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"HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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"HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
Nombre : HURACÁN DE DESEO
Autor: cathy williams
Adaptación: si
Género: romance
Advertencias: esta la estaban subiendo por este foro pero la chica cerro su cuenta al parecer
Otras Páginas: por este foro.
cap!! 1
____(tn) oyó el ruido de la puerta y levantó las manos del teclado. No debería haber nadie allí a las diez y media de la noche. Y aquel día menos que nunca. Nerviosa, se levantó de la silla. Estaba en el único despacho iluminado de toda la planta y cualquiera podría verla desde el pasillo, mientras ella no podía ver nada.
Aunque el despacho de Nick Jonas era enorme, no había ningún sitio para esconderse, ni siquiera unas gruesas cortinas de terciopelo. Y aunque ella era delgada, intentar esconderse tras las persianas de madera sería ridículo.
De hecho, su miedo era ridículo. Ella era una persona demasiado sensata como para imaginar que había entrado un ladrón.
____(tn) se acercó a la puerta que conectaba el despacho de Nick Jonas con el suyo. No oía nada, excepto el viento golpeando las ventanas... entonces vio una figura oscura en el pasillo.
—¿Oiga? ¿Oiga?
Estaba llamando a alguien a las diez y media de la noche, en una oficina que ella misma había cerrado con llave después de entrar.
—¿Quién es?
Se preguntó entonces si le responderían las piernas en caso de que tuviera que salir corriendo. Medía un metro sesenta y la figura que se dirigía hacia ella parecía medir treinta centímetros más.
—¿Quién crees que soy? —contestó el hombre. En ese momento se encendió la luz y _____(tn) dejó escapar un suspiro de alivio—. ¿Un ladrón que viene a robar las lujosas oficinas de Nick Jonas?
La retórica pregunta pareció divertirle mucho porque soltó una estruendosa carcajada.
—¿Qué haces aquí, Nick? ¿No deberías estar...?
—¿Dónde? —la interrumpió él. La risa había desaparecido abruptamente y _____(tn) observó que parecía borracho.
Eso la dejó perpleja. Nick Jonas no bebía. 0, al menos, no era su costumbre. Lo sabía porque había acudido a varias recepciones en los diez meses que llevaba trabajando para él como secretaria.
—No has contestado a mi pregunta.
—¿Qué pregunta?
—¿Dónde crees que debería estar?
Aun borracho, Nick Jonas emanaba un increíble atractivo masculino. Su ropa oscura, la corbata torcida, el abrigo negro que parecía la capa de un mago, el cabello dorado alborotado... todo ello le daba un aspecto peligroso.
—Pensé que estarías en casa... con tus parientes.
Después de todo, el funeral de su esposa había tenido lugar aquel mismo día.
—Tengo que sentarme.
Nick entró en su despacho y ______(tn) se preguntó si debía seguirlo o marcharse discretamente. La situación era bastante extraña.
Pero no tuvo elección.
—Tráeme agua, por favor. 0 mejor, una taza de café bien cargado.
—Agua sería mejor. Si has bebido mucho alcohol, estarás deshidratado. Tienes que beber todo lo que puedas.
—Siempre tan sensata, ¿eh? —exclamó Nick, dejándose caer en el sofá—. Siempre dispuesta a dar un buen consejo.
Ella hizo una mueca. Sí, la sensata _____(tn), que había conseguido llegar a secretaria del director por su eficiencia, su capacidad de trabajo y su habilidad para no perder la cabeza.
La buena de ______(tn), que no podía estar en la misma habitación con su jefe sin sentir mariposas en el estómago, la que solía mirarlo cuando él no se daba cuenta, como si fuera una fruta prohibida, no solo porque estaba casado sino porque jamás se fijaría en alguien como ella.
—¿Crees que debería estar en mi casa? —preguntó Nick, tumbado en el sofá, con un brazo sobre la cara.
Sí, pensó, debería estar en casa, llorando la pérdida de su esposa y soportando el pésame de sus parientes, a algunos de los cuales ni siquiera conocía.
La idea hizo que sintiera náuseas.
—¿Alguien sabe que estás aquí? Quizá deberíamos llamar...
—¡No! No necesito que me rescaten como si fuera un inválido.
—Puede que estén preocupados —insistió ¬____(tn).
—Siéntate. Me duele el cuello de mirar para arriba.
—Pero...
—Siéntate en el brazo del sofá. No voy a hacerte nada, no te preocupes.
—Si quieres estar solo, lo mejor es que me vaya...
—¿Qué hacías aquí a estas horas? —la interrumpió Nick—. Son las once de la noche, ¿no
tienes nada mejor que hacer?
—¡Claro que sí! Es que me sentía un poco... inquieta. Los funerales... —___(tn) no terminó
la frase, incómoda—. Sé que parece un poco raro, pero...
—Son deprimentes —dijo Nick.
—Sé que ya te lo he dicho esta mañana, pero lo siento mucho. Quizá te ayudaría hablar de lo
que ha pasado.
—Lo que ha pasado es un accidente de tráfico. Sencillamente.
Nick se tapó los ojos con la mano, sintiendo de nuevo una punzada de culpabilidad por no
experimentar dolor alguno.
Nicole Anderson era, en apariencia, todo lo que un hombre podría desear: preciosa, sensual,
exótica, con la costumbre de mover su larga melena oscura y sonreír de una forma que volvería
loco a cualquier hombre.
Y durante un tiempo estuvo enamorado de ella. Tanto como para casarse, confiando en que fuera para
toda la vida.
Pero no duró. Podía decir sin equivocarse que en los dos años de matrimonio solo hubo cuatro
meses de felicidad y después... el largo proceso de enfrentarse con lo inevitable.
—Has bebido mucho, ¿verdad?
—Lo suficiente como para olvidar.
—Era muy guapa —dijo ___(tn)—. Imagino que estas dos semanas han debido ser una pesadilla para
ti.
—No imagines —replicó Nick, abruptamente. Su voz lo relajaba, era como una cascada de agua. Y,
por un momento, estuvo a punto de confesarle que aquello no era una pesadilla para él.
La pesadilla era recordar los meses de peleas con su esposa, sus acusaciones de no ser
suficientemente hombre como para satisfacerla porque su única amante era el trabajo. Cada
acusación los alejaba más y más y cuando empezó a salir por las noches, a dormir fuera de casa,
Nick solo sintió indiferencia.
Pero aguantó la situación, incapaz de pedir el divorcio. Cuando su padre lo llamó desde New
Jersey para decirle que su mujer había tenido un accidente de tráfico en la estrecha carretera que
iba de Texas a la finca familiar, Nick pensó que debería sentirse culpable por no haberle prestado
más atención a Nicole, por haber dejado que se fuera de L.A para divertirse en otro país.
Pero no sentía remordimiento alguno. Además, el accidente había destapado una sórdida historia
de adulterio que él sospechaba desde hacía tiempo. Nicole y su amante murieron juntos.
Se preguntó entonces qué pensaría su seria y eficiente secretaria si le contara todo eso. Pero
____(tn) no era una mujer de mundo, todo lo contrario.
Nick abrió los ojos y se quedó mirándola fijamente hasta que ella se puso colorada como una
fresa.
Autor: cathy williams
Adaptación: si
Género: romance
Advertencias: esta la estaban subiendo por este foro pero la chica cerro su cuenta al parecer
Otras Páginas: por este foro.
cap!! 1
____(tn) oyó el ruido de la puerta y levantó las manos del teclado. No debería haber nadie allí a las diez y media de la noche. Y aquel día menos que nunca. Nerviosa, se levantó de la silla. Estaba en el único despacho iluminado de toda la planta y cualquiera podría verla desde el pasillo, mientras ella no podía ver nada.
Aunque el despacho de Nick Jonas era enorme, no había ningún sitio para esconderse, ni siquiera unas gruesas cortinas de terciopelo. Y aunque ella era delgada, intentar esconderse tras las persianas de madera sería ridículo.
De hecho, su miedo era ridículo. Ella era una persona demasiado sensata como para imaginar que había entrado un ladrón.
____(tn) se acercó a la puerta que conectaba el despacho de Nick Jonas con el suyo. No oía nada, excepto el viento golpeando las ventanas... entonces vio una figura oscura en el pasillo.
—¿Oiga? ¿Oiga?
Estaba llamando a alguien a las diez y media de la noche, en una oficina que ella misma había cerrado con llave después de entrar.
—¿Quién es?
Se preguntó entonces si le responderían las piernas en caso de que tuviera que salir corriendo. Medía un metro sesenta y la figura que se dirigía hacia ella parecía medir treinta centímetros más.
—¿Quién crees que soy? —contestó el hombre. En ese momento se encendió la luz y _____(tn) dejó escapar un suspiro de alivio—. ¿Un ladrón que viene a robar las lujosas oficinas de Nick Jonas?
La retórica pregunta pareció divertirle mucho porque soltó una estruendosa carcajada.
—¿Qué haces aquí, Nick? ¿No deberías estar...?
—¿Dónde? —la interrumpió él. La risa había desaparecido abruptamente y _____(tn) observó que parecía borracho.
Eso la dejó perpleja. Nick Jonas no bebía. 0, al menos, no era su costumbre. Lo sabía porque había acudido a varias recepciones en los diez meses que llevaba trabajando para él como secretaria.
—No has contestado a mi pregunta.
—¿Qué pregunta?
—¿Dónde crees que debería estar?
Aun borracho, Nick Jonas emanaba un increíble atractivo masculino. Su ropa oscura, la corbata torcida, el abrigo negro que parecía la capa de un mago, el cabello dorado alborotado... todo ello le daba un aspecto peligroso.
—Pensé que estarías en casa... con tus parientes.
Después de todo, el funeral de su esposa había tenido lugar aquel mismo día.
—Tengo que sentarme.
Nick entró en su despacho y ______(tn) se preguntó si debía seguirlo o marcharse discretamente. La situación era bastante extraña.
Pero no tuvo elección.
—Tráeme agua, por favor. 0 mejor, una taza de café bien cargado.
—Agua sería mejor. Si has bebido mucho alcohol, estarás deshidratado. Tienes que beber todo lo que puedas.
—Siempre tan sensata, ¿eh? —exclamó Nick, dejándose caer en el sofá—. Siempre dispuesta a dar un buen consejo.
Ella hizo una mueca. Sí, la sensata _____(tn), que había conseguido llegar a secretaria del director por su eficiencia, su capacidad de trabajo y su habilidad para no perder la cabeza.
La buena de ______(tn), que no podía estar en la misma habitación con su jefe sin sentir mariposas en el estómago, la que solía mirarlo cuando él no se daba cuenta, como si fuera una fruta prohibida, no solo porque estaba casado sino porque jamás se fijaría en alguien como ella.
—¿Crees que debería estar en mi casa? —preguntó Nick, tumbado en el sofá, con un brazo sobre la cara.
Sí, pensó, debería estar en casa, llorando la pérdida de su esposa y soportando el pésame de sus parientes, a algunos de los cuales ni siquiera conocía.
La idea hizo que sintiera náuseas.
—¿Alguien sabe que estás aquí? Quizá deberíamos llamar...
—¡No! No necesito que me rescaten como si fuera un inválido.
—Puede que estén preocupados —insistió ¬____(tn).
—Siéntate. Me duele el cuello de mirar para arriba.
—Pero...
—Siéntate en el brazo del sofá. No voy a hacerte nada, no te preocupes.
—Si quieres estar solo, lo mejor es que me vaya...
—¿Qué hacías aquí a estas horas? —la interrumpió Nick—. Son las once de la noche, ¿no
tienes nada mejor que hacer?
—¡Claro que sí! Es que me sentía un poco... inquieta. Los funerales... —___(tn) no terminó
la frase, incómoda—. Sé que parece un poco raro, pero...
—Son deprimentes —dijo Nick.
—Sé que ya te lo he dicho esta mañana, pero lo siento mucho. Quizá te ayudaría hablar de lo
que ha pasado.
—Lo que ha pasado es un accidente de tráfico. Sencillamente.
Nick se tapó los ojos con la mano, sintiendo de nuevo una punzada de culpabilidad por no
experimentar dolor alguno.
Nicole Anderson era, en apariencia, todo lo que un hombre podría desear: preciosa, sensual,
exótica, con la costumbre de mover su larga melena oscura y sonreír de una forma que volvería
loco a cualquier hombre.
Y durante un tiempo estuvo enamorado de ella. Tanto como para casarse, confiando en que fuera para
toda la vida.
Pero no duró. Podía decir sin equivocarse que en los dos años de matrimonio solo hubo cuatro
meses de felicidad y después... el largo proceso de enfrentarse con lo inevitable.
—Has bebido mucho, ¿verdad?
—Lo suficiente como para olvidar.
—Era muy guapa —dijo ___(tn)—. Imagino que estas dos semanas han debido ser una pesadilla para
ti.
—No imagines —replicó Nick, abruptamente. Su voz lo relajaba, era como una cascada de agua. Y,
por un momento, estuvo a punto de confesarle que aquello no era una pesadilla para él.
La pesadilla era recordar los meses de peleas con su esposa, sus acusaciones de no ser
suficientemente hombre como para satisfacerla porque su única amante era el trabajo. Cada
acusación los alejaba más y más y cuando empezó a salir por las noches, a dormir fuera de casa,
Nick solo sintió indiferencia.
Pero aguantó la situación, incapaz de pedir el divorcio. Cuando su padre lo llamó desde New
Jersey para decirle que su mujer había tenido un accidente de tráfico en la estrecha carretera que
iba de Texas a la finca familiar, Nick pensó que debería sentirse culpable por no haberle prestado
más atención a Nicole, por haber dejado que se fuera de L.A para divertirse en otro país.
Pero no sentía remordimiento alguno. Además, el accidente había destapado una sórdida historia
de adulterio que él sospechaba desde hacía tiempo. Nicole y su amante murieron juntos.
Se preguntó entonces qué pensaría su seria y eficiente secretaria si le contara todo eso. Pero
____(tn) no era una mujer de mundo, todo lo contrario.
Nick abrió los ojos y se quedó mirándola fijamente hasta que ella se puso colorada como una
fresa.
