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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn
No la puedes dejar ahí mujer... Muero por sabe que mas sigue. Por cierto, me gusto mucho el capítulo ;)
claudia12
Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn
Capitulo 15
Parte 2
-Debo bañarme e irme a la boutique. —le informó con la voz aun ahogada.
-No te detendré, -abriendo una de las gavetas que estaban al lado y agarró lo primero que encontró, que fue una media panti con la cual limpio el semen derramado en el vientre de (_Tn) , para después tomar la cinta magenta de la bata y amarrarla, cerrando la prenda. Acomódate el cabello o si no tu amiga se dará cuenta que estoy aquí.
(_Tn) se deshizo la cola de caballo y se la volvió a armar, mientras pensaba si le preguntaba qué pasaría después de eso, si él vendría esa noche o si eso fue todo, si ya no se verían más, pero no se atrevió a hacerlo, su orgullo no se lo permitió, solo le regaló una sonrisa y empezó a buscar ropa.
Eligió un pantalón marrón claro corte recto sin plises y una blusa cruzada sin mangas, las cuales dejó caer sobre un diván, mientras Joe la admiraba, no decidió perder más tiempo, por lo que salió y cerró la puerta.
-Odio cuando no sé qué ponerme. —acotó con media sonrisa, tratando de parecer lo más natural posible, aunque sabía que aún se encontraba temblorosa por el orgasmo reciente, encontrándose a Sophia que la miraba con las cejas levantadas, sentada en la silla del escritorio a través del cristal que dividía la habitación de la oficina. - Prometo bañarme rápido. - Sin esperar respuesta entró al baño.
Trató de ducharse lo más rápido posible, mientras sentía el corazón
brincando en su garganta y aun no sabía si se debía a emoción o a temor, era estúpido sentir miedo por Sophia, ella no la juzgaría, si le decía comprendería y se marcharía y así no tendría que tener a Joe encerrado, pero no le gustaba que ella se diese cuenta de sus debilidades cómo mujer, no cuando siempre vivía renegando de los hombres.
Salió del baño, envuelta en una toalla color ciruela y antes de entrar nuevamente en el placard, divisó a su amiga revisando sus cuentas de redes sociales.
-Ya estoy casi lista. —le hizo saber
-No te preocupes tómate todo el tiempo que necesites. —respondió de manera despreocupada. —Ya le escribí a Oscar me dice que está tranquilo., .lo que si tenemos es que salir de aquí al atelier a ver cómo van con la colección.
(_Tn) entró y sacó la ropa, zapatos, cartera, maquillaje, ropa interior siendo con esta más precavida, para que Joe no la viese, él se encontraba sentado en las escaleras, ya se había colocado el pantalón deportivo y se encontraba sumido en su teléfono.
Joe aprovechaba que estaba de espaldas a él y observaba lo enigmática y atrayente que se veía con solo la toalla, deseo poder besar la piel húmeda de sus hombros, secarla completamente con su lengua, pero debía permitirle que se marchase.
-Sabes tengo una duda, es referente a tus guardaespaldas ¿Te han esperado todo este tiempo? —inquirió desconcertada, volviéndose y él bajó rápidamente la mirada a su teléfono, logrando conseguir éxito en que ella no lo descubriese admirándola.
-No, me les he escapado. —contestó con la mirada en el iPhone.
-¿Qué haces? —(_Tn) sonriente al verlo con el ceño fruncido, como si estuviese molesto por algo.
-Trabajo. —con un tono de voz tranquilo que no contrastaba con su semblante algo tenso, ella no quiso preguntar nada más, solo tomó sus cosas y regresó al baño.
Del cual salió media hora después, lista encontrándose esta vez a Sophia sentada al borde de la cama.
-No sabía que habías empezado a usar slips Dolce & Gabbana. - mostrándole la prenda negra que colgaba de uno de sus dedos y sonreía maliciosamente. -Eso por no decir lo que vi en la papelera cuando fui a botar el chicle.
Toda la sangre de (_Tn) se le concentró en el rostro al querer morirse de la vergüenza.
-Tengo necesidades. —objetó, buscando la seguridad que necesitaba.
-Pareces estúpida. —sonriendo y le lanzó la prenda a una (_Tn) que la atajo ágilmente. —¿Y bien quién es? No ya va, no me lo digas, déjame adivinar, es.
-Es nadie, nos vamos, vámonos. —intervino colocando la prenda sobré la mesa de noche. —Ya es tarde. —encaminándose y dejando a su amiga sentada en el lugar, pero que sabía la seguiría, era lo mejor antes de que descubriese el regalo que tenía en el vestidor.
Entraron en el ascensor, mientras Sophia no paraba de reír y la miraba con picardía.
-Es el fiscal brasileño, a ese era el que le tenías ganas. —soltó con seguridad.
-Bueno, si.está bien.fue Joe , ¡Ya contenta! —exclamó haciéndose cómplice de ella sintiéndose más segura al saber que Joe no podría escuchar la conversación.
-¿Sabe a justicia o a caipirinha? —inquirió Sophia divertida. —¡Ay! vamos (_Tn) , si me di cuenta.no soy estúpida, crees que no tienes los labios hinchados, sé qué lo has dejado en el placard escondido y que te lo has cogido mientras yo esperaba como una tonta.. .¡Eres una perra! Te admiro. —dijo codeándola mientras reía. —Te puedo apostar que si se mueve como baila, tendrás que tomar algo para la inflamación.
-¡Ya Sophia! ¡Ya por favor! —pidió sin poder parecer seria, solo sonreía y miraba al techo del ascensor, sintiendo el rostro caliente ante la sangre que se concentraba en este, las puertas se abrieron y salieron al estacionamiento.
-¿Cuántos se echó? —Sophia no se detendría en su interrogatorio, mientras abría la puerta del Nissan, al mismo tiempo que (_Tn) y subían. —No seas egoísta (_Tn) . -reprochó.
-No soy egoísta, solo que es mi privacidad y no vas a meterte en ella ¿Entendido? —inquirió encendiendo el vehículo y poniéndolo en marcha.
-¡No! (_Tn) este hombre de verdad te gusta, mira nada mas como sonríes, nunca te vi así con Richard, -sintiéndose feliz por su casi hermana.
-Solo me gusta nada más, lo mismo que con Richard, con la diferencia de que Joe no puede ofrecerme nada, -soltaba sus palabras sin mirar a Sophia solo buscando música en la pantalla, mientras salían a la calle.
-No, si puede ofrecerte y más que cualquiera, ya ves el despacho de abogados que tiene, estuve buscando en internet y su cartera de clientes es selecta no baja de grandes empresarios, tiene hasta actores y actrices de Hollywood, músicos, equipos de fútbol americano, de béisbol.. .¡Tiene a los Mets! Además de tener trabajando para él a cuarenta y dos abogados ¿Tienes idea de cuánto se debe meter mensual? Eso sin contar el sueldo de fiscal ¿Y qué me dices de su tío? Que por cierto está bien buenazo, es uno de los tipos más ricos de américa, así que Joe puede darte el cielo si quieres, no me refiero al cielo mientras te corres, digo literalmente., .solo que no quieres pedirle nada y cuando una no quiere pedirle nada a cambio a un hombre es porque no solo le gusta y nada más, es cuando está enamorada. Así que hermana ¡Estas jodida! —exclamó con una gran sonrisa.
-No le he pedido nada porque no tengo nada que pedirle.. .¿Contenta? —soltó, poniendo los ojos en blanco.
-¡Uh! Error, tienes miles de cosas por pedirle, cómo por ejemplo que te ayude a promocionar la colección y dejar de lado a Brockman, que te represente la firma Jonas , pero mi niña le has abierto las piernas por placer, no por negocio.
-Con Richard fue por placer, no he estado con un hombre que no desee y lo sabes. —enfatizó sus últimas palabras.
-Si eso lo sé, solo que no le diste el premio, sino hasta que puso el apartamento a tu nombre.ese es el punto. —la convicción en las palabras de Sophia era letal.
-¡Era virgen! y no, ese no es el punto, ya veras, solo fue por quitarme las ganas, nada más.ya no lo veré más y entonces te tragarás tus palabras...de hecho búscame una cita con Brockman a ver cómo va lo de la publicidad.
-Si tú lo dices, -susurró con picardía y buscó en su cartera el móvil. — Para cuando piensas reunirte con Brockman, ¿Próxima semana o esta? — preguntó para redactar el correo al hombre.
-Esta misma semana, dile que para el viernes, sé un poco más tajante, vamos a la yugular de Brockman. —acotó con decisión.
Se mantuvieron en silencio mientras manejaba, con la música en un volumen bajo, Sophia sabía que no estaba bien lo que su amiga planeaba hacer, pero (_Tn) era más terca que una muía pequeña, por lo que no quiso seguir hablando.
La pelinegra sintió como los pezones se despertaban ante un leve recuerdo de lo sucedido durante la madrugada, ese que se empeñaba en detener, pero solo era reemplazado por las miradas y sonrisas de Joe Jonas , siendo consiente en ese momento de las palabras de él, cuando le dijo que su peor pesadilla eran los vivos, algo que no entendía, porque anteriormente le había dicho que no le temía a nadie, entonces solo se contradecía, era un completo enigma que ahora la había atrapado en una telaraña de placer y locura, de la cual debía escapar a como diese lugar.
La melodía de la siguiente canción hizo que automáticamente elevará el volumen, aunque fuese una chica joven le encantaba la música de los setenta y ochenta, sobre todo si se trataba de los Bee Gees y sin proponérselo empezó a cantar.
-Iknowyour eyes in the morning sun...
I feelyou touch me in the pouring rain.
And the moment thatyou wander far from me,
I wanna feel you in my arms again... -la voz melodiosa de (_Tn) , inundaba el ambiente.
Sophia la miraba de soslayó entre sorprendida y sonriente, tratando de parecer lo más normal posible e intentar enviar el correo con éxito.
