Re: Confia en mi (Harry Styles) CANCELADA

por **Hemwin.** Dom 22 Dic 2013, 3:14 pm

me encantoo!!!
NAVIDAD? BITCH PLEASE YO CELEBRO EL CUMPLEAÑOS DE LOUIS okno ._. yei maraton!!! :D
Tayra q egoista es -.- QUIEN TRATARIA MAL A UN HERMANASTRO COMO HARRY?? bitch okno ._.
SIGUELA!!

por **Sra.Henderson-schmidt** Dom 22 Dic 2013, 3:55 pm

Me encanto el cap ajkdsjaldja jajajaj e¡yeeiyieiyie maraton :D ayy tayra mala .-. jajaj ok no siguela me encanta

por **Imlaura** Dom 22 Dic 2013, 3:57 pm

Aaaaa maraton!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ame el capp siguela me encanta

por **Mafe_Directioner920** Mar 24 Dic 2013, 6:58 am

Jajajaja bueno en unos minutos les subo su regalito asjjdlajd Mi lusho esta cumpliendo 22 :lloro: :wut: :imdead: :/ ahkdshaj esta creciendo tan rapido :(

por **Mafe_Directioner920** Mar 24 Dic 2013, 7:58 am

Maraton 1/3

[size=18]Capítulo XII.[/size]

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—Bien, ustedes saben mi nombre pero yo no se los suyos —reclamé—. Excepto ella... —señalé a una castaña casi rubia, delgada y algo baja de estatura realmente linda— Que se que se llama Catherine.
—Harold, te lo advertí, o te callas o te vas —dijo Tayra exasperada.
—¿Qué? No has puesto la película aún y tú me dijiste que si hablaba durante la película me iba entonces —me excusé—. Además, ¿cómo compartiré una película con cuatro chicas hermosas y no sé sus nombres? —hablé coqueto y me fulminó con la mirada mientras que sus amigas reían.
—De acuerdo, Chelsea, Tania, Madison, y Cath que ya la conoces —dijo mientras iba señalando a cada una de sus amigas al ritmo de los nombres—. ¿Ya?
—Mucho mejor —dije complacido y sonreí.
En mi opinión, Chelsea era la más linda de las presentes. Era más baja que yo, tenía el pelo castaño oscuro con ondas en las puntas, tenía ojos azules levemente grandes, nariz pequeña, labios rosados algo gruesos y era blanca como el papel.

—Chicos, ¿por qué no encargan una pizza para cenar mientras miran la película? —sugirió mi padre viniendo desde la cocina.
—Ehm, no sé, ¿quieren? —preguntó Tayra a sus amigas.
—De acuerdo —dijo Chelsea una vez que les había preguntado a las demás—. ¿Y tú, Harry?
—Pidan si quieren, yo no comeré.
—¿Por qué no, Harry? —me preguntó mi padre.
—No quiero —respondí secamente, prestando nuevamente más atención a mi celular que a él.
—Bueno, pero después comes entonces, no vas a acostarte sin comer —insistió.
—No quiero, no tengo hambre.
—¿Siempre tienes que llevarme la contraría?
—Obviamente —sonreí.
—Eres tan infantil, y encima luego me criticas a mí con que soy una caprichosa, una malcriada y cosas así —intervino Tayra.
—No estoy hablando contigo.
—Claro, porque ¿ahora tengo que pedir una citación para poder decirte algo?
—De hecho, sería una gran idea —dije para hacerla enojar.
—¡Eres un idiota! —exclamó.
—Si yo empiezo a hablar sobre qué eres tú, quizás termine mañana.
—Chicos, basta. Y Harry, no te vas a acostar sin comer, así que cuando las chicas coman tu vas a comer te guste o no ¿está claro? —habló mi padre. Suspiré y rendido tuve que acceder.
—Si —dije casi inaudible.
—¿Está claro? —repitió buscando una respuesta más firme.
—¡Si! —repetí de mala manera.
—Mejor entonces —dijo por último y se fue.
—Voy a buscar el teléfono chicas —avisó Tayra y se fue en busca de éste.
—Y dime Harry, ¿qué pasa con tú padre? —me preguntó Catherine.
—No me llevo bien con él, lo detesto.
—¿Por qué? —preguntó ésta vez Chelsea.
—Cosas del pasado... —dije sin querer entrar en detalles.
—¿Tayra? —intervino Tania.
—En parte, pero ya no importa —dije intentando escapar del tema, el cuál me incomodaba bastante.
—Muy bien, cambiemos de tema —dijo en mi salvación, Madison—. ¿Qué edad tienes?
—Dieciocho. ¿Y ustedes?
—Dieciséis, excepto yo que tengo un año mas —respondió Chelsea por todas.
—Genial —dije sonriendo.
—¿Vas a la universidad? —preguntó Tania.
—Debería, pero estaba yendo a un internado y ahora mi querido papá decidió enviarme a otro diferente.
—Y esa es otra de las razones por las que no te llevas bien con él —adivinó la misma chica.
—Exacto —la señalé con el dedo.
—Cuéntanos Harry, ¿tienes novia? —preguntó Chelsea y las otras chicas me miraron pícaramente esperando mi respuesta.
—Ehm... —vacilé unos instantes.
Por una extraña razón se me vino Amber a la cabeza, obviamente no era mi novia, pero me pregunto... ¿Qué diablos somos ella y yo? Amigos no somos, novios tampoco, así que... no lo sé.
—¿Y bien? —insistió Tania con interés.
—Lo siento —me disculpé por tardar—. No, no tengo —sonreí de costado al igual que ellas.
—Y ehm... Volviendo al tema anterior, ¿por qué tu padre quiere enviarte a otro internado? —preguntó Chelsea curiosa.
—Porqué es un estúpido rebelde sin causa —contestó por mí Tayra acercándose a nosotros.
—Ay sí, soy muy rebelde, soy un chico rudo —bromeé y las chicas rieron.
—¿Podrías dejar de coquetear con mis amigas?
—Oh, ¡estas celosa! Ven con tu hermanito querido y dale un abrazo —abrí los brazos.
—¡Ay cállate! —dijo y rió.
—Espera, ¿en serio reíste? —pregunté fingiendo incredulidad—. Al fin me convencí de que eres una persona.
—Harold —me llamó en tono de advertencia—. Si sigues así, te vas a ir y no me importa si es durante la película o no —amenazó.
—De acuerdo, lo siento —me disculpé—. Ya vengo —avisé antes de retirarme.
—Yo igual, voy al baño —dijo Chelsea cinco segundos después.
Me dirigí a la cocina a tomar agua, y allí estaba de nuevo Margaret, esta vez lavando los platos, supuse que mi padre y ella ya habían cenado.
Sonó el timbre, lo que significaba que la pizza ya había llegado.
—Yo voy —dije y me dieron el dinero para pagar.
Una vez que ya tenía la pizza en mis manos, mientras que yo la pagaba, las chicas habían puesto la mesa en el living, en la mesa ratona.
Llegué al living y me senté entre medio de Catherine y Chelsea, ya que era el único espacio que quedaba libre y además era el que había ocupado desde hacía rato.
Una vez ya mirando la película, Chelsea me miró, la miré y me entrego mi celular con una sonrisa pícara. Ví la pantalla de éste y estaba su número escrito en un mensaje de texto sin destinatario obviamente. Le miré, sonreí de costado y guardé el número.

por **Mafe_Directioner920** Mar 24 Dic 2013, 8:01 am

Maraton 2/3

Capítulo XIII.

