"Un Negocio Arriesgado" - Joe y tu Terminada

Chicas las invito a entrar en mi nueva novela
se llama La apuesta
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espero les guste :D

me enacan el cap,....
que verguenza que todo el mundo sepa donde paso la noche...

siguela....

Capítulo Ocho
Joe estaba solo en una de las salas de espera de la unidad de cuidados intensivos, fumando como un carretero. _____ le acarició con la mirada. Se había puesto un jersey azul y un pantalón negro. Estaba más atractivo que nunca, y ahora sabía qué había debajo de sus ropas. Se ruborizó al recordarlo.
Él levantó la vista y la miró. La joven esperaba que le sonriera o le tendiera la mano, pero no fue así. La miró con expresión atormentada, y lo único que ______ consiguió leer en sus ojos fue remordimiento.
Se acercó a él con paso lento, intentando no parecer demasiado deprimida al verle en ese estado. Se sentó a su lado. Por nada del mundo le permitiría saber cuánto deseaba que lo de la noche anterior fuese sólo un principio. Ahora se daba cuenta deque había sido una debilidad momentánea por su parte, provocada por un exceso de alcohol, demasiadas preocupaciones y su propio abandono. No pensaria en ello. No era el momento oportuno.
—¿Alguna noticia? —preguntó en voz baja.
—Se trata de una intervención muy larga. Durará varias horas. —la miró con gesto interrogante. Estuvo a punto de decirle algo, se contuvo y se encogió de hombros—. Llegué en el momento que entraba en el quirófano. Estaba despierta y ansiosa de que todo empezara. Me pidió que te dijera que no se te ocurriera buscar otro trabajo. No está dispuesta a morir y dejarte desamparada
_____ rió y sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas. Aquella actitud era típica de la indomable anciana. Bajó la vista y se contempló las manos.
—Aun, creo que debo disculparme por haberte seducido —le dijo entre dientes.
—Fui yo quien se ofreció —le recordó—. Tenía que haber una primera vez, ¿No crees? —añadió con tono evasivo—. Después de todo, ya tengo veintiocho años. Podría ser la primera y la última vez.
Buscó sus ojos con la mirada llena de tristeza. Porque sólo había sido una noche y la esperaban cientos de ellas sin él a su lado.
A Joe no le tranquilizaron sus palabras y había una expresión de disgusto en su cara.
—Ya está hecho —le dijo ella cruzando las piernas—. Las lamentaciones no servirían de nada.
La cara de Joe se endureció al oírla decir eso, pero ella había vuelto la vista a otra parte y no advirtió que él había malinterpretado sus palabras.
_____ tenía que apartar la mente de aquel asunto. Miró hacia la puerta de entrada, pero ello solo sirvió para recordarle el motivo por el que se encontraban allí. Ese tipo de operación ya no era tan peligroso como antes, pero Jeannette tenía muchos años. Su situación seria crítica amante varios días- Joe fumaba como un desesperado y ella sabía que lo hacia a causa de los nervios. Nunca hubiera imaginado que podía llegar a aquel estado, pero quizás fuera sólo una máscara, semejante a la que ella se ponía cuando tenía miedo o estaba preocupada. Parecía invencible sin embargo, era evidente que Jeannette era su talón de Aquiles. ¿Qué sería de él si su abuela moría?
Pasaron das horas más y al fin, apareció una enfermera con cara sonriente.
—¿Señor Herrera? —Preguntó y Joe se puso de pie—. Creo que se alegrará de saber que la operación de su abuela ha sido todo un éxito. Ya se le ha quitado el oxigeno y respira regularmente. Pronto la trasladaran a la sala de recuperación. Si está pendiente, la verá pasar.
—Bueno, bueno—comentó Joe riendo suavemente y guiñó un ojo—. Y yo aquí encaneciendo prematuramente.
—Se pondrá bien —le aseguró la enfermera.
—Gracias—le dijo él.
Cuando la joven se alejó, Joe lanzó un suspiro de alivio. _____ le sonrió, y los ojos se le llenaron de lágrimas de alegría.
—Realmente es tan resistente como un par de botas de combate—señalo con voz entrecortada por el llanto.
—Ya empiezo a creerlo —replicó él.
Minutos más tarde, Jeannette pasó junto a ellos en una camilla. Estaba muy pálida y permanecía inmóvil, pero gracias a Dios estaba viva.
El médico iba a su lado. Se detuvo y llamó a Joe para explicarle cómo había ido todo.
—Dice el médico que tendrán que pasar setenta y dos horas antes de que pueda estar seguro de que todo va bien —informó a ______, tendiéndole una mano para ayudarla a ponerse de pie—. Pero la intervención ha sido todo un éxito y ella está respondiendo a la perfección. El médico parece optimista.
—Ahora ella querrá aprender a jugar al tenis —le dijo _____ con una ligera sonrisa. La oí murmurar algo acerca de eso hace unos días.
