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Pretend it's OK (experta en mentir)... [Harry Styles y Tú]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Pretend it's OK (experta en mentir)... [Harry Styles y Tú]
GENERO:Romance y Drama.
ADAPTACION: No.
ADVERTENCIAS: Contiene un poco de violencia y situaciones un tanto fuertes.
AUTOR:
Notas de la autora: En mi novela "Begin Again" manejé el nombre "Lizz" para no tener que poner "___". Haré lo mismo en esta ocasión, de todas maneras saben que su nombre va en el lugar de "Lizz".
Dependiendo de los comentarios hacia el prólogo, pensaré en seguirla o no.
¿Qué tanto estas dispuesto a arriesgar para conseguir lo que quieres?
Ella lo había arriesgado todo, dejando lo que desde hacia tiempo conocía a un lado comenzando una nueva vida llena de todo lo que había soñado, pero ¿Qué pasa cuando te das cuenta de que dejaste todo por nada? ¿Qué pasa cuando te das cuenta de que todo lo que habías soñado no es como lo imaginabas?
Todo en la vida tiene un precio y el suyo era tener que fingir estar bien todos los días, de tanto que ya se había convertido en algo totalmente natural transformándola en una experta en mentir.
ADAPTACION: No.
ADVERTENCIAS: Contiene un poco de violencia y situaciones un tanto fuertes.
AUTOR:
Anne<3
Notas de la autora: En mi novela "Begin Again" manejé el nombre "Lizz" para no tener que poner "___". Haré lo mismo en esta ocasión, de todas maneras saben que su nombre va en el lugar de "Lizz".
Dependiendo de los comentarios hacia el prólogo, pensaré en seguirla o no.
Prólogo
¿Qué tanto estas dispuesto a arriesgar para conseguir lo que quieres?
Ella lo había arriesgado todo, dejando lo que desde hacia tiempo conocía a un lado comenzando una nueva vida llena de todo lo que había soñado, pero ¿Qué pasa cuando te das cuenta de que dejaste todo por nada? ¿Qué pasa cuando te das cuenta de que todo lo que habías soñado no es como lo imaginabas?
Todo en la vida tiene un precio y el suyo era tener que fingir estar bien todos los días, de tanto que ya se había convertido en algo totalmente natural transformándola en una experta en mentir.
anne_mir
Re: Pretend it's OK (experta en mentir)... [Harry Styles y Tú]
hola primera lectora
ame el prologo
espero que subas pronto
si necesitas chicas para niall avisame
xoxo caro :bye:
ame el prologo
espero que subas pronto
si necesitas chicas para niall avisame
xoxo caro :bye:
Invitado
Invitado
Re: Pretend it's OK (experta en mentir)... [Harry Styles y Tú]
caro styles escribió:hola primera lectora
ame el prologo
espero que subas pronto
si necesitas chicas para niall avisame
xoxo caro :bye:
Me alegro de que te haya gustado el prólogo :D esperaré más comentarios para poder subir capítulo.
Un abrazo.
anne_mir
Re: Pretend it's OK (experta en mentir)... [Harry Styles y Tú]
Diamonds <> [amgiss] escribió:Oh, debes seguirla
Cuando tenga unos 3 comentarios más, la sigo :D
Un abrazo.
anne_mir
Re: Pretend it's OK (experta en mentir)... [Harry Styles y Tú]
Hello, Sweetie escribió:Siguelaa!
Dos comentarios más y la sigo :D!
Un abrazo.
anne_mir
Re: Pretend it's OK (experta en mentir)... [Harry Styles y Tú]
#CATRINE-ROSE# escribió:NUEVA LECTORA SIGUELA
Jaja claro que la seguiré, sólo un comentario más y en seguida subo el primer capítulo.
Un abrazo :D
anne_mir
Re: Pretend it's OK (experta en mentir)... [Harry Styles y Tú]
Hello, Sweetie escribió::D siguela!!!!!
