Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)

por **chelis** Lun 03 Mar 2014, 9:58 pm

;););););)

por **silviacoretz** Dom 09 Mar 2014, 11:22 am

;) ;) hola ;) ;)
:hug:

Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot) - Página 13 1608199403

otro cap porfavor Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot) - Página 13 1608199403

por **chelis** Dom 09 Mar 2014, 1:46 pm

;) ;) ;)

por **MaryPeters** Dom 09 Mar 2014, 3:46 pm

empecé a leer esta novela a penas hoy pero me he traumado, esta demasiado buena, te deja con ganas de leer más y más y tienes que seguirla pronto por favor, me quedé en shock cuando leí que era un ángel, nonono tienes que subir pronto por favor!

por **chelis** Dom 09 Mar 2014, 5:29 pm

;););););)

por **MileyCyruZ** Jue 13 Mar 2014, 10:23 pm

Capítulo 11 (Parte 2)

—Un Ángel—Murmuro de manera inocente y yo reí.

—Claro, ¿Y dices que yo también lo soy?

—Así es. —Respondió uniendo sus manos sobre la barra.

— ¿Y dónde están mis alas? No espera ¿Dónde están TUS alas?

Nick sonrió de forma encantadora y me observo por unos segundos, esto debería ser una broma. Pero despues lo pensé, si Joe es un demonio eso quiere decir que también existen Ángeles, no es como si no le creyera, por dios Nick acababa de sanar mi dedo justo en mi cara. Una luz brillante me cegó, cubrí mis ojos con mis manos mientras una ligera corriente de aire me atravesaba, cuando la luz disminuyo observe a Nick, no podía creer lo que tenía enfrente Nick era hermoso pero ahora era aún más que eso.

El me observaba con una sonrisa serena mientras movía sus alas ligeramente, desee poder tocarlas, las plumas blancas parecían tan suaves y esponjosas que quise arrancarle una y conservarla pero creo que no sería correcto. Lo contemple sin saber que decir.

—________, eres un Ángel—dijo captando mi atención.

—Pero yo no puedo ser un Ángel, yo no tengo alas y no soy una buena persona…

Nick rio con una bella y melódica carcajada.

—Las tendrás si así lo quieres, a partir de tus 19 años empezaran tus verdaderos cambios.

— ¿Cambios? Pero no entiendo. ¿No se supone que tendría que ser algo así como descendiente de alguno?

—Lo eres. Tu padre lo era.

El enorme hoyo en mi pecho se sintió frio con la mención de mi padre, trague saliva intentando eliminar el doloroso nudo en mi garganta, no podía soltarme a llorar cada que mencionaran a mi padre.

— ¿Mi padre? ¿Entonces mi hermano…

—No. Únicamente tú. Te contare la historia si estas preparada. —asentí con nerviosismo—Bien, cuando tu madre estaba embarazada de ti tuvo una amenaza de aborto, tu padre sabía que tu nacimiento no se lograría pero no se lo conto a tu madre, él estaba desesperado buscando una solución, esa noche él se presentó ante los arcángeles y les pidió una oportunidad para ti, los arcángeles se negaron, le dijeron que era algo imposible, sabiendo que es una consecuencia de una relación entre Ángel y humano, tu padre les suplico alegando que daría su propia vida a cambio de la tuya, los arcángeles no estaban de acuerdo en perder a un Ángel tan importante por un humano, entonces hicieron el trato. El entregaría su vida y tú nacerías pero obtendrías todos sus dones convirtiéndote en un Ángel y tomando su lugar. Tu padre acepto sin pensarlo, los arcángeles le advirtieron que no le avisarían cuando tomarían su vida y que lo harían cuando menos lo esperara. Tú tienes la vida que tu padre te obsequio junto a todos sus dones ________ ¿Tienes alguna idea de cuánto te amaba tu padre?

El nudo en mi garganta apareció de nuevo, las palabras de Nick se estrellaban en mi pecho con fuerza y no pude contener por más tiempo las lágrimas. Mi padre había ofrecido su vida por mí para salvarme para darme la oportunidad de vivir y yo había estado deseando lo mismo días despues de su muerte, ahora sentía que yo había causado su muerte, todo aquello era mi culpa, él estaba muerto por mi culpa, yo había deseado morirme para que el viviera y ahora me enteraba que él lo había hecho para que yo viviera, no podía creer que mi madre y Sebastián estuvieran pasando por todo ese dolor por mi culpa eso no era justo.

