografías, muchas con él como foco principal, y otras del paisaje en general. ¡Cómo amaba los carnavales!
Suspiró cansada una vez llegaron al Caffè Florìan, en la Piazeta de San Marcos, ambos tomaron asiento en una de las pequeñas mesas del lugar, un café tan visitado por ellos y todos los turistas, Niall miro a la dulce castaña.
___ ¿Cansada? ___ preguntó con burla, la chica lo fulminó con la mirada y le sacó la lengua en un acto muy infantil, él rió.
___ ¡Amo los carnavales! ¡Son la mejor época del año, lo digo en serio! ___ afirmó ella y el rubio carcajeó más fuerte contagiándole su risa a la chica también.
___ Lo que me divierte de ellos, es pasarlos contigo. Adoro ver tu emoción, eres como una pequeña niña a la que le dan mucho dulce. ___ comentó él con un poco de sonrojo, Nicolette se sonrojó a más no poder y le sonrió enternecida.
___ ¡Oh, Dios! Niall, me sonrojas. ___ comentó ella con humor, él rió negando quedamente con la cabeza. ___ Eres sin duda el chico más dulce que conozco, me empalagas. ___ comentó ella divertida.
___ Sí, lo sé. Lo sé. No hay nadie mejor que yo, soy un amor. El paquete completo: belleza, ternura y carisma. __ comentó el con aires de grandeza, ella rió.
___ Se te olvido modesto y muy humilde. ___ burló y ambos rieron a carcajadas. Entre broma y broma se les pasó el resto de la tarde a los dos amigos; Niall la acompañó hasta su casa siendo ya un poco tarde, y al dejarla en la puerta de su casa no supo si decirle o no. Al parecer ella lo notó, la indecisión en el muchacho pues le preguntó.
___ ¿Qué pasa? ___ Niall subió sus ojos a los de ella y se rascó la nuca, ¿Y si ella le decía que no? sería incómodo, el rubio suspiró y aparto sus ojos de los de ella.
___ ¿Sabes las fiestas que tienden a hacer después de los desfiles? ___ preguntó él y ella asintió incentivándole para que continuara de hablar. ___ Bueno pues estoy invitado a la de los Trincattore y pues no quiero ir sólo. ___ murmuró él, y ella sonrió ante la vergüenza de su amigo, al pedirle algo tan estúpido como aquello.
___ ¿Me estas pidiendo que vaya contigo? ___ inquirió ella enarcando una ceja de manera burlesca, Niall frunció los labios y asintió lentamente con la cabeza. Ella se encogió de hombros. ___ ¿Temática? ¿Tengo que vestirme de alguna forma en específico? ___ preguntó ella y el rubio sonrió ampliamente.
___ La invitación decía que era un baile de máscaras. Una Mascarada. ___ comentó el rubio y ella abrió sus ojos como platos, sabía a lo que se referían con "mascaradas", lo sabía perfectamente. Los Trincattore, la familia más importante de la ciudad, pues Antonio Trincattore alcalde de la ciudad, era también conocido por la elegancia de sus fiestas, su esposa Patricia Trincattore era una grandiosa diseñadora, y su hijo Zayn Trincattore, el chico más anhelado de la ciudad, y también el hijo problemático de la familia. Se destacaban por hacer fiestas donde las mujeres iban con vestidos, cada cual más hermoso que el otro, de alta costura, y gemas preciosas. Un baile de sociedad, de alta sociedad.
___ Niall no tengo que ponerme, nada que le llegue a su mascarada. ___ murmuró ella apenada y el rubio hizo una mueca.
___ No importa linda, ven conmigo, por favor. ___ suplicó él, y ella rebuscó en su mente algo que pudiese ponerse y no parecer tan pordiosera en comparación a las demás mujeres y entonces recordó el vestido que su abuela le dio ayer y sonrió. Niall vio la sonrisilla victoriosa en los labios de su amiga y sonrió a sabiendas que ya había solucionado su pequeño problema.
___ ¿Me esperas? ¿Tienes antifaz? ___ hizo ambas preguntas al mismo tiempo y el asintió a ambas, juntos entraron a la pequeña casa y ella dejó al rubio en la sala mientras iba a arreglarse, no había nadie en casa. La castaña se duchó lo más rápido que pudo, secó su cabello y luego lo planchó, hizo unas cuantas ondas en sus puntas, y después se vistió. Colocándose el precioso vestido rojo con negro que, por fortuna, le quedaba a la perfección, se colocó los únicos pares de tacones que tenía y se maquilló rápida y sencillamente, una vez que estuvo lista salió.
Niall casi se infarta al verla tan hermosa, aquel vestido le quedaba precioso, y le beneficiaba en muchos sentidos, los halagos de su parte no faltaron al igual que los sonrojos por parte de la chica. Nicolette dejó una nota a su abuela avisándole que legaría tarde y se fue de ahí con Niall.[xxx]
El gran salón La Benedetti era la locación de aquella lujosa y exclusiva fiesta, Niall no iba solo, no. Iba toda su familia, los Cacciatore, la segunda familia más importante después de los Trincattore, obviamente iban a estar invitados. Nicollete casi se va de espaldas al ver la magnificencia que aquel lugar destilaba, altas paredes, grandes candelabros, un estilo gótico y barroco, las mujeres vestidas con grandes vestidos, vestidos preciosos y muy costosos, antifaces en su mayoría negros, blancos y plateados, con pequeñas variaciones en los detalles. En la entrada al baile había una enorme mesa llena de estos, para que los invitados que no tuviesen máscaras cogieran una. Ella cogió una negra con hermosos detalles dorados, tapaba más de la mitad de la cara, por los espirales de abajo y arriba de los ojos, era simplemente preciosa.