Jaja eso fue trampa, esta bien, tu ganas, ahora la sigo :D
anne_mir
Capítulo 1
Salía de la ducha y andaba por su habitación en ropa interior intentando decidir cuál era el mejor atuendo para ese día de clases. Atraía demasiadas miradas a diario y era por ello que necesitaba verse perfecta cada uno de los días que transcurrían. Antes de llegar al armario para tomar sus prendas de vestir se topo con ese enorme espejo que adornaba su habitación, a veces la hacía sentir bella y en otras ocasiones horrible, a veces era su amigo y en otras era su mas grande enemigo. Se miro de pies a cabeza y se odio a si misma por verse con mas de lo que debería. Poso una mano sobre su plano vientre lleno de cicatrices, el cual ella veía más abultado que nunca y soltó una lagrima abrazándose a sí misma para no ver más. Se perdió en sus pensamientos por un momento pero después se dio cuenta de que si seguía ahí se le haría realmente tarde.
Era realmente insegura. Hacía dos años ella había decidido por fin dejar de ser invisible para las personas y para eso se esforzó por ser perfecta dejando atrás muchas cosas y pasando de largo delante de muchas personas a las cuales antes había considerado sus amigas. Había conseguido pertenecer a ese grupo de chicas que tanto había deseado en el pasado y ese novio increíble con el que había soñado siempre. Al principio todo había parecido realmente increíble, como un suelo, pero después noto que se iba transformando, que iba despertando de eso para toparse con una no muy agradable realidad.
Aquellas amigas de las que estaba rodeada todo el tiempo eran más que superficiales y frías ante los problemas humanos y aquel chico que parecía un príncipe azul, el cual le decía diariamente lo hermosa que era a sus ojos, de repente se había convertido en un mal nacido que lo único que sabía hacer era recalcarle sus errores haciéndola sentir pequeña a su lado.
Nadie sabía absolutamente nada sobre ella, se había vuelto una experta en fingir pues todas las mañanas al salir de su habitación volvía a ser una chica sonriente y segura de sí misma, ese era el papel que tenía que desempeñar a diario si es que quería conservar lo que tanto esfuerzo le había costado conseguir.
Después de ver semejante imagen de ella frente al espejo y de arreglarse poniéndose una blusa que le quedaba un poco holgada para que su novio no le fuera a decir nada desaprobatorio sobre su aspecto, se sentó en la cama a esperar que los minutos pasaran para así poderse saltar el desayuno elaborado que había preparado su madre para ella con la excusa de que iba tarde. Miró el reloj y sin más tomó su bolso y bajó corriendo las escaleras fingiendo una terrible prisa y esa fue una razón por la que sus padres no le dijeron nada, sabían que ella no les contestaría de la mejor forma si lo hacían. Subió a su auto dejando sus cosas en el asiento del copiloto, se miró en el espejo retrovisor y analizo a detalle su rostro rezando porque ninguna imperfección se hiciera presente, cuando estuvo satisfecha encendió el auto y condujo hasta su escuela, ese era su último año y realmente se tenía que aplicar en cada una de sus materias si es que quería un puesto en la universidad… una carga más para ella. Bajo del auto después de aparcar en uno de los pocos espacios vacios que habían en el estacionamiento y se dirigió hacia el interior de la escuela. A pesar de ser temprano, ya se veían varios alumnos en los pasillos de un lado a otro revisando sus horarios.
Es realmente incomodo cuando se llega a un lugar y todos levantan la mirada para mirar atentamente a la persona que llega, pero ella tenía que vivir con ello. Caminó por el largo pasillo con la cabeza en alto mientras algunos la analizaban de arriba abajo, no esperaba su aprobación realmente, esa era la que menos le importaba, sólo quería que aquel que amaba la viera hermosa. Paseó su mirada buscando a su novio pero al parecer no había llegado aún a la escuela. Iba a continuar caminando hasta su aula pero unos hermosos ojos verdes que la miraban fijamente la distrajeron. Ahí estaba él, como todos los días, mirándola desde el lugar más apartado esperando a que ella se acercara a saludarla como hacía dos años lo hubiera hecho, pero sólo le regresó la mirada.
