The Ice Princess [Logan Lerman]

2 The Problem.

Hace 1 hora que estamos en la fiesta yo y Kendall, no hacemos otra cosa más que observar todo lo que está a nuestro alrededor, todo era lujoso, y tenía brillo. No había visto a la reina ni a la princesa, en esta hora, de seguro iban a hacer una aparición muy elegante. En ese instante comenzaron todos a bajar la voz y el grito de un hombre resonó en las 4 paredes del enorme salón.
-Ahora les presentamos a la reina Lisbeth, nuestra nueva reina de Canderille. -anunció un hombre Calvo. Todos comenzaron a aplaudir y a gritar de felicidad. Yo y Kendall también aplaudíamos mientras silbábamos. Por la puerta apareció Liz, que sonreía de oreja a oreja, literalmente, y saludaba a todos los presentes en la fiesta, muy cortes de su parte. Camino hasta un estante, donde había una gran silla, el trono y se sentó- Con ustedes, ¡la princesa __ Frost! Princesa de Canderille. -volvió a gritar el hombre sin ningún pelo en la cabeza. Y rápidamente todos voltearon la vista a la puerta, para ver a __ entrar; todos inmediatamente comenzaron a gritar y aplaudir, y yo y Kendall no nos quedamos atrás, aunque yo hacia más relajo que Kendall. __ entro con una tímida sonrisa mientras saludaba gentilmente a todos! sus ojos se movían en todas las direcciones de la habitación! buscando a alguien. Y en unos segundos sus ojos se encontraron con los míos, esos hermosos ojos grises me miraban. Yo le sonreí y la salude agitando la mano, ella me miro con la ceja arqueada y me dedico una pequeña sonrisa, para después saludarme con un gentil movimiento de cabeza. Le guiñe un ojo, y eso la puso nerviosa al parecer, pues aceleró el paso, bajo la mirada al suelo y se puso al lado de la reina.
Yo solo me reí por su actitud. ¿Será acaso que yo la pongo nerviosa?
*****
-¡__! Levanta la cabeza, mira a todos y saluda. -me dijo mi hermana. Yo la obedecí e hice lo que me pidió, con una pequeña sonrisa de mi parte. Ya cuando todos dijeron de prestarnos toda su atención solté un suspiro- ¡Balla! Tu primer día fuera de tu habitación y ya traes locos a todos los de aquí hermanita.
-¿Que yo que?
-No te hagas, yo observe como se pusieron cuando entraste, los chicos mueren por ti, hermanita. Y en especial el chico de los ojos azules.
-Estas loca, ni siquiera conozco a nadie de aquí. Solamente a ti.
-Pero aunque no lo conozcas el te mira mucho.
Yo: Alucinas Lis.
-Entonces como me explicas que ahora mismo está con su amigo Rubio, a unos 7 metros a tu derecha. -me dijo mientras fruncía el ceño y miraba disimuladamente por mi hombro. Yo voltee y era verdad. El chico de cabello negro me miraba fijamente, y su amigo miraba a mi hermana. Al darse cuenta de que los mirábamos, se voltearon y disimularon que nunca habían puesto su mirada sobre nosotras, por lo que solté una pequeña risita.
-¿Y ahora de que ríes?
-De ellos, ¡son tan lindos!
-¿Que te parece si vas con ellos?
-¿Que? ¡Ni loca! ¿Porque no vas tu?
-Porque es mi coronación de reina y tengo que bailar con barías persona que quien sabe que tengan que ver con el reino. -dijo mientras bufaba. En eso un anciano de unos 60 años se acercó a nosotras y se llevo a Liz, para bailar con ella, hoy todos debían de bailar con la reina al parecer. Miraba divertida a mi hermana y me reía, pero ella sólo me fulminaba con la mirada, por lo que reía yo más. 
Baje la mirada a mis manos, que estaban cubiertas por los guantes, los uso debes en cuando, antes de que papa y mama se fueran, ellos me dijeron que un día debería de enfrentarme a la sociedad, y que ese día llegaría pronto, por lo que siempre debía de utilizar los guantes. Subí la mirada rápidamente, suspire y me acerque a la cocina, necesitaba agua y estar un rato sola.
*****
La princesa camino hasta que doblo la esquina de un pasillo y la perdí de vista.
-¡Que vergüenza! -grito mi amigo mientras se pasaba una mano por la cara desesperadamente. 
-¿Que ocurre Ken?
-¿Como que que ocurre? ¿Que no viste que nos descubrieron?
-Oh cierto, estamos fritos hermano. -le dije mientras hacia muecas.
-Aún no, sólo tenemos que dar el primer paso nosotros. Debemos de presentarnos y ya después veremos que ocurre, ¿si?
-Buena idea, tu ve a presentarte con la reina, y hazle un favor, se ve que no le gusta estar con el anciano de allá. -le dije a Ken, apuntando disimuladamente donde estaba Lisbeth bailando con un señor, y por las muecas que hacia ella, creo que era algo incómodo.
-Esta bien, pero tu me acompañas -me jalo del brazo y me arrastro, literalmente, hasta donde estaban Liz y el señor-. Disculpé caballero, podría concederme el honor de llevarme un momento a la reina.
-Claro que si joven. Hasta luego majestad. -hizo una reverencia hacia Lis, que ella imito. El anciano se fue y cuando estuvo lo suficientemente lejos de nosotros soltamos un suspiro.
-De verdad, gracias por salvarme, eres mi héroe. -le dijo mientras tomaba a mi amigo de los hombros, y este se sonrojó.
-No hay de que majestad, y nos presentare yo, porque como puede ver mi amigo se a quedado en estado de shock. Yo soy Logan Lerman y el es Kendall Smith, para servirle. -le conteste lo más cortes que pude e hice una reverencia. Lis soltó a mi amigo, que inmediatamente imito mi postura.