Dos horas habían pasado desde que lo vio, al chico del antifaz azul oscuro y detalles plateados, un chico alto, guapo por lo poco que había logrado ver, de contextura delgada y cabellos oscuros, lacios, peinados hacia arriba en una ola. Lo vio pasearse por el lugar, cortando la respiración de cualquier chica frente a la cual desfilase, vestido con un exquisito smoking negro con una corbata azul y plateada, a juego con su máscara. Se había perdido de su vista.
Nicolette suspiró un tanto frustrada, no conocía a nadie y era demasiado tímida como para acercarse a alguien más y Niall había desaparecido hacía ya, casi veinte minutos. Se estiró y trató de visualizar la melena rubia de su amigo por encima de las demás cabezas.
___ ¿Buscas a alguien? ___ esa voz, tan aterciopelada y un poco ronca le erizó la piel, la chica dio un pequeño respingo y con más miedo que vergüenza, giró sobre sus talones para ver quien le había asustado....
¡Ficha aceptada!
Diamandis.
Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
Voy a participar<3 y para adelantarte algo de mi genial autoría, te dejo este pequeñísimo shot que en realidad tiene otro nombre porque son menos de 600 palabras pero no me lo acuerdo
-Lo lamento, pero lo nuestro es imposible -lágrimas cayeron de su rostro-. Tú eres tan caliente, y picante que a veces no puedo soportarlo, se me salen lágrimas de los ojos. También causas muchos celos en mis amigos, y eso simplemente no está bien. Todos te desean, y yo no soy la única que puede tenerte. Lo peor de todo es que debo pagar por tí, ¿acaso nuestro amor se mide en billetes y propina? Lo siento, pero lo nuestro debe terminar aquí... a quién engaño, la verdad es que... te amo... pizza -con lágrimas en los ojos la chiac mordió la suave masa de la pizza y sonrió de felicidad.
ah lo hice rápido e intenté hacerlo lo más gracioso posible, se me vino a la mente cuando leí en las reglas que debía poner "the truth is... i love you" y lo hice, lel, espero que te hayas reído. En un rato dejo la ficha y otro escrito, si esto no era suficiente<3 ahq considera este como un extra bc yolo.
-Lo lamento, pero lo nuestro es imposible -lágrimas cayeron de su rostro-. Tú eres tan caliente, y picante que a veces no puedo soportarlo, se me salen lágrimas de los ojos. También causas muchos celos en mis amigos, y eso simplemente no está bien. Todos te desean, y yo no soy la única que puede tenerte. Lo peor de todo es que debo pagar por tí, ¿acaso nuestro amor se mide en billetes y propina? Lo siento, pero lo nuestro debe terminar aquí... a quién engaño, la verdad es que... te amo... pizza -con lágrimas en los ojos la chiac mordió la suave masa de la pizza y sonrió de felicidad.
ah lo hice rápido e intenté hacerlo lo más gracioso posible, se me vino a la mente cuando leí en las reglas que debía poner "the truth is... i love you" y lo hice, lel, espero que te hayas reído. En un rato dejo la ficha y otro escrito, si esto no era suficiente<3 ahq considera este como un extra bc yolo.
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Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
Lizzie Adams
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Nombre completo del PJ: Elizabeth Jane Adams
Chico: Finn Harries
Rol: Se conocieron por internet
Escrito de tu autoría:
Chico: Finn Harries
Rol: Se conocieron por internet
Escrito de tu autoría:
- shot sin nombre:
- Esta historia relata la vida de un chico de ciudad.
Su nombre era Ismel, un chico de nacionalidad británica y raíces extranjeras. Su madre, Stefania, había decidido que el nombre de su primer hijo sería el de su abuelo, sin pensar en las consecuencias que eso traería en la vida de ese niño.
Todo empezó normal, con los típicos cumplidos de "Que bebé más hermoso" y "De grande será un chico muy apuesto". Lo típico. Pero un comentario de una prima lejana desconcertó a su madre: "Que nombre más extraño tiene, ¿no?". Allí fue cuando comenzó la cosa.
Los niños "inocentes" se metían con el pequeño Ismel por su acento heredado de su madre y su nombre. "¿Qué haces aquí? ¡Regresa a tu planeta, alien!" "Miren, allí va el chico extraño" "Me dijeron que si me acercaba a él su idiotez se me contagiaría y comenzaría a hablar como lo hace él". A medida que pasaba el tiempo, los insultos se hacían peores, pero lo único que él podía hacer era soportarlo hasta que terminó la primaria.
Cuando comenzó la secundaria en otra escuela se encontró con que el mundo lo ignoraba. "¿Ismel? ¿Quién es él? No lo conozco". Ya a nadie le importaba si tenía ascendencia extranjera o si su nombre era extraño. Directamente, a nadie le importaba él.
Él odiaba estar solo, odiaba que a nadie le importara si le pasara algo, odiaba ser una persona invisible ante los ojos de los demás, pero lo que más odiaba era que nadie pudiera entenderlo. De hecho, nadie intentaba, y eso era lo que más le irritaba. ¿Qué tenía de malo? ¿Qué hizo él para ser marginado de esa manera? No es que él no pudiera hablar con nadie, es sólo que nadie le prestaba atención cuando lo hacía, y por eso dejó de hacerlo.