— ¿Mi madre lo sabe? —Pregunte derramando más lágrimas.

—Ella no sabe nada, tu padre jamás se lo dijo.

— ¿Puedo deshacer esto? ¿Puedo devolverle su vida? — Nick negó—Esto no es justo, ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué no pensó en mi madre, en mi hermano, en como sufrirían sin él?

—Él lo hizo por amor, al igual que tú lo harías por él.

No podía dejar de llorar, era cierto yo daría mi vida por él, si me fuera posible le regresaría su vida sin pensarlo dos veces aunque eso significara que yo muriera yo moriría feliz sabiendo que mi padre estaría vivo y haciendo feliz a mi madre y a mi hermano de nuevo. Si existiera una máquina del tiempo la usaría para volver y decirle que no diera su vida por mí que no gastara su vida, que disfrutara de su esposa e hijo le suplicaría que no los dejara y que siguiera adelante, pero las maquinas no existen y él lo había hecho por mí y ahora yo tenía su vida y daría todo por que valiera la pena, haría todo para compensar cada lagrima que habían derramado mi madre y mi hermano y haría cualquier cosa para que ellos no volvieran a sufrir.

—Así que tomo su lugar ¿Eso qué significa? —dije secando mi rostro.

—Tu padre era un Ángel muy importante, fue de los primeros guerreros Ángeles en luchar contra demonios. Pero eso fue antes de tu madre, el pidió a los arcángeles que te encomendaran un guardián que te enseñara y guiara despues de su muerte.

— ¿Y ese eres tú? —pregunte y Nick asintió.

—Hay otra cosa que debo mostrarte.

Nick coloco unos objetos sobre la mesa. Mi corazón quiso salir de mi pecho, instintivamente cubrí mi boca con mi mano callando mis sollozos. Frente a mi estaban las pertenencias de mi padre, las que la policía no encontró cuando lo asesinaron. Su cartera de piel color café estaba frente a mí, la toque levemente como si fuera a desaparecer, a un lado se encontraba el anillo que mi padre siempre usaba sonreí al notar el par de alas plateadas sobre el anillo, acerque mi mano para tomarlo pero de inmediato retrocedí.

—Está bien, Ahora es tuyo ________ debes usarlo. — murmuro Nick tomando el anillo y extendiéndolo hacia mí. —Dame tu mano izquierda.

Extendí mi mano hacia el dudando que el anillo me quedara, Nick deslizo el anillo en mi dedo índice y ajusto perfectamente, las alas plateadas brillaron y tres pequeños diamantes aparecieron entre ellas. Nick me sonrió.

— ¿Te gusta? Tu padre lo diseño para ti. —Dijo con una tierna sonrisa.

Mi ojos se llenaron de lágrimas al escuchar que me padre había diseñado ese anillo para mí. Comencé a llorar de nuevo, cubrí mi rostro con mis manos y llore en silencio una ligera brisa movió mi cabello y segundos despues los brazos de Nick me rodearon, solloce en su pecho sin poder dejar de pensar en que todo era mi culpa, el calor del cuerpo de Nick me tranquilizo. Segundos despues me separe de él avergonzada por mojar su camisa, le di una mirada de disculpa y él sonrió, note que sus alas se habían ido.

—Tengo que irme en unos minutos, pero antes tengo algo más para ti. —dijo limpiando mis lágrimas.

Nick llevo su mano al bolsillo de su camiseta y saco un sobre, lo observe mientras depositaba el sobre en mis manos.

—El llevaba esto aquel día, Es para ti. —Baje la mirada hacia mis manos y contemple el sobre con mi nombre.

Esa era la letra de mi padre.

Despedí a Nick minutos despues, guarde el sobre en los bolsillos de mis jeans y me dispuse a terminar de preparar la cena, tenía tantas cosas rondando mi cabeza, durante toda la cena no pude dejar de observar a mi hermano en lo pequeño que parecía ahora y en lo angelical que era, sin duda el lucia más como un Ángel que yo. Cuando terminamos de cenar limpie la cocina como jamás lo había hecho y yo sabía el porqué.

