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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Dark Secrets |N.C| {Resultados
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Re: Dark Secrets |N.C| {Resultados
por Invitado Sáb 25 Ene 2014, 8:38 pm
Cuando haya un par de fichas más. 
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bigtimerush.
Re: Dark Secrets |N.C| {Resultados
por Kida Lun 27 Ene 2014, 1:30 pm
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I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
Kida
---------
Re: Dark Secrets |N.C| {Resultados
por Kida Lun 27 Ene 2014, 3:27 pm
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
Kida
---------
Re: Dark Secrets |N.C| {Resultados
por Diamandis. Vie 31 Ene 2014, 5:00 pm
Me dije a mi misma no audicionar para mas colectivas, pero chicas amé su idea por completo. La trama es oscura y simplemente me fascinó. En un rato les dejo mi ficha ;)
"Sólo quiero protegerte."
Diamandis.
Re: Dark Secrets |N.C| {Resultados
por Diamandis. Vie 31 Ene 2014, 5:57 pm
Sybil Winslet
x Nombre Completo: Sybil Elise Winslet.
x Nombre de tu representante: Cara Delevingne.
x Chico y rol: Harry Styles | Modelo por obligación.
- Forever yours {OS}:
- Comenzó a nevar otra vez.Dejo de lado el libro que llevaba leyendo hace un rato y me acerco, lentamente, hacia el gran ventanal del salón.Observo con cautela como los copos caen con parsimonia, sin apuro. Al principio son unos pocos, pero luego empiezan a sumarse más y más. Algunos quedan atrapados en las ramas desnudas de los árboles; otros chocan con el vidrio en donde mi mano se encuentra apoyada o logran finalizar su camino hasta impactar contra el suelo frío.Dicen que cada copo de nieve es único, es imposible que existan dos exactamente iguales. Cada uno posee una forma singular, como si hubieran sido tallados minuciosamente por una mano experta.Una sonrisa se forma en mi rostro porque me es imposible pensar aquello sin recordarte. Sin duda alguna, al igual que un copo, desde el momento en el que viniste a este mundo fuiste único y especial.Mi mente sigue divagando, entonces recuerdo la primera vez que te vi. ¿Cuántos años teníamos? Nueve, quizás. Sólo sé que fue hace mucho, mucho tiempo; y que tú no dejabas de tomar la mano de tu madre. Tenías miedo de hablar con una chica, o quizás conmigo particularmente, pero yo estaba muy ansiosa por conocerte. A esa edad lo que más deseaba era un amigo, después de tantas mudanzas me era imposible tener uno.Me acerqué lentamente a ti, pero tú solo volteaste tu cara. Tu madre te retó y te obligó a que vinieras a jugar conmigo en la casa del árbol. Te resististe, pero no tuviste otra opción. Subimos a aquel lugar al que yo consideraba mi escondiste y un silencio se formó entre nosotros. Pero no era incómodo, era difícil sentirse de esa manera para mí. Te pregunté tu nombre.“Niall” respondiste tímidamente mientras bajabas tu mirada azul.Yo te dije el mío y luego sonreí. Te pregunté a qué escuelas ibas y resultó que yo asistiría a la misma. Te pregunté si tenías hermanos y asentiste con tu cabeza. Te pregunté si, por favor, serías mi amigo. Acabaste diciendo que sí.Pero nuestra amistad no duró ni siquiera seis meses porque tuve que marcharme, otra vez. Aunque debo admitir que en ese lapso te tomé mucho cariño, demasiado quizás. Sin embargo, tú te quedaste por siempre con algo que me pertenecía: mi primer beso.Los años pasaron y las cosas no iban bien conmigo. Ya no era la misma niña de antes. Me encontraba sola, sin ningún motivo aparente por el cual seguir. Aquellos pensamientos me atormentaban a todas horas: “¿El mundo tendría más sentido sin mí en él?”, “¿A caso hay alguien a quien le importe?”. Llegué a la posible solución de que la primera afirmación era verdadera y la segunda falsa.