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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Tell your story |nc|
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Re: Tell your story |nc|
Tengo que comentar el cap de cata, estoy de viaje, cuando llegue comento, mil perdones!!!
Julianne.
Re: Tell your story |nc|
tengo que comentar el super califrajilistico capitulos de cato xD pero la flojera me consume y tengo dberes T.T lo hare lo hare
Ariel.
---
Re: Tell your story |nc|
no se preocupen, con que lo hayan leído sin que les sangraran los ojos me basta (?)
espero a Mily
espero a Mily
Charlie.
capítulo 04.
Capítulo 04
Cleo Annette
No podía creer que la maldita hipócrita de mi abuela se haya salido con la suya. Por su culpa, por ser lamentablemente tan excelente actriz, he terminado inscrita en un maldito Instituto de Rehabilitación —que no necesito— por solo Dios, si es que me tiene piedad, sabe cuánto tiempo.
Mis padres nunca se darían cuenta de que todo lo que hago, todo error por mínimo que sea, aquella vieja demacrada lo retorcía y lo hacía parecer la atrocidad más grande del mundo, solo para que todo el mundo comenzara a criticarme. Nunca entenderé cual es el odio, por qué razón le desagrado tanto si yo no le he hecho nada —o bueno, no le había hecho nada hasta los ocho, cuando me dijo que era fea y yo comencé a decirle que por lo menos no estaba arrugada y muriéndome. ¿Qué puedo decir? Nunca he medido mis palabras.
Pero era obvio que todo eso empeoro cuando me descubrieron la reserva de alcohol que escondía en el closet. El escondite era demasiado bueno para que alguien como mis padres, que solo se empeñaban es aprobar que me viera decente y en que las señoras de la casa limpien mi habitación, lo encontraran. Debió ser alguien chusma y ninguno de mis hermanos es así con mis cosas porque sabían lo mucho que me irritaba. Así que la abuela, a la que prefiero llamar por su nombre, fue la primera en sospechar y contar a mis padres aquello. Justo el día de una de mis fiestas más grandes, Jesús. Nada me dolió mas como ser arrastrada fuera de mi felicidad artificial estimulada por la bebida.
☇☇☇
—Sabes que esto es simplemente por tu bien, ¿verdad? —habló fríamente la cabeza masculina de la familia Gallaway, mi padre, mirándome hacia abajo y sin hacer ninguna expresión en específico.
Que ahora me miraran como un ser un poco más inferior, solo por haber descubierto que el “ángel” de su familia, la niña perfecta con los amigos, calificaciones y vida social perfecta, es nada más que un engaño, no me dolía en lo absoluto. No me hacía sentir despreciada, porque nunca sentí ese cariño genuino con el que veía a madres y padres dejar a sus hijos en el colegio. Y con eso crecí. En cambio, sentía como mi sangre hervía del enojo por su inmensa hipocresía.
—No nos mires así, Annette, sabes que estar aquí te lo has ganado —me reprocho mi madre, señalándome con el dedo índice y frunciendo el ceño.
Rodé los ojos y voltee la vista hacia otro lado, viendo como una madre se despedía de su hijo con lagrimones y casi soltando mocos. Volví hacia mis padres, que lo único que hacían era repetirme como era una vergüenza y preguntándose el que diría todo el mundo. Si, bueno, ese “todo el mundo” podía joderse, si fuese por mi elección.
—Aun no puedo creer que tú, nuestra hija, haya simplemente…—la voz de mi madre se esfumo y yo inspire para abrir la boca de una buena vez.
—Miren, ¿podemos dejar de fingir que tenemos la despedida más sentimental y real del mundo? Que por cierto, no está quedando de maravilla, eh —mi sarcasmo y humor negro podían ser detectados por cualquiera que escuchara a una distancia prudente.
Me cruce de brazos y los mire expectantes. Sus perturbados ojos, claramente, expresaban que ya no sabían que hacer conmigo. Me agrado, siempre me ha agradado tener la última palabra.
—Bien, como no tienen más nada que decir, me voy —descrucé los brazos para tomar ambas maletas en mis manos. — Adiós y no se molesten en venir a visitarme.
☇☇☇
Garret era su nombre. Rubio, de mal cuerpo y viejo. Además, con una sonrisa demasiado escalofriante para mi gusto. Me recordaba a una mala imitación del Guasón de Batman cuando sabía que iba a salirse con la suya. Y cuando me recibió e invito a entrar, no pude evitar comparar la escena como la de una película en donde la chica prácticamente acepta entrar al mundo que será su perdición.
No celulares. No música a mi gusto. No ropa a mi gusto. No me sorprendería si nos pusieran reglas para el cabello, justo como en un Instituto Militar. Y lo peor, lo que me estaba comenzando a carcomer: no alcohol. Ni siquiera estaba segura de que nos darían algún jugo concentrado, eso ayudaba a sustituir un poco el sabor cuando me veía fuera de reservas. Las pijamas-uniformes eran horribles y las sanciones por cosas estúpidas como ingresar a la sección de los chicos era algo que sinceramente, me dieron ganas de reír. ¿Infracción sexual? ¿Qué, solo con cruzar por el pasillo estábamos violándolos? Era patético.