—¡Dios mío!—exclamó él en una carcajada. Sólo te pido que te abstengas de darle aliento.
—No seas aguafiestas —se burló ella— ¡Le regalaré una raqueta!
—¿Qué te parece si comemos algo? —pregunto él—. Creo que me sentaría muy bien un sándwich. ¿Me acompañas?
—Por supuesto.
Pero si _____ esperaba que pudieran hablar, estaba muy equivocada. Joe se obstinó en no tocar temas personales. Habló de política, de un sinfín de temas de actualidad, incluso de su proyecto en Sudamérica. _____ advirtió que lo ocurrido la noche anterior le incomodaba. Quizá temiera que ella quisiera un compromiso. Pero ella le demostraría lo contrario. El que hubiera cometido un error una vez no significaba nada. Podía mostrarse tan indiferente respecto al asunto como él, por lo que sonrió y charló con él con naturalidad, aunque su corazón estaba destrozado.
Más tarde, cuando Jeannette fue trasladada a la sala de recuperación se permitió que los dos la visitaran. La anciana no pronuncio palabra, debía de estar aún bajo los efectos de la anestesia. A su alrededor había otros pacientes inconscientes y médicos y enfermeras pasaban a su lado haciendo miles de comprobaciones.
Joe cogió la mano frágil y pálida de su abuela entre las suyas.
—Vas muy bien, abuela, mantente firme, sólo te pido eso. No recibió respuesta pero _____ estaba segura de que Jeannette le había oído y comprendido.
Ya había oscurecido cuando al fin salieron del hospital, después de que _____ consiguiera convencer a Joe de que poco o nada podía hacer ya allí y de que podría ser localizado inmediatamente en caso de urgencia. Aceptó que ______ le preparara algo de cenar y se metió en su despacho a trabajar
—Tengo muchas cosas pendientes —dijo tranquilo. No tienes que cerrar tu puerta con llave, si te preocupa eso.
Parpadeando _____ se enfrentó a su mirada.
—Lo de anoche fue algo pasajero —le dijo cortante—. Tú necesitabas algo y yo también. Estamos en paz.
—Tienes razón, respondió con un tono burlón—. Pero me alegro de que te entregaras a mí, sin importar las razones que tuvieras. Me ayudó a pasar una noche terrible —se sacó las manos de los bolsillos y encendió un cigarrillo. Esta noche me limitare a beber. Es más seguro.
_____ quería abofetearle, pero dadas las circunstancias, sería un acto demasiado cruel. Se dio la vuelta para marcharte.
—Entonces me iré a dormir. ¿Me despertarás si sabes algo?—preguntó al recordar el estado en que se encontraba Jeannette.
—Por supuesto. Buenas noches, ______.
—Buenas noches.
______ se puso su camisón de algodón y se metió en cama. Apagó la luz y recordó la noche anterior, lo cual hizo que su cuerpo ardiera de pasión. Dio vueltas en la cama durante un tiempo que le pareció eterno.
Hizo cuanto pudo por relajase y poder dormir, pero no tuvo éxito. Miró el reloj que había dejado en la mesita de noche y vio que eran las dos de la mañana. Con un suspiro, dirigió la mirada hacia la ventana para contemplar la luna. Se preguntó cómo estaría Jeannette y si el amanecer les traería alegría o tristeza, la enorme casa parecía vacía sin su dueña. Joe lo estaría pasando peor. Quizá estuviera concentrado en su trabajo. Eso le mantendría ocupado. Tenía razón; el acostarse juntos era muy arriesgado y debería estarle agradecida por su consideración. Sólo pedía que su cuerpo no estuviese tan atormentado. Hasta un día antes, nunca había conocido la pasión. Pero era evidente que la pasión causaba adicción, porque ya casi había amanecido cuando al fin pudo dormirse.
A la mañana siguiente, Joe se marchó al hospital para permanecer en la sala de espera hasta que pudiera ver a su abuela
—Creo que será mejor que regreses a tu apartamento —le dijo mientras desayunaban, con expresión cansada—. Ya puedo hacerme cargo de todo.
—¿Es que estás preocupado por las habladurías de la gente?—le dijo ella disgustada.
—No es mi reputación la que me preocupa —replicó él con una mirada penetrante. Tu generosidad va a meterte en problemas uno de estos días, das demasiado de ti misma.
—Ésta es la primera vez que alguien me acusa de eso —respondió ella con amargura
—No me mentiste la otra noche, ¿verdad? —preguntó él de pronto con mirada especulativa— ¿No hay ninguna posibilidad de que te hayas quedado embarazada?
—Por supuesto que no —le mintió con firmeza, sintiéndose mal porque ella ya había pensado en lo mismo.
Ni ella ni él habían tomado ninguna precaución. En aquel momento había pensado que bien valía la pena correr el riesgo, pero ahora ya no pensaba lo mismo. Se sintió culpable, avergonzada y vacía. Además, no sabía cómo iba a vivir.
—Si… cuando la abuela vuelva a casa —él cambió de tema—. ¿Te gustaría hacerte cargo de ella?
—No soy enfermera —respondió ella...
