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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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the hunger games | nc
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Re: the hunger games | nc
Vale, ya hoy sí lo subo.leila.hunter escribió:Vicky, te quedan 4 días, si no falta y la que sigue.
Vicky.
Re: the hunger games | nc
Leila se enoja rápido lksdñsd.
Mañana leo y comento.
¡Aprobé química, playas!
Ahqueteniaquever.
Mañana leo y comento.
¡Aprobé química, playas!
Ahqueteniaquever.
Invitado
Invitado
Re: the hunger games | nc
Felicidades, es que como me fui de la ciudad me asuste y pensé que la nc se había estancado xD
Invitado
Invitado
Re: the hunger games | nc
Gracias.
Lo se, yo pensé que ya era mi turno de nuevo... Van tan rápido que me mareo. Una semana sin entrar al foro... Se me paso la vida.
Lo se, yo pensé que ya era mi turno de nuevo... Van tan rápido que me mareo. Una semana sin entrar al foro... Se me paso la vida.
Invitado
Invitado
Re: the hunger games | nc
- Spoiler:
- Capitulo O11✖Advertencias: Ninguna.
✖Contenido: La cosecha.
✖Narra: Elizabeth Hawthorne.
✖Escritora: vicky.
✖Nota de Autora: Espero que les gustea mí no.
✖Sigue: paula.Ghostgirl para Source Code
Capitulo O11
I'll back for you. ►
Estaba ahí, no había podido dormir, como todo los años desde que cumplí doce.
Hoy es el día de la cosecha, un día muy importante… para saber sí morirás o te quedarás pasando hambre un año más. Hoy, es el día en el que los padres dan un fuerte apretón a sus hijos, pues, no sabrían si ellos volverían a casa. Hoy, un desafortunado tributo, o bueno, dos desafortunados tributos, se irán del distrito once para irse al Capitolio, y seguramente morirán en un par de semanas.
Salí de mi habitación para asomarme en la de mis dos hermanos; seguían dormidos. Lucy y Ryan, los gemelos que más amo en el mundo. Luego, me asomé a la otra habitación. Mi padre también estaba dormido, estaba tocando el otro lado de la cama, casi abrazándolo, estaba tocando el lado donde dormía mi madre. Después de la muerte de ella nunca volvió a ser el mismo, se volvió una persona insegura y sensible, seguramente es porque se siente culpable.
Recuerdo muy bien lo ocurrido; era un día muy diferente a otros, mi padre no había podido conseguir comida, a mi corta edad de once años no preocupé por el asunto a pesar del enorme antojo que tenía de al menos comer unas bayas, pero, mi madre murió a causa del hambre, un muerte muy común en Panem, excluyendo a El Capitolio y algunos distritos, en estos últimos no es una rareza como en el capitolio, pero es más común aquí. Mi madre fue una gran luchadora y nunca estuvo de acuerdo con los juegos del hambre, trabajaba en los huertos día y noche, la admiré mucho y lo sigo haciendo por su fuerte deseo de poner fin a los juegos. Desde ese día mi padre dejo de alimentarnos, estaba echado todo el día con la mirada perdida, mi padre trabajaba y volvía a casa a volver a echarse y poner nuevamente la mirada perdida. Nunca más se preocupó por alimentar a sus hijos y eso hace que lo odie, de todas maneras me preocupo por él.
Desde ese momento me convertí en el padre y madre de mis hermanos. Ellos dependen de mí tanto como yo de ellos.
Me coloqué mis botas de cuero, una blusa blanca y unos pantalones grisáceos. Hoy iría al mercado, tal vez consiga vender algunas cosas.
Llegué a casa cabizbaja, no había conseguido vender nada, me encontré con mis dos hermanos esperándome en el comedor. Este sería su segundo año, estaban muy nerviosos.
― ¿Qué ocurre?–pregunté–, ¿acaso no saben que ponerse?–coloqué mis manos en la cintura.
― ¿Podrías ayudarnos?–respondió Lucy.
― ¡Por supuesto que sí!
Los tomé a ambos de las manos. A pesar de que están un poco “grandes” con trece años para estar con niñerías, yo los consentía muchísimo y los trataba como niños pequeños. A veces se enojaban porque hacía lo mismo en el colegio, pero no me importa.