Última edición por Pily.... el Lun 27 Jun 2011, 9:56 pm, editado 3 veces
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
:) que tal? Jaja primera lectora :B
Gracias por subir la noveeee! Jajaja
Nos leemoss :) un besote y...... SIGUELA :) jaja
Gracias por subir la noveeee! Jajaja
Nos leemoss :) un besote y...... SIGUELA :) jaja
maiih* [:
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
jajaja yo segunda xD gracias por subir la nove :D siiguelaa (:
-Marisol_Albarn-
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
yupiii siguelaaaaaaaaaaa
adoro a tu amiga y a ti
ajajja besotess
adoro a tu amiga y a ti
ajajja besotess
#Fire Rouge..*
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
Nick abrió los ojos y se quedó mirándola fijamente hasta que ella se puso colorada como una Fresa.
—Supongo que te has llevado un susto de muerte al verme en el pasillo —dijo, suspirando—. Me sorprende que no hayas llamado a la policía.
—Estaba a punto de hacerlo, la verdad. No esperaba verte aquí esta noche.
—El ambiente de mi casa empezaba a ahogarme. El funeral ya fue suficientemente... agotador, pero verme rodeado de dos familias preguntándose por qué se la va a enterrar aquí en lugar de en su país, todos llorando, todos hablando de ella... tenía que marcharme.
Si estuviera sobrio ni siquiera le habría contado eso. De hecho, no se lo había contado a nadie. Pero ____(tn) estaba allí, mirándolo con tal compasión que no tuvo más remedio que decir lo que le pasaba por la cabeza.
Absurdo.
—¿Por qué decidiste enterrarla aquí?
—Porque es aquí donde vivió siempre. Me pareció lo más apropiado. Después de todo, ¿no debería tener cerca de mí el recuerdo de mi querida esposa? —replicó Nick, si poder disimular la ironía.
Un recordatorio constante de la vacuidad del sacramento del matrimonio y de la traición de su mujer.
____(tn) se aclaró la garganta.
—Creo que es hora de que me marche. ¿Te importa quedarte solo o quieres que llame a alguien? En momentos como este... quizá necesites compañía.
—Ya tengo compañía.
Lo había dicho mirándola a los ojos y ____(tn) sintió un escalofrío.
Era la primera vez que la miraba como si no estuviera viendo a la eficiente y seria secretaria sino... pero era mejor no pensarlo.
Su jefe había bebido mucho, estaba sufriendo lo indecible por la muerte de su esposa y, seguramente, no sabía lo que hacía. Pero no entendía por qué la miraba así.
Quizá veía el rostro de su mujer, aunque físicamente no se parecían nada. Nicole era alta, voluptuosa, una morena de cabello largo y ojos color miel. Ella, en cambio, era bajita, rubia, con el pelo no tan largo y la tez pálida.
Pero había soñado con Nick tantas veces... había imaginado que la acariciaba, que la besaba. Y era patéticamente emocionante sentir que la miraba como un hombre mira a una mujer por primera vez.
—Es muy tarde, Nick. Tengo que irme.
—¿Para qué?
—¿Cómo?
—¿Hay alguien esperándote en casa?
—Pues...
—¿Tus padres?
—No vivo con mis padres. Mi familia vive en California. ¿Cuántos años crees que tengo, doce?
—Ah, perdón —sonrió él—. No quería insultarte.
Aquella sonrisa la derretía por dentro; era una sonrisa nueva, diferente.
—No pasa nada.
—Sigues con el vestido negro. ¿Desde cuándo estás aquí?
—No fui a tu casa después del funeral. Lo siento, no podía soportar...
—¿A las hordas de simpatizantes? Parece casi una obscenidad que tanta gente se reúna en un momento así, ¿verdad? Charlando, contándose sus cosas, hablando con parientes a los que hace siglos que no ven, poniendo cara de pena...
El cinismo que había en aquel comentario la sorprendió. Pero ___(tn) se recordó a sí misma que cada persona lidiaba con el dolor de distinta manera. No todo el mundo mostraba sus sentimientos y Nick Jonas no era hombre que llorase delante de nadie. Pero eso no significaba que su dolor fuera menos profundo.
—Es un momento difícil para ti. Mira...
—No te vayas —la interrumpió él, tomándola de la mano—. Aún no.
—¿Quieres otro vaso de agua? —preguntó ____(tn), intentando disimular el nerviosismo—. Deberías beber todo lo posible.
—Quédate. Cuéntame cosas. Dime qué hiciste al salir de la iglesia.
—Fui al supermercado. Estaba lleno de gente, así que tardé una hora y media... pero esto es muy aburrido.
—Tu voz me tranquiliza.
Nick estaba acariciando distraídamente su mano, haciéndola sentir escalofríos. Pero no se daba cuenta de todo lo que en ese momento ____(tn) le atravesaba por su mente.
—Bueno, el caso es que dejé la compra en mi apartamento y después fui a cenar algo a un restaurante.
—¿Sola?
—Sola.
—Pensé que las mujeres nunca iban solas a un restaurante. Nicole no lo habría hecho jamás.
Oh, no, Nicole no habría hecho eso. No le gustaba estar sola. Necesitaba público a su alrededor,
sobre todo público masculino, alguien para quien mover la melena, alguien para quien inclinarse
mostrando el escote.
—A mí no me molesta —dijo _____(tn), un poco a la defensiva—. Pensarás que es muy triste que
una mujer de veintitrés años tenga que cenar sola un viernes por la noche, pero yo no soy de las
que necesitan compañía todo el tiempo.
Se le ocurrió entonces que haber sentido la necesidad de defenderse la hacía parecer un poco
patética. No parecía la mujer liberada que pretendía ser.
—A mí no me parece triste.
—Debería haberme ido a casa después, pero me apetecía dar una vuelta en el coche. Y cuando
pasé por delante de la oficina, se me ocurrió que podría terminar unas cosas. No sé, no estaba
cansada y no me apetecía ir a casa.
—Me alegro mucho —dijo Nick, acariciando su brazo.
¿Qué estaba pasando? No lo sabía. Miraba a ____(tn) y su cuerpo empezaba a reaccionar. Era como
si estuviesen en otro mundo, en otra realidad donde solo existían sus confusos pensamientos y
aquella mujer. Y la quería allí, quería una persona cálida a su lado.
Llevaba una falda negra y un jersey de color Corinto. Se había fijado en ella durante el funeral,
con un enorme abrigo negro que la hacía parecer más pequeña todavía.
No era una belleza, pero tenía una boca perfecta; una boca que Nick estaba rozando con la punta del
dedo en aquel momento.
____(tn) lo apartó con manos temblorosas. Tenía que salir de allí como fuera.
—Mira, sé que acabas de pasar por una experiencia muy traumática, pero necesitas dormir.
—No, no es eso lo que necesito —murmuró él, mirándola de arriba abajo.
_____(tn) siempre vestía discretamente, con chaquetas anchas y faldas poco provocativas. Nunca
antes había sentido el deseo de tocarla. Pero, claro, antes estaba casado.
Estaba casado con una idea de fidelidad, demasiado orgulloso como para admitir el fracaso aun cuando
supo que el barco se hundía.
Pero en aquel momento, Nick no podía dejar de observar cómo el jersey de color Corinto se pegaba a
sus pechos. Y tampoco le pasó desapercibido que su mirada le estaba excitando.
Cuando ____(tn) cruzó los brazos sobre el pecho, estuvo seguro del todo. ¿No se daba cuenta de que
así lo excitaba más, que lo hacía querer tocar lo que ella estaba protegiendo?
¡Debía estar volviéndose loco!
—¿Has pensado alguna vez en casarte?
_____(tn) lo miró en silencio durante unos segundos.
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
_____(tn) lo miró en silencio durante unos segundos.
—Claro que sí. Como casi todas las mujeres, supongo. He soñado con encontrar el príncipe azul y con el final feliz.
«Cállate, cállate, márchate de aquí cuanto antes», se dijo a sí misma. Pero sus pies no la obedecían.
—¿El final feliz? —rio Nick, irónico—. Si lo consigues, cuéntamelo.
Desde luego, él no había encontrado la felicidad. Ni siquiera durante el primer año.
_____(tn) lo observó, compasiva. El hombre seguro de sí mismo para el que llevaba meses trabajando, el millonario que podía silenciar una habitación con su mera presencia, aquel hombre tumbado en el sofá, parecía desprotegido, sin defensas.
Su cinismo era comprensible. Para él no habría final feliz.
Impulsivamente, ____(tn) tomó su mano.
Nick se incorporó, cansado, apoyando la cabeza en el respaldo del sofá.
—Parece como si hubiera corrido un maratón.
—Debes estar agotado —murmuró ella.
Y entonces hizo lo impensable. Alargó una mano y pasó los dedos por su cara.
A Nick nada le había parecido más dulce en toda su vida. Entonces, cerrando los ojos, empezó a besar sus dedos uno por uno. El dolor de cabeza que había empezado con el primer whisky desapareció, reemplazado por una abrumadora sensación de deseo.
La atrajo hacia él, buscando su boca ciegamente, tomando su cara entre las manos.
—Nick... esto no es lo que necesitas.
_____(tn) intentó apartarse o, más bien, supo que debía apartarse, pero lo que llevaba meses sintiendo por él era más fuerte que el sentido común.
¿Por qué estaba haciendo eso?, se preguntó Nick. ¿Qué necesitaba? ¿Solaz, diversión, olvidar? ¿Una oportunidad para volver a vivir aquellos dos años sin cometer los errores que habían endurecido su corazón?
—Necesito consuelo —dijo por fin, buscando de nuevo sus labios, el interior de su boca que sabía a miel.
Aquello era una locura, pensaba ______(tn). Nick Jonas no estaba en sus cabales. Parecía necesitar consuelo, pero aquello era imposible.
—Tienes que dormir. ¿Por qué no dejas que... te lleve a tu casa?
Nick no contestó. Tiró de ella hasta dejarla casi tumbada en el sofá y acarició su pelo.
—¿Has tenido alguna vez el pelo largo? —murmuró, con los ojos entrecerrados—. No te puedo imaginar con el pelo largo.
—Tengo que irme.
—El pelo corto te queda bien —insistió él, metiendo la mano por debajo del jersey.
______(tn) intentó levantarse, pero había soñado con aquellas caricias prohibidas tantas veces...
—Como una gacela —murmuró Nick, acariciando sus bien formados pechos.
Ella emitió un gemido de sorpresa cuando metió la mano por debajo del sujetador.
—No podemos hacer esto...
—Te necesito, _____(tn).
—No es verdad.
—Deja que te vea.
—Nick...
—Quítate el jersey. Deja que te vea.
Estaba confusa, pero no podía dejar de mirarlo a los ojos. Sin pensar, sin darse apenas cuenta, se quitó el jersey y quedó solo con el sujetador.
Los dos respiraban con dificultad mientras Nick bajaba las dos tiras de encaje. Dos pequeños senos lo apuntaban con los pezones endurecidos. ______(tn) estaba evidentemente excitada y él solo deseaba tomar en su boca aquellos rosados pezones...
Entonces, ávido, inclinó la cabeza y se metió uno de ellos en la boca, chupando con ansiedad. ______(tn) tomó su cabeza entre las manos sin decir nada, aceptando la caricia, pidiéndole más.
La erección de Nick era casi dolorosa y mientras seguía chupando los delicados pezones guió su mano hacia abajo, manteniéndola allí mientras intentaba bajarse la cremallera del pantalón.
Aquello no podía estar pasando. Nick Jonas besándola, acariciando sus pezones... era asombroso, irreal. Pero cuando su mano rodeó la erección masculina,
_____(tn) sintió una ola de deseo indescriptible.
Se levantó entonces, pero solo para quitarse la falda y las braguitas con manos impacientes.
Necesitaba sentir el cuerpo de Nick sobre el suyo, pero él apretó sus nalgas soplando suavemente sobre el triángulo de vello entre sus muslos.
____(tn) echó la cabeza hacia atrás, abriendo las piernas mientras él exploraba sus regiones más íntimas, mientras acariciaba los pliegues de su feminidad, haciéndola temblar.
Ardiendo de deseo, sujetó su cabeza con manos temblorosas y movió las caderas para acercarse más. Cuando estaba a punto de explotar, Nick la colocó sobre él. ____(tn) sintió la dura erección y la tela de los pantalones rozando sus muslos.
Había algo muy sensual en estar completamente desnuda mientras él llevaba todavía la camisa y los pantalones. Sintió entonces una increíble sensación de poder, algo desconocido que la obligó a desabrochar los botones de su camisa para disfrutar de aquel torso de pectorales y abdominales marcados.
El la miraba con un deseo abrasador, sujetando sus caderas para controlar el ritmo mientras clavaba
la mirada en el bamboleo de sus pechos.
Si pudiera alargar aquel momento hasta la eternidad... pero no podía. Una pasión animal lo
recorría como una potente droga y cuando _____(tn) empezó a moverse más rápido empezó a sentir
que llegaba el orgasmo. No pudo controlarse más y se dejó ir, al mismo tiempo que ella, jadeando
los dos, buscando aire.
Nick la tumbó sobre él, disfrutando de su calor, de la suavidad de su cuerpo.
Debía de estar mucho más frustrado de lo que creía, porque hacer el amor nunca le había parecido
tan hermoso. Incluso entonces, exhausto, la sensación de los pechos aplastados contra su torso lo
excitaba de nuevo.
Nick cerró los ojos. Tenía que dormir. Y podía hacerlo porque ya no sentía aquella rabia en su
interior.
—No puedo creerlo... ¿cómo puede haber pasado esto?
El horror de la situación devolvió a _____(tn) a la realidad como un jarro de agua fría. No
podía mirarlo a la cara. Mejor, pensó, al ver que tenía los ojos cerrados. Seguramente estaba
buscando una forma de despedirla sin saltarse ninguna norma de la empresa.
____(tn) se volvió para vestirse, intentando encontrar una justificación para su comportamiento.
—Me doy cuenta de que esta es una situación difícil para ti
—murmuró, volviéndose cuando ya se había puesto la falda y el jersey. Pero al verlo en el
sofá, medio desnudo, la realidad de la situación la golpeó de nuevo—. Siento mucho lo que ha
pasado... Por favor, no pienses que te culpo en absoluto. Me culpo a mí misma y lo entenderé
perfectamente si quieres que deje mi puesto el lunes.
El no dijo nada y _____(tn) se acercó al sofá.
—¿Nick?
Estaba dormido, profundamente dormido.
Se quedó parada un momento, atónita. Unos segundos después, suspirando, se puso el abrigo y
salió del despacho.
Los dos habían actuado por impulso, sin pensar en las consecuencias. Aunque normalmente solía ser
al revés. ¿No era el hombre quien solía aprovecharse de una mujer borracha?
Cuando despertara, ¿la vería como alguien que se había aprovechado de la situación?
