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Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
Hey aunque nadie comente :lloro: :misery: voy a seguir subiendo esta adaptacion
vicj directioner
Re: Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
Ooo como.lo siento en verdad es que el liceo se avuelto un caos ay muchos problemas con eso por eso no he tenido tiempo para leer y comentar pero ya me puse al diaaa ;) aaa esta muy buena te a pueso que los dejo con la voca vierta cuando tiro la flecha a la manzana jijiiji ;)
tambien te tenia una pregunta en verdad como se llaman los personajes del libro ?????
Bueno es solo eso espero el proximo capitulo con ansiaaaa aaa si es muy buena jijii ;)
Chauu siguela prontooooo
tambien te tenia una pregunta en verdad como se llaman los personajes del libro ?????
Bueno es solo eso espero el proximo capitulo con ansiaaaa aaa si es muy buena jijii ;)
Chauu siguela prontooooo
happy*eva
Re: Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
CAPITULO 8 PRIMERA PARTE
De camino al ascensor, me coloco el arco en un hombro y el carcaj en el otro. Después aparto a los avox boquiabiertos que protegen los ascensores y le doy al botón número doce con el puño. Las puertas se cierran y salgo disparada hacia arriba. Consigo llegar a mi planta antes de que las lágrimas empiecen a bajarme por las mejillas. Oigo que los demás me llaman desde el salón, pero salgo corriendo por el vestíbulo hasta llegar a mi cuarto, cierro con pestillo y me tiro en la cama. Ahí es cuando empiezo a llorar de verdad.
¡Lo he hecho! ¡Lo he echado todo a perder! Cualquier rastro de oportunidad que tuviera se desvaneció al disparar esa flecha a los Vigilantes. ¿Qué me harán ahora? ¿Detenerme? ¿Ejecutarme? ¿Cortarme la lengua y convertirme en un avox para que pueda servir a los futuros tributos de Panem? ¿En qué estaba pensando? Por supuesto, no estaba pensando, disparé a la manzana por la rabia que me daba que no me hiciesen caso. No intentaba matarlos. ¡De haberlo intentado, ya estarían muertos!
Bueno, ¿qué más da? De todos modos, no iba a ganar los juegos, así que ¿qué importa lo que me hagan? Lo que de verdad me asusta es lo que puedan hacerles a mi madre y a Prim, lo que pueda sufrir mi familia por culpa de mi imprudencia. ¿Les quitarán lo poco que tienen o enviarán a mi madre a la cárcel y a Prim al orfanato? ¿Las matarán? No las matarán, ¿verdad? ¿Por qué no? ¿Qué más les da a ellos?
Tendría que haberme quedado para disculparme, o para reírme, como si hubiese sido una broma, quizás eso los habría vuelto más indulgentes. Sin embargo, en vez de eso, voy y salgo de allí corriendo de la forma más irrespetuosa posible.
Zayn y Effie están llamando a la puerta; les grito que se vayan y, al cabo de un rato, lo hacen. Tardo al menos una hora en llorar todo lo que puedo; después me quedo hecha un ovillo en la cama, acariciando las sábanas de seda, viendo cómo se pone el sol sobre la artificial silueta de caramelo del Capitolio.
Al principio creo que vendrán a detenerme de un momento a otro, pero, conforme pasa el tiempo y la cosa parece menos probable, me calmo. Siguen necesitando a los dos tributos del Distrito 12, ¿no? Si los Vigilantes quieren castigarme, pueden hacerlo en público, esperar a que esté en el estadio y así lanzarme animales salvajes hambrientos. Se asegurarán de que no tenga arco y flechas para defenderme.
Sin embargo, antes me darán una puntuación tan baja que nadie en su sano juicio querrá patrocinarme. Eso es lo que pasará esta noche. Como los telespectadores no pueden ver el entrenamiento, los Vigilantes anuncian la clasificación de cada jugador, lo que le da a la audiencia un punto de partida para las apuestas que continuarán durante todos los juegos. El número, una cifra entre uno y doce, donde el uno es rematadamente malo y el doce inalcanzablemente bueno, representa lo prometedor que es el tributo. La nota no garantiza quién ganará, no es más que una indicación del potencial que ha demostrado el tributo en el entrenamiento. Debido a las variables del campo de batalla real, los tributos con puntuación más alta suelen caer casi de inmediato y, hace unos años, el chico que ganó los juegos sólo recibió un tres. En cualquier caso, la clasificación puede ayudar o perjudicar a un tributo en la búsqueda de patrocinadores. Yo esperaba que mis habilidades con el arco me dieran un seis o un siete, aunque no tenga mucha fuerza física, pero ahora estoy segura de que tendré la nota más baja de los veinticuatro. Si nadie me patrocina, mis posibilidades de seguir viva se reducirán casi a cero.
