Enemigos Extraños [Logan Lerman]

Logan metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y empezó a caminar más rápido para adelantarse y alejarse de sus amigos, tratando de evitar la conversación que realmente lo confundía también a él. Realmente no había forma de describir su relación con Summer más que “Enemigos extraños o curiosos”.
Caminó con rapidez hasta la puerta trasera de la casa y entró empujando la puerta con fuerza. Apenas había entrado a la casa, chocó contra Summer que llevaba una fruta en sus manos y terminó por caer al suelo. Summer soltó unas risitas y se agachó a recogerla al mismo tiempo que Logan, sus cabezas chocaron como típicamente lo hacían en diferentes películas. Ambos se miraron por un segundo y se irguieron.
— Toma tu fruta—dijo Logan estirando su brazo y poniendo una leve sonrisa en su rostro.
— Gracias—le contestó Summer y volteó para seguir su camino, pero Logan la agarró por el brazo y terminaron mirándose bastante cerca—. ¿ocurre algo?
— No…nada—dijo el entrecerrando sus ojos y soltándola de nuevo—. Nada…—repitió.
Summer frunció el ceño y soltó unas risitas, para luego voltear e irse.
Logan miró como Summer caminaba hasta la sala y se sentaba al lado de William, quien luego le rodeó los hombros con un brazo. Summer recostó su cabeza en el hombro de su prometido y Logan soltó risas al ver aquello. Risas con una mezcla de dolor. Dolor en su expresión.
Caminó hacia el sillón que estaba al costado del que asentaba a los prometidos, se sentó y recostó su codo en la reposera del asiento. Miró fijamente a la pareja que hablaba con entusiasmo y cariño, sintió que en sus venas corría una cierta sensación de desconcierto y disconformidad consigo mismo.
— Logan—dijo una voz desde la cocina y el castaño se sobresaltó. Miró hacia donde había escuchado el llamado y vio a Brenda sonriéndole.
— ¿Si, belleza?—dijo Logan levantándose con una sonrisa aun más grande y trotando hacia la cocina.
— ¿a qué se debe este trato tan cariñoso?—preguntó Brenda y empezó a reír con nerviosismo cuando Logan la abrazó por el vientre desde atrás.
— ¿Te ayudo en algo?—preguntó y miró directo hacia donde estaba Summer, quien había volteado por un segundo a mirar hacia donde estaba el.
— Pues estaba pensando que podías ayudarme a preparar la salsa—apartó los brazos de Logan de su cuerpo y se retiró casi corriendo de la cocina. Logan miró a la pareja que se encontraba en el sillón viendo si algo les había afectado su comportamiento.
Nada.
Logan agarró una botella de cerveza y empezó a tomarla, mientras tratando de concentrarse en preparar aquella bendita salsa de tomate. Estaba revolviendo su obra maestra con la cuchara de madera cuando escuchó la voz de Summer al lado de él y se asustó.
— Deberías ponerle un poco de sal—dijo Summer removiendo la cuchara de sus labios y Logan la miró fijamente como si estuviera un poco perdido, embobado o no pudiera hacer nada ante aquello—. ¿Me escuchas?—preguntó Summer y Logan en un pestañeó despertó de su extraño trance y agarró la cuchara de Summer.
— Si, si—dijo Logan y agarró el pote de sal con rapidez—. Sal—dijo y al voltear su mano tu tocó el recipiente caliente que contenía la salsa que estaba siendo preparada. Logan soltó un bramido de dolor y Summer agarró el brazo del castaño para mirar lo que le había sucedido.
— ¿te duele?—dijo Summer y empezó a revisar la herida de la mano. Logan simplemente la miró fijamente mientras ella hacia lo que estaba haciendo. Por una fracción de segundo miró hacia la sala para chequear si es que William estaba, pero no había rastros de su presencia por ningún lado.
— Me duele ver tu rostro tan cerca—dijo Logan y Summer le miró totalmente sorprendida por aquella agresividad. Soltó el brazo de Logan y haciendo un rostro de disgusto y desconcierto, lo esquivó y salió caminando de allí.
Su agresividad para defender su debilidad. Perfecto.

