Re: Tell your story |nc|

por **hange.** Lun 18 Ene 2016, 11:47 am

Tell your story |nc| - Página 22 77880782

viste el mp entonces? Tell your story |nc| - Página 22 1857533193

por **Jaeger.** Lun 18 Ene 2016, 11:49 am

Yeah, te lo conteste recien :3

por **hange.** Lun 18 Ene 2016, 11:53 am

listo

por **Ariel.** Dom 14 Feb 2016, 11:16 pm

por **Ariel.** Dom 14 Feb 2016, 11:17 pm

por **Ariel.** Dom 14 Feb 2016, 11:24 pm

a la dueña del separador JEJEJE SORRY! era muy tarde para escribirte, me perdonas?

por **hange.** Sáb 20 Feb 2016, 11:38 am

Danii:

por **hange.** Sáb 20 Feb 2016, 11:40 am

¿Quién sigue aquí? ¿y dónde están las demás? Tell your story |nc| - Página 22 1712497321

por **Ariel.** Sáb 20 Feb 2016, 1:56 pm

Creó que kande

por **hange.** Vie 01 Abr 2016, 10:45 pm

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por **Jaeger.** Sáb 09 Abr 2016, 3:48 am

Voy 20 páginas Tell your story |nc| - Página 22 2841648573

por **hange.** Sáb 09 Abr 2016, 8:53 am

OMG

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por **Jaeger.** Dom 17 Abr 2016, 10:56 pm

Primero que nada, Dani leí tu capitulo y fue una hermosa fuente de inspiración *-*
Me encanta la relación que Kiara y Harry estan formando Tell your story |nc| - Página 22 3275125450

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Me pongo loca de solo pensarlos a ellos dos

QUIERO QUE HARRY SE ABRA MAS CON ELLA! Y Kiara también, que tengan una beia beia relación Tell your story |nc| - Página 22 1129725545

Zayn, como siempre, un imbecil completo. Odio que haya empezado a joder a Becca, que le pasa? Tell your story |nc| - Página 22 3417461789

Y encima se metio con Kiki, odiarlo fue poco Tell your story |nc| - Página 22 1614892501

Y CUANDO KIARA SE TOMO LA PASTILLA YO ESTABA COMO Tell your story |nc| - Página 22 1431322064

Y aparecio Harry salvandola *-* Lo amo, realmente lo amo
Ahora suboooooooooooooo!

por **Jaeger.** Dom 17 Abr 2016, 10:57 pm

Capítulo 15

Becca Bush

Hoy he tenido otra pesadilla y ya es la tercera en la noche. Esta última semana mi mente ha estado reproduciendo viejos recuerdos relacionados con mama, Jeff y... Sam. Lo extraño es que hace mucho tiempo que había siquiera pensado en él. Aun me cuesta respirar cuando recuerdo su rostro y lo que sucedió la última vez que nos vimos. En verdad, pensar aquellas tres personas es lo que trato evitar constantemente por todo lo que han infringido en mí.
Siento que estoy a punto de morirme si sigo aquí encerrada. Necesito salir. Enserio que necesito salir y correr. O quizá un cigarrillo y un par de líneas, solo que a las tres y cuarenta y siete de la mañana no nos está permitido salir. No puedo fumar en la ventana o en el baño porque quedaría olor y seria la ruina.
Volteo a ver a mi compañera de cuarto dormir plácidamente en su cama. Bonnie no parece que despertara ni por qué le digas que hay un incendio. De todas formas la molesto llamándola, ella ni se inmuta; rechisto y chasqueo los dedos pero no da ninguna señal. Maldita perezosa.
Le tiro mi almohada como último recurso y eso hace que se de media vuelta y me dé la espalda para seguir durmiendo. ¡Puta madre!
Finalmente me doy por vencida mientras me levanto y la miro mal- algún día va a pedirme algo y le voy a decir que no. Tomo mi campera negra y me coloco las pantuflas, abro la puerta lentamente y asomo la cabeza para fijarme si no anda Garrett correteando en los pasillos. Sin muros en la costa, salgo de la habitación y cierro lentamente y no provoco ningún sonido. Me voy guiando en la oscuridad mientras mis ojos están acostumbrándose a ella, no tengo nada para alumbrar el camino, ni siquiera una maldita linterna, pero me salva para que nadie pueda atraparme.
No sé exactamente dónde ir, pienso en ir a la azotea para fumar y voy de camino con tranquilidad. Cuando llego al final del pasillo veo la oficina de Garrett. El tipo esta con la puerta semi abierta y recostado en el sillón individual que tiene al lado del escritorio, duerme aun peor que Bonnie y tapado con una mantita celeste. Sigo caminando tratando de quitar la estúpida imagen que he visto y llego hacia la sección de los chicos. Cristal, al contrario, esta con los auriculares puesto sentada en su silla mirando en su notebook una novela sobre, que parecen ser, japoneses , coreanos o chinos. No tengo idea, solo que está tomando helado de chocolate con almendras y los ojos echando lagrima tras lágrima.
Genial.
Una vez en la terraza prendo un cigarrillo y comienzo a aspirarlo. Juro que amo el tabaco con todo mi corazón. No niego que me juegue en contra por los pulmones y a veces me siento morir cuando corro demasiado, pero su sabor encanta a mi paladar y creo que jamás lo dejare. De todas formas no estoy fumando demasiado, es difícil conseguir y Harry a veces se pone maricon y no quiere darme.
Quiera o no, en un momento que me pierdo en mi mente, vuelvo a pensar en las tres personas. Tiemblo un poco de repente, no sé si es por la brisa de frio que pego en mi rostro o lo que me provoca recordarlos.
Amo a mamá. No fue la mejor madre, pero ella fue la única que me amo. Quizá es su recuerdo el más fuerte y doloroso que tenga y el que más me cuesta hablar. Jeff es un bastardo que bien muerto debe estar por hijo de puta. Y debo decir con la mano en el corazón es que me alegro que se haya muerto.
Detengo mi cabeza cuando estoy a punto de pensar en la última persona. No es saludable recordarlo, jamás lo ha sido, pero tampoco puedo negar que no fue importante. Sam Dunne era el típico pijo y derrochador de papa, y quizá era aún peor; atractivo, galán y el hombre perfecto para cualquier mujer. Era un bastardo por excelencia y hacia lo que quería y como él quería. Se enamoró de mamá luego de que fue al cabaret donde ella bailaba y se prostituía. No le importo el hecho que ella vendiera su cuerpo por dinero y cocaína, es más, era él quien le proporcionaba la mejor de las mejores.
Ese hijo de puta mato a mi mamá.
Un estruendoso ruido me sobresalta y tiro por reflejo el cigarrillo lejos de mí. Giro sobre mi cabeza y me congelo al ver a la vieja Tabitha mirándome con los ojos entrecerrados y con un cigarrillo en la boca.
—Así que eras tú, Bush. ¿Qué estás haciendo a estas horas aquí?
—Vine a tomar aire fresco —contesto con la voz monótona, aunque por dentro estoy un poco nerviosa. Tabitha y yo jamás nos hemos llevado bien y cada vez es peor cuando nos tratamos.
—Ah, ¿y ese cigarrillo prendido a tus pies?
Frunzo el ceño y miro hacia abajo, el cigarro esta allí enfrente de mí, adelantándome. Rechisto y lo piso para apagarlo, me agacho a levantarlo y camino hacia el tacho de basura que esta de lado de la profesora y lo tiro sin más.
—Una vez más: ¿Qué haces aquí, Bush?
—Vine a fumar un cigarrillo porque tengo insomnio —entrecierra nuevamente los ojos, pero esta vez me
cree.
—¿Tienes más?
—No —meneo con la cabeza y saco los bolsillos de mi campera hacia afuera y luego repito con los de mi piyama.
—¿Garrett sabe que estas aquí?
Revoleo los ojos por su estúpida pregunta, no me dejarían estar aquí de lo contrario. Tabitha me da un zape en la cabeza y yo exclamo de dolor.
—¿Y eso por qué? —me sobo la cabeza mientras la miro mal.
—Odio ese maldito gesto. Ahora mueve tu trasero, sígueme.
La veo romper el cigarrillo y lo tira en el tacho, se da media vuelta para ir hacia dentro. Suelto un suspiro recargado y la sigo sin más, preguntándome que es lo que quiere ahora. Seguramente me llevara con el sonrisitas de Garrett y estos me darán un castigo por escabullirme. Ugh, quizá hasta me den medicamentos para dormir. Detesto las pastillas.
En lugar de ir hacia la oficina de Garrett, Tabitha me lleva hacia la sala de arte y la abre con una llave que saca de su bolsillo. Prende la luz y me empuja hacia adentro para luego entrar ella.
—¿Que hacemos aquí?
—Si vas a tener insomnio y no sabes que hacer además de joderte los pulmones...
—Usted también fuma —replico pero Tabitha me ignora.
—...a tu edad de quince y cortos años, en los que puedo entender que actúes como estúpida, es preferible que hagas algo con ese talento.
La señora Harris va hacia el armario y saca variedad de útiles, desde pintura hasta crayones y los deja arriba de la mesada para luego pasarme un block grande de hojas blancas.
—Ahora haz algo que valga la pena y no le dé a nadie vergüenza ajena.
Dejo el block de notas en la mesa más cercana y me vuelvo hacia Tabitha con la expresión más seria que puedo tener.
—Se lo que está tratando de hacer. Me gustaría decir que lo siento, pero realmente no lo hago. Si desperdicio mi talento o no, creo que sea algo que solamente me incumbe a mí y no a usted ni a nadie más. Espero ser clara.
Esperaba gritos, sin embargo la profesora emboza una sonrisa burlona y se cruza de brazos. Vuelvo a fruncir el ceño porque no se el porqué de su expresión. En clase se vuelve loca si le contestan así y casi todos le tienen miedo, aquí parece más relajada.
—Solo has lo que te digo, Bush, de lo contrario le diré a Garrett que estas escondiendo tabaco en tu habitación. Eso traería problemas a tu compañera de habitación, ¿cierto?
Me encojo de hombros.
—Bonnie no consume tabaco, por lo que podrá probar su inocencia. Y si eso sirve para que me suelten de aquí, entonces no le veo problema.
—Creo que no estas entendiendo —Tabitha esta vez se muestra seria —Aquí no sales a menos que te recuperes. Hay chicos que han estado encerrados más de un año, dos... incluso tres. Cada cosa que hagas o no hagas estará en tu expediente, Bush. No saldrás de Borya en un buen tiempo.
Me muestro seria e indiferente por lo que dice, solo que cierta parte de mi está entrando en crisis al saber que tal vez tendré que quedarme más tiempo de lo necesario y solo por fumar un puto cigarrillo.
Tabitha me pasa un lápiz negro y de mala gana lo tomo. Me siento en la silla y comienzo a dibujar cualquier cosa que me venga a la mente para no tener que ver su sonrisa victoriosa.
—Las líneas son muy gruesas, más delgadas.
—Hnn.
—Esas de allí pásale el dedo índice y espárcelo ligeramente...
—Hnn.
—Agh, deja los monosílabos. Pareces mi esposo.
Resoplo. Esto va a ser largo.

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—Por favor, Becca. No tienes cinco años —regaña Cristal con la voz cansina y llena de reproche.

