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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
MARATÓN 7/7
—¿Te hago mía? —murmuró mientras le quitaba
con cuidado la ropa y dejaba su piel expuesta a la luz, al aire y al agua—. No tengas miedo, mi amor...
Y cuando ella se estremecía y lo abrazaba a ciegas, él le besaba el cuello y los pechos, y le rozaba los pezones con la lengua. Le deslizaba las manos cuello abajo para acariciarle los pechos mientras con los labios medio separados le tocaba los pezones. La incitaba con la lengua una y otra vez hasta que a ella se le escapaba un gemido de placer y le hundía los dedos en el pelo. El espíritu del pozo le cubría con la boca un pezón y tiraba con suavidad. Lo acariciaba después con la lengua y volvía a tirar de él para lamerlo y chuparlo. _____arqueaba la espalda, gemía y no podía evitar separar los muslos cuando él se situaba entre ellos, y entonces...
Abrió los ojos de golpe. Despertó confundida y jadeante, llena de deseo. El sueño se desvaneció y comprendió, aturdida, que no estaba en Hampshire sino en la habitación de la posada de Gretna, y que el
ruido de agua no procedía de ningún pozo de los deseos sino de la lluvia que caía en ese momento. Tampoco había luz del sol, sino el brillo de un fuego
recién encendido en la chimenea. Y el cuerpo que la cubría no era ningún espíritu del pozo, sino un hombre que tenía la cabeza en su vientre y le
recorría la piel con la boca. _____se puso tensa y gimoteó sorprendida al darse cuenta de que estaba desnuda, que St. Payne le estaba haciendo el amor y que llevaba en ello varios minutos.
El alzó los ojos hacia ella. Con el ligero rubor que le cubría las mejillas, sus ojos parecían más claros e impresionantes de lo habitual. Sus labios esbozaron una sonrisa relajada pero picara.
—Es difícil despertarte —musitó con voz ronca antes de volver a agachar la cabeza mientras le recorría furtivamente un muslo con la mano.
_____, escandalizada, protestó y se movió bajo su cuerpo, pero él la tranquilizó acariciándole las piernas y las caderas y volvió a colocarla en la posición adecuada.
—Estáte quieta. No tienes que hacer nada, mi
amor. Deja que yo me encargue. Sí. Puedes tocarme si te... Mmm... Sí...
—susurró al notar los dedos temblorosos de _____ en su pelo, en su nuca, en la curva de sus hombros.
Descendió, y _____ sintió cómo sus piernas
desnudas se deslizaban entre las de ella hasta que se percató de que él tenía la cara justo en su vello íntimo. Avergonzada, alargó una mano para taparse.
La erótica boca de St. Payne se deslizó hacia su cadera, y notó que sonreía contra su piel suave.
—No deberías hacer eso —le susurró—. Si me
escondes algo, lo deseo más. Me temo que me estás llenando la cabeza de ideas lascivas, así que será mejor que apartes la mano, cariño, o podría hacerte algo realmente depravado.
Cuando _____ apartó la mano temblorosa, St. Payne paseó la yema de un dedo por el vello rizado para buscar con delicadeza su tersura carnosa.
—Así me gusta, que obedezcas a tu marido —prosiguió con picardía en voz baja mientras la acariciaba hasta separarle los rizos del vello—. Especialmente en la cama. Qué bonita eres. Separa las piernas, cariño. Voy a tocarte por dentro. No, no tengas miedo. Te irá mejor si antes te beso aquí. No te muevas...
Ahí tienen su maratón ¿les gusto?
—¿Te hago mía? —murmuró mientras le quitaba
con cuidado la ropa y dejaba su piel expuesta a la luz, al aire y al agua—. No tengas miedo, mi amor...
Y cuando ella se estremecía y lo abrazaba a ciegas, él le besaba el cuello y los pechos, y le rozaba los pezones con la lengua. Le deslizaba las manos cuello abajo para acariciarle los pechos mientras con los labios medio separados le tocaba los pezones. La incitaba con la lengua una y otra vez hasta que a ella se le escapaba un gemido de placer y le hundía los dedos en el pelo. El espíritu del pozo le cubría con la boca un pezón y tiraba con suavidad. Lo acariciaba después con la lengua y volvía a tirar de él para lamerlo y chuparlo. _____arqueaba la espalda, gemía y no podía evitar separar los muslos cuando él se situaba entre ellos, y entonces...