Busqué y encontré un hermoso vestido rosa opaco para Lucy y un traje para Ryan de color gris.
― Bueno, creo que ya debo irme a cambiar, es un poco tarde–dije–. Vístanse y espérenme en la cocina–ambos simplemente asintieron a la vez y se marcharon.
Tomé un baño, fue muy rápido, no quería malgastar el agua, pues, cuando volviera seguramente me daría otro baño, sí es que volvía. Hoy era el único día del año en el que nos dábamos ese lujo.
En mi cama yacía un vestido beige, muy hermoso, me lo coloque junto con una zapatillas y luego me hice un moño. No me veía perfecta y ni lo más cercano a ella, pero debo admitir que me veía bien.
Salí de la habitación. Mis hermanos se despidieron de mi padre quien irá unos minutos más tarde. Yo simplemente lo ignoré, como siempre lo he hecho.
Llegamos a la plaza, un lugar muy bonito, se podría decir que el más bonito del distrito. Caminábamos tomados de las manos. Llegó el momento de separarnos, esperaba que sólo fuera por un rato. Debíamos ficharnos.
― ¡Tengo miedo Ellie! –exclamó Ryan, deteniéndose y así también deteniendo el bululú, provocando empujones y pisotones de los demás hacia nosotros. Me muevo un poco para no estar entre la gente y evitar así que nos sigan atropellando.
― Yo también–se le une Lucy.
― No se preocupen, todo saldrá bien–dije–. No es su primero año–añadí.
― Es que… tengo un mal presentimiento–masculló Ryan. Sentí un vuelco en mi estómago, siempre que tenía un mal presentimiento, era por alguna razón, pero no podía mostrar mucho interés por eso ante ellos, se angustiarían. Decidí mostrar indiferencia, no podía hacer más nada.
― Tranquilo, seguro que no pasará nada.
Después de ficharnos nos encontrábamos esperando las palabras repetitivas y aburridas que siempre decían. Yo me encontraba de pie con los chicos de mi edad, todos estaban tensos, se percibía, ¿y quién no?
Alrededor de nosotros se encontraban, detrás de una cinta, los familiares. Muchos tenían una angustia enorme, unos con una cara inexpresiva, otros sólo apostaban –pues no tendrían nada que perder– para ver que jóvenes irán a los juegos del hambre, de qué edad serán, e incluso sí serán unos debiluchos o uno fortachones. Nadie quería hacer tratos con esos tipos, pues, podrían ser informantes del capitolio, podrían pegarte un tiro todos los días por infringir la ley, y pues… ¿quién no lo ha hecho al menos una vez?
Podía ver a varias personas en frente de mí: al alcalde, a la excéntrica acompañante del distrito recién llegada del capitolio, y al mentor del distrito 11. Había dos urnas; una de las chicas y otra de los chicos, en una de ellas estaba mi nombre 20 veces. Debería salir pocas veces, pero saldrá más veces debido a las teselas; un suministro anual de aceite y cereales; a partir de los doce años (el año en el que mi nombre estuvo en la urna por primera vez) empecé a pedir teselas, por lo que saldré más veces de las que debería. Aun que, según mi punto de vista, es un truco muy sucio, pues los hijos del alcalde y los hijos de los comerciantes son unos privilegiados, no se ven en la necesidad de pedir teselas y su nombre sale muy pocas veces. Pero cuando una persona está necesitada se ve en la obligación de pedirlas, como lo hice yo.
Empezó a hablar el alcalde sobre como el distrito se levantó de las cenizas y… bla, bla, bla.
No presté la más mínima atención, hasta que escuché mi nombre:
― Elizabeth Hawthorne.
Yo simplemente me quedé perpleja. Rápidamente todos se apartaron, abriéndome el paso, camine lentamente y subí los escalones. El resto de lo que dijeron no lo escuché, estaba tan aturdida y sin mis cinco sentidos en ese momento que ni siquiera me enteré de quien era el varón, hasta que voltee y supe quién era.
Hoy es el día de la cosecha, un día muy importante… para saber sí morirás o te quedarás pasando hambre un año más. Hoy, es el día en el que los padres dan un fuerte apretón a sus hijos, pues, no sabrían si ellos volverían a casa. Hoy, un desafortunado tributo, o bueno, dos desafortunados tributos, se irán del distrito once para irse al Capitolio, y seguramente morirán en un par de semanas.
