Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Remember me {audiciones abiertas} {n.c}
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
Página 2 de 6. • Comparte
Página 2 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Re: Remember me {audiciones abiertas} {n.c}
Pau, soy tonta y me olvidé de preguntar, yo audicionare por Harry, el está en 1D o es solista?
Invitado
Invitado
Re: Remember me {audiciones abiertas} {n.c}
Todos los chicos de 1D, están en una sola banda, ose 1Dvicstyles escribió:Pau, soy tonta y me olvidé de preguntar, yo audicionare por Harry, el está en 1D o es solista?
Invitado
Invitado
Re: Remember me {audiciones abiertas} {n.c}
Ahh perfect! Thanks!paularamirez escribió:Todos los chicos de 1D, están en una sola banda, ose 1Dvicstyles escribió:Pau, soy tonta y me olvidé de preguntar, yo audicionare por Harry, el está en 1D o es solista?
Invitado
Invitado
Re: Remember me {audiciones abiertas} {n.c}
- (:
- Fernanda Elizabeth Finlay DuffiePB: Perrie Edwards♥Fernanda es una chica, sensible, con sentimientos bellisimos hacia sus seres queridos. Su familia, esta incompleta, al igual que su corazon... Su madre murio cuando ella tenia 3 años, con su 3er hermano menor, dentro. Su hermana mediana, es todo un dolor de cabeza para ella, y su hermano menor, es el mejor de la familia, su padre, por lo general, siempre esta hebrio. Ella es enamoradiza, sin embargo, no siempre es correspondida. Su ultimo -y peor amor- fue Harry Styles, pero, hablemos de ella, y despues, nos enfocaremos en el chico. Es de estatura mediana, cabellos dorados y largos hasta la cintura. Ojos grandes, expresivos y azules como el mar profundo. Tez blanca y palida, labios pequeños, mas sin embargo, gruesos... Brazos y piernas largas y delgadas, perfectas para poder ser modelo, mas sin embargo, ella no es perfecta, nadie lo es. Sigamos con Harry Styles. Este chico, fue lo mas importante para ella, su primer verdadero amor, al unico que quizo realmente. Fue a cumplir su sueño, hizo un reality -en el cual la chica aun lo apoyaba- Se hizo famoso -La chica aun estaba ahi para el- Y despues de la fama, La olvido... Empezo a salir con mas chicas y ella, quedo atras, en el sufrimiento, dolor, y tristeza... Juro, que iba a vengarse de el, que lo iba a hacer sufrir, llorar y todo lo que ella paso. Y no se rendiria... "El la iba a recordar como su peor pesadilla..."[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Audicion AceptadaBueno linda, la ficha estuvo muy bien hecha, pero hubo algunos errores ortográficos como "Hebrio" y se escribe ebrio, ademas de que hubo algunas equivocaciones con lo puntos y comas, pero de hay, todo perfectos.
pd: espero que hayas leido el mp que te made.
Sip, he leido todo...
Y ya... Gracias...
chenyeol.
Re: Remember me {audiciones abiertas} {n.c}
Daphne Young Cara Delevingne Daphne era una chica alegre, simpática y divertida, que confiaba en todos y no creía realmente que la maldad existiese, pero se equivocó, se equivocó mucho. Ella se enamoró perdidamente de Harry quien le propuso comenzar a salir seriamente, vivían a tan solo unas casas de por medio, pero luego él cambió. Todas las promesas de amor que le había hecho se desaparecieron junto con él. No fue capas de advertirle a Daphne que se iría en busca de sus sueños, que se presentaría en the X factor a probar suerte. Claro que al verlo en el programa ella se emocionó mucho y por eso en la primera gala cuando Harry era parte de la nueva banda ''one direction'' fue a verlo. Cruzaron miradas, el enseguida la vio pero estaba en medio de su presentación, demasiado concentrado en eso. Luego de que el programa terminó y la gente ya estaba saliendo Daphne preguntó donde podría encontrar a Harry y tanto pero tanto lo buscó que terminó encontrándolo. Lo abrazó, lo besó y le dijo lo orgullosa que estaba de él, que ella estaba segura de que triunfaría porque estaba escrito en su destino y lo merecía. Fueron pasando las semanas y ella seguía yendo a ver sus presentaciones y también lo seguía por tv e internet durante la semana pero nunca la había nombrado ante las cámaras. Ya se veían muy poco, la banda se estaba volviendo popular y no los dejaban interactuar mucho con el público. Harry estaba aislado de todo mientras estuvo en the X factor ¿Pero después? La banda no ganó, quedó en un tercer puesto, Daphne creía que al fin todo volvería a ser como antes pero no fue así. Él termino su relación con ella, diciendo que en ese momento lo primordial era su sueño y no podía dedicarle tiempo a ella. La chica se dio cuenta que no era aquel Harry de Holmes que ella conocía, el que trabajaba en la panadería y era amable y servicial con todos. Ese Harry había quedado en el pasado y desapareció por completo cuando la banda se hizo aun más conocida alrededor del mundo. Daphne pensaba apoyarlo en todo, estaba dispuesta a esperarlo pero el no tenía tiempo para ella. La joven tampoco era la misma, pasando el tiempo y los años maduró y se dio cuenta que Harry probablemente nunca la haya amado como ella a el. Por eso, cansada de seguir pensando en el y verlo en todos lados en posters, revistas, carteles, todo el tiempo decidió que era hora de recordarle que ella existía. Ella quería que la recuerde. Y estaba dispuesta a conseguirlo como sea. Ya la nena dulce e ingenua había quedado atrás, ahora solo quería que Harry pasara por el mismo dolor que ella había pasado por su culpa. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] |
- gangster paradise|n.c:
- Capitulo 003Kill or don't kill, that is the question»?????
Ser parte de una pandilla no es fácil, ser un delincuente no es fácil, ser un asesino no es fácil, pero es lo que me tocó. Siempre pensé que el destino tendría algo bueno preparado para mi vida pero no fue así. Lo único que he tenido hasta el día de hoy son fracasos, pérdidas y problemas. ¿Qué porque no me mato? No crean que esa idea no ha pasado por mi cabeza, pero eso es cosa de cobardes, yo no soy un cobarde, yo afronto las situaciones que se me ponen delante e intento superarlas de la mejor manera. Lo único que tengo actualmente es a Gemma, mi hermana menor y a Anne, mi madre. Son las únicas mujeres que respeto en esta vida, porque se ganan mi respeto y admiración a diario. Mientras Anne trabaja doce horas diarias en una fábrica textil la cual le pagan miserias, Gemma estudia y quiere ser universitaria. Y yo, yo bueno… Vendo drogas a los infelices que dependen de ellas. Anne piensa que trabajo en una discoteca y por eso el buen salario, nunca podría decirle que desde que esos malditos mal nacidos mataron a papá a sangre fría me metí en la pandilla rival para cobrar venganza. Los tres sufrimos intensamente el asesinato de mi padre, pero Gemma y Anne nunca quisieron tomar cartas en el asunto, la maldita policía decía que tenía abierto el caso pero jamás hubo respuesta, por lo que decidí tomar justicia por mano propia. Pero esos tres desgraciados no merecían morir de un balazo, no, antes debían sufrir todo lo que mi familia sufrió por su culpa. Estaba hecho una mierda de persona, pero ¿Qué más da? No tengo nada que perder y necesito el dinero para sacar a mi familia adelante y añejarlas de este maldito y peligroso lugar.
Las calles estaban casi desiertas aquel sábado a la medianoche. La gente se concentraba unas cuadras alejadas del callejón entrando a la discoteca.
-Styles ¡Qué bueno verte!- Se acercó aquel hombre grande, cabello negro, tan negro como aquella noche, al igual que sus ojos y barba. Me saludó con la mano y yo solo respondí con el mismo gesto.
-Lo mismo digo Henry ¿Para qué me citaste acá?- La curiosidad mató al gato dicen, debo tener balazos por todo mi cuerpo entonces.
-Te tengo un trabajo perfecto para vos y de muy buena paga- Parecía que el signo de dólares brillaba en sus ojos, a ese maldito le importaba el dinero, nada más. Vivía como un rey a costa de tipos como yo que cumplíamos sus órdenes por un puto ingreso monetario a nuestras familias.
-Habla, sabes que me interesa- Me crucé de brazos mientras esperaba respuesta.
-Eric Tyland es un nene de mamá y papá que está pasando los límites de mi confianza. La historia es que me debe bastante dinero y se excusa en que no sabe de dónde conseguirlo-
-No me interesa la historia, quiero saber que querés que haga- Odiaba que le den vueltas al asunto, me gusta lo concreto y rápido, sin rodeos.
-Tranquilo Styles, quiero que le des un buen susto a diario hasta que me pague, amenázalo con lo que sea necesario, averigua más de su familia si tiene novia o lo que sea y presionalo con eso-
-Esto es demasiado fácil para mi, pensé que hablábamos de alguna entrega por unos cuantos grandes- Bufé con pesadez, este tipo de cosas las hacía cuando recién empezaba con unos quince años, de eso ya pasaron cinco y no estoy para tonterías.
-¿Aceptas o no? Es una buena paga y te la quiero dar a vos porque te conozco, sino busco algún otro que ande desesperado y sabes que lo agarran enseguida-
-Acepto- Giré mis ojos resignado –Lo que sea, necesito el dinero-
-Tranquilo Styles, sos cumplidor y te conozco, por eso te voy a dar un adelanto para que veas que soy bueno- Reí irónicamente ¿Bueno? Por favor, esa palabra no existe en el diccionario de un pandillero como él. Sacó de su bolsillo trasero la billetera que estaba bastante gorda en comparación con la mia y depositó parte del dinero en mi mano. –Espero que esto alcance- Nose que tendría de importante el idiota al cual tenía que asustar pero hacía tiempo que mis ojos no veían tanto dinero junto. –Voy para el lado de tu casa ¿Te arrimo?-
-¿Estás loco? Me queda mucha noche por recorrer, además tengo unas entregas menores para los nenes bien que vienen a este antro asqueroso- Dije con asco pero a la vez reí, en ese baile se concentraban idiotas agrandados con plata de sus padres que cumplen todos sus caprichos.
-Esa es la actitud Styles, nos vemos- Se subió al auto y se fue.
Caminé hasta el baile y luego de que estuve dentro fui a mi lugar habitual, me recosté en la pared y crucé mis brazos esperando a los clientes. Fueron llegando de a poco, ya no me quedaba más mercadería, o si pero para uso propio por lo que decidí irme a buscar diversión en un lugar mejor. Subí a mi moto y encendí el motor e iba a arrancar cuando escuché un nombre que me llamó la atención de parte de una chica.
-¡Eric! ¡Quiero que me vengas a buscar! ¿Qué parte no entendés? Este lugar esta asqueroso y perdí a mis amigas, no me atienden el teléfono deben estar borrachas por ahí o en la cama de alguno-
Era linda, muy linda, solo la veía de atrás porque estaba dándome la espalda pero podía ver que era rubia y eso me bastaba, las rubias me pueden y yo puedo con ellas.
-¡Idiota! ¡Matate!-
Cortó el celular y comenzó a caminar hacia la avenida principal, seguro iba a buscar un taxi y yo estaba ahí para impedirlo. Arranqué mi moto y me detuve a su lado sin apagar el motor. –Hola ¿Querés que te lleve a algún lado?-
-¡No!- Respondió sin siquiera mirarme muy molesta.
-¿Mala noche? Yo se de eso, pero te puedo ayudar a mejorarla- Bufó sin dejar de caminar –Tengo una moto, combustible, plata encima y facha de sobra- Reí y al fin me miró.
-¿Cerebro no tenés no? Se nota- Volvió su vista al frente sin detener su paso veloz.
-Hey que mal humor, solo quiero ayudarte y hasta que no me dejes no te voy a dejar en paz-
-Ok- Se detuvo a mirarme más detenidamente y al parecer le gustó lo que veía. –Llevame a mi casa-
-Subí dale- Hizo caso y se agarró de mi –Ya empezás a tocar y ni siquiera me moví- Reí a lo que ella me soltó enseguida e iba a bajarse pero la detuve con mi brazo –Era chiste, cambia esa cara que es muy linda como para estar siempre seria-
-Dejate de chamullo y arrancá de una vez nene- Reí y aceleré la marcha, esta chica me caía bien aunque me tratara peor que a un perro callejero.