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Después de haber visto la película con las chicas y lograr que Tayra no me echara, me despedí de ellas y me fui a acostar. Margaret y mi padre ya dormían y las chicas se quedaron en el living porque iban dormir ahí.
Cuando llegué a la habitación me quité la camisa y me descalcé. Abrí la ventana, me subí a ella y encendí un cigarrillo. Era una noche bastante calurosa. Mientras tanto, me puse a meditar; ¿qué haría una vez en el internado? ¿Cómo diablos saldría de allí? ¿Volvería a ver a los chicos? Bueno, tampoco se acabaría el mundo, pero iba a ser horrible ir a otro internado que es peor aún al que concurría. Es peor justamente porque es un lugar más dedicado a las personas; un lugar donde te controlan cada paso que das y un lugar dónde yo no tengo razones suficientes por las cuales estar entre esa gente.

La puerta de mi habitación se abrió y cuándo miré en esa dirección, pude ver una pequeña silueta muy sexy.
—Veo que me extrañas... —hablé y me lanzó una mirada seductora.
Apagué el cigarrillo contra la pared y me bajé de la ventana.
—Imposible no hacerlo —respondió y comenzó a acercarse mientras que yo me quedé apoyado contra la pared.
—Opino lo mismo, preciosa —dije y sonreí de costado mientras observaba como ella se acercaba cada vez más hasta quedar a unos centímetros de mí.
—Hace calor, ¿no crees? —dijo y se sacó la holgada blusa que llevaba quedando en sostén.
—Sí, ¡mucho calor! —hable admirando su perfecta figura.
Sonrió pícaramente y acortamos la corta distancia que había entre nosotros con un beso salvaje. Era como sí quisiéramos devorarnos enteros el uno al otro, o al menos para mí era así. Qué más se puede decir cuándo te estás besando con una chica tan linda como ella, por qué de verdad era linda y ya lo había mencionado antes.
Se subió a horcajadas sobre mi mientras nos besábamos. Con su mano jugaba con mi cabello, y yo, bueno, no podía hacer nada porque mis manos estaban muy ocupadas posadas en su trasero para sujetar su peso.
Se separó un instante de mi y con un empujón me tiró encima de la cama, dejándome sentado en ésta, volvió a sentarse a horcajadas sobre mi y continuamos besándonos.
Dejé de besar sus labios pero continué por su cuello mientras ella susurraba mi nombre erizandome la piel a cada instante.
—Harry, no, no, no, tenemos que parar, las chicas... —intentó frenar.
—Ellas no importan —hablé agitado al igual que ella.
—No, Harry, alguien puede venir —insistió, alejó mi cara de la zona de su cuello y se puso de pie—. Me encantaría quedarme pero debo volver abajo —acotó triste.
—De acuerdo —cedí.
Tomó su blusa, se la colocó, se acercó de nuevo a mi y le robé un pequeño beso haciéndole sonreír.
—Te veo mañana, lindo.
— Adiós —susurró antes de salir silenciosamente por la puerta y se fue dejándome así, ¿cómo pudo?

Había muchas cosas rondando en mi mente a la vez, era la única oportunidad de pensar tranquilamente solo, en silencio, sin interrupciones y sin nadie que molestara. Después de voltear por décimo quinta vez en mi cama, logré dormirme porque el sueño me venció.

A la hora de haberme dormido, me desperté. Era una de esas noches en las que duermes de a ratos por qué algo te esta presionando y no logras descansar nada, además es frustrante porque tienes sueño y te viene el malhumor al no conseguir dormir en paz.
Me levanté rendido al no volver a conseguir el maldito sueño y me dispuse a buscar agua para hacer pasar el tiempo.
Salí de mi habitación en total silencio, estaba de shorts, descalzo y sin remera; tenía calor. Bajé las escaleras y noté que las chicas aún estaban despiertas al escuchar risitas y susurros y al ver un reflejo de luz proveniente de la televisión.
Pasé por el living para llegar a la cocina sin darles mucha importancia a ellas. La verdad que estaba abatido al no conseguir lo que quería: dormir.
Llegué a la cocina y allí estaba Tayra, tomando agua también.
—¿Puedes darme la botella? —pedí a pesar de todo de manera amable, después de haber esperado varios segundos a que soltara la botella de agua.
—No he acabado aún —respondió de mala manera y tomó otro sorbo de su vaso.
—Estas tomando agua del vaso, no de la botella —reclamé.
—Si, pero cuando termine el agua del vaso tomaré mas.
—¿Cómo lo sabes? Quizás no te dé mas sed.
—No me cuestiones.
—Vamos Tayra, dame la botella —insistí.
—No me molestes, espera tu turno.
—¡No estas usando la botella! —exclamé exasperado.
—Sí lo hago.
—Dame la botella –intenté tomarla y se volteó pero igualmente logré agarrarla.
—¡Suéltala! —exclamó e intentó quitar mis manos.
—¡Tayra! Da-dame la botella —pedí cinchando.
—Suéltala Harold, ¡Suéltala! —cinchó también-
—Gracias, querida —dije una vez con la botella en mis manos y sonreí con autosuficiencia.
—¿Quieres agua? ¡Aquí tienes agua! —dijo y me lanzó en la cara el agua que contenía su vaso. Hice una mueca y me sequé la cara con la mano.
—¿Ah, si? —le hice lo mismo con agua de la botella—. Quédate con la dichosa agua, estúpida.
—¡Harold! ¡Me las vas a pagar! ¡Argggg! —bufó molesta.
—¿Chicos qué diablos sucede? —preguntó mi padre dirigiéndose al entrar a la cocina y cuando llegó comencé a caminar para irme.
—Harry, ¡ven acá! —me detuvo.
—¿Qué quieres? —contesté de mala gana.
—Son las cinco y media de la madrugada y su escándalo me despertó. Trabajo todo el día y ni siquiera puedo descansar de noche. Encima me preguntas qué quiero. Explíquenme qué está pasando —exigió enojado.
—Que te explique ella, tengo sueño, quiero dormirme ¿puede ser? —dije aún más de mal humor.
—¡Yo también tengo sueño, sin embargo estoy aquí.
—No me importa, quiero irme a dormir ¿Esta bien?
—¡No le hables así a mi padre, idiota! —intervino Tayra.
-¡Tú te callas! ¡De nuevo te informo que no estoy hablando contigo! —respondí y remarqué el "no" con la voz.
—¿Cuál es tu maldito problema?
—¡Tú! —espeté.
—¡Chicos! ¡Ya basta! —exclamó mi padre—. Mañana hablaremos de este tema, ¿quedó claro?
Tayra y yo nos fulminamos con la mirada y sin contestar me volví a mi habitación.
Ambos eramos grandes como para pelear por semejante estupidez, sin embargo, nuestra inmadurez era mayor. Se notaba a millas que no nos soportábamos y por eso peleábamos por lo mínimo. En realidad, las relaciones de hermanos nunca son pacíficas, pero esto era distinto, era peor.