Subí e hice otra cosa que hace tiempo no hacía. Jugué con Sebastián. El me observo extraño cuando entre a su habitación y comencé a hablar con él para despues terminar jugando a los guerreros espaciales, despues de unas horas acepto bañarse e ir a la cama sin decir nada, me sentí terriblemente mal por las veces que lo trataba mal.
Camine a paso lento por el pasillo con la carta de mi padre pesando en mi bolsillo, ¿Qué habrá escrito? Tenía miedo y curiosidad por lo que podría estar escrito en esa carta. Entre a mi habitación y guarde la carta dentó de mi libro de Romeo y Julieta, había decidido que tomaría una larga ducha para meditar antes de abrirla.

Pase horas en la bañera hasta que el agua caliente se volvió fría y aun así no me decidía en leer la carta no me sentía preparada y estaba tratando de posponerlo lo más que pudiera. Salí de la bañera aun pensando en que hacer, me coloque mi ropa interior y un blusón negro de algodón, esta vez cepille mi cabello con toda la paciencia del mundo, incluso me aplique tratamientos en el cabello y rostro pero era obvio que no podría tomar valor para leer esa carta hoy. Salí hacia mi habitación aun peleando conmigo misma, no me sorprendió encontrar a Joe recostado en mi cama con sus brazos bajo su cabeza, el me observo con una sonrisa.

—Eres la chica que más tarda tomando una ducha que conozco. —dijo riendo.

—Tengo la esperanza que si me tardo, tú te aburrirás y te iras pero al parecer no funciona. —dije mientras caminaba hacia la cama y me sentaba junto a él.

— ¿Crees que me aburriré sabiendo que estas desnuda justo del otro lado de la puerta? Olvídalo—dijo riendo.

—Fuera de mi cama Joe—dije empujándolo y él se carcajeo atrapando mis manos entre las suyas.

—Eres la primera chica que me dice eso. —dijo con una sonrisa, tirando de mi hasta su pecho—Mejor comparte conmigo tu cama, es bastante cómoda, además eso que tu llamas sofá es muy incómodo.

Reí mientras recordaba a Joe en el pequeño puff de cebra, él se veía como si estuviera sentado en una silla para muñecas y era bastante gracioso verlo tratando de acomodarse.

—Deja de burlarte de mí. —dijo y froto su mano en mi espalda, recosté mi rostro en su pecho.

Esto era tan normal y extraño, me había acostumbrado a Joe en mi habitación, me había acostumbrado a que el me abrazara y a estar cerca de él cómo en estos momentos, pero aun así no podía dejar de pensar que estaba mal o que eso solo servía para aturdirme más de lo que ya me encontraba.

— ¿Por qué estás tan callada? —murmuro rodeándome con sus brazos.

—Solo pienso. —Respondí encogiéndome de hombros.

— ¿Sobre qué?, puedes decírmelo. ¿Lo sabes verdad?

—Aún tengo dudas sobre ti, pero es vergonzoso preguntar. —Dije mientras pasaba mi dedo índice por el contorno de los tatuajes en su pecho.

Joe soltó una carcajada que me hizo querer observarlo para ver el par de hoyuelos que seguro habían aparecido. Levante mi cabeza lo suficiente y tal y como me los imagine su par de hoyuelos se encontraban ahí burlándose de mí por el efecto que tenían.

—Tengo curiosidad de saber que hay en tu sucia mente. Pregunta—dijo observándome con una sonrisa.

—Bien ya comienza a importarme poco lo que pienses así que preguntare. —Dije recostándome de nuevo en su pecho

—Sabes que eso no es verdad pero lo dejare pasar. Adelante di tus dudas.

— ¿A qué sabe una persona?-pregunte sintiéndome estúpida de inmediato.

Joe se carcajeo con ganas y yo lo observe molesta.

— ¿Qué? ¿Enserio esa es tu duda? —asentí—No entiendo tu pregunta entonces.

—Sí, tú dices que te alimentas de la energía de las personas. Tienen que tener algún sabor se supone que es comida ¿No? —Dije con ganas de agregar un ¡Dhuu! Al final.