-Mucho gusto chicos. Y de seguro ya me conocerán, soy Lisbeth Frost.
-Creo que aquí todos la conocemos majestad.
-No me llamen así, porfavor, me hacen parecer vieja, sólo llámenme Lis, ¿quieren?
-Deacuerdo. -dijimos al unísono Kendall y yo.
-¿Uno de ustedes podría  hacerme un favor? -nos pregunto mientras me veía a los ojos, ¿porque los ojos de ella son de un gris fuerte y los de __ son más claros?
-Claro.
-Bien, necesito que uno de ustedes baile con mi hermana, y el otro baila conmigo, ¿si? -nos pregunto. Y aún seguía mirándome, como si dijera una indirecta, que yo no capte, pero creo que Kendall si.
-Claro Lis, yo bailare contigo y Logan con tu hermana. ¿Donde esta?
-Voy por ella. Esperen aquí, ¿si? -nos dijo de forma amable. Y se retiró dejándome sólo con Ken.
Mi rubio amigo me miro con la ceja arqueada, y yo sólo tenía ganas de lanzarme hacia el y golpearlo.
-¿No me darás las gracias Logan?
-¿Porque debería? -estaba tratando de sonar indiferente, pero estaba molesto.
-Tálvez porque e conseguido que bailes con la princesa.
-¿Y?
-¿Como que "Y"? Se qué te gusta, es linda además. No lo niegues.
-Claro que es linda, pero no me gusta.
-Si tu lo dices. -susurro, pero logre escucharlo por lo que le di un golpe en la cabeza- ¡Auch!
*****
-¡__! -escuche que me hablaban. Rápidamente me puse los guantes de nuevo, y tire a la basura el vaso que congelé con sólo tocarlo. Y me voltee encontrándome con mi hermana.
-¿Que pasa Lis? -le pregunte tratando de sonar indiferente volteando a ver a mi alrededor.
-Ven conmigo, te presentare a alguien, y bailarás con el. -me tomo del brazo y me saco de la cocina.
-No es ningún anciano, ¿cierto? -le pregunte frunciendo el ceño. Por lo que ella soltó una risita y negó con la cabeza- ¿cuantos años tiene? 
-Tálvez es de mi edad.
-¿De tu edad?
-Si -dijo y me jalo aún más. Caminamos hasta el salón y se acercó a 2 chicos que estaban de espaldas a nosotras-. ¡Chicos! -los llamo Lis y ellos voltearon. Y en ese momento desee salir corriendo de ahí, eran el chico rubio de los ojos verdes y el chico del cabello negro con ojos azules, el mismo que había visto hace rato. El me miro de arriba a abajo, estudiandome, y dio un paso alfrente. Lis me soltó del brazo al fin.
-Que gusto poder conocerla, princesa. Soy Logan Lerman, para servirle. -me dijo mirándome a los ojos. Yo me sonroje. El tomo mi mano y se acercó lentamente a mi mejilla, donde depósito un beso delicadamente, el contacto de sus labios en mi piel me envió una descarga eléctrica por todo el cuerpo, quien sabe porque, y al parecer el también lo noto, porque se quedo pensativo y sorprendido a la vez.
-Un gusto Logan.
-Y yo soy Kendall Smith princesa, a su servicio. -se presentó el rubio e imito a Logan. Pero con el no sentí absolutamente nada.
-Un placer Kendall.
-Que bien que se conocen todos. Ahora, ¿vamos a bailar? -pregunto mi hermana.
-Claro que si, vamos Lis. -le dijo el rubio a mi hermana extendiéndole su brazo, y mi pelirroja hermana muy gustosa lo acepto y se adentraron en la pista de baile. Pero desde cuando le llaman a Lis, ¿por su nombre?
Pensaba en eso pero un carraspeo me interrumpió. Era Lis, que estaba ahora a unos metros de mi.
-¿Que? -le pregunte en voz baja. Ella soltó un bufido y con su cabeza disimuladamente apuntaba a mi derecha. Ella bailaba con Kendall.
Gire mi cabeza en dirección en la que Lis me dijo, y me tope con los ojos azules de Logan, que me observaban fijamente. Al darse cuanta de que lo miraba me sonrió y me extendió su mano.
-¿Bailas?
-Me encantaría Logan, pero no se bailar.
-¿Que no sabes bailar? Pero su hermana es una magnífica bailarina.
-Lis y yo somos muy diferentes. Yo no bailo, lo siento. -baje la mirada avergonzada. Logan levantó mi mentón con sus manos y me miro a los ojos. Sus ojos me hipnotizaban.
-Yo te enseño.
-Pero, ¿si te piso?
-Tu tranquila, verás que todo saldrá bien, princesa. -me sonrió. Yo le asentí con la cabeza, y el me tomo de la mano delicadamente, y me llevo a la pista de baile.
*****
La tome de la cintura, y ella rodeó mi cuello con sus brazos. Así la apreté más a mi, acercándola a mi cuerpo, a ella pareció no molestarle por lo que la tome más fuertemente de la cintura.
-¿Escuchas la melodía? -le susurre al oído. Ella sin embargo asintió con la cabeza-. Bien. Ahora nos moveremos a la derecha, 2 pasos, ¿deacuerdo? -le volví a susurrar y ella volvió a asentir. El contacto de su piel con la mía causaba cosas en mi cuerpo, cosas que nunca había sentido con nadie. Nos movimos 2 pasos a la derecha como le dije-. Ahora vamos a la izquierda, mueve la cadera, no te pongas tensa, ¿si? -le susurre de nuevo, ella asintió, y nos movimos a la izquierda.
-¿Que tal lo hago? -me pregunto separándose un poco de mi, para mirarnos de frente.
-Perfecto, ahora sólo muévete al compás de la música, ¿si? -ella asintió y se recostó en mi pecho, aún con sus brazos en mi cuello. Yo la rodee aún más con mis brazos mientras deslizaba mis dedos por su espalda, trazando círculos en su espalda que estaba descubierta de la parte media para arriba, por el vestido que usaba. 
