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"HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
aa new lectoras bienvenidas espero les guste!!1
ya les subo cap!!!
ya les subo cap!!!
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
-¿Si qué?
-Si estoy aquí para trabajar.
Cuando salieron del agua notó que nick miraba descaradamente sus pechos y, al bajar la mirada, entendió por qué. El biquini, que era mucho más pequeño de lo que le había parecido en la tienda, se pegaba a sus pechos como una segunda piel.
El minúsculo biquini negro revelaba claramente sus pezones, marcando incluso la aureola.
-No tienes por qué sentir vergüenza. He visto pezones antes.
______ deseó que se la tragara la tierra. Pero se puso la camisa, intentando disimular.
nick tuvo que hacer un esfuerzo para no alargar la mano y acariciar sus pechos, tocar aquellos pezones... excitado como un adolescente y enfadado consigo mismo, tuvo que taparse con la toalla.
-Muchas gracias por la información. Pero si fueras un caballero no habrías... no habrías...
-¿No me habría quedado mirando?
No pensaba cambiar de conversación. Quería hacerle saber que, aunque estaban allí para trabajar, había una química sexual innegable entre los dos. La haría verlo hasta que olvidase Londres y, sobre todo, a joe
-Eso es.
-Te pido disculpas -murmuró nick-. Tienes razón. Perdóname. A veces olvido que a los ingleses no les gusta la gente que dice lo que piensa.
_____ no contestó. Sencillamente se dio la vuelta hacia el hotel, sintiendo los ojos del hombre clavados en su espalda
¿Por qué había dicho eso? No creía la excusa sobre las diferencias culturales. Nick jonas era un hombre sofisticado y no lo habría dicho sin intención.
El recuerdo de aquellos ojos brillantes clavados en sus pechos la quemó durante las dos horas que tardó en ducharse, lavarse el pelo y tomar el delicioso desayuno que pidió al servicio de habitaciones.
Eran casi las diez cuando bajó al vestíbulo y lo hizo decidida a cortar esos comentarios y esa incipiente familiaridad de raíz. Estaban allí para trabajar. Él era el jefe y ella, su secretaria. Nada más.
Afortunadamente, nick la estaba esperando abajo con dos empleados y la misma expresión que solía tener en la oficina, de modo que no iba a ponérselo difícil.
-Nos traerán todos los informes económicos del hotel, para que podamos inspeccionarlos. Y quiero que el contable esté disponible en cualquier momento. Y, sobre todo, necesito ver a Rawlings.
Cuando llegaron al despacho, nick le pidió que cerrase la puerta.
El hombre atractivo y alegre de unas horas andes, el que hacía que le hirviera la sangre en las venas, había vuelto a ser el hombre de negocios de siempre.
A la una, después de haber revisado docenas de informes, nick pidió una bandeja de sándwiches y unos refrescos.
Después, quitó el aire acondicionado para abrir la terraza, aunque le informó que tendrían que volver a cerrar después de comer o el calor haría imposible el trabajo.
_______ asintió. La brisa del mar era demasiado atractiva como para concentrarse en papeles y números. De hecho, cuando salieron, a la terraza para comer, bajo aquellas enormes palmeras, se le empezaron a cerrar los ojos.
-¿Qué te parece? -preguntó nick, estirando las piernas.
-¿A qué te refieres?
-A las discrepancias en las cuentas.
-Facturas aparentemente pagadas, pero sin hojas de pedido.
Los sándwiches, de ensalada tropical y pollo frío, estaban riquísimos, casi se derretían en la boca. _______ escuchaba a nick haciendo un esfuerzo para no dormirse mientras hablaba de un posible fraude.
-Espero que te hayas puesto crema en la cara.
-Y yo espero que dejes de portarte como si fueras mi padre. Ya soy suficientemente mayorcita como para cuidar de mí misma.
nick apretó los dientes. Por alguna extraña razón, quería protegerlá. Pero era absurdo.
-No me haría ninguna gracia que tuvieras que permanecer en cama con el trabajo que tenemos -dijo bruscamente.
-No tengo intención de quedarme en la cama. Y no tengo intención de quemarme como si fuera una cría.
-No te enfades...
-No estoy enfadada. Solo te estoy dejando las cosas claras -lo interrumpió ella, pasando la mano por la falda de algodón.
Le había parecido más apropiada para trabajar que unos pantalones cortos y, con aquel calor, mucho más cómoda que unos pantalones largos.
-Creo que sería mejor poner el aire acondicionado -dijo entonces, apartándose la blusa.
-Sin él nos habríamos derretido hace horas -sonrió nick, como pidiendo una tregua-. Y yo diría que hace más calor que antes.
______ observó el cielo azul, sin una sola nube.
-¿Y ahora qué hacemos?
-Llamar al contable.
Las bandejas fueron retiradas en silencio, con la rapidez de un equipo bien entrenado, y cuando nick empezó a hacerle preguntas al contable, el hombre prácticamente se puso a temblar.
-El señor Rawlings lleva gran parte de la contabilidad. Dice que, como director del hotel, es cosa suya.
nick siguió interrogándolo hasta que el hombre empezó a sudar visiblemente.
Por fin, dos horas más tarde, durante las que _____ había estado tomando notas y apuntando nombres de proveedores que sonaban muy poco reales, nick se quedó mirando al contable.
-¿Y no te parecía sospechoso no poder responder a las preguntas que se te hacían desde Londres?
-El señor Rawlings siempre dice que todo está bien, que está en contacto permanente con usted.
nick dejó escapar un suspiro.
-¿Cuántos años tienes, Peter?
-Veintidós, señor jonas.
-¿Y vives con tu familia?
-Estoy casado. Tengo un hijo de un año.
-¿Dónde vives?
-Al otro lado de la isla. Tenemos una casita... de hecho, estamos pagando una hipoteca. Necesito este trabajo, señor jonas
-¿Cuándo vuelve Rawlings, Peter?
-No lo sé, señor. Su familia vive en una de las otras islas, cerca de Bahamas. Por lo visto, se acerca un huracán y quería comprobar que todo estaba bien. Si hay un huracán, podría tardar uno o dos días en volver... quizá una semana.
-¿Un huracán? No he oído nada de eso.
-Lo han dicho en la radio.
-Muy bien, Peter. Eso es todo por ahora.
-Señor jonas... -empezó a decir el joven. Si tuviera un sombrero, _____ estaba convencida de que lo habría convertido en una pelota-. Mi trabajo...
-Por el momento, sigues teniendo trabajo.
______ esperó unos segundos hasta que Peter salió del despacho.
-Eso ha sido un detalle, nick. Muy compasivo.
-¿Qué podía hacer? Es un crío y, además, tiene que mantener un hijo -suspiró él, pasándose una mano por el pelo-. ¿Te importa decirme...?
Pero no estaba mirándola, estaba mirando hacia la playa, como perdido en sus pensamientos.
-¿Sí?
-¿Te importa decirme por qué la gente tiene hijos cuando apenas son unos críos?
-Supongo que...
-¡Una hipoteca, un hijo! ¡Por Dios bendito! -la interrumpió él.
-No todo el mundo tiene su vida planeada hasta el último detalle.
-¿Como yo quieres decir? ¿Y si te dijera que mi mayor deseo es tener un hijo?
Lo había dicho sin pensar, como tantas veces le ocurría estando con _________. Y no quería hacerlo, no quería contarle su vida, no quería hablarle de sí mismo.
-No me refería a ti.
nick hizo un gesto con la mano, como pidiéndole que olvidase el comentario.
-Está clero que se ha dejado manipular, pero el culpable de todo esto es Rawlings y estoy deseando que aparezca por aquí.
-Si aparece por aquí -murmuró Dulce, mirando los papeles. Allí había trabajo para una semana, desde luego-. ¿Quieres que me ponga con esto?
-Sí, por favor. Yo voy a ver si es verdad eso del huracán. Si no es así, puede que dentro de poco estemos a bordo de una avioneta buscando al desaparecido Rasvlings por todas las islas.
QUÉ HACEMOS ahora? -preguntó ________, nerviosa.
Se había confirmado la llegada del huracán. Mucho antes de lo previsto.
nick, en ausencia del director del hotel, había reunido a todos los clientes en el vestíbulo para decirles quién era e informarles de que el huracán no azotaría la isla directamente, pero sí recibirían el impacto de una forma u otra.
-No podemos hacer nada más que esperar -murmuró él, pasándose una mano por el pelo-. Lo has hecho muy bien, por cierto.
Mejor que bien, en realidad. Había hablado con los clientes aparentando tranquilidad, como si se enfrentase con un huracán todos los días.
-Gracias.
-Al menos hemos podido dormir esta noche -suspiró nick, mirando su reloj-. ¿Tienes miedo? ¿0 es una pregunta tonta?
-Es una pregunta tonta.
-Si los meteorólogos no se equivocan, solo tendremos fuertes vientos y mucha lluvia.
-Solo unas «ligeras inundaciones» -intentó bromear ella.
nick sintió el deseo de estrecharla en sus brazos. Las mujeres que se hunden durante una crisis son un fastidio, pero no las que intentan mantener la apariencia de normalidad en una situación extraordinaria.
Y _________ intentaba aparentar normalidad. Con aquel pantalón corto y la camiseta ancha, parecía más un chico que una chica.... y lo volvía loco.
-¿Tú tienes miedo? -preguntó ella entonces.
-¿Parezco el tipo de hombre que tiene miedo de algo? -intentó bromear nick.
-Todo el mundo tiene miedo de algo.
-Batallar contra los elementos no me asusta. Lo que sería aterrador es que alguno de los clientes sufriera un ataque de pánico. Nunca había visto una gente más asustadiza.
-Sí, es verdad.
_______ se sintió agradecida por estar con nivk en aquella situación. Sin él habría sido mucho más difícil.,.
Entonces se dio cuenta de que no había pensado en joe ni una sola vez desde que llegó a la isla.
Y también se dio cuenta de que, por muy agradable que fuera, por muy cómoda y pacífica que su vida pudiera ser con joe, tenía que dar por terminada la relación en cuanto llegase a Londres.
-Tres hombres han protestado porque iban a perderse unas reuniones de trabajo si el huracán duraba más de tres días. Como si nosotros pudiéramos controlar los fenómenos meteorológicos.
-La gente rica suele ser así de caprichosa -sonrió _____.
-¿Has llamado a tu novio para decirle lo que está pasando?
Ella se puso colorada.
-No... la verdad es que todo ha sido muy rápido.
La prueba concluyente de que su relación con joe no iba a ninguna parte y que no era el hombre de su vida.
-Pues quizá deberías hacerlo. Puede que nos quedemos sin teléfono, A menos, claro, que no te importe demasiado.
______ se levantó de un salto para dirigirse al teléfono. joe no estaba en casa, de modo que dejó un mensaje en el contestador explicándole lo que pasaba y diciendo que no debía preocuparse.
-¿No está en casa? -preguntó nick.
-Si estoy aquí para trabajar.
Cuando salieron del agua notó que nick miraba descaradamente sus pechos y, al bajar la mirada, entendió por qué. El biquini, que era mucho más pequeño de lo que le había parecido en la tienda, se pegaba a sus pechos como una segunda piel.
El minúsculo biquini negro revelaba claramente sus pezones, marcando incluso la aureola.
-No tienes por qué sentir vergüenza. He visto pezones antes.
______ deseó que se la tragara la tierra. Pero se puso la camisa, intentando disimular.
nick tuvo que hacer un esfuerzo para no alargar la mano y acariciar sus pechos, tocar aquellos pezones... excitado como un adolescente y enfadado consigo mismo, tuvo que taparse con la toalla.
-Muchas gracias por la información. Pero si fueras un caballero no habrías... no habrías...
-¿No me habría quedado mirando?
No pensaba cambiar de conversación. Quería hacerle saber que, aunque estaban allí para trabajar, había una química sexual innegable entre los dos. La haría verlo hasta que olvidase Londres y, sobre todo, a joe
-Eso es.
-Te pido disculpas -murmuró nick-. Tienes razón. Perdóname. A veces olvido que a los ingleses no les gusta la gente que dice lo que piensa.
_____ no contestó. Sencillamente se dio la vuelta hacia el hotel, sintiendo los ojos del hombre clavados en su espalda
¿Por qué había dicho eso? No creía la excusa sobre las diferencias culturales. Nick jonas era un hombre sofisticado y no lo habría dicho sin intención.
El recuerdo de aquellos ojos brillantes clavados en sus pechos la quemó durante las dos horas que tardó en ducharse, lavarse el pelo y tomar el delicioso desayuno que pidió al servicio de habitaciones.
Eran casi las diez cuando bajó al vestíbulo y lo hizo decidida a cortar esos comentarios y esa incipiente familiaridad de raíz. Estaban allí para trabajar. Él era el jefe y ella, su secretaria. Nada más.
Afortunadamente, nick la estaba esperando abajo con dos empleados y la misma expresión que solía tener en la oficina, de modo que no iba a ponérselo difícil.