-¡Harry Styles!- Grité ya que por el movimiento no nos escuchábamos bien.
-¡¿Qué?!-
-¡Harry Styles! ¡Ese es mi nombre!- La veía por el espejo retrovisor y me daba un poco de miedo quedar idiotizado viéndola y terminar en el suelo -¿¡El tuyo!?-
-¡Polly! ¡Polly Tyland!- Gritó sin mucho interés, de verdad le importaba poco estar conmigo, eso no es normal en una chica ¿Sería lesbiana? Mi mente se detuvo al procesar el nombre que había mencionado ¿Tyland? Esto era demasiado bueno para ser verdad.
-¿¡Tu hermano como se llama!?- Tenía que sacarme esa duda.
-¡Eric!- Hizo una leve pausa en la que mi sonrisa aumentó considerablemente - ¡Hey! ¿¡Que te importa!?-
-¡Curiosidad linda!- Frené en un semáforo y cuando voltee a ver se había bajado y había empezado a caminar sobre la acera. -¡Hey! ¿A dónde vas? ¿Estás loca?-
-¿Te pensaste que le iba a decir a un desconocido donde era mi casa?- Rió con ironía y detuvo un taxi con su mano al cual se subió.
-¡Loca!- Le grité todavía sin poder creer lo que había hecho y ella solo respondió sacando su dedo intermedio por la ventana para luego desaparecer a lo lejos con el taxi. Se había metido justo con la persona equivocada. Hasta que no terminara en mi cama no iba a parar.
- teen idle|n.c:
- Cap 07 Narra Claire
Año 2009|Último día de clases|Baile de graduación.
Era el día perfecto para ser el último. No encajaba con como yo me lo imaginaba, gris, gris por completo. No porque lo quisiera, sino porque graduarme significaría dejar el secundario para irme a la universidad, y graduarme e ir a la universidad significaba alejarme de Louis, para siempre.
No somos la pareja perfecta, no, ni cerca estamos de eso, pero nos complementamos. Yo soy feliz cuando estoy con él y sé que él es feliz cuando está conmigo.
La puerta sonó y corrí desde la cocina donde estaba terminando con el desayuno, hacia ella para abrirla.
-Buenos días- Dijo sonriente sin esperar respuesta y se abalanzó hacia mí tomándome por la cintura no sin antes pegar sus labios contra los míos. Yo solo sonreí, ni loca me separaría de ese beso. Comenzó a dar pasos hacia adelante obligándome a mí a dar pasos hacia atrás. Levantó su pierna hacia atrás y con ella cerró la puerta de un golpe seco.
¿Intenciones de soltarme? No, ni una sola.
-¿Cómo… ama… neciste?- Preguntó sin separar por completo sus labios de los míos.
-Mm… muy… muy bien- Mis manos se habían cruzado tras su cuello para no dejarlo ir, para que no fuera a apartarse de mí sino hasta que yo lo decidiese.
Nuestros labios se separaron pero no para alejarnos. Rozó su nariz con la mía de un lado a otro de una manera muy enternecedora, no podíamos dejar de sonreír.
Desayunamos, dejamos la cocina en orden nuevamente, tome mis cosas, él las suyas y salimos rumbo al secundario. No era muy lejos y menos en el auto de Louis, por lo que en diez minutos ya estábamos allí.
-¿¡Llegamos tarde!?- Pregunté exaltada al no ver a nada en los alrededores como había cada mañana.
-Hey, es el último día ¿Quién se preocupa por llegar en hora?- Dijo despreocupado y riendo, seguro mi cara había sido muy graciosa.
-Lo siento, simple costumbre- Sonreí apenas y agaché la cabeza. Era el último día, también era consciente de eso. Suspiré sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas.
-¿Claire? ¿Claire estás bien?- Se acercó a mi preocupado y levantó mi cara con delicadeza notando aquellas lágrimas que querían salir. –Oh no Claire ¿Dije algo malo? Lo siento lo siento soy un bruto- Me abrazó con fuerza e hice lo mismo escondiéndome en su pecho.
-No dijiste nada malo, solo dijiste la verdad- Hablé casi en susurro y no veía su cara, pero sentía el aire de un suspiro que infló su pecho, no necesitaba respuesta ante eso.
-El baile- Exclamó con poco entusiasmo y se separo un poco de mí para poder mirarnos.
-¿Qué hay con eso?- Pregunté mientras él secaba mis lágrimas suavemente con su dedo índice.
-Todavía nos queda el baile- Lo quedé mirando sin omitir sonido alguno –Baile de graduación ¿Te suena? Esta noche…- Esperó que dijera algo pero no lo hice. –Claire- Tomó mis manos con las suyas. –Ésta noche es nuestra ¿Si? Disfrutemos el momento y después hablaremos de lo demás ¿Está bien?- Asentí con la cabeza. –Hey, decime algo. Si querés pégame o insúltame pero hace algo por favor- Dijo chistoso, lo que provocó una sincera sonrisa en mi rostro. –Ahora sí, mucho mejor- Caminamos hasta la puerta de entrada. –Paso por ti a las ocho ¿Está bien?-
-Perfec…- No había podido terminar de dar mi respuesta que ya había vuelto a besarme.
-Ya, entremos antes de que nos maten- Rió y fuimos juntos al salón.
Caminábamos entre tiendas con Lindsay en busca de nuestro vestuario para la noche. La verdad es que nunca fui del tipo de chicas que se enloquecen por las compras, pero con Linds todo era divertido y nunca podía decirle que no.
-¡Este!- Gritó con emoción y tomó mi brazo arrastrándome dentro de la tienda.
-Hey amiga tranquila, no se evaporará, aquí está- Reí ante tanta efusividad.
Le pedimos a la chica de la tienda que nos llevase a los probadores y eso hizo. Ya habían pasado unos diez minutos y Linds aún no salía. -¿Todo está bien ahí dentro?- Sentí un si como respuesta y acto seguido la cortina del probador se corrió para mostrarme a quien sin dudas merecería ser la reina del baile. –Oh Lindsay ¡te queda hermoso!- Miré de arriba abajo, parecía hecho a su medida, era realmente perfecto para ella. –A ver linda, voltea-
-A mi también me gusta como me queda- Dijo mirándose frente al espejo de todas las maneras posibles. –Este es, si, sin duda, me lo llevo-
Luego de eso paseamos otro rato por el centro comercial, compré mis zapatos y vestido al igual que ella y paramos a tomar algo. De pronto, la vi tiesa, mirando a un punto físico y me acerqué rápido a ella. -¿Qué pasa?-
-Es Liam- Respondió sin siquiera mirarme, yo llevé mi vista hacia donde ella pero veía mucha gente, demasiada.
-¿Estás segura?- Insistí, no quería creer que mi amiga estaba loca o algo así. No era la primera vez que algo así sucedía, pero nunca lograba ver al chico que ella describía.
-Completamente- Afirmó y al fin me miró, luego giró su cabeza en busca del chico pero no estaba, lo buscó mirando de un lado a otro, recorriendo todo el lugar con sus ojos pero el había desaparecido, como siempre lo hacía.
-Linds, vayamos a tu casa y aprontémonos para el baile, aún necesito que me peines y maquilles, sabes que no soy buena en eso- Logré quitarle una leve sonrisa y ya superando el mal momento nos decidimos en ir a su casa.
-Yo creo que estás más que lista, mírate- Dijo dándome un espejo el cual tomé para comenzar a analizar mi look. –Ya, dime que te gusta, porque me esforcé mucho y además porque te vez de película- Sonrió. Sí, me veía bien. Mi pelo recogido de una forma chic, los aretes, el maquillaje natural, realmente estaba más que conforme.
-Gracias Linds- Me levanté a abrazarla –Realmente nose que hubiera hecho sin ti- Ambas reímos.
-Ya, ya, no hay de qué ¿Eres mi amiga o no?- Asentí –Ok, esto hacemos las amigas- El lindo y amigable momento se cortó de golpe cuando casi sin querer miré el reloj de la habitación dándome cuenta la hora que se nos había hecho.
-¿¡19:30!?- Grité exaltada –Oh por dios, debo irme, Louis pasará por mí a las 20 y aún estoy aquí- Tomé mis bolsas con el vestido y los zapatos.
-Ya niña calma, te llamaré un taxi, bajemos- Ambas bajamos con apuro las escaleras, para mi suerte el taxi llegó de inmediato. –Cuídate, nos vemos en el baile- Sonrió y nos despedimos con un beso en la mejilla.
-¡Gracias! ¡Te quiero!- Grité bajando la ventanilla del automóvil que casi enseguida arrancó.
Ya estaba lista, mi vestuario estaba completo, solo faltaba que… -¡Yo voy!- Grité cuando sentí el timbre y corrí hacia la puerta.
-Woow- Exclamó mirándome de arriba abajo, tomó mi mano y me hizo girar ante él. –Simplemente hermosa- Besó mis labios brevemente, en las mañanas no, pero a la noche mis padres si estaban en casa y ambos preferíamos guardar todo ese amor para más tarde.
-¡Louis cuídame a la niña!- Gritó mamá desde el sofá logrando que me ponga colorada.
-¡Ya má, cállate! ¡Adiós!- Saqué a los empujones a Louis de la casa mientras el reía. –No es gracioso Louis, vamos sabes que me da vergüenza-
-Lo sé, pero no entiendo el porqué-
-Ya, mejor vayamos al baile de una vez- Negó con la cabeza dejándome sin entender -¿Qué? ¿Qué pasa ahora?-
-¿Y te atreves a preguntarlo?- Se puso serio de repente. Oh oh, algo no sonaba bien en su voz, pero realmente no entendía de que hablaba.
-Louis lo siento, pero nose de que me hablas- Dije hasta con un poco de temor.
-¡Estoy vestido de traje! ¿No vas a decirme nada de cómo me veo?- Dijo haciéndose el enojado pero enseguida se echó a reír.
-Eres un tonto Tomlinson, de verdad me asustaste- Le dí un breve beso –Realmente pareces salido de un cuento de Disney, el príncipe Tomlinson, hasta suena bien- Ambos reímos.
-Ya vamos linda, no querrás perderte el baile-
-Por nada del mundo-
El baile estaba siendo muy divertido, nos separamos solo un rato en el cual yo fui con Linds y el con sus amigos.
La medianoche estaba cerca, sentía que el cuento estaba por llegar a su final y así era, Louis se iría de vacaciones al norte, yo al sur y luego no volveríamos a vernos ya que su universidad quedaba muy, demasiado lejos de la mía.
-¿Porqué no salimos a caminar un rato?- Propuso suave a mi oído mientras bailábamos pegados una canción lenta.
-Está bien- Respondí y tomó mi mano para salir de aquel baile.
Gritos, risas, mucha felicidad, en cambio nosotros nos íbamos alejando de todo el bullicio de los demás estudiantes en completo silencio ¿En qué estaría pensando? Louis no es de esas personas que se quedan sin palabras, sin dudas no lo es, algo estaba mal y ambos sabíamos que era.
Se frenó de golpe provocando lo mismo en mí y se me paró enfrente.
-¿Pasa algo Louis?- Pregunté con voz suave, las calles estaban iluminadas y las calles también, pero estaba totalmente desierto, en ese momento solo éramos él y yo, Louis y Claire.
-Sabes que pasa, ambos lo sabemos- ¿Había lágrimas en sus ojos? Oh no, esto no podía estar pasando. –Sabes… Nunca pensé que me enamoraría en el secundario. Y mucho menos de una casi nerd- Rió apenas al igual que yo, siempre quería ser fuerte, tal vez eso lo hacía sentir seguro, pero conmigo eso no era necesario. –Porque lo que yo empecé a sentir por vos se llama amor- Acarició mi rostro con delicadeza y unas lágrimas se desbordaron de mis ojos. –Vos no sos una chica más en la lista, nunca lo fuiste, vos sos LA chica que logró que el idiota de Louis Tomlinson se ponga cursi y diga cosas como estas- Soltó aire en un bufido, pero eso no era enojo, estaba conteniendo las ganas de llorar que tenía. –Claire…- Dijo con dulzura y seriedad –Quiero que vos seas la primera chica a la cual le haga el amor- Sentí que mi corazón latía más fuerte, estaba nerviosa sí, pero no asustada. –Y yo… yo quiero ser el primero en tu vida- Dejó caer algunas lágrimas que rápidamente secó con su mano.
