Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 13 de 18. • Comparte
Página 13 de 18. • 1 ... 8 ... 12, 13, 14 ... 18
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
Capitulo 28:
—Pero hemos tenido clases juntos desde que éramos nuevos, —le recordé—. No tenías que
hablarme para que yo supiera que eras genial. —Sonreí y lo palmeé en la espalda. —Y
acabas de confirmarme que estaba en lo correcto. —El timbre sonó, y me volteé hacia las
puertas que guiaban al estacionamiento de estudiantes.
—Te veo después, Toby. ¡Felicitaciones!
—Sí. Gracias, Tn.
Mientras caminaba hacia las puertas dobles, me preguntaba si había dicho demasiado. ¿Me
entregué como una casi-acosadora? Dios, esperaba que no. La última cosa que quería era
asustar y alejar al pobre chico después de contacto humano real de menos de un mes. Eso
realmente me haría una perdedora.
Estaba a punto de empujar la puerta abierta que me guiaba al estacionamiento de
estudiantes cuando un sonoro “Ahem” llamó mi atención. Me volteé y vi a Carla inclinada
sobre el casi vacío estante de trofeos, con sus brazos cruzados sobre su pecho. La manera
en que sus ojos se redujeron me molestó de inmediato.
— ¿Qué? —Pregunté.
Ella frunció el ceño y dejó caer sus brazos pesadamente a sus lados. —Nada, —se quejó—.
¡Olvídalo!
— ¿Carla, qué estás--?
–Ahora no, Tn. —Se volteó y comenzó a alejarse de mí—. Tengo práctica de animadoras.
Mis manos volaron automáticamente a mis caderas. — ¿Qué demonios está mal contigo? —
demandé—. Suenas como una completa p*rra.
Se detuvo y me miró sobre su hombro. — ¿Yo soy la p*rra? Me ignoras, y ¿soy la p*rra?
¡Qué demonios Tn! —Sacudió su cabeza—. Lo que sea. No voy a tener esta
conversación ahora. No cuando debimos haberla tenido hace diez minutos, como le dijiste
a Victoria que lo harías. Supongo que estabas muy ocupada pasando el rato con ese tonto
para—
—Criticar a Toby suena muy de p*rra para mí, Carla, —contraataqué. ¡Cómo se atrevía!
Ella sabía que me gustaba. ¡Sabía que él prestándome atención era algo importante!
Lo sabía, ¿y estaba siendo una p*rra por ello? — ¡Estás actuando como una animadora
coqueta con buen gusto!
Sus ojos relampaguearon, y por un segundo pareció como si fuera a golpearme.
Seriamente pensé que iba a entrar por completo, en una pelea de chicas de reality show,
jalándonos los cabellos, con mi mejor amiga en frente de las puertas del estacionamiento.
Pero ella se fue. Sin decir una palabra. Ni un sonido. Ella sólo se desvió hacia el gimnasio,
dejándome molesta y totalmente confundida.
Yo me había peleado antes con Carla, suele pasar cuando se lleva tiempo siendo amigas.
Pero este argumento realmente me desconcertó, sobre todo porque yo no sabía hasta
donde estaba de acuerdo . Me asaltaron en el estacionamiento, tratando de averiguar lo
que podría haber hecho para merecer ese drama. Las cosas tendrían que mejorar .
Mi coche no arrancaba. Lo traté varias veces, pero nada. La batería estaba
completamente muerta.
—A la m*erda- Grité, golpeando el volante con el puño.
Esto no era lo que necesitaba. ¿No había sido mi día ya bastante malo? ¿No había sido mi
vida bastante mala? Era como si nunca nada fuera bien .
— ¡M*erda! ¡Maldita sea! ¡Al infierno! Pedazo de ...
— ¿Tienes problemas con el coche, Duffy?
Pare de despotricar algo ofendida. Abri la puerta y le dije a Nicholas : —Mi coche de m*erda
no arranca. —Entonces vi a la chica a su lado. Delgada y con grandes pechos. No era
Louisa Farr. Esta chica era mas guapa. Tenía un rostro redondo y dulce con el pelo largo y negro
hasta los hombros y unos grandes ojos cafes. Más guapa que yo, por supuesto. Es
probable que algunas estudiantes de primer año se sintieran atraídas por Nicholas con solo
echarle un vistazo; sonrisa sexy y un cochazo. Una vez más, sentí la punzada de los celos
dominandome. Sólo SPM.
— ¿Quieres que te lleve? —Preguntó.
—No—le dije rápidamente. —Voy a llamar a... — Pero, ¿a quién iba a llamar?
Mamá estaba en Tennessee. Papá estaba en el trabajo. Carla estaba en el ensayo. No es
que importara. Ella estaba enfadada conmigo de todos modos ella y Vicky siempre las iban
a buscar sus padres o iban conmigo. ¿Quién iba a venir a buscarme?
—Vamos, Duffy, — dijo Nicholas, sonriéndome. —Sabes que puedes venir conmigo. —Él se
inclinó para mirarme a los ojos. — ¿Qué es lo peor que podría pasar?
—Está bien—. No había forma de que fuera en el mismo coche con Nicholasy su última
conquista. No. No era una casualidad. —No seas ridícula. No tienes quien te venga a
buscar .No tiene sentido que estés en el aparcamiento hasta el anochecer. Sólo tengo que
dejar a Maya y entonces puedo llevarte a casa.
Maya, pensé. Así que ese es el nombre de la tonta. Entonces algo en el fondo de mi mente
hizo clic. ¡Oh, Dios mío! ¡Maya! ¡Maya era su hermana! Miré a la chica otra vez,
preguntándome cómo no me habia dado cuenta. grandes, y lindos ojos cafes,
muy atractiva. El parecido era obvio. Yo era una idiota increíble. Nicholas se acerco y cogio
las llaves del coche.
—Muy bien—dije, sintiéndome mucho mejor. Cogí de nuevo mis llaves y las metí en mi
bolso. —Voy a coger unas cosas—. Una vez que tuve todo lo que necesitaba, cerré la
puerta y Nicholas me guió hasta su coche, era fácil de detectar, ya que era el único
Porsche del aparcamiento.
—Ahora, Duffy, — dijo Nicolas mientras se sentaba en el asiento del conductor. Me senté
atrás para que Maya, pudiera sentarse delante con su hermano. —Tendrás que admitir que
yo también hago cosas buenas por la gente en ocasiones.
—Nunca he dicho lo contrario—.Le dije tratando de situarme en el estrecho asiento
trasero. Dios, siendo un coche de lujo el porche tenia espacio cero para las piernas. Tuve
que sentarse de lado con las rodillas casi en mi pecho. No era cómodo. —Siempre lo haces
si sacas algo a cambio.
Nicholas se burlo. — ¿Has oído eso, Maya? ¿Puedes creer lo que piensa de mí?
—Estoy segura de que Maya sabe como eres.
Nicholas se quedó en silencio. Maya se echó a reír, pero ella parecía un poco nerviosa
Ella no dijo mucho durante el viaje, aunque Nicholas hizo varios intentos por mantener
nuestra conversación. Al principio yo me pregunté si tal vez fuera por mi culpa, pero tuve
tiempo para darme cuenta de que no era más que timidez. Cuando llegamos al camino de
entrada de la casa grande, que yo sabía que debía pertenecer a la abuela de Nicholas, Maya
miró al asiento de atrás y dijo en voz baja : —Adiós. Fue un placer conocerte .
—Es genial—Le dije.
—Ella tiene que salir de su caparazón—.Suspiro Nicholas.
La vio como corría hasta el porche delantero. Una vez que había entrado en la casa
grande; no era una mansión, pero era evidente que su abuela tenía dinero, también.
Volvió a mirarme.
—Puedes sentarse adelante, si quieres.
Asentí con la cabeza y salí del coche. Abrí la puerta del copiloto y me senté en el asiento
en que habia abandonado Maya . Cuando estaba abrochando el cinturón de seguridad , oí
a Nicholas exclamar .
— ¿Cuál es tu problema? —Pregunté, mirándole. Pero supe la respuesta antes de que él me
la dijera.
Una mujer de unos sesenta años acababa de salir de la casa y se dirigía hacia el coche. La
abuela de Nicholas, no habia lugar a dudas. Era la abuela la que odiaba. No le pregunté que
quería ocultar. Me sentí un poco ansiosa cuando vi a la mujer .Estaba muy bien vestida
llevaba un suéter salmón , el cual parecía caro, y unos pantalones perfectamente
planchados.
Nicholas bajó la ventanilla cuando ella se acercó, lo suficiente como para escucharla.
—Hola, abuela Jonas. ¿Cómo estás?
-No juegues conmigo, Nicholas Jerry. Estoy furiosa contigo en este momento—.
Pero ella no parecía furiosa. Su voz era aguda , suave y sedosa. Ella sonaba como a más
dulce, pero sus palabras no encajaban en el papel.
— ¿Qué he hecho esta vez? —Preguntó Nicholas con un suspiro.
— ¿Llevo los zapatos equivocados? ¿O es que el coche no está lo suficientemente limpio?
¿Qué leve imperfección has visto en mi hoy por la tarde?
—Te sugiero que te abstengas de utilizar ese tono conmigo—dijo con una voz por lo menos
intimidante. Esto habría sido divertido si Nicholas no pareciera tan incomodo.
—Vive tu vida como quieras, pero deja a Maya fuera de ello.
— ¿Maya? ¿Qué le he hecho a Maya?
—Honestamente, Nicholas —Dijo su abuela con un espectacular suspiro. — ¿Por qué no
dejaste que Maya cogiera el autobús? No estoy de acuerdo con tu manera de conducir con
tus...-hizo una pausa- amigas en el asiento de atrás. —Ella miró a través de Nicholas, con
los ojos fijos en los míos por un instante antes de cambiar de nuevo a su nieto. —Yo no
quiero que seas una influencia negativa para tu hermana.
Por un segundo yo estaba confundida. Yo era una buena estudiante. Nunca había tenido
ningún problema en mi vida. Sin embargo, esta mujer pensó que de alguna manera yo
podría ser una mala influencia para su nieta. Y entonces me di cuenta.
Ella pensó que yo era una de los vagabundas de Nicholas. Ella pensaba que era una de las
chicas cachondas que andaban con Nicholas .Él me habia dicho que su abuela desaprobaba
su "estilo de vida." Ella odiaba la forma en que vivía. Y habia llegado en el asiento de
atrás, ella había asumido que era otra fulana que había recogido.
Aparté la vista, mirando por la ventanilla para no ver la expresión de disgusto en el rostro
de la anciana. Me sentí herida y enojada.
Sobre todo porque sabía que era verdad.
—Eso no es asunto tuyo —Gruñó Nicholas. Yo nunca lo había visto antes tan enfadado. —No
tienes derecho a faltar el respeto a mi amiga y ciertamente no es el lugar para decidir lo
que hay que hacer con mi propia hermana. Me conoces lo suficiente para saber que yo no haría
nada para perjudicarla , a pesar de que las has convencido. No soy el monstruo que dices
que soy, tu ya sabes.
—Creo que iré a buscar a Maya a la escuela a partir de hoy.
—Adelante—, dijo. —Pero no me mantendrás alejado de ella. Es mi hermana y mamá y
papá se enfadaran si les cuento que estas tratando de separar a nuestra familia, abuela.
—Me temo que tu familia ya está rota, querido.
Hubo un ruido, lo que indicó que Nicholas había cerrado su ventanilla y acelerado. Vi como
la mujer caminaba hacia su casa. Luego, derrapando, Nicholas salió del camino y conducio
a gran velocidad por la carretera. Le miré preocupada y sin saber qué decir. Por suerte,
él habló primero.
—Lo siento. Yo no sabía que venía . Ella no te tenia que haberte tratado de esa manera.
—No pasa nada—Le dije.