¿Por qué había perdido por completo el rumbo de mi vida? Dicen que en la adolescencia es normal sentirse de esa manera, pero cuando mis dieciocho años llegaron decidí que eso no podía seguir así. Debía acabar con el dolor. Y sólo había un alivio para una persona como yo.Me dirigí hasta el parque de mi antigua ciudad en una noche de diciembre. El frío calaba mis huesos a pesar de todo el abrigo que llevaba puesto. Sin embargo, eso ya no importaría en unos momentos. El lugar se encontraba iluminado por unas cuantas farolas y estaba totalmente desierto. Era la oportunidad ideal.En aquel espacio verde había un puente, y debajo de este un lago considerablemente profundo cuyas aguas seguramente estarían heladas. Suspiré y recordé que no sabía nadar, eso haría las cosas más fáciles. Subí a la valla, mi respiración estaba agitada y podía notar el humo que salía por mi boca debido al clima frío. Miré el agua y me pregunté si esta era una buena forma de terminar. Pero eso no importó, de todas maneras ya era tarde para echarse atrás.Cerré mis ojos e instintivamente recuerdos de toda mi vida comenzaron a invadir mi mente: mi cuarto cumpleaños; cuando terminé el jardín de niños; cuando me mudé por décima vez; cuando te conocí; cuando te besé; cuando te dejé; cuando mis padres se divorciaron; cuando mi padre se borró de la faz de la tierra; cuando casi repruebo todas las materias; cuando decepcioné a mi madre; cuando todos mis falsos amigos me abandonaron; cuando me quedé sola para siempre y rememoraba al único amigo verdadero que alguna vez tuve.Inhalé por última vez y me impulsé hacia adelante, saltando hacia las profundidades. “Adiós” fue mi último pensamiento.Pero mi plan no salió como lo había previsto. Dos fuertes y grandes manos se posicionaron en mi cintura y evitaron que cayera al agua. Me impulsaron hacia atrás y caí sobre aquella persona que había salvado mi vida, aunque no se lo hubiera pedido.Me quejé en voz baja y pude notar como el individuo que frustró mi despedida del mundo mortal me tendía su mano. La miré, dudé y luego la tomé. Me puse de pie y vi su cara. A pesar de la oscuridad, pude distinguir dos enormes ojos azules y una reluciente cabellera rubia que le pertenecían a un hombre de aproximadamente mi edad.Y me llevó como aproximadamente seis segundos reconocerte.No habías cambiado en nada, tus facciones de niño y tu rostro sereno seguían siendo igual que antes.“¿Estás loca? ¡No debes hacer eso! ¡Podrías haber muerto!” gritaste, intentando que entre en razón.“Ese era el plan” respondí sin inmutarme y sonreí levemente. “Hola otra vez, Niall”Me miraste con una expresión de duda y desconcierto. A ti te llevó más de un minuto saber que se trataba de mí.“¿Eres tú?” fue lo único que atinaste a preguntar con un hilo de voz. Yo sólo asentí.De pronto, pude sentir como tus brazos rodeaban mi frágil cuerpo. Con ese gesto me brindaste calor en aquella noche helada; tus lágrimas hicieron que mi corazón se achicara y tus palabras me hicieron darme cuenta de que era una idiota."¿En qué rayos estabas pensando?” preguntaste antes de quebrarte otra vez “Si algo te pasaba… jamás me lo hubiera perdonado. Es que, ¡demonios! ¿¡Cómo podría haber vivido luego de saber que te habría perdido para siempre antes de poder encontrarte!?”Pero eso no paso, mi querido Niall, porque tú siempre aparecías en el momento indicado como mi ángel de la guarda, sin duda alguna. Tú me salvaste de la soledad en mi niñez y de la muerte en mi adolescencia. ¿Es raro, verdad? Pero tan cierto como que te amé desde la primera que te vi tomando la mano de tu madre.Y, desde ese día en el que te volví a ver, quise dejar de ser la rescatada para poder hacerte feliz como pudiera. Tú me diste la vida en dos ocasiones y yo quería entregarte la mía completamente puesto que, después de todo, siempre te perteneció.No puedo evitar llorar al recordar cuando demostraste que mis sentimientos por ti eran correspondidos. Creo que ese día fue el más feliz de toda mi existencia. Junto a la orilla del mar me hiciste prometerte que jamás haría otra estupidez como la de aquella vez. Acepté totalmente de acuerdo e, inesperadamente, me besaste con una dulzura imposible de explicar. Los nervios hicieron que mis manos temblaran y las mariposas en mi vientre no tardaron en aparecer. Luego, te correspondí y rodee tu cuello con mis brazos, tu hiciste lo mismo con mi cintura. Ese era nuestro segundo beso que siempre había ansiado.A partir de ese momento, ambos comenzamos a crecer juntos.Luego, el compromiso y la boda no tardaron en llegar. Todos pensaban que estábamos locos, pero ellos no entendían cuánto nos amábamos en verdad. Al ser tan cerrados de mente jamás conseguirían nada en esta vida. Y pensar que yo era un poco como ellos, pero por suerte ya no.Después llegaron Derek y Lucy, las luces