-Te amo Louis- Confesé mirándolo fijamente a sus hermosos ojos y tomé su cara entre mis manos para besarlo lenta y tiernamente. –Yo quiero lo mismo que vos- Confesé con timidez a lo que el sonrió.
-¿Te das cuenta? Esos cachetitos rojos me enamoran- Dijo con ternura.
-Basta Louis, sabes que soy tímida- Reí nerviosa bajando la mirada.
-Hey, quiero que esos hermosos ojos no dejen de mirarme ¿Ok?- Levantó mi cabeza suavemente con su mano en mi mentón.
-Eso es imposible, tenemos que caminar y necesito ver hacia adelante- Reí con obviedad a lo que el negó y me alzó en sus brazos, cargándome como a una princesa. –Louis ¿Qué haces?-
-Yo siempre logro lo que quiero, ahora se que no vas a dejar de mirarme- Sonrió empezando a caminar, por momentos creía estar soñando pero no, esta era mi hermosa realidad. Nose a donde pensaba llevarme, ni como terminaría esta noche, solo sé que no quería pensar en nada que no fuéramos nosotros.
-Louis- Me miró de reojo sin frenar el paso. -¿A dónde me llevas?-
-¿Todavía no conoces este camino? No te hagas- Rió. Ya me había dado cuenta, estaba llevándome a su casa. La reconocí al verla a algunos metros. Esa casa donde habíamos hecho gran parte de nuestro proyecto de fin de año, donde nos habíamos dado el primer beso, y probablemente, en donde sería mi primera vez. Me bajó con delicadeza cuando estuvimos frente a la puerta para sacar sus llaves y abrirla.
-¿Vamos a estar solos?- Creo que era bastante estúpida la pregunta pero estaba nerviosa, muy nerviosa.
-Completamente, mis padres y hermanas ya comenzaron las vacaciones- Dijo yendo a la cocina -¿Querés tomar algo?- Volteó a verme pero yo solo negué con la cabeza por lo que el siguió su rumbo. –¡Si querés esperame en mi cuarto, ya subo!-
-¡Ok!- Respondí intentando sonar normal, nose si lo había conseguido. Un ejército de mariposas volaba dentro de mi.
Entré a su habitación. Todavía era como la de un niño, conservaba algunos juguetes, eso era tierno, el lo era. Me senté en la cama para sacarme los zapatos, realmente eran altos y ya los había tolerado demasiado.
Levanté la mirada y ahí estaba él, mirándome desde la puerta, yo también lo observé en silencio dedicándole una tierna sonrisa. Entró a la habitación mientras se quitaba y sacó y solo lo tiró a un lado. Se paró frente a mí y solo estiró sus manos para que yo las tomara, eso fue lo que hice levantándome.
-¿Estás bien?- Probablemente había notado un suave temblor que recorría mi cuerpo y mis manos sudorosas, si eran los nervios, inevitable.
-Muy bien, un poco… nerviosa- Mordí mi labio inferior sin deparar su mirada de la mía.
-No va a pasar nada que vos no quieras- Besó mis labios suavemente, tan suave que pareció tan solo un roce.
-Louis…-
-¿Qué?-
-Los dos estamos esperando lo mismo- Sonreí. Me moría de ganas de besarlo y abrazarlo hasta el cansancio pero no podía dar el primer paso. Probablemente el no quería apurarme y por eso estaba yendo despacio.
-Te amo- Llevó sus manos hacia el cierre trasero de mi vestido, el cual bajo despacio.
-Yo también te amo- Apartó la tela de mi cuerpo y dejó que cállese al piso. Solo me miró unos instantes y luego me besó, me besó como nunca antes, era un beso lleno de deseo, no quise pensarlo dos veces porque si lo pensaba probablemente no lo haría. Desaté su corbata que cayó a un lado para dedicarme a desabotonar su camisa. Quitó mi corpiño y yo su camisa. Él se encargó de dejar caer sus pantalones para luego con delicadeza recostarme sobre la cama.
El mundo estaba detenido en ese momento para ambos, el era mío y yo era suya. No pasó mucho tiempo más para que nuestras últimas prendas desaparecieran por completo.
Sé que nunca olvidaría esa noche, y estaba casi segura que tampoco él. Louis sin duda nunca podría ser considerado como uno más en mi vida, por más que nuestros caminos no fueran en la misma dirección, mi mente cuerpo y alma nunca olvidarían al primer hombre que me enseñó lo que es amar.
- in love with a ghost|n.c:
- Capítulo 001
They don't know ive waited all my life
By Victoria:love
Enero de 1890, Londres, Reino Unido.
Era una mañana fría y lluviosa, se podía sentir el silbido del viento, como ferozmente sacudía los árboles y arbustos del jardín. La mansión Styles estaba desierta.
En el piso superior se encontraban todas las habitaciones con las altas puertas dobles cerradas. En aquella casa solo vivían cuatro personas, El señor Styles, la señora Styles, Harry, el único hijo que había tenido el matrimonio, y el mayordomo. ¿Porqué una mansión para tan solo cuatro personas? Harry se lo preguntaba cada mañana cuando debía cruzar de su dormitorio a las escaleras al otro extremo del pasillo.
El contacto de los pies descalzos del joven con el frío y brillante piso de parquet se repetía cada mañana a diario mientras caminaba por aquel lugar. Las paredes color beige oscuro le daban más sobriedad aún. Cuadros de la época, jarrones de porcelana, mesas de madera y mármol, entre otros preciados objetos llenaban al menos un poco todo el espacio vacío y frívolo.
El joven se preguntaba a menudo ¿Cómo sería vivir en un hogar? Acogedor, cálido, eran palabras que para él no existían. Harry lo tenía todo, y a la vez no tenía nada.
Bajaba las escaleras forradas por una alfombra roja ya sin mirar abajo, conocía el camino de memoria, sabía donde pisar en cada uno de los veinte escalones sin necesidad de aferrarse a la baranda de madera y hierro que tenía a los lados. Las escaleras eran curvas formando un círculo en medio de ambas. Harry desde pequeño bajaba por la derecha y subía por la izquierda. Si, era algo tonto, pero estaba acostumbrado a eso.
Cruzaba el hall, el living principal y el comedor hasta al fin llegar a la cocina, donde cada mañana lo esperaba su desayuno.
-Buenos días joven Styles- Saludaba con amabilidad Fredd, el mayordomo.
-¿Qué tienen de buenos? Y soy Harry ¿Si? Harry- Repetía el joven poniendo sus ojos en blanco ¿Para qué tantos buenos modales? La verdad era que había sido más criado por Fredd que por sus mismos padres.
-Lo siento jove… Lo siento Harry, sabe que los señores de la casa quieren mantener el protocolo- Contestaba mientras le servía jugo al joven y éste comenzaba con su desayuno.
-Protocolo- Bufaba con desagrado –Maldito protocolo, malditos ellos, maldito todo- Comenzó con su nutritivo desayuno al cual Fredd lo tenía acostumbrado.
Pasado el mediodía el sr Styles hizo llamar a su hijo por una de las empleadas domésticas para que fuese a su despacho. El joven rápidamente fue hacia allá, el sr Styles no lo citaba en su despacho porque si. Uno, dos, tres golpes en la puerta y el grito de su padre desde adentro lo autorizó a pasar.
-Padre ¿Me llamaba?- En aquellos tiempos a toda persona mayor se la trataba de ``usted´´ no importaba cuan cercano fuese el vínculo.
-Toma asiento hijo- El hombre respondió sin siquiera verlo, estaba demasiado concentrado con el periódico que tenía frente a su cara.
Harry esperó más de cinco minutos sin decir absolutamente nada, en el despacho de su padre no se hablaba a menos que éste lo ordenase.
-Hijo…- Dijo al fin el hombre observando al joven –Tengo una muy buena noticia para darte- Exclamó el hombre con entusiasmo, ese entusiasmo que pocas veces se veía en el sr Styles –En dos meses hijo… ¡Te casas!- La reacción de Harry no fue para nada lo que su padre esperaba, se quedó callado, sin emitir sonido o movimiento alguno, solo mirándolo fijamente –Hijo ¿Qué pasa? Deberías estar feliz, ya no tienes que preocuparte por las solteronas que te perseguían, hablé con el padre de la joven y el pagará la boda, todo será perfecto- Harry cerró sus ojos fuertemente, tenía unas enormes ganas de llorar, la impotencia se apoderó de su cuerpo, pero era consciente de que este día iba a llegar tarde o temprano. –¡Dime algo hijo!- Ordenó su padre alterado.
-Padre le agradezco su preocupación hacia mí y hacia mi futuro. Ahora si me permite me gustaría retirarme para tomar un descanso- Dijo seriamente, en un estado neutro, parecía que habían arrancado todo sentimiento de su pecho y fuera manejado como un robot.
El sr Styles no quedó conforme con la respuesta de su hijo pero le dio el permiso para que sse fuera, y eso fue lo que hizo. El pobre Harry estaba perdido, desorientado, ni siquiera había pensado en preguntar quién sería su futura esposa porque eso no importaba, el jamás amaría a una mujer como ama a Amalia, la joven hija del mayordomo. Pero claro, sus padres jamás estarían de acuerdo, sería una vergüenza para la familia que un joven noble como Harry se casara con la hija del mayordomo.
El reloj de su mesa de luz marcaba las diecinueve horas con veinte minutos, debería levantarse o le sería imposible dormir a la noche. Se sentó en la cama y sintió su nombre tras la puerta.
-Harry, hijo ¿Puedo pasar?- Esa dulce voz provenía de su madre, de quien había heredado sus verdes ojos y cabellos rizados.
-Pasa madre- La sra entró y lo miró apenada, sabía por lo que su hijo estaba pasando, pero no sabía realmente como se sentía al saber que su futuro estaba armado lejos de la mujer a la cual el amaba.
-Hijo, tu padre recién me dio la noticia y dice que no tomaste muy bien el tema del matrimonio ¿Qué te está pasando?- A diferencia de su padre, la mujer quería comprender que le pasaba a su hijo, sabía que no estaba bien, su mirada no tenía su brillo habitual desde ya hace un tiempo.
-Me tomó por sorpresa, nada más- Apartó la mirada.
-Harry, cariño, soy tu madre, no en vano estuviste nueve meses en mi vientre, algo te pasa hijo, puedes confiar en mí- Acarició el rostro del joven con dulzura. Ella no se daba cuenta, pero con solo esa caricia Harry sintió que su corazón quería empezar a latir de nuevo con fuerza. Sus padres no tenían idea de lo que su hijo los necesitaba, compartir momentos juntos, un simple abrazo. Harry ya no recordaba cuando había sido su último abrazo.
-Estoy bien madre, estaría mejor si me lo preguntaras más seguido- Respondió con una media sonrisa volviendo a mirarla. La mujer sintió como su corazón se estrujaba ¿Cómo era posible que una madre no se diera cuenta que su hijo solo necesitaba más atención? Se abalanzó sobre él abrazándolo con fuerza, el respondió al abrazo con esperanza de que todo no podía ser tan malo como se lo dibujaba.
-Lo siento tanto hijo, no es fácil casarse con un desconocido, pero pasado el tiempo te acostumbras y le tomas cariño a la otra persona- Harry sentía que su hombro se humedecía, las lágrimas de su madre no se contenían pero él no podía decir nada, estaba mudo, por un lado amaba a la persona que le había dado la vida pero por otro la desconocía. Ese abrazo se sentía bien pero era extraño. Harry no tenía claro como demostrar sus sentimientos ya que a él nunca se los habían demostrado. –Harry… Hijo…- Habló la mujer con su voz temblorosa separándose de a poco de aquel abrazo. –Esta noche la familia Miller vendrá a cenar con nosotros, tu padre quiere que te pongas el traje de gala- Él la miró extraño. Harry solía vestir siempre formal pero el traje de gala para una cena en casa debería ser una familia muy especial.
-¿Quiénes son ellos?- Preguntó con curiosidad.
-Rebecca Miller es tu futura esposa hijo- Dijo la madre luego de tomar un largo respiro. Harry se levantó de la cama de golpe y caminó hacia el armario con bronca, tenía necesidad de gritar pero sabía que no era correcto comportarse de tal manera con su madre, pero… ¿Acaso era correcto que ellos decidieran con quien debería compartir su vida? Revolvía aquel mueble hasta que sacó el traje del cual habían hablado.