Cuando Effie llama a la puerta para la cena, decido que será mejor ir. Esta noche televisarán el resultado de las puntuaciones y no puedo
esconderme para siempre. Voy al baño y me lavo la cara, aunque sigue roja y moteada.
Todos me esperan a la mesa, incluso Cinna y Portia; ojalá no hubiesen aparecido los estilistas porque, por algún motivo, no me gusta la idea de decepcionarlos. Es como si hubiese tirado a la basura sin pensarlo el gran trabajo que hicieron en la ceremonia inaugural. Evito mirar a los demás a los ojos mientras me tomo a cucharaditas la sopa de pescado; está salada, como mis lágrimas.
Los adultos empiezan a chismorrear sobre el tiempo y yo dejo que Niall me mire a los ojos. Él arquea las cejas, como si preguntara: «¿Qué ha pasado?». Me limito a sacudir la cabeza rápidamente. Después, cuando llega el segundo plato, oigo decir a Zayn:
--Ya, basta de hablar. ¿Lo han hecho muy mal hoy?
--Creo que da igual --responde Niall--. Cuando aparecí, nadie se molestó en mirarme; estaban cantando una canción de borrachos, creo. Así que me dediqué a lanzar algunos objetos pesados hasta que me dijeron que podía irme.
Eso me hace sentir mejor; Niall no ha atacado a los Vigilantes, pero al menos a él también lo provocaron.
--¿Y tú, preciosa? --me pregunta Zayn.
Por algún motivo, oír que me llama preciosa me molesta lo suficiente para ser capaz de hablar.
--Les lancé una flecha.
--¿Que qué? --exclama Effie, y el horror que se refleja en su voz confirma mis peores temores. Todos dejan de comer.
--Les lancé una flecha. Bueno, no a ellos, en realidad, sino hacia ellos. Fue como dice Niall: no me hacían caso mientras disparaba y... perdí la cabeza, ¡así que apunté a la manzana que tenía en la boca su estúpido cerdo asado! --exclamo, desafiante.
--¿Y qué dijeron? --pregunta Cinna, con cautela.
--Nada. Bueno, no lo sé, me fui después de eso.
--¿Sin que te diesen permiso? --pregunta Effie, pasmada.
--Me lo di yo misma --respondo.
Recuerdo que le prometí a Prim hacer todo lo posible por ganar, y me siento como si me hubiesen tirado encima una tonelada de carbón.
--En fin, ya está hecho --concluye Zayn, untándose con mantequilla un panecillo.
--¿Crees que me detendrán? --pregunto.
--Lo dudo. A estas alturas sería un problema sustituirte.
--¿Y mi familia? ¿Los castigarán?
--No creo. No tendría mucho sentido. Tendrían que desvelar lo sucedido en el Centro de Entrenamiento para que tuviese algún efecto en la población, la gente tendría que saber lo que hiciste; pero no pueden, porque es secreto, así que sería un esfuerzo inútil. Lo más probable es que te hagan la vida imposible en el estadio.
--Bueno, eso ya nos lo han prometido de todos modos --dice Niall.
--Cierto --corrobora Zayn, y me doy cuenta de que ha pasado lo imposible: están intentando animarme. Zayn coge una chuleta de cerdo con los dedos, lo que hace que Effie frunza el ceño, y la moja en el vino. Después arranca un trozo de carne y empieza a reírse--. ¿Qué cara pusieron?
--De pasmados --respondo, empezando a sonreír--. Aterrados. Eeeh..., ridículos, al menos algunos. --Una imagen me viene a la cabeza--. Un hombre tropezó al retroceder de espaldas y se cayó en una ponchera.
Zayn se ríe a carcajadas y todos lo imitamos, excepto Effie, aunque está reprimiendo una sonrisa.
--Bueno, les está bien empleado. Su trabajo es prestaros atención, y que seas del Distrito 12 no es excusa para no hacerte caso --afirma. Después mira a su alrededor, como si hubiese dicho algo escandaloso--. Lo siento, pero es lo que pienso --repite, sin dirigirse a nadie en concreto.
--Me darán una mala puntuación --comento.
--La puntuación sólo importa si es muy buena. Nadie presta mucha atención a las malas o mediocres. Por lo que ellos saben, podrías estar escondiendo tus habilidades para tener mala nota adrede. Hay quien usa esa estrategia --explica Portia.