Pero me contuve un poco. Primero debía observar antes de provocar que los demás me observen.
—Tu habitación es esta, tu compañera llego ayer —dice cuando nos detenemos en frente de la puerta sin ninguna decoración más que la letra correspondiente y nuestros nombres. Deprimente. Decidí que le haría un cambio tan pronto pudiera. —Hazme un favor, traten de ser amigas, ¿sí? —murmuro con esperanza antes de abrir la puerta, tocando previamente y dejándome allí, en frente de una rubia con la mirada perdida.
Mis ojos se clavaron directamente en el lugar frente a mí. Las paredes sin vida me hicieron extrañar las verde manzana de mi habitación al instante, dos camas iguales, dos estantes para guardar ropa, una mísera lámpara en el techo. Mínimo era una cárcel o correccional juvenil. Irónicamente, si lo era. Después de todo, se supone que todos los ingresados aquí estamos locos. Por último, mi mirada se detuvo en la chica. Era bastante linda, de hecho, tanto que me sorprendió que alguien con aires de ser bastante excelente tuviese problemas de tal altura que estuviese obligada a estar aquí. Pero he aprendido, demasiado bien, que las apariencias engañan.
—Soy Cleo —fui la primera en abrir la boca. Le tendí la mano por pura cortesía, era algo que se me había quedado, como muchas otras cosas, de las tediosas clases de etiqueta.
—Tim —respondió, tomando mi mano. Bajó la mirada a mis maletas. — ¿Quieres que te ayude a desempacar?
—¿Eh? —giré hacia mis maletas, posicionadas en frente a la cama vacía. — No te preocupes, yo lo hare. Seguro tienes más cosas que hacer.
—¿Metida aquí dentro? No lo creo —replicó y yo me reí un poco sorprendida, pero concorde con ella. ¿Quién no lo haría?
Sin decir nada, comenzó a sacar la ropa de mi maleta con una agilidad y paciencia que me hicieron levantar las cejas. Usualmente, yo estaría sacando de dos y tres prendas y colocándolas en el closet tan rápido como pudiese, para salir de eso. Después de todo, solo eran las mismas horribles pijamas que me daban ganas de vomitar. Estaba totalmente acostumbrada a utilizar shorts jeans, faldas, vestidos; no esas cosas que parecían uniforme de un loquero.
Luego me recordaba de que en ese lugar nos encontrábamos. Reconfortante.
Era como esta pequeña paz silenciosa, porque casi no hablaba, mientras yo me queje un poco más de lo normal sobre todas las cosas que Garret me había informado (terapias, visitas, horarios de comer) a excepción de la gimnasia. La gimnasia me calmaba el deseo por alcohol algunas veces. Cuando terminamos de desempacar, que me fije que Tim había colocado los uniformes pijama por orden de evento, me di cuenta de que nos llevaríamos bien.
☇☇☇
Como mi compañera de habitación ya había visitado las instalaciones, ella misma se comprometió a ensenarme todo el lugar, cuando Garret amenazo con quedarse con nosotras o juntarnos con los demás chicos que llegaban ese día. No puse objeción, la chica me caía bien y cualquier cosa era mejor que estar con aquel escalofriante señor. ¿Tendría hijos?
—Por allá están los salones de música y arte —señaló un edificio fuera de donde se encontraban los dormitorios, la cafetería y no sé qué más, cruzando el enorme patio. — Creo que también donde nos darán terapia, aun no nos informan eso.
—¿Se supone que a los terapeutas les diremos nuestros problemas? —cuestioné, torciendo los labios en una mueca. — Ni loca le diré mis cosas a un demente con un título.
—Concuerdo con eso —Tim apretó los labios, de repente tensada y giró la vista hacia algún lado.
La mire un poco confundida durante unos segundos, para después girar la cabeza en varias direcciones y poder encontrar cual fue el detonante de aquella reacción. No puedo ver más nada que algunas personas saliendo hacia el patio para tomar un poco de aire fresco. Ignore eso cuando deduje que no me diría nada, si acertaba en que, a penas nos conocíamos y estábamos por razones obvias en este lugar, nos iba a costar mucho abrirnos con alguien que no sea nuestra almohada (o una preciosa botella de whisky).
Seguimos caminando por Boyra y sus diversas instalaciones, mientras yo maldecía a mi cerebro por comparar cualquier cosa con el maldito alcohol. Eso solo me hacía quererlo más. Y después de que descubrieran el ron que tenía guardado en un bolsillo oculto —ahora no tan oculto— sentía como la desesperación estaba esperando dentro de mí, esperando ser impulsada por el simple hecho de encontrarme aquí como detonante. No era bonito. Si no lo conseguía, no sabría qué hacer. Y odiaba tomar las malditas pastillas.
