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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Tell your story |nc|
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Re: Tell your story |nc|
Miren la linda portada que Dani mando a hacer con Jen en la 1ra pagina
hange.
Re: Tell your story |nc|
Lo sé, cielo y lo lamento :( pero desde que he llegado desde Amaterdam, estoy full estudio porque las pruebas de admision de universidades son los primeros dias de Diciembre .___.
Mess.
Re: Tell your story |nc|
Yo quiero ingresaaar :( tendría que haber estudiado este año pero me lo tomé como sabático jajaja :P Por cierto, alguna de ustedes sabe hacer ediciones? Jejeje para el avatar y la firma?
Mess.
Re: Tell your story |nc|
Capítulo 10/1
Kiara Hoffman
- ¡Vamos, quédate quieta!- otro golpe en la cabeza me tumba. Me esfuerzo por gritar por encima de la mano que cubre mis labios pero aun así nada sale. Mi cuerpo esta sudando frio y no paro d moverme en contra el cuerpo de Mario quien me somete contra el suelo.
Doy unos rodillazos al tirar entre sus piernas y el afloja el agarre por un segundo y consigo gritar. Un fuerte golpe en mi mejilla me advierte que es mejor dejar que haga lo que quiera. Las manos de Mario suben por mi pijama hasta subirla en mi pecho mientras continúo soltando manotazos y logro darle en el ojo izquierdo, el se aparta quejándose del dolor y yo corro tan rápido como puedo hasta el piso de arriba hasta que soy inmovilizada en la escalera con el estrellar de un vidrio y Mario me tira al suelo.
- ¡Estúpida perra!
- ¡Para!- lo empujo entre gritos.- ¡Maldición, aléjate!
No importa cuánto grite ni cuanto pelee, nadie me escucha. Nadie viene a salvarme. De nuevo estoy sola a merced de Mario y al parecer esta vez no se detendrá. El dice cosas horribles: “Eres una pequeña bastarda. La desgracia para los Hoffman. Voy a sanar tu locura. No eres más que una loca regalada. Estoy tocándote, mira Kiara, estoy a punto de hacerte lo que quiera ¿no te da asco? No eres nada.” Lloro para adentro. Las lagrimas no salen y solo se siente lo ahogado de mi voz cuando le pido que pare. Pero esta vez ya es tarde. Lo hará, hará conmigo lo que quiera. El tiene razón; no soy nada. Siento asco y repulsión al sentir sus manos bajo mi pijama y mi ropa interior. Pero no dejo de pelear, estoy perdida, pero no dejo de pelear contra él. Rompe mi pijama y lleva una de sus manos a mi cabello para templar mi cabeza hacia atrás y chillo con más fuerza. Mi cabeza esta punzando del dolor y la presión me está pegando. No necesito girar para saber que el vidrio roto había impactado contra mi cabeza, de solo ver la mano de Mario llena de sangre ya saco mis conclusiones.
- ¡Maldición!- Me da una fuerte cachetada.- ¡No te vayas a morir, estúpida perra!- no puedo decir nada. Mis ojos están cerrándose y me entrego a lo que siento justo ahora: Asco, Miedo, Repugnancia, Dolor. Esto es suficiente para mí. - ¡Kiara!
¡Kiara!
¡Kiara!
Mi pecho sube y baja sin parar y mi cuerpo esta empapado de sudor cuando logro abrir los ojos de un grito exasperado. Paso las manos por todo mi cuerpo con ansiedad asegurándome de estar bien y tratando de quitar el asco que ciento mientras suelto enormes sollozos. Maldición. Las lágrimas caen por mi rostro como cataratas y no dejo de pasar las manos por mi cuerpo; me pellizco y golpeo varias veces, tan fuerte que suelto gritos entre sollozos. No quiero vivir de nuevo así, no quiero estar cerca de ese dolor de nuevo. No estoy lejos de ellos, sigo estando cerca y sigue afectándome. Nunca se irán. Sus manos están por todo mi cuerpo, las puedo sentir, están debajo de mi pijama y entre mis piernas. La cicatriz sigue en mi cabeza, todo eso paso. Todo eso me paso estando en esa casa y no quiero regresar ahí nunca más.
Un par de manos intentan llegar a las mías para detener mis ataques pero las tiro a un lado sin subir la mirada. No quiero que nadie me toque de nuevo. No quiero que nadie me haga sentir esto de nuevo. Las manos se acercan de nuevo y rugo:
- ¡No!- una fuerte cachetada impacta contra mi cara y me quedo inmóvil mirando mis manos echas puños. Sollozando en silencian.
- ¡Kiara, soy yo!- habla esa voz tranquila de nuevo. Sé que la conozco, pero no puedo reconocerla ahora.
Todos tenían razón, estoy loca. No son ataques de pánico, es locura. Tan simple como eso. Estoy mal y no hay forma de solucionarlo. Nada va a salvarme de mi misma porque yo no lo voy a permitir. Tampoco nadie va a salvarme porque simplemente no le importo a nadie.
- Voy a sacarte de ahí, Kiara.- habla ella de nuevo.- Solo espera un segundo.
Cosas se mueven por todo el lugar. Escucho cosas caerse y maldiciones rezongar en la penumbra. Se habían ido por un tiempo, pero han vuelto. Mis pesadillas son provocadas por él y nada las va a detener. Solo había dos maneras de pararlas y ahora estoy lejos utilizar la más rápida.
- Ten.- sus delgadas manos dejar algo en mis oídos y luego se apartan. Mi cama se hunde en un extremo pero sigo sin subir la mirada cuando el alivio comienza a sonar por mis auriculares.- Ya va a pasar, Kiki.
Escucho y murmuro la letra de la canción sin abrir los ojos. Las manos de ella están en mi cabeza, están dando caricias tranquilizadoras. Ella intenta ayudarme a salir del agujero en el estoy y por eso comienzo a llorar. Abro los ojos y me vuelvo a mirarla. La chica luce pálida, con la mirada caída por el trasnocho, el cabello fuera de la moñera y el pijama todo chueco. Ella me da una sonrisa cansada sin alejar sus manos de mi cabello y hombros. Yo no le correspondo su sonrisa porque no tengo fuerza para hacerlo y a duras penas le doy un asentimiento con la cabeza para darle las gracias y ella en respuesta solo levanta su pulgar derecho para mí.
Tarareo mientras Annie sigue Consolándome. Tiro mi cuerpo hacia atrás y descanso la cabeza en la almohada mientras los escalofríos se van de mi cuerpo y salgo de mi estado poco a poco. Desde ayer estoy teniendo pesadillas, llego cansada al dormitorio y se me olvida ponerme los audífonos entonces me quedo dormida de esa forma. Levanto el teléfono un poco y confirmo las dos de la mañana, ya es lunes así que debemos despertar temprano. Aquí está la loca de Kiara manteniendo a Annie despierta de nuevo.
- Lo siento.
- Está bien.- sonríe mirando la pantalla de mi celular.- Estamos aquí para ayudar ¡Recuérdalo!- sonrío sin muchas ganas y asiento con la cabeza.- ¿Se te está pasando?
- Si.
- Bien. No vuelvas a dormirte sin esto.- zarandea el celular y los audífonos, se coloca de pie y camina hacia su cama.- Descansa. Ya sabes, si me necesitas estoy a un almohadazo de distancia.
- Gracias.- murmuro antes de dejarme llevar a la deriva.
- ¡Hora de comer par de wichas!- Reconozco los chillidos de Cleo y medio abro mi ojo derecho para mirarla.- ¡Arriba, arriba!
- ¿Estás de buen humor?- asiento ante el tono adormecido de Annie con la misma curiosidad.
- ¡No señorita, voy que quemo hoy!- nos reímos y ella se mete entre los gabinetes y busca nuestra ropa.- Solo trato de meterme en otras cosas para no acabar con lo que está a mi alrededor ¿Les parece buena estrategia?
- Maravillosa.- asiento con poca fuerza cuando me siento y rasco la parte trasera de mi espalda por la molestia del sujetador.- Solo que podrías haberla implementado con Becca y Bonnie.
- No hay la suficiente confianza todavía.
- Y, solo por preguntar ¿Qué te hizo pesar que con nosotras ya la tenias?- Murmura Annie sin sacar la cabeza de debajo de la almohada.
Yo me rio por la mueca ofendida y enojada en el rostro de Cleo y cojo el teléfono para ver la hora sin percatarme de la pequeña morena caminando hasta la cama de Annie y meter las manos debajo de la cama. Murmuro que no lo haga pero es demasiado tarde. Cleo ha sacado una fuerza gigantesca, oculta en su pequeña figura, y ha volteado el colcho de Ann. Mis carcajadas se disparan por lo alto cuando Annie se levanta echa una desorbitada del suelo y le grita a Cleo, la morena le dice que fue su culpa por jugar con su humor y entonces Annie busca apoyo en mi. Si a ver vamos, le tengo más miedo al temperamento de Cleo, asi que me hago la idiota y me levanto para prepararme con un baño rápido. Annie murmura la palabra traidora con resentimiento fingido y Cleo me da una mirada de aprobación y murmura que he sido inteligente.
Mi baño no dura más de dos minutos debido a que no lavo mi cabello. Salgo del baño ya con el uniforme puesto y me encuentro con Tim en medio de la habitación mientras las demás están hablando entretenidamente sobre el chico de la clase de arte que tanto molesta a Ann. Cuando la castaña se percata de que he salido deja a Cleo y se va al baño. Volviendo al chico, es adorable, no entiendo porque tanto problema con él. Solo ha intentado ser amable con la castaña y ella lo evade. Aun que me gustaría volver a aclarar eso, Annie se queja de que yo no me acerco a Style tampoco. Hay una diferencia enorme entre ese chico y Styles, ese chico ha sido amable con Ann y n cambio Harry lo único que ha hecho en mirarme y hacerme sentir incomoda –debo mencionar que me salvo de Mario- pero no lo hizo por nada en particular, solo por dársela de macho alfa.
Le doy un abrazo corto a Tim, ella me lo corresponde no muy segura y luego se aleja. Ha resultado ser demasiado callada y nosotras muy charlatanas. Ella no habla para nada, no tengo idea de lo que podría haber hecho para estar aquí, pero si de algo estoy segura es de la forma en que se comporto cuando Mario apareció frente a nosotras. El ego dominante de Mario la hizo retroceder de la misma forma en que yo lo hice, incluso se tenso de la misma manera. La he visto cuando Liam se le acerca y cuando Zayn viene a por mí, no le gusta tener contacto con las personas. Tal vez solo estoy imaginando que con nosotras es de la misma forma en cuanto a lo afectivo, o podría ser que aun no se siente cómoda. Yo tampoco soy muy dada con los hombres, hasta ahora solo Peter y Zayn pueden tocarme: Peter es Gay y Zayn me defiende del grandulón del lugar a diario. Me siento protegida por ambos.
- Estoy lista.- La castaña sale estirando su uniforme con ambas manos por encima de su abdomen.
- Por fin, Dios, crei que moriría de hambre.
- Como te quejas.- me rio del tono dramático de Cleo.
Cojo mi teléfono, lo escondo en el pequeño morral que tengo que utilizar para la clase de gimnasia y sus utensilios. Salgo de la habitación junto a las chicas sin cruzar ninguna palabra con ellas. Esta vez es Cleo la que se mantiene callada mientras Tim y Annie charlan, de nuevo, sobre el chico de la clase de pintura. Un brazo se enreda alrededor de mis hombro con camaradería y sorprendida por el acto echo mis ojos hacia la izquierda donde Cleo ha dejado a un lado su silencio y se ríe por la rabieta de Annie cuando Tim le dice que su parloteo d ese chico deja en claro que le gusta.
Por más que evaluó la situación tratando de entenderla, me enredo un poco. Es como si se tratara de un grupo de colegio, un grupo al que nunca pertenecí en mi vida. El brazo de Cleo, la sonrisa tímida pero divertida de Tim y la expresión ofendida de Ann cuando pide mi apoyo y yo le niego, es como si fuéramos amigas de toda la vida y aun mas resaltante es el hecho de que me siento parte de su vida en este momento. No pasan muchos minutos cuando nos encontramos a Becca y a Bonnie en el pasillo de los dormitorios y Becca pregunta porque Annie esta sonrojada. Tim comienza a contarles lo que ocurre y Ann se pone peor por la vergüenza y comienza a parlotear sobre las mentiras de la pequeña rubia. Becca le da una mirada de “es a ti a quien no le creo” y comienza a burlarse de ella. Bonnie no dice mucho pero sonríe levemente. Si Peter estuviera aquí de seguro estaría muy orgulloso de mi; pertenezco a un pequeño grupo.
No pasa mucho rato cuando ya estamos entrando y tomando unas bandejas en la cafetería. Tim, Ann y Becca son las primeras en poner comida en sus platos. Tomo un plato de avena, una banana y jugo de manzana. Cleo gruñe cuando no tomo los panqueques y entonces comienza nuestra pequeña guerra matutina por mis alimentos. Pero es que no tengo nada de apetito, podría jurar que desde que la conozco tengo unos cuantos kilitos encima. Bonnie toma lo mismo que yo para desayuno y es el colmo para la morena, yo solo me rio divertida por su reacción.
- ¿Es todo lo que comerás, Kiara?- pregunta ahora Annie cuando llegamos a la mesa de siempre.
- Sip, no tengo mucho apetito.
- Tú nunca tienes apetito.
- Cleo tiene razón.- murmura Tim luego mirando la bandeja de Bonnie.- ¿Tu tampoco tienes apetito?
- La avena es más que suficiente.- responde con corte, señal de que no quiere hablar del tema.
- Por eso están así de flacuchentas.- se queja Becca.
- Tú no eres muy gordita que digamos.- le respondo de vuelta con cierta diversión.
- No se debe a la baja alimentación, bebe.
- ¡Buenas!
Todas nos sobresaltamos cuando una bandeja se estrella en nuestra mesa y el chillido saludo también. Todas nos volvemos para ver a Louis Tomlinson sentarse justo entre Cleo y yo. Aprieto mis labios entre mis dientes para no reírme de la expresión en el rostro de Cleo. La morena esta apretando los cubiertos de tal forma que sus dedos ya se han vuelto blancos. Annie se toma su jugo sin quitar sus ojos de lo que pasa y eso me da más ganas de reírme.
- ¿Necesitas algo?
- Nada querida rubia.- le responde con diversión a Becca y esta se sobre salta por la melodiosa voz impetuosa del castaño.- Solo quería sentarme aquí esta mañana y desearle, a todas ustedes encantadoras damas, un muy feliz comienzo de semana.
Todas se quedan con los ojos enormes de la impresión hasta que Tim se ahoga con una porción de panqueque y yo le doy golpecitos en su espalda para que afloje.
- Pues, abríamos tenido un muy buen inicio de semana si tu no hubieses aparecido.
- No seas tan odiosa, corazón.- se hace el galán y le menea los hombros a Cleo tratando de captar su atención y ahí no puedo resistirlo más y me rio. Louis se voltea a verme y sonríe sin tanta exageración como lo hacía para molestar a Cleo.- Soy Louis.
- Kiara.- tomo su mano y el asiente.