-Nos traerán todos los informes económicos del hotel, para que podamos inspeccionarlos. Y quiero que el contable esté disponible en cualquier momento. Y, sobre todo, necesito ver a Rawlings.
Cuando llegaron al despacho, nick le pidió que cerrase la puerta.
El hombre atractivo y alegre de unas horas andes, el que hacía que le hirviera la sangre en las venas, había vuelto a ser el hombre de negocios de siempre.
A la una, después de haber revisado docenas de informes, nick pidió una bandeja de sándwiches y unos refrescos.
Después, quitó el aire acondicionado para abrir la terraza, aunque le informó que tendrían que volver a cerrar después de comer o el calor haría imposible el trabajo.
_______ asintió. La brisa del mar era demasiado atractiva como para concentrarse en papeles y números. De hecho, cuando salieron, a la terraza para comer, bajo aquellas enormes palmeras, se le empezaron a cerrar los ojos.
-¿Qué te parece? -preguntó nick, estirando las piernas.
-¿A qué te refieres?
-A las discrepancias en las cuentas.
-Facturas aparentemente pagadas, pero sin hojas de pedido.
Los sándwiches, de ensalada tropical y pollo frío, estaban riquísimos, casi se derretían en la boca. _______ escuchaba a nick haciendo un esfuerzo para no dormirse mientras hablaba de un posible fraude.
-Espero que te hayas puesto crema en la cara.
-Y yo espero que dejes de portarte como si fueras mi padre. Ya soy suficientemente mayorcita como para cuidar de mí misma.
nick apretó los dientes. Por alguna extraña razón, quería protegerlá. Pero era absurdo.
-No me haría ninguna gracia que tuvieras que permanecer en cama con el trabajo que tenemos -dijo bruscamente.
-No tengo intención de quedarme en la cama. Y no tengo intención de quemarme como si fuera una cría.
-No te enfades...
-No estoy enfadada. Solo te estoy dejando las cosas claras -lo interrumpió ella, pasando la mano por la falda de algodón.
Le había parecido más apropiada para trabajar que unos pantalones cortos y, con aquel calor, mucho más cómoda que unos pantalones largos.
-Creo que sería mejor poner el aire acondicionado -dijo entonces, apartándose la blusa.
-Sin él nos habríamos derretido hace horas -sonrió nick, como pidiendo una tregua-. Y yo diría que hace más calor que antes.
______ observó el cielo azul, sin una sola nube.
-¿Y ahora qué hacemos?
-Llamar al contable.
Las bandejas fueron retiradas en silencio, con la rapidez de un equipo bien entrenado, y cuando nick empezó a hacerle preguntas al contable, el hombre prácticamente se puso a temblar.
-El señor Rawlings lleva gran parte de la contabilidad. Dice que, como director del hotel, es cosa suya.
nick siguió interrogándolo hasta que el hombre empezó a sudar visiblemente.
Por fin, dos horas más tarde, durante las que _____ había estado tomando notas y apuntando nombres de proveedores que sonaban muy poco reales, nick se quedó mirando al contable.
-¿Y no te parecía sospechoso no poder responder a las preguntas que se te hacían desde Londres?
-El señor Rawlings siempre dice que todo está bien, que está en contacto permanente con usted.
nick dejó escapar un suspiro.
-¿Cuántos años tienes, Peter?
-Veintidós, señor jonas.
-¿Y vives con tu familia?
-Estoy casado. Tengo un hijo de un año.
-¿Dónde vives?
-Al otro lado de la isla. Tenemos una casita... de hecho, estamos pagando una hipoteca. Necesito este trabajo, señor jonas
-¿Cuándo vuelve Rawlings, Peter?
-No lo sé, señor. Su familia vive en una de las otras islas, cerca de Bahamas. Por lo visto, se acerca un huracán y quería comprobar que todo estaba bien. Si hay un huracán, podría tardar uno o dos días en volver... quizá una semana.
-¿Un huracán? No he oído nada de eso.
-Lo han dicho en la radio.
-Muy bien, Peter. Eso es todo por ahora.
-Señor jonas... -empezó a decir el joven. Si tuviera un sombrero, _____ estaba convencida de que lo habría convertido en una pelota-. Mi trabajo...
-Por el momento, sigues teniendo trabajo.
______ esperó unos segundos hasta que Peter salió del despacho.
-Eso ha sido un detalle, nick. Muy compasivo.
-¿Qué podía hacer? Es un crío y, además, tiene que mantener un hijo -suspiró él, pasándose una mano por el pelo-. ¿Te importa decirme...?
Pero no estaba mirándola, estaba mirando hacia la playa, como perdido en sus pensamientos.
-¿Sí?
-¿Te importa decirme por qué la gente tiene hijos cuando apenas son unos críos?
-Supongo que...
-¡Una hipoteca, un hijo! ¡Por Dios bendito! -la interrumpió él.
-No todo el mundo tiene su vida planeada hasta el último detalle.
-¿Como yo quieres decir? ¿Y si te dijera que mi mayor deseo es tener un hijo?
Lo había dicho sin pensar, como tantas veces le ocurría estando con _________. Y no quería hacerlo, no quería contarle su vida, no quería hablarle de sí mismo.
-No me refería a ti.
nick hizo un gesto con la mano, como pidiéndole que olvidase el comentario.
-Está clero que se ha dejado manipular, pero el culpable de todo esto es Rawlings y estoy deseando que aparezca por aquí.
-Si aparece por aquí -murmuró Dulce, mirando los papeles. Allí había trabajo para una semana, desde luego-. ¿Quieres que me ponga con esto?
-Sí, por favor. Yo voy a ver si es verdad eso del huracán. Si no es así, puede que dentro de poco estemos a bordo de una avioneta buscando al desaparecido Rasvlings por todas las islas.
QUÉ HACEMOS ahora? -preguntó ________, nerviosa.
Se había confirmado la llegada del huracán. Mucho antes de lo previsto.
nick, en ausencia del director del hotel, había reunido a todos los clientes en el vestíbulo para decirles quién era e informarles de que el huracán no azotaría la isla directamente, pero sí recibirían el impacto de una forma u otra.
-No podemos hacer nada más que esperar -murmuró él, pasándose una mano por el pelo-. Lo has hecho muy bien, por cierto.
Mejor que bien, en realidad. Había hablado con los clientes aparentando tranquilidad, como si se enfrentase con un huracán todos los días.
-Gracias.
-Al menos hemos podido dormir esta noche -suspiró nick, mirando su reloj-. ¿Tienes miedo? ¿0 es una pregunta tonta?
-Es una pregunta tonta.
-Si los meteorólogos no se equivocan, solo tendremos fuertes vientos y mucha lluvia.
-Solo unas «ligeras inundaciones» -intentó bromear ella.
nick sintió el deseo de estrecharla en sus brazos. Las mujeres que se hunden durante una crisis son un fastidio, pero no las que intentan mantener la apariencia de normalidad en una situación extraordinaria.
Y _________ intentaba aparentar normalidad. Con aquel pantalón corto y la camiseta ancha, parecía más un chico que una chica.... y lo volvía loco.
-¿Tú tienes miedo? -preguntó ella entonces.
-¿Parezco el tipo de hombre que tiene miedo de algo? -intentó bromear nick.
-Todo el mundo tiene miedo de algo.
-Batallar contra los elementos no me asusta. Lo que sería aterrador es que alguno de los clientes sufriera un ataque de pánico. Nunca había visto una gente más asustadiza.
-Sí, es verdad.
_______ se sintió agradecida por estar con nivk en aquella situación. Sin él habría sido mucho más difícil.,.
Entonces se dio cuenta de que no había pensado en joe ni una sola vez desde que llegó a la isla.
Y también se dio cuenta de que, por muy agradable que fuera, por muy cómoda y pacífica que su vida pudiera ser con joe, tenía que dar por terminada la relación en cuanto llegase a Londres.
-Tres hombres han protestado porque iban a perderse unas reuniones de trabajo si el huracán duraba más de tres días. Como si nosotros pudiéramos controlar los fenómenos meteorológicos.
-La gente rica suele ser así de caprichosa -sonrió _____.
-¿Has llamado a tu novio para decirle lo que está pasando?
Ella se puso colorada.
-No... la verdad es que todo ha sido muy rápido.
La prueba concluyente de que su relación con joe no iba a ninguna parte y que no era el hombre de su vida.
-Pues quizá deberías hacerlo. Puede que nos quedemos sin teléfono, A menos, claro, que no te importe demasiado.
______ se levantó de un salto para dirigirse al teléfono. joe no estaba en casa, de modo que dejó un mensaje en el contestador explicándole lo que pasaba y diciendo que no debía preocuparse.
-¿No está en casa? -preguntó nick.
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
JEJEJEJEJE
ESE NICK ES UN ......
JEJEJJEJE LINDO
SIGUELA PORFA
ESE NICK ES UN ......
JEJEJJEJE LINDO
SIGUELA PORFA
chelis
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
jajajj si es es es es.... es nick
jajaj wow me encanta la quiere??
siguelaa
jajaj wow me encanta la quiere??
siguelaa
#Fire Rouge..*
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
-No.
-¿A estas horas? Ah, claro, en Londres son las tres de la mañana. No estará de juerga, ¿verdad?
-A veces duerme en casa de su madre. Por lo visto, es un poco paranoica con la seguridad y joe duerme con ella de vez en cuando para que se quede tranquila.
-Ah, ya veo. Qué raro.
A ella no le había parecido raro cuando joe se lo contó. De hecho, le pareció un detalle por su parte.
-Es un buen hijo.
-Sí, ya -murmuró nick, preguntándose si debía presionarla un poco más. La sombra de joe se había convertido en un estorbo para él-. ¿Y qué haría si os casarais? ¿Seguiría durmiendo con su madre?
Estaba desesperado por oír que no estaban hechos el uno para el otro, que había cometido un error saliendo con él.
-No lo sé -contestó _______-. ¿No deberías salir para ver cómo está nuestro rebaño?
-Seguramente haría lo más sensato -siguió él, sin dejar que cambiase de tema.
-¿Y qué es lo más sensato?
-Seguramente vender su apartamento y pedirte que te vayas a vivir con él a casa de su madre. Y te aconsejo que no aceptes ese arreglo. Las suegras pueden ser muy difíciles, especialmente con un hijo único...
-Gracias por el consejo.
-De nada. De hecho, deberías preguntarte si casarte con un hombre tan apegado a su madre es buena idea.
______ podría decirle que ya había tomado una decisión sobre joe, pero se negaba a darle esa satisfacción. Además, la ponía nerviosa su actitud condescendiente.
-Yo creo que hay una diferencia entre un hombre demasiado apegado a su madre y un hombre que sabe comportarse como un buen hijo -replicó, dirigiéndose hacia la puerta para dar por terminada la conversación.
Pero apenas había tocado el picaporte cuando sintió la mano de mick en el brazo.
-No estoy intentando meterme en tu vida privada. Es que me siento en cierto modo responsable por ti.
-¿Por qué?
Cuando estaba tan cerca le resultaba difícil respirar. Había pensado que saliendo con otro hombre olvidaría la estúpida atracción que sentía por su jefe, pero... el sueño había durado poco.
-Supongo que porque no eres el tipo de mujer dura y sofisticada que puede controlar...
-¿Sus emociones, su vida amorosa?
-No he querido decir eso -suspiró nick
_________ oía el viento golpeando las ventanas del hotel, cada vez con más fuerza.
-Puedo cuidar de mí misma, muchas gracias. ¿Vamos fuera para ver qué está pasando?
Tenía que alejarse de él. Estaba demasiado cerca. Y cuando estaba demasiado cerca podía recordar cada línea de su cuerpo desnudo como lo vio aquella noche, tantos meses atrás.
Podría empujarlo, pero tenía la sospecha de que si lo tocaba no sería capaz de apartarse y su secreto quedaría al descubierto. Si lo tocaba, acabaría desabrochando los botones de su camisa para acariciar la piell dura y caliente...
-Tienes razón -dijo nick, abriendo la puerta-. Si nos quedamos aquí mucho tiempo, seguramente mandarán alguien a buscarnos.
_______ entendió entonces aquella extraña invasión en su vida privada.
Aquella noche, cuando llegó borracho a la oficina, se había forjado un lazo entre los das. Ella lo ayudó entonces y quizá él intentaba ayudarla para devolverle el favor. Solo era eso, solo por eso mostraba interés en su vida.
Cuando volvieron al vestíbulo, todos los clientes estaban esperando, angustiados.
Enseguida se vieron rodeados de gente que hacía preguntas y _____ se dejó llevar a una esquina por dos señoras mayores.
-El huracán se aleja, ¿verdad? -preguntó una de ellas.
_____ miró por encima del hombro y decidió que prefería a las hermanas Norton antes que a las señoras enjoyadas que no dejaban de quejarse porque el huracán, sin ninguna consideración, les había arruinado las vacaciones.
nick estaba diciéndole a todo el mundo que podían ocuparse en cerrar las contraventanas de todas las habitaciones para evitar que el viento rompiera los cristales.