A (_Tn) poco le gustaba este tipo de música, si las escuchaba, pero ¿Cantarlas? ¡Jamás! para ella las músicas de amor eran cursis, solo le ayudaban para crear ciertos bocetos, nada más.
Ciertamente, cómo rezaba el dicho, primero ven el incendio los de afuera que los de adentro y (_Tn) estaba en llamas y no se había dado cuenta, no podía huirle toda la vida al amor, el sentimiento llegaba sin avisar, solo esperaba que no metiera la pata.
Thor no podía evitar sentirse molesto, aunque no era un chismoso, estuvo a punto de llamar a su padre e informarle de la desaparición misteriosa de Joe , la cual lo llenó de preocupación, al escaparse durante la madrugada, dejando en ridículo a los guardaespaldas y para colmo no atender las llamadas, tal vez si no hubiese presentado el comportamiento extrañamente agresivo desde hacía dos semanas, lo dejaría tranquilo, pensaría que se fue con alguna de sus amantes, pero nunca, nunca había salido sin avisar, al menos por medio de un mensaje y esta vez no se dignó a responder las llamadas sino hasta medio día para informar que estaba en casa durmiendo.
El rubio entró al departamento encontrándose a las mujeres de limpieza, a las cuales saludo amablemente y subió a la segunda planta, sin llamar a la puerta, entró a la habitación de Joe , esperando encontrárselo dormido, pero solo escucho una música que lo desconcertó e hizo que su cara se transfigurara ante el horror, quiso quitarla inmediatamente como si se tratasé de alguna melodía para conjurar al demonio, tanto que tuvo que morderse un ícVade retro Satanás" Superando un poco la situación escuchó la regadera, por lo que se encaminó al baño, casi convulsionando lo cual empeoró cuando escuchó a Joe cantando mientras se bañaba, como si la canción no fuese suficiente, él terminaba de joderla con su voz.
-I'm gorma take a little time, a little time to look around me,
1 ’vegotnowhere left to hide...
It looks like love has finally found me, in my Ufe there's been heartache andpain...
Idon'tknowiflcan face itagain.
I can't stop now, I've traveled so far to change this lonely life...
I wanna know what love is. I wantyou to show me.. -Joe cantaba el tema de Foreigner, mientras terminaba de bañarse, abrió los ojos y sacudió la cabeza para deshacerse de los restos de agua, cuando la puerta de cristal de la ducha se abrió y atajó una toalla que sorpresivamente Thor le lanzaba.
-¿Quién coño eres y que has hecho con mi primo? —preguntó con burla, olvidando su molestia de momento. —¿Estás ahí dentro Joe ? tranquilo te llevaré para que te exorcicen ¡¿Que mierda escuchas?! — exclamó sin salir del asombró y encaminándose a la habitación. Apagó el reproductor de música.
-Nada, solo estaba en la lista de reproducción., .y no podía quitarla, es evidente que me estaba bañando. —acotó colocándose la toalla alrededor de las caderas, mientras que tomaba otra y se secaba los cabellos.
-Y por eso la cantabas., .primo ¿Estas bien? ¿Seguro que lo estás? Ahora esto si me preocupa ¿Por cierto donde diablos estabas metido? — inquirió recordando el motivo de su presencia ahí.
-Estoy bien, estoy perfectamente bien y yo no estaba cantando. — dijo encaminándose al armario, entró y buscó en la gaveta unos bóxer brief grises, se quitó la toalla y la lanzó sobre un sillón se los colocó y regresó a
la habitación. -Estuve con una chica, eso es todo ¿Cuál es la gran preocupación? No es la primera vez que no duermo aquí. — expuso abriéndose de brazos de manera despreocupada.
-Es primera vez que sales de madrugada. —le hizo saber.
-Bueno hay necesidades que no pueden esperar. —acotó de manera casual.
-¿Y para qué hay porno? o estoy seguro que si llamas a Lucille, te hubiese hecho un show por la webcam.
-No quería porno, ni los shows de Lucille, quería a la mujer con la que estuve, solo deseaba a esa mujer, no hay más explicación. — hablaba y en ese momento al iPhone, que se encontraba sobré la cama se le iluminó la pantalla con una llamada entrante, Joe pudo leer el nombre de la remitente y se lanzó a agarrarlo.
-¡Eso! ¿Quién llama? —preguntó Thor de manera burlona al ver el interés de su primo.
-Tú madre me llama. —respondió con sarcasmo.
-¡No! estoy seguro que mi madre no te llama, esa debe estar en este momento cogiendo con un modelo veinte años menor que ella. - dijo riendo. —¡Esta bien me largo! Atiende a tu conquista, ya sabes si esta buena la compartimos. —le indicó antes de salir.
-¡No! Esta no la voy a compartir. —aclaró tan inmediatamente que él mismo se sorprendió, pero mantuvo el aplomó.
Thor le dedicó una mirada sin poder creer lo que acababa de escuchar.
-Uno, estas de egoísta con tu hermano y cuando pesqué comerás mierda. Dos esta te tiene agarrado de las bolas., .¡vamos! Joe se sinceró.. .¿Te has enamorado? —le preguntó en tono de burla mientras agitaba las pestañas.
-¡Fuera de aquí! —lanzándole una almohada la cual su primo le devolvió de una patada y esta cayó a un lado de la cama.
-Te esperó para almorzar. —y salió riendo de la habitación, cerrando la puerta.
Una vez solo Joe vio la llamada perdida y presionó, esperó, esperó y esperó, no contestó, por lo que lo intentó una vez más, no quería dejar un mensaje de voz, repicó dos veces y por fin escuchó la voz de (_Tn) .
-Para la próxima ¿Podrías decirle a Luz que has dejado a un hombre en tu closet? me ha corrido a escobazos. —le hizo saber sin siquiera saludar, ante lo que ella soltó una carcajada.
-Lo siento, olvide ese pequeño detalle. —dijo riendo y para él escuchar el sonido de su risa le alegraba infinitamente, le hacía sentirse muy bien.
-Solo me gritaba ¡Fuera! ¡Fuera! —Joe hablaba imitando la voz de la mujer Colombiana que trabajaba para (_Tn) y no podía evitar sonreír, al recordar que se lo decía en español.
(_Tn) al escucharlo a través del móvil, solo podía reír, era realmente distinto a todo lo que había conocido hasta ahora de él, era divertido, tanto cómo lo vio comportarse el día de la fiesta con sus amigos.
-¿Y qué te ha dicho Sophia? —inquirió él retomando la conversación.
-Se enteró, sabe que pasé la noche contigo y que estabas escondido en el vestidor. —la voz de la pelinegra denotaba su vergüenza.
-Claro que lo sabía, eres demasiado obvia., .ya te lo he dicho. — acotó de manera casual. -Te llevaré a cenar esta noche, pasaré a las ocho y media por ti, si por alguna razón no puedo, te avisaré con tiempo, disculpa que sea de esa manera, pero puede que me salga un caso en cualquier momento. —hablaba cuando ella intervino.
-¿Y tú dispones de mi tiempo así cómo así? No señor, ya empezamos mal, muy mal. —le hizo saber ella con voz alegré.
-¿Empezamos? —preguntó él en el mismo tono.
-Digo., .este, bueno.
-Está bien no digas nada, estaré a las ocho y media, ahora es seguro, si me salé algún caso lo mandaré al diablo. —expuso y finalizó la llamada, lanzó el iPhone sobre la cama y regresó al vestidor, se colocó un traje gris, camisa blanca y corbata azul grisáceo.
Cuando salió de la habitación, Thor se encontraba en el salón de juegos, matándose con el Playstation, al verlo pausó Battlefield 4 y se pasó de pie. Se encaminaron a la salida, cada uno subió a uno de los vehículos y se dirigieron al restaurant que habían pautado para almorzar.
ElitzJb
Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn
aww me encanta Joe!!
Quiero maraton!!
Nos has tenido muy abandonadas!!
Asi que merecemos!!
Siguela!!
Quiero maraton!!
Nos has tenido muy abandonadas!!
Asi que merecemos!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn
CAPÍTULO 16
1/2
Joe , se encontraba en la torre Jonas en su oficina reunido con Laughton uno de sus abogados, el cual le había traído el contrato del nuevo fichaje de los Mets.
-Dieciséis millones de dólares por dos años.creo que debí ser beisbolista y no abogado. —exteriorizó Laughton, soltando un silbido.
-A veces pienso que es una exageración esto fichajes.está el de Rodríguez, que los Marlins, le están pagando ciento trece millones por seis años.ya no tendrá de que preocuparse por un buen tiempo, cómo beisbolistas hubieses fracasado, Charles. —le hizo saber de manera despreocupada. —No ganas precisamente cantidades exorbitantes, pero al menos tienes para vivir bien, no te quejes.no conmigo.
-¡A la mierda contigo! Me voy a Glee. —sonriente, haciendo de la conversación una burla
-Ve a ser un corrupto y a lamerle el culo a Jude Caine. —cerrando la carpeta en sus manos y lanzándola sobre el escritorio, adoptando una posición cómoda en su sillón, girándolo un poco. —Y de paso me saludas a Emma.
-Emma, maldita loca esa.no la quiero ver ni en pintura, por cierto no ha venido más la pelirroja bajita, la que tenía el paraíso en la tetas.
-Carey. —dijo sonriendo. —Regresó a Holanda. —recordando a su amiga.
-La pasaste bien con ella, creo que fue con la que más duraste ¿Cuánto tiempo fue? —inquirió de manera cómplice.
-Dos meses y algo, más o menos.no era intensa, sabía darme mi tiempo, la verdad es que fue buena amiga y buena cama, creo que es lo importante.no hacia preguntas, ni se enrollaba.