- Ya sé quién eres.
- Genial, ahora lárgate.- escupe la morena con cierta ironía en su voz.
- Si, ya ve a ver si puso la gallina.- Becca hace un gesto de desinterés con la mano sin dirigirle la mirada.
- Gracias por desearnos una buena semana.- dice Tim con educación.
- Si, disculpa el mal humor de Cleo.- agrega Ann con algo de diversión. Mi compañera de cuarto esta algo divertida, al parecer se ha dado cuenta de que a Cleo le molesta este chico y ha encontrado su venganza. - Esta en sus días.
- Pues yo creo que siempre debe estar en sus días entonces.
Todas –incluidas Bonnie y Tim, y excluyendo a Cleo- estallamos en carcajada. Cleo coge el vaso de jugo y cuando Louis se vuelve para reírse con Bonnie –que cabe mencionar es muy chistosa cuando se ríe- Cleo levanta la mano pero yo logro atrapársela detrás de la espalda de Louis. La morena me mira con ganas de matarme pero no la dejo cumplir su cometido y le quito el vaso. Tomo dos respiraciones en señal de que ella las tome también y lo hace pero se nota que le cuesta.
- Louis, deja de molestarlas.- Liam se acerca.- Te dije que dejaras de Probar a Cleo.- Louis bufa por los regaños de Liam.- Buenos días, señoritas.
- Buenos días.- asentimos todas.
Liam se acerca a mi derecha y comienza a preguntarle a Tim algunas cosas que no alcanzo a escuchar. El castaño tiene cierto brillo en sus ojos, es difícil sentirse amenazada por él, pero aun así tiene algo que te hace querer mantener distancia. Al igual que todas las personas en este lugar. Me concentro unos segundos en mi comida hasta que estoy llena. No he comido casi nada, solo la banana y un tercio de mi avena. La dejo a un lado y subo la mirada, ajena de las conversaciones en la mesa. Esta vez no tengo que voltear la cabeza para encontrarme con los ojos de Harry. Esta sentado justo al frente de nosotras, con sus ojos sobre mi hasta que se da cuenta de que le regreso la mirada y se gira hacia su plato. Puedo sentir el rubor en mis mejillas mientras lo miro y me avergüenzo por las miradas intercambiadas. El es muy extraño. La mayoría de los hombres que he conocido no son de esa forma con las chicas, por eso nunca me les acerco. A su derecha esta Zayn quien me regala una picada de ojos y yo me rio. Es increíble. El no es muy dado con la gente, pero conmigo se ha comportado bastante bien. Es como si tuviera que esconderse de los demás. Es un gran chico, pero le gusta ser el otro patán del lugar.
- Kiara, termina tu comida.- la voz de Tim me trae de regreso. Liam se ha marchado y Louis ya está por irse también.
- No quiero, ya estoy llena.
- ¡Pero si no has comido un carajo!- chilla Becca.- Ojos de venado, tienes que comer.
- Hoy es día de Gimnasia. – agrega Bonnie.
- Estoy bien así, tranquilas.
Hemos hecho demasiadas cosas. Mi cabeza esta echa un completo lio. Quiero sentarme para descansar unos minutos pero el entrenador Parker no nos deja tomar ni unos minutos de descanso. Tim no para de murmurar su cansancio y Cleo de maldecir al mundo por inventar esta doctrina. Annie simplemente ha fingido un dolor de estomago y se ha marchado, el entrenador se lo ha creído, y la ha dejado marchar así de fácil.
Luego de hacer cualquier cantidad de piruetas en las alfombras y otros circuitos de ejercicios, lo siguiente ha sido correr vueltas alrededor del gimnasio. Llevamos exactamente diez vueltas. Tengo que mencionar de nuevo mi dolor de cabeza y lo cansada que me siento. Se supone que esta clase es para hacernos sentir más fuertes, pero lo único que puedo sentir – a demás de la mirada de Harry siguiéndome- es cansancio, baja presión, mareada y demasiado débil. Me detengo en seco cuando mi cuerpo ya no puede más y se me van los tiempos así que me apoyo del poste de baloncesto y tomo varias respiraciones. El calor abandona mi cuerpo y las defensas se van con él. Las respiraciones son profundas, pero no consigo que mi cabeza deje de girar así que me agarro más fuerte del poste aun tambaleándome.
- Oye.- la mano de Zayn está sobre mi hombro.- ¿Kiara, que te pasa?
- No. Me. Siento. Bien – respondo en un murmullo entrecortado.
- Estas pálida.- pasa las manos por la frente, como si tomara mi temperatura.- Y estas muy fría, Kiara.- escucho el deje de preocupación en su voz y medio sonrió. Pero no tengo fuerzas para moverme ni responderle.
- Ve a traerle agua, yo la sostengo.- llega Tim tomándome los hombros.- Respira profundo varias veces, Kiki.
- ¡Te dije que comieras bien!- ruge Cleo a mi lado. Eso ya lo se.
- Jesús, está bastante pálida.
Casi no escucho con nitidez la voz de Becca cuando mi cuerpo se va hacia abajo y lo que me mantenía levantada se ha marchado dejándome entre unos brazos y pecho ancho antes de quedar completamente inconsciente.
Abro mis ojos poco a poco cuando despierto y me encuentro perturbada observando los distintos móviles sobre mi cabeza. Examino la habitación: artefactos médicos, paredes blancas y azules y Tim sentada junto a mi cama mirando la pantalla del televisor en la pared. Tratando de salir de mi confusión, me ventó un poco pero algo me limita a sentarme recta. Tengo una vía en la parte frontal de mi mano.
Tim se percata de que estoy despierta y se levanta de su silla para atenderme. Me pasa una copa con agua y una pequeña pastilla blanca que asumo me la ha mandado el médico para este dolor de cabeza que siento por haberme desmayado.
- ¿Cómo te sientes?
- Débil, pero mejor que hace un rato.- ella asiente con el ceño contraído.- ¿Cuánto he estado inconsciente?
- Pues ya van una hora y quince minutos desde que te trajimos con la ayuda de Harry.
- ¿Harry?- inquiero con los ojos fuera de órbita. No recuerdo mucho de cuando me desmaye, pero él no estaba cerca de mí.
- Si, él fue quien te atrapo antes de que tocaras el suelo.- asegura luego de dejar la copa en la mesita.- Kiara, tienes que alimentarte bien. Con o sin apetito Cleo te meterá la comida a la boca y aseguro que no será de la que te gusta.
Cuando estoy a punto de responder soy interrumpida por la presencia de una enfermera y del doctor Philip que comienza saludándome y preguntando cómo me siento mientras examina la tablilla entre sus manos con lo que supongo son exámenes que me han hecho mientras estaba inconsciente. Comienza con la cosa de mi desmayo y que se debe a mi mala alimentación –algo que ya se- pero también menciono algo sobre que no dormía lo suficiente. Reconozco que tengo pequeñas ojeras, pero no es para tanto, casi ni se notan y tampoco es que me desvelo porque si. De hecho solo pasa con las pesadillas, o sea, dos noches seguidas desde que estoy en ese lugar y fueron anoche y la noche del sábado. Lo demás que menciona es algo sobre la baja presión y la glicemia, yo no le prestó mucha atención porque me muestro aun un tanto perturbada por la situación, pero Tim está escuchando atentamente todo lo que él está diciendo. Lo último que hace el doctor es pedirme que me levante de la cama ya que desean pesarme. Trato de no tropezar con la vía y la enferma me ayuda a ponerme de pie y llevarme junto al peso.
Mi mirada avanza un tanto incomoda por la habitación hasta que caigo n Tim. Ella se muestra demasiado concentrada en lo que hace el doctor conmigo, es como si tomara notas de lo que tiene que hacer. Peter solía hacer eso por mí, luego regresábamos a casa y él me hacia tomar un baño con espuma y agua caliente para que yo me quedara tranquila. Sonrío ante el recuerdo de mi mejor amigo y la preocupación de la rubia e inmediatamente comienzo a sentirme culpable por hacer que la gente –que al parecer le importo- se preocupe por mí.
- Bueno, estas diez kilos por debajo de tu peso promedio.- la noticia del pelinegro es como un balde de agua fría y de inmediato capta mi atención y me vuelvo a mirarlo.
- Eso es imposible, antes de llegar aquí estaba en seis kilos.
- Pues has logrado sacarte cuatro kilos más, Kiara. – afirma completamente seguro y se pone de pie. Se cruza de brazos y examina la balanza mientras piensa en algo.- Según tengo entendido, tú no tienes problemas del tipo: Anorexia o bulimia.- toma una pausa.- Tu problema no es con verte delgada, es que por algún motivo no te da apetito así que no comes bien. – asiento- Sin embargo, una anemia podría resultar mucho peor que la anorexia, señorita Hoffman.
- Eso ya me lo han dicho.- intervengo con mínimo de voz- aun así, tomo vitaminas, o al menos las tomaba. Me las sacaron del bolso cuando llegue aquí.
- Eso es porque podrías haberlas mezclado con otra cosa.- el sonríe con cierta diversión maliciosa y se aleja hasta los estantes tomando un frasco y volviendo.- Ten, aquí están unas vitaminas. Aun así te voy a dar una dieta para que la sigas pie a pie, tengas o no apetito.
- No se preocupe, yo voy a estar pendiente de eso.- asegura Tim.
- Muy bien, la dieta comienza desde hoy a partir de la hora del almuerzo.- el extiende un papel hacia mí, pero Tim lo agarra primero.- Son seis comidas, ni más ni menos. Quiero que vengas dentro de dos semanas para comprobarte de nuevo. Y tomate hoy y mañana de reposo con la vía de suero.
- De acuerdo, muchas gracias doctor.- asiento con la cabeza y el intenta poner su mano en mi hombro, pero me alejo de un salto. El pelinegro me mira unos segundos y su mirada se vuelve nostálgica y algo cansada, como si sintiera tristeza, entonces se vuelve a ver a Tim.
- Bien, recuerda que tú también debes venir a chequeo.
La rubia asiente con la cabeza y se da la vuelta para tomar mi bolso. La enfermera me pasa el tubo donde esta mi suero y me dice que debo llevármelo y que una vez que se termine entre hoy y mañana, venga para que ella me lo cambie y el miércoles para quitármelo. La rubia es la primera en salir de la enfermería cuando escuchamos el rugido que se, es de Cleo.
- Dime que ya despertó, así la pongo a dormir de nuevo.- Me rio y asomo la cabeza por la puerta dándole un saludo con mi mano disponible. – ¿Ves como eres? Te he dicho que comas.
- Todas le hemos dicho.- afirma Annie cruzándose de brazos.
- ¿Cómo te sientes?
- Mejor.- le respondo a Bonnie.- ¿Dónde está Becca?
- En una de sus clases.- me responde Cleo un poco más calmada.- ¿Qué ha dicho el médico?
Tim les explica sobre el reposo y la dieta. Ahora que ha pasado todo allí dentro puedo caer en cuenta con que Harry ha sido quien me trajo a la enfermería. Miro la vía en mi mano para ocultar el rubor de mis mejillas. Por supuesto tendría que haberme traído un hombre, las chicas- aunque soy delgada- no podría haberme traído. Pero nunca hubiera creído que él me traería, es tan odioso y evasivo siempre. Mi sonrisa es borrada por Annie.
- Dame esa lista, estaré pendiente de ella.
- No, yo me encargare no te preocupes.
- Creo que todas deberíamos tener una copia.- agrega Cleo y por algún motivo me siento ofendida.
- Oigan, yo tendré mi dieta.
- Pues claro que no.- rezonga Annie.- Ni de chiste te reíste.
- Confíen en mi, ustedes tiene problemas con los que lidiar.- le quito la lista a Tim de las manos.- Y no necesito que sean mis niñeras.
- Oye, somos lo más parecido a unas amigas…
- Eso es lo que quiero.- interrumpo a Cleo- Quiero lo que nunca tuve: Amigas. Niñeras ya he tenido demasiadas.
- Kiara, ¿cómo nos pides que confiemos en ti?- pregunta suavemente la rubia- Kiki, ¿no ves que eres muy linda? No necesitas hacerte eso.
- Ok, esto está fuera de contexto.- niego con la cabeza.- No soy anoréxica, no sufro ese tipo de trastorno psicológico. Destruí mi estomago con demasiadas cosas, no puedo comer hasta cierto puto o comienzo a vomitar y a sentirme pésimo. Odio vomitar, todo mi cuerpo lo hace. Perdí el apetito debido a eso, no quiero vomitar nunca más, lo odio. Estoy loca pero no soy ese tipo de niña idiota con problemas por su peso. Si bien no soy muy positiva conmigo misma nunca me haría algo como eso, no me siento la vaca mariposa. Solo no tengo apetito por lo que ya explique.
Ellas se quedan calladas por unos minutos. Bonnie se pasa las manos por su cuerpo con ansiedad demasiadas veces, Tim esta con la vista fija en la pared sin comentar nada y Cleo tiene sus ojos en mi, y como siempre, ella es la primeras en hablar.
- Bien, tienes razón, necesitas amigas no niñeras y eso vamos a ser.- toma una respiración- Comprendo lo que dices y te creo, comprendo el daño estomacal que tienes y tu miedo. Pero solo prométenos que vas a cumplir con esa adieta o yo misma te voy a matar.- ella me señala de forma firme con su dedo y yo me rio.- Y voy a sacarle copia a esa hoja en este momento.
- Hecho.
El despertado suena a las doce del medio dia y doy vueltas en mi cama con pereza. La pastilla que m dio Tim en la enfermería me hizo dormir como un bebe. Abro el cuaderno de dibujo y compruebo el retrato de mi madre. Susurro un saludo con tristeza y me llevo la mano al pecho para tocar mi cadena. Tal vez las cosas hubieran sido mucho más bonitas si ellos no me hubiesen dejado aquí. Tal vez no habría cometido estos errores, quizás no lidiaría con la maldad de mis primos y los morbosos ojos de mi tío, no hubiese sido la rechazada por la sociedad de la que mi tía era líder, tendría más amigos y un gran grupo de amigas de instituto, uno como el que tengo ahora. Lo triste de este grupo del que formo parte ahora, es que todas tuvimos que llegar a un punto psicótico para poder conocernos en el momento cumbre de nuestras vidas y no como simples adolecentes queriendo disfrutar.
Paso los dedos por mi rostro y seco dos lagrimas que se me han escapado y luego cierro el cuaderno y lo escondo bajo mi almohada de nuevo. Debo consultar la lista e ir a comer, así que me siento para desperezarme. Cuando volteo hacia la mesita de noche entre mi cama y la de Annie, me consigo una bandeja de comida con un embase sellado, un vaso de jugo y otro embase un poco más pequeño. Sonrío feliz y agradecida de que las chicas se preocuparan en traerme la comida. Junto a él embase se encuentra una pequeña nota escrita con bolígrafo.
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Abro el embase luego de dejar la nota a un lado y descubro lo que tiene cada compartimiento. No es un súper plato de comida, pero se ve balanceado y tiene cosas que no me gustan que tenga que comerlas; crema de apio, calabacines rellenos de carne y pollo, horneados con queso y puré de papa. Tomo una profunda respiración cuando tomo los cubiertos entre mis manos y comienzo a probar primero los calabacines rellenos.