- Deja de mirarla Styles – escuchó la voz de William, su novio que acababa de llegar situándose a su lado mientras le hablaba a aquel chico de ojos verdes - ¿O a caso quieres un autógrafo? – rió causando la risa de los demás amigos que habían llegado con él… menos la de Lizz.
- Créeme que eso es lo que menos quiero – dijo Harry mirándolo con desprecio y después dirigió la misma mirada hacia aquella chica que simplemente se encontraba muda – con permiso- empezó a caminar, pero tropezó debido a que uno de los amigos de William y todos rieron sin siquiera hacer un esfuerzo para ayudarlo a levantarse.
Lizz le dirigió una mirada a Harry, quien aun se encontraba en el suelo intentando transmitirle con eso todo el arrepentimiento que sentía por ese mal rato que le estaban haciendo pasar su novio y sus amigos, pero estaba más que segura de que el rizado no percibía nada de ella, la odiaba tanto como odiaba a William.
Después de que el chico se levantó del suelo, sus amigos y novio empezaron a hablar de lo divertida que había sido aquella escena, todos realmente habían disfrutado hacer sufrir al chico.
- Déjenlo ya – esas palabras salieron de la boca de Lizz sin siquiera pensarlo antes, se había dejado llevar por aquel coraje que empezaba a quemar su interior.
Todos se quedaron en silencio y la miraron por un momento hasta que William se animó a romper con eso.
- ¿A caso lo estás defendiendo Elizabeth? – preguntó amenazante
- No es eso… - dijo bajando el tono de su voz debido al miedo – es sólo que diario lo molestan, creo que hay más personas en esta escuela a las cuales podrían fastidiar.
- Quiero que te quede clara una cosa – William se acercó peligrosamente a la chica que se encontraba frente a él – Styles ya no es tu amigo, dejó de serlo desde el momento en el que yo me fijé en ti, dejó de serlo desde ese momento en el que yo te salve de la miseria de ser invisible – sonrió sínicamente – no eches a perder el trabajo que me ha costado dos años por favor – acarició su mejilla con brusquedad – se buena, no me obligues a hacer cosas que no quiero, ¿de acuerdo? – ella asintió débilmente – bien – se acercó a ella y le dio un beso fugaz en los labios – por cierto – dijo antes de alejarse - ¿no tenías algo mejor que ponerte hoy? Eso te hace lucir realmente horrible, sabes las reglas – sin esperar a que la chica dijera algo, se alejó seguido de todos sus amigos.
Lizz se quedó parada en aquel pasillo por el cual seguían pasando personas que se hacían a un lado para evitar empujarla o siquiera rozarla pues sabían que ella podría reaccionar de una de las peores formas pues si algo había aprendido demasiado bien de William era “humillar”.
Pensó por unos momentos y después salió corriendo, recordó todo lo que había pasado momentos atrás, tenía que encontrar a Harry para pedirle una disculpa por lo que había pasado. En su lista de personas, aquel chico de mirada verde era el único que valía la pena, era el único al que le rogaba siempre que lo veía. Conocía demasiado bien al rizado y estaba segura de donde podía encontrarlo, así que no espero más y se dirigió a una parte poco visible para las personas en la parte trasera de la escuela. Se acercó con cuidado y pudo ver su rizada cabellera. Sonrió para sí misma al recordar cómo lo había conocido.
-.-.-.-.-.-.- Recuerdo .-.-.-.-.-.-.-.
Ella tenía 7 años cuando había llegado a vivir a su nuevo hogar, afortunadamente de las veces anteriores en las que había estado en aquel lugar se había dado cuenta de que no era la única niña de esa edad en aquel lugar así que tenía el ligero presentimiento de que algo bueno le esperaba, aunque sea tendría nuevos amigos.
