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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
CAPITULO 9
«Toc, toc, toc».
Los golpes sonaron con intensidad en la mente de _____, así como la voz que repetía su nombre con insistencia. Haciendo caso omiso del molesto ruido, se acurrucó contra el cuerpo cálido y fuerte que tenía a su lado. Un poderoso brazo rodeó posesivamente su cintura desnuda.
Esbozó una adormecida sonrisa. Joe seguía allí, de manera que la gloriosa noche que acababan de pasar no había sido solo un sueño. Flotando en algún lugar entre el sueño y la consciencia, pensó que tal vez en esa ocasión las cosas podrían ser distintas para ellos. Tal vez podrían encontrar un modo de ser felices.
Los golpes continuaron. _____ frunció el ceño y Joe se movió a su lado.
—_____, cariño —murmuró junto a su oído—, hay alguien en la puerta—
_____ abrió los ojos a la vez que el corazón comenzaba a latirle más deprisa. El molesto ruido de su sueño procedía de la parte delantera de la casa.
Se apartó de Joe con desgana, salió de la cama y se puso la bata mientras se preguntaba quién sería.
Detuvo la mirada brevemente en el hombre que estaba tumbado de espaldas sobre la cama. La sábana solo le cubría hasta las caderas, dejando su pecho gloriosamente expuesto a la vista. Una lenta y sensual sonrisa curvó las comisuras de los labios de Joe.
Ignorando el agradable cosquilleo que recorrió todo su cuerpo, _____ se ciño el cinturón de la bata.
—Quédate ahí —ordenó, en un susurro.
—No te preocupes —murmuró él con voz ronca—. Estaré aquí cuando vuelvas—
La invitación de su mirada fue evidente, y _____ notó cómo se tensaban sus pechos ante la idea de pasar una perezosa mañana de domingo en la cama con Joe... en cuanto se librara del inesperado visitante.
Las incesantes llamadas la lucieron entrar en acción. Salió del dormitorio y cerró la puerta. Al pasar junto al sofá vio la chaqueta de Joe en el respaldo y la guardó rápidamente en el armario de la entrada.
Cuando, finalmente, abrió la puerta, se encontró frente a su padre, que tenía el rostro enrojecido de indignación.
—Papá —dijo, en tono tan tenso que casi pareció un chillido—. ¿Qué haces aquí?—
Su padre no respondió, limitándose a pasar al interior sin esperar a ser invitado. No era un hombre alto, pero lo que le faltaba en altura le sobraba en fuerza y testarudez.
Cuando se fijo en el desaliñado aspecto de su hija, frunció el ceño con gesto desaprobador.
—Son más de las diez de la mañana, _____. ¿Qué haces aún en la cama?—
«Disfrutar. Gozar. Volver a enamorarme». _____ reprimió aquellos íntimos comentarios y ciñó con una mano las solapas de la bata, consciente de que era lo único que llevaba puesto... y de que su padre estaba demasiado cerca de la puerta del dormitorio.
—Es domingo, papá —dijo, encaminándose hacia la cocina, sabiendo que la seguiría—. No tengo que trabajar, así que puedo ser todo lo perezosa que quiera, lo que significa dormir hasta el mediodía, si me da la gana...—
—Hmmm...—
Aquel murmullo de reproche era típico de su padre. Ellis Holbrook creía en madrugar y en aprovechar al máximo el día. _____ también, pero su intención era aprovechar al máximo el día con Joe. Sobre todo teniendo en cuenta que se iba ese mismo día. Tenían que hablar sobre muchas cosas, entre otras, sobre lo que iban a hacer con su nueva relación.
Llenó la cafetera de agua y volvió la cabeza para mirar a su padre.
—¿Por qué no me has llamado para decir que ibas a venir? Siempre sueles hacerlo—
—¿Acaso no puedo pasar a visitar a mi hija cuando quiera?—
Negándose a ceder a sus tácticas de culpabilización, _____ le sonrió dulcemente mientras vaciaba el filtro de la cafetera.
—Solo me ha sorprendido verte, eso es todo. ¿No has ido a jugar al golf esta mañana con Gene y Emmett?—
Lloviera o tronara, su padre iba todos los domingos a jugar dieciocho hoyos en el Whitaker Country Club con sus dos viejos amigos. Solo un problema de salud podía hacerle perderse aquella cita, y eso era lo que preocupaba a _____.
—Estábamos jugando al golf cuando nos hemos cruzado con Sheldon. La noticia que me ha dado me ha quitado las ganas de jugar—
Sheldon era el presidente de la única caja de ahorros del pueblo.
—¿Y de qué noticia se trata? —preguntó _____ en tono desenfadado, aunque imaginando la respuesta.
—Joseph Jonas ha vuelto —la ira que había alimentado durante tantos años volvió a evidenciarse en el rostro de Ellis.
A pesar de lo encogido que tenía el estómago, _____ trató de mostrarse sorprendida. .
—¿Sheldon lo ha visto en persona?—
—No, pero ayer, al revisar las nuevas cuentas encontró una libreta abierta a nombre de Joseph Jonas, firmada por él ayer mismo—
_____ no supo que pensar de aquello, y se preguntó por qué no le habría dicho nada Joe sobre esa cuenta la noche anterior. Convencida de que habría una explicación lógica para ello, apartó de su mente el tema y se volvió hacia la alacena para tomar dos tazas de café.
Su padre se puso a caminar de un lado a otro de la cocina como un animal enjaulado.
—Y adivina qué empresa figura como su lugar de trabajo —no dio tiempo a que _____ adivinara la respuesta, aunque ella sintió una inmediata aprensión al oírlo—. La sociedad JAJ. ¡Es el dueño de la compañía que compró los terrenos de Cutter Creek! ¡Y la nueva casa figura como su residencia principal!—
¿Joe iba a vivir en Whitaker Falls? ¿Por qué no se lo había dicho? Un horrible sentimiento de traición desgarró el corazón de _____. La mano con que estaba sirviendo el café le tembló, y tuvo que volver a dejar la cafetera para no derramar el líquido.
Con la mente y el cuerpo entumecidos a causa de la incredulidad, y otra docena de emociones diferentes tratando de salir a la superficie, llevó las tazas a la mesa. Bebió su café como un autómata, mientras su padre despotricaba sobre Joe Jonas y liberaba las amargas emociones que había acumulado tras su marcha, once años atrás.
_____ hizo los comentarios que su padre esperaba oír, pero estaba deseando que se fuera para poder aclarar las cosas con Joe. Después de lo que habían compartido esa noche, se sentía muy confusa y engañada por lo que él le había ocultado.
En lugar de ofrecerle a su padre otra taza de café, le dijo que tenía muchas cosas que hacer. Cuando lo acompañaba hasta la puerta, Ellis se detuvo al fijarse en todos los floreros que adornaban el cuarto de estar. Dado su estado de agitación, no los había visto al llegar.
—¿Qué son todas esas rosas? —preguntó. _____ se aferró a la excusa más lógica.
—Excedentes de la tienda. Ya no podía ponerlas a la venta, así que he preferido traerlas y disfrutar de ellas a dejar que se estropeen en la basura.
La expresión de Ellis se tornó repentinamente melancólica mientras aspiraba la fragancia de las flores.
—Ya sabes que aún la echo de menos —dijo, y _____ supo que estaba hablando de Felice, su madre—. Pero si ella estuviera aquí, estoy seguro de que se sentiría muy orgullosa de ti y de tu tienda de flores—
_____ apoyó una mano en la espalda de su padre mientras abría la puerta.
—Sí, lo sé—
En el porche, Ellis se volvió hacia ella. Su expresión había vuelto a endurecerse, como si acabara de recordar el motivo de su visita.
—Si ese desgraciado de Jonas aparece por aquí, ¡mantente alejada de él! Hace once años sólo daba problemas, y estoy seguro de que sigue siendo igual—
_____ estuvo a punto de replicar que Joe ya no era un joven rebelde y problemático, sino un hombre hecho y derecho, pero se contuvo.
—Puede que haya cambiado —dijo, aunque ella misma empezaba a dudarlo después de lo que acababa de averiguar.
Su padre frunció el ceño.
—Siempre has tenido muy buen corazón, _____, pero tal vez deberías recordar que Joe Jonas mató a Aaron y destruyó a nuestra familia, por no mencionar lo que te hizo a ti —el tono de su voz rezumaba hostilidad y resentimiento.
_____ se sobresaltó interiormente, pues sabía que Joe podía escuchar la conversación que mantenía con su padre. Algunos la habían visto con Joe once años atrás y, tras la trágica muerte de su hermano corrió el rumor de que salía con él, lo que proyectó una sombra de duda sobre su reputación. Su padre también culpaba a Joe de aquello, por supuesto, aunque ella había participado de forma totalmente voluntaria en lo que sucedió entonces. Pero para su padre era más fácil creer que Joe había sido el responsable de arruinar su reputación que aceptar que ella consintió en la relación.
—Sea cual sea el motivo por el que ha decidido volver a Whitaker Falls, no puede ser bueno —continuó su padre—, así que mantente alejada de él—
A continuación, dio media vuelta y se fue.
_____ cerró la puerta y apoyó la espalda contra ella, cerrando los ojos.
—¿Puedo salir ya?—
Sorprendida por la voz grave, _____ alzó la cabeza y vio a Joe en el umbral de la puerta del dormitorio, con un hombro apoyado contra el marco. Afortunadamente, había vuelto a vestirse, y ya no parecía el hombre sensual y afectuoso que había dejado en la cama hacía veinte minutos. En aquel momento emanaba de él algo oscuro e implacable que le hizo comprender lo poco que sabía sobre el hombre en que se había convertido.
Al ver que _____ no decía nada, Joe avanzó hacia ella con expresión impenetrable.
—Supongo que una de las cosas que no ha cambiado desde que me fui son los sentimientos de tu padre hacia mí—
_____ rio sin alegría.
—En eso tienes razón —confirmó, moviéndose hacia el sofá mientras él recorría la distancia que los separaba. La noche anterior había confiado a Joe su corazón y su cuerpo. Aquella mañana se sentía desilusionada e insegura de sus intenciones—. ¿Que negocios te han traído por aquí, Joe? —preguntó, dándole una última oportunidad de arreglar las cosas.
Él se detuvo en medio del cuarto de estar, tenso. Su expresión de ensombreció, y _____ sintió que se le partía el corazón.
—No más mentiras, Joe —murmuró—. Ya sé que la casa de Cutter Creek es tuya. Mi padre lo ha averiguado a través de Sheldon, el director de la caja de ahorros. JAJ es tu empresa—
Joe soltó un profundo suspiro y se pasó una mano por la barbilla. Tras un largo y tenso silencio, dijo:
—Sí, JAJ es mía. Son las iniciales de Joseph Adam Jonas. La casa de Cutter Creek es mía, y he venido a verla para darle los últimos retoques antes de que envíen el mobiliario. Me trasladaré a vivir aquí dentro de unas semanas—
El dolor y la decepción que experimentó _____ al oírlo fueron casi insoportables.
—Me mentiste—
La mirada de Joe se volvió dura e inescrutable.
—No quería que te enteraras de ese modo—
Eso fue todo. Una excusa totalmente carente de emoción que convertía en una burla la noche que acababan de pasar juntos. No trató de darle ninguna otra explicación, y el orgullo que le quedaba a _____ hizo que no le exigiera una más creíble.
Las lágrimas brotaron al borde de sus ojos, pero las alejó valientemente, parpadeando. Había esperado que en aquella ocasión las cosas fueran diferentes para ellos, pero ya no confiaba en las intenciones de Joe, en el propósito de su regreso. Ni siquiera podía estar segura de que lo que habían compartido hubiera sido real para él.
Alzó la barbilla y se aferró desesperadamente a la poca compostura que le quedaba.
—Creo que será mejor que te lleve de vuelta al Hampton Inn—
Joe no protestó ni dijo nada. Era como si se hubiera cerrado a ella emocionalmente. Se limitó a asentir, como si fuera un desconocido, y volvió a la habitación para recoger el resto de sus cosas, dejando que _____ experimentara el mismo sentimiento de desoladora pérdida que había sentido once años atrás, cuando se fue sin despedirse.
Pero en aquella ocasión, al pesar se unía el engaño.
continuara...
«Toc, toc, toc».
Los golpes sonaron con intensidad en la mente de _____, así como la voz que repetía su nombre con insistencia. Haciendo caso omiso del molesto ruido, se acurrucó contra el cuerpo cálido y fuerte que tenía a su lado. Un poderoso brazo rodeó posesivamente su cintura desnuda.
Esbozó una adormecida sonrisa. Joe seguía allí, de manera que la gloriosa noche que acababan de pasar no había sido solo un sueño. Flotando en algún lugar entre el sueño y la consciencia, pensó que tal vez en esa ocasión las cosas podrían ser distintas para ellos. Tal vez podrían encontrar un modo de ser felices.
Los golpes continuaron. _____ frunció el ceño y Joe se movió a su lado.
—_____, cariño —murmuró junto a su oído—, hay alguien en la puerta—
_____ abrió los ojos a la vez que el corazón comenzaba a latirle más deprisa. El molesto ruido de su sueño procedía de la parte delantera de la casa.
Se apartó de Joe con desgana, salió de la cama y se puso la bata mientras se preguntaba quién sería.
Detuvo la mirada brevemente en el hombre que estaba tumbado de espaldas sobre la cama. La sábana solo le cubría hasta las caderas, dejando su pecho gloriosamente expuesto a la vista. Una lenta y sensual sonrisa curvó las comisuras de los labios de Joe.
Ignorando el agradable cosquilleo que recorrió todo su cuerpo, _____ se ciño el cinturón de la bata.
—Quédate ahí —ordenó, en un susurro.
—No te preocupes —murmuró él con voz ronca—. Estaré aquí cuando vuelvas—
La invitación de su mirada fue evidente, y _____ notó cómo se tensaban sus pechos ante la idea de pasar una perezosa mañana de domingo en la cama con Joe... en cuanto se librara del inesperado visitante.
Las incesantes llamadas la lucieron entrar en acción. Salió del dormitorio y cerró la puerta. Al pasar junto al sofá vio la chaqueta de Joe en el respaldo y la guardó rápidamente en el armario de la entrada.
Cuando, finalmente, abrió la puerta, se encontró frente a su padre, que tenía el rostro enrojecido de indignación.
—Papá —dijo, en tono tan tenso que casi pareció un chillido—. ¿Qué haces aquí?—
Su padre no respondió, limitándose a pasar al interior sin esperar a ser invitado. No era un hombre alto, pero lo que le faltaba en altura le sobraba en fuerza y testarudez.