--Espero que interpreten así el cuatro que me van a dar --dice Niall--. Como mucho. De verdad, ¿hay algo menos impresionante que ver cómo alguien levanta una bola pesada y la lanza a doscientos metros? Estuve a punto de dejarme caer una en el pie.
Sonrío y me doy cuenta del hambre que tengo. Corto un trozo de cerdo, lo mojo en el puré de patatas y empiezo a comer. No pasa nada, mi familia está a salvo y, si están a salvo, no hay ningún problema.
Después de cenar nos sentamos en el salón para ver cómo anuncian las puntuaciones en televisión. Primero enseñan una foto del tributo, y a continuación ponen su nota debajo. Los tributos profesionales, como es natural, entran en el rango de ocho a diez. La mayor parte de los demás jugadores se gana un cinco. Me sorprende ver que Rue consigue un siete; no sé qué les enseñaría a los jueces, pero es tan diminuta que ha tenido que ser algo impresionante.
El Distrito 12 sale el último, como siempre. Niall saca un ocho, así
que, al menos, un par de Vigilantes lo estaban mirando. Me clavo las uñas en las palmas de las manos cuando aparece mi cara, esperando lo peor. Entonces sale el número once en la pantalla.
¡Once!
vicj directioner
Re: Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
Estos son algunos de los personajes Gale,Peeta,Katniss,Prim,Effie,Haymitch,Cinna,Caesar,la Comadreja,Clove,Cato,Rue,Portia,Presidente Snow,Finnick,Johanna,Beetee,Mags,Annie,Sae la gracienta,Buttercup y muchos mas :muack: :bye:happy*eva escribió:Ooo como.lo siento en verdad es que el liceo se avuelto un caos ay muchos problemas con eso por eso no he tenido tiempo para leer y comentar pero ya me puse al diaaa ;) aaa esta muy buena te a pueso que los dejo con la voca vierta cuando tiro la flecha a la manzana jijiiji ;)
tambien te tenia una pregunta en verdad como se llaman los personajes del libro ?????
Bueno es solo eso espero el proximo capitulo con ansiaaaa aaa si es muy buena jijii ;)
Chauu siguela prontooooo
vicj directioner
Re: Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
CAPITULO 8 SEGUNDA PARTE
Effie Trinket deja escapar un chillido, y todos me dan palmadas en la espalda, gritan y me felicitan, aunque a mí no me parece real.
--Tiene que haber un error. ¿Cómo..., cómo ha podido pasar? --le pregunto a Zayn.
--Supongo que les gustó tu genio. Tienen que montar un espectáculo, y necesitan algunos jugadores con carácter.
--_____, la chica en llamas --dice Cinna, y me abraza--. Oh, ya verás el vestido para tu entrevista.
--¿Más llamas?
--Más o menos --responde, travieso.
Niall y yo nos felicitamos. Otro momento incómodo. Los dos lo hemos hecho bien, pero ¿qué significa eso para el otro? Escapo a mi cuarto lo antes posible y me entierro debajo de las mantas. La tensión del día, sobre todo el llanto, me ha hecho polvo. Me quedo dormida, como si me hubiesen indultado, aliviada y con el número once todavía grabado en la cabeza.
·
Al amanecer me quedo un rato tumbada en la cama observando cómo sale el sol; hace un día precioso. Es domingo, día de descanso en casa. Me pregunto si Harry estará ya en el bosque. Normalmente dedicamos todo el domingo a proveernos de existencias para la semana: nos levantamos temprano, cazamos y recolectamos, y después hacemos trueques en el Quemador. Pienso en Harry sin mí. Los dos cazamos bien, pero somos mejores en pareja, sobre todo si intentamos cazar presas grandes. Sin embargo, también nos da una ventaja con las cosas más pequeñas, porque está bien tener un compañero para compartir la carga, para hacer que incluso la ardua tarea de llenar la despensa de mi familia resultase divertido.
Llevaba seis meses peleando sola cuando me encontré por primera vez con Harry en el bosque.
Fue un domingo de octubre, y el aire frío olía a cosas moribundas. Me había pasado la mañana compitiendo con las ardillas por las nueces, y la tarde, un poco más cálida, chapoteando por los estanques poco profundos para recoger saetas. La única carne que había cazado era una ardilla que prácticamente se había tropezado conmigo en su búsqueda de bellotas, pero los animales seguirían por allí cuando la nieve enterrase mis otras fuentes de alimentación. Como me había
adentrado en el bosque más de lo normal, corría de vuelta a casa arrastrando mis sacos de arpillera cuando me encontré con un conejo muerto; estaba colgado por el cuello de un cable fino, treinta centímetros por encima de mi cabeza. Había otro unos trece metros más allá. Reconocí las trampas de lazo, porque mi padre las usaba: la presa cae en ellas y sale disparada por el aire, lo que la pone fuera del alcance de otros animales hambrientos. Yo llevaba todo el verano intentando usar trampas, aunque sin éxito, así que no pude evitar soltar mis sacos para examinarla. Acababa de tocar el cable del que colgaba uno de los conejos cuando oí una voz.
