Compromiso Fingido (Nick y Tú) [Terminada]

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LO SIENTO TUVE INCONVENIENTES
8
Nick entró en el salón de fiestas sin poder apartar los ojos de _________. Ella le dio su capa a la mujer del ropero y se echó el pelo por encima de los hombros. Su vestido de terciopelo negro se le deslizaba sobre los hombros y abrazaba sus curvas como lo haría un amante, dejando ver un atisbo de su delicioso escote. Sus labios rojo carmín y su dramática mirada revelaban a la rompecorazones que había en ella.
Todas las cabezas se volvieron hacia ellos mientras entraban en el enorme salón.
—Estás maravillosa —le susurró él al oído—. Pero también estás preciosa sin ese vestido.
_________ esbozó una sonrisa y lo miró a los ojos. Se puso de puntillas y le dio un beso.
—Has dicho algo perfecto.
Los flashes de las cámaras sonaron a su alrededor y miles de destellos los cegaron momentáneamente. Nick la atrajo hacia sí, agarrándola de la cintura y sintiendo el agradable tacto de sus curvas aterciopeladas bajo los dedos.
—No me lo puedo creer —dijo Bella, mirando hacia su izquierda—. Mirad quién está aquí.
Nick siguió la mirada de su hermana y se encontró con la mujer a la que se refería Bella.
—Leslie Shay.
—¿Quién es?
—Una periodista de la prensa sensacionalista. Su único propósito en la vida es echarles porquería encima a los Jonas.
—Lo que quiero saber es dónde está la línea que hay que cruzar para convertirse en un acosador —dijo Bella.
—Desafortunadamente, cuando se trata de la prensa, esa línea es muy borrosa —respondió Nick.
—Yo digo que… —intervino _________, agarrándolo de la barbilla—, podemos darle algo de qué hablar —le dio un apasionado beso en los labios.
Se oyó un rugido de aplausos y las cámaras centellearon de nuevo.
El se apartó y se rió.
—Tú sí que sabes cómo armar un lío sin mover ni un solo dedo.
—Soy como tú —dijo _________—. Dame veinte minutos y habré terminado.
—Entonces deberíamos ponernos en marcha. Enfrentémonos a esa dragona primero —miró hacia Leslie y los tres se dirigieron hacia ella.
Leslie no tardó en hacerle señas a su cámara.
—Nick Jonas y _________ McCord. Nos habéis sorprendido mucho. Nunca os habíamos visto juntos hasta que anunciasteis el compromiso. ¿Cómo lograsteis mantenerlo en secreto?
—En Montana hace mucho frío —dijo _________ con una sonrisa—. Eso disuade a los paparazzi, que están acostumbrados al clima amable de Los Angeles.
—Resulta irónico que tu compromiso coincida con la nueva visita de tu hermana a la clínica de desintoxicación. ¿Tienes algo que decir al respecto?
_________ se puso pálida y Nick salió en su defensa.
—_________ está muy preocupada por su hermana. Los dos lo estamos. Nicki ha tenido una vida difícil y no siempre ha conseguido manejar bien las cosas, pero los dos estamos muy orgullosos de ella por haber pedido la ayuda que necesita.
—No obstante, esto no debe de ser muy bueno para Jonas Picture, sobre todo porque el estreno de verano está a la vuelta de la esquina.
—Sé que eres una mujer sensible, Leslie —dijo _________—. Te agradezco tu preocupación por mi hermana. Yo la quiero muchísimo y lo que más quiero en el mundo es verla feliz y sana.
Leslie asintió.
—Tú siempre tan amable, _________. ¿Te veremos en alguna película de Jonas Picture pronto? _________ se rió.
—Estoy retirada y prometida.
—Una gran pérdida para nosotros —dijo Leslie—. Seguro que tu ex marido está que se sube por las paredes. No ha vuelto a tener mucho éxito desde tu última película.
Nick volvió a intervenir.
—Lo siento, Leslie. Nos están haciendo señas. Que disfrutes de la fiesta —dijo y se llevó a _________ de allí.
Ella respiró profundamente.
—¿Estás bien? —le preguntó él.
Ella asintió.
—Le encanta ponerse medallas, ¿verdad?
—Y además creo que estaba colada por mi tío, pero la cosa no funcionó —dijo Nick. Un amor no correspondido o algo así.
—A lo mejor es buena idea hacer esta aparición esta noche —esbozó una sonrisa enigmática—. Pero presiento que la noche va a ser muy larga.
—Después nos daremos un buen baño… Tú y yo.
Ella esbozó una sonrisa sensual.
—Eso me gusta.