-¿Oyes eso, Mattie? ¡Se ha declarado la guerra! -exclamó un anciano, con aspecto de militar.
-Es un huracán. No es lo mismo, querido.
Entonces todos se lanzaron a una discusión sobre las privaciones durante la guerra y _______ sonrió. Mejor, al menos así estarían ocupados en algo.
nick se acercó para decirle que iba a salir con algunos empleados porque tenían que clavar las contraventanas de fuera.
-Con _____ están en buenas manos -le dijo a las hermanas Norton, que no eran tan mayores como para que no les brillasen los ojitos al mirarlo.
-Claro que sí -sonrió Gracie-. Hemos tenido suerte de que su mujer y usted estuvieran de vacaciones aquí. Menos mal que tiene tiempo para venir a comprobar el funcionamiento de sus hoteles personalmente, ¿verdad, Edie?
-Desde luego -asintió su hermana-. Además, son una pareja muy atractiva.
Ella abrió la boca para protestar, pero vio el brillo de advertencia en los ojos de nick..
-Te dejo un momento, cariño, pero no te preocupes. Volveré enseguida.
______ se disculpó con las dos ancianas y lo siguió hasta la puerta.
-¿A qué juegas?
-No me parece diplomático contarle a mis clientes la razón por la que estoy aquí. Un escándalo no le haría ningún bien al hotel.
-Pero podrías haber dicho que soy tu secretaria, que has venido para...
-¿Para qué? Si no es un viaje de negocios, ¿qué es? ¿Quieres que piensen que estamos teniendo una aventura?
-¿Piensas que esta gente creería que...?
-Probablemente -asintió él-. Si no nos creen marido y mujer, pensarán que estamos aquí para pasar un buen rato
-Pero los empleados saben quién somos.
-Y están entrenados para no hablar de la vida privada de nadie. ______, las hermanas Norton están mirando hacia aquí, ve a hablar con ellas. Pertenecen a una generación que cree en el romance. ¿No es maravilloso en una época de sexo sin ataduras y relaciones sin compromiso?
-Tiene gracia que digas eso precisamente tú --replicó ella.
Pero no pudo seguir hablando porque nick inclinó la cabeza para buscar sus labios.
Y los labios de nick jonas sabían a gloria. La apretaba con tanta fuerza que sus pechos se aplastaban contra el torso masculino.
-¡nick!
-Nos veremos más tarde, cariño.
-Pero...
-¿Me esperarás? -sonrió él antes de alejarse, dejándola temblando como una. hoja.
_______ tuvo que sonreír cuando las hermanas Norton la felicitaron por tener un marido tan guapo y tan cariñoso. ¡Si supieran la verdad!
Casi se sintió aliviada cuando un golpe de viento arrancó unos arbustos y los envió rodando hacía la playa, con la consiguiente alarma de los clientes.
nick llevaba cuarenta y cinco minutos fuera. ¿Y si le había ocurrido algo? La verdad era que el cielo empezaba a tener un aspecto muy amenazador.
_________ se acercó a una de las ventanas y miró el cielo, tan negro como si fuera medianoche aunque apenas eran las siete.
-Espero que tu marido esté bien, querida -le dijo Edie-. No va a pasar nada, ¿verdad?
-Claro que no.
Pero las palmeras se doblaban sobre sí mismas como si una mano gigante las empujase y los arbustos eran arrancados por la fuerza del viento.
En ese momento, un relámpago iluminó el cielo y un trueno colosal hizo retumbar el hotel.
-¡Qué emocionante! -exclamo Edie-. Nosotras somos viejas y necesitamos algo como esto de vez en cuando para poner emoción en nuestras vidas.
Empezó a lloverr poco a poco, primero unas cuantas gotas que golpeaban rítmicamente los cristales y después un chaparrón que hacía imposible ver lo que ocurría fuera.
Cuando ______ estaba a punto de salir para buscar a nick, la puerta se abrió y apareció él, empapado.
-Pobrecilla, su mujer estaba preocupada por usted -le dijo Gracie.
-¿De verdad, cariño?
-Es que no sabía dónde estabas.
-No podemos hacer nada más. Tendremos que sentarnos a esperar que pase la tormenta. Voy a cambiarme de ropa, ¿vienes?
-Claro que sí -exclamó Edie-. Mire cómo está la pobre, pálida como una muerta.
-Creo que debería quedarme aquí -dijo _________.
-De acuerdo -sonrió nick, alargando la mano para acariciar su pelo-. ¿Segura?
-Segura.
-Dime, cariño, ¿dónde has puesto mis calzoncillos favoritos? Los negros con corazoncitos rojos.
-Ah, cielo, me temo que esos calzoncillos se los comió el perro antes de que saliéramos de Londres -replicó ella.
-Pues entonces tendrás que comprarme otro par -dijo nick, volviéndose hacia las ancianas-. Es una romántica. Le encanta sorprenderme con regalos.
Aquello estaba yendo demasiado lejos. Entendía sus razones para que los clientes no supieran qué estaba haciendo allí, pero esas payasadas eran demasiado.
Aunque quizá estaba exagerando. En realidad, no era más que una broma. Una broma que la ponía de los nervios, desde luego. Y que le hacía desear... cosas que no debía desear.
En la distancia, el mar era una masa negra y amenazadora que parecía acercarse cada vez más al hotel. El panorama daba miedo, desde luego.
Y ______ se sintió reconfortada cuando nick volvió y le pasó un brazo por los hembras. Eran la viva imagen de la pareja feliz mientras miraban por la ventana, hipnotizados por el poder del viento y la lluvia.
En situaciones extremas, le contó él, el viento podía mover coches y levantar tejados, aunque esperaba que no llegase a tanto.
Comieron todos juntos en el vestíbulo porque los clientes se sentían más seguros allí que en sus habitaciones. Pero el almuerzo se hizo casi en completo silencio. Nadie tenía ganas de hablar.
Intentando animar el ambiente, ____ sacó juegos de mesa para todo el mundo.
-Yo voy a trabajar un rato -dijo nick.
-De eso nada, cielo. Tenemos que hacer grupos para jugar -sonrió _____, distribuyendo barajas y otros juegos-. Y tú tienes que formar grupo con Edie, con Gracie y conmigo para jugar al Monopoly.
-¡No me gustan los juegos de mesa!
-No seas aguafiestas.
Por supuesto, nick tuvo que rendirse. La situación no estaba como para ponerse a discutir. Sobre todo, después de haberle hecho creer a todo el mundo que eran una pareja feliz.
-¡Estos dados están contra mí! -se quejó, cuando acabó en la cárcel por enésima vez.
-Espero que seas un buen perdedor.
Aunque el viento seguía golpeando con enorme fuerza las ventanas y las puertas del hotel, ________había conseguido animar un poco a los clientes y hacer que olvidasen por un momento el huracán que se acercaba de forma inexorable.
Debería haber ganado el juego. Tenía los mejores hoteles, los mejores barcias... pero no pudo ser porque se fue la luz.
En medio de la confusión, nick tomó su mano y anunció que todo el mundo debía retirarse a su habitación, que no debían temer nada y que los empleados los atenderían en todo lo necesario.
En realidad, era reconfortante estar con él. A su lado, parecía como si nada malo pudiera ocurrirle.
-_______ y yo estaremos en la suite Tucán...
¿Juntos en la suite? ¿De qué estaba hablando?
-Espera un momento...
nick le hizo un gesto con la mano.
-¿A estas horas? Ah, claro, en Londres son las tres de la mañana. No estará de juerga, ¿verdad?
-A veces duerme en casa de su madre. Por lo visto, es un poco paranoica con la seguridad y joe duerme con ella de vez en cuando para que se quede tranquila.
-Ah, ya veo. Qué raro.
A ella no le había parecido raro cuando joe se lo contó. De hecho, le pareció un detalle por su parte.
-Es un buen hijo.
-Sí, ya -murmuró nick, preguntándose si debía presionarla un poco más. La sombra de joe se había convertido en un estorbo para él-. ¿Y qué haría si os casarais? ¿Seguiría durmiendo con su madre?
Estaba desesperado por oír que no estaban hechos el uno para el otro, que había cometido un error saliendo con él.
-No lo sé -contestó _______-. ¿No deberías salir para ver cómo está nuestro rebaño?
-Seguramente haría lo más sensato -siguió él, sin dejar que cambiase de tema.
-¿Y qué es lo más sensato?
-Seguramente vender su apartamento y pedirte que te vayas a vivir con él a casa de su madre. Y te aconsejo que no aceptes ese arreglo. Las suegras pueden ser muy difíciles, especialmente con un hijo único...
-Gracias por el consejo.
-De nada. De hecho, deberías preguntarte si casarte con un hombre tan apegado a su madre es buena idea.
______ podría decirle que ya había tomado una decisión sobre joe, pero se negaba a darle esa satisfacción. Además, la ponía nerviosa su actitud condescendiente.
-Yo creo que hay una diferencia entre un hombre demasiado apegado a su madre y un hombre que sabe comportarse como un buen hijo -replicó, dirigiéndose hacia la puerta para dar por terminada la conversación.
Pero apenas había tocado el picaporte cuando sintió la mano de mick en el brazo.
-No estoy intentando meterme en tu vida privada. Es que me siento en cierto modo responsable por ti.
-¿Por qué?
Cuando estaba tan cerca le resultaba difícil respirar. Había pensado que saliendo con otro hombre olvidaría la estúpida atracción que sentía por su jefe, pero... el sueño había durado poco.
-Supongo que porque no eres el tipo de mujer dura y sofisticada que puede controlar...
-¿Sus emociones, su vida amorosa?
-No he querido decir eso -suspiró nick
_________ oía el viento golpeando las ventanas del hotel, cada vez con más fuerza.
-Puedo cuidar de mí misma, muchas gracias. ¿Vamos fuera para ver qué está pasando?
Tenía que alejarse de él. Estaba demasiado cerca. Y cuando estaba demasiado cerca podía recordar cada línea de su cuerpo desnudo como lo vio aquella noche, tantos meses atrás.
Podría empujarlo, pero tenía la sospecha de que si lo tocaba no sería capaz de apartarse y su secreto quedaría al descubierto. Si lo tocaba, acabaría desabrochando los botones de su camisa para acariciar la piell dura y caliente...
-Tienes razón -dijo nick, abriendo la puerta-. Si nos quedamos aquí mucho tiempo, seguramente mandarán alguien a buscarnos.
_______ entendió entonces aquella extraña invasión en su vida privada.
Aquella noche, cuando llegó borracho a la oficina, se había forjado un lazo entre los das. Ella lo ayudó entonces y quizá él intentaba ayudarla para devolverle el favor. Solo era eso, solo por eso mostraba interés en su vida.
Cuando volvieron al vestíbulo, todos los clientes estaban esperando, angustiados.
Enseguida se vieron rodeados de gente que hacía preguntas y _____ se dejó llevar a una esquina por dos señoras mayores.
-El huracán se aleja, ¿verdad? -preguntó una de ellas.
_____ miró por encima del hombro y decidió que prefería a las hermanas Norton antes que a las señoras enjoyadas que no dejaban de quejarse porque el huracán, sin ninguna consideración, les había arruinado las vacaciones.
nick estaba diciéndole a todo el mundo que podían ocuparse en cerrar las contraventanas de todas las habitaciones para evitar que el viento rompiera los cristales.
-¿Oyes eso, Mattie? ¡Se ha declarado la guerra! -exclamó un anciano, con aspecto de militar.
-Es un huracán. No es lo mismo, querido.
Entonces todos se lanzaron a una discusión sobre las privaciones durante la guerra y _______ sonrió. Mejor, al menos así estarían ocupados en algo.
nick se acercó para decirle que iba a salir con algunos empleados porque tenían que clavar las contraventanas de fuera.
-Con _____ están en buenas manos -le dijo a las hermanas Norton, que no eran tan mayores como para que no les brillasen los ojitos al mirarlo.
-Claro que sí -sonrió Gracie-. Hemos tenido suerte de que su mujer y usted estuvieran de vacaciones aquí. Menos mal que tiene tiempo para venir a comprobar el funcionamiento de sus hoteles personalmente, ¿verdad, Edie?
-Desde luego -asintió su hermana-. Además, son una pareja muy atractiva.
Ella abrió la boca para protestar, pero vio el brillo de advertencia en los ojos de nick..
-Te dejo un momento, cariño, pero no te preocupes. Volveré enseguida.
______ se disculpó con las dos ancianas y lo siguió hasta la puerta.
-¿A qué juegas?
-No me parece diplomático contarle a mis clientes la razón por la que estoy aquí. Un escándalo no le haría ningún bien al hotel.
-Pero podrías haber dicho que soy tu secretaria, que has venido para...
-¿Para qué? Si no es un viaje de negocios, ¿qué es? ¿Quieres que piensen que estamos teniendo una aventura?