Cuando se fijo en el desaliñado aspecto de su hija, frunció el ceño con gesto desaprobador.
—Son más de las diez de la mañana, _____. ¿Qué haces aún en la cama?—
«Disfrutar. Gozar. Volver a enamorarme». _____ reprimió aquellos íntimos comentarios y ciñó con una mano las solapas de la bata, consciente de que era lo único que llevaba puesto... y de que su padre estaba demasiado cerca de la puerta del dormitorio.
—Es domingo, papá —dijo, encaminándose hacia la cocina, sabiendo que la seguiría—. No tengo que trabajar, así que puedo ser todo lo perezosa que quiera, lo que significa dormir hasta el mediodía, si me da la gana...—
—Hmmm...—
Aquel murmullo de reproche era típico de su padre. Ellis Holbrook creía en madrugar y en aprovechar al máximo el día. _____ también, pero su intención era aprovechar al máximo el día con Joe. Sobre todo teniendo en cuenta que se iba ese mismo día. Tenían que hablar sobre muchas cosas, entre otras, sobre lo que iban a hacer con su nueva relación.
Llenó la cafetera de agua y volvió la cabeza para mirar a su padre.
—¿Por qué no me has llamado para decir que ibas a venir? Siempre sueles hacerlo—
—¿Acaso no puedo pasar a visitar a mi hija cuando quiera?—
Negándose a ceder a sus tácticas de culpabilización, _____ le sonrió dulcemente mientras vaciaba el filtro de la cafetera.
—Solo me ha sorprendido verte, eso es todo. ¿No has ido a jugar al golf esta mañana con Gene y Emmett?—
Lloviera o tronara, su padre iba todos los domingos a jugar dieciocho hoyos en el Whitaker Country Club con sus dos viejos amigos. Solo un problema de salud podía hacerle perderse aquella cita, y eso era lo que preocupaba a _____.
—Estábamos jugando al golf cuando nos hemos cruzado con Sheldon. La noticia que me ha dado me ha quitado las ganas de jugar—
Sheldon era el presidente de la única caja de ahorros del pueblo.
—¿Y de qué noticia se trata? —preguntó _____ en tono desenfadado, aunque imaginando la respuesta.
—Joseph Jonas ha vuelto —la ira que había alimentado durante tantos años volvió a evidenciarse en el rostro de Ellis.
A pesar de lo encogido que tenía el estómago, _____ trató de mostrarse sorprendida. .
—¿Sheldon lo ha visto en persona?—
—No, pero ayer, al revisar las nuevas cuentas encontró una libreta abierta a nombre de Joseph Jonas, firmada por él ayer mismo—
_____ no supo que pensar de aquello, y se preguntó por qué no le habría dicho nada Joe sobre esa cuenta la noche anterior. Convencida de que habría una explicación lógica para ello, apartó de su mente el tema y se volvió hacia la alacena para tomar dos tazas de café.
Su padre se puso a caminar de un lado a otro de la cocina como un animal enjaulado.
—Y adivina qué empresa figura como su lugar de trabajo —no dio tiempo a que _____ adivinara la respuesta, aunque ella sintió una inmediata aprensión al oírlo—. La sociedad JAJ. ¡Es el dueño de la compañía que compró los terrenos de Cutter Creek! ¡Y la nueva casa figura como su residencia principal!—
¿Joe iba a vivir en Whitaker Falls? ¿Por qué no se lo había dicho? Un horrible sentimiento de traición desgarró el corazón de _____. La mano con que estaba sirviendo el café le tembló, y tuvo que volver a dejar la cafetera para no derramar el líquido.
Con la mente y el cuerpo entumecidos a causa de la incredulidad, y otra docena de emociones diferentes tratando de salir a la superficie, llevó las tazas a la mesa. Bebió su café como un autómata, mientras su padre despotricaba sobre Joe Jonas y liberaba las amargas emociones que había acumulado tras su marcha, once años atrás.
_____ hizo los comentarios que su padre esperaba oír, pero estaba deseando que se fuera para poder aclarar las cosas con Joe. Después de lo que habían compartido esa noche, se sentía muy confusa y engañada por lo que él le había ocultado.
En lugar de ofrecerle a su padre otra taza de café, le dijo que tenía muchas cosas que hacer. Cuando lo acompañaba hasta la puerta, Ellis se detuvo al fijarse en todos los floreros que adornaban el cuarto de estar. Dado su estado de agitación, no los había visto al llegar.
—¿Qué son todas esas rosas? —preguntó. _____ se aferró a la excusa más lógica.
—Excedentes de la tienda. Ya no podía ponerlas a la venta, así que he preferido traerlas y disfrutar de ellas a dejar que se estropeen en la basura.
La expresión de Ellis se tornó repentinamente melancólica mientras aspiraba la fragancia de las flores.
—Ya sabes que aún la echo de menos —dijo, y _____ supo que estaba hablando de Felice, su madre—. Pero si ella estuviera aquí, estoy seguro de que se sentiría muy orgullosa de ti y de tu tienda de flores—
_____ apoyó una mano en la espalda de su padre mientras abría la puerta.
—Sí, lo sé—
En el porche, Ellis se volvió hacia ella. Su expresión había vuelto a endurecerse, como si acabara de recordar el motivo de su visita.
—Si ese desgraciado de Jonas aparece por aquí, ¡mantente alejada de él! Hace once años sólo daba problemas, y estoy seguro de que sigue siendo igual—
_____ estuvo a punto de replicar que Joe ya no era un joven rebelde y problemático, sino un hombre hecho y derecho, pero se contuvo.
—Puede que haya cambiado —dijo, aunque ella misma empezaba a dudarlo después de lo que acababa de averiguar.
Su padre frunció el ceño.
—Siempre has tenido muy buen corazón, _____, pero tal vez deberías recordar que Joe Jonas mató a Aaron y destruyó a nuestra familia, por no mencionar lo que te hizo a ti —el tono de su voz rezumaba hostilidad y resentimiento.
_____ se sobresaltó interiormente, pues sabía que Joe podía escuchar la conversación que mantenía con su padre. Algunos la habían visto con Joe once años atrás y, tras la trágica muerte de su hermano corrió el rumor de que salía con él, lo que proyectó una sombra de duda sobre su reputación. Su padre también culpaba a Joe de aquello, por supuesto, aunque ella había participado de forma totalmente voluntaria en lo que sucedió entonces. Pero para su padre era más fácil creer que Joe había sido el responsable de arruinar su reputación que aceptar que ella consintió en la relación.
—Sea cual sea el motivo por el que ha decidido volver a Whitaker Falls, no puede ser bueno —continuó su padre—, así que mantente alejada de él—
A continuación, dio media vuelta y se fue.
_____ cerró la puerta y apoyó la espalda contra ella, cerrando los ojos.
—¿Puedo salir ya?—
Sorprendida por la voz grave, _____ alzó la cabeza y vio a Joe en el umbral de la puerta del dormitorio, con un hombro apoyado contra el marco. Afortunadamente, había vuelto a vestirse, y ya no parecía el hombre sensual y afectuoso que había dejado en la cama hacía veinte minutos. En aquel momento emanaba de él algo oscuro e implacable que le hizo comprender lo poco que sabía sobre el hombre en que se había convertido.
Al ver que _____ no decía nada, Joe avanzó hacia ella con expresión impenetrable.
—Supongo que una de las cosas que no ha cambiado desde que me fui son los sentimientos de tu padre hacia mí—
_____ rio sin alegría.
—En eso tienes razón —confirmó, moviéndose hacia el sofá mientras él recorría la distancia que los separaba. La noche anterior había confiado a Joe su corazón y su cuerpo. Aquella mañana se sentía desilusionada e insegura de sus intenciones—. ¿Que negocios te han traído por aquí, Joe? —preguntó, dándole una última oportunidad de arreglar las cosas.
Él se detuvo en medio del cuarto de estar, tenso. Su expresión de ensombreció, y _____ sintió que se le partía el corazón.
—No más mentiras, Joe —murmuró—. Ya sé que la casa de Cutter Creek es tuya. Mi padre lo ha averiguado a través de Sheldon, el director de la caja de ahorros. JAJ es tu empresa—
Joe soltó un profundo suspiro y se pasó una mano por la barbilla. Tras un largo y tenso silencio, dijo:
—Sí, JAJ es mía. Son las iniciales de Joseph Adam Jonas. La casa de Cutter Creek es mía, y he venido a verla para darle los últimos retoques antes de que envíen el mobiliario. Me trasladaré a vivir aquí dentro de unas semanas—
El dolor y la decepción que experimentó _____ al oírlo fueron casi insoportables.
—Me mentiste—
La mirada de Joe se volvió dura e inescrutable.
—No quería que te enteraras de ese modo—
Eso fue todo. Una excusa totalmente carente de emoción que convertía en una burla la noche que acababan de pasar juntos. No trató de darle ninguna otra explicación, y el orgullo que le quedaba a _____ hizo que no le exigiera una más creíble.
Las lágrimas brotaron al borde de sus ojos, pero las alejó valientemente, parpadeando. Había esperado que en aquella ocasión las cosas fueran diferentes para ellos, pero ya no confiaba en las intenciones de Joe, en el propósito de su regreso. Ni siquiera podía estar segura de que lo que habían compartido hubiera sido real para él.
Alzó la barbilla y se aferró desesperadamente a la poca compostura que le quedaba.
—Creo que será mejor que te lleve de vuelta al Hampton Inn—
Joe no protestó ni dijo nada. Era como si se hubiera cerrado a ella emocionalmente. Se limitó a asentir, como si fuera un desconocido, y volvió a la habitación para recoger el resto de sus cosas, dejando que _____ experimentara el mismo sentimiento de desoladora pérdida que había sentido once años atrás, cuando se fue sin despedirse.
Pero en aquella ocasión, al pesar se unía el engaño.
continuara...
.Lu' Anne Lovegood.
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
Y como las adoro muchooo aQui les dejo otro cap!!! =)
¡¡SALUDOOS!!
¡¡SALUDOOS!!
.Lu' Anne Lovegood.
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
CAPITULO 10
—¿Aun no te has librado de ese pesado virus de la gripe?— _____ miró al doctor Randal Chase mientras este entraba en el consultorio que compartía con su padre, con la ficha de _____ en la mano.
—No, por desgracia no —contestó, dedicándole una sonrisa tan lánguida como su cuerpo y su espíritu—. Las náuseas vienen en oleadas. Es bastante extraño. Un momento me siento bien y al siguiente noto que estoy a punto de vomitar. También siento a veces mareos, y me duele todo el cuerpo.
El doctor se ajustó las gafas sobre el puente de la nariz y le dedicó una cálida sonrisa.
—Le pediré a Marcie que busque los resultados de los análisis mientras te hago un examen de rutina. Siéntate en la camilla.
_____ obedeció mientras el doctor se asomaba de nuevo al exterior para decirle a Marcie que fuera en busca de los resultados. Luego se volvió hacia la paciente. Tras auscultarla dijo que todo iba bien por ese lado.
—Saca la lengua y di «ahhh» —utilizando una espátula plana de madera, examinó la garganta y las amígdalas de _____—. Tampoco aquí veo ningún problema. Túmbate para que te palpe el vientre—
Marcie entró en ese momento y dejó el informe sobre el escritorio. _____ se tumbó en la camilla y el doctor le deslizó las manos bajo la blusa para seguir con su examen.
—¿Te has sentido hinchada estos días?—
—Un poco —confesó _____, contrayendo los músculos del abdomen cuando los fríos dedos del doctor le tocaron en el estómago.
—Lo siento. Hoy tengo las manos un poco frías —mientras continuaba explorándola, el doctor dijo, distraídamente—: He oído decir que ya están llevando el mobiliario a esa casa enorme que han hecho en Cutter Creek—
El estómago de _____ se contrajo al oír mencionar la propiedad de Joe. A esas alturas, todos los habitantes de Whitaker Falls sabían que era suya. Cerró los ojos para tratar de reprimir la náusea que se acumuló en su garganta.
—Hmm —replicó, suponiendo que el doctor sólo había hecho aquel comentario para distraerla de su exploración.
Hacía casi cinco semanas que se había ido Joe, y _____ empezaba a preguntarse si su fluctuante gripe no sería algún trastorno debido a la tensión. Temía su regreso y sentía una incesante angustia al pensar que la había engañado. No podía dejar de pensar en su engaño, y en lo tonta que había sido ella entregándose tan fácilmente. Teniendo en cuenta que no había vuelto a tener noticias de Joe desde que se había ido, había llegado a la conclusión de que la noche que habían compartido no significó tanto para él como para ella.
Se quejó cuando el doctor le tocó en una zona especialmente sensible cercana al útero.
El médico apartó de inmediato la mano, frunciendo el ceño.
—¿Te he hecho daño?—
—Solo un poco—
El doctor le hizo una seña para que se levantara y luego anotó algo en su informe.
—Marcie me ha dicho que esta mañana ha visto un coche deportivo color champán que se dirigía a la nueva casa. Al parecer, la pesadilla de tu padre ha regresado—
¡Joe había vuelto!
_____ se llevó una mano a la sien para tratar de controlar el mareo. A pesar de que ya habían pasado cuatro semanas y media, aún no se había hecho a la idea de que Joe Jonas se iba a quedar a vivir en Whitaker Falls.
El doctor Chase volvió a mirarla con gesto profesional.
—Físicamente, todo parece en orden —dijo, mientras abría el informe con los resultados de los análisis—. La tiroides parece estar bien, el azúcar también, el coresterol también... —el dedo con que estaba repasado el informe se detuvo en un punto determinado. Tras fruncir el ceño, miró a _____ sin esconder su sorpresa—. Según esto, estás embarazada.
_____ no ocultó su asombro.
—¿Pediste una prueba de embarazo?— El doctor se encogió de hombros.
—Solo quería eliminar cualquier posible causa de tus síntomas. Según esto, la prueba ha dado positivo.
_____ sintió que la boca se le secaba repentinamente.
—Eso es imposible. Soy estéril—
—¿Quién lo ha dicho?—
—Kevin y yo... no pudimos tener hijos. Él ahora ha tenido dos, así que sólo quedo yo.
—Eso no significa nada —replicó el doctor, mirándola cariñosamente—. ¿Te hiciste alguna vez una prueba para comprobar si eras estéril?—
—No... —admitió _____, reacia—
—¿Cuándo tuviste la última regla?—
—No soy muy regular, así que no me molesto en llevar un control. Pero creo que deben haber pasado unas seis semanas desde la última. Imagino que me bajará cualquier día de estos—
Aceptando aparentemente las palabras de _____, el doctor anotó algo en su informe y luego la miró.