—...¿Por qué siempre le das la razón a él? ¡Viene por un maldito fin de semana y no existe mas nadie que él! —escuché la voz de Tayra quejarse como siempre, proveniente de abajo.
—Tayra, por favor, es solo éste fin de semana ¿sí? No me la hagas más difícil, ¿puede ser? Tú sabes que él me detesta, quiero recuperar a mi hijo —respondió con calma mi padre.
—¿Y crees que dándole la razón en todo y dejándolo hacer lo que quiera lo vas a "recuperar"?
—Estoy haciendo todo lo posible, no es fácil —se argumentó.
—Nadie dijo que lo era, pero deberías empezar por hacer las cosas bien —lo rezongó como si la relación fuese al revés en vez de ella ser la hija y él su padre.
—¿Y tú qué sabes acerca de eso? El día que tengas un hijo me comprenderás.
—Puede que no tenga un hijo, pero cualquiera puede ver que lo haces mal.
—Como digas. Lo único que te pido es que lo trates bien ¿sí? Luego se irá y no habrá mas problem-- —ambos se percataron de mi presencia y se quedaron callados—. ¿Hace cuánto estas ahí, Harold?
—Lo suficiente —respondí frío—. Tayra es una adolescente también y estoy seguro que da trabajo al igual que yo. Pero no, yo soy el único problemático, rebelde, el que da trabajo, el peso de todos... —dejé la oración a mitad—. No te preocupes que yo deseo tanto como ustedes que sea lunes para irme de esta maldita casa —dije terminando de bajar las escaleras.
—Yo no dije nada de eso, Harold, yo-- —intentó explicarse pero lo interrumpí.
—No lo dijiste pero es así —dije—. Lamento ser el hijo que no esperabas y lamento que seas tú mi padre.
Se me nubló la vista de lagrimas, pero reprimí las mismas para no parecer débil delante de él.
—Harold, ¡no es así! Estas mal interpretando las cosas. Todo el tiempo intento acercarme a ti ¿o no? —se justificó.
—No, no me quieres, nunca me quisiste, la quieres a ella mas que a mí y siempre va a ser así.
Tayra rió y sus amigas solo miraban con atención en silencio.
—Que infantil, ¿ahora te haces el pobrecito para seguir llamando la atención?
—Tayra —dijo mi padre en tono de advertencia.
—¡Cállate! ¡No quiero escucharte más, por dios! —exclamé harto.
—¡A mi no me das órdenes y menos me gritas idiota! —se paró de la silla repentinamente.
—¡Chicos! ¿Cuándo van a parar? —exclamó mi padre.
Me dirigí a la puerta y salí de la casa azotando ésta última.

por **Mafe_Directioner920** Mar 24 Dic 2013, 8:04 am

Maraton 3/3

Capítulo XIV.

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Amber Tomlinson.

—¿Hola? —dije a continuación de haber atendido mi celular.
—...
—Ajá... —Me tiré encima de mi cama mientras hablaba.
—...
—¡Genial! ¿A qué hora? —exclamé entusiasmada por la idea.
—...
—De acuerdo, allí estaré.
—...
—Muy bien, yo le aviso —respondí y sonreí a pesar de que la persona del otro lado del teléfono no me pudiera ver.
Luego de finalizar la comunicación telefónica, me puse de pie para ir al cuarto de mi hermano.
—¿Louis? —lo llamé y golpeé su puerta.
—¡Pasa! —gritó desde adentro y a continuación me adentré en la habitación encontrándome con mi hermano y Wesley, quién estaba perezosamente recostado sobre la cama de Louis lanzando una pelotita contra la pared una y otra vez.
Saludé a Wesley con un beso en la mejilla mientras que absorbía su exquisito perfume varonil como si fuera una droga que entraba por mis fosas nasales.
—¿Qué pasa?—preguntó mi hermano.
—Fiesta en la casa de Jake y Andrew hoy a las nueve, ¿vienen? —les informé y esperé su respuesta.
Los dos se miraron y asintieron.
—Y dime, ¿Cally irá? —preguntó el castaño algo avergonzado.
—Sí, de hecho, ella fue quién me avisó —respondí—. ¿Qué piensas hacer, Stromberg? —pregunté frunciendo el ceño divertida.
—Mmm... —pensó—. Nada que ella no quiera, claro —dijo con una sonrisa pícara.
"..Nada que ella no quiera.."... Eso me había recordado a Styles, una parte de mi estaba loca, desesperada por verlo de nuevo, mientras que otra parte no lo quería volver a ver ni por fotos.
Últimamente me ponía bipolar cuando se me cruzaba él por la mente, en conclusión, todo el día estaba bipolar porque todo el día él invadía mi mente. ¿Zayn? A decir verdad, ya hacía tiempo que no me sentía bien a su lado, pero desgraciadamente tenía que estar con él me gustara o no.

Ya de nuevo en mi habitación, estuve bastante tiempo revolviendo mi ropero hasta dejarlo patas para arriba, hasta que me decidí a usar algo simple pero bonito, nada de vestidos y esas cosas, porque en realidad no me gustan los vestidos, además era una fiesta informal, no todas las chicas estarían de vestido, supongo.
Me bañé, me envolví en la toalla y salí a mi habitación para vestirme. Al cabo de unos quince o tal vez veinte minutos estaba lista [http://www.polyvore.com/cgi/set?id=50344059&.locale=es].