_________ y Nick se pasearon entre los imitados, saludaron a todos los conocidos y, cuando llegó la hora del discurso de bienvenida, _________ se hizo con la atención de todos con unas palabras apasionadas y conmovedoras que no dejaron a nadie indiferente.
Bella tocó a su hermano en el hombro.
—Es increíble. ¿Estás seguro de que no puedes convencerla para que vuelva?
Nick la observó mientras bajaba las escaleras y entonces vio un atisbo de vulnerabilidad en sus ojos.
—Ahora no.
A lo largo de la velada la gente se acercó a _________ y a Bella para pedirles autógrafos y hacerse fotos con ellas.
—¿Qué tal vas? —le preguntó Nick, apartándola a un lado.
—Ya casi he terminado —dijo _________—. Aunque es una multitud agradable, estoy cansada y me falta forma.
—A mí no me engañas —dijo Nick—. Yo digo que empecemos con las despedidas.
Le estrechó la mano a Dane y le dio un abrazo a su hermana.
—Me la debes —le recordó ella.
—Pero si a ti te encanta ser el centro de todas las miradas. Has disfrutado cada minuto.
—Sí, excepto por la inhospitalaria temperatura. Ella es diferente, ¿no? —dijo Bella, mirando a _________—. Lo digo en el buen sentido. Pero no es tu tipo, ¿verdad?
—Ya sabes. No soy tan tonto como para morder el anzuelo.
—De acuerdo, sé como tú quieras. Te quiero —dijo Bella y le dio otro abrazo.
Sacando a _________ del grupo de fans, la condujo al ropero y, justo después de ayudarla con el abrigo, se les acercó una mujer.
—Puede que todo el mundo se derrita a tus pies, pero yo sé la verdad. Dejaste a tu marido en la estacada después de acceder a hacer su película y rompiste el trato. Como no pudo conseguir todo el apoyo que necesitaba para seguir adelante con el proyecto tuvo que echar a un montón de gente. No tienes ni idea de cuántas vidas arruinaste con tu…
Dispuesto a no tolerar ni un minuto más de aquel ataque, Nick se interpuso entre la mujer y _________.
—Ya es suficiente. Usted no tiene ni idea de lo que ocurrió entre _________ y su marido. No se merece ser objeto de su furia a causa de la mala gestión de Peter Horrigan. Si nos disculpa… —dijo y se llevó a _________ de aquel lugar.
La hizo subir a la limusina.
Ella recostó la cabeza contra el respaldo del asiento y suspiró.
—Y esto no es más que el principio.


Exhausta y molesta, _________ entró en la suite reservada para Nick y para ella y se dirigió a uno de los dormitorios. Se quitó los pendientes y el collar, se bajó de los tacones y trató de bajarse la cremallera del vestido.
Nick puso sus manos sobre las de ella.
—Yo lo hago —le dijo.
Ella lo dejó bajarle la cremallera hasta la base de la espalda y entonces sintió una ola de frío sobre la piel.
Pero Nick puso las manos sobre su espalda.
—Lo has hecho muy bien esta noche. Después de lo de Leslie Shay y esa mujer del ropero, pensaba que no soportarías la presión. Pero mantuviste el tipo durante toda la velada.
Una sensación de asfixia se apoderó de ella y la hizo dar un paso atrás. Otra vez se veía obligada a vivir una mentira.
—Esperaba que la gente no hiciera preguntas sobre Peter.
—Teníais una relación muy pública.
—No porque yo quisiera —dijo, sintiendo cómo la amargura la atravesaba por dentro como el ácido.
—Desde fuera parecía que disfrutabas tanto como él.
—Al principio era toda una novedad, pero con el tiempo quise mantenerlo todo en secreto. Peter no estaba de acuerdo. Siempre decía que era estúpido no usar nuestra relación como medio para avanzar en nuestras carreras. Yo creo que más bien se trataba de su carrera se detuvo al recordar las discusiones que habían tenido—. Estoy segura de que no tengo que recordarte que a veces las apariencias engañan.
—No me has dicho mucho de tu matrimonio.
—Y no quiero hacerlo. Creo que voy a acostarme pronto.
—Tu baño está listo —le dijo él con una expresión indescifrable.
Ella parpadeó, sorprendida.
—¿Cómo?
—Llamé por teléfono.
Los sentimientos encontrados de _________ se agitaron en su interior. Por una parte, se arrepentía mucho de haber accedido a formar parte de aquella farsa, pero por otra, no podía evitar sentir debilidad por él cuando salía en su defensa.
—No me gusta vivir en una mentira.
—A mí tampoco —dijo él.