No llevaba ni siquiera mucho estando dentro de esa casa cuando llamaron a la puerta y su madre se apresuró a abrirla y después de unos momentos volvió a la sala de estar acompañada de una hermosa mujer con una gran sonrisa que iba seguida de un niño demasiado lindo a la vista de las personas… Harry. Él miró a Lizz por un largo momento como si estuviera viendo a una estrella brillante del cielo y sin más le extendió la mano mostrando una de sus hermosas sonrisas, ella perdida en cada detalle de aquel niño que tenia frente a ella tomó su mano sabiendo que ese sería el comienzo de una hermosa amistad.
-.-.-.-.-.- Fin del recuerdo .-.-.-.-.-.-.
Ella caminó y se sentó a un lado del chico que se encontraba mirando a un punto perdido, mirando sin mirar… hubo un largo tiempo de silencio hasta que él se animó a romperlo con su ronca voz.
- ¿Recuerdas cuando jugábamos en la casa del árbol? – preguntó sin mirarla pero estaba más que seguro de que ella había sonreído ante aquella pregunta.
- Claro que lo recuerdo – dijo ella.
- Yo siempre te decía que te iba a dar un golpe y tú salías corriendo para que no pudiera alcanzarte.
- Nunca me golpeaste – dijo ella soltando una pequeña risita.
- Pero tú a mi si – dijo mirándola por fin – sin necesidad de usar los puños. Desde hace dos años me golpeas todos y cada uno de los días.
Lizz agachó la mirada sintiendo como la culpa invadía cada uno de sus sentidos. ¿Cómo podía haber dejado a ese chico a un lado? Se conocían desde que eran pequeños y él siempre había logrado hacerla sentir segura y protegida de todo. Siempre que se encontraba a su lado sonreía y se olvidaba de todo, pero se tenía que enamorar de la persona equivocada.
- ¿Para qué me buscabas? – preguntó el chico sacándola de sus pensamientos - ¿Querías disculparte como siempre? – no esperó a que ella contestara – Te perdonaré el día que me pidas disculpas delante de todos y no te escondas para hacerlo.
- Sabes que no puedo hacer eso.
- Sé que te importa más tu popularidad, tus amigas plásticas y tu novio matón que mi perdón Lizz – suspiró.
- Harry – ella empezó a sentir que sus ojos se llenaban de lagrimas – tu sabes que me costó demasiado trabajo llegar a donde estoy. Llevaba demasiado tiempo enamorada de William y cuando él por fin se fijo en mi no pude dejar esa oportunidad escapar, no puedo hacerlo – suspiró intentando que las lagrimas no salieran – eres mi amigo, debes de entenderlo.
- Era tu amigo – la corrigió – ahora no te conozco.
- No me digas eso – sintió como en ese momento una gran cantidad de lágrimas recorrían su rostro sin poder evitarlo.
- Es mejor que nos vayamos – el rizado suspiró evitando mirar a su amiga llorar – las clases están por comenzar – se levantó y sin esperarla comenzó a caminar hacia el interior de la escuela.
Lizz lloraba con mucha fuerza, tanto que sentía una opresión en el pecho y un nudo en el estomago. Harry era lo único bueno que había tenido a lo largo de su vida. Los recuerdos de los tiempos que pasaban con él eran los únicos que lograban hacerla sonreír en esos tiempos de angustia. No tenerlo a su lado era demasiado difícil, claro, ahora estaba rodeada de muchas más personas de las que podía imaginar, pero se encontraba realmente sola. Nadie sabía lo terrible que se sentía.
No se levantó del lugar donde se encontraba, decidió que lo mejor era esperar a calmarse para poder regresar a ese lugar en el que siempre se tenía que ver presentable y con una sonrisa, estaba consciente de que si regresaba en ese momento no podría ni siquiera sonreír.
Hay días en los que las horas pasan demasiado rápidas cuando quieres que vayan más lento, y desafortunadamente, ese día no estaba a favor de Lizz. Escuchó el timbre de que la primera hora de clases había terminado y para ella había sido demasiado pronto. Se puso de pie sintiendo los ojos secos de tanto llorar y caminó hasta su auto que se encontraba en el estacionamiento. Al encontrarse en el, sacó su espejo comprobando que no se veía del todo bien así que sin más tomó el maquillaje que siempre estaba en su auto y se retocó con paciencia. Tenía que desaparecer todo dolor de su rostro si no quería problemas con William y cuando logró los resultados esperados se dirigió al interior del enorme edificio sin un poco de ganas.