-Todo lo contrario de Emma, hermano lo último que haré nuevamente será tirarme a una fiscal.son jodidas, por cierto hace algunas semanas vi un pecado errante, con unas piernas y un culo, hechos en el edén, estaba en el ascensor, me dijo que era diseñadora de interiores o algo así, que estaba redecorando en tu casa.
-Sí. —dijo, mientras tragaba en seco y en un acto al cual no le llamaría nerviosismo agarró la pluma Mont Blanc, de la edición LeGrand,
en color negro con un solitario y empezó a pasarla entre sus dedos, mientras sentía que un nudo de emociones extrañas se formaban en su estómago. —La señorita Winstead. -estaba por decir algo más cuando el teléfono irrumpió en el lugar. —¿Dime, Vivían? — instó a su secretaria, al contestar.
-Señor, una joven lo solicita, dice que es una emergencia, -informó la mujer, de manera profesional.
-¿De quién se trata? —inquirió casualmente, ya que no era raro que alguna chica preguntase por él.
-La señorita, Megan Brockman. —contestó la mujer y Joe liberó un lento suspiro, mientras pensaba en su respuesta, la cual meditó al menos un minuto.
-Está bien, hazla pasar. —dijo al fin y finalizó la llamada.
-Bueno entonces yo me voy y me llevo esto. —acotó Charles, poniéndose de pie y tomando la carpeta con el contrato. —Nos vemos luego. —le hizo saber y Joe asintió.
Laughton se encaminó y al abrir la puerta entraba Megan, llevándose una mirada de admiración del abogado rubio de treinta años.
-Buenas tardes. —saludó cortésmente.
-Buenas tardes. —respondió Megan, para ver cómo el hombre salía y desvió la mirada al centro de la inmensa oficina donde se encontraba Joe poniéndose de pie para recibirla y su corazón que ya se encontraba acelerado aumentó sus latidos al verlo y una sonrisa nerviosa bailó en sus labios.
-Hola Megan, pasa., .siéntate por favor. —le pidió cortésmente.
Ella no dijo nada, solo acortó la distancia con pasos trémulos aunque no eran visibles, si estaba temblando como nunca antes, tomó asiento y él lo hizo después de ella.
-Hola Joe , -murmuró, regalándole fugaces miradas a los ojos ámbar, para después bajarla a sus manos.
-¿Dime que te trae por aquí? —apoyando el codo en el posa brazos del sillón, descansando la barba en el pulgar mientras que el índice reposaba en su sien, el resto de los dedos los posaba debajo de su nariz, mirando a la chica atentamente.
-He. -no sabía que decir, tampoco podía mantenerle la mirada ya que sentía su estómago vaciarse y su vientre vibrar, solo con mirarla de esa manera y esa pose que había adoptado, la iba a enloquecer. — He.vine,
porque., .quiero pedir disculpas, sé que estas molesto, no me has llamado, yo no tengo tu número y he querido disculparme por la actitud de mi padre, él no sabía que eras fiscal, -le hizo saber sintiendo que todos los nervios que podía sentir un ser humano, estaban en ella, latiendo con todas sus fuerzas.
Joe no dijo nada, solo se quedó observando a la chica, que le bajaba la mirada, mientras tensaba la mandíbula y el corazón se le aceleraba aunque no quisiera, no podía controlar enteramente su molestia.
-Lo supo, pero igual le importo una mí. -se detuvo ante la mala palabra. —No le importó.
-¡Y lo sé! —exclamó a manera de derrota. —Y yo lo siento, lo siento tanto, no merecías que te tratará de esa manera, tú solo querías ayudar y hasta me estabas reprendiendo y él solo llegó a insultarte sin saber, -se mordió el labio inferior para ver si con eso dejaba de temblar, porque tenía ganas de llorar. —Y tú solo has sido bueno conmigo, me has defendido. - dos grandes lagrimas corrieron por su mejillas, de nada sirvió el morderse el labio. —Créeme cuando te digo que no soporto a mi padre, sé que es mi padre, pero solo sirve para regañarme todo el tiempo y todo lo que hago, lo hago mal y me esfuerzo, lo hago todo el tiempo, pero solo soy un desastre., .solo me recrimina, no intenta comprenderme., .sé que no debería decirte estas cosas, que no son de tu incumbencia, no son tus problemas y que tal vez ya con los que tienes es suficiente, pero ¿Cómo hago para que creas que no fue mi culpa como él te trato? y aunque quise hacerle entender no razona, solo él tiene siempre la maldita razón y yo no soy más que un error... —se llevó las manos para cubrir su rostro y poder liberar el llanto que la estaba ahogando.
Joe al ver a la joven se conmovió, no había nada más doloroso y angustiante que ver a una mujer llorando, pero llorar de verdad, por cosas complicadas, como por las que estaba pasando la chica, por lo que se puso de pie y bordeo el escritorio al tiempo que sacaba su pañuelo de uno de los bolsillo interiores de su saco, se puso de cuclillas a un lado de ella y le tomó una de las manos donde le colocó el pañuelo.
-Está bien, yo no estoy molesto contigo, sé que no tienes culpa, no puedes responsabilizarte por las acciones de tu padre, yo también fui algo impulsivo, me deje llevar y ni siquiera pensé en tu presencia. - mirando los ojos grises ahogados en lágrimas que lo miraban con devoción. -Ahora no quiero que vuelvas a decir que eres un error, nadie es un error y por lo que
más quieras no bajes la mirada. —le pidió con infinita ternura. —Y mucho menos ante tu padre, no lo hagas, no le escondas tu alma.
-¿Puedo mostrarte algo? —preguntó ella y él asintió en silencio. - ¿Recuerdas que te dije que odio los psicólogos, porque estoy mucho tiempo con ellos? —a la pregunta, Joe respondió con otro asentimiento.
Megan empezó a quitarse el reloj y después la pulsera de su otra mano, extendió las partes internas de las muñecas mostrando unas cicatrices y Joe sabía que eran marcas de intentos de suicidio y solo se quedó perplejo viéndolas, mientras él corazón se le empequeñecía, como si alguien lo colocase en una mano y lo apretará con fuerza.
-Lo intente en dos oportunidades. —susurró. —Promete no denunciarme.no quiero que me internen en un psiquiátrico, solo quería una salida a toda esa presión que a veces vivo, dices que nadie es un error, pero cómo creerlo si tienes a tu padre diciéndotelo todo el tiempo, que fui un error, que la culpa fue del preservativo roto o de tu madre que no se tomó la píldora.que deje de hacer estupideces, que suficiente tiene con toda la presión del trabajo. —y una vez más rompió en llanto. —Sé que muchas veces soy algo tonta, loca, que quiero ir a fiestas, pero mis amigas lo hacen y no por eso sus padres le dicen esas cosas.me escapó, sí lo hago casi todo el tiempo, pero tengo que hacerlo, ya que nunca me escucha, no tiene tiempo o antes de que pueda decirle cualquier cosas, me detiene con un ¡NO! Rotundo. —hablaba mientras hipaba a causa del llanto y solo mantenía la mirada en el pañuelo del cual había hecho un nudo entre sus manos temblorosas.
Joe llevó sus manos a las mejillas de ella, sintiendo un tumulto de emociones, lastima, dolor, tristeza, rabia. Y él que pensaba que su niñez había sido difícil y ella aun con diecinueve años vivía en un constante infierno. Le beso la frente con ternura.
-Shhh.ya no llores, tranquila Megan., .tranquila. —susurró, depositándole besos, mientras que ese rencor que sentía por Henry Brockman aumentaba aún mas ¿Cómo si fuese posible?
-Quiero cumplir los 21 y largarme, me iría a la India, Australia, donde sea me iría.
-Te prometo que cuando cumplas 21 yo te llevaré, muy lejos, donde nunca más escuches a ese hijo de.a tu padre, pero debes prometerme que aguantarás y que no vas a volver atentar contra tu vida ¿Y tu madre? ¿Por
qué ella no intervine?
-Mi madre solo es un cero a la izquierda que se la pasa cogiendo con su instructor de tai chi, se hace la tonta y mi padre tampoco sabe que le adornan la maravillosa mollera, por eso no le digo nada, porque se lo merece, por pendejo y porque él ni siquiera tiene la decencia de esconder a sus amantes. —soltó media carcajada cargada de llanto al ver la expresión de incredulidad en el rostro de Joe .
-¿No es de ustedes la publicidad esa famosa, de la familia feliz? — inquirió sorprendido, ante la célebre publicidad de Elite.
Ella empezó a reír mientras asentía en silencio y él no pudo más que acompañarla aun envuelto en la bruma del asombro, se puso de pie y se encaminó al mini bar, buscó un agua gasificada y se la entregó.
-¡Mierda! Y yo creía que mi familia de cuatro hombres era disfuncional.
-Cuatro hombres ¿Y tu mamá? —preguntó ella, queriendo saber un poco más de él.
-Es algo tarde, es mejor que regreses a tu casa y así evitas algún regaño, -alejándose de ella, parándose al límite de su oficina y admirando la ciudad de Nueva York.
Megan se puso de pie y colocó el vaso sobre el escritorio, se encaminó hacia donde se encontraba Joe , con los brazos cruzados en la espalda, la mandíbula tensada y la mirada perdida en el paisaje.
-Está bien, Joe ., .muchas gracias por escuchar, por favor es entre los dos. —le dijo tendiéndole el pañuelo.
-Quédatelo, puedes estar tranquila se guardar secretos. —le dijo sin mirarla, solo con su vista en algún punto de la ciudad. —Anota mi número y me llamas cuando llegues a tu casa, pero solo lo harás cuando sea necesario, no puedo estar recibiendo llamadas todo el tiempo y me molesta que lo hagan por cualquier tontería, con una o dos veces a la semana es suficiente. —le advirtió, pues sabía que la chica lo llamaría todos los días, era un hombre que había recorrido mundo y conocía casi enteramente las cualidades del género femenino.