—Ah ya. Bueno cada persona sabe diferente, como tú dices es como comida, mira lo pondré así, un platillo de comida no lo cocinan igual todas las personas por lo tanto tiene un sabor diferente aun siendo el mismo platillo así es con las personas todas son humanas pero no saben igual y no sabría cómo explicar su sabor realmente.

Asentí pensando en lo que acababa de decir, su explicación era bastante clara con todo eso de los platillos y yo era una prueba de ello, mamá hacia un pastel de limón delicioso y cuando lo intente salió algo asqueroso así que entendía bien la teoría de Joe respecto a eso. Me recosté de nuevo sobre su pecho y volví al contorno de sus tatuajes. Por un segundo Joe estuvo en silencio.

—Pero puedo decirte que tú sabes muy bien, de ti puedo decir que tu sabor es dulce algo extraño en una persona tan amargada como tú.

Lo golpee en las costillas y ambos reímos.

—Cierra la boca idiota—dije aun riendo.

—Existen otros métodos para eso. —murmuro mientras frotaba mi espalda de nuevo de forma más lenta.

Levante mi rostro y lo encontré observándome, nuestros rostros estaban a centímetros al igual que nuestros labios, sus ojos ahora tenían ese brillo fluorescente al que me había acostumbrado, trague saliva sintiendo mi corazón acelerar su ritmo. Joe acerco su rostro al mío y nuestros labios se rozaron, el me apretó contra su cuerpo y nuestros labios se unieron. El beso de Joe era lento y calmado algo muy distinto a los anteriores, le respondí de igual manera.

—No vas a volver a alimentarte de mí Joe—dije en sus labios y él sonrió.

—Te beso porque quiero, esto no implica que quiera alimentarme de ti, además tienes que estar dormida o algo. —respondió y volvió a besarme.

Coloque mis manos en su pecho y odiándome me separe de él lentamente.

—Eso no cambia nada. —dije apenas escuchándome.

Me senté sintiendo la mirada de Joe analizándome, incomoda comencé a retirar la colcha y sabanas de mi lado de la cama y me cubrí con ellas, me recosté de nuevo dándole la espalda a Joe.

— ¿Puedes apagar la luz? —murmure y la luz de inmediato se apagó—Gracias.

Joe no respondió pero aun podía sentirlo junto a mí, su peso tensaba las sabanas tras de mí.

El silencio lleno la habitación unos minutos antes que sintiera a Joe levantarse, comencé a culparme por haberlo rechazado y provocar que se fuera. Lo escuche caminar por la habitación y despues el silencio volvió, quería comenzar a llorar, siempre arruino las cosas, sin tener la más mínima intención lo arruino todo, ahora Joe se fue por mi culpa, seguro debe de pensar que soy una de esas chicas dramáticas de las que trata de evitar todo el tiempo.

Una helada brisa recorrió mi espalda y despues la cama se hundió, mi respiración se detuvo cuando el brazo frio de Joe abrazo mi cintura tirando de mí, su pecho desnudo toco mi espalda, sin poder evitarlo me estremecí y Joe respondió abrazándome más fuerte.

—Tienes razón soy bastante estúpido. —susurro en mi oído. —Lamento joderlo todo.

—Puedes mejorar—dije encogiéndome de hombros intentando sonar burlona.

—Dime que es lo que debo hacer o decir y lo hare. Solo dilo ________ —murmuro aun serio.

—Yo no puedo decidir por ti Joe. Si te dijera que decir o hacer tus decisiones y acciones no serían reales y no me sentiría bien con eso.

por ***annie d' jonas*** Sáb 15 Mar 2014, 2:08 pm

Sigueeeee

por **chelis** Sáb 15 Mar 2014, 7:40 pm

Que pasara ahora????....
Aaaaaaaaahhhhhh sigueeeeeeeee

por **jonatika_4ever_hilda** Sáb 15 Mar 2014, 8:44 pm

sIGUELAAAA PLEASEEEE :3

por **chelis** Dom 16 Mar 2014, 11:02 am

;);););)

por ***annie d' jonas*** Lun 17 Mar 2014, 8:46 pm

sigueeeeeeeeee

por **chelis** Mar 18 Mar 2014, 7:59 pm

;););););)

por ***annie d' jonas*** Miér 19 Mar 2014, 7:59 pm

sigueeeeeeeeee

por **chelis** Miér 19 Mar 2014, 9:36 pm

;);););)

por **MileyCyruZ** Jue 20 Mar 2014, 12:07 pm

Capítulo 12

Café. (Parte 1)

A la mañana siguiente Joe ya no se encontraba en mi habitación, el sol entraba por las cortinas del balcón. Rodee en mi cama para lograr ver mi reloj sobre la mesa de noche, 10:42am, me senté y frote mis ojos.