—Lo sé, pero fuiste ayudante de enfermera. Puedes hacerte cargo de ella. Ella te quiere mucho.
—Déjame pensarlo, por favor
—Por supuesto. Debo marcharme —le dijo después de mirar su reloj—. Te veré después.
—Espero que todo salga bien —concluyó ella en voz baja.
—Yo también —respondió cansado, y toda su preocupación se reflejó por un instante en sus ojos.
Se marchó sin decir una palabra más.
______ volvió a su apartamento, pero tomó la costumbre de acudir al hospital a diario, para estar allí mientras Joe se hacía cargo de asuntos urgentes que habían empezado a acumularse en su despacho. Dos días más tarde, Jeannette ya había abierto los ojos, y estaba sentada en su camilla. Al tercer día ya estaba lista para ser trasladada a una habitación privada en el pabellón de cardiología.
—Es usted una persona muy fuerte —le dijo _____ sonriente mientras la ayudaba a tomar un zumo.
Joe se encontraba en su despacho.
—Te lo dije, ¿no es así? —respondió Jeannette muy satisfecha de sí misma. Quiso herir, pero se llevó una mano al pecho.
El hueso pectoral había tenido que ser separado y el médico la había dicho que tendrían que pasar por lo menos seis semanas antes de que soldase, quizá más. Si su mejoría continuaba, podría volver a casa el viernes siguiente. Pero tendría que guardar reposo absoluto durante un largo periodo.
—Gracias a Dios que cuento contigo, querida —comentó la anciana con sinceridad.
_____ trató de sonreír, pensando en cuánto deseaba poder marchase de la casa para no tener que ver a Joe todos los días después de lo ocurrido entre ellos. Pero se sentía atrapada. ¿Cómo podía dejar a Jeannette?
—¿Estaba Joe muy preocupado? —preguntó la anciana, todavía muy pálida.
—Así es —respondió ella—. Primero pensó que era invencible. Pero se derrumbó al verla en ese estado. Creía que iba a perderla Todos estábamos muy preocupados y—añadió con una sonrisa—. Baxter en especial. Teníamos que llamarle todas las noches. Carolyn mantiene todo en orden y la señora Reed ya ha sido advertida de que no debe darle ningún alimento con mucha grasa por mucho que se lo pida.
Jeannette miró furiosa a su secretaria.
—¡Esa es una maniobra muy sucia!
—Pero de ella depende su salud —fue su respuesta—. Órdenes del doctor. Quiere vivir muchos años, ¿no es así? —bromeó.
—Bueno… si puedo seguir con el break dance y jugar al tenis, ¿por qué no? —murmuro la anciana de mal humor.
—Yo le compraré la raqueta. Se lo prometo.
—Eres una buena chica, comentó Jeannette, dándole una palmada con la mano.
_____ pudo haber reído por su comentario. Si, había sido una buena chica. ¿Pero qué era ahora? la amante rechazada por Joe.
Se había cansado de ella muy pronto, se dijo con amargura. Después de todo, no quería complicaciones en su vida privada. Lo último que necesitaba era una pobre chica provinciana de Georgia que conducía un destartalado Ford. No le ayudaba en nada recordar que había sido ella quien prácticamente se había arrojado en sus brazos.
Había dejado las llaves del Mercedes sobre su escritorio y había vuelto a usar su viejo coche, desafiándole en silencio a que se lo prohibiera. Pero aparentemente él ni se habla fijado ni le importaba. ¿Por qué iba a importarle? Ya había conseguido de ella lo que quería. _____ deseaba confortarle, pero él necesitaba una mujer, según sus propias palabras, y ella había confundido lo que habían compartido con un indicio de cariño. Los hombres no necesitaban querer para hacer el amor a las mujeres. Ella debía haberlo recordado. Nunca debía haber permitido que ocurriese. Todo había sido por culpa suya Los remordimientos eran cada vez mayores. No obstante, su mayor estupidez había sido el no tomar precauciones. ¿Qué haría si estaba embarazada?
Su corazón le dio un vuelco. ¿Qué haría? recordó en ese momento que aquella noche pertenecía a su periodo fértil. Cerró los ojos, murmurando una oración.
—Por favor, Dios, perdóname que arruine la vida de tantas personas.
Sus padres nunca la perdonarían si estaba embarazada. Vivian en una población pequeña en la que todos se enterarían y la vergüenza nunca los abandonaría. Por otra paste, ella trabajaba en Chicago. ¿Cómo podría mantener a un hijo, cuando apenas podía mantenerse ella misma? No podría seguir trabajando con Jeannette, llevando en su seno hijo de Joe.
Se mordió un labio hasta casi hacerse sangrar… No, se dijo con determinación, no tenía sentido asustarse. Miles de mujeres tenían relaciones. Muchas de ellas no se quedaban embarazadas. Quizá hasta fuera estéril. Muchas mujeres lo eran. ¿Por qué preocuparse pues por algo que tal vez nunca llegara a ocurrir? Se pasó una mano por el pelo. La anciana asintió y ella salió en busca de un refresco. Todo saldría bien, se dijo.