Era un pensamiento horrible, insoportable.
Si seguía trabajando para él, le probaría que aquello solo fue un rapto de locura, que no
volvería a pasar. En un momento de dolor, de furia, la había usado como terapia y ella se había
dejado usar.
Solo podría recuperar el respeto por sí misma asegurándose de que aquello no volvía a pasar.
Nunca.
Nick, que paseaba por el despacho con las manos metidas en los bolsillos del pantalón, se paró delante de las ventanas para mirar el cielo de L.A
Había pasado todo el fin de semana asegurando a sus parientes que estaba bien y que solo necesitaba volver al trabajo. Pero tenía que lidiar con lo que ocurrió allí el viernes por la noche.
Por supuesto, tendría que enfrentarse con ____(tn). Apenas podía creer que hubiera pasado. Lo recordaba como un sueño, como algo irreal. Pero no estaba tan borracho como para no darse cuenta de que, simplemente, había perdido el control. Con su secretaria.
Y temía haberla forzado a hacer algo que, en otras circunstancias, ella habría encontrado repulsivo.
Nick miró, distraído, la pantalla del ordenador.
¿Qué le había contado?, se preguntó. ¿Se habría tirado encima, sin mediar palabra?
Pensó entonces que quizá ____(tn) no iría a trabajar aquel día. Y si era así, no podría culparla.
Pero apareció.
Aunque la idea de enfrentarse con él después de lo que había pasado era aterradora, ____(tn) fue a trabajar el lunes por la mañana.
Solo dudó un momento al verse frente al imponente edificio. Pero, respirando profundamente, empujó las puertas giratorias.
Varios compañeros la saludaron y ella les devolvió el saludo, preguntándose si verían algo diferente, si verían en su cara el estigma de lo que había pasado.
Subió a la quinta planta, la planta ejecutiva, y antes de entrar en su despacho miró hacia el ascensor. ¿Y si salía corriendo?
Quizá Nick no estaría en el despacho, se dijo. Quizá no recordaría lo que ocurrió el viernes por la noche. Amnesia temporal debida a la ingesta de alcohol. Solía ocurrir.
Pero cuando entró en el despacho lo vio tras su escritorio, tan serio, tan seguro de sí mismo como siempre.
Nick levantó la cabeza y ella sonrió, sin saber qué hacer.
—¿Quieres un café? —preguntó, quitándose el abrigo.
—Creo que tenemos que hablar, ¿no te parece?
De modo que se acordaba. ¿De verdad había esperado que no fuera así?
—Hay tantas cosas que hacer los lunes por la mañana... ¿no sería mejor ponerse a trabajar?
—Entra y cierra la puerta, por favor. Le he dicho a Christina que no me pase llamadas.
Podía ver el miedo en su cara, el deseo de no hablar de ello. Y Nick se sintió, de nuevo, disgustado consigo mismo.
Tenía que emborracharse y caer encima de la persona más desvalida. ____(tn) nunca había mostrado sentirse atraída por él. Era la mujer más discreta que había conocido nunca. Aun estando casado, Nick era un imán para las mujeres, incluyendo las mujeres casadas. Aunque el pensamiento era desagradable, habría preferido entrar en un bar y marcharse a casa con una profesional.
Cualquiera excepto aquella chica de ojos enormes que lo miraba, angustiada, desde la puerta.
—Siéntate. Tenemos que hablar sobre lo que pasó el viernes por la noche.
—¿No sería mejor olvidarlo, Nick? Los dos somos adultos y esas cosas pasan...
—¿Prefieres que lo hablemos fuera de la oficina? Hay una cafetería aquí al lado...
—No, podemos hablar aquí —lo interrumpió ____(tn).
—Muy bien. Para empezar, quiero disculparme por lo que pasó. Mi comportamiento fue imperdonable.
Entonces una imagen apareció en su mente: la imagen de dos pechos pequeños, perfectos, con unos pezones rosados en contraste con la piel pálida... y tuvo que sacudir la cabeza.
—Mi única excusa es que la situación era... fuera de lo normal.
—Sí, por supuesto —murmuró ella.
Había visto su expresión de disgusto y tuvo que hacer un esfuerzo para no salir corriendo de la oficina. Nick estaba disculpándose, pero intuía que encontraba su comportamiento tan repelente como el suyo propio. Su comportamiento y probablemente, su cuerpo.
—Acababa de pasar por una experiencia traumática...
¿Qué le había dicho?, se preguntó entonces. ¿Le habría contado los detalles de su matrimonio? ¿Se habría puesto a llorar?
No, pensó. Él no haría eso.
—Quizá te hablé de mi vida...
—No, en absoluto. Yo... mira, entiendo que estabas muy disgustado, muy triste, y que bebiste demasiado.
—Claro que sí. Como casi todas las mujeres, supongo. He soñado con encontrar el príncipe azul y con el final feliz.
«Cállate, cállate, márchate de aquí cuanto antes», se dijo a sí misma. Pero sus pies no la obedecían.
—¿El final feliz? —rio Nick, irónico—. Si lo consigues, cuéntamelo.
Desde luego, él no había encontrado la felicidad. Ni siquiera durante el primer año.
_____(tn) lo observó, compasiva. El hombre seguro de sí mismo para el que llevaba meses trabajando, el millonario que podía silenciar una habitación con su mera presencia, aquel hombre tumbado en el sofá, parecía desprotegido, sin defensas.
Su cinismo era comprensible. Para él no habría final feliz.
Impulsivamente, ____(tn) tomó su mano.
Nick se incorporó, cansado, apoyando la cabeza en el respaldo del sofá.
—Parece como si hubiera corrido un maratón.
—Debes estar agotado —murmuró ella.
Y entonces hizo lo impensable. Alargó una mano y pasó los dedos por su cara.
A Nick nada le había parecido más dulce en toda su vida. Entonces, cerrando los ojos, empezó a besar sus dedos uno por uno. El dolor de cabeza que había empezado con el primer whisky desapareció, reemplazado por una abrumadora sensación de deseo.
La atrajo hacia él, buscando su boca ciegamente, tomando su cara entre las manos.
—Nick... esto no es lo que necesitas.
_____(tn) intentó apartarse o, más bien, supo que debía apartarse, pero lo que llevaba meses sintiendo por él era más fuerte que el sentido común.
¿Por qué estaba haciendo eso?, se preguntó Nick. ¿Qué necesitaba? ¿Solaz, diversión, olvidar? ¿Una oportunidad para volver a vivir aquellos dos años sin cometer los errores que habían endurecido su corazón?
—Necesito consuelo —dijo por fin, buscando de nuevo sus labios, el interior de su boca que sabía a miel.
Aquello era una locura, pensaba ______(tn). Nick Jonas no estaba en sus cabales. Parecía necesitar consuelo, pero aquello era imposible.
—Tienes que dormir. ¿Por qué no dejas que... te lleve a tu casa?
Nick no contestó. Tiró de ella hasta dejarla casi tumbada en el sofá y acarició su pelo.
—¿Has tenido alguna vez el pelo largo? —murmuró, con los ojos entrecerrados—. No te puedo imaginar con el pelo largo.
—Tengo que irme.
—El pelo corto te queda bien —insistió él, metiendo la mano por debajo del jersey.
______(tn) intentó levantarse, pero había soñado con aquellas caricias prohibidas tantas veces...
—Como una gacela —murmuró Nick, acariciando sus bien formados pechos.
Ella emitió un gemido de sorpresa cuando metió la mano por debajo del sujetador.
—No podemos hacer esto...
—Te necesito, _____(tn).
—No es verdad.
—Deja que te vea.
—Nick...
—Quítate el jersey. Deja que te vea.
Estaba confusa, pero no podía dejar de mirarlo a los ojos. Sin pensar, sin darse apenas cuenta, se quitó el jersey y quedó solo con el sujetador.
Los dos respiraban con dificultad mientras Nick bajaba las dos tiras de encaje. Dos pequeños senos lo apuntaban con los pezones endurecidos. ______(tn) estaba evidentemente excitada y él solo deseaba tomar en su boca aquellos rosados pezones...
Entonces, ávido, inclinó la cabeza y se metió uno de ellos en la boca, chupando con ansiedad. ______(tn) tomó su cabeza entre las manos sin decir nada, aceptando la caricia, pidiéndole más.
La erección de Nick era casi dolorosa y mientras seguía chupando los delicados pezones guió su mano hacia abajo, manteniéndola allí mientras intentaba bajarse la cremallera del pantalón.
Aquello no podía estar pasando. Nick Jonas besándola, acariciando sus pezones... era asombroso, irreal. Pero cuando su mano rodeó la erección masculina,
_____(tn) sintió una ola de deseo indescriptible.
Se levantó entonces, pero solo para quitarse la falda y las braguitas con manos impacientes.
Necesitaba sentir el cuerpo de Nick sobre el suyo, pero él apretó sus nalgas soplando suavemente sobre el triángulo de vello entre sus muslos.
____(tn) echó la cabeza hacia atrás, abriendo las piernas mientras él exploraba sus regiones más íntimas, mientras acariciaba los pliegues de su feminidad, haciéndola temblar.
Ardiendo de deseo, sujetó su cabeza con manos temblorosas y movió las caderas para acercarse más. Cuando estaba a punto de explotar, Nick la colocó sobre él. ____(tn) sintió la dura erección y la tela de los pantalones rozando sus muslos.
Había algo muy sensual en estar completamente desnuda mientras él llevaba todavía la camisa y los pantalones. Sintió entonces una increíble sensación de poder, algo desconocido que la obligó a desabrochar los botones de su camisa para disfrutar de aquel torso de pectorales y abdominales marcados.
El la miraba con un deseo abrasador, sujetando sus caderas para controlar el ritmo mientras clavaba
la mirada en el bamboleo de sus pechos.
Si pudiera alargar aquel momento hasta la eternidad... pero no podía. Una pasión animal lo
recorría como una potente droga y cuando _____(tn) empezó a moverse más rápido empezó a sentir
que llegaba el orgasmo. No pudo controlarse más y se dejó ir, al mismo tiempo que ella, jadeando
los dos, buscando aire.
Nick la tumbó sobre él, disfrutando de su calor, de la suavidad de su cuerpo.
Debía de estar mucho más frustrado de lo que creía, porque hacer el amor nunca le había parecido
tan hermoso. Incluso entonces, exhausto, la sensación de los pechos aplastados contra su torso lo
excitaba de nuevo.
Nick cerró los ojos. Tenía que dormir. Y podía hacerlo porque ya no sentía aquella rabia en su
interior.
—No puedo creerlo... ¿cómo puede haber pasado esto?
El horror de la situación devolvió a _____(tn) a la realidad como un jarro de agua fría. No
podía mirarlo a la cara. Mejor, pensó, al ver que tenía los ojos cerrados. Seguramente estaba
buscando una forma de despedirla sin saltarse ninguna norma de la empresa.
____(tn) se volvió para vestirse, intentando encontrar una justificación para su comportamiento.
—Me doy cuenta de que esta es una situación difícil para ti
—murmuró, volviéndose cuando ya se había puesto la falda y el jersey. Pero al verlo en el
sofá, medio desnudo, la realidad de la situación la golpeó de nuevo—. Siento mucho lo que ha
pasado... Por favor, no pienses que te culpo en absoluto. Me culpo a mí misma y lo entenderé
perfectamente si quieres que deje mi puesto el lunes.
El no dijo nada y _____(tn) se acercó al sofá.
—¿Nick?
Estaba dormido, profundamente dormido.
Se quedó parada un momento, atónita. Unos segundos después, suspirando, se puso el abrigo y
salió del despacho.
Los dos habían actuado por impulso, sin pensar en las consecuencias. Aunque normalmente solía ser
al revés. ¿No era el hombre quien solía aprovecharse de una mujer borracha?
Cuando despertara, ¿la vería como alguien que se había aprovechado de la situación?
Era un pensamiento horrible, insoportable.
Si seguía trabajando para él, le probaría que aquello solo fue un rapto de locura, que no
volvería a pasar. En un momento de dolor, de furia, la había usado como terapia y ella se había
dejado usar.
Solo podría recuperar el respeto por sí misma asegurándose de que aquello no volvía a pasar.
Nunca.
Nick, que paseaba por el despacho con las manos metidas en los bolsillos del pantalón, se paró delante de las ventanas para mirar el cielo de L.A
Había pasado todo el fin de semana asegurando a sus parientes que estaba bien y que solo necesitaba volver al trabajo. Pero tenía que lidiar con lo que ocurrió allí el viernes por la noche.
Por supuesto, tendría que enfrentarse con ____(tn). Apenas podía creer que hubiera pasado. Lo recordaba como un sueño, como algo irreal. Pero no estaba tan borracho como para no darse cuenta de que, simplemente, había perdido el control. Con su secretaria.
Y temía haberla forzado a hacer algo que, en otras circunstancias, ella habría encontrado repulsivo.
Nick miró, distraído, la pantalla del ordenador.
¿Qué le había contado?, se preguntó. ¿Se habría tirado encima, sin mediar palabra?
Pensó entonces que quizá ____(tn) no iría a trabajar aquel día. Y si era así, no podría culparla.
Pero apareció.
Aunque la idea de enfrentarse con él después de lo que había pasado era aterradora, ____(tn) fue a trabajar el lunes por la mañana.
Solo dudó un momento al verse frente al imponente edificio. Pero, respirando profundamente, empujó las puertas giratorias.
Varios compañeros la saludaron y ella les devolvió el saludo, preguntándose si verían algo diferente, si verían en su cara el estigma de lo que había pasado.
Subió a la quinta planta, la planta ejecutiva, y antes de entrar en su despacho miró hacia el ascensor. ¿Y si salía corriendo?
Quizá Nick no estaría en el despacho, se dijo. Quizá no recordaría lo que ocurrió el viernes por la noche. Amnesia temporal debida a la ingesta de alcohol. Solía ocurrir.
Pero cuando entró en el despacho lo vio tras su escritorio, tan serio, tan seguro de sí mismo como siempre.
Nick levantó la cabeza y ella sonrió, sin saber qué hacer.
—¿Quieres un café? —preguntó, quitándose el abrigo.
—Creo que tenemos que hablar, ¿no te parece?
De modo que se acordaba. ¿De verdad había esperado que no fuera así?
—Hay tantas cosas que hacer los lunes por la mañana... ¿no sería mejor ponerse a trabajar?
—Entra y cierra la puerta, por favor. Le he dicho a Christina que no me pase llamadas.