A la hora de la cena, llegamos a la cafetería, sitio en donde se encuentra ya la mayoría de la gente, aunque aún no sé exactamente quienes serán de “nuestro” grupo de terapia. Solo esperaba a que no me tocara con algún idiota con problemas de autoestima. Realmente, realmente, odiaba los problemas de automutilación o autoestima por estas razones de: “soy gorda, horrible, la fea, el nerd, el horrible de ver” solo porque el resto de las personas los etiquetaban así. Yo era catalogada de perfecta hasta que todo el sector supo, al ser pequeño y lleno de chusmas, que casi había matado a la abuela cuando si, por pura casualidad y extrema locura, quisiera haberlo hecho, la señora Gallaway estaría en cenizas en aquel momento.
Mientras Tim se dedicaba a comer tranquilamente un puré de papas con algo, yo me dedique a observar todo el rostro que pudiera en aquel lugar. Sabía que algunos podían considerarlo como un gesto desagradable, pero me gustaba observar. Además, si me iba a pasar quien sabe cuántos meses (hasta que lograra escapar, si podía) lo menos que podía hacer era aquello. Necesitaba distraerme, después de todo tampoco había internet. Era como vivir debajo de una roca con locos de tu edad.
Vi a un chico castaño observando a nuestra mesa alrededor de dos veces. En la segunda vez note que, específicamente, miraba a Tim por unos cinco segundos y después seguía atendiendo a su almuerzo. Me intrigo aquello, pero supuse que no se acercó porque no conocía a la chica en frente de mí. Cerca de nosotras había un chico pelirrojo con un vendaje encima de la ceja y un moretón en la mejilla izquierda, que había, lo más probable, sido golpeado por alguno de aquí que tiene pinta de ser esos con los que no se jode o te joden ellos sin dudarlo. Habían chicas que lucían tan enojadas como yo esta mañana, aun con la comida delante de ellas —la comida es un relajante natural, en mi opinión— y otros que lucían como si terminarían suicidándose por estar encerrados allí, en vez de estar felices de que serían ayudados.
Boyra representaba un largo camino por recorrer, y yo lo único que quería era largarme de allí cuanto antes posible.
- Spoiler:
- Holaaaaaaaaaaaaa <3 Perdon por la tardanza, mujeres D: se me complico el tiempo con el cole y acts. en este semana ;-; salio corto, y raro, pero me gusto un poco. Espero que les guste <3 espero a la siguiente *-* es decir, Juli <3
Las quiero
hange.
Re: Tell your story |nc|
Por fin aquí Comentaré los dos caps a continuación <3
Cataaaa amé el capítulo, en serio, ¿por qué lo odiaría, o por que me sangrarían los ojos? gfjkdjksf me encantó, really<3 Amé que ellos dos se conocieron ya en el primer cap, y que Liam haya conocido a Tim, o al menos algo de su problema, y razón por la que está allí. Los padres adoptivos de Tim son un amor:3 yo y ellos tenemos esperanzas en que Tim mejore (?). ¿Y cuando Liam la fue a buscar? Fue muy gjfghdfkjfhgkf te como, ahno. xd tierno de la laifffff<3 ksdlfjdkfd me enamoré del cap cata jfhsjkf :3
Mily: Gad, ¡también amé el cap! úsea, me encantó. Dejaste bastante claro la personalidad de la An (?) ah. Pobrecita su abuela :c estoy segura que alguna vez recompondrán su relación de abuela - nieta, o eso espero dfghfk :c idk, otra más que odia a Garret, TODAS DEBEN ODIAR A GARRET, ahno xd Pobre el tipo ese xd un día todas las chicas lo amarán (?). también quiero que se arregle con sus padres, nosé con cual será más difícil. ¡Lo lovie mucho! jkhjfk <3
Cataaaa amé el capítulo, en serio, ¿por qué lo odiaría, o por que me sangrarían los ojos? gfjkdjksf me encantó, really<3 Amé que ellos dos se conocieron ya en el primer cap, y que Liam haya conocido a Tim, o al menos algo de su problema, y razón por la que está allí. Los padres adoptivos de Tim son un amor:3 yo y ellos tenemos esperanzas en que Tim mejore (?). ¿Y cuando Liam la fue a buscar? Fue muy gjfghdfkjfhgkf te como, ahno. xd tierno de la laifffff<3 ksdlfjdkfd me enamoré del cap cata jfhsjkf :3
Mily: Gad, ¡también amé el cap! úsea, me encantó. Dejaste bastante claro la personalidad de la An (?) ah. Pobrecita su abuela :c estoy segura que alguna vez recompondrán su relación de abuela - nieta, o eso espero dfghfk :c idk, otra más que odia a Garret, TODAS DEBEN ODIAR A GARRET, ahno xd Pobre el tipo ese xd un día todas las chicas lo amarán (?). también quiero que se arregle con sus padres, nosé con cual será más difícil. ¡Lo lovie mucho! jkhjfk <3
Julianne.