—¡Louis! ¡Ya me voy! —exclamé lo suficientemente fuerte como para que me escuchara sea donde sea que estuviese.
—De acuerdo —respondió y unos segundos después apareció detrás de mi—. ¿Con quién vas?
—Con Mandy y Niall —respondí—. Zayn no se si irá, dijo que después me avisaba. Es que no soporta a Andrew pero si a Jake, entonces es difícil...
—Bueno. ¿Irás así vestida?
—Sí, ¿qué tiene?¿Estoy fea? Ay, dime que no porque estuve siglos buscando algo y-- —comencé y me interrumpió riéndose.
—No, no es eso. Simplemente que ese Jean es muy ajustado, querida.
—¡Oh, vamos! —protesté.
—Es la verdad y además Zayn no estará para cuidarte. Supongo que yo lo haré.
—¡Louis! Ni se te ocurra, me llegas a dejar en ridículo y...
—¿Y qué? —me retó.
—Y, y... —pausé sin saber qué decir—. Ya me voy, los chicos ya vinieron —me excusé y rió nuevamente.
—Claro.
—Nos vemos —me despedí y lo saludé con un beso en la mejilla a pesar de que él iría más tarde.
Salí por la puerta de la entrada y saludé a mis amigos una vez dentro del auto.

—Chicos iré a sentarme, ¡estoy cansadísima de tanto bailar! —avisé.
—¿Quieres que vaya contigo? —se ofreció Cally.
—Oh, no,no, no, si no, ¿a quién mirará a Wesley si tu dejas de bailar? —bromeé.
—¡Cállate! —dijo entre risas y me golpeo despacio algo avergonzada.
Reí mientras me alejé caminando de los chicos. Cuando hallé un banco libre, me senté sin fijarme en quién había al lado mío, y suspiré de lo cansada que estaba.
—Cariño, ¿me extrañaste? —de pronto escuché esa voz ronca y me paralicé por completo. ¿Estaba loca o de verdad estaba sucediendo?.
Y comprobé que no estaba loca, de verdad estaba sucediendo, era su sexy e inconfundible voz quién me hablaba. Cuando volteé a la derecha lentamente lo vi y mi corazón empezó a latir mas rápido que nunca.
—¿Y bien? ¿Te quedaste muda? —me apartó de la cara un mechón de pelo rebelde.
—¡No me toques, Harold! —golpeé su mano.
—Bipolar. Hace menos de un minuto estabas riéndote con tus amigas.
<<¿"Bipolar"? Si, tu me haces ser Bipolar. Si con tan solo pensarte soy bipolar, entonces ahora que te tengo al lado...>> Pensé.
—¿Eres real o eres solo una pesadilla?
—Bueno, Soy real y puedo una pesadilla —respondió.
—¿Algún día dejarás tu humorcito?
—Mejor ni me hables de humores...
—¿Por qué? —pregunté sin entender.
—No sé, fíjate en tu humor cada vez que me ves y sabrás el por qué. Es como que te transformas.
—¿Insinúas que estoy loca? —pregunté indignada.
—Si lo quieres tomar por ese lado, sí, podría ser...
—Vete al diablo —dije y me puse de pie pero me tomó del brazo haciéndome sentar de nuevo.
—¿A dónde crees que vas, preciosa?
—No me llames así —pedí fría.
—¿Por qué? Estoy diciéndote la verdad.
—Me molesta que tú me lo digas.
—Cómo digas, hermosa.
—¡Harold! —exclamé.
—¿Qué? Tú dijiste que te molestaba que te llamara “Preciosa”, no “Hermosa” —se justificó.
—¡Es lo mismo!
—En mi diccionario no. Además, apuesto a que si Zayn lo hace no le dices nada.
—¿Qué quieres decir?
—Claro, que si te lo dice él que es un maldito infeliz se lo permites antes que a mi que solo quiero acercarme a ti.
—Zayn puede decirme lo que se le de la gana porque es mi novio, en cambio tú, no eres nada mío y nunca lo serás —expliqué de mala manera.
—¿Ah, sí?
—Sí —respondí.
—Bueno, que buen novio que es ¿no? —dijo irónico—. Si fuera tu novio tendría que estar aquí en lugar de mi, que no soy nada tuyo y nunca lo seré —repitió mis palabras—. ¿Dónde esta? ¡Zayn, Zayn! No, no lo veo.
—No siempre tengo que estar con él.
—Claro y ¿ahora me vendrás con que tienen "su espacio personal"?
—Pues sí. Además ni siquiera sabes por qué no esta aquí.
—No, tampoco me interesa, mejor para mi, puedo estar mas tiempo conmigo.
—No, no estarás conmigo a menos que yo no quiera.
—De acuerdo, un día me besas y al otro día ¿no pasó nada? —preguntó incrédulo.
—Además esta viniendo para acá, me acaba de enviar un mensaje —intenté escapar del tema.
—No cambies de tema —pidió.
—Tu lo hiciste —me excusé haciendo tiempo para pensar en algo.
—No lo hice —dijo.
—Estábamos hablando de mi relación y saliste con un estúpido beso.
—¿"Estúpido beso"? ¿Vas a decirme que no sentiste nada?
—Pues no, no sentí nada —mentí.
—No es cierto.
—Si lo es. Besarte fue como besar a un vagabundo y créeme que nunca sentiría algo por un "vagabundo" así lo besara cien veces.
—Bueno entonces si soy un como un "vagabundo" bésame esas cien veces y luego me dices si sentiste o no —me retó.
—No lo haré, además Zayn podría venir en cualquier momento.
—¿Qué diablos me importa Zayn?
—A ti quizás no, pero a mi si me importa.
—¿Desde cuando?
—Siempre lo ha hecho.
—Vamos, Amber, sabes que no es cierto. Además ¿qué tiene de malo besarme si total no significa nada para ti? —echó en cara.
—No lo haré y menos aquí.
—¿Te avergüenza que los demás sepan a quién quieres de verdad?
—No, simplemente me avergüenzas tú... un maldito delincuente el cuál debería estar tras las rejas por el resto de su miserable vida —solté.
¿Enserio le dije eso? Definitivamente no sabía controlar mi enojo, hasta a mi me dolió. Había arruinado todo y sin razón alguna.
—Por un momento creí que eras diferente a todos los demás idiotas que piensan cosas como esas o peores de mi, pero ¿sabes qué? Gracias, ahora al menos me hiciste abrir los ojos antes de caer —habló dolido haciéndome sentir culpable, se puso de pie y se alejó de mi.
—No, eh, Harry —intenté hablar y lo seguí dificultosamente atravesando la pista de baile recibiendo muchísimos empujones—, perdóname, lo siento, no fue mi intención, yo...
—No, Amber, vete —pidió.
—Harry...
—Harold desde ahora para ti.
—Pero no fue mi intención decir eso, yo... estaba molesta y...
—Yo también estaba y estoy molesto, sin embargo no te dije nada malo.
—¿Acaso tienes cosas malas que decirme?
—Sí, sí las tengo —espetó.
—Adelante, dímelas —pedí. Suspiró y negó con la cabeza con la mirada apartada.
—Me decepcionaste, pensé que eras un poco mas madura y sabías cómo son cosas —habló desilusionado y con ojos tristes—. Pero no, veo que eres una estúpida niñita que no sabe que hacer y solo juega con las personas.
—¿Yo juego con las personas? ¿Y tu que haces conmigo? —reclamé.
—Yo no juego contigo.
—¡Si lo haces!
—Yo estoy decidido por ti, tú solo... —pausó— solo necesitas madurar de una vez y--

Repentinamente lo callé de un beso para no seguir con ese tema. Este beso fue aún mejor que el anterior. Pensé que tal vez se iba a resistir, pero en cambio, me siguió la corriente.