--Eso es peligroso.
Retrocedí de un salto y apareció Harry; había estado escondido detrás de un árbol, y seguramente me llevaba observando desde el principio. Sólo tenía catorce años, pero ya rozaba el metro setenta y cinco y para mí era todo un adulto. Lo había visto por la Veta y en el colegio, y en otra ocasión más, ya que él había perdido a su padre en la misma explosión que había matado al mío. En enero, yo estaba junto a él cuando le dieron la medalla al valor en el Edificio de Justicia, otro hermano mayor sin padre. Recordaba a sus dos hermanos pequeños, agarrados a su madre, una mujer cuya barriga hinchada dejaba claro que le faltaban pocos días para dar a luz.
--¿Cómo te llamas? --me preguntó, acercándose para sacar el conejo de la trampa. Tenía otros tres colgados del cinturón.
--_____ --respondí, con una voz apenas audible.
--Bueno, ____, robar está castigado con la muerte, ¿no lo habías oído?
--_____ --repetí, en voz más alta--. Y no estaba robando, sólo quería echarle un vistazo a tu trampa. Las mías nunca cogen nada.
--Entonces, ¿de dónde sacaste la ardilla? --me preguntó, frunciendo el ceño, poco convencido.
--La maté con el arco --respondí, descolgándomelo del hombro.
Seguía usando la versión pequeña que me había hecho mi padre, aunque practicaba con el grande siempre que podía. Esperaba poder cazar presas más grandes cuando llegara la primavera.
--¿Puedo verlo? --preguntó Harry, con la mirada fija en el arco.
--Sí, pero recuerda que robar está castigado con la muerte --le dije, pasándoselo.
Fue la primera vez que lo vi sonreír; la sonrisa convertía al chico amenazador en alguien a quien te gustaría conocer, aunque tuvieron que pasar varios meses para que volviese a sonreír de nuevo.
Entonces hablamos sobre la caza, le dije que podía conseguirle un
arco si me daba algo a cambio; no comida, sino conocimientos. Quería poner mis propias trampas y atrapar a varios conejos gordos en un solo día, y él contestó que podíamos arreglarlo. Con el paso de las estaciones empezamos a compartir a regañadientes lo que sabíamos: nuestras armas, los lugares secretos que estaban llenos de ciruelas o pavos silvestres. Él me enseñó a poner trampas y a pescar; yo le enseñé qué plantas se podían comer y, al final, le di uno de mis preciados arcos. Hasta que un día, sin que ninguno de los dos dijera nada, nos convertimos en un equipo: nos repartíamos el trabajo y el botín, y nos asegurábamos de que ambas familias tuviesen comida.
Harry me dio la seguridad que me faltaba desde la muerte de mi padre. Su compañía sustituyó a las largas horas solitarias en el bosque. Mejoré mucho como cazadora, porque ya no tenía que estar siempre mirando atrás; él me guardaba las espaldas. Sin embargo, se convirtió en mucho más que un compañero de caza, se convirtió en mi confidente, en alguien con quien compartir pensamientos que nunca podría expresar dentro de los confines de la alambrada. A cambio, él me confió los suyos. Había momentos en el bosque, con Harry, en los que era realmente... feliz.
Digo que es mi amigo, aunque, en el último año, parece una palabra demasiado suave para explicar lo que Harry significa para mí. Noto una punzada en el pecho; ojalá estuviera conmigo... Aunque, claro, no me gustaría, no quiero que esté en el estadio, donde acabaría muerto en unos días. Pero..., pero lo echo de menos, y odio estar tan sola. ¿Me echará de menos? Seguro que sí.
Pienso en el once que apareció anoche debajo de mi nombre. Sé lo que me habría dicho él: «Bueno, todavía se puede mejorar». Después sonreiría y yo le devolvería la sonrisa sin dudarlo.
No puedo evitar comparar lo que tengo con Harry con lo que finjo tener con Niall. Nunca cuestiono los motivos de Harry, mientras que con Niall es todo lo contrario. En realidad, no es justo compararlos, porque Harry y yo nos unimos para sobrevivir, mientras que Niall y yo sabemos que la supervivencia del otro significaría la muerte. ¿Cómo se puede pasar eso por alto?