Podía ver el miedo en su cara, el deseo de no hablar de ello. Y Nick se sintió, de nuevo, disgustado consigo mismo.
Tenía que emborracharse y caer encima de la persona más desvalida. ____(tn) nunca había mostrado sentirse atraída por él. Era la mujer más discreta que había conocido nunca. Aun estando casado, Nick era un imán para las mujeres, incluyendo las mujeres casadas. Aunque el pensamiento era desagradable, habría preferido entrar en un bar y marcharse a casa con una profesional.
Cualquiera excepto aquella chica de ojos enormes que lo miraba, angustiada, desde la puerta.
—Siéntate. Tenemos que hablar sobre lo que pasó el viernes por la noche.
—¿No sería mejor olvidarlo, Nick? Los dos somos adultos y esas cosas pasan...
—¿Prefieres que lo hablemos fuera de la oficina? Hay una cafetería aquí al lado...
—No, podemos hablar aquí —lo interrumpió ____(tn).
—Muy bien. Para empezar, quiero disculparme por lo que pasó. Mi comportamiento fue imperdonable.
Entonces una imagen apareció en su mente: la imagen de dos pechos pequeños, perfectos, con unos pezones rosados en contraste con la piel pálida... y tuvo que sacudir la cabeza.
—Mi única excusa es que la situación era... fuera de lo normal.
—Sí, por supuesto —murmuró ella.
Había visto su expresión de disgusto y tuvo que hacer un esfuerzo para no salir corriendo de la oficina. Nick estaba disculpándose, pero intuía que encontraba su comportamiento tan repelente como el suyo propio. Su comportamiento y probablemente, su cuerpo.
—Acababa de pasar por una experiencia traumática...
¿Qué le había dicho?, se preguntó entonces. ¿Le habría contado los detalles de su matrimonio? ¿Se habría puesto a llorar?
No, pensó. Él no haría eso.
—Quizá te hablé de mi vida...
—No, en absoluto. Yo... mira, entiendo que estabas muy disgustado, muy triste, y que bebiste demasiado.
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
De modo que no le había contado nada. Nick dejó escapar un suspiro de alivio.
Pero aquello solo era la punta del iceberg. Tenía que saber cómo habían terminado haciendo el
amor.
—Un comportamiento poco apropiado —murmuró, tomando distraídamente la pluma.
Mejor eso que mirar a _____(tn). La pobre se ponía colorada cada vez que lo hacía. Pero claro,
seguramente nunca hasta entonces lo había encontrado repulsivo.
—Mira, yo creo que es mejor dejarlo estar...
—¿Alguna vez has ahogado tus penas en alcohol? ¿Te has comportado como una idiota, sin pensar en
las consecuencias?
Por supuesto, él se veía como un idiota por haber hecho el amor con ella, pensó _____(tn). Y eso
le dolía. Aquella conversación habría sido completamente diferente si ella fuera una belleza, una
mujer sofisticada, de su mundo.
—Solo me emborraché una vez, cuando tenía dieciocho años, y tuve una resaca tan horrible que no
volví a hacerlo. Pero como te decía...
—Supongo que tú nunca has tenido esa necesidad —murmuró Nick.
—No, creo que no.
Por supuesto, la inocencia estaba escrita en su cara. Una inocencia que él había manchado como un
maníaco, como un pervertido.
Por primera vez, se preguntó cómo sería la vida de su secretaria. Nunca lo había pensado antes,
pero claro, antes estaba tan involucrado en su propia pesadilla doméstica que no tenía tiempo para
pensar en los demás.
—¿Qué haces cuando no estás trabajando?
_____(tn) lo miró, sorprendida.
—¿A qué te refieres?
—¿Sales mucho? ¿Vives con más gente? ¿Por eso viniste a trabajar el viernes a última hora,
porque no soportabas a tus compañeros de piso?
Entonces pensó que no era virgen. Y recordó sus pechos, moviéndose delante de su cara, aquel
cuerpo frágil aplastándose contra su rígida erección...
—No, no vivo con nadie. De hecho, tengo mi propio piso. Está en una antigua casa victoriana
convertida en apartamentos. No está en la mejor zona de L.A, pero a mí me gusta.
—¿Y sales mucho?
—Llevo una vida social normal y corriente, supongo.
Sería mucho más normal si no se pasara el tiempo soñando con su jefe, pensó. Pero él nunca lo
sabría.
—¿Qué sueles hacer?
—Voy al cine, salgo a cenar con mis amigos...
—¿Con hombres?
—A veces.
—¿Y no tienes novio?
Era una pregunta demasiado personal, pero Nick pensó que las circunstancias lo permitían. Hacer el
amor con ella había sido... muy excitante. 0 eso le parecía al recordarlo. Pero su apariencia, tan
dulce, tan inocente, era un extraño contraste.
—No creo que eso sea asunto tuyo —contestó __(tn).
—No creo que eso sea asunto tuyo —contestó __(tn).
—Tienes razón. Y estoy seguro de que si lo tuvieras, nunca habrías...
No terminó la frase, pero no hacía falta.
—No, claro.
—Lo cual me lleva a algo que lleva dando vueltas en mi cabeza todo el fin de semana.
____(tn) sabía lo que iba a preguntarle. Quería saber por qué se había acostado con él. Y tenía que contestar algo que no fuera la humillante verdad: que había sido incapaz de resistir, que el amor que sentía por él era demasiado fuerte como para decirle que no. La tocó y, sencillamente, perdió la cabeza.
—¿Qué?
—¿Por qué?
Ella aparentó pensarse la respuesta durante unos segundos. Pero necesitaba más tiempo.
—¿Por qué... qué?
—Estabas trabajando aquí tranquilamente... y entonces llegué yo. Confieso que me sorprende que no salieras corriendo.
—Yo no soy de las que salen corriendo. Además, me di cuenta enseguida de que habías bebido y solo me quedé para comprobar que estabas bien.
—¿Y?
Nick quería saber si la había forzado. No se creía capaz de tal cosa, pero el alcohol puede cambiar a un hombre. Y él no estaba acostumbrado a beber tanto.
—No te entiendo.
—Tengo que saber si me aproveché de ti, ____(tn).
—¿Aprovecharte?
—Deja de repetir todo lo que digo, por favor. Sabes muy bien a qué me refiero. ¿Te forcé contra tu voluntad?
—No —contestó ella.
—¿Usé mi posición para obligarte? ¿Te dije que podrías perder tu trabajo o algo así?
—No. ¿Crees que no tengo voluntad, me crees una niña? —replicó ella, sintiéndose insultada.
—No, claro que no. Solo quiero saber lo que pasó.
—¿Para qué? —preguntó ____(tn), poniéndose colorada—. ¿Para qué sirve hacer un post mortem de lo que pasó? Yo pensaba hacer como si...
—¿No hubiera pasado nada? ¿Esconder la cabeza en la arena, como un avestruz? Necesito hablar contigo de esto porque eres mi secretaria y porque si alguno de los dos no se siente capaz de mantener esta relación laboral, tendré que enviarte a otro departamento.
Si descubría que había hecho algo poco honorable, se vería obligado a librarse de ella. Haber hecho el amor con su secretaria no significaba nada más para Nick Jonas.
—Puedo dimitir si crees que ya no puedes trabajar conmigo.
—No estoy diciendo eso...
—¿Ah, no? Pues a mí me lo parece.
—¿Puedes decirme, con la mano en el corazón, que podrás seguir trabajando para mí como si nada hubiera pasado?
—Sí —contestó _____(tn)—. Ocurrió, pero nunca debió haber ocurrido.
—¿Quizá porque tú también lo deseabas?
La pregunta estaba tan cerca de la verdad que a ____(tn) se le aceleró el corazón. Pero tenía que encontrar una excusa, tenía que encontrar una explicación...
—Si quieres saberlo, lo hice... porque me diste pena.
Nick la miró, atónito. La idea de que hubiese querido hacer el amor con él tenía el increíble efecto de excitarlo. Pero su contestación lo dejó helado.
Sintió pena por él. Por supuesto. Era lo más lógico. Había aparecido de repente, borracho tras el funeral de su esposa... Pero aquella respuesta hirió su orgullo.
—Me comporté como una idiota. Te vi tan destrozado que... sentí compasión por ti.
—Nadie ha sentido nunca compasión por mí —replicó él, apretando los dientes.
Compasión. Esa palabra conjuraba imágenes de vulnerabilidad, de debilidad, que le parecían repugnantes. Al menos, aplicadas a él.
—Quizá porque nunca antes te había pasado algo así. Estabas en un agujero negro y...
—Y lo hiciste por bondad.
—No, simplemente me pareció lo más natural en ese momento. Pero ahora veo que fue un error y quiero disculparme.
Nick se preguntó si habría disfrutado tanto como él. Si, aparte de la compasión, también ella habría sentido el ciego deseo que lo volvió loco.
—Sí, fue un error por parte de los dos. Y quiero que sepas que, en otras circunstancias, no habría ocurrido jamás.
Sabía que era un golpe bajo, pero se sentía dolido. Había querido asegurarse de que no se aprovechó de ella para cerrar aquel capítulo, pero las cosas no eran como esperaba.
Y la verdad no le gustaba en absoluto.
Nick se levantó y empezó a pasear por el despacho, incómodo.
—Por supuesto —murmuró ella, sin mirarlo.
—Espero que no me malinterpretes. Solo quiero decir que lo que ocurrió el viernes no volverá a pasar.
___(tn) se preguntó de cuántas maneras iba a decirle que no la encontraba atractiva. Había sido solo lo más cercano en un momento de debilidad y ella, como una tonta, sucumbió ante la tentación.
—Muy bien y….
Nick volvió a sentarse frente al escritorio y, al mirarla, le sorprendió ver lo expresivos que
eran sus ojos. Unos ojos castaños de larguísimas pestañas. Sorprendentemente expresivos en
comparación con su pálida piel y el cabello tan rubio.
—No eres mi tipo —dijo entonces.
Pensaba que diciéndole eso los dos se sentirían más cómodos viéndose a diario en la oficina,
pero se equivocaba. Cada palabra era como una puñalada en el corazón de _____(tn).
Pero aquello solo era la punta del iceberg. Tenía que saber cómo habían terminado haciendo el
amor.
—Un comportamiento poco apropiado —murmuró, tomando distraídamente la pluma.
Mejor eso que mirar a _____(tn). La pobre se ponía colorada cada vez que lo hacía. Pero claro,
seguramente nunca hasta entonces lo había encontrado repulsivo.
—Mira, yo creo que es mejor dejarlo estar...
—¿Alguna vez has ahogado tus penas en alcohol? ¿Te has comportado como una idiota, sin pensar en
las consecuencias?
Por supuesto, él se veía como un idiota por haber hecho el amor con ella, pensó _____(tn). Y eso
le dolía. Aquella conversación habría sido completamente diferente si ella fuera una belleza, una
mujer sofisticada, de su mundo.
—Solo me emborraché una vez, cuando tenía dieciocho años, y tuve una resaca tan horrible que no
volví a hacerlo. Pero como te decía...
—Supongo que tú nunca has tenido esa necesidad —murmuró Nick.
—No, creo que no.
Por supuesto, la inocencia estaba escrita en su cara. Una inocencia que él había manchado como un
maníaco, como un pervertido.
Por primera vez, se preguntó cómo sería la vida de su secretaria. Nunca lo había pensado antes,
pero claro, antes estaba tan involucrado en su propia pesadilla doméstica que no tenía tiempo para
pensar en los demás.
—¿Qué haces cuando no estás trabajando?
_____(tn) lo miró, sorprendida.
—¿A qué te refieres?
—¿Sales mucho? ¿Vives con más gente? ¿Por eso viniste a trabajar el viernes a última hora,
porque no soportabas a tus compañeros de piso?
Entonces pensó que no era virgen. Y recordó sus pechos, moviéndose delante de su cara, aquel
cuerpo frágil aplastándose contra su rígida erección...
—No, no vivo con nadie. De hecho, tengo mi propio piso. Está en una antigua casa victoriana
convertida en apartamentos. No está en la mejor zona de L.A, pero a mí me gusta.
—¿Y sales mucho?
—Llevo una vida social normal y corriente, supongo.
Sería mucho más normal si no se pasara el tiempo soñando con su jefe, pensó. Pero él nunca lo
sabría.
—¿Qué sueles hacer?
—Voy al cine, salgo a cenar con mis amigos...
—¿Con hombres?
—A veces.
—¿Y no tienes novio?
Era una pregunta demasiado personal, pero Nick pensó que las circunstancias lo permitían. Hacer el
amor con ella había sido... muy excitante. 0 eso le parecía al recordarlo. Pero su apariencia, tan
dulce, tan inocente, era un extraño contraste.
—No creo que eso sea asunto tuyo —contestó __(tn).
—No creo que eso sea asunto tuyo —contestó __(tn).
—Tienes razón. Y estoy seguro de que si lo tuvieras, nunca habrías...
No terminó la frase, pero no hacía falta.
—No, claro.
—Lo cual me lleva a algo que lleva dando vueltas en mi cabeza todo el fin de semana.
____(tn) sabía lo que iba a preguntarle. Quería saber por qué se había acostado con él. Y tenía que contestar algo que no fuera la humillante verdad: que había sido incapaz de resistir, que el amor que sentía por él era demasiado fuerte como para decirle que no. La tocó y, sencillamente, perdió la cabeza.
—¿Qué?
—¿Por qué?
Ella aparentó pensarse la respuesta durante unos segundos. Pero necesitaba más tiempo.
—¿Por qué... qué?
—Estabas trabajando aquí tranquilamente... y entonces llegué yo. Confieso que me sorprende que no salieras corriendo.
—Yo no soy de las que salen corriendo. Además, me di cuenta enseguida de que habías bebido y solo me quedé para comprobar que estabas bien.
—¿Y?
Nick quería saber si la había forzado. No se creía capaz de tal cosa, pero el alcohol puede cambiar a un hombre. Y él no estaba acostumbrado a beber tanto.
—No te entiendo.
—Tengo que saber si me aproveché de ti, ____(tn).
—¿Aprovecharte?
—Deja de repetir todo lo que digo, por favor. Sabes muy bien a qué me refiero. ¿Te forcé contra tu voluntad?
—No —contestó ella.
—¿Usé mi posición para obligarte? ¿Te dije que podrías perder tu trabajo o algo así?
—No. ¿Crees que no tengo voluntad, me crees una niña? —replicó ella, sintiéndose insultada.
—No, claro que no. Solo quiero saber lo que pasó.