Comenten chicas no cuesta nada

me gusto el cap..
ojala la rayis no este embarazada y se le compliquen las cosas...

siguela...

:) me encanto el capi segui pronto

siguela me gusta mucho :)

aranzhitha escribió::) me encanto el capi segui pronto

creo qe eres nueva lectora asi qe bienvenida :D


chicas les subire un cap mas porqe nose si prodre subir mañana ok

Capítulo Nueve
____ permanecía con la señora Jonas durante casi todo el día. Joe iba y venía conforme sus actividades se lo permitían, pero teniendo dos proyectos en las manos, era poco lo que se dejaba ver durante el día. Bromeaba con Jeannette y hacía todo lo posible porque estuviera cómoda, sin embargo, sólo hablaba con _____ cuando era inevitable.
El viernes en el que el Rolls fue a recoger a su abuela al hospital, lo cual dio lugar a un gran revuelo entre las enfermeras. Jeannette no quedó conforme hasta que todas tuvieron la oportunidad de subir él para apreciar lo lujoso que era.
Joe acomodó a su abuela en la habitación, en una cama de hospital que había alquilado para su recuperación. Además, había una gran cantidad de ramos de flores que le gustaron mucho a la anciana.
_____ la dejó sola un momento para acompañar a Joe hasta el porche. Ya había empezado el otoño y hacía un calor muy agradable, soplaba una ligera brisa y los pájaros cantaban. _____ recordó los tiempos felices de una semana antes, sin atreverse a mirar a Joe para que él no pudiera ver la tristeza que se reflejaba en sus ojos.
Joe se metió una mano en el bolsillo de su pantalón beige, parecía más moreno y fuerte que nunca, un mechón de pelo negro había caído sobre su frente y sus ojos estaban entornados. _____, por su parte, llevaba un vestido sin mangas y sandalias.
—Voy a estar fuera del país un par de meses. Tengo que ir a Colombia a ver algo del nuevo proyecto. Es demasiado importante como para delegarlo en alguien.
_____ sintió que su corazón se rompía. Vivía sólo para verle, no lo vería más.
—¿Cuándo te marchas?
—El lunes por la mañana. Vuelve a ocupar la habitación de huéspedes. La abuela te necesitará por las noches.
—Lo sé.
Él le levantó la barbilla para mirarla a los ojos.
—Sigue atormentándote, ¿verdad? Todo por tu estricta educación y conciencia puritana. Debí controlarme aquella noche, pero la preocupación me tenía medio loco y estaba algo ebrio. ¿Sigues odiándome?
—Tú no me obligaste—replicó ella—. Estabas preocupado por Jeannette y yo lo sabía.
—Y Tuviste lástima de mí—añadió él con frialdad—. Tu tierno corazón, va a causarte serios problemas uno de estos días.
Como si se hubiese entregado a él sólo por consolarle, se dijo ella sintiéndose miserable. ¿Pero cómo podía negarlo? La única forma de hacerlo seria admitiendo que estaba enamorada de él. Ello significaría su inmediato despido. Si le daba muestras de querer atarse a él, se desharía de ella.
—Lo que creo es que, hasta cierto punto, yo fui la egoísta—comentó ella.
—No sabes cuánto dese... —se interrumpió y miró la hora—. Si no me doy prisa, llegaré tarde. Cuídala. Trataré de volver a tiempo para la cena.
Ella no respondió. Era evidente que él no esperaba que lo hiciera. Subió al Mercedes y se marchó.
Más tarde, _____ le dijo a Jeannette que tenía que ir a su apartamento a recoger su ropa, y se dirigió hacia el garaje para coger su destartalado coche. Para su sorpresa, el viejo Ford ya no estaba allí.
En su lugar se encontraba un coche japonés pequeño, nuevo, con un gran lazo en el techo, había una nota.
______, no discutas. Súbete y condúcelo. Tu Ford ya está en la chatarrería. Considera este regalo como una muestra del agradecimiento por todo lo que has hecho por nosotros. Joe.
_____ gritó y pataleó por su atrevimiento, y pensó en su fiel coche, pero se dio cuenta de que seria inútil. No sabia donde estaba. Con un suspiro, abrió la puerta y subió. Las llaves estaban en su sitio. Olvidando todo por completo, emprendió la marcha.
Esa noche se lanzó al ataque contra Joe en el momento en que este entró en la casa. La señora Jonas ya había cenado y descansaba tranquila, con una campanilla a su lado por si necesitaba algo. Descorazonada, _____ intentaba comerse una ensalada. Eso no es cena —gruñó él. A ver la ensalada.