- ¡Mira! ¡Ahí esta! – escuchó que una voz conocida decía a sus espaldas. Cerró los ojos con fuerza por unos segundos y después los abrió poniendo una de sus mejores sonrisas falsas para voltear a ver a su amiga - ¿Por qué no entraste a clase? – preguntó en un tono sumamente hipócrita su amiga Megan que era alta de cabello negro y ojos claros.
Lizz la miró un momento, la conocía demasiado bien así que sabía que ese tono cargado de hipocresía era algo natural en ella. Al principio, cuando habían empezado a conocerse había creído que era algo fingido, pero después de un tiempo se dio cuenta de que se le daba tan normal como tomar agua.
- Regresé a casa – mintió con una sonrisa – no me gustaban los zapatos que elegí y tuve que regresar a cambiarlos.
- Lo que sea por verse bien – contestó la chica satisfecha por la respuesta de Lizz.
- ¿Me perdí de algo emocionante? – preguntó fingiendo curiosidad… como siempre.
- El Styles llegó un poco tarde con su montón de amigos perdedores – rió emocionada – pero molestarlos durante la clase fue lo mejor. Evitamos el aburrimiento con eso.
Lizz miró como cinco chicos caminaban hablando casualmente como si nada les interesara y entre ellos estaba Harry, el cual le dirigió una mirada tan fugaz que hasta creyó haberse confundido.
- Mira – dijo Megan mirándolos de igual forma – ahí están
- Si – contestó en un susurro.
- ¡Perdedores! – les grito la de ojos claros haciendo que los chicos enfocaran su atención en ellas - ¡Los pisaremos hasta que aprendan a amar el suelo! – rió escandalosamente.
Lizz tuvo que reír de igual forma pues se sintió un tanto presionada para hacerlo mientras veía como el amigo de Harry, uno castaño con ojos azules murmuraba “vamos” haciendo que los demás caminaran a su lado pasando de largo de ellas.
Era realmente insegura. Hacía dos años ella había decidido por fin dejar de ser invisible para las personas y para eso se esforzó por ser perfecta dejando atrás muchas cosas y pasando de largo delante de muchas personas a las cuales antes había considerado sus amigas. Había conseguido pertenecer a ese grupo de chicas que tanto había deseado en el pasado y ese novio increíble con el que había soñado siempre. Al principio todo había parecido realmente increíble, como un suelo, pero después noto que se iba transformando, que iba despertando de eso para toparse con una no muy agradable realidad.
Aquellas amigas de las que estaba rodeada todo el tiempo eran más que superficiales y frías ante los problemas humanos y aquel chico que parecía un príncipe azul, el cual le decía diariamente lo hermosa que era a sus ojos, de repente se había convertido en un mal nacido que lo único que sabía hacer era recalcarle sus errores haciéndola sentir pequeña a su lado.
Nadie sabía absolutamente nada sobre ella, se había vuelto una experta en fingir pues todas las mañanas al salir de su habitación volvía a ser una chica sonriente y segura de sí misma, ese era el papel que tenía que desempeñar a diario si es que quería conservar lo que tanto esfuerzo le había costado conseguir.
Después de ver semejante imagen de ella frente al espejo y de arreglarse poniéndose una blusa que le quedaba un poco holgada para que su novio no le fuera a decir nada desaprobatorio sobre su aspecto, se sentó en la cama a esperar que los minutos pasaran para así poderse saltar el desayuno elaborado que había preparado su madre para ella con la excusa de que iba tarde. Miró el reloj y sin más tomó su bolso y bajó corriendo las escaleras fingiendo una terrible prisa y esa fue una razón por la que sus padres no le dijeron nada, sabían que ella no les contestaría de la mejor forma si lo hacían. Subió a su auto dejando sus cosas en el asiento del copiloto, se miró en el espejo retrovisor y analizo a detalle su rostro rezando porque ninguna imperfección se hiciera presente, cuando estuvo satisfecha encendió el auto y condujo hasta su escuela, ese era su último año y realmente se tenía que aplicar en cada una de sus materias si es que quería un puesto en la universidad… una carga más para ella. Bajo del auto después de aparcar en uno de los pocos espacios vacios que habían en el estacionamiento y se dirigió hacia el interior de la escuela. A pesar de ser temprano, ya se veían varios alumnos en los pasillos de un lado a otro revisando sus horarios.