-¿Piensas que esta gente creería que...?
-Probablemente -asintió él-. Si no nos creen marido y mujer, pensarán que estamos aquí para pasar un buen rato
-Pero los empleados saben quién somos.
-Y están entrenados para no hablar de la vida privada de nadie. ______, las hermanas Norton están mirando hacia aquí, ve a hablar con ellas. Pertenecen a una generación que cree en el romance. ¿No es maravilloso en una época de sexo sin ataduras y relaciones sin compromiso?
-Tiene gracia que digas eso precisamente tú --replicó ella.
Pero no pudo seguir hablando porque nick inclinó la cabeza para buscar sus labios.
Y los labios de nick jonas sabían a gloria. La apretaba con tanta fuerza que sus pechos se aplastaban contra el torso masculino.
-¡nick!
-Nos veremos más tarde, cariño.
-Pero...
-¿Me esperarás? -sonrió él antes de alejarse, dejándola temblando como una. hoja.
_______ tuvo que sonreír cuando las hermanas Norton la felicitaron por tener un marido tan guapo y tan cariñoso. ¡Si supieran la verdad!
Casi se sintió aliviada cuando un golpe de viento arrancó unos arbustos y los envió rodando hacía la playa, con la consiguiente alarma de los clientes.
nick llevaba cuarenta y cinco minutos fuera. ¿Y si le había ocurrido algo? La verdad era que el cielo empezaba a tener un aspecto muy amenazador.
_________ se acercó a una de las ventanas y miró el cielo, tan negro como si fuera medianoche aunque apenas eran las siete.
-Espero que tu marido esté bien, querida -le dijo Edie-. No va a pasar nada, ¿verdad?
-Claro que no.
Pero las palmeras se doblaban sobre sí mismas como si una mano gigante las empujase y los arbustos eran arrancados por la fuerza del viento.
En ese momento, un relámpago iluminó el cielo y un trueno colosal hizo retumbar el hotel.
-¡Qué emocionante! -exclamo Edie-. Nosotras somos viejas y necesitamos algo como esto de vez en cuando para poner emoción en nuestras vidas.
Empezó a lloverr poco a poco, primero unas cuantas gotas que golpeaban rítmicamente los cristales y después un chaparrón que hacía imposible ver lo que ocurría fuera.
Cuando ______ estaba a punto de salir para buscar a nick, la puerta se abrió y apareció él, empapado.
-Pobrecilla, su mujer estaba preocupada por usted -le dijo Gracie.
-¿De verdad, cariño?
-Es que no sabía dónde estabas.
-No podemos hacer nada más. Tendremos que sentarnos a esperar que pase la tormenta. Voy a cambiarme de ropa, ¿vienes?
-Claro que sí -exclamó Edie-. Mire cómo está la pobre, pálida como una muerta.
-Creo que debería quedarme aquí -dijo _________.
-De acuerdo -sonrió nick, alargando la mano para acariciar su pelo-. ¿Segura?
-Segura.
-Dime, cariño, ¿dónde has puesto mis calzoncillos favoritos? Los negros con corazoncitos rojos.
-Ah, cielo, me temo que esos calzoncillos se los comió el perro antes de que saliéramos de Londres -replicó ella.
-Pues entonces tendrás que comprarme otro par -dijo nick, volviéndose hacia las ancianas-. Es una romántica. Le encanta sorprenderme con regalos.
Aquello estaba yendo demasiado lejos. Entendía sus razones para que los clientes no supieran qué estaba haciendo allí, pero esas payasadas eran demasiado.
Aunque quizá estaba exagerando. En realidad, no era más que una broma. Una broma que la ponía de los nervios, desde luego. Y que le hacía desear... cosas que no debía desear.
En la distancia, el mar era una masa negra y amenazadora que parecía acercarse cada vez más al hotel. El panorama daba miedo, desde luego.
Y ______ se sintió reconfortada cuando nick volvió y le pasó un brazo por los hembras. Eran la viva imagen de la pareja feliz mientras miraban por la ventana, hipnotizados por el poder del viento y la lluvia.
En situaciones extremas, le contó él, el viento podía mover coches y levantar tejados, aunque esperaba que no llegase a tanto.
Comieron todos juntos en el vestíbulo porque los clientes se sentían más seguros allí que en sus habitaciones. Pero el almuerzo se hizo casi en completo silencio. Nadie tenía ganas de hablar.
Intentando animar el ambiente, ____ sacó juegos de mesa para todo el mundo.
-Yo voy a trabajar un rato -dijo nick.
-De eso nada, cielo. Tenemos que hacer grupos para jugar -sonrió _____, distribuyendo barajas y otros juegos-. Y tú tienes que formar grupo con Edie, con Gracie y conmigo para jugar al Monopoly.
-¡No me gustan los juegos de mesa!
-No seas aguafiestas.
Por supuesto, nick tuvo que rendirse. La situación no estaba como para ponerse a discutir. Sobre todo, después de haberle hecho creer a todo el mundo que eran una pareja feliz.
-¡Estos dados están contra mí! -se quejó, cuando acabó en la cárcel por enésima vez.
-Espero que seas un buen perdedor.
Aunque el viento seguía golpeando con enorme fuerza las ventanas y las puertas del hotel, ________había conseguido animar un poco a los clientes y hacer que olvidasen por un momento el huracán que se acercaba de forma inexorable.
Debería haber ganado el juego. Tenía los mejores hoteles, los mejores barcias... pero no pudo ser porque se fue la luz.
En medio de la confusión, nick tomó su mano y anunció que todo el mundo debía retirarse a su habitación, que no debían temer nada y que los empleados los atenderían en todo lo necesario.
En realidad, era reconfortante estar con él. A su lado, parecía como si nada malo pudiera ocurrirle.
-_______ y yo estaremos en la suite Tucán...
¿Juntos en la suite? ¿De qué estaba hablando?
-Espera un momento...
nick le hizo un gesto con la mano.
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
-Que cada uno tome una linterna. Nada de velas, por favor. E intenten conservar las pilas todo lo posible.
«Por si acaso tenían que utilizarlas durante un par de días, claro» «¿Y qué iba a hacer ella, encerrada en una suite, con nick durante un par de días?»
_______ tenía el corazón acelerado y, para cuando terminaron de repartir linternas, un montón de preguntas que no tenían nada que ver con el huracán.
-¿Cómo que vamos a dormir...?
-Señor jonas, le agradecemos mucho que nos haya cambiado de habitación. La nuestra estaba demasiado lejos -la interrumpió Gracie Norton.
-De nada. He pensado que así se sentirían más seguras.
-Muchas gracias, señor jonas. Cuando la anciana se alejó, _____ se volvió hacia él, atónita.
-¿Qué?
-Tus cosas ya están en la suite -dijo nick.
-Esto es ridículo.
-No olvides que somos un matrimonio. Tenemos que permanecer unidos.
-Pero este no era el acuerdo -protestó ella.
-Y tampoco que hubiese un huracán. Así es la vida.
Después de dejar a Gracie y Edie en la habitación, entraron en la suite y _______ se volvió con las manos en las caderas.
-Esto es una farsa.
Pero su agresiva actitud ese perdió en la oscuridad, rota solo por la limitada iluminación de la linterna.
-¿Qué otra cosa podía hacer?
-¿Dónde voy a dormir yo ahora?
-En la cama, por supuesto. ¿Dónde pensabas dormir? Toma la linterna, voy a darme una ducha. Pero tendré que dejar la puerta del baño abierta.
-¡No puedes dejarla abierta!
-¿Y cómo voy a ver si no? ¿Qué quieres, que me rompa la cabeza?
Mientras se duchaba, _____ colocó sus cosas en el armario y cuando él salió del baño, ataviado solo con una toalla en la cintura, se volvió, dispuesta a seguir protestando.
-Y antes de que lo preguntes, no tengo ninguna intención de dormir en el sofá. Te guste o no, vamos a compartir la cama.
-Pero...
-No queda más remedio, ________. Ya puedes ducharte. Para cuando salgas yo estaré bajo las sábanas, pegado al borde de la cama. No tendrás que tocarme siquiera,
Imposible, por supuesto. Era imposible estar en la cama con _____ y no tocarla, reconoció nick
Estaba esperándola cuando salió del baño. Apenas la veía, recortada contra la oscuridad, pero la sintió meterse en la cama, a su lado.
___________ pensó que estaba dormido. No la sorprendía. No era muy tarde, pero todos estaban agotados. Sobre todo él, que había tenido que comprobar las cocinas, la despensa, las palmeras que rodeaban el hotel para que ninguna cayera sobre el edificio... por no hablar de las relaciones públicas que tuvo que hacer con los clientes.
Debía estar exhausto.
Se metió en la cama, intentando por todos los medios no rozarlo, nerviosa. Pero diez minutos después se relajó. Por supuesto, no iba a pasar nada. Solo estaban compartiendo cama debido a las circunstancias.
El ruido de la lluvia golpeando los cristales la estaba adormeciendo... y entonces nick le preguntó si estaba bien.
___________ abrió los ojos y se volvió, sin pensar. Y entonces se tocaron.
Su rodilla rozaba el muslo del hombre. Un muslo desnudo. Y, al moverse, rozó algo que también estaba desnudo; algo duro y erecto.
NUNCA duermo con pijama.
La deseaba. En realidad, era más que deseo, era una fuerza que crecía dentro de él, que llevaba meses creciendo.
Y todo estaba funcionando a su favor. Había pensado seducirla y los eventos parecían estar favoreciendo ese intento de seducción. La exótica isla, el calor, el repentino huracán...
Aquel bendito huracán que golpeaba las ventanas con fuerza. En una crisis, la gente suele buscar refugio en otra persona. ¿Qué había más natural que buscarse el uno al otro?
El hecho de que estuvieran compartiendo cama había sido providencial. Y, sobre todo, la estupenda excusa de no dejar aisladas a las dos ancianas.
Y _________ lo deseaba también. Sentía la atracción que había entre ellos como una corriente eléctrica, aunque ella quisiera negarlo.
El problema era que después de montar el escenario, ya no quería seducirla. Quería, que lo sedujera ella, quería que admitiese la atracción que había entre los dos.
Pero _____ se había apartado como si quemara.
Sería tan fácil acortar los escasos centímetros que los separaban... sería tan fácil tocarla.
-¡Deberías haberte puesto algo!
-Sí, es verdad.
-¿Y por qué no lo has hecho?
nick se apoyó en un codo.
-Porque quiero hacerte el amor.
-¿Qué? -exclamó ella, sentándose sobre la cama.
-Tú sabes que me siento atraído por ti, ______. No digas que no.
-¡Hemos venido a trabajar! ¡Y eres mi jefe!
-Eso no nos detuvo hace ocho meses.
-¡Eso fue diferente!
-Sí, es verdad. Y ahora quiero hacerte el amor sin estar borracho.
Después de decirlo, esperó un segundo para ver su reacción.
Al menos no había salido corriendo, pensó. Pero sabía que si se acercaba un centímetro más, seguramente lo haría. Aunque tuviese que dormir en el cuarto de baño.
-Lo siento, pero no puede ser.
-¿Por qué no?
-Porque... ¡porque yo no soy tu tipo! Ya hemos hablado de eso antes, ¿recuerdas? No soy tu tipo y la única razón por la que pasó lo que pasó es que... no había nadie más a mano.
-Me parece que subestimas tu atractivo.
________ lo miró, atónita.
-Además, yo tengo novio.
Pero no dejaba de pensar en lo que nick había dicho. ¿La encontraba atractiva? Llevaba tanto tiempo enamorada de él que oírle decir eso la hacía sentir como una tonta.
Pero lo conocía demasiado bien. Podía sentirse atraído hacia ella porque estaban en circunstancias particulares, confinados en una isla golpeada por un huracán.
Pero, lo admitiese o no, ella no era su tipo como no lo era ocho meses antes, cuando hablaron en el despacho y, supuestamente, dejaron las cosas claras.
A nick jonas no le gustaban las chicas bajitas, rubias y de pecho pequeño.
Además, había visto cómo trataba a las mujeres. Después de Gina, ninguna le había durado más de una semana. Y ella no estaba hecha para un revolcón.
Por eso debía agarrarse al recuerdo de joe. Aunque él no fuera el hombre de su vida, este aparecería tarde o temprano.
-No es verdad, no tienes novio.
-¿Qué quieres decir?
-Que joe no te gusta. Olvidas que te he visto con él. Solo sois buenos amigos, aunque joe quiera algo más.
-Las relaciones duraderas suelen salir de una buena amistad.
-Te vas a caer de la cama si sigues escurriéndote hacia el borde. No te preocupes, _______, no voy a tocarte... si no quieres.
-¡Claro que no quiero!
-¿Estás segura?
-¡Claro que lo estoy!
El silencio se alargó durante unos segundos. Por encima del ruido de la lluvia que golpeaba los cristales, ________ podía oír los latidos de su corazón. Y aunque no quería, podía descifrar entre las sombras el torso masculino... desnudo.