Este hecho lo volvió un marginado social, pero no es como si él odiara totalmente su posición. Pensándolo objetivamente, podría ser un golpe de suerte terminar así. Puedes escuchar conversaciones, mirar eventos en primera fila, husmear secretos y no preocuparse con que alguien lo descubra. Y él, al darse cuenta de eso, lo utilizó a su favor.
"Extorsiones. Chantajes. Información. ¿Quieres acabar con tu enemigo? ¿Asegurarte que nunca vuelva a meter un dedo en tu vida? Ve con Isa. Él puede lograrlo."
En el fondo de un pasillo al que no llegaba la luz del sol, en una esquina donde el moho se acumuló y donde podían verse manchas de sangre sin limpiar, allí es donde está Isa. El mejor informador en toda la escuela. Si podías pagar la suma, incluso podrías gobernar la escuela con tan solo un poco de información proveniente de la boca del chico de cabello negro.
Ismel se había ganado la vida con el trabajo de informante; aunque ese trabajo le haya hecho desarrollar una mentalidad algo retorcida, pero valía la pena. Bajo el seudónimo de Isa podía ser quien moviera los hilos detrás de todo el ámbito escolar. Profesores, alumnos, empleados, inclusive el director, todos danzando en la palma de su mano y todo por el simple hecho de que él había visto o escuchado algo que no debía. Todo fue perfecto hasta que terminó la escuela.
No sabía qué hacer ahora que había terminado la graduación. Todos seguían festejando el fin de su estadía en la escuela, al menos los que eran como él y no planeaban ir a la universidad, pero no tenía ganas de unírseles. Solo estaba allí, en una esquina, mirando a todos sonreír y hablar entre ellos, y él también sonreía, porque no los odiaba y la felicidad de ellos era la suya, de una manera retorcida y tal vez hasta masoquista, pero al fin y al cabo era feliz. El solo pensar que ellos alguna vez no sabían de su existencia y ahora casi dependían de él lo alegraba.
—Disculpe —un hombre de mediana edad vestido de negro se dirigió a él manteniendo su distancia, acompañado de un hombre más joven que parecía estar alerta, con una mano en su bolsillo, dispuesto a sacar lo que sea que tuviera en ella, esperando el momento exacto.
—¿Qué pasa, abuelos? —respondió Ismel con una sonrisa despreciable en el rostro, la misma que utilizaron sus compañeros contra él en algún momento.
—¿Es usted Isa? —el hombre sacó un papel arrugado con varias letras en él y una firma al final, donde se veía claramente el nombre Isa y unos garabatos.
—Ooh, así que soy famoso —mantuvo su sonrisa mientras ladeaba la cabeza entrecerrando los ojos, en una postura egocéntrica que podría irritar a los sujetos, el cuál es su objetivo.
—Por favor, venga con nosotros —el hombre miró a su compañero, asintió y al parecer, esa era la señal que esperaba. El joven sacó un arma blanca de su bolsillo, lo posible para ser comparada con una navaja, y con ésta amenazó a Ismel, con el claro mensaje de "no tienes otra opción".
Pero Ismel no se inmutó.
—Oye —dijo el hombre—, muévete, ¿qué no viste el arma?, ¿eres ciego o qué?
—Lo siento, abuelo, pero no planeo ir a ningún lado —Ismel dejó de recostarse en la pared para pararse frente a los hombres, guardando cierta distancia.
—Chico… —el joven amagó con acercarse y, al ver que Ismel no se inmutaba de ello, atacó.
Ismel había aprendido que al ser informante, no muchos estarían satisfechos por el trabajo, por lo que practicó artes marciales para estos casos, y estaba seguro de que podría vencer al muchacho aún si éste tenía un arma blanca. Pero no hizo nada. Se quedó absorto mirando por sobre el hombro del anciano. Esa fue la primera vez que la vio.
En efecto, terminó con una puñalada a un costado del abdomen. Por suerte no fue nada grave, pero terminó hospitalizado un tiempo y se sentía terriblemente avergonzado por eso, aunque lo superó rápidamente al pasar de los días, en tal vez una semana, máximo. Lo que sí, se sentía desconcertado. ¿Por qué no pudo evitar el ataque? Se había quedado paralizado viendo a otro lado, a una chica. Esa chica. ¿Quién era? No recordaba del todo su cara, lo único que podía recordar con exactitud era su broche en forma de mariposa que adornaba su hermoso cabello castaño.
En fin, los hombres, luego de llevarlo a una camioneta donde pararon el sangrado y le vendaron, lo trasladaron a un gran edificio que alguna vez fue un hotel. Allí se encontraba uno de los jefes de la venta clandestina que se hacía en Londres en esa época. El hijo de su hermano había tratado con Isa y quería que él fuera su informante, un trato que aceptó.
Ahora pasaron casi 7 años de ese acontecimiento. Ismel, ahora conocido como Isaya por distintas razones, se convirtió en el mayor informante de toda Londres y alrededores. No había nada que él no supiera, y todo el mundo sabía eso. Una de las reglas al llegar a la ciudad era “no meterse con Isaya si no es estrictamente necesario”. Él era conocido como el número uno en la lista de personas de las que no había que hacerse enemigo, y no le desagradaba esa idea. Lo malo de eso, era que ese puesto era solitario. Pero a él no le importaba, después de todo, ¿a quién necesitaría él? ¿Por qué pasaría tiempo con alguien? Toda su vida estuvo solo, y eso no tendría por qué cambiar ahora.