Abrió los ojos de golpe. Despertó confundida y jadeante, llena de deseo. El sueño se desvaneció y comprendió, aturdida, que no estaba en Hampshire sino en la habitación de la posada de Gretna, y que el
ruido de agua no procedía de ningún pozo de los deseos sino de la lluvia que caía en ese momento. Tampoco había luz del sol, sino el brillo de un fuego
recién encendido en la chimenea. Y el cuerpo que la cubría no era ningún espíritu del pozo, sino un hombre que tenía la cabeza en su vientre y le
recorría la piel con la boca. _____se puso tensa y gimoteó sorprendida al darse cuenta de que estaba desnuda, que St. Payne le estaba haciendo el amor y que llevaba en ello varios minutos.
El alzó los ojos hacia ella. Con el ligero rubor que le cubría las mejillas, sus ojos parecían más claros e impresionantes de lo habitual. Sus labios esbozaron una sonrisa relajada pero picara.
—Es difícil despertarte —musitó con voz ronca antes de volver a agachar la cabeza mientras le recorría furtivamente un muslo con la mano.
_____, escandalizada, protestó y se movió bajo su cuerpo, pero él la tranquilizó acariciándole las piernas y las caderas y volvió a colocarla en la posición adecuada.
—Estáte quieta. No tienes que hacer nada, mi
amor. Deja que yo me encargue. Sí. Puedes tocarme si te... Mmm... Sí...
—susurró al notar los dedos temblorosos de _____ en su pelo, en su nuca, en la curva de sus hombros.
Descendió, y _____ sintió cómo sus piernas
desnudas se deslizaban entre las de ella hasta que se percató de que él tenía la cara justo en su vello íntimo. Avergonzada, alargó una mano para taparse.
La erótica boca de St. Payne se deslizó hacia su cadera, y notó que sonreía contra su piel suave.
—No deberías hacer eso —le susurró—. Si me
escondes algo, lo deseo más. Me temo que me estás llenando la cabeza de ideas lascivas, así que será mejor que apartes la mano, cariño, o podría hacerte algo realmente depravado.
Cuando _____ apartó la mano temblorosa, St. Payne paseó la yema de un dedo por el vello rizado para buscar con delicadeza su tersura carnosa.
—Así me gusta, que obedezcas a tu marido —prosiguió con picardía en voz baja mientras la acariciaba hasta separarle los rizos del vello—. Especialmente en la cama. Qué bonita eres. Separa las piernas, cariño. Voy a tocarte por dentro. No, no tengas miedo. Te irá mejor si antes te beso aquí. No te muevas...
Ahí tienen su maratón ¿les gusto?
Vanessa directioner
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
Si, me encanto :)
A mi Liam no me engaña, el de verdad la quiere!!
Ahora que ya son esposos las cosas se van a volver más interesantes
Gracias por la maratón >.<
Síguela cuando puedas :)
A mi Liam no me engaña, el de verdad la quiere!!
Ahora que ya son esposos las cosas se van a volver más interesantes
Gracias por la maratón >.<
Síguela cuando puedas :)
Última edición por Dani1DdeLerman el Mar 08 Oct 2013, 12:13 pm, editado 1 vez
Dani1DdeLerman
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
lindaaaaaa me encantò el super maraton hermoso!!!!
simplemente hermoso!!!! parece que Liam esta sintiendo algo por rayis aunque sea un poquito de cariño !!
siguela porfaaa quiero otro capi, pero siguela cuando puedas :)
muchisimos besos
Anna xx
simplemente hermoso!!!! parece que Liam esta sintiendo algo por rayis aunque sea un poquito de cariño !!
siguela porfaaa quiero otro capi, pero siguela cuando puedas :)
muchisimos besos
Anna xx
Annaxx
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
mee encantooo!!!!!!!! :D
Liam a mi no me engañas, tu quieres a raayiis ahq .__. siguela
Hemwin.
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
CAPÍTULO. HOT!!
____ sollozó al notar cómo la boca de su marido le exploraba el pubis de vello rubio. Su lengua, cálida y
paciente, encontró el pequeño montículo medio oculto bajo el vulnerable capuchón. Sitió un dedo, largo y ágil, en la entrada de la vagina, pero ella se lo descolocó al moverse de repente, sorprendida.
St. Payne le susurró palabras tranquilizadoras y volvió a deslizarle el dedo en el interior de su cuerpo, más profundamente esta vez.