-Necesito privacidad para cambiarme madre- Pidió entre dientes sin siquiera mirarla, ella no emitió sonido alguno, solo se sintió cuando la puerta se cerró por fuera. Harry se sentía destrozado. Fuera de esa habitación todo estaba bien, pero dentro, el aire era tenso y no había pensamientos que pudieran hacer de aquel momento algo positivo.
Pasó un largo rato allí encerrado, viéndose al espejo y solo odiándose a si mismo por no ser capaz de enfrentar la situación. Ya era tiempo de bajar, el reloj marcaba las veintiuna horas, justo cuando todo se terminaba de preparar para la cena.
Nunca bajó tan despacio por aquellas escaleras. Un exquisito aroma provenía de la cocina y voces entusiastas mezcladas con risas venían del comedor.
-¡Harry!- Exclamó su padre con alegría al verlo entrar. –Ya era hora de que llegaras hijo. Ellos son los Miller- Harry sonrió sin ganas dándole la mano al señor, besó la mano de la señora y luego se paró frente a la joven. Su cabello era rubio casi dorado lleno de rizos, su tez era blanca pálida y sus ojos de un hermoso celeste.
-Mi nombre es Rebecca- Se detuvieron a mirarse hasta que Harry reaccionó y tomó su mano con delicadeza para besarla.
-Es un placer… Soy Harry- Las familias de ambos los miraban con emoción, pero al ver que no emitieron más palabras el sr Styles rompió el silencio.
-Fredd, la cena por favor- El mayordomo asintió y fue a la cocina en busca de los alimentos mientras todos se sentaban a la mesa.
Rebecca era una joven hermosa, así la veía Harry. Harry era un joven hermoso, así lo veía Rebecca. Pero ninguno de los dos veía un futuro juntos. Los únicos que hablaron durante toda la cena fueron los adultos, que bromeaban hablando del casamiento y cada tonto detalle. Los jóvenes se miraban por momentos pero no había ningún tipo de conexión.
La cena no fue tan mala para Harry después de todo, no se había sentido incómodo ya que pocas palabras cruzaron con su futura esposa. Ya era tarde y todos se habían ido, sus padres dormían en su habitación y Harry se había tirado en la cama tan solo a mirar el techo mientras solo una persona invadía sus pensamientos, Amalia. Sus pensamientos se vieron estorbados cuando un fuerte trueno sonó. Los relámpagos no cesaban ni tampoco la lluvia. En esas noches se le hacía muy difícil dormir y más luego de la siesta que había tomado en la tarde. Se quitó el moño y desabrochó los primeros botones de su camisa, se levantó sin estar muy seguro de que hacer y decidió ir por un vaso de agua a la cocina. Caminaba descalza y a oscuras, lo único que iluminaba la noche eran los relámpagos a través de los ventanales. Por eso al joven se le hizo extraño ver la luz de la cocina prendida y con sigilo se acercó. Para su grata sorpresa, Amalia se encontraba allí bebiendo un poco de champagne que había quedado de la cena.
-Buenas noches- Saludó el en un tono suave para no asustarla, pero aún así lo hizo. La chica volteó de golpe pero respiro aliviada al ver que tan solo era Harry.
-Me asustaste, creí que eras tú…-
-¿Mi padre? Yo también le tengo miedo- Ambos rieron. Ese fue el comienzo de una charla que duró vario rato mientras descorchaban más botellas. Habían tomado demasiado y ninguno de los dos estaba acostumbrado a eso. Harry se sentía más libre, con ganas de gritar y expresar sus sentimientos y por eso luego de algunas risas seguidas por un breve silencio se acercó a la joven Amalia y sin previo aviso la besó. Sus manos fueron a sus caderas y todo estaba bien hasta que ésta reaccionó y lo empujó de golpe.
-Harry ¿Qué haces? ¿Te has vuelto loco? Soy yo, Amalia- Estaba muy confundida, no significaba que aquel beso no le hubiese gustado, por el contrario, pero sabía todo lo que por lógica la separaba de Harry.
-No no no ¡No estoy loco! Por primera vez estoy haciendo algo que realmente siento- Gritó alterado a lo que la joven se puso nerviosa y creyó sentir pasos hacia la cocina por lo que salió corriendo por la puerta de servicio. -¡Amalia!- Harry la siguió sin pensarlo, la lluvia era intensa, tanto que sus golpes dolían si pegaban directo en su cara. Avanzaba entre la oscuridad como podía hasta que al fin la vio, ya cerca de la salida hacia la carretera. -¡Amalia!- No lo escuchó, pero se detuvo por el cansancio, su ropa pesaba demasiado y era difícil luchar contra aquel temporal. –Amalia…- Dijo exhausto Harry cuando al fin estuvo cerca de ella.
-¡Harry! Esto está mal, muy mal y lo sabes- Aunque su rostro estuviese empapado podía ver en sus ojos lágrimas que brotaban.
-¿Y qué es lo que está bien? ¿Qué tenga que pasar el resto de mi vida con una desconocida en vez de pasarla junto a la mujer que amo?- Si estaba ebrio, pero completamente seguro de lo que decía. –Amalia ¡Yo te amo!- El tomó sus manos mirándola fijamente a los ojos. El sentimiento era mutuo. Pero ella se soltó y le dio la espalda comenzando a caminar sin rumbo.
-¡Esto es imposible Harry! ¡No tiene sentido y lo sabes!- Su voz se quebraba pero el la seguía, no pensaba dejarla sola.
-Amalia si prometes que te quedarás a mi lado estoy dispuesto a huir de todo, de esta familia, de esta vida hipócrita, solo por estar a tu lado- Ella volteó para verlo emocionada creyendo que tan solo sería un sueño más.
-No sabes lo que dices, estás ebrio-
-Te amo, se lo que digo, estoy seguro de cada palabra- No hubo respuesta por parte de ella por lo que se acercó y nuevamente intentó besarla, ahora si cumpliendo con su objetivo. El romántico momento fue interrumpido cuando Harry vio dos siluetas de negro acercarse a ellos. De inmediato, se paró frente a Amalia para protegerla.
-¡Dame todo lo que tengas! ¡Rápido!- Gritó uno de los sujetos. Ambos con armas en las manos.
-¡Pero no tengo nada!- Contestó él sintiendo como Amalia lo agarraba fuerte llena de temor. Vio su reloj de muñeca y se lo quitó dándoselo al maleante.
-¿No era que no tenías nada? ¡No me gustan los mentirosos! Tomó el reloj guardándoselo en el bolsillo pero no feliz con esto apretó el gatillo directo al pecho de Harry. Amalia gritó desesperada sin soltarlo, pero él no podía mantenerse estable y mientras llevaba una de sus manos directo a la herida murmuró la palabra ``corre´´ pero ella no pudo. El cuerpo de Harry estaba ya en el suelo con sus ojos abiertos y su cara reflejando asombro por lo que acababa de pasar.
-Te… te a…- Esas fueron las últimas palabras, todo fue muy rápido, de un momento a otro Harry estaba muerto. Los maleantes reían disfrutando el terror en los ojos de la joven que se levantó comenzando a correr sin éxito, porque casi enseguida estos dos la alcanzaron y amarraron llevándosela. Taparon su boca hartos de sus gritos desgarradores y la tiraron al suelo. El golpe la dejó casi inconsciente. Pero lamentablemente no tan inconsciente como para no sentir como estas dos bestias abusaron de ella. Luego, el gatillo fue jalado nuevamente impactando en Amalia, quien perdió la vida de inmediato.
Hasta ese momento Amalia era una joven pura e inocente con una suerte lamentable. Las puertas del cielo estuvieron abiertas para ella, quien esperaba que su amor, Harry, llegase. Pero eso nunca sucedió. Él estaba lleno de odio, de impotencia, de dolor y de mentiras que no permitieron que su alma descanse en paz. Tan solo era un alma triste que rondaba entre los vivos convirtiéndose en un ser oscuro que se encargó de torturar a sus asesinos y hacerles pagar por lo que habían hecho con su amada.
- i will survive|n.c:
- Capitulo 2Si la vida te da dinero ¡Gástalo!Roxane Blackwood.
Mis ojos no tenían ganas de abrirse, pero luego de una lucha interna ordené que lo hicieran. Desde la cama miré hacia la ventana aún debajo de mis sabanas. Las cortinas estaban quietas, y apenas podía ver lo que había detrás de ellas.
Luego de un placentero desperezo me levanté. Caminé descalza hasta llegar al baño. Abrí las canillas de la ducha y cuando el agua estuvo templada me puse debajo de ella cerrando mis ojos, dejándola correr por todo mi cuerpo. Tenía muchas ganas de que este baño fuera muy extenso, me hubiese encantado llenar la bañera de sales y reposar un rato en ella, pero no, hoy no podía ser.
Había pasado un largo rato, nose cuanto, había perdido la noción del tiempo por lo cual decidí cerrar las canillas y terminar con mi baño matinal. Mi pelo chorreaba agua, por eso, fue lo primero que envolví en una toalla, luego utilicé otra alrededor de mi cuerpo y salí nuevamente a la habitación dejando un camino de agua por donde pisaba.
Cuando mi cuerpo estuvo totalmente seco puse en él la ropa interior de color blanco, camine hacia mi guardarropas y de él saqué, una camisa blanca, holgada, de una fina tela que dejaba ver un poco lo que había debajo. Luego de colocármela dejando tres botones desabrochados, seguí husmeando hasta encontrar una corta falda color dorado la cual me coloqué antes de mirarme en el espejo.
Di vuelta hacia un lado, hacia el otro, de frente, y como pude girando mi cabeza observé por detrás. Me veía bien, la camisa lucia sexy y la falda pegada al cuerpo me quedaba fenomenal. Fui hasta el estante de los zapatos y me puse unos de mis favoritos. Esos zapatos me enamoraron cuando los vi, si, ese sí que fue amor a primera vista. Esta sería la segunda vez que los usaría, son para ocasiones especiales y no combinan con cualquier cosa, no. Eran de un dorado brillante casi en su totalidad, excepto en el fino taco y la plataforma en punta redonda, si me hubiesen dicho que eran de oro, lo hubiese creído, aunque por el precio deberían tener algo de oro. Recordé que tenía un sobre dorado y lo busqué hasta que al fin lo encontré, era difícil encontrar algo allí adentro por más que estuviera todo perfectamente organizado. Ese guardarropas de ensueño era casi del tamaño de la suite que papá me había conseguido, y sí, la suite era grande.
Fui al baño en busca de maquillaje. Coloqué apenas un poco de rubor, delineé mis ojos con lápiz negro, una fina línea por debajo y la de los párpados más gruesa. El negro resaltaba muchísimo el celeste de mis ojos, mascara de pestañas negra por supuesto, terminando con mis ojos. Ahora sí, labial, escogí uno color durazno, bien suave, solo para dar brillo.
Encendí el secador a toda potencia logrando que muy rápido cumpliera con mi objetivo. La verdad era que nunca fui buena para peinarme, por eso iba al salón de belleza o le pedía a alguna de mis amigas, pero hoy no tenía esa opción. Pensaba llevarme a dos de mis amigas para pasarla bien, pero ya tenían planes para estas fiestas, nunca había viajado sola, o si lo había hecho pero en avión, el viaje es más corto ¿Qué haría en el crucero? No me lo había preguntado hasta el momento. Probablemente habría chicas y chicos rondando mi edad para sociabilizar, rogué al cielo que así fuera. Esta sería la primera vez que viajaría en crucero un trayecto tan largo y sola, todo va a estar bien, si, mente optimista.
Planché mi pelo hasta dejarlo completamente lacio y sedoso, era lo único que sabía hacer, pasarme la plancha, y con suerte que esta vez no me quemé.
Salí hacia el balcón para dar una última mirada a esa hermosa vista –Ya volveré Londres- pensé en voz alta volviendo a entrar en busca de mis valijas. La vista de mi suite desordenada y rastros de agua por el piso fue lo último que vi antes de cerrar la puerta ya fuera de mi habitación.
{…}
La vista del puerto era hermosa, había muchísimas personas abordando mientras otras desde abajo saludaban a parientes o amigos y otras simplemente venían a ver desde afuera el crucero. Me sentí un poco mal viendo tanta gente dándole afecto a quienes se iban y yo sola, subía con mis dos valijas. Luego de que entregué mi boleto, un joven empleado me llevó hacia mi camarote. Era un bello día pero el viento soplaba fuerte en la costa, lo que hacía que mi cabello rubio volase de aquí para allá.