Effie llama a la puerta para recordarme que me espera otro «¡día muy, muy, muy importante!». Mañana por la noche nos entrevistará la televisión, así que supongo que todo el equipo estará ocupado preparándonos para el acontecimiento.
Me levanto, me doy una ducha rápida prestando más atención a los botones que toco y bajo al comedor. Niall, Effie y Zayn están inclinados sobre la mesa, hablando en voz baja, lo que me parece extraño,
pero el hambre vence a la curiosidad y me lleno el plato antes de unirme a ellos.
Hoy el estofado está hecho con tiernos trozos de cordero y ciruelas pasas, perfecto sobre un lecho de arroz salvaje. Llevo ya horadada media montaña de comida cuando me doy cuenta de que no habla nadie. Le doy un buen trago al zumo de naranja y me limpio la boca.
--Bueno, ¿qué está pasando? Hoy nos prepararéis para las entrevistas, ¿no?
--Sí --respondió Zayn.
--No tenen que esperar a que acabe. Puedo escuchar y comer a la vez.
--Bueno, ha habido un cambio de planes con respecto al enfoque.
--¿Cuál?
No estoy segura de cuál es nuestro enfoque; la última estrategia que recuerdo es intentar parecer mediocres delante de los demás tributos.
--Niall nos ha pedido que lo entrenemos por separado --responde Zayn, encogiéndose de hombros. :muack: :bye:
vicj directioner
Re: Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
Ooo el capitulo fue tan lindo lo ame siguela cuando puedas ;)
happy*eva
Re: Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
happy*eva escribió:Ooo el capitulo fue tan lindo lo ame siguela cuando puedas ;)
vicj directioner
Re: Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
CAPITULO 9 PRIMERA PARTE :chkt:
Traición. Es lo primero que siento aunque resulte ridículo, porque, para que haya traición, debe haber primero confianza, y entre Niall y yo la confianza nunca ha formado parte del acuerdo. Somos tributos. Sin embargo, el chico que se arriesgó a recibir una paliza por darme pan, el que me ayudó a no caerme del carro, el que me encubrió con el asunto de la chica avox, el que insistió en que Zayn conociera mis habilidades como cazadora... ¿Acaso parte de mí no podía evitar confiar en él?
Por otro lado, me alivia dejar de fingir que somos amigos. Es obvio que se ha cortado cualquier débil vínculo que hayamos sentido tontamente, y ya era hora, porque los juegos empiezan dentro de dos días y la confianza no sería más que una debilidad. No sé qué habrá propiciado la decisión de Niall (aunque sospecho que tiene que ver con que lo aventajase en el entrenamiento), pero me alegro. Quizá por fin haya aceptado el hecho de que, cuanto antes reconozcamos abiertamente que somos enemigos, mejor.
--Bien, ¿cuál es el horario?
--Cada uno tendrá cuatro horas con Effie para la presentación, y
cuatro conmigo para el contenido --responde Zayn--. Tú empiezas con Effie, _____.
Aunque al principio ni me imagino por qué necesita Effie cuatro horas para enseñarme algo, acabo aprovechando hasta el último minuto. Vamos a mi cuarto, me pone un vestido largo y tacones altos (no los que llevaré en la entrevista de verdad), y me explica cómo debo andar. Los zapatos son lo peor: nunca he llevado tacones y no me acostumbro a ir dando tumbos sobre la punta de los pies. Sin embargo, Effie corre por ahí con ellos las veinticuatro horas del día, y decido que, si ella es capaz de hacerlo, yo también. El vestido me supone otro problema; no deja de enredárseme en los zapatos, así que, por supuesto, me lo subo, momento en el cual Effie cae sobre mí como un halcón para darme en la mano y gritar:
--¡No lo subas por encima del tobillo!
Cuando por fin domino los pies, todavía me queda la forma de sentarme, la postura (al parecer, tengo tendencia a agachar la cabeza), el contacto visual, los gestos de las manos y las sonrisas. Sonreír ya no consiste en sonreír sin más. Effie me obliga a ensayar cien frases banales que empiezan con una sonrisa, se dicen sonriendo o terminan con una sonrisa. A la hora de la comida tengo un tic nervioso en los músculos de las mejillas, de tanto estirarlos.
--Bueno, he hecho lo que he podido --dice Effie, suspirando--. Recuerda una cosa, _____: tienes que conseguir gustarle al público.
--¿Crees que no le gustaré?
--No, si los miras con esa cara todo el tiempo. ¿Por qué no te lo reservas para el estadio? Es mejor que imagines que estás entre amigos.