—Mi niña inocente —murmuró en voz baja mientras le excitaba con la lengua aquel punto tan sensible.
_____se estremeció y gimió. A la vez, el dedo le acariciaba el interior de la vagina siguiendo un ritmo lánguido. Ella apretaba los dientes para no hacer ruido, pero no podía evitar gemir de placer.
—¿Qué crees que pasaría si siguiera haciendo
esto sin parar? —preguntó St. Payne.
Sus miradas se cruzaron y a _____ se le nubló la vista. Sabía que tenía la cara contraída y ruborizada. Le abrasaba hasta el último centímetro de piel. St. Payne parecía esperar una respuesta, y
a duras penas logró que las palabras le salieran de la garganta.
—No lo sé —dijo débilmente.
—Vamos a probarlo, ¿te parece?
No pudo contestar, no pudo hacer nada salvo
observar asombrada cómo él le presionaba el vello rizado con la boca y la acariciaba con destreza. _____ echó la cabeza atrás y su corazón se aceleró.
Notó un ligero ardor cuando él le deslizó un segundo dedo y los movió con ternura a la vez que le chupaba la vulva, lamiéndosela despacio al principio y
aumentando el ritmo mientras ella se retorcía. Siguió así, efectuando movimientos controlados con los dedos y tocándola de modo imperioso con la boca
hasta que el placer la invadió en oleadas cada vez más rápidas y, de repente, se quedó paralizada. Arqueó el cuerpo en tensión, gritó, gimió y volvió a
gritar. St. Payne suavizó el contacto con la lengua pero siguió su juego con destreza para alimentar su climax y acariciarle el sexo mientras ella temblaba
violentamente.
De pronto la invadió un enorme cansancio y, con él, una euforia física, como si estuviera borracha. Incapaz de controlar sus extremidades, se retorció temblorosa bajo su cuerpo y no ofreció ninguna
resistencia cuando St. Payne la volvió boca abajo. A continuación, le deslizó una mano entre los muslos y volvió a introducirle los dedos en el sexo. Tenía
sus partes íntimas sensibles y, para su vergüenza, empapadas. Eso, sin embargo, parecía excitar a St. Payne, que le jadeaba en la nuca. Sin retirarle los
dedos, la besó y la mordisqueó espalda abajo.
_____ sintió el roce de su sexo entre las piernas, duro, hinchado y ardiente. No le sorprendió el cambio, ya que Belén le había contado bastante sobre qué le pasaba al cuerpo de un hombre
durante el acto amoroso. Pero Belén no le había dicho nada sobre las demás intimidades que hacían que la experiencia no fuera meramente física, sino de una clase que podía transformarte el alma.
St. Payne, agachado sobre ella, la provocó y la acarició hasta que elevó tentativamente las caderas.
—Quiero penetrarte —susurró, y le besó el
lado del cuello—. Quiero estar muy dentro de ti. Seré muy tierno, amor mío. Deja que te dé la vuelta y... Dios mío, eres tan hermosa... —Se situó entre sus
muslos abiertos y le dijo con voz tensa—: Tócame, cariño... Pon la mano aquí.
Inspiró con fuerza cuando _____ le rodeó el
turgente miembro con los dedos y se lo acarició vacilante, reconociendo por la aceleración de su respiración que le gustaba. St. Payne cerró los ojos con las pestañas temblorosas y los labios algo separados debido a sus jadeos.
_____ se colocó con torpeza el miembro entre
los muslos. Pero la punta se le deslizó por el sexo húmedo y St. Payne gimió como si le doliera. _____ volvió a intentarlo, insegura. Una vez en el sitio
adecuado, St. Payne se lo introdujo con fuerza. A ella le dolió mucho más que cuando la había tocado con los dedos y se puso súbitamente tensa. Él la rodeó con los brazos y empujó con fuerza una y otra vez hasta que la penetró totalmente. _____ se retorció para evitar la dolorosa invasión pero parecía que cada movimiento suyo sólo servía para aumentar la profundidad de la penetración.
Así que se obligó a permanecer quieta entre sus brazos. Le coloco los dedos en los hombros y, aferrada a él, dejó que la calmara con la boca y las manos. St. Payne la besó con los ojos cerrados y, al
notar la calidez de su lengua, ella quiso introducírsela más con una succión ansiosa. El soltó un sonido de sorpresa y se estremeció con una serie de espasmos rítmicos de su miembro a la vez que un gemido le vibraba en el pecho y soltaba el aliento entre dientes.