Abrió el celular y entró al grupo de chat en el que se encontraba. Lo había utilizado como pasatiempo en algún momento, y aunque cambiaba rápido de intereses, ahora se volvió a interesar y pensó que volver a hablar con completos extraños sería divertido hasta que el cliente que tenía que ver ahora llegara de una buena vez al café.
“-- Has entrado a la sala --
Magenta: Miren quién volvió, hace tiempo que no te pasabas por aquí, Moon.
Ganstah: Pasó tiempo Moon, ¿tan ocupado como para no pasarte de vez en cuándo?
Tú (Moon): Lo siento, ¿me perdí de algo?
Ganstah: No mucho, pero Magenta se mudó a Londres hace poco.
Tú (Moon): ¿Volviste?
Magenta: Sí, al final logré librarme de mis deudas con mi hermano y volví. Nada ha cambiado.
Ganstah: Oye Moon, ¿qué tú no vivías en Londres?
Tú (Moon): Oh sí, quién sabe, tal vez nos encontremos.
Magenta: Lo dudo.”
Ismel tomó de su vaso de café mientras revisaba la hora. El cliente estaba llegando ya casi 40 minutos tarde y no lo esperaría por mucho más. Tenía mejores negocios que hacer y podría descartar este, pero decidió que lo esperaría unos 10 minutos más y luego se largaría, después de todo, el escuchar a las chicas chillar en la mesa de al lado ya le ponía de los nervios, aunque era divertido escucharlas hablar de otras personas a sus espaldas.
Las miró de reojo mientras le daba otro sorbo a su café. Eran cuatro chicas de su edad, de las cuales tres estaban siendo unas perras totales con sus chismes, y su apariencia no ayudaba mucho. La cuarta parecía normal, simplemente tomaba de su café mientras revisaba su celular, ajena a las otras.
Su celular vibró.
“Magenta: Tal vez me vuelva a ir.
Ganstah: ¿Por?
Magenta: No soporto a la gente de aquí
Tú (Moon): Acabas de llegar, ¿ya te quieres ir?
Magenta: Si estuvieras al lado de estas chicas querrías que comprara un boleto de avión extra para acompañarme.”
Volvió a tomar un sorbo de su café y miró la hora nuevamente. No habían pasado ni dos minutos. En serio, no volvería a hacer negocios con ese hombre nunca más, y las chicas seguían cotilleando cosas casi inentendibles por sus risas chillonas lo que le daba menos ganas de trabajar.
Dejó el café en la mesa y revisó su celular.
“Magenta: ¿Creen que la policía me deje libre si les explico que maté a estas chicas por insoportables?
Ganstah: Probablemente no.
Magenta: Me voy a cortar con una galleta, lo juro.
Tú (Moon): Tranquila, puedes seguir adelante, ahora suelta esa galleta, mójala en leche y cómetela, campeona.”
La chica de la mesa de al lado, la normal y para nada chillona, comenzó a reírse mientras las demás hablaban. La miró por el rabillo del ojo mientras ella escribía algo en su celular y pronto recibió una respuesta.
“Magenta: Es lindo porque no tengo galletas.
Tú (Moon): ¿Tienes agua cerca?”
La chica miró a su alrededor y negó como para sí misma, luego bajó la mirada a su celular y volvió a escribir.
“Magenta: No, ¿por?”
Ismel sonrió y escribió en su celular antes de cerrarlo y salir del local con un café a medio terminar, mirando una última vez por sobre su hombro a aquella mesa y a la chica mirando con el seño fruncido su celular.
“Tú (Moon): Por nada, por cierto, lindo broche.
-- Has salido de la sala --”.
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Bree Hawkings
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Nombre completo del PJ: Britney Elizabeth Hawkings.
Chico: Harry Styles.
Rol: El mujeriego y la virgen.
Escrito de tu autoría:
Chico: Harry Styles.
Rol: El mujeriego y la virgen.
Escrito de tu autoría:
- here plz:
- PRÓLOGO.
Inseparable.
Por segunda vez me veo expulsada lejos del lugar al que le llaman hogar.
Podría ser lo suficientemente sentimental como para echarme a llorar en medio de la sala de estar de la nueva casa de mi madre y su marido, pero no quisiera arruinarles la espléndida alfombra oriental que han mandado a traer de quién sabe dónde.
Rodando los ojos como una niña pequeña, termino de empaquetar en grandes cajas de cartón mis libros y discos.
Vaya basura es mi situación.
Hace más de 8 años no veo a mi padre, he estado mandando al carajo las mil y un llamadas que hace desde Inglaterra a San Francisco, de seguro su servicio telefónico lo tiene en la calle. Quizá me ame demasiado, pero jamás le perdonaré el haber dejado ir a mamá así de sencillo. Aun no comprendo nada, era tan inmadura y estúpida que no quise ver más allá del dolor que se reflejaba en los iris grises de mi madre. Pero nada puede volver atrás, y el único consuelo que me queda por ahora, es huir despavorida de la familia que mi madre está a punto de formar y no desamparar al solitario hombre que tengo al otro lado del Atlántico.
Engañar a Isabella Smith no es una tarea sencilla, pero logré convencerla de que papá y yo somos inseparables de ahora en adelante y que compartiré mi último año de estudios arduos a su lado, en la mejor Universidad de Doncaster y volviendo a pisar la ciudad que me arrulló en sus brazos.
Merezco un Oscar.