--¡Están apostando cuánto tiempo duraré viva! --estallo--. ¡No son mis amigos!
--¡Pues fíngelo! --exclama Effie. Después recupera la compostura y esboza una sonrisa de oreja a oreja--. ¿Ves? Así. Te sonrío aunque me estés exasperando.
--Sí, muy convincente. Voy a comer.
Me quito los tacones de un par de patadas y salgo hecha una furia hacia el comedor, subiéndome el vestido hasta los muslos.
Niall y Zayn parecen estar de buen humor, así que imagino que la sesión de contenido será mejor que los sufrimientos de la mañana. No podría estar más equivocada. Después de la comida, Zayn me lleva al salón, me pide que me siente en el sofá y me mira con el ceño fruncido durante un rato.
--¿Qué? --pregunto finalmente.
--Intento averiguar qué hacer contigo, cómo te vamos a presentar. ¿Vas a ser encantadora? ¿Altiva? ¿Feroz? Por ahora brillas como una estrella: te presentaste voluntaria para salvar a tu hermana, Cinna te hizo inolvidable y obtuviste la máxima puntuación. La gente siente curiosidad, pero nadie sabe cómo eres. La impresión que causes mañana decidirá lo que puedo conseguirte con los patrocinadores.
Como llevo toda la vida viendo entrevistas con los tributos, sé que hay algo de verdad en lo que dice. Si le gustas a la audiencia, ya sea porque les resultas cómico, brutal o excéntrico, te ganas su favor.
--¿Cuál es el enfoque de Niall? ¿O no puedo preguntarlo?
--Intentará ser simpático. Sabe cómo reírse de sí mismo, le sale de forma natural. Por otro lado, cuando abres la boca pareces malhumorada y hostil.
--¡No es verdad!
--Por favor. No sé de dónde sacaste a esa chica alegre que saludaba a la gente desde el carro de fuego, pero no la he visto desde entonces.
--Con la de razones que me has dado para estar alegre...
--No tienes que agradarme a mí, yo no te voy a patrocinar.
Finge que soy tu público, enamorame.
--¡SI! --gruño.
Zayn adopta el papel del entrevistador y yo intento responder a sus preguntas de forma adorable, pero no puedo, estoy demasiado enfadada con él por lo que ha dicho e incluso por tener que responder a las preguntas. Sólo puedo pensar en lo injusto que es todo, en lo injustos que son los Juegos del Hambre. ¿Por qué voy dando saltitos de un lado a otro como un perro amaestrado que intenta agradar a la gente a la que odia? Cuanto más dura la entrevista, más sale a relucir mi furia, hasta que empiezo a escupirle las respuestas, literalmente.
--Ya basta --me dice--. Tenemos que encontrar otro enfoque. No sólo eres hostil, sino que tampoco sé nada sobre ti. Te he hecho cincuenta preguntas y sigo sin hacerme una idea de cómo son tu vida, tu familia y las cosas que te importan. Quieren conocerte, _____.
--¡Es que no quiero que me conozcan! ¡Ya me están quitando el futuro! ¡No pueden llevarse también lo que me importaba en el pasado!
--¡Pues miente! ¡Invéntate algo!
--No se me da bien mentir.
--Pues aprende deprisa. Tienes tanto encanto como una babosa muerta. --Ay, eso duele. Hasta Zayn tiene que haberse dado cuenta de que se ha pasado, porque suaviza un poco el tono--. Tengo una idea: intenta actuar con humildad.
--Humildad.
--Que no te puedes creer que una niña del Distrito 12 haya podido hacerlo tan bien, que todo esto es más de lo que nunca te hubieras imaginado. Habla de la ropa de Cinna, de lo simpática que es la gente, de cómo te asombra esta ciudad. Si no quieres hablar de ti, al menos halágalos. Sigue diciéndolo una y otra vez, habla con entusiasmo.
Las horas siguientes son una tortura. Al instante queda claro que no puedo hablar con entusiasmo. Intentamos que me haga la chulita, pero no tengo la arrogancia necesaria. Al parecer, soy demasiado «vulnerable» para apostar por la ferocidad. No soy ingeniosa, ni divertida, ni sexy, ni misteriosa.
Cuando terminamos la sesión, no soy nadie. Zayn ha empezado a beber más o menos por la parte ingeniosa y ahora tiene un tono desagradable.
--Me rindo, preciosa. Limítate a responder las preguntas e intenta que el público no vea lo mucho que lo desprecias.