Tal vez esté actuando como una niña de cinco años porque la encargada de la sección masculina me esté arrastrando literalmente hacia mi sesión con el psicólogo. He podido escabullirme la vez anterior y la anterior de aquella, sin embargo en esta ocasión no me dio el tiempo suficiente para buscar un nuevo escondite.
La cabeza me duele terriblemente y mi humor esta de malas, pero no para tanto como para golpear a Cristal. Seria sentencia de muerte en Borya y sinceramente no estoy para más drama.
No sé dónde carajos se metió Ryan, necesito consumir al menos una sola línea para estar de buen humor o de un humor aceptable en el día. Los cigarrillos parecen escasear porque han encontrado al tipo que los distribuía en el internado y ahora cuento con muy pocos. Estoy a punto de volverme completamente loca si no tengo algo en la boca para aspirar.
En camino a la sesión, veo a Louis y Liam hablando en el pasillo con una pelota en la mano, parece que van a ir a jugar un partido. Se me quedan viendo cuando pasamos a su lado.
—¿Por qué la sujetas así, Cristal? —pregunta Louis con evidente curiosidad. Liam solo curva una sonrisa burlona en su rostro al mismo tiempo que cruza los brazos. Resoplo y juro que algún día lo llevaran arrastrando a él
—La señorita Bush parece tener un serio problema —dice Cristal con la voz preocupada y el rostro contraído. La miro con el ceño fruncido mientras que Liam levanta las cejas sin quitar su sonrisa socarrona a la vez que Louis se muestra más interesado.
—¿Qué es?
—Mañitis, se produce cuando una persona está llena de mañas —Liam se tapa la boca con la mano para no soltar una carcajada. Louis abre la boca sorprendido.
—¿Y eso se contagia? —inquiere asustado y se coloca detrás del castaño, quien no evita soltar una pequeña carcajada.
—Mientras no la imites —Cristal se encoge los hombros y finalmente sonríe —No causen problemas, chicos.
—Bien —acepta Payne asintiendo la cabeza —Espero que te recuperes, Becca.
—¡Mucha suerte, Becca! ¡Trata de no tocarme la próxima vez que nos veamos! —exclama Louis y toma del brazo a su amigo para llevarlo lejos de mí.
Miro a Cristal con molestia y esta se encoge de hombros.
—Bueno, sigamos o llegaremos tarde a tu sesión contra la "mañitis".
No digo nada y esta vez camino con mis dos piernas en vez de dejarme arrastrar. La rubia no me suelta el brazo pero aligera su firmeza. Sé que no es mala y está haciendo su trabajo, además tiene toda razón de llevarme así por escaparme las sesiones anteriores. Solo espero que su amenaza de hacer la hora unas tres horas —retomando de las sesiones que escape— sea solo para asustarme o soy capaz de darme la cabeza contra la pared solo para perder el conocimiento.
Casi saliendo del pasillo, que lleva directo hacia las oficinas donde atienden los psicólogos, escucho a lo lejos a Louis hablar nuevamente.
—¡Niall, a que no sabes! ¡Becca sufre de "mañitis" y es contagiable! ¡No te acerques a ella!
Cierro los ojos con fuerza mientras me llega la risotada de Liam y la risita ligera de Cristal. Pero sí que será pendejo.

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Savanna es la nueva psicóloga de Borya. Bonnie me dijo que tuviese cuidado porque es una maldita bruja y te saca todo de la boca. Al principio pensé ir y quedarme callada como lo había echo con George, hablar lo justo y lo necesario y mostrarme absolutamente desinteresada por todo. Lo cierto es que me incomoda esto de tener que cambiar de psicólogo como de bragas, pero tampoco estimo a George y su mirada de "habla o te hago hablar".
Savanna me invita a recostarme en el diván. No lo pienso mucho y me echo en el sofá y me remuevo para acomodarme. Ella se sienta a mi lado en un sillón individual y a una distancia justa, ni muy cerca ni muy lejos.
—Bien, Becca, has faltado a las últimas dos sesiones. ¿Puedo saber el por qué?
—No me sentía cómoda con el antiguo psicólogo —contesto lo primero que se me viene a la mente para no darle tanta charla sobre como odio esto de la psicología y los estúpidos seguidores de Freud.
—¿Enserio? Bueno, suele suceder cuando el psicólogo es de género masculino...
—No me siento incomoda con los hombres —le corrijo para que no de una idea equivocada y piense sobre como odio a los hombres por tomar mi cuerpo solo para joderme.
—Entiendo —asiente con la cabeza y escribe algo en su libreta. Me pregunto que estará escribiendo en la hoja o si solo está dibujando algo. —¿Qué tal ha estado la semana?
Ante esto no sé exactamente que responder. Solo me encojo los hombros y le digo que no estuvo tan mal. Bah, no sé ni siquiera como sentirme, hacerme problema por Harry molestándome en mis horas de lectura, Kiara con sus ataques de pánico y los idiotas que la molestan, y Zayn siendo imbécil me dan mucho dolor de cabeza y no quiero tener que preocuparme por ello ahora.
—¿Becca? ¿Realmente no sucedió nada en esta semana? —la chica se da cuenta de inmediato que mis palabras dentro de todo no son ciertas.
Vuelvo a encogerme de hombros.
Savanna suelta un suspiro y voltea las hojas de su libreta en sentido contario hasta que encuentra lo que está buscando.
—Los profesores dicen que muestras indiferencia por la mayoría de las cosas. ¿Este es el caso? ¿Por qué no pláticas sobre ello?
—¿Sobre qué?
—No lo sé, lo que te hace sentir más cómoda.
Me abstengo de volver a repetir el gesto y pienso que será más fácil decirle.
—Simplemente hay personas que me exasperan y otras me causan dolores de cabeza.
—¿Quiénes? ¿Tu compañera de cuarto? ¿Cómo te relacionas con...? Oh, tu compañera es Bonnie.
Asiento con la cabeza. La psicóloga me sonríe de manera irónica, seguramente sabe que Bonnie me advirtió de ella y su maldita escoba y sombrero en punta. Bruja.
—Bonnie no es el problema. Es más, ella es lo menos problemática para mí.
—No es lo de menos, creo que tienen algunas cosas en común.
—Supongo.
—Sino es Bonnie, ¿quién entonces?
—Un idiota. Realmente no vale la pena hablar de ello.
—Bien, ¿qué te parece hablar sobre por qué te muestras indiferente?
—No me muestro, lo soy y ya.
—Me gustaría que hablaras más sobre ello.
Rechisto con exasperación y me remuevo en el diván para prepararme.
—No soy una persona que le guste hablar demasiado, aprecio más el silencio y la soledad. No sé porque soy así, solo sé que si me hago mucho problema por algo entonces las cosas se vuelven complicadas y lo complicado me da pereza y me estalla la cabeza —Savanna curva una pequeña sonrisa en el rostro —Si, ya sé que rime.
—¿Que más?
Revolee los ojos. ¿Todavía esperaba que hablara más?
—No finjo que las cosas me den exactamente igual, es que realmente me dan lo mismo. Si alguien me trata mal o bien, no me interesa. No creo demasiado en las personas, tampoco confió en ellas por más sinceras que sean. Las personas demasiado sensibles o enojadas con todo el mundo me exasperan, es como si no supiesen manejar su propio sentir y hacen cosas estúpidas. Los que son arrogantes y soberbios son los que más trato de evitar porque es obvio que no verán otra cosa que su estúpido ego, por lo que son un desperdicio de tiempo. Y las personas que son como yo... bueno, no hay demasiadas...
—¿Qué piensas de las personas como tú? —Savanna está anotando a lo loco en su libreta. Espero que me deje ir temprano gracias a esto.
—Son personas que... bueno, lidian las cosas a su manera y solo quieren que la dejen en paz.
—Vaya, George me dijo que no soltaste demasiado en la sesión con él. ¿Por qué será?
—Porque si hablo y soy sincera, entonces saldré más pronto de aquí.
—Odias estar aquí —no pregunta, lo afirma.
—Odiar en si no tanto. Lo que me molesta es...
—¿Que no te dejen en paz?
—Sí, así es —asiento con la cabeza y la miro con la expresión de póker que siempre tengo.
—Genial, es un gran progreso —Savanna suelta un suspiro contenido y vuelve a su libreta para revisar lo escrito —Lo que tengo en duda es aquel chico que te parece un idiota. ¿Puedo preguntar quién es?
—Preferiría que las cosas quedaran entre el sujeto y yo —cierro los ojos sintiendo una pequeña punzada en una parte de mi cabeza. De solo recordar al estúpido de Malik me da migraña.
—No quieres complicar las cosas, ¿cierto?
La miro con una media sonrisa y ella responde asintiendo con la cabeza. Veo que ya capto.
—La profesora Harris comento en tu informe que tienes cierto talento para el arte.
—Tabitha exagera —aleteo la mano para quitarle importancia. Esa vieja cada vez parece estar involucrándose más y más en mi vida.
—Veo que la tratas con familiaridad —inquiere curiosa —Generalmente los chicos se refieren a ella como...
—¿"Vieja", "vejestorio"?
—Nop, "profesora".
—Ah.
Que imbécil.
Pero tú te diriges a ella con su nombre —retoma nuevamente.
—Me deja tutearla. ¿Ya me puedo ir?
—Falta un poco más de media hora, Becca. Aún hay temas que tocar.
Suelto un suspiro y me cruzo de brazos. Siento que esta sesión está siendo más larga de lo que debería. Quiero ir a la terraza a fumar un cigarrillo o a la biblioteca y leer un libro, necesito un tiempo de paz y amor con el ambiente antes que me vuelva loca.
—Está bien, te dejare irte antes —me incorporo de inmediato, Savanna aclara su garganta y me vuelvo a verla —Pero deberás leer algunos libros que la profesora Harris te recomendara. ¿De acuerdo?
Le dirijo la peor mirada que tengo, solo que ella suelta una risita y se levanta de su asiento para ir hacia la puerta y despedirme. Siento que Savanna y Tabitha van a dificultar las cosas a partir de ahora.

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Mi compañero de coro se llama Nicholas Pierce, tiene dieciocho años y ha estado en Borya desde hace dos años, aun no sé el motivo.
Inspecciono mi compañero de arriba a abajo mientras está tratando de afinar las cuerdas de la guitarra. Es un muchacho un poco más alto que yo, con cuerpo con músculos y rostro angelical. Tiene el cabello castaño y ojos claros, pareciera que no va a comer a nadie.
—Ey, te llamas Becca ¿verdad? —pregunto levantando la mirada hacia a mí.
Asiento con la cabeza a la vez que tengo los brazos cruzados y mis piernas sobre el banco que ocupamos. El instructor nos dejó utilizar este lugar para componer la canción de la semana. Las veces pasadas nos mantuvimos haciendo covers que salían improvisadamente arriba del escenario. Alguno decía una canción y salíamos a tocarla. Hemos coincidido en muchas.
Se nos pidió que realmente compusiéramos y aquí estamos, tratando de hacer algo bueno por nuestras vidas. Yo no sé componer, ni siquiera se tocar un instrumento, por lo que soy una completa inútil si lo que quiere es ayuda.
—Antes que escribir algo, creo que deberíamos coincidir en que estilo de música vamos a cantar.
Me encojo de hombros —Puedo cantar cualquier cosa, incluso rapear.
—Sí, ya lo he visto —muestra una pequeña sonrisa irónica—¿Realmente estas bien con cualquier cosa?
—Sep. Solo espero que no sean canciones sobre amor eterno o algo por el estilo.
—Despreocúpate, seria estúpido que hablemos del amor encerrados en un lugar como este —frunzo el ceño ante sus palabras por la expresión que ha puesto, como si realmente fuese una mierda y larga un gran suspiro. Chico enamorado, ¿quién lo diría?
Contengo el suspiro y me repito mentalmente que deje de conocer tipos extraños. Primero el idiota de Malik, luego Styles y ahora este. ¿Por qué no hay gente común aquí? Pero creo que este es más sensible y culto que los otros dos monos.
—Estaba pensando escribir algo con un poco de ritmo para ser la primera canción —opina mientras toma el lápiz sobre la mesa y agarra los papeles, pero estos están debajo de mis piernas. Las quito con pereza y el acomoda las hojas para dejarla frente de sí.
—Creo que eso sería bueno.
—¿Tienes alguna idea?
—Nop.
Nicholas suelta un suspiro.
—¿Podrías pensar en alguna, Becca?
—Hnn.
El chico suspira nuevamente y yo sigo desinteresada en componer esa estúpida canción.

