The Ice Princess [Logan Lerman]

4 What?

Dormir, dormir, dormir. Era lo único que estaba en mi mente, estaba durmiendo plácidamente en el colchón de mi cama, me sentía completa, era la mejor sensación que nunca había experimentado, dormir. Amaba dormir.
Lástima que no tengo el don de dormir por siempre, que si no fuese así, saltaría de alegría, pues desde mi punto de vista, dormir era la mejor sensación que podías experimentar en la noche, eso que sientes cuando la piel de tu mejilla hace contacto con un almohadón, es indescriptible, se siente que tu cuerpo alcanzo la cima de la paz, la tranquilidad y la armonía, te sientes tranquila, sientes que no estas bajó ninguna presión ni estrés.
Lástima que algo o más bien dicho alguien interrumpió ese mágico momento en mi. Era un fuerte sonido, algo lejano, de que algo se venía abajo, se desplomaba, pero era un estrepitoso sonido, que retumbó en las 4 paredes de mi habitación y llego hasta mis tímpanos, despertándome. Lentamente abrí mis ojos, me senté y talle mis ojos con la sábana que cubría mi cuerpo, pues traía puesto solamente el vestido de princesa de hielo que yo misma me hice el día anterior. Pero que tonta que fui, pues no estaré usando este vestido por toda mi vida, necesitaba más ropa, y adecuada para barías ocasiones.
De no ser por unos gritos no me hubiera salido de mi trance, y no me hubiera percatado de que el suelo estaba temblando, Alex.
Salte del colchón y salí disparada hacia la puerta principal del palacio, baje las escaleras casi volando, y cuando llegue a la puerta, la abrí y abrí mis ojos a más no poder, la repentina luz del sol me segaba. Tanto que tuve que apartar la vista si quería conservar mis ojos. Ya aclarándome un poco, y acostumbrando mis ojos a la luz mañanera, quite las manos de mis ojos grises. 
Lo primero que vi, fue a Niall que con ambas manos se sostenía el estómago, estaba a unos 20 metros de mi, pero lo lograba ver y distinguir entre los montones de nieve que lo lograban ocultar muy poco. El rubio se tiró de espaldas al suelo, y apareció de la nada Adri, que venía con una gran sonrisa y se coloco de rodillas en la nieve, negando con la cabeza. Corrí hasta donde estaban ellos, sintiendo el frío aire chocando en mi rostro y sentía que mi trenzado cabello se estaba deshaciendo, pero no importaba. Una vez que llegue junto a esos 2, me percate de que se estaban riendo, estaban soltando unas grandes carcajadas. Las mejillas del ojiazul se tornaron de un color rosa carmesí, al igual que sus pómulos, pues como su tez era exageradamente blanca esto le sucedía, que al reír se pusiera todo sonrosado y también si esta expuesto al frío, como en esta ocasión. Y la morena? Pff ella ni hablar, estaba su cara de un color rojo, pues estaba en las mismas condiciones que Niall.
-¿Que ocurrió aquí? -les pregunte con el ceño fruncido y mis manos a ambos lados de mis caderas, si iba a tratar con unos niños, debería de comportarme como la líder de ellos, el macho alfa. Los 2 se miraron  entre ellos, pero eso empeoro todo, pues ambos se tiraron en el suelo y comenzaron a reír aún más fuerte, mientras pataleaban en el aire y se agarraban la barriga, parecía que se estaban convulsionando en el suelo, pero una convulsión de risa-. ¿Y bien? ¿No me van a responder? ¿Donde están Alex y Andrew?
Les pregunte, pero como era de esperarse, ellos no respondieron, sólo recibí una que otra patada de parte de Niall. Parecían niños pequeños. No hizo falta preguntarles una vez más por los doble "A", Andrew y Alex, el dúo del A, porque ellos venían saliendo de unos árboles.
La castaña venía riéndose, pero el castaño venía con el ceño un poco fruncido y una mueca en la cara, sin decir nada de su ropa, que estaba hecha arapos, estaba destrozada la camiseta, dejando al descubierto el lado derecho de su pecho, y sus pantalones de la parte de abajo estaban arrancadas, como si un oso hubiera sido el causante de ello.