Salí de mi habitación para asomarme en la de mis dos hermanos; seguían dormidos. Lucy y Ryan, los gemelos que más amo en el mundo. Luego, me asomé a la otra habitación. Mi padre también estaba dormido, estaba tocando el otro lado de la cama, casi abrazándolo, estaba tocando el lado donde dormía mi madre. Después de la muerte de ella nunca volvió a ser el mismo, se volvió una persona insegura y sensible, seguramente es porque se siente culpable.
Recuerdo muy bien lo ocurrido; era un día muy diferente a otros, mi padre no había podido conseguir comida, a mi corta edad de once años no preocupé por el asunto a pesar del enorme antojo que tenía de al menos comer unas bayas, pero, mi madre murió a causa del hambre, un muerte muy común en Panem, excluyendo a El Capitolio y algunos distritos, en estos últimos no es una rareza como en el capitolio, pero es más común aquí. Mi madre fue una gran luchadora y nunca estuvo de acuerdo con los juegos del hambre, trabajaba en los huertos día y noche, la admiré mucho y lo sigo haciendo por su fuerte deseo de poner fin a los juegos. Desde ese día mi padre dejo de alimentarnos, estaba echado todo el día con la mirada perdida, mi padre trabajaba y volvía a casa a volver a echarse y poner nuevamente la mirada perdida. Nunca más se preocupó por alimentar a sus hijos y eso hace que lo odie, de todas maneras me preocupo por él.
Desde ese momento me convertí en el padre y madre de mis hermanos. Ellos dependen de mí tanto como yo de ellos.
Me coloqué mis botas de cuero, una blusa blanca y unos pantalones grisáceos. Hoy iría al mercado, tal vez consiga vender algunas cosas.
Llegué a casa cabizbaja, no había conseguido vender nada, me encontré con mis dos hermanos esperándome en el comedor. Este sería su segundo año, estaban muy nerviosos.
― ¿Qué ocurre?–pregunté–, ¿acaso no saben que ponerse?–coloqué mis manos en la cintura.
― ¿Podrías ayudarnos?–respondió Lucy.
― ¡Por supuesto que sí!
Los tomé a ambos de las manos. A pesar de que están un poco “grandes” con trece años para estar con niñerías, yo los consentía muchísimo y los trataba como niños pequeños. A veces se enojaban porque hacía lo mismo en el colegio, pero no me importa.
Busqué y encontré un hermoso vestido rosa opaco para Lucy y un traje para Ryan de color gris.
― Bueno, creo que ya debo irme a cambiar, es un poco tarde–dije–. Vístanse y espérenme en la cocina–ambos simplemente asintieron a la vez y se marcharon.
Tomé un baño, fue muy rápido, no quería malgastar el agua, pues, cuando volviera seguramente me daría otro baño, sí es que volvía. Hoy era el único día del año en el que nos dábamos ese lujo.
En mi cama yacía un vestido beige, muy hermoso, me lo coloque junto con una zapatillas y luego me hice un moño. No me veía perfecta y ni lo más cercano a ella, pero debo admitir que me veía bien.
Salí de la habitación. Mis hermanos se despidieron de mi padre quien irá unos minutos más tarde. Yo simplemente lo ignoré, como siempre lo he hecho.
Llegamos a la plaza, un lugar muy bonito, se podría decir que el más bonito del distrito. Caminábamos tomados de las manos. Llegó el momento de separarnos, esperaba que sólo fuera por un rato. Debíamos ficharnos.
― ¡Tengo miedo Ellie! –exclamó Ryan, deteniéndose y así también deteniendo el bululú, provocando empujones y pisotones de los demás hacia nosotros. Me muevo un poco para no estar entre la gente y evitar así que nos sigan atropellando.
― Yo también–se le une Lucy.
― No se preocupen, todo saldrá bien–dije–. No es su primero año–añadí.
― Es que… tengo un mal presentimiento–masculló Ryan. Sentí un vuelco en mi estómago, siempre que tenía un mal presentimiento, era por alguna razón, pero no podía mostrar mucho interés por eso ante ellos, se angustiarían. Decidí mostrar indiferencia, no podía hacer más nada.