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Finalmente nos marchamos a nuestras habitaciones cuando nos dimos cuenta que no íbamos a lograr nada con mirarnos las caras. Ojala tenga un momento de inspiración y comience a escribir. Las palabras no son lo mío, no quiero forzar a salir cosas que serán incoherencias para los demás.
Le pedí ayuda a Bonnie y esta solo me contó la historia sobre una tipa con un idiota.
—¿Para qué me dices esto?
—Haz una canción sobre eso —se encogió de hombros y regreso la vista hacia el libro que había pedido prestado en la biblioteca. —Usa tu imaginación, Becca.
A partir de allí me concentre en armar algo coherente, al menos para darle cierta forma a la canción. Ahora no sé si está bien o si dice puras estupideces, aunque lo segundo es lo más probable. Creo que iré con Kiara o con Harry para que me ayuden, sus canciones son buenas y tienen ritmo.
—¿Y? ¿Cómo te va? —Bonnie se acerca hacia mí, me corro para que se recueste conmigo boca abajo y lo hace para mirar hacia el cuaderno donde había estado escribiendo.

¿Por qué tienes que ir y hacer las cosas tan complicadas?
Veo tu forma de actuar como que eres otro y me frustra
La vida como está tu
Y caes y te arrastras y rompes
Y tomas lo que sea y lo conviertes en honestidad
Y me prometes que nunca voy a verte defraudarme
No no no

—Bien, no está mal. ¿Se te ocurre algo más?
—Esta mala —afirmo. Bonnie solo sonríe.
—Te dije que está bien. No es reluciente pero es algo ¿verdad? Además falta la música.
—Aun así es malo —pongo mala cara observando el papel con los garabatos escritos. Que vergonzoso es hacer una canción.
La puerta de la habitación pronto se abre y se deja ver a Garrett, quien nos sonríe medianamente a ambas. Bonnie y yo nos echamos una mirada entre nosotras y nos incorporamos en el suelo para luego acercarnos hacia Garrett. Este cierra la puerta detrás de él una vez que pasa hacia delante.
—Siento interrumpirlas, pero necesito hablar con ambas.
—¿Sucede algo? —pregunto ciertamente curiosa, pero mi voz sale, como siempre, indiferente.
—Ninguna de las dos ha asistido a la reunión grupal. ¿Recuerdan que deben asistir al menos una vez por semana?
—Lo siento, lo olvidamos —confiesa Bonnie y yo asiento. Sinceramente lo olvide.
—Chicas, por favor, tengan en cuenta que los grupos de apoyo son muy importantes en su recuperación —dice Garrett con un tono suave de regaño. Bonnie lo mira seriamente y asiente con la cabeza repetidas veces. Yo solo me encojo de hombros y me cruzo de brazos como toda rebelde que soy —Sé que es duro para ustedes, pero hagan el intento y vayan, seguramente se sentirán mejor.
—Escuche que hay comisiones —comento Bonnie. —¿Con quién estaremos?
—Ve y lo verás, mañana a las siete —Garrett nos guiña el ojo y sonríe —Otra cosa más referente sobre esto: La nueva psicóloga decidió que debían asistir a uno en particular. Es un grupo de apoyo emocional —Bonnie frunce el ceño al igual que yo cuando escuchamos tal disparate —Oigan, no pongan esas caras. Es un grupo de apoyos como todos. Deben asistir una vez a la semana, los días sean aleatorios y les irán avisando. Es mejor que vayan, especialmente tú, Becca. Todavía está tu castigo pendiente por haber faltado dos sesiones seguidas y algunas de tus clases.
Suelto un gruñido en modo de respuestas y Bonnie despide a Garrett.
—Te dije que era una bruja —sentencio la castaña luego que la puerta se cerrara.
—La odio —confieso con una absoluta verdad.
—Ya, ya —Bonnie me palmea la espalda —¿Pero qué es eso de "apoyo emocional"?
—Esto es porque soy una jodida cara de culo.
—¿Y por qué me mete a mi entonces? —replica Bonnie ofendida y revoleo los ojos.
—Hnn, mañana a las siete. ¿Acaso cenaremos ahí?
—No lo sé, pero más le vale no dejarme sin comida.

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Todavía está rodeando por mi mente el recuerdo de Sam. No sé porque vuelvo a él cuando intento realmente ignorar siquiera que existió alguna vez. Sam Dunne es el único contacto que tengo sobre que sucedió realmente cuando murió mama. Jeff está muerto, no lo sé, pero sé que no lo volveré a ver jamás. Mi padre ha desconocido lo que fue de mi madre después de quince años. Sam puede explicarme porque ella tomo tanta cocaína aquella noche.
Estoy casi segura que fue por su culpa. Es seguro. Él enloqueció luego que mama muriera.
—Ey, Becc. Holaaa —canturrea Harry moviendo una mano delante de mis ojos. Reacciono y levanto la cabeza para mirarlo y quita su mano de mi visión.
—¿Sucede algo? —se pone serio e inspecciona mi rostro, pero sigo teniendo la misma expresión de siempre.
—No. —digo secamente y pico con el tenedor un poco de espagueti y lo llevo a mi boca para devorarlo.
Harry me queda mirando unos pocos segundos y vuelve a su comida, dejándolo pasar. No me siento bien en estos momentos para dar explicaciones y menos que estas; él es ajeno a mi vida y a mi pasado, no tiene por qué saber este tipo de cosas. Fingimos ser amigos, no lo somos realmente.
Pronto recuerdo algo y decido hablar.
—¿Qué onda con los grupos de apoyo?
—¿Aun no has ido?
—¿Y qué? ¿Tú has ido?
—No.
—¿Entonces?
—Ey no te pases de lista —me señala con el dedo y lo golpeo para que baje la mano. Lo hace —Fui el año pasado, estaba averiguando un par de cosas antes de decidirme a que horarios podría ir.
—Seguramente quieres ir con Kiara.
—¿Quien dijo eso? —Harry frunce el ceño y mueve sus ojos un pequeño segundo hacia donde esta Kiara, sentada con Cleo, Tim y Annie en una mesa más alejada de nosotros, y vuelve su vista hacia a mí. —No hables sino sabes, Becc.
—Muérdeme, idiota.
Harry me mira mal y lo ignoro olímpicamente comiendo mi espagueti. Lo termino dejando porque de verdad no tengo apetito, solo como porque me siento más delgada de lo normal, casi pareciera un esqueleto. En las ropas no puede notarse con claridad, pero cada vez que me ducho comienzo a darme cuenta que cada vez tengo menos carne.
Los nervios me destrozan las ganas de comer porque mi cuerpo exige y pide tomar cocaína —mucha, a grandes cantidades. Ryan me proporciona una que, en si no es tan buena, logra medio satisfacerme. Solo tengo que esperar el llamado e iré para tener un breve encuentro y obtener mi ganancia.
—Ey, Becca, ¿qué demonios te pasa hoy? —dice Harry molesto.
—¿Qué quieres? Me trajiste aquí para que cenemos juntos, ni siquiera me dejaste sentarme con las chicas. Estoy cenando ¿no estas feliz?
—Mejores amigos. ¿Recuerdas? Estos días has estado en quien sabe dónde.
—Ya, tu estuviste toda la semana detrás de Kiara, no sé por qué me regañas —le acuso con el dedo y el abofetea mi mano para que deje de apuntarlo.
—¿Quien dijo eso?
—No te hagas el listo, galán.
—Deja de meter a Kiara en esto. Eres insoportable —gruñe cuando le respondo con un gesto indiferente—Ten cuidado con Malik.
—¿Y por qué eso de repente?
—Ha estado intratable desde que peleo con Kiara. Es mejor que mantengas distancia —advierte y pronto parece irse por unos segundos, se lo nota pensante y en un momento vuelve en sí. Frunzo el ceño ante ello pero de inmediato lo quito. Son cosas de las que no debo meterme.
—Bien.
—Evita los pasillos finales de la biblioteca. Siempre va a allí para un polvo.
—Hnn.
—Y cena conmigo. No te jodera si estamos juntos.
—Ya, ¿y tú como sabes todo esto? —inquiero extrañada. Sabe tanto del tipejo de Malik que ya creo que aquí hay una historia de amor profundamente apasionada.
Harry se encoje de hombros. Le insisto una vez más y parece dudar cuando habla, pero finalmente lo hace.
—Dormimos en una habitación enfrente de la otra, además nos conocemos hace años y... eh, puede decirse que fuimos "amigos".
Mi rostro seguro es un poema. ¿Malik y Harry siendo amigos? ¿Enserio? Vaya, ahora sí creo que he visto absolutamente todo. Meneo la cabeza para quitar todo pensamiento que no me relacione, aunque sigo curiosa sobre cómo fue eso. Quizá debería andar de chismosa por allí y preguntar, Louis parece una buena opción porque es amigo de ambos.
—Por cierto, ¿estás haciendo equipo con Nick en el coro? —pregunta cambiando radicalmente de tema.
—¿Hablas de Nicholas?
—Aja. Es mi compañero de habitación.
—¿Enserio? —abro en grande los ojos. ¿Qué pasa que están todos relacionados? —¿Y también fue amigo de Malik?
—Solo son conocidos —Harry se encoge de hombros, en un momento sus ojos se posan en mí y me ven con curiosidad —¿Y a ti porque te importa eso?
—No sé, solo quería saber con qué tipo de persona estoy haciendo grupo. Seria desagradable que fuese amigo del mono de Malik.
—Oh, yo pensé que te gustaba —se burla Harry y suelta una carcajada cuando hago una mueca de asco.
—Es un estúpido.
—Amen —sentencia Harry.
Brindamos con nuestros vasos de plásticos llenos de jugo de naranja por Malik y bebimos gran parte del contenido. Qué raro empezaba a resultar todo esto.
El alboroto en una mesa de la cafetería pronto nos llama la atención y dirigimos la mirada donde proviene el ruido. No me sorprende ver a Zayn intentando hablar con Kiara y que esta lo rechace bruscamente, Cleo parece estar entrando en acción y se levanta para decirle algo así al moreno que es un come mierda.
—Y tú eres una loca bipolar de mierda —responde Zayn bruscamente.
—¡Te voy a moler la cara! —yo creo que lo va a hacer, y admito que estoy un poco ansiosa porque lo haga, pero justo aparece Louis para sostenerla por detrás junto con Liam antes que se meta en problemas por desfigurar a Malik.
Kiara se ve incomoda y toma rápidamente su bandeja para irse corriendo de allí, pero tropieza y se cae, los espaguetis están desparramados en todo el suelo.
Abro la boca para decirle a Harry que deberíamos ir a ayudar, pero en cuanto volteo en su dirección él ya está corriendo hacia Kiara para ayudarla. Zayn intenta acercarse y a los segundos desiste, se da media vuelta y se marcha de la cafetería a grandes pasos.
Harry ayuda a Kiara a levantarse, todos están riéndose de ella mientras esta agacha la cabeza para que no noten su rostro sonrojado y las lágrimas que empiezan a formarse en sus ojos. Solo basta una furiosa mirada de Styles para hacer que todos se callen y vuelvan a lo suyo. Segundos después, Harry se lleva a Kiara con él.
—Vaya, eso sí que fue rápido —murmuro para mí misma y levanto mi bandeja para ir hacia la mesa de las chicas.