—¿Cómo vamos a tener una aventura en esta situación? Es absurdo. ¿Acaso es sólo por conveniencia?
Nick soltó una carcajada.
—Yo diría que mis sentimientos por ti son de lo más inconvenientes. Y a lo mejor los tuyos también. ¿De verdad quieres darles la espalda?
—Sí —dijo ella—. Sí.
El se quedó inmóvil, haciéndola sentir transparente, como si pudiera leer lo que pasaba con su mente como si fuera un libro; como si supiera lo mucho que lo deseaba.
—Yo sí quiero darle la espalda a lo que siento por ti —admitió ella—. Pero no puedo.


Después de la gala benéfica, Nick y _________ pasaron cinco días recluidos en casa y Nick saboreó cada momento a su lado. Sorprendentemente, no echaba de menos el ajetreo de Los Angeles, pero tanto _________ como él sabían que pronto llegaría el momento de volver a la ciudad y de hacer apariciones públicas.
Nick habló con su padre y con sus dos hermanos por videoconferencia y la reunión duró hasta las seis de la larde. Cuando terminó fue a la cocina, esperando encontrar a _________ allí, pero ella no estaba.
Se puso la chaqueta, el sombrero y los guantes y fue al granero. Ella estaba en una cuadra con un viejo caballo, al que acariciaba y hablaba en un susurro.
Nick sintió un gran deseo por ella. Quería mucho más de ella; sexo, sonrisas, confianza. Lo quería todo de ella y la pasión que sentía parecía aumentar cada día. Sin embargo, todo tendría que terminar en algún momento. Tenía que terminar. Pero hasta entonces, disfrutaría de ella de todas las maneras posibles.
Mientras la observaba, se fue acercando a la puerta de la cuadra.
Ella miró por encima del hombro.
—Hola.
—Hola. ¿Qué tenemos aquí?
_________ miró al viejo caballo negro.
—Fred. He pasado más noches a su lado que con cualquier hombre desde que llegué a Montana. El fue el primer caballo al que recuperé. Lo habían explotado tanto que el veterinario crecía no que no sobreviviría. Pero lo hizo.
—¿Conoce todos tus secretos?
Ella sonrió.
—Unos pocos. Fred sabe escuchar muy bien. No te juzga, sino que sólo asiente y suelta un bufido de vez en cuando —miró a Nick—. Tenemos que ir a Los Angeles. ¿No es así?
Al oír la nota de pánico en su voz, Nick asintió y entró en la cuadra.
—¿De qué tienes miedo?
Ella se mordió los labios.
—No me gusta que me hagan preguntas que no quiero contestar.
—Eso es fácil. Sólo tienes que practicar una respuesta y cambiar de tema cuando te convenga—
Ella lo observó en silencio, como si no lo creyera.
—Estás preocupada sobre las preguntas acerca de tu ex y tu matrimonio.
—No hacen más que poner el dedo en la llaga. No importa lo que les diga, ellos siempre siguen insistiendo.
Nick oyó un tono de dolor en su voz.
—¿Hay algo que debería saber?
—No —dijo ella a toda prisa, dándole la espalda.
—Deberías decírmelo. Siempre es mejor estar preparado.
—No es fácil. Y no es algo de lo que hable con la gente.
El se inclinó hacia el caballo. —.."Eso incline a Fred?
—Fred sabe guardar el secreto —dijo ella, haciendo una mueca risueña—. Y él siempre está de mi lado.
Nick fue hacia ella y la estrechó entre sus brazos.
—Menos mal que Fred no puede hacerlo todo. Te gustará hacer este viaje a Los Angeles. Compras, masajes, el spa, cosas de chicas… Buena comida y lo más importante…
—La prensa —dijo ella en un tono sombrío.
—No… Yo.
Ella sonrió.
—Todos los Jonas son tan engreídos como tú?
—Suele pasar cuando naces en esa familia —le dijo él, llevándola fuera del establo—. Tienes que entender tu lugar y tu objetivo.
—¿Y el tuyo es…?
—Resolver problemas.
Ella se detuvo y lo agarró de la barbilla.
—El señor Chapuzas—dijo, bromeando—. ¿Nunca tienes ganas de desconectar?
—Eso es lo que he hecho aquí. Por primera vez en mucho tiempo.
—Pero no te has tomado un respiro. Has rescatado a Pyrrha dos veces y has hecho apariciones públicas.
—Pero no ha sido igual —dijo él, sin saber lo que significaba exactamente.
—Entonces quizá no seas el señor Los Angeles después de todo.
—Ya veremos. Nos queda una noche en la tierra de nadie. Y después tenemos que volver. Masajes y buena comida nos esperan allí. Dime qué es lo que más echas de menos y me aseguraré de que no te falte.