—No, es así. Ella es una arpía .Y lo peor de todo es que ella tiene razón.
— ¿Sobre qué? — Le pregunté.
—Acerca de nuestra familia, —dijo. —Tiene razón. Esta rota desde hace mucho tiempo.
Mamá y papá se han ido y la abuela ha conseguido interponerse entre Maya yo.
—Maya todavía te quiere.
—Tal vez-murmuró —Pero ella piensa peor de mí. La abuela le ha convencido de que yo
soy un hijo de p*rra. He visto la forma en que Maya me mira ahora. Ella mira con tristeza.
Como si estuviera decepcionada conmigo. Ella piensa que soy una persona horrible.
—Lo siento—, dije en voz baja. —Si lo hubiera sabido, no hubiera hecho la broma acerca
de que sólo hacia cosas buenas para... para tu propio beneficio.
—Está bien—. El coche frenó un poco. —Honestamente, tienes razón. Y la abuela, también.
Nunca quise que Maya me viera de esa manera.
No pude resistir la tentación y puse la mano sobre Nicholas. Su piel era cálida y suave y yo
podía sentir su pulso palpitar constantemente por debajo de mi palma. Me olvidé de mi
coche y mi estúpida pelea con Carla. Soy la mejor . Quería que Nicholas volviera a sonreír.
Incluso esa sonrisa arrogante que solía tener. Odiaba que le doliera la posibilidad de
perder el respeto de su hermana. Quería consolarlo. Me importaba todo él.
Oh, Dios mío.¿ De hecho, me importaba?
Capitulo 29:
Diez minutos más tarde, el Porsche llego a la entrada de mi casa. Agarré mis cosas y
alcancé la manilla de la puerta.
—Gracias por el viaje. —Le miré por encima del hombro viendo que Nicholas seguía
enfurruñado.
—Bueno, maldita sea ¿Por qué no? Puedes entrar si quieres. Mi padre no ha llegado a casa
todavía. —.
Nicholas me sonrió mientras apagaba el motor.
—Eres una niña sucia de mente, Duffy. Parece que estás tratando de corromperme.
—Tú eras más que corrupto —Le aseguré.
Nos bajamos del coche y caminamos hasta la puerta. Saqué las llaves de mi bolso y abrí la
puerta de entrada, dejé pasar a Nicholas delante de mí. Observó la habitación.
Debe de haber estado comparándola con su casi mansión. Obviamente no hay
comparación. Yo ni siquiera vivo en un adosado como Victoria.
—Me gusta —Dijo Nicholas. Volvió a mirarme —Es muy acogedor.
—Eso está bien ya que es pequeño, ¿no?
—No. Lo digo en serio. Es cómodo. Mi casa es demasiado grande, incluso para cuatro
personas, ya que soy el único la mayoría del tiempo, me gusta más la tuya. Acogedora,
como he dicho.
—Gracias—. Me sentí halagada. No es que me importara lo que pensara.
— ¿Dónde está tu habitación? — Preguntó, guiñándome un ojo.
—Sabía que lo ibas a preguntar. Ahora, ¿quién esta corrompiendo a quien?
Le cogí por el codo y lo llevé por las escaleras.
—Aquí mismo—.Dije haciendo un gesto a la primera puerta. —Te advierto, es del tamaño
de una caja de Cracker Jack.
Abrió la puerta y observó el interior. Entonces me miró con esa familiar sonrisa.
—Vamos a tener suficiente espacio.
—¿Espacio suficiente para qué?
Antes de que supiera lo que estaba sucediendo, Nicholas me agarró por las caderas y me
empujó hacia mi dormitorio. Con el pie cerró la puerta detrás de nosotros, me hizo girar y
me apoyó contra la pared, donde comenzó a besarme con tanta fuerza que pensé que mi
cabeza podía estallar. Me sorprendió que no me importara nada, le abracé y le devolví el
beso.
Él apretó con más fuerza mi cintura y bajó mis vaqueros tan bajo como pudo sin
desabrocharlos. Luego deslizó sus manos debajo de mi ropa interior y frotó los dedos a lo
largo de mi calor, hormigueo en la piel. Después de unos minutos, dejo de besarme.
—Tn, ¿te puedo preguntar algo?
—No—le dije rápidamente. —No voy a hacerte una m*mada. Sólo pensarlo me parece
repugnante y degradante y... Nunca.
—A pesar de que es un poco decepcionante—Dijo Nicholas —No era en lo que estaba
pensando.
—Oh—. Eso fue un poco embarazoso. —Bueno, ¿entonces qué?
Soltó mi pantalón y puso mis manos suavemente en mis hombros.
— ¿Qué va a pasar a partir de ahora?
— ¿Perdona?
—Sé que tu ex-novio salió de la ciudad hace unas semanas —Dijo. —Pero hay todavía algo
que te molesta. Me gustaría creer que sólo soy yo, no puedes conseguir suficiente de mí.
¿De qué estás huyendo, Tn?
—De nada.
—No mientas.
—Es asunto mío, ¿de acuerdo?
Me aparté y coloqué mis vaqueros.
Automáticamente, me arrodillé junto a la pila de ropa limpia, a los pies de mi cama y
comencé a doblarla.
—Vamos simplemente a hablar de otra cosa.
Nicholas se sentó en el suelo a mi lado.
—Bien —Dijo. Me di cuenta de que estaba poniendo la pose de ser paciente hasta que yo le
contara.
Me habló como se habla a los niños pequeños. Demasiado malo para él. No iba a suceder.
Él era mi juguete sexual, después de todo, no mi psiquiatra.
Hablamos de las clases mientras yo seguía con la ropa. Cuando estaba el montón
ordenado, me levante y me senté en mi cama.
— ¿No vas a guardarla? —Preguntó Nicholas.
—No—Dije.
—Entonces, ¿por qué la doblas?
Suspiré y me tumbe dejando mis Converse fuera de la cama.
—No sé—Admití, con la cabeza sobre la almohada y mirando al techo. —Creo que es un
hábito o lo que sea. Doblar la ropa todas las noches, me hace sentir mejor. Es relajante y
me despeja la cabeza. Luego a la mañana siguiente, me gusta buscar en el montón lo que
voy a ponerme. Es como algo cíclico—.
Mi cama crujió cuando Nicholas se subió encima de mí, se puso entre mis rodillas.
—Sabes —Dijo, mirándome— Eso es muy extraño. Pareces una Neurótica, la verdad.
— ¿Yo? — Me reí. —Tú eres el que está tratando de conseguir mis pantalones de nuevo, al
igual que hace diez segundos después de un intento fallido .Yo diría que los dos estamos
algo locos.
—Cierto.
Empezamos a besarnos de nuevo. Esta vez sus manos se movieron hasta la camisa y
desabrochó mi sujetador. No había mucho espacio en mi pequeña cama individual, pero
Nicholas se las arregló para conseguir sacar mi sujetador y desabrochar mis vaqueros.
Empecé a deshacerme de sus pantalones, también, pero me detuvo.
—No—Dijo, moviendo la mano. —No estarás de acuerdo con las m*madas, pero ten seguro
de que voy a disfrutar de ello.
Abrí la boca para discutir, pero la cerré rápidamente cuando comenzó a besar mí
estómago. Sus manos comenzaron a quitarme los vaqueros y la ropa .Los bajó hacia las
rodillas, hizo una pausa breve para entretenerse en el lugar delicado de encima de mi
cadera, haciendo que me saliera una risa idiota. Sus labios se movían más abajo me
sorprendió la rapidez con la que se encaminaba a su destino final.
Yo había oído a Marisol hablar de ello e incluso a Carlasobre como se lo habían hecho sus
novios y lo bien que se sentía. Yo había oído hablar, pero no me lo creía. Jake y yo nunca
lo habíamos hecho y yo siempre asumí que era extraño.
Fue un poco raro al principio.
Era extraño, pero bueno. Sucio, malo, increíble. Mis dedos agarraron las sabanas con
fuerza y mis rodillas temblaron. Sentía cosas que nunca había sentido antes. —Ah, oh... —
Jadee por el placer y la sorpresa —Oh, mierda.
Nicholas saltó de repente. Había oído la puerta de un coche al igual que yo. Eso significaba
que mi padre estaba en casa.
Me puse mi ropa interior y mis vaqueros a toda prisa, pero me llevó un minuto encontrar
mi sujetador. Una vez que conseguí vestirme, me peiné y miré a Nicholas atrapado en mi
caja de galletas.
— ¿Me voy? —Preguntó.
—No—dije sin aliento. Iba a decirle que no quería que volviera a su vacía mansión.
—Quédate un rato. Está bien. A mi padre no le importa. Simplemente no podemos hacer
eso....
— ¿Qué más se puede hacer? —Así que, como perdedores completos, jugamos al
Scrabble las próximos cuatro horas y media. No había espacio apenas suficiente en el
suelo de mi pequeño cuarto para alguien tan alto como Nicholas para estirarse sobre su
estómago, pero se las arregló para sentarse enfrente con el tablero entre los dos con las
palabras escritas de quijotesca y hegemonía. No es exactamente la noche del viernes más
emocionante, pero lo disfruté mucho más que si hubiera ido al the Nest o de fiesta al Oak
Hill.
Alrededor de las nueve, después de haberle ganado tres veces, al fin le ganaba en algo,
Nicholas se puso de pie.
—Creo que debería volver a casa —Suspiró.
—Está bien—.Me levanté- Te voy acompañar hasta la puerta.
Estaba de tan buen humor que había logrado olvidarme de papá, hasta que lo encontré en
la sala de estar. Olí el whisky antes de ver la botella en la mesa de café, y mis mejillas se
pusieron rojas de vergüenza. Por favor, que no se dé cuenta, pensé mientras caminaba
hacia la puerta principal con Nicholas. Supongo que debería haber comenzado a
preocuparme cuando no había subido para ver de quien era el Porsche que estaba en la
entrada. Es decir, no todos los días te encuentras delante de tu casa un coche como ese,
por lo menos no delante de la mía.
Tal vez Nicholas no había pensado en eso tampoco. Era viernes por la noche, después de
todo. Los padres pueden beber whisky los fines de semana, bueno los que no fueran
alcohólicos en recuperación, pero Nicholas no sabía esa parte de la historia. Mientras mi
padre actuara de forma normal, podría parecer como si no pasara nada.
Pero, por supuesto, nunca he tenido ese tipo de buena suerte.
— ¡Abejorro! —Dijo mi padre. Se tambaleó sobre sus pies y miró la puerta principal, donde
estaba yo con Nicholas. —No sabía que estabas en casa. ¿Qué es esto? —Entornó los ojos
hacia Nicholas. — ¿Un chico?
—Umm, papá, es Nicholas Jonas—Le dije, tratando de mantener la calma. —Es un amigo
mío.
—Un “amigo”... apuesto—. Él agarró la botella de whisky antes de caminar inestablemente
hacia nosotros, con los ojos entrecerrados mirando a Nicholas. — ¿Te divertiste con mi
pequeña niña en el dormitorio?
—Claro que sí—. Dijo Nicholas, claramente tratando de sonar inocente. — Estuvimos jugado
al Scrabble. Su hija es muy buena con las palabras, señor.
— ¿Scrabble? No soy idiota. Eso debe ser un código nuevo, para el sexo oral —Gruño Papá.
Debí ponerme de color escarlata. ¿Cómo lo hizo? ¿Podía leer mi mente? No, por supuesto
que no podía. No era más que un borracho haciendo acusaciones, y buscando culpables
que sólo empeorarían las cosas. Así que me eche a reír como si fuera ridículo. Como si se
tratara de una broma. Nicholas, siguió mi ejemplo.
—Claro, papá —Le dije. —Y las relaciónes sexuales son Yahtzee, ¿verdad?