de nuestras vidas. Hicimos lo mejor posible y formamos una hermosa familia de la cual siempre estaré orgullosa.Los años pasaron rápido junto a ti. Por supuesto que no todo fue color de rosas, tuvimos nuestros altibajos y varios obstáculos se toparon en nuestros caminos. Sin embargo logramos sortear cada uno de ellos, porque juntos podíamos hacer cualquier cosa que nos proponíamos. Éramos un equipo que siempre estuvo destinado a ser y así fue.De repente, Lucy impide que siga navegando por mis pensamientos y me avisa que la cena ya está servida. Le sonrió y le pregunto si Derek y los niños ya llegaron. Ella niega con la cabeza pero me dice que él la llamó avisando que está en camino. Le agradezco, le recuerdo que la amo y le digo que en un segundo voy a la mesa.Es nuestra tercera navidad sin ti, Niall. Ya nada es igual desde que partiste, te tenemos presente en cada segundo de nuestras vidas; lloramos en ocasiones al recordarte, pero luego sonreímos al acordarnos tu risa contagiosa porque sabemos que te pondría triste vernos derramar lágrimas que no sean de felicidad.Intenté salvarte, pero creo que nada puede hacerse cuando tu propio cuerpo dice ‘basta’ y decide tomar un descanso eterno. A pesar de todo, siempre rezo por ti y porque estés bien en donde sea que tu alma haya partido.Por último, mi amor, quiero recordarte algo fundamental: te amo. Te amo infinitamente.Te amo, porque fuiste mi principio a los nueve años. Te amo, porque fuiste mi segundo comienzo a los dieciocho. Te amo, porque fuiste el único que me abrazó cuando hacía frío y me sentía perdida. Te amo, porque junto a ti pasé los mejores años de mi vida. Te amo, porque sé que siempre serás mi ángel de la guarda. Y aunque te extraño tanto que duele, me reconforta el saber que muy pronto volveremos a estar juntos en un nuevo lugar en donde nada ni nadie podrán dañarnos o separarnos.Y recuerda: yo seré por siempre tuya.
- Teenage Daydream {os}:
- Primera parte.Esta vez vestía unos pantalones ajustados que hacían lucir sus largas y delgadas piernas a la perfección. Los tacones de color rojo estilizaban aún más su esbelta figura y aquella blusa dejaba al descubierto su plano vientre. Su cabello largo se encontraba suelto y a veces jugaba con él. En verdad era muy hermosa y respetaba todos los estereotipos de belleza femenina. Y Niall Horan lo sabía muy bien, porque no había dejado de mirarla desde que el almuerzo había empezado –y eso era ya hace como una media hora–. Aunque para ser sinceros no sólo la observaba mientras comían, sino durante clases y a la salida, cuando se marchaba en su despampanante descapotable. Sí, tal vez era un acosador. O más bien un chico muy obstinado cuando quería.
Zayn le lanzó una papa frita directo a su rostro, acertando en el blanco. El rubio se giró molesto hacia su amigo, quien esbozaba una amplia sonrisa y levantaba las manos de forma inocente. Louis, otro de los chicos sentados en aquella mesa, decidió tomar la palabra.
—Hombre, ni siquiera has tocado tu hamburguesa por desnudarle con los ojos. —Dijo reprendiendo a su amigo— No me interesa comportarme como tu madre, pero si no comes morirás por desnutrición, y ella seguirá sin hablarte de todas maneras.
Por más que a Niall no le gustara admitirlo, el castaño tenía razón. Dayla McCan, la chica más hermosa de todo el instituto y –probablemente– de toda la ciudad, jamás les dirigiría la palabra a sus amigos o a él, los tres idiotas de último año. Ciertamente, Niall, Zayn y Louis eran los típicos apartados sociales que todo establecimiento debe tener por reglas de la naturaleza. No eran antisociales, pero sí ignorados por la mayoría del alumnado. La peor parte es que ya se habían acostumbrado totalmente a eso desde el primer año.
—Ya lo sé. —Respondió resignado— Créeme que si aunque sea me hablara no la observaría como un psicópata todos los días, pero es lo único que me queda.
—Si te sirve de consuelo, yo te hablo y puedes mirarme todo lo que desees. —Bromeó Zayn, logrando sacarle una sonrisa al rubio.
—Gracias hermano, lo tendré en cuenta. —Contestó siguiendo el chiste.
En ese momento llegó Karla y tomó asiento al lado de Niall. Había sido su mejor amiga los últimos tres años y una de las pocas personas que podía ver realmente a los “invisibles”, aparte de la cocinera (pero ella contaba).