-Señorita, adelante por favor- Habló aquel muchacho cediéndome el paso y entrando tras de mí para dejar las valijas. -¿Desea algo más?- Me entregó las llaves.
-No gracias, puede retirarse- Dije sin siquiera mirarlo, no noté el momento en el cual quedé sola en aquel lugar. Estaba maravillada, realmente era de lujo. Tenía una cama de dos plazas solo para mí. Sillón de dos cuerpos frente a un televisor que muy probablemente no utilizaría, una mesa de vidrio con dos sillas a tono, un armario de madera rústica. Luces dicroicas, de esas que están pegadas al techo, una ventana redonda tras cortinas color marfil que daba una hermosa vista al mar y todo ambientado en un tono beige, clásico y moderno a la vez. Entré al baño, era perfecto, con todas las comodidades, bañera con ducha e hidromasajes, inodoro, pileta en mesada de mármol color claro. Un ambiente blanco y relajante. Mi padre realmente me conocía y sabía mis gustos, esto era perfecto para mí. Me tiré sobre la cama mirando al techo, ya decidiría que haría después.
Ficha terminada... Si hay algo mal me avisas Pau!
Invitado
Invitado
Re: Remember me {audiciones abiertas} {n.c}
vicstyles escribió:
Daphne YoungCara DelevingneDaphne era una chica alegre, simpática y divertida, que confiaba en todos y no creía realmente que la maldad existiese, pero se equivocó, se equivocó mucho. Ella se enamoró perdidamente de Harry quien le propuso comenzar a salir seriamente, vivían a tan solo unas casas de por medio, pero luego él cambió. Todas las promesas de amor que le había hecho se desaparecieron junto con él. No fue capas de advertirle a Daphne que se iría en busca de sus sueños, que se presentaría en the X factor a probar suerte. Claro que al verlo en el programa ella se emocionó mucho y por eso en la primera gala cuando Harry era parte de la nueva banda ''one direction'' fue a verlo. Cruzaron miradas, el enseguida la vio pero estaba en medio de su presentación, demasiado concentrado en eso. Luego de que el programa terminó y la gente ya estaba saliendo Daphne preguntó donde podría encontrar a Harry y tanto pero tanto lo buscó que terminó encontrándolo. Lo abrazó, lo besó y le dijo lo orgullosa que estaba de él, que ella estaba segura de que triunfaría porque estaba escrito en su destino y lo merecía. Fueron pasando las semanas y ella seguía yendo a ver sus presentaciones y también lo seguía por tv e internet durante la semana pero nunca la había nombrado ante las cámaras. Ya se veían muy poco, la banda se estaba volviendo popular y no los dejaban interactuar mucho con el público. Harry estaba aislado de todo mientras estuvo en the X factor ¿Pero después? La banda no ganó, quedó en un tercer puesto, Daphne creía que al fin todo volvería a ser como antes pero no fue así. Él termino su relación con ella, diciendo que en ese momento lo primordial era su sueño y no podía dedicarle tiempo a ella. La chica se dio cuenta que no era aquel Harry de Holmes que ella conocía, el que trabajaba en la panadería y era amable y servicial con todos. Ese Harry había quedado en el pasado y desapareció por completo cuando la banda se hizo aun más conocida alrededor del mundo. Daphne pensaba apoyarlo en todo, estaba dispuesta a esperarlo pero el no tenía tiempo para ella. La joven tampoco era la misma, pasando el tiempo y los años maduró y se dio cuenta que Harry probablemente nunca la haya amado como ella a el. Por eso, cansada de seguir pensando en el y verlo en todos lados en posters, revistas, carteles, todo el tiempo decidió que era hora de recordarle que ella existía. Ella quería que la recuerde. Y estaba dispuesta a conseguirlo como sea. Ya la nena dulce e ingenua había quedado atrás, ahora solo quería que Harry pasara por el mismo dolor que ella había pasado por su culpa.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- gangster paradise|n.c:
Capitulo 003Kill or don't kill, that is the question»?????
Ser parte de una pandilla no es fácil, ser un delincuente no es fácil, ser un asesino no es fácil, pero es lo que me tocó. Siempre pensé que el destino tendría algo bueno preparado para mi vida pero no fue así. Lo único que he tenido hasta el día de hoy son fracasos, pérdidas y problemas. ¿Qué porque no me mato? No crean que esa idea no ha pasado por mi cabeza, pero eso es cosa de cobardes, yo no soy un cobarde, yo afronto las situaciones que se me ponen delante e intento superarlas de la mejor manera. Lo único que tengo actualmente es a Gemma, mi hermana menor y a Anne, mi madre. Son las únicas mujeres que respeto en esta vida, porque se ganan mi respeto y admiración a diario. Mientras Anne trabaja doce horas diarias en una fábrica textil la cual le pagan miserias, Gemma estudia y quiere ser universitaria. Y yo, yo bueno… Vendo drogas a los infelices que dependen de ellas. Anne piensa que trabajo en una discoteca y por eso el buen salario, nunca podría decirle que desde que esos malditos mal nacidos mataron a papá a sangre fría me metí en la pandilla rival para cobrar venganza. Los tres sufrimos intensamente el asesinato de mi padre, pero Gemma y Anne nunca quisieron tomar cartas en el asunto, la maldita policía decía que tenía abierto el caso pero jamás hubo respuesta, por lo que decidí tomar justicia por mano propia. Pero esos tres desgraciados no merecían morir de un balazo, no, antes debían sufrir todo lo que mi familia sufrió por su culpa. Estaba hecho una mierda de persona, pero ¿Qué más da? No tengo nada que perder y necesito el dinero para sacar a mi familia adelante y añejarlas de este maldito y peligroso lugar.
Las calles estaban casi desiertas aquel sábado a la medianoche. La gente se concentraba unas cuadras alejadas del callejón entrando a la discoteca.
-Styles ¡Qué bueno verte!- Se acercó aquel hombre grande, cabello negro, tan negro como aquella noche, al igual que sus ojos y barba. Me saludó con la mano y yo solo respondí con el mismo gesto.
-Lo mismo digo Henry ¿Para qué me citaste acá?- La curiosidad mató al gato dicen, debo tener balazos por todo mi cuerpo entonces.
-Te tengo un trabajo perfecto para vos y de muy buena paga- Parecía que el signo de dólares brillaba en sus ojos, a ese maldito le importaba el dinero, nada más. Vivía como un rey a costa de tipos como yo que cumplíamos sus órdenes por un puto ingreso monetario a nuestras familias.
-Habla, sabes que me interesa- Me crucé de brazos mientras esperaba respuesta.
-Eric Tyland es un nene de mamá y papá que está pasando los límites de mi confianza. La historia es que me debe bastante dinero y se excusa en que no sabe de dónde conseguirlo-
-No me interesa la historia, quiero saber que querés que haga- Odiaba que le den vueltas al asunto, me gusta lo concreto y rápido, sin rodeos.
-Tranquilo Styles, quiero que le des un buen susto a diario hasta que me pague, amenázalo con lo que sea necesario, averigua más de su familia si tiene novia o lo que sea y presionalo con eso-
-Esto es demasiado fácil para mi, pensé que hablábamos de alguna entrega por unos cuantos grandes- Bufé con pesadez, este tipo de cosas las hacía cuando recién empezaba con unos quince años, de eso ya pasaron cinco y no estoy para tonterías.
-¿Aceptas o no? Es una buena paga y te la quiero dar a vos porque te conozco, sino busco algún otro que ande desesperado y sabes que lo agarran enseguida-
-Acepto- Giré mis ojos resignado –Lo que sea, necesito el dinero-
-Tranquilo Styles, sos cumplidor y te conozco, por eso te voy a dar un adelanto para que veas que soy bueno- Reí irónicamente ¿Bueno? Por favor, esa palabra no existe en el diccionario de un pandillero como él. Sacó de su bolsillo trasero la billetera que estaba bastante gorda en comparación con la mia y depositó parte del dinero en mi mano. –Espero que esto alcance- Nose que tendría de importante el idiota al cual tenía que asustar pero hacía tiempo que mis ojos no veían tanto dinero junto. –Voy para el lado de tu casa ¿Te arrimo?-
-¿Estás loco? Me queda mucha noche por recorrer, además tengo unas entregas menores para los nenes bien que vienen a este antro asqueroso- Dije con asco pero a la vez reí, en ese baile se concentraban idiotas agrandados con plata de sus padres que cumplen todos sus caprichos.
-Esa es la actitud Styles, nos vemos- Se subió al auto y se fue.
Caminé hasta el baile y luego de que estuve dentro fui a mi lugar habitual, me recosté en la pared y crucé mis brazos esperando a los clientes. Fueron llegando de a poco, ya no me quedaba más mercadería, o si pero para uso propio por lo que decidí irme a buscar diversión en un lugar mejor. Subí a mi moto y encendí el motor e iba a arrancar cuando escuché un nombre que me llamó la atención de parte de una chica.
-¡Eric! ¡Quiero que me vengas a buscar! ¿Qué parte no entendés? Este lugar esta asqueroso y perdí a mis amigas, no me atienden el teléfono deben estar borrachas por ahí o en la cama de alguno-
Era linda, muy linda, solo la veía de atrás porque estaba dándome la espalda pero podía ver que era rubia y eso me bastaba, las rubias me pueden y yo puedo con ellas.
-¡Idiota! ¡Matate!-
Cortó el celular y comenzó a caminar hacia la avenida principal, seguro iba a buscar un taxi y yo estaba ahí para impedirlo. Arranqué mi moto y me detuve a su lado sin apagar el motor. –Hola ¿Querés que te lleve a algún lado?-
-¡No!- Respondió sin siquiera mirarme muy molesta.
-¿Mala noche? Yo se de eso, pero te puedo ayudar a mejorarla- Bufó sin dejar de caminar –Tengo una moto, combustible, plata encima y facha de sobra- Reí y al fin me miró.
-¿Cerebro no tenés no? Se nota- Volvió su vista al frente sin detener su paso veloz.
-Hey que mal humor, solo quiero ayudarte y hasta que no me dejes no te voy a dejar en paz-
-Ok- Se detuvo a mirarme más detenidamente y al parecer le gustó lo que veía. –Llevame a mi casa-
-Subí dale- Hizo caso y se agarró de mi –Ya empezás a tocar y ni siquiera me moví- Reí a lo que ella me soltó enseguida e iba a bajarse pero la detuve con mi brazo –Era chiste, cambia esa cara que es muy linda como para estar siempre seria-
-Dejate de chamullo y arrancá de una vez nene- Reí y aceleré la marcha, esta chica me caía bien aunque me tratara peor que a un perro callejero.
-¡Harry Styles!- Grité ya que por el movimiento no nos escuchábamos bien.
-¡¿Qué?!-
-¡Harry Styles! ¡Ese es mi nombre!- La veía por el espejo retrovisor y me daba un poco de miedo quedar idiotizado viéndola y terminar en el suelo -¿¡El tuyo!?-
-¡Polly! ¡Polly Tyland!- Gritó sin mucho interés, de verdad le importaba poco estar conmigo, eso no es normal en una chica ¿Sería lesbiana? Mi mente se detuvo al procesar el nombre que había mencionado ¿Tyland? Esto era demasiado bueno para ser verdad.
-¿¡Tu hermano como se llama!?- Tenía que sacarme esa duda.
-¡Eric!- Hizo una leve pausa en la que mi sonrisa aumentó considerablemente - ¡Hey! ¿¡Que te importa!?-
-¡Curiosidad linda!- Frené en un semáforo y cuando voltee a ver se había bajado y había empezado a caminar sobre la acera. -¡Hey! ¿A dónde vas? ¿Estás loca?-
-¿Te pensaste que le iba a decir a un desconocido donde era mi casa?- Rió con ironía y detuvo un taxi con su mano al cual se subió.
-¡Loca!- Le grité todavía sin poder creer lo que había hecho y ella solo respondió sacando su dedo intermedio por la ventana para luego desaparecer a lo lejos con el taxi. Se había metido justo con la persona equivocada. Hasta que no terminara en mi cama no iba a parar.