— ¡No estoy de broma! —Gritó papá, moviendo la botella de whisky y derramando parte
del contenido sobre la alfombra. Maravilloso. Yo tendría que limpiar aquello.
— Sé lo que pasa. He visto como se visten tus amigas Tn. Eso influye en ti. — no pude
mantener la sonrisa por más tiempo.
—Mis amigas no son *utas —Le susurré. —Estás borracho, y no sabes lo que estás diciendo.
—Con un aumento de valentía, me adelante y le arrebaté la botella de su mano. —No
puedes beber más—.
Por un instante, me sentí bien. Eso era lo que debería haber hecho desde el principio.
Había cogido el toro por los cuernos. Sentí que podía arreglar las cosas.
—Tengo que irme —Dijo Nicholas detrás de mí.
Empecé a darme la vuelta para despedirme, pero las palabras nunca salieron de mi boca.
Sentí la botella cuando me cayó de la mano y escuche como se rompía en el suelo, a mi
lado. Miré al suelo, por un segundo ya que no entendía lo que había sucedido. Entonces el
dolor en mi sien me sorprendió. Era como si me hubiera golpeado con algo, algo duro, algo
contundente, algo así como la palma de la mano de mi padre. Estire la mano y frote mi
cabeza en estado de shock, apenas sintiendo el dolor.
— ¡Mira! — Gritó papá. —Los chicos no se quedan con las p*tas, Tn. Las dejan. Y yo no
voy a dejar que te conviertas en una p*ta. No mi hija. Esto es por tu propio bien.
Alcé la vista al ver una mano hacia mi brazo. Cerré los ojos a la espera de sentir sus dedos
alrededor de mi antebrazo. Pero nunca lo sentí. Oí un ruido sordo, y papá gruñó de dolor.
Mis ojos se abrieron de golpe. Nicholas se trasladó lejos de mi padre que se masajeaba la
mandíbula con una mirada de asombro en su rostro.
— ¿Pero qué m*erdas? — dijo
— ¿Estás bien? — Preguntó Nicholas, delante de mí.
—¿Acabas de golpear a mi padre?
No podía dejar de preguntarme si estaba delirando. ¿Realmente había pasado? Era
extraño.
—Sí —Admitió Nicholas.
— ¿Cómo te atreves a tocarme? —Dijo mi padre, teniendo problemas de equilibrio.
— ¿Cómo te atreves a acostarte con mi hija y después golpearme? ¡Hijo de p*ta!
Nunca había oído a mi padre insultar a nadie antes.
—Vamos —Dijo Nicholas, ayudándome —Vámonos de aquí. Te vienes conmigo—.Me puso el
brazo sobre los hombros y me estrecho contra su cuerpo caliente y me llevó hasta la
puerta.
—Tn— gritó papá detrás de nosotros. —Será mejor que no entres en ese maldito coche
y no se te ocurra dejar esta casa. ¿Me oyes, hija de p*ta?
El trayecto hasta casa de Nicholas fue en silencio. Varias veces lo vi abrir la boca como si
quisiera hablar, pero siempre la volvía a cerrar. Yo estaba en estado de shock, no podía
decir nada. Mi cabeza me dolía mucho. No podía entender todo lo que papá había hecho.
Pero lo peor era la vergüenza. ¿Por qué? ¿Por qué Nicholas tuvo que ver eso? ¿Qué pensaría
de mí ahora? ¿Qué pensaría de papá?
—Esto nunca ha pasado antes —Le dije rompiendo el silencio cuando llegamos al camino
de entrada a la casi mansión. Nicholas apagó el motor y me miró.
—Mi padre nunca me había hecho esto, ni siquiera me había gritado así.
—Bien.
—Sólo quiero que sepas que no es normal para nosotros —Le expliqué—. Yo no soy una
chica maltratada. No quiero que pienses que mi padre es una especie de psicópata.
—Tenía la impresión de que no te importaba lo que pensara la gente—.Dijo.
—Acerca de mí. No me importa lo que piensan de mí. —No sabía que era mentira hasta que
las palabras habían salido de mi boca. —Pero de mi familia y de mis amigos es diferente.
Mi papá no es un psicópata. Solo ha tenido un mal momento. —Pude sentir el bulto crecer
en mí garganta, y trate de tragar. Necesitaba explicarme. Contarle lo que necesitaba
saber. —Mi mamá acaba de presentar una demanda de divorcio y sólo sé que no puede
manejarlo.
El nudo no se iba. Cada vez era mayor. Todas mis preocupaciones y temores se habían
estado dirigiendo a ese momento, y no podía luchar más. No podía mantenerlos
embotellados. Las lágrimas empezaron a salir a borbotones por mis mejillas, antes de
darme cuenta que estaba sollozando. ¿Cómo había sucedido esto? Se sentía como un mal
sueño. Mi padre era el hombre más dulce que yo conocía. Él era ingenuo y frágil. Este no
era él. Sentí que mi mundo estaba girando fuera de control. Y esta vez, no podía negarlo.
No lo podía ignorar. Y definitivamente no podía escapar de ello.
Nicholas no dijo nada. Se quedó sentado conmigo en silencio. Ni siquiera me di cuenta de
que me había cogido la mano hasta después de que hubiera dejado de llorar. Una vez que
respiré con normalidad y limpie las gotas saladas de mis ojos, él abrió la puerta y me
ayudó a salir del coche, no es que yo lo necesitaba, pero aún así era agradable y me llevó
hasta la entrada de su brazo, de la misma la forma en que me había sacado de mi casa,
manteniéndome cerca. Como si tuviera miedo de que pudiera escapar en la oscuridad
entre su coche y la puerta.
Una vez que estuvimos dentro, Nicholas me ofreció una bebida. Negué con la cabeza, y
fuimos al piso de arriba como siempre hacíamos. Me senté en la cama y se sentó a mi
lado. No sé qué pensaba, no podía dejar de preguntármelo y no podía preguntárselo.
— ¿Estás bien? — Preguntó, poniéndose enfrente de mí finalmente. — ¿Necesitas una bolsa
de hielo o algo?
—No—dije. Mi garganta estaba dolorida por llorar, y mis palabras salieron roncas. —No me
duele—.
Él se acercó y apartó el pelo lejos de mi rostro, sus dedos apenas me tocaron.
—Bueno-dijo en voz baja. —Por lo menos ahora lo sé.
— ¿Sabes qué?
—De lo que estas tratando de escapar.
No respondí.´
— ¿Por qué no me dijiste que tu padre tiene un problema con la bebida? —Preguntó.
—Porque no creí que fuera una buena idea—. Le dije.
— ¿Y qué va a pasar? Tienes dificultades en este momento.
—Él no ha bebido en dieciocho años. Sólo desde que recibió los papeles del divorcio. Va a
mejorar.
—Tienes que hablar con él. Cuando este sobrio, tienes que decirle que tiene un problema.
—Sí— me burlé. —Y ahora pensará que estoy en su contra también. Mi madre le envió los
papeles del divorcio.
—No estás en contra de él, Tn.
—Dime Nicholas, ¿por qué no te hablas con tus padres? —Le pregunté. — Estas siendo un
maldito hipócrita, ¿no? ¿Por qué no lo dices que te sientes solo? Que deseas que vuelvan a
casa. Es porque no quieren que les molestes, ¿verdad? No quieres que sepan cómo te
sientes. Si le digo a mi padre que tiene un problema, él pensará que lo odio. ¿Cómo puedo
hacerle más daño? Él acaba de perderlo todo.
Nicholas negó con la cabeza.
—No todo. A ti no —Dijo—Por lo menos deberías hablar con él e intentar que la relación
mejore, porque luego será peor.
—Tal vez.
Los dedos de Nicholas masajearon mi sien. —No te estaré haciendo daño, ¿verdad?
—No, en absoluto—. En realidad, la forma en que me masajeaba estaba bastante bien.
—Me hizo más daño las cosas que dijo— Murmuré. Me mordí el labio inferior. —Tú sabes,
nunca me han llamado prostituta en mi vida, ni a dos de mis mejores amigas. Lo curioso
es que estoy muy segura de que tiene razón.
—Eso no es gracioso —Murmuró Nicholas. —Tú no eres una prostituta, Tn.
—Entonces, ¿qué soy yo? —Exigí repentinamente enfadada. Retire su mano de mi cabeza y
me levante. — ¿Qué soy? Estoy enrollada con un tipo que no es mi novio y miento sobre
ello a mis amigos. Yo ni siquiera sé que pensar, no sé si esto es correcto o incorrecto. Soy
una p*ta. Tu abuela y mi padre lo creen y tienen razón.
Nicholas se levantó, su rostro reflejaba que estaba enfadado. Me agarró por los hombros y
me sostuvo con firmeza, me obligo a mirarlo.
—Escúchame—Dijo. —No eres una p*ta. ¿Me estás escuchando, Tn? Lo que si eres es
inteligente, atrevida y sarcástica, cínica, neurótica, leal, compasiva. Eso es lo que eres,
¿de acuerdo? Tú no eres una p*ta ni algo remotamente similar. Sólo porque tienes algunos
secretos y problemas, no estás más confundida que el resto de nosotros.
Lo miré, atónita. ¿Estaba siendo sincero? ¿El resto del mundo estaba tan perdido como yo
estaba? ¿Todos tenían sus secretos y sus problemas? Nicholas si, por lo que seguramente el
resto del mundo tenía sus imperfecciones, también.
—Tn, p*ta es sólo una palabra que la gente utiliza para hacer daño—Dijo con su voz
más suave. —Los hace sentir mejor acerca de sus propios errores. Usar ese tipo de
palabras es más fácil que buscar la solución a la situación. Te lo prometo, no eres una
p*ta.
Yo miraba, sus ojos cálidos y de pronto comprendí lo que estaba tratando de
decirme. Había un mensaje oculto debajo de las palabras.
No estás sola. Puesto que lo conocía. Comprendía cómo se sentía estar abandonado.
Comprendía los insultos. Me entendía. Me puse de puntillas y le di un beso, realmente le
di un beso. Era más que un precursor del sexo. No había guerra entre nuestras bocas. Mis
caderas descansaban ligeramente sobre él. Nuestros labios se movían en armonía,
suavemente, con perfección entre sí. Esta vez quería decir algo. Lo que fuera, yo lo
comprendería con el tiempo, pero sabía que había una verdadera conexión entre
nosotros. Sus manos acariciaban suavemente mi pelo, su pulgar toco mi mejilla, todavía
húmedas por el llanto .Y no me sentí enferma o sometida a algo antinatural. En realidad,
me sentía como la mayoría .Lo más natural en el mundo.
Me quité la camisa, y le saqué la suya por encima de mi cabeza. Luego me acosté en la
cama. No hay prisa. Esta vez las cosas eran lentas y serias. Esta vez no estaba buscando
una vía de escape. Esta vez se trataba de él y de mí. Acerca de la honestidad y la
compasión y todo lo que nunca había esperado encontrar en Nicholas Jonas.
Esta vez, nuestros cuerpos estaban conectados, no me sentía sucia o mal. Me sentía
terriblemente bien.
Capitulo 3O:
Supe que algo no andaba bien en el instante en que abrí los ojos la mañana siguiente.
El cielo se veía frío y aburrido afuera de la ventana de Nicholas, pero yo me sentía cálida.
Muy cálida. El brazo de Nicholas me cubría, sosteniéndome contra su pecho, y su
respiración suave y rítmica calentaba mi nuca. Todo era tan pacífico. Tan perfecto. Me
sentía segura y contenta.
Y ese era el problema.
Por mi visión pasó la imagen de un sweater rosado que yacía olvidado en la esquina de la
habitación. Había estado allí por semanas. Propiedad de alguna chica sin nombre. Una de
las muchas que Nicholas había traído a su habitación. Viéndolo, recordé repentinamente en
la cama de quién me encontraba. Quién estaba abrazándome.