Re: Tell your story |nc|
¡Mily! Amé el capítulo, querida. Realmente te quedó excelente desde el principio hasta el final. Amé la personalidad de Cleo, tan alcohólica y negativa con la idea de ingresar a Boyra. La última frase, sin dudas, fue la que más me gustó; le dio ese toque especial tan filosófico *-*
Debe ser difícil para ella estar allí. Que sus padres la hayan depositado en un internado en vez de, como primera instancia, ayudarla, debe de haber sido un golpe muy bajo para ella. Tal vez sus padres no signifiquen demasiado desde su punto de vista, pero progenitores son y deberían comportarse como tales.
Espero a Juli
Debe ser difícil para ella estar allí. Que sus padres la hayan depositado en un internado en vez de, como primera instancia, ayudarla, debe de haber sido un golpe muy bajo para ella. Tal vez sus padres no signifiquen demasiado desde su punto de vista, pero progenitores son y deberían comportarse como tales.
Espero a Juli
Cami
Re: Tell your story |nc|
Emilya! Primero que nada, muerte a la abuela de cleo (? Pero que vieja jodida, xd aunque de alguna fornma u otra le hizo un bien a cleo. Sus padres siempre frios y fingiendo -.- esta para odiarlos.
Perdon que no pueda comentar mas pero me da paja desde el cel. Loviu Emilya!
Perdon que no pueda comentar mas pero me da paja desde el cel. Loviu Emilya!
Jaeger.
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Re: Tell your story |nc|
Capítulo 05
Annie Johnson
Sarah me protegió con su abrazo, brindándome el calor y consuelo que necesitaba en este preciso momento. La despedida esta llegando a su fin, como el abrazo de mi querida abuela. De sus labios brotan palabras animadoras, diciéndome que esto me ayudará a mi futuro, diciéndome que podré tener una vida lejos de las drogas, alcohol y prostitución. Si ella quiere mantener esa ilusión, que la tenga; más no creo que sus deseos se cumplan. Se separa de mí, y limpia con su pañuelo viejo algunas lágrimas que han escapado apenas llegó a Borya. Acaricia mi mano, y acomoda mi cabello. Sonriéndome entre nuevas lágrimas me promete rezar para que me recupere. Evito reírme, o largar algún comentario ateo, ya que no son estos lo momentos para ello. Noto las bolsas debajo de sus ojos. Desde que se enteró lo que hacía están intactas, al igual que sus ojos hinchados y rojos por tanto llorar. Fueron dos semanas de profunda decepción, en las que, en los últimos días había encontrado el centro de rehabilitación Borya.
– Deje tu camisón favorito, recién lavado y rocié un poco de perfume de lavanda en toda la ropa – dijo. – Supuse que así te sentirás como en casa, al menos un poco.
Asiento, mirando mis zapatillas desgastadas. Siempre me gustaron, eran demasiado cómodas, al igual que la ropa holgada que llevo en este momento. Extrañamente me conservo neutral, es decir, tarde o temprano me largaran de aquí, y será cuando me vaya a la mierda. Lejos de mi abuela. Sola. Con mi drogas, botellas de vodka, y ejerciendo un trabajo de medio tiempo, o quizá, de una sucia ramera. Mis hermosas adicciones permanecerán conmigo de por vida, y aunque adoré a mi abuela… Nadie logrará cambiar aquello.
– Ya debo irme, Ann – murmura – Vendré a visitarte cada semana. – se despide, depositando un beso en mi mejilla, bastante ruidoso y baboso, pero de profundo amor. Sin dudas, Sarah siempre sería la única persona que amaré.
– Adiós. Cuídate, ¿si? Ve al médico apenas sientas dolores, y toma tus pastillas, que no se te olviden – ruego por que me haga caso. Ríe, y asiente.
Ahora sólo veo su silueta alejarse, abrir la puerta de Borya, agitar su mano en ademán de saludo, e irse. Es aquí donde el supuesto cambio entra en acción.
***
– Tendré que tomar estas cosas, aunque parezcan inofensivas, puede quitarte la vida, si así lo deseas.
El hombre rubio, un poco avejentado, es la persona a la que más estoy odiando en el día. No es posible que con un espejo de un estúpido maquillaje pueda ser un arma mortal. Es exagerado, paranoico. Aclara que son las reglas, y que no es él las que las ordena. Aunque es él quién las esta haciendo cumplir. Da igual, no creo que haya muchas fiestas aquí, aún así me importa bastante mi apariencia ante los chicos. Será la costumbre de que a mis ex clientes les gustaba que este con mis labios al rojo vivo, con sombras oscuras en los ojos, y mejillas rosadas.