Es realmente incomodo cuando se llega a un lugar y todos levantan la mirada para mirar atentamente a la persona que llega, pero ella tenía que vivir con ello. Caminó por el largo pasillo con la cabeza en alto mientras algunos la analizaban de arriba abajo, no esperaba su aprobación realmente, esa era la que menos le importaba, sólo quería que aquel que amaba la viera hermosa. Paseó su mirada buscando a su novio pero al parecer no había llegado aún a la escuela. Iba a continuar caminando hasta su aula pero unos hermosos ojos verdes que la miraban fijamente la distrajeron. Ahí estaba él, como todos los días, mirándola desde el lugar más apartado esperando a que ella se acercara a saludarla como hacía dos años lo hubiera hecho, pero sólo le regresó la mirada.
- Deja de mirarla Styles – escuchó la voz de William, su novio que acababa de llegar situándose a su lado mientras le hablaba a aquel chico de ojos verdes - ¿O a caso quieres un autógrafo? – rió causando la risa de los demás amigos que habían llegado con él… menos la de Lizz.
- Créeme que eso es lo que menos quiero – dijo Harry mirándolo con desprecio y después dirigió la misma mirada hacia aquella chica que simplemente se encontraba muda – con permiso- empezó a caminar, pero tropezó debido a que uno de los amigos de William y todos rieron sin siquiera hacer un esfuerzo para ayudarlo a levantarse.
Lizz le dirigió una mirada a Harry, quien aun se encontraba en el suelo intentando transmitirle con eso todo el arrepentimiento que sentía por ese mal rato que le estaban haciendo pasar su novio y sus amigos, pero estaba más que segura de que el rizado no percibía nada de ella, la odiaba tanto como odiaba a William.
Después de que el chico se levantó del suelo, sus amigos y novio empezaron a hablar de lo divertida que había sido aquella escena, todos realmente habían disfrutado hacer sufrir al chico.
- Déjenlo ya – esas palabras salieron de la boca de Lizz sin siquiera pensarlo antes, se había dejado llevar por aquel coraje que empezaba a quemar su interior.
Todos se quedaron en silencio y la miraron por un momento hasta que William se animó a romper con eso.
- ¿A caso lo estás defendiendo Elizabeth? – preguntó amenazante
- No es eso… - dijo bajando el tono de su voz debido al miedo – es sólo que diario lo molestan, creo que hay más personas en esta escuela a las cuales podrían fastidiar.
- Quiero que te quede clara una cosa – William se acercó peligrosamente a la chica que se encontraba frente a él – Styles ya no es tu amigo, dejó de serlo desde el momento en el que yo me fijé en ti, dejó de serlo desde ese momento en el que yo te salve de la miseria de ser invisible – sonrió sínicamente – no eches a perder el trabajo que me ha costado dos años por favor – acarició su mejilla con brusquedad – se buena, no me obligues a hacer cosas que no quiero, ¿de acuerdo? – ella asintió débilmente – bien – se acercó a ella y le dio un beso fugaz en los labios – por cierto – dijo antes de alejarse - ¿no tenías algo mejor que ponerte hoy? Eso te hace lucir realmente horrible, sabes las reglas – sin esperar a que la chica dijera algo, se alejó seguido de todos sus amigos.
Lizz se quedó parada en aquel pasillo por el cual seguían pasando personas que se hacían a un lado para evitar empujarla o siquiera rozarla pues sabían que ella podría reaccionar de una de las peores formas pues si algo había aprendido demasiado bien de William era “humillar”.