Cuando termino, resulta que no ha sabido mal lo que he comido, los calabacines resultaron exquisitos y la sopa me ha dado más sueño. Dejo el embase de nuevo en la bandeja y me tomo el jugo de manzana hasta el final. Asumo que el embase pequeño es la merienda y lo compruebo cuando confirmo los pequeños panqueques de Avena con miel de maple y banana. Esto debo comérmelo a las cuatro de la tarde. Dejo todo en su lugar y me levanto a tomarme la pastilla que va después de cada comida y vuelvo a costarme con mis audífonos dejando una alarma para las cuatro de la tarde. No pasa mucho tiempo cuando ya estoy dormida de nuevo.
A la hora de la cena también me han dejado comida y otra nota:
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La cena y la merienda de la misma, estaban sobre mi mesita de noche otra vez. Esta vez se trataba de Pizza integral, tenia acelga, entre otros montes bien feo, pero tuve que comerlos. Estoy reaccionando muy rápido ante el tratamiento del médico, pero se debe a que no quiero preocuparme de tener anemia también, ya tengo suficiente con mis ataques de pánico y las pesadillas.
Me doy un baño rápido para salir y tomar mi merienda. Me pongo el pijama y seco mi cabello antes de tirarme a la cama. Pongo mi teléfono a un lado para estar pendiente de las respuestas de Peter, le he informado de lo que paso en la mañana y no está muy feliz. Pero mando muchas risitas cuando le envié fotos de lo que había comido. Cuando Ann entra a la habitación, estoy dándole el tercer mordisco a mi manzana. Ella me sonríe y yo – con la boca llena de manzana masticada- le saco la lengua.
- ¡Qué asquerosa, Kiara!- se mofa mientras se acerca a mi vía.- La bolsa de suero va un poco mas debajo de la mitad, que curioso, no se gastan tan rápido en los hospitales.
- Es porque esta no es de esas bolsas grandes.- le explico.- mañana tendré que cambiarla para el resto del día.- ella asiente y me saca la manzana de las manos para darle un mordisco.- Por cierto, gracias por traerme comida.
- ¿Qué?
- La comida. Gracias, estuvo buena.- señalo la bandeja.
- Yo no te he traído nada, Kiki.- asegura ella con el entrecejo contraído por la confusión. Entonces me confundo yo también.- Se supone que tu tendrías que ir con Garrett y el te traería la comida.
- Pues no fue así.- murmuro- Deben haber sido las chicas.
- Pues, puedo darte fe de que no fuimos ni Becca ni yo.- asegura la castaña mientras comienza a sacarse la ropa y toma una toalla.- Becca perdió su copia de tus alimentos.
- Pues deben haber sido las demás.
- Eso espero.
Yo también.
Cuando desperté ya Annie se había ido y mi desayuno estaba sobre la mesita junto con mi merienda matutina. Luego de desayunar, me di un baño y me cambie de ropa para ir a la enfermería y cambiar la bolsita de suero. Ya que no estoy haciendo nada en el recinto, no necesito ponerme el uniforme; un jean y una franelilla de los Ramones color vino tinto. Termino de atar mis Vans y me voy. Camino por todo el pasillo de los dormitorios arrastrando la vía conmigo. Más de una mirada curiosa se asoma para mirar. Trato fuertemente no poner mala cara, pero no me gustan los curiosos. Los ignoro a todos –en especial al grupito de anoréxicas que cuchuchean sin quitarme los ojos de encima- y llego al área común.
Veo a Bonnie correr por el centro del pasillo y se despide aleteando su mano en mi dirección. Detrás de ella van corriendo de igual forma un chico rubio y el castaño de la clase de arte, ambos revisan una lista y toman rumbos diferentes luego de despedirse. Este lugar está resultando ser una preparatoria para locos. Es como estar en la escuela, solo que aun no tengo a nadie pisándome los talones para molestarme y la verdad, espero que no pase.
Cuando avanzo entre los pasillos me encuentro con la rubia cabellera de Becca, ella asiente con la cabeza en mi dirección y yo le sonrío en respuesta. Ella continúa charlando con un chico que me da la espalda y me detengo entre el muro y la columna un tanto perturbada. Puedo reconoces esa mata de pelo: Harry. Ellos están charlando tranquilamente e incluso ella le da un manotazo juguetón en el brazo. Bueno tal parece que no es tan malo, esta charlando con Becca y tengo entendido que ella no es muy tolerante de los niños de papi. La rubia se separa de él y hace una seña con la mano de que me acerque, entonces él se vuelve a mirarme y es como una cachetada en el estomago. Los rasgos de Harry son finos, su cabello parece brócoli –es precioso- y luego están sus ojos, son sin duda lo más lindo. Es imposible no intimidarse pero sentir paz al mismo tiempo. Me gustaría tanto saber lo que esconde.
- ¿Cómo te sientes hoy, Kiara?- pregunta la rubia una vez que llego frente a ellos.
- Estoy mejor, gracias.- hago mi mayor esfuerzo por mantener un tono normal, pero sale algo raro.- ¿No tienes clases hoy?
- Tengo que ir a la clase de Arte. Pensé que tú también irías, pero las chicas me contaron lo del reposo.- toma una pausa para rascar su cabeza.- Por cierto, me dieron una lista de tus alimentos, pero la perdí.
- Deberías irte a la enfermería.- interviene Harry por primera vez. No me dirige mirada alguna, solo señala a mi vía.- La bolsa de suero está vacía.
- Ahm.- llevo la mano a mis labios con nerviosismo y miro la bolsa también.- Si, de hecho allá m dirigía.
- Deja de ser tan rígido, no te soporto.
- Para no soportarme lo disimulas muy bien.- El chico se encoge de hombros con indiferencia y Becca hace un gesto con la mano restándole importancia. El ojiverde me da una mirada apreciativa de arriba abajo y luego se queda en mi rostro.- Te vez mejor, estabas muy pálida ayer.- mis mejillas reaccionan antes que yo.
- Oh, sí muchas gracias por llevarme hasta la enfermería.- mi voz sale algo dudosa pero logro terminar la oración. Los ojos de Harry se abren como metras y desvía la mirada hacia otro lado. Lleva una de sus manos a su nariz para pellizcarla, no había notado que esta roja, supongo que tiene alergias. – Tim me dijo que tú me habías llevado, así que gracias.- esta vez sueno un poco más seguro y educada. El solo se encoje de hombros y alcanzo a ver cierto rubor en sus mejillas. Genial, lo he avergonzado.
- No fue nada.- se suena la garganta y se cruza de brazos para darme una mirada rápida con el ceño fruncido.- Cualquiera lo habría hecho, solo que yo estaba más cerca.
- Aun así, gracias.
- Deberías…
- ¡Kiara!- Becca es interrumpida por el acento pronunciado de Zayn, cuyos brazos no tardan en estar a mí alrededor. Giro mi cuello y le brindo una gran sonrisa que el corresponde de inmediato antes de prestarle atención a las otras dos personas. Entonces sonríe con malicia. - ¿Estas molestando a Kiara, Styles?
- Si lo hiciera no sería tu problema igual.- Harry levanta el brazo y lo pasa en los hombros de Becca de la misma forma en que Zayn lo hace conmigo, la diferencia es que Becca no le da una sonrisa, sino, que pone los ojos en blanco.- Becca solo quería asegurarse del bienestar de su amiga. Ya nos íbamos al curso de arte.
- Pues me alegra saber que no estás molestando a mi Kiki.- agrega Zayn apretándome más fuerte contra él. Harry lo imita y Becca mira confundida a todos los lados de la misma forma en que yo estoy confundida. De pronto me siento en medio de una batalla.- ¿A dónde iba mi pequeño Pony?- Hago una mueca exagerada cuando escucho la palabra “Pony” en los labios y la voz de Zayn. ¿De verdad lo dijo? Aun con ese ridículo diminutivo, Zayn se logra ver bastante siniestro.
- Ahm. Yo. Ahm. Enfermeria.- Suelto no muy segura y demasiado confundida. Zayn da miedo justo ahora. Su mirada esta brillante y la de Harry igual, como si estuvieran peleando justo ahora.- Si, iba a la enfermería a cambiar la bolsa de Suero.
- Bien, te acompaño.- afirma, con demasiada fuerza diría yo. Se voltea hacia los otros dos y hace un gesto con ambas manos con desinterés. Pero ese brillo en sus ojos me confirma que no está muy desinteresado en la situación, todo lo contrario, se ve mas territorial y pretencioso que nunca. Puedo decir lo mismo del gesto de Harry.- Que tengas un día agradable.
- Bien, ya vámonos antes de que sigan haciendo el ridículo.- murmura Becca bastante bajo. Pero no lo suficiente como para ganarse una mirada asesina e intimidante de Zayn. Esta solo trata de ignorarla y se despide de mi.
Harry le murmura algo a Zayn en el oído que no alcanzo a escuchar por más que lo intento y luego toma a Becca de los hombros y se marchan. Zayn farfulla todo brabucón y luego me toma para llevarme a la enfermería. ¿Cuán raro podría haber sido eso? Ellos estaban retándose con la mirada y diciendo estupideces. No lo resisto asi que digo algo.
- ¿Pony? ¿Kiki?- pregunto toda hecha un lio en el cerebro y el suelta una leve carcajada.
- ¿No te gusta que te llame así?
- Tu nunca me has dicho así.- aseguro.- Te burlaste de mi cuando Annie me dijo Kiki, dijiste que así hacían los gayos. Y el diminutivo “Pony” no es algo que escuchemos de la boca de un chico como tú.
- Tienes razón, es ridículo.- se ríe.- Pero no hay nada que mejore mí mañana que una competencia con Styles.
- ¿Qué teníamos que ver nosotras?
- Nada en especial.- hace unos segundos estaba riéndose y ahora todo rastro de risa se ha marchado y vuelve a ser el chico frio de Boyra.- Competimos por cualquier cosa, sabes eso.
Decido no preguntar nada más. No me gusta tratar con el frio Zayn, suele ser demasiado cortante y bastante evasivo, así que mantengo mi silencio hasta que llegamos a la enfermería. El moreno se queda conmigo mientras la enfermera –quien no para de darle miraditas de esas- me cambia la bolsa de suero y me pregunta, sin mucho interés, como sigo. Luego de unos minutos, salgo de la enfermería. Zayn se mantiene dentro de la habitación unos segundos más que yo, charlando algo cercano a la enfermera. Entonces la examino: Piernas largas, cabello negro, ojos grises, labrios hinchados, una figura de modelo y un pequeño traje de enfermera, decente, pero de enfermera aun así.
- ¿Todo bien?- pregunto una vez que el moreno sale con una enorme sonrisa en el rostro de ganador y monta su brazo sobre mí.
- Todo excelente, Ky.
No pregunto nada y sigo caminando, no tengo que escuchar lo que hablaron para saber que estaban ligando. En cuanto vuelvo a mi habitación, Zayn promete venir por mí para ir a la biblioteca y que lo ayude con la investigación que pidió ayer el Psicólogo de la clase de Guía de Vida, entonces se va y yo me echo a mi cama con mi cuaderno de dibujo luego de tomarme la pastilla. No pasa mucho rato cuando mis ojos comienzan a cerrarse y caigo profundamente dormida con la música de Sam Smith en mis oídos.
Doy unos rodillazos al tirar entre sus piernas y el afloja el agarre por un segundo y consigo gritar. Un fuerte golpe en mi mejilla me advierte que es mejor dejar que haga lo que quiera. Las manos de Mario suben por mi pijama hasta subirla en mi pecho mientras continúo soltando manotazos y logro darle en el ojo izquierdo, el se aparta quejándose del dolor y yo corro tan rápido como puedo hasta el piso de arriba hasta que soy inmovilizada en la escalera con el estrellar de un vidrio y Mario me tira al suelo.
- ¡Estúpida perra!
- ¡Para!- lo empujo entre gritos.- ¡Maldición, aléjate!
No importa cuánto grite ni cuanto pelee, nadie me escucha. Nadie viene a salvarme. De nuevo estoy sola a merced de Mario y al parecer esta vez no se detendrá. El dice cosas horribles: “Eres una pequeña bastarda. La desgracia para los Hoffman. Voy a sanar tu locura. No eres más que una loca regalada. Estoy tocándote, mira Kiara, estoy a punto de hacerte lo que quiera ¿no te da asco? No eres nada.” Lloro para adentro. Las lagrimas no salen y solo se siente lo ahogado de mi voz cuando le pido que pare. Pero esta vez ya es tarde. Lo hará, hará conmigo lo que quiera. El tiene razón; no soy nada. Siento asco y repulsión al sentir sus manos bajo mi pijama y mi ropa interior. Pero no dejo de pelear, estoy perdida, pero no dejo de pelear contra él. Rompe mi pijama y lleva una de sus manos a mi cabello para templar mi cabeza hacia atrás y chillo con más fuerza. Mi cabeza esta punzando del dolor y la presión me está pegando. No necesito girar para saber que el vidrio roto había impactado contra mi cabeza, de solo ver la mano de Mario llena de sangre ya saco mis conclusiones.
- ¡Maldición!- Me da una fuerte cachetada.- ¡No te vayas a morir, estúpida perra!- no puedo decir nada. Mis ojos están cerrándose y me entrego a lo que siento justo ahora: Asco, Miedo, Repugnancia, Dolor. Esto es suficiente para mí. - ¡Kiara!
¡Kiara!
¡Kiara!
{**}
Mi pecho sube y baja sin parar y mi cuerpo esta empapado de sudor cuando logro abrir los ojos de un grito exasperado. Paso las manos por todo mi cuerpo con ansiedad asegurándome de estar bien y tratando de quitar el asco que ciento mientras suelto enormes sollozos. Maldición. Las lágrimas caen por mi rostro como cataratas y no dejo de pasar las manos por mi cuerpo; me pellizco y golpeo varias veces, tan fuerte que suelto gritos entre sollozos. No quiero vivir de nuevo así, no quiero estar cerca de ese dolor de nuevo. No estoy lejos de ellos, sigo estando cerca y sigue afectándome. Nunca se irán. Sus manos están por todo mi cuerpo, las puedo sentir, están debajo de mi pijama y entre mis piernas. La cicatriz sigue en mi cabeza, todo eso paso. Todo eso me paso estando en esa casa y no quiero regresar ahí nunca más.
Un par de manos intentan llegar a las mías para detener mis ataques pero las tiro a un lado sin subir la mirada. No quiero que nadie me toque de nuevo. No quiero que nadie me haga sentir esto de nuevo. Las manos se acercan de nuevo y rugo:
- ¡No!- una fuerte cachetada impacta contra mi cara y me quedo inmóvil mirando mis manos echas puños. Sollozando en silencian.
- ¡Kiara, soy yo!- habla esa voz tranquila de nuevo. Sé que la conozco, pero no puedo reconocerla ahora.
Todos tenían razón, estoy loca. No son ataques de pánico, es locura. Tan simple como eso. Estoy mal y no hay forma de solucionarlo. Nada va a salvarme de mi misma porque yo no lo voy a permitir. Tampoco nadie va a salvarme porque simplemente no le importo a nadie.