– Ya me retiro – me sonríe, y juro que este tipo podría estar en una propaganda de alguna pasta dental por sus perfectos dientes, aunque su sonrisa da miedo – Dentro de unas horas vendrá una nueva chica, será tu compañera de cuarto, ¡Qué tengas un buen día! – no soy buena sociabilizando, pero ya veré como tratar a la chica con problemas, quizá peores que los míos. – Oh, y no puedes pasar para las habitación o la zona de chicos, eso es una infracción. Casi me lo olvidaba, lo siento. – bueno, aquí no he venido a trabajar, así que no será un problema. Aunque me parece exagerado, no protesto y asiento. El tipo se va a los segundos, justo después de sonreír. Otra vez.
Tiré mi maleta a la cama, a la misma vez que me arrojaba en ella. Deposite mis pies arriba del viejo y amarillento equipaje, largando un suspiro agotador. Quizá dormiría algo, no lo sé. No falta casi nada para que mi ansiedad, y ganas de consumir se hagan presentes. Y no sé como pueda reaccionar. Sólo espero hacer actividades, muchas.
Sin más, cierro los ojos, y caigo en un profundo sueño. Dejando la mierda de realidad en la que vivo por unas horas.
***
La canción True Colors llega a mis oídos, despertándome por completo de mi encantadora siesta. Observo hacía mi derecha, dónde proviene dicha canción. Para mi sorpresa, una castaña bastante asustada me observa, y a los segundos empieza a suplicar perdones. Supongo que es mi compañera de cuarto. Y supongo que, no le han capturado su Iphone. Ella yace recostada en su cama, la que se encuentra a varios centímetros de la mía. Suertuda. No tuve tiempo para esconder nada. Además de que creía que los buenos para nada de aquí, servían para buscar objetos escondidos en los pacientes, ¿no habían estudiado para eso?
– Disculpa, en serio, no fue mi intención, apreté el botón si querer – dice – Puedes seguir durmiendo, prometo ser más cuidadosa. – asiento, a punto de reír por el temor reflejado en sus ojos y palabras – Y, por favor, ¡no digas nada!
¿Cree que soy una bravucona? Pues, no lo soy. Y menos cotilla. Además, ¿en que me beneficiaría decirlo? Al contrario, le puedo sacar provecho. La chica parece buena, y ha demostrado tenerme respeto, por lo que, no dudaré en pedir prestado su aparato tecnológico. Sonrío, y asiento. Ella larga un suspiro de alivio.
– Soy Kiara, Kiara Hoffman – tiende su mano. Y aunque me parezca algo poco moderno, y bastante ñoño, tomo su mano, a lo que ella sonríe dulcemente.
– Annie Johnson, pero para ti, que sea Ann – murmuré. La chica de ojos castaños, y desamparados vuelve a reír. Y por más raro que suene, me cae bien. No estoy acostumbrada a aguantar a las personas. Por lo que debe sentirse importante.
– Me encanta tu ropa Ann – miro mi vestuario, y luego me pregunto si lo ha dicho sarcásticamente, o bueno, tiene mala vista. Quizá sea para sacar tema de conversación, así que le agradezco, y le devuelvo el cumplido.
– A mí me encanta tu Iphone – le susurró. Kiara asiente, y promete prestármelo cuando yo quiera.
Definitivamente, no estoy empezando tan mal mi estadía en Borya.
***
– Creo que dibujaré un perrito, siempre me han gustado, ¿a ti no? – dice Kiara, mostrándome su hoja en blanco, y comenzando con la silueta del canino.
Le contesto que me gustan bastante, pero no soy buena dibujándolos. Que va, no soy buena dibujando nada. Estamos en lo que sería la clase de dibujo, hace unos quince minutos que estamos aquí, y todavía no sé que dibujar. Hay varias meses pequeñas y redondas por la sala, en la nuestra capen unas dos personas más. Una anciana, que sorprendentemente conserva algo de pelos, es la encargada de esta actividad. Somos al menos unos quince adolescentes. Algunos están más concentrados que otros en sus dibujos, otros (muy pocos) hablan sin parar, a lo que la vieja los regaña, para a los minutos hacerlo otra vez. Hay algunos que ayudan a terminar los dibujos. Supongo que alguien me tendrá que ayudar.
¿En qué pensaba cuando le dije a Kiara que la acompañaría hasta aquí? El talento de mi compañera es confirmado cuando observo el perro en la hoja. Los matices, la figura, hasta el paisaje es perfecto. Ella farfulla maldiciones, reprochándose a si misma lo horrible que ha quedado. Con que problemas de autoestima, ¿eh?
– Calla de una vez por todas, ¡te ha quedado fantástico!