Pasó su mano por su frente con nerviosismo, secando de esa forma su sudor y pensando en lo loco que se sentía. No podía de un momento a otro sentirse tan hipnotizado por aquella castaña casi pelirroja. Era simplemente una forma rara de extrañar a Stacy, con quien había terminado por aquella castaña de ojos azules. De nuevo pensó en la posibilidad de que Summer podía haberlo hecho sentir tan extraño.
Simplemente era una ilusión del momento, se dijo.
Era una batalla constante en su interior mientras terminaba de preparar la salsa y la servía en un bol pequeño.
— ¿Cuál es tu asunto con Summer?—preguntó una voz masculina desde atrás y de nuevo, como últimamente lo hacía Logan, se alteró y volteó un momento a mirar quien era.
William le clavaba sus profundos ojos pardos con una mirada casi atemorizante. Logan dejó la cuchara en el bol y soltó unas risitas con nerviosismo. Ni siquiera él sabía cuál era su asunto con ella.
— ¿Cuál es tu asunto con Summer?—dijo Logan remedándolo, y William levantó las cejas.
— Hablo enserio—contestó el morocho, enojado y Logan tragó saliva, pero de un momento a otro decidió recomponerse y sostener su nerviosismo. Levantó su mentón de forma soberbia y sonrió.
— Yo también hablo enserio—Logan se acercó un poco, aun con esa sonrisa malévola en su rostro—. ¿Confías en ella o no?
— No confío en ti—dijo William, desafiante.
— Típica respuesta—contestó Logan, volteando los ojos—. No hay mucho de qué preocuparse, William. Summer y yo no encajamos en ningún aspecto. Si era por mí ni siquiera la vería de nuevo, pero tengo que verla para tu bendita boda con ella.
— Aunque odio que sea así, tu eres importante para ella—contestó William y Logan rió.
— Ella también para mí. Es mi diversión, mi señuelo, muchas veces mi herramienta para conseguir lo que quiero—vio al pie de la puerta principal a Summer mirando como los dos hablaban y estirando su sonrisa aun más dijo—: Summer es simplemente la misma niña inmadura de doce años, que nunca consigue ser feliz.
Vio como Summer al escuchar aquello arrugó su rostro y con rapidez volteó para azotar la puerta.
— Eres un idiota—dijo William y volteó para salir corriendo tras Summer.
Logan apenas vio que William salió por la puerta se resbaló contra la pared hasta caer al suelo, sintiendo que su interior estaba completamente desgarrado. Jamás se había sentido así en su vida. Había sentido como si todo lo que le prometió a su madre antes de que muriera, se iba por el retrete. Todas esas palabras que su padre le había dicho sobre cuidar el corazón de una mujer. No podía creer lo que acababa de decir.
No podía creer tampoco el hecho de que estuviera tan triste. Nunca se imaginó que decir aquello le dolería más de lo que probablemente le dolió a Summer. Sostuvo su cabeza entre sus manos y miró al vacío por minutos interminables.
Pensó en el hecho de que había dicho que ella nunca conseguía ser feliz. Probablemente su existencia tenía influencia.

<<Un trago por arruinar la vida de alguien más>>--pensó Logan y luego de terminar aquella botella que tomaba desde hace un tiempo, tomó al menos otras 3 más.

Era la primera vez que realmente se permitía hacer dicha insensatez y por una vez en su vida, se había sentido casi peor de cuando era pequeño y se enteró de que su abuelo había muerto. Estaba tirado en el suelo mirando el techo, mientras cantaba de forma sutil “Yellow” de Coldplay. De pronto vio el rostro de Jennifer mirándolo fijamente, algo triste. Se arrodilló junto a su amigo y colocó una mano en su mejilla.
— Jennifer—dijo Logan con voz entrecortada y rasposa.
— Estoy aquí, cielo—contestó ella y lo abrazó con fuerzas. Logan la rodeó con torpeza y soltó su cabeza sobre el hombro de ella, mientras cerraba sus ojos con lentitud y dejaba que el alcohol surtiera su efecto y finalmente lo noqueara.
— ¿Qué pasó con él?—preguntó Nathan y le ayudó a su esposa a alzarlo.
— Estuvo aquí tomando, al parecer ni siquiera lo notamos mientras cenábamos. Yo pensé que no quería cenar, ya que fue lo que Summer y William dijeron.
— Summer y William—dijo Logan y Jennifer le miró directo a los ojos, para ver unos ojos rojizos e irreconocibles.
— Logan, jamás vuelvas a tomar de esta forma ¿me oíste?—dijo Jennifer, cabreada por el comportamiento que veía en el castaño.
— Vete—contestó Logan golpeando el aire con su palma, como si hubiera un mosquito. Jennifer lo agarró por la muñeca y mirándolo fijamente volvió a regañarlo.
— ¿Qué sucedió?—preguntó Eric viendo la escena y Jennifer negó con la cabeza. A lo lejos, al pie de la puerta del patio estaba Summer mirando como dejaban a Logan sobre el sillón. Se volvió para mirar hacia atrás, donde estaba William hablando por teléfono y luego volvió a mirar a Logan.
Se acercó con cortos y retraídos pasos hasta llegar al sillón donde estaba Logan. Se agachó junto a él y todos sus amigos miraron la escena atónitos. Summer agarró la mano de Logan y la apretujó levemente.
— Mañana seguramente estarás rogando que te perdone—dijo y vio como los ojos de Logan se abrieron levemente para mirarla. Sintió como con suavidad el enredaba sus dedos con los de ella—. Pero lo único que recibirás de mi es rechazo—soltó su mano de la de él y su corazón se estrujó al ver que Logan trataba de agarrarla de nuevo.
— Summer—dijo la voz de William desde afuera y ella volteó con rapidez, pero no podía avanzar por el hecho de que Logan la agarró por el codo.
— Suéltame, Lerman—dijo Summer de forma suave y Logan la miró por una última vez, pero luego la dejo ir.
— Necesito hablar contigo, Summer—dijo William y ambos salieron afuera.