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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
L'amour du pirate (nick y tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: L'amour du pirate (nick y tu)
osea como la dejas asi
tienes ke continuarla
esta nove es una de las mas geniales ke e leido
no solo me encante me fascina hace que me kede con la boca abierta
:O
tienes ke continuarla
esta nove es una de las mas geniales ke e leido
no solo me encante me fascina hace que me kede con la boca abierta
:O
MissKeynes96
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
Che en dónde quedó esta novela?
quiero seguir leyéndola ):
No nos dejes abandonadas a tus fieles y pobres(?) lectoras!
FEEEEEEEERNI ~
" El más puro tesoro "
https://onlywn.activoforo.com/solo-para-mayores-f8/el-mas-puro-tesoro-joe-y-tu-t1262.htm
quiero seguir leyéndola ):
No nos dejes abandonadas a tus fieles y pobres(?) lectoras!
FEEEEEEEERNI ~
" El más puro tesoro "
https://onlywn.activoforo.com/solo-para-mayores-f8/el-mas-puro-tesoro-joe-y-tu-t1262.htm
Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
sorry ! noO havia subidoO antes poOrke mi internet andaba supr lentoO ..y nisikiera se abrian las pag. :silent:
proO ya esta resueltoO ... :bounce:
ya hoOrita les suboO el cap :face:
proO ya esta resueltoO ... :bounce:
ya hoOrita les suboO el cap :face:
Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
Capítulo 43
Ella había olvidado momentáneamente al bebé pero ahora sentía el comienzo de otra contracción. El terror apareció claramente en los ojos de don León mientras aseguraba una muñeca y ataba la otra a un estante bien arriba de la cabeza de ______.
—¡No puede hacer esto! —gritó ______—. Estoy de parto... desde media mañana. Mi bebé....
No pudo decir nada más mientras su cuerpo se retorcía en agonía, y gritó con voz aguda. Trató desesperadamente de bajar las manos para sostenerse el vientre, pero don León las había atado fuertemente por encima de su cabeza. El estante de libros se inclinó peligrosamente hacia adelante.
—Excelente... ¡mejor de lo que yo había pensado! —rió don León con malevolencia—Tus gritos distraerán a Nick y actuará descuidadamente.
Cuando el dolor disminuyó, ______levantó la mirada con los ojos llenos de lágrimas.
—¡Por el amor de Dios, déjeme tenderme en la cama!
—Esta es la única cuerda que encontré, y es demasiado corta para atarte a los pilares de la cama.
—Nada puedo hacer en mi estado. ¡Mi bebé está a punto de nacer! —gritó ______
—Obviamente—tú amas a Nick, porque de otra forma habrías mentido como lo hiciste para evitar nuestro encuentro —dijo don León con impaciencia—. Y las mujeres pueden hacer cosas milagrosas por amor. No puedo correr ese riesgo.
—Entonces enciérreme en esta habitación si no confía en mí, pero, por favor.. ¡debo acostarme! –rogó ______.
—Lamentablemente, la llave no está en el lugar habitual, y no tengo tiempo de buscarla. Y, lamentablemente, querida mía, no soy lo suficientemente caballero como para poner tu comodidad por encima de mi propia vida. Además, con la puerta abierta, tus gritos sonarán mucho más fuertes, y ayudarán a llevar a Nick a una muerte más rápida.
—¡Pero... pero mi bebé también morirá de esta manera! ¡Debo tener las manos libres! ¡Juro por Dios que no le haré daño, pero, por favor, por favor libéreme! —rogó ______, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.
—¡No! Será mejor que el bebé muera. No quiero a otro Nick que me persiga en mi vejez —replicó duramente don León. Salió de la habitación dejando a ______ con los ojos desorbitados de horror.
Ahora ______sólo podía rogar que Nick llegara rápidamente, que venciera a don León y que la ayudara antes de que el bebé encontrara su muerte. Pero sabía que estaba pidiendo lo imposible. Ahora sus dolores eran tan insoportables que se daba cuenta de que llegaba el final.
______ trató de retorcer sus muñecas en un esfuerzo por liberar sus manos, pero la cuerda no cedía. Pensó en hacer caer el pesado estante, pero, al mirar hacia arriba vio que había tres estantes más por encima de su cabeza. El estante de libros caería sobre su cabeza, y aunque ella no temía por su propia vida, el bebé moriría.
Nuevamente la invadió la agonía, y tuvo que gritar. Cuando llegara Nick, si llegaba a tiempo, ______ sabía que tendría que ahogar sus gritos. Tendría que soportar... ¡Tendría que hacerlo! No podía permitir que Nick supiera que estaba a punto de dar a luz, porque él tenía que estar alerta y pensar solamente en don León y en la batalla que se avecinaba. Por Dios, que Nick tenga habilidad y fuerza y que sea el vencedor...