Niega levantándose del asiento, hace una bola de papel a su dibujo y lo tira al primer cesto de basura que se le cruce. Vuelve a sentarse a mi lado, y comienza a dibujar otro cachorro. Quizá deba acostumbrarme a estas actitudes, aunque espero que disminuyan, por su propio bien. No debe ser lindo tener la autoestima por los subsuelos.
De la nada comienzo a dibujar. Me pregunto de dónde sale mi inspiración, ya que tomé el lápiz y comencé a dibujar una muchacha triste, con lágrimas que recorren sus mejillas. Unos ojos cerrados, y sus pestañas enormes junto a unos labios rojizos es lo demás del dibujo. Y vaya, no me ha quedado nada mal. Nunca he visto a la chica que está en el papel, se lo debo a mi grandiosa creatividad. Dejaré la modestia para otro momento.
– Quizás debas resaltar más sus labios, prueba con un bordo; un rojo en tonalidades más oscuras. – me giro, encontrándome con un chico castaño, concentrado en mi dibujo.
Él se encuentra parado detrás de mí, con sus brazos cruzados, inspeccionando cada parte de mi fabulosa arte. Sus ojos son marrones, y sus cabellos de la misma tonalidad, los cuales se encuentran un poco despeinados. Lleva una camisa de cuadros rojos desprendida, dejando ver su musculosa blanca. Sí, lo admito. Es bastante atractivo. Antes de que responda, se sienta a mi lado derecho. Lo observo interrogante, pero no presta atención en mi mirada. Miro a mi izquierda, Kiara sigue pintando a la mascota de su dibujo.
– ¿Alguien pidió tu ayuda? Y sí, sé lo que es el bordo, ¿me has visto cara de tonta? – espeto, con una sonrisa cínica.
– Nadie pidió ayuda, sin embargo, estamos aquí – contesta, a lo que frunzo el ceño. No entiendo a lo que se refiere, pero hago como que si – Es sólo un consejo. Sólo inténtalo, te quedará mejor. – dice antes de que lo mande a la mierda. Refunfuñando, agarro el color bordo, y pinto el labio inferior con intensidad.
– Así no, no tan fuerte, hazle una sombra y que luego se vaya aclarando, es decir, difumínalo – muerdo mi labio, debo tragarme las ganas de ser mala con él, de lo contrario me podrían restar puntos, o lo que sea que hagan para garantizar que el paciente está bien y pueda salir de aquí – Así no, de esta manera, observa. – él tomo mi mano, la cual sostiene el lápiz de dicho color. Con tan solo sentir su contacto, por un breve momento una oleada de nerviosismo se apodera de mí. Y no encuentro razón del porque – ¿Ves? De esta manera.
Los labios de la chica que se muestra en el dibujo han quedado perfectos. Él me sonríe, y yo lo imito. Le doy las gracias, y el responde que no hay problema alguna en ayudar. Creo que vendré más seguido a aquí. De un segundo a otro el aparta su mano, y se aleja, supongo que ira a ayudar a otras. Me giro para mirar la siguiente acción que hará.
– Disimula un poco – susurra la castaña que se encuentra a mi lado. Frunzo el ceño, y niego.
– Ni siquiera se su nombre. – farfullo.
– Deje tu camisón favorito, recién lavado y rocié un poco de perfume de lavanda en toda la ropa – dijo. – Supuse que así te sentirás como en casa, al menos un poco.
Asiento, mirando mis zapatillas desgastadas. Siempre me gustaron, eran demasiado cómodas, al igual que la ropa holgada que llevo en este momento. Extrañamente me conservo neutral, es decir, tarde o temprano me largaran de aquí, y será cuando me vaya a la mierda. Lejos de mi abuela. Sola. Con mi drogas, botellas de vodka, y ejerciendo un trabajo de medio tiempo, o quizá, de una sucia ramera. Mis hermosas adicciones permanecerán conmigo de por vida, y aunque adoré a mi abuela… Nadie logrará cambiar aquello.
– Ya debo irme, Ann – murmura – Vendré a visitarte cada semana. – se despide, depositando un beso en mi mejilla, bastante ruidoso y baboso, pero de profundo amor. Sin dudas, Sarah siempre sería la única persona que amaré.
– Adiós. Cuídate, ¿si? Ve al médico apenas sientas dolores, y toma tus pastillas, que no se te olviden – ruego por que me haga caso. Ríe, y asiente.
Ahora sólo veo su silueta alejarse, abrir la puerta de Borya, agitar su mano en ademán de saludo, e irse. Es aquí donde el supuesto cambio entra en acción.
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– Tendré que tomar estas cosas, aunque parezcan inofensivas, puede quitarte la vida, si así lo deseas.
El hombre rubio, un poco avejentado, es la persona a la que más estoy odiando en el día. No es posible que con un espejo de un estúpido maquillaje pueda ser un arma mortal. Es exagerado, paranoico. Aclara que son las reglas, y que no es él las que las ordena. Aunque es él quién las esta haciendo cumplir. Da igual, no creo que haya muchas fiestas aquí, aún así me importa bastante mi apariencia ante los chicos. Será la costumbre de que a mis ex clientes les gustaba que este con mis labios al rojo vivo, con sombras oscuras en los ojos, y mejillas rosadas.