-Está bien, sé que no quieres que sea un chicle en la suela de tus zapatos ingleses. —sacando el iPhone y anotó el número que Joe le dicto.
Ella se despidió y él también lo hizo sin siquiera mirarla, Megan se percató de que hizo o dijo algo que había cambiado el estado de ánimo del
chico, antes de salir volvió la mirada nuevamente a un Joe de espaldas, al cual se le veía imperturbable y gallardo, quiso besarlo, estuvo a punto de hacerlo cuando él le beso la frente y sintió su mundo dar cientos de vueltas, le admiró prudentemente los labios y estos eran los más hermoso y deseables que alguna vez hubiese visto, los de Richard Madden, no se le comparaban en nada, pero sabía que si lo hacía arruinaría la relación que llevaban hasta ahora, esperaría que fuese él quien se decidiera a besarla, era eso lo único que faltaba para que fuesen oficialmente novios y él esperaba algo más, había prometido llevársela, liberarla. ¡Y eso que los jodidos príncipes azules no existen!
Eran las siete de la noche y (_Tn) caminaba de un lado a otro en su vestidor, aun indecisa entre si ir o no ir, ese maldito conflicto entre su corazón y su razón, no terminaban por ponerse de acuerdo y liberarla a ella de esa tortura en la cual que se encontraba.
-No.no iré, esta decidió. —dijo dejándose caer sentada en el diván recto de cuero negro con patas cromadas que se encontraba en el lugar. — No puedo hacerlo, dije que solo sería una vez, nada más y sé que si voy a esa cena terminaré cogiendo con Joe y no es lo que quiero., .bueno si es lo que quiero, de hecho he elegido lo mejor de mi lencería. —mirándose el brassier negro, con encajé verde esmeralda. -Pero no debo, no debo hacerlo, porque me está convirtiendo en una estúpida, me está sacando de mis casillas y no puedo permitirlo, sé que si me enamoró ni siquiera tendré la voluntad para suicidarme, porque dependeré completamente de él y ya me arriesgué con Richard, lo hice, me arrepentí y nunca en los casi dos años que estuvimos juntos sentí, lo que me hizo sentir ese desgraciado en una madrugada., .fue., .fue ¡Increíble! No gano nada con negármelo. —la razón daba su buena dosis de sensatez.
-Pero solo será por esta noche., .aprovecharé la oportunidad para decirle que no nos veremos más, que no quiero verlo más.solo esta noche, después lo olvido, juro que lo olvido. —poniéndose de pie y buscando algo que ponerse. —No hay ninguna diferencia si lo hago hoy o mañana, es igual, entonces me arriesgaré. —su corazón también daba su toque de sentimiento.
Para cuando Joe la llamó avisándole que estaba esperando abajo, ella vestía un traje corte romano, en color verde esmeralda que llegaba hasta las rodillas y debajo de su busto un cinturón fino de metal dorado, se
hizo media cola, entrelazando los mechones, creando una malla, la cual terminó en una trenza hermosamente elaborada y en lo puntos de unión se colocó unos broches dorados, los cuales resaltaba ante la negra cabellera, se maquillo prudentemente y utilizó pocos accesorios.
-Espera cinco minutos, ya bajo. —fue su respuesta mientras se colocaba los zapatos, sintiéndose realmente nerviosa, por lo que antes de bajar, pasó por la cocina y bebió un poco de vino para infundirse valor, con lo cual no obtuvo resultado y sabía que aunque se tomase la botella, seguiría sintiendo su corazón a punto de salir por la boca y temía que pudiese tropezar con los tacones y hacer el ridículo del año.
Ahora si vomitare. —se dijo en pensamientos al ver a Joe parado junto a una limosina negra y no fue el auto lo que casi la hacía perder la razón, fue ver al brasileño, con un traje negro, que lo hacía lucir realmente atractivo. —Terminaré en la cama con él., .estoyperdida. —cavilaba mientras se acercaba y no podía escuchar nada más que a los latidos de su corazón, eran demasiado tormentosos.
Joe se encaminó y acortó la distancia entre ambos, admirando lo verdaderamente hermosa que lucia (_Tn) , tanto que logró hacer que su boca se secará y sus manos temblaran, había visto mujeres elegantes, pero la pelinegra, era mucho más.
-No sabía que era una cita. —acotó con sarcasmo, antes de saludarlo, sabía que de esa manera se sentiría más segura y se felicitó porque no tartamudeo.
-No es una cita, es una cena. —aclaro él, tomándole la mano intentando hacerlo de manera casual, pero entre ellos ya nada podía ser casual, todo era deseado, despertando nervios y emociones cómo avalanchas que arrastraban todos los obstáculos que se colocaban. -Te ves muy bien. —dijo con tono cómplice.
-Tú estás medianamente bien.Pierce Brosnan se ve mejor en James Bond. —dijo sonriendo, tratando de entrar en terreno seguro.
-Bueno, tú no tienes el culo de Halle Berry. -siguió con la broma que ella había empezado, mientras el chofer le abría la puerta, Joe ayudó a (_Tn) a subir y él lo hizo después.
El interior del vehículo era amplio y elegante, podrían viajar doce personas cómodamente. Joe extendió la mano y sacó una botella de champagne de la hielera, estaba por agarrar una copa cuando ella lo detuvo.
-Yo no quiero, gracias.no vas a emborracharme. —elevando una ceja
con ironía.
-No pienso emborracharte. —aclaró frunciendo el ceño con sorpresa. —Una copa no te va a hacer perder la cabeza.
-No me gusta mezclar, tomé un poco de vino antes de bajar, si tienes agua la aceptaré.
-Bien, entonces que sea agua. —colocando la botella una vez más dentro de la hielera y en una copa vacío una botella de agua.
-Gracias. —tomando la copa y llevándosela a los labios le dio un sorbo, sintiéndose nerviosa ante la mirada de Joe sobre ella.
¿Acaso no se da cuenta que intimida? —se preguntaba intentado regalarle una sonrisa, pero en realidad le salía una mueca.
-El tuyo es mejor. —dijo tan seriamente que (_Tn) no supo de que le estaba hablando.
-¿Qué? —preguntó tragando en seco y tratando de ocultar sus emociones.
-Tu trasero es mejor que el de Halle.la verdad lo de ella es gracias al photoshop.
-¡Vaya! qué manera de redimirte. —no pudo evitar sonreír.
-No trató de salvarme solo digo la verdad.lo he comprobado. — pasándose la lengua por los labios con toda la intensión de seducir a la chica.
-Vale, me estas convenciendo, no podrías fallar por algo eres abogado., .esa verborrea es normal, ya es de oficio.
Al llegar a un lujoso restaurante como era de esperarse, el maítre saludo a Joe por su apellido, evidenciando que era cliente del lugar y lo encaminó a la mesa que había sido reservada para el fiscal, la cual se encontraba iluminada tenuemente por la luz de las velas.
Joe se encargó de ayudarla a sentar, se comportaba como un caballero del siglo pasado y eso que le había dicho que ella era la anticuada, él se sentó y le hizo una seña al maítre.
-Podría quitar las velas. —le pidió Joe de manera amable, pero esto le extraño a (_Tn) de sobremanera, mientras se preguntaba, ¿Dónde había quedado el romanticismo del chico?
-Disculpe, señor. —dijo el hombre, evidenciando pena en su voz. — Había olvidado que no le gustan las velas. —acotó apagándolas, retiró los dos candelabros y se los llevó.
-La verdad no sé de qué hablar.- Intervino (_Tn) , una vez solos, ya
que no quería hacer preguntas personales y que estas de alguna manera no le agradaran, tal vez porque a ella tampoco le gustaba que se metieran en su vida personal.
-Puedes preguntar lo que quieras, no aseguro responder todo y créeme te lo haré saber.
-En ese caso será de la misma manera. —le dijo ella sintiéndose un poco más en confianza. -¿Por qué no te gustan las velas? —preguntó por lo que de momento le había desconcertado. —He notado que has cambiado tu actitud cuando entramos y las has visto. —hablaba y Joe tomó el menú, fijando su mirada en la carta, con esto por primera vez ocultándole su alma a (_Tn) .
-No me gustan, no las creo necesarias, con la luz que tenemos es suficiente.
-Que poco romántico eres. —dijo haciendo una mueca.
-Si el romanticismo depende de velas, entonces tienes razón, no soy romántico ¿Y hoy en día quien coño es romántico? —preguntó elevando la mirada y buscando la de ella.
-Creo que si vas a buscarme en una limosina, eso es romántico. — dijo seriamente.
-Es comodidad. —enfatizó el chico. -¿Por qué decidiste venirte a Nueva York? —fue la pregunta de Joe .-¿Por qué dejaste Las Vegas? — con esto acorralándola y alejándola de un tema que no quería tratar.
-Por la misma razón que tú dejaste Brasil. —logró contrarrestar la pregunta de manera eficiente, aunque su corazón latiese desbocado y sintiese que empezaba a incomodarse, pero no lo dejaría entrar mucho en su vida.
-No creo que sea por la misma razón, -expuso con ventaja.
-Claro que sí, lo hice por trabajo ya que en Las Vegas no tendría los mismos resultados que aquí con la boutique y para cambiar un poco mi vida, creo que es lo mismo que has hecho.
-Yo no estoy en Nueva York por el trabajo, en mi caso la firma Jonas hubiese dado resultados en cualquier parte. ¿Qué era lo que querías cambiar de tu vida? —la miraba tratando de descubrir un poco de la misteriosa y orgullosa chica pelinegra.
-Esa no la responderé. —le aseguró y él asintió en silencio comprendiendo el punto de ella. —Y si no es por trabajo entonces ¿Qué haces en Estados Unidos? -inquirió, pues era su turno.
-No te lo diré.. .¿Vino? —preguntó si le apetecía beber un poco.