Retiro un rizo rebelde que sale de mi coleta desprolija y largo un prolongado suspiro de cansancio. Tengo miedo. Miedo de no ser lo suficientemente valiente y enredarme entre las piernas de mi mamá en medio del Aeropuerto y sollozar como un bebé, titubeando que Timothy Allen no la merece. Pero eso sería demasiado egoísta y demasiado inmaduro para una chica de casi veintiún años.
Ella merece ser feliz y Tim es el elegido. Además de que su vientre lo confirma.
Por ello huyo. No quiero ser el estorbo de la mujer que más me quiere en el mundo. Es su momento de ser feliz y, es momento de que papá cargue con su hija de una vez por todas. No es que le odie, pero no creo perdonarle jamás el ser tan idiota y arruinar su «no-matrimonio-oficial» por una noche de locura en un bar de mala muerte. Quién lo diría…
Cogiendo mi última pertenencia, esa que se encontraba atascada entre el desorden de ropa y zapatos de mi armario, abro mi vieja caja de recuerdos. Ahí conservo fotografías mías y de mis padres, de mis viejos amigos y del chico que me llenó el corazón de dicha por primera y única vez.
Después de él no supe cómo querer a alguien más.
Aquél castaño de intensos ojos azules lo fue todo para mí. Fue mi mejor amigo, mi hermano mayor en ocasiones, mi compañero de travesuras, y, un poco antes de que mis padres se separaran, mi primer novio, mi primer beso y mi primer amor.
Sintiendo el corazón hinchado de esperanza y una emoción desconocida, mariposas me hacen cosquillas en el estómago e inmediatamente coloco los dedos sobre mis labios.
Aún puedo paladear la suavidad de su tímido beso y el aroma a cola de cereza.
Cierro los ojos y el corazón se me desboca.
—Ayúdame con esto —brinco desde mi sitio y me llevo una mano a la altura del pecho.
Joder.
Despertando de la manera más cruel de mí en ensoñación, me pongo de pie y camino hacia mamá que aparece con sus pantalones premamá y un sostén que, no mantienen sus ostentosos pechos llenos de leche.
Suelto una risotada y mis ojos se llenan de lágrimas.
La echaré en falta.
Abrocho los ganchillos en su espalda y suelta un quejido lastimero.
—Ay, olvidaba lo mucho que duelen los pechos —se lleva ambas manos a los recién mencionados y hace un puchero— No quiero que te vayas, Kris —suelta al momento y mis ojos se nublan por completo. Ay, que no quiero que me vea llorar. No quiero que sepa que yo tampoco me quiero ir.
—Necesito arreglar las cosas con mi padre —le hablo desde detrás de su espalda y me seco el agua ocular que se asoma desde las comisuras de mis ojos. Formulo la mejor de las sonrisas en mi rostro y me le pongo al frente— Parto hacia Doncaster en dos horas —suspiro— Es emocionante, pero te extrañaré mucho —me acerco hacia sus brazos abiertos y me dejo estrujar entre ellos. Nunca me había sentido tan frustrada, pero, es momento de dejar en claro qué es lo que quiero.
No sé qué me espere mi nueva vida allá.
Quizá me espera algo prometedor. Revelador. Algo que me devuelva el alma al cuerpo.
—Te amo Kristinne, las puertas de esta casa estarán abiertas cuando quieras regresar —me da un beso en la coronilla y le limpio las mejillas empapadas— Sabes que Tim te quiere mucho, él y este nuevo bebé necesitarán de ti, así que —ambas reímos levemente— Espero que vengas a sonsacar al nuevo integrante de la familia con tu hilaridad…
Echando la cabeza hacia atrás, ambas comenzamos a reír.
—Te amo mamá.
Cruzando los dedos internamente, espero que mis anhelos se conviertan realidad.
Yo también quiero mi felices por siempre, y sé que ese final de ensueño no está aquí.
wanweird
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ok muero
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
Mainstream. escribió:Voy a participar<3 y para adelantarte algo de mi genial autoría, te dejo este pequeñísimo shotque en realidad tiene otro nombre porque son menos de 600 palabras pero no me lo acuerdo
-Lo lamento, pero lo nuestro es imposible -lágrimas cayeron de su rostro-. Tú eres tan caliente, y picante que a veces no puedo soportarlo, se me salen lágrimas de los ojos. También causas muchos celos en mis amigos, y eso simplemente no está bien. Todos te desean, y yo no soy la única que puede tenerte. Lo peor de todo es que debo pagar por tí, ¿acaso nuestro amor se mide en billetes y propina? Lo siento, pero lo nuestro debe terminar aquí... a quién engaño, la verdad es que... te amo... pizza -con lágrimas en los ojos la chiac mordió la suave masa de la pizza y sonrió de felicidad.
ah lo hice rápido e intenté hacerlo lo más gracioso posible, se me vino a la mente cuando leí en las reglas que debía poner "the truth is... i love you" y lo hice, lel, espero que te hayas reído. En un rato dejo la ficha y otro escrito, si esto no era suficiente<3 ahq considera este como un extra bc yolo.
JAJAJAJAJAAJAJAJA ay deos, me hiciste reír con ese genial escrito lol, de encerio xD Y por sobre todo, me sentí identificada bc i <3 pizza (¿y quien no?) ahq. Ahora veo tu ficha linda :)
Diamandis.
Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
Mainstream. escribió:
Lizzie Adams[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Nombre completo del PJ: Elizabeth Jane Adams
Chico: Finn Harries
Rol: Se conocieron por internet
Escrito de tu autoría:
- shot sin nombre:
Esta historia relata la vida de un chico de ciudad.