—En ese caso debe de tratarse de un falso positivo, o de un error del laboratorio.
_____ le dedicó una brillante sonrisa.
—Estoy segura de que tienes razón—
—Y siempre existe la posibilidad de una inmaculada concepción —dijo el doctor Chase, guiñándole un ojo.
_____ rio, aunque hacerlo no sirvió para aplacar los fuertes latidos de su corazón ni la idea que no dejaba de repetirse en su cabeza. ¿Podía estar realmente embarazada? Repasó mentalmente sus síntomas y, aunque nunca había estado embarazada, se dio cuenta de que lo que estaba experimentando eran los síntomas típicos que había oído describir a otras mujeres.
¿Pero cómo era posible? ¿Habría sido todo una cuestión de incompatibilidad entre Kevin y ella para concebir un hijo? Las preguntas se amontonaban en su mente, pero por mucho que deseara obtener respuestas, se negó a despertar las sospechas del doctor Chase.
—¿Por qué no te quedas unos días en casa, descansando, y le pides a Danielle que se ocupe de la floristería? —sugirió el doctor—. Si no te sientes mejor el lunes, ven a verme de nuevo—
_____ asintió, se sentía confundida y más mareada que cuando había llegado. De todos modos, mientras tomaba su bolso dijo:
—Me gustaría que esto quedara entre nosotros— El doctor asintió.
—De acuerdo. Estás en tu derecho de pedírmelo —tras un momento de duda, añadió—: El hecho de que no lograras quedarte embarazada con Kevin no significa que seas estéril, _____. Puede haber muchos motivos por los que una pareja no pueda concebir y, aunque te hubieras hecho las pruebas y hubiera resultado que eras estéril, siempre existe una posibilidad de que pudieras quedarte embarazada—
_____ asintió, incapaz de decirle que, aunque aquella noticia le alegraba inmensamente, también le producía un gran temor, porque sospechaba que su irresponsable comportamiento con Joe podía haber tenido consecuencias irrevocables.
CONTINUARA
—¿Aun no te has librado de ese pesado virus de la gripe?— _____ miró al doctor Randal Chase mientras este entraba en el consultorio que compartía con su padre, con la ficha de _____ en la mano.
—No, por desgracia no —contestó, dedicándole una sonrisa tan lánguida como su cuerpo y su espíritu—. Las náuseas vienen en oleadas. Es bastante extraño. Un momento me siento bien y al siguiente noto que estoy a punto de vomitar. También siento a veces mareos, y me duele todo el cuerpo.
El doctor se ajustó las gafas sobre el puente de la nariz y le dedicó una cálida sonrisa.
—Le pediré a Marcie que busque los resultados de los análisis mientras te hago un examen de rutina. Siéntate en la camilla.
_____ obedeció mientras el doctor se asomaba de nuevo al exterior para decirle a Marcie que fuera en busca de los resultados. Luego se volvió hacia la paciente. Tras auscultarla dijo que todo iba bien por ese lado.
—Saca la lengua y di «ahhh» —utilizando una espátula plana de madera, examinó la garganta y las amígdalas de _____—. Tampoco aquí veo ningún problema. Túmbate para que te palpe el vientre—
Marcie entró en ese momento y dejó el informe sobre el escritorio. _____ se tumbó en la camilla y el doctor le deslizó las manos bajo la blusa para seguir con su examen.
—¿Te has sentido hinchada estos días?—
—Un poco —confesó _____, contrayendo los músculos del abdomen cuando los fríos dedos del doctor le tocaron en el estómago.
—Lo siento. Hoy tengo las manos un poco frías —mientras continuaba explorándola, el doctor dijo, distraídamente—: He oído decir que ya están llevando el mobiliario a esa casa enorme que han hecho en Cutter Creek—
El estómago de _____ se contrajo al oír mencionar la propiedad de Joe. A esas alturas, todos los habitantes de Whitaker Falls sabían que era suya. Cerró los ojos para tratar de reprimir la náusea que se acumuló en su garganta.
—Hmm —replicó, suponiendo que el doctor sólo había hecho aquel comentario para distraerla de su exploración.
Hacía casi cinco semanas que se había ido Joe, y _____ empezaba a preguntarse si su fluctuante gripe no sería algún trastorno debido a la tensión. Temía su regreso y sentía una incesante angustia al pensar que la había engañado. No podía dejar de pensar en su engaño, y en lo tonta que había sido ella entregándose tan fácilmente. Teniendo en cuenta que no había vuelto a tener noticias de Joe desde que se había ido, había llegado a la conclusión de que la noche que habían compartido no significó tanto para él como para ella.
Se quejó cuando el doctor le tocó en una zona especialmente sensible cercana al útero.
El médico apartó de inmediato la mano, frunciendo el ceño.
—¿Te he hecho daño?—
—Solo un poco—
El doctor le hizo una seña para que se levantara y luego anotó algo en su informe.
—Marcie me ha dicho que esta mañana ha visto un coche deportivo color champán que se dirigía a la nueva casa. Al parecer, la pesadilla de tu padre ha regresado—
¡Joe había vuelto!
_____ se llevó una mano a la sien para tratar de controlar el mareo. A pesar de que ya habían pasado cuatro semanas y media, aún no se había hecho a la idea de que Joe Jonas se iba a quedar a vivir en Whitaker Falls.
El doctor Chase volvió a mirarla con gesto profesional.
—Físicamente, todo parece en orden —dijo, mientras abría el informe con los resultados de los análisis—. La tiroides parece estar bien, el azúcar también, el coresterol también... —el dedo con que estaba repasado el informe se detuvo en un punto determinado. Tras fruncir el ceño, miró a _____ sin esconder su sorpresa—. Según esto, estás embarazada.
_____ no ocultó su asombro.
—¿Pediste una prueba de embarazo?— El doctor se encogió de hombros.
—Solo quería eliminar cualquier posible causa de tus síntomas. Según esto, la prueba ha dado positivo.
_____ sintió que la boca se le secaba repentinamente.
—Eso es imposible. Soy estéril—
—¿Quién lo ha dicho?—
—Kevin y yo... no pudimos tener hijos. Él ahora ha tenido dos, así que sólo quedo yo.
—Eso no significa nada —replicó el doctor, mirándola cariñosamente—. ¿Te hiciste alguna vez una prueba para comprobar si eras estéril?—
—No... —admitió _____, reacia—
—¿Cuándo tuviste la última regla?—
—No soy muy regular, así que no me molesto en llevar un control. Pero creo que deben haber pasado unas seis semanas desde la última. Imagino que me bajará cualquier día de estos—
Aceptando aparentemente las palabras de _____, el doctor anotó algo en su informe y luego la miró.
—En ese caso debe de tratarse de un falso positivo, o de un error del laboratorio.
_____ le dedicó una brillante sonrisa.
—Estoy segura de que tienes razón—
—Y siempre existe la posibilidad de una inmaculada concepción —dijo el doctor Chase, guiñándole un ojo.
_____ rio, aunque hacerlo no sirvió para aplacar los fuertes latidos de su corazón ni la idea que no dejaba de repetirse en su cabeza. ¿Podía estar realmente embarazada? Repasó mentalmente sus síntomas y, aunque nunca había estado embarazada, se dio cuenta de que lo que estaba experimentando eran los síntomas típicos que había oído describir a otras mujeres.
¿Pero cómo era posible? ¿Habría sido todo una cuestión de incompatibilidad entre Kevin y ella para concebir un hijo? Las preguntas se amontonaban en su mente, pero por mucho que deseara obtener respuestas, se negó a despertar las sospechas del doctor Chase.
—¿Por qué no te quedas unos días en casa, descansando, y le pides a Danielle que se ocupe de la floristería? —sugirió el doctor—. Si no te sientes mejor el lunes, ven a verme de nuevo—
_____ asintió, se sentía confundida y más mareada que cuando había llegado. De todos modos, mientras tomaba su bolso dijo:
—Me gustaría que esto quedara entre nosotros— El doctor asintió.
—De acuerdo. Estás en tu derecho de pedírmelo —tras un momento de duda, añadió—: El hecho de que no lograras quedarte embarazada con Kevin no significa que seas estéril, _____. Puede haber muchos motivos por los que una pareja no pueda concebir y, aunque te hubieras hecho las pruebas y hubiera resultado que eras estéril, siempre existe una posibilidad de que pudieras quedarte embarazada—
_____ asintió, incapaz de decirle que, aunque aquella noticia le alegraba inmensamente, también le producía un gran temor, porque sospechaba que su irresponsable comportamiento con Joe podía haber tenido consecuencias irrevocables.
CONTINUARA
.Lu' Anne Lovegood.
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!
omj!!! me han encantado!!!
muchas gracias por los 2 caps!!
yo tambien te quiero mucho!!! gracias por subirla encerio!!
awww yo si quiero que ______ este embarazada!!!
siguela porfavor!!!
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yo tambien te quiero mucho!!! gracias por subirla encerio!!
awww yo si quiero que ______ este embarazada!!!
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yamijonasforever
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
aawww!!!! me encanto sofueron los mejores capis :D
-GrizJonasLovatoCyrus-
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
no lo puedo creeerrr
embarazada de joeeeee
wwwuuuaaaauu
siguela porfaaaaaaa
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wwwuuuaaaauu
siguela porfaaaaaaa
chelis
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww *-*
Nueva Lectora ! :D
Me Encanto Siguela (;
Nueva Lectora ! :D
Me Encanto Siguela (;
locasxjonas
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
wow !!!! Siguela esta genial :) me encanto hahahah soy nueva lectora
pd: soy cony :p<3
pd: soy cony :p<3
Connie
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
Awww chicas bienvenidas a las nuevas Lectoras!!! Me encanta tenerlas por aqui =)
Q bueno q les guste la nove, por eso les dejare otros dos cap!! =D
Q bueno q les guste la nove, por eso les dejare otros dos cap!! =D
.Lu' Anne Lovegood.
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
CAPITULO 11
Los dedos de Joe se cerraron con fuerza en torno al volante mientras se dirigía hacia Whitaker Town Square. Casi cinco semanas después de hacer el amor con _____, aún no había podido librarse del pesar que se había instalado en su corazón... pesar y arrepentimiento por cómo había manejado la situación y por haber hecho daño a _____ con su terco silencio.
Debería haberle dicho la verdad sobre Cutter Creek y JAJ durante la cena, pero entonces creía que contaba con tiempo para convencerla, para cortejarla, para demostrarle gradualmente que había cambiado y que podía entrar en su mundo.
Pero el padre de _____ le robó la oportunidad de hacerlo, redujo a cenizas sus planes con sus duras y amargas palabras de acusación. Desde el dormitorio le oyó desenterrar el pasado, las acusaciones que lo habían perseguido desde la muerte de Aaron. En aquellos momentos, todos los años que Joe había pasado reconstruyendo su vida y su credibilidad se habían evaporado a causa del odio de un hombre.
Las viejas dudas e inseguridades volvieron a instalarse en su corazón, y le decían que nunca llegaría a ser lo suficientemente bueno para _____ Holbrook. Y cuando _____ se enfrentó a él, reaccionó con una táctica de supervivencia que había aprendido siendo niño, para protegerse de todas las críticas que tenía que soportar. Al parecer, nada había cambiado realmente.
_____ estaba enfadada aquella mañana, y él a la defensiva tras escuchar a Ellis. Irse le pareció la mejor idea. Ambos necesitaban tiempo para calmarse, y _____ debía hacerse a la idea de que él iba a vivir en Whitaker Falls. Para siempre. Debía recuperar su orgullo y labrarse una reputación.
Con el tiempo, conseguiría ambas cosas.
Pero, de momento, debía averiguar si el recibimiento de _____ iba a ser más cálido que la fría reserva con que lo habían mirado los pocos habitantes de Whitaker Falls con los que se había topado.
Estaba embarazada. No había duda. La tira azul de la prueba de embarazo que había comprado junto con otro montón de tonterías, en un intento de camuflar la evidencia, confirmaba que los resultados de los análisis eran correctos. Se sentó en el borde de la bañera y cerró los ojos con fuerza, tratando de reprimir las lágrimas.
Pero perdió la batalla, y, una tras otra, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. ¡En menudo lío se había metido!
Se llevó una mano al vientre, suponiendo que en un par de meses el secreto dejaría de ser tal. A pesar de la sensación de júbilo que le producía saber que podía tener hijos, temía la batalla emocional que la aguardaba, por no mencionar el posible escándalo. No solo estaba soltera, sino que el hecho de no mencionar al padre haría que las habladurías aumentaran. Pero no pensaba incrementar su error anunciando a todo el mundo que el padre era Joe.
Le diría a Joe con toda claridad lo que pensaba hacer: tendría aquel bebé sola, y lo único que quería de él era su silencio. Ya que era evidente que no la amaba y que tenía planeado volver a vivir en Whitaker Falls, estaba segura de que él estaría de acuerdo.
En cuanto a su padre... se preguntaba si creería la sugerencia hecha por el doctor Chase sobre la inmaculada concepción.
Dejó escapar un tembloroso suspiro y logró sonreír ante el inesperado regalo que le había hecho el destino.
Una repentina llamada a la puerta hizo que los latidos de su corazón se aceleraran. Miró el contenido de la cajita de la prueba del embarazo, disperso en la repisa del baño. Suponiendo que se trataría de su padre, que en los últimos tiempos tenía la costumbre de pasar a verla' sin avisar, guardó frenéticamente la incriminatoria evidencia. Metió el pequeño recipiente de plástico y el librito de instrucciones en la caja y guardó esta en el armario que había bajo el lavabo.
Otra llamada.
Mientras se frotaba los ojos húmedos con el dorso de la mano, y trataba de calmarse, salió del baño y fue hasta la puerta principal. La abrió con una sonrisa que sacó de su reserva de ánimos, pero que se esfumó al ver a Joe en el porche.
En lugar del traje de su primera visita, llevaba una camisa vaquera azul que acentuaba el tono de sus ojos violetas. Unos vaqueros y unas botas completaban el atuendo. Aún parecía un hombre de éxito, y seguía estando igual de guapo. Y, al parecer, conservaba su habilidad para hacer que el pulso de _____ se acelerara.