Ceno en mi cuarto. Pido una cantidad escandalosa de manjares y como hasta ponerme mala; después desahogo mi rabia contra Zayn, los Juegos del Hambre y todos los seres vivos del Capitolio lanzando platos contra las paredes de la habitación. Cuando entra en el cuarto la chica del pelo rojo para abrirme la cama, el estropicio hace que abra mucho los ojos.
--¡Déjalo como está! --le chillo--. ¡Déjalo como está!
A ella también la odio. Odio sus ojos rencorosos que me llaman cobarde, monstruo, marioneta del Capitolio, tanto entonces como ahora. Seguro que para ella se está haciendo justicia; al menos mi muerte ayudará a pagar por la vida del chico del bosque.
Sin embargo, en vez de salir corriendo, la chica cierra la puerta y entra en el servicio, de donde sale con un trapo húmedo; después me limpia la cara y la sangre de las cortadas que me he hecho en las manos un plato roto. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué la dejo?
--Tendría que haber intentado salvarte --susurro.
Ella sacude la cabeza. ¿Quiere decir que hicimos bien en no acercarnos? ¿Qué me ha perdonado?
--No, estuvo mal --insisto.
Ella se da un golpecito en los labios con los dedos y después me toca con ellos el pecho. Creo que significa que yo también habría acabado siendo un avox, como ella. Seguramente está en lo cierto: avox o muerta.
Me paso la hora siguiente ayudándola a limpiar el cuarto. Una vez tirada toda la basura por la tolva y limpiada la comida del suelo, me abre la
cama, me meto dentro como si tuviera cinco años y dejo que me arrope. Después se va; me gustaría que se quedase hasta que me duerma, que estuviese aquí cuando me despierte. Quiero la protección de esta chica, aunque ella no tuvo la mía. :muack: :bye:
vicj directioner
Re: Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaa hermosaaaaaaaaaaa
Anny Evans
Re: Los Juegos del Hambre(Niall,Harry y tu) AVISO
CAPITULO 9 SEGUNDA PARTE
Por la mañana no aparece ella, sino el equipo de preparación. Mis clases con Effie y Zayn han terminado, este día le pertenece a Cinna, mi última esperanza. Quizá pueda darme un aspecto tan maravilloso que nadie preste atención a lo que salga de mi boca.
El equipo trabaja conmigo hasta bien entrada la tarde, convirtiendo mi piel en satén reluciente, trazándome dibujos en los brazos, pintando llamas en mis veinte perfectas uñas. Después, Venia empieza a trabajarme el pelo; trenza varios mechones rojos en un recogido que parte de mi oreja izquierda, me rodea la cabeza y cae convertido en una sola trenza por mi hombro derecho. Me borran la cara con una capa de maquillaje pálido y vuelven a dibujarme las facciones: enormes ojos oscuros, labios rojos carnosos, pestañas que despiden rayitos de luz cuando parpadeo. Por último, me cubren todo el cuerpo de un polvo dorado que me hace relucir.
Entonces entra Cinna con lo que, supongo, será mi vestido, pero no lo veo, porque está cubierto.
--Cierra los ojos --me ordena.
Primero noto el forro sedoso y después el peso. Debe de pesar unos dieciocho kilos. Me agarro a la mano de Octavia y me pongo los zapatos a ciegas, aliviada al comprobar que son al menos cinco centímetros más bajos que los que Effie utilizó para las prácticas. Ajustan un par de cosas y toquetean el traje; todos guardan silencio.
--¿Puedo abrir los ojos? --pregunto.
--Sí --responde Cinna--, ábrelos.
La criatura que tengo frente a mí, en el espejo de cuerpo entero, ha llegado de otro mundo, un mundo en el que la piel brilla, los ojos deslumbran y, al parecer, hacen la ropa con piedras preciosas, porque mi vestido, oh, mi vestido está completamente cubierto de gemas que reflejan la luz, piedras rojas, amarillas y blancas con trocitos azules que acentúan las puntas del dibujo de las llamas. El más leve movimiento hace que parezcan envolverme unas lenguas de fuego.
No soy guapa. No soy bella. Resplandezco como el sol.
Todos se limitan a mirarme durante un rato.
--Oh, Cinna --consigo susurrar por fin--. Gracias.
--Da una vuelta completa --me dice, y extiendo los brazos y lo hago.
El equipo de preparación grita, entusiasmado.
Cinna le dice al equipo que se vaya y hace que me mueva por la habitación con el vestido y los zapatos, que son muchísimo más manejables que los de Effie. El vestido cae de tal forma que no tengo que levantarme la falda para caminar, lo que me quita otra preocupación de encima.