– Ya me retiro – me sonríe, y juro que este tipo podría estar en una propaganda de alguna pasta dental por sus perfectos dientes, aunque su sonrisa da miedo – Dentro de unas horas vendrá una nueva chica, será tu compañera de cuarto, ¡Qué tengas un buen día! – no soy buena sociabilizando, pero ya veré como tratar a la chica con problemas, quizá peores que los míos. – Oh, y no puedes pasar para las habitación o la zona de chicos, eso es una infracción. Casi me lo olvidaba, lo siento. – bueno, aquí no he venido a trabajar, así que no será un problema. Aunque me parece exagerado, no protesto y asiento. El tipo se va a los segundos, justo después de sonreír. Otra vez.
Tiré mi maleta a la cama, a la misma vez que me arrojaba en ella. Deposite mis pies arriba del viejo y amarillento equipaje, largando un suspiro agotador. Quizá dormiría algo, no lo sé. No falta casi nada para que mi ansiedad, y ganas de consumir se hagan presentes. Y no sé como pueda reaccionar. Sólo espero hacer actividades, muchas.
Sin más, cierro los ojos, y caigo en un profundo sueño. Dejando la mierda de realidad en la que vivo por unas horas.
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La canción True Colors llega a mis oídos, despertándome por completo de mi encantadora siesta. Observo hacía mi derecha, dónde proviene dicha canción. Para mi sorpresa, una castaña bastante asustada me observa, y a los segundos empieza a suplicar perdones. Supongo que es mi compañera de cuarto. Y supongo que, no le han capturado su Iphone. Ella yace recostada en su cama, la que se encuentra a varios centímetros de la mía. Suertuda. No tuve tiempo para esconder nada. Además de que creía que los buenos para nada de aquí, servían para buscar objetos escondidos en los pacientes, ¿no habían estudiado para eso?
– Disculpa, en serio, no fue mi intención, apreté el botón si querer – dice – Puedes seguir durmiendo, prometo ser más cuidadosa. – asiento, a punto de reír por el temor reflejado en sus ojos y palabras – Y, por favor, ¡no digas nada!
¿Cree que soy una bravucona? Pues, no lo soy. Y menos cotilla. Además, ¿en que me beneficiaría decirlo? Al contrario, le puedo sacar provecho. La chica parece buena, y ha demostrado tenerme respeto, por lo que, no dudaré en pedir prestado su aparato tecnológico. Sonrío, y asiento. Ella larga un suspiro de alivio.
– Soy Kiara, Kiara Hoffman – tiende su mano. Y aunque me parezca algo poco moderno, y bastante ñoño, tomo su mano, a lo que ella sonríe dulcemente.
– Annie Johnson, pero para ti, que sea Ann – murmuré. La chica de ojos castaños, y desamparados vuelve a reír. Y por más raro que suene, me cae bien. No estoy acostumbrada a aguantar a las personas. Por lo que debe sentirse importante.
– Me encanta tu ropa Ann – miro mi vestuario, y luego me pregunto si lo ha dicho sarcásticamente, o bueno, tiene mala vista. Quizá sea para sacar tema de conversación, así que le agradezco, y le devuelvo el cumplido.
– A mí me encanta tu Iphone – le susurró. Kiara asiente, y promete prestármelo cuando yo quiera.
Definitivamente, no estoy empezando tan mal mi estadía en Borya.
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– Creo que dibujaré un perrito, siempre me han gustado, ¿a ti no? – dice Kiara, mostrándome su hoja en blanco, y comenzando con la silueta del canino.
Le contesto que me gustan bastante, pero no soy buena dibujándolos. Que va, no soy buena dibujando nada. Estamos en lo que sería la clase de dibujo, hace unos quince minutos que estamos aquí, y todavía no sé que dibujar. Hay varias meses pequeñas y redondas por la sala, en la nuestra capen unas dos personas más. Una anciana, que sorprendentemente conserva algo de pelos, es la encargada de esta actividad. Somos al menos unos quince adolescentes. Algunos están más concentrados que otros en sus dibujos, otros (muy pocos) hablan sin parar, a lo que la vieja los regaña, para a los minutos hacerlo otra vez. Hay algunos que ayudan a terminar los dibujos. Supongo que alguien me tendrá que ayudar.
¿En qué pensaba cuando le dije a Kiara que la acompañaría hasta aquí? El talento de mi compañera es confirmado cuando observo el perro en la hoja. Los matices, la figura, hasta el paisaje es perfecto. Ella farfulla maldiciones, reprochándose a si misma lo horrible que ha quedado. Con que problemas de autoestima, ¿eh?
– Calla de una vez por todas, ¡te ha quedado fantástico!