Arrojó su chaqueta sobre una silla y se sentó en otra. Baxter se asomó por la puerta y volvió a la cocina en busca de un buen trozo de carne para él.
—Sí lo es y quiero que me devuelvas mi coche.
—¿Para qué lo quieres? Seguramente, lo habrán desarmado ya.
—No aceptare ningún regalo de ti —le espetó con ojos que echaban chispas—. ¡No quiero que me pagues por lo de aquella noche!
La expresión de Joe era indescriptible. Parecía que su comentario le habla herido profundamente.
—Ésa no era mi intención —le contestó cortante, mirándola a ojos con intensidad—. Te lo juro, ______.
_____ miró su ensalada. Se sentía realmente mal.
—Agradezco tus buenas intenciones —le dijo después de un rato—, pero no quiero tu ayuda, Joe.
—Podías haberte matado con ese trasto —le espeto—. Cualquier mecánico te diría que he hecho, lo mejor que podía hacer. Muerta no serás de ninguna utilidad para la abuela!
Así que se trataba de eso. Él no estaba preocupado por su bienestar. Sólo se preocupaba por una empleada que le era útil. Debió haberse dado cuenta de ello desde el principio.
Está bien. —Respondió, molesta por haber sido tan ingenua—.Usare el coche nuevo mientras siga trabajando para tu abuela, pero no lo considerare como mío.
—Eres muy terca —gruñó él, en el momento en que Baxter entraba en la estancia.
—¿Quiere café, señor?
—Por favor, Baxter. ¿Ya ha cenado mi abuela?
—Si, señor. Ha cenado bien y ya está dormida.
—Está bien —tercio _____—. He ido a vera para asegurarme.
Baxter llevó a cafetera y _____ levantó su taza para que le sirviera. Joe y ella terminaron de cenar en silencio.
—¿No piensas cambiar de opinión acerca del coche? — preguntó él con voz baja.
—No.
—Estoy en deuda contigo por todo lo que has hecho —insistió.
—Me quieres regalar un coche; ¿qué es lo que normalmente regalas a tus mujeres de una noche? —preguntó con fingida inocencia.
La reacción que obtuvo fue asombrosa. Joe dejó su taza con tal fuerza sobre la mesa que la rompió, la miró furioso y salió del comedor sin decir palabra
Baxter entró al oír el ruido y abrió la boca sorprendido al ver la taza rota. _____ no podía hablar. Las lágrimas le impedían hacerlo. Empezaron a fluir mientras trataba de dar un sorbo al café. Baxter era demasiado educado cómo para hacer preguntas, pero le dirigió una mirada de compasión mientras recogía los restos de la fina porcelana para llevarlos a la cocina. Ella no pudo levantar la vista. El llanto le impedía ver.
Se fue directamente a su habitación cuando terminó su café, allí permaneció encerrada. Dado que Joe se encontraba en casa, él podía hacerse cargo de su abuela si ella necesitaba algo. Se echó en la cama y dejó que las lágrimas fluyeran con libertad. Así dio salida a la tensión a la que había estado sometida durante la última semana, a causa de un amor descubierto en el momento en que ya lo había perdido. Lloró por su estupidez y las posibles consecuencias que podrían arruinar su vida entera. Ante todo lloró porque se sentía herida. Parecía que Joe la evitaba.
Esa opinión se fortaleció en los días siguientes. El sábado y el domingo fueron terribles, ya que Joe permaneció en casa todo el día. El tratar de que su abuela no advirtiera la tensión que existía entre ellos fue tan difícil como el evitar a Joe. Pero _____ lo consiguió. Así era mejor, seguía diciéndose. _____ ya no la quería. Ahora no era para él más que un estorbo, alguien que sólo le causaba remordimientos.
Cuando el lunes por la mañana anuncio al fin que se marchaba Colombia. _____ no sabía si llorar de tristeza, o de alivio. Joe se despidió de su abuela. _____ estaba en esos momentos, junto a la cama de la enferma.