Su nombre era Ismel, un chico de nacionalidad británica y raíces extranjeras. Su madre, Stefania, había decidido que el nombre de su primer hijo sería el de su abuelo, sin pensar en las consecuencias que eso traería en la vida de ese niño.
Todo empezó normal, con los típicos cumplidos de "Que bebé más hermoso" y "De grande será un chico muy apuesto". Lo típico. Pero un comentario de una prima lejana desconcertó a su madre: "Que nombre más extraño tiene, ¿no?". Allí fue cuando comenzó la cosa.
Los niños "inocentes" se metían con el pequeño Ismel por su acento heredado de su madre y su nombre. "¿Qué haces aquí? ¡Regresa a tu planeta, alien!" "Miren, allí va el chico extraño" "Me dijeron que si me acercaba a él su idiotez se me contagiaría y comenzaría a hablar como lo hace él". A medida que pasaba el tiempo, los insultos se hacían peores, pero lo único que él podía hacer era soportarlo hasta que terminó la primaria.
Cuando comenzó la secundaria en otra escuela se encontró con que el mundo lo ignoraba. "¿Ismel? ¿Quién es él? No lo conozco". Ya a nadie le importaba si tenía ascendencia extranjera o si su nombre era extraño. Directamente, a nadie le importaba él.
Él odiaba estar solo, odiaba que a nadie le importara si le pasara algo, odiaba ser una persona invisible ante los ojos de los demás, pero lo que más odiaba era que nadie pudiera entenderlo. De hecho, nadie intentaba, y eso era lo que más le irritaba. ¿Qué tenía de malo? ¿Qué hizo él para ser marginado de esa manera? No es que él no pudiera hablar con nadie, es sólo que nadie le prestaba atención cuando lo hacía, y por eso dejó de hacerlo.
Este hecho lo volvió un marginado social, pero no es como si él odiara totalmente su posición. Pensándolo objetivamente, podría ser un golpe de suerte terminar así. Puedes escuchar conversaciones, mirar eventos en primera fila, husmear secretos y no preocuparse con que alguien lo descubra. Y él, al darse cuenta de eso, lo utilizó a su favor.
"Extorsiones. Chantajes. Información. ¿Quieres acabar con tu enemigo? ¿Asegurarte que nunca vuelva a meter un dedo en tu vida? Ve con Isa. Él puede lograrlo."
En el fondo de un pasillo al que no llegaba la luz del sol, en una esquina donde el moho se acumuló y donde podían verse manchas de sangre sin limpiar, allí es donde está Isa. El mejor informador en toda la escuela. Si podías pagar la suma, incluso podrías gobernar la escuela con tan solo un poco de información proveniente de la boca del chico de cabello negro.
Ismel se había ganado la vida con el trabajo de informante; aunque ese trabajo le haya hecho desarrollar una mentalidad algo retorcida, pero valía la pena. Bajo el seudónimo de Isa podía ser quien moviera los hilos detrás de todo el ámbito escolar. Profesores, alumnos, empleados, inclusive el director, todos danzando en la palma de su mano y todo por el simple hecho de que él había visto o escuchado algo que no debía. Todo fue perfecto hasta que terminó la escuela.
No sabía qué hacer ahora que había terminado la graduación. Todos seguían festejando el fin de su estadía en la escuela, al menos los que eran como él y no planeaban ir a la universidad, pero no tenía ganas de unírseles. Solo estaba allí, en una esquina, mirando a todos sonreír y hablar entre ellos, y él también sonreía, porque no los odiaba y la felicidad de ellos era la suya, de una manera retorcida y tal vez hasta masoquista, pero al fin y al cabo era feliz. El solo pensar que ellos alguna vez no sabían de su existencia y ahora casi dependían de él lo alegraba.
—Disculpe —un hombre de mediana edad vestido de negro se dirigió a él manteniendo su distancia, acompañado de un hombre más joven que parecía estar alerta, con una mano en su bolsillo, dispuesto a sacar lo que sea que tuviera en ella, esperando el momento exacto.
—¿Qué pasa, abuelos? —respondió Ismel con una sonrisa despreciable en el rostro, la misma que utilizaron sus compañeros contra él en algún momento.
—¿Es usted Isa? —el hombre sacó un papel arrugado con varias letras en él y una firma al final, donde se veía claramente el nombre Isa y unos garabatos.
—Ooh, así que soy famoso —mantuvo su sonrisa mientras ladeaba la cabeza entrecerrando los ojos, en una postura egocéntrica que podría irritar a los sujetos, el cuál es su objetivo.
—Por favor, venga con nosotros —el hombre miró a su compañero, asintió y al parecer, esa era la señal que esperaba. El joven sacó un arma blanca de su bolsillo, lo posible para ser comparada con una navaja, y con ésta amenazó a Ismel, con el claro mensaje de "no tienes otra opción".
Pero Ismel no se inmutó.
—Oye —dijo el hombre—, muévete, ¿qué no viste el arma?, ¿eres ciego o qué?
—Lo siento, abuelo, pero no planeo ir a ningún lado —Ismel dejó de recostarse en la pared para pararse frente a los hombres, guardando cierta distancia.
—Chico… —el joven amagó con acercarse y, al ver que Ismel no se inmutaba de ello, atacó.
Ismel había aprendido que al ser informante, no muchos estarían satisfechos por el trabajo, por lo que practicó artes marciales para estos casos, y estaba seguro de que podría vencer al muchacho aún si éste tenía un arma blanca. Pero no hizo nada. Se quedó absorto mirando por sobre el hombro del anciano. Esa fue la primera vez que la vio.