-Si por favor. —pidió y el maítre que había regresado, sirvió las copas a los clientes. -¿Estudiaste abogacía en Brasil? —continúo con su juego de preguntas y pocas respuestas.
-No, estudie en Alemania., .en la universidad Rheinische Friedrich- Wilhelms.
-¡Vaya! Entonces hablas alemán también. —dijo ella entre sonriente y sorprendida, dejándose atrapar por el magnetismo que Joe creaba con su mirada.
-Selbstverstandlich. —respondió con una pronunciación perfecta, ella puso los ojos en blanco. —Por supuesto. —le tradujo lo que había dicho anteriormente. —¿Tienes hermanos o hermanas? —inquirió acercándose un poco más a ella, rebuscando en sus ojos.
-No., .hasta donde sé. —su mirada se ancló en el vino a través de la copa.
-¿Cómo no sabes? —inquirió sonriente, esa sonrisa sátira de medio lado que empezaba a enloquecerla.
-No lo sé y esa será mi respuesta., .nada más. —se llevó la copa de vino a los labios y le dio otro sorbo. —¿Tú tienes hermanos?
-No, bueno Ian y Thor son como mis hermanos, vivo con ellos desde que tengo ocho años, lo que convierte en Reinhard en mi padre.
-¿Y tus padres? —preguntó mirándolo a los ojos, él se alzó de hombros de manera despreocupada.
-¿Y los tuyos? —ella lo imitó a él y ambos sonrieron.
Pausaron la conversación para pedir la cena, la cual llegó a los minutos y de la cual disfrutaron, mientras seguían conversando y se dedicaban miradas ardientes y seductoras que gritaban los que sus cuerpos deseaban, mientras que sus bocas querían solo conocer un poco más el uno del otro.
-¿Cuánto tiempo tienes aquí? —inquirió ella de manera casual.
-Tres años...lo mismo que tú y aun no me explico cómo no te había visto antes.
-Por si no te has dado cuenta no somos los únicos habitantes de la ciudad.tal vez si nos hayamos visto pero no lo recordamos, tal vez necesitábamos algo cómo que casi me atropellarás.
-No. Estoy seguro que no te había visto antes, no te habría olvidado, cuando veo un rostro no lo olvido nunca, así pasen dieciocho años, podría
saber quién eres aun cuando el tiempo se haya encargado de dejar las huellas en tus facciones.
-Es un don que tienes, no cualquiera puede tener esa capacidad.
-No creo que sea un don, solo es buena memoria.. .¿Sabes? cuando quiero preguntar algo lo hago sin rodeos. —la miró fijamente y ella solo asintió invitándolo a continuar. —El hombre que siempre está contigo, que no es tu guardaespaldas, pero te protege ¿Cuánto tiempo lleva enamorado de ti? —inquirió a quemarropa.
-¿Oscar? —preguntó, frunciendo el ceño y no pudo evitar reír ante la conclusión de Joe . —Él no está enamorado de mí.
-¿Cómo lo sabes? —preguntó divertido. —Te mira con devoción.
-Ahí tienes razón. —dijo tomando la copa y señalándolo con el dedo índice ante el movimiento el vino se agito creando olas dentro del envase de cristal. —Me mira con devoción, me quiere como a una hija, de cierta manera lo soy, me ha protegido durante mucho tiempo, cuando lo conocí.que no te diré como, pero cuando lo vi por primera vez, estaba muy mal, casi vencido., .había perdido a su esposa e hija que tenía mi misma edad en un accidente, un maldito borracho se las llevó por delante., .solo para que sepas, se perfectamente cuando un hombre está interesado o enamorado de mí, se estudiar muy bien las reacciones masculinas. —dijo llevándose la copa a los labios y mirándolo fijamente por encima del borde.
-Entonces eres buena con el lenguaje corporal, veamos qué tan buena eres, -hablaba cuando ella intervino.
-No he dicho que sea buena con el lenguaje corporal, solo que puedo percibir los sentimientos de un hombre, en realidad ustedes son demasiado evidentes.
-¿Entonces quieres decir que estoy enamorado de ti? —inquirió riendo y cruzando los brazos sobré su pecho de manera despreocupada.
-No., .todavía no. —dijo con seguridad mientras le guiñaba un ojo.
-Todavía no, lo que quiere decir que piensas que podría enamorarme., .yo en realidad pensaba que seriamos amigos. —le hizo saber entornando los ojos.
-Acabas de decir la palabra mágica., .pensabas, cuida lo que dices Joe , -le advirtió. —Las mujeres somos muy perspicaces, pero para tú tranquilidad yo si quiero solo amistad. —tendiendo su mano por encima de la mesa.
-Y no has pensado que podría pasar al revés. —le hizo saber él tomándole la mano y ella pretendía un apretón de amigos, pero él se la retuvo admirando la palma y con su dedo pulgar acarició el centro de manera sutil.
-Eso es imposible. —dijo con supremacía, tragando en seco apenas perceptiblemente y presionando instintivamente sus muslos, para que no se diera cuenta que la estaba enloqueciendo con la caricia en la palma de su mano, por lo que empezó a retirarla con cuidado.
-Me gusta desear imposibles. —susurró soltándole la mano y fijaba la mirada en la de (_Tn) , queriendo descubrir un poco más de ella, pero sabía que no obtendría respuesta, por lo que prefirió obviarse el interrogatorio ya que estaba seguro la había descontrolado y de cierta manera él también se encontraba en una bruma de placer algo incierta. - ¿Nos vamos? —preguntó acariciándola con su voz.
(_Tn) asintió en silencio, mientras se recriminaba por no encontrar argumentos para salir airosa de esa conversación, en la cual la cazadora terminó cazada y acorralada, debía parar esto, debía hacerlo, por lo que utilizaría el freno de emergencia.
El cual pensaba mientras se encaminaban a la salida, donde ya los esperaba la limosina, al subir a esta, ella encontró el valor para hablar y hacerle saber la única solución que había buscado, mucho antes de caer en ese juego de preguntas y respuestas.
-Joe ...yo creo que. -empezó a buscar la manera de decirle que la había pasado muy bien con él pero que, no podía verlo más, que lo mejor era ni siquiera ser amigos.
-Yo también creo, -susurró él interviniendo y antes de que pudiese espabilar ya la estaba ahogado con un beso, llevó su mano derecha a la nuca, mientras se apoderaba enteramente de su boca, sería una mentirosa si diría que no le estaba correspondiendo famélicamente, mientras que la mano izquierda de Joe se apoderaba de su cadera, para adherirla a su cuerpo.
Cuando ambos cuerpos se juntaron, fueron sorprendidos por una descarga de nervios, logrando con esto arrancarle a ambos jadeos ahogados en los besos, en segundos las respiraciones se vieron forzadas y los corazones desbocados.
-Los amigos no se besan, no de esta manera, -balbuceó ella sofocada, mientras él recorría con lengua y dientes su mandíbula.
-Somos amigos especiales., .mejor que cualquier cosa. —respondió y ella pudo sentir como las manos de él empezaban a bajarle el hilo.
Un momento, ¡Un momento! cuándo y cómo metió las manos bajó mi vestido. —se preguntaba en pensamientos la chica. — ¿En realidad no pensará que vamos a tener sexo aquí? con Nueva York girando afuera y con un chofer que podría resultar vouyerista.
-Joe , espera.no aquí, -hablaba reteniendo el hilo que ya llevaba por las rodillas.
-Solo relájate., .haz de cuenta que estamos en tu habitación. —le pidió y lo vio deslizarse como una pantera.
-¿Qué piensas hacer? —inquirió con la excitación palpitando por todo su cuerpo.
-Ayer me prometiste algo, bueno voy a cobrarlo. —dijo poniéndose de rodillas frente a ella y le quitaba la prenda, mientras se encontraba enganchada en la mirada fuego de él, ese dulce fuego que la consumía.
(_Tn) en un movimiento inconsciente abrió las piernas como alas dispuestas al vuelo, ofreciéndole lo que él quería reclamar y que ella deseaba hiciera, por lo que no se negó el placer de saber que tan bueno podría ser Joe con su boca y que tanto podía alcanzar con el largo de su lengua, mientras todo su cuerpo vibraba ansioso.
Joe le dedico una mirada ardiente que poco a poco se convirtió en lasciva ante la sonrisa que se apoderó de sus labios al saberla dispuesta y receptiva, por lo que empezó a recorrerle las piernas con los labios, de manera sutil, sintiendo como ella suspiraba entrecortadamente.
Subió el vestido hasta los muslos y prosiguió con su caricia de labios y nariz. Y a segundos saboreaba con su lengua la parte interior de los muslos, esa piel delicada y caliente, mientras su joya lo incitaba, lo invitaba a saborear cada vez más, presintiendo que esa flor era una trampa letal y que de cierta manera lo capturaría, estaba sumamente cerca y la olía profundamente.
Era un olor atrayente, excitante, inhalaba solo para memorizarlo, para poder reconocerlo en la noche más oscura y a kilómetros de distancia. Almizcle, sal, eran como los olores de un mar salobre, tan primordiales para él, el solo hecho de percibirlos lograba que los cabellos de su nuca y los vellos de todo su cuerpo se erizaran, en esa reacción primitiva que despertaba e hizo que su ser se agitará de manera jamás conocida logrando que la boca se le hiciese agua.
(_Tn) sentía el deseo correr desbocado por todo su ser y solo podía estremecer su cuerpo. Acariciar la espalda y hombros del brasileño, mientras él llegaba con su boca, cerca, peligrosamente cerca de su fuente de deseo, donde sentía triplicada las ganas, la pasión, el calor. Nueva York dejó de girar afuera, el tiempo se detuvo y el posible chofer vouyerista desapareció completamente.
Él le abrió un poco más las piernas y apenas rozó con la yema de sus dedos la humedad palpitante de la joven, dilatándola, mientras compartían miradas, las palmas de las manos de Joe incendiaban sus muslos, haciéndola temblar, como solo él sabía hacerlo, mientras sus labios se acercaban a esa zona que tanto ella deseaba que lo hiciera, al parecer la conocía muy bien.