Adriana logró levantarse del suelo, al igual que Nialler, y chocaron sus palmas con Alex, aún sindical dejar de reír.
Adri: Eso fue grandioso. Tenemos que repetirlo algún otro día.
-¿Que ocurrió? -volví a preguntar, esta vez estaba segura de que si obtendría una respuesta de parte de uno de ellos 4. Y quien me la respondió fue nada más ni nada menos que Niall.
-Lo que paso fue que Andrew hizo enojar a Alex, no se ni siquiera que hizo, pero...-Niall fue interrumpido por Alex.
-El tonto me reto a que yo no podría subirme hasta la copa del árbol más alto sin salir lastimada, pero me cabree con el, y el solamente se burlo de mi. Una vez que subí el árbol, hasta la cima, el muy tonto no se que brujería hizo, pero la rama se quebró, y caí en el suelo. ¡Dde espalda! Me duele aún.
-¡Pero fue muy chistoso ver como caíste! -grito la morena soltando una risita.
-Si, en verdad lo fue. Pero después de eso, Alex correteo a Garfield, y este hizo que se tropezara con la rama de un árbol, cosa que hizo que Alex se ensuciara y su cabello se manchará de lodo y tierra. Cosa que nunca en la vida debes hacer si no quieres que estallé una tercera guerra mundial. Es en serio, no se sabe de lo que es capaz esa loca. -menciono riendo el rubio y la castaña le soltó un golpe en la espalda por el cual el rubio soltó un pequeño sonido de dolor y en su cara se reflejó la sorpresa. Esa no la vio venir.
-Bien. ¿Y que más? ¿Porque Andrew esta todo sucio? -pregunto aún confundida. Estoy empezando a atar los lazos de la respuesta, pero aún me revuelvo por toda esta rara actitud de niño en el cuerpo de 3 adolescentes. Extraño.
-Bueno, después de que Alex se levantará y Andrew la mirara con burla, ella se lanzo encima de el, literalmente, y trato de golpearlo, pero como es de esperarse, Andrew la detuvo, el es mucho más fuerte.
-Si, la detuve. Tuve que aprisionar sus manos detrás de su espalda y con la otra mano tranquilizarla mientras la sostenía, por si me soltaba un golpe...-decía Andrew que fue interrumpido por el rubio.
-¡Ja! ¿Y tomarla de la cintura cuenta como defensa? ¡Eso es abusó Garfield! -respondió el irlandés riendo. Tanto Alex como Andrew le soltaron otro golpe en la cabeza, al mismo tiempo y a la par. Adri continuo con la narración.
-¡Es suficiente! Seguimos. Después de que Andrew la "tranquilizarla" la soltó. Y el le dio la espalda, ya veníamos para el castillo. Pero Alex hizo que la montaña de allá -señalo una gran montaña que estaba a sólo 1 kilómetro de distancia de nosotros-, se derrumbara, justamente encima de Andy, y quedo sepultado y aplastado por una gran roca.
-¡Y de no ser que Adriana usara un hechizo, esa roca me hubiera matado! -soltó molesto  el castaño.
Alex soltó un bufido y volteo a mirar a Andrew directamente a los ojos.
-¿Me perdonas Andy? -le pregunto la castaña con voz infantil mientras le hacia un puchero con su labio inferior. El castaño la miro por unos segundos y negó con la cabeza y el ceño fruncido.
-No. -dijo firme y volteo su mirada, y giró su cuerpo en un ángulo de 180 grados, de forma que nos daba la espalda. Bueno, a nosotros no, sólo a Alex. La castaña se sorprendió, pero sonrió levemente. Se acercó lenta y sigilosamente hacia el castaño, sin hacer ningún ruido. Me sorprende su forma tan gentil, inteligente, elegante y sencilla de caminar sin hacer ningún ruido.
Una vez que estuvo detrás del castaño, se coloco a su lado izquierdo, se paró de puntillas en sus botines negros, y acercó sus labios a la mejilla del castaño.