― Tranquilo, seguro que no pasará nada.
Después de ficharnos nos encontrábamos esperando las palabras repetitivas y aburridas que siempre decían. Yo me encontraba de pie con los chicos de mi edad, todos estaban tensos, se percibía, ¿y quién no?
Alrededor de nosotros se encontraban, detrás de una cinta, los familiares. Muchos tenían una angustia enorme, unos con una cara inexpresiva, otros sólo apostaban –pues no tendrían nada que perder– para ver que jóvenes irán a los juegos del hambre, de qué edad serán, e incluso sí serán unos debiluchos o uno fortachones. Nadie quería hacer tratos con esos tipos, pues, podrían ser informantes del capitolio, podrían pegarte un tiro todos los días por infringir la ley, y pues… ¿quién no lo ha hecho al menos una vez?
Podía ver a varias personas en frente de mí: al alcalde, a la excéntrica acompañante del distrito recién llegada del capitolio, y al mentor del distrito 11. Había dos urnas; una de las chicas y otra de los chicos, en una de ellas estaba mi nombre 20 veces. Debería salir pocas veces, pero saldrá más veces debido a las teselas; un suministro anual de aceite y cereales; a partir de los doce años (el año en el que mi nombre estuvo en la urna por primera vez) empecé a pedir teselas, por lo que saldré más veces de las que debería. Aun que, según mi punto de vista, es un truco muy sucio, pues los hijos del alcalde y los hijos de los comerciantes son unos privilegiados, no se ven en la necesidad de pedir teselas y su nombre sale muy pocas veces. Pero cuando una persona está necesitada se ve en la obligación de pedirlas, como lo hice yo.
Empezó a hablar el alcalde sobre como el distrito se levantó de las cenizas y… bla, bla, bla.
No presté la más mínima atención, hasta que escuché mi nombre:
― Elizabeth Hawthorne.
Yo simplemente me quedé perpleja. Rápidamente todos se apartaron, abriéndome el paso, camine lentamente y subí los escalones. El resto de lo que dijeron no lo escuché, estaba tan aturdida y sin mis cinco sentidos en ese momento que ni siquiera me enteré de quien era el varón, hasta que voltee y supe quién era.
«¿Por qué justo tenía que ser él?–pensé–. De todos los chicos que hay en el distrito, justo tenía que ser él.»
Vicky.
Re: the hunger games | nc
Vicky enseguida lo leo y edito, besos ♥
✦ ausente.✦
pixie.
Re: the hunger games | nc
- Ficha:
- Capitulo O12✖Advertencias: Cualquier cosa con los apellidos, pura coincidencia.
✖Contenido: La cosecha.
✖Narra: Jessie Everdeen.
✖Escritora: Pau
✖Nota de Autora: Espero y lo disfruten.
✖Sigue : LeilaGhostgirl para Source Code
Capitulo O12
A veces, las cosas deben quedar entre los arboles.►
Abro un ojo, y después el otro, y comienzo a observar el destrozado techo de lo que se podría considerar una casa. El distrito 12 no era un lugar de lujos, como el distrito 1 o el 2, éramos más, por así decirlo, humildes. Nuestras calles no eran pavimentadas, como en otros distritos, o el capitolio. Viro mi cabeza y me encuentro con el relajado rostro de mi hermano menor, tiene 13 y esta es su segunda cosecha, por mi parte, esta es mi última cosecha.
Me levanto con cuidado de no hacer ningún tipo de ruido, pues despertaría a mi madre y a Jake. Estoy vestida desde anoche, así que simplemente cojo mi chaqueta de cuero, y me pongo unas botas. La mayoría de prendas que uso, fue heredada de mi padre; él fue un minero del distrito 12, y murió cuando esta se derrumbó un día, hace 6 años, siendo más exactos.
Abro la puerta de la casa, y esta hace un diminuto chirrido. Salgo por ella, la cual se nota a kilómetros, al igual que la casa en si,que está dañada. Tal vez pueda conseguir algo de madera para arreglarla, y tal vez de paso, comida también. Camino por las calles llenas de tierra del distrito 12, me dirijo hacia la valla eléctrica que nos protege del bosque. En realidad esa valla no tiene electricidad, ni tampoco nos protege de los animales que merodean por el lugar, las personas lo saben, pero prefieren ignorarlo y de alguna forma, sentirse protegidos.