Al momento de presionar sus labios con los míos, sentí un choque eléctrico que recorrió todo mi cuerpo sacándome el alma de lugar. Decidí acomodarme mejor y coloqué una mano en su rostro para acercarlo más a mi, mientras que él colocó una mano en mi cintura.

Sus labios suaves como la ceda y apetecibles como el chocolate, me enamoraron por un instante. Deseaba que esto ocurriera día a día. Estaba maravillada de probar unos labios así por segunda vez. En realidad, la primera vez que me besó no fue un beso en realidad, fue un pico y en cambio, me enojé demasiado con él. Pero en ese momento, lo menos que pensaba era en enojarme.

—¿Harry? —una voz femenina nos interrumpió obligándonos a separarnos.

________________

Hasta aqui el maraton de navidad (cumple de louis) jajaj obvio esta dedicado a mi lucho y a mis lectoras <3 las quiero comenten.... ojala les guste y feliz navidad y cumple de louis!!!

por **Imlaura** Mar 24 Dic 2013, 9:00 am

AAAAAAAAAAAAA ME ENCANTO EL MARATON QUIEN SERA ESA CHICA?... SIMPLEMENTE LO AME!!!!! feliz navidad y cumple de louis tambien

PD: ame tu firma

siguela bye

por **Hemwin.** Mar 24 Dic 2013, 12:20 pm

OMG OMG!
ame el maraton!!!
amber!! q no insulte a el sensual de Harreh porq sino :muere:
quien fue la muy bitch q interrumpio el beso de Hamber!!!! ¬¬
siguela!!!

tu firma :') q tierno el lusho

por **Sra.Henderson-schmidt** Sáb 28 Dic 2013, 1:54 pm

aaaaaaaaaaaaaa me encantaron los caps!!! perdon por no comentar antes :3 siguela

por **Mafe_Directioner920** Dom 29 Dic 2013, 4:00 pm

Capítulo XV.

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Harry Styles.

—Ah, eh, Chelsea, yo... —dije lo primero que me salió nervioso. ¿Qué diablos hacía ella aquí?
—¿Quién es ella, Harold? —preguntó Amber confundida.
—Es... —pausé— una amiga.
—¿Una amiga? —preguntaron al unísono ambas irritadas.
—¿Te besaste de esa manera el viernes conmigo, ahora con... ella y solo soy "una amiga"?—cuestionó Chelsea incrédula.
—¿Te besaste con ella? —preguntó esta vez Amber con gran enfado en su rostro.
—Si, si lo hizo, es más, tuvo otras intenciones además de solo besarme —respondió Chelsea por mi enterrándome aún más.
—Oh, ¡dime que es una broma! El viernes nos besamos dos veces y el mismo día por la noche ¿casi te acuestas con ella? —habló Amber y se cruzó de brazos.
—¿El mismo día te besaste con ella y conmigo? ¡Vete al diablo, Harold Styles! —exclamó y repentinamente la mano de Chelsea se posó con fuerza sobre mi cara dándome una bofetada y se alejó molesta.

—¡Chelsea! —la llamé inconscientemente pero me ignoró—. Mierda... —me quejé y moví la mandíbula al tiempo que me tocaba la zona afectada.
—Explícame de una maldita vez, ¿quién diablos es esa chica? ¿Por qué te golpea? es decir, te lo merecías pero, yo debería hacerlo —dijo Amber ¿celosa? Pero sin perder el enojo.
—Yo no soy nada tuyo y nunca lo seré —repetí sus palabras aprovechándome de la situación para zafar del lío—, además dijiste que nuestros besos no significaron nada para ti, así que tú no tienes por qué golpearme.
—¿Ah, si? Pues mira cómo lo hago —dijo y a continuación, me golpeó aún más fuerte que Chelsea y se alejó también pero la seguí. Cuándo la alcancé afuera de la casa, me puse delante de ella frenándola.

—¿A qué estas jugando? —pregunté.
—Eres un descarado —espetó con el ceño fruncido—. ¿Me lo preguntas a mi? ¿En serio? Cuando tu fuiste el maldito infeliz que estaba jugando a dos puntas en dos días, ¿te parece? —soltó iracunda.
Agradecí que no había nadie al rededor, porque si no, gracias a sus gritos, todo el mundo se hubiese enterado de... "nuestro secreto".
—Lo de Chelsea fue un malentendido, ¿de acuerdo? Es una chica linda y solo me dejé llevar, pero contigo es diferente —expliqué pacífico con el fin de tranquilizar la situación—. Te lo aseguro.
—Sí, claro, ¿quién te enseñó eso? ¿Tu abuelo? Siguiente excusa, por favor —habló sarcástica.
—Qué ironía lo tuyo —negué reiteradas veces con la cabeza—. Me reclamas a mi que jugué a dos puntas y tú qué haces conmigo y con Zayn entonces.
—¿Qué ironía yo? Y tú que hace cinco minutos me dijiste que estabas "decidido por mi" —me recordó—. Además, es diferente.
—No es diferente, el viernes te besaste conmigo y obviamente con él.
—Es diferente, Harold, él y yo somos novios, no-vios —separó en sílabas—. Tú solo eres un error —aclaró—. Y ya no importa, lo único que te digo es que si tu quieres jugar, juega solo, no me gustan tus reglas, así que yo me retiro —dijo por último y volvió adentro.

Me coloqué el abrigo, el cuál estaba en el pasto al lado mío, cuándo una fría ráfaga de viento chocó contra mis descubiertos brazos.