Cuando ______ se relajaba sentía el sudor que corría por sus sienes, por sus costados y entre sus pechos. Movió la cabeza para secarse la frente con el brazo levantado, luego miró con desesperación los recipientes de agua en la mesa junto a la cama. Había preparado todo lo que recordaba que Mayra había pedido para Demi, pero sus esfuerzos no habían servido de nada. Miró el cuchillo que habría usado para cortar el cordón umbilical y dar vida a su bebé aparte de la suya, su bebé tendría mejor posibilidad de sobrevivir, pensó, si hundiera ese cuchillo en el corazón de don León.
Después de interrogar a innumerables dominicanos de habla española, finalmente Nick se acercó a un hombre que había estado en Francia en su juventud y que conocía un poco del idioma. El viejo le dio indicaciones para ir a la casa de Bastida, y después de perder tiempo discutiendo con Joe, que quería ir también, Nick partió solo hacia las afueras de la ciudad.
El caballo alquilado era lento como una mula, e igualmente caprichoso, lo cual aumentó la frustración de Nick. Se daba cuenta de que probablemente caería en una trampa, pero no se atrevía a hacer peligrar la vida de ______, ni la del niño, que seguramente ya habría nacido. Joe le había transmitido la advertencia de Bastida, y no le quedaba otra opción que ir solo.
Era el atardecer cuando Nick llegó a la casa de Bastida, se aproximó lentamente a la puerta principal, pero comenzó a pensar que tal vez el viejo le había dado indicaciones equivocadas cuando advirtió las ventanas con persianas. La casa parecía desierta desde afuera, pero cuando intentó abrir la puerta, se abrió fácilmente y vio un corredor bien iluminado. Miró rápidamente a su alrededor buscando signos de una emboscada, pero la habitación estaba vacía y en silencio.
Dejando la puerta abierta tras él, Nick dio unos pasos dentro de la habitación, y sus pasos sonaron como los de un gato en el piso lustrado.
—¡Bastida, muéstrate! —gritó Nick con furia. Un momento después, se enfrentó con el hombre que había invadido sus sueños durante tantos años.
Hacía por lo menos quince años que Nick no veía a este hombre, pero había cambiado poco desde entonces. Estaba más delgado tal vez, y sus rasgos eran más acusados por la edad, pero de todas maneras era el mismo.
—De manera que por fin nos encontramos, Nicholas —dijo don León con tono ligero al entrar en la habitación, con su espada en una mano y una daga en la otra.
—¿Me reconoces? —preguntó Nick llevando su mano inmediatamente a la empuñadura de la espada.
Pero Bastida lo desilusionó con su respuesta.
—No, pero te vi antes en la ciudad y oí que me llamabas por mi nombre. Tal vez si supiera tu nombre completo, podría...
—¡Nunca supiste mi nombre, Bastida! —dijo duramente Nick—. No te importó entonces, de manera que ahora tampoco tiene por qué importarte. —Miró rápidamente las puertas que llevaban a otra habitación; luego volvió a mirar a Bastida, con los ojos helados—. ¿Dónde está ______?
—Allí —respondió don León, señalando una puerta abierta.
—¿Y mi hijo?
Bastida rió maléficamente.
—Está dando a luz a ese bastardo ahora.
Ella había olvidado momentáneamente al bebé pero ahora sentía el comienzo de otra contracción. El terror apareció claramente en los ojos de don León mientras aseguraba una muñeca y ataba la otra a un estante bien arriba de la cabeza de ______.
—¡No puede hacer esto! —gritó ______—. Estoy de parto... desde media mañana. Mi bebé....
No pudo decir nada más mientras su cuerpo se retorcía en agonía, y gritó con voz aguda. Trató desesperadamente de bajar las manos para sostenerse el vientre, pero don León las había atado fuertemente por encima de su cabeza. El estante de libros se inclinó peligrosamente hacia adelante.
—Excelente... ¡mejor de lo que yo había pensado! —rió don León con malevolencia—Tus gritos distraerán a Nick y actuará descuidadamente.
Cuando el dolor disminuyó, ______levantó la mirada con los ojos llenos de lágrimas.
—¡Por el amor de Dios, déjeme tenderme en la cama!
—Esta es la única cuerda que encontré, y es demasiado corta para atarte a los pilares de la cama.
—Nada puedo hacer en mi estado. ¡Mi bebé está a punto de nacer! —gritó ______
—Obviamente—tú amas a Nick, porque de otra forma habrías mentido como lo hiciste para evitar nuestro encuentro —dijo don León con impaciencia—. Y las mujeres pueden hacer cosas milagrosas por amor. No puedo correr ese riesgo.
—Entonces enciérreme en esta habitación si no confía en mí, pero, por favor.. ¡debo acostarme! –rogó ______.
—Lamentablemente, la llave no está en el lugar habitual, y no tengo tiempo de buscarla. Y, lamentablemente, querida mía, no soy lo suficientemente caballero como para poner tu comodidad por encima de mi propia vida. Además, con la puerta abierta, tus gritos sonarán mucho más fuertes, y ayudarán a llevar a Nick a una muerte más rápida.