-Entonces, si te toco el brazo con un dedo, ¿no querrás que siga hacia arriba? -murmuró nick, pasando del dicho al hecho-. ¿No quieres que te acaricie el cuello?
-¡No pienso escucharte! -exclamó ____, tapándose los oídos.
-Cobarde.
-No me gustan los revolcones de una noche.
-Pero nosotros ya hemos hecho eso -sonrió él-. Te has puesto un poco morena, ¿sabes? ¿Te bañarías desnuda en la playa conmigo? Me gustaría verte morena por todas partes.
_________ no contestó y nick se atrevió a acariciar suavemente su boca con un dedo. Y entonces, con un gemido de rendición, ella tomó el dedo entre sus labios.
-¿Quieres que pare? ¿Quieres que me ponga una camiseta y unos calzoncillos y me comporte como un caballero?
-Quiero que...
-¿Qué? ¿Dormir en el sofá? ¿En el suelo? ¿0 quieres que hagamos el amor como locos?
_______ cerró los ojos.
-¡Sí! Sí, sí, sí. Hazme el amor, nick. Quiero que...
Aquellas palabras eran como música celestial. Si le hubiera dicho que se vistiese, habría tenido que darse una ducha fría antes de poder volver a la cama.
Pero no había sido así.
nick se incorporó un poco para besarla. Un beso tierno, largo...
-¿Recuerdas la última vez que hicimos el amor?
-La última... y la primera.
-Yo creo recordar que fue maravilloso, pero no puedo estar seguro. ¿A ti también te gustó?
-Mucho -susurró ella.
nick la besaba suavemente en el cuello mientras levantaba la camiseta. Pero cuando vio sus pechos desnudos no pudo controlarse y se la quitó de un tirón. Excitado, sujetó sus manos para admirarla a placer.
Sus pechos eran pequeños, pero admirablemente proporcionados. Altos, blancos, con aureolas grandes... y con solo mirarlos sentía un escalofrío de deseo.
-No te quedes mirando.
-¿Y qué quieres que haga, maestra?
-Tócame.
-¿Así?
nick empezó a acariciar sus pechos con las dos manos, masajeándolos, pasando el pulgar por los endurecidos pezones.
-¿Y ahora qué?
-¡Ya sabes lo que quiero!
-Quiero que tú me des instrucciones.
-¿Te excita? -sonrió ________.
-Todo lo que haces me excita. Tienes unos pechos preciosos.
-Entonces, ¿por qué no...? -________ se puso colorada.
-¿Quieres que te haga esto?
Nick empezó a besar sus pechos, a acariciarlos con la lengua, chupando ávidamente los pezones hasta que ella empezó a estremecerse de placer.
______ enredó los dedos en su pelo y cuando miró hacia abajo vio la cabeza oscura del hombre moviéndose sobre su pecho, chupando un pezón mientras acariciaba el otro con la mano.
«Por si acaso tenían que utilizarlas durante un par de días, claro» «¿Y qué iba a hacer ella, encerrada en una suite, con nick durante un par de días?»
_______ tenía el corazón acelerado y, para cuando terminaron de repartir linternas, un montón de preguntas que no tenían nada que ver con el huracán.
-¿Cómo que vamos a dormir...?
-Señor jonas, le agradecemos mucho que nos haya cambiado de habitación. La nuestra estaba demasiado lejos -la interrumpió Gracie Norton.
-De nada. He pensado que así se sentirían más seguras.
-Muchas gracias, señor jonas. Cuando la anciana se alejó, _____ se volvió hacia él, atónita.
-¿Qué?
-Tus cosas ya están en la suite -dijo nick.
-Esto es ridículo.
-No olvides que somos un matrimonio. Tenemos que permanecer unidos.
-Pero este no era el acuerdo -protestó ella.
-Y tampoco que hubiese un huracán. Así es la vida.
Después de dejar a Gracie y Edie en la habitación, entraron en la suite y _______ se volvió con las manos en las caderas.
-Esto es una farsa.
Pero su agresiva actitud ese perdió en la oscuridad, rota solo por la limitada iluminación de la linterna.
-¿Qué otra cosa podía hacer?
-¿Dónde voy a dormir yo ahora?
-En la cama, por supuesto. ¿Dónde pensabas dormir? Toma la linterna, voy a darme una ducha. Pero tendré que dejar la puerta del baño abierta.
-¡No puedes dejarla abierta!
-¿Y cómo voy a ver si no? ¿Qué quieres, que me rompa la cabeza?
Mientras se duchaba, _____ colocó sus cosas en el armario y cuando él salió del baño, ataviado solo con una toalla en la cintura, se volvió, dispuesta a seguir protestando.
-Y antes de que lo preguntes, no tengo ninguna intención de dormir en el sofá. Te guste o no, vamos a compartir la cama.
-Pero...
-No queda más remedio, ________. Ya puedes ducharte. Para cuando salgas yo estaré bajo las sábanas, pegado al borde de la cama. No tendrás que tocarme siquiera,
Imposible, por supuesto. Era imposible estar en la cama con _____ y no tocarla, reconoció nick
Estaba esperándola cuando salió del baño. Apenas la veía, recortada contra la oscuridad, pero la sintió meterse en la cama, a su lado.
___________ pensó que estaba dormido. No la sorprendía. No era muy tarde, pero todos estaban agotados. Sobre todo él, que había tenido que comprobar las cocinas, la despensa, las palmeras que rodeaban el hotel para que ninguna cayera sobre el edificio... por no hablar de las relaciones públicas que tuvo que hacer con los clientes.
Debía estar exhausto.
Se metió en la cama, intentando por todos los medios no rozarlo, nerviosa. Pero diez minutos después se relajó. Por supuesto, no iba a pasar nada. Solo estaban compartiendo cama debido a las circunstancias.
El ruido de la lluvia golpeando los cristales la estaba adormeciendo... y entonces nick le preguntó si estaba bien.
___________ abrió los ojos y se volvió, sin pensar. Y entonces se tocaron.
Su rodilla rozaba el muslo del hombre. Un muslo desnudo. Y, al moverse, rozó algo que también estaba desnudo; algo duro y erecto.
NUNCA duermo con pijama.
La deseaba. En realidad, era más que deseo, era una fuerza que crecía dentro de él, que llevaba meses creciendo.
Y todo estaba funcionando a su favor. Había pensado seducirla y los eventos parecían estar favoreciendo ese intento de seducción. La exótica isla, el calor, el repentino huracán...
Aquel bendito huracán que golpeaba las ventanas con fuerza. En una crisis, la gente suele buscar refugio en otra persona. ¿Qué había más natural que buscarse el uno al otro?
El hecho de que estuvieran compartiendo cama había sido providencial. Y, sobre todo, la estupenda excusa de no dejar aisladas a las dos ancianas.
Y _________ lo deseaba también. Sentía la atracción que había entre ellos como una corriente eléctrica, aunque ella quisiera negarlo.
El problema era que después de montar el escenario, ya no quería seducirla. Quería, que lo sedujera ella, quería que admitiese la atracción que había entre los dos.
Pero _____ se había apartado como si quemara.
Sería tan fácil acortar los escasos centímetros que los separaban... sería tan fácil tocarla.
-¡Deberías haberte puesto algo!
-Sí, es verdad.
-¿Y por qué no lo has hecho?
nick se apoyó en un codo.
-Porque quiero hacerte el amor.
-¿Qué? -exclamó ella, sentándose sobre la cama.
-Tú sabes que me siento atraído por ti, ______. No digas que no.
-¡Hemos venido a trabajar! ¡Y eres mi jefe!
-Eso no nos detuvo hace ocho meses.
-¡Eso fue diferente!
-Sí, es verdad. Y ahora quiero hacerte el amor sin estar borracho.
Después de decirlo, esperó un segundo para ver su reacción.
Al menos no había salido corriendo, pensó. Pero sabía que si se acercaba un centímetro más, seguramente lo haría. Aunque tuviese que dormir en el cuarto de baño.
-Lo siento, pero no puede ser.
-¿Por qué no?
-Porque... ¡porque yo no soy tu tipo! Ya hemos hablado de eso antes, ¿recuerdas? No soy tu tipo y la única razón por la que pasó lo que pasó es que... no había nadie más a mano.
-Me parece que subestimas tu atractivo.
________ lo miró, atónita.
-Además, yo tengo novio.
Pero no dejaba de pensar en lo que nick había dicho. ¿La encontraba atractiva? Llevaba tanto tiempo enamorada de él que oírle decir eso la hacía sentir como una tonta.
Pero lo conocía demasiado bien. Podía sentirse atraído hacia ella porque estaban en circunstancias particulares, confinados en una isla golpeada por un huracán.
Pero, lo admitiese o no, ella no era su tipo como no lo era ocho meses antes, cuando hablaron en el despacho y, supuestamente, dejaron las cosas claras.
A nick jonas no le gustaban las chicas bajitas, rubias y de pecho pequeño.
Además, había visto cómo trataba a las mujeres. Después de Gina, ninguna le había durado más de una semana. Y ella no estaba hecha para un revolcón.
Por eso debía agarrarse al recuerdo de joe. Aunque él no fuera el hombre de su vida, este aparecería tarde o temprano.
-No es verdad, no tienes novio.
-¿Qué quieres decir?
-Que joe no te gusta. Olvidas que te he visto con él. Solo sois buenos amigos, aunque joe quiera algo más.
-Las relaciones duraderas suelen salir de una buena amistad.
-Te vas a caer de la cama si sigues escurriéndote hacia el borde. No te preocupes, _______, no voy a tocarte... si no quieres.
-¡Claro que no quiero!
-¿Estás segura?
-¡Claro que lo estoy!
El silencio se alargó durante unos segundos. Por encima del ruido de la lluvia que golpeaba los cristales, ________ podía oír los latidos de su corazón. Y aunque no quería, podía descifrar entre las sombras el torso masculino... desnudo.
-Entonces, si te toco el brazo con un dedo, ¿no querrás que siga hacia arriba? -murmuró nick, pasando del dicho al hecho-. ¿No quieres que te acaricie el cuello?
-¡No pienso escucharte! -exclamó ____, tapándose los oídos.
-Cobarde.
-No me gustan los revolcones de una noche.
-Pero nosotros ya hemos hecho eso -sonrió él-. Te has puesto un poco morena, ¿sabes? ¿Te bañarías desnuda en la playa conmigo? Me gustaría verte morena por todas partes.
_________ no contestó y nick se atrevió a acariciar suavemente su boca con un dedo. Y entonces, con un gemido de rendición, ella tomó el dedo entre sus labios.
-¿Quieres que pare? ¿Quieres que me ponga una camiseta y unos calzoncillos y me comporte como un caballero?
-Quiero que...
-¿Qué? ¿Dormir en el sofá? ¿En el suelo? ¿0 quieres que hagamos el amor como locos?
_______ cerró los ojos.
-¡Sí! Sí, sí, sí. Hazme el amor, nick. Quiero que...
Aquellas palabras eran como música celestial. Si le hubiera dicho que se vistiese, habría tenido que darse una ducha fría antes de poder volver a la cama.
Pero no había sido así.
nick se incorporó un poco para besarla. Un beso tierno, largo...
-¿Recuerdas la última vez que hicimos el amor?
-La última... y la primera.
-Yo creo recordar que fue maravilloso, pero no puedo estar seguro. ¿A ti también te gustó?
-Mucho -susurró ella.
nick la besaba suavemente en el cuello mientras levantaba la camiseta. Pero cuando vio sus pechos desnudos no pudo controlarse y se la quitó de un tirón. Excitado, sujetó sus manos para admirarla a placer.
Sus pechos eran pequeños, pero admirablemente proporcionados. Altos, blancos, con aureolas grandes... y con solo mirarlos sentía un escalofrío de deseo.
-No te quedes mirando.
-¿Y qué quieres que haga, maestra?
-Tócame.
-¿Así?
nick empezó a acariciar sus pechos con las dos manos, masajeándolos, pasando el pulgar por los endurecidos pezones.
-¿Y ahora qué?
-¡Ya sabes lo que quiero!
-Quiero que tú me des instrucciones.
-¿Te excita? -sonrió ________.
-Todo lo que haces me excita. Tienes unos pechos preciosos.
-Entonces, ¿por qué no...? -________ se puso colorada.
-¿Quieres que te haga esto?
Nick empezó a besar sus pechos, a acariciarlos con la lengua, chupando ávidamente los pezones hasta que ella empezó a estremecerse de placer.
______ enredó los dedos en su pelo y cuando miró hacia abajo vio la cabeza oscura del hombre moviéndose sobre su pecho, chupando un pezón mientras acariciaba el otro con la mano.
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
Oh o.o
Tienes que seguirla o morire .-.
Tienes que seguirla o morire .-.
maiih* [:
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHH
TIENES QUE SEGUIRLA PORFA
ANDA NO NOS DEJES CON LA INTRIGA
JEJEJEJEJE
chelis
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
Era un bombardeo de sensaciones.