Se instaló, con su lengua en la parte más vulnerable, besando los labios tibios y palpitantes dispuesto a beber los zumos, lamiendo la miel salada que ella le ofrecía, mientras su lengua ardía y vibraba lasciva entre ambrosía y saliva. Volviéndole el mundo de revés, sintiendo el fuego de ella en oleadas quien solo enredaba las manos en los cabellos y él seguía haciéndola delirar con el tornado que era su lengua, incendiándola.
En ese momento era el dueño de su cuerpo y todo su ser, mientras los labios de él viajaban por sus pliegues y ella gruñía ante el placer, retorciéndose en el asiento del vehículo y su imaginación no había siquiera alcanzado lo que podía hacer ese hombre con su lengua, terminó por correrse y Joe no desperdició una sola gota.
Ascendió poco a poco y la miraba a los ojos, mientras los de él estaban demasiado oscuros por el deseo y sus labios tenían una sonrisa de satisfacción que contagiaba, se le veía más satisfecho a él y eso que quien se había corrido había sido ella, se acercó y buscó los labios de la chica permitiéndole saborear su propia savia que aun reinaba en la boca de él.
-Solo es un adelanto. —susurró dejando su tibio aliento sobre los labios de (_Tn) . —Aún falta el resto de la película., .eres muy dulce.no tanto como para empalagar, más bien para crear adicción, para pasar noches enteras entre tus pliegues.
Ella ni siquiera podía hablar, los latidos de su corazón no se lo permitían, el temblor en todo su cuerpo la dominaba y él la tenía atrapada en su mirada, mientras que con sus palabras la mantenía en un alto estado de excitación, no le dejaba bajar la temperatura.
-Hemos llegado. —le hizo saber succionándole los labios al tiempo
que el auto se detenía. —Esto por ahora no lo vas a necesitar. — agarrando la prenda íntima de ella.
Cuando bajaron (_Tn) se percató de que se encontraban frente al edificio donde vivía Joe , la había llevado a su departamento y no al de ella, solo disimulo su mirada al cielo.
Dios, ten piedad, no quiero morir de placer., .no todavía. —caviló, mientras se dejaba guiar por el brasileño y apenas entraron al ascensor, perdió la cordura, la conciencia y la ropa, una densa nube de goce la absorbió hasta el amanecer.
ElitzJb
Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn
CAPÍTULO 17
2/2.
Joe abrió los ojos pesadamente aun con el sueño apoderándose de su ser debía levantarse, ya que obligatoriamente tenía que ir a fiscalía, su mirada se ancló en el sinónimo de perfección dormida a su lado, la nivea y tersa piel brillaba por la luz del día que se colaba por los ventanales, recorriendo cada centímetro de ella, su rostro aun con restos de maquillaje, sobre todo en las pestañas, los labios hinchados a consecuencia de los besos que él le brindo durante toda la noche y gran parte de la madrugada, al igual que sus pezones, que parecían pequeñas flores silvestres agitadas por el viento, debido al influjo tranquilo de su respiración, en realidad ella era una flor que había desojado poco a poco, en varias oportunidades.
Su mirada se ancló en el tatuaje, por lo que se incorporó para verlo más de cerca, era un trabajo impecable, reconociendo a la mujer con alas de mariposa, era ella, pero más joven, tal vez estaba entre los dieciséis y dieciocho años, se encontraba sentada en el suelo desnuda con las piernas abiertas, pero sutilmente cubría sus partes más valiosas, con su cabello vestía sus senos y con sus manos al frente, su flor ardiente, enfundada con un antifaz de encajes, despertándole el deseo de golpe, descubriéndose así mismo en ese instante anhelando haberla conocido en ese entonces e igualmente hacer de ella su fetiche sexual, apoderarse de esa mariposa misteriosa.
Quería despertarla y una vez más perderse en su cuerpo, tal vez veinte minutos serian suficiente, llegaría un poco tarde, pero hasta para ser impuntual, había una primera vez, por lo que con su dedo índice empezó a acariciar el tatuaje que adornaba la cadera femenina, estimulándola aun dormida, excitándola en medio del sueño, posó suavemente sus labios sobre la cadera y ascendía rozándola con los labios abiertos, regalándole a la piel su tibio aliento. Tarea que se vio interrumpida por el llamado a la puerta y en un acto reflejo jaló la sábana y la cubrió.
Sabía que era Thor y que no llamaba una tercera vez, le gustaba abrir la puerta, él nunca había entendido el significado de la palabra privacidad, tal vez porque desde pequeños, fueron prácticamente uno solo, compartían todo, desde la ropa hasta las mujeres y sabía que él normalmente no se molestaría porque viera a sus amigas desnudas, cuando habitualmente las
mujeres accedían a estar con los dos, en la misma cama y al mismo tiempo, por lo que se habían convertido en el equipo perfecto, pero con (_Tn) no supo explicarse porque diablos actuaba de manera diferente, la cubrió, sintiendo esa necesidad de preservar su desnudez solo para él.
Salió de la cama y jaló con cuidado una manta que se encontraba a un lado y que (_Tn) retenía con uno de sus pies, al lograr el cometido se la enrolló alrededor de las caderas, Thor una vez más llamó a la puerta, Joe trataba de acortar la distancia cuando su primo abrió.
-Hansel es tarde, ¿no tienes que estar en la fiscalía a las nueve? —y su mirada se enclava en la chica dormida.
-¿Hansel? ¿Ahora a que se debe el apodo? —preguntó tratando de bloquear con su cuerpo, la visión de su primo de manera sutil.
-Digo por las migajas que has dejado y no de pan precisamente. — le hizo saber enseñándole el brassier negro con encajes verde esmeralda. — Tiene buenas tetas. —dijo sonriendo y entregándole la prenda íntima a su primo.
(_Tn) escuchó las voces, a medida que salía del sueño y tal vez sino se hubiese sentido algo desorientada habría disimulado que seguía durmiendo y no incorporarse casi violentamente, llevándose la sábana hasta el cuello a manera de vergüenza ante el rubio sucesión de Brad Pitt en sus mejores tiempos, quien la saludó amablemente agitando su mano y una brillante sonrisa, por lo que ella no tuvo más opción que corresponderle, aunque sabía que debía encontrase más sonrojada que quinceañera pillada cogiendo en la habitación de sus padres.
Joe sintió como Thor lo jaló por la manta arrastrándolo fuera de la habitación, le dejó una sonrisa a la pelinegra y cerró la puerta.
-¿Me estas jodiendo primo? —indagó incrédulamente en un murmulló y mirando a Joe a los ojos. —¿Está es la que no quieres compartir?., .es la decoradora, yo la contraté y tú te la coges.no, así no jugamos.yo la vi primero y ahora no quieres que me la goce., .que pendejo soy, que te trae presas a la casa.. .¡Sal a buscar las tuyas! —exclamó colérico.
-Ya la conocía, mucho antes de que la contrataras. —le informó Joe tratando de controlar la sonrisa en sus labios. —Deja de lado el papel de indignado que no te va., .recuerdas que te hable de una mujer que casi me atropellaba, bien, es tu decoradora... y si el problema es porque la trajiste, tranquilo hoy salgo temprano y te busco una, para que veas que te
quiero primo. —pasándole el brazo por el cuello y atrayéndolo hacia él.
-Que sea pelirroja., .natural. —le dijo haciendo un puchero. —Y me la cogeré yo solo.
-Está bien esta noche te traeré una pelirroja natural y te encerraras con ella, ahora ve al trabajo. —pidió palmeándole un hombro. —Que yo me largo de una a la fiscalía.
-Si mejor me voy, es que ya voy tarde. —acotó con preocupación.
-¿En serio vas tarde? ¿Qué raro? Sera primera vez. —le dijo Joe irónicamente, mientras controlaba la carcajada que ahogaba su garganta.
- ¡Pendejo! —propinándole una patada en el trasero, la cual agarró por sorpresa a Joe , que no pudo reaccionar, además que no quería perseguirlo y luchar como unos niños, sabía que Thor necesitaba ir al trabajo. —¡Que sea pelirroja! -pidió una vez más, mientras las puertas del ascensor privado se cerraban y pateaba fuera de este la corbata de Joe .
Cuando el brasileño regresó a la habitación encontró a (_Tn) con el brassier puesto y la sábana cubriéndola de la cintura para abajo.
-Necesito irme ya. —espetó buscando su vestido, el cual no encontraba.
-(_Tn) , relájate un poco.no tienes que preocuparte por Thor . - solicitó él tomándola por un brazo e inmovilizándola y después anclando sus manos en la cintura, adhiriéndola a su cuerpo, la miró a los ojos. — ¿Por qué no nos bañamos primero, desayunamos y te dejó en tu departamento?
-Suena tentadora tu idea, pero no puedo perder el tiempo, yo me iré en un taxi, todo será más rápido. —informó, huyendo a la mirada de Joe .
Ella sabía que esa sería la despedida, ya no quería verlo más, porque esa agonía en su pecho se hacía cada vez más intensa, las ganas empezaban a ganarle terreno a la razón y no podía permitirlo, verlo salir de la habitación junto a su primo le hizo volver a la realidad al descubrirse suspirando y paseando su mirada de la espalda al trasero de él y bien sabía que cuando se suspiraba por un hombre, podía ser mortal, enamorarse era un suicidio y ella no se lo iba a permitir, se lo había jurado, así que esa relación que apenas empezaba, debía morir, debía pararla.
-Seremos rápidos, prometo no excitarte mientras nos bañamos. — hablaba lentamente y no se había dado cuenta que su tono de voz era suficiente para excitarla y enredar todo dentro de su cabeza, que todo lo volvía un completo caos.