No debería haberme sentido segura o contenta. No aquí. No con Nicholas. Estaba mal. Yo
debería estar disgustada. Debería estar asqueada. No debería desear nada más que
empujarlo lejos de mí. ¿Qué demonios estaba sucediéndome? ¿Qué estaba mal conmigo?
Y justo cuando me hice esas preguntas, las respuestas me golpearon como un tsunami. Un
tsunami helado que me dejó con los ojos como platos y en shock.
Estaba celosa de las otras chicas a las que les hablaba.
Estaba deseando hacer cualquier cosa para que él sonriera.
Me sentía segura y contenta en sus brazos.
Oh, por Dios, pensé, en parte aterrada. Estoy enamorada de él. Tenía que sacudirme a mí
misma entonces. No, no, no. No era amor. Amor era una palabra grande. Demasiado
grande. El amor requería años y años para desarrollarse... ¿cierto? Yo no estaba
enamorada de Nicholas Jonas.
Pero sentía algo por él. Sentía algo más que odio y disgusto. Era más como si estuviera
abrumada. Más de lo que había sentido por Jake Gaither todos esos años. Era real. Era
poderoso.
Y era aterrador.
Tenía que salir de allí. No podía quedarme. No podía permitirme a mí misma caer en su
trampa. No importaba cómo me sentía sobre Nicholas, él nunca sentiría lo mismo.
Porque él era Nicholas Jonas.
Y yo era la Duff.
No iba a torturarme de esa forma. Había aprendido mi lección con Jake. Acercarse
demasiado a alguien sólo llevaba a lastimarse, y Nicholas definitivamente podía lastimarme.
Anoche lo había dejado verme en mi estado más débil. Me había abierto con él. Y si no me
iba ahora, pagaría el precio.
No importa dónde vas o qué haces para distraerte, la realidad siempre te encuentra
eventualmente. Mamá lo había dicho sobre su relación con papá.
Una sonrisa amarga se expandió en mi rostro mientras me separaba de los brazos de
Nicholas a regañadientes. Mamá había tenido razón. Nicholas era mi distracción. Se suponía
que él era mi escape de las emociones. De todo el drama. Y ahí estaba yo... sin sentir
nada más que emociones.
Me deslicé alrededor de la habitación, tratando de vestirme sin hacer ningún ruido.
Después de haber entrado en un tirón en mi sweater y mis vaqueros, agarré mi celular y
salí hacia el balcón.
Antes de poder decirme a mí misma que no lo hiciera, o convencerme de que ella no
contestaría, marqué el número de Carla. Sabía que ella aún estaba molesta conmigo,
pero no podía pensar en ninguna otra opción. No importaba cuán loca estuviera ella, sabía
que Carla me ayudaría. Ella ayudaba a todo el mundo. Simplemente era parte de su
forma de ser.
— ¿Hola? — gruñó somnolienta, después de dos toques.
Maldición, murmuró una voz en mi cabeza.
Después de todo ese tiempo, no podía creer que así era como Carla se enteraría de mi
secreto. Pero sabía que era por mi bien. Sabía que si no me iba entonces, nunca lo haría.
Lo sabía, pero no quería irme. No quería sentir lo que sentía. Y realmente no quería que
Carla -ni nadie, para el caso- lo supiera.
— ¿Hola? ¿Tn? —
Muy mal, yo nunca tenía lo que quería.
—Oye, Carla, lamento despertarte, pero... ¿puedes hacerme un gran favor? Por favor—
—Tn, ¿estás bien? — Preguntó, su somnolencia desvaneciéndose poco a poco — ¿Qué pasa?
¿Sucede algo malo? —.
Mansita
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
Perdoname.. Espero que estes bien
Enserio.. Me encantaron los capis
Plis siguelaaa.. Oh dios todo lo que paso
El padre alcholico, nicholas sabiendo todo
Ella enamorada, y proximamente se enterara
Carla dios p obre ______.. Sguelaaa
Que pasaraaa
Enserio.. Me encantaron los capis
Plis siguelaaa.. Oh dios todo lo que paso
El padre alcholico, nicholas sabiendo todo
Ella enamorada, y proximamente se enterara
Carla dios p obre ______.. Sguelaaa
Que pasaraaa
#Fire Rouge..*
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
Ameee cada uno de los caps!
Amo la nove anick que lindo fue!
ToDo de esta nove lo ame!! :)
Siguelaaaa! Ya quiero cap no puedo esperar...
☎ Jimena Horan ♥
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
#Fire Rouge..* escribió:Perdoname.. Espero que estes bien
Enserio.. Me encantaron los capis
Plis siguelaaa.. Oh dios todo lo que paso
El padre alcholico, nicholas sabiendo todo
Ella enamorada, y proximamente se enterara
Carla dios p obre ______.. Sguelaaa
Que pasaraaa
#Fire Rouge..*
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
Y a seguirle; c:
Me fui por una semana por problemas con mis papas (nada bueno D': ) y cuando regreso que el foro esta de vacaciones B:
Pero ya; aqui ando y a seguirle, ya tengo varios cap's avanzados solo para subir :)
Pero hoy solo dejo 2; no me siento bien :/
Disfruten :D
— ¿Puedes conseguir las llaves de tu madre y venir a buscarme? Realmente necesito ir a
casa—
— ¿A casa? — ella sonaba confundida. Nada bueno cuando estaba combinado con miedo. Dios, un día le iban a dar úlceras a la pobre chica. — ¿Quieres decir que no estás en tu casa? ¿No dormiste en tu casa anoche? —
—Cálmate, Carla. Estoy bien— dije.
—Y una mierda, no me digas que me calme, Tn— su voz se quebró. —Has estado actuando extraño por semanas e ignorándome cada vez que trataba de hablarte. Ahora estás llamándome temprano en la mañana y pidiéndome que te pase a buscar, así que, ¿debo calmarme? Dios, ¿dónde rayos estás? —
Esa era la parte que había estado temiendo, así que inspiré hondo antes de responder su pregunta.
—Estoy en casa de Nicholas... Tú sabes, la casa gigante en—
—Sí— dijo Carla — ¿La casa de Nicholas Jonas? Sé dónde queda— sentía curiosidad, pero trataba de esconderla tras su enojo. Sus habilidades de actriz no eran mejores que las mías. —Bien, estaré allí en diez minutos—. Y colgó.
Cerré el teléfono y lo metí dentro de mi bolsillo trasero. Diez minutos. Sólo diez cortos minutos.
Suspiré y me incliné contra la barandilla del balcón. Desde ahí, el aburrido Hamilton lucía como un horripilante pueblo fantasma. Las calles estaban vacías en la mañana (nunca estaban demasiado llenas, para ser honesta), y las pequeñas tiendas de techos grises estaban cerradas. El cielo nublado, sin sol, no ayudaba a la imagen general, y dejaba todo bajo una capa de penumbra. Penumbra sin sol, imagínate.
—Tal vez no seas consciente de esto, pero los humanos tienden a dormir los Sábados—.
Volteé y encontré a Nicholas parado en la entrada del balcón, frotándose los ojos soñolientamente con una pequeña sonrisa en su rostro. Aún con el viento helado, él no vestía nada más que sus boxers negros. Maldición, tenía un cuerpo sorprendente... pero no podía pensar en eso. Tenía que terminarlo todo.
—Tenemos que hablar— traté de encontrar algo a lo que mirar además de su sexy cuerpo medio desnudo. Mis pies parecieron ser la mejor opción.
—Hmm—, reflexionó Nicholas, pasando una mano a través de sus rulos desordenados. — Sabes, mi padre dice que esas son las tres palabras más aterradoras que una mujer puede decir. Él cree que nunca viene nada bueno después de un “tenemos que hablar”. Estás preocupándome un poco, Duffy—
—Deberíamos entrar—.
—Eso no es nada prometedor—
Lo seguí dentro de su habitación, retorciendo mis manos incontrolablemente. (Las palmas sudorosas son tan atractivas.) Él se dejó caer en la cama y esperó que yo hiciera lo mismo, pero me mantuve de pie. No podía ponerme demasiado cómoda. Carla estaría ahí para buscarme en unos 8 minutos y medio -estaba contando- así que debía hacer esto breve y dulce.
O quizás sólo breve.
Nada de eso se sentía dulce para mí.
Ansiosamente, alcé mi mano y me rasqué la nuca. —Escucha— dije —Eres un gran chico, y aprecio todo lo que has hecho por mí—
¿Por qué tenía que sonar tanto como una ruptura? ¿Acaso no tenías que salir con alguien para botarlo después?
— ¿De verdad? — Preguntó Nicholas — ¿Desde cuándo? Nunca te has referido a mí mejor que como escoria. Sabía que cambiarías de parecer eventualmente... pero algo me dice que debo mantenerme alerta—
—Pero—, seguí, ignorándolo lo mejor que pude. —"No puedo seguir haciendo esto. Creo que deberíamos dejar de, ehm, dormir juntos—
Sí. Definitivamente parecía una ruptura. Todo lo que necesitaba hacer era lanzar un: “No eres tú, soy yo” y sería perfecto.
— ¿Por qué? — él no sonaba lastimado. Sólo sorprendido.
Me lastimó el hecho de que él no sonara lastimado.
—Porque ya no funciona para mí— dije, apegándome a las tradicionales líneas que había oído en las películas. Eran clásicos por una razón, después de todo. —Simplemente no creo que esto -hice un gesto entre nosotros dos- esté en mis, ehm, en nuestros mejores intereses—
Nicholas entrecerró los ojos, y me miró.
—Tn, ¿tiene esto algo que ver con lo que pasó anoche? — preguntó seriamente. —Si es así, quiero que sepas que no hay nada de lo que tengas que preocuparte—.
—No es eso—.
— ¿Qué es, entonces? Lo que dices no tiene sentido—.
Miré a mis zapatos. La goma de los bordes estaba empezando a pelarse, pero el rojo brillante de fábrica de las Converse aún no se había desvanecido del todo. Rojo brillante.
—Soy como Hester— suspiré, más para mí que para Nicholas.
— ¿Qué? —
Lo miré, sorprendida de que me hubiera escuchado.
—Soy como... — Sacudí la cabeza. —Nada. Terminamos. Terminé—.
—Tn—
—Yo... tengo que irme— Estaba tan enfocada en salir de esa maldita casa que no oí las palabras que Nicholas gritó tras de mi. Su voz simplemente desapareció en la distancia, donde yo esperaba dejarlo para siempre.
Carla aceleró el motor mientras me subía a la vieja camioneta de su madre. La señorita Wall, antes Señora Blithe; volvió a utilizar su apellido de soltera después de su divorcio, podía tener un vehículo mucho más bonito. Cuando estaba casada con el padre de Carla, tenían un montón de dinero. El señor Blithe le había ofrecido comprarle un Lexus pero ella lo rechazó. A ella le encantaba el viejo y desvencijado Chevy, que adquirió durante el primer año de bachillerato. Su hija, por otro lado, lo odiaba. Especialmente desde el momento en que ese vehículo se convirtió en el único que podía conducir.
Definitivamente, Carla nunca hubiera rechazado el Lexus de su padre.
Desafortunadamente el señor Blithe había perdido todo lo que generosamente había poseído cuando concluyó el divorcio. Ella estaba mirando a través del parabrisas hacia el caserón mientras me ponía el cinturón de seguridad. Tenía un pijama rosado decorado con ranas verdes debajo de su chaqueta, y su corto cabello sobresalía en todas direcciones. A diferencia de mí, Carla podía hacer que con aspecto desaliñado se viera linda y sexy. Y ni siquiera tenía que intentarlo.
—Hola —le dije.
Me miró. Sus ojos repasaron mi cara en seguida, buscando algún signo revelador de problemas, y su frente se arrugó. Después de una corta pelea de miradas fijas, se giró y puso la camioneta en marcha, luchando un poco con la palanca de cambios.