- teen idle|n.c:
Cap 07 Narra Claire
Año 2009|Último día de clases|Baile de graduación.
Era el día perfecto para ser el último. No encajaba con como yo me lo imaginaba, gris, gris por completo. No porque lo quisiera, sino porque graduarme significaría dejar el secundario para irme a la universidad, y graduarme e ir a la universidad significaba alejarme de Louis, para siempre.
No somos la pareja perfecta, no, ni cerca estamos de eso, pero nos complementamos. Yo soy feliz cuando estoy con él y sé que él es feliz cuando está conmigo.
La puerta sonó y corrí desde la cocina donde estaba terminando con el desayuno, hacia ella para abrirla.
-Buenos días- Dijo sonriente sin esperar respuesta y se abalanzó hacia mí tomándome por la cintura no sin antes pegar sus labios contra los míos. Yo solo sonreí, ni loca me separaría de ese beso. Comenzó a dar pasos hacia adelante obligándome a mí a dar pasos hacia atrás. Levantó su pierna hacia atrás y con ella cerró la puerta de un golpe seco.
¿Intenciones de soltarme? No, ni una sola.
-¿Cómo… ama… neciste?- Preguntó sin separar por completo sus labios de los míos.
-Mm… muy… muy bien- Mis manos se habían cruzado tras su cuello para no dejarlo ir, para que no fuera a apartarse de mí sino hasta que yo lo decidiese.
Nuestros labios se separaron pero no para alejarnos. Rozó su nariz con la mía de un lado a otro de una manera muy enternecedora, no podíamos dejar de sonreír.
Desayunamos, dejamos la cocina en orden nuevamente, tome mis cosas, él las suyas y salimos rumbo al secundario. No era muy lejos y menos en el auto de Louis, por lo que en diez minutos ya estábamos allí.
-¿¡Llegamos tarde!?- Pregunté exaltada al no ver a nada en los alrededores como había cada mañana.
-Hey, es el último día ¿Quién se preocupa por llegar en hora?- Dijo despreocupado y riendo, seguro mi cara había sido muy graciosa.
-Lo siento, simple costumbre- Sonreí apenas y agaché la cabeza. Era el último día, también era consciente de eso. Suspiré sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas.
-¿Claire? ¿Claire estás bien?- Se acercó a mi preocupado y levantó mi cara con delicadeza notando aquellas lágrimas que querían salir. –Oh no Claire ¿Dije algo malo? Lo siento lo siento soy un bruto- Me abrazó con fuerza e hice lo mismo escondiéndome en su pecho.
-No dijiste nada malo, solo dijiste la verdad- Hablé casi en susurro y no veía su cara, pero sentía el aire de un suspiro que infló su pecho, no necesitaba respuesta ante eso.
-El baile- Exclamó con poco entusiasmo y se separo un poco de mí para poder mirarnos.
-¿Qué hay con eso?- Pregunté mientras él secaba mis lágrimas suavemente con su dedo índice.
-Todavía nos queda el baile- Lo quedé mirando sin omitir sonido alguno –Baile de graduación ¿Te suena? Esta noche…- Esperó que dijera algo pero no lo hice. –Claire- Tomó mis manos con las suyas. –Ésta noche es nuestra ¿Si? Disfrutemos el momento y después hablaremos de lo demás ¿Está bien?- Asentí con la cabeza. –Hey, decime algo. Si querés pégame o insúltame pero hace algo por favor- Dijo chistoso, lo que provocó una sincera sonrisa en mi rostro. –Ahora sí, mucho mejor- Caminamos hasta la puerta de entrada. –Paso por ti a las ocho ¿Está bien?-
-Perfec…- No había podido terminar de dar mi respuesta que ya había vuelto a besarme.
-Ya, entremos antes de que nos maten- Rió y fuimos juntos al salón.
Caminábamos entre tiendas con Lindsay en busca de nuestro vestuario para la noche. La verdad es que nunca fui del tipo de chicas que se enloquecen por las compras, pero con Linds todo era divertido y nunca podía decirle que no.
-¡Este!- Gritó con emoción y tomó mi brazo arrastrándome dentro de la tienda.
-Hey amiga tranquila, no se evaporará, aquí está- Reí ante tanta efusividad.
Le pedimos a la chica de la tienda que nos llevase a los probadores y eso hizo. Ya habían pasado unos diez minutos y Linds aún no salía. -¿Todo está bien ahí dentro?- Sentí un si como respuesta y acto seguido la cortina del probador se corrió para mostrarme a quien sin dudas merecería ser la reina del baile. –Oh Lindsay ¡te queda hermoso!- Miré de arriba abajo, parecía hecho a su medida, era realmente perfecto para ella. –A ver linda, voltea-
-A mi también me gusta como me queda- Dijo mirándose frente al espejo de todas las maneras posibles. –Este es, si, sin duda, me lo llevo-
Luego de eso paseamos otro rato por el centro comercial, compré mis zapatos y vestido al igual que ella y paramos a tomar algo. De pronto, la vi tiesa, mirando a un punto físico y me acerqué rápido a ella. -¿Qué pasa?-
-Es Liam- Respondió sin siquiera mirarme, yo llevé mi vista hacia donde ella pero veía mucha gente, demasiada.
-¿Estás segura?- Insistí, no quería creer que mi amiga estaba loca o algo así. No era la primera vez que algo así sucedía, pero nunca lograba ver al chico que ella describía.
-Completamente- Afirmó y al fin me miró, luego giró su cabeza en busca del chico pero no estaba, lo buscó mirando de un lado a otro, recorriendo todo el lugar con sus ojos pero el había desaparecido, como siempre lo hacía.
-Linds, vayamos a tu casa y aprontémonos para el baile, aún necesito que me peines y maquilles, sabes que no soy buena en eso- Logré quitarle una leve sonrisa y ya superando el mal momento nos decidimos en ir a su casa.
-Yo creo que estás más que lista, mírate- Dijo dándome un espejo el cual tomé para comenzar a analizar mi look. –Ya, dime que te gusta, porque me esforcé mucho y además porque te vez de película- Sonrió. Sí, me veía bien. Mi pelo recogido de una forma chic, los aretes, el maquillaje natural, realmente estaba más que conforme.
-Gracias Linds- Me levanté a abrazarla –Realmente nose que hubiera hecho sin ti- Ambas reímos.
-Ya, ya, no hay de qué ¿Eres mi amiga o no?- Asentí –Ok, esto hacemos las amigas- El lindo y amigable momento se cortó de golpe cuando casi sin querer miré el reloj de la habitación dándome cuenta la hora que se nos había hecho.
-¿¡19:30!?- Grité exaltada –Oh por dios, debo irme, Louis pasará por mí a las 20 y aún estoy aquí- Tomé mis bolsas con el vestido y los zapatos.
-Ya niña calma, te llamaré un taxi, bajemos- Ambas bajamos con apuro las escaleras, para mi suerte el taxi llegó de inmediato. –Cuídate, nos vemos en el baile- Sonrió y nos despedimos con un beso en la mejilla.
-¡Gracias! ¡Te quiero!- Grité bajando la ventanilla del automóvil que casi enseguida arrancó.
Ya estaba lista, mi vestuario estaba completo, solo faltaba que… -¡Yo voy!- Grité cuando sentí el timbre y corrí hacia la puerta.
-Woow- Exclamó mirándome de arriba abajo, tomó mi mano y me hizo girar ante él. –Simplemente hermosa- Besó mis labios brevemente, en las mañanas no, pero a la noche mis padres si estaban en casa y ambos preferíamos guardar todo ese amor para más tarde.
-¡Louis cuídame a la niña!- Gritó mamá desde el sofá logrando que me ponga colorada.
-¡Ya má, cállate! ¡Adiós!- Saqué a los empujones a Louis de la casa mientras el reía. –No es gracioso Louis, vamos sabes que me da vergüenza-
-Lo sé, pero no entiendo el porqué-
-Ya, mejor vayamos al baile de una vez- Negó con la cabeza dejándome sin entender -¿Qué? ¿Qué pasa ahora?-
-¿Y te atreves a preguntarlo?- Se puso serio de repente. Oh oh, algo no sonaba bien en su voz, pero realmente no entendía de que hablaba.
-Louis lo siento, pero nose de que me hablas- Dije hasta con un poco de temor.
-¡Estoy vestido de traje! ¿No vas a decirme nada de cómo me veo?- Dijo haciéndose el enojado pero enseguida se echó a reír.
-Eres un tonto Tomlinson, de verdad me asustaste- Le dí un breve beso –Realmente pareces salido de un cuento de Disney, el príncipe Tomlinson, hasta suena bien- Ambos reímos.
-Ya vamos linda, no querrás perderte el baile-
-Por nada del mundo-
El baile estaba siendo muy divertido, nos separamos solo un rato en el cual yo fui con Linds y el con sus amigos.
La medianoche estaba cerca, sentía que el cuento estaba por llegar a su final y así era, Louis se iría de vacaciones al norte, yo al sur y luego no volveríamos a vernos ya que su universidad quedaba muy, demasiado lejos de la mía.
-¿Porqué no salimos a caminar un rato?- Propuso suave a mi oído mientras bailábamos pegados una canción lenta.
-Está bien- Respondí y tomó mi mano para salir de aquel baile.
Gritos, risas, mucha felicidad, en cambio nosotros nos íbamos alejando de todo el bullicio de los demás estudiantes en completo silencio ¿En qué estaría pensando? Louis no es de esas personas que se quedan sin palabras, sin dudas no lo es, algo estaba mal y ambos sabíamos que era.
Se frenó de golpe provocando lo mismo en mí y se me paró enfrente.
-¿Pasa algo Louis?- Pregunté con voz suave, las calles estaban iluminadas y las calles también, pero estaba totalmente desierto, en ese momento solo éramos él y yo, Louis y Claire.
-Sabes que pasa, ambos lo sabemos- ¿Había lágrimas en sus ojos? Oh no, esto no podía estar pasando. –Sabes… Nunca pensé que me enamoraría en el secundario. Y mucho menos de una casi nerd- Rió apenas al igual que yo, siempre quería ser fuerte, tal vez eso lo hacía sentir seguro, pero conmigo eso no era necesario. –Porque lo que yo empecé a sentir por vos se llama amor- Acarició mi rostro con delicadeza y unas lágrimas se desbordaron de mis ojos. –Vos no sos una chica más en la lista, nunca lo fuiste, vos sos LA chica que logró que el idiota de Louis Tomlinson se ponga cursi y diga cosas como estas- Soltó aire en un bufido, pero eso no era enojo, estaba conteniendo las ganas de llorar que tenía. –Claire…- Dijo con dulzura y seriedad –Quiero que vos seas la primera chica a la cual le haga el amor- Sentí que mi corazón latía más fuerte, estaba nerviosa sí, pero no asustada. –Y yo… yo quiero ser el primero en tu vida- Dejó caer algunas lágrimas que rápidamente secó con su mano.
-Te amo Louis- Confesé mirándolo fijamente a sus hermosos ojos y tomé su cara entre mis manos para besarlo lenta y tiernamente. –Yo quiero lo mismo que vos- Confesé con timidez a lo que el sonrió.
-¿Te das cuenta? Esos cachetitos rojos me enamoran- Dijo con ternura.
-Basta Louis, sabes que soy tímida- Reí nerviosa bajando la mirada.
-Hey, quiero que esos hermosos ojos no dejen de mirarme ¿Ok?- Levantó mi cabeza suavemente con su mano en mi mentón.
-Eso es imposible, tenemos que caminar y necesito ver hacia adelante- Reí con obviedad a lo que el negó y me alzó en sus brazos, cargándome como a una princesa. –Louis ¿Qué haces?-
-Yo siempre logro lo que quiero, ahora se que no vas a dejar de mirarme- Sonrió empezando a caminar, por momentos creía estar soñando pero no, esta era mi hermosa realidad. Nose a donde pensaba llevarme, ni como terminaría esta noche, solo sé que no quería pensar en nada que no fuéramos nosotros.
-Louis- Me miró de reojo sin frenar el paso. -¿A dónde me llevas?-
-¿Todavía no conoces este camino? No te hagas- Rió. Ya me había dado cuenta, estaba llevándome a su casa. La reconocí al verla a algunos metros. Esa casa donde habíamos hecho gran parte de nuestro proyecto de fin de año, donde nos habíamos dado el primer beso, y probablemente, en donde sería mi primera vez. Me bajó con delicadeza cuando estuvimos frente a la puerta para sacar sus llaves y abrirla.