En efecto, terminó con una puñalada a un costado del abdomen. Por suerte no fue nada grave, pero terminó hospitalizado un tiempo y se sentía terriblemente avergonzado por eso, aunque lo superó rápidamente al pasar de los días, en tal vez una semana, máximo. Lo que sí, se sentía desconcertado. ¿Por qué no pudo evitar el ataque? Se había quedado paralizado viendo a otro lado, a una chica. Esa chica. ¿Quién era? No recordaba del todo su cara, lo único que podía recordar con exactitud era su broche en forma de mariposa que adornaba su hermoso cabello castaño.
En fin, los hombres, luego de llevarlo a una camioneta donde pararon el sangrado y le vendaron, lo trasladaron a un gran edificio que alguna vez fue un hotel. Allí se encontraba uno de los jefes de la venta clandestina que se hacía en Londres en esa época. El hijo de su hermano había tratado con Isa y quería que él fuera su informante, un trato que aceptó.
Ahora pasaron casi 7 años de ese acontecimiento. Ismel, ahora conocido como Isaya por distintas razones, se convirtió en el mayor informante de toda Londres y alrededores. No había nada que él no supiera, y todo el mundo sabía eso. Una de las reglas al llegar a la ciudad era “no meterse con Isaya si no es estrictamente necesario”. Él era conocido como el número uno en la lista de personas de las que no había que hacerse enemigo, y no le desagradaba esa idea. Lo malo de eso, era que ese puesto era solitario. Pero a él no le importaba, después de todo, ¿a quién necesitaría él? ¿Por qué pasaría tiempo con alguien? Toda su vida estuvo solo, y eso no tendría por qué cambiar ahora.
Abrió el celular y entró al grupo de chat en el que se encontraba. Lo había utilizado como pasatiempo en algún momento, y aunque cambiaba rápido de intereses, ahora se volvió a interesar y pensó que volver a hablar con completos extraños sería divertido hasta que el cliente que tenía que ver ahora llegara de una buena vez al café.
“-- Has entrado a la sala --
Magenta: Miren quién volvió, hace tiempo que no te pasabas por aquí, Moon.
Ganstah: Pasó tiempo Moon, ¿tan ocupado como para no pasarte de vez en cuándo?
Tú (Moon): Lo siento, ¿me perdí de algo?
Ganstah: No mucho, pero Magenta se mudó a Londres hace poco.
Tú (Moon): ¿Volviste?
Magenta: Sí, al final logré librarme de mis deudas con mi hermano y volví. Nada ha cambiado.
Ganstah: Oye Moon, ¿qué tú no vivías en Londres?
Tú (Moon): Oh sí, quién sabe, tal vez nos encontremos.
Magenta: Lo dudo.”
Ismel tomó de su vaso de café mientras revisaba la hora. El cliente estaba llegando ya casi 40 minutos tarde y no lo esperaría por mucho más. Tenía mejores negocios que hacer y podría descartar este, pero decidió que lo esperaría unos 10 minutos más y luego se largaría, después de todo, el escuchar a las chicas chillar en la mesa de al lado ya le ponía de los nervios, aunque era divertido escucharlas hablar de otras personas a sus espaldas.
Las miró de reojo mientras le daba otro sorbo a su café. Eran cuatro chicas de su edad, de las cuales tres estaban siendo unas perras totales con sus chismes, y su apariencia no ayudaba mucho. La cuarta parecía normal, simplemente tomaba de su café mientras revisaba su celular, ajena a las otras.
Su celular vibró.
“Magenta: Tal vez me vuelva a ir.
Ganstah: ¿Por?
Magenta: No soporto a la gente de aquí
Tú (Moon): Acabas de llegar, ¿ya te quieres ir?
Magenta: Si estuvieras al lado de estas chicas querrías que comprara un boleto de avión extra para acompañarme.”
Volvió a tomar un sorbo de su café y miró la hora nuevamente. No habían pasado ni dos minutos. En serio, no volvería a hacer negocios con ese hombre nunca más, y las chicas seguían cotilleando cosas casi inentendibles por sus risas chillonas lo que le daba menos ganas de trabajar.
Dejó el café en la mesa y revisó su celular.
“Magenta: ¿Creen que la policía me deje libre si les explico que maté a estas chicas por insoportables?
Ganstah: Probablemente no.
Magenta: Me voy a cortar con una galleta, lo juro.
Tú (Moon): Tranquila, puedes seguir adelante, ahora suelta esa galleta, mójala en leche y cómetela, campeona.”
La chica de la mesa de al lado, la normal y para nada chillona, comenzó a reírse mientras las demás hablaban. La miró por el rabillo del ojo mientras ella escribía algo en su celular y pronto recibió una respuesta.
“Magenta: Es lindo porque no tengo galletas.
Tú (Moon): ¿Tienes agua cerca?”
La chica miró a su alrededor y negó como para sí misma, luego bajó la mirada a su celular y volvió a escribir.
“Magenta: No, ¿por?”
Ismel sonrió y escribió en su celular antes de cerrarlo y salir del local con un café a medio terminar, mirando una última vez por sobre su hombro a aquella mesa y a la chica mirando con el seño fruncido su celular.
“Tú (Moon): Por nada, por cierto, lindo broche.
-- Has salido de la sala --”.
¡Ficha aceptada!
Diamandis.
Re: Los chicos de piedra | n.c | ¡Resultados!
lemon. escribió:
Bree Hawkings[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Nombre completo del PJ: Britney Elizabeth Hawkings.