—Styles... —escuché detrás de mi una voz conocida aproximarse y cuando me volteé para ver quién era me extrañó que se dirigiera a mi.
—¿Qué pasa, Malik? —respondí cauteloso.
—Quiero arreglar las cosas contigo —soltó.
—Ehm...de acuerdo —cedí con recelo.
—Pero primero, deja esa cerveza y tómate un buen trago conmigo mientras hablamos —me ofreció un vaso con un líquido de color celeste igual al que estaba tomando él.
—Esta bien –lo agarré y tomé un ligero trago—. Siéntate —pedí y se sentó a mi lado en el pasto.
—Ehm, primero que nada, quiero disculparme por todo, las peleas, discusiones y las veces que te juzgué mal, lo siento —habló arrepentido.
—Lo mismo para ti, empezamos mal —contesté y llegué a tomar hasta la mitad del vaso.
—Así es. Después de pensar, me di cuenta de que eres un buen chico.
—Esta bien, olvidemos todo y listo —sugerí.
—Claro —sonrió.
—Hace calor, ¿no crees? —me quité el abrigo que me había puesto hace cinco minutos.
—Mmm... sí, puede ser. Quizás sea el alcohol.
—Si, Lo más seguro.
—De acuerdo, volveré adentro; Amber me espera —anunció y se puso de pie.
¿Amber?¿Quién es Amber? De un momento para otro olvidé por completo que hacía, dónde estaba y quién era "Amber".
—Disculpa, ¿qué dijiste? —pregunté confundido y él rió confundiéndome aún más.
—¿Te gustó el trago, querido amigo? Espero que lo hayas disfrutado —dijo acompañado de una sonrió burlona y comenzó a alejarse.
—Zayn... ¿Qué-Qué me hiciste? —pregunté y me puse de pie.

La temperatura siguió aumentando en mi cuerpo e inconstantes mareos me invadían haciendo que todo diera vueltas a mi alrededor.
—¿Yo? ¿Pero qué estás diciendo? —dijo con un tono de sarcasmo haciéndose el inocente.
—¿Qué diablos me--? —comencé a decir pero no pude terminar ya que me quejé de dolor cuando repentinamente una aguda punzada en mi cabeza se hizo presente, obligandome a tomarme con ambas manos esta última como acto reflejo para intentar que el dolor desapareciera.
—Oh, ¿qué te pasa cariño? ¿Te sientes mal? —dijo él en un tono burlón agachándose a mi lado y a continuación rió—. Ponte de pie —me ordenó, pero yo no podía hacer otra cosa que tomarme la cabeza rogando que el dolor se detuviera.

—No puedo... —mascullé.
—Vamos, Styles, te lo pido por las buenas, tengo una charla pendiente contigo aún.. —insistió y se levantó.
Realmente no podía. Lo mejor en ese momento era cooperar con él, pero no podía, sentía que la cabeza me iba a explotar.
—¡Levántate! —exclamó harto y me pateó.
—¡No puedo! —grité recostado en el pasto, girando de un lado a otro y adolorido por su golpe.
—¿No puedes? De acuerdo, yo te ayudo entonces —dijo, me tomó de la camisa obligándome a ponerme de pie con mis pocas fuerzas y me recostó contra un árbol—. Escúchame bien, imbécil —esta vez me tomó de mi cuello—, no quiero que te acerques más a mi novia. Esto es solo una advertencia, si continúas haciéndolo, la próxima vez no será una advertencia. ¿Entendido? —amenazó.
—No sé de qué hablas —dije confundido.
—¿No sabes de qué hablo? —preguntó, me tomó aún mas fuerte del cuello y logró elevarme apenas despegando mis pies del suelo—. ¿Qué tal ahora?
—¡Hey! ¡Basta! ¡Suéltalo! —exclamó alguien corriendo en nuestra dirección y en cuanto llegó empujó a Dylan, pero fue en vano porque el ni siquiera se movió del lugar, mientras que yo casi no tenía aire en los pulmones.

—¡Aléjate, niñita! —me golpeó partiéndome el labio, me dejó caer al suelo y luego se dirigió a ella.
A continuación el aire comenzó a entrar de nuevo por mis fosas nasales hasta llegar a los pulmones. Mi respiración estaba más agitada que nunca y tocia sin control.

—Déjala —intenté decir en el momento en que había empujado a Chelsea tirándola al piso, pero mi voz era casi inaudible y dudo de que me haya escuchado—. Déjala en paz —traté otra vez y esta vez logré que se escuchara.
—¡Cállate! —me gritó y me pateó golpeándome en las costillas. Gracias a Dios, en ese momento escuché que venían mas personas.
—¿Te haz vuelto loco? —exclamó incrédula una chica morena de baja estatura quién corrió a mi y se arrodilló a mi lado—. ¡Harry, Harry! ¿Estas bien?
—¿Qué diablos te pasa, idiota? —exclamó un chico de llamativos ojos grises, empujando a Zayn y éste respondió de la misma manera hasta que llego otro chico, castaño, alto, y de ojos claros también a apartar a su amigo, el que había intervenido antes.
—Andrew —el castaño llamó a su amigo—. Déjalo...
—No, Wesley —se opuso "Andrew"—, este tipo esta mal de la cabeza.
—Louis, llévate a Zayn —pidió "Wesley" a otro chico que había venido y éste asintió.
—¡Harry! ¡Respóndeme! —dijo la misma chica a mi lado.
—¿Quién eres tu? —pregunté en cuanto me volví a ella.
—¿Cómo que quién soy? —preguntó confundida—. Harold, soy Belen, tu mejor amiga...
—No entiendo nada, ¿Quién eres? ¿Quiénes son ellos? ¿Dónde estoy?
—¿Qué pasa, Belen? —dijo otro chico al acercarse, que juraría que era Andrew, pero Andrew estaba a mi lado, debía de ser su hermano.
—No lo sé, Jacob, no me conoce, no nos conoce, ¡no sabe nada! —respondió Belen alterada.
—Déjame ver... —habló otro chico castaño, tocó mi frente y me alejé.
—No me toques —pedí.
—Esta bien, no voy a hacerte nada —me dijo y volvió a insistir.
—¡No me to--! ¡Diablos! ¡Mi cabeza! —me quejé ya que la punzada en la cabeza volvió.
—¿Qué? ¿Qué pasa? —preguntó Belen consternada y con los pelos de punta.
—¡Harold! —exclamó una chica que venía hacia nosotros—. ¿Qué le pasa?
—¡Amber, vete! —exclamó el castaño tomándola del brazo.
—¡Liam, suéltame! —dijo e Intentó soltarse del agarre.
—¿Amber? —pregunté a pesar del dolor en la cabeza—. ¿Ella es Amber?
—Sí es Amber, pero ya se va —dijo “Liam”.
—¿Cuál es tu maldito problema? —exclamó Amber molesta.
—¡Chicos! ¡Basta! —exclamó Belen.