A la tarde siguiente, tomaron un jet privado rumbo a Los Angeles.
_________ no tuvo más remedio que admitir que los jets eran la mejor forma de viajar. Mientras Nick trabajaba frente a su portátil, ella pudo disfrutar de una agradable comida que incluía fruta fresca, sándwiches y trufas de chocolate.
—Nuestra primera aparición será dentro de dos días —dijo él, entornando los ojos frente a la pantalla del ordenador—. Una gala benéfica para los sin techo. Y al día siguiente nos han pedido que participemos en un programa de la mañana.
—Si no tenemos que aparecer hasta dentro de dos días, ¿por qué hemos salido tan pronto? El levantó la vista.
—Para que puedas hacer compras, recibir un masaje y hacer otras cosas.
—¿Qué? —preguntó ella, comiéndose otra uva.
—Ya te lo diré si lo consigo.
—¿Pero qué es?
El sacudió la cabeza.
—No quiero que te lleves una decepción. Si lo logro, ocurrirá esta noche.
_________ miró la ropa que llevaba puesta; unos vaqueros, unas botas y un suéter.
—¿Deberías vestirme de otra forma?
El sacudió la cabeza.
—Llevas la ropa perfecta. Cuando aterricemos, prepárate bien.
Ella sacudió la cabeza.
—Oh, Dios. Nick Jonas, un hombre de intrigas.
Él le lanzó una falsa mirada fulminante.
—Sólo confía en mí por esta vez. Si todo sale bien, te llevarás una agradable sorpresa.
—Ahora sí que me tienes muerta de curiosidad.
—Come algo de chocolate.
_________ se comió varios bombones.
Después de aterrizar, Nick le dijo que se quedara sentada. El piloto y la auxiliar de vuelo se subieron a una limusina.
—Ha sido un viaje tranquilo —murmuró ella, observando un vehículo todoterreno que se acercaba a la pista—. ¿Quién va a ir ahí?
Nick le lanzó una sonrisa misteriosa.
—Nosotros.
Antes de bajar, Nick se puso una gorra de piloto y apagó las luces del avión.
—Ten cuidado con los escalones.
—Una maniobra de despiste —dijo _________.
—No del todo. Tengo licencia para volar, pero el coche es prestado. No quiero que lo relacionen con nosotros.
—Que así sea —dijo ella mientras subía al coche.
El subió del lado del conductor y echó el asiento hacia atrás para poder estirar las piernas.
—¿Estás seguro de que nunca has trabajado paraba CÍA o el FBI?
—La CÍA y el FBI deberían aprender de Jonas Pictures. Esto nos va a llevar un rato.
Una hora y media más tarde, después de dar un rodeo por la zona residencial de Beverly Hills, Nick se detuvo frente a unas instalaciones protegidas por un portón.
—«Nuevos comienzos» —dijo ella, leyendo el cartel—. Nicki está aquí. ¡Tengo que verla!
El dio su identificación a los guardias de seguridad y asintió.
—Sólo serán unos minutos.
El corazón de _________ empezó a latir con fuerza.
—Oh, Nick, no sabes cuánto significa esto para mí. Pensaba que no admitían visitas, ni siquiera de la familia.
—Eso es durante las primeras semanas. Lo está haciendo muy bien, así que los médicos han dado su permiso para que pudieras visitarla. De hecho, piensan que quizá le resulte beneficioso verte.
—No sé qué decir. Darte las gracias no es suficiente.
Nick paró junto a una puerta lateral de un edificio.
—Ve a ver a tu hermana. Te está esperando.
_________ sintió el picor de las lágrimas en los ojos.
—Muchas gracias —dijo y le dio un abrazo.
Un auxiliar la esperaba en la puerta para acompañarla adentro.
—Señorita McCord, su hermana la espera al final del pasillo, a la izquierda.
Con el estómago lleno de mariposas, _________ avanzó por el corredor a toda prisa y, al llegar a una esquina, giró a la izquierda.
Nicki la esperaba en una amplia sala, sentada en una silla con las manos sobre el regazo. Su cabello rubio estaba recogido en una coleta y su cara, limpia y sin maquillar. Parecía haber vuelto a ser la pequeña hermanita que _________ recordaba.
—Nicki —susurró.
La joven se volvió hacia ella y la miró con ojos cautelosos, pero cuando _________ fue hacia ella, se puso en pie y fue a recibirla con los brazos abiertos.
—_________, lo siento tanto… —le dijo, arrojándose a sus brazos y sollozando—. Siento haberlo estropeado todo. Debería haberte escuchado. ¿Te das cuenta de que estuve a punto de matar a esa familia? —su voz se quebró y rompió a llorar.