—¡Pero... pero mi bebé también morirá de esta manera! ¡Debo tener las manos libres! ¡Juro por Dios que no le haré daño, pero, por favor, por favor libéreme! —rogó ______, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.
—¡No! Será mejor que el bebé muera. No quiero a otro Nick que me persiga en mi vejez —replicó duramente don León. Salió de la habitación dejando a ______ con los ojos desorbitados de horror.
Ahora ______sólo podía rogar que Nick llegara rápidamente, que venciera a don León y que la ayudara antes de que el bebé encontrara su muerte. Pero sabía que estaba pidiendo lo imposible. Ahora sus dolores eran tan insoportables que se daba cuenta de que llegaba el final.
______ trató de retorcer sus muñecas en un esfuerzo por liberar sus manos, pero la cuerda no cedía. Pensó en hacer caer el pesado estante, pero, al mirar hacia arriba vio que había tres estantes más por encima de su cabeza. El estante de libros caería sobre su cabeza, y aunque ella no temía por su propia vida, el bebé moriría.
Nuevamente la invadió la agonía, y tuvo que gritar. Cuando llegara Nick, si llegaba a tiempo, ______ sabía que tendría que ahogar sus gritos. Tendría que soportar... ¡Tendría que hacerlo! No podía permitir que Nick supiera que estaba a punto de dar a luz, porque él tenía que estar alerta y pensar solamente en don León y en la batalla que se avecinaba. Por Dios, que Nick tenga habilidad y fuerza y que sea el vencedor...
Cuando ______ se relajaba sentía el sudor que corría por sus sienes, por sus costados y entre sus pechos. Movió la cabeza para secarse la frente con el brazo levantado, luego miró con desesperación los recipientes de agua en la mesa junto a la cama. Había preparado todo lo que recordaba que Mayra había pedido para Demi, pero sus esfuerzos no habían servido de nada. Miró el cuchillo que habría usado para cortar el cordón umbilical y dar vida a su bebé aparte de la suya, su bebé tendría mejor posibilidad de sobrevivir, pensó, si hundiera ese cuchillo en el corazón de don León.
Después de interrogar a innumerables dominicanos de habla española, finalmente Nick se acercó a un hombre que había estado en Francia en su juventud y que conocía un poco del idioma. El viejo le dio indicaciones para ir a la casa de Bastida, y después de perder tiempo discutiendo con Joe, que quería ir también, Nick partió solo hacia las afueras de la ciudad.
El caballo alquilado era lento como una mula, e igualmente caprichoso, lo cual aumentó la frustración de Nick. Se daba cuenta de que probablemente caería en una trampa, pero no se atrevía a hacer peligrar la vida de ______, ni la del niño, que seguramente ya habría nacido. Joe le había transmitido la advertencia de Bastida, y no le quedaba otra opción que ir solo.
Era el atardecer cuando Nick llegó a la casa de Bastida, se aproximó lentamente a la puerta principal, pero comenzó a pensar que tal vez el viejo le había dado indicaciones equivocadas cuando advirtió las ventanas con persianas. La casa parecía desierta desde afuera, pero cuando intentó abrir la puerta, se abrió fácilmente y vio un corredor bien iluminado. Miró rápidamente a su alrededor buscando signos de una emboscada, pero la habitación estaba vacía y en silencio.
Dejando la puerta abierta tras él, Nick dio unos pasos dentro de la habitación, y sus pasos sonaron como los de un gato en el piso lustrado.
—¡Bastida, muéstrate! —gritó Nick con furia. Un momento después, se enfrentó con el hombre que había invadido sus sueños durante tantos años.
Hacía por lo menos quince años que Nick no veía a este hombre, pero había cambiado poco desde entonces. Estaba más delgado tal vez, y sus rasgos eran más acusados por la edad, pero de todas maneras era el mismo.
—De manera que por fin nos encontramos, Nicholas —dijo don León con tono ligero al entrar en la habitación, con su espada en una mano y una daga en la otra.
—¿Me reconoces? —preguntó Nick llevando su mano inmediatamente a la empuñadura de la espada.
Pero Bastida lo desilusionó con su respuesta.
—No, pero te vi antes en la ciudad y oí que me llamabas por mi nombre. Tal vez si supiera tu nombre completo, podría...
—¡Nunca supiste mi nombre, Bastida! —dijo duramente Nick—. No te importó entonces, de manera que ahora tampoco tiene por qué importarte. —Miró rápidamente las puertas que llevaban a otra habitación; luego volvió a mirar a Bastida, con los ojos helados—. ¿Dónde está ______?
—Allí —respondió don León, señalando una puerta abierta.
—¿Y mi hijo?
Bastida rió maléficamente.
—Está dando a luz a ese bastardo ahora.