Mi pierna izquierda traspasa con cuidado la valla, para hacer lo mismo con la derecha. En segundos me encuentro dentro del bosque. Camino con sumo cuidado de que ningún agente de la paz me vea, me ejecutarían de seguro. Mis pies se hunden en la húmeda arena, y cada vez me adentro más al espeso lugar. Cuento mis pasos, 1, 2, 4, y así sigo hasta contar el 24. Miro con una pequeña sonrisa el árbol de madera oscura, el cual tenía tallada las iniciales de mi padre, más delante de este había un pequeño tronco en el piso, el cual estaba hueco, y por dentro, tenía mi arco y mi flecha, bueno, el arco y la flecha de mi padre.
Cojo una flecha y la apunto al animal de ojos feroces, y de piel negra; una pantera, la primera que veo desde hace meses. Le apunto con cuidado, esta no se mueve, la veo respirar, pero noto que no está alerta para nada.
__ ¿Qué piensas hacer con una pantera? __ Una voz ronca me asusta, y suelto la flecha, la cual cae en un árbol y no en la pantera, como yo esperaba. Me viro con rapidez y enojo, y miro mal a mi castaño amigo.
__ ¿Qué demonios te pasa, Liam? ¡Es la primera pantera que veo desde hace meses! __ me viro a observar con enojos a Liam, el cual tiene una sonrisa bastante grande, imbécil.
__ ¿Qué ibas hacer con una pantera tan grande, Jess? __ vuelve a preguntar, alzando una de sus cejas.
__ Lo iba a vender en el mercado negro__ me paro por fin del suelo, y lo fulmino con la mirada.
__ Por favor, Jess ¿Cómo pensabas hacer eso? ¡El lugar está lleno de agentes de la paz! __ Liam deja caer sus brazos en sus piernas.
__ Se lo iba a vender a agentes de la paz__ el me mira mal, y yo me rio__ Por cierto…__ comienzo a hurgar en mi pantalón de lana, hasta encontrarlo que tanto buscaba__ Toma__ le tiro un pedazo de pan, el cual esta aun un poco caliente.
__ ¿Cómo lo conseguiste? ¿Es de verdad? __ lleva el pan cerca de su nariz y lo olfatea por un rato, hasta que después de unos segundos prueba un bocado y hace una cara de extrema satisfacción.
__ Mi paga por venderle ardillas al panadero__ camino cuesta arriba, hasta llegar cerca de unas flores, y me siento a centímetros de ellas. Este lugar es perfecto, se puede ver todo, pero no te pueden ver para nada. Recojo una flor entre mis manos, es de color blanco; la acerco a mi nariz, y absorbo su olor, un delicioso olor a esperanza.
__ ¡Felices juegos del hambre! __ Liam se recuesta en la tierra.
__ ¡Y que la suerte siempre este de vuestro lado! __ me acuesto junto a él, terminando la frase.
__ Que la suerte siempre este de nuestro lado__ Liam susurra, viendo el cielo.
{***}
__ Bien, mírame Jake__ llamo la atención de mi asustado hermano. Le acomodo el cuello de su camisa, el cual esta hacia dentro__ Sabes dónde ir. En frente, con los menores. Si te sientes asustado, escápate hacia donde se encuentre Liam__ él me sonríe, y asiente con la cabeza.
Nos llevan a cada uno a nuestros lugares. Niños separados de los adolescentes. Y mujeres separadas de los hombres. Veo a los agentes de la paz pasando a lado de nosotros, verificando que todo estuviera en el sumo orden que tiene el capitolio.
__ ¡Felices juegos del hambre! __ El grito de Elizabeth Trinket, nuestra escolta, o bueno, del distrito 12__ ¡Y que la suerte siempre este de vuestro lado! __ cita la típica frase de todos los años. Me rio a lo bajo. Su peluca es tan grande que si no fuese porque estoy segura de que lleva practicando esto por mucho tiempo, se caería de cara.
Ponen la típica cinta traída del capitolio, y yo la ignoro. Cuando pasa el video por completo, Elizabeth se acomoda la peluca, y se logra ver algo de su poco cabello castaño.