—¿Para qué? —preguntó ____(tn), poniéndose colorada—. ¿Para qué sirve hacer un post mortem de lo que pasó? Yo pensaba hacer como si...
—¿No hubiera pasado nada? ¿Esconder la cabeza en la arena, como un avestruz? Necesito hablar contigo de esto porque eres mi secretaria y porque si alguno de los dos no se siente capaz de mantener esta relación laboral, tendré que enviarte a otro departamento.
Si descubría que había hecho algo poco honorable, se vería obligado a librarse de ella. Haber hecho el amor con su secretaria no significaba nada más para Nick Jonas.
—Puedo dimitir si crees que ya no puedes trabajar conmigo.
—No estoy diciendo eso...
—¿Ah, no? Pues a mí me lo parece.
—¿Puedes decirme, con la mano en el corazón, que podrás seguir trabajando para mí como si nada hubiera pasado?
—Sí —contestó _____(tn)—. Ocurrió, pero nunca debió haber ocurrido.
—¿Quizá porque tú también lo deseabas?
La pregunta estaba tan cerca de la verdad que a ____(tn) se le aceleró el corazón. Pero tenía que encontrar una excusa, tenía que encontrar una explicación...
—Si quieres saberlo, lo hice... porque me diste pena.
Nick la miró, atónito. La idea de que hubiese querido hacer el amor con él tenía el increíble efecto de excitarlo. Pero su contestación lo dejó helado.
Sintió pena por él. Por supuesto. Era lo más lógico. Había aparecido de repente, borracho tras el funeral de su esposa... Pero aquella respuesta hirió su orgullo.
—Me comporté como una idiota. Te vi tan destrozado que... sentí compasión por ti.
—Nadie ha sentido nunca compasión por mí —replicó él, apretando los dientes.
Compasión. Esa palabra conjuraba imágenes de vulnerabilidad, de debilidad, que le parecían repugnantes. Al menos, aplicadas a él.
—Quizá porque nunca antes te había pasado algo así. Estabas en un agujero negro y...
—Y lo hiciste por bondad.
—No, simplemente me pareció lo más natural en ese momento. Pero ahora veo que fue un error y quiero disculparme.
Nick se preguntó si habría disfrutado tanto como él. Si, aparte de la compasión, también ella habría sentido el ciego deseo que lo volvió loco.
—Sí, fue un error por parte de los dos. Y quiero que sepas que, en otras circunstancias, no habría ocurrido jamás.
Sabía que era un golpe bajo, pero se sentía dolido. Había querido asegurarse de que no se aprovechó de ella para cerrar aquel capítulo, pero las cosas no eran como esperaba.
Y la verdad no le gustaba en absoluto.
Nick se levantó y empezó a pasear por el despacho, incómodo.
—Por supuesto —murmuró ella, sin mirarlo.
—Espero que no me malinterpretes. Solo quiero decir que lo que ocurrió el viernes no volverá a pasar.
___(tn) se preguntó de cuántas maneras iba a decirle que no la encontraba atractiva. Había sido solo lo más cercano en un momento de debilidad y ella, como una tonta, sucumbió ante la tentación.
—Muy bien y….
Nick volvió a sentarse frente al escritorio y, al mirarla, le sorprendió ver lo expresivos que
eran sus ojos. Unos ojos castaños de larguísimas pestañas. Sorprendentemente expresivos en
comparación con su pálida piel y el cabello tan rubio.
—No eres mi tipo —dijo entonces.
Pensaba que diciéndole eso los dos se sentirían más cómodos viéndose a diario en la oficina,
pero se equivocaba. Cada palabra era como una puñalada en el corazón de _____(tn).
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
Ella lo miró. Miró aquel rostro que ya se sabía de memoria.
No, no era su tipo. Ella era una chica normal y corriente y él, un hombre impresionante.
Nick Jonas siempre se sentiría atraído hacia mujeres como su difunta esposa. Mujeres guapísimas,
sofisticadas, altas y elegantes.
—Y debo dejarlo claro para que podamos seguir trabajando juntos como hasta ahora.
—Me parece muy bien. Si tienes algo más que decir, hazlo —replicó ella, intentando aparentar
una tranquilidad que no sentía.
Amaba a aquel hombre, aunque fuera su jefe. Pero le gustaba su trabajo y sabía que no encontraría
en L.A otro puesto con un sueldo tan bueno.
—Si insistes...
—Insisto.
—Eres muy joven y no quiero que creas que... lo que pasó el viernes es solo el principio de algo
—dijo Nick entonces—. Y tampoco quiero que pienses que eso te otorga algún privilegio. Eres una
secretaria excelente y creo que lo mejor será establecer los límites.
—En otras palabras, estás diciendo que no me desnude delante de ti a la primera de cambio
—replicó ______(tn), atónita.
Sin poder evitarlo, Nick la imaginó quitándose la ropa, salvaje, abandonada, ofreciéndole su
cuerpo para que lo inspeccionase, para que lo acariciase.
La imagen despertó un calor inusitado en su entrepierna, que tuvo que compensar con un cambio de
postura.
—No he dicho eso...
—Como si lo hubieras dicho. Pero le aseguro que eso no va a pasar, «señor Jonas».
—No hace falta que te pongas así.
—Y tampoco me consideraré con derecho a privilegio alguno solo porque hayamos cometido un error
—siguió _____(tn), imparable. Nunca había traspasado la línea. Ella era una eficiente
secretaria, dispuesta a trabajar las horas que fueran necesarias, pero estaba furiosa. Si tenía que
buscar otro trabajo, lo haría—, Y para que lo sepas, tampoco tú eres mi tipo.
—¿Siempre te acuestas con hombres que no te gustan?
Debería haber cortado aquella conversación, pensó Nick, pero, en lugar de hacerlo, parecía
querer prolongarla. Y no sabía por qué.
—No —suspiró _____(tn)—. No he dicho eso. Las circunstancias, como tú mismo has dicho, eran
extraordinarias. Me caes bien, te respeto, pero no eres el tipo de hombre por el que yo
normalmente...
—¿Te sientes atraída?
—Si quieres decirlo así.
Afortunadamente no era Pinocho, o su nariz estaría al otro lado de la habitación.
—¿Y qué clase de hombre te atrae?
—Mira... —empezó a decir ella, horrorizada por el cariz que estaba tomando la conversación—.
no creo que debamos seguir hablando de ese asunto. Supongo que habrás tenido un fin de semana
horribles no hay razón para que empieces el lunes de la misma forma.
—No has contestado a mi pregunta.
—No, es cierto. Pero si de verdad quieres saberlo, me gustan los hombres cariñosos y
considerados.
—Ya.
—No es que tú no lo seas, claro.
—Pero no apostarías por ello —sonrió Nick.
—Es posible —sonrió ella también.
Aquello empezaba a parecer una tregua. Habían aclarado las cosas y podían dedicarse a trabajar.
Nick había dicho lo que pensaba, ella también, y estaba segura de que todo quedaría entre
aquellas cuatro paredes.
—Muy bien. Tenemos que escribir varias cartas —suspiró Nick, tomando unos papeles—. Ya he
dictado tres y en esta solo tienes que cuestionar las facturas que nos han cargado. A mí me parecen
excesivas...
Todo había vuelto a la normalidad. Sin embargo, no podía dejar de mirar el escote de su blusa.
Todo en _____(tn) era muy tranquilo, muy apacible, pero había un fuego escondido. El lo sabía
bien.
Nick sacudió la cabeza.
No era su tipo. Eso era cierto. Su tipo eran, desde la adolescencia, las mujeres como Nicole
Anderson. Mujeres voluptuosas de pelo largo y cuerpos descaradamente sensuales.
Y ____(tn)... sí, podía imaginar que se sintiera atraída por un tipo normal, serio, agradable.
Aburrido, en otras palabras.
—¿Qué te parecía Nicole? —preguntó entonces, sin pensar—. La viste varias veces. ¿qué te
parecía?
La pregunta dejó a ____(tn) atónita. Nunca le había, gustado Nicole, pero pensó que era,
sencillamente, por ser la mujer de Nick.
—Era muy guapa.
—Olvídate de su físico.
—Pues... la verdad es que nunca mantuve una conversación larga con ella.
—No te gustaba, ¿verdad?
—¿Por qué dices eso? —exclamó ____(tn), colorada.
Claro que no le gustaba, pensó Nick. Nicole no era el tipo de mujer que solía cultivar la amistad
de otras mujeres porque ellas no habrían podido prestarle la atención que requería. Nicole no
tenía amigas, solo amistades entre esposas de hombres ricos porque las necesitaba para su vida
social.
—A mi madre nunca le gustó —dijo Nick entonces, como hablando consigo mismo—. Pensaba que
Nicole y yo no estábamos hechos el uno para el otro. Para ella, mi mujer era demasiado...
llamativa.
—Y eso demuestra que el amor está por encima de la opinión de los demás —dijo _____(tn)—,
Los padres pueden ser muy críticos cuando se refiere a las parejas de sus hijos.
—Estoy seguro de que tú nunca les has dado argumentos para ser críticos.
____(tn) apretó los labios. No quería ni pensar qué dirían sus padres si supieran lo que había
pasado entre su respetable hija y su carismático jefe.
—Bueno, tengo que ponerme a trabajar.
—Sí. Creo que ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir.
—Eso creo yo también. Y te agradecería que... no volviéramos a hablar de ello.
—Fue un error, estoy de acuerdo.
Nick pulsó una tecla de su ordenador para encender la pantalla. Apenas levantó la mirada cuando
____(tn) salió del despacho y cerró la puerta.
5 meses despues:
EL dia había empezado peor de lo normal. _____(tn) perdió el tren de las siete y media y tuvo que esperar casi media hora para tomar el siguiente, que iba abarrotado de pasajeros.
Para rematar el desastre, le dolía un poco la garganta. Debía haber pillado un resfriado.
Así que no estaba de buen humor cuando por fin llegó a la oficina.
—Llegas tarde.
Nick había echado el sillón hacia atrás para poder estirar las piernas. Debía llevar horas en el despacho porque se había soltado la corbata y tenía la mesa llena de papeles.
—Lo siento. Perdí el tren de las siete y media y tuve que esperar el siguiente. ¿Quieres que te traiga el correo?
—No, por favor. Ven con el cuaderno.
A veces, el movimiento de su pelo corto, algún gesto, le hacían recordar lo que ocurrió 5 meses antes, cuando hicieron el amor allí, en el sofá de su despacho. Cada vez que eso ocurría se sentía desorientado, como si le faltara algo, pero no sabía qué.
—¿Vienes o no? —la llamó, irritado.
—Ya estoy aquí —contestó ___(tn), sorprendida por el tono.
—Si hoy no estás en condiciones de trabajar, será mejor que te tomes el día libre y llames a Terry.
—Estoy bien.
No, no era su tipo. Ella era una chica normal y corriente y él, un hombre impresionante.
Nick Jonas siempre se sentiría atraído hacia mujeres como su difunta esposa. Mujeres guapísimas,
sofisticadas, altas y elegantes.
—Y debo dejarlo claro para que podamos seguir trabajando juntos como hasta ahora.
—Me parece muy bien. Si tienes algo más que decir, hazlo —replicó ella, intentando aparentar
una tranquilidad que no sentía.
Amaba a aquel hombre, aunque fuera su jefe. Pero le gustaba su trabajo y sabía que no encontraría
en L.A otro puesto con un sueldo tan bueno.
—Si insistes...
—Insisto.
—Eres muy joven y no quiero que creas que... lo que pasó el viernes es solo el principio de algo
—dijo Nick entonces—. Y tampoco quiero que pienses que eso te otorga algún privilegio. Eres una
secretaria excelente y creo que lo mejor será establecer los límites.
—En otras palabras, estás diciendo que no me desnude delante de ti a la primera de cambio
—replicó ______(tn), atónita.
Sin poder evitarlo, Nick la imaginó quitándose la ropa, salvaje, abandonada, ofreciéndole su
cuerpo para que lo inspeccionase, para que lo acariciase.
La imagen despertó un calor inusitado en su entrepierna, que tuvo que compensar con un cambio de
postura.
—No he dicho eso...
—Como si lo hubieras dicho. Pero le aseguro que eso no va a pasar, «señor Jonas».
—No hace falta que te pongas así.
—Y tampoco me consideraré con derecho a privilegio alguno solo porque hayamos cometido un error
—siguió _____(tn), imparable. Nunca había traspasado la línea. Ella era una eficiente
secretaria, dispuesta a trabajar las horas que fueran necesarias, pero estaba furiosa. Si tenía que
buscar otro trabajo, lo haría—, Y para que lo sepas, tampoco tú eres mi tipo.
—¿Siempre te acuestas con hombres que no te gustan?
Debería haber cortado aquella conversación, pensó Nick, pero, en lugar de hacerlo, parecía
querer prolongarla. Y no sabía por qué.
—No —suspiró _____(tn)—. No he dicho eso. Las circunstancias, como tú mismo has dicho, eran
extraordinarias. Me caes bien, te respeto, pero no eres el tipo de hombre por el que yo
normalmente...
—¿Te sientes atraída?
—Si quieres decirlo así.
Afortunadamente no era Pinocho, o su nariz estaría al otro lado de la habitación.
—¿Y qué clase de hombre te atrae?
—Mira... —empezó a decir ella, horrorizada por el cariz que estaba tomando la conversación—.
no creo que debamos seguir hablando de ese asunto. Supongo que habrás tenido un fin de semana
horribles no hay razón para que empieces el lunes de la misma forma.
—No has contestado a mi pregunta.
—No, es cierto. Pero si de verdad quieres saberlo, me gustan los hombres cariñosos y
considerados.
—Ya.
—No es que tú no lo seas, claro.
—Pero no apostarías por ello —sonrió Nick.
—Es posible —sonrió ella también.
Aquello empezaba a parecer una tregua. Habían aclarado las cosas y podían dedicarse a trabajar.
Nick había dicho lo que pensaba, ella también, y estaba segura de que todo quedaría entre
aquellas cuatro paredes.
—Muy bien. Tenemos que escribir varias cartas —suspiró Nick, tomando unos papeles—. Ya he
dictado tres y en esta solo tienes que cuestionar las facturas que nos han cargado. A mí me parecen
excesivas...
Todo había vuelto a la normalidad. Sin embargo, no podía dejar de mirar el escote de su blusa.
Todo en _____(tn) era muy tranquilo, muy apacible, pero había un fuego escondido. El lo sabía
bien.
Nick sacudió la cabeza.