-No Joe .no me jodas con eso por favor. —prácticamente le exigió con voz muy baja y temblorosa al sentirse acorralada y desesperada, empezaba a temer las emociones que Joe despertaba en ella, solo con su mirada.
El chico solo asintió en silencio muy lentamente, mientras la miraba fijo y ella no podía descifrar lo que veía en las pupilas de él, sintiéndose desprotegida cuando la soltó.
-Voy por tu vestido. —su voz fue más impersonal de lo que ella esperaba, lo vio alejarse y sintió un vacío nunca antes experimentado.
Al minuto regresó y solo le lanzó el vestido manteniendo la distancia, ella lo siguió con la mirada y él la evitaba, permaneciendo en silencio, parecía estar molesto, pero ella tampoco sentía que debía disculparse por algo y no lo hizo, solo lo vio abandonar una vez más el lugar.
Se vistió rápidamente y trató de acomodarse el cabello, solo se hizo un moño de tomate y con las mismas hebras se lo sostuvo, admirando lo amplia y hermosa que era la habitación y que anoche en medio del desenfrenó y deseo no la tomó en cuenta ya que Joe con sus besos y caricias robaban toda su atención.
En una esquina había una tina redonda en color blanco y sabía que de noche la vista debía ser hermosa desde ese lugar, la cama era amplia y cómoda, no había ningún tipo de divisiones, tampoco muchos muebles y todos blanco, todo era absolutamente blanco y el cristal que fungía de pared le daba infinidad al lugar, cayendo en cuenta en ese instante que todo lo que hicieron anoche sirvió de espectáculo a los vecinos.
-Logan te llevará. —la voz fría de Joe entrando nuevamente a la habitación la sacó del estado de sorpresa en el cual se encontraba.
-No es necesario yo tomaré un taxi. —le hizo saber encaminándose y sintiéndose algo molesta con él, porque no le informó que la había expuesto a medio Manhattan.
-Logan te llevará. —su tono de voz denotó la orden que le daba.
-No me das ordenes Joe , es preciso que te enteres que odio que me digan que hacer y más si es un hombre, así que tu tonito de mando puedes reservártelo. —le dijo encaminándose fuera de la habitación, pero no había dado dos pasos cuando regresó y lo encaró. -¿Te hace sentir más macho que todos vean a las mujeres que te tiras? —inquirió mirándolo con rabia.
-No sé de qué me hablas y mucho menos entiendo tu estúpido carácter.. .¿Segura que no eres bipolar? —preguntó sin desviarle la mirada.
-Ahora te haces el tarado, pues el papel de niño retrasado no te queda ¡Anoche cogimos con las luces encendidas; todos nos vieron, eres un exhibicionista de mierda, -hablaba queriendo golpearlo, pero detenía su puño a centímetros del pecho de él, cuando intervino.
-Las persianas estaban corridas. —le dijo frunciendo el ceño. —No te voy a exponer, no si no me has dado el permiso y no lo haría aquí.las persianas se cierran y se abren automáticamente según el tiempo ajustado ¿Enserio te emborrachaste con tres copas de vino? — preguntó suavizando un poco la voz y pudo ver como ella bajaba su puño.
-¡Entonces si eres exhibicionista! Eres un enfermo. —hizo la acusación, para no tener que responder que en realidad no se había percatado de las persianas corridas y no por estar borracha, sino por estar demasiado perdida en él.
-¡Vaya! —exclamó soltando media carcajada burlonamente. —No sé a qué te refieres con que lo sea., .voy a playas nudistas, para mí eso es normal, media Europa lo hace, ¿Quieres decir que media Europa está enferma? que me gusta andar desnudo por mi casa, es normal, no todos los días esperó que alguien llegue sin que se me consulte primero y si a esa vamos tu duermes desnuda, eso no te hace enferma ¿O sí?
-No me refiero a eso.bueno no del todo, anoche en la limosina, no te importo que estuviésemos recorriendo las calles de Nueva York.
-¿Y a ti te importo?...la verdad lo dudo, porque te corriste.. .¿En qué mundo vives (_Tn) ? No me digas que eres más anticuada que mi abuela y que no corres riesgos, que no lo haces donde y cuando te ataquen las ganas.y a fin de cuentas ¿Por qué me vienes con ese tema? —inquirió sin avisar.
Ella abrió la boca para defenderse pero al no encontrar argumentos la cerró una vez más, solo se paró de puntillas y le dio un rápido beso en los labios, apenas un toque, sumamente casto, sin dejarle a él tiempo de reaccionar y de que la agarrará, se encaminó fuera de la habitación, se detuvo frente al mueble y agarró sus zapatos, también su cartera estilo sobre y entró al ascensor donde se calzó.
Joe completamente desconcertado no pudo más que sonreír al tiempo que se llevaba las manos en jarra, no podía comprender los estados de ánimos de la joven, estaba loca y lo iba a enloquecer también.
Podía percibir inocencia en ella, era casi inexperta aunque se dejaba guiar, mostrándose desinhibida y segura, definitivamente no podía saber a
ciencia cierta cómo era (_Tn) Winstead, unas veces parecía ser una adolescente que le robaba un casto beso y otras una mujer fatal y debía admitir que sabía equilibrarlos muy bien.
Se encaminó a su habitación y antes de subir las escaleras vio en una de las mesas su iPhone, el cual agarró, caminaba escaleras arriba cuando este vibró en su mano y atendió la llamada entrante.
-Habla Logan. —le pidió Joe atendiendo la llamada.
-Señor es para informarle que llevo a la señorita. —le hizo saber, cómo él mismo le había pedido que lo hiciese.
-Gracias Logan, asegúrate que llegué segura, déjala dentro de su departamento y si no te deja, amenázala con el arma.no, olvida lo del arma, solo asegúrate que este bien.
-Entendido señor. —dijo y finalizó la llamada.
Joe siguió su camino y después de dos horas se encontraba en fiscalía, con un retraso de cuarenta minutos, sin embargo no recibió ninguna queja, ya que no era mucho el trabajo que tenía, su caso estaba cerrado, solo esperando que los tribunales estipularan la fecha para dar inicio al juicio del asesino de Derek Cusak.
(_Tn) le había prometido a Sophia que le contaría como le había ido en la cena después del almuerzo, pero no lo hizo, cada vez que quería entrar en el tema, esta le salía con otra cosa, alargando la explicación hasta las cuatro de la tarde cuando no pudo seguir evadiendo a la pelirroja que se le instaló en la oficina y la tomó por un brazo levantándola de la silla detrás del escritorio y la encaminó al diván donde la obligó a sentarse.
-Hagamos de cuenta que yo soy tu psicólogo, es mejor que te recuestes y me vas a contar, como te fue. —exigió de manera divertida.
-Sophia sabes que para mí los psicólogos no son más que puros charlatanes, que supuestamente quieren ayudar la vida de sus pacientes cuando las de ellos es una mierda. —le dijo rehusándose a acostarse. —así que no podrás sacarme nada.
-Te entro a golpes, pero no me dejas con esta, si no confías en los psicólogos, puedes confiar en tu casi hermana...no seas mala (_Tn) , sabes que muero de la curiosidad. —la pelirroja la miraba como cordero a punto de entrar al matadero y le hacía pucheros.
-¡Está bien! —exclamó dejándose caer acostada.
-¡Te amo! —dijo emocionada y corrió a sentarse tras el escritorio. -
Cuéntame ¿Qué fue lo primero que te dijo? —indagó entusiasmada.
-Bueno debo decirte que me paso a buscar en una limosina y no cualquier limosina, esta era ¡La limosina! Me dijo que estaba hermosa, pero yo le dije que él no tanto, ni loca le voy a alimentar el ego.
-¿Por qué no? si está buenísimo, ¿Por cierto aun no le tomas fotos desnudo? —la picardía en Sophia era inevitable.
-No aun no, pero tiene un culo y una espalda, que no me da el tiempo para saciarme., .bueno regreso al tema, -expuso sacudiendo la cabeza. — Llegamos al restaurant, pero todo lo que hizo con la limosina lo tiro al suelo cuando mando a quitar las velas, enfatizando que no era una cena romántica.
-Que pendejo., .bueno las velas son lo de menos., .cuenta, cuenta no te lo tragues. —le alentó alegremente.
-Empezamos a conocernos un poco, o sea personalmente, habla alemán y con ese ya le cuento, portugués, inglés, español y ahora alemán, estudió en Alemania.
-Y tú apenas inglés y lo jodes. —le dijo Sophia riendo. —En fin tampoco es para tanto, Richard también hablaba tres idiomas ¡Sigue!
-Bueno, no fue mucho lo que me conto, solo que esta aquí y no es por trabajo, tiene otros intereses al parecer, de su tío que vive con él desde que tiene ocho años, no me dijo nada de sus padres, por la indiferencia que mostro cuando le pregunte, me imagino que apenas si los conoció., .él me hizo algunas preguntas.
-¿Sexuales? —sonsacó interviniendo la pelirroja.
-¡No! Él no pregunta.. .¡Actúa!... bueno la cena terminó y aunque no lo creas duro más de tres horas, mientras conversábamos tonterías, decidimos regresar, pero apenas la limosina se puso en marcha, yo intente decirle que ya, que hasta ahí, que no pensaba verlo más, pero no me dejó, me besó y sin darme cuenta ya lo tenía besándome. - detuvo sus palabras y solo señalo su zona sur.
-¡Madre Santa! ¡Te dio sexo oral en la limosina! —exclamó emocionada y a punto de grito.
- Baja la voz. -le pidió (_Tn) haciendo un gesto con su mano.
-Está bien.está bien, eso sí que fue erótico. —susurró de manera cómplice y regalándole una risita a (_Tn) .
Sophia estaba por pedirle que continuará, cuando un llamado a la puerta se le adelanto, observando a Oscar parado en esta, ya que la oficina
era completamente de cristal y desde esta se podía aprecian la boutique, al encontrarse en la segunda planta.