Así bailamos abrazados toda la canción, hasta que término y empezó una un poco más rápida. Por lo que nos separamos.
-Para ser nueva en el baile, me sorprendiste. -le dije.
-Gracias. Pero aprendí del mejor, ¿sabes? -me dijo burlona mientras reía.
-Si, eso dicen todas.
- ¿Todas? -frunció el ceño levemente y me miraba esperando mi respuesta.
-Si, mi madre y mis tías. Antes de que murieran. -esto último lo murmuré.
-Lo siento. No era mi intención.
-No te preocupes, ya lo supere. -le dedique una tímida sonrisa.
-Es duro perder a tus familiares, los sé y te entiendo.
-Si, pero creo que ahora están en un lugar mejor.
-Claro que si. No te preocupes por ellos. -me dedico una pequeña sonrisa.
La tome de la mano y me la lleve a la terraza de la sala. No me había percatado de que tenía guantes, ¿porque llevaría unos guantes?
-¿Puedo preguntarte algo?
-Claro que si.
-¿Porque traes puestos unos guantes? -le pregunte lo más normal que pude sonar. Ella inmediatamente bajo sus manos, y las escondió en su espalda. También miro el suelo y comenzó a tartamudear.
-Este....yo....-estaba muy nerviosa, pero estaba por responderme cuando Lis y Ken entran en el balcón. Kendall estaba un poco triste, pero Lisbeth sonreía.
*****
Mi hermana traía una sonrisa en la cara, y eso sólo significaba una cosa, estaba muy feliz. Menos mal y llego a salvarme de la pregunta de Logan.
-¿Que ocurre Lis? -le pregunte a mi hermana.
-Adivina que.
-¡Dime!
-Se va a casar. -soltó de repente el rubio en un bufido. Yo mire a mi hermana con la boca abierta, y ella fulmino con la mirada a Kendall, quien estaba con la cabeza gacha.
-¿Que? -pregunto sorprendido Logan.
-Como escucharon. ¡Me voy a casar!
-¿Como paso?
-Estaba con Kendall, cuando se acercó un chico muy lindo a mi, bailamos por un rato, es el príncipe de las islas del norte. Nos caímos muy bien, dijo que le gustaba y que me amaba, y me pidió matrimonio. -grito emocionada mi hermana. Pero yo estaba en shock.
-No -le dije.
-¿No que?
-¡No te vas a casar! -le reclame molesta.
-¿Porque? ¿Quien eres tu para impedirlo? -me dijo molesta y entro al salón, pero yo la seguí, esto no quedaría así.
-No lo harás porque yo se lo que te digo. Soy tu hermana. -la alcance y la tome del brazo, ella se soltó de mi agarre y me miro desafiante.
-¿A si? -me dijo cabreada. Todos los presentes nos miraban, éramos el centro de atención en ese momento.
-No te casarás. ¡Lo acabas de conocer! -la volví a tomar del brazo para que no se fuera. Ella se deshizo de mi agarre y me quieto uno de mis guantes. ¡Oh no!
-¿Porque eres así? ¿Porque no quieres que sea feliz? -me grito. Yo solamente di media vuelta y comencé a caminar, estaba agitando la pequeña gota de pasiencia que tengo-. ¿Porque eres tan amargada? ¿Acaso esos años que estuviste encerrada en tu habitación te afectaron?
-Porfavor Lis ya para.
-No no voy a parar -me grito-. Me casare y punto final. Te gusté o no -al escuchar eso perdí el control completamente.
-¡No, no lo harás! -le grite volteandome, y agitando mis manos. Como no tenía uno de los guantes, solté hielo en el suelo, formando una barrera entre la gente y yo. Mi respiración comenzó a alterarse y todos me veían con miedo en sus ojos. ¿Porque? Simple, porque soy un monstruo. Todos estaban boquiabiertos. Trate de aguantarme las lágrimas y salí corriendo de ahí. Corrí del castillo, atravesé el puente y me adentre en el bosque. Como ya nadie podía verme comencé a llorar. Sin rumbo alguno corría por el bosque, hasta que me encontré en una montaña, y sin ningún problema la subí y cuando estuve en la cima me tire y comencé a llorar.
Ahora mi vida se había hecho pedazos, ahora todos sabían lo que era.
A mi alrededor comenzó a nevar, era por mi de seguro. Me levanté del suelo, que ahora estaba lleno de nieve, y observe a mi alrededor la montaña, estaba totalmente llena de nieve, y eso me gustaba. Talle mis ojos con mi mano que aún estaba con el guante, pero me lo quite y lo arroje.
Aquí nadie podría verme, ni encontrarme, ni juzgarme por lo que soy, aquí puedo ser yo misma, reí para mis adentros y forcé una sonrisa para mi misma.
Aquí podría usar mi poder sin ninguna molestia.
Empece a pensar, "castillo", "palacio", "castillo", "palacio". Pensaba en esas 2 cosas, tenía que encontrar en donde dormir y vivir.
Moví mis manos y comencé a construirlo, agitaba mis manos en todas las direcciones, así una ráfaga de aire congelado se dirigía a donde yo decía y hacia lo que yo le pedía. Minutos después cree un enorme palacio de hielo. Y sólo para mi.
Me adentre entré en el y lo examine, justo como yo lo pensé. Baje la mirada y me di cuenta de que aún tenía el vestido de la fiesta. Sólo le faltaba algo, un toque para que apreciare más mío. Una capa.
Moví las manos de nuevo y cree una linda capa de seda con copos de nieve. Y se unió al vestido. Me mire en el espejo que cree, mucho mejor. Entonces también solté los pasadores del peinado y deje mis rulos al aire libre, para después trenzarlo, como siempre lo hacia. Aún tenía en mi cabeza la tiara de princesa. Me la quite de la cabeza y la arroje por el barranco que se lograba ver desde mi balcón. Mucho mejor.