__ Como sabemos, es de costumbre que se elija primero a la mujer, pero hoy seremos mal educado. Así que empezaremos con los hombres__ Elizabeth comienza a buscar dentro de la bola de cristal el papel con el nombre de algún varón. Viro mi cara, y me encuentro con la mirada confundida de Liam. Estamos igual de confundidos__ ¡Jake Everdeen! __ Entonces, mi corazón se para.
A lo lejos veo como mi hermano comienza a caminar hacia el podio. Él se acomoda el cuello de su camisa, y ahí es cuando reacciono. Vuelvo a ver a Liam, mis ojos arden y estoy segura de que tengo más de una lágrima en mi rostro. Liam me mira, después el podio en donde se dirige Jake. No, no lo hagas. Lo miro a los ojos, y muevo mi cabeza en señal de negación, pero es tarde, muy tarde.
__ ¡Me presento como voluntario! __ Ahogo un grito de angustia. Y veo como Liam se acerca al podio, donde se encuentra Jake viéndolo asustado y con agradecimiento. Liam se arrodilla frente a Jake, y le dice algo al oído, Jake asiente, y sale corriendo donde su mejor amigo, Matt.
__ ¿Tu nombre? __ Elizabeth acerca el micrófono a Liam, y el con nervios se acerca a él.
__ Liam, Liam Mellark__ el pronuncia su nombre viéndome fijamente a los ojos.
__ Bien, Liam. Eres el primer voluntario en la historia del distrito 12__ Elizabeth palmea su espalda, y lo ve con una pizca de pena__ ¡Ahora con la mujer! __ Elizabeth vuelve su mano a la bola de cristal. Saca un papel, y lo leer en vos alta__ Johanna White__ el mundo deja abierto camino a una rubia, y antes de que si quiera comience a caminar, alzo mi brazo.
__ ¡Me ofrezco como voluntaria! __ la gente vuelve a mirarnos con angustia. Dos voluntarios un mismo día era mucha sorpresa. No iba a dejar que Liam muriera, yo misma me encargaría de protegerlo, y mandarlo con vida a casa.
Camino hacia él podio, mis ojos están cristalinos, y estoy a punto de llorar, pero mantengo mi cabeza en alto. Escucho los gritos desesperados de Jake, y me siento mal por dejarlo solo en casa, pero esta Matt. Veo como el hermano mayor de Liam, Jerry, se lleva a Jake y lo abraza, para dejar que él se derrumbe en sus brazos. Camino por las escaleras hasta el escenario.
__ ¿Cómo te llamas, linda? __ Me pregunta Elizabeth.
__ Jessie, Jessie Everdeen__ ella me mira a los ojos, y entiende todo.
__ Bueno, Jessie, Liam, dense la mano__ Liam y yo nos acercamos y sonreímos. Nos damos la mano, pero a nuestra forma. A la forma de Jessie y de Liam. Chocamos nuestras palmas, para luego agarrar nuestras manos, y al final damos un beso en los puños de cada uno.
__ Felices juegos del hambre…__ le susurro.
__ Y que la suerte siempre este de vuestro lado__ el termina la frase.
Invitado
Invitado
Re: the hunger games | nc
Leils, ¿sigo yo? es que como estás ausente... bueno me avisas por emepé o por aquí.
tobias.
Re: the hunger games | nc
Debo leer muuuuuucho<3. Pero, el Sábado o el Domingo. Estaré ausente por viaje, iré a ver a mi familia<3. Así que estoy "ausente", aunque ni tanto ._. eso, las amo mucho<3.
Invitado
Invitado
Re: the hunger games | nc
Moony: Me encanto tu capitulo. Realmente estoy super sorprendida con todas. Son demasiado buenas. Tu redacciones es hermosa. Alexander es muy dulce. Me causo mucha ternura el final. En fin M E E N C A N T O. Sos una muy buena escritora, debo decirlo.
Invitado
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Re: the hunger games | nc
- Ficha:
- Capitulo OOO✖Advertencias: Ninguna.
✖Contenido: La Cosecha.
✖Narra: Destiny Hope.
✖Escritora: May.