_____ le deslizó las manos por el pecho cubierto de vello dorado. Con los cuerpos aún unidos, ella le tocó el costado, el contorno de las costillas y la espalda suave. St. Payne dejó que le explorara el cuerpo sin moverse hasta que por fin se le desorbitaron los ojos y dejó caer la cabeza en la almohada junto a ella con un gruñido mientras la embestía con fuerza y se estremecía como extasiado.
La besó con un ansia primaria. _____ separó más las piernas y le presionó la espalda para apremiarlo e intentar, a pesar del dolor, que la penetrara más profundamente y con más fuerza. Apoyado en los
codos para no aplastarla, St. Payne le puso la cabeza en el pecho y _____ sintió su aliento cálido y suave sobre el pezón. Su barba incipiente le rascaba
un poco y la sensación le contrajo los pezones. El seguía dentro de ella, aunque su sexo se había suavizado. Estaba despierto, pero inmóvil.
_____ también permaneció quieta mientras le
rodeaba la cabeza con los brazos y le acariciaba el pelo. Notó que él movía la cabeza y buscaba el pezón hasta rodearlo con los labios y seguir despacio con la lengua el contorno de la aureola, una y otra vez hasta que ella se movió impaciente bajo su cuerpo. Él le lamió el pezón suavemente y sin descanso, y el
deseo le abrasó los pechos, el vientre y la entrepierna hasta que el dolor desapareció bajo una nueva oleada de deseo. St. Payne pasó al otro pecho y se lo mordisqueó y jugó con él, gozando, al parecer, con su placer. Levantó un poco el cuerpo para deslizar una mano entre ambos y acariciarle su pubis húmedo e incitarla con destreza. Le provocó un nuevo climax, y con su cuerpo frotó voluptuosamente la entrepierna de _____
Luego, jadeante, levantó la cabeza para mirarla como si fuera una variedad de ser vivo desconocida.
—Dios mío —susurró con una expresión que no
era de satisfacción sino de algo parecido a la alarma.
Chicas lo siento por no subir capis,pero aquí lo tienen DISFRUTENLO!!
____ sollozó al notar cómo la boca de su marido le exploraba el pubis de vello rubio. Su lengua, cálida y
paciente, encontró el pequeño montículo medio oculto bajo el vulnerable capuchón. Sitió un dedo, largo y ágil, en la entrada de la vagina, pero ella se lo descolocó al moverse de repente, sorprendida.
St. Payne le susurró palabras tranquilizadoras y volvió a deslizarle el dedo en el interior de su cuerpo, más profundamente esta vez.
—Mi niña inocente —murmuró en voz baja mientras le excitaba con la lengua aquel punto tan sensible.
_____se estremeció y gimió. A la vez, el dedo le acariciaba el interior de la vagina siguiendo un ritmo lánguido. Ella apretaba los dientes para no hacer ruido, pero no podía evitar gemir de placer.
—¿Qué crees que pasaría si siguiera haciendo
esto sin parar? —preguntó St. Payne.
Sus miradas se cruzaron y a _____ se le nubló la vista. Sabía que tenía la cara contraída y ruborizada. Le abrasaba hasta el último centímetro de piel. St. Payne parecía esperar una respuesta, y
a duras penas logró que las palabras le salieran de la garganta.
—No lo sé —dijo débilmente.
—Vamos a probarlo, ¿te parece?
No pudo contestar, no pudo hacer nada salvo
observar asombrada cómo él le presionaba el vello rizado con la boca y la acariciaba con destreza. _____ echó la cabeza atrás y su corazón se aceleró.
Notó un ligero ardor cuando él le deslizó un segundo dedo y los movió con ternura a la vez que le chupaba la vulva, lamiéndosela despacio al principio y
aumentando el ritmo mientras ella se retorcía. Siguió así, efectuando movimientos controlados con los dedos y tocándola de modo imperioso con la boca
hasta que el placer la invadió en oleadas cada vez más rápidas y, de repente, se quedó paralizada. Arqueó el cuerpo en tensión, gritó, gimió y volvió a
gritar. St. Payne suavizó el contacto con la lengua pero siguió su juego con destreza para alimentar su climax y acariciarle el sexo mientras ella temblaba
violentamente.
