Enemigos Extraños [Logan Lerman]

— Gracias—dijo y sonrió levemente.
— Oye—le dijo Logan con voz suave—, olvídate de lo que sea que te dijo ¿de acuerdo?
Ambos fueron de nuevo al fogón donde todos estaban saltando alrededor del fuego, al ritmo de la música que sonaba fuerte en la radio. Logan y Summer se sentaron mientras observaban a sus locos amigos corretear por allí. De momentos se dirigían pequeñas miradas, se sonreían y luego volvían a mirar a sus amigos.
Logan acercó su mano con lentitud a la de Summer y la agarró con suavidad. Ella se sorprendió y lo miró. Su corazón había dado un latido tan fuerte cuando tuvo aquel contacto con el que casi hubiera parecido que los demás se habían hecho inaudibles luego de ese. Logan susurró un “Shhh” para que ella mantuviera su compostura y le sonrió. Ella aun seguía atónita, pero simplemente bajó la cabeza y sonrió tímidamente.
— Tonta—susurró Logan y con la yema de sus dedos acarició la mano de ella.
Summer recostó levemente su hombro contra en el hombro de Logan y él se heló. Aun le costaba creer que estuvieran de esa forma. Escondían sus manos de la vista de sus amigos y solo estaban en silencio mientras todos hacían un tremendo desastre.
— Tengo que atender—dijo Summer en una voz apagada, quitando a Logan de sus pensamientos y el negó con la cabeza.
— Creí que te dije que lo apagaras.
— Es mi prometido, Logan. No puedo simplemente ignorarlo—Logan se soltó de ella e hizo un gesto desafiante.
— De acuerdo. Hazlo—ella inmediatamente presionó el botón verde y colocó el celular contra su oído.
Logan bajó la cabeza sintiéndose un poco frustrado. Lo había aceptado de una vez por todas: Summer no era su enemiga. No era para nada su enemiga.
— ¿pasa algo?—preguntó Eric sentándose a su lado y Logan de inmediato se levantó de allí para retirarse con rapidez—. ¡Logan!—gritó y Logan ni siquiera se inmutó, solo siguió caminando hasta entrar a la casa.
— ¿Qué pasó?—preguntó Brenda acercándose con el resto.
— William—dijo él y todos miraron a Summer.
— Tenemos que eliminar a ese maldito—comentó Jennifer enojada y todos le miraron sorprendidos—. ¿Qué pasa ahora?
— Creo que pensamos lo mismo, amiga—dijo Brenda y ambas chocaron los cinco.

Logan estaba mirando el viento alrededor revolotear todas las hojas y empujar a los arboles hacia un lado. Todo a su alrededor parecía tan tranquilo, aunque fuera un caos debido al excesivo viento y recargado ambiente. El sol alumbraba aun el cielo, pero se notaba que en instantes lluvia caería. El castaño escuchó unos pasos acercándose a él, resonando con fuerza contra la madera del puente pero no volteó a mirar ya que sabía de quien era esa caminata.
— Quiero solo un momento a solas, por favor—le rogó Logan a Nathan y el se colocó a su lado.
Estaba con un saco y el cierre estaba abierto, pero sus dos manos estaban escondidas en los bolsillos.
— Sé lo que estás pensando ahora—le contestó Nathan, ignorando lo que había dicho anteriormente Logan—. Sé que piensas en que es mejor para ti y Summer.
— No sabes nada de mí—objetó Logan de forma iracunda.
— Lo digo porque… no sé, tal vez a mi me pasó que me enamoré de una de mis mejores amigas—Logan dejó ir un gran suspiro y lo miró enojado.
— ¿Acaso todos se pusieron de acuerdo para decir cosas sin sentido? No estoy enamorado de Summer.
— Sé que tú ya te has dado cuenta por ti mismo de tu situación, Logan. Ahora el siguiente paso es aceptarlo…
— Ella se va a casar, Nathan—respondió, mostrando por fin pizcas de debilidad—. No hay mucho que pueda hacer aunque estuviera enamorado.
— Exacto. Ella se va a casar—dijo Nathan con una sonrisa un tanto mordaz—. Todavía no la perdiste, Logan.
Logan lo miró, agarrándose del borde del puente, meciéndose levemente de un lado al otro debido a su ansiedad.
— Summer me odia y estoy bastante seguro de que…
— Por Dios—interrumpió Nathan—, ambos sabemos que simplemente quieres complicar las cosas. Tienes que detener a tu mente de siempre traer el pasado a la mesa. Tienes que vivir en el presente. Es eso lo que te detiene de hacer algo con Summer. Es tu pasado. Siempre estás recordando cosas que vivieron anteriormente y te arrepientes.
— Nunca voy a poder dejar de arrepentirme por dejar a Summer ir cuando tenía 18—respondió Logan con una voz débil y el silencio dijo presente tan pronto como el terminó esa oración.
El viento se volvió aun más intenso y luego Nathan colocó una mano en la espalda de Logan.
— Creo que es hora de que entremos—dijo suavemente y el castaño asintió.
Nathan fue primero y Logan lo siguió con paso lento, como si no quisiera caminar. Fueron hasta la casa, y al llegar Nathan entró pero Logan se sentó en la escalera del porche de la casa. El viento seguía alterando las cosas alrededor y le daba un cierto escalofrío ocasionalmente.
¿Qué tal si nunca odio a Summer?
¿Qué pasaría si es que todo lo que hizo y dijo todos estos años era porque estaba enamorado de ella y trataba de alejar esos sentimientos de una forma rara y retorcida?
<<No puede ser>>—pensó mientras se agarraba la cabeza en signo de infortunio.
Se levantó con rapidez y entró a la casa. Todos sus amigos miraron a Logan sorprendidos ya que había entrado súbitamente y de forma ruidosa.
— ¿Dónde está Summer?—preguntó y todos señalaron el pórtico de atrás de la casa.