Por fin sábado.

Camine arrastrando mis piernas hasta el cuarto de baño, esta vez la ducha fue corta, me coloque una falda gris ajustada y una blusa negra de tirantes, baje las escaleras hacia la cocina y me dedique a preparar el desayuno mi trabajo me había costado lograr hacer hot cakes sin quemarlos y ahora eran bastante aceptables para ser comestibles, encendí la cafetera y subí a despertar a Sebastián, lo sacudí hasta que note que me escuchaba. Salí de su habitación rumbo a la cocina de nuevo y puse la mesa, mamá no debería tardar en despertar ahora que el aroma a café inundaba la casa. Apague la cafetera y me serví, apenas había dado mi primer sorbo a mi taza de café cuando alguien llamo a la puerta, deje mi taza de café y camine hacia la puerta, Joe se encontraba del otro lado sonriendo, llevaba una camiseta blanca y unos pantalones desgastados de mezclilla, lo observe descaradamente y sus hoyuelos se profundizaron.

— ¿Qué sucede? —Pregunte cruzándome de brazos y recargándome en el marco de la puerta.

Joe sonrió de lado y observo hacia su casa como si esperara algo, regreso su mirada hacia mí y despues se inclinó besándome de forma rápida en los labios, me quede ahí observándolo reír mientras metía sus manos en sus bolsillos y hacia un flip con su cabello. ¿Qué rayos fue eso? ¿Por qué me beso? ¿Y por qué sonreía así?

—Buenos días campanita—dijo y extendió una de sus manos hacia mí para alborotar mi cabello húmedo.

Yo seguía ahí de brazos cruzados observándolo, seguramente con una cara para morir de risa pero no podía evitarlo, no es que él no me hubiera besado antes pero las veces anteriores había existido un juego previo al beso y esta vez él lo había hecho en modo de saludo y eso era extrañamente lindo pero incorrecto y malditamente confuso.

—Sabes a café. Me gusta. —Dijo sonriéndome— ¿Hay una taza para mí?

—Joe… que… yo—Dije como estúpida sin lograr conectar una oración.

—Tomare eso como un si—Sonrió y despues entro en la casa rosándome con su pecho.

Lo observe caminar hacia la cocina y perderse tras la puerta, mi corazón comenzó a alterarse cuando vi a mi madre bajar las escaleras mientras peinaba en un moño su cabello, ella me sonrió, cerré la puerta de inmediato.

—Buenos días cariño—dijo sonriendo.

—Bue… Buenos días mamá—ella se detuvo en el último escalón y me lanzo una mirada extraña. —Mamá Jo…

—Sé que Joe está aquí. Lo vi entrar, está bien que lo invitaras a desayunar el me agrada—Dijo sonriendo

¿Invitarlo? Él se invitó por su cuenta. Me quede en silencio, algo me decía que mi madre había visto algo más que Joe entrando, su sonrisa era demasiado exagerada, decidí ignorarla y camine hacia las escaleras.

—Iré por Sebastián—Dije intentando huir.

—Bien yo iré por una taza de café—Dijo sonriendo y casi corrió hacia la cocina.

Rodee mis ojos y subí las escaleras de mala gana, moleste a Sebastián hasta que logre que saliera de la cama. Regrese a la cocina con un Sebastián adormilado que arrastraba sus pies cual zombi, al entrar mamá reía animada con fuertes carcajadas y Joe se le unía mostrando sus encantadores hoyuelos, los observe de manera extraña, mamá de inmediato llamo a Sebastián y lo sentó junto a ella para dejar libre el lugar junto a Joe, enrojecí con la expresión poco discreta de mi madre, me senté junto a Joe sin dirigirle una sola mirada. Estaba demasiado avergonzada como para hacerlo pero podía sentir su sonrisa burlona sobre mí.