Andrew se sorprendió, podíamos verlo, pues volteo levemente la cara, de forma que lo podíamos ver. Estaba con los ojos bien abiertos, y de la nada su ceño fruncido se relajó, y la mueca que tenía se volvió una sonrisa.
Segundos después la castaña se aparto de el castaño con una sonrisa plantada en cara de ambos. A esos 2 les pasa algo. Estoy segura.
-¡Hey! Momentos empalagosos no. -les grito el irlandés.
-¡No coman delante de los pobres! -apoyo Adriana.
Reclamaron los otros 2, riéndose de los doble "A". Que estaban rojos de vergüenza.
*****
-¡Hey! ¡Despiértense dormilones! -grito una voz varonil, despertándome de mi sueño. Me levanté y abrí los ojos, todos a mi alrededor mirábamos a el responsable de esta voz, Ansel. El líder estaba de pie, en frente de nosotros, con los brazos cruzados y Angie a su lado derecho, en la misma posición que el.
-¿Que pasa? -pregunto adormilado el ojiverde soltando un bostezo y tallando se los ojos. Las miradas de los jefes se posaron en el.
-¿Que acaso no escucharon? -pregunto la inglesa con el ceño fruncido. Todos negamos con la cabeza, ¿que diablos ocurrió?
-Pues, no se como no se despertaron con tanto escándalo. Pero hace unos minutos tembló, se derrumbó una montaña. -explico Ansel.
-¿Sólo eso? -pregunto la hermana de __, con tono enojado.
-No, no es sólo eso.
-Pffff menos mal, pues tengo que volver a dormir. Tengo mucho sueño. -reclamo el moreno.
-¿Y cuando no Zayn? ¡Tu siempre tienes sueño! -le reclamo la chica de fuego.
-¿Entonces están diciendo que eso lo hizo Zayn? -pregunte confundido. No entendía que tenía de raro. Tálvez el cambio de clima por la mañana en este bosque. Y que yo sepa, el chico del clima es Malik.
-¡No! El no fue.
-¿Pero que montaña? No veo nada. -se íntegro a la conversación el ruloso.
-¡Harold tiene razón, todas las montañas están intactas! -menciono la chica de la naturaleza, concordando con Styles, el chico flash. De la velocidad. Y ellos tenían razón, todas las montañas estaban ahí, no se había derrumbado nada.
-¡Exacto! Ese es el punto. Se derrumbo y después se volvió a poner en su lugar. ¿Alguna sugerencia del porque de esta respuesta?
-Mmm...¿fueron los extraterrestres? -pregunto con duda mi castaño amigo,  el chico que se puede teletransportar.
-¿Extraterrestres? ¿Estas de broma Liam?-le dijo la chica de los animales. 
Nadie entendía lo que la inglesa y el canadiense querían decirnos, ellos siempre eran así de misteriosos. Siempre.
-¡Tontos! -exclama la líder.
-¡El punto es que eso sólo lo puede hacer un descendiente de la tierra! -todos soltamos un sonoro "oh" al unísono por la respuesta de nuestro líder- ¿Ya entendieron?
-¡Si! -coreamos todos.
-¡Al fin! ¡Gracias dios, por iluminar las mentes de estos idiotas!
-¿Idiotas? Más bien inteligentes, Angie. -le reclamo a la inglesa.
-¡Ya ni yo, me creo esa Logan! -grita Ken.
-Tomen las cosas, vamos a partir en la dirección de donde esa montaña se desplomó. A cientos de kilómetros de nosotros. Vamos. -nos ordeno Ansel.
Todos tomamos nuestras cosas, de mala gana, todos queríamos seguir durmiendo.
Pero esto era así, no podíamos tomarnos nuestro tiempo, porque aquella persona descendiente de la tierra era muy peligrosa, ya si fuese hombre o mujer, pero lo era. Y si de alguna manera se topaba con __ quien sabe que le podría hacer. __ podría estar en peligro, y debíamos de darnos prisa para encontrarla.