Invitado
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Re: L'amour du pirate (nick y tu)
dios miooo!! estoy de los nervios, no puede ser, no puede ser!! como puede ser tan cruel de dejarme alli asii a punto de dar a luz ay madre miaaa!! quee mal que mal!! si no subes me voy a morir, pero no porque me caiga un estante en la cabeza, no me voy a morir de un patatus!! siguee!!
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Re: L'amour du pirate (nick y tu)
olga escribió:dios miooo!! estoy de los nervios, no puede ser, no puede ser!! como puede ser tan cruel de dejarme alli asii a punto de dar a luz ay madre miaaa!! quee mal que mal!! si no subes me voy a morir, pero no porque me caiga un estante en la cabeza, no me voy a morir de un patatus!! siguee!!
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jaksjaksjaks :risa: si noO te da haOritha el patatus...te va a dar coOn lOo ke viene :risa:
grax poOr pasar! :hug: :hi:
Invitado
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Re: L'amour du pirate (nick y tu)
*JuLiEtHa* escribió:olga escribió:dios miooo!! estoy de los nervios, no puede ser, no puede ser!! como puede ser tan cruel de dejarme alli asii a punto de dar a luz ay madre miaaa!! quee mal que mal!! si no subes me voy a morir, pero no porque me caiga un estante en la cabeza, no me voy a morir de un patatus!! siguee!!
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jaksjaksjaks :risa: si noO te da haOritha el patatus...te va a dar coOn lOo ke viene :risa:
grax poOr pasar! :hug: :hi:
o.O no me digas esooo qe entonces si me daaa, me daa!! jajaj
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PD: No me des las gracias, gracias a ti por subir esta nove!! Leer tu nove es un placer!! ;D
:happy:
Invitado
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Re: L'amour du pirate (nick y tu)
olga escribió:*JuLiEtHa* escribió:olga escribió:dios miooo!! estoy de los nervios, no puede ser, no puede ser!! como puede ser tan cruel de dejarme alli asii a punto de dar a luz ay madre miaaa!! quee mal que mal!! si no subes me voy a morir, pero no porque me caiga un estante en la cabeza, no me voy a morir de un patatus!! siguee!!
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jaksjaksjaks :risa: si noO te da haOritha el patatus...te va a dar coOn lOo ke viene :risa:
grax poOr pasar! :hug: :hi:
o.O no me digas esooo qe entonces si me daaa, me daa!! jajaj
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PD: No me des las gracias, gracias a ti por subir esta nove!! Leer tu nove es un placer!! ;D
:happy:
awww!
ke linda !
mañana subire cap dedicadoO a thi :D :face:
bye te cuidas
Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
MÁAAAAAAAAAAAAAAAS.
QUIERO MÁS Y MÁS
MUCHO MÁS(?)
QUÉ SUERTE QUE VOLVISTE :D
ESPERO EL CAP
FEEEEEEEEEERNI ~
QUIERO MÁS Y MÁS
MUCHO MÁS(?)
QUÉ SUERTE QUE VOLVISTE :D
ESPERO EL CAP
FEEEEEEEEEERNI ~
Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
ahhhhhh
ahhhhhhhh
siguela como nos
vuelves a dejar
asi :affraid: :affraid:
plis pon cap
rapido
esta super buena
bye kisses nicky
ahhhhhhhh
siguela como nos
vuelves a dejar
asi :affraid: :affraid:
plis pon cap
rapido
esta super buena
bye kisses nicky
NickyL.A Baby
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
ahhhhhh
ahhhhhhhh
siguela como nos
vuelves a dejar
asi :affraid: :affraid:
plis pon cap
rapido
esta super buena
bye kisses nicky
ahhhhhhhh
siguela como nos
vuelves a dejar
asi :affraid: :affraid:
plis pon cap
rapido
esta super buena
bye kisses nicky
NickyL.A Baby
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
Capítulo 44
Nick palideció y echó a andar hacia la habitación de ______, pero don León le cortó el paso. Nick sacó la espada y retrocedió y Bastida hizo lo mismo, con una sonrisa maliciosa en los labios.
—¡______! ______, ¿estás bien? —gritó Nick.
—Sí, sí. No te preocupes por mí.
Los rasgos de Nick mostraron alivio al reconocer la voz de ______. No había oído gritos, de manera que suponía que estaba en la primera etapa del parto y que no había prisa en ayudarla.
Don León sonrió.
—Esa muchacha tiene más coraje de lo que yo pensaba —dijo sacudiendo la cabeza—. Es una lástima que no vivas para volver a verla.
—Ya veremos quién queda vivo para ver el final de este día —replicó Nick.
Había adoptado la actitud tradicional del esgrimista, preparado para lanzarse hacia adelante.
Pero don León sonrió. Estaba cómodo, con los brazos cruzados sobre el pecho y la espada que tenía en la mano apuntaba hacia el cielo raso.
—Antes de comenzar, te refrescaré la memoria. Tal vez yo ni siquiera sea el hombre que buscaste durante todos estos años. Algún otro puede haber buscado mi nombre y...