—O te sacaste un sobresaliente en Matemáticas, o un chico te invitó a salir. —Comentó Niall mientras trataba de descifrar la expresión de su amiga— ¿Qué dicen ustedes, chicos?
—Creo que la segunda opción. —Opinó Zayn y Louis asintió.
—Bien, me atraparon. Nada más y nada menos que Liam Payne me invitó al baile que será la semana próxima. ¿No es genial? —Exclamó la chica con suma felicidad, pero sólo obtuvo como respuesta miradas desaprobatorias de sus amigos— Oh vamos, se supone que esta es la parte en donde comparten mi alegría y me felicitan porque no moriré sola. —Dijo frunciendo su ceño. Sus amigos no se inmutaron— Bien, gracias por su compresión.
—Lo siento Karla, pero sabes lo que opinamos de Payne. Él no es un chico bueno, sólo juega con las chicas porque es un idiota. Además me extraña que te haya invitado al baile. —Hablo Louis y de inmediato se dio cuenta de sus palabras— Es decir, no significa que no seas lo suficientemente linda para que él te invite a salir, pero en verdad es extraño.
—Los tipos como él no son para fiarse. —Continuó Zayn— Debes evitarlos a toda costa.
— ¿Y ustedes qué saben? —Repuso la pelirroja mientras fruncía su nariz, signo de que estaba molesta— Sólo porque no les cae bien no significa que no pueda salir con él. Son unos completos inmaduros ¿verdad, Niall? —No obtuvo respuesta ya que el rubio nuevamente había clavado sus ojos azules en la figura de Dayla— Ugh, todos ustedes son imposibles.
—Le hablaré. —Repuso Niall luego de unos segundos de silencio— Estoy decidido. Hoy le hablaré a Dayla, y nada ni nadie lo impedirán. —Todos en la mesa se quedaron completamente callados. Esa decisión sí que era algo nuevo.
—Amigo, ya te lo dije, ella no trata con personas como nosotros. —Advirtió Louis.
—Lo sé, pero si le hablo deberá contestarme educadamente ¿No? —Repuso.
— ¿Estás seguro? —Cuestionó Karla, el rubio se volteó y le dedicó una sonrisa.
—Más que nunca.
— ¿Y cuándo lo harás?
—Cuando sus amigas vayan al baño y ella se quede casi sola en la mesa… es decir, ahora. —Se puso rápidamente de pie— Deséenme suerte —Fueron sus últimas palabras antes de dirigirse hacia la mesa de los populares. Sus tres amigos se quedaron boquiabiertos, no sabían si por la repentina valentía de Niall o la precisión con la que él controlaba los movimientos de Dayla.
Vieron como el joven comenzaba a alejarse, dispuesto a entablar por primera vez una conversación con la chica que le gustaba en secreto. Realmente era algo difícil de creer, pero por fin estaba sucediendo. Sin embargo, la bella muchacha no parecía percatarse de aquel chico que deseaba hablarle desde siempre. Eso era algo triste.
Inesperadamente, se escuchó a una voz gritar “¡Cuidado!” y, a continuación, Niall se hallaba en el piso junto a otro chico. Ambos estaban cubiertos de comida y las risas no tardaron en explotar en todo el lugar.
—Disculpa, no te v-vi. —Se disculpó el chico— He perdido mis anteojos y no veía muy bien por donde caminaba. —Confesó avergonzado. Niall sólo suspiró.
—No te preocupes. ¿Estás bien? —El chico asintió— Bien, tema solucionado.
En ese momento, el timbre sonó indicando que todos debían volver a clases. Karla se acercó a Niall y le dedicó una sonrisa divertida.
—Pareces una ensalada de patatas.
—Lo sé, de todas formas iré al baño a limpiarme. No me importa si llego tarde a clases pero debo sacarme esta porquería del cabello. —Puso cara de asco y la pelirroja rió.
—Lamento que tu plan no haya salido como querías. —Dijo mientras veía como Dayla dejaba la cafetería junto con sus innumerables amigos.
—Supongo que hoy no es mi día de suerte.(...)— ¿Alguien puede recordarme por qué estamos haciendo nosotros solos este maldito trabajo de algebra? ¿Dónde está Karla? ¡Se supone que ella es el cerebro del grupo, sin su ayuda reprobaremos el semestre! —Exclamo Louis, exasperado— ¿Cómo es posible que equis sea igual a la raíz de equis al cubo divido Pi? ¿A caso esto me servirá en algún momento de mi vida, como cuando camine por la calle? No lo creo. —Arrojó lejos su libro de matemáticas.