La punzada me volvió y me volví a quejar. Ésta aparecía como relámpagos: era fugaz y poderosa. El dolor era agudo y fulgurante. Al menos era inconstante, si no no podría soportarlo.

—¡Chicos! ¡Tenemos que hacer algo! —exclamó Belen.
—Dime, ¿tomaste algo? —preguntó “Jacob” y traté de hacer memoria.
—Si —dije con los ojos cerrados fuertemente.
—¿Qué era?
—No sé...algo celeste.
—¿Dónde esta el vaso?
—Está... está por ahí... en el piso.
El chico fue en busca de aquel vaso utilizado anteriormente por mi y volvió con éste en la mano.
—Creo que ya se que le pasa —dijo “Jacob”.
—¿Qué le pasa? —preguntó Amber, quién se había quedado.
—El trago contenía algo.

—Vamos, Harry, levántate, es la tercera vez que te llamo —dijo mi padre desde el otro lado de la puerta con leves golpes en ésta.
Abrí los ojos lentamente, mire para los costados y me senté en la cama confundido. Estaba vestido y ni siquiera estaba dentro de la cama, simplemente estaba como si me hubiese acostado así no más.
Intenté hacer memoria sobre qué había pasado la noche anterior pero no recordaba nada.
Cuando me puse de pie me quejé y me toqué con la mano la zona de las costillas, me desprendí la camisa y vi un gran moretón violáceo justo allí, para mejor, en ese momento entró mi padre a mi habitación y me giré de inmediato.

—Harry —llamó al entrar—, ah, ya te levantaste, ¿por qué no me dijiste? —preguntó.
Mientras tanto, yo estaba de espaldas y me estaba abotonando la camisa nuevamente.
—¿Qué escondes? ¿Por qué te volteaste cuando entré?
—Nada —respondí secamente.
—Date vuelta —pidió.
Cedí al asegurarme de que mi camisa estaba prendida y me volteé para complacerle.

—¿Qué? —me hice el inocente.
—¿Qué tienes?
—¡Nada! —hablé más alto—. ¿Ves que tenga algo?
—No porque justamente acabas de prenderte la camisa.
—Porque estaba desacomodada —mentí.
—Sí, claro. Anda, despréndete la camisa.
—No.
— Muéstrame —insistió e intentó desprender mi camisa.
—No, basta, no tengo nada —alejé su mano.
—Si no tienes nada, ¿por qué no me muestras?
—Porque no, no tengo nada para mostrarte y no tengo ganas —me excusé.
—Es en serio —me habló firme.
—¿Quieres ver qué tengo? ¿Quieres? —pregunté harto.
—Sí, quiero —respondió.
Me desprendí la camisa y dejé mi moretón a la vista.
—¿Ya viste?
—¿Qué te pasó? —preguntó consternado contemplándome y estiró su mano para tocar la zona.
—Me duele —dije y di un paso atrás.
—¿Qué te pasó? —repitió.
—No sé —me senté en la cama.
—¿Cómo que no sabes?
—Déjame en paz —pedí y me cubrí la cara con mis manos.
—Harold, respóndeme —pidió seriamente.
—Me peleé con un chico, ¿está bien? —mentí.
—¿Cuándo pararás, Harold? —preguntó irritado.
—¿Podrías dejar de juzgarme? Es lo único que haces, no sabes absolutamente nada y siempre estás atacándome a mi —pedí harto.
—Pero siempre que hay problemas, tú estás en el primer puesto —se justificó.
—Igualmente, no sabes nada.
—¡Dímelo entonces!
—No, basta, ya está —dije dando por terminada la conversación—.

Me puse de pie sin darle tiempo a nada y me encerré en el baño. Me planté frente al espejo y contemplé mi cara por un largo rato. Tenía los ojos rojos, muy rojos, estaba bastante pálido y tenía el labio inferior partido.
Lo último que recordaba era la fiesta, dos chicas golpeándome, el jardín de la casa, Zayn... Un momento... ¿Zayn? De acuerdo, esto comenzaba a tener sentido.

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Chicas hasta aca el cap, perdon por tardar, ojala les guste bye besos

por **Hemwin.** Dom 29 Dic 2013, 4:14 pm

:O
WTF?
harry jugando a dos puntas -.- ojala se quee con Amber Confia en mi (Harry Styles) CANCELADA - Página 4 1608199403

Zayn hijo de playa!!! ¬¬ pobre mi Harold :c
de nuevo la pelea -.- hay algun momento donde no se pelen Hazza y su papá :¬¬: porfis siguela!!

por **Sra.Henderson-schmidt** Dom 29 Dic 2013, 4:31 pm

:O what??????????????

deacuerdo con belen!!!!!!!! zayn hijo de la grandisima fruta que e dio a mi harreh? :/ siguela la amo

por **Imlaura** Dom 29 Dic 2013, 4:45 pm

Pobre harry!!!!!!!!!!!! yo juraba que zayn si lo iba a arreglar todo -.- siguelaaa besos

por **Mafe_Directioner920** Sáb 04 Ene 2014, 4:30 pm

Capítulo XVI.

Confia en mi (Harry Styles) CANCELADA - Página 4 934068_428300310601931_1782914648_n