Tome la caja con las joyas que cree de nieve, y me coloque el collar de plata con el dije del copo de nieve. Ahora soy la princesa de nieve.
Y ahora viviré por fin, en paz, sin preocupaciones, pero para eso debería de olvidarme de todo y todos. De Lis, de mis padres, de Kendall, de Logan.
*****
Lisbeth lloraba a mares, mientras Kendall la consolaba. Ya llevaba llorando 2 horas.
-Si yo lo hubiera sabido, no la hubiera expuesto en la fiesta -grito llorando la rojiza-. No savia que reaccionaria así. Todo es culpa mía, ahora creen que es un monstruo.
-Ya cálmate, no es culpa tuya Lis. -le dijo mi amigo.
-Siempre lo supe. -dije para mi mismo.
-¿Que? -era Kendall el que pregunto.
-De ella. Era la chica del cabello azul y blanco, como le dije a mama.
-¿Estas seguro?
-Si, es ella.
-¿De que hablan? -pregunto la chica mientras lloraba en silencio.
-Tu hermana es como yo. 
-¿Como tu? No lo entiendo.
-Quiere decir que tiene un don, al igual que el. -respondió por mi el rubio.
-¿Tu también controlas la nieve? ¿Y haces hielo?
-No, yo controló el agua.
-¿Entonces no es la única que puede hacer eso?
-No, hay pocos como nosotros, pero si hay varios. 
-Debemos de ir por ella, no valla a hacer una locura y... -comenzó a decir mi amigo mientras hacia señas y muecas.
-Claro que iremos por ella, partimos en una hora. Kendall alistate.
-¡Yo iré con ustedes! -dijo rápidamente la ojigris.
-¿Que?
-Yo la metí en esto y tengo que ayudar, así que voy con ustedes.
-¿Y si tu prometido se molesta?
-No lo hará te lo aseguro -dijo decidida.
-Bien. Salimos en una hora, traigan lo que puedan. Yo iré por los demás.

3 Friends.

2 horas. 2 horas llevaba encerrada en mi palacio de nieve, mientras estaba aburrida, ¿ahora que iba a hacer?
Ya había jugado un buen rato con la nieve y mis manos, descubriendo todo lo que puedo hacer, incluso, fabrique unos que otros muñecos de nieve, afuera del palacio, pero ya había hecho miles de ellos por lo que ya no sabía que más hacer.
Suspire pesadamente y subí las escaleras para entrar en mi habitación, me senté en la cama de nieve que cree y mire el techo, en el que colgaba un gigantesco candelero de cristal, que con la luz de la luna se hacía de diversos colores dándole un toque mucho más práctico y lindo.
Eran aproximadamente las 4 de la mañana, y todavía era temprano para mi, pero olvide todo eso y cerré mis ojos con fuerza. 'Debes dormir, duerme, duérmete' era lo que mi conciencia me decía que hiciera, pero sin embargo eso no sucedió, mis ojos no querían cerrarse, no quería dormirme.
Me senté en el borde de la cama y mire todo a mi alrededor, 'Vez de lo que eres capas, tu no eres un monstruo __, tienes un gran don' me decía mi cerebro, pero que diablos sabía el? Yo soy anormal, no hay nadie que sea como yo en este mundo, y creo que en todo el universo.'No tengas miedo de tu don' me replico, pero eso ya lo había superado, yo ya no le temía para nada a mi don.
Restregué un poco mis ojos con la capa del vestido y me dirigí al balcón de la habitación. Esa noche la luna brillaba a más no poder, y el cielo estaba estrellado, desde la ventana que siempre estaba cerrada de mi habitación en casa no se veía así el cielo, y era porque estaba muy abajo. Pero ahora que estaba en la cima de una montaña, y en la parte más alta del castillo de ella, se veía todo, incluyendo las luces del pueblo.
Me retire del balcón y con un movimiento de mis manos, se apagaron todas las "luces" de cristal que había en el palacio. Suspire y me senté de nuevo en la cama, trataría de dormir pase lo que pase, pero con toda esta situación dudo que podría.
Estaba sumergida en mis pensamientos recostada en mi cama, cuando se escucho un ruido de la parte de abajo del castillo, y sobresaltada, salte de la cama y extendió mis manos, para defenderme, pero nada ocurrió. Los ruidos se volvieron a escuchar, pero esta vez más fuerte, eran voces.
Me arme de valor y salí de la habitación y de nuevo, ordene que la luz volviera. No debía de atacar porque quien sabe quien podría ser, tálvez eran Lisbeth, Kendall y Logan. O tálvez sólo era su imaginación, pero eso estaba por verse.
Baje las escaleras lentamente mirando a todas partes, y con las manos listas para cualquier cosa rara.
-¿Quien esta ahí? -pregunte firme y mi voz resonó por todo el palacio, de eso estaba segura. Pero no hubo respuesta, sólo silencio-. Responda, ¿quien esta ahí? -volví a preguntar, pero no hubo respuesta.
Suspiré frustrada y cerré los ojos, fue imaginación, lo que faltaba ahora te has vuelto loca. Pero se escucho un murmuro a unos metros de mi, por lo que inmediatamente apunte mis manos en esa dirección y son pensármela 2 veces lance un rayo de hielo, para atacar al intruso.
Se escucharon unos pasos y después de nuevo hubo silencio. Si había alguien en el castillo, a parte de mi. 
-¿Se puede saber porque me disparaste? -me susurro una voz detrás de mi. Por lo que sobresaltada, me voltee de un brinco y dispare más hielo-. ¡Uh! Buen tiro, pero soy más rápido. -me dijo en modo burlón de nuevo esa voz, era de un chico.