—Calla —dijo _________, consolándola—. Lo importante es que te diste cuenta de que no ibas por buen camino y que aceptaste la ayuda.
Nicki la miró a los ojos con una expresión llena de culpa.
—Y siento haberte involucrado en todo esto.
—Sólo serán unas cuantas semanas. Si eso es lo que hace falta para que encuentres tu camino, entonces no es más que un pequeño sacrificio.
—Pero yo sé lo mucho que odias Los Angeles.
—Pero comeré muy bien.
Nicki se rió, aún con lágrimas en los ojos.
—Siempre miras el lado bueno de las cosas.
—Es una forma de sobrevivir.
—Nick Jonas es un tipo duro —dijo Nicki—. Pero, ¿sabes una cosa?, fue muy amable conmigo cuando pasó todo. Me quedé muy sorprendida. Antes siempre temía provocar su impaciencia cada vez que recibía un mensaje de su asistente. Pero cuando hice la cosa más estúpida de mi vida, él estaba allí y me llevó al lugar donde debía estar. Se portó muy bien conmigo. Yo jamás habría esperado una cosa así de él. He oído que es un hombre implacable con los actores y que no le pasa una a la prensa. Y ahora lo creo. ¿Ha sido un incordio para ti?
_________ parpadeó.
—Eh… no. De hecho, me ha ayudado a rescatar a un caballo. Parece que le gustan mucho. ¿Quién lo hubiera dicho?
Nicki miró a su hermana a los ojos.
—¿Estás segura? ¿No me estás mintiendo? No quiero que sufras por mi culpa.
—Si comer suculentas comidas preparadas por su chef y comer bombones en un jet privado de camino a Los Angeles es sufrir…
Nicki se echó a reír.
—Entonces, has estado en el cielo.
—Yo no diría tanto —dijo _________, tomando a su hermana de la mano—. No tenemos mucho tiempo, así que cuéntame cómo te va.
—Estoy aprendiendo a cuidar de mí misma —afirmó Nicki.
—Oh, sabrás hacerlo de maravilla.
—Tengo mucha suerte de contar contigo, _________. Mucha suerte.
—Yo siento lo mismo, Nicki.
—Pero estaré mejor cuando salga de aquí.
—Pero ya estás mejor —dijo _________, abrazándola. Una hora más tarde, regresó al coche. —Te has convertido en el salvador oficial de las chicas McCord.
El la miró con ojos escépticos.
—¿Cómo está?
—Muy bien. Sé que esto es justo lo que necesitaba. Te agradezco mucho que la hayas traído. Ella también te está muy agradecida.
—Espero que lo recuerdes durante las próximas dos semanas.
_________ asintió.
—Merece la pena. Yo haré lo que haga falta por que Nicki mejore.
—¿Estás lista para el paseo en montaña rusa?
—No creo, pero haré lo que haya que hacer —dijo ella, volviendo a la realidad después de haber estado con su hermana.
—Nos vamos a quedar en la casa de la playa de la familia. Pensé que te gustaría ver las vistas por la mañana. Por lo que respecta a la prensa, estamos en mi bungaló.
—¿Y cuándo empieza la locura?
—Pasado mañana.
—Eres increíble —dijo ella, sintiendo que los muros que había construido alrededor de su corazón empezaban a desmoronarse.
Unos momentos después Nick atravesó otra puerta de seguridad y llegó a una casa de campo de dos plantas que estaba al final de un camino escarpado y sinuoso. Un hombre de mediana edad vestido de manera informal les dio la bienvenida.
—Buenas noches, señor Jonas. Buenas noches, señora.
—Este es Wilfred, pero todo el mundo le llama Fred. Lleva con la familia desde antes de que yo naciera. Fred, ésta es _________ McCord.
—Un placer, señorita —dijo Fred, sacando el equipaje del maletero—. Es más hermosa en persona que en las fotos, si no le importa que se lo diga.
—Fred es todo un galán —dijo Nick.
—Muchas gracias, Fred. Es muy amable. Yo siempre me llevo bien con los Fred —dijo _________, mirando a Nick de reojo.
—¿En serio? —dijo Fred, acompañándolos al interior de la casa—. Todos esos postizos y silicona… No hay nada como la belleza real, y eso es lo que usted tiene. ¿Dónde dejo el equipaje?
—En mi dormitorio —contestó Nick—. Mi prometida se va a quedar conmigo.