—Puedo ser localizado en el Sheraton de Bogotá en caso de una urgencia —.informó a las dos mujeres—. Allí siempre sabrán dónde estoy cuando salga.
_____ asintió sin pronunciar palabra, «Por favor, Dios mío, no permitas que empiece a llorar”, suplicó. «No le permitas que vea cuánto daño me ha hecho». Se cogió las manos para evitar que le temblaran y se obligó a sonreír a pesar de que lo único que deseaba era llorar.
—Que tengas buen viaje —le deseó. Joe la miró a los ojos y ella advirtió en los suyos algo nuevo.
La mirada de él la recorrió de la cabeza a los pies y se detuvo un instante en su boca.
—Cuida de la abuela y de ti misma — añadió con un tono diferente.
—Tú también —respondió ella con una sonrisa, hay Serpientes en la jungla; las normales y las de dos piernas. Cuídate.
—Ve con cuidado con los traficantes de droga, querido —le advirtió Jeannette con expresión preocupada—. Los hay en todas partes, pero allí abundan. No te expongas a ningún riesgo.
—Descuida —dijo Joe riendo- Se inclinó y le dio un beso — No vuelvas a hacernos esto —le indicó.
—Descuida —repitió la ancianita—. _____ me cuidará bien. No te preocupes. Llámanos una vez por semana para que sepamos de ti.
—Lo haré —volvió sus ojos hacia _____ y le dijo —. Acompáñame _____.
—Preferiría despedirme aquí si no te importa —le comento con un titubeo desacostumbrado en ella y con una débil sonrisa.
—Si me importa —replicó él—. Vamos.
Con una mirada de desesperación hacia Jeannette, que observaba el juego verbal con curiosidad, _____ se puso de pie y le siguió al pasillo. Joe dijo algo a Jeannette y cerró la puerta.
_____ anduvo a su lado hasta la entrada. Cuando llegaron al primer escalón del porche se detuvo.
—¿Y bien? —preguntó con frialdad.
A esa distancia, la joven le parecía aún más fuerte. Percibió el aroma de su loción y sintió su respiración en su cara. Le odió por las sensaciones que despertaba en su cuerpo y en su mente.
—No puedo irme sabiendo que me odias —le dijo él eligiendo cuidadosamente cada una de sus palabras—. Perdóname por mi reacción de la otra noche.
—No te preocupes. Ya lo he olvidado —le respondió por fin.
—No es verdad, gruñó él, acariciándole la barbilla y los labios con el pulgar—. Quiero que sepas que no te considero como la aventura de una noche. Nunca pensé en ello de esa forma. Lo hace parecer como algo sucio, y no lo es.
_____ quería preguntarle por qué le molestaba, pero se detuvo.
—No ha tenido consecuencias — le indicó, encogiéndose de hombros—. Además, ya ha terminado todo.
—¿De verdad crees eso? —Sus ojos se endurecieron un poco y contuvo la respiración— Despídete de mi de la forma apropiada.
La cogió por la cintura y la acercó a él. Se inclinó y empezó a besarla, pero el instinto de conservación de _____ estaba despierto. Se apartó de él con violencia, temiendo dejarse llevar si aquellos firmes y cálidos labios se apoderaban de los suyos.
La expresión de Joe la sorprendió. Vio asombro y un súbito tormento en sus ojos antes de dejar caer su mano. La miró fijamente, con mirada acusadora, como si le hubiese herido profundamente.
—No lo hagas —murmuro ella en voz baja, con los ojos muy abiertos.
—¿Por qué no? —preguntó.
—No necesito ser compadecida —le dijo, sintiéndose miserable—. Ni tampoco tienes por qué sentirte culpable por lo ocurrido. Los dos sabemos que ya has conseguido de mi lo que querías. Soy un desecho, como mi coche —levantó la mirada. A no ser tu abuela, supongo que ya te habrías desecho de mi hace varios dias.
Joe se estremeció y su mirada se endureció.
—Está bien, ______. Eres muy dueña de tener tus propias opiniones, por equivocadas que estén. Tendrás tiempo suficiente para pensar en ello mientras éste fuera. Quizá mi ausencia consiga lo que yo no he podido.
Su mirada la buscó con tal intensidad que hizo que el corazón _____ diese un vuelco. Luego, se alejó, sin decir una palabra más ni volverse. Metió su maletín en el coche, se sentó al volante.