—Hola —aunque su voz seguía sonando tan grave, íntima y sexy como _____ la recordaba, su mirada era más reservada—. He pasado por la floristería, pero Danielle me ha dicho que estabas en casa, enferma. Estás pálida y tienes los ojos hinchados. ¿Cómo te encuentras?—
—Estoy bien —_____ frunció los labios, irritada. Una cosa era saber que Joe iba a vivir en Whitaker Falls y tener que enfrentarse a la posibilidad de verlo por el pueblo, y otra muy distinta que creyera que podía ir a verla cuando le apeteciera—. ¿Qué haces aquí?—
Su pregunta no pareció amilanar a Joe.
—Teniendo en cuenta cómo dejamos las cosas la última vez, creo que debemos hablar. Te he dado tiempo para calmarte, así que cuanto antes tengamos esta conversación, mejor—
_____ optó por una respuesta breve y sencilla.
—No tengo nada que decirte, así que puedes irte—
Anticipándose a su siguiente movimiento, Joe avanzó un pie para impedir que cerrara por completo la puerta.
—No pienso irme hasta que hablemos —dijo, con firmeza.
—Entonces habla —replicó ella.
—Sin la puerta en medio —la voz de Joe reflejó su creciente enfado.
Como sospechaba que no tenía nada que hacer frente a la tenacidad de aquel hombre, _____ lo dejó pasar de mala gana. Luego cerró la puerta y fue a la cocina, pues sentía que tenía la garganta reseca y necesitaba beber algo.
Joe la siguió y observó cómo sacaba un vaso largo de un armario y lo llenaba de té frío de la nevera.
—Estoy esperando —dijo _____, impaciente.
Joe fue hasta el armario, sacó otro vaso y se sirvió té antes de que ella pudiera retirar la jarra. _____ frunció el ceño, pero él ni la miró, mientras bebía el vaso. Luego se sirvió otro.
A continuación, le dedicó una larga y detenida mirada.
—¿Por qué no te sientes bien?—
_____ no estaba física ni mentalmente preparada para contarle la verdad, sobre todo teniendo en cuenta que ni siquiera ella había podido hacerse aún a la idea de que estaba embarazada.
—He tenido la gripe, así que no te acerques demasiado—
Joe rio con suavidad.
—Ya deberías saber que no me da ningún miedo compartir algunos gérmenes contigo—
Su confianza anonadó y preocupó a _____. No pudo evitar que una corriente de sensualidad la recorriera mientras lo miraba. ¿Acaso estaba condenada a sentirse atraída por aquel hombre a pesar de todo lo que le había hecho?
Cuando quedó claro que no iba a morder el anzuelo, Joe se puso serio y dejó su vaso en el fregadero.
—Esperaba que durante estas semanas hubieras razonado un poco—
_____ se quedó boquiabierta.
—¿Cómo voy a razonar el hecho de que me engañaras?—
El arrepentimiento ensombreció los atractivos rasgos de Joe.
—Omití algunas cosas, es cierto...—
—Omitiste el simple hecho de que la casa de Cutter Creek es tuya y que vas a vivir en Whitaker Falls —_____ chasqueó los dedos, como si estuviera recordando algún otro detalle—. Oh, y eso por no mencionar que ahora eres rico y dueño de tu propia empresa—
La mandíbula de Joe se endureció a la vez que se pasaba una mano por el pelo con gesto de frustración.
_____ dio un sorbo a su té, para tratar de sosegar la confusión que sentía. Lo que habían compartido ella y Joe un mes atrás fue sincero y real por su parte, pero no sabía qué pensar de las intenciones de Joe. Solo lograba recordar sus mentiras y la sensación de traición que se apoderó de ella al averiguar la verdad. No podía evitar preguntarse qué más le estaría ocultando.
—Además de mí, ¿sabe alguien que has vuelto al pueblo?—
Joe encogió sus anchos hombros.
—Me he encontrado con algunas personas. Teniendo en cuenta que voy a formar parte de la comunidad, no sería lógico que tratara de ocultar el hecho de que he vuelto—
_____ se pasó una mano por el pelo revuelto, se sentía agotada.
—Los habitantes de Whitaker Falls tienen muy buena memoria, así que si esperas un desfile en tu honor por tu regreso, más vale que te vayas olvidando—
Una expresión dolida cruzó el rostro de Joe.
—Sé muy bien lo que piensa de mí la mayoría de la gente de por aquí, y espero que su opinión cambie con el tiempo. Ya no soy el joven salvaje y rebelde que era cuando me fui. Lo que he logrado mientras he estado fuera tiene que contar para algo—
_____ creyó detectar un matiz de esperanza en su voz, y vio un breve destello del solitario muchacho que Joe había sido en otro tiempo, un muchacho que lo que más deseaba en el mundo era ser aceptado por el pueblo en el que había crecido. Por un instante, sintió la tentación de dejarse llevar por la compasión, pero enseguida pensó en su padre y en cómo reaccionaría.
—Mi padre te culpa por la muerte de Aaron. Dudo que su opinión sobre ti vaya a cambiar—
A pesar de que Joe estaba apoyado despreocupadamente contra la encimera, su cuerpo delató la tensión que sentía. Miró a _____ a los ojos, como buscando un ancla que lo librara de la condena que sin duda recibiría de Ellis Holbrook.
—¿Y tú? ¿También me culpas de la muerte de tu hermano?—
_____ sabía que Joe necesitaba oír que no lo consideraba responsable de la trágica muerte de Aaron. Pero, por mucho que deseara decirle las palabras que necesitaba oír, sabía que sería un error darle aquella ventaja sobre sus emociones, sobre todo en ese momento en que había algo mucho más emocional en juego: un bebé.
—Lo que yo piense carece de importancia —dijo, en el tono más desapegado que pudo.
La mirada de Joe se endureció al instante. Se apartó de la encimera y, pasando junto a _____, salió de la cocina. Ella se volvió hacia la ventana que había encima del fregadera y cerró los ojos, mientras intentaba tragar el nudo que se le había hecho en la garganta.
Una mezcla de alivio y decepción se apoderó de ella al tiempo que esperaba a que Joe se fuera. Pero en lugar de oír que se abría la puerta delantera, oyó que se cerraba la del baño. Sin duda, los dos vasos de té habían hecho su efecto.
Un minuto después oyó que salía del baño y rogó fervientemente para que se fuera. Sin duda, ya no tenían nada que decirse.
Pero su deseo no se cumplió.
—¿Qué es esto? —preguntó Joe tras ella. _____ se volvió y se quedó sin aliento al ver a qué se debía la pregunta de Joe.
—¡Dámelo! —exclamó, tratando de quitarle la barrita de plástico que él sostenía entre los dedos. Joe la apartó fácilmente de su alcance.
—¿No es una de esas pruebas caseras de embarazo?—
El estómago de _____ se encogió a la vez que una intensa rabia se apoderaba de ella.
—¡No tienes ningún derecho a husmear entre mis cosas!—
—¿Husmear? —Joe alzó las cejas, indignado—. ¡Estaba al lado del lavabo!—
_____ pensó que no podía haber sido tan descuidada.
—¡No es cierto! —dijo entre dientes.
—Sí lo es —replicó Joe con calma, aunque no había tranquilidad en su mirada—. Puede que te entraran prisas al oír que alguien llamaba a la puerta y olvidaras ocultarlo—
_____ pensó un momento en la ansiedad con que había guardado las cosas en la caja. Lo cierto era que no recordaba haber guardado la tira de plástico con lo demás.
—De todos modos, no es asunto tuyo —dijo mientras intentaba quitarle la barrita de plástico una vez más.
—Tal y como veo las cosas, sí es asunto mío que estés embarazada —Joe alzó las cejas, perplejo—. Aunque lo cierto es que no entiendo nada, porque me dijiste que no podías quedarte embarazada—
_____ se cruzó de brazos y alzó la barbilla con gesto rebelde, no pensaba contestar o explicarle nada.
Joe esperó a que ella confirmara o negara lo que le había dicho, pero la obstinada actitud de _____ no indicaba nada bueno. La miró lentamente de arriba a abajo, buscando algún indicio de su estado, pero la falda y la blusa que vestía no ayudaban a averiguarlo.
Frustrado ante su tozudez, decidió que había llegado el momento de hacerle saber que podía ser un formidable oponente cuando era necesario.
—Solo necesito ir con esta tira a la farmacia para que me confirmen si es de una prueba del embarazo y si el color azul indica que ha dado positivo. Estoy seguro de que eso pondría un suculento cotilleo en marcha. Y tan solo pasarían uno o dos meses antes de que el rumor se confirmara —añadió.
Los ojos de _____ parecieron echar chispas.
—Eres un miserable, ¿lo sabías?—
—¿Un miserable? —Joe alzó la ceja ante aquella decripción tan poco halagadora—. Tengo derecho a saber la verdad—
_____ resopló exasperada.
—¡Ni siquiera sé por qué te preocupa lo que pueda significar esa barrita azul!—
Joe frunció el ceño ofendido.
—Claro que me preocupa—
—¿Por qué? No me hiciste ninguna promesa antes de que nos acostáramos—
—_____... —Joe avanzó unos pasos, pero se detuvo al ver que ella se retiraba—. ¿Acaso crees que sena capaz de pasar por alto algo tan importante?—
—Me mentiste y me engañaste —replicó _____, con la voz cargada de emoción—. Por supuesto que te creo capaz de cualquier cosa—
Joe se pasó una mano por la frente y suspiró, comprendiendo el grave error que había cometido al no contarle todo a _____ durante la cena.
—Nunca quise hacerte daño, _____. Eso es algo que vas a tener que creer—
—No sé si puedo fiarme de ti —los hombros de _____ se hundieron en señal de derrota, y dirigió la mirada hacia la tira de plástico que tanto alboroto había causado—. Sí, es una prueba de embarazo —confesó—. Y el color azul significa que es positiva. El doctor también me lo ha confirmado—
Joe se sentía como si acabaran de quitarle la alfombra de debajo de los pies, y se sentó en una de las sillas de la cocina.
—¿Y lo que me contaste sobre tu esterilidad?—
—Considérate excepcionalmente viril —contestó _____ en tono irónico.
Joe le dedicó una sonrisa.
—Eso está bien, pero debo admitir que ha sido toda una sorpresa—
—Sin duda —dijo _____, con amargura—. Pero no te preocupes, Joe. No quiero ni espero nada de ti, excepto que mantengas en secreto que eres el padre del bebé—
Una repentina frialdad se apoderó de Joe al ver la decidida expresión de _____.
—¿Qué diablos se supone que quiere decir eso?—
—Voy a quedarme con «mi» bebé... —Joe se levantó y se acercó a ella—
—Por supuesto que vas a quedarte con «mi» bebé...— _____ dio un paso atrás, apoyando una mano protectoramente sobre su vientre.
—Voy a criar a «mi» bebé por «mi» cuenta...— Joe siguió avanzando hacia ella, hasta arrinconarla contra la encimera.
—No pienso dejarte criar a «mi» bebé por tu cuenta— _____ siguió hablando como si no lo hubiera oído.—... simplificaría mucho las cosas que renunciaras a todos tus derechos como padre de «mi» bebé— Joe sintió que la sangre hervía.—
—Claro —dijo, en tono peligrosamente bajo. ¿Acaso lo consideraba _____ un monstruo capaz de renunciar a sus obligaciones paternas y de abandonar a su propio hijo? Para él solo había una solución para aquella situación. Una solución innegociable... a la que sin duda se opondría _____—. Vamos a casarnos —afirmó.
Por un instante, _____ se quedó boquiabierta, pero reaccionó enseguida.
—¡Por si no te has enterado, casi estamos en el siglo veintiuno y no tengo por qué hacer tal cosa! —exclamó, y recalcó sus palabras apoyando el dedo índice con firmeza contra el pecho de Joe—. Lo último que quiero es casarme contigo. «Mi» bebé y yo estaremos mejor solos—
—«Nuestro» bebé —dijo Joe, entre dientes, aunque su intento de llegar a un compromiso no pareció afectar a _____, que trató de apartarse de él rodeándolo. Pero Joe no estaba dispuesto a dejarla escapar. Tenía demasiado que perder. Apoyó ambas manos a los lados de la encimera y la atrapó entre sus brazos—. Maldita sea, _____, deja de ser tan irracional. Vives en un pueblo cuyos habitantes tienen la mente muy estrecha en lo referente a embarazos ilegítimos. Creo que esa es una de las cosas que no ha cambiado por aquí—
—Ya soy mayorcita, Joe. Puedo cuidar de mí misma y ocuparme de los problemas que me suponga ser una madre soltera—
—No voy a permitir que mi hijo crezca con el estigma de ser ilegítimo —dijo Joe en tono vehemente—. ¿Se te ha ocurrido pensar en las repercusiones de eso?—
Por la desconcertada expresión de _____, Joe dedujo que no había pensado en aquello. Acudieron a su mente amargos y viejos recuerdos que no hicieron más que reforzarle en su empeño por legitimar el hijo que _____ llevaba en su interior.
—Siento estropear tus planes, pero no pienso mantener en secreto la paternidad de «nuestro» hijo. Quiero formar parte de su vida, y no pienso evadir ninguna responsabilidad respecto a mi hijo o hija—
_____ lo miró con expresión testaruda, sin decir nada. Era evidente que no se naba de él.
—Si no nos casamos —continuó Joe—, nuestro hijo será un marginado y sufrirá las consecuencias de nuestros actos. Lo sé por experiencia, _____, y me niego a que un hijo mío pase por lo mismo—
_____ abrió la boca para replicar, pero el apoyó un dedo sobre sus labios. Bajo ningún concepto estaba dispuesto a perder aquella discusión.
—Así que en este asunto no te voy a dar elección —la dolida expresión de _____ alcanzó su corazón. Sin poder evitarlo, deslizó el dedo con delicadeza por su mejilla, alegrándose al ver que ella no se apartaba—. Lo último que querría sería atraparte en un matrimonio que no deseas. Pero no debes pensar en lo que sientes por mí, sino en ese inocente bebé y en la clase de vida que llevará con el estigma de ser ilegítimo—
—Yo no permitiría que eso pasara —_____ habló en voz baja, con tono inseguro.
Una sonrisa triste curvó los labios de Joe.
—Podrías protegerlo de lo que se cotilleara a sus espaldas, pero siempre hay personas dispuestas a decir directamente lo que piensan, sin tener en cuenta los sentimientos de los demás—
_____ tragó saliva con esfuerzo y apartó la mirada, pero no antes de que Joe captara la confusión que había en sus ojos. Sabía que lo que él estaba diciendo era cierto, porque ella había sido testigo de cómo solían burlarse de él cuando era un niño. Había personas que respetarían a _____ y al niño que llevaba dentro porque era la hija del doctor Ellis Holbrook, pero habría otros que expresaran su cruel opinión sin pensar en el daño que causaban.
