"Pide un deseo" (Nick)

Rachel durmió casi todo el camino al campo, luego de unos minutos de severas lágrimas que parecieron quemar sus ojos. La radio estuvo prendida en un leve volumen cuando ella estaba despierta, pero no sabía que sucedió entre Logan y Kate luego de que Morfeo la visitara.
En este tipo de casos, como los de Kate y Logan, hay dos posibles salidas o respuestas ante situaciones como estar solos en un auto durante horas: a) Incomodo silencio b) Indetenible conversación.
La verdad es que hubo una mezcla de ambas. Era como que en momentos podían hablar de la cosa más ridícula y tonta por mucho tiempo, pero luego se callaban por un tiempo demasiado largo, que les daba tiempo para pensar en muchas cosas. Sobre todo en lo que podría suceder con los dos en el futuro. Para ellos esa era una pregunta sobre la que debían definitivamente hablar.
— ¿Qué va a suceder con tu trabajo?—le preguntó Kate a Logan para romper ese silencio que se había mantenido desde la última corta conversación.
— Conseguí a alguien que me reemplace. Además entre nos, te confieso que realmente no planeo trabajar en el restaurante de mi padre por el resto de mi vida. Definitivamente disfrutaría mucho estudiar para ser médico. Sé que tengo madera para serlo, es algo que siempre quise ser.
— ¿por qué aun no has estudiado?
— Porque no he tenido el maldito valor de decirle a mi padre que no quiero heredar su restaurante.
— Es algo bueno, Logan. Deberías decirle y no solo eso…, deberías hacer lo que te hace feliz. Sé que es raro escuchar esto de una chica que jamás siguió sus sueños, pero el asunto es que ahora todo está cambiando para mí. No puedo creer que antes odiaba a Rachel. Ella es lo mejor que me paso en la vida y no le digas nada, pero creo que es mi mejor amiga.
— Deberías decirle tú, no yo—Logan miró un momento a Kate y vio el iluminado rostro de ella. Sabía que bajo esa tosca y tontita niña, estaba la mujer que el amaba profundamente con amor inocente y genuino—. Así como yo te estoy por decir algo.
— Oh por Dios, ¿Qué sucede?—dijo ella riendo.
— Eres hermosa—Kate volteó sorprendida a mirarlo ya que no se lo esperaba y Logan sonrío con pura felicidad.
— Eres un tonto.
— Es bello que seas tan honesta conmigo.


Cuando Kate despertó, se encontraba sobre una cama muy cómoda y en una habitación con grandes ventanales que estaban abiertos. Afuera había una gran y colosal tormenta, la vista de su ventana que daba hacía la pileta, permitía que ella divisara las hojas que volaban gracias a la cortesía de la ferocidad que tenía el viento en ese momento. En ese momento la puerta se abrió y entraron Rachel y Logan. Rachel con una vela entre sus manos y cuidando que esta no se apagara.
— Veo que despertaste—dejó la vela sobre una mesa que había, la cual tenía un espejo en frente.
— ¿Dónde estamos?
— Esta es la casa de campo de mi familia. Puedo venir cuando quiera, mientras avise, claro.
— Es hermosa—comentó levantándose de la cama con torpeza.
— Estábamos tomando un café, si es que quieres—el rugido del estomago de Kate interrumpió la oración de Logan—… supongo que eso es un sí.
— Vamos—Kate se dirigió a la cocina y todos se sentaron para merendar.
Luego de la deliciosa comida, la tormenta se había calmado un poco, pero seguía siendo terrible. En un momento de la merienda, Rachel había parecido cambiar ese humor positivo y lindo que había tenido en los últimos tiempos, y se terminó retirando. Kate y Logan no querían aun hablar de temas tan sensibles con ella, o agrandar la herida que ella ya tenía, por lo que no hicieron nada.
Arriba, en el segundo piso que daba contacto con el primero ya que era como un espacio conectado, Rachel se había sentado en el piano y tocó una melodía tan triste que hasta el corazón más insensible se estrujaría al escucharla. Terminó su hermosa y melancólica canción con lágrimas adornando las teclas de marfil. Se pasó las manos por los ojos para secarse esas lágrimas que la lastimaban tanto los ojos de tanto caer.
— Tal vez esta fue la decisión correcta.
— Que te sientas así no es correcto—Rachel volteó con los ojos y cara roja, mientras Logan la miraba fija y acusadoramente—. Nunca es correcto alejarte de la persona que amas.
— ¿Adivina qué? No me arrepiento.
— Entonces eres la persona más tonta, irracional, orgullosa, terca, rencorosa, enojada, caprichosa que conozco.
— Brindo por ello—contestó abriendo el almacén de su padre, en donde guardaba también alcohol.
— No te hagas esto, Rachel.
— ¿Qué más me puede pasar?—sirvió el alcohol en el vaso y lo tomó todo en un instante. Luego le lanzó una mirada engreída a Logan—. Estoy bien sin ustedes. Estoy bien sin nadie, es más, estoy mejor sola.