Ni siquiera se despidió. _____ permaneció en los escalones, lloró al verle partir. Las lágrimas corrieron por sus mejillas, brillando bajo la luz del sol.
—Adiós Joe —murmuro.
Tardó varios minutos en volver al lado de Jeannette. La anciana le brindó una sonrisa triste al verla entrar en su habitación.
—Ahora dime cuál es el motivo de tu discusión con Joe —le dijo.
—Me ha regalado un coche —replicó _____—. Más bien, ha intentado regalarme un coche —se corrigió.
—Ah, entonces se trata de eso —comentó la mujer con un gesto.
—No quiero su caridad. Usted me gusta. Estoy aquí porque quiero, no porque quiera ser consentida.
—Eres independiente y orgullosa, _____ —señalo Jeannette—. Y me gustas, yo también soy independiente y orgullosa. Aborrezco que me atiendan y me cuiden.
—A mi no me importa cuidar de usted —comentó _____ sonriendo—. Así que no me haga sentir como su carcelera. Póngase bien, mi querida señora, y yo la ayudaré a escapar de su carcelero.
—¡Perfecto!—exclamó la anciana feliz. Parpadeó y bostezó—. Estoy muy cansada. Joe parecía estar peor que yo. ¿Estaba muy preocupado por mí?
—Demasiado —contesto ______. Se sentó a su lado en la cama—. La quiere muchísimo.
—Si, yo también le quiero mucho. Siento que esto le haya afectado tanto. Me preocupa, _____. ¿Qué va ser de él cuando muera?—preguntó en voz baja. No puedo vivir siempre. Ya no tengo ninguna ilusión. Joe nunca se casara. Nunca tendré biznietos —la cara de la señora pareció envejecer por la tristeza— Estamos al final del camino. La familia terminara con él —suspiro con amargura— Oh, _____, se quedará tan solo —Me duele tener que morir dejándole así —la anciana la miro con intensidad—. _____ ¿has pensado alguna vez en él como hombre?
_____ tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para no dejarse llevar, le dirigió una sonrisa-
— De vez en cuando —confeso con cierto interés—. Es muy atractivo.
—He observado que él te nota mucho —dijo Jeannette con un tono inesperado. Constantemente. Me gustaría que sintieras algo por él porque creo que él siente algo por ti.
_____ luchó por no ruborizarse. Por supuesto que si. Él se había acostado con ella y recordaba lo maravilloso que había sido.
Pero, no estaba dispuesto a pasar el resto de su vida con ella. Sólo se sentía culpable.
-¿De verdad cree usted eso? — preguntó _____, pero no pudo mirarla a los ojos,
—Joe ha pasado la mayor parte de su vida solo—comentó. Acomodó su cabeza en la almohada—. Incluso siendo niño. Nunca tuvo amigos. Más tarde, se alistó en el ejército y estuvo en Vietnam. Al volver había experimentado un cambio radical. Bebió mucho durante un año y estuvo a punto de convertirse en un alcohólico, hasta que le convencí de que buscara ayuda. Dejo la bebida y no ha vuelto a tocarla, excepto algún trago de vez en cuando. Luego, las mujeres, una diferente cada noche hasta que llegó Connie. Sus padres murieron y él sabía que Jackie era mi favorito, cuando Jackie murió, empecé a dedicar mi atención a Joe.
Está acostumbrado a un amor de segunda mano, _____. Supongo que cuando Connie le traicionó, él pensó que era su última oportunidad. Se ha encerrado demasiado en si mismo este último tiempo. Y yo tengo culpa de ello,
—No diga eso, exclamó _____. Yo he estado luchando por arrojarte en brazos de Joe. Eres una persona muy dulce, _____. Das demasiado de ti misma. Joe necesita a alguien como tú que le dé sentido a su vida. Si se fijase en ti…
Ya lo había hecho, pero _____ no podía decirlo.
—Quizás cuando vuelva de Bogotá, las cosas hayan cambiado—murmuro Jeannette pensativa. Sus palabras resultaban proféticas. Pasaron semanas enteras en que _____ no dejó de adelgazar y sentirse cada día más débil, a la sexta semana sin de desayunar adquirió la certeza de que sus temores estaban fundamentados. Las pruebas que le fueron practicadas en una clínica lo confirmaron. Estaba embarazada.