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Nicholas y yo estamos usando la terraza en la hora del almuerzo y trajimos ambos para comer. Sigo sin tener hambre y me atraganto para obligarme a comer a mí misma. Algo está ocurriendo y no sé bien que es, pero mi humor tampoco ha sido bueno estos días y creo que voy a explotar de frustración.
—Ey, esto está bueno. Puedo seguir escribiendo la otra parte, ¿qué te parece?
Suelto un suspiro de alivio que había contenido desde la mañana. De solo pensar en tener que seguir desperdiciando tiempo en escribir una estúpida canción me estaba volviendo loca. Todavía estoy sin dormir y ya no puedo arriesgarme a salir cuando sé que Tabita puede descubrirme y esta vez le dirá a Garrett. Tampoco quiero ir a pintar cuadros solo porque ella me lo ordene. Necesito pronto un cigarrillo. Muchos cigarrillos.
—Bien, hazlo. Yo ya estoy seca —digo y empiezo a devorar mi sándwich.
—¿Qué te parece esta melodía? —Nick toca unos acordes lentos y suaves. Hago una mueca de disgusto y cambio de ritmo a uno muy animado, esta vez le niego con la cabeza. Comienza nuevamente a tocar luego de una pequeña pausa, los acordes son tranquilos y con algo de ritmo. Le medio sonrió, mi compañero me devuelve una verdadera sonrisa; esa es la melodía que parecía que ambos estábamos buscando.

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Luego de haber dejado a Nick con la guitarra y la letra bastante avanzada, busco a Bonnie en el cuarto para ir juntas hacia el grupo de apoyo emocional. No estoy muy contenta con el nombre, no da buena espina y creo que hoy la pasare como el culo, lo bueno es que Bonnie está conmigo o de lo contrario ni siquiera pensaría en asistir. Sin embargo, aunque no quisiera —y en verdad no quiero— no tengo más opción que acatar órdenes si quiero salir pronto de aquí. Estoy absolutamente decidida a irme de aquí a seis meses, es tiempo suficiente para hacerles creer que he caído ante ellos y que seré una buena niña. Lo que planeo es tomar lo poco que tengo y largarme hacia donde sea, realmente no me importa demasiado donde estaré dentro de cinco años. Para mí no hay nadie allí afuera que este esperándome y se aferre a mí.
Dejo mis pensamientos de lado cuando entro a la habitación, Bonnie está en el escritorio dibujando en su libreta con un aire pensante. Estos días ha estado más de caída que de costumbre, no le he preguntado por qué. Soy una insensible de mierda.
Sintiéndome como idiota, avanzo hacia dentro y cierro la puerta por detrás, llamando su atención.
—¿Ya? —dice con mala gana y asiento de la misma forma que ella. —Suerte que es una hora.
—Una maldita hora a la semana —resoplo y pongo mis manos en mi cadera —Apresúrate o vendrá Garrett a buscarnos.
Ante la mención del tipo, Bonnie se levanta sin chistar y se pone las zapatillas, yo aprovecho para ir a tomar un cigarrillo de mi escondite y esconderlo rápidamente en alguna parte de mi cuerpo. Salimos hacía en dirección de la sala antes que el sonrisitas aparezca y nos quiera acompañar hasta la puerta.

Llegamos en pocos minutos mientras hablamos entre murmullos que podrían darnos de cenar. La tercera reunión era para el banquete, luego cambiarían la clase para un horario no tan tarde y que no interfiera con la cena.
Entro despreocupadamente dejando a Bonnie atrás y retrocedo unos pasos cuando noto que hay más de quince personas allí mirándome directamente; están sentados solamente en sillas y forman una "o". Tabitha y Savanna están sentadas una en el extremo de la otra, tardaron un poco más antes de darse cuenta que habíamos entrado. Mierda.
—Llegan tarde —regaña Tabitha con el ceño fruncido. Me abstengo de rodar los ojos, aunque me encantaría hacerlo porque sé que lo odia.
—Lo siento —dice Bonnie detrás de mí, pero por su tono de voz pareciera que realmente le da igual, justo como a mí.
—Siéntense, por favor —dice Savanna y lo hacemos sin rechistar.
Solo hay dos asientos vacíos y están alejados uno del otro, por lo que voy a morir de aburrimiento. Me siento en el lado más lejos de las dos mujeres que han estado dándome dolores de cabeza este último tiempo, lo que menos necesito es que estén acosándome y molestando justo como ahora.
Savanna se aclara la garganta y le sonríe a los demás que están allí. Sus ojos van de Bonnie hacia a mí y finalmente se decide por mí —Por favor, preséntate a tus compañeros de grupo de apoyo emocional. Los veras por un largo tiempo.
Ja, como si fuese realmente confortable.
Carraspeo antes de hablar, odio tener tantos pares de ojos sobre mí, reconozco algunos de los compañeros que he visto en la cafetería y en el coro; pocos son los que nunca he visto. Me sorprendo cuando veo que Nicholas también está aquí. Dice hola con un movimiento de su mano y asiento levemente para darle a entender que también le saludo. No sé si esto es bueno o malo.
—Soy Becca Bush. Quince años y...uh, ¿que se supone que deba decir después de allí?
—El por qué estas aquí.
Volteo inmediatamente a mi costado y veo a nadie más ni nada menos que a el imbécil de Zayn sentado a mi lado sonriéndome con su sonrisa de estúpido. Maldigo inmediatamente mi suerte y la poca atención que preste a mí alrededor. ¡Debí haberme sentado cerca de Tabitha!
Quiero preguntarle que hace aquí, pero eso sería estúpido. Cielos, si solo hubiese sabido antes que Malik estaba en mi grupo de apoyo entonces no habría asistido ni loca. Estos días casi no lo he visto, ocasionalmente en la cafetería, pero no hemos vuelto a cruzar palabras luego que hable con su madre y Kiara. Carajo, y yo que estaba disfrutando no verle la cara.
—¿Becca? —me llama Savanna. Recién ahí me doy cuenta que hasta entonces solo me lo había quedado mirando. Vuelvo a carraspear y levanto la mirada perezosamente hacia la psicóloga.
—¿Es necesario?
—Sí.
Pero que incómodo.
—Adicción —digo simplemente sin querer especificar. Que me lo hagan decir aquí, delante de desconocidos, es como si me estuvieran sacando la ropa cada uno de ellos.
Ninguna de las dos encargadas me insiste en especificar y vuelven hacia Bonnie, quien repite lo mismo que yo sin dar más explicación. Realmente nunca supe bien porque Bonnie está aquí, pero seguro que noto que copiarme la respuesta equivale a que no le jodan.
Savanna se levanta de su asiento y comienza a explicarnos que tendremos una actividad la hora y media —no sé por qué esa media hora demás, pero trato de no inquietarme demasiado.
Tomaremos una bandeja llena de comida, nos sentaremos con una sola persona y comeremos con ella diez minutos; debemos presentarnos, hablar sobre nuestras preferencias y luego tomaremos la bandeja y nos despediremos para sentarnos con otro.
Capto la mirada de Bonnie del otro lado del salón y no me dice que no está nada contenta, no la van a dejar cenar tranquila y a mí tampoco.