Provenía de unos metros por encima de mi, y eso sólo significaba una cosa, esa persona estaba por encima de mi cabeza. Lentamente subí la mirada y me encontré con un chico rubio de ojos azules, que al verme me sonrió, pero lo más curioso era que el estaba prácticamente flotando, encima de mi.
-¿Quien eres? ¿Y como es que haces eso? -le pregunte mientras le trataba de lanzar un rayo de nieve, pero creo que eso no era lo correcto. El comenzó a caminar en el aire mientras reía. Entonces me miro y voló, literalmente, hasta donde estaba yo, se encontraba a 1 metro de mi, frente a frente.
-No, aquí el que hace las preguntas soy yo. ¿Quien eres tu y porque vives acá? -me dijo arqueando una ceja. Entonces el dejo de flotar en el aire y se paró en el suelo, aún enfrente de mi-. Anda contesta.
-¿Porque crees que contestaría tus preguntas? -le dije de forma sería. 
-¡Uh! No debiste decir eso -dijo negando con la cabeza-. Si no quieres hablar, te haremos hablar.
-¿Haremos? ¿Tu y quienes más? ¿Hay más ladrones aquí? Por favor larguence de aquí antes de que les haga daño.
-Si, no estoy sólo. Pero no somos ladrones y dudo que puedas tu sola contra nosotros 2.
-¿Nosotros? ¿De quien hablas?
-De mi, ahora contesta o verás lo que pasará. -menciono una voz detrás de mi. Me voltee y me encontré con una chica 1 año menor que yo, una morena de ojos grises, y su cabello largo hasta la cintura y con rulos se veía entre castaño y rojizo por los reflejos de la luz de la luna, era más bajita que yo, sólo por 10 centímetros. Vestía con una camiseta negra ajustada, y unos jeans negros, junto con unos pequeños botines negros y una chaqueta de cuero del mismo color que todas sus demás prendas. Estaba vestida igual que el Rubio, pero con un toque femenino, claro.
-Bien -bufe-. Soy __ Frost, ¿contentos? -dije de mala gana. Ellos abrieron los ojos como platos.
-¿Frost? ¿La princesa? Entonces era cierto. -murmuro el chico poniéndose al lado de la castaña.
-¿Que? ¿Que era cierto? ¿De que hablan? -pregunte a los 2 intrusos.
-Decían que la princesa había huido del castillo por un incidente. Más bien por mostrar su verdadera faceta, la princesa de hielo ni más ni menos, esta frente a nosotros. -menciono la chica.
-Es la verdad, me descubrieron, pero ahora es tiempo de que me cuenten quienes son ustedes y que hacen aquí.
-Yo soy Niall Horan y ella es Alex Jones. Llegamos aquí, porque deambulábamos por el bosque y vimos tu palacio, y nos dio curiosidad por saber que había y aquí nos tienes. -explica el chico.
-¿Y que hacían en la noche en el bosque? Ninguna persona consciente haría eso, es peligroso.
-Nosotros somos diferentes.
-¿Diferentes?
-Somos como tu.
-¿Monstruos? Están bromeando, ¿cierto?
-No somos monstruos y tu tampoco lo eres. -dice frunciendo el ceño la castaña.
-No bromeamos, también tenemos un don. -aporta Niall.
-¿Existen más personas que son como yo? ¿Aparte de ustedes?
-Si, no somos muchos, pero si somos una cantidad numerosa.
-Entendemos que te sientas así, pero tu eres normal, igual que nosotros, no te sientas anormal que no eres la única.
Así que había barios como yo, y nos somos monstruos, no soy un monstruo, no soy anormal. 
*****
Caminaba con la mochila en mi espalda, esta estaba cargada de provisiones, y me dirigía al lugar en el que nos quedamos de ver todos. Cuando llegue ya todos estaban ahí, incluida Lis y Ken, todos me miraron esperando una respuesta.
-Bien, ¿todo esta listo? -pregunto sobre mi hombro a los demás.
-Si. Ahora, ¿porque nos hablaste? -me pregunta Harry.
-Si, ¿que era tan urgente para lo que nos llamaste a las 4 de la mañana Lerman? -me hace otra pregunta Liam.
-Vamos a rescatar a la hermana de Lisbeth, más bien a encontrarla, no sabemos donde esta.
-Sólo para rescatar a la princesa, ¿y ya? -dice con un tono serio Zayn.
-Es como nosotros.
-¿Que don es el suyo? -pregunta nuestro líder, Ansel.
-Nieve, es la chica del invierno.
-¿Nieve? Debemos encontrarla. -dice desidia Dest.
-¿Pero como es que ella tiene un don y Lisbeth no? -pregunta Emma.
-Sólo un miembro de la familia, ¿recuerdan?
-Cierto, y esa fue __. -dice Sophie.
-Venga, vamos por ella, que no a habido un descendiente del frío en años. -dice animadamente la líder, Angie.
-Angie tiene razón, ¡vamos! -les ordene y comenzamos a caminar por el puente, para adentrarnos al bosque en el que posiblemente se encuentra __, si es que no se fue del país. Espero y no.
-¿Porque todos visten así? -me susurro Lis. Ella estaba con un vestido que le llegaba a los talones y dejaba al descubierto el tacón de las botas que llevaba, además tenía una camisa gruesa de seda y una capa, pues es la reina y tiene muchas de esas cosas lujosas y caras, pero no tiene ropa adecuada para una misión, como la que usamos nosotros.
-Ellos así visten Lis, de negro y usan algún objeto que caracteriza su don. Como Logan, que usa esa pulsera tejida color azul, azulado acuoso. -le contesto mi rubio amigo y ella asintió. No se porque accedí a traer a Lisbeth con nosotros, es muy peligroso y no tiene un don para protegerse al igual que Kendall,  pero el por lo menos puede defenderse ya que algunas veces me acompaña al cuartel para entrenar, y el entrena con nosotros.