Chicas ya casi termina la nove las qiero :D

ohhhhh
la rayis esta embarazada.,....

siguela...
siguela..
ya quiero saber como se pondra joe cuando se entere...
siguela....

sube otro plis para poder dormir feliz :)

aHHH VOLVI ESTA PERDIDDAAA!!!
Diossss ENBARAZADA???????????????

Ahhh que emocion!!
Siguelaaa
Me ENCANTA ESTA NOVE!!

Besoss att: tu siempre fiel lectora!

siguela...

Aaaaaaaww no no no...
Ya... perdon, de verdad yo... no pude pasarme antes!! Lo sientoo
Pero ya estoy aquii!! :lol:
Como qe se va a acabar! NO quiero qe se acabe!! :(
Esta emabrazadaaa!! waaa *-*
Me perdi como 3 capitulos u.u
Asi qe vas a tener qe aceptar mis cometarios atrasados! xdd
Estuvieron juntoss!! waaaa qe geniall... aunqe no entiendo porqe le mintio con eso de qe se estaba cuidando!... por qe hizo eso!? xD
Qe bueno qe la abuela ya esta mejor, pobre Joe... estaba tan mal :sad:
El la ama? El tiene qe amarla cierto? Y porqe dijo: "Quizá mi ausencia consiga lo que yo no he podido." Qe se supone qe no ha conseguido!?
Es tan tono, como no se da cuentaa qe lo amaa!! aaaww
Estos hombres... NO se puede qedar solo para siempree!!...
Y van a tener un hijo, se lo va a decir?
Yo creo qe se va a enojar... a menos qe velva y diga qe la ama y todos felices
Pero no creo... seria genial, pero Joe no parece ser asi xD
Entonces, resumiendo; TIENES QE SEGUIRLA!
Para responder mis preguntas obvio!
Y auqne no quiero qe acabe... creo qe es peor qe no la sigas!
Porqe amo esta novee!! *-*
Y si nose qe mas sigue.... no se me imagina qe me puede pasar :¬w¬: xdd
SIGUELAAAAA!!

Wow... qe enorme mi comentaio! wsajksjaksa xdd
Puedes subir un cap por un comentario como ese ?
Yaaa? por faaaa!!
Sigueeeee!! c:

siguela...