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Después de la explicación y seguido de preguntas, Tabitha nos manda a colocar dos bancos frente a frente y dispersados en toda la sala. Siento que esto es como las citas a ciegas de las películas románticas. Hablar cinco minutos con un idiota para luego pasar al siguiente y saber que la comida no sabrá tan deliciosa. Que difícil que hacen las cosas. Cada uno toma la bandeja de comida empaquetada que han hecho las cocineras para la clase, solo es un sándwich, una pequeña tarta de vegetales, una manzana, agua y jugo. Vaya que se han esmerado.
Busco a Bonnie para sentarme con ella, Savanna la arrastra para que se siente con un chico pelirrojo, no le veo la cara porque esta de espaldas, pero la castaña no se ve para nada contenta por ello. Ahora no sé bien que hacer, si sentarme con algún desconocido o simplemente ir a una vacía hasta que alguien de el primer pasó, el problema ahora es que ya no hay mesas vacías y quedan pocos como yo que están indecisos.
—Ey, Becca —escucho mi nombre y volteo al costado, a dos bancos esta Nick y me hace una seña para que vaya.
Parezco tonta pero corro hacia donde esta antes que alguien más ocupe mi lugar. Dejo caer mi bandeja arriba del banco y me siento en una silla delante de él.
—Una jodida mierda, ¿verdad? —comenta mientras toma su sándwich y le da un gran mordisco —Te dejare mi mesa, recuerda que en el tercer turno debes irte a buscar tú.
—Eh, si, gracias —me remuevo incomoda en la silla ante su amabilidad. Nicholas sin embargo no me contesta y sigue con su sándwich.
Desenvuelvo mi paquete y contemplo mi cena sin apetito, tengo un nudo en la garganta que no sé si poder terminarme todo eso.
—¿Qué tal esta la cena, Nick? —Savanna se acerca hacia nosotros sonriendo.
—Bien —dice el chico sin más y sigue masticando.
—¿Y qué tal tú, Becca?
—Aún no he empezado.
—Entonces no te demores.
Se va cuando le revoleo los ojos, no necesito que este vigilando si estoy cenando o no, suficiente con que me haya puesto dentro del grupo de Malik. Tomo mi sándwich y le doy una mordida para masticarla vagamente y luego tragar. Ugh, odio el tomate.
—Tabitha está mirando hacia aquí —dice Nick, estoy un poco ansiosa por voltear y saber si realmente es así, pero sería estúpido, así que solo me mantengo observando mi cena. —Habla conmigo.
—¿Que se supone que debemos preguntar? ¿No hubiese sido más fácil que nos dieran una lista con preguntas?
—Sí, hubiese sido más fácil, pero no es lo que buscan.
Cierto, cierto. Ellas quieren que nos desenvolvamos por nosotros mismos y lleguemos a reconocer las caras con las que trataremos temas delicados. Solo que esto puede ser muy forzoso, es como si me lanzaran de un tobogán sin saber que hay abajo.
Noto de reojo que Tabitha parece interesada exclusivamente en nosotros, por lo que inspiro profundamente para darme paciencia y mirar hacia mi compañero.
—¿Cuántos años tienes?
—Dieciocho, ya te lo dije —contesta y deja su sándwich por la mitad para prestarme atención —Mañana deberíamos ir a la sala de ensayo otra vez. Creo que podremos terminar la canción si la practicamos, podremos retocar lo que no nos convence.
Al principio me siento descolocada por el cambio de tema y hacia donde se dirigió, supongo que lo hace para que estemos más cómodos uno del otro. El simple hecho de componer me ha hecho hablarle con más comodidad que en un mes con las chicas. Me siento extraña y un poco molesta por ello. Nick es raro.
—Bien, creo que tienes razón.
Savanna toca una campana y nos indica que ya han pasado los cinco minutos. Nick toma su bandeja y me mueve la cabeza en señal de despedida, repito su acción y lo veo irse hacia la mesa de al lado. No me quedo pensando demasiado en cómo se sintió raro el ambiente entre nosotros estas últimas veces, enseguida una muchacha de cabello rojo se sienta delante de mí con su bandeja y toma su manzana para comerla de a muy pequeños mordiscones.
—Soy Lara, ¿y tú?
—Becca —extiendo mi mano y ambas la estrechamos en forma de saludo —¿Cuántos años tienes?
—Diecinueve, ¿tu?
—Quince.
—¿Tan niña?
—Sep.
Nos quedamos momento en un incómodo silencio mientras ambas vamos solo hacia nuestra cena. Demasiada brusca para mi gusto, incluso Cleo tiene más tacto, ella no se sentó sin preguntar y cuestiono mi edad, y eso que soy la más pequeña de todas.
Creo que estoy un poco arrepentida de no haber disfrutado más a Nick.
—¿Por qué estás aquí? —pregunto nuevamente, aun comiendo su manzana de a poquito.
—Ya lo he dicho.
—Chica de pocas palabras. Ja —replica con ironía y juguetea con la fruta —¿Es que acaso te da vergüenza? Aquí hay algunos que están más podridos que tú. Vamos, dime porque estás aquí.
—No es vergüenza, se llama "privacidad" —le doy una mordida a mi sándwich y esta vez decido sacarle el tomate.
—En Borya no hay tal como eso; todos saben todo de todos.
—Genial, mejor que una vecindad —lo que faltaba, todos chismosos.
—Es pura mierda, pero te jodes, hay que acostumbrarse —sonríe de mala manera mientras echa un vistazo por toda la sala —Mira, esa de allí —miro hacia donde está señalando, veo a una muchacha menudita y con el cabello negro en casi todo su rostro. Está sentada con un muchacho rubio, no se prestan atención en lo absoluto —Esa chica se llama Emily Olson, está aquí porque se intentó suicidar cuando descubrieron que tenía relaciones con su tío. Sus padres la metieron aquí y creo que la dejaran para toda la vida.
—¿Hace cuánto está?
—Desde los quince, ya tiene veinte y aun no sueltan a la zorra.
Hago una mueca de disgusto. Yo podría estar cinco años aquí, pero considerando que yo no tuve relaciones con mí tío creo que deberían dejarme ir unos meses antes.
—El chico que está enfrente de ella es Niall Horan —reconozco el nombre, es el compañero de cuarto de Zayn, según se —Ha ingresado hacia un par de meses, se dice que está aquí por depresión y automutilación. Sus padres son adoptados, incluso con ellos no hablaba demasiado y tampoco lo hace ahora. Parece muy selectivo para las relaciones. Un completo idiota, ni siquiera me hablo cuando fui amable con él.
¿Enserio? Entonces realmente debe llevarse bien con el idiota de Malik. Hablando de este, se encuentra detrás de Horan charlando con un chico más pequeño que él, no tendrá más de trece años y se ve muy atemorizado ante Malik asustándolo y riéndose en su cara. Tabitha se acerca hacia él y lo regaña para que deje de ser tan pesado, Zayn revolea los ojos y Tabitha no se aguanta para darle un zape. Se me cruza una pequeña sonrisa y trato de disimularla, pero en cuanto vuelvo hacia Lara, sé que se ha dado cuenta.
—Oh, umm —vacila antes de hablar y esta vez toda energía se apaga en su voz. Sus ojos parecen moverse de un lado a otro y juguetea todavía con su manzana. No ha dejado de hacerlo desde que dejo de comerla. —Supongo que a ti también te gusta.
—¿Quién?
—Zayn.
Mi rostro se contrae con disgusto y ahora enserio se me ha ido el apetito, corro la bandeja lejos de mí y me cruzo de brazos esperando a que los cinco minutos terminen. ¿Por qué tarda tanto?
—¿Qué? ¿Acaso estoy equivocada? —inquiere bruscamente un tanto ofendida.
—Por supuesto.
—No me tomes de idiota, rubia, te vi mirándolo.
—¿Y?
Lara esta seria, ya no parece la chica charlatana de hace unos momentos, me pregunto porque tanto odio porque mire al mono un momento.
—Eres una de sus chicas también, ¿verdad?
—¿También? —frunzo el ceño y vuelvo a mirar hacia Zayn, quien come de mala gana con Tabitha a su lado para que se controle, y miro nuevamente a Lara. —¿Te acuestas con Malik?
—¿Y? —su sonrisa cínica me molesta y tardo unos segundos en contestarle —No es como si tu no lo hicieras tampoco, después de todo no dejaste de mirarlo cuando te hablo apenas llegaste.
Respiro profundamente y veo a Savanna mirar su reloj de la muñeca y caminar hacia donde está la campana. Antes de tomarla, agarra su celular y se concentra en escribir un mensaje. Genial, ya termina.
—¿Por qué estás aquí, Lara? —la miro directamente mientras tapo mi bandeja con la servilleta de papel extendida.
Parece descolocada por mi pregunta, pero enseguida se repone.
—Yo pregunte primero —replica toda orgullosa. Insoportable.
—Ingrese aquí porque consumía y vendía cocaína. Puedes contárselo a otro idiota, sé que te gusta hablar sobre la vida de los demás. —Abre la boca para decir algo con una expresión ofendida, pero de inmediato continuo —Y no te preocupes, no necesito que me digas porque estás aquí. Eres anoréxica, ¿cierto? Tus cambios de humor me dan dolor de cabeza. Y yo no me acuesto con Zayn. No me gustan los imbéciles.
—¡Tiempo! ¡A moverse!
—Quédate con la mesa —agarro mi bandeja y camino hacia al fondo para no tener que cruzar ninguna mirada con Lara.

por **Jaeger.** Dom 17 Abr 2016, 10:59 pm

Capítulo 15

segunda parte

He perdido la cuenta de cuantos he "cenado". Lo cierto es que no he tocado demasiado la comida, solo tomo agua mientras contesto preguntas incomodas y me encargo de imitarlos con cierta tensión. Hasta ahora he contado y somos catorce personas, sin contar a los directivos. Lara ha estado mirándome con mala cara cada vez que cruzo mirada con ella, pero realmente no me importa que eche su bronca, yo no estoy con Malik y jamás lo estaría porque realmente quisiera.
Solo faltan dos "citas" mas, anuncia Savanna. Serán las últimas y debemos hacer una carta para ellas para la próxima semana, lo bueno es que Bonnie es una de las últimas, lo malo es que el otro es Malik.
—Finalmente tengo el honor de cenar contigo, Bush.
Y hablando del diablo.
Se sienta dejando caer bruscamente su bandeja, no me molesto y esta vez parece que si estoy ocupada en mi cena, prefiero comer antes que cruzar una palabra con él; no quiero tener una discusión justo aquí.
—¿Porque estás aquí, Bush? Cuéntame, adelante, desahógate —dice burlón, pone su mano sobre su mejilla mientras apoya el codo en la mesa y me echa una mirada de que esta divertido de molestarme.
—¿Y tú por qué estás aquí?
—Es de mala educación responder una pregunta con otra, ¿no te han enseñado?
—A ti te ha faltado demasiadas cosas, ¿quién me puede joder por ello?
—¿Es que no he sido un caballero contigo? —inmediato atrapa su mano con la suya y tiro disimuladamente para que me suelte, pero es más fuerte. —Todavía no terminamos lo del otro día en el armario. ¿Qué dices después de aquí?
—¿Contigo? No estoy interesada en imbéciles.
—Créeme, te interesara este imbécil —me guiña el ojo y por un momento creo que estoy colorada, pero despejo la idea y tiro más fuerte esta vez, Zayn me suelta sonriendo socarrón.
—¿Ves esto de aquí? —señala su mejilla donde tiene el rasguño que le hice la vez anterior —Aun no te he cobrado el favor.
—Creo que estamos a mano —replico, recordando los moretones en mis muñecas luego que el me tomara con fuerza. Aún están ahí y me costó mucho para que nadie se diese cuenta.
—Ja. Estar a mano significa que estarías a mi altura. Tu solo eres una pequeña zorra que no llegaría en unos buenos años, y si es que tienes suerte.
Encojo mis hombros y me decido ignorarlo en lo que quedan de los cinco minutos. ¿Por qué es tan insoportable? No sé bien cómo es que llegamos a tener esta mala relación, no estoy interesada en estar en su radar y sin embargo aparece por donde vaya y se relaciona con personas en mi entorno. Hubiese sido más fácil si él siguiera su camino y yo el mío.
—Ey, zorra —me llama como si fuese lo más normal —¿Por qué estás aquí? Me dijeron que consumes cocaína, mala chica, eh.
—¿Quién te dijo? ¿Lara?
—Felicidades, ¿cómo lo sabes, princesa? —chasqueo la lengua con irritación ante la mención del apodo. Zayn sonríe socarrón, no debí molestarme. —Oh, ya sea como llamarte: la princesa zorra. Te pega bien ¿eh? —Se ríe de mí y le da un gran mordisco para terminar su tarta de vegetales.
—¿Y cómo tengo que llamarte a ti? ¿Qué tal si te llamo "pequeña marica"? —Zayn me mira en cuanto le pronuncio el apodo. Estoy sintiéndome nerviosa de pronto porque sus ojos están serios y llenos de odio, como cuando peleamos en el mural. Pero no me acobardo, así que tomo una respiración y prosigo —Así es como se los llama a los que golpean a las mujeres, maricones. ¿Qué tan cerca de la realidad esta hacia a ti?
—Cierra esa asquerosa boca, Bush.
—Te da vergüenza haber golpeado a Kiara —no lo evito, enserio que no, pero por una parte estoy disfrutando como se remueve ante la culpabilidad. Creo que a él le gusta Kiara, parece ser la única que le afecta de esta manera.
Pronto su mano va hacia la mía y la toma bruscamente. Trato de no hacer ninguna mueca de dolor para no darle la satisfacción, pero lo cierto es que me está tomando muy fuerte, como si quisiera romperme los dedos. No dudo que quiera hacerlo.
—¿Quieres que te cierre boca yo mismo? —sus ojos prometen una venganza segura. Ignoro la pequeña vocecita en mi cabeza que me advierte que es peligroso. Quiero que se enoje aún más.
—Tienes una maldita tendencia con dañar a las mujeres, por eso estas aquí ¿verdad? —mis ojos se desvían rápidamente hacia donde esta Savanna y Tabitha, pero están concentradas en otros estudiantes. Mis dedos me duelen muchísimo, por más que tiro para que me suelte no lo hace. No creo poder aguantar mucho.
—Estoy pensando seriamente como hacerte callar, y te juro que realmente no me molestaría hacerlo a la fuerza.
—¿Vas a darme una cachetada como a Kiara?
—No, tal vez necesites unos golpes más fuertes. Y escucha bien una cosa, Bush —su mano me suelta y agarra mi muñeca al instante, aplica más fuerza y frunzo el ceño ante el dolor. Esto dejara marcas —No pretendía golpear a Kiara, sino a ti. Sigue pensando que puedes estar delante de mí y tratarme como quieras y te ira muy mal.
—Ya veo porque tu madre viene a verte una vez al mes —escupo con odio y veo un fuerte sentimiento en sus ojos, como si me retara para que siguiera hablando —tiene tanta vergüenza del asqueroso hijo que tiene.
Los bancos salen volando hacia un costado cayendo con estruendo, quienes estaban cerca se levantan ante el susto y caminan hacia atrás rápidamente. Zayn está delante de mi mirándome como si fuera asesinarme ahora mismo, sobo mi muñeca mientras le devuelvo la mirada, no dejándome intimidar ante él y su jodida mierda.
—¡Malik! ¡¿Qué demonios crees que haces?! —grita Tabitha acercándose hacia nosotros.
Zayn me da la última mirada para irse de la sala, no sin antes tirar más bancos y darle una patada a la puerta.