- Voy a sacarte de ahí, Kiara.- habla ella de nuevo.- Solo espera un segundo.
Cosas se mueven por todo el lugar. Escucho cosas caerse y maldiciones rezongar en la penumbra. Se habían ido por un tiempo, pero han vuelto. Mis pesadillas son provocadas por él y nada las va a detener. Solo había dos maneras de pararlas y ahora estoy lejos utilizar la más rápida.
- Ten.- sus delgadas manos dejar algo en mis oídos y luego se apartan. Mi cama se hunde en un extremo pero sigo sin subir la mirada cuando el alivio comienza a sonar por mis auriculares.- Ya va a pasar, Kiki.
I've been spinning now for time
Couple women by my side
I got sinning on my mind
Sipping on red wine
I've been sitting here for ages
Ripping out the pages
How'd I get so faded?
How'd I get so faded?
Couple women by my side
I got sinning on my mind
Sipping on red wine
I've been sitting here for ages
Ripping out the pages
How'd I get so faded?
How'd I get so faded?
Escucho y murmuro la letra de la canción sin abrir los ojos. Las manos de ella están en mi cabeza, están dando caricias tranquilizadoras. Ella intenta ayudarme a salir del agujero en el estoy y por eso comienzo a llorar. Abro los ojos y me vuelvo a mirarla. La chica luce pálida, con la mirada caída por el trasnocho, el cabello fuera de la moñera y el pijama todo chueco. Ella me da una sonrisa cansada sin alejar sus manos de mi cabello y hombros. Yo no le correspondo su sonrisa porque no tengo fuerza para hacerlo y a duras penas le doy un asentimiento con la cabeza para darle las gracias y ella en respuesta solo levanta su pulgar derecho para mí.
Tarareo mientras Annie sigue Consolándome. Tiro mi cuerpo hacia atrás y descanso la cabeza en la almohada mientras los escalofríos se van de mi cuerpo y salgo de mi estado poco a poco. Desde ayer estoy teniendo pesadillas, llego cansada al dormitorio y se me olvida ponerme los audífonos entonces me quedo dormida de esa forma. Levanto el teléfono un poco y confirmo las dos de la mañana, ya es lunes así que debemos despertar temprano. Aquí está la loca de Kiara manteniendo a Annie despierta de nuevo.
- Lo siento.
- Está bien.- sonríe mirando la pantalla de mi celular.- Estamos aquí para ayudar ¡Recuérdalo!- sonrío sin muchas ganas y asiento con la cabeza.- ¿Se te está pasando?
- Si.
- Bien. No vuelvas a dormirte sin esto.- zarandea el celular y los audífonos, se coloca de pie y camina hacia su cama.- Descansa. Ya sabes, si me necesitas estoy a un almohadazo de distancia.
- Gracias.- murmuro antes de dejarme llevar a la deriva.
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- ¡Hora de comer par de wichas!- Reconozco los chillidos de Cleo y medio abro mi ojo derecho para mirarla.- ¡Arriba, arriba!
- ¿Estás de buen humor?- asiento ante el tono adormecido de Annie con la misma curiosidad.
- ¡No señorita, voy que quemo hoy!- nos reímos y ella se mete entre los gabinetes y busca nuestra ropa.- Solo trato de meterme en otras cosas para no acabar con lo que está a mi alrededor ¿Les parece buena estrategia?
- Maravillosa.- asiento con poca fuerza cuando me siento y rasco la parte trasera de mi espalda por la molestia del sujetador.- Solo que podrías haberla implementado con Becca y Bonnie.
- No hay la suficiente confianza todavía.
- Y, solo por preguntar ¿Qué te hizo pesar que con nosotras ya la tenias?- Murmura Annie sin sacar la cabeza de debajo de la almohada.
Yo me rio por la mueca ofendida y enojada en el rostro de Cleo y cojo el teléfono para ver la hora sin percatarme de la pequeña morena caminando hasta la cama de Annie y meter las manos debajo de la cama. Murmuro que no lo haga pero es demasiado tarde. Cleo ha sacado una fuerza gigantesca, oculta en su pequeña figura, y ha volteado el colcho de Ann. Mis carcajadas se disparan por lo alto cuando Annie se levanta echa una desorbitada del suelo y le grita a Cleo, la morena le dice que fue su culpa por jugar con su humor y entonces Annie busca apoyo en mi. Si a ver vamos, le tengo más miedo al temperamento de Cleo, asi que me hago la idiota y me levanto para prepararme con un baño rápido. Annie murmura la palabra traidora con resentimiento fingido y Cleo me da una mirada de aprobación y murmura que he sido inteligente.
Mi baño no dura más de dos minutos debido a que no lavo mi cabello. Salgo del baño ya con el uniforme puesto y me encuentro con Tim en medio de la habitación mientras las demás están hablando entretenidamente sobre el chico de la clase de arte que tanto molesta a Ann. Cuando la castaña se percata de que he salido deja a Cleo y se va al baño. Volviendo al chico, es adorable, no entiendo porque tanto problema con él. Solo ha intentado ser amable con la castaña y ella lo evade. Aun que me gustaría volver a aclarar eso, Annie se queja de que yo no me acerco a Style tampoco. Hay una diferencia enorme entre ese chico y Styles, ese chico ha sido amable con Ann y n cambio Harry lo único que ha hecho en mirarme y hacerme sentir incomoda –debo mencionar que me salvo de Mario- pero no lo hizo por nada en particular, solo por dársela de macho alfa.
Le doy un abrazo corto a Tim, ella me lo corresponde no muy segura y luego se aleja. Ha resultado ser demasiado callada y nosotras muy charlatanas. Ella no habla para nada, no tengo idea de lo que podría haber hecho para estar aquí, pero si de algo estoy segura es de la forma en que se comporto cuando Mario apareció frente a nosotras. El ego dominante de Mario la hizo retroceder de la misma forma en que yo lo hice, incluso se tenso de la misma manera. La he visto cuando Liam se le acerca y cuando Zayn viene a por mí, no le gusta tener contacto con las personas. Tal vez solo estoy imaginando que con nosotras es de la misma forma en cuanto a lo afectivo, o podría ser que aun no se siente cómoda. Yo tampoco soy muy dada con los hombres, hasta ahora solo Peter y Zayn pueden tocarme: Peter es Gay y Zayn me defiende del grandulón del lugar a diario. Me siento protegida por ambos.
- Estoy lista.- La castaña sale estirando su uniforme con ambas manos por encima de su abdomen.
- Por fin, Dios, crei que moriría de hambre.
- Como te quejas.- me rio del tono dramático de Cleo.
Cojo mi teléfono, lo escondo en el pequeño morral que tengo que utilizar para la clase de gimnasia y sus utensilios. Salgo de la habitación junto a las chicas sin cruzar ninguna palabra con ellas. Esta vez es Cleo la que se mantiene callada mientras Tim y Annie charlan, de nuevo, sobre el chico de la clase de pintura. Un brazo se enreda alrededor de mis hombro con camaradería y sorprendida por el acto echo mis ojos hacia la izquierda donde Cleo ha dejado a un lado su silencio y se ríe por la rabieta de Annie cuando Tim le dice que su parloteo d ese chico deja en claro que le gusta.
Por más que evaluó la situación tratando de entenderla, me enredo un poco. Es como si se tratara de un grupo de colegio, un grupo al que nunca pertenecí en mi vida. El brazo de Cleo, la sonrisa tímida pero divertida de Tim y la expresión ofendida de Ann cuando pide mi apoyo y yo le niego, es como si fuéramos amigas de toda la vida y aun mas resaltante es el hecho de que me siento parte de su vida en este momento. No pasan muchos minutos cuando nos encontramos a Becca y a Bonnie en el pasillo de los dormitorios y Becca pregunta porque Annie esta sonrojada. Tim comienza a contarles lo que ocurre y Ann se pone peor por la vergüenza y comienza a parlotear sobre las mentiras de la pequeña rubia. Becca le da una mirada de “es a ti a quien no le creo” y comienza a burlarse de ella. Bonnie no dice mucho pero sonríe levemente. Si Peter estuviera aquí de seguro estaría muy orgulloso de mi; pertenezco a un pequeño grupo.
No pasa mucho rato cuando ya estamos entrando y tomando unas bandejas en la cafetería. Tim, Ann y Becca son las primeras en poner comida en sus platos. Tomo un plato de avena, una banana y jugo de manzana. Cleo gruñe cuando no tomo los panqueques y entonces comienza nuestra pequeña guerra matutina por mis alimentos. Pero es que no tengo nada de apetito, podría jurar que desde que la conozco tengo unos cuantos kilitos encima. Bonnie toma lo mismo que yo para desayuno y es el colmo para la morena, yo solo me rio divertida por su reacción.
- ¿Es todo lo que comerás, Kiara?- pregunta ahora Annie cuando llegamos a la mesa de siempre.
- Sip, no tengo mucho apetito.
- Tú nunca tienes apetito.
- Cleo tiene razón.- murmura Tim luego mirando la bandeja de Bonnie.- ¿Tu tampoco tienes apetito?
- La avena es más que suficiente.- responde con corte, señal de que no quiere hablar del tema.
- Por eso están así de flacuchentas.- se queja Becca.
- Tú no eres muy gordita que digamos.- le respondo de vuelta con cierta diversión.
- No se debe a la baja alimentación, bebe.
- ¡Buenas!
Todas nos sobresaltamos cuando una bandeja se estrella en nuestra mesa y el chillido saludo también. Todas nos volvemos para ver a Louis Tomlinson sentarse justo entre Cleo y yo. Aprieto mis labios entre mis dientes para no reírme de la expresión en el rostro de Cleo. La morena esta apretando los cubiertos de tal forma que sus dedos ya se han vuelto blancos. Annie se toma su jugo sin quitar sus ojos de lo que pasa y eso me da más ganas de reírme.
- ¿Necesitas algo?
- Nada querida rubia.- le responde con diversión a Becca y esta se sobre salta por la melodiosa voz impetuosa del castaño.- Solo quería sentarme aquí esta mañana y desearle, a todas ustedes encantadoras damas, un muy feliz comienzo de semana.
Todas se quedan con los ojos enormes de la impresión hasta que Tim se ahoga con una porción de panqueque y yo le doy golpecitos en su espalda para que afloje.
- Pues, abríamos tenido un muy buen inicio de semana si tu no hubieses aparecido.
- No seas tan odiosa, corazón.- se hace el galán y le menea los hombros a Cleo tratando de captar su atención y ahí no puedo resistirlo más y me rio. Louis se voltea a verme y sonríe sin tanta exageración como lo hacía para molestar a Cleo.- Soy Louis.
- Kiara.- tomo su mano y el asiente.
- Ya sé quién eres.
- Genial, ahora lárgate.- escupe la morena con cierta ironía en su voz.
- Si, ya ve a ver si puso la gallina.- Becca hace un gesto de desinterés con la mano sin dirigirle la mirada.
- Gracias por desearnos una buena semana.- dice Tim con educación.
- Si, disculpa el mal humor de Cleo.- agrega Ann con algo de diversión. Mi compañera de cuarto esta algo divertida, al parecer se ha dado cuenta de que a Cleo le molesta este chico y ha encontrado su venganza. - Esta en sus días.
- Pues yo creo que siempre debe estar en sus días entonces.
Todas –incluidas Bonnie y Tim, y excluyendo a Cleo- estallamos en carcajada. Cleo coge el vaso de jugo y cuando Louis se vuelve para reírse con Bonnie –que cabe mencionar es muy chistosa cuando se ríe- Cleo levanta la mano pero yo logro atrapársela detrás de la espalda de Louis. La morena me mira con ganas de matarme pero no la dejo cumplir su cometido y le quito el vaso. Tomo dos respiraciones en señal de que ella las tome también y lo hace pero se nota que le cuesta.
- Louis, deja de molestarlas.- Liam se acerca.- Te dije que dejaras de Probar a Cleo.- Louis bufa por los regaños de Liam.- Buenos días, señoritas.
- Buenos días.- asentimos todas.
Liam se acerca a mi derecha y comienza a preguntarle a Tim algunas cosas que no alcanzo a escuchar. El castaño tiene cierto brillo en sus ojos, es difícil sentirse amenazada por él, pero aun así tiene algo que te hace querer mantener distancia. Al igual que todas las personas en este lugar. Me concentro unos segundos en mi comida hasta que estoy llena. No he comido casi nada, solo la banana y un tercio de mi avena. La dejo a un lado y subo la mirada, ajena de las conversaciones en la mesa. Esta vez no tengo que voltear la cabeza para encontrarme con los ojos de Harry. Esta sentado justo al frente de nosotras, con sus ojos sobre mi hasta que se da cuenta de que le regreso la mirada y se gira hacia su plato. Puedo sentir el rubor en mis mejillas mientras lo miro y me avergüenzo por las miradas intercambiadas. El es muy extraño. La mayoría de los hombres que he conocido no son de esa forma con las chicas, por eso nunca me les acerco. A su derecha esta Zayn quien me regala una picada de ojos y yo me rio. Es increíble. El no es muy dado con la gente, pero conmigo se ha comportado bastante bien. Es como si tuviera que esconderse de los demás. Es un gran chico, pero le gusta ser el otro patán del lugar.
- Kiara, termina tu comida.- la voz de Tim me trae de regreso. Liam se ha marchado y Louis ya está por irse también.
- No quiero, ya estoy llena.
- ¡Pero si no has comido un carajo!- chilla Becca.- Ojos de venado, tienes que comer.
- Hoy es día de Gimnasia. – agrega Bonnie.
- Estoy bien así, tranquilas.
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Hemos hecho demasiadas cosas. Mi cabeza esta echa un completo lio. Quiero sentarme para descansar unos minutos pero el entrenador Parker no nos deja tomar ni unos minutos de descanso. Tim no para de murmurar su cansancio y Cleo de maldecir al mundo por inventar esta doctrina. Annie simplemente ha fingido un dolor de estomago y se ha marchado, el entrenador se lo ha creído, y la ha dejado marchar así de fácil.
Luego de hacer cualquier cantidad de piruetas en las alfombras y otros circuitos de ejercicios, lo siguiente ha sido correr vueltas alrededor del gimnasio. Llevamos exactamente diez vueltas. Tengo que mencionar de nuevo mi dolor de cabeza y lo cansada que me siento. Se supone que esta clase es para hacernos sentir más fuertes, pero lo único que puedo sentir – a demás de la mirada de Harry siguiéndome- es cansancio, baja presión, mareada y demasiado débil. Me detengo en seco cuando mi cuerpo ya no puede más y se me van los tiempos así que me apoyo del poste de baloncesto y tomo varias respiraciones. El calor abandona mi cuerpo y las defensas se van con él. Las respiraciones son profundas, pero no consigo que mi cabeza deje de girar así que me agarro más fuerte del poste aun tambaleándome.
- Oye.- la mano de Zayn está sobre mi hombro.- ¿Kiara, que te pasa?
- No. Me. Siento. Bien – respondo en un murmullo entrecortado.