—Eso es posible —interrumpió Nick, bajando la espada al suelo—. Pero no es el caso. Aunque supe tu nombre aquella maldita noche en que entraste en mi vida, fue tu rostro el que quedó grabado en mi mente. Has cambiado poco, Bastida. Tú eres el que busco.
—Pero yo no te recuerdo —dijo don León con calma.
Nick se acercó un paso y se tocó la mejilla.
—¿No recuerdas esta cicatriz que hiciste a un muchacho de doce años?
Don León sacudió lentamente la cabeza mientras contemplaba la delgada línea en la mejilla de Nick.
—He dejado marcas en muchos.
—Entonces tal vez recordarás las palabras que dijiste en ese momento, después de abrirme la mejilla con la punta de tu espada. "Esto te enseñará a no levantarte contra un oponente más poderoso. Tu padre era un pescador, como lo serás tú también, y un pescador no es digno de batirse con un señor". Nunca olvidé esas palabras, Bastida, como puedes ver, Y Predijiste falsamente mi futuro. Puedo batirme contigo en pie de igualdad.
—A menudo decía esas cosas en mi juventud —replicó don León—. ¿Supongo que no me habrás perseguido todos estos años por esa cicatriz?
—¿De manera que no se acuerda de mí? —preguntó Nick. Su furia comenzaba a crecer.
—No. Tu nombre y tu rostro no tienen significado para mí, ni tampoco lo que me has dicho hasta ahora.
—Entonces le relataré lo que ocurrió aquella noche, porque yo lo recuerdo como si hubiera sucedido ayer. Era una noche de verano, hace unos quince años, cuando usted y sus nobles amigos vinieron a mi pueblo en la costa de Francia. La mayoría de los hombres del pueblo habían salido a pescar. En diez minutos usted había matado a todos los hombres que trataban de proteger su hogar. Luego se divirtió con las mujeres. Esa noche mi padre se había quedado en casa, y él fue el último que murió por su espada, Bastida. Yo lo vi matarlo desde la ventana de la casa de mi padre. Mi madre me obligó a esconderme bajo la cama cuando usted se acercó a nuestra casa, Bastida. Lo vi a usted y a sus nobles amigos arrojarla al suelo y violarla, muchas veces. Usted mató a mi madre y escupió sobre su cuerpo sin vida. Yo salí de mi escondite y corrí detrás de usted. Lo ataqué con los puños, y usted me abrió la mejilla con la punta de la espada y me dio un puntapié que me hizo caer al suelo, a pocos pasos del lugar donde yacía mi padre, diciéndome que yo no podía molestarle. Ahora sabe por qué he jurado matarlo, Bastida. Cuando usted asesinó a mis padres, fue un error dejarme vivo —dijo Nick, mientras los fuegos del pasado brillaban en sus ojos—. ¡Ahora mis padres serán vengados!
—O irás a reunirte con ellos —replicó tranquilamente don León.
—¿Ahora me recuerda?
—Lo que me has descrito sucedió en muchas oportunidades. No te recuerdo, pero recuerdo vagamente haber matado a una mujer que se abalanzó sobre mí con un cuchillo, confieso que he llevado una vida pecadora, pero, ¿acaso soy diferente de ti? —preguntó don León, con una mueca—. ¿No violaste tú a ______ ______(TA)?
—Tal vez la violé, pero no maté a su marido para poseerla, ni la compartí con mi tripulación ni la maté después. La conservé conmigo, y tendrá mi hijo y será mi esposa.
—Qué bien —rió don León con sarcasmo—. Pero si insistes en ponerte a mi altura, probablemente nunca será tu esposa. Tal vez yo haya llevado una vida cruel, pero no pienso que termine hoy.
Bastida se acercó, con el brazo extendido, y las espadas chocaron. Bastida no había alardeado falsamente de su capacidad, y con rápidos golpes y movimientos; inmediatamente puso a Nick a la defensiva. Pero a Nick no le faltaba habilidad, y rápidamente enfrentó la espada de Bastida hasta que el viejo, con un rápido movimiento de su muñeca, derramó sangre por primera vez.
Bastida retrocedió un paso, con una sonrisa en los labios, al ver la sangre que manaba del pecho de Nick. Los dos hombres describieron círculos cautelosamente; luego el choque de las espadas resonó otra vez en el aire. Nick tomó la ofensiva, forzando a Bastida a retroceder hasta el otro extremo de la habitación con un furioso ataque. Bastida se cansaba rápidamente, y la espada de Nick dio en el blanco una y otra vez.
Nick era como un toro salvaje que se lanza sobre la capa del torero, que era la camisa de Bastida, teñida de rojo por su propia sangre. Tenía la fuerza de la juventud y la rapidez de una cobra, y con un repentino movimiento hacia adelante, arrancó la espada de Bastida de su mano.
La punta de la espada de Nick se apoyaba contra el pecho del hombre mayor, y por un momento brilló una locura en sus ojos que congeló la sangre de don León. Pero antes de inclinarse hacia adelante para poner fin a la vida del hombre que lo había torturado, Nick se distrajo por un gemido angustioso que venía de la habitación contigua.