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—Puñetera hora de gimnasia —murmura Cleo mientras trata a la par mía.
Sí, yo también pienso igual. Odio hacer gimnasia porque debemos hacerlo afuera y últimamente los días han estado más fríos ahora que el otoño se instala. Sin mencionar que la profesora Roger cada vez parece estar más y más malhumorada, la clase se vuelve más dura que la anterior y al finalizar la hora mis piernas parecen gelatina.
—Bien, debiluchas, ahora elijan una compañera y pónganse a hacer abdominales —todas quejan en voz baja, yo también —y con pelota.
Desgraciada.
Cleo se coloca a mi lado con dos pelotas en la mano y me extiende una, Bonnie y Tim hablaban sobre algo en murmullos cuando se recostaron delante nuestro —la primera conmigo y la segunda con Cleo. El ejercicio consiste en tirarle la pelota a nuestra compañera y ella la tome y la devuelva mientras hace las abdominales. Tres series de veinte. Odio a esta tipa.
—¿Qué tal la clase de apoyo? —pregunto Tim haciendo los abdominales mientras Cleo le pasaba y recibía la pelota sin ánimos.
—Una jodida mierda —suelto sin pensarlo.
—¿Tan malo fue?
—De lo peor, Cleo —contesta Bonnie con una mueca en el rostro —Savanna no me dejo sentarme con Becca.
—¿Qué? ¿Es acaso tu novia? —se burla Cleo y Tim suelta una ligera risa.
—Quería cenar tranquila. Tuvimos que sentarnos cinco minutos con cada uno de allí y comer de apoco, para colmo hablar. Fue molesto —la castaña sigue haciendo los abdominales, aun no deja la mueca de desagrado de su rostro. Vaya que está molesta.
—¿Habían conocidos? —pregunto Tim, su rostro está tomando un color rojizo y su frente se está llenando de gotitas de sudor.
—Estaban Niall Horan y el idiota de Malik —me tomo el atrevimiento de responder sin siquiera pensarlo. En el instante me arrepiento y trato que no se note demasiado. ¿Qué mierda estoy haciendo? No debería siquiera importarme.
Creo que Bonnie y Tim no se dieron cuenta del cambio radical en mis gestos, pero Cleo sí; ella se ha dado cuenta de todo, lo veo en la sonrisa cínica y burlona que me hecha. La miro intensamente para hacerle saber que esto queda entre nosotras, solo que ella parece ir por la opción de joderme un rato.
—Malik hizo un escándalo cuando se fue —suelta Bonnie y cierro fuertemente los ojos. Maldita sea, me delato.
—Cuéntame más, estoy intrigada —Cleo no despega sus ojos sobre mi pero se dirige a mi compañera de cuarto.
Bonnie toma la pelota y no me la pasa, se toma un descanso igual que Tim.
—Pues, estábamos a punto de terminar la actividad y él tiro un banco y arraso con todo lo que veía hasta llegar a la salida. —dice con inocencia, al parecer no se da cuenta que está haciendo de chismosa. Sus ojos se dirigen hacia a mí —¿Te dijo algo, Becca? La última vez se sentó contigo.
No sé por qué, pero creo que tengo el rostro rojo y tengo que desviar la mirada para no encontrarme con la de las chicas. Chismosa Bonnie, voy a dejarte afuera hoy.
—Uyy, creo que alguien tiene un tipo de amor loco con Malik, jujuju —se ríe Cleo burlándose completamente de mí.
—¿Es enserio, Becca? —inquiere Tim un poco sorprendida y sonriéndome.
Miro mal a Bonnie y esta parece recién darse cuenta de lo que hizo, se tapa la boca y luego mira hacia un costado mientras se rasca la cabeza, haciéndose la tonta. Agarro la pelota que de Cleo y se la tiro, Bonnie suelta un gemido de dolor porque le golpee la cabeza. Las otras dos se empiezan a reír como hienas. Bonnie me tira la pelota que tiene en su mano y me golpea el brazo. Esto es la guerra.
—¡Eh! ¿Que se supone que están haciendo? ¡Vuelvan al trabajo! —nos grita Roger y me resigno a levantar la pelota y tirársela para seguir el ejercicio y no la masacre que planeaba hacer.
Tim y Cleo se ríen más bajo para que Roger no se dé cuenta y se aleje de nosotras. Bonnie me saca la lengua y le repito la acción.
—Ya, dame jugosos detalles —insiste Cleo.
Revoleo los ojos y suspiro.
—No pasa nada con ese idiota. Solo es un imbécil.
—¿Y entonces por qué se puso tan loco?
—Porque le dije que era un maricon.
—Y lo es, mira cómo se puso —comenta Bonnie haciendo los abdominales. —¿Todavía no se ha disculpado con Kiara?
—No, sigue igual de bastardo —respondo y busco con mi mirada donde está Kiara a unos metros de nosotras trabajando con Annie. Ambas están hablando serias mientras Kiara realiza las abdominales.
—No entiendo por qué la trata así ¿Acaso Kiara le hizo algo?
—Claro que no, Tim. Kiara sería incapaz de hacerle algo a alguien —replico pensando en lo dulce y frágil que es la chica.
—Los tipos son estúpidos, no hay que sorprenderse. —dice Cleo y soltamos nuestra aprobación. Esto es un poco raro, se siente como un grupo de mujeres en contra del sexo opuesto.
—¿Y qué hay de ese Dominic? —pregunto cambiando de tema. Ya que hablamos de hombres, pues vayamos por otro y no volvamos al anterior. No quiero más incomodidad.
—¿Qué pasa con él? —Cleo se muestra tensa y pone mala cara enseguida, sabe que queremos joderla.
—No sé, han estado muy cerca uno del otro —suelto un guiño y de inmediato Cleo se pone a maldecir.
—Deja de decir estupideces ¡Es porque tengo que trabajar en esa mierda de cafetería!
—Vuelves de mejor humor después del trabajo —le asegura Tim con inocencia.
Cleo le tira la pelota y le rebota en la cabeza de la pobre rubia mientras Bonnie y yo somos quienes nos reímos como hienas ahora.
—Chismosa de mierda.
—¡Gallaway! —nos sobresaltamos todas, hemos sido descubiertas —Te está esperando tu novio, apúrate.
La castaña frunce el ceño y se gira para ver de quien se trata, la imito de inmediato y veo a Dominic saludándola con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro. Él es lindo, no sé qué le pasa a Cleo que no está haciendo algo para al menos pasar un buen rato.
—Uy, tu novio —suelto burlona y vengándome de ella por haberme molestado primero.
Cleo me dirige una mirada fulminadora que me hace voltear la cara y mirar hacia otro lado, haciéndome la tonta. Se va sin despedirse y cuanto esta alejándose, suelto pequeñas risitas con Tim y Bonnie.
—¿Que sucedió? —pregunta Kiara acercándose a nosotras junto con Annie.
—Cleo —dice Tim en respuesta con una risita saliendo de sus labios.
Veo que Roger se va dentro de la escuela llevando a una chica que parece que se sentía mal, por lo que aprovecho la oportunidad de inmediato.
—¡Ey Cleo! —le llamo en voz alta. Ella se da media vuelta con el ceño fruncido y cara de pocas pulgas —¡Diviértete con tu novio!
La cara de Gallaway es un poema y ni hablar del tal Dominic. Las demás suelta risas y se ponen a joderla también. Sé que seguramente nuestra amada chica nos quiera asesinar más tarde, pero no hay nada más lindo que esto.
—Ustedes —murmura y nos señala con el dedo y luego hace el gesto de que nos rebanara el cuello—Están muertas.
Volvemos a reírnos de la pobre de Cleo y de un sonrojado Dominic, ella ni siquiera se atreve a mirarlo y pasa de largo para entrar dentro de la escuela, el chicho no tarda en seguirla segundos después.
—Nos va a matar ¿cierto? —pregunta Annie.
—Sep.