De pronto la invadió un enorme cansancio y, con él, una euforia física, como si estuviera borracha. Incapaz de controlar sus extremidades, se retorció temblorosa bajo su cuerpo y no ofreció ninguna
resistencia cuando St. Payne la volvió boca abajo. A continuación, le deslizó una mano entre los muslos y volvió a introducirle los dedos en el sexo. Tenía
sus partes íntimas sensibles y, para su vergüenza, empapadas. Eso, sin embargo, parecía excitar a St. Payne, que le jadeaba en la nuca. Sin retirarle los
dedos, la besó y la mordisqueó espalda abajo.
_____ sintió el roce de su sexo entre las piernas, duro, hinchado y ardiente. No le sorprendió el cambio, ya que Belén le había contado bastante sobre qué le pasaba al cuerpo de un hombre
durante el acto amoroso. Pero Belén no le había dicho nada sobre las demás intimidades que hacían que la experiencia no fuera meramente física, sino de una clase que podía transformarte el alma.
St. Payne, agachado sobre ella, la provocó y la acarició hasta que elevó tentativamente las caderas.
—Quiero penetrarte —susurró, y le besó el
lado del cuello—. Quiero estar muy dentro de ti. Seré muy tierno, amor mío. Deja que te dé la vuelta y... Dios mío, eres tan hermosa... —Se situó entre sus
muslos abiertos y le dijo con voz tensa—: Tócame, cariño... Pon la mano aquí.
Inspiró con fuerza cuando _____ le rodeó el
turgente miembro con los dedos y se lo acarició vacilante, reconociendo por la aceleración de su respiración que le gustaba. St. Payne cerró los ojos con las pestañas temblorosas y los labios algo separados debido a sus jadeos.
_____ se colocó con torpeza el miembro entre
los muslos. Pero la punta se le deslizó por el sexo húmedo y St. Payne gimió como si le doliera. _____ volvió a intentarlo, insegura. Una vez en el sitio
adecuado, St. Payne se lo introdujo con fuerza. A ella le dolió mucho más que cuando la había tocado con los dedos y se puso súbitamente tensa. Él la rodeó con los brazos y empujó con fuerza una y otra vez hasta que la penetró totalmente. _____ se retorció para evitar la dolorosa invasión pero parecía que cada movimiento suyo sólo servía para aumentar la profundidad de la penetración.
Así que se obligó a permanecer quieta entre sus brazos. Le coloco los dedos en los hombros y, aferrada a él, dejó que la calmara con la boca y las manos. St. Payne la besó con los ojos cerrados y, al
notar la calidez de su lengua, ella quiso introducírsela más con una succión ansiosa. El soltó un sonido de sorpresa y se estremeció con una serie de espasmos rítmicos de su miembro a la vez que un gemido le vibraba en el pecho y soltaba el aliento entre dientes.
_____ le deslizó las manos por el pecho cubierto de vello dorado. Con los cuerpos aún unidos, ella le tocó el costado, el contorno de las costillas y la espalda suave. St. Payne dejó que le explorara el cuerpo sin moverse hasta que por fin se le desorbitaron los ojos y dejó caer la cabeza en la almohada junto a ella con un gruñido mientras la embestía con fuerza y se estremecía como extasiado.
La besó con un ansia primaria. _____ separó más las piernas y le presionó la espalda para apremiarlo e intentar, a pesar del dolor, que la penetrara más profundamente y con más fuerza. Apoyado en los
codos para no aplastarla, St. Payne le puso la cabeza en el pecho y _____ sintió su aliento cálido y suave sobre el pezón. Su barba incipiente le rascaba
un poco y la sensación le contrajo los pezones. El seguía dentro de ella, aunque su sexo se había suavizado. Estaba despierto, pero inmóvil.
_____ también permaneció quieta mientras le
rodeaba la cabeza con los brazos y le acariciaba el pelo. Notó que él movía la cabeza y buscaba el pezón hasta rodearlo con los labios y seguir despacio con la lengua el contorno de la aureola, una y otra vez hasta que ella se movió impaciente bajo su cuerpo. Él le lamió el pezón suavemente y sin descanso, y el
deseo le abrasó los pechos, el vientre y la entrepierna hasta que el dolor desapareció bajo una nueva oleada de deseo. St. Payne pasó al otro pecho y se lo mordisqueó y jugó con él, gozando, al parecer, con su placer. Levantó un poco el cuerpo para deslizar una mano entre ambos y acariciarle su pubis húmedo e incitarla con destreza. Le provocó un nuevo climax, y con su cuerpo frotó voluptuosamente la entrepierna de _____
Luego, jadeante, levantó la cabeza para mirarla como si fuera una variedad de ser vivo desconocida.
