Laughing Out Loud.

Capítulo 04

i like the summer rain, i like the sounds you make, we put the world away, we get so disconnected.

— ¿Ari? ¿¡Arielle!? —escucho que alguien me grita, quito la vista de esa persona interesante que estaba viendo y miro a mi amiga Constance.
— ¿Eh? ¿Qué paso? —lo tengo que admitir, estaba viendo a ese chico con el pelo de colores raros. ¿Cómo era que se llamaba? ¿Agustin? ¿August? No, no tiene nombre de mes... ¡Ya se! ¡Augustus! He descubierto su nombre por las repetidas veces que he escuchado como sus amigos le gritan. No he podido quitar mi mirada de él, simplemente es alguien ¿interesante? y no lo digo solo por su pelo. No quiero contarle a nadie sobre mi pequeño crush hacia el... ¿Qué digo? Yo no tengo un crush en el. Dios mío Arielle, deja de pelearte con tu subconsciente.
— Soy un poco torpe pero te conozco demasiado bien para que te hagas la que no sabes. He visto como miras al hermano de Ava Penz.

Me quedo callada, lentamente siento como mis mejillas se calientan y suelto una risa demasiado nerviosa. No soy la mejor disimulando las cosas y es algo que realmente odio de mi misma. Constance es la persona que más me conoce en toda la preparatoria y es demasiado difícil disimular frente a ella, enserio que lo es. No tengo otra opción que contarle la verdad. Miro a toda la gente que está a mí alrededor y trato de buscar las palabras perfectas para explicarle todo.

— Cons..., yo creo que tengo un crush en Augustus Penz —cierro mis ojos inmediatamente, asustada de su reacción. Lo único que escucho es su contagiosa risa, abro los ojos y me encuentro con una Constance saltando por todos lados. Me pongo realmente nerviosa cuando hablo sobre el amor, de lo que además, no tengo nada de experiencia así que solo muerdo mi labio y me escondo con mis propios brazos.
— ¿Por qué tan desanimada Ari? ¡Si eso es realmente genial! ¡Tenemos que celebrar esto! ¿Sabes lo difícil que es encontrar a una Arielle enamorada? Creces tan rápido —me agarro por los brazos y comenzó a saltar de nuevo.



Camino con una sonrisa en la cara hacia mi siguiente clase, me gusta estar de buen humor y darles un poco de felicidad a los demás ¿Sabían que si sonríes al levantarte, tu humor florece? Saludo a cada persona que pasa frente a mí hasta que llega ella, mi enemiga, Callan. Nos paramos una frente a la otra y nos dirigimos miradas fulminantes, a decir verdad es algo que hacemos casi todos los días en la preparatoria...no la odio, simplemente...es una relación rara. Como Tom y Jerry, muchas veces siento que yo soy Jerry y ella Tom o muchas veces puede ser al revés, depende mucho de la situación en la que estemos. Veo como me enseña el dedo de en medio y me le quedo viendo como si estuviera loca. ¡Sabe perfectamente que yo no puedo hacer esa seña! Trato de pensar en algo que hacer y lo único en lo que pude pensar fue lanzarle una bolita de papel, eres patética Arielle. Al parecer se enojó por mi acción y cuando estaba a punto de acercarse a mí, una mano la detiene. Lo primero que veo de esa persona es su color de pelo raro ¡Es Augustus! ¿Ahora qué hago? Mis manos comenzaron a sudar y no pude pensar en otra cosa que no fuera él. ¿Acaso es novio de Callan? Mil preguntas se formaron en mi cabeza y simplemente salí corriendo: 1) Por que no podía seguir en esa situación y 2) Porque ya voy tarde a clase. Entro algo aliviada a mi clase de Matemáticas y veo a Carter indicándome que me siente a su lado, la salude con una brillante sonrisa y ella hizo lo mismo. Soy buena en las matemáticas y a decir verdad, las disfruto mucho ¡Son lo mejor! Muchas veces he ayudado a Carter a estudiar pero siempre terminamos haciendo otras cosas porque ella no quiere, ay Carter.




Hoy no he amanecido de buenas, tengo hambre, sueño y nada de ganas de estar en esta pocilga a lo que le llamamos escuela. Y las bromas de Ava sobre mi cabello no me ayudan mucho.

— Awww, hermanito ¿no amaneciste de buenas? ¡Tu pelo tampoco! —comenzó a reírse como una maniática y me le quede viendo raro ¿y a esta que le pasa? Anda de simple, estoy segura. — No ya, lo siento... ¡Helado de múltiples sabores! —ahí va su risa de nuevo. Amo a Ava pero a veces está en un modo raro que me da miedo. Callan, nuestra prima paso a lado de nosotros y me susurro un "—¿Qué diablos le pasa?—" a lo que yo le respondí "—Dejo de estar en sus días—" y simplemente la deje atrás. Les prometo que si una persona más llega y me hace una broma...le partiré la...

— ¡Gus, gus, gus, gus, guuuuuuus! —escuche como una voz me hablaba, volteo lentamente y veo a Cassidy, lo que me faltaba. Lo ignore y seguí mi camino, no tenía tiempo para las bromas y el buen humor de Cass. — ¡Hey! Te estoy hablando, es de mala educación ignorar a los demás.
— ¿Crees que me importa Cass? No estoy de buen humor...
— Uy, pero te aseguro que esa pelirroja de ojos bonitos si te pone de buen humor ¿no? vi lo que hiciste hace ratito, ya sabes, parar a la fiera de Callan que estaba por hacerle algo —pare en seco. Ni si quiera me acuerdo por que hice eso...era para parar a Callan ¿no? No lo estaba haciendo para defender a Arielle ¿no? Ugh, ser Augustus Penz no es un trabajo fácil.
— Si bueno, no lo he hecho por ella...ahora vámonos, que quedamos con los demás chicos.
— A veces pienso que estas en tus días ¿sabes? Estas de mal humor y así es como están las mujeres —lo fulmine con la mirada pero no pude evitar soltar una carcajada con su comentario, muchas veces me daban ganas de golpearlo pero es inevitable no amarlo.
— Ay Cassidy, Cassidy, Cassidy, te quiero mucho.

Me dedico una pequeña sonrisa y caminamos hacia los demás chicos, no sabría decir si somos una pandilla o un grupo de chicos raros...pero prefiero quedarme con la segunda opción. No se los demuestro pero amo a estos chicos con toda mi vida y si algo les pasara creo que probablemente me moriría, o si alguien se atreve a meterse con ellos, ahí no respondo. No estaba prestando atención a nada de lo que estaban diciendo los chicos, estoy viendo como sus bocas se mueven lentamente pero nada me entra por los oídos, he estado distraído últimamente y creo que la razón es Arielle. Cada vez que la veo siento una inmensa necesidad de cuidarla y decirle que todo estará bien, de darle besos en la cabeza y de acurrucarme con ella. ¡Qué cosas dices Augustus! Necesito recapacitar, no la conozco del todo bien pero me llegan esas imágenes a la cabeza y no puedo parar los latidos de mi corazón. No quiero que ella me guste, no por Arielle, si no por mí. Soy alguien muy raro y ¿quién diablos quisiera salir conmigo?