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Después de la clase de educación física, voy hacia el aula vacía que está en el último piso, uno antes de llegar a la azotea. Este piso está casi abandonado, es más para almacenar cosas y vienen solo en la mañana y a la noche. Es el lugar perfecto. Ryan me llamo y dijo que tenía cocaína, así que no tarde en llegar y ahora estamos aquí, teniendo sexo en una de las aulas donde guardan bancos que sobran. Estoy sentada en uno de ellos mientras Ryan está tomando de mis caderas y moviéndolas para sincronizar en la penetración. Finjo mis gemidos para complacerlo, ni siquiera estoy lo suficientemente excitada y tengo ganas que esto termine. No disfruto el sexo ni las caricias, en verdad nunca lo he disfrutado porque solo es un placer carnal, los más inservibles. Me gustaría otro tipo de placer, no sé, tal vez el de sentirme viva.
—¿Te gusta pequeña perra? —gruñe, una mano va hacia mi cabello y lo toma bruscamente mientras incrementa las penetradas. Está por llegar.
Gimo en respuesta y me muerdo el labio para no decirle que es un jodido pene corto.
Ryan comienza a besarme el cuello a la vez que lo muerde, haciéndome doler. En un instante, la puerta se abre bruscamente, sobresaltándonos a los dos. Mis ojos parecen no dar crédito a lo que veo, no puede ser, ¿qué mierda hacen aquí?
—Bush maldita zorra —dice Malik entre dientes mientras se acerca hacia nosotros.
Ryan sale de mí bruscamente y contengo para no gemir de dolor, estoy más preocupada en taparme y salir de aquí antes que me vea involucrada en un problema mayor. El cobarde intenta huir pero Zayn lo toma de la camisa y lo tira hacia unos bancos. Me echa una mirada llena de odio que logra hacerme sentir pequeña y luego se dirige hacia él para comenzar a golpearlo.
Ni siquiera termino de arreglarme cuando ya estoy caminando hacia la salida, pero soy interceptada por Styles, me mira igual o peor forma que Zayn y agarra mi brazo con fuerza para sacarme de la sala.
Me lleva a otra sala más alejada y me deja bruscamente caer encima de una colchoneta que hay allí. Su mirada y la mía se cruzan, está muy enojado y a mí me importa una mierda. Pronto ve en las fachas que estoy y se da vuelta de inmediato. Tomo ese pequeño tiempo para arreglarme la ropa.
—¿Que mierda les pasa a ustedes dos? —digo sonando un poco molesta, pero no puedo permanecerme neutra. Me cogieron y no me dieron mi paga por estos imbéciles.
Harry se da vuelta rápidamente y camina hacia a mí con rapidez, me toma de los brazos con fuerza y trato de no hacer una mueca de dolor.
—¿Qué carajo tienes en la cabeza? ¿Cómo puedes venderte, Becca? —sacude con sus manos mi cuerpo y me contengo para no gritarle. No se merece que me vea tan afectada por esto.
—¿Por qué no? ¿Y cómo es que sabes de esto?
—Porque ese idiota de Ryan contaba en los dormitorios que hacías buenas mamadas.
—Bueno, es un alago —me encojo de hombros.
El rostro de Harry se transforma, esta vez parece estar realmente enojado y estoy un poco asustada. Estoy recordando a Jeff y sus malditas maneras de castigarme a golpes.
—¡Ponte seria, Rebecca! ¡¿Acaso es así como pasaras el rostro de tu vida?!
—¿Y tú como la pasaras? Ilumíname —digo cínicamente y aparto sus brazos de mi —No te metas donde no te llamen, Styles. No eres nada.
—¿Crees que me quedare sentado y veré como te estás arruinando la vida? —espeta ofendido y niega la cabeza varias veces. En ese instante, Malik entra por la puerta, pero Harry no lo ve porque esta de espaldas —Que tu madre haya sido prostituta no significa que vayas a serlo igual, Becca. Deja eso. Deja de venderte y consumir.
Cierro los ojos mientras inspiro profundamente, lo único que faltaba es que Malik se enterara toda mi vida por boca del estúpido de Harry. Cuando le conté esto no pensé que andaría divulgándolo, es al único que le he contado sinceramente sobre mama y la cocaína, ¿porque tuvo que decirlas justo cuando Zayn entro?
—Entonces se trata de eso, ¿eh? —dice Malik con sonrisa cínica, pero no llega a sus ojos, estos están en llamas de la furia. —Lo zorra es de familia, ¿eh, princesa?
—¡Cierra tu maldita boca, Zayn! —le grita Harry molesto, pero este no le da importancia, sigue mirándome como si fuera mucho mejor que yo.
—No entiendo por qué están aquí —murmuro con el poco aire que tengo en los pulmones, siento que no estoy respirando. Estoy expuesta ante ellos, ante personas que no conozco y se atreven a juzgarme como si yo fuese mierda.
Trato de irme, Zayn me agarra del brazo con aun más fuerza que Harry y me zarandea.
—¡Deberías dejar de hacer cosas estúpidas!
—¡Suéltame, bastardo de mierda! —le grito en respuesta y trato de zafarme de su agarre. Harry enseguida viene en mi rescate y le pone la mano en la muñeca de Zayn. Este me suelta de inmediato y se miran por un breve segundo entre ellos, parecieran que van a matarse allí mismo, pero no lo hacen, vuelven a mirarme.
—Eres un bruto de mierda —acaricio mi brazo adolorido y aprieto fuerte mis dientes. Los odio, los odio a los dos.
—Y tú eres una puta.
—¡Zayn!
—¡¿Es que no sabes que Ryan tiene VIH?!
Aquello me deja descolocada por completo y la presión comienza a bajar. ¿Qué Ryan tiene... sida?
Santa mierda.
Harry se coloca enfrente de mi con una expresión preocupada y me toma los brazos con suavidad—¿Usaste preservativos con él? ¿Los usaste? —tardo unos segundos en contestar, pero no encuentro la voz para hacerlo.
—¡Contesta de una jodida vez! —grita Zayn.
Trago saliva y asiento con la cabeza.
—Los use...
—¿En todo momento? —asiento con la cabeza. Se nota un poco incómodo, pero pregunta lo siguiente de todas formas —¿Incluso en el sexo oral?
Vuelvo a asentir con la cabeza y me suelta a la vez que suspira. Malik no deja de mirarme mal, pero noto que sus facciones están menos tensas que antes.
—Deberías hacerte análisis para cerciorarte —sugiere Harry, aun parece nervioso y está caminando de un lado a otro revolviendo su cabello —Pide un análisis a Garrett, dile que es para saber cómo está tu salud.
Asiento con la cabeza sin poder mirarlo a ninguno a los ojos. Soy una completa idiota, debí asegurarme que este imbécil no estuviera infectado. Tendré que buscar otro estúpido para que me dé de consumir.
—¿En qué mierda estás pensando, Bush? —Zayn se coloca enfrente de mí y me penetra con su mirada —¿Estás pensando en esa mierda otra vez? —mis ojos se abren levemente sorprendidos porque logro leer mi mente. ¿Cómo mierda lo hizo? —¡Que te quede claro que voy a matar a quien se atreva acercarte a ti! ¡Le voy a patear el culo!
—Deja de gritarle, Zayn —dice Harry más calmado y me toma del brazo con firmeza para que no me escape —Ahora vámonos, vayámonos de aquí antes que venga alguien.
—¿Y Ryan? —inquiero curiosa. ¿Dónde lo habrán dejado?
—¿Qué? ¿Estas preocupada por tu noviecito? —soltó bruscamente Zayn, dándose vuelta justo cuando estaba empezando a caminar delante nuestro.
—No.
—Entonces no tienes por qué saber, princesa.
Zayn se marcha a largos pasos y nos deja solos a Harry y a mí. Tengo el ceño fruncido porque no entiendo como carajos hace para ser tan idiota. En fin, al menos no me tendré que acostar con el bastardo de Ryan, pero aun así estoy preocupada por la enfermedad. ¿Y si me contagie? Estoy empezando a asustarme un poco.
—Becc —volteo a mirar al castaño y me siento un poco extraña cuando noto que su mirada está un poco apagada y todavía enojada —No vuelvas a hacer estás cosas, tienes suerte que aquí en Borya suministren medicinas para los internos con VIH. No te preocupes demasiado por ello. Pero no vuelvas a confiarte, aquí es difícil que alguien sea bueno con alguien.
—¿Entonces deberías desconfiar de ti también?
—Has lo que quieras, solo cuídate —dice sin más y me echa una rápida mirada —Arréglate el cabello, pareces loca así.
Paso una mano por mi pelo y me doy cuenta que es un desastre, por lo que lo peino con mis dedos mientras sigo a Harry sin echar un vistazo a la sala donde esta Ryan. Pobre, seguro que Zayn le saco un par de dientes, pero eso le pasa por hijo de puta. Ojala que le revienten las pelotas.

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Odio las clases extra que Tabita implemento este viernes porque la mayoría falto el miércoles a la mañana, ¿pero qué espera? ¿cree que levantarse temprano es fácil para algunos? Bueno, debo admitir que dormí tarde porque a eso de las ocho me agarro el sueño y dormí como un bebe hasta el mediodía, no es mi culpa, es culpa del jodido insomnio.
Entro a clases junto con Tim que está bostezando con la boca abierta y no dudo en ponerle dos de mis dedos sobre su lengua, agarrándola. La rubia me da un manotazo en la mano mientras me rio disimuladamente.
—Que bruta, eso sí que es asqueroso —dice mientras limpia su lengua con la manga de su uniforme —Respeta mi espacio, Bush.
—Lo siento, mi error —levanto mis manos al aire en forma de arrepentimiento.
Tim me mira mal porque sabe por mi sonrisa que no estoy de ningún modo arrepentida, pero lo deja pasar, como siempre. Es la que menos se molesta cuando peleo.
Sip, yo también puedo actuar como una cría cuando quiero.
—A sus posiciones, por favor —habla Tabitha entrando por la puerta, ni siquiera se digna a saludarnos.
Todos nos movemos hacia el caballete con lienzo y los instrumentos para ponernos a trabajar. Con Tim elegimos los de al fondo porque no paramos de bostezar y Tabitha va a mandarnos al castigo si ve que apenas y le estamos prestando atención. Explica las actividades, debemos pintar, dibujar o lo que sea, un objeto que haya tenido impacto en nuestra vida.
—Les daré un ejemplo —toma el retrato que tiene en su mano y muestra una pipa pintada en el lienzo. Me remuevo en mi lugar, ahora un poco más interesada —Esta pipa fue un recuerdo importante en mi vida, era de mi abuelo y es lo único que he tenido de él desde que murió —explica indiferente, pero esquiva las miradas de todos al hacerlo. Estoy pensando seriamente que tal vez Tabita no es tan distinta a mí, casi y estoy segura que la pipa no es un buen recuerdo del todo para ella —Ahora que han entendido, a trabajar.
Refunfuño por debajo mientras exprimo mi cerebro para saber qué debo hacer, es odioso tener que rebuscar en mis memorias algo que me convenza y me inspire a hacerlo. Suelto un suspiro y subo la vista para darme cuenta que Tabita esta mirándome detenidamente, se da vuelta cuando la descubro y finge interesarse por otro estudiante que está más cerca. Que odioso es todo esto, ¿ya lo mencione?
Tim parece muy concentrada en su trabajo, está utilizando muchos colores a la vez y se ve inspirada. Resoplo con cierta envidia.
Sin saber realmente que hacer, dejo que el pincel haga lo que quiera, uso colores fríos porque los cálidos nunca van demasiado conmigo. Sigo ocupada en mi tarea y no me doy descanso alguno hasta que este satisfecha con mi trabajo.

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Termino la última pincelada y me echo hacia atrás para darle una buena mirada hacia mi obra de arte: es un árbol oscuro con hojas verdes y partes azules hecho con acuarelas, el tronco del árbol es entre gris y apenas un marrón, las ramas tienen el mismo color y por debajo está el atardecer pintado de rojo con naranja, ambos combinándose. No lo puse arriba porque recuerdo que aquel día estaba nublado y apenas a lo lejos se distinguía el único pedazo de cielo que no estaba gris.
Detengo pronto mis pensamientos cuando me doy cuenta que he hecho. Siento como el desayuno va hacia mi garganta, estoy mareada y sudando, casi no llego a respirar. ¿Por qué mierda he dibujado este árbol? ¿Por qué esta escena?
—¡Alto, alto! —un chillido femenino me vuelve a mis sentidos y levanto la cabeza para ver a Kiara siendo molestada nuevamente por el imbécil de Brandon. Tabitha no está a la vista.
El idiota esta arruinado por completo el retrato de Kiara con una brecha con pintura negra, ella intenta detenerlo pero Brandon la empuja y Kiki cae arriba de un tarro de pintura, manchándole toda la vestimenta. ¿Qué sucede que siempre la hacen caer al suelo?
Tim me envía una rápida mirada que no tardó en responder, pero me es difícil moverme, aún sigo mareada y pensando en el árbol y lo que conlleva aquella ocasión. No es una estupidez que puedo pasar de momentos, tampoco es un tema como el de mama y Jeff que puedo evitar con cierta facilidad. No. Ese árbol ha sido lo que me ha llevado a drogarme la primera vez en mi vida y difícilmente puedo quitar la imagen de mi cabeza.
Él colgado en la rama más gruesa del árbol...
—¡Becca! —el zarandeo de Tim me saca nuevamente de mis recuerdos perdidos.
Brandon esta ahora tirando pintura sobre Kiara y nadie hace nada, solo tratan de seguir con su trabajo para no tener problemas. No hay ningún conocido, ni las demás ni los amigos de Harry, ni siquiera este último. Estoy por correr junto con Tim, sin siquiera importarme desmayarme en mitad de camino, pero Zayn entra como alma que lleva al diablo y toma de la camisa de Brandon para echarlo hacia atrás, provocando que la pintura roja se caiga sobre él. Abro en grande los ojos y noto que Kiara está igual de sorprendida que yo. Zayn se nota muy enojado, tanto como cuando golpeo a Ryan en el piso de almacenamiento o quizá más, sin embargo no lo golpea en ningún momento y le lanza una de sus miradas matadoras, Brandon se levanta torpemente y corre hacia la salida ante la mirada de todos.
Malik mueve sus ojos hacia la castaña que está en el suelo aun asustada y con lágrimas escapándose de sus ojos.
—Ven, Kiki —Zayn se agacha hasta estar enfrente de ella. Kiara parece vacilar entre si hacerlo o no —Lo siento, no quería ser tan violento con él delante de ti —confiesa con sinceridad y más de un ahogamos una expresión, Tim y yo incluida. —Vamos, esto es vergonzoso —y realmente se muestra avergonzado, creo que será la primera y última vez que lo vea medio sonrojado.
Kiara lo mira con seriedad y las lágrimas corriendo por sus mejillas, hacen un puchero y toma la mano de Zayn. Este pasa un brazo por sus hombros, sin siquiera importarle mancharse y le va susurrando dulcemente mientras salen, Kiki asiente repetidamente la cabeza mientras se limpia las lágrimas y solloza un poco, pero antes de irse del aula alcanzo a ver la sonrisa de oreja a oreja que ella le regala.
—Qué suerte que apareció Zayn —dice Tim aliviada —¿Qué sucedió conti...? ¿Becca? ¿Acaso has roto tu pincel?
Bajo la mirada hacia mis manos y veo una parte y la otra en ambas manos. Lo tiro hacia un costado y le dirijo una mirada fría a Tim, quien traga duro —Esto queda entre nosotras.
La rubia asiente con la cabeza y yo me debato entre si abrir la ventana y saltar o si de la terraza será una muerte digna.
Que.carajo.esta.pasando.