_________ parpadeó al oír el tono posesivo.
—Por fin ha encontrado a una joven estupenda —dijo Fred—. Enhorabuena, señor Jonas —le estrechó la mano y se volvió hacia _________—. Creo que es costumbre desearle lo mejor a la novia —tomó la mano de _________ y se la llevó a los labios—. En este caso puede que lo necesite.
_________ se rió.
Nick frunció el ceño.
—Si otra persona hubiera dicho eso…
—Ya no tendría cabeza —dijo Fred, siguiendo la broma—. Ahora en serio, señorita, es un buen hombre.
_________ guardó silencio un momento y entonces asintió.
—Lo sé.
Los tres subieron las escaleras que llevaban a un enorme dormitorio principal en el que esperaban una botella de champán y flores frescas. _________ fue hacia la ventana frontal y contempló el mar. Olas de espuma blanca rompían en la orilla sin cesar.
Nick abrió la ventana y la brisa marina penetró de inmediato.
_________ respiró hondo.
—Es maravilloso —dijo ella, cerrando los ojos—. Hace más de un año que no vengo y Montana sigue siendo mi adorado hogar, pero el océano le hace la competencia.
—Hablando de cosas maravillosas… —dijo él, ofreciéndole una copa de champán.
—Esto es fabuloso —susurró _________, sabiendo que pisaba un terreno peligroso.
Estar con Nick era un sueño. Sin embargo, sabía que algún día tendría que terminar.
Pero esa noche no.

El soltero mas codiciado (Nick & Tú) adaptación
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Compromiso Fingido (Nick & Tú) adaptación
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EL JUEGO DE SEDUCCIÓN (KEVIN & TÚ) adaptación
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y siguela porfa

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Capítulo 9
Los rayos de luz que se filtraban a través de las cortinas hicieron despertar a _________ a la mañana siguiente. Bostezando y estirándose miró a Nick, que dormía a su lado plácidamente. Sus oscuras pestañas resaltaban sobre su piel bronceada y una fina barba de un día cubría su mandíbula y su fuerte barbilla. Los duros y masculinos rasgos de su rostro contrastaban con sus labios sensuales.
El corazón de _________ empezó a latir rápidamente y la sangre se calentó en sus venas; tanto así que tuvo que apartar la vista. Su reacción la hacía sentir como una loca y a lo mejor lo estaba al fin y al cabo.
Toda la situación era una locura.
Ella había creído que Nick era como su ex; manipulador, sediento de poder, implacable y cruel.
Volvió a mirarlo.
La realidad era que podía ser implacable cuando era necesario, pero no estaba sediento de poder, y era fuerte por dentro y por fuera. Se ocupaba muy bien de la prensa y le había dicho lo que tenía que hacer hasta el último detalle.
De alguna forma se sentía tanto provocada como protegida por él. Si sus vidas hubieran sido diferentes, tal vez podrían haber sido algo más que meros amantes de ocasión…
_________ sacudió la cabeza. Necesitaba una ducha urgentemente, y después un paseo. Giró hasta el borde de la cama y sacó un pie.
Pero entonces una mano firme se cerró sobre su tobillo.
—¿Adonde crees que vas? —le preguntó Nick con una voz somnolienta.
Se volvió hacia él. Era difícil resistirse al encanto de su pecho desnudo y sus intensos ojos azules.
—Voy a dar un paseo por la playa. Después de Montana, me parecerá que hay una ola de calor.
—Buena idea. Voy a vestirme y te acompaño.
_________ se llevó una pequeña decepción. Ya no podría aclararse las ideas dando un paseo. Sin embargo, cuando él la agarró de la mano y la llevó a la orilla del mar, se sintió muy complacida y feliz. El sol de Los Angeles brillaba en todo su esplendor y las olas refrescantes rompían en la costa.
—Admítelo —dijo él—. Lo has echado de menos.
—El océano. Hay algo especial en el ritmo de las olas y en el calor del sol. Son las únicas dos cosas por las que merece la pena quitarse los zapatos y andar descalzo, pero…
—¿Pero?
—Supongo que a June le encantaría el océano.
Nick le dio un golpecito en la nariz y sonrió.
—Apuesto a que sí —miró al cielo—. Si lo pienso bien, no recuerdo la última vez que di un paseo por la playa.
—Normalmente vas a correr, o escuchas música o lees un libro.
El la miró de reojo.
—¿Y cómo lo sabes?
—Tú eres de ésos. Lo sé.
Nick la agarró de la cintura y la pellizcó en las costillas.
—Y tú eres justo lo contrario. Pasas de ser estrella de cine a ser una ranchera que rescata caballos. Te levantas al despuntar al alba cada mañana y no te tomas ni un respiro —le dijo, estrechándola entre sus brazos—. Excepto cuando te seduje, lo cual me gustaría hacer en este preciso momento.