Joe se apartó de _____ para darle el espacio que parecía necesitar, aunque sin dejar de mirarla.
—Vamos a casarnos, _____, y este bebé llevará mi nombre y crecerá con un padre y una madre que lo amarán —su ultimátum era firme e indiscutible—. No pienso admitir ninguna otra opción, así que más vale que te vayas haciendo a la idea de ser la señora _____ Jonas—
_____ mantuvo los labios firmemente cerrados, pues sabía que no habría forma de hacerle cambiar de opinión. El bebé que llevaba dentro lo cambiaba todo entre ellos, y Joe no aceptaría un no por respuesta.
—Y como soy un buen tipo, te doy una semana para que te acostumbres a la idea de que vas a casarte conmigo —dijo Joe, suponiendo que _____ necesitaría esos siete días para poner sus asuntos en orden y para comunicarle a su padre la noticia.
—Qué amable —murmuró ella.
—Hablaré con el reverendo Miller para que nos case el sábado que viene a la una. Invita a quien quieras—
—Estaré allí cuando suene la campana —dijo _____ en tono burlón.
Joe la miró con una expresión que no se prestaba a las bromas.
—Si no te presentas, pondré un anuncio en el Whitaker Falls Weekly anunciando el inminente nacimiento de nuestro hijo, para que no haya ninguna duda respecto a quién es el padre—
Los ojos de _____ despedían chispas cuando replicó:
—Eres un tipo realmente miserable—
Los dedos de Joe se cerraron con fuerza en torno al volante mientras se dirigía hacia Whitaker Town Square. Casi cinco semanas después de hacer el amor con _____, aún no había podido librarse del pesar que se había instalado en su corazón... pesar y arrepentimiento por cómo había manejado la situación y por haber hecho daño a _____ con su terco silencio.
Debería haberle dicho la verdad sobre Cutter Creek y JAJ durante la cena, pero entonces creía que contaba con tiempo para convencerla, para cortejarla, para demostrarle gradualmente que había cambiado y que podía entrar en su mundo.
Pero el padre de _____ le robó la oportunidad de hacerlo, redujo a cenizas sus planes con sus duras y amargas palabras de acusación. Desde el dormitorio le oyó desenterrar el pasado, las acusaciones que lo habían perseguido desde la muerte de Aaron. En aquellos momentos, todos los años que Joe había pasado reconstruyendo su vida y su credibilidad se habían evaporado a causa del odio de un hombre.
Las viejas dudas e inseguridades volvieron a instalarse en su corazón, y le decían que nunca llegaría a ser lo suficientemente bueno para _____ Holbrook. Y cuando _____ se enfrentó a él, reaccionó con una táctica de supervivencia que había aprendido siendo niño, para protegerse de todas las críticas que tenía que soportar. Al parecer, nada había cambiado realmente.
_____ estaba enfadada aquella mañana, y él a la defensiva tras escuchar a Ellis. Irse le pareció la mejor idea. Ambos necesitaban tiempo para calmarse, y _____ debía hacerse a la idea de que él iba a vivir en Whitaker Falls. Para siempre. Debía recuperar su orgullo y labrarse una reputación.
Con el tiempo, conseguiría ambas cosas.
Pero, de momento, debía averiguar si el recibimiento de _____ iba a ser más cálido que la fría reserva con que lo habían mirado los pocos habitantes de Whitaker Falls con los que se había topado.
Estaba embarazada. No había duda. La tira azul de la prueba de embarazo que había comprado junto con otro montón de tonterías, en un intento de camuflar la evidencia, confirmaba que los resultados de los análisis eran correctos. Se sentó en el borde de la bañera y cerró los ojos con fuerza, tratando de reprimir las lágrimas.
Pero perdió la batalla, y, una tras otra, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. ¡En menudo lío se había metido!
Se llevó una mano al vientre, suponiendo que en un par de meses el secreto dejaría de ser tal. A pesar de la sensación de júbilo que le producía saber que podía tener hijos, temía la batalla emocional que la aguardaba, por no mencionar el posible escándalo. No solo estaba soltera, sino que el hecho de no mencionar al padre haría que las habladurías aumentaran. Pero no pensaba incrementar su error anunciando a todo el mundo que el padre era Joe.
Le diría a Joe con toda claridad lo que pensaba hacer: tendría aquel bebé sola, y lo único que quería de él era su silencio. Ya que era evidente que no la amaba y que tenía planeado volver a vivir en Whitaker Falls, estaba segura de que él estaría de acuerdo.
En cuanto a su padre... se preguntaba si creería la sugerencia hecha por el doctor Chase sobre la inmaculada concepción.
Dejó escapar un tembloroso suspiro y logró sonreír ante el inesperado regalo que le había hecho el destino.
Una repentina llamada a la puerta hizo que los latidos de su corazón se aceleraran. Miró el contenido de la cajita de la prueba del embarazo, disperso en la repisa del baño. Suponiendo que se trataría de su padre, que en los últimos tiempos tenía la costumbre de pasar a verla' sin avisar, guardó frenéticamente la incriminatoria evidencia. Metió el pequeño recipiente de plástico y el librito de instrucciones en la caja y guardó esta en el armario que había bajo el lavabo.
Otra llamada.
Mientras se frotaba los ojos húmedos con el dorso de la mano, y trataba de calmarse, salió del baño y fue hasta la puerta principal. La abrió con una sonrisa que sacó de su reserva de ánimos, pero que se esfumó al ver a Joe en el porche.
En lugar del traje de su primera visita, llevaba una camisa vaquera azul que acentuaba el tono de sus ojos violetas. Unos vaqueros y unas botas completaban el atuendo. Aún parecía un hombre de éxito, y seguía estando igual de guapo. Y, al parecer, conservaba su habilidad para hacer que el pulso de _____ se acelerara.
—Hola —aunque su voz seguía sonando tan grave, íntima y sexy como _____ la recordaba, su mirada era más reservada—. He pasado por la floristería, pero Danielle me ha dicho que estabas en casa, enferma. Estás pálida y tienes los ojos hinchados. ¿Cómo te encuentras?—
—Estoy bien —_____ frunció los labios, irritada. Una cosa era saber que Joe iba a vivir en Whitaker Falls y tener que enfrentarse a la posibilidad de verlo por el pueblo, y otra muy distinta que creyera que podía ir a verla cuando le apeteciera—. ¿Qué haces aquí?—
Su pregunta no pareció amilanar a Joe.
—Teniendo en cuenta cómo dejamos las cosas la última vez, creo que debemos hablar. Te he dado tiempo para calmarte, así que cuanto antes tengamos esta conversación, mejor—
_____ optó por una respuesta breve y sencilla.
—No tengo nada que decirte, así que puedes irte—
Anticipándose a su siguiente movimiento, Joe avanzó un pie para impedir que cerrara por completo la puerta.
—No pienso irme hasta que hablemos —dijo, con firmeza.
—Entonces habla —replicó ella.
—Sin la puerta en medio —la voz de Joe reflejó su creciente enfado.
Como sospechaba que no tenía nada que hacer frente a la tenacidad de aquel hombre, _____ lo dejó pasar de mala gana. Luego cerró la puerta y fue a la cocina, pues sentía que tenía la garganta reseca y necesitaba beber algo.
Joe la siguió y observó cómo sacaba un vaso largo de un armario y lo llenaba de té frío de la nevera.
—Estoy esperando —dijo _____, impaciente.
Joe fue hasta el armario, sacó otro vaso y se sirvió té antes de que ella pudiera retirar la jarra. _____ frunció el ceño, pero él ni la miró, mientras bebía el vaso. Luego se sirvió otro.
A continuación, le dedicó una larga y detenida mirada.
—¿Por qué no te sientes bien?—
_____ no estaba física ni mentalmente preparada para contarle la verdad, sobre todo teniendo en cuenta que ni siquiera ella había podido hacerse aún a la idea de que estaba embarazada.
—He tenido la gripe, así que no te acerques demasiado—
Joe rio con suavidad.
—Ya deberías saber que no me da ningún miedo compartir algunos gérmenes contigo—
Su confianza anonadó y preocupó a _____. No pudo evitar que una corriente de sensualidad la recorriera mientras lo miraba. ¿Acaso estaba condenada a sentirse atraída por aquel hombre a pesar de todo lo que le había hecho?
Cuando quedó claro que no iba a morder el anzuelo, Joe se puso serio y dejó su vaso en el fregadero.
—Esperaba que durante estas semanas hubieras razonado un poco—
_____ se quedó boquiabierta.
—¿Cómo voy a razonar el hecho de que me engañaras?—
El arrepentimiento ensombreció los atractivos rasgos de Joe.
—Omití algunas cosas, es cierto...—
—Omitiste el simple hecho de que la casa de Cutter Creek es tuya y que vas a vivir en Whitaker Falls —_____ chasqueó los dedos, como si estuviera recordando algún otro detalle—. Oh, y eso por no mencionar que ahora eres rico y dueño de tu propia empresa—
La mandíbula de Joe se endureció a la vez que se pasaba una mano por el pelo con gesto de frustración.
_____ dio un sorbo a su té, para tratar de sosegar la confusión que sentía. Lo que habían compartido ella y Joe un mes atrás fue sincero y real por su parte, pero no sabía qué pensar de las intenciones de Joe. Solo lograba recordar sus mentiras y la sensación de traición que se apoderó de ella al averiguar la verdad. No podía evitar preguntarse qué más le estaría ocultando.
—Además de mí, ¿sabe alguien que has vuelto al pueblo?—
Joe encogió sus anchos hombros.
—Me he encontrado con algunas personas. Teniendo en cuenta que voy a formar parte de la comunidad, no sería lógico que tratara de ocultar el hecho de que he vuelto—
_____ se pasó una mano por el pelo revuelto, se sentía agotada.
—Los habitantes de Whitaker Falls tienen muy buena memoria, así que si esperas un desfile en tu honor por tu regreso, más vale que te vayas olvidando—
Una expresión dolida cruzó el rostro de Joe.
—Sé muy bien lo que piensa de mí la mayoría de la gente de por aquí, y espero que su opinión cambie con el tiempo. Ya no soy el joven salvaje y rebelde que era cuando me fui. Lo que he logrado mientras he estado fuera tiene que contar para algo—
_____ creyó detectar un matiz de esperanza en su voz, y vio un breve destello del solitario muchacho que Joe había sido en otro tiempo, un muchacho que lo que más deseaba en el mundo era ser aceptado por el pueblo en el que había crecido. Por un instante, sintió la tentación de dejarse llevar por la compasión, pero enseguida pensó en su padre y en cómo reaccionaría.
—Mi padre te culpa por la muerte de Aaron. Dudo que su opinión sobre ti vaya a cambiar—
A pesar de que Joe estaba apoyado despreocupadamente contra la encimera, su cuerpo delató la tensión que sentía. Miró a _____ a los ojos, como buscando un ancla que lo librara de la condena que sin duda recibiría de Ellis Holbrook.
—¿Y tú? ¿También me culpas de la muerte de tu hermano?—
_____ sabía que Joe necesitaba oír que no lo consideraba responsable de la trágica muerte de Aaron. Pero, por mucho que deseara decirle las palabras que necesitaba oír, sabía que sería un error darle aquella ventaja sobre sus emociones, sobre todo en ese momento en que había algo mucho más emocional en juego: un bebé.
—Lo que yo piense carece de importancia —dijo, en el tono más desapegado que pudo.
La mirada de Joe se endureció al instante. Se apartó de la encimera y, pasando junto a _____, salió de la cocina. Ella se volvió hacia la ventana que había encima del fregadera y cerró los ojos, mientras intentaba tragar el nudo que se le había hecho en la garganta.
Una mezcla de alivio y decepción se apoderó de ella al tiempo que esperaba a que Joe se fuera. Pero en lugar de oír que se abría la puerta delantera, oyó que se cerraba la del baño. Sin duda, los dos vasos de té habían hecho su efecto.
Un minuto después oyó que salía del baño y rogó fervientemente para que se fuera. Sin duda, ya no tenían nada que decirse.
Pero su deseo no se cumplió.
—¿Qué es esto? —preguntó Joe tras ella. _____ se volvió y se quedó sin aliento al ver a qué se debía la pregunta de Joe.
—¡Dámelo! —exclamó, tratando de quitarle la barrita de plástico que él sostenía entre los dedos. Joe la apartó fácilmente de su alcance.
—¿No es una de esas pruebas caseras de embarazo?—
El estómago de _____ se encogió a la vez que una intensa rabia se apoderaba de ella.
—¡No tienes ningún derecho a husmear entre mis cosas!—
—¿Husmear? —Joe alzó las cejas, indignado—. ¡Estaba al lado del lavabo!—
_____ pensó que no podía haber sido tan descuidada.
—¡No es cierto! —dijo entre dientes.
—Sí lo es —replicó Joe con calma, aunque no había tranquilidad en su mirada—. Puede que te entraran prisas al oír que alguien llamaba a la puerta y olvidaras ocultarlo—
_____ pensó un momento en la ansiedad con que había guardado las cosas en la caja. Lo cierto era que no recordaba haber guardado la tira de plástico con lo demás.
—De todos modos, no es asunto tuyo —dijo mientras intentaba quitarle la barrita de plástico una vez más.
—Tal y como veo las cosas, sí es asunto mío que estés embarazada —Joe alzó las cejas, perplejo—. Aunque lo cierto es que no entiendo nada, porque me dijiste que no podías quedarte embarazada—
_____ se cruzó de brazos y alzó la barbilla con gesto rebelde, no pensaba contestar o explicarle nada.
Joe esperó a que ella confirmara o negara lo que le había dicho, pero la obstinada actitud de _____ no indicaba nada bueno. La miró lentamente de arriba a abajo, buscando algún indicio de su estado, pero la falda y la blusa que vestía no ayudaban a averiguarlo.
Frustrado ante su tozudez, decidió que había llegado el momento de hacerle saber que podía ser un formidable oponente cuando era necesario.
—Solo necesito ir con esta tira a la farmacia para que me confirmen si es de una prueba del embarazo y si el color azul indica que ha dado positivo. Estoy seguro de que eso pondría un suculento cotilleo en marcha. Y tan solo pasarían uno o dos meses antes de que el rumor se confirmara —añadió.
Los ojos de _____ parecieron echar chispas.