✖Nota de Autora: Perdonen la demora. <3 Es el capítulo siete bc ese es el que corresponde. |?|Capitulo OO7¿Qué puedes saber tú, si nunca has pasado hambre?►Me quedé mirando el gran paisaje, intentando descrubir en que parte del rotoso y sucio jarrón caería la gota helada de agua, otra gota más.
Lo más probable era que aquella agua no fuera potable, y mucho menos con la calidad de cuenco que la portaba, pero, ¿qué otra opción había?
Cuando creí que había suficiente agua, retiré el recipiente del pequeño agujero que había en el fondo de la casa, y me retiré para que otro tomara mi lugar.
No somos la única familia que hace eso para sobrevivir.
Llegué a la casa con el jarrón en las manos, éstas posadas sobre los lugares en donde el propio contenedor goteaba, producto de sus agujeros.
Mi hermano estaba allí, gracias al cielo. Vi sus viejas botas depositadas en el suelo. No quería comer sola con mi madre, mi relación no era tan buena con ella, que digamos.
Chace trabajaba en los bosques, talando y talando hasta la eternidad. Sacábamos un poco de dinero con eso, el resto tenía que conseguirlo yo.
¿Cómo? Buena pregunta.
En el distrito era considerada como una inocente niña, y producto de eso podía sacar regalos de “patrocinadores.”
A veces me tiraba en el suelo y fingía no poder levantarme, a los pies del mercado negro. Siempre una pobre alma ingenua me recogía, y me daba comida, dinero, lo que tuviera en sus manos.
Se podría considerar una estafa, o un robo, pero esas palabras son feas.
-¿Tienes el agua?-preguntó Amanda sin mirarme.
-Yo estoy bien, muchas gracias-repliqué, secamente.
Amanda era mi madre. No se puede definir su edad ya que nunca la especifica, y las apariencias engañan.
Era solo una vieja prostituta, que no se cuidó bien y terminó dando a luz a dos hijos no deseados, que terminaron manteniéndola a ella.
-No me gusta tu tono de voz.
-Lo imaginé.
Estaba a punto de replicarme algo cuando Chace entró al comedor. Traía el cabello húmedo y llevaba su camisa a cuadros en la mano.
Según mi madre, iba a ensusiarla si comía con ella puesta, y era la única camisa que tenía.
Yo, desgraciadamente, había heredado ropa vieja de mi madre.
Él tenía dieciocho años, y era atractivo y fuerte. Si no fuera mi hermano, seguramente hubiera sido un buen candidato para mí.
Se acercó a mí con una sonrisa ladeada. Amanda nunca se había volteado. Seguía cocinando, con la comida que nosotros habíamos traido, que compramos con el dinero que nosotros conseguimos.
-No seas dura con ella-me susurró mi hermano al oído.
-Ella podría agradecer de vez en cuando las cosas que hacemos por ella, debería saber que en cualquier momento podemos echarla a la calle.
-Supongo que lo sabe, pero no tiene otro lado a donde ir, y nosotros quedaríamos muy mal frente a todos.
Mi madre se revolvió en su lugar, y cogió unos cuantos ingredientes más.
Y aunque ninguno de los dos lo supo en ese momento, una triste lágrima resbaló por su mejilla.
Rebusqué en mis bolsillos hasta encontrar todo el dinero que tenía. Muy poco para decir verdad. Pero con mis poderes teatrales, algo conseguiría.
Me adentré en los muy poco acogedores pasillos del mercado. Estaba abarrotado de gente, pero nada fuera de lo usual. Aquel tenebroso lugar le permitía vivir a mucha gente en tiempos duros, debido a distintas cosas.
Y esperaba que me ayudara a mí, ahora.
-Destiny-murmuró una voz acaramelada.
-Oh, Candy, que gusto verte-le sonreí con dulzura.
Candy era una anciana que vendía comida y elementos básicos para sobrevivir. Se empeñaba en hacernos creer que tenía veinticinco años.
-El gusto es mío, querida. ¿Qué te trae por aquí?
-Lo de siempre, necesito comida. Mi madre ha vuelto a enfermar, así que me encargo yo de las compras-mi mirada se tornó triste y reflexiva.
La cara de consternación de ella me dio a entender que estaba haciendo bien las cosas.