Pensó por unos momentos y después salió corriendo, recordó todo lo que había pasado momentos atrás, tenía que encontrar a Harry para pedirle una disculpa por lo que había pasado. En su lista de personas, aquel chico de mirada verde era el único que valía la pena, era el único al que le rogaba siempre que lo veía. Conocía demasiado bien al rizado y estaba segura de donde podía encontrarlo, así que no espero más y se dirigió a una parte poco visible para las personas en la parte trasera de la escuela. Se acercó con cuidado y pudo ver su rizada cabellera. Sonrió para sí misma al recordar cómo lo había conocido.
-.-.-.-.-.-.- Recuerdo .-.-.-.-.-.-.-.
Ella tenía 7 años cuando había llegado a vivir a su nuevo hogar, afortunadamente de las veces anteriores en las que había estado en aquel lugar se había dado cuenta de que no era la única niña de esa edad en aquel lugar así que tenía el ligero presentimiento de que algo bueno le esperaba, aunque sea tendría nuevos amigos.
No llevaba ni siquiera mucho estando dentro de esa casa cuando llamaron a la puerta y su madre se apresuró a abrirla y después de unos momentos volvió a la sala de estar acompañada de una hermosa mujer con una gran sonrisa que iba seguida de un niño demasiado lindo a la vista de las personas… Harry. Él miró a Lizz por un largo momento como si estuviera viendo a una estrella brillante del cielo y sin más le extendió la mano mostrando una de sus hermosas sonrisas, ella perdida en cada detalle de aquel niño que tenia frente a ella tomó su mano sabiendo que ese sería el comienzo de una hermosa amistad.
-.-.-.-.-.- Fin del recuerdo .-.-.-.-.-.-.
Ella caminó y se sentó a un lado del chico que se encontraba mirando a un punto perdido, mirando sin mirar… hubo un largo tiempo de silencio hasta que él se animó a romperlo con su ronca voz.
- ¿Recuerdas cuando jugábamos en la casa del árbol? – preguntó sin mirarla pero estaba más que seguro de que ella había sonreído ante aquella pregunta.
- Claro que lo recuerdo – dijo ella.
- Yo siempre te decía que te iba a dar un golpe y tú salías corriendo para que no pudiera alcanzarte.
- Nunca me golpeaste – dijo ella soltando una pequeña risita.
- Pero tú a mi si – dijo mirándola por fin – sin necesidad de usar los puños. Desde hace dos años me golpeas todos y cada uno de los días.
Lizz agachó la mirada sintiendo como la culpa invadía cada uno de sus sentidos. ¿Cómo podía haber dejado a ese chico a un lado? Se conocían desde que eran pequeños y él siempre había logrado hacerla sentir segura y protegida de todo. Siempre que se encontraba a su lado sonreía y se olvidaba de todo, pero se tenía que enamorar de la persona equivocada.
- ¿Para qué me buscabas? – preguntó el chico sacándola de sus pensamientos - ¿Querías disculparte como siempre? – no esperó a que ella contestara – Te perdonaré el día que me pidas disculpas delante de todos y no te escondas para hacerlo.
- Sabes que no puedo hacer eso.
- Sé que te importa más tu popularidad, tus amigas plásticas y tu novio matón que mi perdón Lizz – suspiró.
- Harry – ella empezó a sentir que sus ojos se llenaban de lagrimas – tu sabes que me costó demasiado trabajo llegar a donde estoy. Llevaba demasiado tiempo enamorada de William y cuando él por fin se fijo en mi no pude dejar esa oportunidad escapar, no puedo hacerlo – suspiró intentando que las lagrimas no salieran – eres mi amigo, debes de entenderlo.
- Era tu amigo – la corrigió – ahora no te conozco.
- No me digas eso – sintió como en ese momento una gran cantidad de lágrimas recorrían su rostro sin poder evitarlo.
- Es mejor que nos vayamos – el rizado suspiró evitando mirar a su amiga llorar – las clases están por comenzar – se levantó y sin esperarla comenzó a caminar hacia el interior de la escuela.