—Eres un miserable, ¿lo sabías?—
—¿Un miserable? —Joe alzó la ceja ante aquella decripción tan poco halagadora—. Tengo derecho a saber la verdad—
_____ resopló exasperada.
—¡Ni siquiera sé por qué te preocupa lo que pueda significar esa barrita azul!—
Joe frunció el ceño ofendido.
—Claro que me preocupa—
—¿Por qué? No me hiciste ninguna promesa antes de que nos acostáramos—
—_____... —Joe avanzó unos pasos, pero se detuvo al ver que ella se retiraba—. ¿Acaso crees que sena capaz de pasar por alto algo tan importante?—
—Me mentiste y me engañaste —replicó _____, con la voz cargada de emoción—. Por supuesto que te creo capaz de cualquier cosa—
Joe se pasó una mano por la frente y suspiró, comprendiendo el grave error que había cometido al no contarle todo a _____ durante la cena.
—Nunca quise hacerte daño, _____. Eso es algo que vas a tener que creer—
—No sé si puedo fiarme de ti —los hombros de _____ se hundieron en señal de derrota, y dirigió la mirada hacia la tira de plástico que tanto alboroto había causado—. Sí, es una prueba de embarazo —confesó—. Y el color azul significa que es positiva. El doctor también me lo ha confirmado—
Joe se sentía como si acabaran de quitarle la alfombra de debajo de los pies, y se sentó en una de las sillas de la cocina.
—¿Y lo que me contaste sobre tu esterilidad?—
—Considérate excepcionalmente viril —contestó _____ en tono irónico.
Joe le dedicó una sonrisa.
—Eso está bien, pero debo admitir que ha sido toda una sorpresa—
—Sin duda —dijo _____, con amargura—. Pero no te preocupes, Joe. No quiero ni espero nada de ti, excepto que mantengas en secreto que eres el padre del bebé—
Una repentina frialdad se apoderó de Joe al ver la decidida expresión de _____.
—¿Qué diablos se supone que quiere decir eso?—
—Voy a quedarme con «mi» bebé... —Joe se levantó y se acercó a ella—
—Por supuesto que vas a quedarte con «mi» bebé...— _____ dio un paso atrás, apoyando una mano protectoramente sobre su vientre.
—Voy a criar a «mi» bebé por «mi» cuenta...— Joe siguió avanzando hacia ella, hasta arrinconarla contra la encimera.
—No pienso dejarte criar a «mi» bebé por tu cuenta— _____ siguió hablando como si no lo hubiera oído.—... simplificaría mucho las cosas que renunciaras a todos tus derechos como padre de «mi» bebé— Joe sintió que la sangre hervía.—
—Claro —dijo, en tono peligrosamente bajo. ¿Acaso lo consideraba _____ un monstruo capaz de renunciar a sus obligaciones paternas y de abandonar a su propio hijo? Para él solo había una solución para aquella situación. Una solución innegociable... a la que sin duda se opondría _____—. Vamos a casarnos —afirmó.
Por un instante, _____ se quedó boquiabierta, pero reaccionó enseguida.
—¡Por si no te has enterado, casi estamos en el siglo veintiuno y no tengo por qué hacer tal cosa! —exclamó, y recalcó sus palabras apoyando el dedo índice con firmeza contra el pecho de Joe—. Lo último que quiero es casarme contigo. «Mi» bebé y yo estaremos mejor solos—
—«Nuestro» bebé —dijo Joe, entre dientes, aunque su intento de llegar a un compromiso no pareció afectar a _____, que trató de apartarse de él rodeándolo. Pero Joe no estaba dispuesto a dejarla escapar. Tenía demasiado que perder. Apoyó ambas manos a los lados de la encimera y la atrapó entre sus brazos—. Maldita sea, _____, deja de ser tan irracional. Vives en un pueblo cuyos habitantes tienen la mente muy estrecha en lo referente a embarazos ilegítimos. Creo que esa es una de las cosas que no ha cambiado por aquí—
—Ya soy mayorcita, Joe. Puedo cuidar de mí misma y ocuparme de los problemas que me suponga ser una madre soltera—
—No voy a permitir que mi hijo crezca con el estigma de ser ilegítimo —dijo Joe en tono vehemente—. ¿Se te ha ocurrido pensar en las repercusiones de eso?—
Por la desconcertada expresión de _____, Joe dedujo que no había pensado en aquello. Acudieron a su mente amargos y viejos recuerdos que no hicieron más que reforzarle en su empeño por legitimar el hijo que _____ llevaba en su interior.
—Siento estropear tus planes, pero no pienso mantener en secreto la paternidad de «nuestro» hijo. Quiero formar parte de su vida, y no pienso evadir ninguna responsabilidad respecto a mi hijo o hija—
_____ lo miró con expresión testaruda, sin decir nada. Era evidente que no se naba de él.
—Si no nos casamos —continuó Joe—, nuestro hijo será un marginado y sufrirá las consecuencias de nuestros actos. Lo sé por experiencia, _____, y me niego a que un hijo mío pase por lo mismo—
_____ abrió la boca para replicar, pero el apoyó un dedo sobre sus labios. Bajo ningún concepto estaba dispuesto a perder aquella discusión.
—Así que en este asunto no te voy a dar elección —la dolida expresión de _____ alcanzó su corazón. Sin poder evitarlo, deslizó el dedo con delicadeza por su mejilla, alegrándose al ver que ella no se apartaba—. Lo último que querría sería atraparte en un matrimonio que no deseas. Pero no debes pensar en lo que sientes por mí, sino en ese inocente bebé y en la clase de vida que llevará con el estigma de ser ilegítimo—
—Yo no permitiría que eso pasara —_____ habló en voz baja, con tono inseguro.
Una sonrisa triste curvó los labios de Joe.
—Podrías protegerlo de lo que se cotilleara a sus espaldas, pero siempre hay personas dispuestas a decir directamente lo que piensan, sin tener en cuenta los sentimientos de los demás—
_____ tragó saliva con esfuerzo y apartó la mirada, pero no antes de que Joe captara la confusión que había en sus ojos. Sabía que lo que él estaba diciendo era cierto, porque ella había sido testigo de cómo solían burlarse de él cuando era un niño. Había personas que respetarían a _____ y al niño que llevaba dentro porque era la hija del doctor Ellis Holbrook, pero habría otros que expresaran su cruel opinión sin pensar en el daño que causaban.
Joe se apartó de _____ para darle el espacio que parecía necesitar, aunque sin dejar de mirarla.
—Vamos a casarnos, _____, y este bebé llevará mi nombre y crecerá con un padre y una madre que lo amarán —su ultimátum era firme e indiscutible—. No pienso admitir ninguna otra opción, así que más vale que te vayas haciendo a la idea de ser la señora _____ Jonas—
_____ mantuvo los labios firmemente cerrados, pues sabía que no habría forma de hacerle cambiar de opinión. El bebé que llevaba dentro lo cambiaba todo entre ellos, y Joe no aceptaría un no por respuesta.
—Y como soy un buen tipo, te doy una semana para que te acostumbres a la idea de que vas a casarte conmigo —dijo Joe, suponiendo que _____ necesitaría esos siete días para poner sus asuntos en orden y para comunicarle a su padre la noticia.
—Qué amable —murmuró ella.
—Hablaré con el reverendo Miller para que nos case el sábado que viene a la una. Invita a quien quieras—
—Estaré allí cuando suene la campana —dijo _____ en tono burlón.
Joe la miró con una expresión que no se prestaba a las bromas.
—Si no te presentas, pondré un anuncio en el Whitaker Falls Weekly anunciando el inminente nacimiento de nuestro hijo, para que no haya ninguna duda respecto a quién es el padre—
Los ojos de _____ despedían chispas cuando replicó:
—Eres un tipo realmente miserable—
.Lu' Anne Lovegood.
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
CAPITULO 12
Danielle frunció el ceño al ver que _____ entraba en la tienda el sábado siguiente por la mañana.
—¿Qué haces aquí el día de tu boda?—
—Es mejor que estar sentada en casa —contestó _____, dejando el bolso en el mostrador. Ofreció a Danielle una sonrisa pretendidamente animada, aunque no era precisamente así como se sentía. Había tenido una mañana terrible, y el plan que le esperaba no era precisamente alentador. Tenía el estómago en un puño a causa de su cita con Joe y el reverendo Miller—. Estar sin hacer nada me pone de los nervios, así que prefiero venir aquí a hacer algo—
Danielle asintió con gesto comprensivo, y cortó el tallo de una margarita amarilla antes de colocarla en el ramo que estaba preparando. Tras el ultimátum de Joe, _____ le había confesado todo sobre su relación con él a Danielle, que era su mejor amiga desde hacía unos años. Le habló de su pasado, del regreso de Joe, de su embarazo y, finalmente, de la boda. Danielle la escuchó comprensivamente, cosa que _____ necesitaba con desesperación, pues se sentía totalmente abrumada y confundida por todo lo sucedido.,
Aún se sentía así, sobre todo después de haber visitado a su padre esa mañana, pero estaba resignada a casarse con Joe. Los argumentos de este pensando en el bien del bebé eran contundentes, y estaban basados en los dolorosos recuerdos de su propia infancia y adolescencia. No podía culparlo por insistir en hacer «lo correcto» y legitimar al bebé.
Lo que no podía perdonarle era que la hubiera engañado la primera noche que se vieron, aunque lo hubiera hecho tan solo con el propósito de ser «cauteloso». Ella confió en él, le abrió su corazón y le entregó su cuerpo, y él la traicionó con sus verdades a medias. Aquello le hizo preguntarse qué más le estaría ocultando, y ese inquietante pensamiento le hizo comprender lo poco que sabía sobre el hombre en que se había convertido Joe durante aquellos once años.
—¿A qué hora va a recogerte Joe? —preguntó Danielle, mirándola con curiosidad.
—Pasará por mi casa a las doce y media, así que me iré de aquí hacia las doce—
La única conversación que _____ había tenido con Joe la semana anterior había sido por teléfono y para confirmar la hora en que pasaría a recogerla. Miró el reloj y calculó que aún le quedaba una hora para tratar de deshacer el nudo que tenía en el estómago.
Danielle se encaminó hacia la zona del refrigerador.
—Ya que estás aquí, me voy a ahorrar un viaje a tu casa para hacer una entrega—
_____ frunció el ceño al ver que Danielle volvía con dos cajas cuadradas.
—¿Para entregar qué?—
Su amiga sonrió con entusiasmo.
—Esto—
_____ miró con asombro las dos cosas que Danielle sacó de las cajas. Una era una encantadora corona de rosas pequeñas, y la otra, un precioso ramillete de las mismas flores mezcladas con campanillas. Unos días antes le había descrito a su ayudante el vestido que iba a llevar para su boda, y las flores blancas y rosas le iban a sentar a la perfección. Había optado por una sencilla falda de hilo color rosa y una chaqueta a juego con una blusa de seda blanca.
Acarició con delicadeza una de las rosas y aspiró su delicada fragancia, conmovida por el detalle de su amiga.
—Oh, Danielle, no tendrías por qué haberte molestado—
—No lo he hecho —una irónica sonrisa ladeó la boca de Danielle—. Tu prometido vino a principios de semana y las encargó. Me pidió que averiguara lo que te ibas a poner y que me asegurara de que fueran a juego—
_____ maldijo interiormente a Joe por ser tan atento y añadir con ello confusión a sus ya alteradas emociones. No quería que fuera dulce y amable con ella. Se iban a casar por razones meramente prácticas, por el bebé, y no debía olvidar ese crucial detalle en ningún momento.
—A pesar de todos los cotillees que he escuchado últimamente sobre Joe Jonas y lo vándalo que es—dijo Danielle, captando la atención de _____—, a mí no me lo parece. De hecho, me parece todo un caballero, y además es guapísimo.
—Tú no estabas por aquí cuando era un gamberro de la peor clase y daba problemas a todo el mundo—dijo _____, acariciando distraídamente la corona de rosas—. «Caballero» es la última palabra que utilizarían los habitantes de Whitaker Falls para describir a Joe. Cuando era adolescente robaba regularmente en los almacenes Cash and Carry; en una ocasión tomó «prestado» el viejo Chevy del cincuenta y siete de George Godwin y se lo destrozó, otra vez incendió el establo de Ken Olsen y estuvo a punto de matar sus preciados caballos y, aunque nunca se pudo demostrar, todo el mundo asume que fue él quien destrozó los ventanales del bar After Hours y causó daños en el local por valor de diez mil dólares—
_____ sacó las mismas conclusiones que todo el mundo respecto a lo sucedido en el After Hours. Joe odiaba el bar en el que su madre trabajaba y se pasaba las horas, y prácticamente la vida, bebiendo, de manera que no fue difícil deducir quién era el culpable. Desde entonces, el After Hours no había levantado cabeza y se había convertido en un tugurio que perjudicaba a otros establecimientos más respetables que se hallaban en la misma hilera de tiendas y negocios. Los dueños de estos esperaban que el nuevo propietario de los edificios, cuya identidad aún era desconocida, hiciera algo al respecto.
—Mentía, robaba y creaba problemas allí donde iba —continuó _____—. Eso es lo que recuerda todo el mundo cuando oyen el nombre de Joe Jonas—
Danielle siguió trabajando con el ramo.
—Admito que parece todo un record, pero las personas cambian _____—
—Ya lo sé. Pero la gente de aquí solo recuerda lo rebelde que era y los problemas que causó. Puede que sea injusto, pero supongo que esos malos recuerdos son todo lo que tienen —_____ recordaba muy bien lo insensato y recalcitrante que fue Joe de joven, pero también recordaba la vulnerabilidad y soledad de su mirada cuando lo conoció. Bajo aquella actitud rebelde había un joven que anhelaba ser amado y aceptado. Ella le dio ambas cosas, a expensas de su reputación.
No se le pasó por alto la ironía de cómo estaba a punto de repetirse la historia.
Era evidente que Joe había cambiado. Su confianza y aspecto adinerado mostraban a un hombre que había alcanzado el éxito. Sin embargo, como todo el mundo, _____ tenía dudas respecto a él y al motivo de su regreso al pueblo que lo había rechazado.
Y además estaba su padre, cuya opinión respecto a Joe no se había suavizado a lo largo de los años. En todo caso, su odio y amargura habían aumentado, pues consideraba a Joe responsable de la muerte de Aaron, del fallecimiento de su esposa y de haber mancillado la reputación de su hija. Y no la iba a perdonar fácilmente por la situación en que se hallaba.