Sentía el loco deseo de tocarse ella misma, pero le daba vergüenza. Necesitaba que la tocase allí.
Estaba húmeda y él pareció darse cuenta porque empezó a deslizarse hacia abajo, sin dejar de besarla por todas partes, hasta llegar a las braguetas.
En lugar de quitárselas, abrió sus piernas y empezó a besarla por encima de la tela.
Era un gesto muy erótico y ________ cerró los ojos, levantando las caderas instintivamente.
Tenía las braguetas húmedas cuando por fin se las quitó... y cuando sintió la lengua dentro de su húmeda cueva, tuvo que morderse los labios para no gritar.
nick le puso las manos bajo las nalgas para controlar sus movimientos, tomándose su tiempo, torturándola.
-Ahora, cielo -murmuró, cuando _______ estaba a punto de llegar al orgasmo-. Es tu turno.
Ella obedeció. Era maravilloso hacer algo que solo había soñado hacer. Acarició cada centímetro del cuerpo masculino, experimentando una tremenda sensación de poder cada vez que lo hacía temblar.
Excitada por tantas sensaciones nuevas, chupaba sus oscuros pezones mientras restregaba su cuerpo provocativamente hasta que nick tuvo que apretar los dientes.
Hacer el amor fue una experiencia liberadora. La hacía sentirse como una mujer nueva, diferente.
Intentó colocarse sobre él, pero nick la tumbó de espaldas.
-La próxima vez. Ahora necesito ser yo quien controle.
Cuando la penetró, cada músculo de su cuerpo pareció despertar a la vida. Se agarró a sus hombros mientras él la embestía una y otra vez, apretando los labios, jadeando.
Por fin se derramó en ella y solo entonces, cuando estaban uno en brazos del otro, ________ se dio cuenta de que no habían usado protección.
Quizá nick pensaba que estabaa tomando la píldora. 0 quizá no viajaba con una caja de preservativos. La cuestión era que lo habían hecho sin poner barreras, ambos perdidos en aquella salvaje y repentina pasión.
-En caso de que te lo preguntes, en este momento estamos seguros.
-No te entiendo.
-Que no estoy ovulando, así que no hay ningún problema.
-¿,Eso es una invitación? -sonrió nick.
-¿Es mi imaginación o está dejando de llover?
Los dos se quedaron escuchando un momento.
-Creo que sí. Voy a echar un vistazo.
nick saltó de la cama y cuando la luz de la luna iluminó su cuerpo desnudo, ________ se levantó para ir a su lado.
-Sí, está dejando de llover -murmuró él, pasándole un brazo por los hombros.
-Menos mal.
________ apoyó la cabeza en su pecho, suspirando. Aquellos eran placeres robados, recuerdos que debería guardar en su memoria para los días lluviosos.
-El viento también ha amainado. Por la mañana, podremos empezar a organizarlo todo.
Cuando la miró, desnuda como él a la luz de la luna, volvió a desearla como si fuera la primera vez.
No se había equivocado. Hacer el amor con ________ había sido tan excitante como lo recordaba. Y no había ningún vacío, no tenía el deseo de marcharse para estar solo como le ocurría con otras mujeres.
-¿Salimos fuera?
-¿Fuera?
-Solo a la terraza, para sentir la lluvia en la cara.
-¿No será peligroso?
-Ya. no. El viento ha amainado y mañana por la mañana tendremos sol otra vez.
-Pero...
nick abrió la puerta de la terraza. El agua de la lluvia era caliente y ________ disfrutó de la brisa fresca que olía a mar.
Le gustaba estar al aire libre, desnuda. nick la abrazó por detrás, apoyando la cara sobre su pelo.
-Si miras bien, podrás ver el mar. Aunque la playa estará cubierta de algas.
Mientras hablaba, acariciaba tiernamente sus pechos, maravillándose de su perfección, de que casi pareciesen hechos para él. Entonces deslizó la mano por su estómago hasta el triángulo de vello rubio entre sus piernas.
-Podemos ir a la playa cuando salga el sol -murmuró, sin detener su exploración, deslizando los dedos entre los húmedos pliegues.
_________ debería sentir vergüenza. En realidad, nunca había hecho algo así en su vida. La lluvia, una llovizna ya prácticamente, la mojaba como el agua de la ducha y podía sentir el cuerpo de nick, mojado, tras ella. Era una sensación muy erótica.
Todo a su alrededor estaba mojado, pero el huracán no parecía haber causado grandes daños.
-Este hotel está diseñado para aguantar tormentas tropicales -murmuró nick -. Es muy difícil arrancar las palmeras de raíz y los muebles de fuera están cementados. ¿Te gusta esto, cariño?
-Sí -contestó ______, volviéndose para acariciarlo a su vez.
-Será mejor que no volvamos a la cama. Estamos empapados.
-Entonces, ¿qué sugieres?
nick la tomó en brazos y ella enredó las piernas alrededor de su cintura. Nunca había hecho el amor en aquella posición. Y jamás desnuda en una terraza, bajo la lluvia.
El era muy fuerte y la movía a placer, apoyándose en la pared y sujetando sus caderas hasta que llegaron al orgasmo casi al unísono.
Después de la ducha, nick la secó con una toalla de arriba abajo y, unos minutos más tarde, se metieron de nuevo en la cama. _______ estaba tan exhausta que se quedó dormida.
Despertó a la mañana siguiente, más relajada que nunca.
nick no se había equivocado. El sol asomaba en el horizonte, colándose por las persianas de la terraza... pero cuando alargó la mano para tocar el otro lado de la cama lo encontró vacío.
No sabía cuánto tiempo llevaba sola.
Muy bien, no había sido un revolcón de una sola noche. Había sido un revolcón de dos noches.
Pero se negaba a tener remordimientos. nick no le había prometido nada, pero habían vivido unas horas mágicas, enternecedoras y apasionantes.
La única cuestión era: ¿cómo pretender que no había pasado nada?
No sabía qué esperar mientras bajaba al restaurante del hotel, donde suponía que se habrían reunido los clientes.
Oyó voces antes de llegar. Ningún cliente se había quedado en la cama aquel día. Desde luego, las vacaciones estaban siendo bastante moviditas.
La única persona que faltaba era nick
-Está comprobando los daños fuera del hotel, querida -le informó Gracie.
-Ah, no lo sabía.
-Lo vi salir a las siete de la mañana con unos empleados. Es asombroso lo rápido que cambia ,aquí el tiempo, ¿verdad? Ayer estábamos en medio de un huracán y ahora sale el sol.
-Maravilloso -sonrió Edie-. Una pena quee en Inglaterra no tengamos un tiempo así.
-Sí, es cierto.
-¿Has desayunado? Pareces cansada.
-¿No has dormido bien?
-Gracie, no te metas donde no te llaman -la regañó su hermana-. Esto del huracán es muy emocionante. Acabo de hablar con el coronel y vamos a cenar juntos esta noche. Dice que no ha podido pegar ojo, pensando que se le podía caer el hotel encima.
Cuando _______ levantó la mirada vio a nick entrando en el restaurante. Y su corazón dio un vuelco. Llevaba pantalones cortos de color caqui y un polo de color crema. Tenía un aspecto descuidadamente elegante, como siempre.
Lo llamó con la mano, sintiendo que su sofisticada actitud deje ne regrette cien empezaba a evaporarse.
-¿Ha habido muchos daños?
Parecía ridículo mantener aquella conversación cuando unas horas antes habían estado haciendo el amor bajo la lluvia.
-No tantos como esperábamos -contestó él, pasándole un brazo por los hombros-. Pero para algunos de los isleños ha sido un desastre. Han perdido las cosechas. Por ahora, he establecido un plan con la cocina del hotel para que nadie se quede sin un plato de comida y me encargaré de ayudarlos económicamente para que puedan recuperarse.
-¡Eso es maravilloso! -exclamó Gracie.
¿Era raro haberse enamorado de aquel hombre?, se preguntó _______, emocionada.
-¿Podemos ayudar en algo? -preguntó Edie.
-Claro que sí. Podrían ayudar en la cocina.
-¡Maravilloso! ¡Todo el mundo, manos a la obra!
-Creo que habrá que supervisarlos -le dijo nick al oído-. Esta gente no ha pisado una cocina en toda su vida. No creo que sepan hacer un huevo frito.
-nick, sobre lo de anoche...
-¿Sí?
-Bueno, digamos que no hay necesidad de que te muestres cariñoso en público.
-¿Y qué pensarían mis clientes si no me mostrase cariñoso en un momento como este? Acabamos de sobrevivir a una situación peligrosa.
Sentía el loco deseo de tocarse ella misma, pero le daba vergüenza. Necesitaba que la tocase allí.
Estaba húmeda y él pareció darse cuenta porque empezó a deslizarse hacia abajo, sin dejar de besarla por todas partes, hasta llegar a las braguetas.
En lugar de quitárselas, abrió sus piernas y empezó a besarla por encima de la tela.
Era un gesto muy erótico y ________ cerró los ojos, levantando las caderas instintivamente.
Tenía las braguetas húmedas cuando por fin se las quitó... y cuando sintió la lengua dentro de su húmeda cueva, tuvo que morderse los labios para no gritar.
nick le puso las manos bajo las nalgas para controlar sus movimientos, tomándose su tiempo, torturándola.
-Ahora, cielo -murmuró, cuando _______ estaba a punto de llegar al orgasmo-. Es tu turno.
Ella obedeció. Era maravilloso hacer algo que solo había soñado hacer. Acarició cada centímetro del cuerpo masculino, experimentando una tremenda sensación de poder cada vez que lo hacía temblar.
Excitada por tantas sensaciones nuevas, chupaba sus oscuros pezones mientras restregaba su cuerpo provocativamente hasta que nick tuvo que apretar los dientes.
Hacer el amor fue una experiencia liberadora. La hacía sentirse como una mujer nueva, diferente.
Intentó colocarse sobre él, pero nick la tumbó de espaldas.
-La próxima vez. Ahora necesito ser yo quien controle.
Cuando la penetró, cada músculo de su cuerpo pareció despertar a la vida. Se agarró a sus hombros mientras él la embestía una y otra vez, apretando los labios, jadeando.
Por fin se derramó en ella y solo entonces, cuando estaban uno en brazos del otro, ________ se dio cuenta de que no habían usado protección.
Quizá nick pensaba que estabaa tomando la píldora. 0 quizá no viajaba con una caja de preservativos. La cuestión era que lo habían hecho sin poner barreras, ambos perdidos en aquella salvaje y repentina pasión.
-En caso de que te lo preguntes, en este momento estamos seguros.
-No te entiendo.
-Que no estoy ovulando, así que no hay ningún problema.
-¿,Eso es una invitación? -sonrió nick.
-¿Es mi imaginación o está dejando de llover?
Los dos se quedaron escuchando un momento.
-Creo que sí. Voy a echar un vistazo.
nick saltó de la cama y cuando la luz de la luna iluminó su cuerpo desnudo, ________ se levantó para ir a su lado.
-Sí, está dejando de llover -murmuró él, pasándole un brazo por los hombros.
-Menos mal.
________ apoyó la cabeza en su pecho, suspirando. Aquellos eran placeres robados, recuerdos que debería guardar en su memoria para los días lluviosos.
-El viento también ha amainado. Por la mañana, podremos empezar a organizarlo todo.
Cuando la miró, desnuda como él a la luz de la luna, volvió a desearla como si fuera la primera vez.
No se había equivocado. Hacer el amor con ________ había sido tan excitante como lo recordaba. Y no había ningún vacío, no tenía el deseo de marcharse para estar solo como le ocurría con otras mujeres.
-¿Salimos fuera?
-¿Fuera?
-Solo a la terraza, para sentir la lluvia en la cara.
-¿No será peligroso?
-Ya. no. El viento ha amainado y mañana por la mañana tendremos sol otra vez.
-Pero...
nick abrió la puerta de la terraza. El agua de la lluvia era caliente y ________ disfrutó de la brisa fresca que olía a mar.
Le gustaba estar al aire libre, desnuda. nick la abrazó por detrás, apoyando la cara sobre su pelo.
-Si miras bien, podrás ver el mar. Aunque la playa estará cubierta de algas.
Mientras hablaba, acariciaba tiernamente sus pechos, maravillándose de su perfección, de que casi pareciesen hechos para él. Entonces deslizó la mano por su estómago hasta el triángulo de vello rubio entre sus piernas.
-Podemos ir a la playa cuando salga el sol -murmuró, sin detener su exploración, deslizando los dedos entre los húmedos pliegues.
_________ debería sentir vergüenza. En realidad, nunca había hecho algo así en su vida. La lluvia, una llovizna ya prácticamente, la mojaba como el agua de la ducha y podía sentir el cuerpo de nick, mojado, tras ella. Era una sensación muy erótica.
Todo a su alrededor estaba mojado, pero el huracán no parecía haber causado grandes daños.