-¿Vamos a estar solos?- Creo que era bastante estúpida la pregunta pero estaba nerviosa, muy nerviosa.
-Completamente, mis padres y hermanas ya comenzaron las vacaciones- Dijo yendo a la cocina -¿Querés tomar algo?- Volteó a verme pero yo solo negué con la cabeza por lo que el siguió su rumbo. –¡Si querés esperame en mi cuarto, ya subo!-
-¡Ok!- Respondí intentando sonar normal, nose si lo había conseguido. Un ejército de mariposas volaba dentro de mi.
Entré a su habitación. Todavía era como la de un niño, conservaba algunos juguetes, eso era tierno, el lo era. Me senté en la cama para sacarme los zapatos, realmente eran altos y ya los había tolerado demasiado.
Levanté la mirada y ahí estaba él, mirándome desde la puerta, yo también lo observé en silencio dedicándole una tierna sonrisa. Entró a la habitación mientras se quitaba y sacó y solo lo tiró a un lado. Se paró frente a mí y solo estiró sus manos para que yo las tomara, eso fue lo que hice levantándome.
-¿Estás bien?- Probablemente había notado un suave temblor que recorría mi cuerpo y mis manos sudorosas, si eran los nervios, inevitable.
-Muy bien, un poco… nerviosa- Mordí mi labio inferior sin deparar su mirada de la mía.
-No va a pasar nada que vos no quieras- Besó mis labios suavemente, tan suave que pareció tan solo un roce.
-Louis…-
-¿Qué?-
-Los dos estamos esperando lo mismo- Sonreí. Me moría de ganas de besarlo y abrazarlo hasta el cansancio pero no podía dar el primer paso. Probablemente el no quería apurarme y por eso estaba yendo despacio.
-Te amo- Llevó sus manos hacia el cierre trasero de mi vestido, el cual bajo despacio.
-Yo también te amo- Apartó la tela de mi cuerpo y dejó que cállese al piso. Solo me miró unos instantes y luego me besó, me besó como nunca antes, era un beso lleno de deseo, no quise pensarlo dos veces porque si lo pensaba probablemente no lo haría. Desaté su corbata que cayó a un lado para dedicarme a desabotonar su camisa. Quitó mi corpiño y yo su camisa. Él se encargó de dejar caer sus pantalones para luego con delicadeza recostarme sobre la cama.
El mundo estaba detenido en ese momento para ambos, el era mío y yo era suya. No pasó mucho tiempo más para que nuestras últimas prendas desaparecieran por completo.
Sé que nunca olvidaría esa noche, y estaba casi segura que tampoco él. Louis sin duda nunca podría ser considerado como uno más en mi vida, por más que nuestros caminos no fueran en la misma dirección, mi mente cuerpo y alma nunca olvidarían al primer hombre que me enseñó lo que es amar.
- in love with a ghost|n.c:
Capítulo 001
They don't know ive waited all my life
By Victoria:love
Enero de 1890, Londres, Reino Unido.
Era una mañana fría y lluviosa, se podía sentir el silbido del viento, como ferozmente sacudía los árboles y arbustos del jardín. La mansión Styles estaba desierta.
En el piso superior se encontraban todas las habitaciones con las altas puertas dobles cerradas. En aquella casa solo vivían cuatro personas, El señor Styles, la señora Styles, Harry, el único hijo que había tenido el matrimonio, y el mayordomo. ¿Porqué una mansión para tan solo cuatro personas? Harry se lo preguntaba cada mañana cuando debía cruzar de su dormitorio a las escaleras al otro extremo del pasillo.
El contacto de los pies descalzos del joven con el frío y brillante piso de parquet se repetía cada mañana a diario mientras caminaba por aquel lugar. Las paredes color beige oscuro le daban más sobriedad aún. Cuadros de la época, jarrones de porcelana, mesas de madera y mármol, entre otros preciados objetos llenaban al menos un poco todo el espacio vacío y frívolo.
El joven se preguntaba a menudo ¿Cómo sería vivir en un hogar? Acogedor, cálido, eran palabras que para él no existían. Harry lo tenía todo, y a la vez no tenía nada.
Bajaba las escaleras forradas por una alfombra roja ya sin mirar abajo, conocía el camino de memoria, sabía donde pisar en cada uno de los veinte escalones sin necesidad de aferrarse a la baranda de madera y hierro que tenía a los lados. Las escaleras eran curvas formando un círculo en medio de ambas. Harry desde pequeño bajaba por la derecha y subía por la izquierda. Si, era algo tonto, pero estaba acostumbrado a eso.
Cruzaba el hall, el living principal y el comedor hasta al fin llegar a la cocina, donde cada mañana lo esperaba su desayuno.
-Buenos días joven Styles- Saludaba con amabilidad Fredd, el mayordomo.
-¿Qué tienen de buenos? Y soy Harry ¿Si? Harry- Repetía el joven poniendo sus ojos en blanco ¿Para qué tantos buenos modales? La verdad era que había sido más criado por Fredd que por sus mismos padres.
-Lo siento jove… Lo siento Harry, sabe que los señores de la casa quieren mantener el protocolo- Contestaba mientras le servía jugo al joven y éste comenzaba con su desayuno.
-Protocolo- Bufaba con desagrado –Maldito protocolo, malditos ellos, maldito todo- Comenzó con su nutritivo desayuno al cual Fredd lo tenía acostumbrado.
Pasado el mediodía el sr Styles hizo llamar a su hijo por una de las empleadas domésticas para que fuese a su despacho. El joven rápidamente fue hacia allá, el sr Styles no lo citaba en su despacho porque si. Uno, dos, tres golpes en la puerta y el grito de su padre desde adentro lo autorizó a pasar.
-Padre ¿Me llamaba?- En aquellos tiempos a toda persona mayor se la trataba de ``usted´´ no importaba cuan cercano fuese el vínculo.
-Toma asiento hijo- El hombre respondió sin siquiera verlo, estaba demasiado concentrado con el periódico que tenía frente a su cara.
Harry esperó más de cinco minutos sin decir absolutamente nada, en el despacho de su padre no se hablaba a menos que éste lo ordenase.
-Hijo…- Dijo al fin el hombre observando al joven –Tengo una muy buena noticia para darte- Exclamó el hombre con entusiasmo, ese entusiasmo que pocas veces se veía en el sr Styles –En dos meses hijo… ¡Te casas!- La reacción de Harry no fue para nada lo que su padre esperaba, se quedó callado, sin emitir sonido o movimiento alguno, solo mirándolo fijamente –Hijo ¿Qué pasa? Deberías estar feliz, ya no tienes que preocuparte por las solteronas que te perseguían, hablé con el padre de la joven y el pagará la boda, todo será perfecto- Harry cerró sus ojos fuertemente, tenía unas enormes ganas de llorar, la impotencia se apoderó de su cuerpo, pero era consciente de que este día iba a llegar tarde o temprano. –¡Dime algo hijo!- Ordenó su padre alterado.
-Padre le agradezco su preocupación hacia mí y hacia mi futuro. Ahora si me permite me gustaría retirarme para tomar un descanso- Dijo seriamente, en un estado neutro, parecía que habían arrancado todo sentimiento de su pecho y fuera manejado como un robot.
El sr Styles no quedó conforme con la respuesta de su hijo pero le dio el permiso para que sse fuera, y eso fue lo que hizo. El pobre Harry estaba perdido, desorientado, ni siquiera había pensado en preguntar quién sería su futura esposa porque eso no importaba, el jamás amaría a una mujer como ama a Amalia, la joven hija del mayordomo. Pero claro, sus padres jamás estarían de acuerdo, sería una vergüenza para la familia que un joven noble como Harry se casara con la hija del mayordomo.
El reloj de su mesa de luz marcaba las diecinueve horas con veinte minutos, debería levantarse o le sería imposible dormir a la noche. Se sentó en la cama y sintió su nombre tras la puerta.
-Harry, hijo ¿Puedo pasar?- Esa dulce voz provenía de su madre, de quien había heredado sus verdes ojos y cabellos rizados.
-Pasa madre- La sra entró y lo miró apenada, sabía por lo que su hijo estaba pasando, pero no sabía realmente como se sentía al saber que su futuro estaba armado lejos de la mujer a la cual el amaba.
-Hijo, tu padre recién me dio la noticia y dice que no tomaste muy bien el tema del matrimonio ¿Qué te está pasando?- A diferencia de su padre, la mujer quería comprender que le pasaba a su hijo, sabía que no estaba bien, su mirada no tenía su brillo habitual desde ya hace un tiempo.
-Me tomó por sorpresa, nada más- Apartó la mirada.
-Harry, cariño, soy tu madre, no en vano estuviste nueve meses en mi vientre, algo te pasa hijo, puedes confiar en mí- Acarició el rostro del joven con dulzura. Ella no se daba cuenta, pero con solo esa caricia Harry sintió que su corazón quería empezar a latir de nuevo con fuerza. Sus padres no tenían idea de lo que su hijo los necesitaba, compartir momentos juntos, un simple abrazo. Harry ya no recordaba cuando había sido su último abrazo.
-Estoy bien madre, estaría mejor si me lo preguntaras más seguido- Respondió con una media sonrisa volviendo a mirarla. La mujer sintió como su corazón se estrujaba ¿Cómo era posible que una madre no se diera cuenta que su hijo solo necesitaba más atención? Se abalanzó sobre él abrazándolo con fuerza, el respondió al abrazo con esperanza de que todo no podía ser tan malo como se lo dibujaba.
-Lo siento tanto hijo, no es fácil casarse con un desconocido, pero pasado el tiempo te acostumbras y le tomas cariño a la otra persona- Harry sentía que su hombro se humedecía, las lágrimas de su madre no se contenían pero él no podía decir nada, estaba mudo, por un lado amaba a la persona que le había dado la vida pero por otro la desconocía. Ese abrazo se sentía bien pero era extraño. Harry no tenía claro como demostrar sus sentimientos ya que a él nunca se los habían demostrado. –Harry… Hijo…- Habló la mujer con su voz temblorosa separándose de a poco de aquel abrazo. –Esta noche la familia Miller vendrá a cenar con nosotros, tu padre quiere que te pongas el traje de gala- Él la miró extraño. Harry solía vestir siempre formal pero el traje de gala para una cena en casa debería ser una familia muy especial.
-¿Quiénes son ellos?- Preguntó con curiosidad.
-Rebecca Miller es tu futura esposa hijo- Dijo la madre luego de tomar un largo respiro. Harry se levantó de la cama de golpe y caminó hacia el armario con bronca, tenía necesidad de gritar pero sabía que no era correcto comportarse de tal manera con su madre, pero… ¿Acaso era correcto que ellos decidieran con quien debería compartir su vida? Revolvía aquel mueble hasta que sacó el traje del cual habían hablado.
-Necesito privacidad para cambiarme madre- Pidió entre dientes sin siquiera mirarla, ella no emitió sonido alguno, solo se sintió cuando la puerta se cerró por fuera. Harry se sentía destrozado. Fuera de esa habitación todo estaba bien, pero dentro, el aire era tenso y no había pensamientos que pudieran hacer de aquel momento algo positivo.
Pasó un largo rato allí encerrado, viéndose al espejo y solo odiándose a si mismo por no ser capaz de enfrentar la situación. Ya era tiempo de bajar, el reloj marcaba las veintiuna horas, justo cuando todo se terminaba de preparar para la cena.
Nunca bajó tan despacio por aquellas escaleras. Un exquisito aroma provenía de la cocina y voces entusiastas mezcladas con risas venían del comedor.
-¡Harry!- Exclamó su padre con alegría al verlo entrar. –Ya era hora de que llegaras hijo. Ellos son los Miller- Harry sonrió sin ganas dándole la mano al señor, besó la mano de la señora y luego se paró frente a la joven. Su cabello era rubio casi dorado lleno de rizos, su tez era blanca pálida y sus ojos de un hermoso celeste.
-Mi nombre es Rebecca- Se detuvieron a mirarse hasta que Harry reaccionó y tomó su mano con delicadeza para besarla.
-Es un placer… Soy Harry- Las familias de ambos los miraban con emoción, pero al ver que no emitieron más palabras el sr Styles rompió el silencio.