Él corazón de _____ se encogió ante la terrible posibilidad de haber abierto una brecha permanente entre su padre y ella. Necesitaba liberar la opresión que sentía y dijo:
—Por fin le he contado todo a mi padre esta mañana— Danielle apartó de inmediato la mirada del ramo que estaba preparando.
—Nada como esperar al último minuto, ¿no? —dijo, irónicamente—. ¿Y cómo han ido las cosas?—
—Fatal —_____ no pudo reprimir las lágrimas que le inundaron los ojos. Había permanecido fuerte frente a su padre mientras este despotricaba y maldecía a Joe, furioso. Ella se mantuvo firme, negándose a permitir que su padre la culpabilizara, pero después su firmeza se había evaporado. Necesitaba el apoyo de su padre, si no su comprensión, y lo único que había obtenido era dolor. Apartó una lágrima que se había deslizado por su mejilla. —Se ha puesto furioso cuando le he dicho que estoy embarazada de Joe y que me voy a casar con él. Solo le ha faltado repudiarme—
—Oh, _____ —murmuró Danielle, mirando a su amiga compasivamente—. Estoy segura de que tu padre acabara asumiéndolo—
—Yo no estoy tan segura de eso. Me voy a casar con el enemigo, con el hombre que destruyó su familia y que ahora le va a robar a su hija —_____ suspiró temblorosamente—. Estoy segura de que solo es cuestión de días que todo el mundo se entere de que me he casado con Joe porque estoy embarazada de él. Teniendo en cuenta lo que opinan respecto a su regreso, lo mismo podía haber publicado que tengo la peste—
Danielle rió con suavidad.
—Seguro que la gente se escandalizará y murmurará respecto a tu matrimonio, pero la novedad pasará en unas semanas y todo volverá a la normalidad.
_____ miró a su amiga con expresión de duda.
—Si Joe ha cambiado de verdad —continuó Danielle—, la gente no tendrá más remedio que reconocerlo y aceptarlo—
_____ permaneció en silencio mientras Danielle seguía ocupándose del ramo, mientras se preguntaba cómo era Joe realmente ahora.
La campanilla de la puerta sonó un momento después y ambas se volvieron para ver quién había entrado en la tienda. A pesar de su sombrío estado de ánimo, _____ sonrió al ver a una de las personas que más le gustaban del pueblo, Gertie Tedder, dueña de la popular cafetería Gertie, que se hallaba en la misma zona que el After Hours. La conocía de siempre, y aquella anciana gordita era lo más parecido a una abuela que había conocido.
Los ojos verdes de Gertie se iluminaron al ver el elegante traje de _____.
—¡Qué guapa estás! —dijo, sonriendo. _____ se ruborizó y se sintió de pronto cohibida con su traje de boda, a pesar de lo informal que era.
—¿Qué haces aquí, Gertie? —preguntó para apartar la atención de sí misma.
La mujer se acercó y dejó una bolsa de papel en el mostrador.
—Las articulaciones se me estaban anquilosando y mi marido me ha mandado a dar una vuelta, así que he pensado traer a mis chicas favoritas dos pastas de canela que me han sobrado esta mañana en el café.
—Eres un encanto, Gertie —dijo Danielle, abriendo con entusiasmo la bolsa y sacando una pasta para ella y otra para _____.
Sin saber si su estómago iba a aceptar algo tan pesado, _____ dejó el suyo sobre una servilleta de papel.
—¿Quién se casa? —preguntó Gertie de repente. _____ la miró sin ocultar su asombro.
—¿Por qué preguntas eso?—
Gertie señaló la corona y el ramo de flores.
—Eso solo puede significar dos cosas en Whitaker Falls: o el baile de fin de curso del colegio, o una boda, y, por las fechas, no puede tratarse de lo primero.
—_____ se casa hoy con Joe Jonas —dijo Danielle.
_____ miró a su amiga con el ceño fruncido, pero ya no podía hacer nada. Después de haberse enfrentado esa mañana a la censura de su padre, no podría soportar tener que enfrentarse también a la de Gertie.
—¿Joe Jonas? Hmm —Gertie parecía sorprendida, pero también divertida—. ¿De todos los solteros de Wnitaker Falls tenías que elegir al más rebelde? Y yo que pensaba que eras una buena chica...—
El tono cariñosamente burlón de Gertie hizo que _____ se relajara y sonriera.
—Soy una buena chica. Solo he tenido un momentáneo error de juicio —tras aquel intento de bromear, _____ se puso seria. Prefería que Gertie se enterara de la verdad a través de ella y no de los cotillees—. Estoy embarazada de él—
Gertie sonrió, asintiendo como si la noticia no le extrañara.
—Creo que nunca dejó de gustarte ese chico— Aquello sí sorprendió a _____.
—¿Cómo?—
—Oh, cariño, nunca me engañaste cuando me preguntabas por Joe y su madre y por qué todo el mundo lo trataba tan mal —dijo Gertie, apoyando una mano amistosa sobre el hombro de _____— Y sé que todas las pastas y galletas que solía darte nunca llegaban a tu madre. Un día te vi yendo hacia Cutter Creek con una de las bolsas del café en la mano—
_____ agradeció en silencio a Gertie su lealtad.
—La madre de Joe casi nunca le compraba comida —dijo, tratando de justificarse—, y yo sentía lástima por él—
—Sí, supongo que todo empezó con la bondad de tu corazón —tomando la corona de rosas del mostrador, Gertie la colocó sobre la cabeza de _____ y se puso a retocarle el moño—. Pero tu mirada cambiaba cuando mencionabas a Joe. Hablabas de él con gran suavidad y ternura—
A pesar de todo lo sucedido, _____ seguía sintiendo lo mismo cada vez que pensaba en Joe, además de un deseo al que iban unidas un montón de emociones.
—Gertie... ¿guardas algún resentimiento contra Joe?— Gertie pareció genuinamente perpleja por la pregunta.
—¿Por qué?—
—Por todas las cosas terribles que hizo siendo un adolescente—
Gertie siguió arreglando la corona en torno al pelo de _____ y soltó algunos mechones del moño para que se curvaran en torno a su rostro.
—No justificaba lo que hacía, pero comprendía que era un muchacho con muchos problemas. No tuvo una vida fácil, y los residentes de Whitaker Falls tampoco le facilitaron las cosas —su expresión revelaba con claridad que desaprobaba el desprecio y la intolerancia con que habían tratado a Joe—
Tras unos momentos, su expresión se suavizó.
—Eres una novia preciosa, _____— Anhelando el apoyo emocional que sabía que Gertie podía ofrecerle, _____ preguntó:
—¿Me harías un favor?—
—Si puedo, desde luego, cariño—
_____ se mordió el labio inferior, nerviosa.
—¿Podrías... querrías ser mi testigo en la boda?—
—Me encantaría —Gertie sonrió afectuosamente, aunque también hubo un travieso brillo en su mirada—. Así tendré la oportunidad de asegurarme de que las intenciones del joven Jonas son honorables—
_____ rio, y se sintió más optimista que hacía semanas. Era agradable saber que contaba con una aliada.
¿Acaso no iba a haber nunca nada fácil o sencillo en su vida?, se preguntó Joe, mirando el rostro de _____ mientras el reverendo Miller recitaba los tradicionales votos matrimoniales que iban a unirlos como marido y mujer. Estaba preciosa con su traje rosa y la corona de flores en la cabeza. El ramo que sostenía en la mano temblaba ligeramente, testimonio de sus nervios.
Al parecer, su matrimonio con _____ tampoco iba a ser sencillo ni simple.
Joe había imaginado un nuevo comienzo cuando tomó la decisión de regresar a Whitaker Falls, una vida llena de promesas y la oportunidad de dejar atrás los horribles recuerdos de su pasado. Las metas que se había propuesto incluían en gran parte a _____, porque ella era uno de los motivos fundamentales de su regreso, aunque nunca habría imaginado que el destino los uniría como lo había hecho.
Detuvo la mirada brevemente sobre la mujer rellenita que se hallaba junto a _____, vestida de azul, con las manos unidas y apoyadas sobre su gruesa cintura y que observaba a _____ como una auténtica madraza. Al llegar, le había estrechado la mano vigorosamente y le había dado la bienvenida a Whitaker Falls, algo que apenas había hecho nadie desde su regreso.
La semana anterior había sido interesante, y también frustrante para Joe. Su regreso había despertado diversos grados de conmoción, sorpresa, animosidad y abierta hostilidad. Algunos lo miraban como si fueran a salirle cuernos en cualquier momento, y otros murmuraban a sus espaldas y especulaban sobre su regreso. Algunas personas no habían dudado en echarle en cara antiguos y amargos rencores. Él había reaccionado disculpándose sinceramente por los errores cometidos durante su juventud y continuando su camino. Era todo lo que podía hacer hasta que el tiempo demostrara que se había convertido en una persona decente.
Aunque no podía culpar a los habitantes de Whitaker Falls por mostrarse cautelosos con él, su comportamiento demostraba que nada había cambiado en el pueblo.
Siguiendo las instrucciones del reverendo Miller, Joe tomó la mano izquierda de _____ e introdujo un anillo con un diamante en su dedo anular. Lo había comprado la semana anterior en una joyería de Richmond. Reprimiendo una sonrisa al ver su expresión de asombro, Joe le hizo alzar la barbilla para ver su rostro mientras hacían los votos que el pensaba cumplir al pie de la letra. _____ creía que se estaba casando con ella por el bebé y, aunque eso era cierto en parte, también lo era que había soñado innumerables veces con hacer a _____ definitivamente suya.
Finalmente, el reverendo cerró la Biblia y miró a la pareja de recién casados.
—Por el poder que me ha sido otorgado, los declaro marido y mujer—
Joe bajó la mirada hasta la boca sensual de _____ y esperó impaciente a que el reverendo le diera permiso para besarla. Siendo su marido, ese era un privilegio del que pensaba aprovecharse. Pero, para decepción suya, el reverendo se limitó a decir:
—Felicidades—
Antes de que Joe pudiera seguir adelante con la tradición del beso, _____ se volvió hacia Gertie y la abrazó afectuosamente.
—Gracias por venir, Gertie —dijo, emocionada—. Ha significado mucho para mí tenerte aquí—
—Y para mí ha sido un placer venir —replicó Gertie, con los ojos húmedos. Luego se volvió hacia Joe y movió un dedo admonitorio ante su rostro—. Espero que cuides bien de mi niña—
La protectora actitud de aquella mujer hacia _____ divirtió y conmovió a Joe.
—Eso pienso hacer, Gertie —prometió.
—Eso espero, o de lo contrario tendrás que vértelas conmigo —la severa actitud se transformó en una amistosa sonrisa—. Y ahora insisto en que vengan a mi café a comer algo antes de irse a casa. Sería absurdo que tuvieran que molestarse en cocinar durante su noche de bodas—
continuara...
Danielle frunció el ceño al ver que _____ entraba en la tienda el sábado siguiente por la mañana.
—¿Qué haces aquí el día de tu boda?—
—Es mejor que estar sentada en casa —contestó _____, dejando el bolso en el mostrador. Ofreció a Danielle una sonrisa pretendidamente animada, aunque no era precisamente así como se sentía. Había tenido una mañana terrible, y el plan que le esperaba no era precisamente alentador. Tenía el estómago en un puño a causa de su cita con Joe y el reverendo Miller—. Estar sin hacer nada me pone de los nervios, así que prefiero venir aquí a hacer algo—
Danielle asintió con gesto comprensivo, y cortó el tallo de una margarita amarilla antes de colocarla en el ramo que estaba preparando. Tras el ultimátum de Joe, _____ le había confesado todo sobre su relación con él a Danielle, que era su mejor amiga desde hacía unos años. Le habló de su pasado, del regreso de Joe, de su embarazo y, finalmente, de la boda. Danielle la escuchó comprensivamente, cosa que _____ necesitaba con desesperación, pues se sentía totalmente abrumada y confundida por todo lo sucedido.,
Aún se sentía así, sobre todo después de haber visitado a su padre esa mañana, pero estaba resignada a casarse con Joe. Los argumentos de este pensando en el bien del bebé eran contundentes, y estaban basados en los dolorosos recuerdos de su propia infancia y adolescencia. No podía culparlo por insistir en hacer «lo correcto» y legitimar al bebé.
Lo que no podía perdonarle era que la hubiera engañado la primera noche que se vieron, aunque lo hubiera hecho tan solo con el propósito de ser «cauteloso». Ella confió en él, le abrió su corazón y le entregó su cuerpo, y él la traicionó con sus verdades a medias. Aquello le hizo preguntarse qué más le estaría ocultando, y ese inquietante pensamiento le hizo comprender lo poco que sabía sobre el hombre en que se había convertido Joe durante aquellos once años.
—¿A qué hora va a recogerte Joe? —preguntó Danielle, mirándola con curiosidad.
—Pasará por mi casa a las doce y media, así que me iré de aquí hacia las doce—
La única conversación que _____ había tenido con Joe la semana anterior había sido por teléfono y para confirmar la hora en que pasaría a recogerla. Miró el reloj y calculó que aún le quedaba una hora para tratar de deshacer el nudo que tenía en el estómago.
Danielle se encaminó hacia la zona del refrigerador.
—Ya que estás aquí, me voy a ahorrar un viaje a tu casa para hacer una entrega—
_____ frunció el ceño al ver que Danielle volvía con dos cajas cuadradas.
—¿Para entregar qué?—
Su amiga sonrió con entusiasmo.
—Esto—
_____ miró con asombro las dos cosas que Danielle sacó de las cajas. Una era una encantadora corona de rosas pequeñas, y la otra, un precioso ramillete de las mismas flores mezcladas con campanillas. Unos días antes le había descrito a su ayudante el vestido que iba a llevar para su boda, y las flores blancas y rosas le iban a sentar a la perfección. Había optado por una sencilla falda de hilo color rosa y una chaqueta a juego con una blusa de seda blanca.
Acarició con delicadeza una de las rosas y aspiró su delicada fragancia, conmovida por el detalle de su amiga.
—Oh, Danielle, no tendrías por qué haberte molestado—
—No lo he hecho —una irónica sonrisa ladeó la boca de Danielle—. Tu prometido vino a principios de semana y las encargó. Me pidió que averiguara lo que te ibas a poner y que me asegurara de que fueran a juego—
_____ maldijo interiormente a Joe por ser tan atento y añadir con ello confusión a sus ya alteradas emociones. No quería que fuera dulce y amable con ella. Se iban a casar por razones meramente prácticas, por el bebé, y no debía olvidar ese crucial detalle en ningún momento.