Lizz lloraba con mucha fuerza, tanto que sentía una opresión en el pecho y un nudo en el estomago. Harry era lo único bueno que había tenido a lo largo de su vida. Los recuerdos de los tiempos que pasaban con él eran los únicos que lograban hacerla sonreír en esos tiempos de angustia. No tenerlo a su lado era demasiado difícil, claro, ahora estaba rodeada de muchas más personas de las que podía imaginar, pero se encontraba realmente sola. Nadie sabía lo terrible que se sentía.
No se levantó del lugar donde se encontraba, decidió que lo mejor era esperar a calmarse para poder regresar a ese lugar en el que siempre se tenía que ver presentable y con una sonrisa, estaba consciente de que si regresaba en ese momento no podría ni siquiera sonreír.
Hay días en los que las horas pasan demasiado rápidas cuando quieres que vayan más lento, y desafortunadamente, ese día no estaba a favor de Lizz. Escuchó el timbre de que la primera hora de clases había terminado y para ella había sido demasiado pronto. Se puso de pie sintiendo los ojos secos de tanto llorar y caminó hasta su auto que se encontraba en el estacionamiento. Al encontrarse en el, sacó su espejo comprobando que no se veía del todo bien así que sin más tomó el maquillaje que siempre estaba en su auto y se retocó con paciencia. Tenía que desaparecer todo dolor de su rostro si no quería problemas con William y cuando logró los resultados esperados se dirigió al interior del enorme edificio sin un poco de ganas.
- ¡Mira! ¡Ahí esta! – escuchó que una voz conocida decía a sus espaldas. Cerró los ojos con fuerza por unos segundos y después los abrió poniendo una de sus mejores sonrisas falsas para voltear a ver a su amiga - ¿Por qué no entraste a clase? – preguntó en un tono sumamente hipócrita su amiga Megan que era alta de cabello negro y ojos claros.
Lizz la miró un momento, la conocía demasiado bien así que sabía que ese tono cargado de hipocresía era algo natural en ella. Al principio, cuando habían empezado a conocerse había creído que era algo fingido, pero después de un tiempo se dio cuenta de que se le daba tan normal como tomar agua.
- Regresé a casa – mintió con una sonrisa – no me gustaban los zapatos que elegí y tuve que regresar a cambiarlos.
- Lo que sea por verse bien – contestó la chica satisfecha por la respuesta de Lizz.
- ¿Me perdí de algo emocionante? – preguntó fingiendo curiosidad… como siempre.
- El Styles llegó un poco tarde con su montón de amigos perdedores – rió emocionada – pero molestarlos durante la clase fue lo mejor. Evitamos el aburrimiento con eso.
Lizz miró como cinco chicos caminaban hablando casualmente como si nada les interesara y entre ellos estaba Harry, el cual le dirigió una mirada tan fugaz que hasta creyó haberse confundido.
- Mira – dijo Megan mirándolos de igual forma – ahí están
- Si – contestó en un susurro.
- ¡Perdedores! – les grito la de ojos claros haciendo que los chicos enfocaran su atención en ellas - ¡Los pisaremos hasta que aprendan a amar el suelo! – rió escandalosamente.
Lizz tuvo que reír de igual forma pues se sintió un tanto presionada para hacerlo mientras veía como el amigo de Harry, uno castaño con ojos azules murmuraba “vamos” haciendo que los demás caminaran a su lado pasando de largo de ellas.
anne_mir
Re: Pretend it's OK (experta en mentir)... [Harry Styles y Tú]
Hello, Sweetie escribió:Ja! Gane:3 :D
Listó :D
Espero que disfrutes.
Un abrazo y gracias por la insistencia :D
anne_mir
Re: Pretend it's OK (experta en mentir)... [Harry Styles y Tú]
hola linda
me encanto el capitulo
pobre harry me dio penita
por favor continua la pronto
xoxo caro :bye:
me encanto el capitulo
pobre harry me dio penita
por favor continua la pronto
xoxo caro :bye:
Invitado
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