Terminé de ducharme, me coloqué el estúpido uniforme del internado, ya que en un rato partiría hacia allí.
Le di una sacudida a mi húmedo cabello y como costumbre cada mañana, revisé mi celular. Encontré varias llamadas perdidas y mensajes, sinceramente, no le encontraba sentido a ninguno de aquellos mensajes. Todos se relacionaban a mi estado; me preguntaban cómo estaba.
Bajé las escaleras con dificultad, ya que hacia vario rato que tenía leves mareos y un fuerte dolor de cabeza.
—Buenos días, cariño —me saludó Margaret risueña como siempre. Era algo que admiraba de ella.
—Buenos días —sonreí, le di un beso en la mejilla y me senté en la mesa sin saludar a Tayra o a mi padre.
Apoyé la cabeza contra ésta y cerré los ojos soltando un leve gemido.
—¿Qué pasa? —preguntó y maldije para mis adentros al escuchar esa voz que me interrumpió en mi momento de silencio.
—¿Qué pasa? —repetí—. No sé, esperaba que alguien pudiese explicarme que diablos pasó anoche —le contesté a mi padre sin moverme.
—Qué descontrol —habló Tayra y decidí ignorarla aunque no fuese una tarea que se me facilitara.
—Tayra —le dijo Margaret en tono de advertencia.
—¿Qué hiciste anoche? —preguntó mi padre.
—Lo mismo que hacías tú cuando ibas a fiestas, hasta que después no recuerdo que pasó.
—Harold, viniste a las cinco y media de la madrugada, lo principal que te dije fue que no llegaras tarde porque tenías que madrugar al día siguiente, y mírate ahora, estas que no puedes mas del sueño —dijo molesto—. Es lógico, dormiste solo tres horas y súmale la resaca de lo que sea que hayas bebido o ingerido ayer.
—¿Qué insinúas? —me senté correctamente y alcé una ceja.
—¿Qué ingeriste ayer?
—Cerveza —confesé.
—Claro, se nota —dijo sarcástico—. Y dime, por el estado en que llegaste a la casa, que ni de pie podías mantenerte, tomaste diez litros de cerveza, ¿no? Por favor.
—De acuerdo, no sé qué tomé, ni qué ingerí, no lo sé, sinceramente. Cuando tenía conciencia recuerdo nada mas que tomé solo cerveza ¿de acuerdo? —le dije con calma, con tanta calma que hasta yo me sorprendí de que por una vez le contesté de buena manera.
El timbré sonó a favor mío, interrumpiendo aquella charla que probablemente se convertiría en una discusión mas adelante.
—Yo voy —dijo Tayra y se levantó de su silla dirigiéndose a la puerta, dejándonos a nosotros tres en completo silencio.
—¿A Harry? ¿Por qué buscas a Harry y no a mi? —escuché que decía mi hermanastra y decidí ir a ver de quién se trataba.
—Ehm, Tayra, yo me encargo —dije en cuanto vi de quién se trataba.
—¿Qué sucede entre Chelsea y tu? —preguntó con recelo.
—¡Nada! Ya te lo dije, Tayra —contestó ella por mi—. Escucha, Justin me envió un mensaje diciéndome que vendría a visitarte, hoy a las siete en la plaza, ¿de acuerdo? —habló más bajo.
—¿Es tu novio? —le pregunté a Tayra.
—Váyanse antes de que me arrepienta —respondió cambiando de tema.
Tayra nos miró con recelo y finalmente salimos de la casa Chelsea y yo.
—Ehm, mira, Chelsea, lamento lo que pasó... —comencé a disculparme y coloqué mis manos en los bolsillos de mis jeans.
—¿Qué lamentas? —pregunto con cierto nerviosismo por alguna razón.
—La chica de la fiesta, el beso...
—Oh, si, Harold no necesitas darme explicaciones ¿esta bien?
—Pero yo--
—No, está bien —sonrió—. Discúlpame por... ya sabes... golpearte, deberías haberme dicho que tenías novia.
—No, no es mi novia —aclaré.
—Bueno, como sea —esquivó el tema—. De todas formas me gustaría ser tu amiga si es posible... Tú y yo fuimos muy rápido y... bueno...
—Sí, estoy de acuerdo contigo —le di la razón—. Ahora... ¿Por qué estabas en esa fiesta? —pregunté curioso y encendí un cigarro.
—Conozco a Jake y Drew gracias a mi primo, Niall, nos conocemos desde--
—¿Eres la prima de Niall? —la interrumpí preguntándole algo extrañado.
Claro, ¿como no pude notarlo antes? Ahora que me daba cuenta, tenía cierto parecido con Niall, además sus ojos eran iguales a los de él.
—Sí, no creí que lo conocieras...
—De hecho, compartía habitación con él en el internado —dije y solté una bocanada de humo.
—¿En serio? Ni me lo imaginaba.
—Sí, bueno... —contesté sin saber qué más decir.
—Y... —vaciló—. Yo, en realidad vine por otra cosa —soltó—. ¿Te encuentras bien?
—Ehm, sí, de eso quería hablar... —respondí—. ¿Qué sucedió anoche? ¿Zayn tuvo algo que ver? Porque lo último que recuerdo es que yo estaba con Zayn y--
—¡No! —exclamó—. No, claro que no, bueno si, pero no... —dijo más tranquila.
—De acuerdo, ¿sí o no entonces? —pregunté confuso.
—Tomaron algo simplemente.
—Qué raro... —dije extrañado—. Pero, ¿por qué no recuerdo nada?
—Porque te embriagaste Harry y entonces un chico te trajo a tu casa —explicó—. Era, ehm... de pelo corto, castaño y levantado y tenía ojos color avellana...
—¿Liam? —pregunté.
—Sí, creo —asintió—. En fin, nada mas pasó.
—Pero tenía varios mensajes en el celular de parte de los chicos, preguntándome si estaba bien o cosas asi, si solo me embriagué, ¿por qué tanto alboroto?
—Simplemente se preocuparon.
—De acuerdo, si tú lo dices... —dije desconfiado—. ¿Qué hay de los golpes?
—¿Golpes...? —preguntó consternada.
—Sí, golpes —dije, señalé mi labio y me levanté la camisa para mostrarle el moretón en la zona de las costillas.
—¡Diablos!—exclamó contemplando mi zona afectada.
—¿y bien? —exigí una explicación.
—Ehm... no lo sé, eso no puedo respondertelo, habla con alguno de tus amigos, quizás ellos sepan mejor de la situación —respondió.
—Muy bien, lo haré —dije.
—Bueno, debo irme...
—Yo también...
—Suerte en el internado —dijo y sonrió encantadora.
—Tal vez la necesite... —dije con una mueca y volvió a sonreír.
—Cuídate —nos saludamos con un beso en la mejilla y regresó a su casa, la cuál estaba en frente.
Terminé el cigarro soltando la última bocanada de humo, lo arrojé al piso, lo pisé, me di media vuelta y entré a la casa.
Cerré la puerta y al voltearme lo primero que vi en frente de mis ojos fue a Tayra con una mirada intimidante.
—¿Qué? —pregunté sin comprender.
—¿Qué hiciste con Chelsea? —preguntó y se acercó mas apuntándome con el dedo índice.
—Hablar... —respondí, retrocedí y ella se siguió acercando.
—¿De qué? —volvió a preguntar curiosa y choqué contra la puerta.
—¡Hablar! —Repetí más fuerte—. No te incumbe.
—Si me incumbe, es mi amiga.
—La mía también —dije y me escabullí.
—Oh, y, ¿de la noche a la mañana tienes nuevos amigos? —preguntó sarcástica.
—Claro, qué increíble, ¿no? —respondí sarcástico al igual que ella.
—Estoy hablando en serio.
—¿Le ves algo de broma que yo diga que algo es increíble?
—Si me lo dijera otra persona no, pero cuando eres tú y nunca hablas en serio.
—No es cierto.
—¡Si lo es!
—¡Estás acosándome! —exclamé con una mueca.
—Desaparece de mi vista por tu bien —amenazó y me alejé.

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Bueno saben que las quiero, perdon por demorarme en subir jaja comenten ojala les guste bye

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