- Estas pálida.- pasa las manos por la frente, como si tomara mi temperatura.- Y estas muy fría, Kiara.- escucho el deje de preocupación en su voz y medio sonrió. Pero no tengo fuerzas para moverme ni responderle.
- Ve a traerle agua, yo la sostengo.- llega Tim tomándome los hombros.- Respira profundo varias veces, Kiki.
- ¡Te dije que comieras bien!- ruge Cleo a mi lado. Eso ya lo se.
- Jesús, está bastante pálida.
Casi no escucho con nitidez la voz de Becca cuando mi cuerpo se va hacia abajo y lo que me mantenía levantada se ha marchado dejándome entre unos brazos y pecho ancho antes de quedar completamente inconsciente.
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Abro mis ojos poco a poco cuando despierto y me encuentro perturbada observando los distintos móviles sobre mi cabeza. Examino la habitación: artefactos médicos, paredes blancas y azules y Tim sentada junto a mi cama mirando la pantalla del televisor en la pared. Tratando de salir de mi confusión, me ventó un poco pero algo me limita a sentarme recta. Tengo una vía en la parte frontal de mi mano.
Tim se percata de que estoy despierta y se levanta de su silla para atenderme. Me pasa una copa con agua y una pequeña pastilla blanca que asumo me la ha mandado el médico para este dolor de cabeza que siento por haberme desmayado.
- ¿Cómo te sientes?
- Débil, pero mejor que hace un rato.- ella asiente con el ceño contraído.- ¿Cuánto he estado inconsciente?
- Pues ya van una hora y quince minutos desde que te trajimos con la ayuda de Harry.
- ¿Harry?- inquiero con los ojos fuera de órbita. No recuerdo mucho de cuando me desmaye, pero él no estaba cerca de mí.
- Si, él fue quien te atrapo antes de que tocaras el suelo.- asegura luego de dejar la copa en la mesita.- Kiara, tienes que alimentarte bien. Con o sin apetito Cleo te meterá la comida a la boca y aseguro que no será de la que te gusta.
Cuando estoy a punto de responder soy interrumpida por la presencia de una enfermera y del doctor Philip que comienza saludándome y preguntando cómo me siento mientras examina la tablilla entre sus manos con lo que supongo son exámenes que me han hecho mientras estaba inconsciente. Comienza con la cosa de mi desmayo y que se debe a mi mala alimentación –algo que ya se- pero también menciono algo sobre que no dormía lo suficiente. Reconozco que tengo pequeñas ojeras, pero no es para tanto, casi ni se notan y tampoco es que me desvelo porque si. De hecho solo pasa con las pesadillas, o sea, dos noches seguidas desde que estoy en ese lugar y fueron anoche y la noche del sábado. Lo demás que menciona es algo sobre la baja presión y la glicemia, yo no le prestó mucha atención porque me muestro aun un tanto perturbada por la situación, pero Tim está escuchando atentamente todo lo que él está diciendo. Lo último que hace el doctor es pedirme que me levante de la cama ya que desean pesarme. Trato de no tropezar con la vía y la enferma me ayuda a ponerme de pie y llevarme junto al peso.
Mi mirada avanza un tanto incomoda por la habitación hasta que caigo n Tim. Ella se muestra demasiado concentrada en lo que hace el doctor conmigo, es como si tomara notas de lo que tiene que hacer. Peter solía hacer eso por mí, luego regresábamos a casa y él me hacia tomar un baño con espuma y agua caliente para que yo me quedara tranquila. Sonrío ante el recuerdo de mi mejor amigo y la preocupación de la rubia e inmediatamente comienzo a sentirme culpable por hacer que la gente –que al parecer le importo- se preocupe por mí.
- Bueno, estas diez kilos por debajo de tu peso promedio.- la noticia del pelinegro es como un balde de agua fría y de inmediato capta mi atención y me vuelvo a mirarlo.
- Eso es imposible, antes de llegar aquí estaba en seis kilos.
- Pues has logrado sacarte cuatro kilos más, Kiara. – afirma completamente seguro y se pone de pie. Se cruza de brazos y examina la balanza mientras piensa en algo.- Según tengo entendido, tú no tienes problemas del tipo: Anorexia o bulimia.- toma una pausa.- Tu problema no es con verte delgada, es que por algún motivo no te da apetito así que no comes bien. – asiento- Sin embargo, una anemia podría resultar mucho peor que la anorexia, señorita Hoffman.
- Eso ya me lo han dicho.- intervengo con mínimo de voz- aun así, tomo vitaminas, o al menos las tomaba. Me las sacaron del bolso cuando llegue aquí.
- Eso es porque podrías haberlas mezclado con otra cosa.- el sonríe con cierta diversión maliciosa y se aleja hasta los estantes tomando un frasco y volviendo.- Ten, aquí están unas vitaminas. Aun así te voy a dar una dieta para que la sigas pie a pie, tengas o no apetito.
- No se preocupe, yo voy a estar pendiente de eso.- asegura Tim.
- Muy bien, la dieta comienza desde hoy a partir de la hora del almuerzo.- el extiende un papel hacia mí, pero Tim lo agarra primero.- Son seis comidas, ni más ni menos. Quiero que vengas dentro de dos semanas para comprobarte de nuevo. Y tomate hoy y mañana de reposo con la vía de suero.
- De acuerdo, muchas gracias doctor.- asiento con la cabeza y el intenta poner su mano en mi hombro, pero me alejo de un salto. El pelinegro me mira unos segundos y su mirada se vuelve nostálgica y algo cansada, como si sintiera tristeza, entonces se vuelve a ver a Tim.
- Bien, recuerda que tú también debes venir a chequeo.
La rubia asiente con la cabeza y se da la vuelta para tomar mi bolso. La enfermera me pasa el tubo donde esta mi suero y me dice que debo llevármelo y que una vez que se termine entre hoy y mañana, venga para que ella me lo cambie y el miércoles para quitármelo. La rubia es la primera en salir de la enfermería cuando escuchamos el rugido que se, es de Cleo.
- Dime que ya despertó, así la pongo a dormir de nuevo.- Me rio y asomo la cabeza por la puerta dándole un saludo con mi mano disponible. – ¿Ves como eres? Te he dicho que comas.
- Todas le hemos dicho.- afirma Annie cruzándose de brazos.
- ¿Cómo te sientes?
- Mejor.- le respondo a Bonnie.- ¿Dónde está Becca?
- En una de sus clases.- me responde Cleo un poco más calmada.- ¿Qué ha dicho el médico?
Tim les explica sobre el reposo y la dieta. Ahora que ha pasado todo allí dentro puedo caer en cuenta con que Harry ha sido quien me trajo a la enfermería. Miro la vía en mi mano para ocultar el rubor de mis mejillas. Por supuesto tendría que haberme traído un hombre, las chicas- aunque soy delgada- no podría haberme traído. Pero nunca hubiera creído que él me traería, es tan odioso y evasivo siempre. Mi sonrisa es borrada por Annie.
- Dame esa lista, estaré pendiente de ella.
- No, yo me encargare no te preocupes.
- Creo que todas deberíamos tener una copia.- agrega Cleo y por algún motivo me siento ofendida.
- Oigan, yo tendré mi dieta.
- Pues claro que no.- rezonga Annie.- Ni de chiste te reíste.
- Confíen en mi, ustedes tiene problemas con los que lidiar.- le quito la lista a Tim de las manos.- Y no necesito que sean mis niñeras.
- Oye, somos lo más parecido a unas amigas…
- Eso es lo que quiero.- interrumpo a Cleo- Quiero lo que nunca tuve: Amigas. Niñeras ya he tenido demasiadas.
- Kiara, ¿cómo nos pides que confiemos en ti?- pregunta suavemente la rubia- Kiki, ¿no ves que eres muy linda? No necesitas hacerte eso.
- Ok, esto está fuera de contexto.- niego con la cabeza.- No soy anoréxica, no sufro ese tipo de trastorno psicológico. Destruí mi estomago con demasiadas cosas, no puedo comer hasta cierto puto o comienzo a vomitar y a sentirme pésimo. Odio vomitar, todo mi cuerpo lo hace. Perdí el apetito debido a eso, no quiero vomitar nunca más, lo odio. Estoy loca pero no soy ese tipo de niña idiota con problemas por su peso. Si bien no soy muy positiva conmigo misma nunca me haría algo como eso, no me siento la vaca mariposa. Solo no tengo apetito por lo que ya explique.
Ellas se quedan calladas por unos minutos. Bonnie se pasa las manos por su cuerpo con ansiedad demasiadas veces, Tim esta con la vista fija en la pared sin comentar nada y Cleo tiene sus ojos en mi, y como siempre, ella es la primeras en hablar.
- Bien, tienes razón, necesitas amigas no niñeras y eso vamos a ser.- toma una respiración- Comprendo lo que dices y te creo, comprendo el daño estomacal que tienes y tu miedo. Pero solo prométenos que vas a cumplir con esa adieta o yo misma te voy a matar.- ella me señala de forma firme con su dedo y yo me rio.- Y voy a sacarle copia a esa hoja en este momento.
- Hecho.
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El despertado suena a las doce del medio dia y doy vueltas en mi cama con pereza. La pastilla que m dio Tim en la enfermería me hizo dormir como un bebe. Abro el cuaderno de dibujo y compruebo el retrato de mi madre. Susurro un saludo con tristeza y me llevo la mano al pecho para tocar mi cadena. Tal vez las cosas hubieran sido mucho más bonitas si ellos no me hubiesen dejado aquí. Tal vez no habría cometido estos errores, quizás no lidiaría con la maldad de mis primos y los morbosos ojos de mi tío, no hubiese sido la rechazada por la sociedad de la que mi tía era líder, tendría más amigos y un gran grupo de amigas de instituto, uno como el que tengo ahora. Lo triste de este grupo del que formo parte ahora, es que todas tuvimos que llegar a un punto psicótico para poder conocernos en el momento cumbre de nuestras vidas y no como simples adolecentes queriendo disfrutar.
Paso los dedos por mi rostro y seco dos lagrimas que se me han escapado y luego cierro el cuaderno y lo escondo bajo mi almohada de nuevo. Debo consultar la lista e ir a comer, así que me siento para desperezarme. Cuando volteo hacia la mesita de noche entre mi cama y la de Annie, me consigo una bandeja de comida con un embase sellado, un vaso de jugo y otro embase un poco más pequeño. Sonrío feliz y agradecida de que las chicas se preocuparan en traerme la comida. Junto a él embase se encuentra una pequeña nota escrita con bolígrafo.
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Abro el embase luego de dejar la nota a un lado y descubro lo que tiene cada compartimiento. No es un súper plato de comida, pero se ve balanceado y tiene cosas que no me gustan que tenga que comerlas; crema de apio, calabacines rellenos de carne y pollo, horneados con queso y puré de papa. Tomo una profunda respiración cuando tomo los cubiertos entre mis manos y comienzo a probar primero los calabacines rellenos.
Cuando termino, resulta que no ha sabido mal lo que he comido, los calabacines resultaron exquisitos y la sopa me ha dado más sueño. Dejo el embase de nuevo en la bandeja y me tomo el jugo de manzana hasta el final. Asumo que el embase pequeño es la merienda y lo compruebo cuando confirmo los pequeños panqueques de Avena con miel de maple y banana. Esto debo comérmelo a las cuatro de la tarde. Dejo todo en su lugar y me levanto a tomarme la pastilla que va después de cada comida y vuelvo a costarme con mis audífonos dejando una alarma para las cuatro de la tarde. No pasa mucho tiempo cuando ya estoy dormida de nuevo.
A la hora de la cena también me han dejado comida y otra nota:
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La cena y la merienda de la misma, estaban sobre mi mesita de noche otra vez. Esta vez se trataba de Pizza integral, tenia acelga, entre otros montes bien feo, pero tuve que comerlos. Estoy reaccionando muy rápido ante el tratamiento del médico, pero se debe a que no quiero preocuparme de tener anemia también, ya tengo suficiente con mis ataques de pánico y las pesadillas.
Me doy un baño rápido para salir y tomar mi merienda. Me pongo el pijama y seco mi cabello antes de tirarme a la cama. Pongo mi teléfono a un lado para estar pendiente de las respuestas de Peter, le he informado de lo que paso en la mañana y no está muy feliz. Pero mando muchas risitas cuando le envié fotos de lo que había comido. Cuando Ann entra a la habitación, estoy dándole el tercer mordisco a mi manzana. Ella me sonríe y yo – con la boca llena de manzana masticada- le saco la lengua.
- ¡Qué asquerosa, Kiara!- se mofa mientras se acerca a mi vía.- La bolsa de suero va un poco mas debajo de la mitad, que curioso, no se gastan tan rápido en los hospitales.
- Es porque esta no es de esas bolsas grandes.- le explico.- mañana tendré que cambiarla para el resto del día.- ella asiente y me saca la manzana de las manos para darle un mordisco.- Por cierto, gracias por traerme comida.
- ¿Qué?
- La comida. Gracias, estuvo buena.- señalo la bandeja.
- Yo no te he traído nada, Kiki.- asegura ella con el entrecejo contraído por la confusión. Entonces me confundo yo también.- Se supone que tu tendrías que ir con Garrett y el te traería la comida.
- Pues no fue así.- murmuro- Deben haber sido las chicas.
- Pues, puedo darte fe de que no fuimos ni Becca ni yo.- asegura la castaña mientras comienza a sacarse la ropa y toma una toalla.- Becca perdió su copia de tus alimentos.
- Pues deben haber sido las demás.
- Eso espero.
Yo también.
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Cuando desperté ya Annie se había ido y mi desayuno estaba sobre la mesita junto con mi merienda matutina. Luego de desayunar, me di un baño y me cambie de ropa para ir a la enfermería y cambiar la bolsita de suero. Ya que no estoy haciendo nada en el recinto, no necesito ponerme el uniforme; un jean y una franelilla de los Ramones color vino tinto. Termino de atar mis Vans y me voy. Camino por todo el pasillo de los dormitorios arrastrando la vía conmigo. Más de una mirada curiosa se asoma para mirar. Trato fuertemente no poner mala cara, pero no me gustan los curiosos. Los ignoro a todos –en especial al grupito de anoréxicas que cuchuchean sin quitarme los ojos de encima- y llego al área común.
Veo a Bonnie correr por el centro del pasillo y se despide aleteando su mano en mi dirección. Detrás de ella van corriendo de igual forma un chico rubio y el castaño de la clase de arte, ambos revisan una lista y toman rumbos diferentes luego de despedirse. Este lugar está resultando ser una preparatoria para locos. Es como estar en la escuela, solo que aun no tengo a nadie pisándome los talones para molestarme y la verdad, espero que no pase.
Cuando avanzo entre los pasillos me encuentro con la rubia cabellera de Becca, ella asiente con la cabeza en mi dirección y yo le sonrío en respuesta. Ella continúa charlando con un chico que me da la espalda y me detengo entre el muro y la columna un tanto perturbada. Puedo reconoces esa mata de pelo: Harry. Ellos están charlando tranquilamente e incluso ella le da un manotazo juguetón en el brazo. Bueno tal parece que no es tan malo, esta charlando con Becca y tengo entendido que ella no es muy tolerante de los niños de papi. La rubia se separa de él y hace una seña con la mano de que me acerque, entonces él se vuelve a mirarme y es como una cachetada en el estomago. Los rasgos de Harry son finos, su cabello parece brócoli –es precioso- y luego están sus ojos, son sin duda lo más lindo. Es imposible no intimidarse pero sentir paz al mismo tiempo. Me gustaría tanto saber lo que esconde.