—Dios mío —susurró con una expresión que no
era de satisfacción sino de algo parecido a la alarma.
Chicas lo siento por no subir capis,pero aquí lo tienen DISFRUTENLO!!
Vanessa directioner
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
me encantoo el capi :calor: estubo muy bueno
siguela porfis!!!
siguela porfis!!!
Hemwin.
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
siento no haber comentado antes linda
el cole me tiene muy ocupada pero ya me escape un ratito jajaja
me encanta siguela cuando puedas
muchisimos besos
Anna xx
Annaxx
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
ANTERIORMENTE:
Luego, jadeante, levantó la cabeza para mirarla como si fuera una variedad de ser vivo desconocida.
—Dios mío —susurró con una expresión que no
era de satisfacción sino de algo parecido a la alarma
CAPÍTULO
Liam se levantó y se dirigió al palanganero con piernas temblorosas. Se sentía aturdido, inseguro, como si fuera él quien acababa de perder la virginidad. Después de tantas aventuras amorosas, creía que ya no le quedaba nada por experimentar. Estaba equivocado. Para un hombre para quien
hacer el amor era una mezcla experta de técnica y coreografía, había sido toda una sorpresa encontrarse a merced de su propia pasión. Tenía intención de retirarse en el último momento, pero el deseo lo había cegado tanto que se había olvidado. *******. Eso no le había pasado nunca.
Tomó con torpeza una toalla de lino para mojarla en el agua fría de la jofaina.
Para entonces, su respiración había recuperado la normalidad, pero no estaba nada tranquilo. Después de lo que acababa de pasar, debería olvidarse del sexo por unas horas. Pero no había tenido suficiente. Había tenido el orgasmo más largo, persistente y espectacular de su vida, y aun así no había colmado su necesidad de poseerla, de penetrarla. Era una locura. Pero ¿por qué? ¿Por qué con ella?
Ella tenía la clase de figura que siempre le había gustado, voluptuosa y firme, con unos muslos bien torneados que lo rodearan. Y su piel era tan suave como el terciopelo, con pecas doradas esparcidas como chispas festivas. Pero las bondades físicas de ______ Jenner no explicaban del todo el extraordinario efecto que ejercía en él.
Excitado de nuevo, Liam se restregó bien con la toalla fría y tomó otra para llevársela a ______, que yacía medio acurrucada de costado. Para su alivio, parecía que no iba a haber lágrimas ni quejas virginales. Parecía más pensativa que afectada. Lo miraba intensamente, como si intentara resolver un
misterio. El le musitó que se volviera boca arriba y le lavó la sangre y los fluidos entre las piernas.
A ella no le resultaba fácil estar desnuda delante de él. Liam vio el sonrojo que le subió a las mejillas en una rápida oleada. Había conocido muy pocas mujeres que se ruborizaran por ese motivo. Siempre había elegido mujeres expertas, ya que no le gustaban demasiado las ingenuas. No por una cuestión de moralidad, por supuesto, sino porque las vírgenes eran, por norma, bastante sosas en la cama. Aquélla era una notable excepción.
Dejó la toalla y apoyó las manos a cada lado de los hombros de ______. Se estudiaron con curiosidad. Se percató de que a ella no le incomodaba el
silencio; no intentaba llenarlo como la mayoría de mujeres. Un punto más a su favor. Se inclinó hacia ella sin dejar de mirarla a los ojos, pero al agachar
la cabeza, una especie de gruñido interrumpió el silencio. Era el estómago de su flamante esposa, que protestaba de hambre. Más sonrosada aún, si eso era posible, ella se cubrió el vientre con las manos como para acallar el terco ruido.
Una sonrisa iluminó el rostro de Liam, que le besó el ombligo y anunció:
—Pediré el desayuno, cariño.
—______ —murmuró ______ a la vez que se tapaba con las sábanas hasta las axilas—. Así es como me llama mi padre.
—Llámame Liam —repuso él con una sonrisa.
______ alargó la mano despacio, como si él fuera un animal salvaje que fuera a echar a correr si se asustaba, y le toqueteó los rizos del pecho con suavidad.