--Bueno, ¿todo listo para la entrevista? --me pregunta Cinna.
A juzgar por su expresión, sé que ha estado hablando con Zayn, que sabe lo desastrosa que soy.
--Soy penosa. Zayn dijo que parecía una babosa muerta. Lo intentamos todo, pero no era capaz de hacerlo, no puedo ser una de esas personas que él quiere.
--¿Y por qué no eres tú misma? --me pregunta él, después de pensárselo un momento.
--¿Yo misma? Tampoco vale. Zayn dice que soy malhumorada y hostil.
--Bueno, eso es verdad... cuando estás con Zayn --responde Cinna, sonriendo--. A mí no me lo pareces, y el equipo de preparación te adora; incluso te ganaste a los Vigilantes. En cuanto a los ciudadanos del Capitolio, bueno, no dejan de hablar de ti. Nadie puede evitar admirar tu espíritu.
Mi espíritu; eso es nuevo. No sé bien qué significa, aunque sugiere que soy una luchadora, que soy valiente o algo así. Tampoco es que no sepa ser agradable. Si, quizá no vaya por ahí repartiendo amor entre la gente, quizá sea difícil hacerme sonreír, pero hay personas que me importan.
--¿Y si, cuando estés respondiendo a las preguntas, te imaginas que estás hablando con un amigo de casa? --me dice, cogiéndome las manos, que están heladas; las suyas no--. ¿Quién es tu mejor amigo?
--Harry --respondo al instante--, aunque no tiene sentido, Cinna, porque nunca le contaría esas cosas personales a Harry. Ya las sabe.
--¿Y yo? ¿Podrías considerarme un amigo?
--Creo que sí, pero...
De toda la gente que he conocido desde que me fui de casa, Cinna es, de lejos, mi favorito. Me gustó desde el principio y no me ha decepcionado todavía.
--Estaré sentado en la plataforma principal, con los demás estilistas; podrás mirarme directamente. Cuando te pregunten algo, búscame y contesta con toda la sinceridad posible.
--¿Aunque lo que piense decir sea horrible? --pregunto, porque podría ser así, de verdad.
--Sobre todo si crees que es horrible. ¿Lo intentarás?
Asiento. Tenemos un plan... o, al menos, algo a lo que aferrarme.
El momento de salir llega demasiado pronto. Las entrevistas se realizan en un escenario construido delante del Centro de Entrenamiento. A los pocos minutos de salir de mi cuarto estaré delante de la multitud, de las cámaras, de todo Panem.
Cuando Cinna va a girar el pomo de la puerta, le cojo la mano.
--Cinna... --El miedo escénico me tiene completamente petrificada.
--Recuerda, ya te quieren --me dice con amabilidad--. Limítate a ser tú misma.
Nos reunimos con el resto del equipo del Distrito 12 en el ascensor. Portia y los suyos han trabajado mucho: Niall está impresionante con su traje negro con adornos de llamas. Aunque tenemos buen aspecto juntos, es un alivio que no vayamos vestidos exactamente igual. Zayn y Effie también se han arreglado para la ocasión; evito a Zayn, pero acepto los cumplidos de Effie. A pesar de que esta mujer puede ser fastidiosa y no se entera de nada, al menos no es destructiva, como Zayn.
Se abren las puertas del ascensor y vemos que los demás tributos se ponen en fila para subir al escenario. Los veinticuatro nos sentamos formando un gran arco durante las entrevistas. Yo seré la última, o la penúltima, porque la chica siempre precede al chico de su distrito. ¡Ojalá pudiera salir la primera y quitármelo ya de encima! Ahora tendré que escuchar lo ingeniosos, divertidos, humildes, feroces o encantadores que son los demás antes de que me toque. Además, el público empezará a aburrirse, igual que los Vigilantes, y no sería buena idea dispararles una flecha para llamar su atención.
Justo antes de que salgamos a desfilar por el escenario, Zayn se nos acerca por detrás y gruñe:
--Recuerden, seguen siendo una pareja feliz, así que actuen como si lo fueran.
¿Qué? Creía que habíamos dejado eso cuando Niall pidió entrenamientos separados, pero supongo que se trataba de una cosa privada, no pública. En cualquier caso, no tenemos mucho espacio para interactuar, ya que caminamos de uno en uno hasta nuestros asientos y ocupamos nuestros sitios.
Con tan sólo poner el pie en el escenario, ya se me acelera la respiración. Noto los latidos de las venas en las sienes. Es un alivio llegar a la silla, porque, entre los tacones y el temblor de piernas, me da miedo tropezar :muack: :bye:
vicj directioner
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