Mamá se puso de pie, coloco el plato de hot cakes en la barra y volvió a servirle café a Joe, observe a Sebastián quien estaba con su frente apoyada sobre la barra, el seguía tan inconsciente que no parecía enterarse de la presencia de Joe, mamá lo reprendió y despues le entrego su desayuno. Agradecí que todos desayunaran en silencio, aunque mi madre siguiera con sus miradas acosadoras sobre Joe y sobre mí.

— ¿Me pasas la miel campanita? —Escuche a Joe ronronear.

Lo observe mal y él sonrió divertido.

—Claro, toma— Dije dejando caer la botella frente a él.

—Gracias—Respondió y beso mi mejilla.

Oh por dios ¿Qué mierda le está sucediendo? mire a mi madre que sonreía mientras fingía no poner atención. Observe a Joe de nuevo y él comía de forma despreocupada. ¿Por qué está haciendo esto? Mi apetito se fue de inmediato, ese era el desayuno más incómodo de la historia. Bebí mi café pensando en la posible explicación sobre el comportamiento de Joe.

—Hola a todos. —Gire mi cabeza hasta encontrarme con Jess en la puerta de la cocina.

Ella aun vestía su pijama color morado, lucia bastante adorable, llevaba su cabello en una coleta alta y sonreía de forma encantadora mientras caminaba hacia mi madre para besarle la mejilla.

—Buenos días Mónica—Dijo y despues alboroto el cabello de mi hermano—Hola Sebastián. ¿Tú por qué no me esperaste? —Dijo golpeando el brazo de Joe.

—Pensé que preferías dormir hermanita. No quise molestarte—Contesto Joe de forma inocente.

Los observe sin entender nada. ¿Ellos habían decidido que desayunarían en mi casa y no me habían avisado? Jess me observo sonriendo y supuse que sabía lo que había pensado, camino hacia mí y me dio un fuerte abrazo.

—Fue su idea—susurro en mi oído y despues me libero.

Mamá envió a Sebastián a ver caricaturas y él se fue feliz con su desayuno hacia la sala, Jessie ocupo su lugar y mamá le sirvió. Al igual que Joe comió animadamente como si fuera una chica normal.

— ¿Oye si vendrás hoy cierto? —me pregunto mientras me apuntaba con su tenedor.

La observe sin tener idea de que hablaba y despues observe a Joe, el coloco su bazo en el respaldo de mi silla y sonrió, regrese mi vista hacia Jess.

— ¿A dónde? ¿A caso él tiene concierto hoy? —pregunte apuntando a Joe con mi pulgar.

—No boba, ¿ya lo olvidaste? —la observe con cara de interrogación y ella se burló— ¿Películas, Hoy, En mi casa? — dijo como si estuviera molesta por que yo olvidara algo de lo que jamás hablamos.

—Ah yo no… no lo recordaba. —susurre.

Mamá nos observó con interés tras su taza de café, Jess seguía hablando sin parar sin prestar atención a mi cara de confusión ni a la de interés de mi madre y yo estaba muy lejos de poder concentrarme en lo que decía ya que Joe jugaba con mi cabello y eso me desconcentraba por completo, me gire hacia él mientras retiraba su mano, él se burló y volvió a estirar su mano para jugar con mi cabello de nuevo.

—Sera genial solo tú y yo, montones de películas de terror y kilos de helado—Jess por fin tenía mi atención ¿ella había dicho solo TU Y YO? ¿Joe no estría? De inmediato deje de pensar en eso antes de que Jessie invadiera mi mente la observe sonriendo, demasiado tarde.

— ¿Joe no las acompañara? —escuche a mi madre hablar.

—Yo tengo ensayo con mi banda y despues nos quedaremos a jugar videojuegos. —respondió Joe tirando de mi cabello como un niño.

—Es por eso que iras a mi casa, no quiero estar sola mientras este bobo no está. ¿Me acompañaras verdad? —dijo Jess poniendo una cara de cachorrito.

—Claro que lo hará linda, recuerda que los fines de semana _______ es libre de no cuidar a su hermano por unas horas. —respondió mi madre riendo.

—Oh _______ será estupendo lo prometo —Jessie saltaba hacia mí, se detuvo a mi lado y alejo el brazo de su hermano de un empujón para despues darme un fuerte abrazo.