- ¿Cómo te sientes hoy, Kiara?- pregunta la rubia una vez que llego frente a ellos.
- Estoy mejor, gracias.- hago mi mayor esfuerzo por mantener un tono normal, pero sale algo raro.- ¿No tienes clases hoy?
- Tengo que ir a la clase de Arte. Pensé que tú también irías, pero las chicas me contaron lo del reposo.- toma una pausa para rascar su cabeza.- Por cierto, me dieron una lista de tus alimentos, pero la perdí.
- Deberías irte a la enfermería.- interviene Harry por primera vez. No me dirige mirada alguna, solo señala a mi vía.- La bolsa de suero está vacía.
- Ahm.- llevo la mano a mis labios con nerviosismo y miro la bolsa también.- Si, de hecho allá m dirigía.
- Deja de ser tan rígido, no te soporto.
- Para no soportarme lo disimulas muy bien.- El chico se encoge de hombros con indiferencia y Becca hace un gesto con la mano restándole importancia. El ojiverde me da una mirada apreciativa de arriba abajo y luego se queda en mi rostro.- Te vez mejor, estabas muy pálida ayer.- mis mejillas reaccionan antes que yo.
- Oh, sí muchas gracias por llevarme hasta la enfermería.- mi voz sale algo dudosa pero logro terminar la oración. Los ojos de Harry se abren como metras y desvía la mirada hacia otro lado. Lleva una de sus manos a su nariz para pellizcarla, no había notado que esta roja, supongo que tiene alergias. – Tim me dijo que tú me habías llevado, así que gracias.- esta vez sueno un poco más seguro y educada. El solo se encoje de hombros y alcanzo a ver cierto rubor en sus mejillas. Genial, lo he avergonzado.
- No fue nada.- se suena la garganta y se cruza de brazos para darme una mirada rápida con el ceño fruncido.- Cualquiera lo habría hecho, solo que yo estaba más cerca.
- Aun así, gracias.
- Deberías…
- ¡Kiara!- Becca es interrumpida por el acento pronunciado de Zayn, cuyos brazos no tardan en estar a mí alrededor. Giro mi cuello y le brindo una gran sonrisa que el corresponde de inmediato antes de prestarle atención a las otras dos personas. Entonces sonríe con malicia. - ¿Estas molestando a Kiara, Styles?
- Si lo hiciera no sería tu problema igual.- Harry levanta el brazo y lo pasa en los hombros de Becca de la misma forma en que Zayn lo hace conmigo, la diferencia es que Becca no le da una sonrisa, sino, que pone los ojos en blanco.- Becca solo quería asegurarse del bienestar de su amiga. Ya nos íbamos al curso de arte.
- Pues me alegra saber que no estás molestando a mi Kiki.- agrega Zayn apretándome más fuerte contra él. Harry lo imita y Becca mira confundida a todos los lados de la misma forma en que yo estoy confundida. De pronto me siento en medio de una batalla.- ¿A dónde iba mi pequeño Pony?- Hago una mueca exagerada cuando escucho la palabra “Pony” en los labios y la voz de Zayn. ¿De verdad lo dijo? Aun con ese ridículo diminutivo, Zayn se logra ver bastante siniestro.
- Ahm. Yo. Ahm. Enfermeria.- Suelto no muy segura y demasiado confundida. Zayn da miedo justo ahora. Su mirada esta brillante y la de Harry igual, como si estuvieran peleando justo ahora.- Si, iba a la enfermería a cambiar la bolsa de Suero.
- Bien, te acompaño.- afirma, con demasiada fuerza diría yo. Se voltea hacia los otros dos y hace un gesto con ambas manos con desinterés. Pero ese brillo en sus ojos me confirma que no está muy desinteresado en la situación, todo lo contrario, se ve mas territorial y pretencioso que nunca. Puedo decir lo mismo del gesto de Harry.- Que tengas un día agradable.
- Bien, ya vámonos antes de que sigan haciendo el ridículo.- murmura Becca bastante bajo. Pero no lo suficiente como para ganarse una mirada asesina e intimidante de Zayn. Esta solo trata de ignorarla y se despide de mi.
Harry le murmura algo a Zayn en el oído que no alcanzo a escuchar por más que lo intento y luego toma a Becca de los hombros y se marchan. Zayn farfulla todo brabucón y luego me toma para llevarme a la enfermería. ¿Cuán raro podría haber sido eso? Ellos estaban retándose con la mirada y diciendo estupideces. No lo resisto asi que digo algo.
- ¿Pony? ¿Kiki?- pregunto toda hecha un lio en el cerebro y el suelta una leve carcajada.
- ¿No te gusta que te llame así?
- Tu nunca me has dicho así.- aseguro.- Te burlaste de mi cuando Annie me dijo Kiki, dijiste que así hacían los gayos. Y el diminutivo “Pony” no es algo que escuchemos de la boca de un chico como tú.
- Tienes razón, es ridículo.- se ríe.- Pero no hay nada que mejore mí mañana que una competencia con Styles.
- ¿Qué teníamos que ver nosotras?
- Nada en especial.- hace unos segundos estaba riéndose y ahora todo rastro de risa se ha marchado y vuelve a ser el chico frio de Boyra.- Competimos por cualquier cosa, sabes eso.
Decido no preguntar nada más. No me gusta tratar con el frio Zayn, suele ser demasiado cortante y bastante evasivo, así que mantengo mi silencio hasta que llegamos a la enfermería. El moreno se queda conmigo mientras la enfermera –quien no para de darle miraditas de esas- me cambia la bolsa de suero y me pregunta, sin mucho interés, como sigo. Luego de unos minutos, salgo de la enfermería. Zayn se mantiene dentro de la habitación unos segundos más que yo, charlando algo cercano a la enfermera. Entonces la examino: Piernas largas, cabello negro, ojos grises, labrios hinchados, una figura de modelo y un pequeño traje de enfermera, decente, pero de enfermera aun así.
- ¿Todo bien?- pregunto una vez que el moreno sale con una enorme sonrisa en el rostro de ganador y monta su brazo sobre mí.
- Todo excelente, Ky.
No pregunto nada y sigo caminando, no tengo que escuchar lo que hablaron para saber que estaban ligando. En cuanto vuelvo a mi habitación, Zayn promete venir por mí para ir a la biblioteca y que lo ayude con la investigación que pidió ayer el Psicólogo de la clase de Guía de Vida, entonces se va y yo me echo a mi cama con mi cuaderno de dibujo luego de tomarme la pastilla. No pasa mucho rato cuando mis ojos comienzan a cerrarse y caigo profundamente dormida con la música de Sam Smith en mis oídos.
Última edición por Ariel. el Lun 02 Mayo 2016, 11:49 am, editado 3 veces
Ariel.
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Re: Tell your story |nc|
Capitulo 10/2
- Pues yo no he sido.- repite Cleo en tono cansón.
- ¿estás segura de que Tim tampoco ha sido?- insisto y me gano unos ojos en blanco de su parte.
- Ya te dije que no.
Bueno, no han sido ninguna de las chicas y tampoco Zayn, los que me han estado alimentando. Cuando desperté de la siesta matutina tenía el almuerzo y la merienda en la mesita de noche. Cuando Cleo y Annie entraron al dormitorio para echarme un ojo apenas estaba comiendo mi almuerzo. He pasado la mayoría de las horas, entre la una y las tres, insistiendo en que me digan quien me trae de comer. Pero estoy comenzando a asustarme. Temprano, cuando Zayn me acompaño a la enfermería y de regreso, me dijo que él no me había traído nada, que aun que lo pensó luego se distrajo haciendo cosas que yo no necesitaba escuchar para saber que eran. Últimamente me he dado cuenta que le gusta jugar al gato y el ratón dentro de la biblioteca. Entonces, le pregunto a Cleo, que es mi última sugerencia, y ni ella ni Tim lo han hecho. Me faltaría preguntarle a Bonnie, pero estoy casi segura de que la chica no siente en confianza como para hacer algo así, es demasiado rígida la mayoría del tiempo.
- Está comenzando a asustarme.- murmuro mientras muerdo mi manzana y Cleo me la arrebata de las manos.- Ey.
- ¿No has pensado en que esto podría tener algo?
- Pues no he muerto aun.- le saco la manzana.- Puede que Garrett me lo trajera.
- Hola.
Me vuelvo sobre mis hombros para saludar a Tim y a – por más extraño que parezca- Liam venía con ella. El castaño asomo la cabeza por la puerta para asegurarse de que nadie los había visto y luego la cerró. Antes de que lo hiciera, Tim, prácticamente, corrió hacia nosotras para mantenerse lejos de él.
- ¿Cómo te sientes?
- Bien.- respondo confundida.- ¿Estás bien tu?- ella parpadea unas cuantas veces y luego asiente.
- ¿Qué haces aquí, antipatiquin*?- inquiere Annie saliendo del baño.
- Vine a ver como sigue Ky.- responde sin mucho interés.- También vine a decirles que la banda va a reanudar los ensayos el viernes y harán audiciones mañana y el jueves. Son obligatorias. –lo ultimo lo dice mirándome a mí.
- No soy cantante.
- Ni yo.
Liam, Cleo y Annie comienzan a hablar sobre lo ridículo que es eso de que nos obliguen a todos a hacer la audición para la banda o el coro, sea como sea. Y la verdad si tiene razón, hay personas que no les gusta y hay otras que sí, que audicionen los que quiera seria lo justo. Mientras los otros discuten, me concentro en el semblante nervioso de Tim en estos momentos. La empujo amistosamente con mis hombros, le doy una sonrisa suave y ella me corresponde.
- Sé que ambas somos bastante tímidas.- murmuro con cariño y ella asiente.- Pero entre las dos, yo soy un poco más suelta. Estoy tratando fuertemente de superar algunas cosas, cosas que, creo, tú también pasaste. Sé que no hablas acerca de eso pero aun así yo puedo verlo.- Los ojos de Tim se abren de manera exagerada y yo hago el mejor de mis esfuerzos por darle una sonrisa dulce.-Yo sé lo que se siente. Odio que ellos me toquen, no me gusta que se me acerquen y me siento acorralada cuando están a solas conmigo. Simplemente no puedo confiar en ese algo que me ha hecho tanto daño. Solo puedo permitir que Peter y, ahora, Zayn me toquen.- Ella, sin decir absolutamente nada, mira en dirección a las otras tres personas y asiente con la cabeza.-Liam se ve intimidante, fuerte y bastante antipático. Aun así, no creo que se atreva a hacerte daño, creo que nadie que conozca a Cleo se atrevería a meterse con alguien de su entorno.- Sin previo avisa la rubia se ríe de mi pequeño chiste.- ¡He, que linda risa!
- Gracias.- murmura con sus mejillas enardecidas- Aun así, no creo que el que tu me comprendas mejore en algo mi poca fe en mi misa.
- Yo creo que el que hagas un amigo, sin una vagina, no te haría daño.
- ¿Cómo es que le das ánimos y fe a los demás pero contigo es todo lo contrario?
- Eso es algo que Peter siempre me critico.- rio.- Pero mí respuesta seria la misma que la tuya hace cinco segundos: No tengo fe en mi misma.
Ella simplemente asiente con la cabeza y juega con mi teléfono entre sus dedos. Liam se va siendo seguido por Cleo y Annie. Ambas chicas queriendo montar una queja por la audición y que no harán el ridículo haciendo tal cosa. Tim se voltea con una mirada con cierto brillo optimista.
- ¿No te da pena la audición?
- Ahm, pena me daría hacerla con esta cosa.- señalo la vía.- Tengo que ir a quitarme a las siete. ¿Te pone nerviosa?
- Nunca he cantado en público.
- Yo hace años que no lo hago. Estudie música cuando viví con mis padres, se tocar el piano y la guitarra.
- De seguro le harás bien.
- No lo sé. Ahora es diferente, no algo que haga seguido y se lo muestre a la gente. Cierta pena me da.- me rio y ella igual. Miro la hora en la pantalla y compruebo las cinco de la tarde. Entonces recuerdo algo.
- Oye, Tim.
- ¿Mhm?
- ¿Tú no me has estado trayendo comida?
- Sabes, iba a preguntarte por eso. Ann estaba preocupada.
Genial, Cleo tenía razón.
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- ¿Estas tomándote las vitaminas?
- Si- farfullo por tercera vez a Zayn mientras caminamos hacia la biblioteca.- Para de preguntarme.
- Solo estoy asegurándome, Ky.
- Ya.- me rio y palmeo su estomago para recriminarle una cosita- puedo preguntar ¿Qué estuviste haciendo ayer? ¿Por qué no fuiste por mí para venir aquí?
- No creo que tus pequeñas orejas de roedor quieran escuchar eso.
- No tengo orejas de roedor.- me llevo las manos a mis orejas y las toco un poco ofendida. El comienza a reírse.
- Como digas.
El buen humor de Zayn desvanece de la nada y me quedo atónita por lo bipolar que puede llegar a ser el moreno. Hace un segundo estaba burlándose de mí y riendo como si fuera un día de júbilo y ahora está con su mejor cara de culo, prepotente, obstinado y antipático como siempre. Suelto un largo, bien largo, suspiro cansado y busco el punto en que se fija su mirada de “Le quito las cabezas a tus barbies y las ruedas a tus carritos” y encuentro a Harry con un libro entre sus manos y junto a él están Becca y Bonnie con otros libros y cuadernos. Las chicas no se dan cuenta de nuestra presencia, pero Harry sube la mira justo cuando dejo de mirarlas a ellas y estoy viéndolo a él. Los ojos verdes de Harry escanean la forma en que el brazo de Zayn está sobre mis hombros y de pronto es como si ese gesto estuviera mal y fuera grosero de nuestra parte y me muevo incomoda.
- Vayamos por los libros, Ky.
Ni siquiera respondo cuando soy llevada lejos de los impetuosos ojos de Harry y encaminada a los atriles de los libros. Mientras Zayn toma lo que necesita yo veo mis pies. Zayn logra intimidar a mucha gente, a mi me intimido mi primer día en este lugar, ahora no lo hace y es genial. Pero por algún extraño motivo, aunque Zayn tiene más pinta de matón, Harry me intimida al igual que me alivia. Ese chico tiene los mismos trastornos de temperamento que sufre Malik. Es engorroso.
- Te afecta la mirada de Styles.- no suena como una pregunta cuando lo suelta, mas bien es como una afirmación. Ordeno a mis mejillas no sonrojarse y para hacerlo bien tengo desviar mis ojos lejos de Zayn.
- No, solo que el tiende a mirarme de cierta forma antipática que me hace sentir incomoda.- en parte miento y en parte no lo estoy haciendo. El se da la vuelta de la estantería y me hace mirarlo cuando gira mis hombros.
- Es un cabron, no dejes que te moleste.