—Está bien—dijo mientras nos salíamos del camino de entrada—. ¿Qué está pasando? Y no me digas que las cosas están bien porque levanté mi trasero a las siete de la mañana y muy bien podría retorcerte el cuello si no me das una respuesta sincera.
—Oh sí, porque las amenazas siempre son un buen recurso para animarme a hablar.
—No me vengas con esa mierda. —Gruñó Carla— Solo estás evadiendo el tema, como siempre haces. Eso tal vez funcione con Vicky, pero deberías saber muy bien que no funcionará conmigo. Ahora explícate. Empieza por contarme ¿por qué te estoy recogiendo en casa de Nicholas?
—Porque me quedé durante la noche
—Claro, eso ya me lo había imaginado por mi cuenta. Me mordí el labio, insegura de por que estaba ocultando la verdad. O sea, no era como si pudiera ocultarle la verdad a ella durante más tiempo. Ella podría averiguarlo todo pronto, así que ¿por qué no escupirlo ahora? Ahora que, de todas formas, Nicholas y y yo habíamos terminado. ¿Estaba mintiendo, o realmente lo estaba ocultando a propósito ahora? ¿Después de todas estas semanas de secretos había desarrollado un hábito? ¿Y si lo hice, no era hora de dejarlo ya?
Ella suspiró y disminuyó la velocidad de la camioneta un poco. —Dime la verdad, Tn, porque estoy muy confundida ahora. Confundida y molesta. Se supone que tú odiabas a Nicholas Jonas, y lo odiabas mucho.
—Lo odiaba —dije. — Y todavía lo hago… o algo así.
—¿Algo así? Jesús, deja de darle vueltas al asunto. Mira, las últimas semanas nos has abandonado a mí y a Victoria. Apenas te vemos por que ya no haces ni una m*erda con nosotras. Vicky no lo dirá, pero ella piensa que ya no te gusta estar con nosotras. Está molesta, y yo también, por que nos has abandonado por completo. Siempre estas distraída y abstraída. ¡Y tú siempre le das la vuelta a nuestras malditas preguntas! Diablos, Tn, dame algunas respuestas… por favor. —La ira en su voz se rompió con una pequeña suplica de desesperación. Bajó la voz—. Por favor, dime qué está pasando contigo.
Mi corazón me dolió cuando la culpa apretó mi pecho como una boa constrictor. Dejé salir un largo suspiro, sabiendo que no podía mentir más. Al menos, no acerca de esto.
—Hemos estado durmiendo juntos.
— ¿Quién? ¿Tú y Nicholas?
—Si.
— ¿Desde cuándo?
—Finales de enero.
Carla se quedó quieta durante un largo momento. Entonces, después de que lo comprendió, pregunto. — Si tú lo odias, ¿por qué has estado con él?
—Por que… me hace sentir mejor. Con todo el drama de mis padres y también todo lo de Jake… yo sólo necesitaba distraerme. Quería escapar de todo eso… ya sabes, de una forma que no fuera suicida. Dormir con Nicholas parecía una buena idea en su momento.
—Me quedé mirando a través de la ventanilla, sin querer mirar la expresión de su cara. Estaba segura que estaría decepcionada. O , de alguna manera retorcida, tal vez estaría orgullosa de mí.
—Así que… ¿ahí es donde has estado el último mes? —preguntó. — ¿Has estado con Nicholas?
—Si. —Murmuré. — Cada vez que las cosas parecían ser demasiado, él simplemente estaba ahí. Podía aliviar el estrés sin volverlas locas a ti y a Victoria. Parecía una buena idea. Y de repente era una adicta… pero todo me atrapó, y ahora todo apesta más que antes.
—OH, DIOS MÍO, ¿estás embarazada?
Apreté los dientes y me giré para mirarla de frente. —No, Carla, no estoy j*didamente embarazada. — ¿Hablaba en serio? — ¡Dios! Soy lo suficientemente inteligente para usar un condón y he estado en control de natalidad durante tres malditos años, ¿vale?
—Está bien, está bien. —dijo Carla. — No estás embarazada… gracias a Dios. Pero si ese no es el problema, ¿por qué las cosas apestan más que nunca?
—Bueno, por ejemplo, por que tú estás enfadada conmigo… y me gusta Nicholas.
—Bueno, chica, te estás acostando con él.
—No, lo que quiero decir… —Sacudí mi cabeza y me giré para mirar a través de la ventanilla otra vez. Las pequeñas casas suburbanas de Hamilton pasaron por delante de nosotras, simples y limpias. Rodeadas por sus inocentes cercas. Yo mataría por ser simple y limpia como esas pequeñas casas. En cambio, me sentía complicada, y sucia y manchada. —No me gusta él. —Le expliqué. — Me molesta como el infierno el noventa y seis por ciento del tiempo, y a veces no hay nada que me gustaría más que ahorcarlo hasta la muerte. Pero al mismo tiempo yo… yo quiero que él esté feliz. Pienso en él mucho más de lo que debería y yo…
—Tú lo amas.
— ¡No! -Grité girando para encararla. — No, no, ¡no! Yo no lo amo, ¿vale? El amor es raro y difícil de encontrar y toma años y años para que suceda. Los adolescentes no se enamoran. Yo no amo a Nicholas.
—Bien. —Dijo Carla.- Pero tú sientes algo por él ¿verdad?
—Si.
Ella me miró antes de volver al camino, medio sonriendo. —Lo sabía, o sea… todos esos chistes que hice sólo eran para tomarte el pelo, pero sabía que algo pasaba después de que lo besaras.
—Cállate. -Murmuré. — Esto apesta.
— ¿Por qué?
— ¿Por qué qué?
— ¿Por qué eso es algo malo? Y que si sientes algo por él. ¿No se supone que eso debería ser grandioso y emocionante y hacerte sentir mariposas en el estómago o lo que sea?
—No —dije. No es grandioso ni emocionante. Es terrible. Es insoportable.
—Pero, ¿por qué?
—Por que yo nunca le voy a gustar a él. —Dios, ¿es que no era obvio? ¿No podía sumar dos más dos? — Nunca se interesará por mí de esa manera, Carla Estoy perdiendo mi tiempo por pensar en que eso pueda pasar.
— ¿Por qué no le ibas a gustar a él? —preguntó ella.
¿Acaso tenía un millón de preguntas o qué?
—Detente.
—No, estoy hablando en serio, Tn. —presionó Carla. — Estoy muy segura de que no puedes leer mentes o ver el futuro, así que no veo cómo sabes que nunca le gustarás. ¿Por qué no le gustarías?
—No me estás gustando mucho ahora mismo. —apunté.
—Lo superaré. —dijo. — Bueno, tarde o temprano. Pero, en serio ¿qué es lo que impide que le gustes a Nicholas?
—Yo soy la DUFF
—Perdón, ¿La qué?
—DUFF
— ¿Eso es solo un mote?
—Las siglas de designed ugly fat friend, (la designada amiga fea y gorda) —suspiré—. La chica fea del grupo. Esa soy yo.
—Eso es estúpido.
— ¿Lo es? —Dije con voz rota— ¿Es realmente estúpido, Carla? Mírate, mira a Victoria. Ustedes parecen como si hubierais salido de un anuncio de Teen Vogue. No puedo competir con eso. Así que sí, yo soy la maldita DUFF.
—No lo eres. ¿Quién te dijo eso?
—Nicholas.
— ¡Me estas j*diendo!
—No.
— ¿Antes o después de acostarte con él?
—Antes
—Bueno, entonces, él no lo dijo en serio. —Dijo Carla— Él ha estado acostándose contigo ¿cierto? Así que debe encontrarte atractiva.
Yo bufé. — Mira de quien estás hablando, Carla. Nicholas no es particularmente quisquilloso cuando se trata de sexo. Podría verme como un gorila y aún así no vacilaría en acostarse conmigo, pero salir conmigo es una situación totalmente diferente. Él ni siquiera saldría con una chica de la Skinny Squad...
—Realmente odio cuando nos llamas así.
—… ¿Pero yo? Él nunca sería el novio de una DUFF.
—En serio, Tn. —dijo Carla. — Tú no eres una DUFF. Si alguna de nosotras es la DUFF, esa soy yo.
—Que graciosa.
—No estoy bromeando. —insistió ella. — Sigo molesta contigo, así que ¿por qué me mostraría amable contigo? O sea, yo soy como el horrible Bigfoot. Mido más de un metro ochenta. Muchos de los chicos tienen que mirar hacia arriba para ver mi cara y a ningún chico le gusta ser más bajo que una chica. Al menos tú eres linda y bajita. Yo mataría por tener tu altura… y por tener tus ojos. Tienes unos ojos mucho más bonitos que los míos.
No dije nada. Estaba segura que ella se había vuelto loca. ¿Cómo diablos podría ser ella la DUFF? Incluso con su pijama de ranas lucía como si estuviera recién salida del certamen Miss América.
—Si Nicholas no puede ver lo adorable que eres, él no te merece. —dijo. — Sólo necesitas superarlo. Sácate a Nicholas de la cabeza.
Sí, claro. ¿Superarlo con quién? ¿Quién me querría? Nadie. Pero no podía decirle eso a Carla. Eso podría iniciar otra estúpida pelea y ni siquiera habíamos terminado la primera todavía, así que solo asentí.
—Y… ¿qué hay del chico Tucker? La miré, sorprendida.
— ¿Toby? ¿Qué ocurre con él?
—Tú has sentido algo por él desde siempre. —me recordó. — Y te vi encima de él en la cafetería ayer.
—Él me abrazo. —le interrumpí. — Yo nunca estaría encima de él.
Ella puso los ojos en blanco. Dios, no nos poníamos de acuerdo en nada. —Lo que sea, la cuestión es que te estabas acercando a Toby pero de repente tú estás…
Le lancé una mirada de advertencia. —… de repente te gusta Nicholas. —concluyó.
— ¿Cuál es el problema? —le pregunté.
—No lo sé. —Suspiró. — Es sólo que… siento que me has ocultado muchas cosas. Como si hubieras cambiado mucho y demasiado rápido. Me siento excluida ahora.
Más culpabilidad. Grandioso. Ella estaba echándome todo encima, pero creo que me lo merecía.
—No es mucho lo que he cambiado. —Le aseguré. — Todavía siento algo por Toby… pero no tiene importancia. Sólo somos amigos. Me abrazó ayer porque consiguió entrar en la escuela que quería y estaba muy feliz. Ojala hubiera pasado algo más que eso pero no pasó. Y lo de Nicholas sólo es…, es estúpido. Y eso es todo. Podemos hacer como si nunca hubiera pasado. Eso sería lo mejor, de verdad.
— ¿Qué pasa con tus padres? ¿El divorcio? No has dicho nada sobre eso desde el día de San Valentín.
—Todo está bien. —Le mentí. — El divorcio sigue su curso. Mis padres están bien. Me miró escéptica antes de volver la vista al camino. Sabía que yo estaba harta de todo pero, por una vez, no me presionó más.
Finalmente, después de un largo momento habló otra vez. Afortunadamente había cambiado de tema.
—Está bien ¿Y dónde demonios está tu coche?
—En la escuela. —dije. — La batería está muerta.
—Que mal. Creo que tendrás que ir con tu padre para arreglarlo.
—Si. —Murmuré. Si puedo encontrarlo sobrio por más de diez segundos.
Hubo un largo silencio. Después de unos minutos, decidí tragarme el poco orgullo que me quedaba. —Lamento haberte llamado p*rra ayer.
—Deberías hacerlo. También me llamaste presumida animadora snob.
—Lo siento, ¿sigues enfadada conmigo?