Las horas pasaron, subí a mi habitación y me atormente por unos minutos con la carta de mi padre, no podía tomar el valor necesario para leer el contenido tenía miedo de lo que pudiera decir, no quería leer una despedida o leer que me encargará a mi madre y hermano, no quería sentir que le había fallado y sentía que si leía su carta eso sucedería.

Escuche mi puerta abrirse y de inmediato escondí la carta de nuevo en el libro de Romeo y Julieta, me gire hacia la puerta y Jessie entraba sonriendo, camino hacia mí y se sentó a mi lado, nerviosa deposite el libro en la mesa de noche.

— ¿Por qué te gusta tanto ese libro? —dijo observando el libro con una sonrisa.

—Fue un regalo de mi padre supongo que es razón suficiente. —dije encogiéndome de hombros. —Jamás te he escuchado hablar sobre tus padres

—Es por que no los tengo—Respondió riendo como si nada.

— ¿Jamás los has tenido? —Dije incrédula.

—No. _______, los demonios no nacemos como los humanos no tenemos nada en común con ustedes de hecho. —Respondió observándome—Mejor vámonos.

Me despedí de mi madre y caminamos hacia su casa, note que la camioneta de Joe ya no se encontraba en la calzada, no estaba segura si la sensación que me abordo era de alivio o de decepción pero algo de eso había.

Entramos en su casa y Jessie se dejó caer en el sofá, me senté junto a ella y la observe esperando una explicación sobre todo eso. Ella no lucia con la intención de decirme nada.

— ¿Vas a decirme de que se trata todo esto? —pregunte cruzando mis brazos sobre mi pecho.

Jess sonrió.

— ¿De qué hablas? —Pregunto divertida.

Le di una mirada poco amigable y ella se carcajeo.

—Sabes de que hablo. Tú y yo jamás hablamos sobre ver películas, no soy tan despistada como para olvidarlo.

—Ya te lo dije fue idea de Joe. —Dijo poniéndose de pie y caminando hacia la cocina.

—Él ni siquiera está aquí. —grite poniéndome de pie y siguiéndola a la cocina.

Entre dándole un empujón a la puerta Jessie estaba sentada sobre la barra de la cocina con una lata de refresco en su mano.

— ¿Qué mierda les sucede a ti y a tu hermano hoy? Los dos están comportándose malditamente extraño.

— ¿Lo dices porque te beso? No pensé que eso resultara extraño para ti. —murmuro riendo y yo olvide como respirar.

— ¿Qué? tu…—no pude terminar de hablar. Jessie balanceo sus piernas de manera divertida.

—Joe me pidió ayuda y yo le dije que lo ayudaría si te besaba, y bueno lo hizo.

Mi corazón se detuvo. Jessie había mandado a Joe a besarme a cambio de un favor, ahora entendía porque antes de besarme observo su casa, quería morir de vergüenza todo aquello había sido parte de un favor era obvio Joe era el tipo de chico que hacia ese tipo de cosas solo para conseguir lo que quería y lo había hecho, estaba tan acostumbrada a la arrogante personalidad de Joe que ya no me molestaban tanto sus acciones. ¿Qué podía esperar de un demonio sexual?

—Bien ya que me usaste merezco saber ¿En que lo ayudaste? —pregunte recargándome en la barra tras de mí.

—Lo ayude a traerte aquí. —dijo bajando de la barra de un salto.

La vi moverse por la cocina para sacar otra lata de refresco de la nevera, me sonrió antes de entregarme la lata. ¿Joe le había pedido que me trajera a su casa? ¿Para qué? Ahora sí que no entendía nada. ¿Para qué traerme aquí si él se iba a ir?

—Solo fingió irse, él está en su habitación. Y no me dijo por qué quería que te trajera, pero imagino para qué. —dijo sonriendo de forma juguetona mientras me daba un empujón burlón alzando sus cejas.

—Olvídalo, yo me voy. —solté y camine hacia la puerta de la cocina.

— ¿Te vas tan pronto? —Joe sonrió del otro lado de la puerta. —Jess, gracias por tu ayuda pero necesito que nos dejes solos.

Hey chicas muchas gracias por sus comentario y por seguir esta y mis demás novelas las que las leen y las que no pues ¿que esperan? Na mentira gracias por comentar me hacen muy feliz espero y disfruten el capitulo :)

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