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La clase de coro inicia en unos pocos minutos, llego antes de la hora porque Nick quiere que repase otra vez la canción por más que me la ha hecho practicar toda esta semana desde que la tenemos terminada. Entro a la sala, hay pocos alumnos y algunos recién están llegando junto conmigo, mi mirada se cruza con la de Harry por un breve momento y desvió mis ojos hacia enfrente para buscar el asiento más lejano de donde está. Voy hacia la primera fila y me dejo caer en la silla, tomo las partituras de la letra y finjo leerlas muy concentrada.
Las cosas entre Harold y yo están demasiado tensas y extrañas. Hoy no dormí en toda la noche y no me atreví a salir a fumar un cigarrillo porque temía que Tabitha me interceptara —o peor, Garrett —y me obligara a ir a la sala de arte para dibujar. No es que no me guste, me encanta, pero todo cambia cuando alguien se interpone. No me gusta ni me siento cómoda cuando las personas pretenden entrar en mi vida y creer que pueden decidir sobre ella. Lo mismo sucede con Harry, no me gusta que se meta donde no lo llamen, por más desagradecida que parezca estoy en deuda con él y, a mi pesar, con Zayn por advertirme sobre Ryan y su enfermedad. Pero solo recordar como actuó, como si yo realmente le importara y esto no fuera un estúpido trato entre los dos. No lo quiero cerca hasta que decida qué hacer con lo que siento, prefiero que se aleje y mantenga su distancia.
Nick llega a mi lado de pronto y se deja caer junto a mí.
—Becca —saluda y asiento con la cabeza, saludándolo silenciosamente —¿Practicaste?
—Eres un pesado —resoplo y dejo las hojas de lado —Ya me la he aprendido.
—Puede que la olvides arriba del escenario —opino fingiendo inocencia, solo lo hace para molestarme.
—Eres un buen chico —digo con ironía y Nick hace un gesto que no exagere, pero su sonrisa socarrona me confirma que solo está bromeando conmigo.
Con él es mucho más fácil ser yo y dejarme fluir, no hace preguntas innecesarias ni tampoco se mete en asuntos ajenos. Me gusta este chico, creo que es el mejor compañero que pudieron haberme dado desde que llegue a Borya.
El instructor entra y nos da la bienvenida a la clase, enseguida se pone llamar a los alumnos que deberán dar la primera presentación. La loca Molly, quien trata de hacer a Kiara su conejillo de indias, sube con un muchacho con cara de que no ha tenido un polvo en un buen tiempo. Ambos cantan una canción sobre su mierda depresiva, los instructores fruncen el ceño y comentan entre ellos para luego anotar cada uno algo en sus libretas. Abro en grande los ojos ante ello, los desgraciados van a clasificarnos. Genial.
Pronto me siento un poco asustada, la canción es un poco tonta y sobre todo la parte que he escrito. Nick ha hecho lo posible en seguir construyéndola y guiar las estrofas hacia el pedazo que he escrito, pero todavía estoy insegura. ¿Y si no les gusta? ¿Y si la odian tanto que me hacen quedarme aquí más tiempo? No volvería a componer en lo que queda de mi vida.
—Molly, Sean, su presentación fue... ¿cómo decirlo? Muy... explosiva —dice sin estar realmente convencido. Levanto las cejas en alto, eso fue una completa mierda. —Vuelvan a sus asientos. Los siguientes son Becca Bush y Nick Pierce.
Mi estómago se revuelve de un lado a otro y contengo mis ganas de escaparme, no me importaría dejar a Nick porque él haría un buen trabajo sin mí —y quizá mejor— pero van a joderme la existencia si me atrevo a poner un solo pie de esta sala.
Voy hacia las escaleras y las subo para llegar al escenario, los chicos de la banda se posicionan y toman las partituras que Nick les ha pasado para que aprendieran la canción apenas termino de crear la melodía. Yo me voy hacia donde está el micrófono de pie, mi compañero se ubica de lado mío con una guitarra eléctrica y la afina antes de tocar.
—No estés nerviosa, lo harás genial —me anima y me regala una sonrisa, solo que estoy tan nerviosa que no se la devuelvo.
Observo los espectadores, Kiki está en la fila del medio con Tim, sonríen y levantan sus pulgares arriba. Harry está un poco alejado de ellas, mirándome directamente y desvía sus ojos de mí cuando cruzamos miradas, supongo que también es incómodo para él. Por último, noto que Zayn está en la tercera fila y con los brazos cruzados, no capto una emoción realmente en sus gestos, esta serio y parece estar esperando a que comience a cantar. No sé porque eso me pone aún más nerviosa.
Los primeros acordes suenan y me apresuro a cantar, no sin antes inspeccionar a mi compañero, Nick me guiña el ojo y mueve sus labios para decirme que lo haga, que empiece a cantar. Y canto.

Uh huh, life's like this
Uh huh, uh huh, that's the way it is
Cause life's like this
Uh huh, uh huh that's the way it is

Chill out whatcha yelling' for?
Laid back it's all been done before
And if you could only let it be
you will see
I like you the way you are
When we're drivin' in your car
and you're talking to me one on one but you've become

Somebody else round everyone else
You're watching your back like you can't relax
You're tryin' to be cool you look like a fool to me
Tell me

Why do you have to go and make things so complicated?
I see the way you're acting like you're somebody else gets me frustrated
Life's like this you
And you fall and you crawl and you break
and you take what you get and you turn it into honesty
and promise me I'm never gonna find you fake it
no no no

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Nuestra nota fue un nueve y estoy feliz por ello, muy feliz ¿Cómo no estarlo si casi me volví loca componiendo la estúpida canción? Si, hice poco, pero eso no quiere decir que no haya dado golpes en mi cabeza para sacar una maldita estrofa.
Hui lo mas rápido posible de allí al finalizar la clase, estoy de buen humor y quiero fumar un cigarrillo antes de ir a cenar con las chicas. Abro la puerta de la azotea, pensando que nada puede arruinar el día, pero apenas y termina ese pensamiento veo a Malik dándose vuelta para observarme, tiene un cigarrillo en su boca y lo está fumando.
Contengo el suspiro y cierro la puerta detrás de mí, no dejamos de mirarnos en ningún momento y no de buena manera. Las cosas no están bien entre nosotros por más que haya hecho algo “bueno” por mí, y es una cosa que todavía no puedo entender. Si me odia, ¿entonces por qué acompaño a Harry hacia donde estábamos con Ryan? Y ni hablar sobre la clase de arte y lo estúpida que me sentí cuando rompí el pincel. Es extraño, él actúa extraño y también lo quiero lejos de mí. Camino hacia la parte más alejada donde hay una pequeña bodega y me escondo detrás de ella para no tener que verlo. Prendo el cigarrillo y rezo porque me deje en paz esta vez. Desgraciadamente, aparece a los pocos segundos.
—Bush.
—Malik.
Es un saludo, pero ninguno de los dos está feliz de ver al otro.
—Buena canción —soltó pronto y le dio una larga calada a su cigarro. Yo sigo esperando a que suelte su comentario odioso —Sabe a mierda.
¿Lo ven? Es un imbécil.
—Gracias, la tuya funcionaba muy bien con tu voz. Asqueroso.
Zayn suelta una risita acida y sin humor aparente, decido que ya es hora de irme porque no quiero tener otro encuentro con él y menos por la forma en que ha reaccionado este último tiempo. Tiro el cigarro sin terminar y camino pocos pasos para largarme de aquí, Malik me detiene poniendo estirando su brazo y apoyándose e impide que me vaya. Deja caer su cigarrillo para acorralarme aún más y me veo atrapada entre él y la pared. Estoy pensando en patearle las pelotas e irme corriendo, incluso no me importa morir en las escaleras— soy tan torpe, seguro empiezo a rodar apenas baje.
—Cuidado con lo que piensas —advierte con seriedad y siento como los bellos de la piel se me erizan, ahora estoy más atemorizada porque ha empezado a darse cuenta cómo funciona mi mente y no me gusta gustando para nada —Voy a estar pendiente de ti, Bush...
—No lo nece—
—Claro que lo necesitas —interrumpe y pone esa sonrisa cínica y engreída que tanto odio —Ve lo que sucedió con el desgraciado de Ryan. No sabes medir consecuencias y eso no es bueno.
—Ja, lo dice quien destroza y golpea todo lo que hay en su camino —digo con ironía y aprieto fuertes mis dientes para disimular lo enojada que me siento. No, él es una de las personas que no merece una sola reacción mía, no voy a dejar que me joda.
—Lo que yo haga no es de tu incumbencia, cariño —Zayn no reacciona mal, para mi sorpresa.
Todo el cuerpo se tensa cuando una de sus manos se acerca y lleva uno de los mechones de mi cabello detrás de mi oreja. Su rostro es cada vez está más cerca, casi su respiración choca con la mía y estoy poco a poco nublando mis juicios.
Aclaro mi garganta y me pongo a replicar antes que esto se me vaya de las manos.
—No te metas en mis problemas.
—Tú eres mi problema. ¿Por qué entonces debería ignorarlos?
Estoy a punto de decirle que me importa una completa mierda, pero me doy cuenta a tiempo de sus intenciones: quiere besarme, y no será un besito pequeño, será un beso muy salvaje que nos llevara a otra cosa. Tapo enseguida mi boca con mi mano y él se detiene de pronto, sorprendido por mi acción. El corazón me golpea con fuerza el pecho y creo que estoy arrepintiéndome por no dejarlo besarme. ¿Porque siento esto? ¿Qué es él que me hace sentirme enojada y tonta al mismo tiempo?
Su reacción vuelve a ser inesperada, suelta una pequeña risa y besa la palma de mi mano dejando quietos sus labios y cerrando los ojos. Solo dura unos instantes, se separa para echarme la última mirada.
—Hablaba enserio cuando dije que nadie más se acercara a ti. ¿Capiche?
Zayn se marcha, cierra la puerta detrás de sí y solo en ese momento me dejo caer sobre el suelo, mis piernas tiemblan como gelatina y siento que en cualquier momento mi corazón saldrá de mi cuerpo. ¿Qué es lo que está pasando conmigo?

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