No era su tipo. Eso era cierto. Su tipo eran, desde la adolescencia, las mujeres como Nicole
Anderson. Mujeres voluptuosas de pelo largo y cuerpos descaradamente sensuales.
Y ____(tn)... sí, podía imaginar que se sintiera atraída por un tipo normal, serio, agradable.
Aburrido, en otras palabras.
—¿Qué te parecía Nicole? —preguntó entonces, sin pensar—. La viste varias veces. ¿qué te
parecía?
La pregunta dejó a ____(tn) atónita. Nunca le había, gustado Nicole, pero pensó que era,
sencillamente, por ser la mujer de Nick.
—Era muy guapa.
—Olvídate de su físico.
—Pues... la verdad es que nunca mantuve una conversación larga con ella.
—No te gustaba, ¿verdad?
—¿Por qué dices eso? —exclamó ____(tn), colorada.
Claro que no le gustaba, pensó Nick. Nicole no era el tipo de mujer que solía cultivar la amistad
de otras mujeres porque ellas no habrían podido prestarle la atención que requería. Nicole no
tenía amigas, solo amistades entre esposas de hombres ricos porque las necesitaba para su vida
social.
—A mi madre nunca le gustó —dijo Nick entonces, como hablando consigo mismo—. Pensaba que
Nicole y yo no estábamos hechos el uno para el otro. Para ella, mi mujer era demasiado...
llamativa.
—Y eso demuestra que el amor está por encima de la opinión de los demás —dijo _____(tn)—,
Los padres pueden ser muy críticos cuando se refiere a las parejas de sus hijos.
—Estoy seguro de que tú nunca les has dado argumentos para ser críticos.
____(tn) apretó los labios. No quería ni pensar qué dirían sus padres si supieran lo que había
pasado entre su respetable hija y su carismático jefe.
—Bueno, tengo que ponerme a trabajar.
—Sí. Creo que ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir.
—Eso creo yo también. Y te agradecería que... no volviéramos a hablar de ello.
—Fue un error, estoy de acuerdo.
Nick pulsó una tecla de su ordenador para encender la pantalla. Apenas levantó la mirada cuando
____(tn) salió del despacho y cerró la puerta.
5 meses despues:
EL dia había empezado peor de lo normal. _____(tn) perdió el tren de las siete y media y tuvo que esperar casi media hora para tomar el siguiente, que iba abarrotado de pasajeros.
Para rematar el desastre, le dolía un poco la garganta. Debía haber pillado un resfriado.
Así que no estaba de buen humor cuando por fin llegó a la oficina.
—Llegas tarde.
Nick había echado el sillón hacia atrás para poder estirar las piernas. Debía llevar horas en el despacho porque se había soltado la corbata y tenía la mesa llena de papeles.
—Lo siento. Perdí el tren de las siete y media y tuve que esperar el siguiente. ¿Quieres que te traiga el correo?
—No, por favor. Ven con el cuaderno.
A veces, el movimiento de su pelo corto, algún gesto, le hacían recordar lo que ocurrió 5 meses antes, cuando hicieron el amor allí, en el sofá de su despacho. Cada vez que eso ocurría se sentía desorientado, como si le faltara algo, pero no sabía qué.
—¿Vienes o no? —la llamó, irritado.
—Ya estoy aquí —contestó ___(tn), sorprendida por el tono.
—Si hoy no estás en condiciones de trabajar, será mejor que te tomes el día libre y llames a Terry.
—Estoy bien.
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
chikas termino de subirles todos los otros ke ya emos leido y luego empesare a subirles los nuevos y les digo ek estan geniales!!!
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
sisis sube los que ya conocemoss
#Fire Rouge..*
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
—¿Hay algo nuevo sobre el asunto Rawlings?
A pesar de que las cosas habían vuelto a la normalidad, _____(tn) no podía mirarlo sin sentir emoción, anhelo... y muchos otros sentimientos prohibidos.
—Recibimos un fax ayer por la tarde. Lo dejé sobre tu escritorio.
—¿Qué decía?
—Otro descenso de beneficios. No explica por qué. La previsión optimista de siempre sobre los próximos 2 meses, pero ninguna explicación sobre las pérdidas.
—¿Has hablado con Rawlings personalmente?
—Lo llamé, pero no estaba en la oficina.
—¿Dónde estaba, de fiesta?
—No lo sé —contestó _______(tn), enfadada. ¿Por qué le hablaba con aquel tono autoritario?, se preguntó—. Quizá podríamos contratar un detective para que siguiera sus pasos día y noche.
Nick apartó la mirada. Sabía que estaba siendo innecesariamente agresivo, pero no podía evitarlo. La situación era tensa entre los dos desde aquella noche, 5 meses atrás.
____(tn) había visto un lado de é1 escondido para los demás, lo había visto vulnerable, vencido. Y no podía soportarlo.
Debería haberla trasladado a otro departamento. Podría haberle dado un aumento de sueldo para que el traslado fuera irresistible, pero cada vez que se imaginaba entrando en el despacho sin _____(tn) se decía a sí mismo que no podía pasar sin ella, que era la mejor secretaria de la empresa y por eso la mantenía allí.
—No te pago para que seas sarcástica —replicó, tomando el fax de Rawlings—. Esto no tiene sentido. El hotel Tradewinds debería nadar en dinero. Está en una isla soleada, en medio del Caribe, con una situación política estable, con vuelos diarios... ¿qué demonios está pasando?
—Yo creo que Rawlings no juega limpio —dijo ____(tn).
—Debería haber solucionado esto yo mismo en lugar de enviar a Big Rob. Voy a llamarlo por teléfono...
—Muy bien —murmuró ella, dirigiéndose a la puerta.
—Quédate, quiero dictarte una carta cuando termine.
____(tn) se quedó con el cuaderno en la mano mientras Nick hablaba can el director financiero. Su inquietud se manifestaba en los golpecitos que daba sobre la mesa mientras hablaba. Por fin, colgó el teléfono y se echó hacia atrás en el sillón para dictarle la carta.
Componía el texto con precisión, sin necesidad de hacer revisiones. Era una de las pocas personas con suficiente claridad de pensamiento como para poder dictar sin errores.
____(tn) se levantó cuando terminaron y, sin querer, Nick miró sus pechos, escondidos bajo el cárdigan abrochado hasta el cuello. Irritado consigo mismo, apartó la mirada.
Desde que ocurrió aquello no podía quitarse de la cabeza el recuerdo de sus pechos y el deseo de arrancarle el jersey y acariciarlos, tocarlos de nuevo, era insoportable. Tenía que probarse a sí mismo de una vez por todas que hacer el amor con ella no había sido tan extraordinario como pensaba. Tenía que saber que había sido una ilusión:
—Quiero que encargues un ramo de flores.
—¿Flores? —repitió ella.
—Ya me has oído. Flores.
—¿Qué tipo de flores?
Nick se encogió de hombros.
—No sé... ¿qué clase de flores le gustan a una mujer? ¿Rosas, violetas, orquídeas? Lo que quieras, pero que sea un ramo caro.
—¿Las flores llevarán una nota?
____(tn) sabía que hubo mujeres en la vida de Nick durante aquellos meses. Nick no había hecho
ningún esfuerzo para esconder su vida amorosa, pero nunca hasta entonces la había involucrado a
ella. Y eso la ponía enferma.
—Si, pon algo así como «gracias por los buenos ratos».
—«Gracias por los buenos ratos» —repitió ella—. ¿Algo más?
—¿Qué más se puede decir cuando termina una relación?
—Nada, supongo. ¿Eso es todo?
—¿Tienes prisa por marcharte? ¿Alguna reunión?
—No, solo mucho trabajo.
—Ah, por cierto, tengo una reunión con Big Rob esta tarde a las seis para ver qué demonios pasa
en el hotel Tradewinds. Quiero que te quedes para tomar notas.
—Lo siento. No puedo
Nick levantó la cabeza, perplejo.
—¿Qué?
—Tengo planes para esta tarde.
—Pues tendrás que cancelarlos. Big se marcha mañana y quiero solucionar el asunto de Rawlings lo
antes posible.
—Puedo pedirle a Terri que venga. Ella me pasará las notas mañana.
—¿Qué es eso tan importante que tienes que hacer? —preguntó Nick, levantándose. Con el
rabillo del ojo la vio intentando buscar una respuesta, nerviosa—. Parte del acuerdo entre mi
secretaria personal y yo es que tiene que trabajar fuera de las horas normales. Por eso ganas un
sueldo tan exorbitante.
—Yo nunca te he defraudado, que yo sepa —replicó ___(tn)—. Pero he quedado con una persona.
Ha conseguido entradas para un musical y no quiero dejarle colgado.
—Ah, o sea que vas al teatro con un hombre.
Lo decía como si hubiera quedado para robar un banco. ¿Pensaba que él podía acostarse con todas
las mujeres que quisiera, pero ella era, demasiado aburrida como para encontrar novio?
Lo decía como si hubiera quedado para robar un banco. ¿Pensaba que él podía acostarse con todas
las mujeres que quisiera, pero ella era, demasiado aburrida como para encontrar novio?
Joe podría no ser un compañero muy emocionante, pero se reían juntos y su relación era muy
agradable.
—Pues sí, tengo una cita.
—¿Y desde cuándo sales con él? ¿0 sales con varios a la vez?
Nick sabía que estaba comportándose como un patán arrogante, que aquello no era asunto suyo y que
no tenía ningún derecho a hacer esas preguntas, pero no podía evitarlo.
De hecho, debería alegrarse de que ______(tn) saliera con otro hombre. Si tenía novio, podía
dejar de pensar en ella.
Desgraciadamente, ese pensamiento no lo aliviaba en absoluto.
—Yo no suelo salir con varios hombres a la vez.
—¿Me estás censurando?
_____(tn) miró su cuaderno. ¿Cómo podía Joe competir con aquel hombre formidable? Sin embargo,
su amabilidad, su dulzura, eran lo que le gustaba de él.
—No te estoy censurando. Ya eres mayorcito para hacer lo que te dé la gana.
Pero no quería seguir hablando del tema.. Suficientemente doloroso era saber que Nick salía con
mujeres, tener que pasarle llamadas...
... Estaba intentando olvidar a su difunta esposa en los brazos de una sucesión de mujeres, modelos
en su mayoría.
—¿Y cómo se llama el afortunado?
—Joseph.
—¿Cómo lo conociste? Y no me sorprendas diciendo que fue en una discoteca.
—¡Las discotecas no son para mí! —replicó ella, indignada.
—No, solo quería decir.., bueno, da igual.
—Nos conocimos en una cena. Nos presenta remos unos amigos comunes.
—¿Y qué hace ese tal Joseph?
—¿Qué hace?
—¿Cómo se gana la vida? Supongo que tendrá un trabajo, ¿no?
—Es director administrativo en una gran empresa.
—Ah, contable.
_____(tn) apretó los dientes. Pero no pensaba morder el anzuelo.
—Bueno, el caso es que esa es la razón por la que no puedo quedarme esta tarde. Llamaré a Terri.
¿A qué hora quieres que venga?
—A las seis menos cuarto —contestó Nick—. ¿Qué obra iran a ver?
—Un musical, en el Apolo —dijo ella, levantándose—. Joe tiene un amigo en el teatro, por eso
ha conseguido entradas.
—Ah, qué bien. ¿Y después irán a cenar?
____(tn) no daba crédito. ¿Por qué tanto interés? Nunca le había preguntado por su vida.
—Pues sí. Iremos a un restaurante francés de Covent Garlen, el Café Benedict —contestó,
antes de entrar en su despacho.
Nick seguía ensimismado en el trabajo cuando _____(tn) se despidió, a las cinco. Lo hizo a toda
prisa, esperando que no insistiera en que debía quedarse a la reunión.
Aunque ella sabía mucho más de la empresa que Terri y tenía relaciones con los clientes, estaba
segura de que su compañera podría tomar notas sin ningún problema.
Aquella noche, quizá como reacción tras su charla con Nick, se arregló especialmente para salir
con Joe. Como no hacía frío, eligió un vestido de punto de color café que le llegaba por encima
de la rodilla y sandalias de tacón alto.
A Joe pareció gustarle mucho el atuendo. Apareció en su casa con un ramo de claveles blancos y
lanzó un silbido de admiración que hizo reír a _____(tn).
—¿Te ríes? Deberías haberte desmayado —bromeó Joe.
—Lo haré dentro de un momento, en cuanto ponga las flores en agua.
Era un chico muy agradable, con el que podía hablar de todo. Llevaba 2 meses saliendo con él y,
aunque no habían pasado de los besos en el coche, estaba segura de que en la cama sería dulce y
generoso.
No sería como la montaña rusa que había experimentado con Nick Jonas
El simple recuerdo la hacía temblar.
—Deberíamos hacer esto más a menudo —dijo Joe, cuando salían del teatro—. Una obra en
A pesar de que las cosas habían vuelto a la normalidad, _____(tn) no podía mirarlo sin sentir emoción, anhelo... y muchos otros sentimientos prohibidos.
—Recibimos un fax ayer por la tarde. Lo dejé sobre tu escritorio.
—¿Qué decía?
—Otro descenso de beneficios. No explica por qué. La previsión optimista de siempre sobre los próximos 2 meses, pero ninguna explicación sobre las pérdidas.
—¿Has hablado con Rawlings personalmente?
—Lo llamé, pero no estaba en la oficina.
—¿Dónde estaba, de fiesta?
—No lo sé —contestó _______(tn), enfadada. ¿Por qué le hablaba con aquel tono autoritario?, se preguntó—. Quizá podríamos contratar un detective para que siguiera sus pasos día y noche.
Nick apartó la mirada. Sabía que estaba siendo innecesariamente agresivo, pero no podía evitarlo. La situación era tensa entre los dos desde aquella noche, 5 meses atrás.
____(tn) había visto un lado de é1 escondido para los demás, lo había visto vulnerable, vencido. Y no podía soportarlo.
Debería haberla trasladado a otro departamento. Podría haberle dado un aumento de sueldo para que el traslado fuera irresistible, pero cada vez que se imaginaba entrando en el despacho sin _____(tn) se decía a sí mismo que no podía pasar sin ella, que era la mejor secretaria de la empresa y por eso la mantenía allí.
—No te pago para que seas sarcástica —replicó, tomando el fax de Rawlings—. Esto no tiene sentido. El hotel Tradewinds debería nadar en dinero. Está en una isla soleada, en medio del Caribe, con una situación política estable, con vuelos diarios... ¿qué demonios está pasando?