Su rostro quedó sin color, y comenzaron a temblarle las manos. Olvidando a Bastida, que lo miraba con los ojos muy abiertos, Nick se volvió y corrió hacia la puerta de la habitación donde estaba ______. A sus espaldas, viendo una posibilidad de vencer, Bastida sacó su daga y levantó los brazos para lanzarla contra la espalda de Nick.
De pronto hubo una explosión de pólvora en la habitación. Nick se dio la vuelta y vio caer al suelo a Bastida, con la daga todavía en la mano. Luego sus ojos se volvieron hacia la puerta que había quedado abierta, y vio la figura corpulenta de Joe Miller parado allí, con su gran pistola humeante.
Nick sonrió débilmente.
—Supongo que debo agradecerte por esta vez ser el francés terco que se niega a obedecer órdenes.
—Realmente creo que debes estar agradecido —gruñó Joe mientras se paseaba por la habitación—. Lo tenías a tu merced, y en lugar de atravesarlo con la espada como se merecía, le das la espalda como espléndido blanco. En este momento deberías estar en medio de un charco de sangre. Pierdes la cabeza de tal manera con esa muchacha que cortes en cuanto ella grita. Esa muchacha te llevará a la muerte.
—¡ Nick!
El grito de _______ fue como un cuchillo que atravesara el corazón de Nick, olvidó completamente a Joe y entró en la habitación. La cama estaba vacía y miró frenéticamente a su alrededor.
—¡Dios!
Corrió hacia ella, con el rostro tan pálido como el de ______, con un solo rápido movimiento cortó la cuerda con su espada, luego la dejó caer y levantó a la muchacha en sus brazos. Ella gritaba con los movimientos repentinos, que le provocaban fuertes dolores, pero en dos rápidos pasos la llevó a la cama y la colocó allí con suavidad. Ella abrió los ojos que ahora estaban tranquilos, llenos de alivio, y lo miró.
—Dios mío, _______, ¿por qué no me lo dijiste? ¿Por qué has dejado que me demorara tanto con Bastida? —preguntó. Enjugó la sangre del mentón de ______, la sangre que ella misma se había hecho al morderse los labios para no gritar.
—Él quería que oyeras mis gritos, pensando que te alterarían y que te descuidarías. No podía permitir que eso sucediera. Lamento haber gritado cuando lo hice pero yo...
—Deberías haber gritado antes, ¡demonios! Tengo que ir a buscar ayuda —dijo con severidad, con el rostro lleno de aprensión.
—Es tarde para eso, Nick. Tendrás que...
Nick se horrorizó cuando los gritos de _______ llenaron nuevamente la habitación, Joe se acercó a la habitación pero al ver a Nick junto a la cama, y a _______ aferrándose a su mano, cerró la puerta sin ruido y los dejó solos. Pocos minutos después, Nick trajo a su hija al mundo.
_______ miraba maravillada el diminuto bebé que Nick le había puesto en los brazos. Observó orgullosamente el cabello castaño y el color castaño claro de sus ojos que se veía entre los párpados medio cerrados. Luego levantó la mirada hacia Nick y frunció el ceño.
—Ah... lamento no poder darte el hijo varón que deseabas —dijo con un ronco suspiro.
Nick se sentó en el borde de la cama y se inclinó a besarle la frente; luego sonrió, sacudiendo la cabeza.
—¿Qué importa que nuestro primer bebé sea una niña? Habrá otros, muchos otros, y yo los querré a todos. Pero ésta, esta niñita diminuta con la carita roja, tendrá un lugar especial en mi corazón.
_______ veía en la expresión de sus ojos que no estaba desilusionado, y que su corazón estaba lleno de alegría. Con un suspiro de alivio mezclado con satisfacción, _______ se durmió
Nick palideció y echó a andar hacia la habitación de ______, pero don León le cortó el paso. Nick sacó la espada y retrocedió y Bastida hizo lo mismo, con una sonrisa maliciosa en los labios.
—¡______! ______, ¿estás bien? —gritó Nick.
—Sí, sí. No te preocupes por mí.
Los rasgos de Nick mostraron alivio al reconocer la voz de ______. No había oído gritos, de manera que suponía que estaba en la primera etapa del parto y que no había prisa en ayudarla.
Don León sonrió.
—Esa muchacha tiene más coraje de lo que yo pensaba —dijo sacudiendo la cabeza—. Es una lástima que no vivas para volver a verla.
—Ya veremos quién queda vivo para ver el final de este día —replicó Nick.
Había adoptado la actitud tradicional del esgrimista, preparado para lanzarse hacia adelante.
Pero don León sonrió. Estaba cómodo, con los brazos cruzados sobre el pecho y la espada que tenía en la mano apuntaba hacia el cielo raso.