-Lo lamento mucho, mi niña. ¿Tienes dinero?-negué lentamente con la cabeza, y mi interior se murió de risa-. No importa, aquí tienes un poco de pan y bayas, cortesía de Candy.
-¿La gente sigue creyendo tus trucos, Hope?
Una voz masculina y burlona resonó en mis oídos. Maldición, llegó él.
-No molestes a la pobre niña, está pasando por un momento difícil-lo regañó Candy.
-Seguro que sí.
Le di las gracias a la bondadosa anciana y lo tomé de la mano, para conducirlo por todo el mercado, hasta salir de él. Llegamos al bosque, y nos adentramos en su profundidad.
-Maldita sea, Hutcherson, ¿nunca vas a dejarme en paz?
-Cuando dejes de mentir, querida Destiny.
Sí, Josh Hutcherson. Quizá la única persona, sin contar a mi familia, que no se creía mis grandes espectáculos.
Era lindo, había que admitir. Cabello castaño, ojos verdes, o quizá azules...
-Es lo que hay que hacer para sobrevirir, ¿no? Ah, cierto, no necesitas hacer esto. ¿Qué se siente?-le escupí, con veneno en las palabras.
Y le dolió.
-No se de que hablas-murmuró.
-Mirá tu distrito, Josh. La gente muere de hambre, los ves caer a tus pies... y aún así, sigues siendo el único chico que cuando se llena, puede seguir comiendo hasta explotar. ¿Sigues sin saber a lo que me refiero?
Su familia eran los encargados del distrito. Su padre, Ellery Hutcherson, era el alcalde de todo el pueblo.
-Quizá ni siquiera participes en la cosecha-continué.
-Sí participo-afirmó él, enfadado.
-Puede ser, pero no tienes que preocuparte por salir elegido, ¿no? No tienes que pedir teselas, ya que nunca en tu vida pasaste o pasarás hambre.
-Soy como todos los demás, y te lo demostraré-replicó él con convicción.
-¿Qué harás? ¿Te presentarás como voluntario?
Me acomodé en el lugar para las mujeres de dieciséis años. Mi vestido de flores y mi peinado inocente le hacían buena justicia a mi falsa actitud.
Conversaba animadamente con Megan Brustoe, una rubia y alegre muchacha de la misma edad que yo.
-¿Cuantas veces está tu nombre?-me preguntó, en un susurro triste.
-Treinta y seis.
Shilouh Tahan se acercó al micrófono con una sonrisa de oreja a oreja y una peluca verde, que combinaba con todo su atuendo.
El mismo aburrido discurso de siempre, exactamente con las mismas palabras.
«¡Mujeres primero!»
Y en ese momento me doy cuenta de la enorme posibilidad de salir elegida. Si lo hago, ¿alguien se lamentará? Mi hermano, quizás. Pero, ¿mi madre? Lo dudo demasiado. O quizá lamente el no tener a una actríz a la que sacarle dinero y comida.
Mi hermano podrá arreglarse solo sin mí, ¿no es así? Con su trabajo como leñador sacará algo de dinero para mantenerse a él, y a mamá.
La dama verde escoge un papel blanco, y conservando su inútil sonrisa de comercial, lo abré:
-Destiny Hope.
Y el tiempo se para.
¿Acaba de decir mi nombre? Sí, lo ha dicho.
Destiny, te han elegido.
Y al contrario de mis palabras, veo millones de caras tristes, apenadas porque la dulce niña ha sido condenada a la matanza.
De repente, odio al distrito. Ellos no me aman, aman lo que fingo ser. ¿Eso es culpa de ellos? No, quizás no, pero da igual.
Y Los Juegos del Hambre ya no me dan miedo.
Suelto la mano de Megan, que me dedica la sonrisa más triste del mundo, y me encamino hacia el escenario.
La señora verde sigue sonriendo.
-Y ahora, ¡los hombres!-avanza hacia la sección donde se encuentras los papeles, y escoge uno:- Milo Blackwood.
-¡Soy voluntario!
El silencio invadió el ambiente, y hasta el alcalde se quedó pasmado, al ver a su hijo levantar la mano.
Última edición por GreenSky♥ el Lun 23 Dic 2013, 11:44 am, editado 1 vezdemons.
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