—Yo creo que Rawlings no juega limpio —dijo ____(tn).
—Debería haber solucionado esto yo mismo en lugar de enviar a Big Rob. Voy a llamarlo por teléfono...
—Muy bien —murmuró ella, dirigiéndose a la puerta.
—Quédate, quiero dictarte una carta cuando termine.
____(tn) se quedó con el cuaderno en la mano mientras Nick hablaba can el director financiero. Su inquietud se manifestaba en los golpecitos que daba sobre la mesa mientras hablaba. Por fin, colgó el teléfono y se echó hacia atrás en el sillón para dictarle la carta.
Componía el texto con precisión, sin necesidad de hacer revisiones. Era una de las pocas personas con suficiente claridad de pensamiento como para poder dictar sin errores.
____(tn) se levantó cuando terminaron y, sin querer, Nick miró sus pechos, escondidos bajo el cárdigan abrochado hasta el cuello. Irritado consigo mismo, apartó la mirada.
Desde que ocurrió aquello no podía quitarse de la cabeza el recuerdo de sus pechos y el deseo de arrancarle el jersey y acariciarlos, tocarlos de nuevo, era insoportable. Tenía que probarse a sí mismo de una vez por todas que hacer el amor con ella no había sido tan extraordinario como pensaba. Tenía que saber que había sido una ilusión:
—Quiero que encargues un ramo de flores.
—¿Flores? —repitió ella.
—Ya me has oído. Flores.
—¿Qué tipo de flores?
Nick se encogió de hombros.
—No sé... ¿qué clase de flores le gustan a una mujer? ¿Rosas, violetas, orquídeas? Lo que quieras, pero que sea un ramo caro.
—¿Las flores llevarán una nota?
____(tn) sabía que hubo mujeres en la vida de Nick durante aquellos meses. Nick no había hecho
ningún esfuerzo para esconder su vida amorosa, pero nunca hasta entonces la había involucrado a
ella. Y eso la ponía enferma.
—Si, pon algo así como «gracias por los buenos ratos».
—«Gracias por los buenos ratos» —repitió ella—. ¿Algo más?
—¿Qué más se puede decir cuando termina una relación?
—Nada, supongo. ¿Eso es todo?
—¿Tienes prisa por marcharte? ¿Alguna reunión?
—No, solo mucho trabajo.
—Ah, por cierto, tengo una reunión con Big Rob esta tarde a las seis para ver qué demonios pasa
en el hotel Tradewinds. Quiero que te quedes para tomar notas.
—Lo siento. No puedo
Nick levantó la cabeza, perplejo.
—¿Qué?
—Tengo planes para esta tarde.
—Pues tendrás que cancelarlos. Big se marcha mañana y quiero solucionar el asunto de Rawlings lo
antes posible.
—Puedo pedirle a Terri que venga. Ella me pasará las notas mañana.
—¿Qué es eso tan importante que tienes que hacer? —preguntó Nick, levantándose. Con el
rabillo del ojo la vio intentando buscar una respuesta, nerviosa—. Parte del acuerdo entre mi
secretaria personal y yo es que tiene que trabajar fuera de las horas normales. Por eso ganas un
sueldo tan exorbitante.
—Yo nunca te he defraudado, que yo sepa —replicó ___(tn)—. Pero he quedado con una persona.
Ha conseguido entradas para un musical y no quiero dejarle colgado.
—Ah, o sea que vas al teatro con un hombre.
Lo decía como si hubiera quedado para robar un banco. ¿Pensaba que él podía acostarse con todas
las mujeres que quisiera, pero ella era, demasiado aburrida como para encontrar novio?
Lo decía como si hubiera quedado para robar un banco. ¿Pensaba que él podía acostarse con todas
las mujeres que quisiera, pero ella era, demasiado aburrida como para encontrar novio?
Joe podría no ser un compañero muy emocionante, pero se reían juntos y su relación era muy
agradable.
—Pues sí, tengo una cita.
—¿Y desde cuándo sales con él? ¿0 sales con varios a la vez?
Nick sabía que estaba comportándose como un patán arrogante, que aquello no era asunto suyo y que
no tenía ningún derecho a hacer esas preguntas, pero no podía evitarlo.
De hecho, debería alegrarse de que ______(tn) saliera con otro hombre. Si tenía novio, podía
dejar de pensar en ella.
Desgraciadamente, ese pensamiento no lo aliviaba en absoluto.
—Yo no suelo salir con varios hombres a la vez.
—¿Me estás censurando?
_____(tn) miró su cuaderno. ¿Cómo podía Joe competir con aquel hombre formidable? Sin embargo,
su amabilidad, su dulzura, eran lo que le gustaba de él.
—No te estoy censurando. Ya eres mayorcito para hacer lo que te dé la gana.
Pero no quería seguir hablando del tema.. Suficientemente doloroso era saber que Nick salía con
mujeres, tener que pasarle llamadas...
... Estaba intentando olvidar a su difunta esposa en los brazos de una sucesión de mujeres, modelos
en su mayoría.
—¿Y cómo se llama el afortunado?
—Joseph.
—¿Cómo lo conociste? Y no me sorprendas diciendo que fue en una discoteca.
—¡Las discotecas no son para mí! —replicó ella, indignada.
—No, solo quería decir.., bueno, da igual.
—Nos conocimos en una cena. Nos presenta remos unos amigos comunes.
—¿Y qué hace ese tal Joseph?
—¿Qué hace?
—¿Cómo se gana la vida? Supongo que tendrá un trabajo, ¿no?
—Es director administrativo en una gran empresa.
—Ah, contable.
_____(tn) apretó los dientes. Pero no pensaba morder el anzuelo.
—Bueno, el caso es que esa es la razón por la que no puedo quedarme esta tarde. Llamaré a Terri.
¿A qué hora quieres que venga?
—A las seis menos cuarto —contestó Nick—. ¿Qué obra iran a ver?
—Un musical, en el Apolo —dijo ella, levantándose—. Joe tiene un amigo en el teatro, por eso
ha conseguido entradas.
—Ah, qué bien. ¿Y después irán a cenar?
____(tn) no daba crédito. ¿Por qué tanto interés? Nunca le había preguntado por su vida.
—Pues sí. Iremos a un restaurante francés de Covent Garlen, el Café Benedict —contestó,
antes de entrar en su despacho.
Nick seguía ensimismado en el trabajo cuando _____(tn) se despidió, a las cinco. Lo hizo a toda
prisa, esperando que no insistiera en que debía quedarse a la reunión.
Aunque ella sabía mucho más de la empresa que Terri y tenía relaciones con los clientes, estaba
segura de que su compañera podría tomar notas sin ningún problema.
Aquella noche, quizá como reacción tras su charla con Nick, se arregló especialmente para salir
con Joe. Como no hacía frío, eligió un vestido de punto de color café que le llegaba por encima
de la rodilla y sandalias de tacón alto.
A Joe pareció gustarle mucho el atuendo. Apareció en su casa con un ramo de claveles blancos y
lanzó un silbido de admiración que hizo reír a _____(tn).
—¿Te ríes? Deberías haberte desmayado —bromeó Joe.
—Lo haré dentro de un momento, en cuanto ponga las flores en agua.
Era un chico muy agradable, con el que podía hablar de todo. Llevaba 2 meses saliendo con él y,
aunque no habían pasado de los besos en el coche, estaba segura de que en la cama sería dulce y
generoso.
No sería como la montaña rusa que había experimentado con Nick Jonas
El simple recuerdo la hacía temblar.
—Deberíamos hacer esto más a menudo —dijo Joe, cuando salían del teatro—. Una obra en
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
vivo
es más emocionante que en la pantalla.
_____(tn) sonrió. Joe era un chico encantador. Y un buen partido. A sus padres les gustaría con
toda seguridad. Pero si conocieran a Nick Jonas sacarían los ajos, se santiguarían y llamarían a
un sacerdote.
—Cuando uno sale del teatro, ve la vida de una forma más alegre, ¿,verdad?
—Desde luego que sí. Es tan difícil olvidarse del trabajo —suspiró Joe, abriendo la puerta
del carro.
—Dímelo a mí. He tenido una bronca con mi jefe porque no podía quedarme a trabajar esta tarde.
—Si quiere que hagas horas extra, debería avisarte con tiempo.
—Nick Jonas solo vive para el trabajo y cree que los demás también tienen que hacerlo.
Muchas veces lo encontraba por la mañana despeinado y sin afeitar porque había dormido en el
despacho. Y lo asombroso era que, al día siguiente, podía seguir funcionando como si tal cosa.
—Un adicto al trabajo —asintió Joe—. Es lo único que les interesa. Se les olvida pasarlo
bien,
_____(tn) disimuló una sonrisa. Si había un hombre en el mundo que lo pasara:—bien, ese era
Nick. Después de un cortísimo período de luto, se había lanza—ido a las fiestas con absoluta
determinación.
—Yo prefiero trabajar lo necesario, sin poner en peligro las oportunidades de ascenso, y pasar el
resto del tiempo disfrutando de la vida —siguió Joe—. Cauro esta noche, por ejemplo.
—Me parece muy buena idea.
—Ir al teatro, cenar con una chica preciosa... ¿Dónde podría encontrar algo mejor?
— preciosa?, gracias —sonrió _____(tn).
Joe le dio un beso en los labios.
—Eres preciosa. Eso es lo que le he dicho a mi madre, que está deseando conocerte. Creo que ya
oye campanas de boda.
Ella lo miró, sorprendida.
—¿Campanas de boda? ¡Pero si solo llevamos unos meses saliendo!
—Se lo he dicho, pero ya sabes cómo son las madres. Tengo 29 años y empieza a pensar que nunca
será abuela.
—Pensé que solo las mujeres se preocupaban por su reloj biológico —sonrió ____(tn)
—Sí, claro, pero la verdad es que también yo prefiero ser padre a los 29 que a los 60. ¿Para
qué vas a tener un hijo si eres demasiado viejo como para cuidar de él?
—En eso tienes razón. Bueno, háblame del famoso Café Benedict. ¿Has estado antes? Espero que
no sea un pretencioso restaurante francés donde uno se pasa horas intentando descifrar la carta. No
hablo francés.
—No te preocupes, yo sí. Admítelo, soy un buen partido.
—Lo admito —rio _____(tn).
Poco después llegaban al restaurante, que tenía una pista de baile con una orquesta de jazz.
—¡Es un club nocturno! Si me lo hubieras dicho, me habría puesto algo más adecuado.
—¿Más adecuado? No sabes lo sexy que estás con ese vestido —sonrió Joe—. Además, no es
exactamente un club nocturno. Es un restaurante con música.
—Ah, estupendo, así podremos reducir calorías después de cenar.
—Si yo supiera bailar...
Mientras el camarero los llevaba hacia la mesa, _____(tn) se sentía contenta, relajada. Y más
después de una copa de vino y el delicioso filete de lenguado con crema de champaña. Joe hablaba
de teatro, le decía cosas bonitas...
—No has contestado a mi pregunta.
—¿Qué pregunta?
—Sobre lo de que esta relación sea algo permanente.
—¿Permanente? —repitió _____(tn)—. ¡Joe, si prácticamente acabamos de conocernos!
—Pero yo sé que he encontrado a la mujer de mi vida. Además, tú misma has reconocido que soy un
buen partido.
—Y lo eres.
—¿Eso es un sí?
—Es un...
_____(tn) lo miró entonces intentando ser objetiva: cuerpo atlético gracias a las horas que pasaba
en el gimnasio, sonrisa amable. Sería un marido ideal. Siempre podría contar con él, la ayudaría
con los niños, cocinarían juntos...
—¿Es un qué?
—Es un «tengo que pensarlo». Ya me conoces, Joe. Sabes que soy una chica muy sensata. No puedo
darte una respuesta así, de repente.
—¿Qué respuesta?
La profunda voz masculina era tan familiar que, por un momento, ____(tn) pensó que la había
imaginado.
—¡Nick! ¿Qué haces aquí?
—¡Nick! ¿Qué haces aquí?
Se había quitado el traje de chaqueta y llevaba pantalones de color crema y una camisa clara.
Y el corazón de ___(tn) dio varios saltos mortales.
Esa era, precisamente, la razón por la que estaba decidida a seguir saliendo con Joe. No necesitaba aquella atracción irracional, salvaje y absurda por su jefe. No le servía de nada.
—He venido a cenar.
—Ya, claro —murmuró ____(tn), sorprendida—. Joe, te presento a Nick Jonas, mi jefe.
Joe sonrió, tan amable como siempre.
—Así que tú eres el lobo feroz que tiene a mi chica trabajando todo el día.
Debían tener la misma edad, pero Nick parecía un crío al lado de Joe.
—¿Eso es lo que te ha contado?
—¿Has venido con alguien? —preguntó _____(tn).
Nick señaló hacia el otro lado del restaurante, pero había tanta gente que no pudo ver nada.
—No estabas bailando.
—Es culpa mía —sonrió Joe—. ______(tn) quería bailar, pero yo soy un negado. Si se me ocurriera pisar la pista de baile, el dueño del restaurante me echaría a patadas.
Ella sonrió, nerviosa. Primero, la sorprendente proposición de Joe y después Nick Jonas apareciendo allí, con la evidente intención de conocer al hombre con el que había quedado aquella noche.
¿Por qué si no habría ido precisamente a aquel restaurante? Quizá pensaba que le había mentido y quería pillarla, como un profesor llamando a casa del alumna díscolo para comprobar si, estaba haciendo novillos.
O quizá solo sentía curiosidad por saber con qué clase de hombre salía.
—Pues es una pena, porque la música es estupenda —sonrió Nick, tomando su mano——. ¿Quieres bailar?
—Prefiero que no. Acabamos de cenar y me apetece... descansar un rato. Además, ¿no te echarán de menos en tu mesa?
—Seguro que pueden prescindir de mí durante unos minutos —contestó él—. Joe, ¿te importaría prescindir de tu... novia cinco minutos? Prometo cuidar de ella y devolvértela de una pieza.
—Supongo que puedo prescindir de ella durante un ratito.
—¡Por favor! ¿Quieres dejar de decir bobadas? Soy yo quien decide si quiere bailar o no —exclamó _____(tn).
—Venga, cariño. Quieres bailar y yo soy un desastre. Podemos seguir hablando después —dijo Joe.
Aquello era increíble. Estaba entre su jefe, que esperaba una respuesta, y Joe que esperaba otra... que ella no estaba dispuesta a darle.
Al final aceptó la mano de Nick. ¿Qué otra cosa podía hacer?