Mientras la besaba _________ se dio cuenta de que la hacía sentir en casa en cualquier lugar, siempre y cuando estuviera a su lado.
Pero ésa ya no era su casa.
Se apartó y sacudió la cabeza.
—No quiero darles tanto de qué hablar a las revistas de cotilleos.
Nick suspiró.
—Si no hubieras sido tan famosa, entonces no tendríamos este problema.
—Si no hubiera sido conocida, nunca habrías venido a Montana y yo no estaría aquí en este momento.
Nick la miró fijamente. Emociones poderosas luchaban dentro de sus pupilas.
—Eso sí que habría sido una pena. ¿Sabes? Si le quedas a mi lado el tiempo suficiente, a lo mejor te empieza a gustar Los Angeles mucho más que antes.
A _________ se le agarrotó el estómago. Ella sabía que todo lo que había entre ellos tenía fecha de caducidad.
—Cuando termine la farsa, te alegrarás de librarte de mí.
—¿Y si no es así? ¿Y si no te cansas tú?
El corazón de _________ dio un vuelco.
—No puedo ir por ese camino —dijo, sacudiendo la cabeza—. Pertenecemos a mundos muy distintos.
—Sin embargo, tenemos mucho en común.
—Es sólo temporal —dijo ella con firmeza y mirándolo a los ojos.
—Ya veremos —respondió Nick, echando a correr.
Después de un suculento desayuno a media mañana que incluía lonchas de beicon, tortitas con frutas silvestres y sirope de arce, se marcharon de la casa y Nick la dejó en el spa.
—Mi asistente te pidió cita. Por lo que a mí respecta, estás muy bien cómo estás, pero ella no quería que empezaras tu gira de relaciones públicas sin recibir un buen masaje y todas esas cosas que les gustan a las mujeres.
—Tenía razón. Por favor, dale las gracias de mi parte.
—Lo haré. El chófer te recogerá dentro de dos horas para llevarte a Rodeo Drive. Compra lo que quieras y cárgalo a mi tarjeta —le dijo, dándosela.
—¿Estás seguro? Podría hacer destrozos importantes en tu cuenta de crédito.
—Adelante. Necesitarás algunos trajes de fiesta para los eventos nocturnos. Cómprate tres o cuatro por lo menos. Mi asistente tiene nuestro itinerario, pero como ya sabes, siempre está sujeto a cambios. Te grabaré el número de ella en el teléfono, y el mío también, y el del conductor —levantó la vista—. Pareces aturdida.
—No —dijo ella sin sonar muy convencida.
—Muy bien. Entonces no trates de hacerlo todo esta tarde. Cenamos en The Ivy esta noche.
—Empieza el espectáculo —dijo ella, recordando que ese restaurante era uno de los favoritos de los famosos, y que por eso estaba plagado de paparazzi.
Nick asintió con la cabeza.
—Después volveremos a mi bungaló, tú y yo solos —dijo, dándole un beso.


Respirando hondo, _________ se preparó para lo que se le venía encima y bajó del vehículo.
En cuanto puso un pie en la entrada del salón de belleza, la llevaron a una sala privada para darle un masaje.
Un rato más tarde, estaba disfrutando de una taza de té verde cuando un hombre espléndido de origen latino entró por la puerta. Apoyando las manos en las caderas, la miró de arriba abajo.
—Estás hecha un desastre —dijo Carlos.
_________ se llevó una gran alegría al ver a su estilista favorito después de tanto tiempo. Se puso en pie y fue a darle un abrazo.
—No hay nada que me guste tanto como plantearte un nuevo desafío —le dijo, bromeando—. ¿Cuándo empezaste a trabajar aquí? Pensaba que tu salón estaba en otro lado.
—_________, Cariño, yo siempre estoy en un sitio distinto —dijo él, llevándola al salón de estilismo y sentándola en una silla—. Tengo cuatro en California y voy a abrir uno nuevo en Nuera York dentro de seis meses.
_________ hizo una exclamación exagerada.
—Has hecho una cadena.
Carlos suspiró dramáticamente.
—Jamás —levantó las manos—. Todo el mundo me necesita, así que siempre intento encontrar un hueco para todos. Y ahora vamos a ver si este desastre que algunos llaman pelo tiene arreglo. ¿Quieres un tono más oscuro o platino?
—Me gusta el color —dijo ella—. Y como no tienes previsto abrir un local en Montana, no quiero tener que preocuparme de las raíces. Creo que hay tintes en el supermercado local.
Carlos reprimió un grito.