-Este hotel está diseñado para aguantar tormentas tropicales -murmuró nick -. Es muy difícil arrancar las palmeras de raíz y los muebles de fuera están cementados. ¿Te gusta esto, cariño?
-Sí -contestó ______, volviéndose para acariciarlo a su vez.
-Será mejor que no volvamos a la cama. Estamos empapados.
-Entonces, ¿qué sugieres?
nick la tomó en brazos y ella enredó las piernas alrededor de su cintura. Nunca había hecho el amor en aquella posición. Y jamás desnuda en una terraza, bajo la lluvia.
El era muy fuerte y la movía a placer, apoyándose en la pared y sujetando sus caderas hasta que llegaron al orgasmo casi al unísono.
Después de la ducha, nick la secó con una toalla de arriba abajo y, unos minutos más tarde, se metieron de nuevo en la cama. _______ estaba tan exhausta que se quedó dormida.
Despertó a la mañana siguiente, más relajada que nunca.
nick no se había equivocado. El sol asomaba en el horizonte, colándose por las persianas de la terraza... pero cuando alargó la mano para tocar el otro lado de la cama lo encontró vacío.
No sabía cuánto tiempo llevaba sola.
Muy bien, no había sido un revolcón de una sola noche. Había sido un revolcón de dos noches.
Pero se negaba a tener remordimientos. nick no le había prometido nada, pero habían vivido unas horas mágicas, enternecedoras y apasionantes.
La única cuestión era: ¿cómo pretender que no había pasado nada?
No sabía qué esperar mientras bajaba al restaurante del hotel, donde suponía que se habrían reunido los clientes.
Oyó voces antes de llegar. Ningún cliente se había quedado en la cama aquel día. Desde luego, las vacaciones estaban siendo bastante moviditas.
La única persona que faltaba era nick
-Está comprobando los daños fuera del hotel, querida -le informó Gracie.
-Ah, no lo sabía.
-Lo vi salir a las siete de la mañana con unos empleados. Es asombroso lo rápido que cambia ,aquí el tiempo, ¿verdad? Ayer estábamos en medio de un huracán y ahora sale el sol.
-Maravilloso -sonrió Edie-. Una pena quee en Inglaterra no tengamos un tiempo así.
-Sí, es cierto.
-¿Has desayunado? Pareces cansada.
-¿No has dormido bien?
-Gracie, no te metas donde no te llaman -la regañó su hermana-. Esto del huracán es muy emocionante. Acabo de hablar con el coronel y vamos a cenar juntos esta noche. Dice que no ha podido pegar ojo, pensando que se le podía caer el hotel encima.
Cuando _______ levantó la mirada vio a nick entrando en el restaurante. Y su corazón dio un vuelco. Llevaba pantalones cortos de color caqui y un polo de color crema. Tenía un aspecto descuidadamente elegante, como siempre.
Lo llamó con la mano, sintiendo que su sofisticada actitud deje ne regrette cien empezaba a evaporarse.
-¿Ha habido muchos daños?
Parecía ridículo mantener aquella conversación cuando unas horas antes habían estado haciendo el amor bajo la lluvia.
-No tantos como esperábamos -contestó él, pasándole un brazo por los hombros-. Pero para algunos de los isleños ha sido un desastre. Han perdido las cosechas. Por ahora, he establecido un plan con la cocina del hotel para que nadie se quede sin un plato de comida y me encargaré de ayudarlos económicamente para que puedan recuperarse.
-¡Eso es maravilloso! -exclamó Gracie.
¿Era raro haberse enamorado de aquel hombre?, se preguntó _______, emocionada.
-¿Podemos ayudar en algo? -preguntó Edie.
-Claro que sí. Podrían ayudar en la cocina.
-¡Maravilloso! ¡Todo el mundo, manos a la obra!
-Creo que habrá que supervisarlos -le dijo nick al oído-. Esta gente no ha pisado una cocina en toda su vida. No creo que sepan hacer un huevo frito.
-nick, sobre lo de anoche...
-¿Sí?
-Bueno, digamos que no hay necesidad de que te muestres cariñoso en público.
-¿Y qué pensarían mis clientes si no me mostrase cariñoso en un momento como este? Acabamos de sobrevivir a una situación peligrosa.
Pily....
Re: "HURACÁN DE DESEO" (Nick y tu) adaptacion- TERMINADA
Claro, era eso. ¿Qué pensarían sus ilustres clientes?
Todos creían que nick y ellan eran un matrimonio feliz. Para _____, el brazo que tenía sobre los hombros empezaba a ser como un peso muerto, pero no podía apartarse con tanta gente alrededor.
El espectáculo debía continuar.
-Supongo que Gracie y Edie ya pueden volver a su habitación.
-Sí, claro. Le diré a algún empleado que se encargue de llevar sus cosas.
-Muy bien. En ese caso, yo llevaré las mías a mi habitación.
-¿De qué estás hablando? Tú te quedas conmigo.
-¿Cómo?
-No pensarás que me conformo con una sola noche, ¿verdad? ¿Te conformas tú?
-Pues...
-Admítelo, tú tampoco -sonrió nick-. Tú me deseas tanto como yo a ti. De hecho, me gustaría hacer el amor ahora mismo. Me gustaría tumbarte sobre una toalla, con el sonido del mar a unos metros y el sol bañando nuestros cuerpos desnudos.
Y nunca había dicho nada más en serio en toda su vida.
Pensaba que acostarse con _________ una vez más sería suficiente, pero empezaba a pensar que nunca iba a poder alejarse de ella.
Lo único que quedaba era solucionar el asunto de joe
¿Y cuando volvamos a Inglaterra?», hubiera querido preguntar _______. ¿Su deseo sería tan poderoso a cinco mil kilómetros de distancia? Sabía lo poco que le interesaban las mujeres con las que salía. Mujeres guapísimas. La verdad era que le gustaban durante una semana y después no quería volver a saber nada de ellas.
Porque nunca se había recuperado de la muerte de su esposa. Nadie podía competir con su recuerdo y menos ella, una mujer en la que nick no había tenido nunca el menor interés.
Si seguía acostándose con él, solo sería una cuestión de tiempo. Un día vería la indiferencia reflejada en sus ojos y cuando eso ocurriera no solo lo perdería a él, perdería su trabajo. Por supuesto, no iba a seguir trabajando para un hombre con el que se había acostado.
-No creo que sea buena idea seguir haciendo esto.
Eso no era lo que nick había esperado oír y sus palabras fueronn como una bofetada.
-Ahoraa tenemos que controlar lo que hacen los clientes en la cocina. Pero esta conversación no ha terminado.
-¿Porque no ha terminado como tú querías?
-Qué bien me conoces, cariño.
¿Qué significaba eso? ______ se lo preguntó durante todo el día, mientras ayudaba a limpiar la playa, guardaba comida en fiambreras y controlaba que los clientes tuvieran cosas que hacer para mantenerse ocupados.
Apenas vio a nick. Estaba comprobando los daños y hablando por teléfono. Por lo visto, habría un barco disponible al día siguiente, pero la avioneta que solía transportar a los clientes del hotell no estaría reparadaa hasta unos días después.
A las seis de la tarde, _______ pidió a los clientes que descansaran un rato y ella misma fue a la suite para darse una ducha, decidida a terminar de una vez por todas con aquella relación absurda que no iba a llevarla a ninguna parte.
Lo último que esperaba ver al salir de la ducha era a nick., Estaba muy serio, con los brazos cruzados.
-¿Cómo has entrado?
-Imaginé que cerrarías la puerta de la suite. Por eso me llevé la llave de la terraza.
________ se quedó helada.
-Eso es...
-¿Astuto, taimado? Sí, lo admito.
-No puedo hablar contigo así. Tengo que vestirme.
-¿Por qué? ¿Tienes que llevar un traje de chaqueta para decirme que no quieres seguir manteniendo relaciones conmigo?
-No he traído ningún traje de chaqueta -replicó ella, intentando aparentar cierta tranquilidad.
-Me deseas y yo te deseo a ti. Es muy sencillo.
-Acostarme con mi jefe no es mi estilo, nick.
-No era eso lo que pensabas anoche.
-Lo de anoche fue...
-Anoche hiciste lo que querías hacer y disfrutaste cada segundo, como yo. La vida es demasiado corta como para negarnos un placer, _________.
-Habla por ti mismo -replicó ella.
nick alargó la mano para acariciar su cuello.
-¿No te gusta? Sé que sí -murmuró, metiendo la mano por debajo de la toalla-. ¿Lo ves? Tienes los pezones duros.
No había planeado hacer eso, pero la atracción que sentía por ella era demasiado fuerte, demasiado salvaje. Sin decir nada más, le quitó la toalla de un tirón y _______ quedó frente a él completamente desnuda. Entonces nick bajó la mano y la puso entre sus piernas.
Y ella no pudo seguir disimulando. Rendida, levantó la cara y le ofreció sus labios.
joe era la seguridad, pero ya había decidido que no quería seguridad.
Y tampoco seguiría con nick, pero disfrutar de aquellos días juntos merecía la pena.
Nick jonas era el hombre de su vida. A la porra la seguridad.
-Cortarás con joe cuando volvamos a Inglaterra.
-Cortaré con él -murmuró ________.
Unos días, unas semanas. Quizá estarían juntos durante unos meses.
Podría romperle el corazón, pero estaba dispuesta a arriesgarse.
________ miraba por la ventana de la cocina, con la cara entre las manos y una taza de té sin tocar sobre la mesa. Estaba lloviendo. No la lluvia salvaje que había visto seis semanas antes, en la isla, sino una típica llovizna inglesa. Fría e interminable.
Tres veces a la semana, contra los deseos de nick, dormía allí.
-Déjalo. Es un apartamento muy pequeño y está lejos. Vente a vivir conmigo.
Ella se negó, aunque la tentación de despertarse cada mañana al lado del hombre que amaba era tan fuerte como un trago de agua para un sediento.
La realidad era que, a pesar de que hacían el amor apasionadamente en los sitios más inapropiados, ______ sabía que aquella pasión era algo transitorio. Estaba durando más de lo que ella había previsto, más de lo que le había durado ninguna mujer tras la muerte de su esposa, pero «amor» era una palabra que nick jonas no había pronunciado en ningún momento. Ni siquiera cuando estaba encima de ella, estremecido de pasión.
_________ se preguntaba cuál sería su reacción cuando le diera la noticia.
Iría a buscarla en media hora para ir a comer a las afueras de Londres. Después tenían pensado ir al cine para ver una comedia romántica por la que él había mostrado cero entusiasmo, pero que vería porque ella quería verla.
Qué fácil sería leer señales equivocadas en esos pequeños detalles. Qué fácil pensar que, quizá sin darse cuenta, nick también la amaba.
¿Le habría pedido que se fuera a vivir con él si no la amase? ¿Lo encontraría mirándola a todas horas en la oficina si no la amase?
Pero si la amase se lo diría. De eso estaba segura. Y le hablaría de su vida. Le hablaría de todo, excepto de su difunta esposa. La única vez que intentó hablar de ello, nick cambió de tema inmediatamente.
Entonces, ¿qué iba a pasar?
_____ tomó un sorbo de té, esperando el golpecito en la puerta. Tenía llave del portar y también llave de su casa, pero solía llamar.
Y aunque estaba esperándolo, al oírlo se le hizo un nudo en el estómago.
Iba vestida de invierno, con unos pantalones de pana verde oliva y un ajustado jersey de color crema.
Desde que salía con nick había cambiado un poco de estilo. Seguía siendo conservadora, pero un poco más elegante, más atrevida. Fueron de compras juntos un par de veces y nick protestó sin cesar porque no lo dejaba llevarla a las tiendas de diseño donde, según él, podrían comprar ropa bonita de verdad.
-Esnob -lo regañó ella.
nick amenazó con castigarla por el terrible insulto. Y el castigo consistió en hacerle el amor tan apasionada, tan profundamente que seguía poniéndose colorada al recordarlo.
-Pensé que no ibas a abrir nunca -sonrió, abrazándola-. Llevo todo el día pensando en ti, bruja. ¿Y por qué te has puesto un jersey tan grueso? Así no puedo tocarte.
-Porque hace frío.
-Pero no podré hacerte nada en el cine.
_____ soltó una carcajada. nick también iba vestido de invierno y los colores oscuros le sentaban tan bien como los claros. Como era moreno de piel, seguía conservando el bronceado de la isla, mientras ella ya había perdido el suyo.
-Solo los adolescentes hacen cosas en el cine, tonto.
-Tú me haces sentir como un adolescente.
Jamás se había sentido tan vivo. Las noches de pasión en la isla habían continuado en Londres. No se cansaba de ella. Todo lo contrario. No duraría, por supuesto, pero por el momento _____ le parecía tan embrujadora como el primer día.
-¿Eso es bueno o malo? -preguntó ella, tomando su bolso. Había preparado un discurso, pero no podía decir nada. Se sentía incapaz.