—Amigo, no habrá universidad para ti si sigues con esos pensamientos. —Respondió Niall mientras comía algunas frituras— Como sea, creo que dijo que iba cambiarse porque Payne pasaría a buscarla en un rato.
—Apenas la invitó al baile y ya se va con él a todas partes. —Bufó Louis. Zayn y Niall lo miraron sugerentemente— ¿Qué? Oh no, no crean que ella me gusta. Es solo… no me fio de ese idiota ¿bien? Una vez hasta quiso salir con mi hermana, pero lo impedí.
—No sé por qué eso no me extraña. —Contestó Zayn.
—Iré a buscar a Karla, si terminamos rápido podemos ir por una hamburguesa ¿Qué dicen? —Propuso Niall y los dos asintieron.
Subió rápidamente las escaleras y se dirigió al cuarto de la joven. Se conocían hace unos años y hasta sus familias eran amigas, por lo que se tomaba ciertas libertades para andar por aquella casa que consideraba también como suya. Vio que la puerta de la habitación de la pelirroja estaba un poco abierta, así que supuso que ella estaría en su baño maquillándose. Nunca terminaba de entender a Karla en ese sentido, era una chica muy bonita en verdad y sus ojos azules con tintes verdes cautivaban a cualquiera; pero ella siempre insistía con que no era cierto y que lo más horrible de su cuerpo eran sus pecas, aunque Niall las encontraba adorables.
Karla no estaba en el baño como él pensaba, y se dio cuenta de ello cuando entró al cuarto y encontró a su amiga sacándose el sujetador.
—Wow… —Fue lo único atinó a decir.
— ¡LARGO! —Gritó ella mientras se tapaba los pechos con sus brazos y le daba la espalda.
—L-lo siento, no sabía que te estabas cambiando.
— ¡QUE TE LARGUES!
Niall salió sin rechistar y cerró la puerta. La pelirroja se encontró con que sus mejillas habían adoptado el mismo color que su cabello y le ardían debido al embarazoso momento anterior, además no podía dejar de temblar. Mataría a Niall un día de estos por ser un idiota, de verdad que lo haría. Sin embargo, el sonido de su teléfono vibrando la sacó de sus pensamientos y la trajo de nuevo a la tierra. Buscó el objeto entre toda la ropa que estaba esparcida encima de su cama y que ella no se decidía utilizar para la cita.
Era un mensaje de Liam.
“Hey Karla, perdóname pero tendré que cancelar la cita de hoy. Y tampoco podré ir al baile. De veras lo lamento, no me odies por favor. –L”
Un momento.
Liam la había plantado, y no sólo eso: prácticamente le había dicho indirectamente que no quería ir al baile con ella. Suspiró bruscamente y arrojó el teléfono sobre el edredón. Acto seguido, tomó una de sus almohadas y gritó y gritó.
Al final sus amigos tenían razón: Payne era un estúpido. Pero ella era más estúpida por ilusionarse con él y ser humillada.
(...)
Ya había anochecido cuando sintió algunos golpes en su puerta. No respondió porque no tenía ganas de hablar, pero aun así Niall ingresó nuevamente en aquella habitación y se quedó parado a unos pasos de ella.
—Ya nos vamos… cualquier cosa ya sabes que puedes llamarnos.
—Sí. Gracias. —Contestó mientras bajaba su mirada a sus despintadas uñas.
—No estés mal, ese tipo no te merece. Y lo sabes. —Trato de reconfortarla su amigo mientras se sentaba a su lado en la cama— En verdad eres muy linda y el que no vayas con él al baile no significa que no lo seas. —En ese momento ambos se vieron a los ojos y el rubio no pudo evitar recordar lo sucedido aquella tarde, pero intentó disimularlo lo mejor posible. En su interior sintió una sensación de calidez y no supo explicarse a sí mismo qué había sido eso.
—Seré la única fracasada que no tendrá una pareja para el baile —Se lamentó.
—Ya sé, ¿por qué no vienes conmigo? —Propuso Niall y ella se sorprendió— Tienes la diversión asegurada. —Bromeó y le guiñó un ojo. Ella rió y eso la hizo sentir un poco mejor.
—Creí que juntarías valor e invitarías Dayla.
—No tendría sentido, todos saben que ella irá con Styles. Es un caso perdido.
—Ohm… entonces supongo que ¿gracias? —Dijo algo dudosa.
—Para eso están los amigos ¿no?
“Aunque los amigos no deberían verse semi desnudos”, pensó para sí mismo.
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Diamandis.
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