Al menos, la orquesta estaba tocando una pieza no demasiado lenta. Bailaría una canción y después volvería a la mesa. Y esperaba que para entonces a Joe se le hubiera olvidado el asunto.
Con eso en mente, _____(tn) dejó que Nick la llevase a la pista de baile
El roce de su mano mientras se dirigían a la pista de baile la hizo sentir un escalofrío. ______(tn) miró a Joe por encima del hombro, para recordarse a sí misma que él era su cita y el tipo de hombre con el que debía salir.
—No pasa nada, _____(tn).
La promesa de un baile rápido se evaporó cuando llegaron a la pista. y la orquesta empezó a tocar una canción lenta. Mientras la tomaba por la cintura, _____(tn) respiró el aroma de su colonia masculina.
—¿Has venido a espiarme?
—Sí —contestó él tranquilamente.
No pensaba esconderlo. Durante la reunión sobre las cuentas del hotel Tradewinds no había podido dejar de pensar en su secretaria y en lo que haría con su misteriosa cita.
—¿Ah, sí? ¿Y por qué?
—Por curiosidad —contestó Nick—. Quería conocerlo y sabía que si te hubiera pedido que fueras con él a alguno de los eventos sociales de la empresa te habrías negado.
—Esto es increíble.
—Sí, es cierto. Pero la curiosidad ha podido conmigo.
—¿Y por qué sentías curiosidad? ¿Creías que me había inventado la cita?
—No. ¿Por qué iba a pensar eso?
—Porque yo no voy por ahí hablando de mi vida privada —replicó ____(tn).
En lugar de contestar, Nick la apretó con más fuerza. Aquello era indecente, pensó ______(tn). Y, a pesar de ello, sentirse apretada contra su torso la excitaba sin que pudiera evitarlo.
—No, es verdad. Tú nunca hablas de tu vida privada.
Nick había tenido que soportar un matrimonio sin amor, en el que— se daba por satisfecho cuando hacía el amor. Nicole y él siguieron manteniendo relaciones sexuales esporádicas, pero sin afecto, sin emoción. Durante los últimos seis meses, no lo hicieron en absoluto. Él había enterrado su deseo en el trabajo, siempre pensando que debía divorciarse... y no esperaba que el destino hiciera el trabajo por él.
Desde entonces se lanzó a una vorágine de mujeres sofisticadas que le daban satisfacción física, pero nada más.
Aunque, la mayoría de las veces el sexo ni siquiera era satisfactorio.
Lo saciaba temporalmente, pero lo dejaba con la amarga sensación de que le faltaba algo, de que
siempre le había faltado algo.
Solo una vez hacer el amor lo había saciado por completo. Con la mujer que tenía en los brazos. ¿
era solo una ilusión?
No lo sabía. Solo sabía que cuando _____(tn) le dijo que tenía una cita se vio obligado a
seguirla.
—¿Y tu curiosidad ha sido satisfecha?
—Mi curiosidad, solo será satisfecha cuando descubra qué es lo que ves en él.
—Con todo respeto, eso no es asunto tuyo.
—Me preocupo por ti, ______(tn).
—No es cierto. Y no pienses que vas a engañarme. Te he visto demasiadas veces en la oficina como
para no conocer tus trucos. Conozco tu modus operandi.
—¿A qué te refieres?
Nick estaba disfrutando de la conversación. La pieza terminó y empezó otra, pero ella no pidió
que la soltase.
Estaban muy juntos, apretados el uno contra el otro. ____(tn) podía sentir a través del fino
vestido de punto los músculos del cuerpo masculino como si no llevase nada.
—Tu vida es el trabajo, Nick. Te conozco bastante bien.
—¿Alguna cosa más? —preguntó él en voz baja.
Estaba coqueteando descaradamente. Habría deseado besarla en el cuello, pero con Joe delante no le
pareció adecuado.
es más emocionante que en la pantalla.
_____(tn) sonrió. Joe era un chico encantador. Y un buen partido. A sus padres les gustaría con
toda seguridad. Pero si conocieran a Nick Jonas sacarían los ajos, se santiguarían y llamarían a
un sacerdote.
—Cuando uno sale del teatro, ve la vida de una forma más alegre, ¿,verdad?
—Desde luego que sí. Es tan difícil olvidarse del trabajo —suspiró Joe, abriendo la puerta
del carro.
—Dímelo a mí. He tenido una bronca con mi jefe porque no podía quedarme a trabajar esta tarde.
—Si quiere que hagas horas extra, debería avisarte con tiempo.
—Nick Jonas solo vive para el trabajo y cree que los demás también tienen que hacerlo.
Muchas veces lo encontraba por la mañana despeinado y sin afeitar porque había dormido en el
despacho. Y lo asombroso era que, al día siguiente, podía seguir funcionando como si tal cosa.
—Un adicto al trabajo —asintió Joe—. Es lo único que les interesa. Se les olvida pasarlo
bien,
_____(tn) disimuló una sonrisa. Si había un hombre en el mundo que lo pasara:—bien, ese era
Nick. Después de un cortísimo período de luto, se había lanza—ido a las fiestas con absoluta
determinación.
—Yo prefiero trabajar lo necesario, sin poner en peligro las oportunidades de ascenso, y pasar el
resto del tiempo disfrutando de la vida —siguió Joe—. Cauro esta noche, por ejemplo.
—Me parece muy buena idea.
—Ir al teatro, cenar con una chica preciosa... ¿Dónde podría encontrar algo mejor?
— preciosa?, gracias —sonrió _____(tn).
Joe le dio un beso en los labios.
—Eres preciosa. Eso es lo que le he dicho a mi madre, que está deseando conocerte. Creo que ya
oye campanas de boda.
Ella lo miró, sorprendida.
—¿Campanas de boda? ¡Pero si solo llevamos unos meses saliendo!
—Se lo he dicho, pero ya sabes cómo son las madres. Tengo 29 años y empieza a pensar que nunca
será abuela.
—Pensé que solo las mujeres se preocupaban por su reloj biológico —sonrió ____(tn)
—Sí, claro, pero la verdad es que también yo prefiero ser padre a los 29 que a los 60. ¿Para
qué vas a tener un hijo si eres demasiado viejo como para cuidar de él?
—En eso tienes razón. Bueno, háblame del famoso Café Benedict. ¿Has estado antes? Espero que
no sea un pretencioso restaurante francés donde uno se pasa horas intentando descifrar la carta. No
hablo francés.
—No te preocupes, yo sí. Admítelo, soy un buen partido.
—Lo admito —rio _____(tn).
Poco después llegaban al restaurante, que tenía una pista de baile con una orquesta de jazz.
—¡Es un club nocturno! Si me lo hubieras dicho, me habría puesto algo más adecuado.
—¿Más adecuado? No sabes lo sexy que estás con ese vestido —sonrió Joe—. Además, no es
exactamente un club nocturno. Es un restaurante con música.
—Ah, estupendo, así podremos reducir calorías después de cenar.
—Si yo supiera bailar...
Mientras el camarero los llevaba hacia la mesa, _____(tn) se sentía contenta, relajada. Y más
después de una copa de vino y el delicioso filete de lenguado con crema de champaña. Joe hablaba
de teatro, le decía cosas bonitas...
—No has contestado a mi pregunta.
—¿Qué pregunta?
—Sobre lo de que esta relación sea algo permanente.
—¿Permanente? —repitió _____(tn)—. ¡Joe, si prácticamente acabamos de conocernos!
—Pero yo sé que he encontrado a la mujer de mi vida. Además, tú misma has reconocido que soy un
buen partido.
—Y lo eres.
—¿Eso es un sí?
—Es un...
_____(tn) lo miró entonces intentando ser objetiva: cuerpo atlético gracias a las horas que pasaba
en el gimnasio, sonrisa amable. Sería un marido ideal. Siempre podría contar con él, la ayudaría
con los niños, cocinarían juntos...
—¿Es un qué?
—Es un «tengo que pensarlo». Ya me conoces, Joe. Sabes que soy una chica muy sensata. No puedo
darte una respuesta así, de repente.
—¿Qué respuesta?
La profunda voz masculina era tan familiar que, por un momento, ____(tn) pensó que la había
imaginado.
—¡Nick! ¿Qué haces aquí?
—¡Nick! ¿Qué haces aquí?
Se había quitado el traje de chaqueta y llevaba pantalones de color crema y una camisa clara.
Y el corazón de ___(tn) dio varios saltos mortales.
Esa era, precisamente, la razón por la que estaba decidida a seguir saliendo con Joe. No necesitaba aquella atracción irracional, salvaje y absurda por su jefe. No le servía de nada.
—He venido a cenar.
—Ya, claro —murmuró ____(tn), sorprendida—. Joe, te presento a Nick Jonas, mi jefe.
Joe sonrió, tan amable como siempre.
—Así que tú eres el lobo feroz que tiene a mi chica trabajando todo el día.
Debían tener la misma edad, pero Nick parecía un crío al lado de Joe.
—¿Eso es lo que te ha contado?
—¿Has venido con alguien? —preguntó _____(tn).
Nick señaló hacia el otro lado del restaurante, pero había tanta gente que no pudo ver nada.
—No estabas bailando.
—Es culpa mía —sonrió Joe—. ______(tn) quería bailar, pero yo soy un negado. Si se me ocurriera pisar la pista de baile, el dueño del restaurante me echaría a patadas.
Ella sonrió, nerviosa. Primero, la sorprendente proposición de Joe y después Nick Jonas apareciendo allí, con la evidente intención de conocer al hombre con el que había quedado aquella noche.
¿Por qué si no habría ido precisamente a aquel restaurante? Quizá pensaba que le había mentido y quería pillarla, como un profesor llamando a casa del alumna díscolo para comprobar si, estaba haciendo novillos.
O quizá solo sentía curiosidad por saber con qué clase de hombre salía.
—Pues es una pena, porque la música es estupenda —sonrió Nick, tomando su mano——. ¿Quieres bailar?
—Prefiero que no. Acabamos de cenar y me apetece... descansar un rato. Además, ¿no te echarán de menos en tu mesa?
—Seguro que pueden prescindir de mí durante unos minutos —contestó él—. Joe, ¿te importaría prescindir de tu... novia cinco minutos? Prometo cuidar de ella y devolvértela de una pieza.
—Supongo que puedo prescindir de ella durante un ratito.
—¡Por favor! ¿Quieres dejar de decir bobadas? Soy yo quien decide si quiere bailar o no —exclamó _____(tn).
—Venga, cariño. Quieres bailar y yo soy un desastre. Podemos seguir hablando después —dijo Joe.
Aquello era increíble. Estaba entre su jefe, que esperaba una respuesta, y Joe que esperaba otra... que ella no estaba dispuesta a darle.
Al final aceptó la mano de Nick. ¿Qué otra cosa podía hacer?
Al menos, la orquesta estaba tocando una pieza no demasiado lenta. Bailaría una canción y después volvería a la mesa. Y esperaba que para entonces a Joe se le hubiera olvidado el asunto.
Con eso en mente, _____(tn) dejó que Nick la llevase a la pista de baile
El roce de su mano mientras se dirigían a la pista de baile la hizo sentir un escalofrío. ______(tn) miró a Joe por encima del hombro, para recordarse a sí misma que él era su cita y el tipo de hombre con el que debía salir.
—No pasa nada, _____(tn).
La promesa de un baile rápido se evaporó cuando llegaron a la pista. y la orquesta empezó a tocar una canción lenta. Mientras la tomaba por la cintura, _____(tn) respiró el aroma de su colonia masculina.
—¿Has venido a espiarme?
—Sí —contestó él tranquilamente.
No pensaba esconderlo. Durante la reunión sobre las cuentas del hotel Tradewinds no había podido dejar de pensar en su secretaria y en lo que haría con su misteriosa cita.
—¿Ah, sí? ¿Y por qué?
—Por curiosidad —contestó Nick—. Quería conocerlo y sabía que si te hubiera pedido que fueras con él a alguno de los eventos sociales de la empresa te habrías negado.
—Esto es increíble.
—Sí, es cierto. Pero la curiosidad ha podido conmigo.
—¿Y por qué sentías curiosidad? ¿Creías que me había inventado la cita?
—No. ¿Por qué iba a pensar eso?
—Porque yo no voy por ahí hablando de mi vida privada —replicó ____(tn).
En lugar de contestar, Nick la apretó con más fuerza. Aquello era indecente, pensó ______(tn). Y, a pesar de ello, sentirse apretada contra su torso la excitaba sin que pudiera evitarlo.
—No, es verdad. Tú nunca hablas de tu vida privada.
Nick había tenido que soportar un matrimonio sin amor, en el que— se daba por satisfecho cuando hacía el amor. Nicole y él siguieron manteniendo relaciones sexuales esporádicas, pero sin afecto, sin emoción. Durante los últimos seis meses, no lo hicieron en absoluto. Él había enterrado su deseo en el trabajo, siempre pensando que debía divorciarse... y no esperaba que el destino hiciera el trabajo por él.
Desde entonces se lanzó a una vorágine de mujeres sofisticadas que le daban satisfacción física, pero nada más.
Aunque, la mayoría de las veces el sexo ni siquiera era satisfactorio.
Lo saciaba temporalmente, pero lo dejaba con la amarga sensación de que le faltaba algo, de que
siempre le había faltado algo.
Solo una vez hacer el amor lo había saciado por completo. Con la mujer que tenía en los brazos. ¿
era solo una ilusión?
No lo sabía. Solo sabía que cuando _____(tn) le dijo que tenía una cita se vio obligado a
seguirla.
—¿Y tu curiosidad ha sido satisfecha?
—Mi curiosidad, solo será satisfecha cuando descubra qué es lo que ves en él.
—Con todo respeto, eso no es asunto tuyo.
—Me preocupo por ti, ______(tn).
—No es cierto. Y no pienses que vas a engañarme. Te he visto demasiadas veces en la oficina como
para no conocer tus trucos. Conozco tu modus operandi.
—¿A qué te refieres?
Nick estaba disfrutando de la conversación. La pieza terminó y empezó otra, pero ella no pidió
que la soltase.
Estaban muy juntos, apretados el uno contra el otro. ____(tn) podía sentir a través del fino
vestido de punto los músculos del cuerpo masculino como si no llevase nada.
—Tu vida es el trabajo, Nick. Te conozco bastante bien.
—¿Alguna cosa más? —preguntó él en voz baja.
Estaba coqueteando descaradamente. Habría deseado besarla en el cuello, pero con Joe delante no le
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Pily....
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