Nos adentramos en el bosque, en su oscuridad y con sus peligros en el. Por suerte tenía mi linterna, y ellos también llevaban una, y así recorrimos la entrada del bosque sin problema alguno. ¿En dónde podía estar __? Si yo fuera una chica, y me hubiera pasado lo que a ella, me iría a otro planeta, si pudiera.
******
-Bien, ¿y en donde están? -pregunte frotándome los ojos, ya era muy tarde y necesitaba dormir, sentía mis párpados pesados. Alex dejo de jugar con su cabello y me miro,y Niall levantó la cabeza, para mirarme, el estaba observando los azulejos de hielo de la sala principal de mi castillo. Ya teníamos 30 minutos esperándolos y no llegaban.
-Se supone que deberían de estar aquí ya. -dice Niall mientras se encojo de hombros.
-Bien, se han deber perdido, tan tonto que es Andrew. -aporta Alex.
-Aún no entiendo. ¿Quien es Andrew?
-Andrew es nuestro amigo, al igual que Adriana, ¿ahora entiendes? -me pregunto el rubio frunciendo levemente el ceño.
-¿Y ellos que don tienen?
-Te lo diré una vez más, ¿si? -yo asentí levemente con la cabeza-. Niall es el chico del viento, el aire, por lo que puede volar y controlarlo para hacer lo que le de su gana -me explico de nuevo la castaña, y Niall sonreía con arrogancia, pues hablaban de su gran don-. Yo puedo controlar la tierra, más bien dicho, el suelo. Puedo hacer que se mueva, se destrocé, se levanté, o cambie de forma. Adri tiene magia, algo así como hechizos, pero nada de brujería. Para que no te confundas. Y Andrew, el tiene el don de la luz, electricidad, rayos, etc. No te recomiendo que discutas con el si no quieres ser carbonizada por un rayo.
Yo reía levemente al escuchar eso de parte de la castaña, y Niall solamente se hecho a reír, y Alex lo fulminó con la mirada.
-Ahora no se de que se ríe el Irlandés, ¿que le sucede? -le pregunte a Alex que estaba que echaba  humos por las orejas mientras seguía fulminando con su mirada al rubio de los ojos azulados.
-Bien, ya que ella no te dirá nada -menciono el rubio ya parando de reír y señalando a la castaña, quien le mando una mirada llena de veneno puro-. Yo te contare la más linda historia de todos los tiempos, ya verás que es muy divertida.
-Cállate Niall si no quieres que te entierre en tu propia tumba de una vez por todas -lo amenazo la chica de una forma desafiante. El rubio por instinto, supongo yo, salto del asiento y voló hasta la parte más alta de la sala, en el techo. Desde ahí volteo a mirarnos y le dedico una mirada burlesca a la castaña.
-De acá no podrás. -le saco la lengua a la castaña, quien lo tomo como un desafío, me di cuenta, por que enarco una de sus delineadas cejas color chocolate y sonrió de manera juguetona.
-¡Bien! Tu lo pediste irlandés. -le dijo con voz de niñita pequeña, e inmediatamente el suelo comenzó a temblar, yo me paralice al igual que Niall. ¡Valla! 
Nota mental: Jamás hacer enojar a Alex Jones si no quieres ser aplastado por algunos escombros de tu propia casa y después ser enterrado a 500 metros bajo tierra.
-¡Basta! -les grite, antes de que comenzarán a pelear de nuevo, ellos me miraron, Niall descendió del techo y se sentó de nuevo, en el sillón color nieve, y Alex soltó un bufido pero también volvió a sentarse, y paro de temblar. Con las llenas de mis dedos volví a restregarme los ojos-. ¡Son como un par de niños pequeños! Puedo entenderlo de Alex que tiene 18 años, pero, por dios Niall, tu tienes 20. ¡Madura!-termine de decirles, o más bien de retarlos. Ellos abrieron los ojos como platos y se miraron entre ellos para después decir al mismo tiempo un "¿¿QUE??" 
-Nada de eso. -dijo con asco la castaña.
-No se te ocurra volverlo a mencionar. -menciono el rubio en el mismo tono que anteriormente usó su compañera.
-¡Es la verdad!
-La verdad es que tu te comportas como un adulto. ¿Porque no vives tu vida? 
-Parece que hubieras estado encerrada sin nadie ni nada que hacer, y eso te comió el cerebro y la imaginación -término de decir el oji-azul. Si ellos supieran, que en realidad si estuve encerrada en mi habitación por años, son nada que hacer, más que jugar con mis poderes y leer una y otra vez Peter Pan.
Nos quedamos mirando fijamente cuando se escuchan unas voces que vienen afuera del castillo, Alex y Niall salen disparados para afuera, como una flecha, literalmente, dejándome atrás a mi. Me le ante del sillón y corrí detrás de ellos, aunque no a su paso, ellos eran muy rápidos para alguien sin mucha condición física como yo. Niall abrió la puerta principal y Alex sostenía un cuchillo en su mano derecha, casi pisándole los talones al rubio. Yo solamente comencé a caminar detrás de ellos, para ver quien andaba ahí afuera, pero nuestra sorpresa al abrir la puerta, fue encontrarnos con nadie, sólo los muñecos de nieve que yo había hecho.
-Que extraño, me pareció escuchar algo.
-Igualmente, eran voces, creo. ¿Y tu Alex?
-Si, y yo se quiénes son y de donde provienen. -menciono la castaña con una sonrisa en la cara, se adelantó a Niall, y se posicionó a unos metros de donde estábamos Niall y yo, quienes nos vimos confundidos, por la rara actitud de la chica de la tierra. Jones solamente miraba a su alrededor, detenidamente, derecha, izquierda, derecha, izquierda, y aún no se le iba esa sonrisa de los labios.
-¿Que ocurre? -le susurre a Niall.
-No lo se, sólo te digo que ella es mucho más persuasiva que ninguna otra persona que halla conocido antes, puede incluso, sentir la presencia de los demás. Y eso aterra. -me susurro. Y yo asentí con la cabeza levemente, esto aterra. 