Niega levantándose del asiento, hace una bola de papel a su dibujo y lo tira al primer cesto de basura que se le cruce. Vuelve a sentarse a mi lado, y comienza a dibujar otro cachorro. Quizá deba acostumbrarme a estas actitudes, aunque espero que disminuyan, por su propio bien. No debe ser lindo tener la autoestima por los subsuelos.
De la nada comienzo a dibujar. Me pregunto de dónde sale mi inspiración, ya que tomé el lápiz y comencé a dibujar una muchacha triste, con lágrimas que recorren sus mejillas. Unos ojos cerrados, y sus pestañas enormes junto a unos labios rojizos es lo demás del dibujo. Y vaya, no me ha quedado nada mal. Nunca he visto a la chica que está en el papel, se lo debo a mi grandiosa creatividad. Dejaré la modestia para otro momento.
– Quizás debas resaltar más sus labios, prueba con un bordo; un rojo en tonalidades más oscuras. – me giro, encontrándome con un chico castaño, concentrado en mi dibujo.
Él se encuentra parado detrás de mí, con sus brazos cruzados, inspeccionando cada parte de mi fabulosa arte. Sus ojos son marrones, y sus cabellos de la misma tonalidad, los cuales se encuentran un poco despeinados. Lleva una camisa de cuadros rojos desprendida, dejando ver su musculosa blanca. Sí, lo admito. Es bastante atractivo. Antes de que responda, se sienta a mi lado derecho. Lo observo interrogante, pero no presta atención en mi mirada. Miro a mi izquierda, Kiara sigue pintando a la mascota de su dibujo.
– ¿Alguien pidió tu ayuda? Y sí, sé lo que es el bordo, ¿me has visto cara de tonta? – espeto, con una sonrisa cínica.
– Nadie pidió ayuda, sin embargo, estamos aquí – contesta, a lo que frunzo el ceño. No entiendo a lo que se refiere, pero hago como que si – Es sólo un consejo. Sólo inténtalo, te quedará mejor. – dice antes de que lo mande a la mierda. Refunfuñando, agarro el color bordo, y pinto el labio inferior con intensidad.
– Así no, no tan fuerte, hazle una sombra y que luego se vaya aclarando, es decir, difumínalo – muerdo mi labio, debo tragarme las ganas de ser mala con él, de lo contrario me podrían restar puntos, o lo que sea que hagan para garantizar que el paciente está bien y pueda salir de aquí – Así no, de esta manera, observa. – él tomo mi mano, la cual sostiene el lápiz de dicho color. Con tan solo sentir su contacto, por un breve momento una oleada de nerviosismo se apodera de mí. Y no encuentro razón del porque – ¿Ves? De esta manera.
Los labios de la chica que se muestra en el dibujo han quedado perfectos. Él me sonríe, y yo lo imito. Le doy las gracias, y el responde que no hay problema alguna en ayudar. Creo que vendré más seguido a aquí. De un segundo a otro el aparta su mano, y se aleja, supongo que ira a ayudar a otras. Me giro para mirar la siguiente acción que hará.
– Disimula un poco – susurra la castaña que se encuentra a mi lado. Frunzo el ceño, y niego.
– Ni siquiera se su nombre. – farfullo.
Última edición por .Juli. el Dom 09 Feb 2014, 9:56 pm, editado 1 vez
Julianne.
Re: Tell your story |nc|
diooos otro cap para comentar, fue grandioso Julii me encanto, Comentare bien cuando suba tengo que ir trabajando en mis ideas xD
Ariel.
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Re: Tell your story |nc|
Aww Juli! No hablia leido tu cap e.e pero aqui estoy:D Annie sera una de mis preferidas, estoy segura xd Me dio pena la abuela:s pobrecilla, tener que descubrir algo asi de su propia nieta u.u
Ame cuando Kiara y Ann se conocieron:3 el iphone inicio su hermosa amistad en el futuro (?)
Josh fue el chico, estoy segura (?) Jajajaj xd yo creo que si alguien me hiciera algo asi, directamente lo mandaba a freir churros xD
Espero a daniii :D
Ame cuando Kiara y Ann se conocieron:3 el iphone inicio su hermosa amistad en el futuro (?)
Josh fue el chico, estoy segura (?) Jajajaj xd yo creo que si alguien me hiciera algo asi, directamente lo mandaba a freir churros xD
Espero a daniii :D
Jaeger.
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Re: Tell your story |nc|
Juliiiiiiii <3 perdon u.u estoy en semana de examenes y pues, se me complica. Pero tu cap nena, me encanto <3 Me gusta la personalidad de Annie <3 Es como que..agridulce(? Y me gusta como se lleva con Kiara es besha besha <3 Me encanto esa parte de Josh porque si fue el, no? yo lo se
Me encanto esa parte, sospecho que me encatara esa pareja(? espero a Dani
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hange.
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