—A pesar de todos los cotillees que he escuchado últimamente sobre Joe Jonas y lo vándalo que es—dijo Danielle, captando la atención de _____—, a mí no me lo parece. De hecho, me parece todo un caballero, y además es guapísimo.
—Tú no estabas por aquí cuando era un gamberro de la peor clase y daba problemas a todo el mundo—dijo _____, acariciando distraídamente la corona de rosas—. «Caballero» es la última palabra que utilizarían los habitantes de Whitaker Falls para describir a Joe. Cuando era adolescente robaba regularmente en los almacenes Cash and Carry; en una ocasión tomó «prestado» el viejo Chevy del cincuenta y siete de George Godwin y se lo destrozó, otra vez incendió el establo de Ken Olsen y estuvo a punto de matar sus preciados caballos y, aunque nunca se pudo demostrar, todo el mundo asume que fue él quien destrozó los ventanales del bar After Hours y causó daños en el local por valor de diez mil dólares—
_____ sacó las mismas conclusiones que todo el mundo respecto a lo sucedido en el After Hours. Joe odiaba el bar en el que su madre trabajaba y se pasaba las horas, y prácticamente la vida, bebiendo, de manera que no fue difícil deducir quién era el culpable. Desde entonces, el After Hours no había levantado cabeza y se había convertido en un tugurio que perjudicaba a otros establecimientos más respetables que se hallaban en la misma hilera de tiendas y negocios. Los dueños de estos esperaban que el nuevo propietario de los edificios, cuya identidad aún era desconocida, hiciera algo al respecto.
—Mentía, robaba y creaba problemas allí donde iba —continuó _____—. Eso es lo que recuerda todo el mundo cuando oyen el nombre de Joe Jonas—
Danielle siguió trabajando con el ramo.
—Admito que parece todo un record, pero las personas cambian _____—
—Ya lo sé. Pero la gente de aquí solo recuerda lo rebelde que era y los problemas que causó. Puede que sea injusto, pero supongo que esos malos recuerdos son todo lo que tienen —_____ recordaba muy bien lo insensato y recalcitrante que fue Joe de joven, pero también recordaba la vulnerabilidad y soledad de su mirada cuando lo conoció. Bajo aquella actitud rebelde había un joven que anhelaba ser amado y aceptado. Ella le dio ambas cosas, a expensas de su reputación.
No se le pasó por alto la ironía de cómo estaba a punto de repetirse la historia.
Era evidente que Joe había cambiado. Su confianza y aspecto adinerado mostraban a un hombre que había alcanzado el éxito. Sin embargo, como todo el mundo, _____ tenía dudas respecto a él y al motivo de su regreso al pueblo que lo había rechazado.
Y además estaba su padre, cuya opinión respecto a Joe no se había suavizado a lo largo de los años. En todo caso, su odio y amargura habían aumentado, pues consideraba a Joe responsable de la muerte de Aaron, del fallecimiento de su esposa y de haber mancillado la reputación de su hija. Y no la iba a perdonar fácilmente por la situación en que se hallaba.
Él corazón de _____ se encogió ante la terrible posibilidad de haber abierto una brecha permanente entre su padre y ella. Necesitaba liberar la opresión que sentía y dijo:
—Por fin le he contado todo a mi padre esta mañana— Danielle apartó de inmediato la mirada del ramo que estaba preparando.
—Nada como esperar al último minuto, ¿no? —dijo, irónicamente—. ¿Y cómo han ido las cosas?—
—Fatal —_____ no pudo reprimir las lágrimas que le inundaron los ojos. Había permanecido fuerte frente a su padre mientras este despotricaba y maldecía a Joe, furioso. Ella se mantuvo firme, negándose a permitir que su padre la culpabilizara, pero después su firmeza se había evaporado. Necesitaba el apoyo de su padre, si no su comprensión, y lo único que había obtenido era dolor. Apartó una lágrima que se había deslizado por su mejilla. —Se ha puesto furioso cuando le he dicho que estoy embarazada de Joe y que me voy a casar con él. Solo le ha faltado repudiarme—
—Oh, _____ —murmuró Danielle, mirando a su amiga compasivamente—. Estoy segura de que tu padre acabara asumiéndolo—
—Yo no estoy tan segura de eso. Me voy a casar con el enemigo, con el hombre que destruyó su familia y que ahora le va a robar a su hija —_____ suspiró temblorosamente—. Estoy segura de que solo es cuestión de días que todo el mundo se entere de que me he casado con Joe porque estoy embarazada de él. Teniendo en cuenta lo que opinan respecto a su regreso, lo mismo podía haber publicado que tengo la peste—
Danielle rió con suavidad.
—Seguro que la gente se escandalizará y murmurará respecto a tu matrimonio, pero la novedad pasará en unas semanas y todo volverá a la normalidad.
_____ miró a su amiga con expresión de duda.
—Si Joe ha cambiado de verdad —continuó Danielle—, la gente no tendrá más remedio que reconocerlo y aceptarlo—
_____ permaneció en silencio mientras Danielle seguía ocupándose del ramo, mientras se preguntaba cómo era Joe realmente ahora.
La campanilla de la puerta sonó un momento después y ambas se volvieron para ver quién había entrado en la tienda. A pesar de su sombrío estado de ánimo, _____ sonrió al ver a una de las personas que más le gustaban del pueblo, Gertie Tedder, dueña de la popular cafetería Gertie, que se hallaba en la misma zona que el After Hours. La conocía de siempre, y aquella anciana gordita era lo más parecido a una abuela que había conocido.
Los ojos verdes de Gertie se iluminaron al ver el elegante traje de _____.
—¡Qué guapa estás! —dijo, sonriendo. _____ se ruborizó y se sintió de pronto cohibida con su traje de boda, a pesar de lo informal que era.
—¿Qué haces aquí, Gertie? —preguntó para apartar la atención de sí misma.
La mujer se acercó y dejó una bolsa de papel en el mostrador.
—Las articulaciones se me estaban anquilosando y mi marido me ha mandado a dar una vuelta, así que he pensado traer a mis chicas favoritas dos pastas de canela que me han sobrado esta mañana en el café.
—Eres un encanto, Gertie —dijo Danielle, abriendo con entusiasmo la bolsa y sacando una pasta para ella y otra para _____.
Sin saber si su estómago iba a aceptar algo tan pesado, _____ dejó el suyo sobre una servilleta de papel.
—¿Quién se casa? —preguntó Gertie de repente. _____ la miró sin ocultar su asombro.
—¿Por qué preguntas eso?—
Gertie señaló la corona y el ramo de flores.
—Eso solo puede significar dos cosas en Whitaker Falls: o el baile de fin de curso del colegio, o una boda, y, por las fechas, no puede tratarse de lo primero.
—_____ se casa hoy con Joe Jonas —dijo Danielle.
_____ miró a su amiga con el ceño fruncido, pero ya no podía hacer nada. Después de haberse enfrentado esa mañana a la censura de su padre, no podría soportar tener que enfrentarse también a la de Gertie.
—¿Joe Jonas? Hmm —Gertie parecía sorprendida, pero también divertida—. ¿De todos los solteros de Wnitaker Falls tenías que elegir al más rebelde? Y yo que pensaba que eras una buena chica...—
El tono cariñosamente burlón de Gertie hizo que _____ se relajara y sonriera.
—Soy una buena chica. Solo he tenido un momentáneo error de juicio —tras aquel intento de bromear, _____ se puso seria. Prefería que Gertie se enterara de la verdad a través de ella y no de los cotillees—. Estoy embarazada de él—
Gertie sonrió, asintiendo como si la noticia no le extrañara.
—Creo que nunca dejó de gustarte ese chico— Aquello sí sorprendió a _____.
—¿Cómo?—
—Oh, cariño, nunca me engañaste cuando me preguntabas por Joe y su madre y por qué todo el mundo lo trataba tan mal —dijo Gertie, apoyando una mano amistosa sobre el hombro de _____— Y sé que todas las pastas y galletas que solía darte nunca llegaban a tu madre. Un día te vi yendo hacia Cutter Creek con una de las bolsas del café en la mano—
_____ agradeció en silencio a Gertie su lealtad.
—La madre de Joe casi nunca le compraba comida —dijo, tratando de justificarse—, y yo sentía lástima por él—
—Sí, supongo que todo empezó con la bondad de tu corazón —tomando la corona de rosas del mostrador, Gertie la colocó sobre la cabeza de _____ y se puso a retocarle el moño—. Pero tu mirada cambiaba cuando mencionabas a Joe. Hablabas de él con gran suavidad y ternura—
A pesar de todo lo sucedido, _____ seguía sintiendo lo mismo cada vez que pensaba en Joe, además de un deseo al que iban unidas un montón de emociones.
—Gertie... ¿guardas algún resentimiento contra Joe?— Gertie pareció genuinamente perpleja por la pregunta.
—¿Por qué?—
—Por todas las cosas terribles que hizo siendo un adolescente—
Gertie siguió arreglando la corona en torno al pelo de _____ y soltó algunos mechones del moño para que se curvaran en torno a su rostro.
—No justificaba lo que hacía, pero comprendía que era un muchacho con muchos problemas. No tuvo una vida fácil, y los residentes de Whitaker Falls tampoco le facilitaron las cosas —su expresión revelaba con claridad que desaprobaba el desprecio y la intolerancia con que habían tratado a Joe—
Tras unos momentos, su expresión se suavizó.
—Eres una novia preciosa, _____— Anhelando el apoyo emocional que sabía que Gertie podía ofrecerle, _____ preguntó:
—¿Me harías un favor?—
—Si puedo, desde luego, cariño—
_____ se mordió el labio inferior, nerviosa.
—¿Podrías... querrías ser mi testigo en la boda?—
—Me encantaría —Gertie sonrió afectuosamente, aunque también hubo un travieso brillo en su mirada—. Así tendré la oportunidad de asegurarme de que las intenciones del joven Jonas son honorables—
_____ rio, y se sintió más optimista que hacía semanas. Era agradable saber que contaba con una aliada.
¿Acaso no iba a haber nunca nada fácil o sencillo en su vida?, se preguntó Joe, mirando el rostro de _____ mientras el reverendo Miller recitaba los tradicionales votos matrimoniales que iban a unirlos como marido y mujer. Estaba preciosa con su traje rosa y la corona de flores en la cabeza. El ramo que sostenía en la mano temblaba ligeramente, testimonio de sus nervios.
Al parecer, su matrimonio con _____ tampoco iba a ser sencillo ni simple.
Joe había imaginado un nuevo comienzo cuando tomó la decisión de regresar a Whitaker Falls, una vida llena de promesas y la oportunidad de dejar atrás los horribles recuerdos de su pasado. Las metas que se había propuesto incluían en gran parte a _____, porque ella era uno de los motivos fundamentales de su regreso, aunque nunca habría imaginado que el destino los uniría como lo había hecho.
Detuvo la mirada brevemente sobre la mujer rellenita que se hallaba junto a _____, vestida de azul, con las manos unidas y apoyadas sobre su gruesa cintura y que observaba a _____ como una auténtica madraza. Al llegar, le había estrechado la mano vigorosamente y le había dado la bienvenida a Whitaker Falls, algo que apenas había hecho nadie desde su regreso.
La semana anterior había sido interesante, y también frustrante para Joe. Su regreso había despertado diversos grados de conmoción, sorpresa, animosidad y abierta hostilidad. Algunos lo miraban como si fueran a salirle cuernos en cualquier momento, y otros murmuraban a sus espaldas y especulaban sobre su regreso. Algunas personas no habían dudado en echarle en cara antiguos y amargos rencores. Él había reaccionado disculpándose sinceramente por los errores cometidos durante su juventud y continuando su camino. Era todo lo que podía hacer hasta que el tiempo demostrara que se había convertido en una persona decente.
Aunque no podía culpar a los habitantes de Whitaker Falls por mostrarse cautelosos con él, su comportamiento demostraba que nada había cambiado en el pueblo.
Siguiendo las instrucciones del reverendo Miller, Joe tomó la mano izquierda de _____ e introdujo un anillo con un diamante en su dedo anular. Lo había comprado la semana anterior en una joyería de Richmond. Reprimiendo una sonrisa al ver su expresión de asombro, Joe le hizo alzar la barbilla para ver su rostro mientras hacían los votos que el pensaba cumplir al pie de la letra. _____ creía que se estaba casando con ella por el bebé y, aunque eso era cierto en parte, también lo era que había soñado innumerables veces con hacer a _____ definitivamente suya.
Finalmente, el reverendo cerró la Biblia y miró a la pareja de recién casados.
—Por el poder que me ha sido otorgado, los declaro marido y mujer—
Joe bajó la mirada hasta la boca sensual de _____ y esperó impaciente a que el reverendo le diera permiso para besarla. Siendo su marido, ese era un privilegio del que pensaba aprovecharse. Pero, para decepción suya, el reverendo se limitó a decir:
—Felicidades—
Antes de que Joe pudiera seguir adelante con la tradición del beso, _____ se volvió hacia Gertie y la abrazó afectuosamente.
—Gracias por venir, Gertie —dijo, emocionada—. Ha significado mucho para mí tenerte aquí—
—Y para mí ha sido un placer venir —replicó Gertie, con los ojos húmedos. Luego se volvió hacia Joe y movió un dedo admonitorio ante su rostro—. Espero que cuides bien de mi niña—
La protectora actitud de aquella mujer hacia _____ divirtió y conmovió a Joe.
—Eso pienso hacer, Gertie —prometió.
—Eso espero, o de lo contrario tendrás que vértelas conmigo —la severa actitud se transformó en una amistosa sonrisa—. Y ahora insisto en que vengan a mi café a comer algo antes de irse a casa. Sería absurdo que tuvieran que molestarse en cocinar durante su noche de bodas—
continuara...
.Lu' Anne Lovegood.
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
awwww me han encantado!!
que mala onda del padre por no pedir el beso!!! pero bueno confio en que joe es listo y se lo dara!!
joe es bueno espero que ______ se de cuenta que el la ama y sean muy felices juntos sin importar los que los habitantes digan!!
esa Gertie me callo bien haha!
porfavor siguela!
y muchas gracias por ponernos de 2 capitulos!!
tkm!!!
awwww me han encantado!!
que mala onda del padre por no pedir el beso!!! pero bueno confio en que joe es listo y se lo dara!!
joe es bueno espero que ______ se de cuenta que el la ama y sean muy felices juntos sin importar los que los habitantes digan!!
esa Gertie me callo bien haha!
porfavor siguela!
y muchas gracias por ponernos de 2 capitulos!!
tkm!!!
yamijonasforever
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