En eso la americana se voltea y nos dedica una sonrisa tierna.
-Adriana Miller y Andrew Garfield ya se que están ahí, salgan. -menciona en tono juguetón. Pero parece que le habla a la soledad, pues nadie contesta y no escucho nada, que no sea mi respiración agitada y la de Niall. 
3...4...5...6...7...8...9...10 segundos en silencio, y salen de la oscuridad de un árbol una chica y un chico. Que supongo y son Andrew y Adriana.
La chica es de la misma edad que Alex, sólo que tiene el cabello hasta un poco más abajo de los hombros de un color café obscuro, y sus ojos son marrones. Es más alta que Alex, solamente por algunos 10 centímetros, lo que dice que es de mi estatura. Y vestía idénticamente a Alex, sólo que ella  usaba un brazalete color morado en la muñeca derecha. Alex no tenía un brazalete, si no que tenía un collar de oro, con un dije de una pluma, color café cobrizo.
El chico, que suponía que debería de ser el mismo chico de la luz como lo menciono Niall, el era de la edad del rubio. De cabello castaño y peinado hacia arriba, con sus ojos color chocolate. Y el vestía una camiseta de lana color negra, unos jeans oscuros, y una cazadora de color negro, y calzaba unos inigualables tenis de color negro, al igual que Niall.
Los 2 recién llegados saludaron a Niall y a Alex de forma amable, y después me miraron a mi, con una mirada llena de confusión, sorpresa y curiosidad a la vez. Alex carraspeo y la mirada de los hermanos se dirigieron a ella.
-Bueno, ella es __ Frost, de seguro ya escucharon acerca de ella. Y pues ella es... -la castaña hablaba con cierta emoción en su voz, pero fue interrumpida por Adriana.
-Ella es la princesa del hielo, es descendiente del invierno -decía la morena mirándome con curiosidad-. Es sorprendente, no a habido ningún dueño del invierno por años, cientos de años, diría yo.
-Bien, ya que nosotros ya la conocemos, sólo falta que ella nos conozca a nosotros, ¿no crees Adri? -pregunto con una suave voz el castaño que miro a la morena, y ella asintió- Ella es Adriana Miller, descendiente de la magia, y yo soy Andrew Garfield, descendiente de la luz. -los presento el castaño.
-¿Como es que Adriana supo todo eso? -pregunte asustada.
-Ella puede hacer eso, tálvez solamente busco tu expediente en tu persona. Recuerda que ella puede hacer toda esa brujería. -menciono Alex en tono chistoso, y Adri la codeo. Yo, al igual que los chicos, nos reímos por su actitud. Solté un bostezo y todos me miraron, odio eso, odio ser el centro de atención.
-Yo me iré a dormir, estoy demasiado cansada, esta apunto de amanecer. ¡Y yo no e dormido nada! Necesito reponer fuerza. ¿Que les parece si ustedes también se van a dormir?
-¿Que? ¿Vamos a dormir en ese castillo hecho de cristal? -pregunto la morena apuntando mi "gran palacio de hielo".
-Si, ya hablamos con ella, ahora es parte de nuestro grupo. -dijo Alex.
-¡Bien! ¡Tenemos de nuestro grupo a la chica de nieve! Ahora seremos el escuadrón de los 5 fantásticos. -menciono con algo de gracia Andrew.
-¿Cinco? Son cuatro Garfield. ¡CUATRO! -le reclamo el rubio.
-Bah, no importa. ¿O quieren que seamos algo así como los vengadores de Marvel?
-Ninguna de las 2 Andy, ninguno de esos 2 equipos de superhéroes es como nosotros, mejor calla, ¿si? -lo regaño la castaña, tapándole la boca al castaño con su pequeña mano, para que este al fin se callara, pero yo ni siquiera sabía de lo que hablaban.
-¿Que dijo Andrew? -pregunte confundida.
-Nada, puras idioteces que el dice -menciono Adriana encogiendose de hombros. Y el castaño la miro con amargura, pero no dijo nada, pues la mano de Alex seguía cubriendo su boca.
-No, acerca de esos superhéroes, ¿que son? -cuestione confundida.
-¿Los 4 fantásticos? ¿Los vengadores? -me dijo el rubio. Yo asentí con la cabeza- Son 2 películas de acción, son increíbles, por cierto. ¿Nunca las has visto?
-No e visto una película en 11 años, ¿saben? -declare. Y ellos me miraron sorprendidos.
-¿Es en serio? Bueno, tienes suerte de que tengamos a Adri y ella pueda aparecer la televisión de plasma que tenemos en casa, todos. -dijo el castaño.
-Si, por cierto, ¿trajiste mi celular Andrew? ¿Y el de Niall también? -pregunto la castaña.
-Si, aquí están. -Adri les entrego a la castaña y al rubio un pequeño artefacto con una mini pantalla.
-Que son esos? -les pregunte curiosa.
-Eso es un celular, querida __. ¿Tu tienes uno? -dijo sorprendida Adri.
-No, ni siquiera los conocía. No se mucho acerca del mundo de hoy. 
-Uf, te has perdidos de muchas cosas entonces. Tenemos que ponerte al día, diciéndote todo lo que ahí en el mundo de la tecnología.
-Mañana le contaremos Andrew, ahora vamos a dormir, ¿si?
Así entramos todos al castillo, y cada quien en la respectiva habitación que les asigné, se dirigió para dormir. De ahora en adelante ellos estarán aquí conmigo, al fin estaré con alguien que es como yo.
*****
-Bien. ¡Es hora de descansar! -les grite a todos por encima de mi hombro, eran como las 5 de la mañana y todos estábamos agotados, necesitamos un descanso. Todos suspiraron de alivio  y soltaron sus cosas en el suelo, para tender mantas y hecharse sobre ellas. Yo saque de mi mochila mis cosas, y te di una manta al pude de un árbol, y me senté.