-Fredd, la cena por favor- El mayordomo asintió y fue a la cocina en busca de los alimentos mientras todos se sentaban a la mesa.
Rebecca era una joven hermosa, así la veía Harry. Harry era un joven hermoso, así lo veía Rebecca. Pero ninguno de los dos veía un futuro juntos. Los únicos que hablaron durante toda la cena fueron los adultos, que bromeaban hablando del casamiento y cada tonto detalle. Los jóvenes se miraban por momentos pero no había ningún tipo de conexión.
La cena no fue tan mala para Harry después de todo, no se había sentido incómodo ya que pocas palabras cruzaron con su futura esposa. Ya era tarde y todos se habían ido, sus padres dormían en su habitación y Harry se había tirado en la cama tan solo a mirar el techo mientras solo una persona invadía sus pensamientos, Amalia. Sus pensamientos se vieron estorbados cuando un fuerte trueno sonó. Los relámpagos no cesaban ni tampoco la lluvia. En esas noches se le hacía muy difícil dormir y más luego de la siesta que había tomado en la tarde. Se quitó el moño y desabrochó los primeros botones de su camisa, se levantó sin estar muy seguro de que hacer y decidió ir por un vaso de agua a la cocina. Caminaba descalza y a oscuras, lo único que iluminaba la noche eran los relámpagos a través de los ventanales. Por eso al joven se le hizo extraño ver la luz de la cocina prendida y con sigilo se acercó. Para su grata sorpresa, Amalia se encontraba allí bebiendo un poco de champagne que había quedado de la cena.
-Buenas noches- Saludó el en un tono suave para no asustarla, pero aún así lo hizo. La chica volteó de golpe pero respiro aliviada al ver que tan solo era Harry.
-Me asustaste, creí que eras tú…-
-¿Mi padre? Yo también le tengo miedo- Ambos rieron. Ese fue el comienzo de una charla que duró vario rato mientras descorchaban más botellas. Habían tomado demasiado y ninguno de los dos estaba acostumbrado a eso. Harry se sentía más libre, con ganas de gritar y expresar sus sentimientos y por eso luego de algunas risas seguidas por un breve silencio se acercó a la joven Amalia y sin previo aviso la besó. Sus manos fueron a sus caderas y todo estaba bien hasta que ésta reaccionó y lo empujó de golpe.
-Harry ¿Qué haces? ¿Te has vuelto loco? Soy yo, Amalia- Estaba muy confundida, no significaba que aquel beso no le hubiese gustado, por el contrario, pero sabía todo lo que por lógica la separaba de Harry.
-No no no ¡No estoy loco! Por primera vez estoy haciendo algo que realmente siento- Gritó alterado a lo que la joven se puso nerviosa y creyó sentir pasos hacia la cocina por lo que salió corriendo por la puerta de servicio. -¡Amalia!- Harry la siguió sin pensarlo, la lluvia era intensa, tanto que sus golpes dolían si pegaban directo en su cara. Avanzaba entre la oscuridad como podía hasta que al fin la vio, ya cerca de la salida hacia la carretera. -¡Amalia!- No lo escuchó, pero se detuvo por el cansancio, su ropa pesaba demasiado y era difícil luchar contra aquel temporal. –Amalia…- Dijo exhausto Harry cuando al fin estuvo cerca de ella.
-¡Harry! Esto está mal, muy mal y lo sabes- Aunque su rostro estuviese empapado podía ver en sus ojos lágrimas que brotaban.
-¿Y qué es lo que está bien? ¿Qué tenga que pasar el resto de mi vida con una desconocida en vez de pasarla junto a la mujer que amo?- Si estaba ebrio, pero completamente seguro de lo que decía. –Amalia ¡Yo te amo!- El tomó sus manos mirándola fijamente a los ojos. El sentimiento era mutuo. Pero ella se soltó y le dio la espalda comenzando a caminar sin rumbo.
-¡Esto es imposible Harry! ¡No tiene sentido y lo sabes!- Su voz se quebraba pero el la seguía, no pensaba dejarla sola.
-Amalia si prometes que te quedarás a mi lado estoy dispuesto a huir de todo, de esta familia, de esta vida hipócrita, solo por estar a tu lado- Ella volteó para verlo emocionada creyendo que tan solo sería un sueño más.
-No sabes lo que dices, estás ebrio-
-Te amo, se lo que digo, estoy seguro de cada palabra- No hubo respuesta por parte de ella por lo que se acercó y nuevamente intentó besarla, ahora si cumpliendo con su objetivo. El romántico momento fue interrumpido cuando Harry vio dos siluetas de negro acercarse a ellos. De inmediato, se paró frente a Amalia para protegerla.
-¡Dame todo lo que tengas! ¡Rápido!- Gritó uno de los sujetos. Ambos con armas en las manos.
-¡Pero no tengo nada!- Contestó él sintiendo como Amalia lo agarraba fuerte llena de temor. Vio su reloj de muñeca y se lo quitó dándoselo al maleante.
-¿No era que no tenías nada? ¡No me gustan los mentirosos! Tomó el reloj guardándoselo en el bolsillo pero no feliz con esto apretó el gatillo directo al pecho de Harry. Amalia gritó desesperada sin soltarlo, pero él no podía mantenerse estable y mientras llevaba una de sus manos directo a la herida murmuró la palabra ``corre´´ pero ella no pudo. El cuerpo de Harry estaba ya en el suelo con sus ojos abiertos y su cara reflejando asombro por lo que acababa de pasar.
-Te… te a…- Esas fueron las últimas palabras, todo fue muy rápido, de un momento a otro Harry estaba muerto. Los maleantes reían disfrutando el terror en los ojos de la joven que se levantó comenzando a correr sin éxito, porque casi enseguida estos dos la alcanzaron y amarraron llevándosela. Taparon su boca hartos de sus gritos desgarradores y la tiraron al suelo. El golpe la dejó casi inconsciente. Pero lamentablemente no tan inconsciente como para no sentir como estas dos bestias abusaron de ella. Luego, el gatillo fue jalado nuevamente impactando en Amalia, quien perdió la vida de inmediato.
Hasta ese momento Amalia era una joven pura e inocente con una suerte lamentable. Las puertas del cielo estuvieron abiertas para ella, quien esperaba que su amor, Harry, llegase. Pero eso nunca sucedió. Él estaba lleno de odio, de impotencia, de dolor y de mentiras que no permitieron que su alma descanse en paz. Tan solo era un alma triste que rondaba entre los vivos convirtiéndose en un ser oscuro que se encargó de torturar a sus asesinos y hacerles pagar por lo que habían hecho con su amada.
- i will survive|n.c:
Capitulo 2Si la vida te da dinero ¡Gástalo!Roxane Blackwood.
Mis ojos no tenían ganas de abrirse, pero luego de una lucha interna ordené que lo hicieran. Desde la cama miré hacia la ventana aún debajo de mis sabanas. Las cortinas estaban quietas, y apenas podía ver lo que había detrás de ellas.
Luego de un placentero desperezo me levanté. Caminé descalza hasta llegar al baño. Abrí las canillas de la ducha y cuando el agua estuvo templada me puse debajo de ella cerrando mis ojos, dejándola correr por todo mi cuerpo. Tenía muchas ganas de que este baño fuera muy extenso, me hubiese encantado llenar la bañera de sales y reposar un rato en ella, pero no, hoy no podía ser.
Había pasado un largo rato, nose cuanto, había perdido la noción del tiempo por lo cual decidí cerrar las canillas y terminar con mi baño matinal. Mi pelo chorreaba agua, por eso, fue lo primero que envolví en una toalla, luego utilicé otra alrededor de mi cuerpo y salí nuevamente a la habitación dejando un camino de agua por donde pisaba.
Cuando mi cuerpo estuvo totalmente seco puse en él la ropa interior de color blanco, camine hacia mi guardarropas y de él saqué, una camisa blanca, holgada, de una fina tela que dejaba ver un poco lo que había debajo. Luego de colocármela dejando tres botones desabrochados, seguí husmeando hasta encontrar una corta falda color dorado la cual me coloqué antes de mirarme en el espejo.
Di vuelta hacia un lado, hacia el otro, de frente, y como pude girando mi cabeza observé por detrás. Me veía bien, la camisa lucia sexy y la falda pegada al cuerpo me quedaba fenomenal. Fui hasta el estante de los zapatos y me puse unos de mis favoritos. Esos zapatos me enamoraron cuando los vi, si, ese sí que fue amor a primera vista. Esta sería la segunda vez que los usaría, son para ocasiones especiales y no combinan con cualquier cosa, no. Eran de un dorado brillante casi en su totalidad, excepto en el fino taco y la plataforma en punta redonda, si me hubiesen dicho que eran de oro, lo hubiese creído, aunque por el precio deberían tener algo de oro. Recordé que tenía un sobre dorado y lo busqué hasta que al fin lo encontré, era difícil encontrar algo allí adentro por más que estuviera todo perfectamente organizado. Ese guardarropas de ensueño era casi del tamaño de la suite que papá me había conseguido, y sí, la suite era grande.
Fui al baño en busca de maquillaje. Coloqué apenas un poco de rubor, delineé mis ojos con lápiz negro, una fina línea por debajo y la de los párpados más gruesa. El negro resaltaba muchísimo el celeste de mis ojos, mascara de pestañas negra por supuesto, terminando con mis ojos. Ahora sí, labial, escogí uno color durazno, bien suave, solo para dar brillo.
Encendí el secador a toda potencia logrando que muy rápido cumpliera con mi objetivo. La verdad era que nunca fui buena para peinarme, por eso iba al salón de belleza o le pedía a alguna de mis amigas, pero hoy no tenía esa opción. Pensaba llevarme a dos de mis amigas para pasarla bien, pero ya tenían planes para estas fiestas, nunca había viajado sola, o si lo había hecho pero en avión, el viaje es más corto ¿Qué haría en el crucero? No me lo había preguntado hasta el momento. Probablemente habría chicas y chicos rondando mi edad para sociabilizar, rogué al cielo que así fuera. Esta sería la primera vez que viajaría en crucero un trayecto tan largo y sola, todo va a estar bien, si, mente optimista.
Planché mi pelo hasta dejarlo completamente lacio y sedoso, era lo único que sabía hacer, pasarme la plancha, y con suerte que esta vez no me quemé.
Salí hacia el balcón para dar una última mirada a esa hermosa vista –Ya volveré Londres- pensé en voz alta volviendo a entrar en busca de mis valijas. La vista de mi suite desordenada y rastros de agua por el piso fue lo último que vi antes de cerrar la puerta ya fuera de mi habitación.
{…}
La vista del puerto era hermosa, había muchísimas personas abordando mientras otras desde abajo saludaban a parientes o amigos y otras simplemente venían a ver desde afuera el crucero. Me sentí un poco mal viendo tanta gente dándole afecto a quienes se iban y yo sola, subía con mis dos valijas. Luego de que entregué mi boleto, un joven empleado me llevó hacia mi camarote. Era un bello día pero el viento soplaba fuerte en la costa, lo que hacía que mi cabello rubio volase de aquí para allá.
-Señorita, adelante por favor- Habló aquel muchacho cediéndome el paso y entrando tras de mí para dejar las valijas. -¿Desea algo más?- Me entregó las llaves.
-No gracias, puede retirarse- Dije sin siquiera mirarlo, no noté el momento en el cual quedé sola en aquel lugar. Estaba maravillada, realmente era de lujo. Tenía una cama de dos plazas solo para mí. Sillón de dos cuerpos frente a un televisor que muy probablemente no utilizaría, una mesa de vidrio con dos sillas a tono, un armario de madera rústica. Luces dicroicas, de esas que están pegadas al techo, una ventana redonda tras cortinas color marfil que daba una hermosa vista al mar y todo ambientado en un tono beige, clásico y moderno a la vez. Entré al baño, era perfecto, con todas las comodidades, bañera con ducha e hidromasajes, inodoro, pileta en mesada de mármol color claro. Un ambiente blanco y relajante. Mi padre realmente me conocía y sabía mis gustos, esto era perfecto para mí. Me tiré sobre la cama mirando al techo, ya decidiría que haría después.
Ficha terminada... Si hay algo mal me avisas Pau!
Ficha Aceptada
Oh dios ¡ Estúpido harold!
Me encanto la ficha y los capitulos.
Invitado
Invitado
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.