—Sí. —Dijo— Quiero decir, no tanto como ayer, pero… realmente me dolió, Tn. Vicky y yo hemos estado tan preocupadas por ti, pero tú apenas nos hablabas a alguna de nosotras. Te preguntaba y preguntaba si querías salir y tú siempre me evitabas. Entonces te vi hablando con Toby cuando se supone que deberías estar hablando conmigo, y… yo estaba celosa o algo así. No pienses mal, pero… se supone que yo debo ser tu mejor amiga ¿sabes? Me sentí como si me hubieras echo a un lado. Y ahora, lo que de verdad me molesta es que durmieras con Nicholas en lugar de, simplemente, hablar conmigo.
Me fui por una semana por problemas con mis papas (nada bueno D': ) y cuando regreso que el foro esta de vacaciones B:
Pero ya; aqui ando y a seguirle, ya tengo varios cap's avanzados solo para subir :)
Pero hoy solo dejo 2; no me siento bien :/
Disfruten :D
Capitulo 31:
— ¿Puedes conseguir las llaves de tu madre y venir a buscarme? Realmente necesito ir a
casa—
— ¿A casa? — ella sonaba confundida. Nada bueno cuando estaba combinado con miedo. Dios, un día le iban a dar úlceras a la pobre chica. — ¿Quieres decir que no estás en tu casa? ¿No dormiste en tu casa anoche? —
—Cálmate, Carla. Estoy bien— dije.
—Y una mierda, no me digas que me calme, Tn— su voz se quebró. —Has estado actuando extraño por semanas e ignorándome cada vez que trataba de hablarte. Ahora estás llamándome temprano en la mañana y pidiéndome que te pase a buscar, así que, ¿debo calmarme? Dios, ¿dónde rayos estás? —
Esa era la parte que había estado temiendo, así que inspiré hondo antes de responder su pregunta.
—Estoy en casa de Nicholas... Tú sabes, la casa gigante en—
—Sí— dijo Carla — ¿La casa de Nicholas Jonas? Sé dónde queda— sentía curiosidad, pero trataba de esconderla tras su enojo. Sus habilidades de actriz no eran mejores que las mías. —Bien, estaré allí en diez minutos—. Y colgó.
Cerré el teléfono y lo metí dentro de mi bolsillo trasero. Diez minutos. Sólo diez cortos minutos.
Suspiré y me incliné contra la barandilla del balcón. Desde ahí, el aburrido Hamilton lucía como un horripilante pueblo fantasma. Las calles estaban vacías en la mañana (nunca estaban demasiado llenas, para ser honesta), y las pequeñas tiendas de techos grises estaban cerradas. El cielo nublado, sin sol, no ayudaba a la imagen general, y dejaba todo bajo una capa de penumbra. Penumbra sin sol, imagínate.
—Tal vez no seas consciente de esto, pero los humanos tienden a dormir los Sábados—.
Volteé y encontré a Nicholas parado en la entrada del balcón, frotándose los ojos soñolientamente con una pequeña sonrisa en su rostro. Aún con el viento helado, él no vestía nada más que sus boxers negros. Maldición, tenía un cuerpo sorprendente... pero no podía pensar en eso. Tenía que terminarlo todo.
—Tenemos que hablar— traté de encontrar algo a lo que mirar además de su sexy cuerpo medio desnudo. Mis pies parecieron ser la mejor opción.
—Hmm—, reflexionó Nicholas, pasando una mano a través de sus rulos desordenados. — Sabes, mi padre dice que esas son las tres palabras más aterradoras que una mujer puede decir. Él cree que nunca viene nada bueno después de un “tenemos que hablar”. Estás preocupándome un poco, Duffy—
—Deberíamos entrar—.
—Eso no es nada prometedor—
Lo seguí dentro de su habitación, retorciendo mis manos incontrolablemente. (Las palmas sudorosas son tan atractivas.) Él se dejó caer en la cama y esperó que yo hiciera lo mismo, pero me mantuve de pie. No podía ponerme demasiado cómoda. Carla estaría ahí para buscarme en unos 8 minutos y medio -estaba contando- así que debía hacer esto breve y dulce.
O quizás sólo breve.
Nada de eso se sentía dulce para mí.
Ansiosamente, alcé mi mano y me rasqué la nuca. —Escucha— dije —Eres un gran chico, y aprecio todo lo que has hecho por mí—
¿Por qué tenía que sonar tanto como una ruptura? ¿Acaso no tenías que salir con alguien para botarlo después?
— ¿De verdad? — Preguntó Nicholas — ¿Desde cuándo? Nunca te has referido a mí mejor que como escoria. Sabía que cambiarías de parecer eventualmente... pero algo me dice que debo mantenerme alerta—
—Pero—, seguí, ignorándolo lo mejor que pude. —"No puedo seguir haciendo esto. Creo que deberíamos dejar de, ehm, dormir juntos—
Sí. Definitivamente parecía una ruptura. Todo lo que necesitaba hacer era lanzar un: “No eres tú, soy yo” y sería perfecto.
— ¿Por qué? — él no sonaba lastimado. Sólo sorprendido.
Me lastimó el hecho de que él no sonara lastimado.
—Porque ya no funciona para mí— dije, apegándome a las tradicionales líneas que había oído en las películas. Eran clásicos por una razón, después de todo. —Simplemente no creo que esto -hice un gesto entre nosotros dos- esté en mis, ehm, en nuestros mejores intereses—
Nicholas entrecerró los ojos, y me miró.
—Tn, ¿tiene esto algo que ver con lo que pasó anoche? — preguntó seriamente. —Si es así, quiero que sepas que no hay nada de lo que tengas que preocuparte—.
—No es eso—.
— ¿Qué es, entonces? Lo que dices no tiene sentido—.
Miré a mis zapatos. La goma de los bordes estaba empezando a pelarse, pero el rojo brillante de fábrica de las Converse aún no se había desvanecido del todo. Rojo brillante.
—Soy como Hester— suspiré, más para mí que para Nicholas.
— ¿Qué? —
Lo miré, sorprendida de que me hubiera escuchado.
—Soy como... — Sacudí la cabeza. —Nada. Terminamos. Terminé—.
—Tn—
—Yo... tengo que irme— Estaba tan enfocada en salir de esa maldita casa que no oí las palabras que Nicholas gritó tras de mi. Su voz simplemente desapareció en la distancia, donde yo esperaba dejarlo para siempre.
Capitulo 32:
Carla aceleró el motor mientras me subía a la vieja camioneta de su madre. La señorita Wall, antes Señora Blithe; volvió a utilizar su apellido de soltera después de su divorcio, podía tener un vehículo mucho más bonito. Cuando estaba casada con el padre de Carla, tenían un montón de dinero. El señor Blithe le había ofrecido comprarle un Lexus pero ella lo rechazó. A ella le encantaba el viejo y desvencijado Chevy, que adquirió durante el primer año de bachillerato. Su hija, por otro lado, lo odiaba. Especialmente desde el momento en que ese vehículo se convirtió en el único que podía conducir.
Definitivamente, Carla nunca hubiera rechazado el Lexus de su padre.
Desafortunadamente el señor Blithe había perdido todo lo que generosamente había poseído cuando concluyó el divorcio. Ella estaba mirando a través del parabrisas hacia el caserón mientras me ponía el cinturón de seguridad. Tenía un pijama rosado decorado con ranas verdes debajo de su chaqueta, y su corto cabello sobresalía en todas direcciones. A diferencia de mí, Carla podía hacer que con aspecto desaliñado se viera linda y sexy. Y ni siquiera tenía que intentarlo.
—Hola —le dije.
Me miró. Sus ojos repasaron mi cara en seguida, buscando algún signo revelador de problemas, y su frente se arrugó. Después de una corta pelea de miradas fijas, se giró y puso la camioneta en marcha, luchando un poco con la palanca de cambios.
—Está bien—dijo mientras nos salíamos del camino de entrada—. ¿Qué está pasando? Y no me digas que las cosas están bien porque levanté mi trasero a las siete de la mañana y muy bien podría retorcerte el cuello si no me das una respuesta sincera.
—Oh sí, porque las amenazas siempre son un buen recurso para animarme a hablar.
—No me vengas con esa mierda. —Gruñó Carla— Solo estás evadiendo el tema, como siempre haces. Eso tal vez funcione con Vicky, pero deberías saber muy bien que no funcionará conmigo. Ahora explícate. Empieza por contarme ¿por qué te estoy recogiendo en casa de Nicholas?
—Porque me quedé durante la noche
—Claro, eso ya me lo había imaginado por mi cuenta. Me mordí el labio, insegura de por que estaba ocultando la verdad. O sea, no era como si pudiera ocultarle la verdad a ella durante más tiempo. Ella podría averiguarlo todo pronto, así que ¿por qué no escupirlo ahora? Ahora que, de todas formas, Nicholas y y yo habíamos terminado. ¿Estaba mintiendo, o realmente lo estaba ocultando a propósito ahora? ¿Después de todas estas semanas de secretos había desarrollado un hábito? ¿Y si lo hice, no era hora de dejarlo ya?
Ella suspiró y disminuyó la velocidad de la camioneta un poco. —Dime la verdad, Tn, porque estoy muy confundida ahora. Confundida y molesta. Se supone que tú odiabas a Nicholas Jonas, y lo odiabas mucho.
—Lo odiaba —dije. — Y todavía lo hago… o algo así.
—¿Algo así? Jesús, deja de darle vueltas al asunto. Mira, las últimas semanas nos has abandonado a mí y a Victoria. Apenas te vemos por que ya no haces ni una m*erda con nosotras. Vicky no lo dirá, pero ella piensa que ya no te gusta estar con nosotras. Está molesta, y yo también, por que nos has abandonado por completo. Siempre estas distraída y abstraída. ¡Y tú siempre le das la vuelta a nuestras malditas preguntas! Diablos, Tn, dame algunas respuestas… por favor. —La ira en su voz se rompió con una pequeña suplica de desesperación. Bajó la voz—. Por favor, dime qué está pasando contigo.
Mi corazón me dolió cuando la culpa apretó mi pecho como una boa constrictor. Dejé salir un largo suspiro, sabiendo que no podía mentir más. Al menos, no acerca de esto.
—Hemos estado durmiendo juntos.
— ¿Quién? ¿Tú y Nicholas?
—Si.
— ¿Desde cuándo?
—Finales de enero.
Carla se quedó quieta durante un largo momento. Entonces, después de que lo comprendió, pregunto. — Si tú lo odias, ¿por qué has estado con él?
—Por que… me hace sentir mejor. Con todo el drama de mis padres y también todo lo de Jake… yo sólo necesitaba distraerme. Quería escapar de todo eso… ya sabes, de una forma que no fuera suicida. Dormir con Nicholas parecía una buena idea en su momento.
—Me quedé mirando a través de la ventanilla, sin querer mirar la expresión de su cara. Estaba segura que estaría decepcionada. O , de alguna manera retorcida, tal vez estaría orgullosa de mí.
—Así que… ¿ahí es donde has estado el último mes? —preguntó. — ¿Has estado con Nicholas?
—Si. —Murmuré. — Cada vez que las cosas parecían ser demasiado, él simplemente estaba ahí. Podía aliviar el estrés sin volverlas locas a ti y a Victoria. Parecía una buena idea. Y de repente era una adicta… pero todo me atrapó, y ahora todo apesta más que antes.
—OH, DIOS MÍO, ¿estás embarazada?
Apreté los dientes y me giré para mirarla de frente. —No, Carla, no estoy j*didamente embarazada. — ¿Hablaba en serio? — ¡Dios! Soy lo suficientemente inteligente para usar un condón y he estado en control de natalidad durante tres malditos años, ¿vale?
—Está bien, está bien. —dijo Carla. — No estás embarazada… gracias a Dios. Pero si ese no es el problema, ¿por qué las cosas apestan más que nunca?
—Bueno, por ejemplo, por que tú estás enfadada conmigo… y me gusta Nicholas.