—Ahora somos realmente marido y mujer.
—Sí. Que Dios te ayude(XD me encantan sus comentarios) —dijo Liam, bajando un poco la cabeza, encantado con sus caricias—. ¿Salimos hoy hacia Londres?
Ella asintió.
—Quiero ver a mi padre.
—Será mejor que elijas las palabras con tacto cuando le expliques que soy su yerno —dijo—. Si no, la noticia podría acabar con él.
—Démonos prisa —insistió ______ a la vez que le apartaba la mano del pelo—. Si el tiempo mejora, quizá podamos ir más rápido. Quiero ir directamente al club de mi padre y...
—Llegaremos pronto —dijo Liam con calma—, pero no viajaremos a la velocidad endemoniada con que lo hicimos al venir. Pasaremos por lo menos una noche en una posada de posta. —______ fue a protestar, pero él añadió—: A tu padre no le servirá de nada que llegues a su club medio muerta de cansancio.
Era el inicio del ejercicio de la autoridad del marido, y de la obligación de obedecer de la esposa. Era evidente que ______ ansiaba discutir, pero se limitó
a mirarlo con ceño.
—Te esperan tiempos difíciles, cariño —murmuró Liam—. Tenerme por marido ya será bastante arduo. Pero cuidar de un tísico en la última fase de su enfermedad... Necesitaras todas tus fuerzas. No tiene sentido que las malgastes antes de llegar.
Ella lo observó con una intensidad renovada que le hizo sentir incómodo. ¡Qué ojos tenía! Era como si alguien hubiera reunido capas de cristal azul para
hacer pasar por ellas un rayo de sol.
— ¿Te preocupa mi bienestar? —preguntó.
—Claro que sí, princesa. Me conviene conservarte viva y sana hasta que pueda cobrar tu dote.
______ averiguó pronto que Liam se sentía tan cómodo desnudo como vestido.
Intentó actuar con naturalidad ante un hombre que se movía por la habitación sin nada de ropa. Pero, siempre que pudo, le dirigió miradas discretas hasta
que sacó un traje del baúl. Tenía piernas largas y esbeltas, y amplias zonas del cuerpo tonificadas mediante la práctica de ejercicios de caballeros como la equitación, el pugilismo y la esgrima. Tenía la espalda y los hombros muy desarrollados, con músculos que se flexionaban bajo la piel tensa. Por delante era más fascinante aún, e incluía un pecho no lampiño como el de las estatuas de mármol o bronce, sino ligeramente cubierto de vello. El vello pectoral, y el de otros sitios, la había sorprendido. Era otro de los muchos misterios del sexo opuesto que se le habían revelado, en sentido literal.
Incapaz de andar por la habitación desnuda, se envolvió con una sábana antes de dirigirse a su bolsa de viaje. Extrajo de ella un vestido de lana marrón, una muda y, lo mejor de todo, un par de zapatos secos y limpios. El otro par estaba tan sucio y húmedo que se estremecía de sólo pensar en ponérselo. Mientras se vestía, notó la mirada de Liam fija en ella. Se bajó con rapidez la camisola para ocultar su torso.
—Eres preciosa, ______ —comentó él en voz baja.
Como había crecido rodeada de parientes que se lamentaban del color estridente de su pelo y de la proliferación de pecas en su piel, le dirigió una sonrisa escéptica.
—La tía Florence siempre me daba una loción decolorante para eliminar las pecas. Pero no hay forma de librarse de ellas.
Liam se acercó a ella con una sonrisa. Le tomó los hombros y le recorrió el cuerpo medio desnudo con una mirada apreciativa.
—No te quites ni una sola peca, cariño. He encontrado algunas en sitios de lo más encantadores. Ya tengo mis favoritas. ¿Quieres saber dónde están?
______, desconcertada, sacudió la cabeza e hizo un movimiento para liberarse de su sujeción. Pero él no se lo permitió. La acercó más hacia él, agachó la
cabeza y le besó el lado del cuello.
—Aguafiestas —susurró sonriente—. Voy a decírtelo de todos modos. —Le subió la camisola despacio. Ella contuvo el aliento al notar cómo le acariciaba las piernas desnudas mientras le decía con los labios en el cuello—: Como descubrí
antes, tienes unas cuantas en la cara interna del muslo derecho que conducen hacia...