—Antes de comenzar, te refrescaré la memoria. Tal vez yo ni siquiera sea el hombre que buscaste durante todos estos años. Algún otro puede haber buscado mi nombre y...
—Eso es posible —interrumpió Nick, bajando la espada al suelo—. Pero no es el caso. Aunque supe tu nombre aquella maldita noche en que entraste en mi vida, fue tu rostro el que quedó grabado en mi mente. Has cambiado poco, Bastida. Tú eres el que busco.
—Pero yo no te recuerdo —dijo don León con calma.
Nick se acercó un paso y se tocó la mejilla.
—¿No recuerdas esta cicatriz que hiciste a un muchacho de doce años?
Don León sacudió lentamente la cabeza mientras contemplaba la delgada línea en la mejilla de Nick.
—He dejado marcas en muchos.
—Entonces tal vez recordarás las palabras que dijiste en ese momento, después de abrirme la mejilla con la punta de tu espada. "Esto te enseñará a no levantarte contra un oponente más poderoso. Tu padre era un pescador, como lo serás tú también, y un pescador no es digno de batirse con un señor". Nunca olvidé esas palabras, Bastida, como puedes ver, Y Predijiste falsamente mi futuro. Puedo batirme contigo en pie de igualdad.
—A menudo decía esas cosas en mi juventud —replicó don León—. ¿Supongo que no me habrás perseguido todos estos años por esa cicatriz?
—¿De manera que no se acuerda de mí? —preguntó Nick. Su furia comenzaba a crecer.
—No. Tu nombre y tu rostro no tienen significado para mí, ni tampoco lo que me has dicho hasta ahora.
—Entonces le relataré lo que ocurrió aquella noche, porque yo lo recuerdo como si hubiera sucedido ayer. Era una noche de verano, hace unos quince años, cuando usted y sus nobles amigos vinieron a mi pueblo en la costa de Francia. La mayoría de los hombres del pueblo habían salido a pescar. En diez minutos usted había matado a todos los hombres que trataban de proteger su hogar. Luego se divirtió con las mujeres. Esa noche mi padre se había quedado en casa, y él fue el último que murió por su espada, Bastida. Yo lo vi matarlo desde la ventana de la casa de mi padre. Mi madre me obligó a esconderme bajo la cama cuando usted se acercó a nuestra casa, Bastida. Lo vi a usted y a sus nobles amigos arrojarla al suelo y violarla, muchas veces. Usted mató a mi madre y escupió sobre su cuerpo sin vida. Yo salí de mi escondite y corrí detrás de usted. Lo ataqué con los puños, y usted me abrió la mejilla con la punta de la espada y me dio un puntapié que me hizo caer al suelo, a pocos pasos del lugar donde yacía mi padre, diciéndome que yo no podía molestarle. Ahora sabe por qué he jurado matarlo, Bastida. Cuando usted asesinó a mis padres, fue un error dejarme vivo —dijo Nick, mientras los fuegos del pasado brillaban en sus ojos—. ¡Ahora mis padres serán vengados!
—O irás a reunirte con ellos —replicó tranquilamente don León.
—¿Ahora me recuerda?
—Lo que me has descrito sucedió en muchas oportunidades. No te recuerdo, pero recuerdo vagamente haber matado a una mujer que se abalanzó sobre mí con un cuchillo, confieso que he llevado una vida pecadora, pero, ¿acaso soy diferente de ti? —preguntó don León, con una mueca—. ¿No violaste tú a ______ ______(TA)?
—Tal vez la violé, pero no maté a su marido para poseerla, ni la compartí con mi tripulación ni la maté después. La conservé conmigo, y tendrá mi hijo y será mi esposa.
—Qué bien —rió don León con sarcasmo—. Pero si insistes en ponerte a mi altura, probablemente nunca será tu esposa. Tal vez yo haya llevado una vida cruel, pero no pienso que termine hoy.
Bastida se acercó, con el brazo extendido, y las espadas chocaron. Bastida no había alardeado falsamente de su capacidad, y con rápidos golpes y movimientos; inmediatamente puso a Nick a la defensiva. Pero a Nick no le faltaba habilidad, y rápidamente enfrentó la espada de Bastida hasta que el viejo, con un rápido movimiento de su muñeca, derramó sangre por primera vez.
Bastida retrocedió un paso, con una sonrisa en los labios, al ver la sangre que manaba del pecho de Nick. Los dos hombres describieron círculos cautelosamente; luego el choque de las espadas resonó otra vez en el aire. Nick tomó la ofensiva, forzando a Bastida a retroceder hasta el otro extremo de la habitación con un furioso ataque. Bastida se cansaba rápidamente, y la espada de Nick dio en el blanco una y otra vez.
Nick era como un toro salvaje que se lanza sobre la capa del torero, que era la camisa de Bastida, teñida de rojo por su propia sangre. Tenía la fuerza de la juventud y la rapidez de una cobra, y con un repentino movimiento hacia adelante, arrancó la espada de Bastida de su mano.