—Bueno, chica, te estás acostando con él.
—No, lo que quiero decir… —Sacudí mi cabeza y me giré para mirar a través de la ventanilla otra vez. Las pequeñas casas suburbanas de Hamilton pasaron por delante de nosotras, simples y limpias. Rodeadas por sus inocentes cercas. Yo mataría por ser simple y limpia como esas pequeñas casas. En cambio, me sentía complicada, y sucia y manchada. —No me gusta él. —Le expliqué. — Me molesta como el infierno el noventa y seis por ciento del tiempo, y a veces no hay nada que me gustaría más que ahorcarlo hasta la muerte. Pero al mismo tiempo yo… yo quiero que él esté feliz. Pienso en él mucho más de lo que debería y yo…
—Tú lo amas.
— ¡No! -Grité girando para encararla. — No, no, ¡no! Yo no lo amo, ¿vale? El amor es raro y difícil de encontrar y toma años y años para que suceda. Los adolescentes no se enamoran. Yo no amo a Nicholas.
—Bien. —Dijo Carla.- Pero tú sientes algo por él ¿verdad?
—Si.
Ella me miró antes de volver al camino, medio sonriendo. —Lo sabía, o sea… todos esos chistes que hice sólo eran para tomarte el pelo, pero sabía que algo pasaba después de que lo besaras.
—Cállate. -Murmuré. — Esto apesta.
— ¿Por qué?
— ¿Por qué qué?
— ¿Por qué eso es algo malo? Y que si sientes algo por él. ¿No se supone que eso debería ser grandioso y emocionante y hacerte sentir mariposas en el estómago o lo que sea?
—No —dije. No es grandioso ni emocionante. Es terrible. Es insoportable.
—Pero, ¿por qué?
—Por que yo nunca le voy a gustar a él. —Dios, ¿es que no era obvio? ¿No podía sumar dos más dos? — Nunca se interesará por mí de esa manera, Carla Estoy perdiendo mi tiempo por pensar en que eso pueda pasar.
— ¿Por qué no le ibas a gustar a él? —preguntó ella.
¿Acaso tenía un millón de preguntas o qué?
—Detente.
—No, estoy hablando en serio, Tn. —presionó Carla. — Estoy muy segura de que no puedes leer mentes o ver el futuro, así que no veo cómo sabes que nunca le gustarás. ¿Por qué no le gustarías?
—No me estás gustando mucho ahora mismo. —apunté.
—Lo superaré. —dijo. — Bueno, tarde o temprano. Pero, en serio ¿qué es lo que impide que le gustes a Nicholas?
—Yo soy la DUFF
—Perdón, ¿La qué?
—DUFF
— ¿Eso es solo un mote?
—Las siglas de designed ugly fat friend, (la designada amiga fea y gorda) —suspiré—. La chica fea del grupo. Esa soy yo.
—Eso es estúpido.
— ¿Lo es? —Dije con voz rota— ¿Es realmente estúpido, Carla? Mírate, mira a Victoria. Ustedes parecen como si hubierais salido de un anuncio de Teen Vogue. No puedo competir con eso. Así que sí, yo soy la maldita DUFF.
—No lo eres. ¿Quién te dijo eso?
—Nicholas.
— ¡Me estas j*diendo!
—No.
— ¿Antes o después de acostarte con él?
—Antes
—Bueno, entonces, él no lo dijo en serio. —Dijo Carla— Él ha estado acostándose contigo ¿cierto? Así que debe encontrarte atractiva.
Yo bufé. — Mira de quien estás hablando, Carla. Nicholas no es particularmente quisquilloso cuando se trata de sexo. Podría verme como un gorila y aún así no vacilaría en acostarse conmigo, pero salir conmigo es una situación totalmente diferente. Él ni siquiera saldría con una chica de la Skinny Squad...
—Realmente odio cuando nos llamas así.
—… ¿Pero yo? Él nunca sería el novio de una DUFF.
—En serio, Tn. —dijo Carla. — Tú no eres una DUFF. Si alguna de nosotras es la DUFF, esa soy yo.
—Que graciosa.
—No estoy bromeando. —insistió ella. — Sigo molesta contigo, así que ¿por qué me mostraría amable contigo? O sea, yo soy como el horrible Bigfoot. Mido más de un metro ochenta. Muchos de los chicos tienen que mirar hacia arriba para ver mi cara y a ningún chico le gusta ser más bajo que una chica. Al menos tú eres linda y bajita. Yo mataría por tener tu altura… y por tener tus ojos. Tienes unos ojos mucho más bonitos que los míos.
No dije nada. Estaba segura que ella se había vuelto loca. ¿Cómo diablos podría ser ella la DUFF? Incluso con su pijama de ranas lucía como si estuviera recién salida del certamen Miss América.
—Si Nicholas no puede ver lo adorable que eres, él no te merece. —dijo. — Sólo necesitas superarlo. Sácate a Nicholas de la cabeza.
Sí, claro. ¿Superarlo con quién? ¿Quién me querría? Nadie. Pero no podía decirle eso a Carla. Eso podría iniciar otra estúpida pelea y ni siquiera habíamos terminado la primera todavía, así que solo asentí.
—Y… ¿qué hay del chico Tucker? La miré, sorprendida.
— ¿Toby? ¿Qué ocurre con él?
—Tú has sentido algo por él desde siempre. —me recordó. — Y te vi encima de él en la cafetería ayer.
—Él me abrazo. —le interrumpí. — Yo nunca estaría encima de él.
Ella puso los ojos en blanco. Dios, no nos poníamos de acuerdo en nada. —Lo que sea, la cuestión es que te estabas acercando a Toby pero de repente tú estás…
Le lancé una mirada de advertencia. —… de repente te gusta Nicholas. —concluyó.
— ¿Cuál es el problema? —le pregunté.
—No lo sé. —Suspiró. — Es sólo que… siento que me has ocultado muchas cosas. Como si hubieras cambiado mucho y demasiado rápido. Me siento excluida ahora.
Más culpabilidad. Grandioso. Ella estaba echándome todo encima, pero creo que me lo merecía.
—No es mucho lo que he cambiado. —Le aseguré. — Todavía siento algo por Toby… pero no tiene importancia. Sólo somos amigos. Me abrazó ayer porque consiguió entrar en la escuela que quería y estaba muy feliz. Ojala hubiera pasado algo más que eso pero no pasó. Y lo de Nicholas sólo es…, es estúpido. Y eso es todo. Podemos hacer como si nunca hubiera pasado. Eso sería lo mejor, de verdad.
— ¿Qué pasa con tus padres? ¿El divorcio? No has dicho nada sobre eso desde el día de San Valentín.
—Todo está bien. —Le mentí. — El divorcio sigue su curso. Mis padres están bien. Me miró escéptica antes de volver la vista al camino. Sabía que yo estaba harta de todo pero, por una vez, no me presionó más.
Finalmente, después de un largo momento habló otra vez. Afortunadamente había cambiado de tema.
—Está bien ¿Y dónde demonios está tu coche?
—En la escuela. —dije. — La batería está muerta.
—Que mal. Creo que tendrás que ir con tu padre para arreglarlo.
—Si. —Murmuré. Si puedo encontrarlo sobrio por más de diez segundos.
Hubo un largo silencio. Después de unos minutos, decidí tragarme el poco orgullo que me quedaba. —Lamento haberte llamado p*rra ayer.
—Deberías hacerlo. También me llamaste presumida animadora snob.
—Lo siento, ¿sigues enfadada conmigo?
—Sí. —Dijo— Quiero decir, no tanto como ayer, pero… realmente me dolió, Tn. Vicky y yo hemos estado tan preocupadas por ti, pero tú apenas nos hablabas a alguna de nosotras. Te preguntaba y preguntaba si querías salir y tú siempre me evitabas. Entonces te vi hablando con Toby cuando se supone que deberías estar hablando conmigo, y… yo estaba celosa o algo así. No pienses mal, pero… se supone que yo debo ser tu mejor amiga ¿sabes? Me sentí como si me hubieras echo a un lado. Y ahora, lo que de verdad me molesta es que durmieras con Nicholas en lugar de, simplemente, hablar conmigo.
Mansita
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
Hola yo leia tu nove antes y nose realmente si me llegue a presentar pero por si no lo hice mi nombre es kiara y enserio me gusta mucho tu nove es demasiado buena y espero que la sigas pronto :D
loca4ever
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
Capitulo 33:
Estaba parada en el porche cuando me di cuenta de que no tenía las llaves. Anoche Nicholas me había sacado de casa tan de prisa que ni siquiera había podido coger el bolso. Así que me vi a mi misma llamando a mi propia puerta, esperando que papá estuviera despierto para abrirme.
Temiendo, asustándome, recordando.
Di un paso atrás cuando el pomo giró y la puerta se abrió. Ahí estaba papá, con los ojos rojos detrás de sus gafas. Se veía realmente pálido, como si hubiese estado enfermo y podía ver que su mano temblaba en el pomo de la puerta.
—Tn.
No olía a whisky.
Dejé salir el aire que no sabía que estaba conteniendo. —Hola, papá. Yo, um, me dejé las llaves anoche, así que…—
Se movió lentamente hacia adelante, como si tuviera miedo de que fuera a salir corriendo. Luego envolvió sus brazos alrededor de mí, apretándome contra su pecho y enterrando su cabeza en mi cabello. Nos quedamos así juntos durante un buen rato y cuando finalmente habló, me di cuenta de que las palabras salían como sollozos —Lo siento tanto—.
—Lo sé— murmuré en su camiseta.
Yo también estaba llorando.
Papá y yo hablamos mucho más ese día de lo que habíamos hablado en diecisiete años. No es que no estuviéramos unidos antes. Es sólo que ninguno de los dos era muy expresivo. No compartíamos pensamientos o sentimientos o hacíamos esa clase de cosas que la gente dice que es importante en esos anuncios de servicio público que ves en Nickelodeon. Cuando cenábamos juntos, siempre lo hacíamos frente al televisor y no había manera que cualquiera de los dos interrumpiera el programa con alguna conversación tonta. Así es cómo éramos.
Pero ese día hablamos.
Hablamos sobre su trabajo.
Hablamos sobre mis calificaciones.
Hablamos sobre mamá.
—No va a regresar, ¿verdad? — Papá se quitó las gafas y se frotó la cara con ambas manos. Estábamos sentados en el sofá. Por una vez, el televisor estaba apagado. Nuestras voces eran las únicas que se oían en el cuarto. Estaba bien ese medio-silencio, pero era aterrador al mismo tiempo.
—No, papá— dije tratando de coger su mano valientemente. —No lo hará. Este ya no es el lugar adecuado para ella. —.
Él asintió. —Lo sé. Sabía desde hace tiempo que ella ya no era feliz… tal vez incluso antes que ella lo supiera. Sólo esperaba…—.
— ¿Qué hubiera cambiado de idea? — Sugerí, —creo que ella también lo quería. Es por eso que se seguía yendo y regresando ¿sabes? No quería encarar la verdad. No quería admitir que quería un…— hice una pausa antes de decir la siguiente palabra—… divorcio—.
Divorcio sonaba tan definitivo. Más que una pelea. Más que una separación o una larga gira de conferencias. Significaba que su matrimonio, su vida juntos, estaba realmente acabada.
—Bueno— suspiró apretando mi mano también. —Creo que los dos seguimos diferentes caminos—.
— ¿Qué quieres decir? —.
Papá sacudió la cabeza. —Tu madre cogió un Mustang y yo una botella de whisky—. Se puso de nuevo las gafas y se las ajustó, era un hábito inconsciente, siempre hacía eso cuando trataba de demostrar algo. —Estaba tan devastado por lo que tu madre me hizo que olvidé lo terrible que es beber. Olvidé ver el lado bueno—.