Me palpitaba la cabeza muy fuerte, y me dolían los pues de una manera exagerada, nunca me había sentido así, para ser sinceros, entrenaba muy duro, pero eso era de vez en cuando, aproximadamente unas 10 veces al mes o muchas más, pero nunca me había sentido así, exhausto.
Habíamos tenido ya antes más misiones, y muy duras, pero ninguna de ellas consistía en buscar a la chica del invierno, en medio del 'aterrador' bosque, y aún 
ni siquiera llevábamos recorriendo sus 100 metros, apuesto a que mediría casi cientos de millones de veces lo que nosotros hemos recorrido hasta ahorita, y en quien sabe que metro cuadrado de su dimensión se encontraría __, era casi imposible recorrer en su mayoría el bosque! parecía incluso que era infinito! según lo describían muchos autores de Canderille en sus libros.
Yo conocía este lugar más que ninguno de los que venían conmigo, pues yo crecí aquí, en el reino, y con Kendall algunas veces nos metíamos aquí en el bosque para hacer travesuras o asustar a la gente que paseaba y vivía por estos rumbos del bosque, había personas que vivían dentro de este gran terreno lleno de árboles, sólo que nadie era tan tonto como para pasear por aquí después de las 8, que era cuando el sol se escondí entre las montañas.
Voltee a ver a los demás, y todos ya estaban dormidos, los envidio, por que ellos siempre suelen dormirse en cuanto tocan suelo con su cara, en cambio yo, que duro minutos moviéndome de un lado a otro para conciliar el sueño.
Pero los entiendo, esto es muy cansado. Me resultaba chistoso como Destiny solamente se quejaba, pues ella no es muy deportista que digamos, es una de las bajas en los entrenamientos, pero es una chica, y supongo que el tipo de entrenamiento que nos dan les resulta mucho más difícil de realizar a las chicas.
Destiny Mendoza, Dest, es Australiana. La castaña con mechas color turquesa, de piel blanca y ojos verdes, como los de Ken. Es la descendiente de la madre naturaleza. De un carácter fuerte, es muy fuerte, para ser sinceros, la encontramos Ken y yo, cuando viajamos a Australia, ella trato de matarme, literalmente, solamente me acerque a ella, y le toque el hombro, pero claro, ella no era muy de confianza con los desconocidos, e hizo que unas raíces del árbol que estaba a mi lado, me ahorcarán, de no ser porque Ken es muy convincente y sabe como sacarme de problemas, yo estaría muerto. Pero nos arreglamos y ella es parte del grupo.
Emma Ross, es Inglesa, igual que algunos de los chicos. De 17 años, al igual que Dest. De tez blanca, cabello color chocolate con mechas azules y rosas, de ojos negros. Es una dulce chica, que sufrió mucho, pero aun asi ella hace lo posible por mantener la cara en alto. Descendiente del fuego. La encontré junto con Liam, Harry, Kendall y Zayn, estábamos en Inglaterra, y ya habíamos encontrado a los chicos, estábamos caminando en la calle, y a Harry se le ocurrió la magnífica idea de arrojarme el líquido de su botella de agua, yo lo esquive, y mojo a Emma, quien empezó a gritar, que le quemaba, pues claro, ella es de fuego, y el contacto con el agua le quema, por lo que casi no estamos cerca el uno del otro.
Sophia López, de nacionalidad mexicana, uno de mis lugares favoritos en el mundo. Una morena de cabello castaño con reflejos rubios, de una gran personalidad, es muy chistosa y carismática. Tiene 17 recién cumplidos, es la más pequeña de todos nosotros. Ella tiene influencia en los animales. Aún recuerdo cuando la encontramos, Kendall y yo viajamos a México, pues según decían, era un país hermoso, y valla que lo es, estábamos en el mar del sur de este país, pues el océano de este país es el mejor de todos, no como en otros lugares que el agua esta fría y la playa esta pelona, en estas playas el calor era un gran motivo para echarte un chapuzón en el agua fresca, y después acostarte debajo de una palmera, comiendo mariscos. Lo que nos hizo descubrirla fue cuando la vimos "hablando" con un cangrejo, y ahí supimos que ella controlaba a los animales.
María de los ángeles, Angie, ella tiene 25 años, es la líder del grupo, junto con Ansel, es una gran chica. Es inglesa. La encontramos 2 días después de que nos topamos con Emma, estábamos todos en el aeropuerto, para pedir otros asientos para el viaje a Canderille, y nos topamos ahí con Ansel, que venía junto con Angie, esos 2 tienen algo, aunque siempre lo niegan. Ella es médium, ve a los espíritus y puede comunicarse con ellos, además de tener visiones. El ve a los demonios, es 1 años mayor que Angie. El es canadiense.
Kendall Smith, el rubio de ojos verdes, es mi mejor amigo. Tiene 23 años. Lo conocí desde hace años, el no tiene ningún don, es un mundano, en pocas palabras, pero el sabe más que ningún otro humano común y corriente sobre nosotros, los descendientes de un don. 
Liam, Harry y Zayn, esos 3 son ingleses, y un par de inmaduros. El mayor de ellos es Zayn, con 21 años, después Liam, con 20 años, y por último Harry, que acaba de cumplir sus 20 años. Ellos 3 ya se conocían, desde sus 16 años, son como mejores amigos, y los encontré en el primer día que estuve en Londres, ellos intentaron asustarme en la calle, pero los empape, y después ellos se sorprendieron y me mostraron lo que ellos hacían, y asi nos volvimos en mejores amigos, también integrando a Kendall en el grupo.
Y ellos son mi familia, somos todos muy unidos, y ahora nos encontramos todos en una misión casi suicida, pues este bosque puede ser peligroso e infinito para buscar a una pequeña y poderosa persona.