-Pasa Oscar. —le solicitó (_Tn) riendo.
-(_Tn) es para ti. —informó el moreno entrando a la oficina.
-¿Es una cliente? -poniéndose de pie y alisando su falda tubo color fucsia.
-No, me ha dicho que es tu profesora de italiano.
-¿Mi profesora de italiano? —sintiéndose entre desconcertada y sorprendida.
-Así me dijo. -Oscar se alzó de hombros de manera despreocupada evidenciando que él tampoco tenía idea.
-Seguro estará confundida.
-No lo creo, preguntó por la señorita (_Tn) Winstead y yo solo conozco a una. —regalándole una sonrisa.
-En ese caso iré a ver que quiere.
La pelinegra bajó las escaleras y llegó hasta donde se encontraba una mujer de unos casi cincuenta años admirando las prendas en los maniquíes.
-Buenas tardes ¿Desea algo? —preguntó la chica amablemente, logrando con esto captar la atención de la mujer, que se volvió, le regaló una sonrisa y le tendió la mano al verla.
-Buenas tardes ¿Es usted la señorita (_Tn) Winstead?
-Si señora, mucho gusto. —(_Tn) correspondió al saludó estrechando la mano de la mujer.
-Silvana Rossellini.es un placer. —le hizo saber y soltó el agarré. - El señor Jonas me ha enviado para organizar con usted un horario que se adapte a su tiempo y así empezar cuanto antes sus clases de italiano.
(_Tn) se sentía aún más desconcertada, no entendía porque Joe había enviado a una mujer a que le enseñara italiano, si en ningún momento le había mencionado que estaba interesada en aprender el idioma, estaba completamente segura que no le había dicho.
-Señora Rossellini, tomé asiento por favor. —pidió señalándole un mueble y ella quiso ocupar el otro, pero no pudo estaba completamente fuera de órbita y necesitaba que Joe le explicará. — ¿Desea algo? café, té, algún jugo, agua.
-Un poco de agua, gracias. —mostrándole una amable sonrisa.
-Enseguida se la hago llegar, me permite un minuto, debo hacer una llamada urgente.
-No se preocupe. —asintió en silencio.
La mujer se había percatado de que la chica no estaba al tanto de su visita.
La pelinegra regresó a su oficina y le pidió el favor a Sophia de que le llevase un poco de agua a la profesora, Oscar acompañó a la pelirroja llevándose el iPad para leer un rato, por lo que una vez sola agarró su móvil y llamó a Joe .
-Es necesario. —se dejó escuchar la voz de él antes de que ella pudiese pronunciar algo.
-No es necesario, yo no quiero aprender italiano, si hubiese querido yo misma habría buscado la manera de aprenderlo.
-Si quieres, bien sabes que si quieres...yo quiero ofrecerte la oportunidad, (_Tn) deja de ser tan obstinada por favor, pareces una vieja de cincuenta años, crees que es orgullo, pero solo es testarudez.
-No quiero que lo hagas y tú te crees un dictador, que solo quieres que se haga lo que tú dices.¿Por qué primero no me consultas las cosas antes de tomar decisiones?
-Porque sabía que no la aceptarías si te hacia la propuesta.
-El hecho de que me haya acostado contigo algunas veces no te da derecho a gobernarme.
-No te estoy gobernando, solo quiero ayudarte.
-Entonces me tratas como una puta y quieres pagarme.
-No.no digas eso ¡Maldita sea (_Tn) ! Deja de desconfiar., .somos amigos, quiero hacerte un regalo, solo eso.
-Verdaderamente no sé lo que somos Joe , porque si fueses mi amigo no me hicieras este insulto.
-Me enteró que aprender italiano es un insulto.
-No, no lo es, sino la manera como lo haces.yo no quiero que me des nada, no me hace falta, no estoy para limosnas.
-Verdaderamente no sé porque discuto contigo (_Tn) o mejor dicho porque discutes conmigo, si no quieres que te moleste, solo dilo, vale. Dejamos la amistad hasta aquí.
(_Tn) pensó el dejar la amistad, él le había dado carta blanca y ella podía fácilmente liberarse cómo tanto lo había planeado.
-No me molestas.. .¿Crees que nuestras amistad depende de un estúpido idioma? Entonces está bien, pero yo pago las clases.
No pudo, algo más poderoso la obligó a salvar la situación, a seguir
manteniendo esa relación con Joe Jonas .
-No de ninguna manera, no te voy a adjudicar más gastos de los que tienes, es un regalo de mi parte...imagínate la vergüenza que pasaras si algún día te llegas a encontrar por casualidad con Giorgio Armani y no sabes siquiera decir, Buon Giorno, eso te restará profesionalismo.
-Está bien, la mitad, es eso o nada y no lo hago por ti, lo hago por Giorgio Armani. —dijo con convicción.
-Está bien, trató hecho, todo sea por Giorgio Armani. —murmuró el nombre del diseñador y finalizo la llamada, lo hizo antes de que ella objetará cualquier cosa.
(_Tn) dejó libre un suspiro y una sonrisa se ancló en sus labios, sin aun poder creer que iba a aprender italiano, uno de sus mayores sueños y que ni siquiera se había propuesto, quiso brincar de la emoción pero sabía que la profesora podía verla por lo que prefirió salir.
Una vez reunida con Silvana Rossellini, llegaron al acuerdo de que le impartiría clase por dos horas los días lunes, miércoles y viernes. Lo mejor de todo era que la mujer lo haría en la misma boutique, no tenía por qué descuidar su negocio.
Chicas lo lamento x no haberme pasado antes x el foro a colocarles la nove pero es q esta muy ocupada y bueno como bien saben yo siempre termino las noves q coloque así q aquí estoy aquí de nuevo ah y FELIZ AÑO NUEVO chicas ;)gracias x esperar
ElitzJb
Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn
Aww Joe es un amor!!
Es todo posesivo y celoso con la rayiz!
Eli nos habías tenido muy abandonadas!!
Quiero más por favor!
Síguela!
Es todo posesivo y celoso con la rayiz!
Eli nos habías tenido muy abandonadas!!
Quiero más por favor!
Síguela!
aranzhitha
Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn
Me encanta Joe es un amor
Y la Megan esta ibsesionada con el
Me oarece un peligro
Siguela
Y la Megan esta ibsesionada con el
Me oarece un peligro
Siguela
JB&1D2
Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn
CAPÍTULO 18
La azotea de un edificio en reconstrucción fue el lugar pautado para que Joe se reuniese con Josh Simmons, un contacto en el departamento de asuntos internos de la policía científica, que tenía acceso a mucha información y la que no la encontraba.
Joe confiaba plenamente en Simmons, era un hombre profesional, pero sobre todo un gran amigo y aunque sabía que lo que hacía por el fiscal no era lícito, quería ayudarlo y también obtener unos ingresos extras.
-Aquí tienes, esta todo. —le dijo entregándole un sobre. —Verifica si son los tipos. —le aconsejó Josh.
Joe revisó el contenido entre ello las fotos de tres hombres a los cuales miró por varios minutos, sintiendo un nudo subir y bajar en su garganta, pero con el odio serpenteando en su alma.
-Son estos. —espetó con convicción y por más que quiso no pudo disimular en su voz las emociones que lo asaltaban.
-¿Estás seguro? No quiero equivocaciones Jonas . —advirtió.
-Completamente seguro, son estos, ¿Que cargos presentan?
-En el expediente los encontraras, Joe por favor cuidado con eso, si esto se descubre me colgaran de las bolas.
-Tranquilo hermano, de esto nadie se va a enterar., .aquí tienes la cantidad acordada y en efectivo. —le hizo saber entregándole un sobre que contenía una cantidad considerable de dinero. —¿Me encontraste las otras fotografías del forense? — Indagó con cautela.
-No aun no encuentro eso, pero tranquilo, ya te las encontraré, ya sabes que en esta vida todo se compra y se vende, conozco de un tipo, un maniático que le gusta coleccionar este tipo de fotografías, creo que es un escritor.no sé qué mierda es, pero seguro si las tendrá.por cierto, las otras ya llegaron a su destino. —le informó, mirándolo a los ojos.
-Bien. Gracias Josh, te debo una.
-Unas cuantas. —riendo y palmeándole un hombro. —Pero tú tranquilo, ya sabes que la justica también tiene su lado ilícito y si no actuáramos de esta manera estaríamos jodidos, aún más. —enfatizó. - Eso sí solo para resolver casos, nunca para incriminar a nadie, así que ojo Jonas , no me llenes de mierda.
-Tranquilo Josh, ya sabes que soy un hombre de palabra y te he dicho esto es legal, de cierta manera, lo es. —acotó bajando la mirada al sobre. —Es justicia y lo sabrás.
-Sabes que confió en ti, apenas tenga lo que hace falta te llamaré.
-Vale, estaré esperando. —estrechó la mano de Simmons y este esperó que abandonara el lugar, ya que no era prudente que los viesen juntos, para que cuando todo saliese a la luz no ataran cabos.
Joe se sentó sobre un bloque de concreto y sacó las tres fotografías las cuales colocó una seguida de la otra en el suelo, estudiando cada rasgo de estos hombres, su ira palpitaba muy dentro, pero no la dejaría explotar, la retuvo, respiró profundó amordazándola en su interior, mientras el sol se escondía en el horizonte e imágenes de esos tipos se mezclaban en su cabeza, imaginando las distintas maneras de hacerles pagar, pero debía esperar, sino Simmons inmediatamente lo culparía.
Antes de que la oscuridad reinara en el lugar y le dificultara la visión decidió irse del lugar. Llegar al departamento, ducharse, cambiarse e ir por el regalo prometido para Thor .
hay mis chicas si las tenia en el abandono pero no me ausento mas no las olvido okis gracias x seguir con la nove
ElitzJb
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