Coven of Salem {muro interactivo}

Nicholas Boyle

Les contaré una historia...

Proveniente de la familia Boyle, una descendencia de cazadores desde la colonización – y algunos creen que desde antes. El tercer hermano de cinco. Sus tías tiene de cinco y cuatro hijos, por igual; siendo los Boyle la familia de cazadores con más descendientes de la cede de cazadores de brujas. Pertenecientes de la misma no deben relacionarse más allá de lo común o reglamentario con humanos no cazadores, licántropos, vudús y mucho menos, brujas.
El, Coby y Leila, fueron enseñados a cazar aquellos ‘despreciables’ seres desde que aprendieron lo que era un arma de fuego. Leila, sin piedad e impulsiva; Coby, relajado y paciente; Nick, impaciente, con buenos reflejos pero sentimental. Siempre fue el más retraído cuando se trataba de matar, sin importar a que o a quien. Con el pasar de los años fue aprendiendo que a pesar de sus opiniones personales, el único que decía que se podía hacer era su padre y contradecirlo sería como cavar tu propia tumba.
Aprendió esa lección cuando rompió las reglas, enamorándose de una humana no cazadora.
Salió con ella en contra de las reglas de su familia, en contra de las reglas de todo cazador, en contra de todas las reglas de todo cazador; pero no podían encarcelado ni controlar los sentimientos de un adolescente de dieciocho años cegado por el amor.
Estuvieron juntos por meses, seis exactamente, antes de que su padre, Ross, se enterara. Y aunque este no se lo tomo tan serio pues sabía que su hijo acabaría con el amor pronto, confiando que solo era un juego, su madre no pensó así. Lettie, paranoica y autoritaria hasta la medula, no se detuvo hasta ver a su hijo lejos de esa ‘arpía’. Los siguió, los espió, investigo de la muchacha y toda su vida. Enorme y grata fue su sorpresa cuando se enteró de como su familia era descendiente de licántropos, emigrada a América después de casi ser descubiertos en Australia.
No podía permitir que ella siguiera adentrándose en la familia, haciendo que su hijo se pusiera en contra de todos, cegándolo de la verdad. Razón por la cual, sin considerar el dolor por el dolor que pasaría Nick, la asesino sin piedad a la primera oportunidad que tuvo.

Tinnie Holt

Les contaré una historia...

Hija única de un matrimonio pobre y humilde, donde todos han sacrificado algo para poder salir adelante. Después de volverá la escuela, solía ayudar a su madre con la hortaliza que subsistía la mayoría de sus necesidades, hacia la tarea y se iba a dar tutoría a los más pequeños que ella, con el fin de obtener un poco más de dinero para su familia.
Nunca se sintió menospreciada por el hecho de tener menos cosas o cosas a segunda mano, porque siempre supo apreciar que por lo menos tenía un hogar y a sus padres juntos. Y su preciada guitarra, que la obtuvo a los diez años.
Su sueño siempre fue el de ser médico y así progresar social y económicamente. Además de que estaría constantemente salvando vidas, algo que deseo siempre. Desde que su madre le mostro como hacer ungüentos curativos, pues no tenían dinero para ir al médico todo el tiempo; y a identificar las plantas curativas de las venenosas, con ayuda del bosque que quedaba a un kilómetro de su casucha, supo que a eso quería dedicarse.
Claro, no faltaron las burlas de esos impertinentes sobre que Tabitha solo era una pequeña ilusa y que nunca podría escapar del futuro que le fue predestinado: ser igual de pobre que sus padres. Pero ella no se dejaba bajar los ánimos por quien sea; y cuando sentía ganas de llorar se mordía la lengua hasta sangrar. Se mantuvo sonriendo, siendo humilde y más trabajadora cada año.

Una noche común, mientras todos dormían y Tabitha estaba dando un paseo nocturno por la selva, unos vándalos se metieron al huerto. Nadie supo por qué, pero incendiaron todas las hortalizas y todas las plantas y flores.
Al llegar de su paseo, trato de parar el fuego pero ya era demasiado tarde. Negándose a quedar simplemente con nada, se metió en la pequeña habitación en donde su madre guardaba todos los libros de plantas y recetas “curativas”. Devoro todas las páginas, buscando una solución inmediata, hasta encontrar una página que decía “Crecimiento instantáneo”. Mientras sus padres lamentaban la pérdida, salió disparada a la selva y comenzó a buscar las plantas de la receta. Siguiendo las instrucciones, roció la mezcla por todo el incinerado lugar y recitó en un murmuro las líneas debajo de las instrucciones. Al instante, sintió un enorme cansancio y antes de poder hacer algo, cayo inconsciente.
Su reacción fue pura alegría al despertar. Todo a su alrededor era verde, maíz, arroz, habichuelas, bananos, naranjas…todo estaba de vuelta a su lugar, pero mucho mejor que  antes. Era casi…mágico. Pero eso era imposible, ¿no?