-¿Tienes hambre?
-¿Qué?
-¿Tienes hambre? El restaurante al que vamos está a cuarenta minutos de aquí. Y luego tardaremos otros cuarenta minutos para llegar al cine.
-Veo que vas a sugerir alguna alternativa.
Más tarde, se dijo. Se lo diría más tarde. No quería estropear aquel domingo.
-Si eliminamos el restaurante a las afueras...
-¿Y qué hay del mejor pescado frito que iba a probar en toda mi vida?
-Como iba diciendo, si eliminamos el restaurante y vamos a un sitio que esté más cerca del cine, nos ahorraríamos al menos una hora y media. Y eso nos daría tiempo para...
-¿Para qué? -sonrió ______.
Aunque no tenía ninguna duda. El brillo de sus ojos lo dejaba muy claro.
Seguía pensando que debían hablar antes de que terminase el día pero, como una cobarde, se dejó convencer.
-¿Tú qué crees? -sonrió nick, tirando del jersey-. Vaya, sin sujetador. Qué delicia -murmuró, acariciando sus pechos.
¿Cómo podía resistirse? ¿Cómo iba a encontrar la forma de decir lo que tenía que decirle? Hacer el amor con él era como estar en el cielo. Era demasiado fácil posponer lo desagradable, incluso para una persona como ella, que siempre se enfrentaba de cara con las adversidades. Llegaron al cine cuando estaba empezando la película, pero __________ no podía concentrarse en la historia. Y en cuanto salieron al vestíbulo, le dijo que tenían que hablar.
-¿Aquí?
-No, aquí no.
-Era una broma.
-Ya -murmuró ________, mordiéndose los labios.
Era guapísimo. Todas las mujeres lo miraban con admiración y se preguntó si ella habría hecho lo mismo cuando estaba casado.
-¿Qué ocurre, cariño?
-Tenemos que hablar. Podríamos ir...
-¿A mi casa?
-No, a tu casa no.
Ni a su casa ni a su apartamento. A ningún sitio donde la tentación de tocarlo fuera irresistible.
-Al tuyo entonces.
-No.
-Pues me estoy quedando sin sugerencia. Es muy tarde y hace demasiado frío como para sentarnos en un banco.
Todos creían que nick y ellan eran un matrimonio feliz. Para _____, el brazo que tenía sobre los hombros empezaba a ser como un peso muerto, pero no podía apartarse con tanta gente alrededor.
El espectáculo debía continuar.
-Supongo que Gracie y Edie ya pueden volver a su habitación.
-Sí, claro. Le diré a algún empleado que se encargue de llevar sus cosas.
-Muy bien. En ese caso, yo llevaré las mías a mi habitación.
-¿De qué estás hablando? Tú te quedas conmigo.
-¿Cómo?
-No pensarás que me conformo con una sola noche, ¿verdad? ¿Te conformas tú?
-Pues...
-Admítelo, tú tampoco -sonrió nick-. Tú me deseas tanto como yo a ti. De hecho, me gustaría hacer el amor ahora mismo. Me gustaría tumbarte sobre una toalla, con el sonido del mar a unos metros y el sol bañando nuestros cuerpos desnudos.
Y nunca había dicho nada más en serio en toda su vida.
Pensaba que acostarse con _________ una vez más sería suficiente, pero empezaba a pensar que nunca iba a poder alejarse de ella.
Lo único que quedaba era solucionar el asunto de joe
¿Y cuando volvamos a Inglaterra?», hubiera querido preguntar _______. ¿Su deseo sería tan poderoso a cinco mil kilómetros de distancia? Sabía lo poco que le interesaban las mujeres con las que salía. Mujeres guapísimas. La verdad era que le gustaban durante una semana y después no quería volver a saber nada de ellas.
Porque nunca se había recuperado de la muerte de su esposa. Nadie podía competir con su recuerdo y menos ella, una mujer en la que nick no había tenido nunca el menor interés.
Si seguía acostándose con él, solo sería una cuestión de tiempo. Un día vería la indiferencia reflejada en sus ojos y cuando eso ocurriera no solo lo perdería a él, perdería su trabajo. Por supuesto, no iba a seguir trabajando para un hombre con el que se había acostado.
-No creo que sea buena idea seguir haciendo esto.
Eso no era lo que nick había esperado oír y sus palabras fueronn como una bofetada.
-Ahoraa tenemos que controlar lo que hacen los clientes en la cocina. Pero esta conversación no ha terminado.
-¿Porque no ha terminado como tú querías?
-Qué bien me conoces, cariño.
¿Qué significaba eso? ______ se lo preguntó durante todo el día, mientras ayudaba a limpiar la playa, guardaba comida en fiambreras y controlaba que los clientes tuvieran cosas que hacer para mantenerse ocupados.
Apenas vio a nick. Estaba comprobando los daños y hablando por teléfono. Por lo visto, habría un barco disponible al día siguiente, pero la avioneta que solía transportar a los clientes del hotell no estaría reparadaa hasta unos días después.
A las seis de la tarde, _______ pidió a los clientes que descansaran un rato y ella misma fue a la suite para darse una ducha, decidida a terminar de una vez por todas con aquella relación absurda que no iba a llevarla a ninguna parte.
Lo último que esperaba ver al salir de la ducha era a nick., Estaba muy serio, con los brazos cruzados.
-¿Cómo has entrado?
-Imaginé que cerrarías la puerta de la suite. Por eso me llevé la llave de la terraza.
________ se quedó helada.
-Eso es...
-¿Astuto, taimado? Sí, lo admito.
-No puedo hablar contigo así. Tengo que vestirme.
-¿Por qué? ¿Tienes que llevar un traje de chaqueta para decirme que no quieres seguir manteniendo relaciones conmigo?
-No he traído ningún traje de chaqueta -replicó ella, intentando aparentar cierta tranquilidad.
-Me deseas y yo te deseo a ti. Es muy sencillo.
-Acostarme con mi jefe no es mi estilo, nick.
-No era eso lo que pensabas anoche.
-Lo de anoche fue...
-Anoche hiciste lo que querías hacer y disfrutaste cada segundo, como yo. La vida es demasiado corta como para negarnos un placer, _________.
-Habla por ti mismo -replicó ella.
nick alargó la mano para acariciar su cuello.
-¿No te gusta? Sé que sí -murmuró, metiendo la mano por debajo de la toalla-. ¿Lo ves? Tienes los pezones duros.
No había planeado hacer eso, pero la atracción que sentía por ella era demasiado fuerte, demasiado salvaje. Sin decir nada más, le quitó la toalla de un tirón y _______ quedó frente a él completamente desnuda. Entonces nick bajó la mano y la puso entre sus piernas.
Y ella no pudo seguir disimulando. Rendida, levantó la cara y le ofreció sus labios.
joe era la seguridad, pero ya había decidido que no quería seguridad.
Y tampoco seguiría con nick, pero disfrutar de aquellos días juntos merecía la pena.
Nick jonas era el hombre de su vida. A la porra la seguridad.
-Cortarás con joe cuando volvamos a Inglaterra.
-Cortaré con él -murmuró ________.
Unos días, unas semanas. Quizá estarían juntos durante unos meses.
Podría romperle el corazón, pero estaba dispuesta a arriesgarse.
________ miraba por la ventana de la cocina, con la cara entre las manos y una taza de té sin tocar sobre la mesa. Estaba lloviendo. No la lluvia salvaje que había visto seis semanas antes, en la isla, sino una típica llovizna inglesa. Fría e interminable.
Tres veces a la semana, contra los deseos de nick, dormía allí.
-Déjalo. Es un apartamento muy pequeño y está lejos. Vente a vivir conmigo.
Ella se negó, aunque la tentación de despertarse cada mañana al lado del hombre que amaba era tan fuerte como un trago de agua para un sediento.
La realidad era que, a pesar de que hacían el amor apasionadamente en los sitios más inapropiados, ______ sabía que aquella pasión era algo transitorio. Estaba durando más de lo que ella había previsto, más de lo que le había durado ninguna mujer tras la muerte de su esposa, pero «amor» era una palabra que nick jonas no había pronunciado en ningún momento. Ni siquiera cuando estaba encima de ella, estremecido de pasión.
_________ se preguntaba cuál sería su reacción cuando le diera la noticia.
Iría a buscarla en media hora para ir a comer a las afueras de Londres. Después tenían pensado ir al cine para ver una comedia romántica por la que él había mostrado cero entusiasmo, pero que vería porque ella quería verla.
Qué fácil sería leer señales equivocadas en esos pequeños detalles. Qué fácil pensar que, quizá sin darse cuenta, nick también la amaba.
¿Le habría pedido que se fuera a vivir con él si no la amase? ¿Lo encontraría mirándola a todas horas en la oficina si no la amase?
Pero si la amase se lo diría. De eso estaba segura. Y le hablaría de su vida. Le hablaría de todo, excepto de su difunta esposa. La única vez que intentó hablar de ello, nick cambió de tema inmediatamente.
Entonces, ¿qué iba a pasar?
_____ tomó un sorbo de té, esperando el golpecito en la puerta. Tenía llave del portar y también llave de su casa, pero solía llamar.
Y aunque estaba esperándolo, al oírlo se le hizo un nudo en el estómago.
Iba vestida de invierno, con unos pantalones de pana verde oliva y un ajustado jersey de color crema.
Desde que salía con nick había cambiado un poco de estilo. Seguía siendo conservadora, pero un poco más elegante, más atrevida. Fueron de compras juntos un par de veces y nick protestó sin cesar porque no lo dejaba llevarla a las tiendas de diseño donde, según él, podrían comprar ropa bonita de verdad.
-Esnob -lo regañó ella.
nick amenazó con castigarla por el terrible insulto. Y el castigo consistió en hacerle el amor tan apasionada, tan profundamente que seguía poniéndose colorada al recordarlo.
-Pensé que no ibas a abrir nunca -sonrió, abrazándola-. Llevo todo el día pensando en ti, bruja. ¿Y por qué te has puesto un jersey tan grueso? Así no puedo tocarte.
-Porque hace frío.
-Pero no podré hacerte nada en el cine.
_____ soltó una carcajada. nick también iba vestido de invierno y los colores oscuros le sentaban tan bien como los claros. Como era moreno de piel, seguía conservando el bronceado de la isla, mientras ella ya había perdido el suyo.
-Solo los adolescentes hacen cosas en el cine, tonto.
-Tú me haces sentir como un adolescente.
Jamás se había sentido tan vivo. Las noches de pasión en la isla habían continuado en Londres. No se cansaba de ella. Todo lo contrario. No duraría, por supuesto, pero por el momento _____ le parecía tan embrujadora como el primer día.
-¿Eso es bueno o malo? -preguntó ella, tomando su bolso. Había preparado un discurso, pero no podía decir nada. Se sentía incapaz.
-¿Tienes hambre?
-¿Qué?
-¿Tienes hambre? El restaurante al que vamos está a cuarenta minutos de aquí. Y luego tardaremos otros cuarenta minutos para llegar al cine.
-Veo que vas a sugerir alguna alternativa.
Más tarde, se dijo. Se lo diría más tarde. No quería estropear aquel domingo.
-Si eliminamos el restaurante a las afueras...
-¿Y qué hay del mejor pescado frito que iba a probar en toda mi vida?
-Como iba diciendo, si eliminamos el restaurante y vamos a un sitio que esté más cerca del cine, nos ahorraríamos al menos una hora y media. Y eso nos daría tiempo para...
-¿Para qué? -sonrió ______.
Aunque no tenía ninguna duda. El brillo de sus ojos lo dejaba muy claro.
Seguía pensando que debían hablar antes de que terminase el día pero, como una cobarde, se dejó convencer.
-¿Tú qué crees? -sonrió nick, tirando del jersey-. Vaya, sin sujetador. Qué delicia -murmuró, acariciando sus pechos.
¿Cómo podía resistirse? ¿Cómo iba a encontrar la forma de decir lo que tenía que decirle? Hacer el amor con él era como estar en el cielo. Era demasiado fácil posponer lo desagradable, incluso para una persona como ella, que siempre se enfrentaba de cara con las adversidades. Llegaron al cine cuando estaba empezando la película, pero __________ no podía concentrarse en la historia. Y en cuanto salieron al vestíbulo, le dijo que tenían que hablar.
-¿Aquí?
-No, aquí no.
-Era una broma.
-Ya -murmuró ________, mordiéndose los labios.
Era guapísimo. Todas las mujeres lo miraban con admiración y se preguntó si ella habría hecho lo mismo cuando estaba casado.
-¿Qué ocurre, cariño?
-Tenemos que hablar. Podríamos ir...
-¿A mi casa?
-No, a tu casa no.
Ni a su casa ni a su apartamento. A ningún sitio donde la tentación de tocarlo fuera irresistible.
-Al tuyo entonces.
-No.
-Pues me estoy quedando sin sugerencia. Es muy tarde y hace demasiado frío como para sentarnos en un banco.
Pily....
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