—¿Tintes de bote? No te atreverás. Ahora que has vuelto, te voy a dejar como nueva.
—No he vuelto del todo.
—Pero estás comprometida con uno de los Jonas, ¿no? —le dijo, peinándola con los dedos—. ¿O es sólo un montaje?
—Oh, no —dijo ella, presa del pánico momentáneamente. Exhibió el anillo—. No es un montaje, pero pasaremos tiempo aquí y allí. Además, a Nick le gusta mi color de pelo —dijo, aunque no tuviera ni idea de cuáles eran las preferencias de él.
Carlos suspiró.
—Muy bien. Entonces te haré algunas mechas —hizo una mueca—. Definitivamente, necesitas un corte. ¿Qué estilo es éste?
—Se llama «hazte una coleta cuando te levantes para ir al granero».
—Granero —Carlos murmuró algo en español—. En poco tiempo volverás a ser el bellezón de siempre.
_________ dejó que Carlos obrara su magia. Sin embargo, lo de volver a ser la rutilante belleza de antes no la convencía del todo. De hecho, cuando salió del salón de belleza, la primera cosa que compró fue una gorra de béisbol. Si Carlos se hubiera enterado, la habría matado.
Con gafas de sol tamaño maxi, se abrió camino en varias tiendas de la zona en busca de trajes y vestidos adecuados; prendas que estuvieran a la altura de su papel como prometida de Nick Jonas. ¿Qué debía llevar la prometida de uno de los Jonas?
Ropa de firma llamativa y lujosa.
_________ la granjera no atraería las miradas, pero la novia de Nick Jonas, sí.
Dispuesta a hacer el sacrificio, se dejó asesorar por un dependiente y escogió unos trajes insinuantes, pero no tan provocadores como los que solía llevar cuando estaba con Peter. Cuando el empleado se dio cuenta de quién era ella, se puso muy contento y le pidió un autógrafo.
_________ se lo dio rápidamente y se marchó de la tienda si armar mucho revuelo.
Por suerte, el chófer la esperaba justo a la entrada. Nick estaba sentado en el asiento de atrás, hablando por teléfono.
Al verla salir, la miró y sonrió.
—Me gusta la gorra —le dijo con una mueca.
Ella arrugó la nariz.
—Decidí ponérmela. No quería que la gente me reconociera, pero parece que nunca es suficiente —se quitó la gorra.
—Dios mío —dijo Nick, boquiabierto—. ¿Qué te han hecho?
—Unas mechas —dijo _________, insegura—. Me preguntó si lo quería más oscuro o platino.
—Menos mal que no le dejaste hacer ninguna de esas cosas. ¿Pero quién es ese tipo?
Ella se echó a reír.
—Uno de los estilistas más populares de todo Los Angeles. Quizá de todo el país.
Nick suspiró.
—El corte está bien, pero creo que tu color natural es más bonito.
_________ no pudo evitar sonreír.
—Gracias. Le dije que a ti te gustaba más mi color natural para que no me hiciera nada drástico.
—Tenías razón.
—¿Tan horrible es?
—No. A mí me gustas aunque estés calva.
_________ respiró hondo y se inclinó hacia él para darle un beso.
—Esto es una locura y lo detesto. Pero cuando estoy contigo, no parece tan malo.
—Pues entonces, no pierdas ese pensamiento —le dijo él, besándola con frenesí—. Piensa en eso cada vez que tengas dudas.
En unos pocos segundos, el conductor paró delante del restaurante. _________ se peinó el cabello con los dedos.
Nick le puso las manos sobre las mejillas y le dio un último beso antes de bajar.
—No pienses en la gente ni en los periodistas. Estamos sólo tú y yo, ¿de acuerdo?
Ella respiró profundamente y asintió.
—Sí.
Nick la ayudó a bajar del coche y la abrazó con Firmeza mientras soportaban la lluvia de flashes. Ella escondió el rostro contra su pecho de forma instintiva.


El soltero mas codiciado (Nick & Tú) adaptación
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Compromiso Fingido (Nick & Tú) adaptación
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EL JUEGO DE SEDUCCIÓN (KEVIN & TÚ) adaptación
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LA MÉDIUM DE NICK (NICK & TÚ) Adaptación
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Buenas Vibraciones (Nick & Tú) Adaptación
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Me fascino, enserio me fascino tu adaptación es hermosa,,, jaja amo a Nicholas es tan bello tan el y no un simple Playboy aunqu si lo fuera igual lo seguiria amando

Siguelaaaaaaaaaaaa

espera... espera nick le da indirectas a _____ con esos comentarios

o soy yuo la que ve eso???

bueno entonces siguela porfa