La punta de la espada de Nick se apoyaba contra el pecho del hombre mayor, y por un momento brilló una locura en sus ojos que congeló la sangre de don León. Pero antes de inclinarse hacia adelante para poner fin a la vida del hombre que lo había torturado, Nick se distrajo por un gemido angustioso que venía de la habitación contigua.
Su rostro quedó sin color, y comenzaron a temblarle las manos. Olvidando a Bastida, que lo miraba con los ojos muy abiertos, Nick se volvió y corrió hacia la puerta de la habitación donde estaba ______. A sus espaldas, viendo una posibilidad de vencer, Bastida sacó su daga y levantó los brazos para lanzarla contra la espalda de Nick.
De pronto hubo una explosión de pólvora en la habitación. Nick se dio la vuelta y vio caer al suelo a Bastida, con la daga todavía en la mano. Luego sus ojos se volvieron hacia la puerta que había quedado abierta, y vio la figura corpulenta de Joe Miller parado allí, con su gran pistola humeante.
Nick sonrió débilmente.
—Supongo que debo agradecerte por esta vez ser el francés terco que se niega a obedecer órdenes.
—Realmente creo que debes estar agradecido —gruñó Joe mientras se paseaba por la habitación—. Lo tenías a tu merced, y en lugar de atravesarlo con la espada como se merecía, le das la espalda como espléndido blanco. En este momento deberías estar en medio de un charco de sangre. Pierdes la cabeza de tal manera con esa muchacha que cortes en cuanto ella grita. Esa muchacha te llevará a la muerte.
—¡ Nick!
El grito de _______ fue como un cuchillo que atravesara el corazón de Nick, olvidó completamente a Joe y entró en la habitación. La cama estaba vacía y miró frenéticamente a su alrededor.
—¡Dios!
Corrió hacia ella, con el rostro tan pálido como el de ______, con un solo rápido movimiento cortó la cuerda con su espada, luego la dejó caer y levantó a la muchacha en sus brazos. Ella gritaba con los movimientos repentinos, que le provocaban fuertes dolores, pero en dos rápidos pasos la llevó a la cama y la colocó allí con suavidad. Ella abrió los ojos que ahora estaban tranquilos, llenos de alivio, y lo miró.
—Dios mío, _______, ¿por qué no me lo dijiste? ¿Por qué has dejado que me demorara tanto con Bastida? —preguntó. Enjugó la sangre del mentón de ______, la sangre que ella misma se había hecho al morderse los labios para no gritar.
—Él quería que oyeras mis gritos, pensando que te alterarían y que te descuidarías. No podía permitir que eso sucediera. Lamento haber gritado cuando lo hice pero yo...
—Deberías haber gritado antes, ¡demonios! Tengo que ir a buscar ayuda —dijo con severidad, con el rostro lleno de aprensión.
—Es tarde para eso, Nick. Tendrás que...
Nick se horrorizó cuando los gritos de _______ llenaron nuevamente la habitación, Joe se acercó a la habitación pero al ver a Nick junto a la cama, y a _______ aferrándose a su mano, cerró la puerta sin ruido y los dejó solos. Pocos minutos después, Nick trajo a su hija al mundo.
_______ miraba maravillada el diminuto bebé que Nick le había puesto en los brazos. Observó orgullosamente el cabello castaño y el color castaño claro de sus ojos que se veía entre los párpados medio cerrados. Luego levantó la mirada hacia Nick y frunció el ceño.
—Ah... lamento no poder darte el hijo varón que deseabas —dijo con un ronco suspiro.
Nick se sentó en el borde de la cama y se inclinó a besarle la frente; luego sonrió, sacudiendo la cabeza.
—¿Qué importa que nuestro primer bebé sea una niña? Habrá otros, muchos otros, y yo los querré a todos. Pero ésta, esta niñita diminuta con la carita roja, tendrá un lugar especial en mi corazón.
_______ veía en la expresión de sus ojos que no estaba desilusionado, y que su corazón estaba lleno de alegría. Con un suspiro de alivio mezclado con satisfacción, _______ se durmió
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Re: L'amour du pirate (nick y tu)
*JuLiEtHa* escribió:iia soOloO falta un cap pra el finaaall :(
solo un cap!!?¿¿? :pale: :pale: :cheers: :cheers: oohhhhhhhhhhhh fueee toodo muy boniito, me da pena que se acave, pero tambnien qiero saver el final!!!
por cierto, de veras,de veras que este cap fue precioso, fantastico increible.... jajajj me gusto muucho!!
BESITOS y sigue!! ;P :D :D
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Re: L'amour du pirate (nick y tu)
Hola
ahhhhhhh
solo un capi
para que se termine
quiero saber como
termina
pero si me da tristesa
siguela plis
que esta super buena
bye kisses nicky
ahhhhhhh
solo un capi
para que se termine
quiero saber como
termina
pero si me da tristesa
siguela plis
que esta super buena
bye kisses nicky
NickyL.A Baby
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