- ¿Es peor que tú?
- Nadie es mejor que yo.- se mofa.
- No dije mejor, dije peor.- me burlo de él.
- El ser el tipo más jodido de este lugar me hace el mejor.- abre sus brazos con aire de grandeza y yo le pongo los ojos en blanco.
- Nah, solo te hace el peor cabron de Boyra.- me rio y él hace una mueca de “tonta” con su rostro y sacude mi medio recogido para volver a cubrirme e ir a una mesa.
Nos sentamos en una mesa más atrás de la de Harry y las chicas. Zayn comienza a buscar en los libros mientras yo espero que encuentre algo y así lo paso al cuaderno. Observo la espalda de Harry de manera descuidada, lleva un suéter Nike color gris plomo y esta algo despeinado pero le luce genial. Es impresionante como a alguien con ese cabello rizado le puede quedar bien un estilo descuidado, es lindo. Harry sube las mangas de su suéter mientras le explica algo a Louis, quien acaba de llegar, y alcanzo a ver sus tatuajes. No alcanzo a detallarlos del todo, pero cuando estoy concentrándome en hacerlo, Louis intercepta mi mirada y me saluda. Mis mejillas comienzan a arder y, tratando de disimular, le devuelvo el saludo a Louis. Entonces Harry se da la vuelta y me da una mirada. Me escanea el rostro unos segundo y como si intentara darme una sonrisa, sus labios se mueven y lo que sale logra parecerse más a una mueca dudosa. El se voltea y sigue hablando con el castaño, entonces Bonnie se marcha y Becca se levanta y viene hasta mi mesa.
- ¿Puedo sentarme aquí?- pregunta sin apartar la mirada de mi. Con una sonrisa asiento con la cabeza.
- Claro.- La rubia se sienta aun sin darle mirada alguna al moreno que la estudia con cierto recelo a mi lado. Pellizco la pierna de Zayn y me gano una mala mirada, pero no me importa y me encojo de hombros dándole una mirada de “Compórtate” y el solo se mofa y continua en el libro.- ¿Qué tienes que hacer, Bec?
- Pues buscarle sentido a mi vida.- responde con un hilo de ironía en su voz.
- Pues estas en el lugar incorrecto, princesa. Llevo un tiempo aquí y sigo igual, no te hagas la especial creyendo que contigo funcionara.- suena tan rudo que le doy otro pellizco, uno más fuerte y él me fulmina con la mirada y susurra un “Ay”.
- Bueno, tal vez no ha funcionado contigo porque eres de mente débil.
- Estas aquí nena, creo que es un rasgo que compartimos.
- La diferencia es que yo no soy un cerdo antipático y engreído que va caminando por todo Boyra, alardeando de ser el rey leo del lugar cuando ni siquiera llegas a ser el pez en el charco donde bebemos los demás.- Me muerdo los labios para evitar que mi mandíbula caiga del todo al suelo y para que la risa no salga. El rostro de Zayn esta rojo de la ira y la rubia está bastante segura de sus palabras pero se muestra algo torpe ante la mirada del moreno. Debería besarla por ser tan ruda con él, se lo merece por idiota.
- Deberías tener cuidado con lo que dices.- amenaza, suave pero tosco. Se me erizan los vellos del cuerpo.
- Perro que ladra no muerde.
- Yo…
- Insisto princesa, aunque seas una retorcida para estar aquí aun no llegas a compararte conmigo.- el tono frio de Zayn está comenzando a asustarme. Entonces mis manos comienzan a temblar sobre mis rodillas y mi cabello esta picando. Me ha interrumpido de manera osca y fría, tal y como Mario utiliza su voz para acecharme.- No quieres conocerme por las malas.
- Y tampoco por las buenas, simplemente no me interesa conocerte.- Becca se levanta y coge sus cosas.- Nos vemos luego, Kiki.
Mientras Becca sale de la biblioteca yo me levanto chirriando la silla y caminando rápido hacia los estantes para dejar que la respiración vuelva a mi cuerpo. Zayn a logrado asustarme más a mí que a la misma Becca. Sé que sus palabras no eran para mi, se perfectamente eso, se que el solo estaba intentado intimidarla con su fachada de brabucón, se que él en realidad no es tan así. Pero como le explico a mi auto preservación y a mi respiración que deben volver porque Zayn no es como Mario y tampoco como Fabio o mi tío
- Ky.- escucho la voz de Zayn a mis espaldas. Esta distante aunque está detrás de mi.-Kiara, ¿Qué te pasa?- tomo varias respiraciones para intentar responderle pero estoy privada por el susto. Así es, puedo quedarme sin aire tan rápido como puedo respirar. El moreno intenta sacarme el libro del rostro pero no lo dejo. -Oye, respóndeme. Respira Kiara, ¿Qué ocurre?
- ¿Qué le hiciste?- inquiere otra voz masculina detrás de nosotros y la reconozco como la Harry.- Maldición, esta tildada ¿Qué le hiciste?
- ¡No le hice nada, Imbécil!- ataca Zayn.- Voy a ir por la enfermera.
Intento con todas mis fuerza gritarle que no llame a la enfermera y que estaré bien. Pero no puedo respirar bien. Trato de convencer a mi cuerpo de que no tengo miedo de Zayn y este no reacciona. Hago todo lo que puedo y logro respirar con suavidad pero no del todo bien. Unas manos grandes y algo toscas se posan sobre las mías. Abro los ojos en grande cuando mi agarre se afloja y encuentro la mirada preocupada Harry, pero inmediatamente veo mis manos entre las suyas y el libro Cae. Comienzo a temblar.
- Oye. – Me llama- Oye, respira conmigo, ¿Si?- niego con la cabeza, es lo único que consigo y él se muerde el labio inferior con frustración.- Kiara, tienes que respira o traerán a la enfermera y te va a poner inyecciones, no creo que eso te vaya a gustar.- Estaba en lo cierto, odiaba los tranquilizantes de la misma manera en que los amaba. De solo sabes que el doctor Phillips tendría sus manos de nuevo sobre mi cuerpo me daban ganas de llorar.
Intento que mis respiraciones se hagan más profundas y me concentro en relajar mi ímpetu. Las manos de Harry siguen sobre las mías y las lleva hasta su pecho haciéndome temblar de nuevo. El me mira de vuelta y mi cuerpo se relaja por su mirada. El solo está intentado ayudarme. Harry intenta ayudarme. Sus ojos me muestran que quiere ayudarme.
- Nivela tu respiración a la mía, ¿vale?- asiento con la cabeza y hago lo que me pide. Como he mencionado anteriormente, solo hay algunas maneras de parar mis ataques de pánico: Música, calmantes o frenarlo antes de que empiece. El está intentado hacerlo hablándome directamente y ayudándome a respirar.- Eso es, lo estás haciendo bien.- el rocío de una sonrisa pasa por su rostro y sus ojos brillan con tranquilidad. ¿Es la tranquilidad que intenta pasarme? De pronto siento que ya estoy bien, así que suelto mis manos lenta y confundida por lo que me acaba de pasar.
- Ah…- dudo antes de poder decir algo bien.- Me siento apenada, lo siento.
- ¿Estás bien?
- Si.- murmuro demasiado confundida.- Gracias.
- ¿Qué te dijo Zayn?- y ahí está de nuevo la bipolaridad de esta genta.
- No fue a mí en particular.
- ¿Kiara?- Zayn hace acto de presencia junto a la enfermera. El moreno esta acalorada por el sudor de haber corrido y eso me hace reír. Me siento de maravilla.- Dios, ya reaccionaste.- da dos grandes zancadas y me envuelve en un enorme abrazo.- Maldición ¿Qué ocurrió?
- ¿Todo está bien, señorita Hoffman?
- Si, muchas gracias. Ya estoy bien.
- De acuerdo.- ella asiente y luego le da una mirada cómplice a Zayn, pero el moreno rueda los ojos y vuelve a mirarme.
- No estoy de humor para lo caliente. Chica, sacaste el infierno fuera de mi.
- Bueno…- me corto de responderle y fijo mis ojos en la espalda de Zayn. Harry se marcha.- Es que…- Miro mis zapatos. Sigo confundida aunque me siento de maravilla.- Me asustaste, el tono y las palabras que utilizaste, fue aterrador.
- Ky, nunca te haría daño, por el amor de Dios.- vuelve a abrazarme y luego toma mi rostro entre sus manos.- Eso no era contigo.
- Sé que era con Becca, y fue grosero de tu parte tratarla de esa manera, te mereces lo que te dijo.- murmuro- Pero no quiero que vuelvas a hacerlo en frente de mi. Zayn, tú no sabes lo que ha pasado en mi vida, no tienes idea lo que esas palabras me hicieron.- sollozo y contemplo la mirada triste de Zayn- Solo no vuelva a hacerlo en frente de mi. Ni siquiera deberías hacerlo a mis espaldas.
- Mierda. Lo siento mucho, Ky.- me abraza fuertemente- Prometo nunca volver a asustarte, Ky.
- Gracias
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En la audición de la banda, como jurados, estuvieron el psicólogo italiano, la profesora de arte, el doctor Phillips y tres músicos encargados de este taller. De nosotras, solo entramos Tim y yo en las voces principales. Lo que las demás no sabían, y nosotras tampoco, es que todos tendrían que participar al menos tres veces al mes en la banda por obligación y los que quisieran participar podrían ir a los talleres de música y aprender a tocar instrumentos. Para mala suerte de Cleo y Annie – que no estaban muy contentas con la idea- tendrán que venir de vez en cuando o las castigaran. La clase de música es dictada por un joven latino llamado Florentino, en esta clase se enseña a leer las notas y también composición. La clase de instrumentos musicales, es dictada por su gemelo, Servando y por ultimo esta el director de la banda y coordinador de las tareas, Sandino, su hermano mayor.
El resto de la semana culmino tranquilo hasta llegar al viernes. Hoy tendremos que ir a nuestro primer ensayo con la banda. El día de la audición, Cleo me dio una cachetada de simulación. La pequeña morena no paro de insultarme porque no les había dicho que podía tocar instrumentos y cantar. Puedo tocar sin tener pánico, pero a la hora de Cantar, solo con Peter puedo hacerlo tranquilamente. Tim y Ann me aplaudieron cuando Sali y Cleo reconoció que mis gritos se escuchaban desde fuera, eso me avergonzó y me dio risa al mismo tiempo. Zayn alardeo de que lo haría millonario cuando me convirtiera en la nueva Christina Aguilera, en menos de dos minutos lo baje de esa nube, cantar no era algo que pensara me sacaría adelante algún día. Seria mas un hobby. Tim estuvo impecable, su voz era dulce y serena y pudo soportar que Liam estuviera mirándola. Bueno, ella solo miro a Cleo y esta hacía gestos con sus manos para que hiciera las pausas de una forma exagerada. No pare de reírme durante las audiciones. Annie olvido la letra, Cleo se cayó entrando al aula, Bonnie miro el techo durante toda su presentación y Becca pensó en una forma muy sutil de zafarse de la banda, así que la pequeña rubia rapeo y dejo a todos con la boca abierta. De los hombres, solo pude escuchar a Zayn- que canto espectacular- y a un chico rubio que toco con una guitarra, el canto justo después de mi, su nombre era Niall Horan y lo reconocí como el amigo del chico de la clase de arte. Así que si, el jueves resulto un día divertido a pesar de todo.
Entro en el aula que prepararon para los talleres de música y voy directo a la clase de Florentino, el joven latino está ayudando a Zayn a comprender unas notas y el moreno le pelea. Tomo asiento en uno de los puestos de atrás y me encuentro con la mirada sorprendida de Harry.
- Hey.- saludo sorprendida.
- Hey.- dice de vuelta y se hace para atrás en su puesto. Me siento en el que está delante de él y justo detrás de la mochila de Tim y al lado de el puesto con las cosas de Zayn en la otra fila.
- ¿Quedaste o solo vienes por las clases?- se suena la garganta antes de preguntarme. Me giro sobre mi puesto en su dirección para darle la cara.
- Quede en las voces principales.
- Solo quedaron dos chicas este año, Tim y supongo tu fuiste la de los gritos cautivadores.- me rio.
- Cleo los llamo de otra forma.
- No pude ver tu audición.- murmura- me contaron que fue fantástica, solo que no sabía que era la tuya.
- No te preocupes, yo tampoco vi la tuya. Estamos a mano.- respondo tratando de sonar amable, pero más bien me escucho ridícula. El se ríe con algo de picardía mira sus dedos.
- Yo no hice audición.- comenta por lo bajo- estoy en la banda hace un año. Zayn también había entrado, pero tuvo sexo con una de las instructoras así que lo sacaron y lo hicieron volver a audicionar.
- ¿Dime alguien que no haya tenido sexo con él?- pregunto con burla.
- Ahm… Louis, Liam y yo.
- Bueno.- me rio.- tengo que descartarnos a mis amigas y a mí.
- ¿De qué nos descartas?- pregunta la vos inesperada de Becca.
- De haber tenido sexo con Zayn.- responde Harry.- ¿Vendrás a las clases enana rapera?- la rubia le lanza un manotazo a la cabeza mientras el se ríe. Parece que esta semana si estuve en lo correcto ella saca un lado lindo de él. En parte me da algo de celos que lo conozca tan bien.
- Vendré a las clases, no es como si tuviera algo que hacer.
- ¡Bueno, Bueno! – el instructor llama nuestra atención y de inmediato todos pasan a sentarse y Zayn termina de discutir con él. Arrastra su puesto hasta que queda junto al mío y besa mi mejilla no sin antes dar una mirada petulante a nuestros compañeros de atrás que ya han puesto su mejor cara de culo por su presencia. Tim se sienta y me da una pequeña sonrisa.- Vamos a comenzar.
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Luego de haber cantado Like a Prayer de Madonna, unas tres veces, Florentino nos mando un trabajo en parejas que el enumeraría y asignaría. El trabajo consistía en que debíamos componer una canción durante la semana y luego presentarla el viernes. La tarea solo estaba disponible para lo que estaban en la banda, aunque estos podían solicitar ayuda de uno de los estudiantes de música solo por si no sabían tocar algún instrumento. Para la mala suerte de Tim, no le toco ser mi compañera, sino la de un chico. Tendría que convivir con Niall Horan mientras componía y ensayaba esa tarea. La cara de Tim no estaba muy feliz y la del chico tampoco estaba muy cómoda. Pero ambos eran rubios, tímidos y podrían encajar, al menos yo tenía la esperanza. No soy muy dada con el sexo masculino, pero el chico parecía asustado de acercarse a una mujer, así que supongo que estarán bien. Zayn era otro que no estaba del todo contento. Su compañero se trataba de Liam. Ambos rechistaron bastante pero a la final no consiguieron nada. Yo rei durante un rato burlándome de Zaynh, el esperaba poder estar con una de las chicas “calientes” pero le toco quedar con otro tipo jodido. Mi risa no duro mucho tiempo, fue callada justo cuando dijeron mi nombre y el de Harry Styles. Esti como todas las defensas bajaron de un solo golpe. Enumeremos las razones:
1) Su mirada me intimida. Hasta el punto en que no me puedo concentrar en lo que hago.