—Papá— dije. —No creo que haya un lado bueno en un divorcio. Todo lo que tenga algo que ver con uno es horrible—.
Él asintió. —Tal vez sea verdad, pero hay demasiadas cosas buenas en mi vida. Tengo un trabajo que me gusta, una bonita casa en un buen vecindario y una hija maravillosa—. Puse los ojos en blanco. —Oh, Dios— murmuré. —No me vengas con lo de la película Lifetime, en serio—.
—Lo siento— dijo sonriendo, —pero lo digo en serio. Hay mucha gente que mataría por mi vida, pero ni siquiera me había dado cuenta. Lo daba por sentando y tú también. Lo siento mucho, mucho, abejorro—.
Quise apartar la mirada cuando vi las lágrimas brillando en sus ojos, pero me obligué a seguir mirándolo. Había estado evitando la verdad durante mucho tiempo—.
Se disculpó muchas veces por todo lo que había pasado durante las últimas semanas. Me
prometió empezar a ir a Alcohólicos Anónimos cada semana de nuevo, intentarlo otra vez y a llamar a su padrino. Después tiramos juntos todas las botellas de whisky y cerveza por el desagüe, ambos estábamos ansiosos por empezar de nuevo.
— ¿Tú estás bien? — preguntó un millón de veces aquel día.
—Estoy bien— continúe respondiéndole.
Siempre sacudía la cabeza y murmuraba más disculpas por haberme abofeteado. Por haberme dicho lo que dijo. Después me abrazó.
Un montón de veces ese día, de verdad.
Casi a medianoche, le acompañe en su ritual nocturno de apagar las luces. —Abejorro— dijo cuando apagó la luz de la cocina. —Quiero que le des las gracias a tu amigo la próxima vez que lo veas—.
— ¿Mi amigo? —.
—Si. El chico que estaba contigo anoche. ¿Cómo se llama? —.
—Nicholas— murmuré.
—Cierto— dijo papá. —Bueno, lo merezco. Fue valiente para hacer lo que hizo. No sé lo que hay entre ustedes, pero estoy feliz de que tengas un amigo que esté dispuesto a defenderte. Así que por favor agradéceselo—.
—Claro—. Me di la vuelta y subí las escaleras para ir a mi cuarto, rogando por llegar pronto.
— ¿Pero, Tn? —. Hizo una mueca y se frotó la barbilla. —La próxima vez dile que es libre de escribir una carta insultándome primero. Tiene un brazo muy fuerte—
Sonreí a pesar de mí misma. —No habrá una próxima vez— le dije, dando los últimos pasos para entrar a mí cuarto.
Mis padres ya habían encarado la realidad, dejando atrás aquello que les distraía. Ahora era mi turno, y eso significaba dejar a Nicholas. Desafortunadamente, no habría reuniones semanales, no tendría tutores, ni un programa de doce pasos para aquello a lo que era adicta.
Capitulo 34:
Estaba bastante segura que Nicholas no se me acercaría en el instituto. ¿Por qué iba a hacerlo? No era que me extrañara... o como si yo, realmente, realmente lo deseara. Él no perdía nada. Había un montón de chicas listas de reemplazo y dispuestas a llenar cualquier vacío que pudiera haber dejado en su agenda. Así que no había necesidad de un plan de evasión la mañana del lunes.
Sólo que no quería verlo. Si tuviera que verlo día tras día, nunca podría aspirar a olvidarlo. Nunca podría aspirar a seguir adelante. Por esta situación, era necesario tener un plan, y tenía varios en fila.
Paso uno: Mantenerme distraída en el pasillo en caso de que pasara.
Paso dos: Estar ocupada en Inglés y nunca buscarlo en las aulas.
Paso tres: Ir deprisa hacia el aparcamiento y no correr hacia él.
Papá hizo los tres pasos posibles arreglando mi coche el domingo, así que estaba segura que podía dejar de ver a Nicholas. En cuestión de semanas, sería capaz de superar nuestra relación, o la falta de ella. Si no, bueno, nos graduábamos en mayo y nunca más tendría que mirar esa sonrisa arrogante.
Esa era la teoría, de todos modos.
Pero en el momento en que la campana sonó el lunes, supe que mi plan se iba a arruinar. No ver a Nicholas no necesariamente significaba no pensar en Nicholas. De hecho, pasé la mayor parte de mi día pensando en no mirarlo. Entonces pensé en todos las razones por las que no debía pensar en él. ¡Nunca malditamente iba a terminar! no tenia nada que pareciera distraerme.
Hasta ayer por la tarde.
Yo estaba de camino a la cafetería después de un tiempo insoportable en la clase de gobierno AP cuando sucedió algo que me dio la distracción que necesitaba. Algo increíble e impactante. Algo muy, muy impresionante.
Toby se puso a caminar conmigo en el pasillo. —Oye—, dijo.
—Hola—.Hice mi mejor esfuerzo para parecer al menos algo agradable. — ¿Qué pasa, muchacho de Harvard?
Toby sonrió y miró hacia abajo, arrastrando los pies. —No mucho —, dijo. —Sólo se trata de decidir sobre qué escribir para la tarea de redacción. El Sr. Chaucer no fue muy específico. ¿Sobre qué vas a escribir tú?
—No estoy segura—, admití. —Estoy pensando en hacerlo sobre el matrimonio gay.
— ¿En apoyo o en contra?
—Oh, definitivamente en apoyo. Quiero decir, el gobierno no tiene derecho a decidir quién puede y no puede declarar públicamente su amor el uno por el otro.
—Qué romántico por tu parte, — dijo Toby.
Solté un bufido. —No lo creo. No soy romántica en absoluto, pero es lógico. Negar a los homosexuales el derecho al matrimonio infringe su libertad e igualdad. Ya están bastante j/didos.
—Mis pensamientos son ésos exactamente, —acordó Toby. —Parece que tenemos mucho en común.
—Creo que lo tenemos.
Caminamos un par de segundos en silencio antes de que preguntara: —Entonces, ¿Tienes algún plan para la fiesta de graduación? —
No — le dije —. —No voy a ir. ¿Por qué pagar doscientos dólares por un vestido, treinta y uno por una entrada, cuarenta por el peinado y maquillaje, y un puñado más por la cena, donde lo único que puedes comer es una ensalada sin aderezo porque hay que evitar ensuciarte el elegante vestido? Es un poco ridículo.
—Ya veo, —dijo Toby. —Eso es un poco lamentable... Tenía la esperanza de que fueras conmigo.
Bueno, no lo había visto así. Para nada. Nunca. Toby Tucker, el chico al que había seguido durante años, ¿Quería pedirme que lo acompañara al baile de graduación? Oh, Dios mío. Oh, Dios mío. Y había criticado totalmente la institución del baile de la escuela secundaria como una obstinada idiota. Prácticamente lo había rechazado sin siquiera quererlo. Oh, mierda. Era un idiota. Una completa idiota. Y ahora estaba sin palabras. ¿Qué había dicho? Me disculparía o me arrepentiría de lo que había dicho o...
—Pero está bien si te sientes de esa manera, —dijo Toby. —Siempre he pensado que el baile era un rito sin sentido, así que estamos en la misma onda.
—Eh, sí— Dije sin convicción. Oh, mierda ¡Que alguien me ayudara ahora mismo!
—Pero— Toby presionó — ¿Te opones a otra clase de citas ? ¿Las que no incluyen vestidos elegantes o ensaladas de m*erda?
—No. No tengo ningún problema con ellas.
La cabeza me daba vueltas. Toby quería que saliera con él. ¡En una cita! No había estado en una cita real, ya que... infiernos, nunca me habían invitado a una cita real. A menos que cuente la de Jake en la parte posterior de una sala de cine como una cita.
No había tenido ninguna.
Pero ¿por qué? ¿Por qué a Toby le gustaría salir conmigo? Yo era la Duff. Las Duffs no tienen citas. No de verdad. Sin embargo, Toby estaba desafiando las probabilidades. Tal vez era un hombre más maduro que la mayoría. Al igual que yo siempre lo imaginé en mis estúpidos, femeninos, sueños de clase media. No poco profundo. No vanidoso. No engreído o banal. Sino un perfecto caballero.
—Eso es bueno, —dijo. —En ese caso...- Me di cuenta que estaba nervioso. Sus mejillas se volvieron de color rosa, y estaba mirando sus zapatos y jugando con sus gafas. — ¿El viernes? ¿Te gustaría salir conmigo la noche del viernes? —
—Me gustaría...
Entonces sucedió lo inevitable. Pensé en el ser despreciable. En el playboy. En el mujeriego. En la única persona que podía arruinar este momento para mí. Sí, me había enamorado de Toby Tucker.
¿Cómo no iba a hacerlo? Era dulce y encantador e inteligente... pero mis sentimientos por Nicholas iban mucho más allá de eso. Había saltado la piscina para chicos y saltado directo a las profundidad, infestada de tiburones del océano de emociones. Y, si me perdonan la dramática metáfora, era una pésima nadadora.
Pero Carla había dicho que debía seguir adelante, y aquí estaba Toby, lanzándome un flotador y ofreciéndose para salvarme de morir ahogada. Sería muy estúpida al no aceptar. Sólo Dios sabía cuánto tiempo podría pasar antes de que otro grupo de rescate llegara.
Y, vamos, Toby era adorable.
—Me gustaría —Dije, esperando que mi pausa no lo había asustado demasiado.
—Genial—. Pareció aliviado. —Te recogeré a las siete el viernes.
—Bien.
Nos separamos en la cafetería, y creo que salté — Sí, salté como una pequeña niña, mi mal estado de ánimo estaba totalmente olvidado.
Y se quedó olvidado.
Mansita
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
siguelaaaa!
siguelaaaa!
me encanta toby me lo imagino tan tierno....!
ya quiero cap
siguelaaaa!
me encanta toby me lo imagino tan tierno....!
ya quiero cap
Última edición por Jimee Jonas <3 el Dom 04 Mar 2012, 7:22 pm, editado 1 vez
☎ Jimena Horan ♥
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
Me gusto mucho el capitulo :) Toby es un amor pero que pasara?
siguela por favor
siguela por favor
loca4ever
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
Nueva Lectora!
me he pasadoo la hora entera leyendo todoos los caps que has publicado & dejame decirtee que me han ENCANTADOOOO, es una de las mejores novelas que he leidoo, me encanta, me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! & debes de seguirla pleaseeeee!!!
SIGUELAA
me he pasadoo la hora entera leyendo todoos los caps que has publicado & dejame decirtee que me han ENCANTADOOOO, es una de las mejores novelas que he leidoo, me encanta, me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! & debes de seguirla pleaseeeee!!!
SIGUELAA
.Lu' Anne Lovegood.
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
:D
Muchas gracias por sus comentarios, termino mi tarea de Algebra y subo caps :D
Muchas gracias por sus comentarios, termino mi tarea de Algebra y subo caps :D
Mansita
Re: "La Duff" (Nick & Tu) - TERMINADA
Siii :) gracias y espero que te sea facil :S
(no me gusta mucho algebra)
(no me gusta mucho algebra)
#Fire Rouge..*
Página 13 de 18. • 1 ... 8 ... 12, 13, 14 ... 18
Temas similares
» Me secuestro Nick Jonas (nick y tu) Terminada
» "AGAIN Terminada"[Nick y Tu]
» "The Only One For You....(Nick y Tu)" [TERMINADA]
» "Believe in me, everything is possible" Nick J.& You. [TERMINADA]
» ¿Tu y Yo? (Nick & Tu) TERMINADA
» "AGAIN Terminada"[Nick y Tu]
» "The Only One For You....(Nick y Tu)" [TERMINADA]
» "Believe in me, everything is possible" Nick J.& You. [TERMINADA]
» ¿Tu y Yo? (Nick & Tu) TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 13 de 18.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.