Los interrumpió una llamada a la puerta. Liam levantó la cabeza con una exclamación de enojo.
—El desayuno —masculló—. Y no me atrevería a darte a elegir entre mis artes amorosas o una comida caliente, ya que lo más probable es que la respuesta fuera poco halagüeña para mí. Ponte el vestido.
Una vez ella lo hubo hecho lo más rápido que pudo, Liam abrió la puerta a dos camareras con un par de bandejas llenas de platos tapados.
Al ver al atractivo huésped de rostro angelical y cabellos color trigo, soltaron una exclamación ahogada y risitas picaras. No mejoró las cosas que
vieran que iba sólo parcialmente vestido, con los pies descalzos, el cuello de la camisa blanca desabrochado y un pañuelo de seda colgando a ambos lados del cuello. Las alteradas muchachas casi volcaron dos veces las bandejas antes de
lograr dejar los platos en la mesa. Observaron la cama revuelta y les costó contener chillidos de regocijo al especular sobre lo ocurrido allí durante la
noche. ______, enojada, las despachó sin cortesías y cerró la puerta.
Miró a Liam para comprobar su reacción ante la admiración de las camareras, pero parecía no haberse dado cuenta. Era evidente que el comportamiento de aquellas muchachas le resultaba tan habitual que le pasaba inadvertido. Las mujeres
debían de contemplar y perseguir a un hombre de su atractivo y posición. ______ no tenía ninguna duda de que sería terrible para una esposa que lo amara. Ella, sin embargo, no iba a permitirse nunca tener celos ni temer una traición.
Chicas su capi :-)
Vanessa directioner
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
cariño siento no haber comentado antes
la verdad es que mw encantoooo!!
liam que directo jajaja
son como muy apasionados
rayis al parecer se puso celosa jajaja
me encantaaaaa siguelaa!!!
Anna xx
la verdad es que mw encantoooo!!
liam que directo jajaja
son como muy apasionados
rayis al parecer se puso celosa jajaja
me encantaaaaa siguelaa!!!
Anna xx
Annaxx
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
Esta más que claro que Liam la ama, aunque no lo quiera decir...
Ahora la rayis va a poder ir a ver a su padre, las cosas están mejorando para ella
Siguelaaaa *-*
Besos xX
Ahora la rayis va a poder ir a ver a su padre, las cosas están mejorando para ella
Siguelaaaa *-*
Besos xX
Dani1DdeLerman
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
Chicas estoy haciendo un aviso rápido:
No voy a estar conectada en 3 semanas o 3 y medio,tengo exámenes y tengo que estudiar para pasar de año,asi q si me conecto más antes les aviso ok
:-)
No voy a estar conectada en 3 semanas o 3 y medio,tengo exámenes y tengo que estudiar para pasar de año,asi q si me conecto más antes les aviso ok
:-)
Vanessa directioner
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
sube cuando puedas linda!!!!
esperopa los capis con ansias
muchos besos
Anna xx
esperopa los capis con ansias
muchos besos
Anna xx
Annaxx
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
Holaaaaaaa,subiré capítulos más tarde,tengo una nueva nove pasen por ella
https://onlywn.activoforo.com/t67077-once-minutos-hotzayn-malik-y-tu#3524571
https://onlywn.activoforo.com/t67077-once-minutos-hotzayn-malik-y-tu#3524571
Última edición por Vanessa directioner el Miér 20 Nov 2013, 5:54 pm, editado 1 vez
Vanessa directioner
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
Hola!!! :)
Que bueno que volviste, extrañaba tus caps
y Que tal estuvieron tus exámenes?
Que bueno que volviste, extrañaba tus caps
y Que tal estuvieron tus exámenes?
Dani1DdeLerman
Re: EL DIABLO EN EL INVIERNO~LIAM PAYNE Y TÚ~HOT~
Hola hermosa,sinceramente muy bien estudie mucho,pero creo que puse One direction en vez de mi nombre XD,pero los profes se darán cuenta que soy yoDani1DdeLerman escribió:Hola!!! :)
Que bueno que volviste, extrañaba tus caps
y Que tal estuvieron tus exámenes?
Luego en biología puse en una pregunta que decía¿mencione un músculo de las extremidades interiores del cuerpo humano?y yo puse el trasero de Louis,:jojojo: pero la profe solo se rió y me hizo valer la pregunta ya que le gusta one direction :ilusion:
Vanessa directioner
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