2) El solo me habla esporádicamente. Si le sale del forro, pregunta como estoy.
3) Algunas veces se muestra preocupado, como el dia de la biblioteca y otras se muestra frio y arrogante. La última es la más acertada un 95% del tiempo.
4) Supo cómo sacarme de un ataque de pánico. Eso me asusta más.
Por último, está el simple hecho de que el es bipolar y yo me comporto tímida delante de él. Hoy en la clase se mostro atento y mantuvo una corta conversación conmigo de manera agradable hasta que llegaron Becca y Zayn. Cuando Becca llego el solo se mostro tranquilo, pero cuando Zayn arrastro el pupitre y se sentó a mi lado el cambio por completo. Cuando nos asignaron la tarea me volví para preguntarle como trabajaríamos en ella. Por supuesto, mantuve cierta distancia ya que no quería que notara que estaba demasiado afectada por la situación. El fríamente me respondió que nos veríamos en el tercer Jardín cerca a las canchas de Tenis, ahí había un pequeño estudio con un piano y guitarras.
Así que aquí estoy, sentada en un banco mirando las flores que lo adornan, con mi segundo cuaderno secreto y un temblor recorriendo cada centímetro de mi cuerpo. No voy a negar que me alivie un poco el que me tocara con alguien conocido. Hay un total de diez personas en la banda y justo me toco con él. Podría haber sido Tim o Zayn, pero no. Solo quiero que se mantenga lo suficientemente lejos de tocarme de nuevo. Funciono cuando me ayudo, pero no quiero que vuelva a hacerlo. No puedo dejar que me toque de nuevo o perderé el control de mis defensas otra vez.
- Disculpa que llegue tarde.- levanto la mirada justo cuando el llega donde estoy. Luce una pañoleta que levanta el cabello de su frente y también se ha quitado el uniforme. Una camiseta de los Rollings negra y unos Jeans oscuros. – Tenía que encontrar esto.- zarandea un cuaderno entre sus manos.
- ¿Canciones?- pregunto llevando una mano para cubrir mis ojos del sol mientras lo observo. El asiente con la cabeza y entonces yo también zarandeo mi cuaderno de flores entre mis manos.- No dejo que nadie las lea, pero pensé que tal vez encontraríamos algo que funcione y hacerlo real.
- Pensamos igual.- murmura. Estudio un momento el gesto en su rostro y luego hace una mueca como si pasara un mal sabor.- Esto es incomodo.
- Si.- digo, rogando, que no salga mal.- También lo creo.
El me da una mirada escrupulosa durante unos segundos. Pero su insistente mirada me hace sentir transparente así que me dispongo a mirar el atardecer. Siento aun el peso de su mirada sobre mí y me sonrojo, es algo inevitable. Su mirada es seria, como si tratara de descubrir lo que oculto, como si intentara ver a través de mi piel y huesos. No es como la mirada a la que estoy acostumbrada a recibir de otros hombres. Mario, Fabio y mi tío no han sido los únicos hombres que me miraron haciéndome sentir asqueada, ellos solo fueron los más concurrentes. Algunos chicos que Peter me presento también resultaron ser unos groseros patanes y otros demasiado pervertidos e intentaron manosearme. Me rendí luego de tanto dejar que Peter intentara que confiara un poco en los hombres. Pero Harry no me mira de esa forma, no es una mirada de cariño como la de Zayn y tampoco una de hermandad como la de Peter. No conocía esa mirada, lo único que esos ojos verdes me revelaban era que querían saber lo que ocultaba. Que querían que el mundo viera quien era yo de verdad.
Debatiéndome entre huir y quedarme, decido ponerme de pie. Harry me saca al menos una cabeza y media de altura. Le doy una corta sonrisa en señal de que decido quedarme y vuelvo a zarandear el cuaderno.
- ¿Comenzamos?- El hace su mayor esfuerzo por no sonreírme y se lo noto en la cara. Pero al final lo hace y asiente con la cabeza.
Entramos al pequeño estudio y de una vez camino hacia tierra conocida y me siento en el piano. El pasa directo y coge un banco y se sienta junto a mí.
- ¿Tocas?
- Si, no soy un monstruo del piano. Pero puedo tocar lo que necesito.- el sonríe de puro soslayo como si eso le causara cierta diversión y abre su cuaderno.
- Necesito preguntarte algo.- murmura. Abro mi pequeña libreta y saco el bolígrafo para pasarlo entre mis dedos y desviar su atención de mi rostro. Si ya me sentía algo incomoda con su presencia, ahora el preguntándome cosas es otro nivel.
- ¿Qué sería?
- Lo que ocurrió en la biblioteca.- me saca el bolígrafo de entre los dedos. Subo la mirada algo sorprendida por el arrebato pero el no me mira. Está escribiendo.- Quiero saber que fue.
- Un ataque de pánico
- Eso ya lo sé.- sentencia- quiero saberla razón.
El se mantiene con los ojos en su cuaderno mientras escribe y yo lo estudio lentamente. ¿Que podría sentir que no haya sentido ya? Los temblores, la baja presión, el miedo, nervios, incomodidad o falta de aire. Por hoy y por esta semana, ya era suficiente de eso. Entonces el volvía a sacarlo. No veo la malicia de saberlo para ir y gritarlo a los cuatro vientos, solo noto su más sincera curiosidad de persona normal, y entonces eso me hace dudar aun más. ¿Por qué alguien como él, tan antipático, podrían interesarse en lo que a una loca como yo le ocurre? No lo sé, pero tal parece que si le interesa. Como no me mira yo le quito el bolígrafo de vuelta a mis manos y me gano una mirada de reproche. Pero no creo que sea más grande que la mía.
- Seré sincera contigo,- comienzo- no me gusta hablar de mi vida, detesto hacerlo. N me gusta recordar lo que he pasado, ni siquiera a las chicas les he contado algo acerca de mi vida, al menos algo profundo. – tomo aire y continuo- Luego estas tu, vienes y me haces preguntas como esas y por algún motivo no puedo quedarme callada contigo. – bueno, hice mi mejor intento de no quedar como estúpida. Los ojos verdes y abiertos de Harry me hacen pensar que lo que he dejado algo consternado. Continuo:- Me haces creer que no te agrado la mayoría del tiempo y luego vienes y te haces el preocupado.
- No he dicho que no me agradas.
- Tampoco lo contrario.- confirmo sonriendo con algo de ironía.- Como decía, casi no comprendo tu comportamiento y ahora quieres saber porque me dan ataques de pánico.
- No necesitas contarme todo desde el principio.- asegura con tono amable. – Solo dime que la ocasiona la mayoría del tiempo. Tal vez así podríamos ayudarte a controlarlo.
- No quiero la lastima de nadie.
- No es lástima, es ayuda.- asegura y esta vez su mirada se hace insistente.- Bien no somos amigos, comprendo eso y también el hecho de que no compartes información, yo tampoco lo hago. Odio mi vida y todo lo que me rodea. Así que comprendo lo que pasa contigo, al menos la parte visible la comprendo.
- Deberíamos comen…
- No.- me interrumpe.- Kiara, solo lo que necesito saber. Me lo debes.
- ¿Va a echármelo en cara, ahora?- ahora si me estoy comenzando a enojar. Pero entonces el subidon de calor es enfriado con una sonrisa inesperada por parte de el.
- Dios, eres exasperante.- se queja.- No estoy echándotelo en cara. Solo…
- ¡La violencia! ¡Jesús, cualquier tipo de violencia me pone así!- él se queda mirándome fijamente cuando lo interrumpo. Sus manos se cierran en puños y sus nudillos comienzan a cambiar de color.
- ¿Qué hizo Zayn ayer?
- No fue a mí. Presencie a Zayn siendo duro con otra persona y eso me afecto. Escucha,- tartamudeo un momento y tomo una respiración- Me pone nerviosa y entonces me congelo, odio ese sentimiento que me atrapa. El vocabulario y ciertas acciones que me llevan a una cosa tras otra y es ahí cuando caigo bajo.
El no responde y yo de verdad espero que no lo haga. No sabría que mas decir, he dicho demasiado sin revelar tanto. El me saca el bolígrafo y continúa escribiendo en su cuaderno y tocando algunas teclas en el piano. Yo me quedo petrificada en mi lugar, el simplemente me ignora, no está mirándome con lastima ni burlándose de mí. El solo lo pasa por alto, es como si el supiera lo que me pasa, como si el sintiera que es lo correcto cuando alguien te habla sobre su pánico a ser maltratado de cualquier forma. Las ganas de quedarme con el habian desaparecido hace unos segundo y ahora me siento demasiado enredada. Sus hombros están relajados y tiene una mueca distraída en el rostro. Cuando sube la mirada me da una débil sonrisa.
- Escucha esto y dime qué te parece.- aun petrificada y confundida, asiento con la cabeza y entonces el toca.
- I'm loving the pain, I never wanna live without it
So why do I try?
You drive me insane, Now we're screaming just to see who's louder
So why do I try?
You got me like (na na na na na na na na,)
So why do I try?
You drive me insane, Now we're screaming just to see who's louder
So why do I try?
You got me like (na na na na na na na na,)
Escucho atentamente la voz ronca y las palabras de Harry y entonces comprendo. El puede entre mi temor. El sabe lo que estoy sintiendo y tengo la leve sospecha de que también sabe porque no me gusta que me toquen ni que se me acerquen demasiado. Me sueno la garganta y abro mi cuaderno de nuevo buscando un escrito en específico.
- Es precioso.- murmuro bastante maravillada y me sonrojo incluso antes de soltar lo último:- Cantas hermoso.
- Gracias.- asiente- ¿De verdad te gusta?
- Sí, creo que has utilizado mi revelación para escribirlo.- sonrió.- Pero…
- Soy un chico malo, pero no intento lastimarte, Kiara.- asegura y no estoy segura del brillo de sus ojos.- Solo quería saber lo que te ocurría, no todo, solo lo que estuvieras dispuesta a compartir conmigo. Nadie tiene que saber que la canción se trata de un sentimiento propio de nosotros.- sonríe.- Creo que la compondremos para ti. No te he escuchado cantar aun, pero creo que es mejor que lo hagas tu y yo tocare.
- Bien, ahm…- dudo unos segundos y una vez que llego a la hoja que quería me decido a mostrarle algo.- Creo, solo tal vez, que quizás- y sigo dudando- Tal vez esto quede bien.
- Dejame escuchar.
- Seria mas como una estrofa.
- Vale, suéltalo.
- I've been living with devils and angels, angels, angels
Realize you and I are in the same boat, same boat, yeah
Kills me, how you love me then you
Cut me down, I'll do the same
We been living like angels and devils, devils
Realize you and I are in the same boat, same boat, yeah
Kills me, how you love me then you
Cut me down, I'll do the same
We been living like angels and devils, devils
Cuando termino de leerlo tomo una rápida respiración y contengo el aire esperando a que el me responda.
- ¿podrías darme lugar en el piano?- No muy segura abro mis ojos en grande. Me arrimo y entonces el entra en el piano y me saca el cuaderno.- Esto esta perfecto, tengo que ponerle la melodía y tendríamos una estrofa y un coro.- El se queda mirando mi cuaderno, lo que escribí en esa pagina específicamente.- ¿Lo has escrito tu?
- No le digas a nadie.
- ¿Por qué no te gusta que los demás vean tu talento?
- Eso ya es algo con mi falta de confianza, lo siento.
- Está bien.
Harry se concentra durante unos largos minutos y yo lo estudio mientras él trabaja. Murmura un montón de cosas sobre notas las cuales no le entiendo y solo asiento con la cabeza y el escribe y toca. Me hace armonizar algunas partes y entonces me doy cuenta de que ha cogido toda mi canción y le ha puesto su verso entre otros que el agrego. Mis nervios han desaparecido y el sistema de auto protección también se ha ido. Por algún motivo me siento cómoda con él y la música ha logrado que me conecte de nuevo con lo bueno que me ha pasado antes del desastre. Mi madre me enseño todo lo que se y mi padre me ayudo con el piano cuando ella no podía. Y ahora aquí estaba yo, con un chico que podría tener los mismos o peores problemas que yo, y estábamos tratando de sacar mi alma a flote con la música y eso era maravilloso.
- Bien, canta desde aquí hasta aquí y yo te ayudare aquí y aquí.- el señalaba parte por parte en la partitura que había escrito y yo solo asentía.
- ¿Tenemos toda la canción?
- Nop.- se mofa- requiere trabajo, pero ya tenemos letra. Tenemos que armonizar ciertas notas y sincronizas ciertas cosas.
- De acuerdo. Murmuro y al final sueno mi garganta y canto lo que me pide.
Cuando termino de cantar el me ayuda a corregir unas notas y va garabateando, resulta lindo. Mientras él trabaja en esto no se ve tan cretino ni frio y por eso me siento tan bien. Llevamos una hora y media en esto y entonces la alarma de mi reloj suena marcando que debo cenar.
- Me doy cuenta de que no quieres morir.- comenta sin despegar los ojos de sus hojas.
- Al menos no de Anemia.
- Me alegra.
El acomoda todas las partituras y me avisa que él seguirá trabajando en ellas y que yo debo trabajar mi voz así que me recomienda que cante en la ducha. Me rio de su ocurrencia y también comienzo a recoger mis cosas. Cuando estoy por darle las gracias por la ayuda y el aplique de hoy, Becca aparece en la puerta del pequeño estudio con semblante ansioso y alterado.
- ¿Todo bien, Bec?- le pregunto.
- No.- dice. Se voltea a ver a Harry y luego suelta:- Sabes lo que quiero.- El castaño junto a mí se pone rígido e intercambia una mirada rápida conmigo. De pronto me siento poco bienvenida. Ella me mira con cierta pena en sus ojos y luego vuelve hablar.- Estoy de mal humor y necesito eso ya, Styles.
- Bien, - murmuro incomoda y comienzo a caminar- Nos vemos luego.- Harry mantiene de nuevo esa expresión fría hacia mí. La tranquilidad se ha ido y el imbécil ha vuelto. Sin decir nada mas simplemente me voy. No he psado mucho camino hacia la cafetería cuando me tropiezo con Zayn.
- ¡Ky!- chilla- estaba por irte a buscar, es hora de comer.
- De acuerdo, vamos.
Hace unos minutos estuve encerrada en un estudio con el chico que me intimida de una manera diferente, en este lugar. Me di cuenta de que no es tan malo como parece, pero también me di cuenta de que solo es agradable cuando no están los demás a nuestro alrededor. De nuevo me siento confundida y la sensación de maravilla se fue junto con el buen trato que Harry me estaba dando.
Entonces, ¿Cuál es el verdadero Harry? ¿Frio o Caliente?
Ariel.
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Re: Tell your story |nc|
bueno ahi esta! disculpen la tardanza pero staba de viaje y pase mucho tiempo sin internet. Espero les guste, esta largo fueron 25 paginas y discul`pen cualquier erro es que ya me caigo de sueño y pues siempre se me van algunos errorcitos de tipeo. Besos
PD_ tuve que picarlo a la mitad pq era muy largo.
PD_ tuve que picarlo a la mitad pq era muy largo.
Ariel.
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