Chico: Harry Styles.
Rol: El mujeriego y la virgen.
Escrito de tu autoría:
- here plz:
PRÓLOGO.
Inseparable.
Por segunda vez me veo expulsada lejos del lugar al que le llaman hogar.
Podría ser lo suficientemente sentimental como para echarme a llorar en medio de la sala de estar de la nueva casa de mi madre y su marido, pero no quisiera arruinarles la espléndida alfombra oriental que han mandado a traer de quién sabe dónde.
Rodando los ojos como una niña pequeña, termino de empaquetar en grandes cajas de cartón mis libros y discos.
Vaya basura es mi situación.
Hace más de 8 años no veo a mi padre, he estado mandando al carajo las mil y un llamadas que hace desde Inglaterra a San Francisco, de seguro su servicio telefónico lo tiene en la calle. Quizá me ame demasiado, pero jamás le perdonaré el haber dejado ir a mamá así de sencillo. Aun no comprendo nada, era tan inmadura y estúpida que no quise ver más allá del dolor que se reflejaba en los iris grises de mi madre. Pero nada puede volver atrás, y el único consuelo que me queda por ahora, es huir despavorida de la familia que mi madre está a punto de formar y no desamparar al solitario hombre que tengo al otro lado del Atlántico.
Engañar a Isabella Smith no es una tarea sencilla, pero logré convencerla de que papá y yo somos inseparables de ahora en adelante y que compartiré mi último año de estudios arduos a su lado, en la mejor Universidad de Doncaster y volviendo a pisar la ciudad que me arrulló en sus brazos.
Merezco un Oscar.
Retiro un rizo rebelde que sale de mi coleta desprolija y largo un prolongado suspiro de cansancio. Tengo miedo. Miedo de no ser lo suficientemente valiente y enredarme entre las piernas de mi mamá en medio del Aeropuerto y sollozar como un bebé, titubeando que Timothy Allen no la merece. Pero eso sería demasiado egoísta y demasiado inmaduro para una chica de casi veintiún años.
Ella merece ser feliz y Tim es el elegido. Además de que su vientre lo confirma.
Por ello huyo. No quiero ser el estorbo de la mujer que más me quiere en el mundo. Es su momento de ser feliz y, es momento de que papá cargue con su hija de una vez por todas. No es que le odie, pero no creo perdonarle jamás el ser tan idiota y arruinar su «no-matrimonio-oficial» por una noche de locura en un bar de mala muerte. Quién lo diría…
Cogiendo mi última pertenencia, esa que se encontraba atascada entre el desorden de ropa y zapatos de mi armario, abro mi vieja caja de recuerdos. Ahí conservo fotografías mías y de mis padres, de mis viejos amigos y del chico que me llenó el corazón de dicha por primera y única vez.
Después de él no supe cómo querer a alguien más.
Aquél castaño de intensos ojos azules lo fue todo para mí. Fue mi mejor amigo, mi hermano mayor en ocasiones, mi compañero de travesuras, y, un poco antes de que mis padres se separaran, mi primer novio, mi primer beso y mi primer amor.
Sintiendo el corazón hinchado de esperanza y una emoción desconocida, mariposas me hacen cosquillas en el estómago e inmediatamente coloco los dedos sobre mis labios.
Aún puedo paladear la suavidad de su tímido beso y el aroma a cola de cereza.
Cierro los ojos y el corazón se me desboca.
—Ayúdame con esto —brinco desde mi sitio y me llevo una mano a la altura del pecho.
Joder.
Despertando de la manera más cruel de mí en ensoñación, me pongo de pie y camino hacia mamá que aparece con sus pantalones premamá y un sostén que, no mantienen sus ostentosos pechos llenos de leche.
Suelto una risotada y mis ojos se llenan de lágrimas.
La echaré en falta.
Abrocho los ganchillos en su espalda y suelta un quejido lastimero.
—Ay, olvidaba lo mucho que duelen los pechos —se lleva ambas manos a los recién mencionados y hace un puchero— No quiero que te vayas, Kris —suelta al momento y mis ojos se nublan por completo. Ay, que no quiero que me vea llorar. No quiero que sepa que yo tampoco me quiero ir.
—Necesito arreglar las cosas con mi padre —le hablo desde detrás de su espalda y me seco el agua ocular que se asoma desde las comisuras de mis ojos. Formulo la mejor de las sonrisas en mi rostro y me le pongo al frente— Parto hacia Doncaster en dos horas —suspiro— Es emocionante, pero te extrañaré mucho —me acerco hacia sus brazos abiertos y me dejo estrujar entre ellos. Nunca me había sentido tan frustrada, pero, es momento de dejar en claro qué es lo que quiero.
No sé qué me espere mi nueva vida allá.
Quizá me espera algo prometedor. Revelador. Algo que me devuelva el alma al cuerpo.
—Te amo Kristinne, las puertas de esta casa estarán abiertas cuando quieras regresar —me da un beso en la coronilla y le limpio las mejillas empapadas— Sabes que Tim te quiere mucho, él y este nuevo bebé necesitarán de ti, así que —ambas reímos levemente— Espero que vengas a sonsacar al nuevo integrante de la familia con tu hilaridad…
Echando la cabeza hacia atrás, ambas comenzamos a reír.
—Te amo mamá.
Cruzando los dedos internamente, espero que mis anhelos se conviertan realidad.
Yo también quiero mi felices por siempre, y sé que ese final de ensueño no está aquí.
¡Ficha aceptada!
Diamandis.
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